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CUBA 1960

En el segundo año de la Revolución, Washington desarrolla una agresiva agenda subversiva que culmina en la batalla de Playa Girón

La guerra La guerra encubierta encubierta de la CIAde la CIA

Por ANDRÉS ZALDÍVAR DIÉGUEZANDRÉS ZALDÍVAR DIÉGUEZ

Autor no identifi cado

La Primera Declaración de La Habana, la más contundente respuesta cubana a aquella encerrona diplomática perpetrada en el seno de la OEA durante el cónclave de Costa Rica, agosto de 1960.

CUANDO se rememoran hechos históricos es fre-cuente que las valoracio-

nes se circunscriban a aspectos fundamentales del hecho recor-dado y no a otro u otros a él es-trechamente vinculados. A fuer de repetirse, aquellos nexos se invisibilizan. Lo expresado anteriormente es válido para el análisis de hechos de impor-tancia extrema de nuestra his-toria, relacionados o vinculados con la operación anticubana que trajo consigo la invasión por bahía de Cochinos, en abril de 1961, por parte de la denomi-nada Brigada 2506, cuyos com-ponentes habían sido entrena-dos, abastecidos de medios de guerra, fi nanciados y dirigidos por el Gobierno de los Estados Unidos a través de la CIA.

El plan de la CIA del que se derivó aquella invasión, el Programa de acción encu-bierta contra el régimen de Castro, había sido aprobado por el presidente Dwight D. Eisenhower el 17 de marzo de 1960, pero no fue sino hasta 15 años después que comenzó a conocerse fragmentariamente por el gran público, al citarse en

el informe del Comité Selecto del Senado para el estudio de operaciones gubernamentales de Inteligencia (la denominada Comisión Church).

Dicho informe revelaba que el proyecto subversivo cons-taba de cuatro direcciones: la creación de un “frente político” contrarrevolucionario en Mia-mi para esconder tras él al Gobierno de los Estados Uni-dos; la ofensiva propagandísti-ca; una red terrorista interna de “inteligencia y acción”; y el entrenamiento de fuerzas pa-ramilitares en el exterior, para su infi ltración posterior con el fi n de que dirigieran las fuerzas insurgentes en las montañas. Una nueva desclasifi cación par-cial, en 1991, de aquel documen-to redactado por la CIA, con-fi rmaba que aquellos eran los componentes o direcciones de la actividad anticubana recto-radas por la tenebrosa agencia a partir de marzo de 1960.

Otras direcciones, poco reconocidas como tales

A partir de lo expresado antes, algunos autores han afi rmado,

erróneamente, que el plan que condujo a la invasión por bahía de Cochinos solo constaba de aquellos cuatro componentes, sin especifi car que eran los que correspondían a la CIA. Los hechos, tozudos, han ido mostrando que existían otras importantes direcciones de trabajo, que formaban parte intrínseca de aquel vasto ac-cionar contra la Revolución Cubana del Gobierno de los Estados Unidos, no incluidas en el Programa de Acción Encubierta, debido a que su rectoría no correspondía a la CIA o porque debido a su máxima sensibilidad –en el caso de los planes de asesinato del Comandante en Jefe Fidel Castro– no debían incluirse en un documento que debía ser aprobado por el Presidente.

Otras formas de agresión propuestas, que desde aquel año Cuba tuvo que sufrir –y que reforzadas aún tiene que resistir–, fueron las presiones económicas que dieron ori-gen al bloqueo económico, co-mercial y fi nanciero contra el país; las acciones encamina-das a su aislamiento político,

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Dentro de estas acciones para aislar a la Revolución Cubana, resalta la dramatur-gia llevada a escena durante la 7a reunión de Cancilleres de países miembros de la OEA de San José de Costa Rica, realizada del 22 al 29 de agosto de 1960.

Curiosamente, su convo-catoria se derivó de la misma medida de presión económica contra Cuba con respecto a la cual Fidel dijera que había sido la primera agresión relacio-nada con la invasión. Nos re-ferimos a la legislación azuca-rera aprobada en el Congreso estadounidense el 27 de junio de 1960, que daba autoridad al Presidente para reducir la cuota cubana en el mercado de aquel país. El 6 de julio el pre-sidente Dwight D. Eisenhower canceló la compra de las 700 000 toneladas que restaban de la cuota de 1960, en la creencia de que desestabilizaría la economía y con ello, cuajaría una oposición mayoritaria a la Revolución. Pero la ayuda solidaria no se hizo esperar, y el 9 de julio el premier sovié-tico Nikita Jruschov anunció la adquisición del azúcar que Estados Unidos no compraría.

Aquel gesto solidario fue acompañado del comentario de que los artilleros de aquel país podían apoyar al pueblo cubano con el fuego de sus cohetes en el caso de una in-tervención militar a la Isla. La actitud soviética sirvió de pre-texto para la solicitud formal por el Gobierno peruano de la 7a Reunión de Cancilleres, que unifi có a los gobiernos oligár-quicos del continente en res-paldo a la política estadouni-dense contra nuestro país.

La OEA, como siempre, an-tes y después, se hizo de oídos sordos a las denuncias de la de-legación cubana, la cual demos-tró que la verdadera amenaza para América Latina provenía de los Estados Unidos. Fueron lapidarias las palabras de Raúl Roa, al abandonar aquel cón-clave “en unión de los pueblos de América”. Fue en aquellas jornadas donde ganó el epíteto de Canciller de la Dignidad, que también ostenta en la Venezuela bolivariana el entonces titu-lar para la política exterior de aquel país, Ignacio Luis Arcaya, quien renunció a su cargo tras negarse a avalar con su fi rma la espuria Declaración de San José de Costa Rica.

La Primera Declaración de La Habana

El “cordón sanitario” alrededor de la Isla, en la que aquella 7a reunión de la OEA desempeña-ba un importante papel, pues perseguía un objetivo superior: facilitar el triunfo de la vasta operación anticubana en mar-cha desde meses atrás. La diri-gencia revolucionaria era cons-ciente de lo que estaba en juego, en momentos de medidas ex-tremas de presión para estran-gular la economía; de acciones terroristas multiplicadas con-tra los centrales azucareros, plantaciones cañeras y centros laborales de todo tipo; de una propaganda radial subversiva

Autor no identifi cado

El presidente yanqui Eisenhower dio su autorización al Programa de Acción Encubierta contra el régimen de Castro, cuyo contenido no se reveló hasta 15 años después.

diplomático, cultural, educa-cional, académico, deportivo y en esferas de las relaciones internacionales, así como los procedimientos conducentes a la directa intervención militar estadounidense en el confl icto.

Muchas operaciones anti-cubanas, de aquel momento y posteriores, respondían a algunos de estos aspectos, y al rememorarlos habitual-mente no se le hace justicia a la relación existente entre ellas y la invasión por bahía de Cochinos.

La guerra económica y diplomática

Con frecuencia se obvia que fue, como parte de la misma estrategia anticubana que culminó en bahía de Cochinos, que se adoptaron las medi-das de presión contra Cuba que dieron origen al bloqueo. Poco se recuerda que fue el propio Comandante en Jefe el que expresó el 23 de abril de 1961, pocos días después de la victoria en Playa Girón, que aquella agresión había co-menzado por la economía, al suprimirse la cuota azucare-ra cubana en el mercado es-tadounidense. Los que con-sulten el acta de la reunión en que se aprobó el Programa de Acción Encubierta de la CIA del 17 de marzo de 1960, apreciarán que las medidas que más se valoraron fueron, precisamente, las de carácter económico.

Paralelamente, Washington desarrolló su estrategia de ais-lamiento internacional de Cuba que, aunque se menciona den-tro de las acciones anticubanas del momento, generalmente no se valora como componente intrínseco de la voluntad con-trarrevolucionaria gestada por el Gobierno estadounidense, la cual tuvo su culminación en el desastre protagonizado por la Brigada 2506.

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EFEMÉRIDES DE ABRIL

de máxima agresividad desde la salida al aire el 17 de mayo de la emisora conocida como Radio Swan; de la concentra-ción de fuerzas insurgentes en las montañas; así como de manifestaciones y amena-zas sistemáticas de invasión del exterior.

Sobrevino entonces la más contundente respuesta cubana a aquella encerrona diplomáti-ca perpetrada en el seno de la OEA. En la histórica Plaza de la Revolución, el 2 de septiembre de 1960, un mar de pueblo, cons-tituido en Asamblea General Nacional aprobó la Primera Declaración de La Habana, en la que se condenó enérgica-mente la intervención abierta y criminal que durante más de un siglo había ejercido el impe-rialismo yanqui sobre todos los pueblos de nuestra América.

Al condenar la explotación del hombre por el hombre y por extensión, a la de los paí-ses subdesarrollados por el capital fi nanciero imperialista, esta Declaración prefi guraba la proclamación del carácter

socialista de la Revolución, llevada a cabo meses después durante el sepelio de las vícti-mas de los bombardeos mer-cenarios, en abril de 1961.

Simultáneamente, en este mismo mes, las milicias desa-rrollaron una vasta operación militar que restó beligerancia a los alzados, aparte de capturar algunos de los más importantes jefes contrarrevolucionarios. La CIA entonces modifi có el plan original y comenzó a planifi car el desembarco anfi bio de una brigada mercenaria, el que fi -nalmente se realizó por bahía de Cochinos en abril de 1961 y cul-minó en una colosal derrota.*Doctor en Ciencias Históricas. Presidente de la Filial en La Habana de la Unión de His-toriadores de Cuba.

Toda aquella agenda agresiva de Washington contra Cuba en 1960 culminó un año después, en su colosal derrota de Playa Girón.

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Fuentes consultadasLos libros La guerra encubierta, de Tomás Diez Acosta y El rostro oculto de la CIA. Antesala de Playa Girón, de Manuel Hevia Frasquieri y Andrés Zaldívar Diéguez. La compilación Playa Girón Victoria de pueblos.

SEGUNDA QUINCENA

17 (1961) Inicio de la Batalla de Playa Girón, en la cual el pueblo cubano derrota en 66 horas a una brigada invasora organizada, entrenada y per-trechada por el Gobierno de los Estados Unidos.

18 (1965) Fallece el destaca-do dirigente comunista cuba-no César Escalante Dellundé. ANIVERSARIO 55.

19 (1980) Marcha del Pueblo Combatiente por la Quinta Avenida capitalina en respal-do a la posición del Gobierno Revolucionario en relación con los sucesos de la Embajada del Perú en La Habana. ANIVERSARIO 40.

21 (1965) Fallece el relevan-te independentista y antimpe-rialista puertorriqueño Pedro Albizu Campos, gran amigo de la Revolución Cubana. ANIVERSARIO 55.

24 (1965) Una columna inter-nacionalista cubana, coman-dada por el Che, llega a suelo congolés y contacta con el movimiento de liberación na-cional de ese hermano país. ANIVERSARIO 55.

24 (1980) Muere el notable escritor cubano Alejo Car-pentier. ANIVERSARIO 40.

28 (1965) Tropas estadouni-denses invaden República Dominicana para neutralizar a un movimiento cívico militar di-rigido por jóvenes ofi ciales pro-gresistas. ANIVERSARIO 55.

29 (1960) Fidel entrega al Ministerio de Educación el otrora cuartel Goicuría, en Matanzas, para que allí ra-dique un centro docente. ANIVERSARIO 60.