CULTURA CIUDADANA UNA REFLEXIÓN SOBRE LA PRÁCTICA...
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CULTURA CIUDADANA
UNA REFLEXIÓN SOBRE LA PRÁCTICA DOCENTE
HUGO ALEXANDER BERRIO PEREZ
GLORIA JULIANA DUARTE SANTAMARIA
MARY LUZ SERRANO BOHÓRQUEZ
UNIVERSIDAD SAN BUENAVENTURA
Caracterización
Caracterización del proyecto
El escenario educativo se convierte en la oportunidad para vivenciar diversas experiencias que
parten de un proceso integral que permite la accesibilidad a diferentes clases de conocimiento, la
escuela no está relegada al aspecto académico, es decir, no puede limitar su papel con la
sociedad sin abordar las diferentes dimensiones que componen el ser. En muchas ocasiones las
exigencias que se realizan a las instituciones educativas están direccionadas a unos resultados
que no logran incluir lo que refiere a las diferentes clases de saber que pueden surgir en el
proceso entre estudiantes y maestros.
La educabilidad entendida como la posibilidad del ser humano en construcción permite un
proceso reflexivo continuo, es desde allí que los educadores están llamados a repensar su
práctica, es posible que se desarrollen algunas rutinas al interior del aula, la presencia de ellas es
necesaria porque permite organizar este encuentro, pero hasta dónde el maestro se piensa como
facilitador de procesos que van más allá de una asignatura y que pueden trascender a los
diferentes contextos que hacen parte del día a día de los estudiantes que comparten estos
espacios de aprendizaje. Al respecto Camacho (2015) afirma:
Un aula escolar es un espacio facilitador para explorar y promover diferentes actividades
de gran importancia en el proceso educativo y social. Si se realizan entre docentes y
estudiantes, aunando sus esfuerzos hacia la solución de una problemática, es posible
motivar la creación de diferentes ambientes colaborativos, de aceptación, aprendizaje,
reconocimiento mutuo y solidaridad.
Desde esta mirada surge la necesidad de repensar cómo desde las vivencias que se desarrollan en
un aula es posible que la escuela desde su quehacer cotidiano promueva el pensamiento crítico,
reflexivo y sistemático que permita renovar las practicas educativas desde la inmersión de
normas y valores que propendan a la consolidación de aprendizajes que estén dirigidos al
fortalecimiento de una sociedad bajo parámetros de respeto y normas de convivencia adecuadas,
es decir, promover la formación ciudadana en la escuela.
La cultura ciudadana no es un concepto que recién aparece en el ámbito educativo, hace varias
décadas se viene planteando la necesidad de involucrar este saber que no solo se remite a lo
profesional, disciplinar, curricular y experiencial, puesto que debe estar presente de forma
trasversal en el acto educativo integral. Sobre la relación entre educación y ciudadanía, Espinel
(2015) afirma:
En la práctica, para que la escuela pueda contribuir con procesos de formación de
ciudadanía y ciudadanos es necesario que se desarrollen mecanismos claros a partir de los
cuales la escuela se relacione mucho más con la realidad urbana y con lo que en ella
ocurre p. 71
Descripción del problema
Es común escuchar que las vivencias que se desarrollan en el salón de clases, en el patio del
colegio, en la biblioteca, en fin en cada uno de los escenarios que hacen parte de una institución
de índole educativa, en ocasiones están contaminadas con comportamientos que no propician el
desarrollo de relaciones interpersonales bajo parámetros de convivencia y buena ciudadanía, es
así como se perciben personas que no logran convivir con los demás a partir de valores tales
como el respeto, la solidaridad, la justicia y la equidad, por lo tanto se suelen presentar
situaciones de agresión hacia los otros, que afectan directa o indirectamente el proceso educativo
en los escenarios escolares, convirtiéndose en una barrera de dicho proceso. ¿Cómo puede la
institución educativa aportar a la consolidación de una cultura de respeto y solidaridad hacia
aquellos que nos rodean? ¿Cómo lograr que se trabaje en un proyecto común sin la presencia de
una negativa competitividad que no permite entender la importancia de trabajar en equipo?
Lo anterior permite comprender que es innegable el papel del maestro en la formación de
ciudadanos que a partir de la consolidación de los diversos saberes que se estructuran en una
práctica pedagógica y de una continua reflexión logren el desarrollo de habilidades que le
permitan a sus estudiantes el desenvolvimiento al interior de una comunidad bajo la proyección
de valores necesarios para una sociedad mejor.
Contexto
El proyecto se desarrollará en la IED San Pedro Claver, ubicada en la carrera 79C No. 41B-51
Sur, en la localidad de Kennedy, tiene dos sedes, atiende aproximadamente a dos mil
novecientos estudiantes pertenecientes a familias de estratos socioeconómicos uno y dos. Ofrece
los niveles de preescolar, básica primaria, básica secundaria y media fortalecida. En cuanto a la
infraestructura, además de las aulas de clase, posee tres salas de sistemas, laboratorio de física,
química, biología e inglés, salón para danza y música y espacios propicios para la recreación y
el deporte. Por su ubicación está dentro del área de influencia de Corabastos, de ahí que muchas
de las familias deriven su sustento de la Central de Abastos más grande de Colombia. Así
mismo, atiende población perteneciente a los barrios Estados Unidos, La María, Britalia, Patio
Bonito, El Amparo, Tintalito y algunos sectores de Bosa. De ellos, La María y El Amparo son
barrios de altos índice de violencia y conflictos social a nivel distrital, por lo que muchos de
nuestros estudiantes están inmersos en ambientes hostiles para su desarrollo personal y social.
Por otro lado, desde la filosofía institucional, el colegio concibe la educación como un proceso
permanente de formación integral, de ahí el nombre del Proyecto Educativo Institucional (PEI)
de la institución “HACIA UN SER HUMANO EN FORMACIÓN PERMANENTE”, por ello,
su misión es brindar espacios de interacción dialógica educativa desde el ciclo I al V,
fundamentados en el modelo social-cognitivo, con énfasis en el análisis, crítica y uso de las TIC
y las ciencias de la computación. Así mismo, el modelo de convivencia es integral y se trabaja
en el desarrollo constante de valores como la responsabilidad, el respeto y la tolerancia y la
comunicación.
En cuanto a la metodología, a partir del año 2017 se inició el trabajo por ABP (aprendizaje
Basado en Proyectos) Por ello, la implementación de diferentes proyectos, como los proyectos
de aula, de ciclo, de primaria y de campos de pensamientos. Se realizará la aplicación de las
actividades en estudiantes de un colegio distrital de los grados decimo y once, de edades entre 15
y 18 años.
Dentro del quehacer docente se observa falta de cultura ciudadana en el escenario educativo,
desde donde se percibe, por ejemplo, que al terminar las clases algunos estudiantes no tienen el
hábito de dejar ordenado el salón de clase, de desechar adecuadamente los residuos del
refrigerio, de cuidar el mobiliario del salón, etc. Situación similar se observan en otros espacios
escolares, como el pasillo, el patio. Por otro lado, también se observa falta de cultura ciudadana
en la relación de los estudiantes con sus propios compañeros, como por ejemplo al realizar la fila
para comprar alimentos o para ingresar al comedor, el intentar “colarse” en la fila pasando por
encima de los derechos del otro, o cuando juegan intentan agredirse unos a otros. Razón por la
cual cobra importancia reflexionar sobre como involucrar de manera concreta la cultura
ciudadana en la práctica pedagógica.
Pregunta de investigación
¿Cuál estrategia favorece la comprensión de la cultura ciudadana como oportunidad para mejorar
el ambiente de convivencia desde las prácticas pedagógicas?
Objetivos
Objetivo general
Diseñar una estrategia pedagógica que favorezca la comprensión de la cultura ciudadana y
contribuya a la mejora de la convivencia escolar
Proponer prácticas pedagógicas basadas en los fines de los contenidos que contribuyan a la
cultura ciudadana.
Objetivos específicos
Identificar prácticas mediadoras que permitan la reflexión en la interacción docente-
estudiante.
Elaborar una estrategia pedagógica que permita diversificar la práctica centradas en la
construcción colectiva entorno a la cultura ciudadana.
Publicar bimestralmente un conjunto de acuerdos construidos de manera colectiva entre los
estudiantes y docentes encaminadas a fortalecer la cultura ciudadana al interior de la
institución.
Categorías
A continuación se presenta las categorías y subcategorías en una adaptación de la propuesta de Cisterna, (2005).
Ámbito temático
Pregunta de investigación
Objetivo general Objetivos específicos Categorías Subcategorías
Practica
pedagógica
¿Cuál estrategia
favorece la
comprensión de la
cultura ciudadana
como oportunidad
para mejorar el
ambiente de
convivencia desde
las prácticas
pedagógicas?
Diseñar una
estrategia
pedagógica que
favorezca la
comprensión de la
cultura ciudadana y
contribuya a la
mejora de la
convivencia escolar
Identificar prácticas
mediadoras que permitan
la reflexión en la
interacción docente-
estudiante.
Cultura ciudadana Participación Democracia
Elaborar una estrategia
pedagógica que permita
diversificar la práctica
centradas en la
construcción colectiva
entorno a la cultura
ciudadana.
Clima de aula
Normas colaborativas Relaciones interpersonales.
Publicar bimestralmente un
conjunto de acuerdos
construidos de manera
colectiva entre los
estudiantes y docentes
encaminadas a fortalecer la
cultura ciudadana al
interior de la institución.
Dimensión inclusiva de la educación
Participación Igualdad de derechos.
Marco teórico
Clima escolar
El concepto de clima escolar se aborda desde tres miradas institucionales, por un lado la
presentada por la UNESCO (2013) a través de las cuatro dimensiones, por otro lado se presenta
los aspectos mencionados por el Ministerio de Educación Nacional (2008), en la guía 34 y por
último se presenta la mirada de la alcaldía de Bogotá (2018, 2017) a través de Orientaciones
metodológicas para el fortalecimiento del Plan institucional de convivencia escolar y las
orientaciones para la implementación de la cátedra de la paz con enfoque de cultura ciudadana.
Mirada de la UNESCO
El clima escolar es un factor de gran importancia en los procesos de enseñanza aprendizaje,
puesto que factores de vulneración a los integrantes de la escuela, como la violencia, el bullying,
el irrespeto, entre otros, dificultan dichos procesos de enseñanza. La oficina regional de
educación para América Latina y el Caribe define el clima escolar como, UNESCO (2013) “el
clima escolar teóricamente está compuesto por cuatro dimensiones, a saber: organización del
aula, bullying, violencia escolar y convivencia” (p. 6) es decir, que para entender el concepto de
clima escolar es ´proceso desarrollar las cuatro dimensiones mencionadas.
En el mismo documento UNESCO (2013) se reporta que “La organización del aula es un factor
específico dentro de la sala de clase que incluye manejo de conducta y el uso efectivo del
tiempo” (p.11) incluye “el manejo de conducta del profesor, la manera de que los estudiantes
responden a las reglas y normas de la clase y la productividad dentro de la sala de clase” (p.11).
Dentro del manejo de la conducta se encuentran la manera que los estudiantes responden al
docente y a las normas de clase, lo que se puede evidenciar en el tiempo que tiene que esperar un
docente para que el curso se organice, la atención y la escucha que tienen los estudiantes y la
cantidad de ruido que existe en el aula de clase. Entre mayor sea el tiempo de espera para iniciar
clase, mayor el ruido cuando el docente habla y la baja atención al mismo, se tiene una baja
organización de aula. Por otro lado, la productividad dentro del aula de clase refiere a la
capacidad del docente de optimizar el tiempo, de manera que permita una mejor comprensión de
los conceptos por parte de los educandos.
El bullying es una serie de comportamientos agresivos hacia una o más personas que se realiza
de manera sistemática y a través del tiempo. Se caracteriza porque existe una gran diferencia
entre las relaciones de poder de la víctima y el victimario y puede presentarse a través de la
violencia física, violencia verbal, la afectación del buen nombre a través de redes sociales o
rumores o través de la exclusión. Pero aunque es un problema escolar que requiere toda nuestra
atención como docentes, no está necesariamente relacionado con el clima escolar de día a día.
La violencia se refiere a la agresión entre dos o más miembros de la comunidad educativa. Esta
violencia puede presentarse de manera física, verbal, discriminatoria, etc.
La convivencia escolar, Unesco (2013) “incluye las variables de cómo el estudiante se relaciona
con sus profesores y cómo percibe su apoyo e interés” (P.13) este aspecto si los estudiantes
tienen una relación respetuosa con los demás compañeros y con los docentes, y a la vez, si los
docentes acompañan a los estuantes identificando los estudiantes que tienen mayor dificultad y
dedicando un tiempo adicional.
Mirada del ministerio
El Ministerio de Educación Nacional (2008) presenta en su guía 34, Guía para el Mejoramiento
Institucional, diferentes componentes asociados al proceso clima escolar. A continuación se
presentan algunos de ellos.
Pertenencia y participación: este aspecto habla del sentido de pertenencia de los estudiantes hacia
la institución educativa a través del uniforme, escudo o los valores institucionales. Ambiente
físico: el cual refiere la idoneidad de la planta física y de la dotación de la misma para el
desarrollo de los procesos académicos y recreativos, y de la apropiación de los estudiantes hacia
la misma. Motivación hacia el aprendizaje: en el cual que la mayoría de los estudiantes se
presentan motivados frente a los trabajos académicos. Manual de convivencia: Refiere a la
construcción integrada del manual de convivencia por parte de toda la comunidad educativa.
Actividades extra-curriculares: refiere a la existencia de una política de actividades extra-
curriculares en la institución articulada con la formación de los estudiantes. Bienestar del
alumnado: En donde se refiere a la existencia de actividades de bienestar que impactan a los
estudiantes. Manejo de conflictos: en donde refiere una política para el buen manejo de
conflictos a través de la gestión del comité de convivencia. Manejo de casos difíciles: habla
sobre la existencia de una política para evitar la existencia de dichos casos y el manejo de los
mismos.
Como se puede observar en la guía 34, el MEN relaciona diferentes factores propios de las
instituciones y de la gestión de docentes y directivos, como elementos que inciden en el clima de
aula o clima escolar.
Mirada de la alcaldía de Bogotá
Desde la alcaldía de Bogotá no se aborda el clima escolar sino que se presenta un concepto
cercano como convivencia escolar. Sobre este aspecto afirma (Alcaldia Mayor de Bogota ,
2018).
“En esencia, la convivencia no busca la ausencia de conflictos, sino que estos se tramiten
sin el uso de la violencia, atendiendo los intereses y necesidades de las partes
involucradas. Adicionalmente, hace referencia a las interacciones que se dan en los
establecimientos educativos, donde es fundamental que se construyan relaciones que
propendan por los consensos, el reconocimiento mutuo, el respeto, la valoración positiva
del vivir con otros diferentes a uno y el diálogo” p. 15
En donde se resalta la importancia de una política de manejo de conflictos como un elemento
esencial para el desarrollo de una buena convivencia escolar. Además de resaltar la participación
de los estudiantes en la toma de decisiones instituciones a través del logro de consensos.
Por otro lado en las orientaciones sobre la cátedra de la paz (Bogota, 2017) la alcaldía propone
dos dimensiones sobre el concepto de clima escolar.
1. Cuidado en las relaciones: preocupación mutua por el bienestar del otro, calidez y
afecto en las relaciones, comunicación clara y abierta, cohesión de grupo, manejo
constructivo de conflictos, entre otros.
2. La estructura de clase: establecimiento de normas y su aplicación consistente al orden
de la clase y al seguimiento de instrucciones. (P.49)
En conclusión
En este punto es importante resaltar que la primera dimensión presentada por la Alcaldía de
Bogotá (2017): Cuidado en las relaciones, está fuertemente relacionada con la dimensión
convivencia presentada por la UNESCO (2013) en tanto resalta la importancia de las buenas
relaciones entre los integrantes de la comunidad educativa para la identificación de un buen
clima escolar. Además se asocia con los componentes pertinencia y participación y manejo de
conflictos del Ministerio de Educación Nacional (2008). Por lo que queda claro, a través de la
breve revisión documental del presente escrito, que el buen manejo de las relaciones
interpersonales son indispensables a la hora de identificar un buen ambiente de aula.
Por otro lado, la segunda dimensión presentada por la alcaldía de Bogotá (2017) La estructura de
clase, está estrechamente relacionada con la dimensión organización de aula presentada por la
UNESCO (2013) y con el componente manual de convivencia. En tanto resaltan la importancia
de las normas y del manejo que le dé el docente a las mismas a la hora de identificar u buen
ambiente de aula.
Dimensión educativa de la inclusión
El escenario educativo se presenta como la oportunidad para vivenciar diversas
situaciones que pretenden hacer parte de un proceso de formación encaminado a la
consolidación de una sociedad siempre con el ideal de generar una clase de ciudadanos que
desde sus acciones y pensamientos puedan garantizar un ambiente convivencial agradable en los
diferentes espacios que se comparten en lo cotidiano.
Es imposible pensar en una escuela inmóvil frente a los retos que debe enfrentar para
lograr satisfacer las continuas exigencias surgidas desde diversos ámbitos, las cuáles le son
asignadas, entre ellas; la diversidad de género, los fenómenos de migración continua, los
diversos tipos de familia y los procesos de inclusión, por lo mismo allí actúa cada una de las
instituciones del sistema a partir de una regulación general brindando estrategias que se llevan a
cabo para lograr alcanzar los fines propuestos alrededor de estas particularidades las cuales son
cotidianas y de urgente atención; las acciones que la escuela puede llevar a cabo a partir de las
mismas requiere de profesionales pensadores desde la reflexión pedagógica a partir de su
quehacer cotidiano, desde ahí el maestro se presenta como un actor protagonista en todo este
engranaje que requiere la educación en la actualidad, como lo muestra Barragán a continuación
Así pues, un auténtico profesor no se define solamente por su saber o sus competencias
investigativas; él fundamentalmente, aporta pautas de reflexión para pensar el mundo. Invita
a sus estudiantes a transformar su propia vida y a contribuir a la construcción de una sociedad
más justa; su actuar es del orden de la sabiduría práctica -phronesis- en donde el compromiso
ético y moral consigo mismo y con los otros es fundamental. Funda la esperanza en los
estudiantes. Formar implica humanizar y esta condición impone el compromiso de una
educación en valores. Llegar a ser un profesor esperanzador significa, en suma, poder
entender que la acción de los educadores sobrepasa la simple instrucción. (Barragán, 2013,
p 29)
Por lo anterior no es posible desconocer la importancia que tiene el maestro como sujeto
que potencia procesos donde se involucra más allá de contenidos académicos, porque es la
escuela uno de los espacios que desde una adecuada dinámica posibilita a los estudiantes la
oportunidad de conformar relaciones interpersonales significativas, aprender a vivir con los
demás, trabajar con objetivos comunes, reconocer la diversidad como el camino para conocer y
comprender del otro.
Si el maestro tiene como función acompañar el proceso de educación que se inicia en otra
de las instituciones fundamentales de la sociedad, el hogar, se percibe su participación de
manera contundente en la conformación de redes sociales que reconozcan desde la diversidad la
opción de formar ciudadanos que a partir de un saber construido desde varios ámbitos pueda
aportar de manera asertiva a la comunidad que se considera base del entorno en el cual debe
desenvolverse, cuando se involucra el concepto de la “diversidad” se garantizan espacios de
solidaridad, equidad y bienestar común, reconociendo que la escuela esta llamada a replantear de
manera constante su papel como dinamizadora de realidades que están presentes y requieren de
su acompañamiento permanente, la inclusión al interior de la escuela formal está regulada desde
el Ministerio de Educación de Colombia donde expresa de manera abierta la obligación de los
entes territoriales de garantizar a la población que manifieste esta condición el derecho a
educarse, lo expresa de la siguiente manera;
La Resolución 2565 de 2003 establece que cada entidad territorial debe definir una
instancia que efectúe la caracterización y determine la condición de discapacidad de cada
estudiante, con el propósito de identificar sus barreras para el aprendizaje y garantizar la
participación con miras a proponer los ajustes que la escuela debe hacer para brindarle
educación pertinente. Asimismo, se requiere que en los municipios se articulen los
servicios de salud y de protección: EPS, ICBF, Desarrollo Social, atendiendo el Marco
para las Políticas Públicas y Lineamientos para la Planeación del Desarrollo de la Infancia
y la Adolescencia en el Municipio y las orientaciones pedagógicas para la atención
educativa de estudiantes con discapacidades y con talentos excepcionales5, construidas por
el ICBF, el Departamento Nacional de Planeación y los Ministerios de Educación y de la
Protección Social.
Cuando se habla de una educación pertinente es claro que también cabe el adjetivo
“integral” este concepto conduce a abarcar todas las dimensiones que conforman el ser humano
desde su individualidad hasta su desenvolvimiento en la sociedad, por lo tanto queda claro la
innegable obligación del sistema educativo donde está llamado a proporcionar herramientas a
partir de múltiples estrategias permitiendo a los estudiantes con estas condiciones sentirse parte
activa de la sociedad a través de los aprendizajes que les brinde su entorno educativo
garantizando de este modo lograr atender sus demandas desde la discapacidad manifestada, eso
sí, es pertinente que el maestro cuente con los recursos humanos y materiales para lograr
alcanzar las metas establecidas con el fin de acercar las personas con estas condiciones al acceso
de manera equitativa a oportunidades que le propicien participar como ciudadanos que pueden
convivir bajo parámetros de convivencia y porque no encausarlos al sistema de productividad
que envuelve a la ciudadanía en general y al cuál es necesario pertenecer.
Sin embargo, más que garantizar el desarrollo de habilidades y competencias para los estudiantes
con necesidades educativas especiales que faciliten su ingreso y permanencia en el mundo
productivo se hace prioritario abarcar la totalidad de dimensiones, una de las primordiales es la
que se encuentra relacionada con los valores desde la conformación de una cultura ciudadana que
logre acercar la realidad al ideal de sociedad, donde se pueda convivir desde la equidad y la
justicia. Para lograr esta transformación es necesario remover la rutina que se encarna muchas
veces al interior de la dinámica de las instituciones escolares, es preciso reflexionar, renovar las
prácticas desde las actitudes y prácticas de cada uno de los sujetos que hacen parte de estos
equipos que son responsables de parte de la formación de los ciudadanos y por ende de las
sociedades.
Para comprender este trabajo que compromete a una escuela que integra desde la totalidad de los
ámbitos a los que debe responder se requiere reconocer la necesidad de conformar equipos de
trabajo con docentes que están formados para el aula regular, pero pueden asumir el reto de
implementar prácticas pedagógicas que logren consolidar requerimientos de lo académico pero
que den primacía a lo que se involucra con la educabilidad en valores que al estar presentes dentro
de las comunidades educativas potenciaran un proceso desde la igualdad de oportunidades, el
respeto por la diferencia, el descubrimiento de talentos al servicio del otro , el cuidado de sí mismo,
del otro, la admiración por la naturaleza y sus regalos, en fin un cumulo de valores, que surgen
desde lo teórico, descienden en la práctica , se insertan de manera significativa y repercuten en la
cotidianidad manifestándose en sociedades organizadas que logran reconocer en sujetos con
necesidades educativas especiales que logren encontrar las respuestas que requieren para crecer
dentro de su proceso de formación.
Para finalizar es claro que la escuela no se puede mirar desde un espacio de discriminación
donde sigan prevaleciendo las competencias individuales, por el contrario es indiscutible que la
inclusión permite el desarrollo de los currículos con las competencias que presentan el trabajo en
equipo, desde las competencias en el siglo XXI
https://www.proantioquia.org.co/competencias-del-siglo-xxi/
Cultura ciudadana
Para hablar de cultura ciudadana, veamos su definición. “La cultura ciudadana se define como el
conjunto de valores, actitudes, comportamientos y normas compartidas que generan sentido de
pertenencia, impulsan el progreso, facilitan la convivencia y conducen al respeto del patrimonio
común” (Centro de Estrategias y Desarrollo de Valencia, 2006).
De acuerdo con la anterior definición cabe mencionar que la cultura ciudadana tiene como fin
favorecer la convivencia y el respeto por el patrimonio público, actitudes que cada vez más se
desdibujan en nuestra sociedad actual y que es responsabilidad de todos como ciudadanos
empezar a cumplir. La formación en cultura ciudadana se debe dar en todos los niveles sociales y
desde los primeros años de vida, siendo este un deber y un derecho de todos los habitantes de
una comunidad.
Para hablar de cultura ciudadana en el entorno escolar colombiano, es necesario mencionar que
en Colombia la formación ciudadana, democrática y política ha estado presente a lo largo de la
historia, teniendo diferentes connotaciones; a partir de la Ley General de Educación (1994) se
considera que la formación cultural y política no es competencia exclusiva de una asignatura en
particular, sino de la comunidad educativa en general.
La formación ciudadana es uno de los aspectos centrales de la enseñanza obligatoria en
Colombia. Las ciencias sociales tiene una responsabilidad relevante, su presencia en el
currículo suele responder a los intereses políticos y en pocas ocasiones a las reales
necesidades sociales, tal vez por esto se dan los cambios reiterados en este tipo de
formación. (González y Santisteban, 2016)
Históricamente en nuestro país se han adoptado diferentes políticas encaminadas al
favorecimiento de la formación en ciudadanía, una de las más sobresalientes fue “Formación
ciudadana”, un programa de la alcaldía mayor de Bogotá. “Cultura ciudadana ha sido un
programa que busca cambiar hábitos relacionados con la convivencia y más específicamente con
el cumplimiento de normas urbanas por vía de la autorregulación personal y la mutua regulación
interpersonal” (Mockus, 2003, p.106). Este programa implementó diferentes estrategias
encaminadas a mejorar los comportamientos de las personas en los distintos escenarios de
interacción, tales como las vías y el espacio público, buscando generar conciencia y mejorar la
convivencia en la ciudad.
La escuela como escenario de interacción social no escapa a la necesidad de establecer
comportamientos sociales adecuados. Dicho esto, cabe resaltar que la escuela como eje central
de los procesos formativos de los ciudadanos, no puede ni debe apartarse de los procesos sociales
de las comunidades. “La escuela forma para actuar socialmente fuera de ella y no para actuar
solamente en las horas de permanencia en ella, esta comprensión nos obliga a mantener las
relaciones escuela–entorno, escuela– cultura, mucho más claras” (Echeverría, 2002, p.63). Se
hace muy necesario que la educación en su rol protagónico en la sociedad, consolide y reafirme
la importancia de ir de la mano con los procesos sociales y culturales, de tal manera que aporte
significativamente en la formación de “ciudadanos”, personas que pertenecen e interactúan
asertivamente en diferentes grupos sociales. Y es en este punto donde subyace la importante
misión de formar en cultura ciudadana; reconociendo la relevancia de preparar al individuo para
actuar y desenvolverse en comunidad, partiendo de su dimensión social como prioridad.
Pero esta importante responsabilidad no puede recaer única y exclusivamente en los hombros de
los educadores que aunque son el eje de los procesos formativos de los individuos, son procesos
que demandan atención y compromiso tanto de las instituciones como de la ciudadanía en
general; es tarea de todos como ciudadanos contribuir a tener espacios de convivencia armónica
y favorecer el bienestar colectivo.
Estructura analítica del proyecto
Árbol de causas y efectos
El presente diagrama ilustra un problema que se reconoce en algunas prácticas pedagógicas en
relación con la formación en ciudadanía. En la parte inferior se observan tres causas de dicho
problema, relacionadas con la concepción sobre la relación docente- estudiante inmersa en
dichas prácticas y su relación y manejo de las normas de clase. En la parte superior se presentan
algunas consecuencias de dicho problema enmarcadas en la relación de los estudiantes con otros
y también su relación con el entorno, y como esta, se ve afectada negativamente por el
mencionado problema.
Relaciones
interpersonales
basadas en la fuerza.
Priorización de los
resultados académicos
individualizados.
Uso desmedido de los
recursos.
Deterioro de la planta
física y la dotación
institucional
Reconocimiento
limitado de las normas
de clase.
Dialogo como
herramienta de
comunicación limitada y
unidireccional.
Manejo de vocabulario
agresivo.
Relaciones convivenciales
basadas en la
competencia.
Uso de bienes y servicios
públicos de manera
inmediatista
Uso de habilidades
comunicativas unilaterales
Practicas pedagógicas basadas en los contenidos que
contribuyen a una cultura individualizada en los ambientes
de aprendizaje
Practicas rutinizantes
centradas en el individuo y
los contenidos
Construcción unidireccional
de las normas.
Relaciones autoritarias
o permisivas entre
docente-estudiante
Estructura analítica (diagrama)
En la parte central de la presente estructura analítica se observa el fin que se quiere lograr con el
presente trabajo, Diseñar una estrategia pedagógica que favorezca la comprensión de la cultura
ciudadana y contribuya a la mejora de la convivencia escolar. En la parte superior se observan
las implicaciones positivas de dicho fin en las relaciones interpersonales y con el entorno de los
estudiantes. En la parte inferior se presentan tres elementos que contribuyen a la consecución de
dicho fin con las actividades específicas para contribuir al desarrollo de dichos elementos.
Relaciones
interpersonales
basadas en el respeto.
Priorización de los
resultados académicos
colectivos.
Uso responsable de los
recursos.
Cuidado de la planta
física y la dotación
institucional
Apropiación de las
normas de clase.
Dialogo como
herramienta de
comunicación abierta y
bilateral.
Manejo de vocabulario
adecuado.
Relaciones convivenciales
basadas en la cooperación
Uso de bienes y servicios
públicos basados en la
sostenibilidad
Uso de habilidades
comunicativas bilaterales
Diseñar una estrategia pedagógica que favorezca la
comprensión de la cultura ciudadana y contribuya a la
mejora de la convivencia escolar
Prácticas diversificadas
centradas en la
construcción colectiva del
conocimiento
Concertación de las normas
basadas en los acuerdos
Practicas mediadoras que
permitan la reflexión en la
interacción docente-
estudiante.
Realizar indagación sobre las
prácticas mediadoras
docente-estudiante por
medio de una encuesta.
Elaborar una estrategia
pedagógica que permita
diversificar la práctica
centradas en la
construcción colectiva
entorno a la cultura
Publicar bimestralmente un
conjunto de acuerdos
construidos de manera
colectiva entre los
estudiantes y docentes
encaminadas a fortalecer la
Análisis crítico del problema
A continuación se muestra la estructura analítica anterior, clasificando las actividades,
componentes propósitos y fines.
COLUMNA DE
OBJETIVOS
FIN Relaciones
convivenciales
basadas en la
cooperación.
Uso de bienes y
servicios públicos
basados en la
sostenibilidad.
Uso de habilidades
comunicativas
bilaterales.
PROPOSITO Diseñar una estrategia pedagógica que favorezca la comprensión de la
cultura ciudadana y contribuya a la mejora de la convivencia escolar
COMPONENTES Identificar prácticas
mediadoras que
permitan la reflexión
en la interacción
docente-estudiante.
Elaborar una
estrategia pedagógica
que permita
diversificar la
práctica centradas en
la construcción
colectiva entorno a la
cultura ciudadana.
Publicar
bimestralmente un
conjunto de acuerdos
construidos de
manera colectiva
entre los estudiantes
y docentes
encaminadas a
fortalecer la cultura
ciudadana al interior
de la institución.
ACTIVIDADES Realizar indagación
sobre las prácticas
mediadoras docente-
estudiante por medio
de una encuesta.
Elaborar una
estrategia pedagógica
que permita
diversificar la
práctica centradas en
la construcción
colectiva
Publicar
bimestralmente un
conjunto de acuerdos
construidos de
manera colectiva
entre los estudiantes
y docentes
Formulación de objetivos
En la presente grafica se muestra la correspondencia entre las actividades planeadas para el
desarrollo de la presente investigación y los objetivos específicos (mencionados anteriormente).
De manera que cada actividad apunta a la construcción de un objetivo. En el caso del objetivo 2
y 3, el desarrollo de las actividades puede aportar a ambos objetivos de manera simultánea.
Diseñar una estrategia pedagógica
que favorezca la comprensión de la
cultura ciudadana y contribuya a la
mejora de la convivencia escolar
Identificar prácticas
mediadoras que permitan la
reflexión en la interacción
docente-estudiante.
Elaborar una estrategia
pedagógica que permita
diversificar la práctica
centradas en la
construcción colectiva
entorno a la cultura
ciudadana.
Publicar bimestralmente
un conjunto de acuerdos
construidos de manera
colectiva entre los
estudiantes y docentes
encaminadas a fortalecer
la cultura ciudadana al
interior de la institución.
Revisión de criterios para los indicadores
Nivel Resumen
narrativo Indicador
Meta
cantidad Calidad tiempo lugar Grupo social
Fin
Propósito
Component
es
Actividades
F1. Relaciones
convivenciales
basadas en la
cooperación.
F2. Uso de
bienes y
servicios
públicos
basados en la
sostenibilidad.
F3. Uso de
habilidades
comunicativas
bilaterales.
F1.1. Al finalizar el
proyecto la comunidad
educativa evidenciara
una disminución del 20%
en el número de
anotaciones por
agresiones físicas o
verbales (observador)
20% Interna Dos años Institución
educativa
Estudiantes
decimo y once.
F 2.1. Al finalizar el
proyecto la comunidad
educativa evidenciara una
disminución del 20% en
el registro de daños y
novedades en la planta
física.
20% Interna Dos años Institución
educativa
Estudiantes
decimo y once.
F2.2. Al finalizar el
proyecto la comunidad
educativa evidenciara una
reducción del 20% el
registro de desperdicio de
alimentación escolar.
20% Interna Dos años Institución
educativa
Estudiantes
decimo y once.
F3.1. Al finalizar el
proyecto el 60% de la
comunidad educativa
identificara el periódico
mural como un medio de
divulgación de acuerdos
institucionales.
60% Interna y
externa Dos años
Institución
educativa
Comunidad
educativa.
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