C. P. CARMEN SEDOFEITO

Mayo 2010

Érase una vez un perro que un día se encontró con una cigüeña y se hicieron muy amigos. La cigüeña era blanca y negra y su amigo el perro, marrón.

Un día los dos salieron de paseo hacia el pueblo de San Fernando.

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Por el camino se encontraron a unos malos, que eran un lobo y un pájaro carpintero. Al verlos el lobo dijo: ¡Auuu, auuu!

El perro y la cigüeña se pusieron tristes porque tenían mucho miedo: ¡Socorro!,

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gritaban y se fueron corriendo por todo el pueblo, que era muy grande.

Tan grande era el pueblo, que los dos amigos se perdieron. No encontraban el camino y por eso no pudieron salir de allí, y el lobo y el pájaro carpintero les

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atraparon. Llamaron a sus amigos malos, que eran un oso y un león, entonces juntos los encerraron en una jaula.

Intentaron escapar pero no podían. Entonces el perro se puso a ladrar. Al cabo de un rato, un guepardo bueno, que pasaba por allí, rompió la jaula y se escaparon corriendo.

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Estuvieron corriendo mucho rato hasta que encontraron un bosque. Allí vieron a un conejo, que se llamaba Lolo, que les preguntó que por qué corrían tanto. Entonces la cigüeña y el perro le contaron al conejo que unos malos los estaban persiguiendo, y el conejo les ayudó a

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esconderse entre unos árboles que estaban muy juntos. Los malos llegaron, no los vieron y se fueron a buscar en otro sitio. Por eso los buenos le dieron las gracias al conejo.

Luego fueron a un campo que era muy bonito y con muchas flores. Allí se

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encontraron con un gato que era muy amable. El gato les preguntó: “¿Os estáis escondiendo?”. Al responderle que sí, el gato les dijo que lo siguieran y los llevó a un lugar maravilloso, donde había conejos, cigüeñas y peces.

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Se escondieron allí durante toda la noche, aprovechando para comer y dormir porque estaban muy cansados y por la mañana se despidieron del gato.

Se fueron por caminos y bosques, pero los malos los vieron y los siguieron. Se escondieron entre los arbustos y de árbol en árbol.

El perro y la cigüeña se encontraron con una tortuga, que estaba boca arriba. La pobre tortuga no paraba de patalear y la ayudaron a ponerse derecha. La tortuga les dio las gracias y les regaló un collar

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de buena suerte. El collar tenía un sol de oro y la cadena de plata.

Se despidieron de la tortuga y se fueron al campo. Entonces se encontraron con una serpiente que les dijo: “Vamos a dar un paseo”. Y el perro y la cigüeña dijeron que sí. Al rato, la serpiente dijo que se tenía que ir, porque la habían invitado a un cumpleaños.

Después de cruzar un río, llegaron a un bosque y se encontraron con los malos que estaban atrapados en un gran agujero con ramas, y aparecieron otros malos,

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más malos todavía, que eran unos cazadores de animales.

Luego los buenos, al verlos, salieron corriendo y llamaron a más animales para que les ayudaran a acabar con los cazadores.

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Llevaron a una jirafa, a un elefante, a una abeja y a un gorrión. Los cazadores vieron a tantos animales que se asustaron y se fueron corriendo.

El collar, que lo llevaba la cigüeña colgado del cuello, se iluminó e hizo que

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los malos se hicieran buenos, los buenos salvaron a los que habían sido malos y todos se hicieron amigos.

Para celebrarlo, todos los animales hicieron una fiesta. Allí bailaron y rieron durante todo el día.

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Este libro ha sido escrito e ilustrado por los alumnos/as de 2º A con la colaboración de su

tutora Francisca Gallardo del Pozo.

Se han incluido todos los dibujos presentados