Cuentos terror II

43
Cuentos para halloween Volumen II (Grupo C)

Transcript of Cuentos terror II

Page 1: Cuentos terror II

Cuentospara

halloweenVolumen II (Grupo C)

Colección de cuentos escritos por alumnos/as de educación primaria.

Page 2: Cuentos terror II

Índice de cuentos

Autor/a: Título: Página

Irene Rodríguez…….… La casa de terror……………... 3Javier Tello……...…… Infierno desde la mañana…….. 5César Cabrero………… Terror en el coliseo…………… 7Sofía García………….. El misterio del castillo encantado 9Néstor Rivero………… Un halloween al revés……….. 11Carlos Olmedo……….. El misterio del museo….…….. 16Mario Fernández……... La casa tenebrosa……………. 18Celia Mª, Maroto…….. La casa de la antigua escuela... 21Lucas de Nicolás…….. La casa encantada…………... 22Pablo González……… La mansión prisión…………. 23Lucía Herrán………… La ciudad encantada………… 25Raúl El fantasma de Escalante……. 26

Page 3: Cuentos terror II

La casa de terrorUn día unos amigos decidieron ir a una casa a dormir la noche de halloween y hacer una fiesta. Eran cuatro amigos que se llamaban Lucía, Carmen, Miguel y Cristina.Lo acordaron cuando se dieron cuenta de que ese día era el cumpleaños de Lucía. Ellos miraron casas por internet y encontraron una muy grande y bonita. Entonces decidieron alquilarla.Cuando llegaron a la casa lo primero que hicieron fue decorarla con fantasmas, velas… y disfrazarse. Cuando terminaron, la casa quedó terrorífica. Después, hasta que llegó la noche, se quedaron en casa jugando a las cartas. Carmen fue a coger las cartas y oyó un ruido extraño, pero pensó que habían sido los demás para asustarla. Entonces les dijo que salieran y, de repente, empezó a hacer mucho aire y Carmen desapareció.Al ver que tardaba mucho, los demás fueron a buscarla. Por más que buscaban, no la encontraban y no sabían muy bien qué hacer.Decidieron llamar a la policía, pero los teléfonos no tenían cobertura y pensaron ser ellos los policías y buscarla.Cuando iban a entrar por la puerta de la primera habitación la puerta se abrió sola. Entonces entraron y, de repente, la puerta se cerró dejándolos allí encerrados. Todos tenían mucho miedo y Lucía pensó que tal vez sería una broma. Decidió decir en alto que dejaran de hacer el tonto y los

Page 4: Cuentos terror II

sacaran de allí. Entonces sucedió lo mismo que con Carmen, y Lucía desapareció.Cristina y Miguel se pusieron aún más nerviosos. Cristina dijo que lo mejor era estar tranquilos. Entonces estuvieron pensando que cómo era posible que hubieran desaparecido Lucía y Carmen.De la nada apareció una puerta y de pronto se abrió. Los niños, movidos por su curiosidad, entraron por si estaban Lucía y Carmen.Apareció un largo pasillo que iba desde la puerta hasta quién sabía dónde. Los niños entraron y se encontraron con unos fantasmas y brujas que se acercaban hacia ellos con Lucía y Carmen encerradas en una jaula minúscula. Cristina y Miguel empezaron a gritar. Cuando se dieron cuenta de que estaban Lucía y Carmen en la jaula dijeron a los monstruos que las soltaran, y ellos les contestaron que no. Entonces, los niños hicieron un plan: Cristina les distraería, mientras, Miguel sacaba a las chicas de la jaula con una pinza del pelo de Cristina.El plan salió bien y cuando acabaron, los monstruos salieron huyendo, aterrorizados de los niños, y decidieron no volver nunca.Ya se había hecho de noche y era hora de ir pidiendo caramelos por las casas.Al final tuvieron millones de caramelos y los acompañaron con la tarta del cumpleaños de Lucía.Al final se fueron todos a dormir tan tranquilos porque ya no había ningún monstruo. A la mañana siguiente cada uno se fue a su casa y decidieron que antes de alquilar una casa irían a verla primero.

Irene Rodríguez.

Page 5: Cuentos terror II

Infierno desde la mañanaEra el día de halloween. La profesora terminó la lección de matemáticas y a continuación tocó la campana del recreo.Los niños se pasaron todo el rato pensando sobre lo que iban a soñar esa noche. Desde los más pequeños hasta los más mayores hablaban de ello.El recreo acabó. Pero nadie formó filas. Hasta los de 1º de primaria creían que sabían lo que pasaría a continuación.Pensaban que los alumnos de quinto y de sexto pondrían canciones y bailarían coreografías. Todos iban disfrazados de monstruos, hechiceros o demonios. Los vampiros eran los más abundantes.Javier y Néstor se habían pasado el rato hablando de la noche que acechaba; pero de pronto: ¡zas! Empezaron a caer columnas de hierro de unos cuatro metros de diámetro que atraparon a casi todos los niños. Sólo quedaban la mayoría de los chavales de 6º C, coincidencia o no, porque simultánea mente el cielo oscureció, y todos pensaron que era el fin del mundo.De repente, en un cielo que ahora era de color carmesí, se pudo distinguir un mensaje: V a i s a m o r i r.Luego los árboles empezaron a arder. Todos intentaron salir del colegio. Javier ayudó a Néstor a que saliese.Los profesores también escaparon del “colegio infernal”, término que utilizaron muchas persona cuando estuvieron a salvo.Formaron grupos para patrullar la ciudad en busca de lugares seguros. Encontraron toda clase de cosas en su búsqueda. Desde alimentos básicos hasta portátiles.El grupo llamado Halcón, la mayoría de los miembros de 6º C, encontró varios lugares seguros. Los examinaron hasta descubrir todos los inconvenientes y ventajas hasta que el mejor fue el lugar que había descubierto Carlos. Eran las

Page 6: Cuentos terror II

alcantarillas; pero eran mejor que cualquier sitio de la ciudad.Se preguntaban qué habría sido de sus familias. El período de adaptación fue largo y duro. Descubrieron que habían dependido demasiado de la electricidad. Mientras pasaba el tiempo, aprendían a ser más autónomos.Pero las alcantarillas dejaron de ser tan seguras. Había unos pocos desaparecidos. Decidieron ir a buscarlos y Juan Carlos, el líder de los Pandas (uno de los subgrupos de los Halcón), propuso una idea para no perder a nadie: agarrar a todos con cuerdas.A todos les gustó la idea. Estaban equipados con linternas. Encontraron a lo que parecía un grupo de zombis. Néstor y Javier, que iban a la cabeza, avistaron a los zombis y los apuntaron con las linternas. Así fue como descubrieron que la luz era dolorosa para los zombis, ya que empezaron a retorcerse como si de llamas se tratase.Luego, descubrieron que los supuestos zombis eran sus compañeros desaparecidos.- Debemos hacer frente a la situación. Armarnos de valor y salir ahí fuera, descubrir qué fue lo que pasó con nuestras familias y qué fue lo que provocó el colegio infernal -sugirió Mario.- Tiene razón, -continuó Javier- no podemos quedarnos aquí para siempre.Y así fue, un día improvisaron armas y armaduras y salieron los Halcón y los Cigüeña.Descubrieron que todo estaba normal, que sólo había ardido la primera quincena. Todo excepto el colegio, que estaba completamente calcinado. Fueron ganando a los muchos seres (monstruos, hechiceros, demonios, vampiros…) que habitaban la Tierra. Lo último que consiguieron fue el colegio.

Page 7: Cuentos terror II

Cuando conquistaron el colegio, las columnas de metal estaban agujereas. Los profesores que quedaron estaban ilesos. Pero ninguno de los supervivientes del colegio recordaba nada.También descubrieron que todas las demás personas del mundo habían muerto a causa de un terremoto; pero el colegio no había sido afectado, como si un campo de fuerza los hubiese protegido.Reforzaron el colegio con techos en el patio y muros de hormigón en todas las paredes.Su reconquista del planeta Tierra fue larga y duró generaciones, pero esa es ya otra historia.

Javier Tello.

Terror en el coliseoRaquel era una chica despierta y vivaracha. Le gustaba mucho escribir historias. Ella y su familia estaban pasando unas agradables vacaciones en Roma, visitando museos y monumentos. Toño, su hermano, estaba bastante pesado, pero a ella le daba igual: le encantaba visitar museos y escuchar historias de cada uno de esos objetos.Aquel día, estaban visitando el Coliseo. A todos les encantó aquella maravillosa obra romana. Luis, su padre, compró cuatro entradas para la visita guiada.Toño se vistió de antiguo gladiador romano. Raquel iba con su libreta anotando todo lo que veía y oía. Marta, su madre,

Page 8: Cuentos terror II

iba con gafas de sol, pues era un día muy soleado. Luis, con sus gafas.Sin duda, lo que más les fascinó fueron las catacumbas. Las catacumbas eran grandes y espeluznantes. De pronto,

oyeron unos chillidos horripilantes. Todos se asustaron. El guardia y el resto del grupo huyeron. La familia de Raquel y ella se quedaron a investigar. Y habría sido

mejor que no lo hubieran hecho. Delante de ellos había unos fantasmas. Sí, unos tenebrosos fantasmas con cara de pocos amigos. Eran dos esqueletos que desprendían un brillo espantoso de color azulado. Raquel les preguntó:- ¿Quienes sois? ¿Qué hacéis aquí?Los esqueletos, al verse interrogados de aquella forma, emprendieron la huida. La familia los siguió. Fue una huida impresionante: los fantasmas-esqueletos iban a una velocidad vertiginosa, por lo que la familia no pudo atraparles. Raquel se quedó pensando y al final exclamó:- ¡Tenemos un misterio! ¡Vamos a buscar pistas!Y así todos se vieron implicados en esa idea. Cuando llevaban un largo rato, Toño dijo:- Creo que aquí hay algo.Ahí había una tela rasgada. Marta le felicitó y Luis le dio un caramelo.- ¿No es del taquillero? -dijo Luis, intrigado.- Sí lo es -le contestó Marta.Así la familia decidió llegar al fondo de este asunto.Mientras pensaban, los fantasmas-esqueleto raptaron a Toño. El pobre chico estaba muerto de miedo. Los fantasmas-esqueleto intentaron llevarse también a Raquel; pero cuando la chica sintió que la agarraban, les propinó

Page 9: Cuentos terror II

una patada y los fantasmas se alejaron. Pero esta vez dejaron también una pista tan interesante como inquietante, pues debajo de sus pies había una zapatilla medio roída.- ¡Es del amigo del taquillero! -exclamó Marta.Así fueron al interior del patio y ahí encontraron a Toño atado.Toda la familia reunida, se dirigieron a las taquillas y allí avisaron al director, y éste con unos policías les arrestaron.Por fin la familia pudo continuar su visita guida por el Coliseo.

César Cabrero.

El misterio del castillo encantadoUn día, Carlos, Susana, Lidia, David y yo tuvimos la idea de acampar al lado de un castillo abandonado.

Cuenta la leyenda, que estaba encantado. Iba a ser un pequeño desafío para la noche de Halloween.El día anterior preparamos todo,

antes de pasar más miedo que en toda nuestra vida. Quedamos en el principio del camino. Cuando estuvimos todos, partimos rumbo al Valle de las Nieblas lugar donde se encontraba dicho castillo.

Page 10: Cuentos terror II

Cuando llegamos lo primero que hicimos fue montar la tienda y colocar las cosas. Después decidimos ir a descansar un rato.A la hora de cenar nos despertamos, nos preparamos unos bocadillos y nos lo comimos mientras David contaba una historia de miedo.Al dar las doce, nos fuimos al castillo. La puerta de la entrada estaba cerrada y tuvimos que entrar por una ventana .Dentro todo estaba lleno de telarañas y había mucha humedad. De repente las ventanas se abrieron de golpe y resplandecieron los relámpagos por todo el castillo.Parece que no podíamos volver a la tienda porque comenzó a llover con gran fuerza.Cuando nos íbamos a ir a la cama una voz nos gritó:- Como no salgáis de mi castillo os comeré vivos. Jajaja.Al oír esto, todos empezamos a gritar y las luces se encendían y apagaban solas; las ventanas se abrían y cerraban sin que hubiera nadie cerca.Salimos corriendo del castillo hasta la tienda más cercana del pueblo; allí hablamos sobre la situación.

Los monstruos no existen, en eso estábamos todos de acuerdo. Entonces alguien con ayuda de la tecnología tenía que ser ese fantasma para ocultar algún secreto.

Decidimos ir al castillo al día siguiente para averiguarlo.Al amanecer fuimos al castillo. Todo parecía tranquilo. En una habitación descubrimos millones de cosas robadas; un panel de control de luces y que hacía abrir y cerrar las ventanas, y un micrófono, que estaba conectado a unos

Page 11: Cuentos terror II

altavoces que había en todas las habitaciones de la casa. También había un retrato, nosotros pensamos que podía ser el ladrón.Al día siguiente, fuimos a la policía y le contamos todo. Nos dijeron que nuestro fantasma era un ladrón muy peligroso.¡Qué desilusión, parecía un castillo encantado de verdad!

Sofía García.

Un halloween al revésÉrase una vez un halloween extraño, muy extraño.La historia que os voy a contar no es precisamente terrorífica; se refiere a unas fiestas especiales que se celebran en un país que no se halla en ningún mapa: el país de lo contrario. Me refiero a ese país extraño e inventado por los niños, al que ellos llaman el mundo al revés. Es ese país que los buenos usan para divertirse y los malos para escaquearse diciendo que algo no es verdad porque estamos en el mundo al revés.Bueno, al grano; como os iba diciendo, en este país todo es lo contrario y, por lo tanto, las fiestas también lo son, incluido halloween, al que por cierto ellos llaman neewollah (imagino que ya sabréis por qué).El caso es que nuestro halloween nació de su neewollah, y mi relato va a tratar de cómo el neewollah pasó a ser el halloween actual.Era un día lluvioso, las goteras humedecían el blanco suelo del pasillo y las ráfagas de frío entraban sollozando y

Page 12: Cuentos terror II

vibrando por las ventanas como espectros atrapados en un mundo sin paz.Era noche de brujas.Abajo, en el sótano, Pedro y Lucía preparaban los decorados y comidas con mucha alegría e inquietud; pues esa misma noche iban a celebrar su fiesta favorita: halloween.Iban colocando las arañas en sus telarañas, calaveras,

brujas, dulces y, por supuesto, calabazas.Sus padres estaban de compras; pues iban a preparar la cena y necesitaban los ingredientes correspondientes que, aparte de dos coliflores y una lechuga, se trataba de dulces, dulces y más dulces de todo tipo.

- Por fin hemos terminado -jadeó Pedro, que tenía ganas de llorar, aunque no sabía si de alegría o de cansancio.- Sí, pero lo hemos hecho rápido para nada -contestó Lucía.- ¿Por qué lo dices?- Porque faltan dos horas para que lleguen papá y mamá.- Ah, es verdad.Entonces Pedro y Lucía subieron a su habitación y empezaron a rebuscar en su vieja caja de juegos, para ver si encontraban algo con lo que entretenerse. Aquel arcón estaba frío, sucio y francamente destartalado; aunque lleno de recuerdos, tanto materiales como sentimentales.Rebuscando en aquel baúl encontraron algo que les sorprendió: ¡Una calabaza!- ¡Y qué grande! -exclamó sorprendido Pedro, que aún no se lo creía.- Sólo es un espejo -suspiró decepcionada Lucía.- ¡Pero si no tenemos ninguna calabaza detrás!

Page 13: Cuentos terror II

- Es verdad.- ¡Mira Lucía! ¡Se ilumina!- Ten cuidado, me da mala espina.Como Pedro era bastante desobediente a la hora de tratar con su hermana, le entraron unas ganas enormes de tocar la calabaza y, como es predecible, lo hizo.- ¿Qué es esto?- ¡Aaaaaaaah!- ¡¡¡BANG!!!Una explosión de color los aturdió y perdieron el conocimiento. Estuvieron inconscientes unos segundos y cuando despertaron todo parecía seguir en calma.- ¡Vaya estruendo!- Me duele la cabeza.- ¿Qué habrá sido eso?- No estoy segura.- Vamos a ver si han llegado papá y mamá -sugirió Pedro.- Vale, es buena idea.Pedro y Lucía bajaron las escaleras y observaron que sus padres aún no habían llegado. Entonces decidieron ir a la cocina a ver la televisión hasta que llegasen; pero se encontraron con algo que los asombró. Era una lista de la compra, pero un poco extraña:Al ver esto, los hermanos se sorprendieron:- ¿Qué idioma es este?- No es ningún idioma, sólo está escrita al revés.- Tienes razón.- Deberías pensar antes de hablar, Pedro.- Vale -suspiró Pedro.Después de un buen rato pensando en esa nota tan extraña sin lograr llegar a ninguna conclusión, oyeron a alguien venir:- Ya hemos llegado -dijo una voz de repente.- ¡Hola mamá! -dijeron los niños al unísono.

Page 14: Cuentos terror II

- Hola, traemos la compra -contestó la madre.- ¿Y papá? -dijo Pedro.- Ahora viene, está metiendo el coche en el garaje.- ¿Queréis que os ayude? -se ofreció Lucía.- Tranquila, no hace falta.

- ¿Y qué hacemos? -preguntó Pedro.- Tú vete a lavarte la cara, que la tienes muy sucia.- Vale -aceptó Pedro a regañadientes.Cuando Pedro bajó del baño tenía la cara limpia, aunque en ella estaba grabada una expresión de terror.- ¿Qué te pasa? -preguntó Lucía- ¡Ven conmigo!Pedro tiró del brazo a su hermana y se la llevó escaleras arriba, hacia el baño.- ¿Qué pasa?- Mira el espejo.- No veo nada raro.- Mira bien.- ¡La imagen se refleja al revés! -exclamó Lucía.Los niños les preguntaron a sus padres el porqué de que la lista de la compra y el espejo estuviesen al revés, y los padres les contestaron que no tenían nada raro. Luego les preguntaron si habían colocado todo el decorado para “el neewollah”, a lo que ellos no contestaron, pues estaban muy extrañados por lo que les acababan de decir. Luego subieron a la habitación para hablar solos.- ¡Qué extraño! -dijo Lucía.- ¡Yo creo que hemos salido de nuestro mundo y hemos viajado a otra dimensión! -opinó Pedro.- No digas tonterías, Pedro.- Vale, esperemos a ver qué pasa.

Page 15: Cuentos terror II

Más tarde, a las 10:00 comenzó la fiesta del “neewollah” y vino un montón de gente, aunque Pedro y Lucía no tenían ni idea de que significaba todo eso.- ¿Qué es todo esto? -dijo Pedro.- Creo que es una fiesta, como nuestro halloween.

Los chicos no sabían qué hacer, por lo que subieron arriba a pensar y razonar, pero se encontraron con algo terrorífico: su viejo baúl parecía ahora el de una casa del terror.Eran ya las 22:15 h. cuando los hermanos se decidieron por fin a abrir el cofre, cosa

que, desgraciadamente, no consiguieron hacer.De repente un fuerte golpe sonó y las luces se apagaron y sonaron unos pasos aproximándose lentamente por la escalera, que crujía más que nunca, ¡todos los invitados de la fiesta estaban momificados!Los hermanos hicieron fuerza y por fin lograron abrir el arcón que parecía que hubiese cobrado vida, sacaron el espejito de la calabaza y lo volvieron a tocar; pero no funcionó.- ¡Se acercan! -dijo Pedro, muerto de miedo.- Tócalo tú.- ¿Por qué?- Porque tú lo tocaste la última vez.- Vale.- ¡BOOM!De nuevo, la explosión de color los aturdió, pero esta vez aparecieron en el comedor del mundo normal, en medio de un círculo de gente que esperaba que ellos contaran ya el cuento que les tocaba y obviamente, contaron su propia historia, que Pedro decidió titular un halloween al revés.

Néstor Rivero.

Page 16: Cuentos terror II

El misterio del museoSe acerca el día de halloween y en la ciudad de Valladolid el ayuntamiento ha organizado un concurso en el que están invitados a participar todos los ciudadanos y ciudadanas de la ciudad .Consiste en que la gente tiene que hacer una calabaza terrorífica para ganar 10.000€.Esta noticia llegó a los oídos de la gente de la clase de 6ºC, del colegio Marina Escobar. Encabezados por su profesora empezaron a trabajar en ello. El abuelo de un chico tenía en su poder la mayor calabaza del mundo, registrada en el libro de los Record Guiness.Durante una semana los chicos y chicas estuvieron trabajando sin parar hasta que el día anterior de entregar la calabaza la terminaron. Sus ojos eran triangulares y en la nariz se observaba dos triángulos pequeños .Como boca tenía una línea discontinua. Dentro de la calabaza había una gran vela. ¡Lo más sorprendente es que media más de tres metros de diámetro!Llegó el día y con una bolsa gigante trasladaron la calabaza al museo donde la recogían.Pasaban los segundos, los minutos, las horas hasta que se decidió cual era el vencedor. El alcalde anunció:- El cheque de 10.000€ es para… ¡la clase de 6ºC del Marina Escobar!De repente… ¡plasss! Una densa niebla negra cubrió todo el museo. Del techo cayeron en cuerdas hombres que llevaban pistolas. Agredieron al alcalde y le quitaron el cheque.Aprovechando la situación, otros dos ladrones rompieron el escaparate de joyas históricas y las robaron .Rápidamente subieron a la azotea, donde les esperaba un helicóptero que les llevaría muy lejos de ahí.Los alumnos de aquella clase se decepcionaron mucho ya que iban a utilizar el dinero en mejorar la actividad del

Page 17: Cuentos terror II

colegio. Pero ellos no se desanimaron. Fueron a la policía y les entregaron las cintas que grabaron las cámaras exteriores del museo.El inspector Juan exclamó:- ¡Para ahí! Ese logo es el de la BILEM (Banda Internacional de Ladrones de Museos). Tenemos la información de que su sede está en una casita de los Pirineos.Hasta allí se desplazó gran parte de la policía de Valladolid.Tras duros trayectos llegaron al hospedaje de los ladrones. El jefe de la operación dijo:- La foto coincide con esta casa, debemos entrar en grupos de tres personas por la ventana derecha e izquierda. Los diez restantes por la puerta trasera.El jefe de la operación dio el primer paso y... ¡catapum!, una pequeña bomba de relojería explotó, destruyendo la casa entera. Sólo sobrevivió un oficial, que rápidamente informó al inspector Juan que los ladrones y el dinero no estaban ahí.Al día siguiente los niños y niñas decidieron investigar ellos solos. El museo quedó rastreado de punta a punta y no se encontró nada. Un niño propuso bajar a las alcantarillas a investigar. Al momento le siguió toda la clase .La mayoría de la gente tenía miedo. De repente… ¡crrrrrrr!Esos ruidos desviaron la mirada a una puerta metálica cerca de ahí.Entraron todos instantáneamente y se encendió la luz. Los niños tenían mucho miedo.- ¡Alto, manos arriba o no queda nadie vivo!Era la banda BILEM. Un grupo de policías seguía a los niños por si acaso. Cogieron las pistolas y ¡pum! ¡pum!, dispararon a los pies de los ladrones. Estos se rindieron y así se disolvió la banda.El inspector Juan sacó una conclusión:

Page 18: Cuentos terror II

- Los ladrones debieron haber ido por las alcantarillas hasta este lugar para refugiarse y esperar a que los policías dieran el caso por perdido. Nosotros creíamos que habían montado en el helicóptero, pero eso no fue así.Al final los niños y niñas recuperaron el dinero y su calabaza se expuso en el museo durante mucho tiempo. Esta historia de halloween se recordaría durante muchos años por los niños del colegio Marina Escobar.

Carlos Olmedo.

La casa tenebrosaUn día por la tarde, un grupo de amigos compuesto por: Lucas, Adrián, Hernán y Mario quedaron con las bicis, como todos los fines de semana.Después de una hora de andar en bici, Adrián, que iba el primero dirigiendo el grupo, se despistó y se confundió de camino; pero como nadie se dio cuenta siguieron. Mario dijo a sus amigos que tendrían que haber finalizado la ruta. Daniel que tenía una vista de águila vio un cartel que ponía: “Peligro”; pero pasaron de largo. De repente Lucas se tropezó con una piedra y se cayó. Sus amigos pararon a socorrerle. Cuando Lucas se puso de pie anocheció y Hernán propuso parar porque de noche es muy peligroso.Se sentaron debajo de de un árbol, en el que estaba apoyado un búho negro y con los ojos bizcos. Adrián fue a dar una vuelta para ver si encontraba algo y gritó diciendo:

Page 19: Cuentos terror II

- ¡Socorro, auxilio!Sus compañeros salieron corriendo en busca de los gritos de Adrian; pero no le encontraron. Daniel vio una alcantarilla y dijo que a lo mejor se había caído por ese agujero.Bajaron de uno en uno y Lucas aterrorizado dijo:- ¡Aquí huele a muerto y a sangre!Siguieron en dirección a la corriente, cuando Mario se tropezó con un esqueleto. Daniel y Lucas, que eran los más miedosos, propusieron darse la vuelta y quedarse junto al árbol hasta que amaneciera; pero Hernán se lo impidió:- ¡Chicos no podemos retroceder, nuestro amigo puede correr peligro!Recorrieron 500 metros y se encontraron con el final. Mario tocó la pared para descansar, y por suerte descubrió una puerta misteriosa. Mario intento abrirla; pero no pudo, así que lo intento Daniel.- ¡Aaaah, aaaaah! ¡Tengo una araña en mi cabeza! -gritó Daniel.Los amigos le calmaron y atravesaron la puerta llena de polvo y telarañas. Encontraron enseguida la salida, pero aparecieron en una casa terriblemente tenebrosa.Las paredes estaban agujereadas con manchas negras. La puerta principal tenía un cristal roto, por el que entró un murciélago negro con las alas rojas apoyándose en la escalera de madera.Los niños estaban aterrorizados, porque el murciélago presagiaba mala suerte. Hernán escuchó unos gritos que procedían de la planta de arriba. Hernán fue el primero en dirigirse a la escalera, pero cuando apoyó un pie se rompió una tabla y aparecieron miles de ratones. Daniel que tenía fobia a los ratones casi se desmaya. Subieron de uno en uno, por temor a que se derrumbara. Todos juntos, siguieron por el pasillo y vieron todo destrozado.

Page 20: Cuentos terror II

- ¡Qué miedo! -susurró Mario.Intentaron abrir la puerta desde donde se escuchaban los gritos, la empujaron con toda su fuerza y ésta salió despedida.- ¡Socorro, ayudadme! -Volvieron a escucharse los gritos.Todos, sigilosamente, se dirigieron al armario y encontraron a Adrián temeroso y sangriento atado de pies y manos.- ¡Gracias amigos, estaba seguro de que podría contar con vosotros! -dijo emocionado Adrián.- ¿Quién te ha llevado hasta aquí? -le preguntaron con mucha intriga.- Una persona similar a un vampiro, quien me empujó, dándome con una piedra y dejándome inconsciente -replicó Adrián.Adrián, que conocía mejor la casa, propuso salir velozmente tirándose desde la ventana al árbol quemado. Justo empezaba a amanecer y corrieron a la velocidad de la luz para alejarse de esa maldita casa.El grupo de amigos, se dirigió hacia la carretera, donde un anciano que les vio muy asustados les recogió y les llevó a sus casas. Los niños les contaron lo que había sucedido a sus madres, pero ellas les dijeron que todo había sido un mal sueño.

Mario Fernández.

Page 21: Cuentos terror II

La casa de la antigua escuelaHabía sido un día agotador. Yo estaba en casa preparando mi mochila para pasar un fin de semana en casa de los abuelos de Pilar. Pilar y sus padres me recogieron y, después de una hora de viaje, llegamos a la casa, que estaba situada a las afueras de un pueblo.Los padres de Pilar se acercaron al pueblo a comprar provisiones para el sábado y domingo, y nosotras nos quedamos solas en casa.Era una casa vieja y se escuchaban ruidos por todos los sitios. Sentimos miedo y nos metimos debajo

de una cama.De pronto el suelo de madera crujió y se abrió, y caímos a un lugar increíble.Era una escuela antigua, donde los niños gritaban y corrían desesperados; nos agarraban de

la ropa y decían: "ayúdame, tengo miedo, tengo mucho calor; sácame de aquí, por favor".Los profesores corrían por los pasillos pidiendo auxilio.De pronto, sobre nuestras cabezas alguien nos decía: "vamos, salid de ahí".Nos habíamos quedado dormidas debajo de la cama, y los padres de Pilar nos estaban llamando.Todo había sido un sueño.Pero lo más sorprendente fue cuando el padre de Pilar nos contó que esa casa había sido construida en el mismo lugar donde, hacía muchos años, una escuela se había quemado y todas las personas que estaban dentro habían muerto en el incendio.

Celia María Maroto.

Page 22: Cuentos terror II

La casa encantadaHabía una vez una niña llamada Juli que vivía en una casa muy vieja en un pueblo llamado Camporredondo. Sus padres se habían quedado sin trabajo. Un día que se estaba aburriendo, comenzó a leer un libro: “Los misterios de Hallowen”.De los muchos cuentos que había, hubo uno que llamó su atención.Se trataba de una historia sobre las rutas de Camporredondo y la casa encantada que está al final del pueblo. Juli se levantó y salió de casa dispuesta a vivir una gran aventura.Mientras subía por un estrecho sendero el día comenzó a nublarse hasta tal punto que parecía que se hacía de noche más deprisa de lo normal. Además comenzó a llover; pero siguió avanzando. Estaba dispuesta a encontrar esa casa tan misteriosa.El sendero se inclinaba y se hacía cada vez más y más estrecho. Entonces comenzó a divisar una gran casa. Era horrorosa, con una gran chimenea, muchas ventanas, algunas de ellas sin cristales, el tejado se había hundido en algunas zonas. Era como si aquella casa tuviera cien años. Realmente daba miedo.Juli se encontraba frente a la puerta y comprobó que estaba abierta. Entró muy despacio. Casi había anochecido y dentro todo estaba muy oscuro. Avanzó unos pasos y de pronto la puerta se cerró a su espalda. Estaba muerta de miedo, pero siguió adelante. Unas velas se encendieron como por arte de magia y fue entonces cuando descubrió a seis niños que estaban acurrucados debajo de una mesa.

Page 23: Cuentos terror II

Eran Lucas, Hernán, Mario, Dani, Carlos y Adrián. Lucas era muy bueno jugando al fútbol; Hernán, el fuerte del grupo; Mario, el más gracioso; Carlos, el más veloz; Dani, el inteligente, y Adrián, el escalador.En la casa había muchos agujeros por donde caerse; pero Lucas llevaba una calabaza muy luminosa. Entonces, un vampiro salió de la nada, agarró a Dani y se lo llevó al techo donde estaba la bruja, que era la dueña de la casa y les dijo:- Si queréis a vuestro amigo, tendréis que matar al vampiro; pero si no lo lográis vuestro amigo morirá.Entonces Adri se subió por las columnas de la casa, obligando al vampiro a moverse. Lucas con la calabaza tiró un tiro con el pié y, con la puntería que tenía, le alcanzó en la cabeza, lo que le hizo caer; Hernán le dio un fuerte puñetazo; Carlos, de lo rápido que era, se le llevó por delante, y Juli acabó empujándole desde la ventana.La bruja liberó a Dani. Juli y todos sus amigos salieron de aquella casa y lo celebraron con una gran fiesta.

Lucas de Nicolás.

La mansión prisiónHace mucho tiempo, para ser exactos en 1893, sobre la colina de Walfork se edificó una mansión tan grande como un castillo: tres plantas, sótano, un inmenso jardín y una gran azotea desde la que se veía todo el horizonte.El señor Walt, propietario de la casa y alcalde de una ciudad vecina, era un hombre adinerado y sin escrúpulos.

Page 24: Cuentos terror II

Una noche de halloween, sin que nadie lo viera, bajó de su habitación y se encaminó hacia el cementerio de la localidad. Allí desenterró a un vecino suyo y se lo llevó hasta el sótano de la casa. Los restos del vecino eran huesos, dientes y algunas otras cosas. Como por arte de magia confeccionó un monstruo que lo llamó Frankenweenie.El monstruo tenía un estatura normal para una persona adulta. Su cabeza era ovalada, con solo cuatro pelos. Tenía un ojo bizco y el otro le faltaba; su nariz era chata, y tenía un enorme grano en la punta; los dientes finalizaban en pico, y el color de la piel era blanca, como que jamás hubiese visto el sol. En el cuerpo tenía un brazo desprendido del hombro y con un agujero en la palma de la mano; sus piernas eran delgadas y huesudas.Un tarde Frankenweenie salió del sótano con un puñal y una pala, cansado de que el señor Walt se riera de él, y, aprovechando que estaba distraído, le clavó en puñal en la espalda y le dio en la cabeza con la pala.Cuando le estaba enterrando en el jardín, pasó por allí el cartero que, al ver la escena, se asustó tanto que echó a correr y rápidamente buscó a los vecinos más cercanos y comenzó a gritar: “Hay un monstruo asesino en la colina”.La gente del pueblo quedó aterrorizada; pero con la idea de que les pudiera matar decidieron organizarse para acabar con el monstruo. Derribaron la puerta de la mansión con unos troncos de árboles, prendiendo fuego a la segunda planta y destrozaron todas las habitaciones, mas nunca encontraron al monstruo.Tras muchos días de búsqueda, los habitantes de la villa quedaron desilusionados, volviendo a sus casas, y poco a poco se fueron olvidándose de “La mansión prisión” que era así como la llamaban.

Page 25: Cuentos terror II

Construyeron una muralla entre el pueblo y la mansión y, con el paso del tiempo, la maleza se apoderó de la casa.Frankenweenie, cada vez más viejo, solo y atormentado depositaba flores sobre la tumba del señor Walt.Una mañana en primavera descubrieron un cuerpo sobre la lápida del jardín de la mansión. Al lado había crecido una rosa que perduró tras muchos años.

Pablo González.

La ciudad encantadaHace mucho tiempo había una ciudad maravillosa en la que los niños y mayores jugaban y cantaban alegremente.Un día un señor llamado Rotbar les dijo que se marchasen y que no volvieran nunca más. Los habitantes no aceptaron ya que eran sus tierras. Rotbar se fue; pero les dijo que dentro de unos años volvería.Pasaron varios años y Rotbar regresó a la ciudad con la intención, esta vez, de quedarse con ella. Los habitantes le dijeron que se fuera; pero él, que venía con un camión, se los llevó a todos a un pueblo abandonado; menos a tres niños, llamados Marta, María y Jorge.Los niños estaban muy asustados; pero Jorge, que era muy aventurero, les dijo que tendrían que ir al pueblo abandonado para salvar a los ciudadanos.Marta y María aceptaron con la condición de que si pasaba algo, él tendría que reaccionar.Los niños se encaminaron hacia el pueblo y, cuando llegaron allí, se encontraron con unas tierras solitarias,

Page 26: Cuentos terror II

llenas de cardos y flores secas. Por ellas corrían ratas malolientes perseguidas por gatos negros.Los niños al ver el pueblo se quedaron alucinados. Marta vio a Rotbar entrar dentro de una fábrica que estaba mal hecha. Ella les dijo a María y a Jorge, que ya sabía dónde estaba Rotbar. Fueron corriendo y entraron en la fábrica.Allí estaban todos los habitantes atados a unos troncos y con celo en la boca.María, Marta y Jorge les desataron y todos fueron corriendo a su ciudad a por unas armas para matar a Rotbar y acabar con él.Volvieron al pueblo abandonado y allí a golpes le mataron.Todos muy felices regresaron a su maravillosa ciudad y nunca más salieron de ella.

Lucía Herrán.

El fantasma de EscalanteSucedió el año pasado en Escalante, un pueblecillo de la costa de Cantabria.Un padre y su hijo afirmaron haber visto a un hombre de dos metros de alto, con un traje de fraile de la época medieval con ojos rojos, redondos y grandes como si fueran bombillas."El fantasma del fraile de Escalante", que así lo llaman, se dirigió hacia ellos con movimientos lentos y robóticos...Unos dicen que fue una alucinación; otros, que era un montaje; pero quienes lo vieron aseguran que era un fantasma de verdad: el de un fraile que vivió en la época medieval en el monasterio de Escalante y que ahora vaga, perdido...

Raúl.