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Ruralidad y ciudadana

CUESTIONES SOBRE LA RURALIDAD

Lic. Gabriela Andretich

La maquinaria de la igualacin compulsiva acta contra la ms linda energa del gnero humano, que se reconoce en sus diferencias y desde ellas se vincula. Lo mejor que el mundo tiene est en los muchos mundos que el contiene, las distintas msicas de la vida, los dolores y colores: las mil y una maneras de vivir y decir, creer y crear, comer, trabajar, bailar, jugar, amar, sufrir y celebrar, que hemos ido descubriendo a lo largo de miles y miles de aosEduardo Galeano. Patas para arriba. La escuela del mundo del revs

Las preguntas iniciales

Cuando planteamos el proyecto de investigacin "Educacin y Ciudadana: alternativas y resistencias a la exclusin social" seleccionamos escuelas del mbito urbano y del rural. Quisimos conocer y analizar lo que ocurra con el tema de la formacin ciudadana tanto en las escuelas de nuestro entorno citadino como en las escuelas ubicadas en las zonas aledaas a la ciudad, de esas que abundan en la provincia de Entre Ros y de las que slo tenamos algunas referencias por la investigacin anterior.

Con slo unos pocos indicios surgidos de entrevistas a docentes, en relacin al tema Reforma Educativa y Ciudadana (investigacin anterior), nos adentramos en la vida de una escuela rural, la escuela C. Para llegar a ella, debemos recorrer setenta kilmetros hacia el norte de Paran, por la ruta nacional nmero 12, paralela al ro del mismo nombre. Desde la ruta se ven todos los campos sembrados (mucha soja), tambin la franja a la vera del camino. El movimiento de transporte de carga y vehculos disminuye notablemente al dejar la va asfaltada, desvindonos a un camino secundario de ripio, donde nos recibe un paisaje marcado por lomadas, con emprendimientos familiares en su mayora de ladrilleros, cultivos y desarrollo avcola y ganadero de poca magnitud. Tras recorrer unos ocho kilmetros, en plena zona rural, encontramos la escuela.

Una primera imagen nos presenta un establecimiento educativo integrado al paisaje, luminoso y apacible. Al entrar por la tranquera nos recibe el perro guardin. Caminando por la pequea galera hacia la direccin, junto al mstil, un viejo tarro de leche transformado en macetero y unos durazneros florecidos, hacen ms clida la bienvenida. Dos aulas, amplias y confortables, un ms pequea improvisada en una habitacin de la vivienda del casero, y en el resto de la casa, la sala de informtica y la direccin que funciona tambin como sala de profesores en lo que antes eran su habitacin para dormir y su cocina comedor. Atrs, otra edificacin, en ella funciona la cocina y el comedor que, de lunes a viernes, acogen a los alumnos y eventualmente alguna actividad comunitaria los fines de semana. Los chicos llegan desde distintos puntos, algunos ms alejados que otros. Una Trafic, financiada en parte con becas provenientes del gobierno provincial, en parte por rifas de la propia escuela y subsidios de las Juntas de Fomento de los pueblos aledaos, recorre alrededor de 120 km todos los das para buscarlos. Cuando llueve, los caminos de tierra dificultan el transporte convencional pero la escuela permanece abierta, porque recorriendo a caballo hasta 20 km o, incluso, caminando desde distancias menores, algunos chicos llegan. Tanto para los chicos, como para los docentes, la escuela representa un mbito de encuentro, de contencin.

A partir de las primeras entrevistas realizadas a los docentes de la escuela C, confrontadas con las de esta nueva etapa de investigacin captamos en un principio- una idea acerca de la ruralidad. En ese imaginario se rescat un imaginario de escuela tranquila, con un grupo homogneo de alumnos, contentos de asistir a clase y con docentes decididos a ensear en zonas rurales, tal como ellos mismos lo expresan: Ac los chicos son buenos, a pesar de todos sus problemas. Son grupos lindos, chiquitos. No s qu hara con mucho bullicio, chicos totalmente revoltosos; los chicos ac trabajan, participan (una maestra)

Nos preguntamos entonces si esta perspectiva, en apariencia uniforme y distanciada de la visin de las escuelas de la ciudad, es tal; si existen tales diferencias; si la escuela rural involucra caracteres visiblemente distintos a los de las escuelas urbanas. Sentimos la necesidad de saber ms acerca de la ruralidad, sobre todo cmo estaba siendo significada tanto por los distintos integrantes del equipo como por los actores de la escuela C. Nos cuestionamos, en definitiva porqu llamamos rural a esta escuela.

Avanzar en la resolucin de estos planteos implic en primera instancia hacer una descripcin de los componentes actuales de lo rural en Latinoamrica, apuntando sobre todo a las transformaciones y las problemticas ms relevantes que vive el sector para luego s hacer volver la mirada hacia cmo aparece lo rural en los registros tomados en distintas circunstancias en la escuela y la confrontacin de estos con algunos materiales de la sociologa que aportan a la lectura de la temtica de la ruralidad.

Lo rural y la influencia de la globalizacinEs necezario analizar y problematizar algunas de las transformaciones que se imponen en el escenario rural, a partir de la relacin globallocal, sealando los planos comprometidos en esta nueva dinmica de internacionalizacin de la economa. Asimismo, abordar la ruralidad como un contexto de estudio ms que como un objeto, en el sentido que los mltiples procesos en curso de transnacionalizacin de la economa, las comunicaciones y los bienes refiguran la imagen y las fronteras que caracterizaron a la clsica ruralidad, es decir, la pensada en el juego dicotmico de lo rural y lo urbano, de lo simple y lo complejo [footnoteRef:1]. [1: Juan Carlos Rodrguez Torrent y Hernn Salas Quintanar (2004): Lecturas antropolgicas para la ruralidad latinoamericana: diagnstico del mundo rural en y Revista Digital eRural, Educacin, cultura y desarrollo rural. Ao 1 N 2 Enero 2004, ISSN 0717-9898 . http://educacin.upa.cl/revistaerural/erural.htm ]

En la entrada del tercer milenio, la globalizacin constituye una nueva fase del desarrollo capitalista postnacional, cuyas caractersticas esenciales son la alta movilidad del capital, de desregulacin de los mercados, de los procesos laborales y de la fuerza de trabajo, la privatizacin de las economas, el alejamiento del Estado de la planificacin de la actividad econmica, los cambios tecnolgicos centrados en el uso de la microelectrnica y la generalizacin en el uso de nuevas tecnologas como la robtica, la automatizacin, la informtica, la biotecnologa y la biogentica. Por tanto, el proceso de globalizacin, y su efecto a nivel econmico, poltico, social y cultural, transforma ampliamente las relaciones y fenmenos sociales a nivel macro y micro y, en tanto, se trata de una realidad escasamente abordada por las ciencias sociales interesadas en el estudio de las localidades (o segmentos de la sociedad como lo rural), presenta nuevos desafos a stas, pues su aparataje conceptual parece perder vigencia y vigor explicativo frente al vrtigo del devenir[footnoteRef:2]. [2: dem anterior]

Muchos de los fenmenos que se manifiestan en el medio rural latinoamericano actual pueden relacionarse con la naturaleza de dichos procesos y con algunas de sus consecuencias. Entre ellos se destaca la exclusin social que estaran generando: la difusin creciente del trabajo asalariado; la precarizacin del empleo rural, la multiocupacin, la expulsin de medianos y pequeos productores del sector; las continuas migraciones campo-ciudad o a travs de las fronteras; la creciente orientacin de la produccin agropecuaria hacia los mercados; la articulacin de los productores agrarios a complejos agroindustriales en los que predominan las decisiones de ncleos de poder vinculados a grandes empresas transnacionales o transnacionalizadas.

Los maestros aportan, con la descripcin de algunas situaciones, a este nuevo marco de referencia de la vida cotidiana de los chicos y sus familias: fijate que los de PC viven de la pesca. Pero ellos al mismo tiempo del otro lado tienen, eh..., empresas grandes, como la de los holandeses, que tienen campos. Esos campos fumigan. Y al lado del campo tienen la barranca que va directamente al ro.(maestra)

Se hace necesario ahora especificar en qu y cmo influye la globalizacin en el espacio social rural. Revisaremos primero lo referido a cuestiones econmicas y tecnolgicas para luego ver cmo estas modificaciones afectan lo social.

Globalizacin y sistema agroalimentario

Rodrguez Torrent y Salar Quintada definen las transformaciones a nivel mundial en relacin a las sociedades agrarias de la siguiente forma: el proceso de globalizacin implica un reacomodo y redefinicin mundial de la produccin de los pases y su insercin dentro de la nueva divisin internacional del trabajo. Por una parte, los pases del llamado primer mundo se especializan en productos estratgicos con alta demanda y valor en el comercio internacional, controlando el mercado mundial de carnes, cereales, lcteos, huevos, entre otros, dirigiendo sus inversiones a pases menos desarrollados donde encuentran condiciones favorables como ventajas agro ecolgicas, ubicacin geogrfica y mano de obra barata, para integrarse competitivamente con productos de exportacin. Por otra parte, en un esquema de divisin internacional del trabajo, los pases dependientes del tercer mundo, como salida de su atraso, se especializan en productos de exportacin controlados por empresas transnacionales y en productos para consumo interno. De esta manera, los primeros controlan el mercado alimentario mundial y los segundos se especializan en la demanda, viendo claramente alejarse la posibilidad de autosuficiencia alimentaria y de alcanzar un desarrollo autnomo y sustentable.

Grandes empresas agroindustriales transnacionales incidieron sobre las polticas que influyen en el comercio exterior de productos de origen agropecuario (semillas por ejemplo), expandiendo de este modo sus esferas de influencia hacia mltiples pases del Tercer Mundo y de la economa mundial. En la actualidad, grandes corporaciones transnacionales agroindustriales (CTA) dominan una parte importante del comercio mundial de los productos agropecuarios. La creciente liberalizacin del comercio mundial de productos agropecuarios bajo los auspicios del GATT y la OMC ha contribuido a mejorar las ganancias de las grandes empresas, pero no necesariamente la situacin de los ms pobres del medio rural (Madeley, 1999: 36-38)[footnoteRef:3]. [3: Teubal, Miguel: Globalizacin y nueva ruralidaden Amrica Latina. http://www.filo.uba.ar/contenidos/carreras/geografia/catedras/georural/sitio/Teubal_CLACSO.pdf]

Han cambiado las prioridades en materia agropecuaria: la tierra, vista tradicionalmente como un recurso que deba ser utilizado para la produccin de alimentos bsicos, se destina cada vez ms a la produccin agropecuaria exportable capaz de generar los recursos requeridos al pas internacionalmente. En algunos pases ya no se investigan problemas vinculados con las necesidades de los medianos y pequeos productores y campesinos agropecuarios. Estos tambin se han visto obligados a orientar su produccin hacia nuevos cultivos o produccin exportable.Siguiendo el trabajo de los autores mencionados (Rodrguez Torrent y Salas Quintanar), cabe rescatar que en lo que respecta al sistema alimentario mundial, las economas desarrolladas, han generado condiciones de especializacin en las cuales controlan bienes estratgicos y no slo tecnolgicos, como el mercado de la carne, el de los cereales, de la leche, de los huevos, entre otros, y las dems economas hacen de simple suplemento agrcola, produciendo flores, frutas, hortalizas. La produccin de los pases menos desarrollados, se orienta hacia el mercado externo a travs de la produccin de contra estacin (ventajas comparativas), productos frescos (naturales), diferenciacin de productos ya existentes como los tropicales o exticos y baby vegetables (alimentos infantiles) (Friendland, 1994). Por consecuencia, la especializacin implica que: 1. Se mejora la dieta de los habitantes de los pases desarrollados. 2. Se debilita la condicin alimentaria de la poblacin local de los pases exportadores, salvo para las elites nacionales que viven con particular opulencia. 3. Se destradicionaliza la poblacin local al reconvertir el paisaje con nuevos cultivos, lo que hace aparecer a los hombres casi como desconocidos. 4. En trminos ambientales, al tratarse de monocultivos, un territorio puede convertirse netamente en exportador, pero al mismo tiempo sufrir una profunda degradacin del suelo y dems recursos naturales. 5. Con el crecimiento econmico basado en la exportacin, la historia ecolgica regional, se escribe como el traspaso de la energa de los pases pobres a los ricos, situacin en la que se conjuntan tanto la pobreza del tercer mundo como la riqueza de los desarrollados. Respecto de los puntos 1 y 2 (dieta de los pases desarrollados y alimentacin de la poblacin local), esto representa una contradiccin vital en trminos de autosuficiencia alimentaria y concepcin de desarrollo[footnoteRef:4]. [4: Rodrguez Torrent y Salas Qintanar, Op. Cit.]

En Mjico, por ejemplo, las mejores tierras agrcolas han sido reconvertidas exclusivamente a la produccin de frutas y hortalizas orientadas a la exportacin, perdindose la posibilidad de alcanzar suficiencia en alimentos de consumo bsico (trigo, por ejemplo). Asimismo, el pas se consagra como uno de los principales productores de harina de pescado a nivel mundial, no destinada a consumo humano, mientras un porcentaje cercano al 30% (declarado oficialmente) vive en condiciones de pobreza. En Mxico, del cual el maz es originario y bsico en la dieta de la poblacin, desde principios de los aos 70 se observa un dficit productivo, obligando a una importacin masiva de productos agrcolas para consumo humano, perdiendo la autosuficiencia alimentaria. Brasil y Argentina son considerados nuevos pases agropecuarios debido fundamentalmente a sus exportaciones de soja y de otros productos oleaginosos (por ejemplo, el girasol, en el caso argentino).

Tecnologa y agroqumicos

Estos cambios en la produccin agropecuaria han trado aparejadas otras consecuencias negativas. Los nuevos cultivos requieren la utilizacin masiva de nuevos pesticidas en cantidades mucho mayores a las requeridas por la produccin de cultivos tradicionales. Sea por el mal manejo en el uso de estos pesticidas y de otros agroqumicos o por sus caractersticas intrnsecas, estos factores han incidido sobre la aparicin de nuevas pestes, la difusin de nuevos virus y el deterioro creciente del medio ambiente. La expansin de la produccin de hortalizas ha resultado en la aparicin de nuevos problemas virales: miles de hectreas plantadas con porotos tuvieron que ser abandonadas debido a la incidencia de nuevos virus. Como consecuencia en muchos pases cay significativamente su produccin, en gran medida debido a este factor. Se trata de un problema que tambin en cierto modo afecta a la soja.

Las grandes corporaciones agroindustriales tambin inciden sobre la produccin mundial de productos agropecuarios a travs de la provisin de insumos y el procesamiento industrial de la produccin agropecuaria. Podra decirse que fue consolidndose a escala mundial un sistema agroalimentario dominado en gran medida por estas grandes corporaciones transnacionales agroindustriales (CTA). Son estas corporaciones las que dominan el mercado mundial de diversos tipos de insumos semillas, fertilizantes y pesticidas que venden a los productores agropecuarios de todo el mundo. En aos recientes incluso se han platentado nuevos cultivos o variedades de cultivos, estando estas empresas involucradas en la investigacin en ingeniera gentica y la crianza de nuevas plantas y animales. Como consecuencia, dominan gran parte de la produccin y el comercio de determinados insumos agropecuarios, o sea, de ciertos insumos qumicos y semillas. Por otra parte tienen incidencia sobre la produccin de alimentos procesados y la consolidacin y difusin de marcas alimentarias mundiales y nuevos productos procesados: lcteos, jugos de naranjas, etc. Tambin venden servicios vinculados con la aplicacin de semillas hbridas e impulsan nuevas prcticas de manejo agropecuario y, en forma creciente, un nmero reducido de empresas est vinculado con la produccin, difusin y venta de las denominadas semillas transgnicas.

...Las comunidades de los pases en vas de desarrollo estn en peligro de tornarse dependientes de fuentes externas de semillas y de los productos qumicos que requieren para su crecimiento y para protegerlos. La autonoma alimentaria se torna cada vez ms difcil. An si la diversidad gentica fuese salvada, no quedara garantizada la autonoma ni el desarrollo. No obstante, la prdida de la diversidad gentica reduce las opciones de los productores agropecuarios y promueve su dependencia... (Madeley, 1999: 31)[footnoteRef:5]. [5: En Teubal, Op. Cit.]

El caso de la soja.

La zona donde est enclavada la escuela es productora de soja y no se aleja de la tendencia que Pierre Ludovic Viollat, en un artculo de Le Monde Diplomatique denomina El caballo de Troya transgnico. El texto explica cmo una de las grandes corporaciones internacionales Monsanto- ha seleccionado a nuestro pas como laboratorio experimental a partir de lo cual introdujo en el ao 1996 la famosa soja Roundup Ready (RR); su particularidad es poseer un gen que le permite resistir a un poderoso herbicida, tambin producido por la misma empresa. Estos productos son publicitados diciendo que con ellos se necesitan menos pulverizaciones y por lo tanto menos gastos y mayores rindes.

Este negocio fue impulsado sin patente en la Argentina con el propsito de que los productores se pasaran las semillas de soja transgnica con facilidad y compraran los herbicidas y as las zonas cultivadas pasaron de seis millones de hectreas en 1996 a quince millones diez aos despus.

La principal consecuencia de ese avance sojero es la deforestacin, pero no es la nica. Para cultivar, los agricultores deben usar un solo herbicida: el glifosato comercializado principalmente por Monsanto. Ese producto puede provocar efectos muy nocivos para la salud, como congestin pulmonar, aceleracin del ritmo respiratorio y, a largo plazo, daos renales y efectos en la reproduccin. Aunque hoy en da ya no se aplica el herbicida con aviones (cubra grandes parcelas y afectaba todo a su alrededor) sino que se hace en forma terrestre, an as, sus efectos son devastadores.

En la misma nota de Le Monde hay precisamente una cita de un mdico de Cerrito la localidad ms cercana a la escuela de Catamarca que dice:

Uno de mis pacientes, que est en tratamiento desde hace un mes, an no logr recuperar la piel de sus pies. Nadie se protege, la gente no se da cuenta.[footnoteRef:6] [6: Dr. Gianlelici, Daro. Nota del Diario Le Monde Diplomatique, Abril de 2006, p:6.]

Tambin uno de los docentes de la escuela nos coment de personas de la zona que padecen graves enfermedades pero sigue cultivando la soja a pocos metros de la casa familiar.

Se habla tambin de otras consecuencias, por ejemplo, mientras la soja aumenta, disminuyen las unidades productivas ya que la soja excluye a los medianos y pequeos productores. Por otra parte tambin la erosin del suelo se convirti en una preocupacin. La siembra de esta semilla azota los elementos nutritivos del suelo y compensarlo con abonos sera costossimo.

Los efectos de la economa mundializada.

Podra decirse que en esta etapa en la evolucin del capitalismo se ha ido consolidando un sistema agroindustrial mundial, dominado por grandes corporaciones transnacionales agroindustriales que operan en la provisin de insumos y tecnologa, procesan productos de origen agropecuario, comercializan internacionalmente esta produccin, y realizan gran parte de la investigacin de punta en materia agropecuaria.

El un congreso reciente (UNC, julio de 2007), se expres que en las ltimas dcadas se hacen evidentes en Amrica Latina los efectos de la poltica de neoliberal, que se expresan en amplias zonas rurales del pas con la forma de los llamados agronegocios, y que agudizan, a la par que complejizan, ciertas tendencias de las etapas anteriores del capitalismo. Este modelo productivo y de desarrollo, que gesta inmensas ganancias, lejos de cumplir con sus promesas de mejora de las condiciones de vida de la poblacin, la deteriora an ms. Pone tambin en serio peligro al medio ambiente, tanto por la destruccin de ecosistemas naturales, como por el intenso uso de pesticidas y de semillas transgnicas, con la consiguiente prdida de biodiversidad[footnoteRef:7]. [7: MIchi, Norma (2007): La tierra la recibimos de nuestros padres y es herencia para nuestros hijos. Aproximacin a los sentidos atribuidos a la educacin por el Mocase. Ponencia presentada en las V Jornadas de Investigacin en Educacin. UNC. ]

Por su parte, el gremio de docentes de la provincia de Buenos Aires, en su publicacin virtual, present una serie de artculos relacionados con las familias rurales argentinas que pueden ser esclarecedores para leer el entorno social- rural de nuestro pas y en particular de la escuela C.

La actual dominacin del Modelo de Produccin de Gran Escala en el Sector Agropecuario tiene como consecuencia la expulsin de las familias del campo. Esto recorre la geografa de todo el pas, a pesar de la diversidad de situaciones que se dan en cada regin. En la Regin Pampeana, el nmero de explotaciones disminuy en un 30,5% (casi 60.000 productores), El proceso de desaparicin" de productores agropecuarios se da en todas las regiones, con diferente grado de intensidad. Esto se explica principalmente por la implementacin de un modelo de produccin basado en tecnologas que potencian la produccin de gran escala como forma dominante. Esta contradiccin recorre la geografa agropecuaria de todo el pas, a pesar de la diversidad y del desarrollo histrico que se dan en cada regin: ms agricultura y menos agricultores, o lo que es lo mismo, Agricultura Sin Agricultores. La profundizacin del modo capitalista de produccin, enmarcado en el proyecto neoliberal de las ltimas dcadas, ha llevado a una polarizacin en el sector agropecuario y, en este marco, concentracin y expulsin son las dos caras de una misma moneda. No hay incremento de escala si no es acompaado de desplazamiento primero y expulsin despus[footnoteRef:8]. [8: Eduardo Grunfeld (2007): La educacin rural debe optar: el modelo de las grandes grupos o los agricultores familiares. En Suplemento Digital de la revista La Educacin en nuestras manos N 38; julio de 2007.]

Se sostiene en ese artculo que la concentracin no slo abarca la tenencia jurdica de la tierra, sino tambin la renta que genera la produccin y avanza en los dems eslabones de la cadena agroalimentaria (transformacin, distribucin y consumo). En resumen, afirman que el campo argentino de las ltimas dcadas se caracteriza por las siguientes generalidades:

produce el 51% de las exportaciones totales del pas, avanza a superar las 100 millones de toneladas de granos anuales de produccin, tiene 127.565 familias de pobres rurales, super la barrera de los 25 millones de hectreas cultivadas, fuerte de Concentracin de la Propiedad de la Tierra, fuerte agriculturizacin: la produccin nacional de cereales y oleaginosos creci en un 36% en superficie. Este incremento se debi no slo a la expansin de la frontera agrcola, sino tambin a la preponderancia de esta actividad frente a la ganadera en las rotaciones empleadas, en 14 aos (1988-2002) expuls al 25% de los productores propietarios, fuerte tecnificacin de la produccin basada en mayor potencia de las mquinas, mayor dependencia de los insumos de origen qumico (fertilizantes, herbicidas, insecticidas, etc). El Mercado define y el Estado se corre de la intervencin: destruccin, desfinanciamiento y subordinacin de la mayora de los organismos nacionales de regulacin y apoyo a los pequeos productores y la regulacin de distribucin de la riqueza producida Fuerte influencia y dependencia con otros actores del sistema agroalimentario: proveedores de insumos y herramientas, acopiadores, industriales, comercializadores y exportadores, Gran influencia de las Empresas de Multimedios en el pensamiento de la gente de campo: Radio Continental, Diarios La Nacin y Clarn, Canal de televisin abierta y por cable. Tambin hay que destacar la influencia de las exposiciones y ferias como: Expochacra, Feriagro, Mercolactea o La Rural, Menor participacin de las familias en las organizaciones e instituciones sociales, polticas, religiosas, culturales y gremiales, Desaparicin de muchas cooperativas de pequeos productores[footnoteRef:9] [9: dem anterior.]

La tierra, el trabajo y las polticas pblicas.

El quehacer de las y los habitantes rurales se ha modificado y ampliado espacialmente con los programas de ajuste estructural. Tambin las actividades econmicas, los patrones de utilizacin del suelo y la estructura de la propiedad de la tierra. Con el fin de modernizar a la agricultura, muchos gobiernos latinoamericanos renunciarion a su papel de regulador y gestor de la propiedad de la tierra y a toda posibilidad de mantener ciertas formas de reparto agrario. La intervencin neoliberal en el campo, signific un proceso creciente de agroindustrializacin y agrocomercio, con nuevos actores y prcticas en el sector, cuya expresin ms clara, puede verificarse en trminos de categora ocupacional en donde los trabajadores prestan servicios como asalariados por temporadas, en relacin a actividades especficas; y paralelamente, cmo esta demanda estacional crea condiciones para que la fuerza de trabajo se constituya como heterognea, tanto desde el punto de vista de sus orgenes, como de su constitucin, social y cultural. Entre otras cosas porque la temporalidad, como forma de empleo (es decir, la estacionalidad que demanda fuerza de trabajo), crea una dinmica de movilidad laboral entre el sector rural y la urbe (as como entre la urbe y el sector rural), que pasa tambin por poblados intermedios, y abre y derriba fronteras creando, simultneamente, polos de alta concentracin demogrfica y zonas deprimidas[footnoteRef:10]. [10: Rodrguez Torrent, y Salas Quintanar, op Cit.]

En la Argentina, en los aos 70 y 80 surge un nuevo contratismo con el auge de contratos accidentales, dejndose de lado las normas atinentes a las leyes de arrendamiento promulgadas en los aos 40. Asimismo comienza un perodo de consolidacin de la gran propiedad y desaparicin continua de la mediana y pequea propiedad. En los aos 90 los medianos y pequeos propietarios se encontraban en una situacin difcil, atacados por la poltica desregulatoria del gobierno, generndose protestas y movilizaciones de diferente tenor. Funcionarios de gobierno proclaman que es inevitable la desaparicin de 200 mil productores, la mitad de los existentes en la actualidad (Giarracca y Teubal, 1995). Globalizacin y procesos sociales Estos procesos acaecidos en mbito econmico desarticulan dimensiones claves de lo rural como tradicin y comunidad, memoria, socializacin y visin del mundo, apropiacin del paisaje y lenguaje. Pero, sobre todo, resulta indicativo el observar trabajadores en el campo sin memoria colectiva, quines ejercen la libertad de vender su fuerza de trabajo en cualquier mercado, indistintamente de su ubicacin y rubro, lo que delata la discontinuidad de los roles que en el pasado se ejercan. El actor agrario entonces, ya no puede ser comprendido a partir de la cotidianeidad de la vida social y en las redes de parentesco, comunitarias y organizativas en las que se form histricamente su identidad colectiva. En un mundo que cambia al ritmo de las sociedades globalizadas, los sujetos estn en un proceso permanente de constitucin y de redefinicin, y los procesos de construccin de identidades colectivas no parecen estar anclados en pilares tan slidos como fue en el pasado, por ejemplo, la sindicalizacin campesina, las mejoras salariales, la vivienda rural o la lucha por la tierra, cuyo arraigo adquiri connotaciones afectivas y vitales en toda latinoamrica.[footnoteRef:11]. [11: dem anterior]

Hay, entonces, otras consecuencias de la mundializacin como lo son la homogeneizacin y fragmentacin cultural; estos efectos han cambiado las identidades tradicionales. A travs de los mecanismos de desterritorializacin y la deshistorializacin. El proceso de globalizacin, al impulsar el movimiento de desterritorializacin hacia fuera de las fronteras nacionales, acelera las condiciones de movilidad y desencaje. La intensificacin de la interdependencia trasnacional y de las interacciones globales, hace que las relaciones sociales parezcan hoy cada vez ms deterritorializadas, sobrepasando las fronteras hasta ahora custodiadas por las prcticas, el nacionalismo, el idioma, la ideologa y muchas veces por todo eso simultneamente (Boaventura de Souza Santos).

El proceso de mundializacin de la cultura engendra, por lo tanto, nuevos referentes identitarios[footnoteRef:12]. La globalizacin impacta en los procesos de identificacin de la gente porque pone delante de ella a otros individuos que actan como modelos para asemejarse o diferenciarse. Es decir que, las nuevas sensibilidades y estilo de vida, la crisis de los sentidos, valores y creencias instituidos muestran que la identidad no est dada de antemano: se construye, se aprende, evoluciona (Margulis); no es algo que nace de una vez y para siempre. Cuando se produce alguna modificacin en la identidad de un pueblo, ste entra en crisis hasta que se vuelven a acomodar las nuevas estructuras, es decir, hasta que los individuos acepten y adopten como propios los nuevos cambios. [12: Miguel Teubal: Globalizacin y nueva ruralidaden Amrica Latina. http://www.filo.uba.ar/contenidos/carreras/geografia/catedras/georural/sitio/Teubal_CLACSO.pdf]

En relacin a este tema, Margulis sostiene que es preciso tomar en cuenta la forma en que la cultura local incorpora la novedad, cmo la interpreta y le asigna un lugar en su trama de significados ya que los consumos no son uniformes. El consumo de bienes, al igual que el consumo de mensajes, suele ser creativo: la gente decodifica productos y mensajes en el marco de su cultura local, sus condiciones de vida y de relacin y su capital simblico [footnoteRef:13]. Por lo tanto, si bien podemos afirmar la influencia cultural y las grandes transformaciones que la mundializacin de bienes, servicios y mensajes ocasionan en el plano local, nada autoriza a presuponer una drstica uniformidad de las culturas locales, la convergencia -en un futuro prximo- en la "aldea global", con la consiguiente desaparicin de las identidades particulares. [13: Margulis, Mario, En pgina WEB http://www.crim.unam.mx/cultura/ponencias/Margulis.htm]

Margulis insiste en que es aventurado sacar conclusiones fciles acerca de las identidades y las culturas locales[footnoteRef:14]. Ahora bien, es cierto que en la escuela estudiada y su entorno se vislumbra el consumo de artculos y mensajes producto de la globalizacin y los avances tecnolgicos, pero tambin sobresalen en ella caractersticas propias de la identidad local. [14: La diversidad tambin cunde y se expande alimentada por el aumento de los contactos con lo diferente y por la mayor cantidad de ingredientes que la abundancia de informacin suministra. La identidad social es un concepto que tiene un fuerte matiz relacional, se actualiza y se refuerza en el contacto, en la comunicacin, en el intercambio con lo otro, con lo diferente. Entra en accin cuando los cdigos propios hacen crisis, encuentran su lmite en el intento de comunicacin. En tal sentido, si bien las identidades pueden ser sigilosamente sometidas a un proceso de uniformizacin a travs de la oferta universal de los mismos productos y los mismos mensajes, tambin se genera un movimiento contrario, una reaccin afirmativa de la identidad local, vinculada con la mayor exposicin a nuevos contactos. Sin embargo, es tambin posible que la reduccin progresiva de los espacios de interaccin, el auge de la comunicacin sin copresencia -por medio de la moderna informtica y los medios masivos- vaya operando en el sentido de uniformar los cdigos simblicos.]

Dos textos ejemplifican esta ltima caracterstica, uno muestra la permanencia del pensamiento mgico en el relato de una vecina recuperado por una maestra y, el otro, destaca las seas propias del entorno ribereo comentadas por un maestro.

..Todos ac saben quin es el lobisn .Es el hijo opa que tiene Doa Cata, del Hilario Cuscueta. (una vecina). Los chicos estn en relacin con la naturaleza, los de la isla, o sea, los de PC, los de all hasta me invitaron a pescar, me invitaron a ir a ver dnde estaban los nidales de yacar... (maestro de plstica)

Gnero y ruralidadTal como se viene expresando, el mundo rural se encuentra en un continuo proceso de cambio y adaptacin, muy relacionado con las nuevas realidades que van apareciendo: cambios en las formas de vida, educacin, ocupaciones, pueblos, tipos de familias, influencia de lo urbano y cultura de masas... que se reflejan ms en las nuevas generaciones. Se constata as la presencia de un fuerte cambio generacional que es imprescindible tener en cuenta de cara al futuro del mundo rural.

No obstante estos cambios, el mundo rural ha socializado fuertemente a sus miembros en valores tradicionales que han supuesto y todava hoy siguen suponiendo una importante separacin de tareas por sexo. Esta socializacin diferente en la infancia y su posterior interiorizacin, junto con un todava fuerte control social en el medio rural, hacen que haya una marcada identidad por gnero, porque efectivamente, los hombres, por un lado y mujeres, por otro, presentan muchas caractersticas comunes, que en el medio urbano aparecen ms diluidas[footnoteRef:15]. [15: RAQUEL SANTISO SANZ: Hombres y mujeres en el medio rural: el caso del Somontano de Barbastro. DEPARTAMENTO DE PSICOLOGA Y PSOCIOLOGA UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA. http://wzar.unizar.es/acad/fac/eues/REVISTA_AIS/15_AIS/AIS_15(09).pdf. Acciones e Investigaciones Sociales, 15 (oct.2002), pp. 159-194. ISSN:1132-192X]

De acuerdo a Gomriz (1994), el concepto de gnero se refiere al Conjunto de rasgos asignados a hombres y mujeres en una sociedad, que son adquiridos en el proceso de socializacin. Son las responsabilidades, pautas de comportamiento, valores, gustos, temores, actividades y expectativas, que la cultura asigna en forma diferenciada a hombres y mujeres. En otras palabras, es el modo de ser hombre o de ser mujer en una cultura determinada. De ah se derivan necesidades y requerimientos diferentes de hombres y mujeres para su desarrollo y realizacin personal. Se distingue del trmino sexo, pues alude a diferencias socioculturales y no biolgicas. Al ser una construccin social, est sujeta a modificaciones histricas, culturales y aquellas que derivan de cambios en la organizacin social. Como categora de anlisis, se basa fundamentalmente en las relaciones sociales entre hombres y mujeres[footnoteRef:16]. Cuando se habla de equidad de gnero, se alude, por tanto, a la idea de justicia, al reconocimiento de la condicin de gnero de cada sexo, las diferencias entre ambos, sin que ello implique razn alguna para la discriminacin. [16: Ana Isabel Garca: ENFOQUE DE GNERO EN PROYECTOS DE JUVENTUD RURAL. Fundacin Gnero y Sociedad (GESO). En Costa Rica. http://www.celaju.org/biblioteca/instit/iica/4_ana.PDF. Consultado el 03/07/07.]

Los especialistas en este tema sostienen que se debe reconocer que no existe un tipo de mujer rural, sino ms bien una diversidad de realidades en las que las mujeres rurales se desenvuelven y que, no obstante esta heterogeneidad, el conjunto de las mujeres rurales comparte ciertas caractersticas y condiciones generales, las cuales, a su vez, dependen de la realidad de los pases en que viven. Es decir, la diversidad de tipos de mujeres rurales que existe en una regin se relaciona con variables como grupo etario, etnia, educacin, etc. Y, sin embargo, todas las mujeres rurales comparten situaciones discriminatorias derivadas de su condicin de gnero y de su insercin productiva, desventajas que les impide gozar plenamente de sus derechos humanos, que hacen que la mayora viva en condiciones de pobreza y que su aporte a la economa no se valore y reconozca adecuadamente. Estas situaciones, por supuesto que varan de pas a pas y entre subregiones, dependiendo de las condiciones socioeconmicas generales, del grado de desarrollo de la institucionalidad sobre mujer y gnero, y de la existencia o no de polticas pblicas en la materia, incluso de polticas especficas para mujeres rurales y para la juventud[footnoteRef:17]. [17: dem anterior.]

Una idea central en torno a la que giran muchos estudios de gnero y ruralidad es que el trabajo de las mujeres en el medio rural, pese a ser y haber sido fundamental en todas las pocas es, al mismo tiempo, donde ms invisible y menos reconocido ha permanecido. Sostiene Santiso Sanz, (una de las especialistas en el tema) que el trabajo domstico no se considera trabajo y que las mujeres siempre han estado vinculadas a la economa familiar agraria y/o ganadera siendo su aportacin muy importante, pero siendo, a la vez, un tipo de trabajo no reconocido como tal. Pocas veces las mujeres constan como trabajadoras activas y adems la titularidad pblica de las explotaciones y la prioridad en el sistema de herencia ha correspondido a los hombres mayoritariamente. Este modelo ha discriminado a la mujer en tanto y en cuanto su trabajo no es reconocido y no conlleva una independencia econmica ni otros derechos laborales. El trabajo que realizan se lleva a cabo desde un papel secundario y una subordinacin, aunque tambin se trate de su patrimonio. Para las mujeres trabajar en y para la familia puede tener consecuencias negativas porque no reporta de forma directa y personal remuneracin, derechos sociales o identidad profesional.

En nuestra investigacin, esta situacin qued expresada en un relato de una maestra sobre la fuerte experiencia de una lugarea al recibir la jubilacin de ama de casa que otorgase el gobierno de Kirchnner entre el 2005 y el 2007.

Es un trabajo que se vuelve invisible socialmente, del mismo modo que es invisible el domstico o reproductivo. Puede llegar hasta el punto de que ni siquiera haya autoconciencia como mujer trabajadora, por parte de la propia mujer. Asimismo, la mujer de campo suele ser vctima de violencia.

Los investigadores Aid Nez Vera y Jos Pulido Gaona sostienen que la violencia de gnero es uno de los fenmenos sociales ms extendidos y a la vez ms silenciados. El maltrato a las mujeres es el crimen ms oculto por su difcil investigacin al quedar relegado al espacio privado. Sus dimensiones culturales, polticas y personales nos conducen a abordarla desde sus consecuencias y efectos dentro de una sociedad que desvaloriza a las mujeres y legitima la violencia como medio de relacin humana.

Muy frecuentemente se establecen vinculaciones entre los actos de violencia y la pobreza rural. No se puede establecer una relacin causal directa de la marginacin social y la violencia. sta es una manifestacin de las relaciones de poder histricamente desiguales entre los sexos, que conducen a la dominacin de la mujer por el hombre, a su discriminacin y a la interposicin de obstculos contra su pleno desarrollo [footnoteRef:18]. [18: Mirian Aid Nuez Vera y Jos Pulido Gaona: Resumen de ponencia presentada en el sptimo congreso de Sociologa Rural.20-24 de Noviembre del 2006 Quito, Ecuador. Los ponentes pertenecen a la Universidad Autnoma Chapingo, campus Morelia.]

A continuacin se transcribe una sistematizacin acerca de los principales problemas que enfrentan las mujeres rurales en sus distintos mbitos experienciales[footnoteRef:19]: [19: dem anterior.]

a) Problemas referidos a la produccin agrcola:

Invisibilidad o subregistro de su participacin en la economa rural Discriminacin salarial y de ingresos Difcil acceso a la tierra Difcil acceso al crdito Dificultades en gestin empresarial y de mercadeo Necesidades de capacitacin y asistencia tcnica Ausencia de polticas pblicas estratgicas

b) Problemas referidos al contexto sociocultural rural:

Invisibilidad como sujeto de derechos y actor social Vulnerabilidad en derechos humanos (violencia, etc.) Rigidez en estereotipos discriminatorios Deficientes condiciones de vida (sanitarias, etc.) Discriminacin en la propiedad de la vivienda Fragilidad en derechos sociales (asociacin, etc.)

Para cerrar la descripcin de la situacin rural latinoamericana

Los avances de los procesos de modernizacin agrcola, fundamentalmente, de aumento de la productividad, generan muchas veces excedentes y mercados bastante saturados. Lo rural ya no est integrado por su columna vertebral tradicional, como fue lo agrcola. Es por eso que las referencias a los roles agrarios de la ruralidad se quedan muy cortas. Sin embargo, en el centro de la definicin de la ruralidad sigue estando la relacin de una sociedad con la naturaleza, con el trabajo de la tierra[footnoteRef:20]. Lo vimos en la escuela con padres encargados, medieros, o pequeos propietarios de establecimientos agrcolas de distinto porte, con la participacin de las familias en estas actividades. [20: En pgina web: http://ilo.law.cornell.edu/public/spanish/region/ampro/cinterfor/temas/youth/doc/not/libro32/ii/index.htm Elisa Cragnolino, Op. Cit.]

Los grupos sociales que experimentan procesos de modernizacin y transformacin, como los acontecidos en el agro latinoamericano, participan de un mundo cambiante que se recrea cotidianamente (por ejemplo, que vara en intensidad y composicin social de una estacin o temporada a otra), lo cual se expresa en su gran heterogeneidad y polimorfismo; son actores sociales en construccin y sntesis de mltiples procesos de transformacin, en tanto la accin social se produce en espacios hbridos entre lo rural y lo urbano. La regin, como expresin espacial de un proceso histrico particular, determinando un tipo de relaciones sociales y culturales estructuradas, se ve modificada, desdibujando los lmites entre lo rural y lo urbano[footnoteRef:21]. [21: Rodrguez Torrent, y Salas Quintanar, op Cit.]

La magnitud de los cambios provocados por el proceso de globalizacin no nos permite seguir investigando la sociedad rural como algo particular, especfico, unvoco o que mantiene cierta autonoma y diferenciacin frente a otros segmentos productivos y sociales. Vimos en la escuela C cmo se mixturan lo propio, la tradicin, aquello que slo se transmite de boca en boca con lo nuevo, la moderno, lo que muestra la tele. Los chicos arriban a la escuela en la trafic comunitaria, en la camioneta cuatro por cuatro de algn pap o a lomo del querido zaino. El hoyo para jugar a las bolitas en la entrada de la escuela- no impide que los chicos, tambin en la escuela, se enven mensajes desde sus celulares.

En la introduccin del libro Una nueva ruralidad en Amrica Latina? se plantea que las imgenes rurales de nuestros pases cambiaron con tal intensidad que habilitan a pensar una nueva ruralidad, donde coexisten empresas de alta complejidad tecnolgica, empresas que forman parte de grupos econmicos extraagrarios transnacionalizados, empresas del agroturismo, con mundos rurales heterogneos con campesinos, productores medios y trabajadores rurales segmentados por los procesos de mecanizacin, grupos tnicos y nuevos desocupados. Todos ellos estn presentes en las nuevas arenas tratando de imponer o adaptarse a las nuevas reglas del juego, resistir y organizarse para modificar gramticas de poder polticas, o tambin buscar estrategias que les permitan encontrar otros espacios territoriales que los integren (migraciones nacionales e internacionales). Se plantea, adems, que en esta nueva ruralidad la produccin agraria se descentr para dar lugar a territorios donde ella es slo un elemento de un amplio abanico de aspectos a considerar (bienes simblicos como lenguas, arte, comidas, producciones no-agrarias, servicios, etc.).Sostienen Rodriguez Torrent y Salas Quintanar, que es necesario replantearnos nuestras figuraciones conceptuales para no quedar atrapados en la nostalgia y desentraar sus pluralidades para vincular disciplinaria y transversalmente, las investigaciones sociales. En este sentido, a estos autores les parece que, debemos: 1. Relacionar la complejidad del discurso hegemnico de la modernidad y lo que ste significa en la aplicacin de polticas, con las ideas y acciones de los diversos actores sociales, quienes, en concreto, se enfrentan con las exigencias, dilemas y contradicciones de los nuevos modelos de desarrollo y de qu manera se ven involucrados en redes ms globales, como por ejemplo, las cadenas agroalimentarias, que vinculan desde productores directos hasta consumidores, en los mbitos nacional, regional y supranacional. 2. Analizar el punto anterior tomando en cuenta el surgimiento y transformacin de las identidades, la resignificacin de la relacin con las nuevas tecnologas, el desperfilamiento de la figura estatal y los nuevos procesos de mercantilizacin. 3. Indagar acerca de la relacin global local que nos permita visualizar la globalizacin como un proceso social y culturalmente construido de manera bidireccional o multidireccional, y no como el resultado de una lgica de desarrollo inmanente, superando el nfasis puesto en las especificidades locales, olvidando su insercin en los procesos globales, y rediscutiendo el peso e la capacidad de actuacin de los actores locales, sin olvidar sus reducidos mrgenes de maniobra. Este anlisis ayudar a superar el sesgo homogenizante que se le adscribe al a globalizacin que, de hecho, genera situaciones locales diferenciales, tanto en las condiciones de produccin como de reproduccin, en virtud de las caractersticas de las estructuras socio econmicas nacionales y de los rasgos sociales y naturales de cada localidad. Dicho de otra manera, los problemas culturales, socioeconmicos y de identidad, lejos del eufemismo de la globalizacin, siguen siendo esencialmente problemas locales. Del mismo modo, entonces, si los problemas son locales, debemos preguntarnos qu rol compete al Estado o debemos demandar de l en esta reestructuracin econmica, ambiental, social, cultural y poltica que afecta a la poblacin ?. 4. En el plano educativo nos vemos forzados a replantear la nocin de pertinencia cultural, en la medida que sin distincin y autonoma de lo que llambamos en el juego dicotmico de lo rural urbano ruralidad, los segmentos etreos en edad escolar amplifican su repertorio de imgenes y roles, lo que significa un conjunto de nuevos valores y aspiraciones. En trminos etnogrficos, se observa como materialmente y simblicamente el consumo, especialmente de ropacolores de moda, falsificaciones de marcas y tenidas deportivas -, y en detrimento de los fondos destinados a la reparacin de los instrumentos de trabajo o alimentacin, se transforman en mediadores de la vida social. As se expresa lo que no puedo hacer o decir de otro modo, pretendiendo posicionar una imagen nueva y ms urbana, pero cada vez ms distante de las generaciones que le anteceden ( Rodrguez 1997). 5. Considerar que la relacin globalidadlocalidad tambin significa un redimensionamiento de la nocin de poder. En efecto, la nueva expresin del poder se constituye y configura a travs del control de los tiempos de los otro, es decir, de la imposicin de un tiempo universal y normalizante que vulnera los tiempos socialmente significados que son propios a las sociedades agrarias, en el cual el hombre ha sido la conciencia de las estaciones y de los cambios que experimenta la naturaleza. Sabemos los antroplogos, que las sociedades que no cultivan el pensamiento erudito articulan su historia por medio de metforas, mitos y ritos, a travs de los cuales se invoca y trae a presencia la herencia cultural revitalizada en palabra y accin, dando forma viva a la experiencia en una dinmica de cambio a lo largo del tiempo. Sin tierra, sin memoria colectiva, sin referentes simblicos que cohesionen a las personas a un espacio y un tiempo, se queda subordinado a quienes controlan el tiempo y el territorio. 6. Podemos concluir que la relacin globalidadlocalidad exacerba la polarizacin estructural a nivel mundial, lo que patticamente lleva a sostener, dentro de este esquema, que en el mundo sobra poblacin, es decir, aquellos conglomerados humanos que se ubican en condiciones de extrema pobreza (en otros trminos, llamados no viables); y que tambin sobran pases y regiones; en la medida que no pueden ni cuentan con las condiciones para producir y exportar en esta nueva divisin internacional del trabajo, y en esta medida no son de inters para ser incorporadas a la dinmica del capitalismo mundial que no reconoce fronteras para su consumacin[footnoteRef:22]. [22: Rodrguez Torrent y Salas Quintanar, Op. Cit.]

Volviendo a la mirada a la escuela C.

Los docentes de la escuela comentan que los alumnos estn acostumbrados a trabajar. Se levantan temprano para ayudar a sus padres en tareas de tambo, ladrillera y pesca; ms tarde se preparan para ir a la escuela, donde almuerzan y luego comienzan las actividades. Es una frase muy escuchada aquella que reivindica el respeto que tienen estos chicos hacia los adultos. Para ellos, poder venir a la escuela es muy importante, por lo que pueden aprender all y por la posibilidad de encontrarse con otros chicos. Rescatan la participacin y el compromiso de los padres, as como la buena disposicin de los chicos. As lo describe una maestra: ...el respeto hacia los dems; es algo que yo admiro ac,...no s si ms formados o ms ntegros o con los pies ms sobre la tierra, como que ya van queriendo formar sus propios proyectos de vida, los gurises. Que no estn tan volados...yo valoro mucho ac a estos chicos por el respeto que tienen...Avanzando en el proceso indagatorio empezaron a aparecer diferencias notables entre distintos grupos de alumnos. Recordemos que conviven en este espacio social, junto a aquellas familias dedicadas a trabajar la tierra, otras de pequeos poblados o caseros donde se dedican principalmente a la pesca o son hacheros. Los trabajos estables escasean, muchos padres son portadores de planes compensatorios.Emergen de los registros algunas expresiones significativas que demuestran que muchos docentes ven distintos a los chicos segn su lugar de procedencia. De los que provienen del pueblo cercano dicen que son ms agresivos, no muy respetuosos. En sus palabras hay descalificacin de estos gurises en relacin a los que viven en las zonas ms despobladas; esto ltimos son vistos como ms sumisos. los de PC siempre es gente mucho ms agresiva, de ms ganador. La otra gente es como ms reprimida (profesor)Lo rural se va abriendo, se va haciendo heterogneo y, por consiguiente, su lectura se va complejizando. Es por ello que intentamos buscar pistas que nos ayuden a comprender.

Una lectura desde los aportes de Foucault

Intentamos poner una luz de alerta en las descripciones que los docentes hacan de los alumnos. Para esto, partimos -al nombrar lo rural- de despojar y despojarnos de los prejuicios provenientes de la formacin.

Al respecto, Popkewitz siguiendo a Foucault- nos advierte que en la formacin docente, los procesos de aprender a ensear estn fuertemente afectados por distinciones, en trminos de "poblacin", sobre los atributos de los estudiantes y la docencia. Las prcticas de diferentes profesionales son coordinadas y estandarizadas a travs de convenciones terminolgicas o lingsticas, tales como las que se usan para describir los chicos "en riesgo" o "discapacitados" o las escuelas "urbanas" (escuelas pobres en Estados Unidos). La enseanza y las definiciones de logro no slo plantean maneras de hablar sobre la escolarizacin, sino que portan, a travs de sus formas lingsticas, estrategias para normalizar las relaciones sociales y las concepciones de individualidad. Por medio de estos discursos, los docentes aprenden a relacionarse con miembros de su propia profesin y con otros profesionales.[footnoteRef:23] [23: Thomas S. Popkewitz: Clase 10: Discursos pedaggicos y poder: la produccin de la niez normalizada. University of Wisconsin-Madison. EE.UU.]

Desde esta perspectiva, el proceso de formacin docente, en muchos casos, est subsumido por relaciones dominantes de poder de las que los estudiantes de profesorados no son conscientes y que una vez ubicados en los espacios laborales transmiten esas estructuras aprehendidas, las generalizan; estas pueden, a su vez, esclerosarse sin un anlisis crtico.

Nuestro objeto de estudio no es la formacin docente, sin embargo queda abierta una puerta para estudiar cul es la formacin que recibieron los docentes de la escuela C en lo que refiere a lo rural. Si bien es cierto que la prctica docente atraviesa por distintas mediaciones, este sera un tema interesante a profundizar.

Las apreciaciones de Popkewitz nos llevan a revisar el nombre mismo de escuela rural. Siguiendo a Foucault habra que preguntarse por la nocin de espacios dentro de los discursos pedaggicos para luego llegar a la construccin de la nocin de "niez urbana y niez rural. Esta reconceptualizacin desplaza la atencin de las nociones de contextos geogrficamente determinados hacia nociones de las regiones vinculadas con un "campo" discursivo. Esta nocin se preocupa por cmo el sujeto conoce y es conocido en un territorio no pensado como paisaje geogrfico y punto de referencia fsico, sino como prcticas construidas discursivamente [footnoteRef:24]. Los sistemas de ideas en la escolaridad son un ejemplo de este cambio en la nocin de espacio ya que estos, en las escuelas, normalizan las formas en que los chicos deben ser "mirados", las formas en que debe hablarse y actuarse sobre ellos. Las concepciones de la infancia, dice Popkewitz, "viajan" a travs de las instituciones de salud, las escuelas, el bienestar social, entre otras Podemos pensar, entonces, que los campos discursivos ubican/localizan a la individualidad como una regin. Hay mltiples "regiones" a travs de las cuales se construye la vida moderna. [24: dem anterior. La nocin de campo discursivo nos permite, por ejemplo, concentrarnos en los actores de la escuela moderna como objetos cuya construccin conforma una regin el maestro, el nio, el alumno, los chicos discapacitados y el currculum escolar, entre otros, son parte de sistemas de relaciones a travs de las cuales se construye la escolaridad. Los discursos de la pedagoga, siguiendo los estudios de Luke (1990) sobre el aula, "operan no como un conjunto abstracto de ideas para ser transpuestas en o adentro de la mente y la conciencia, sino como una serie material de procesos que inscriben atributos de la subjetividad en el cuerpo social". Podemos pensar que los estudios educacionales son, entonces, un mapeado social de la regin y sus lmites inscriptos. El foco regional nos permite comprender cmo las reglas y estndares particulares de verdad atraviesan los patrones institucionales y no son reductibles a ellos. ]

Sostiene Popkewitz que hay que interrogarse por la misma comparacin que se hace. Urbano y rural, comparado con qu, o en oposicin a qu? As, lo interesante de estas clasificaciones es que se hallan incorporadas en un discurso que funciona para normalizar las cualidades de la gente que es percibida como diferente. Educacin urbana y rural son palabras histricamente vinculadas con sistemas especficos de razonamiento que diferencian y separan al nio y al docente "urbano" y "rural" entre s.

El planteo del espacio social rural.

Otro aporte al que parece interesante recurrir, siguiendo la idea de Faucault de salirse del espacio fsico, es el concepto de espacio social rural. Este concepto deriva del de espacio social de Bourdieu y ha sido retomado en investigaciones sobre la ruralidad en Amrica Latina y, particularmente en nuestro pas, por Elisa Cragnolino (UNC). Esta investigadora sostiene que utilizamos este concepto de espacio social rural en lugar de comunidad rural. Este ltimo ha perdido vigencia en los mbitos acadmicos, pero se encuentra muy extendido en el mbito educativo; aparece incorporado al pensamiento cotidiano de los docentes y las escuelas, en las normativas y disposiciones y en innumerables alusiones que se refieren a ese mbito del que participa y con el que inevitablemente la escuela debe relacionarse. Y esto ocurre sin reconocer la concepcin terica a la cual remite [footnoteRef:25]. Tambin sostiene Cragnolino que, justamente, el punto ms dbil que presenta el uso de la nocin comunidad rural es el supuesto de homogeneidad que introduce, al acentuar el eje de lo compartido y desplazar la atencin de las diferencias y este aspecto, ha sido suficientemente criticado y superado en los trabajos ms recientes de investigaciones antropolgicas y educativas, que han subrayado la necesidad de situar el eje de los anlisis en la identificacin y reconstruccin de los procesos de diferenciacin y complejizacin socialLa perspectiva de la comunidad de la que tomamos distancia, ignora las determinaciones sociales que inciden en las instituciones escolares, as como en el mbito social en el que stas se inscriben y es por ello que preferimos la nocin de espacio social rural[footnoteRef:26] [25: Elisa Cragnolino Escuela, maestros y familias en el espacio social rural tulumbano Pg. 4. Centro de Investigaciones- FFYH-UNC. Ponencia presentada en las III Jornadas de encuentro Interdisciplinario y de Actualizacin Las Ciencias Sociales y Humanas en Crdoba. Crdoba, 4 al 6 de septiembre de 2002] [26: dem anterior.]

Desde una perspectiva relacional e histrica, se entiende por espacio social al sistema de posiciones constituidas histricamente, definidas a partir de los recursos que disponen los actores, en tanto sujetos sociales, que suponen relaciones entre esas posiciones. Desde este enfoque, la sociedad no se compone de individuos, sino que expresa la suma de los vnculos y relaciones en la que estos estn insertos.

Siguiendo el desarrollo que la autora hace del concepto de espacio social rural, tendramos que tener especial cuidado en varios puntos. El primero de ellos es evitar la cosificacin de la dicotoma rural-urbano. Se advierte, al igual que lo sostiene Teubal, sobre el peligro de absolutizar esta dicotoma efectuando un corte artificial en una estructura social donde las fronteras entre ambos trminos no son nada ntidas. El mundo rural est presente en lo urbano y viceversa (Neufeld, 1991: 57)[footnoteRef:27]. En la entrada al tercer milenio, la ruralidad no es una generalidad ni una oposicin en relacin a la urbe, tal como ha sido pensada en enfoques clsicos. En la actualidad, a la distincin urbano-rural no podemos considerarla como dos polos constitutivos de realidades diferentes y opuestas; entre ellos se da una relacin recproca y bidireccional, en la cual los procesos de distincin se han alterado o coincidido con los de interpenetracin e influencia mutua. [27: Cragnolino, Elisa op. Cit.]

En segundo lugar, no debiera plantearse lo rural en forma general, hay que contextualizarlo en funcin de especificaciones ligadas con la historia, los aspectos smblicos y las relaciones de subordinacin-hegemona que se dan en este campo tan amplio que es lo no urbano.

Consideraciones para nuestro caso de estudio.

La visin de lo rural que intent presentarse no va de lo atrasado a lo moderno, de lo rural a lo urbano, de lo agrcola a lo industrial. Hay, ms bien un buen nmero de caractersticas que muestran la multidireccionalidad del proceso, sobre las cuales hay sobradas evidencias en el caso investigado.

Esto fue analizado a partir de la perspectiva de Foucault desde donde se alerta sobre el uso de las prcticas con las que se pretende normalizar desde los centros de poder- ciertas caractersticas de lo diferente (lo rural por ejemplo) para ubicar/localizar a las individualidades en una regin o espacio no pensado desde el paisaje geogrfico sino construido discursivamente.

Se intent luego buscar autores cercanos a nuestra realidad estudiada y nos encontramos con la posibilidad de recuperar la nocin de espacio social rural como una sociedad diferenciada, que no forma una totalidad nica integrada por funciones sistemticas y una nica cultura comn. Por el contrario, se reconoce la diferencia, la desigualdad y la lucha por el control de los recursos individuales y sociales.[footnoteRef:28]. [28: ]

Tambin se lo analiz desde la complejidad que engendra la globalizacin, all nos encontramos con lo global y lo local, ms que con lo urbano y lo rural; con la gran influencia de los procesos globalizantes sobre las culturas locales, pero tambin, con serias dudas acerca de la factibilidad de que la supremaca de una aldea global que arrase con lo rasgos particulares de lo local.

Cabe aclarar que la nocin de complejidad que se considera es la que revisa aquella del sentido clsico donde esta era entendida como atributo indeseable de la realidad y se meda por el grado de dificultad para la comprensin, la complicacin de los sistemas de clculo y ecuaciones empleados. Lo complejo estaba relacionado tambin con la incapacidad del sujeto para expresar mejor la realidad. De ah que se considera oportuno reducirla a formulaciones ms simples, verbales o matemticas. La nueva nocin de lo complejo lo asume como atributo irreductible de la Naturaleza, de la cual el sujeto forma parte. Lo complejo se manifiesta en que los sistemas de la naturaleza no slo no son dados de antemano, sino que devienen en el transcurso mismo de la interaccin. Las propiedades del mundo y sus objetos son emergentes. No estn ah esperando a ser investigadas; emergen en el transcurso de las interacciones en que los sistemas se encuentran involucrados, y la cognicin es una de esas interacciones a considerar[footnoteRef:29]. [29: Sotolongo Codina, Pedro Luis y Delgado Daz, Carlos Jess [autor/es]: La revolucin contempornea del saber y la complejidad social. Cap. II. Campus Virtual. ISBN 987-1183-33-X Argentina, Buenos Aires, FLACSO. En pgina http://www.clacso.org.ar/difusion/secciones/campus-virtual-de-clacso/Publicaciones/publicacion.2006-03-20.1952059328]

El territorio rural, entonces, no se concibe como simple espacio fsico, que lo es, sino como un conjunto de relaciones sociales que dan origen y a la vez expresan una identidad y un sentido de propsitos compartidos por mltiples actores pblicos y privados. Los territorios rurales son entonces espacios eco-polticos dinmicos expresin de relaciones de interdependencia y complementariedad que hacen viable la generacin de desarrollo y bienestar[footnoteRef:30]. [30: Igor A. Arias M: Apuntes para una discusin sobre desarrollo rural en Venezuela. En revistas Espacios. Vol. 26 (2) 2005. Pg. 17. http://www.revistaespacios.com/a05v26n02/05260233.html. ]

Anteriormente, la ruralidad se relacionaba fundamentalmente con las actividades productivas agropecuarias y el modo de vida resultado de esas relaciones de produccin. Hoy sabemos que lo rural incluye muchas otras dimensiones productivas y comerciales, mltiples y diversos actores, as como variables socio-polticas, educativas, culturales, ambientales que forman parte del proceso de desarrollo de esos espacios.

Estos aportes nos parecen significativos para revisar aquella mirada inicial un tanto ingenua o infantilizada de la visin que se captur en algunos sujetos acerca de la ruralidad; es indudable que sta debe ser entendida como mucho ms compleja y heterognea.

A partir del anlisis de estas perspectivas emergen dos ideas que es necesario resaltar. Por un lado, podemos decir que el entorno de la escuela C no es homogneo ni sencillo. Cabra hablar, entonces, de lo rural como complejo, como aquello que se compone de lo que viene de afuera, pero tambin de lo que permanece, de las pautas culturales arraigadas, de lo igual y de lo diferente. Ahora bien, desde el proceso de investigacin, es necesario rescatar aquello que subsiste dentro de la diversidad y caracteriza el espacio social rural en el que habita la escuela C, aquello que, dentro de la diversidad, muestra lo propio, lo especfico.

Lo especfico en trminos de espacio ruralLa visin de lo rural como territorios multifuncionales donde se interrelacionan muy diversas actividades econmicas, sociales, culturales y ambientales abren un conjunto de posibilidades para la poblacin rural basadas en: La agricultura: vista en trminos ampliados o sea como cadenas productivas, prestando atencin al acceso a la tierra, el mercado financiero rural, las innovaciones tecnolgicas apropiadas para mejorar la productividad de los sistemas agrcolas y la organizacin para la produccin y el acceso a los mercados. Los recursos naturales: prestacin de servicios ambientales que incluye entre otros, manejo de cuencas para la conservacin de agua y suelo, preservacin de la biodiversidad, captura de carbono y ecoturismo. Las opciones no agrcolas: aunque generalmente ligadas a lo agrcola, incluye microempresas rurales, mano de obra asalariada, artesanas, comercio, turismo y otros servicios locales. La organizacin social para la participacin ciudadana y para la produccin: Instancias fundamentales para la construccin institucional que demanda la nueva ruralidad y, finalmente Las relaciones urbano-rurales: fuente de retroalimentacin y desarrollo armnico para esta -artificialmente separada- gran unidad. La visin territorial permite visualizar los asentamientos humanos y sus relaciones en un continuo rural-urbano capaz de potenciar formas de desarrollo ms armnicas, complementarias y efectivas[footnoteRef:31]. [31: Igor Arias, Op. Cit.]

Siguiendo lo expresado por Igor Arias, es interesante rescatar que en el aspecto cultural, lo rural comprende un tipo de relaciones sociales con un componente personal que, a diferencia de las zonas urbanas, predominan en territorios con una baja densidad de poblacin relativa, y ello se posibilita sobre la base de relaciones vecinales prolongadas y por la existencia de intensas relaciones de parentesco entre una parte significativa de los habitantes. En estos espacios, temas como la confianza/desconfianza, la reciprocidad, el papel de la familia, las relaciones afectivas y la importancia de los padres, son significativos. Ello genera condiciones para que las relaciones personales resulten naturales, otorgan sentido a la identidad con el territorio y adquiere importancia la memoria rural como expresin de la historia local. Este tipo particular de relaciones sociales, genera a su vez, un fuerte control social por parte de las comunidades sobre las relaciones entre las personas, crea vnculos, da estabilidad, seguridad, crea sentido de identidad y por tanto propende al fortalecimiento del capital social. Algo realmente soado por los que carecen de ello en las zonas urbanas.En relacin a lo propio del espacio social rural de C.El anlisis de la especificidad del espacio social rural de la escuela C implica un trabajo exhaustivo de mltiples factores a partir de distintas miradas. Slo a modo de introduccin se pueden mencionar las aristas de esa exploracin y los puntos a tener cuenta desde cada una. Hemos visto ya que la escuela C se encuentra en un espacio fsico signado, en gran parte, por el aislamiento y la dificultad del encuentro cara a cara. Hay que mirar entonces este espacio social desde la perspectiva geogrfica y desde all ver de qu zona de la provincia estamos hablando, cules son sus condiciones para las distintas actividades productivas, qu lugar ocupa la agricultura all y porqu, distribucin y propiedad de las tierras, cmo es utilizado el suelo, cmo es la constitucin de la poblacin. Sin dudas, el tema de la composicin demogrfica es crucial, sobre todo teniendo en cuenta las migraciones. Interesa, tambin, analizar las posibilidades comunicacin, los servicios y las distancias que los acercan o separan- de centros poblados.Fuimos partcipes de cambios institucionales en el transcurso de las investigaciones; nuevos directivos, movimiento de docentes, distintas formas de interrelacionarse con los funcionarios de educacin. Esto marca otro aspecto fundamental para este anlisis que es la perspectiva histrica. Un dato importante para la zona sera el reconocimiento y anlisis de cul o cules fueron los modos de produccin imperantes y cmo fueron cambiando con el paso del tiempo. Cabra tambin indagar desde aqu cmo se dieron los vnculos sociales, econmicos y polticos del entorno de la escuela; cmo se fue gestando y transformando la lucha por el control de los recursos, la aparicin de la escuela y el papel que esta tuvo en distintos momentos, tambin su relacin con otras instituciones y la incidencia de estas en el acontecer de la zona. En lo que respecta especficamente a la organizacin, cabe indagar los rasgos, hechos y personajes idiosincrsicos en la vida institucional.En nuestra insercin en la escuela, nos hemos encontrado con fuerte presencia de familias con una estructura patriarcal, autoritaria, de sumo respeto hacia el adulto. Esto revierte, muchas veces, en una actitud sumisa, pasiva que es interpretada por muchos docentes como positiva en relacin a chicos de la ciudad cuando, en realidad, estas conductas conspiran contra la formacin de la autonoma crtica como atributo de ciudadana activa; se revela entonces, la necesidad de la mirada sociolgica. Esta aportar el anlisis particular sobre la estructura y dinmica social de los distintos grupos que conforman el espacio social rural de la escuela C, sobre quines son las familias de los alumnos, de dnde provienen, cmo se componen, cul es su estructura, cul la relacin de gnero, cmo se producen y circulan las relaciones entre patrones y peones, entre el gobierno y los beneficiarios de los planes compensatorios por ejemplo- y cules son los rasgos que los caracterizan segn dnde habitan y con quines se relacionan cotidianamente.

Otro punto de referencia muy importante sera la perspectiva de la Antropologa Cultural. Esta permitira abordar el origen, la constitucin y los sesgos propios de los grupos originarios de la zona. Nos referimos a criollos e inmigrantes europeos principalmente, tambin aquellos provenientes de inmigraciones o migraciones temporales o permanentes, ms cercanas en el tiempo, para conocer sus costumbres y pautas culturales. Y poder analizar y entender cmo interactan hoy esas caractersticas con los nuevos rasgos introducidos por la globalizacin. Qu nuevos componentes aparecen? Cules permanecen? Qu sentidos le dan los pobladores?

Con el punteo de las posibles miradas con las que reconstruir la multirreferencialidad del espacio social rural de la escuela C cerramos este texto, y al mismo tiempo, abrimos una va de estudio para continuar profundizando cuestiones acerca de la ruralidad.

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