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La casuística de las fábricas de tabacos en España: apuntes para una contextua- lización histórica L a importación del tabaco desde las colo- nias americanas y el inicio de su con- sumo en España constituyeron el origen de la creación de factorías de producción tabacalera controladas por la Corona, que instauró un régimen hacendístico especial con el establecimiento del Estanco del Tabaco en el S.XVII. La producción taba- calera en España se consolidó a raíz del citado monopolio reportando beneficios directos a la Real Hacienda por su grava- ción como producto suntuario. Con la expansión del consumo de los productos tabacaleros y el pernicioso contrabando que se instalaba en los puertos peninsula- res a los que llegaba la materia prima, la Renta de Tabacos tomaría conciencia de la importancia de extender una red que afianzase su posición a escala territorial y que apoyase el estanco sobre la fabricación del tabaco. La fundación de los diversos centros fabri- les tabacaleros en España comenzó a mediados del S.XVIII con la construcción de la Real Fábrica de Tabacos de Sevilla planteada en su momento como gran cen- tro neurálgico de la fabricación del pro- ducto tabacalero y apoyada por la filial fundada poco tiempo después en Cádiz para la fabricación exclusiva de tabaco de humo o cigarros. Sin embargo, la exten- sión de la red industrial tabacalera no se acometió de forma inmediata y homogé- nea, si no que se llevó a cabo de forma escalonada y siguiendo una localización radial con centro en Madrid. 1 A este res- pecto, tras la fundación de las factorías sevillana y gaditana, se sucedieron tres generaciones de fábricas agrupadas en ter- nas: Alicante, A Coruña y Madrid en el pri- mer tercio del S.XIX; Santander, Gijón y Valencia, en el tercio central del S.XIX; y Bilbao, San Sebastián -cuya relevancia en detrimento de la fábrica bilbaína provocó el temprano cierre de esta última- y Logroño en el último tercio del S.XIX. A estas fábricas decimonónicas se añadirían los proyectos tardíos de Tarragona y Málaga en la década de los veinte del S.XX. 2 La privatización del sector a finales del S.XX supuso el cierre de la mayor parte de las tabacaleras centenarias remanentes que constituían una rémora para la pro- ducción, dejando en el paisaje urbano espacios fabriles abandonados que pasarí- an a valorarse por sus cualidades históri- co-culturales. El estudio de estos vestigios tabacaleros como patrimonio industrial arquitectónico viene caracterizado por los diversos campos de interés que conforman su casuística particular en su interpreta- ción a través de la mirada contemporánea, imbricando sus dimensiones territorial y Carolina Castañeda López Las fábricas de tabacos en España (1731-1945) Planteamientos proyectuales y referentes arquitectónicos de un modelo espacial productivo en evolución Palabras clave: Fábricas de Tabacos, Monopolio del tabaco, Invariantes arquitectóni- cos, Referentes tipológicos, Espacio productivo, Planteamientos proyectuales, Manufactura, Patrimonio industrial Arquitectónico, Arquitectura industrial. Los primeros momentos de la producción industrial en España conformaron un labo- ratorio de soluciones, no sólo por los planteamientos relativos a los nuevos métodos de producción, sino por la formulación de la arquitectura que debía dar respuesta a una nueva temática funcional hasta entonces inexistente. En el caso de las fábricas de tabacos en España, estas circunstancias, unidas al origen manufacturero de la actividad, marcaron su producción arquitectónica, la cual se produjo tanto por la asimilación de referentes de otros tipos arquitectónicos, como por el aporte de la expe- riencia ingenieril de sus proyectistas. Los ingenieros de las tabacaleras españolas tuvieron muy en cuenta la relación de la fábrica con su entorno y con el propio espa- cio productivo, trascendiendo la mera significación funcional. Todos estos aspectos, junto con el prominente papel del monopolio hacendístico del tabaco en el panorama productivo territorial peninsular, coadyuvó a la materialización de una arquitectura particular desarrollada de forma independiente a las teorías y corrientes coetáneas en materia de arquitectura industrial. CUADERNO DE NOTAS 17 - 2016 FÁBRICAS DE TABACOS ARTÍCULOS 19 Carolina Castañeda López Arquitecta por la Universidade da Coruña y Máster en Conservación y Restauración del Patrimonio Arquitectónico por la Universidad Politécnica de Madrid, está final- izando su tesis doc- toral en dicho progra- ma de doctorado. Coordina el Proyecto Red PHI Patrimonio Histórico+cultural Iberoamericano y el Aula de formación G+I_PAI Gestión e Intervención en el Patrimonio Arquitectónico e Industrial en la Universidad Politécnica de Madrid. Es miembro de la junta directiva de INCUNA y colabo- ra con esta entidad y con TICCIH-España.

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  • La casuística de las fábricas de tabacosen España: apuntes para una contextua-lización histórica

    La importación del tabaco desde las colo-nias americanas y el inicio de su con-

    sumo en España constituyeron el origende la creación de factorías de produccióntabacalera controladas por la Corona, queinstauró un régimen hacendístico especialcon el establecimiento del Estanco delTabaco en el S.XVII. La producción taba-calera en España se consolidó a raíz delcitado monopolio reportando beneficiosdirectos a la Real Hacienda por su grava-ción como producto suntuario. Con laexpansión del consumo de los productostabacaleros y el pernicioso contrabandoque se instalaba en los puertos peninsula-res a los que llegaba la materia prima, laRenta de Tabacos tomaría conciencia de laimportancia de extender una red queafianzase su posición a escala territorial yque apoyase el estanco sobre la fabricacióndel tabaco.

    La fundación de los diversos centros fabri-les tabacaleros en España comenzó amediados del S.XVIII con la construcciónde la Real Fábrica de Tabacos de Sevillaplanteada en su momento como gran cen-tro neurálgico de la fabricación del pro-ducto tabacalero y apoyada por la filialfundada poco tiempo después en Cádizpara la fabricación exclusiva de tabaco de

    humo o cigarros. Sin embargo, la exten-sión de la red industrial tabacalera no seacometió de forma inmediata y homogé-nea, si no que se llevó a cabo de formaescalonada y siguiendo una localizaciónradial con centro en Madrid.1 A este res-pecto, tras la fundación de las factoríassevillana y gaditana, se sucedieron tresgeneraciones de fábricas agrupadas en ter-nas: Alicante, A Coruña y Madrid en el pri-mer tercio del S.XIX; Santander, Gijón yValencia, en el tercio central del S.XIX; yBilbao, San Sebastián -cuya relevancia endetrimento de la fábrica bilbaína provocóel temprano cierre de esta última- yLogroño en el último tercio del S.XIX. Aestas fábricas decimonónicas se añadiríanlos proyectos tardíos de Tarragona yMálaga en la década de los veinte delS.XX.2

    La privatización del sector a finales delS.XX supuso el cierre de la mayor parte delas tabacaleras centenarias remanentesque constituían una rémora para la pro-ducción, dejando en el paisaje urbanoespacios fabriles abandonados que pasarí-an a valorarse por sus cualidades históri-co-culturales. El estudio de estos vestigiostabacaleros como patrimonio industrialarquitectónico viene caracterizado por losdiversos campos de interés que conformansu casuística particular en su interpreta-ción a través de la mirada contemporánea,imbricando sus dimensiones territorial y

    CarolinaCastañeda López

    Las fábricas de tabacos en

    España (1731-1945)Planteamientos proyectuales y referentes arquitectónicosde un modelo espacial productivo en evolución

    Palabras clave: Fábricas de Tabacos, Monopolio del tabaco, Invariantes arquitectóni-cos, Referentes tipológicos, Espacio productivo, Planteamientos proyectuales,Manufactura, Patrimonio industrial Arquitectónico, Arquitectura industrial.

    Los primeros momentos de la producción industrial en España conformaron un labo-ratorio de soluciones, no sólo por los planteamientos relativos a los nuevos métodosde producción, sino por la formulación de la arquitectura que debía dar respuesta auna nueva temática funcional hasta entonces inexistente. En el caso de las fábricasde tabacos en España, estas circunstancias, unidas al origen manufacturero de laactividad, marcaron su producción arquitectónica, la cual se produjo tanto por laasimilación de referentes de otros tipos arquitectónicos, como por el aporte de la expe-riencia ingenieril de sus proyectistas. Los ingenieros de las tabacaleras españolastuvieron muy en cuenta la relación de la fábrica con su entorno y con el propio espa-cio productivo, trascendiendo la mera significación funcional. Todos estos aspectos,junto con el prominente papel del monopolio hacendístico del tabaco en el panoramaproductivo territorial peninsular, coadyuvó a la materialización de una arquitecturaparticular desarrollada de forma independiente a las teorías y corrientes coetáneasen materia de arquitectura industrial.

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    Carolina CastañedaLópezArquitecta por laUniversidade daCoruña y Máster enConservación yRestauración delPatrimonioArquitectónico por laUniversidadPolitécnica deMadrid, está final-izando su tesis doc-toral en dicho progra-ma de doctorado.Coordina el ProyectoRed PHI PatrimonioHistórico+culturalIberoamericano y elAula de formaciónG+I_PAI Gestión eIntervención en elPatrimonioArquitectónico eIndustrial en laUniversidadPolitécnica deMadrid. Es miembrode la junta directivade INCUNA y colabo-ra con esta entidad ycon TICCIH-España.

  • urbana, arquitectónica y espacial-produc-tiva, propias de la realidad multiescalareste conjunto de bienes patrimoniales.

    Las dimensiones de las fábricas de taba-cos en España: niveles de interpreta-ción para una lectura proyectual

    En términos territoriales, la expansióngeográfica de la producción tabacalera seprodujo en urbes con puerto de mar o flu-vial -a excepción de los casos de Logroño yMadrid- y en localidades distanciadasentre sí, facilitando el abastecimiento delas factorías y optimizando la distribuciónposterior a las expendedurías locales. Deesta forma, se trataba de consolidar yorganizar una realidad informal surgida dela elaboración clandestina del productotabacalero en los enclaves portuariosreceptores de hoja de tabaco y se sentabanlas bases para un dominio territorial de laproducción y comercio que ostentaba laRenta del Tabaco.

    Por otra parte, las tabacaleras marcaban elritmo del barrio en el que se ubicaban yestablecían unas peculiares condicionesde borde con su entorno. Siguiendo lospreceptos higienistas de la época, las fábri-cas de tabacos se localizaron en su mayorparte en el límite del núcleo urbano conso-lidado como pieza que ejercía de rótulaentre la periferia rural y la ciudad. De estaforma, la urbanización aparejada a la pre-sencia de las fábricas tabacaleras no sóloestructuraba las dinámicas de la propiafábrica en el flujo de mano de obra y pro-ducto, sino que actuaba como polo dina-mizador de la expansión urbana y comoelemento creador de ciudad.

    En el ámbito arquitectónico, los inmueblesque albergaron la actividad productiva deltabaco se materializaron según una confi-guración claustral en torno a patios queconstituía el principio ordenador del con-junto, proporcionando luz y ventilación alinterior de los talleres. Estos últimos cons-tituían la unidad básica espacial del ámbi-to productivo, que se contraponía a la fun-ción representativa de las estancias admi-nistrativas y la vivienda del director, pola-rizando el complejo fabril. A través de estaorganización claustral, se garantizaba laclausura respecto al ámbito exterior y elespacio interior se erigía como instrumen-to de control de la mano de obra, materia-lizándose en un sistema de mecanismos devigilancia similares a otros tipos de arqui-tecturas coercitivas como cárceles, cuarte-les o conventos (Selvafolta 1985). La distri-bución en torno a patios permitía unmayor control del personal empleado, con-fluyendo los recorridos del mismo única-mente hacia el interior y hacia un únicoacceso en el que las operarias eran some-tidas a un riguroso registro.

    La arquitectura fabril tabacalera enEspaña se caracterizó por una tensión dia-

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    La ubicación periféricade las tabacalerasespañolas como ele-mento catalizador delcrecimiento urbano.En la parte superiorizquierda, ortofoto de2015 del emplaza-miento de la Fábricade Tabacos deMadrid; en la parteinferior, de izquierdaa derecha, cartografíahistórica y ortofoto dela zona de los años1808, 1873 y 1956respectivamente.(Fuente: elaboraciónpropia a partir de laplanimetría del visorcartográfico “Planea”de la Comunidad deMadrid, ref. web 1).En la parte superiorderecha, vista de laGlorieta deEmbajadores con lafábrica madrileña defondo (Fotógrafo:Carolina Castañeda,2015).

    Distribución geográfi-ca de los casos deestudio abordados enla investigación detesis doctoral de laautora sobre las fábri-cas de tabacos enEspaña. (Fuente: ela-boración propia).

  • léctica entre el carácter representativo dela fachada y la mutabilidad del interior,sujeto a las condiciones propias de unespacio productivo. Esta doble condiciónse manifestó en la preocupación estéticapropagandística de la envolvente exterior através de un lenguaje arquitectónicosolemne y culto, expresión del gusto esti-lístico de la época o de las tendenciasregionalistas del lugar. Sin embargo, larealidad interior de constante mutabilidadsometida a los cambios organizativos de laproducción y a la evolución de una indus-tria manufacturera hacia la mecanizaciónde todas las fases de elaboración, generóuna suerte de maridaje estilístico que semantendría como aspecto intrínseco pro-pio de la arquitectura fabril tabacalera.

    En cuanto a la configuración del espaciodel trabajo, el proceso productivo estabaintegrado fundamentalmente por tresfases: el pretratado de la materia, el liado otorcido en el taller y las fases finales deempaquetado y encelofanado. El procesose iniciaba con la llegada de la materiaprima desde el puerto a la tabacalera,donde se almacenaba en espacios poco ilu-minados y con un grado de humedadconstante, para lo cual se elegían estan-cias caracterizadas por una condición casihermética. Tras la selección de la hoja, seiniciaba la fase de pretratado de la materiaprima, pasando al taller de desvenadodonde se eliminaba el tallo central, yhumedeciéndola posteriormente en la zonade moja para dotarla de mayor trabajabili-dad. Posteriormente, se procedía al oreo en

    el que se eliminaba el exceso de humedad,tarea para la que se elegían estancias conmayor grado de ventilación y soleamiento.En caso de que su destino fuese el rellenoo tripa del cigarro o la adopción de la formade picadura para el liado, se introducía enmáquinas picadoras que le daban su aca-bado final.

    Como se puede apreciar, todo este tipo detareas carecían de la meticulosidad delliado y generaban gran cantidad de resi-duos, por lo que se ubicaban generalmen-te en planta baja a la cota de entrada ysalida del producto. A medida que seascendía verticalmente en las fábricas, lalabor se volvía más refinada, localizandolos talleres de liado y las tareas de empa-quetado y encartonado en las plantassuperiores caracterizadas por una mayordiafanidad y mejores condiciones de venti-lación e iluminación.3

    El proceso productivo constituía el ele-mento conector de los distintos espaciosfabriles en una arquitectura caracterizadapor cierta indeterminación programáticadebida al origen manufacturero de la acti-vidad. Pese a la racionalización del proce-so y la sofisticación de las técnicas, estastres fases productivas mantendrían a lolargo del tiempo tanto su localización físi-ca en la fábrica como su marcada división.De igual forma, cabe destacar la distinciónde dos periodos muy significativos dentrode la historia de la producción tabacaleraen España: la primera fase de producciónmanufacturera con tintes preindustriales -

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    La diversidad cualita-tiva de los espaciosde trabajo de lastabacaleras se corres-pondía con la distribu-ción vertical de lastareas que producíauna suerte de estrati-ficación ambiental delas estancias de labo-reo. Imágenes de laFábrica de Tabacosde Gijón: taller dedesvenado fuerte ytaller de cigarrillossuperiores (izquierda)y almacén de tabacosen rama que ocupabael antiguo espacioeclesial del conventoen el que se instaló lafábrica gijonesa.(Fotógrafo: JulioPeinado, 1909.Fuente: Fototeca deAsturias, Museo delPueblo de Asturias,25555, 25559 y25561).

  • S.XVIII y S.XIX- y la época impulsora de lamecanización de todas las fases producti-vas de la Compañía Arrendataria deTabacos (CAT) -finales del S.XIX hasta1945- con la reestructuración de las fábri-cas en términos de renovación técnica yorganizativa, instaurando una racionaliza-ción de la producción y del espacio fabril.

    El papel de los proyectistas: la concep-ción proyectual y la resolución de losproblemas planteados

    En las consideraciones relativas a una lec-tura proyectual de las fábricas de tabacosen España no se debe omitir el importantepapel que ejercieron los proyectistas queacometieron la tarea de dar respuestaarquitectónica al nuevo tema que confor-maba la función industrial tabacalera. Deigual forma, el ámbito disciplinar al quepertenecían contribuiría a una formaliza-ción concreta de estos establecimientosindustriales, ayudando a configurar suimagen y sus cualidades espaciales, asícomo el papel que desempeñarían en surelación con el entorno y con el espacioproductivo interior.

    Las fábricas de tabacos en España fueronconcebidas principalmente por ingenieros,militares en los primeros momentos -en elcaso de la Real Fábrica de Tabacos deSevilla- y posteriormente por ingenieros alservicio del monopolio hacendístico deltabaco. Desde la disciplina ingenieril se

    plantearían muchos temas que revestiríangran importancia para el desarrollo de estaarquitectura puesto que el papel del arqui-tecto -fueron pocos los que desarrollaronun proyecto de nueva planta o de reformade un edificio preexistente- siempre era elde colaborador del ingeniero, suministran-do soluciones que tenían que ver más conla composición lingüística o estilística de lafachada y de los interiores.

    Para entender el alcance de las reflexionesde estos proyectistas, es importante recor-dar que la fábrica como categoría tipológi-ca fue objeto de la tratadística de los siglosXVIII y XIX atendiendo, no sólo a susrequerimientos espaciales, sino también asu implantación en la periferia urbana y alas condiciones idóneas de su ubicacióntanto en el aspecto topográfico como en lacercanía de recursos indispensables -comoel abastecimiento de agua y las infraes-tructuras de transporte-.4 Los ingenierosque abordaron la concepción de las taba-caleras españolas se movieron en unmarco cultural y epistemológico en el queel conocimiento de dichos tratados influyóen las reflexiones sobre el papel que lasfábricas de tabacos en España debían ejer-cer como proyecto de arquitectura de unanueva tipología. La relevancia y dificultadde la concepción proyectual de estosinmuebles radicaba en el hecho de que sedebía dar respuesta arquitectónica a unafunción que nunca había existido hastaentonces. No contando con precedentesarquitectónicos que sirviesen de referen-tes, los proyectistas abordaron la resolu-ción del problema planteado inspirándoseen los modelos existentes de la arquitectu-ra culta, configurando un laboratorio desoluciones en el que la nueva arquitecturaincorporaría aportaciones de otros tipos demuy diverso origen.

    No resulta menos significativo el hecho deque a inicios del S.XIX Jean-Nicolas-LouisDurand en su Précis des leçons d’architec-ture données à l’École royale polytechni-que de 1819 tratase de facilitar el ejerciciode la arquitectura a los ingenieros, inci-diendo más en el programa del edificiocomo exigencia proyectual para las nuevastemáticas funcionales y oponiéndose a lavoluntad de permanencia formal que estáimplícita en el concepto de tipo arquitectó-nico.5 Por tanto, una vez sentadas lasbases compositivas en los primeros pro-yectos de fábricas de tabacos en España,los ingenieros de la compañía adaptarondichas soluciones en las sucesivas funda-ciones tabacaleras, introduciendo con eltiempo las lógicas variaciones provenientesde la propia evolución técnica y organizati-va del espacio productivo.

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    Esquema general dela relación interna delos espacios producti-vos y ejemplificaciónen los cuatro casosque se analizaránposteriormente. Desdela parte superior,Sevilla, SanSebastián, Valencia yTarragona. (Fuente:elaboración propia apartir del plano reali-zado por el ingenierode la fábrica en 1927,Archivo HistóricoProvincial de Sevilla,PL173; la planimetríafacilitada por el estu-dio TAU. Taller deArquitectura yUrbanismo; planime-tría en Teixidor yHernández 2000: 203;y “Planta General dela Fábrica de Tabacosde Tarragona”,Archivo de la Fábricade Tabacos deTarragona, ArxiuMunicipal deTarragona).

  • Así pues, todo este proceso resulta de unaprofunda reflexión de un proyectista con-creto que tiene unas inquietudes determi-nadas en su figura ingenieril y que bebe delos referentes histórico-culturales arqui-tectónicos. Además, los invariantes queperduran en esta arquitectura a través delos casos estudiados cuentan con la signi-ficación de estas primeras inspiraciones enotros tipos arquitectónicos que, más queanacronismos, se instauraron como recur-sos proyectuales que caracterizaron e indi-vidualizaron las fábricas de tabacos enEspaña como producción arquitectónicaparticular.

    Referentes tipológicos para una nuevafunción: la permanencia de invariantesarquitectónicos

    Durante el S.XVIII, la falta de modelos enla concepción de una arquitectura propiade la actividad industrial conllevó a lareproducción de esquemas espacialesanteriores sin crear un orden arquitectóni-co nuevo, planteando una búsqueda dereferentes por parte de los proyectistas enotros tipos de arquitectura. Junto al len-guaje académico y racionalista propio de laideología del despotismo ilustrado, las pri-meras arquitecturas fabriles se convertirí-an en un laboratorio de soluciones quebebía del lenguaje arquitectónico culto yde la experiencia de la ingeniería militar(Hernando 1989).

    En el caso de las fábricas de tabacos enEspaña, pese a su variada casuística,poseían una serie de invariantes comunesen relación a las cualidades arquitectóni-cas y espaciales en las que se desarrollabala producción y que acompañaban a laevolución del proceso productivo tabacale-ro. Nos encontramos ante un tipo de arqui-tectura industrial que no está sujeta a unmodelo arquitectónico propio, sino a unmodelo espacial productivo particular, y esdicho modelo espacial y su evolución entérminos tecnológicos y organizativos elque determinaría una materialización con-creta de la arquitectura que lo albergaría,así como su transformación. La constata-ción de un modelo de espacio productivotabacalero permite la observación de unaserie de invariantes arquitectónicos yurbanos que perduran a lo largo de esteproceso, fruto de una serie de condicio-nantes proyectuales de partida heredadosde la concepción arquitectónica de los pri-meros tiempos del Estanco del Tabacosobre cómo debía ser una fábrica de taba-cos perteneciente a un monopolio estatal yqué formalización concreta adoptaría en laciudad en su papel de rótula entre la peri-feria urbana y el núcleo consolidado.

    Para comprender el significado de estosinvariantes en la evolución de la industriatabacalera y en la arquitectura concreta através de la cual se materializa, resultafundamental el análisis de los referentesculturales históricos de los que bebieronlos proyectos fabriles tabacaleros. En elcaso español, se extraerían característicasde otros modelos ensayados en el extranje-ro -especialmente, el ejemplo francés- quecombinados con las características propiasde la tradición arquitectónica españolaproducirían una casuística particular delas arquitecturas fabriles tabacaleras.

    Dos son los invariantes fundamentalesque reflejan la inspiración de las fábricasde tabacos en España en otros tipos arqui-tectónicos: la fachada como elementorepresentativo del conjunto y el empleo delpatio como recurso configurador del espa-cio. La fachada adquirió una significaciónpropia como lienzo sobre el que se volcabael mayor esfuerzo compositivo del edificiopor su papel de elemento de diálogo con elentorno próximo. No en vano, pese a lafunción industrial del inmueble, la envol-vente remarcaba la pretendida significa-ción o dignificación del mismo por su per-tenencia a un monopolio hacendístico tanrelevante como el del tabaco. Las primerasrealizaciones de la Renta del Tabaco inspi-radas en los tipos palaciegos instauraronuna imagen fabril de aspecto clasicista ysolemne que, no obstante, se alineaba conlos preceptos ilustrados y racionalistaspromulgados en el seno de las academias.Posteriormente, con los historicismos delS.XIX -que en el caso tabacalero españolse prolongan hasta las primeras décadasdel S.XX- las fuentes de inspiración para lacomposición de fachada pasarían a deno-tar el gusto estilístico de la época o lasvariantes regionalistas del lugar, en con-traposición a las vanguardistas estructu-ras de hormigón armado que se disponíanen el interior.

    Por otra parte, la permanencia del patiocomo principio ordenador de los conjuntosfabriles tabacaleros en España remite a lainspiración de éstos en modelos de espa-cios coercitivos -conventos, cuarteles, cár-celes, etc.-, como esquemas articuladoresque respondían al alojamiento de unaingente cantidad de personas en un espa-cio que debía ser, a su vez, controlado. Portanto, la lógica de la ordenación espacialobedecía a la voluntad racionalizadora delproceso de producción en la localizaciónfuncional subordinada al inmueble quegeneraba sus propios mecanismos espa-ciales de sistematización y control del pro-ducto y del trabajador. Se trataba de una

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  • suerte de acción moralizante del espacio através elementos como barrotes, pasillosde circunvalación y recorridos convergen-tes hacia el interior de la fábrica, de formaque tras la fachada de carácter palaciegose escondía un auténtico espacio de reclu-sión, garantizando el orden y la disciplina(Selvafolta 1985).

    Por otra parte, el patio como recurso decomposición espacial se ha dado en distin-tos modelos históricos de origen religioso,agrícola (Selvafolta 1985) y residencial(Urrutia 1982: 122), de forma que comoprincipal elemento ordenador de las fábri-cas tabacaleras en España se vincula condiversos tipos y programas funcionales dela tradición arquitectónica. Estos modelosde inspiración enfatizan la representativi-dad que se quería otorgar a las fábricas detabacos en España, vinculándolas a unprincipio ordenador que, a lo largo de lahistoria, ha estructurado edificios dediversa índole, tanto militares -cuarteles,fortalezas- como civiles -ciertas tipologíashospitalarias, prisiones- o religiosos -cole-gios, conventos-. De esta forma, se com-prueba que la configuración claustral enlas fábricas de tabacos en España ha ser-vido para articular las diversas funcionesalojadas en el seno de las mismas a travésde un elemento espacial que, como se verá,expandió progresivamente su escala hastaadoptar la forma de gran plaza que organi-zaba el conjunto.6

    Lectura proyectual de un modelo espa-cial productivo en evolución: las fábri-cas de tabacos como proceso arquitec-tónico

    Los resultados arrojados por el análisis lle-vado a cabo en la presente investigaciónresponden a la casuística de todas aque-llas fábricas tabacaleras fundadas entremediados del S.XVIII y principios del S.XX,correspondientes a la época de la gestióndirecta de la Renta de Tabacos por parte dela Corona -y posteriormente del Estado- ya la cesión del arriendo sobre el monopolioa la CAT entre 1887 y 1945.7 En todas lasfundaciones fabriles del período acotado seobserva su correspondencia en la evolu-ción de un modelo de espacio productivomanufacturero hacia la incipiente mecani-zación que culminaría en el último terciodel S.XX en la casi total automatización delas fases que integran el proceso producti-vo.

    Las premisas proyectuales establecidas enlos primeros tiempos de la Renta delTabaco se orientaban hacia una arquitec-tura de gran compacidad y hermetismocomo defensa frente al medio externo, ins-trumentalizando el espacio como elementode control sobre la materia prima y lamano de obra. La diafanidad de los espa-cios y la configuración claustral en torno aun patio como principio ordenador com-plementarían los requerimientos espacia-les de la producción tabacalera. Con laevolución del proceso productivo y los

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    La importancia de lafachada como elemen-to representativo derelación de la fábricacon su entorno próxi-mo se reflejó en sulenguaje compositivoque adquirió unaimportancia inusualen un establecimientofabril. Fachadas prin-cipales de las docetabacaleras aborda-das en la investiga-ción general: deizquierda a derecha ydesde la parte supe-rior, Sevilla, Cádiz,Alicante, A Coruña,Madrid, Santander,Gijón, Valencia, SanSebastián, Logroño,Tarragona y Málaga.(Fotógrafo: CarolinaCastañeda, a partirde las visitas decampo realizadasentre 2012 y 2015).

  • cambios organizativos del espacio deriva-dos de la mecanización de la producción,el carácter compacto de las fábricas detabacos en España manifestó la rigidezdel edificio tabacalero en su comporta-miento como unidad fabril, en contraposi-ción a la flexibilidad característica de losmodelos espaciales de las arquitecturasindustriales concebidas posteriormente.

    Con la cesión del arriendo sobre el mono-polio del tabaco a la CAT se inició lamodernización del proceso productivotabacalero hacia una incipiente mecani-zación que llevaría aparejada la reestruc-turación tanto de la jerarquía laboralcomo de los espacios fabriles. A medidaque el espacio productivo se racionalizó,ciertos aspectos considerados en los pri-meros proyectos fabriles perdieron rele-vancia, pasando de una “compactación”del espacio del trabajo a una progresiva“atomización o desagregación” del mismoy a una reorganización de las diversasfunciones, manifestándose como volúme-nes arquitectónicos claramente diferen-ciados en forma de pabellones. El patiocomo elemento configurador del espaciose mantendría, pero llevado a su máximaexpresión, aumentando sus proporcioneshasta adquirir la entidad de una plazacuyo eje de simetría articularía espacial ycompositivamente el conjunto. Los espa-cios de registro, oficinas, vivienda deldirector, talleres, servicios auxiliares yalmacenes, seguirían manteniendo susfunciones, pero abandonarían la compa-cidad de las primeras arquitecturas fabri-les tabacaleras para reorganizarse deforma independiente, localizándose en lamisma posición relativa que ocupaban enla fábrica compacta.

    De esta forma, se pasa de un modelosimilar a los palacios o cuarteles urbanos,a un modelo de palacio en el campo,siguiendo los precedentes de las fábricasubicadas en la periferia urbana -como enlas primeras propuestas de RealesFábricas en pabellones inspiradas en elmodelo francés, la organización del“falansterio”, etc. (Pevsner 1979)-. Esteproceso no se realizó de forma inmediatasi no que en la época de entre siglos sur-gieron ciertos proyectos de nueva plantaque indican una transición entre el mode-lo compacto y el modelo desagregado, através de un híbrido en el que el conjuntocomenzó a compartimentarse de acuerdoa las primeras iniciativas de la CAT en lareorganización y racionalización del espa-cio.

    Esta evolución de las fábricas de tabacosen España hacia un modelo en pabellones

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    El patio como elemen-to configurador delespacio y su relacióncon otros tipos arqui-tectónicos, respondetanto a la propia lógi-ca funcional del espa-cio como a la voluntadde convertir el espacioen un elemento decoerción, tal y comorecoge (Foucault 1975)en su análisis delespacio como elemen-to de disciplina. A laizquierda, planta de laReal Fábrica deTabacos de México apartir del proyecto de1792 de AntonioVelásquez y plantabaja de la Fábrica deTabacos de SanSebastián según elproyecto de MauroSerret de 1886(Fuente: elaboraciónpropia a partir delplano custodiado en elArchivo General deIndias,ES.41091.AGI/27.17//MP-MEXICO,701; yde la planimetría faci-litada por el estudioTAU. Taller deArquitectura yUrbanismo). A la dere-cha y desde la partesuperior, esquemas dela planta del proyectode Filarete para elOspedale Maggiore deMilán, la propuestapara un hospital dePhilibert Delorme ensu Ouvre entière de1626 y la propuestade Jean-Nicolas-LouisDurand para unmuseo (Fuente: elabo-ración propia a partirde Pevsner 1979:143,145; y a partir deDurand 1819: lámina11).

  • y con una racionalización mayor del espa-cio productivo, provendría del cambio con-ceptual de la organización de la manufac-tura anclada en los métodos de producciónheredados del Antiguo Régimen al modeloconcebido por las sociedades arrendata-rias que desde finales del S.XIX ostentarí-an la gestión del monopolio. Sus actuacio-nes se encaminaron, fundamentalmente, asuperar el atraso técnico del que adolecíanlas fábricas existentes y a iniciar la cons-trucción de nuevas plantas fabriles que,progresivamente, abandonaron el modelocompacto manufacturero hacia una confi-guración en pabellones que materializabaclaramente la zonificación productiva.8

    A la luz de las consideraciones anteriores yal objeto que persigue el presente artículo,se ejemplificará a través de cuatro casos laevolución de los planteamientos proyec-tuales en la materialización arquitectónicade las fábricas de tabacos en España rela-cionándolos, así mismo, con la contextua-lización del entorno en el que fueron ubi-cadas.9

    La Real Fábrica de Tabacos de Sevillacomo base para una reflexión proyec-tual

    A finales del S.XVI y comienzos del S.XVII,el puerto de Sevilla se estableció como laentrada del comercio de las colonias ycomo centro neurálgico de las importacio-nes tabacaleras. Durante muchos años laciudad hispalense adquiriría el papel decapital europea del tabaco como únicocentro manufacturero con la Fábrica deSan Pedro -fundada hacia 1620- abaste-ciendo al resto de partidos en que se divi-día la renta del tabaco peninsular. Las difi-cultades ocasionadas por la situaciónurbana del primitivo establecimiento taba-calero sevillano, junto a las iniciativas ilus-tradas del S.XVIII, condujeron a la deci-sión de emprender el proyecto de cons-trucción de una moderna y amplia factoríatabacalera de nueva planta.

    Desde un primer momento, los sucesivosproyectistas que afrontaron el reto tuvie-ron clara la posición que la nueva fábricadebía ocupar respecto a la ciudad y alpuerto fluvial. En una operación de conci-liación entre la urbe y su periferia, la RealFábrica de Tabacos de Sevilla se debíaestablecer como rótula entre la zona por-tuaria extramuros y las nuevas operacio-nes urbanísticas barrocas que conectabanlos distintos hitos urbanos de la ciudadmedieval.10 Por tanto, la Real Fábrica deTabacos de Sevilla supondría un elementorevulsivo para la creación de ciudad en elterritorio periférico al núcleo urbano en su

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    En la parte superiorse observa la evolu-ción de las tabacale-ras españolas denueva planta a travésde algunas fábricasrepresentativas de lasdistintas generacio-nes, con una claratransición hacia unmodelo en pabellonesque se alinea con lospreceptos establecidospor el tipo Rolland enFrancia (Fuente: ela-boración propia).

  • relación con el puerto, apoyándose en laconexión con el río como soporte geográfi-co de desarrollo.

    La significación otorgada tanto al edificiocomo a la ordenación urbanística que con-llevaba su implantación no se reducía auna mera cuestión práctica, sino que for-maba parte de las inquietudes principalesde los ingenieros militares por su interésen las relaciones territoriales, espaciales yde imagen de la ciudad (Morales 1991: 98).El proceso proyectual y de construcción dela tabacalera hispalense fue complejo y sedilató durante varias décadas con la con-currencia de diversos proyectistas que,con el tiempo, contribuyeron a la defini-ción del inmueble a través de susaportaciones personales. Sinembargo, son destacables lasideas de Ignacio Sala, ingenieromilitar autor del primer proyecto,a través de cuyos informes previosse desgranan las bases de partidadel proyecto arquitectónico.11

    El edificio se concibió como unconjunto autónomo conectado conel núcleo urbano consolidado através de elementos representati-vos que llevaban la carga significa-tiva de la composición. Este diálo-go con el espacio urbano se conse-guía a través de la fachada princi-

    pal que daba cierre a una primera crujíaen la que se agrupaban el acceso principaly las viviendas de los ingenieros jefe y teso-rero, así como otras dependencias admi-nistrativas. Este frente se disponía, ade-más, como una suerte de segundo filtro decontrol del espacio propiamente producti-vo tras la verja de acceso que daba cierreal conjunto en todo su perímetro, y mate-rializaba la significación de la fábricamediante la creación de un acceso princi-pal de tintes palaciegos que preludiaba lamonumentalidad del espacio interior.

    Cabe destacar la opción de Sala por undiseño compacto en bloque frente a otrasopciones que se promulgaban para la defi-nición de un edificio manufacturero en lateoría arquitectónica del momento y quedesarrollaban un modelo en pabellones. Através de una estructura concebida enmódulos cuadrangulares de cuatro pilaresy cubrición mediante bóveda vaída, seestablecía un novedoso sistema que permi-tía una cierta indeterminación programáti-ca en la búsqueda de una flexibilidad pro-pia de un espacio industrial. El interior secompartimentaba a placer según losrequerimientos concretos de la produccióny apoyándose en la isometría que propor-

    La fábrica y su entor-no.Arriba izquierda:“Plano de la situacióny contornos de la RealFábrica de Tabacoscon sus adherencias”de Manuel Coelho de1741 según el proyec-to de Diego Bordick,Arriba derecha:“Planodel foso de resguardode la Nueva Fábricade Tabacos deSevilla” de SebastiánVan der Borcht de1760.Abajo: ortofoto de lazona en la actualidad.(Fuente: Rodríguez2005: 52, 67; y elabo-ración propia).

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    Planta baja de la RealFábrica de Tabacosde Sevilla en la que seaprecian sus espaciosfundamentales, asícomo el área orientalque ocupaba un cuar-tel de artillería(Fuente: elaboraciónpropia a partir delplano realizado por elingeniero de la fábricaen 1927, ArchivoHistórico Provincial deSevilla, PL173).

  • cionaba la malla reticular. Sin embargo,este espacio isótropo se rompía a través dela materialización del eje compositivo prin-cipal que partía del acceso de la fábrica yse prolongaba hasta la fachada posterioren un recorrido secuencial de patios yestancias cubiertas -el zaguán de acceso,el “Patio del Reloj”, el “Patio de la Fuente”y el patio cubierto con montera-. De estaforma, al hermetismo autoimpuesto deledificio se contraponía la prolongación delentorno al interior como única ligazón conel medio externo a través de la materializa-ción de numerosas referencias urbanas enel recorrido secuencial: el patio a modo deplaza, la calle interior, la escala domésticafrente a la escala monumental, etc.

    En cuanto a la funcionalidad del espaciointerior, se separaron claramente losrecintos destinados a diversas funcionesque no tendrían más comunicación entresí que la realizada a través del patio prin-cipal, que se erige como el verdadero ele-

    mento integrador de todo el inmueble. Seaprecia ya en las primeras propuestas deSala la importancia de este recurso confi-gurador del espacio como elemento de arti-culación del interior y motivo recurrentetanto de los proyectos sucesivos de lafábrica de tabacos hispalense como delresto de casos estudiados en la presenteinvestigación, suministrándose como solu-ción, no sólo del espacio propiamente pro-ductivo, sino también de los espacios com-plementarios como las viviendas de losadministradores formalizadas a modo decasas patio sevillanas.

    La Fábrica de Tabacos de San Sebastiáncomo inicio de un giro conceptual

    Con la inclusión del territorio vasco en laRenta del Tabaco en 1876 surgió la nece-sidad de establecer nuevas unidades fabri-les que cubriesen su mercado. La Fábricade Tabacos de San Sebastián se establecióun año después en la antigua alhóndiga

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    La dimensión territo-rial y urbana de laFábrica de Tabacosde San Sebastián. Enla parte superior, reco-rrido del trazadoferroviario desde lafábrica hasta el puer-to de Pasajes, y deta-lle del entorno próxi-mo en la parte inferiorderecha (Fuente: ela-boración propia). En laparte inferior izquier-da, plano del ensan-che de Cortázar sobreel que se diseñó laexpansión urbana deSan Sebastián –apre-ciando la única pre-sencia del ferrocarrilen la margen derechadel Urumea- y vistade la fábrica en cons-trucción en torno a1900 (Fuente: GárateOjanguren 2006: 100,157).

    El espacio secuencialde patios como ejevertebrador de la RealFábrica de Tabacosde Sevilla: vista desdela portada del accesoprincipal, Patio delReloj, Patio de laFuente y patio cubier-to con montera acris-talada (Fotógrafo:Carolina Castañeda,2015).

  • del ensanche decimonónico de forma pro-visional dado que en 1886 se aprobaría unproyecto de nueva planta del ingenieroMauro Serret.12 Esta nueva fábrica se ubi-caría al otro lado del río Urumea, en elbarrio de Eguía, muy próxima al trazadoferroviario que conectaba la factoría con elpuerto de Pasajes y con el interior de lapenínsula, manteniendo la constante deubicación en una periferia próxima alnúcleo urbano y a las infraestructurasprincipales de comunicación de la ciudad.

    Pese a que la CAT manifestó gran interésen la apertura de esta fábrica como uno delos buques insignia de la nueva política dereformas reorganizativas y mecanizadorasde la producción, su construcción se dila-tó durante décadas hasta su inauguraciónen 1913. Esta circunstancia explica, enparte, el anacronismo en la arquitecturade la nueva fábrica easonense que debeanalizarse según los parámetros de laarquitectura decimonónica. La fábrica deSan Sebastián se caracterizó por un clasi-cismo casi palacial que las tipologías

    industriales habían ido abandonando pro-gresivamente, y su configuración espacialrespondía más a la condición manufactu-rera del S.XIX que a la racionalización delos procesos productivos de las nuevasarquitecturas industriales (Apraiz yMartínez 2008).

    El proyecto de Serret reutilizó las fórmulaspreestablecidas en las anteriores fábricastabacaleras que caracterizaban su arqui-tectura como seña de identidad corporati-va del monopolio. La nueva fábrica se con-figuró en torno a cuatro patios en unaplanta de cruz griega a través de los cualesse inundaban de luz los habitáculos inte-riores.13 La fachada mantenía la condiciónde envolvente representativa al exteriormediante la codificación de su lenguajearquitectónico en clave clasicista, circuns-tancia que no mermaba la posibilidad deapertura de grandes huecos que introducí-an al interior la luminosidad y ventilaciónnecesarias para el desarrollo de las tareasproductivas.

    Su concepción fue deudora de las RealesFábricas dieciochescas y de las manufac-turas ligadas a la Corona, sirviendo clara-mente de inspiración para este proyectoarquitecturas palaciales, conventuales ymilitares. Pese a la formalización delinmueble en un bloque compacto, comien-za a manifestarse una descompactación yracionalización del espacio interior a tra-vés de la formalización de los cuatro patiosinteriores a los que circundaban grandessalas diáfanas en las que se desarrollaba ellaboreo. De esta forma, con este primerproyecto de nueva planta tras la cesión delarriendo del monopolio a la CAT comenza-ba un giro conceptual en los planteamien-

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    Vistas de la fachadaprincipal, patio nor-oeste, estancias inte-riores y escalera prin-cipal de la Fábrica deTabacos de SanSebastián durante lasobras de recuperacióndel inmueble para usocultural (Fotógrafo:Carolina Castañeda,2014).

    Planta baja de laFábrica de Tabacosde San Sebastián(Fuente: elaboraciónpropia a partir de laplanimetría facilitadapor el estudio TAU.Taller de Arquitecturay Urbanismo).

  • tos proyectuales de las fábricas de tabacospeninsulares paralelo a la reorganizaciónespacial productiva de las factorías.

    La Fábrica de Tabacos de Valencia comopunto de inflexión del proceso proyec-tual

    La tabacalera valenciana se instaló en1828 en la antigua aduana de la ciudad -construida en la segunda mitad delS.XVIII- donde desarrollaría su actividadhasta principios del S.XX. A las incomodi-dades que suponía para el núcleo pobla-cional colindante la presencia de la fábricay su ubicación en una zona urbana enexpansión, se sumaban los nuevos reque-rimientos espaciales de la producción a losque difícilmente se podía adaptar un edifi-cio de las características de la antiguaaduana. De esta forma, se resolvió la cons-trucción de un nuevo local diseñado a talefecto para satisfacer las nuevas condicio-nes en las que se debería acometer la granreforma espacial y organizativa pretendidapor la CAT.

    El nuevo emplazamiento en la margenizquierda del río Turia satisfacía las condi-ciones generales del monopolio para laubicación de una nueva tabacalera a fina-les del S.XIX: la construcción de una fábri-ca moderna adaptada específicamente alas necesidades de la producción del taba-

    co en una zona periférica ventilada y consuministro de agua para las necesidadesproductivas y de asistencia a las cigarreras-en este caso, la acequia de Mestalla-, ade-más de conexión directa con el puerto(Teixidor y Hernández 2000). La ordena-ción de la zona revistió especial interésdada la primera función que tuvo quecumplir como emplazamiento de laExposición Regional de 1909, para la cualla CAT cedió previamente a su inaugura-ción los locales del nuevo complejo fabrilcomo sede del Palacio de la Industria(Vegas 2003).

    La fábrica valenciana se construyó bajo ladirección del arquitecto Ramón Lucini conarreglo al proyecto de 1906 del arquitectoCelestino Aranguren y los ingenierosFederico García Patón y Mauro Serret, pro-duciéndose el traslado final de las depen-dencias desde la antigua fábrica en 1913.Dentro del conjunto destacaba el edificioprincipal cuyas dependencias se agrupa-ban en torno a dos grandes patios queflanqueaban el eje principal desde el ingre-so, sobre el que se situaban otros dospatios menores, de los cuales el más cer-cano al zaguán de entrada se cubría conuna montera acristalada.14 Además de esteedificio que albergaba las dependenciasadministrativas y los talleres principalesde laboreo, el conjunto se completaba con

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    La dimensión territo-rial y urbana de laFábrica de Tabacosde Valencia. Arribaizquierda: relaciónentre la fábrica y elpuerto.Arriba derecha: deta-lle del entorno próxi-mo (Fuente: elabora-ción propia). Abajo derecha: losdos emplazamientosde la tabacaleravalenciana a lo largode su historia aambos lados del TuriaAbajo izquierda: pla-neamiento de laExposición RegionalValenciana de 1909(Fuente: Vegas 2003:292, 299).

  • una nave almacén alargada, de una crujíay paralela al rectángulo de la fábrica, y unanave de motores de dimensiones reducidasformada por dos vanos dispuestos perpen-dicularmente a la anterior en la trasera delsolar. Posteriormente, el conjunto se cerra-ría en sus flancos mediante naves longitu-dinales del mismo tipo que la nave alma-cén y que se destinaban a diversas activi-dades complementarias a la producciónprincipal. Finalmente, destacaría la pre-sencia del Asilo de Lactancia, edificio exen-to independiente y ubicado frente al ingre-so principal de la fábrica.

    En la concepción del proyecto de la fábricavalenciana, cabe señalar su importancia

    como punto de inflexión entre el modelocompacto de las tabacaleras decimonóni-cas y la organización en pabellones que seadoptaría en los proyectos de las fábricastarraconense y malagueña. En este senti-do, la fábrica valenciana se instauró comoun híbrido entre ambos esquemas organi-zativos que, además, cumplía con todaslas características fundamentales de lasfábricas tabacaleras: importancia del len-guaje compositivo en fachada -que en estecaso respondía a las tendencias estilísticasneomudéjares de las construcciones enladrillo-, la organización de los inmueblesen torno a patios y la presencia de los talle-res como unidad espacial fundamental dela misma.

    La Fábrica de Tabacos de Tarragonacomo evolución última de un modeloespacial productivo

    En el primer tercio del S.XX, Tarragonaconstituía uno de los enclaves potencialespara la instalación de una nueva fábricatabacalera, objetivo que la municipalidadperseguía sin resultado desde hacía déca-das. Sin embargo, con el inicio del S.XX sedarían las condiciones necesarias para laresolución de una nueva instalación taba-calera en la urbe tarraconense. Además dela mano de obra vacante en la ciudad, lainstalación de una fábrica tabacalera enTarragona cumplía con las aspiraciones dela CAT de cubrir el área entre la factoríavalenciana y la frontera con Francia por suposición equidistante entre ambos puntos.

    Planta baja de laFábrica de Tabacosde Valencia (Fuente:elaboración propia apartir de Teixidor yHernández 2000:203).

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    Vistas de la fachadaprincipal, patio deacceso con monteraacristalada y patioeste de la tabacaleravalenciana tras surecuperación comodependencias munici-pales administrativas,y edificio que se cons-truyó como Asilo deLactancia frente a lamisma (Fotógrafo:Carolina Castañeda,2015).

  • Arriba izquierda: rela-ción de la fábrica conel puertoArriba derecha: deta-lle del entorno próxi-mo. Abajo. Vista desde elextremo norte del con-junto en la que seaprecia la necrópolispaleocristiana -apare-cida en el subsuelodurante los trabajosde cimentación- juntoa su museo, con lafábrica en segundotérmino (foto y trata-mientos gráficos, auto-ra).

    “Planta general de laFábrica con sus sola-res anejos, criptas ymuseo” (Fuente:Archivo de la Fábricade Tabacos deTarragona, ArxiuMunicipal deTarragona)

    A todo esto se añadía su condición depuerto de primera clase habilitado paratodo tipo de operaciones de carga y des-carga y las facilidades que el Consistorioponía a disposición de la CAT en términosde rediseño urbanístico para la implanta-ción de la nueva fábrica, así como su ofre-cimiento de proporcionar gratuitamente ya perpetuidad el suministro de aguas parala misma (Muiños y Terol 2008: 31).

    En 1922 la CAT procedió a adquirir las fin-cas de regadío en las que se ubicaría lanueva fábrica tarraconense de las quemuchas se hallaban todavía en cultivo ycon disposición de agua propia. Por aquelentonces, el paraje se encontraba a las

    afueras de la ciudad, en la margen izquier-da del río Francolí y al oeste del ensanchedecimonónico, muy cerca del puerto. Estaconjunción de situación periférica, dispo-nibilidad de recursos hídricos y cercaníadel puerto constituían las característicasidóneas para la instalación de una nuevafábrica de tabacos, para lo cual se diseñóespecialmente en 1923 un plan urbanísti-co que modificaba las calles y los accesosprevistos en el área del conjunto industrial(Muiños y Terol 2008: 39).

    La fábrica fue proyectada en 1923 por losingenieros de la CAT Miguel de Quesada,Carlos Dendariena y Fernando Guerra encolaboración con otros del Estado, mien-tras que la fachada y la ornamentaciónfueron diseñadas por los arquitectosRobert Navarro y Francesc de PaulaQuintana Vidal. Pese a que sólo le separa-ban unas décadas de los proyectos denueva planta de San Sebastián y Valencia,el proyecto de la fábrica de Tarragonaadquirió especial importancia en la evolu-ción espacial y arquitectónica de las fábri-cas de tabacos en España.

    Se trata de un conjunto de edificios decorte neoclásico que se corresponden conlos diversos módulos del establecimientofabril y que se organizan en torno a ungran jardín central. Los pabellones latera-les se correspondían con los talleres deelaborados, mientras que los cinco edifi-cios situados al este se destinaban a alma-cenes, presidiendo el acceso principal dos

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  • Ingreso principal de latabacalera tarraco-nense, vista aérea,callejón lateral sur delconjunto, taller conmáquinas liadorasRapide y pabellón dealmacenaje recupera-do con uso adminis-trativo y cultural(Fotógrafo: CarolinaCastañeda, 2015 enlas imágenes primera,tercera y quinta. En lasegunda, Vallvé,1929, Arxiu Municipalde Tarragona; y en lacuarta, Vallvé, 1945-1950, Arxiu Municipalde Tarragona).

    pequeños pabellones de servicios y direc-ción.15 Aunque exteriormente su lenguajerecordaba en ciertos aspectos al estilo neo-clásico de la fábrica de San Sebastián, lacomposición de los huecos adquiere granprotagonismo, permitiendo grandes aper-turas que proporcionaban las condicionesde luz y ventilación necesarias y que tan-tos problemas habían ocasionado en otrasunidades fabriles del monopolio. Estos edi-ficios mantenían el esquema de distribu-ción de los talleres en torno a cuatro patiosque, en esta ocasión, conservaban el prin-cipio de ordenación claustral adaptándoloa una escala menor.

    Por otra parte, la fachada del almacén dedistribución se alineaba con el plano delingreso principal a modo de fondo pers-pectivo del patio ajardinado, adquiriendoel papel de fachada principal del resto defábricas de modelo compacto. Como ocu-rría en las restantes tabacaleras españo-

    las, la significación dada al lienzo exteriorde la factoría en su relación con el entornoinmediato hacía que la fachada adquirieseuna solemnidad y una monumentalidadinusuales en un edificio de estas caracte-rísticas. Más que una arquitectura indus-trial, la fábrica de tabacos tarraconenserecuerda a un palacete neoclásico en lacomposición de sus fachadas, en el cuida-do de los detalles en su patio ajardinado oen las esculturas que coronan diversos ele-mentos de la fábrica como áticos, pilas-tras, capiteles, etc. (Muiños y Terol2008:20).

    Pese a esta apariencia arcaizante exterior,la fábrica fue concebida como un proyectode última generación, tanto en la raciona-lización del espacio interior con arreglo a lamecanización del proceso productivo,como a los propios elementos empleadosen su construcción. De esta forma, tanto ladistribución en pabellones como la grandiafanidad de los espacios permitirían unaversatilidad apta para las sucesivas rees-tructuraciones y reformas que sufría elespacio productivo tabacalero según loscambios de demanda en el consumo, lamodernización de la maquinaria o la apa-rición de nuevos espacios como resultadode la sofisticación de la producción y lamejora cualitativa de los servicios paraplantilla.

    Por tanto, la Fábrica de Tabacos deTarragona, a pesar de constituir organiza-tiva e interiormente una de las más moder-nas factorías de la CAT desde el punto devista proyectual arquitectónico y espacial-productivo, seguía distinguiéndose por el

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    Planta baja del con-junto de la Fábrica deTabacos de Tarragona(Fuente: elaboraciónpropia a partir de la“Planta General de laFábrica de Tabacosde Tarragona”,Archivo de la Fábricade Tabacos deTarragona, ArxiuMunicipal deTarragona).

  • rasgo común a sus predecesoras en ladoble condición de los edificios tabacalerosa través de la tensión dialéctica entre lafachada monumental con una voluntad depermanencia atemporal y la mutabilidadinterior propia de una actividad industrial.Este maridaje entre el exterior y el interiorse manifestaba, así mismo, en el aspectoconstructivo, puesto que a la modernaestructura de hormigón armado se le apli-caba una envolvente de albañilería que através de su lenguaje compositivo deinfluencias clásicas otorgaba el empaque ymonumentalidad deseados por los proyec-tistas.

    Conclusiones

    Las fábricas de tabacos en España gozaronde una significación especial como mate-rialización arquitectónica de la produccióndel monopolio hacendístico del tabaco y,como tal, establecían una relación urbanabien definida con los centros de poder y lasprincipales infraestructuras de circulaciónlocales. La implantación de la tabacaleraen el paisaje urbano no sólo ejercía unefecto catalizador de creación de ciudad,sino que adquiría una gran relevancia enla relación dialéctica con el entorno próxi-mo, como rótula articuladora de los flujosy dinámicas entre el núcleo urbano y laperiferia.

    El establecimiento de unos recursos pro-yectuales comunes que se perpetuarían alo largo del tiempo como principios organi-zadores y compositivos del espacio produc-tivo, no sólo condicionaría la estrategiaconceptual de las fábricas de tabacosespañolas, sino que denotaría su vincula-ción con otros tipos arquitectónicos a tra-vés de la permanencia de estos invarian-tes. Esta búsqueda de referentes cultura-les en otras tipologías de la Historia de laArquitectura no es un fenómeno extraño alas primeras concepciones proyectuales dela arquitectura industrial como tipo arqui-tectónico; lo que revierte un carácterextraordinario en el caso de las fábricas detabacos en España es la permanencia delos invariantes arquitectónicos iniciales alo largo del periodo estudiado hasta bienentrado el S.XX.

    A pesar del giro conceptual que se intuyeen las fábricas de Valencia y Tarragona enla máxima flexibilidad y racionalización deespacios y recorridos propios de la lógicade un sistema de producción mecanizado,perduran aún en ellas los invariantes delas soluciones anteriores tanto en la rele-vancia de la fachada como en aspectos dezonificación funcional. Es por esto que, al

    contrario que en el caso de las tabacalerasfrancesas o italianas, en España se advier-te una cierta tradición en el planteamientoproyectual de las fábricas de tabacos quehereda aspectos de las premisas inicialesdel período manufacturero.

    Ante estas consideraciones, cabe pregun-tarse por qué las fábricas de tabacos enEspaña no evolucionaron durante el perío-do estudiado hacia otras soluciones distri-butivas abiertas y extensibles propias delpensamiento coetáneo sobre la fábricacomo tipo arquitectónico. La condición designificación que adquirió la materializa-ción arquitectónica de las tabacalerasespañolas es lo que hizo que muchas deestas características invariantes que seiniciaron en sus orígenes manufacturerosperdurasen también en la concepción deproyectos de nueva planta a finales delS.XIX y principios del S.XX, época en laque la arquitectura industrial respondía alas nuevas técnicas constructivas y a unasofisticación o depuración del tipo fabrilcomo categoría arquitectónica que se defi-nía a través de los preceptos de las nuevascorrientes teóricas.

    Este carácter de significación explica, enparte, la condición centenaria de estosinmuebles y su funcionamiento y conser-vación hasta el S.XXI, longevidad que difí-cilmente hubiesen gozado inmuebles desti-nados a otro tipo de producción. A esta cir-cunstancia se añaden, además, las sucesi-vas dificultades económicas por las quepasó el monopolio en la segunda mitad delS.XIX y principios del S.XX. Sin embargo,cabe preguntarse si la formalización arqui-tectónica de las tabacaleras en Españahubiese seguido el camino iniciado por elproyecto de la fábrica tarraconense de nohaber sobrevenido la época convulsa quesiguió a la Guerra Civil y el subsiguienteperíodo autárquico. Lo que resulta innega-ble es el extraordinario valor patrimonialque han adquirido las fábricas de tabacosen España, cuya relevancia aún perduraen la memoria colectiva y a través de losvestigios materiales que han llegado anuestros días como bienes patrimonialesindustriales de indudable interés.

    Notas

    1. El período acotado en el presente artículo secorresponde con el establecimiento de laUniversal Administración de la Renta del Tabacopor parte de la Corona y la cesión del arriendo ala Compañía Arrendataria de Tabacos hasta susustitución por Tabacalera, periodo administra-tivo en el cual se lleva a cabo la fundación de loscasos estudiados. Las fábricas construidas a

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  • partir de la cesión del arriendo a Tabacalera en1945, no compartirán los mismos invariantesobservados, ni en la significación de la arquitec-tura ni en la relación del edificio con la ciudad,y las premisas proyectuales de partida serán dediversa índole.

    2. Pese a que el presente artículo centra su análi-sis en los proyectos fabriles tabacaleros denueva planta, no hay que olvidar el hecho deque, dado el carácter monopolístico de la pro-ducción, la construcción de centros fabriles denueva planta o el alquiler de inmuebles a talefecto resultaba onerosa para las arcas públi-cas, por lo que durante el S.XIX se resolvió reu-tilizar inmuebles existentes públicos o desamor-tizados para la pretendida expansión territorialde la industria tabacalera.

    3. Las características ambientales de las tareasrealizadas en la planta baja diferían de las con-diciones experimentadas en los talleres de liado.Esta situación caracterizaba el espacio de traba-jo en una suerte de alegoría bíblica en la que laplanta baja era el “infierno o purgatorio”, mien-tras que las plantas superiores se caracteriza-ban por su carácter “celestial”, tal y como reco-gió Emilia Pardo Bazán en su obra costumbris-ta de 1870 La tribuna para la cual se documen-tó rigurosamente en la Fábrica de Tabacos de ACoruña.

    4. Ejemplos de estos escritos teóricos fueron lasconsideraciones realizadas por parte de autorescomo Quatrémere de Quincy, D’Avilier,Francesco Milizia y muy especialmente FrançoisBlondel como superintendente de arquitecturaal servicio de Jean Baptiste Colbert, ministro delrey Louis XIV, y Jacques François Blondel comocontinuador de los Cours d’architecture de laAcadémie Royale en París (Rabanal Yus 1990:24-26). En (Morales Sánchez 1991) se analiza elpapel de los proyectistas de origen ingenierilmilitar en la concepción de la Real Fábrica deTabacos de Sevilla y sus influencias en la defini-ción de las relaciones territoriales y espacialesde la tabacalera hispalense.

    5. Sobre el tratado de Durand: “El que un tratadode arquitectura se transforme en un tratado decomposición suponía una auténtica ruptura conel pasado, una vez que el trabajo del arquitecto,su habilidad para disponer partes y elementosdel edificio, prevalecía frente a una concepciónmás global y unitaria del mismo que atribuía ala noción de tipo fundamental valor […] Para lanueva arquitectura, a la que pretende ser fielDurand, es el programa, o mejor los programas,dado que la variedad es lo que caracteriza la exi-gencia, quienes deben asumir el auténtico con-tenido de la disciplina, entrando así en abiertaoposición con aquella voluntad de permanenciaformal que está implícita en el concepto de tipo”.(Moneo, Rafael en Durand 1819, ed.1981: VIII).

    6. En parte, esta predilección por la configuraciónclaustral parece seguir el patrón de la tradiciónarquitectónica española en lo que FernandoChueca Goitia denomina “espacio compartimen-tado” que se erige como uno de sus “invariantescastizos” herederos de la ciudad-convento y queinfluyeron, no sólo en la arquitectura civil, sinotambién en los planteamientos urbanos (Chueca1979).

    7. Para más información sobre el monopoliohacendístico del tabaco se recomienda la con-sulta de (Comín y Martín 1999).

    8. Cabe destacar que esta evolución de un modelode carácter compacto en bloque a un modelodesagregado en pabellones no es un fenómenoexclusivo de las Fábricas de Tabacos en España,si no que se trata de una tendencia común enlas manufacturas reales como, por ejemplo, enlas Reales Fundiciones (Rabanal 1990). Estehecho sitúa, por tanto, la producción arquitec-tónica de las fábricas de tabacos en España enun marco de carácter general en relación a la

    Historia de la Arquitectura y a la propia idiosin-crasia de las Reales Fábricas y espacios produc-tivos de origen manufacturero por su especifici-dad como arquitectura industrial.

    9. La arquitectura de algunos de los inmueblesanalizados no se corresponde con el momentohistórico de su fundación fabril, sino con unaetapa posterior en el proceso evolutivo de laindustria del tabaco. En este sentido, los ejem-plos de nueva planta aportados en el presenteartículo suponen cortes temporales significati-vos del proceso histórico de la fabricación taba-calera en España.

    10. El emplazamiento elegido para la fábrica inicióuna nueva área de expansión para la ciudad,situándose entre el desaparecido convento deSan Diego, el Colegio de San Telmo y las mura-llas del Jardín del Alcázar. El solar elegido seenclavaba en el cruce de cuatro caminos realesy, además de las condiciones de entorno creadaspor el Guadalquivir y el arroyo Tagarete, seencontraba próximo a la Puerta de Jerez y a lahuerta del Alcázar Real. Este conjunto compac-tado debía cumplir con los requerimientos deimplantación necesarios respecto al problemapresentado por el arroyo Tagarete -que en surecorrido atravesaba el emplazamiento elegido-,incorporando el aprovechamiento de la murallade la ciudad como frente principal del proyecto(Rodríguez 2005: 54).

    11. Al objeto que ocupa el presente artículo se hanseñalado las características principales del pri-mer proyecto de Ignacio Sala, dado que fue fun-damental para las propuestas de otros proyec-tistas de la fábrica hispalense como DiegoBordick o Sebastián van der Borcht. La omisiónde los autores restantes no pretende negar elvalor de sus soluciones, sino señalar la impor-tancia de la propuesta del primero cuyo esque-ma inicial fue clarificado y perfeccionado porsus sucesores hasta la formalización final delinmueble de 1750.

    12. Mauro Serret (1872-1945) tuvo un importantepapel en la construcción y renovación de lasfábricas de tabacos a finales del S.XIX y princi-pios del S.XX, como en el caso de San Sebastiáno Valencia, y fue autor de algunas propuestas dereforma para la Fábrica de Tabacos de Madrid,así como el encargado de las inspecciones parala adaptación de un antiguo convento merceda-rio como Fábrica de Tabacos de Logroño.

    13. La distribución espacial de la fábrica easonenseremite a referentes arquitectónicos con esque-mas distributivos similares como ciertos tiposhospitalarios de los siglos XV -Filarete- y XVII -Delorme- (Pevsner 1979) y algunas propuestastipológicas para museos del S.XIX (Durand1819). Así mismo, este esquema organizadorhabía sido empleado en el proyecto de 1792 delarquitecto Antonio Velásquez con la colabora-ción del ingeniero Miguel Costanzó para la RealFábrica de Tabacos de México. Entre las fábri-cas españolas, la tabacalera coruñesa seguiríaen sucesivas ampliaciones el modelo de laFábrica de Tabacos de San Sebastián (ver figura7).

    14. Cabe destacar que “la composición en planta deledificio demuestra una gran racionalidad e inte-rés por la higiene y ventilación de la fábrica através de la disposición de los patios […] Lacomposición en planta del nuevo edificio de lafábrica de tabacos de Valencia parece seguir laspautas que había marcado Durand en los gráfi-cos de su escrito Compendio de Lecciones deArquitectura, que constituyó un libro de cabece-ra y consulta para los arquitectos e ingenierosen el SXIX.” (Vegas 2003:130).

    15. Este esquema concebido para la fábrica deTarragona, presenta similitudes con el esquemaRolland de mediados del S.XIX que abogaba poruna clara separación espacial de las distintasfunciones del proceso productivo tabacalero -

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  • dependencias residenciales, espacios adminis-trativos, talleres de elaboración, almacenes yservicios auxiliares-, materializándose en uninmueble propio y dentro de un gran recintobien delimitado y aislado del exterior por unacerca. Este modelo de tabacalera francesa fueaplicado en las plantas de Nantes, Le Mans oStrasbourg (ver figura 8).

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    Artículo sometido a revisión pordos revisores independientes porel método doble ciego.

    Fecha final recepción artículos:24/04/2016Fecha aceptación:19/06/2016