RAMIRO SUÁREZ, EL REY DE UN PELADERO

LLAMADO CÚCUTA“A este pueblo miserable, ignorante, cínico y

corroncho con eso le basta y le sobra.”

“Al cucuteño promedio poco o nada le importa que Ramiro Suárez haya ordenado matar a uno de sus enemigos, que se le juzgue por el asesinato de otro, que le haya alcahueteado al Iguano la creación de hornos crematorios en Juan Frío y Puerto Santander en donde las AUC desaparecieron a más de un centenar de personas, que en su pasada administración endeudase en 150.000 millones de pesos al municipio con obras tan innecesarias como el puente de La Gazapa y que simpatizara con las fuerzas paramilitares que a mediados de la década pasada se apoderaron de la ciudad”

Pero lamentablemente lo que realmente les importa a los cucuteños son los comentarios “severos” que hacen sobre nuestra ciudad.

“Ninguno tiene derecho a responder ante lo que es evidente y que Iván Gallo ha sido claro y oportuno en mencionar. En esta ciudad nosotros hemos visto como la clase política SE HA ROBADO el progreso para mantener su statu quo y mantener escandalosamente “anchas” las brechas entre ricos y pobres durante más de sesenta años.”

“Nos encontramos donde un buen plan como lo ha dicho el Sr. Gallo acertadamente) es salir a Ventura o a Unicentro a “gorrear aire acondicionado” (en el Ventura por cierto está dañado y ya se siente calor porque la gente en su mayoría sólo se va a ‘novelear’ más que a comprar)”

“la incultura y la falta de civismo es tan evidente que con sólo ver como se parquean en los andenes del centro, cómo se mantiene la monstruosa avenida sexta y cómo pervive la porqueriza del mercado de víveres que hay en ese mismo sector es más que justo que además de peladero, a Cúcuta se le sienta como una “ciudad sin ley”.”

Los cucuteños se encuentran “indignados” por los comentarios hechos sobre su ciudad, “su hogar” pero esto es de una manera un tanto irónico ya que no se sienten indignados  cuando: “No se encuentran opciones de trabajo y progreso o ¿Dónde está el capital humano que sale de los mejores colegios? ¿A dónde va la mayoría de egresados de estas instituciones para garantizarse un mejor futuro? ¿Acaso no fueron estos mismos indignados quienes eligieron un candidato patrocinado por un criminal que desde la cárcel sigue demostrando que tiene poder?” Este tipo de indignación no nos sirve, no tienen ningún propósito, nos afectan las cosas irrelevantes mientras lo importante solo lo ignoramos.

La indignación que debemos asumir los cucuteños es sobre cambiar este llamado “peladero” y convertirlo en ciudad, para ello debemos cambiar nuestro pensamiento pobre e indignación sobre cosas sin importancias, para así convertirnos en la ciudad que debemos ser, una ciudad en la que sus ciudadanos tienen sentido de pertenencia y entendimiento propio.

¡PODEMOS HACER DE CÚCUTA UNA MEJOR CIUDAD Y PARA ELLO NECESITAMOS ENTENDER QUE LA CIUDAD

SOMOS NOSOTROS!