Creación, Evolución y el Registro Fósil (Gish, Duane T.)

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CREACIÓN, EVOLUCIÓN Y EL REGISTRO FÓSIL Duane T. Gish, Ph.D. H. M. Morris Bolton Davidheiser Santiago Escuain David J. Rodabaugh Norbert E. Smith © Copyright SEDIN 2003 Presentado en forma electrónica por SEDIN - Servicio Evangélico de Documentación e Información Apartado 126 - 17244 CASSÀ DE LA SELVA (Girona) ESPAÑA Publicado originalmente por SEDIN en 1977 Publicación original de diversas procedencias © Copyright original en inglés de Institute for Creation Research Creation Research Society Presbyterian and Reformed Publishing Co,

Transcript of Creación, Evolución y el Registro Fósil (Gish, Duane T.)

  • CREACIN, EVOLUCINY EL REGISTRO FSIL

    Duane T. Gish, Ph.D.H. M. Morris

    Bolton DavidheiserSantiago Escuain

    David J. RodabaughNorbert E. Smith

    Copyright SEDIN 2003Presentado en forma electrnica por

    SEDIN - Servicio Evanglico de Documentacin e InformacinApartado 126 - 17244 CASS DE LA SELVA

    (Girona) ESPAA

    Publicado originalmente por SEDIN en 1977Publicacin original de diversas procedencias

    Copyright original en ingls deInstitute for Creation Research

    Creation Research SocietyPresbyterian and Reformed Publishing Co,

  • Agradecimientos

    SEDIN (Servicio Evanglico de Documentacin e Informacin) desea manifestar suprofundo agradecimiento a las siguientes entidades y personas que han hecho posible lapresentacin en castellano de esta serie Creacin y Ciencia, facilitndonos los permisospara la publicacin del material que aqu presentamos:

    INSTITUTE FOR CREATION RESEARCH, de San Diego, California, dirigido por losDrs. Henry M. Morris y Duane T. Gish.CREATION RESEARCH SOCIETY, de Ann Arbor, Michigan, y el Managing Editor, Dr.John N. Moore.BIBLE-SCIENCE ASSOCIATION, de Minneapolis, Minnessota, dirigida por el Rev.Walter Lang.Dr. JOHN C. WHITCOMB, Profesor de Antiguo Testamento en el Grace TheologicalSeminary de Winona Lake, Indiana, y a la editorial Presbyterian & Reformed Pub. Co.Mr. R. G. ELMENDORF, ingeniero de Bairdford, Pennsylvania.SPIRITUAL COUNTERFEITS PROJECT, y la BERKELEY CHRISTIAN COALITIONde Berkeley, California.

    SEDINApdo. 126

    17244 CASS DE LA SELVA(Girona) ESPAA

  • Duane T. Gish, Ph.D.H. M. Morris

    Bolton DavidheiserSantiago Escuain

    David J. RodabaughNorbert E. Smith

    CREACIN, EVOLUCIN

    Y EL REGISTRO FSIL

    LIBROS CREACIN y CIENCIA

  • CREACIN, EVOLUCIN Y EL REGISTRO FSIL

    Institute for Creation Research; Creation Research Society; Presbyterian and ReformedPublishing Co. 1977 SEDIN, Apartado 126 - Cass de la Selva (Girona), ESPAA para la versin espaola 2003 SEDIN, Apartado 126 - Cass de la Selva (Girona), ESPAA para la versin electrnicaCompilado por SEDIN, con permiso de Institute for Creation Research; Creation ResearchSociety; Presbyterian and Reformed Publishing Co.

    Traduccin del ingls: Santiago Escuain

  • 1NDICE

    INTRODUCCIN 2

    1. Creacin, Evolucin y la Evidencia Histrica 5Duane T. Gish

    2. El Origen del Hombre 37Por varios; Ed. H. M. Morris

    3. La Evolucin de la Vida 44Bolton Davidheiser

    4. Las Discontinuidades del Registro Fsil 54Santiago Escuain

    5. Los Matemticos y la Evolucin 60David J. Rodabaugh

    6. Probabilstica y las Discontinuidades del Registro Fsil 66David J. Rodabaugh

    APNDICE: Sobre Seleccin Natural 76Dr. E. Norbert Smith

    CONCLUSIN 83Santiago Escuain

  • 2INTRODUCCIN

    Este libro que tiene usted en sus manos es un examen crtico-cientfico del estado enque se halla la disciplina de que se trata en relacin con las teoras sobre los orgenes de laTierra, del Universo y de la vida.

    La cultura actual est dominada y encauzada por la ideologa evolucionista. Segn estaideologa, no existe ningn Relojero, ningn Creador que haya creado el Universo, ni quepueda intervenir en l. El evolucionismo pretende haber demostrado cientficamente larealidad de estas afirmaciones, y los que defienden esta ideologa estn conduciendo lacultura actual hacia un nfasis en la pretendida evolucin de la Humanidad, directora dicen de sus propios destinos en un Universo surgido sin propsito, sin significado y sindestino.

    Este enfoque cultural e ideolgico lleva, pues, a dos consecuencias, ambas corrosivas dela visin Bblica de Dios, de Su creacin y de los valores ltimos:

    A) El evolucionismo nos despersonaliza, inculcndonos la idea de que nuestraexistencia es fortuita, sin propsito, sin origen ni destino. Esto lleva a la aceptacin pasivade la despersonalizacin y de la regimentacin, como cosa totalmente lgica. Ello esconsecuencia lgica de intentar eliminar al Creador de Su Universo. El intento de liberaral hombre de su Dios desemboca consecuentemente en la deshumanizacin del hombre, yen la ms baja de las esclavitudes: la de enfrentarse a una pretendida nada con tal de huirde la presencia de nuestro Dios. Todo ello estara muy en su sitio si esta ideologa fueracierta, y estuviese comprobada cientficamente, tal como su propaganda lo pretende.

    B) En vista del admirable orden y propsito que se hace patente en el estudio delUniverso y de todo lo que ste contiene, los que rechazan al Dios trascendente y Creador ySu Revelacin, pero que se ven en la necesidad de aceptar, maravillados, la sublimidad dela Creacin, no tienen otra alternativa que la de atribuir la eternidad, el poder y la deidadque se manifiestan en el orden de la Creacin a la misma Creacin. As es como surge elPantesmo y su consecuencia ltima, el Monismo el intento ms sistemtico y consistentede explicar las cualidades sobrenaturales del Universo aparte de su Creador trascendente ypersonal (cf. Romanos 1:18-32). La serie a la que este libro pertenece desafa laspretensiones evolucionistas de haber demostrado cientficamente el hecho de laevolucin de la vida y sus consecuencias. Tal pretensin es falsa. No solamente no escierto que hayan demostrado que la vida se haya autogenerado y evolucionado de nivelesms bajos a niveles ms y ms elevados, sino que adems es cientficamente imposible.Invitamos al lector a sopesar cuidadosamente nuestra exposicin del caso, y a decidirhonestamente por s mismo.

    A la objecin que alguien podra presentar de que Dios habra podido utilizar laevolucin como mtodo de Creacin, daremos una respuesta breve: No se trata del poder

  • 3de Dios tanto como del carcter moral de Dios y de lo que Dios nos ha revelado, tantoacerca de Su carcter como de la manera en que cre. Dios no utiliz este mtodo. Por lomenos no el Dios de la Biblia. Segn la Biblia, la muerte entr en el mundo despus delpecado del hombre, cabeza federal de la Creacin. La objecin de que este relato esalegrico implica haber prejuzgado la cuestin precisamente objeto de debate, dando porsentado que el relato no es histricamente cierto, lo que no procede. Adems, es imponerun sacerdocio, el de la ciencia, entre el creyente y Dios y Su Palabra, con el fin deinterpretar la Revelacin en base de este sacerdocio intermedio, lo que es totalmenteimprocedente. Con respecto al carcter moral de Dios, est contra de todo lo que la Biblianos ensea sobre l el suponer que l creara por medio de ensayos, de prueba y error, pormedio de la eliminacin de los dbiles por parte de los fuertes, de la lucha competitiva,hasta llegar por estos medios al Hombre. Esto hara de Dios el autor de la lucha, delegosmo, de la brutalidad como medios dispuestos por Dios para hacer avanzar Sucreacin por un camino de progreso evolutivo! De nuevo, volviendo a la Biblia, vemos quetoda esta crueldad y rapia que hallamos a nuestro alrededor son consecuencia del pecadocometido en el seno de una creacin buena y perfecta, la cual cay sometida a vanidad alcaer Adn y Eva en rebelda contra el Creador, cayendo de una posicin de inocencia ydependencia en que estaban a una posicin de pecado y sus consecuencias. Dios cre unmundo en paz, un mundo dichoso. Fue la rebelin contra Dios lo que introdujo el caos, lapenuria y la lucha por la existencia y la rapia donde antes reinaba la armona.

    Ms de 100 aos de propaganda evolucionista ha puesto a grandes sectores de laCristiandad a la defensiva, los cuales se han apresurado a armonizar Gnesis, captulos111, con los hallazgos de la ciencia, hipotecando gravemente su testimonio y su visinde la naturaleza de Dios, del Hombre y de toda la Revelacin en general. Pero se hanapresurado demasiado en sus deseos de contemporizar con el mundo, pues elevolucionismo no es una conclusin cientfica, como falsamente afirman la inmensamayora de sus propagandistas, sino una premisa filosfica materialista sobre la que los nocreyentes, cientficos o no, tienen que construir una visin del mundo atea o pantesta,mezclando hbilmente los ingredientes filosficos con datos cientficos seleccionados, yapartando otros muchos datos cientficos que no convienen. En palabras de Carl F. vonWeizsacker, fsico y astrnomo materialista:

    No es por sus conclusiones, sino por su punto de partida metodolgico por lo que laciencia moderna excluye la creacin directa. Nuestra metodologa no sera honesta sinegase este hecho. No poseemos pruebas positivas del origen inorgnico de la vida ni dela primitiva ascendencia del hombre, tal vez ni siquiera de la evolucin misma, siqueremos ser pedantes.

    La Importancia de la Ciencia, Ed. Labor,Nueva Coleccin Labor, n 27, p. 125 (Barcelona, 1972).

  • 4No es, pues, que la evidencia de que el evolucionismo sea absurdo y anticientfico seaendeble. En todos los campos (Paleontologa, Geologa, Biologa, etc.) se puede ver contoda facilidad que no goza de ningn apoyo cientfico. Y la termodinmica y lafisicoqumica le asestan un golpe definitivo. La verdadera dificultad ante la que la mayorparte de las personas se estrellan es que el abandono del evolucionismo implicara laaceptacin total del Creador y ... esto es lo ltimo que se quiere hacer. Porque aceptar alCreador implicara aceptar que el Creador ha hablado, implicara aceptar Su Revelacin yel lugar que nos corresponde como criaturas de Su mano. Y esto en realidad ya no es unproblema cientfico, sino que es un problema muy personal, el orgullo humanista, o lasoberbia: justamente la verdadera causa de nuestro alejamiento de Dios, la actitud en quecay Adn en su accin de desobediencia, y que nosotros hemos heredado.

    TODAS las posturas sobre los orgenes tienen tremendos efectos personales... exceptoen las personas que afectan ante estos asuntos una indiferencia improcedente yvoluntariosa. En este sentido no existe la pretendida objetividad cientfica. Por elcontrario, la intensa importancia del tema debera llevamos a examinar con todo inters:Qu hay de cierto en las pretensiones evolucionistas? Ha hablado Dios y se hamanifestado Dios a los hombres? Si es as: Qu ha dicho y qu ha hecho?

    En esta serie se demuestra desde el criterio cientfico la insostenibilidad de la posturaevolucionista. Las consecuencias, consistentes en que la realidad es que el Creadortrascendente nos ha creado son tremendas, y aqu solamente se pueden bosquejar:

    Dios no solo ha creado al hombre y al mundo en el que l habita. Dios tambin hahablado, y Su palabra ha sido recogida en los 66 libros que forman la Biblia.

    La Biblia nos da la explicacin no solamente de la grandeza del hombre, sino tambinde su depravacin y responsabilidad moral. El hombre est cado en pecado ante un DiosJusto y Santo, como resultado de la cada primera de Adn y Eva al comienzo de lahistoria.

    Pero est escrito en la Biblia que

    De tal manera am Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unignito, para que todoaquel que en l cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

    (Evangelio segn San Juan, captulo 3, versculo 16.)Dios tiene un propsito en Su creacin. Una creacin en la cual, cada ella, l

    interviene en Redencin y en Juicio. Cul ser tu porcin?

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    CREACIN, EVOLUCIN Y LA EVIDENCIA HISTRICApor DUANE T. GISH, Ph. D.

    La extrema rareza de las formas de transicin en el registro fsil persiste como elsecreto profesional de la paleontologa. ... Nos imaginamos ser los nicosverdaderos estudiosos de la historia de la vida, y sin embargo para preservarnuestro favorito relato de evolucin por seleccin natural consideramos quenuestros datos son tan deficientes que nunca vemos el mismo proceso queprofesamos estudiar.

    Gould, S. J., Natural History, vol. 86(5), Mayo 1977, pg. 14.

    DEFINICIONES

    Para una comprensin clara de los temas que se van a considerar en este trabajo,debemos empezar por definir evolucin y creacin. Cuando se utilice el trminoevolucin nos referiremos a la teora general de la evolucin orgnica, o teora de laevolucin de la molcula al hombre. Segn esta teora, todos los seres vivientes hanvenido a existir por procesos naturales, mecanicistas, y evolutivos, a partir de la materiainanimada. Estos procesos se atribuyen solamente a propiedades inherentes de la materia yson, por lo tanto, operativos todava hoy en da. La teora de la creacin, por otra parte,postula que todos los tipos bsicos animales y vegetales (los gneros creados) vinieron aexistir por la accin de un Ser preexistente utilizando procesos especiales que no operanhoy en da. Las variaciones que han tenido lugar desde la creacin han quedado encerradasdentro de los lmites de cada gnero creado.

    Los evolucionistas insisten tenazmente en que la creacin ha de ser excluida de la msmnima consideracin como una posible explicacin de los orgenes, sobre la base de queno puede ser calificada de teora cientfica. Los proponentes de la teora de la evolucin, almismo tiempo, ven como impensable la consideracin de que la evolucin sea algo menosque Ciencia pura y, de hecho, la mayora de ellos insisten en que ya no se debe pensar en laevolucin como teora, sino que se debe considerar un hecho.

  • 6CRITERIOS QUE DETERMINAN LA CONDICIN DE TEORA CIENTFICA

    Cul es el criterio que debe cumplir una teora para ser considerada cientfica en elsentido generalmente aceptado? George Gaylord Simpson ha afirmado que es inherenteen cualquier definicin de ciencia que las afirmaciones que no puedan ser comprobadaspor observacin no son gran cosa... o, por lo menos, no son ciencia.1

    Una definicin de Ciencia, dada en el Diccionario de Oxford, es:

    Una rama de estudio que concierne a un cuerpo coordinado de verdades demostradas,o de hechos observados, clasificados y ms o menos coordinados por su interrelacinbajo leyes generales, y que incluye mtodos fiables para el descubrimiento de nuevasverdades en su dominio.

    As, para que una teora pueda ser calificada de cientfica, debe ser apoyada por sucesoso procesos que puedan ser observados cuando ocurren, y la teora debe ser til prediciendoel comportamiento y resultados de futuros fenmenos naturales o experimentos delaboratorio. Una limitacin adicional impuesta es que la teora debe ser capaz defalsacin. Esto significa que debe ser posible concebir algn experimento cuyo falloprobara la falsedad de la teora.

    CREACIN Y EVOLUCIN FRENTE AL CRITERIO ACEPTADO

    Es en base de tal criterio que la mayor parte de los evolucionistas insisten en que lacreacin no debe ser considerada como una posible explicacin de los orgenes. Lacreacin no ha sido testificada por observadores humanos, no puede ser comprobadacientficamente, y como teora no es falsable.

    Con todo esto, la teora general de la evolucin (teora de la molcula al hombre)tambin falla, incumpliendo estos tres criterios: Dobzhansky, tratando de afirmar laevolucin como hecho, en realidad, admiti que no cumpla el criterio de teora cientficacuando dijo:

    ... el acontecimiento de la evolucin de la vida en la historia de la tierra est tan bienestablecido como ningn suceso nunca testificado por observadores humanos lo puedaser.2

    1 G. G. Simpson, Science, 143, 769 (1964).

    2 T. Dobzhansky, Science, 127, 1091 (1958).

  • 7Goldschmidt, que insisti en que 1a evolucin es un hecho para el cual ya no se necesitade ms pruebas, tambin revel su fracaso en cumplir el criterio generalmente aceptadopara establecer una teora como cientfica. Despus de describir las etapas de sumecanismo evolutivo, al que bautiz con el nombre de Systemic mutation (Mutacinsistmica) o Hopeful Monster (Monstruo Viable), Goldschmidt afirm:

    A esta suposicin se oponen violentamente la mayora de los genticos que pretendenque los hechos hallados al nivel subespecfico se tienen que aplicar tambin a lascategoras superiores. El repetir incansablemente esta pretensin no probada, el pasarde ligero sobre las dificultades y el adoptar una actitud arrogante frente a los que no sedejan influir tan fcilmente por las modas en la Ciencia, se considera que proporcionauna prueba cientfica de su doctrina. Es verdad que nadie hasta ahora ha producido unanueva especie, gnero, etc., por macromutacin; pero es igualmente cierto que nadie haproducido ni una sola especie por seleccin de micromutaciones.3

    Ms adelante, en el mismo artculo declar:

    Tampoco nadie ha presenciado nunca la produccin de un nuevo individuo decategora taxonmica superior por seleccin de micromutaciones.4

    Goldschmidt ha afirmado, pues, que en el contexto de las molculas al hombresolamente se ha observado el cambio ms trivial, al nivel de las subespecies.

    An ms, los arquitectos. de la moderna teora sinttica de la evolucin la hanconstruido tan cuidadosamente, que no es posible su falsacin: La teora es tan plsticaque es capaz de explicar cualquier cosa. Esta fue la queja de Olson5 y de variosparticipantes en el Wistar Symposium on Mathematical Challenges to the Neo-DarwinianInterpretation of Evolution (Simposium Wistar de Desafos Matemticos a laInterpretacin Neodarwinista de la Evolucin), incluyendo incluso a Mayr, uno de losprincipales exponentes de esta teora.6 Eden, uno de los matemticos, lo expres de estamanera, con referencia a la falsabilidad:

    Esto no se puede hacer en evolucin, tomndola en su sentido general, y esto es lo quequise decir cuando la califiqu de tautolgica. Porque, desde luego, puede explicar

    3 R. B. Goldschmidt, American Scientist, 40, 94 (1952). Hay edicin espaola. Ver ARBOR, junio 1951,

    p. 246.4 R. B. Goldschmidt, American Scientist, 40, 97 (1952). Hay edicin espaola. Ver ARBOR, junio 1951,

    p. 242.5 E. C. Olson, en The Evolution of Life, Sol Tax, ed., University of Chicago Press, 1960, p. 530.

    6 Mathematical Challenges to the NeoDarwinian Interpretation of Evolution, P. S. Moorhead y M. M.

    Kaplan, editores; Wistar Institute Press, Philadelphia, 1967; p. 47 (Mayr); p. 64 (Weisskopf); p. 67 (Fraser);p. 71 (Eden).

  • 8cualquier cosa. Se puede ser, o no, ingenioso al proponer un mecanismo que parecerazonable a los seres humanos, incluso mecanismos que sean coherentes con otrosmecanismos que se hayan descubierto, pero no deja de ser una teora no falsable.7

    Aun ms, aparte de los cientficos creacionistas, un creciente nmero de otroscientficos han expresado dudas de que la moderna teora de la evolucin pueda explicaralgo ms que cambios triviales. Eden qued tan desanimado despus de una consideracincompleta de la teora desde el punto de vista probabilstico, que proclam:

    Una teora cientfica y adecuada debe esperar el descubrimiento y elucidacin denuevas leyes fsicas, fisicoqumicas y biolgicas.8

    Salisbury ha expresado similarmente sus dudas, basadas en consideracionesprobabilsticas.9

    El ataque a la teora por parte de cientficos franceses ha sido intenso en aos recientes.Dice un reportaje sobre la situacin en Francia: Este ao se vio crecer rpidamente lacontroversia, hasta que recientemente culmin con un artculo aparecido recientemente enla revista Science et Vie titulado Deberamos quemar a Darwin? con una extensin deunas dos pginas. El artculo, escrito por el divulgador Aim Michel, estaba basado en lasentrevistas del autor con especialistas tales como la seora Andre Tetry, profesora en lafamosa Ecle de Hautes Etudes y autoridad mundial en problemas de la evolucin, elprofesor Rmy Chauvin,10 y otros bilogos franceses de nota; y en un estudio a fondo deunas 600 pginas de compilacin de datos biolgicos reunidos, en colaboracin con laseora Tetry, por el difunto Michael Cuenot, bilogo de fama mundial. La conclusin deAim Michael es significativa: la clsica teora de la evolucin, en su sentido estricto,pertenece al pasado. Aunque no tomen una posicin definida, hoy en da prcticamentetodos los especialistas franceses mantienen fuertes reservas mentales en cuanto a la validezde la seleccin natural.11

    E. C. Olson, uno de los oradores en la celebracin del Centenario Darwiniano, hizo enaquella ocasin la siguiente afirmacin:

    Existe, asimismo, un grupo generalmente silencioso de estudiosos dedicados ainvestigaciones biolgicas, que tienden a disentir con mucha parte del pensamientoactual, pero dicen y publican poco a causa de que no estn particularmente interesados,

    7 Vase nota anterior.

    8 M. Eden, Ref. 6, p. 109. Ver tambin un buen estudio sobre el tema traducido al castellano: Azar y

    Certeza, de G. Salet, Ed. Alhambra, Coleccin Exedra n 95. Madrid 1975.9 F. B. Salisbury, Nature, 224, 342 (1969); J. National Association of Biology Teachers, 33, 335 (1971).

    10 Este autor ha publicado recientemente un libro sumamente crtico frente al darwinismo en los distintos

    mbitos de las ciencias biolgicas, Darwinismo, El Fin de un Mito, editorial Espasa Calpe, S.A. - Madrid,2000.

  • 9o no ven que la controversia sobre la evolucin sea de alguna importancia particular, oestn tan totalmente en desacuerdo que les parece intil dedicarse al monumentaltrabajo de controvertir el inmenso edificio de informacin y teora que existe en laformulacin del pensamiento moderno. Desde luego es difcil juzgar el tamao y lacomposicin de este silencioso sector, pero no hay duda de que los nmeros no sondespreciables.12

    Fothergill se refiere a lo que l llama la poquedad de la teora como un todo.13 Erhlichy Holm han afirmado sus reservas de la siguiente manera:

    Finalmente, consideremos la cuestin presentada anteriormente: Cul es laexplicacin de lo que observamos en la naturaleza? Ha llegado a ser moda elcontemplar la moderna teora de la evolucin corno la nica explicacin posible, enlugar de decir que es la mejor conseguida hasta ahora. Es concebible, y hasta lo msposible, que lo que podramos llamar chistosamente una teora No-Euclideana de laevolucin apunte en el horizonte. La perpetuacin de la teora actual como dogma noanimar el progreso hacia una explicacin ms satisfactoria de los hechosobservados.14

    Algunos ataques son abiertamente crticos, tales como la carta de Danson que aparecirecientemente en New Scientist y en la que, entre otras cosas, afirmaba:

    La teora de la evolucin ya no est ms con nosotros, a causa de que hoy en da sereconoce al Neodarwinismo como incapaz de explicar cualquier otra cosa que no seancambios triviales, y, a falta de otra teora, no tenemos ninguna ... a pesar de la hostilidadde los testimonios ofrecidos por el registro fsil, a pesar de las dificultadesinnumerables, y a pesar de la falta de una teora creble, la evolucin sobrevive ...Puede haber, por ejemplo, otra rea de la ciencia en la que se utilice un conceptointelectualmente tan estril como el de la recapitulacin embriolgica como evidenciade una teora?.15

    Macbeth ha publicado recientemente una crtica especialmente incisiva de la teora de laevolucin.16 Apunta al hecho de que a pesar de que los evolucionistas han abandonado elevolucionismo clsico, la moderna teora sinttica de la evolucin que han propuesto como

    11 Z. Litynski, Science Digest, 51, 61 (1961).

    12 E. C. Olson, Ref. 5, p. 523.

    13 Fothergill, Nature, 189, 425 (1961).

    14 P. R. Erhlich y R. W. Holm, Science, 137, 655 (1962).

    15 R. Danson, New Scientist, 49, 35 (1971).

    16 N. Macbeth, Darwin Retried, Gambit Inc., Boston (1971).

  • 10

    sustitucin es igualmente inadecuada para explicar el cambio progresivo como resultado dela seleccin natural y, de hecho, no pueden ni siquiera definir Seleccin Natural entrminos que no sean tautlogos. La incapacidad de la teora actual, y el fracaso delregistro fsil en cumplir las predicciones que le son propias, dejan a la macroevolucin, yan a la misma microevolucin, como misterios intratables, segn Macbeth. No obstante,Macbeth sugiere que no hay ninguna teora por el presente preferible a sta.

    En vista de las consideraciones expuestas, es increble que cientficos lderes,incluyendo algunos oradores en la Convencin de esta semana,* insistan dogmticamenteen que la teora de la evolucin de la molcula al hombre se ensee con exclusin de todootro postulado. La evolucin en este amplio sentido no est demostrada y no se puededemostrar, y, por lo tanto, no puede ser considerada como un hecho. No est sujeta aprueba por los mtodos normales de la ciencia experimental: Observacin y falsacin. As,en el sentido estricto, no puede ser ni siquiera calificada de teora cientfica. Es unpostulado, y puede servir de modelo con el cual se puede intentar explicar y correlacionarlos datos que tenemos en el registro fsil, y hacer predicciones respecto a la naturaleza dedescubrimientos futuros.

    La creacin, desde luego, no est probada, y no se puede probar por los mtodos de laciencia experimental. Segn el criterio expresado anteriormente, tampoco la podemoscalificar de teora cientfica, ya que la creacin habra sido inobservable y, como teora,sera no-falsable. La creacin es, por tanto, como la evolucin, un postulado que puedeservir como modelo para explicar y correlacionar la evidencia relacionada con losorgenes. La creacin no es, en este punto, ni ms religiosa ni menos cientfica que laevolucin. De hecho, a muchos cientficos bien informados les parece que la creacin esmuy superior al modelo evolucionista como explicacin de los orgenes.

    (*) Este artculo fue ledo ante la Convencin Anual de la Asociacin Nacional de Profesores de Biologa enSan Francisco (California).

  • 11

    Tenemos la fuerte sospecha de que la aceptacin de la evolucin no se debeprincipalmente a la naturaleza de la evidencia, sino al prejuicio filosfico de nuestrostiempos. Watson, por ejemplo, ha dicho:

    La teora de la evolucin misma es una teora universalmente aceptada no a causa deque pueda ser probada cierta por evidencia lgicamente coherente, sino porque la nicaalternativa, la Creacin especial, es claramente increble.17

    Que sta es la teora sostenida por la mayora de los bilogos lo ha enfatizadorecientemente Dobzhansky. En su comentario del libro de Monod, Azar y Necesidad,Dobzhansky declar:

    Ha sealado con admirable claridad, a menudo lindando en lo sublime, la filosofamaterialista mecanicista compartida por la mayor parte del Establecimiento en lasCiencias Biolgicas.18

    La exclusin de la creacin en la enseanza cientfica es innecesaria e indeseable, sea enbase cientfica o filosfica. Bajo el sistema presente, en e1 cual la evolucin se presentacomo un hecho, con exclusin de la creacin, el estudiante es adoctrinado en una filosofade humanismo secular, en lugar de beneficiarse de una presentacin objetiva de laevidencia.

    Se podra remediar esta situacin presentando la creacin y la evolucin en forma demodelos, haciendo predicciones basadas en cada modelo, y entonces comparar la evidenciacientfica real con las predicciones de cada modelo. As, los estudiantes podran decidirseen base de esta presentacin objetiva. Esto es lo que desearamos hacer en el resto de estetrabajo, ciendo nuestras consideraciones a un examen del registro fsil.

    LA EVIDENCIA PALEONTOLGICA, CRUCIAL

    Aunque , se podran investigar varios campos de la ciencia para intentar determinar cuales el modelo que aparece ms plausible de los dos, el registro fsil es la nica fuente deevidencia cientfica que permitira una determinacin de si realmente los organismosvivientes vinieron a existir por creacin o por evolucin. El caso fue bien planteado porLeGros Clark cuando dijo:

    17 D. M. S. Watson, Nature, 124, 233 (1929).

    18 T. Dobzhansky, Science, 175, 49 (1972).

  • 12

    Que la evolucin haya realmente ocurrido se puede establecer cientficamente solo porel descubrimiento de restos fsiles de muestras de los tipos intermedios representativosque han sido postulados basndose en la evidencia indirecta. En otras palabras, laevidencia realmente crucial en cuanto a la evolucin debe ser proveda por elpaleontlogo, cuyo trabajo es estudiar la evidencia del registro fsil.19

    Sir Gavin de Beer se hizo eco de este ltimo punto de vista, cuando afirm:

    La ltima palabra en cuanto a la credibilidad y curso de la evolucin est en manos delos paleontlogos.20

    En su obra revolucionaria El Origen de las Especies, Darwin afirm:

    . . . El nmero de formas intermedias y de transicin entre todas las especies vivientesy extinguidas debe haber sido inconcebiblemente grande21.

    Esta conclusin parece inevitable, sea en base de los conceptos de Darwinismo clsico ode los de la moderna teora sinttica de la evolucin. Por cuanto el nmero de formas detransicin predichas por la teora general de la evolucin es inconcebiblemente grande, elnmero de tales formas que debieron haber quedado fosilizadas, de acuerdo con esta teora,es inconcebiblemente grande aunque slo una fraccin muy pequea de todas las plantas yanimales que han existido hubieran quedado fosilizadas.

    El muestreo del registro fsil ya ha sido suficiente, por lo que ya no es vlido afirmarque el muestreo es aun imperfecto. As, George ha afirmado:

    Ya no hay ninguna necesidad de excusarse ms con la pobreza del registro fsil, puesha llegado a ser difcil de manejar debido a su riqueza, y los descubrimientos estnsaturando la integracin [de datos].22

    Parece claro que despus de 150 aos de bsqueda intensiva se hubiera debido descubrirun gran nmero de formas transicionales, si las predicciones de la teora de la evolucinfueran vlidas.

    Por otra parte, si nos basamos en el modelo de la creacin, deberamos predecir laausencia virtual de formas de transicin entre las principales categoras de clasificacin(los gneros creados). No obstante, no se podra excluir la presencia de alguna aparente

    19 W. LeGros Clark, Discovery, Jan. (Ene.) 1955, p. 7.

    20 G. deBeer, Science, 143, 1311 (1964).

    21 C. Darwin, Origin of Species, J. M. Dent and Sons, 1956, p. 294. Hay varias ediciones espaolas :

    damos una de ellas : Ediciones Zeus, Barcelona 1970, p. 306.

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    forma de transicin por dos razones: a) La tremenda diversidad exhibida dentro de cadacategora mayor de clasificacin y b) la posesin de caractersticas similares de existenciao actividad requeriran estructuras o funciones similares. No obstante, en base del modelocreacin, tales formas pseudotransicionales seran raras y no estaran conectadas portipos intermedios. Las discontinuidades en el registro fsil, por lo tanto, seran sistemticasy casi universales entre las categoras mayores de clasificacin (gneros). El registro fsildebera permitir una eleccin entre los dos modelos.

    PRESENTACIN DE LOS DOS MODELOS

    Nuestros dos modelos se podran construir como sigue:

    MODELO CREACIN MODELO EVOLUCINPor Actos de un Creador Por procesos naturales mecanicistas

    debidos a propiedades inherentes a lamateria inanimada.

    Creacin de gneros bsicos de vegetalesy animales con caractersticas ordinalescompletas en los primerosrepresentantes.

    Origen de todo lo viviente a partir de unasola fuente de vida que surgi por simisma de la materia inanimada.

    Variacin y especiacin limitada dentrode cada gnero.

    Variacin ilimitada. Todas las formasestn relacionadas genticamente.

    Estos dos modelos nos permitiran, a su vez, emitir las siguientes prediccionesconcernientes al registro fsil:

    MODELO CREACIN MODELO EVOLUCINAparicin repentina de una gran variedadde formas altamente complejas.

    Cambio gradual de las formas mssimples a formas ms y ms complejas.

    Aparicin repentina de todos los gneroscreados con caractersticas ordinalescompletas. Discontinuidades bruscasseparando grupos taxonmicosprincipales, sin formas transicionalesentre categoras principales de transicin

    Series transicionales conectando todaslas categoras. No debe haberdiscontinuidades sistemticas.

    22 T. N. George, Science Progress, 48, 1 (1960).

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    COMPARACIN DEL REGISTRO FSIL CON LAS PREDICCIONES DE LOS DOSMODELOS

    1. Del Precmbrico al Cmbrico:

    Las rocas ms antiguas en las cuales se encuentran fsiles indiscutibles son las delperodo Cmbrico. En estos depsitos sedimentarios se encuentran miles y miles demillones de fsiles de formas altamente complejas de vida. Esta incluyen esponjas, corales,calamares, gusanos, moluscos, crustceos. De hecho. se han encontrado todas lasclasificaciones principales de formas invertebradas de vida en las rocas Cmbricas. Estosanimales son tan altamente complejos que se estima que precisaron de 1.500 millones deaos para evolucionar.

    Y, qu es lo que encontramos en las rocas Precmbricas, de mayor antigedad que lasCmbricas? No se ha encontrado ni un solo fsil indiscutible en ellas! Se puede decir contoda certeza que los antepasados de la fauna Cmbrica, si han existido alguna vez, jamshan sido hallados.23, 24, 25

    A pesar de las afirmaciones en contra, los reportajes concerniendo el descubrimiento demicrofsiles (bacterias y algas unicelulares microscpicas) en rocas Precmbricas, a lasque se las ha asignado una edad de 1.000 a 2.000 millones ms de aos que a las delCmbrico, son cuestionables, y desde luego estn abiertos a discusin. Algunos artculosrecientes tienden a exponer las incertidumbres involucradas en tales identificaciones.26, 27, 28

    Por ejemplo, a pesar de que aceptan la probabilidad de que alguno de estos pretendidosmicrofsiles de la era Precmbrica sea de origen biolgico, Engel, et al, han advertido que:

    Establecer la presencia de una actividad biolgica durante el primitivo Precmbricoplantea problemas muy difciles... es apropiado el escepticismo sobre esta clase deevidencias de una primitiva vida Precmbrica.26

    Aun si estos pretendidos microfsiles representan restos de formas genuinamentePrecmbricas, nos encontramos de todas maneras con una discontinuidad tremenda entrelas formas unicelulares microscpicas de vida, y las muy diversificadas y altamentecomplejas formas de vida encontradas en el Cmbrico, una discontinuidad que se extiendesupuestamente sobre mil o dos mil millones de aos en las eras geolgicas.

    Axelrod afirma, refirindose a este problema:

    23 G. G. Simpson, en The Evolution of Life, Ref. 5, p. 143.

    24 P. Cloud, Science, 160, 734 (1968).

    25 D. Axelrod, Science, 128, 7 (1958).

    26 M. N. Bramlette, Science, 158, 673 (1967).

    27 W. H. Bradley, Science, 160, 437 (1968).

    28 A. E. J. Engel, B. Nagy, L. A. Nagy, C. G. Engel, G. O. W. Kremp y C. M. Drew, Science, 161, 1005

    (1968).

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    Uno de los principales problemas no resueltos de Geologa y Evolucin es la presenciade invertebrados marinos multicelulares diversificados en rocas Cmbricas Anterioresen todos los continentes, y su ausencia en rocas de mayor antigedad.

    Despus de considerar los varios tipos que se hallan en el Cmbrico, Axelrod prosigue:

    No obstante, cuando vamos a las rocas Precmbricas para hallar los antecesores deestos fsiles Cmbricos, no se encuentran por ninguna parte. Se conoce, ahora, quemuchas secciones de rocas sedimentarias (de unos 1.600 m.) descansan en sucesinininterrumpida bajo estratos que contienen los ms primitivos fsiles Cmbricos.Aparentemente, estos sedimentos fueron adecuados para la preservacin de fsiles, acausa de que a menudo son idnticas a los de las formaciones fosilferas que descansanencima de ellos y, a pesar de ello, no se encuentran fsiles en ellos.25

    Segn todas las apariencias, basados en los hechos conocidos del registro fsil, hubouna repentina explosin de vida con un alto nivel de complejidad. El registro fsil no nosda ninguna evidencia de que estos animales Cmbricos se desarrollaran a partir deprecedentes formas ancestrales. Aun ms, no se ha encontrado ningn fsil que pueda serconsiderado como forma de transicin entre los grupos principales de clasificacin que loforman. En su aparicin ms primitiva, estas categoras de vida invertebrada eran ya tandivergentes con tanta claridad como hoy en da.

    Cmo queda el modelo evolucionista a la luz de estos hechos? Obviamente, estn encompleta contradiccin con sus afirmaciones. Esto lo ha admitido el mismo GeorgeGaylord Simpson, que declar:

    Garantizado el origen evolutivo de los principales grupos taxonmicos de animales, yno por un acto de creacin especial, la ausencia de cualquier registro de cualquiermiembro de algunos de los phylums en las rocas precmbricas permanece taninexplicable en el terreno de la ortodoxia (evolucionista) como lo era para Darwin.29

    Simpson ha luchado valientemente, pero no fructuosamente, con este problema,habindose visto obligado a conceder que la ausencia de fsiles Precmbricos (aparte delos pretendidos microfsiles) es

    El mayor misterio de la historia de la vida.30

    No obstante, estos hechos estn totalmente de acuerdo con, el modelo creacin. Elregistro fsil revela una aparicin repentina de gran variedad de formas altamenteespecializadas y complejas, sin antecesores evolutivos y sin formas de transicin que

    29 T. N. George, Ref. 22, p. 5.

    30 G. G. Simpson, The Meaning of Evolution, Yale Universiy Press, New Haven, 1949, p. 18.

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    conecten los grupos taxonmicos mayores, tal como queda postulado en el modelocreacionista, pero contradicen incuestionablemente las predicciones del modeloevolucionista.

    El resto de la historia de la vida revela una ausencia destacable de las muchas formas detransicin exigidas por la teora. De hecho, hay una deficiencia sistemtica de formas detransicin entre las categoras mayores de clasificacin, tal como est predicho en elmodelo creacionista.

    2. De los Invertebrados a los Vertebrados:

    La idea de que los vertebrados derivaron de los invertebrados es una pura conjetura queno puede ser documentada por el registro fsil. Se ha propuesto, en base de la anatomacomparativa y de la embriologa de las formas vivientes, casi cada uno de los gruposinvertebrados en ocasiones diferentes.31, 32 Supuestamente, la forma de transicin deinvertebrado a vertebrado pas por una etapa cordada sencilla.

    Posee el registro fsil de evidencias de tal transicin? La respuesta a esta preguntatiene que ser un NO absoluto.

    Ommaney ha afirmado:

    Desconocemos como evolucion este primer cordado, cules fueron las etapas que,recorri en su desarrollo hasta dar finalmente verdaderos peces tal como ahora losconocemos. Entre el perodo Cmbrico, en que es probable que apareciera, y elOrdovcico, en el que se encuentran los primeros fsiles con caractersticas de pez,existe un lapso de unos 100 millones de aos que, probablemente, nunca podremosllenar.33

    Increble! Cien millones de aos de evolucin, y ninguna forma de transicin! Todaslas hiptesis combinadas, no importa lo ingeniosas que sean, nunca pueden pretender,basndose en, la teora de la evolucin, explicar una discontinuidad de tal magnitud. Porotra parte, estn de completo acuerdo con el modelo creacionista.

    3. El problema del origen de las diversas clases de Peces:

    Una lectura cuidadosa del libro de Romer, Paleontologa Vertebrada,30 parece nopermitir otra conclusin sino la de que las clasificaciones principales de peces son ya clara

    31 E. G. Conklin, citado por G. E. Allen, The Quarterly Review of Biology, 44, 173 (1969).

    32 A. S. Romer, Vertebrate Paleontology, 3a. Edicin, University of Chicago Press, 1966.

    33 F. D. Ommaney, The Fishes, Life Nature Library, 1964, p. 60. Edicin espaola: Los Peces. Coleccin

    de la Naturaleza de Life, n. 10, p. 60.

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    y distintamente divergentes, sin formas de transicin que las conecten. La primera enaparecer en el registro fsil es la clase Agnatha. Los ms antiguos de estos vertebrados,representantes de los dos rdenes Osteostraci y Heterostraci, han quedado casi siempreincrustados en material seo u otro material duro. En lo que concierne a su origen, Romerescribe:

    En los sedimentos de la poca Silrica posterior y Devnica anterior estn presentesmuchos vertebrados de caractersticas ictneas de varios tipos, y es obvio que ha tenidoque existir una larga historia evolutiva antes de este tiempo. Pero en lo que se trata deesta historia, la ignoramos mayormente (p. 15, edicin inglesa).

    En cuanto a los Ostracodermos (Osteostraci), Romer escribe as:

    Cuando primeramente aparecen estos Ostrocodermos, ya tienen una larga historia a susespaldas y estn divididos en varios grupos distintos (p. 16).

    De los Heterostraci, dice Romer que desde luego no estn relacionados de cerca con lasotras formas de la clase Agnatha. Si evolucionaron, tambin deben tener una historiaevolutiva muy larga. Pero, igual que los Ostracodermos, aparecen repentinamente en elregistro fsil sin ninguna evidencia de antecesores evolutivos.

    Los Placodermos son causantes de buenos dolores de cabeza. Existan dentro de losPlacodermos sobre unas seis clasificaciones mayores de peces monstruo. De ellos diceRomer:

    Hay pocos caracteres comunes uniendo estos grupos, aparte de que todos ellos, sinexcepcin, son peculiares (p. 24 ).

    Despus de esto, sigue diciendo:

    Aparecen en un momento ms o menos sobre la frontera Siluriano-Devnica en queesperaramos la aparicin de los antecesores apropiados de los tiburones y de los grupossuperiores de peces seos. Seran de esperar formas generalizadas que encajaranlimpiamente en nuestra preconcebida secuencia evolutiva. Las conseguimos en losPlacodermos? No, en absoluto. En su lugar encontramos una serie de tipos brutalmenteimposibles que no encajan en ningn esquema apropiado, que no parecen venir deninguna fuente anterior a primera vista, ni ser antecesores apropiados para ningntipo posterior ms avanzado. De hecho, lo que uno tiende a sentir es que la presencia deestos Placodermos, que forman una parte tan importante de la historia Devnica, es un

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    episodio incongruente. La situacin se habra simplificado si nunca hubieranexistido! (p. 33 ).

    Pero existieron, y su registro no apoya, sino que contradice fuertemente l modeloevolucionista.

    Los tipos superiores de peces, los ortodoxos, estructurados bajo planes bienreconocidos, con aletas apareadas y mandbulas bien desarrolladas, estn colocados dentrode las dos clases, los Chondrichthyes o peces cartilaginosos, y los Osteichthyes, o pecesseos superiores.

    Algunos, en el pasado, han argumentado que la ausencia de huesos en los pecescartilaginosos representa una condicin primitiva, y que los Chondrichthyes fueron unaetapa evolutiva precediendo a los peces seos. Romer argumenta con fuerza contra estalnea de pensamiento, sealando el hecho de que los tiburones son unos de los ltimosgrupos de clasificacin taxonmica mayores en aparecer en el registro fsil.

    As, Romer contina:

    El registro, de hecho, encaja mejor en la conjetura opuesta: que los tiburones sondegenerados en lugar de primitivos en sus caracteres esquelticos; que su evolucin hasido paralela a la de otros varios tipos de peces en su tendencia hacia la reduccin sea;y que se tiene que buscar a sus antecesores entre los peces seos primitivos conmandbulas, del tipo general de los Placodermos. Ningn Placodermo conocido puedeser identificado como antecesor verdadero de los Chondrichthyes, pero nos hemos dadocuenta de que algunos de los peculiares Petalichthydeos parecen mostrar etapasmorfolgicas de reduccin esqueletal. El conocimiento creciente de los PlacodermosDevnicos anteriores puede algn da atar cabos (p. 38).

    Antes, y refirindose a los Placodermos, Romer haba declarado:

    Debemos considerar seriamente que al menos los Tiburones y Quimeras puedan haberdescendido de tales imposibles antepasados (p. 34). Una consideracin al modeloCreacionista, no sera aqu mucho ms razonable que una apelacin a imposiblesantepasados?

    Sobre los peces tpicamente seos, Romer registra el hecho de que su aparicin en elregistro fsil es dramticamente repentina (p. 52). Ms adelante (p. 53), afirma:

    El antecesor comn de los grupos de peces seos es desconocido. Hay varioscaracteres, muchos de ellos descritos anteriormente, en los cuales las dos tpicas

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    subclases de peces seos ya son claramente divergentes cuando las contemplamos en suprincipio.

    As, el registro fsil no muestra antecesores ni formas de transicin de los gruposmayores de clasificacin de peces. Basndonos en el registro conocido, tales antecesoreshipotticos y las formas de transicin necesarias son tan slo el producto de laespeculacin. Cmo pues se puede presentar el argumento de que la explicacin ofrecidapor el modelo evolucionista es ms cientfica que la ofrecida por el modelo creacionista?

    Y, no est de acuerdo esta evidencia con el modelo creacionista, siendo a la vez unembarazo para el modelo evolucionista?

    4. De los Peces a los Anfibios:

    Se ha investigado cuidadosamente el registro fsil, buscando series de transicin queconectasen los peces con los anfibios, pero no se han hallado. La conexin ms prximaque se ha propuesto ha sido la que pretendidamente existe entre el Crosopterigio Rifidistio(pez) y los anfibios del gnero Ichthyostega. Existe, no, obstante, una tremendadiscontinuidad entre los Crosopterigios y los Ichthyostegas, una discontinuidad que sehabra extendido durante muchos millones de aos, y durante los cuales hubieran debidoexistir innumerables formas de transicin. Estas formas de transicin deberan mostrar uncambio lento y gradual de las aletas plvicas y pectorales del Crosopterigio,transformndose en los pies y piernas del anfibio, juntamente con la prdida de otrasaletas, y la concurrencia de otras transformaciones requeridas para su adaptacin al habitatterrestre.

    Cules son los hechos? No se ha encontrado ni una forma de transicin entre la aletadel Crosopterigio y el pie del Ichthyostega. Los miembros del Ichthyostega eran ya del tipoanfibio bsico, no mostrando ningn vestigio de descendencia de aletas.

    Por qu se eligi el Crosopterigio Rifidistio como el supuesto antepasado de losanfibios? Ante todo, no hay ninguno mejor a mano. Echando a faltar un candidato aintermediario entre peces y anfibios, se investigaron los varios grupos de peces. Entoncesse adopt el Crosopterigio como el grupo ms aproximado antepasado de los anfibios. Estaeleccin se debi mayormente a unos diseos de cerebro similares al del Ichthyostega, a laposesin de la vrtebra en arco encontrada en el Ichthyostega y en otrosLabirintodontos, y la presencia de huesos en las aletas, por lo cual, en algunos aspectos, sepodra construir una ruda homologa con los huesos del cuadrpedo.

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    Reconstrucciones de un anfibio Ichthyostega y su supuesto antepasado Crosopterigio.

    Segn Romer, la presin selectiva que permiti el origen de los anfibios cuadrpedos apartir de sus antecesores los peces fue e1 hecho de que en el perodo Devnico fueroncaractersticas unas sequas peridicas, durante las cuales se supone que evolucionaron losanfibios. Esto oblig al Crosopterigio a salir de los lagos y ros que se secaban (se cree queposea pulmones) para buscar otros parajes acuticos. Aquellas formas que habanheredado cambios por mutaciones que permitiesen una locomocin ms eficiente por tierrahabran sobrevivido en nmeros mayores que formas menos bien equipadas. Un grannmero de episodios de estos dieron origen, despus de millones de aos, a un verdaderoanfibio.34

    Esta historia, atractiva a primera vista, pierde su plausibilidad cuando se consideran lossiguientes hechos: Ya que los anfibios se encuentran en el Devnico posterior, hubierandebido evolucionar bien dentro del Devnico cuando sus supuestos antepasadosCrosopterigios estaban an florecientes. Si la historia de Romer es cierta, en lugar de ello,l Devnico debera mostrar extinciones en masa de los Crosopterigios, as como de otrasformas de agua dulce. Lo cierto es precisamente lo contrario.

    En el Carbonfero Primitivo anterior se encuentran otros tres rdenes anfibios. Ya queestos anfibios altamente diversificados aparecen primeramente en el Carbonfero Primitivoanterior con sus caractersticas ordinales completas, tendran que haber empezado aevolucionar bien atrs, en el Devnico, tal como supuestamente hicieron losIchthyostgidos. Las mismas presiones selectivas debieron haber sido ejercidas sobre estostres rdenes como sobre los Ichthyostgidos y deben haber evolucionado a partir de losCrosopterigios o de los Ichthyostgidos. Pero ninguno de estos tres rdenes tiene lavrtebra en forma de arco que poseen los Crosoptergidos y los Ichthyostgidos, sino

    34 A. S. Romer, Ref. 32, p. 86.

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    que poseen la vrtebra ms primitiva, la del tipo Lepospondilos o vaina. Cmo, pues,se puede utilizar la vrtebra en arco para conectar el Crosopterigio con los anfibios?

    An ms, de estos tres rdenes, el Aistopoda posea un cuerpo largo, como de serpiente,con unas 200 vrtebras. En todas estas formas los pies eran pequeos, y muchas ni siquieralos posean, ni aun siquiera trazas de la cintura escapular o plvica! En algunas formas delorden Nectridea los cuerpos eran tambin largos como los de los Aistpodos, faltandoasimismo los pies. Si el Ichthyostega o una forma similar fue el antecesor de todos losanfibios, entonces tenemos que mientras que l estaba en el proceso de derivar cuatro piesa partir de las aletas pectorales y plvicas de su antecesor Crosopterigio, su descendenciaestaba igual de ocupada intentando desembarazarse de ellos!

    Qu presiones selectivas dieron lugar a los cuatro pies en los Ichthyostgidos mientrasque causaban simultneamente su reduccin y prdida entre los Aistpodos y Nectrdeos?Por qu estas formas tan diversas aparecen en el registro fsil con una divergencia yacompleta en su primera aparicin, sin evidencia de formas de transicin?

    Los tres rdenes existentes de anfibios incluyen las salamandras y lagartijas (Urodelatao Caudata); los podos (Apoda o Caecilia), parecidos a los gusanos, sin rganos delocomocin; y las ranas y sapos (Anura o Salientia) que estn entre los vertebradosterrestres, ms especializados, con extremidades posteriores largas y sin cola. Todos estosmodernos anfibios poseen la vrtebra ms primitiva del tipo Lepospondilos, en lugar dela. vrtebra en arco que supuestamente conecta a los anfibios con sus, antecesoresCrosopterigios. Aun ms, no hay formas de transicin conectando estos tres rdenesmodernos que constituyen la subclase Lissamphibia, con los anfibios hallados en elPaleozoico. Refirindose a ellos, Romer afirma:

    Entre ellos y el grupo del Paleozoico hay una amplia discontinuidad no cubierta pormaterial fsil.35

    La discontinuidad extremadamente amplia entre pez y anfibio, como se ha observadoentre los Crosopterigios Rifidistios y los Ichthyostgidos, la aparicin repentina dehecho de todos los rdenes anfibios del Paleozoico con sus diversas caractersticasordinales completas en los primeros representantes, la ausencia de cualquier forma detransicin entre estos rdenes del Paleozoico, y la ausencia de formas de transicin entreellas y las que existen actualmente, es, todo ello, contradictorio a las predicciones delmodelo evolucionista. No obstante, estos hechos son tal como los predichos por el modelocreacionista.

    35 Idem, p. 98.

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    5. De los Anfibios a los Reptiles y Mamferos:

    Es en la frontera anfibiana-reptiliana y reptiliana-mamfera donde se han hecho las msfuertes reivindicaciones de tipos de transicin que conecten clases. Pero al examinarlos conatencin, vemos que son simplemente aquellos que, en el registro fsil, ms se parecen enestructura esqueletal.

    La conversin de un invertebrado a vertebrado, de pez a cuadrpedo con pies y piernas,o de animal terrestre a voltil son unos pocos ejemplos de cambios que requeriran unarevolucin en toda la estructura del animal. Tales transformaciones deberan proveer unaserie de transicin claramente reconocible como tal en el registro fsil si hubieran ocurridopor medio de un proceso evolutivo. Por otra parte, si el modelo creacionista es elverdadero, es en estas fronteras donde la ausencia de formas de transicin ser msevidente.

    Pero vemos que lo cierto es lo contrario en la frontera anfibio-reptiliana y en lareptiliano-mamfera, particularmente en la primera. Siendo posible distinguir entre losreptiles y anfibios actuales, vivientes, en base de sus caractersticas esqueletales, son noobstante mucho ms distinguibles por medio de sus partes blandas y, de hecho, lacaracterstica definitiva que separa a los reptiles de los anfibios es la posesin por parte delos reptiles, en contraste con los anfibios, del huevo amnitico.

    Muchas de las caractersticas para determinar un mamfero residen en su anatoma ofisiologa blanda. Esto incluye su manera de reproducirse, la temperatura caliente de lasangre, respiracin por medio de la posesin de un diafragma, la posesin de glndulasmamarias y la posesin de pelo.

    Con todo esto, las dos diferencias ms fcilmente distinguibles entre reptiles ymamferos no han sido nunca conectadas por series de transicin. Todos los mamferos,existentes o fsiles, tienen un solo hueso, el dentario, a cada lado de la mandbula inferior,y todos los mamferos, existentes o fsiles, tienen tres osculos auditivos (que forman elodo medio), el martillo, el yunque y el estribo. En algunos reptiles fsiles, el nmero ytamao de los huesos de la mandbula inferior es reducido en comparacin con los reptilesvivientes. Aun as, todos los reptiles, vivientes o fsiles, tienen como mnimo cuatrohuesos en la mandbula inferior, y todos poseen un solo osculo auditivo, el estribo.

    No hay, por ejemplo, formas de transicin que muestren dos o tres huesos en lamandbula, o dos osculos auditivos, y tampoco no ha explicado nadie como se lasarreglaba la forma de transicin para masticar mientras su mandbula se tena que dislocary rearticular, o como poda or mientras se le iban formando los otros dos huesos en el odomedio.

    An hay ms. Para que los hechos del registro fsil puedan encajar en las prediccionesdel modelo evolucionista se tiene que establecer una secuencia cierta de tiempo que encaje

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    con estas predicciones. Esto no ha sido posible con la secuencia Anfibios-Reptiles-Mamferos a base del material fsil descubierto hasta ahora.

    Las conocidas formas Seymuria y Didactes, de las cuales se dice que estn en la lnea dedivisin entre reptiles y anfibios, son del Prmico anterior. O sea, que han llegado 20millones de aos demasiado tarde para ser los antecesores de los reptiles, si es que hemosde seguir la cronologa evolucionista. Los pretendidos reptiles-base del orden Cotilosauria,se encuentran no en el Prmico posterior a ellos, sino en el perodo precedente, elCarbonfero tardo (Pensilvnico).

    De hecho, los reptiles mamiferoides del suborden Sinpsida, que supuestamentedieron origen a los mamferos, se hallan en el Pensilvnico (Carbonfero tardo), yposiblemente en el Pensilvnico anterior. As, el Seymuria y el Didactes, antecesores delos reptiles, no solamente postdatan a los mismos reptiles por decenas de millones de aos,sino que tambin postdatan a los mismos antecesores de los mamferos por un lapso detiempo igual.

    Segn el modelo evolucionista, los mamferos asumieron la supremaca sobre losreptiles en un perodo relativamente tardo de la historia de los reptiles. Si esto es cierto, sepodra asumir razonablemente que la rama de reptiles de que tuvo su origen se desarrolltardamente en la historia de los reptiles. Pero aqu tambin vemos que lo cierto es locontrario, si es que fueron los Sinpsidos los que antecedieron a los mamferos. Lasubclase Sinpsida est fechada entre los ms primitivos de los reptiles conocidos, no losltimos, y se supone que pasaron su apogeo an antes de la aparicin de los Dinosaurios.

    Segn Romer, los reptiles sinpsidos fueron disminuyendo en nmero durante elTrisico, quedando esencialmente extintos hacia el final de aquel perodo, y pasaronmuchos millones de aos antes de que sus descendientes llegaran a una posicin dedominio.36 Si la seleccin natural es el proceso que rige la evolucin (y la definicin de laSeleccin Natural es que es un proceso por el que el organismo ms capacitado para lalucha por la vida es el que produce mayor descendencia), entonces, si la anterior historia deRomer es cierta, tendremos que concluir en que la transicin del reptil al mamfero triunfa pesar de la Seleccin Natural, en lugar de triunfar a causa de ella.

    6) El Origen del Vuelo:

    El origen del vuelo debera suministrarnos casos excelentes para presentar evidenciasevolucionistas en contra de las tesis creacionistas, si lo primero fuera lo cierto. Para llegara volar, casi todas las estructuras de un animal no volador requeriran un cambio deestructura, y las formas de transicin resultantes deberan ser fcilmente detectables en elregistro fsil. Se supone que el vuelo ha evolucionado separada e independientemente en

    36 Idem, p. 173.

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    cuatro ocasiones: en los insectos, aves, mamferos (los quirpteros), y reptiles (lospterosaurios, ya extinguidos). En cada caso se supone que se precisaron muchos millonesde aos para llegar al vuelo, y en cada caso se hubieran visto envueltas en ello formas casiinnumerables de transicin. Pero aun as, no se encuentra nada, ni un solo caso, que seaproxime a una serie de transicin.

    E. C. Olson, un evolucionista y gelogo, afirma en su libro La Evolucin de la Vida,37

    que en lo que concierne al vuelo, hay algunas discontinuidades muy grandes en el registrofsil (p. 180).

    En lo que concierne a los insectos, dice Olson: No hay prcticamente nada que nosinforme sobre la historia del origen del vuelo en los insectos (p. 180). En lo que trata delos reptiles voladores, Olson nos informa que El vuelo verdadero est primeramenteregistrado entre los reptiles en las Pterosaurios del perodo Jursico. Aunque los msprimitivos de ellos estaban algo menos especializados para el vuelo que los ltimos, no hayen absoluto ningn tipo o seal de etapas intermedias (p. 181). Referente a las aves,Olson nos informa que El vuelo verdadero est primeramente registrado entre los reptilesen los Pterosaurios del perodo Jursico. Aunque los ms primitivos de ellos estaban algomenos especializados para el vuelo que los ltimos, no hay en absoluto ningn tipo o sealde etapas intermedias (p. 181). Referente a las aves, Olson habla del Archaeopteryx comoreptiloide, pero afirma que por su posesin de plumas muestra que es un ave (p. 182).Finalmente, con referencia a los mamferos, Olson afirma que La primera evidencia devuelo en los mamferos es en los murcilagos ya completamente desarrollados delEoceno (p. 182 ).

    El caso del Archaeopteryx:*

    As, pues, no se puede documentar ninguna serie de transicin en ningn momento de lapretendida transicin al vuelo y, tan slo en un caso, se ha alegado la presencia de unaforma de transicin. En este ltimo caso, el as llamado intermedio no es intermedio enabsoluto, porque, tal y como los paleontlogos reconocen hoy en da, el Archaeopteryx eraun ave verdadera posea alas, estaba dotada completamente de plumas, volaba. No eramedio-ave. Era un ave. Jams se ha encontrado una forma de transicin con slo parte deplumas y slo parte de alas.

    37 E. C. Olson, The Evolution of Life, The New American Library, New York, 1965.

    * Adems de todas las consideraciones que se apuntan sobre el Archaeopteryx en el cuerpo del texto, se

    debe sealar aqu un hecho muy significativo y que confirma de una forma decisiva que el Archaeopteryx nopuede ser una forma de transicin. Este hecho es el descubrimiento, anunciado por Science News (vol. 112,24 de sept. de 1977, p. 198), de los restos de un ave indudable unos 60 millones de aos ms antigua que elArchaeopteryx. El profesor John H. Ostrom, de la Universidad de Yale, afirma que es evidente que debemosahora buscar los antecesores de las aves voladoras en un perodo de tiempo mucho ms antiguo que aquel enel que vivi el Archaeopteryx. As, Ostrom concluye que el Archaeopteryx no fue el antecesor de las aves.Con esto se reafirman las palabras de Newell: Muchas de las discontinuidades tienden a ser ms y msenfatizadas con el aumento de las colecciones53 (Nota del Traductor).

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    Las caractersticas que se alegan del Archaeopteryx consisten en los apndicesgarrideos en los ejes-gua de las alas, la posesin de dientes, y vrtebras que se extendanhacia afuera, formando una cola. Se cree que, poseyendo una quilla pequea, era unvolador ms bien torpe. Mientras que tales caractersticas podran ser de esperar si las avesevolucionaron de los reptiles, no constituyen por s mismas una prueba en absoluto de queas haya sucedido, ni demuestran que el Archaeopteryx sea un intermedio entre los reptilesy las aves. Por ejemplo, en Sudamrica existe hoy en da un ave, el Hoatzin (OpisthocomusHoatzin), el cual posee dos garras en su etapa juvenil. Aun ms, es un volador torpe, conuna quilla asombrosamente pequea.38 (36). Esta ave es sin duda alguna cien por cienave, aun poseyendo dos de las caractersticas por las cuales se le imputa una ascendenciareptiliana al Archaeopteryx.

    Mientras que las aves modernas no poseen dientes, otras aves ms antiguas, aves cienpor cien sin sombra de duda, los posean. Demuestra ello que los antepasados de las avesfueron los reptiles, o simplemente demuestra que algunas aves antiguas tenan dientes,mientras que otras no los tenan? Algunos reptiles tienen dientes y otros no los tienen.Algunos anfibios poseen dientes, otros no. De hecho, esto es cierto a travs de todas lascategoras de subphylums peces, anfibios, reptiles, aves y mamferos incluidos.

    Siguiendo la analoga de que las aves dentadas son primitivas mientras que lasdesdentadas son ms avanzadas, los monotremas (por ejemplo, el Ornitorrinco y elEquidna), ambos mamferos, desdentados, deberan ser considerados ms avanzados quelos humanos! Y a pesar de ello, estos mamferos son considerados como los msprimitivos de todos los mamferos (Por cierto que se da la curiosa circunstancia de queson los ltimos en aparecer en el registro fsil!). Qu valor filogentico se le puede dar ala posesin o no posesin de dientes?

    En lo que se refiere a la posicin del Archaeopteryx, DuNouy afirm:

    Desafortunadamente, la mayor parte de los tipos fundamentales del reino animal estn,desde el punto de vista paleontolgico, desconectados. A pesar del hecho de que estinnegablemente relacionado a la vez con los reptiles y con las aves (relacin que laanatoma y la fisiologa de los especmenes verdaderamente vivientes demuestra), noestamos autorizados a considerar el caso excepcional del Archaeopteryx como unaverdadera conexin. Por conexin queremos decir una etapa de transicin necesariaentre tales clases como reptiles y aves, o entre grupos menores. Un animal, por el hechode que muestre caractersticas pertenecientes a dos grupos diferentes, no puede sertratado como una verdadera conexin en tanto que no se hayan hallado las etapasintermedias, y en tanto que los mecanismos de transicin permanecen desconocidos.39

    38 J. L. Grimmer, National Geographic, Sept., 1962, p. 391.

    39 L. du Nouy, Human Destiny, The New American Library, New York, 1947, p. 58.

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    Cul, pues, parece ser la conclusin ms razonable? Creemos que el registro fsil nopermite mejor secuela que la que Marshall ha publicado recientemente: El origen de lasaves es mayormente asunto de deduccin. No hay fsiles de las etapas a travs de lascuales se logr el asombroso cambia de reptil a ave.40

    Objeciones contestadas:En vista de todo lo anterior, se presentan muchas excusas alegando que las estructuras

    delicadas generalmente no se preservan en forma fsil, para presentar una explicacin alhecho de que no haya ninguna indicacin, en el registro fsil, de la evolucin de lasplumas. Pero esta objecin no es posible en el caso de la pretendida evolucin del vuelo enlos reptiles voladores y los murcilagos.

    Hay muchas diferencias, y muy significativas, entre reptiles voladores y no voladores.Otra vez nos remitimos a la obra de Romer, Paleontologa Vertebrada (30). Se muestraen la pgina 140 la reproduccin del Saltoposuchus (Fig. 214 de su libro), un representantede los Teocodontes del Trisico, que Romer cree dieron lugar a los reptiles voladores(Pterosaurios), dinosaurios y aves. La comparacin de esta forma con las reconstruccionesde los ms primitivos representantes entre los dos subrdenes de los Pterosaurios (pp. 144y 146) revelan la vasta discontinuidad entre ellos, una discontinuidad no conectada porintermediarios fsiles. Desde luego, tambin existe una discontinuidad similar entre estacriatura y el Archaeopteryx.

    El Saltoposuchus, teocodonte del que Romer y otros creen tuvieron su origen losdinosaurios, las aves, y los reptiles. Tomado de Paleontologa Vertebrada, de Romer.

    Casi todas las estructuras en el Rhamphorhyncus, pterosaurio de cola larga (Fig. 222, p.144) le eran peculiares. Es esencialmente obvia (como en todos los pterosaurios) la granlongitud de su cuarto dedo, en contraste con los otros tres dedos que este reptil posea. Estecuarto dedo provea todo el apoyo para la membrana que actuaba de ala. Por cierto que noera una estructura delicada, y si los pterosaurios, tuvieron su origen, en la evolucin de losTecodontes o de algn otro reptil terrestre, se deberan haber hallado formas de transicin

    40 A. J. Marshall, Ed., Biology and Comparative Phisiology of Birds, Academic Press, New York, 1960,

    p. 1.

  • 27

    mostrando un alargamiento gradual de este cuarto dedo. No obstante, no se ha descubiertoni una seal de tales formas de transicin.

    Rhamphorhyncus, un Pterosaurio de cola larga.Tomado de The Osteology of the Reptiles de Williston.

    An ms especial era el grupo Pterodactiloide de los pterosaurios (Fig. 225, p. 146). ElPteranodonte no solo tena un pico largo y desdentado y un penacho seo largoextendindose hacia atrs, sino que sus cuatro dedos sostenan un ala de 8 metros deenvergadura! Dnde estn las formas de transicin documentando el origen evolutivo deestas y otras estructuras especiales de los Pterosaurios? En cuanto al murcilago, se,supone que evolucion de insectvoros terrestres, a pesar de que, como se ha afirmado

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    anteriormente, el murcilago ms antiguo conocido en el registro fsil41 es cien por cientomurcilago, y no se puede encontrar ni traza de formas de transicin. En el murcilago,cuatro de los cinco dedos sostienen la membrana del ala y son extremadamente largoscomparados con una mano normal. Estas y otras estructuras nicas, como el radio y elcbito, que se unen en la mitad distal para formar un hueso simple en el Palaeochiropteryx(Romer, Fig. 322, p. 213), son huesos slidos, y no estructuras delicadas. Si las formas detransicin existieron, ciertamente que hubieran debido quedar preservadas. La completaausencia de las tales deja sin respuesta, tomando como base el modelo evolucionista,preguntas tales como: Cundo, de qu, dnde y cmo tuvieron su origen los murcilagos?

    Pteronodonte, un reptil gigante que tena una longitud total de alas de ms de ochometros. Tomado de Paleontologa Vertebrada de Romer.

    Ahora queremos plantear la pregunta: En lo que concierne al origen del vuelo. Qumodelo, el de la creacin, o el de la evolucin, tiene mayor apoyo del registro fsil? Anosotros la respuesta nos parece clara. Ni un solo hecho contradice las predicciones delmodelo creacionista: la verdadera evidencia falla en apoyar las predicciones del modeloevolucionista. Aqu, donde sera ms fcil y obvio el hallar formas de transicin si laevolucin fuera realmente la causa de estas criaturas tan altamente desarrolladas yespecializadas, no se encuentra ni una. Podra ser ms cruel y caprichoso el registro fsilpara los paleontlogos evolucionistas? El registro histrico inscrito en las rocas estgritando literalmente: CREACIN!

    41 G. L. Jepsen, Science, 154, 1333 (1966).

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    Palaeochiropteryx, el ms antiguo de los murcilago conocidos, fsil del Eoceno.

    Los ejemplos citados en este artculo no son en ninguna manera excepciones, sino quesirven para ilustrar lo que es caracterstico del registro fsil. Mientras que se puedeobservar una transicin en el nivel de las subespecies, y se puede inferir en el de lasespecies, la ausencia de las formas de transicin entre las categoras ms elevadas declasificacin (los gneros creados del modelo creacionista) es regular y sistemtica. Nosproponemos documentar esta afirmacin citando afirmaciones pblicas de evolucionistas.

    AFIRMACIONES PUBLICAS DE AUTORIDADES EVOLUCIONISTAS(Referentes a la naturaleza del registro fsil)

    Deseamos citar primeramente al mundialmente famossimo George Gaylord Simpson,paleontlogo evolucionista de primera fila. En su libro Tempo and Mode in Evolution(Ritmo y Mtodo en la Evolucin), afirma en la seccin dedicada a DiscontinuidadesPrincipales en el Registro (Fsil) que no hay ni trazas en ninguna parte del mundo deningn fsil que cubra la discontinuidad que existe entre el Hyracotherium y su pretendidaforma ancestral Condylarthra. Despus sigue diciendo: Esto es cierto de todos los treintay dos rdenes de mamferos... Los miembros ms antiguos conocidos de cada orden yatienen sus caractersticas ordinales bsicas, y no hay, en ningn caso, una secuenciaaproximadamente continua de un orden conocido a otro. En la mayora de los casos, larotura de conexin es tan brusca, y la discontinuidad tan grande, que el origen del orden esespeculativo, y muy disputado.42

    Despus (p. 107), Simpson afirma:

    42 G. G. Simpson, Tempo and Mode in Evolution, Columbia University Press, New York, 1944, p. 105.

  • 30

    Esta ausencia regular de formas de transicin no est limitada a los mamferos, sinoque es un fenmeno casi universal, y que ha sido notado desde hace mucho tiempo porlos paleontlogos. Es cierto de casi todos los rdenes de todas las clases de animales,vertebrados e invertebrados. Tambin es cierto de las clases, de los principales Phylumsy, aparentemente, tambin es cierto de las categoras anlogas de las plantas.

    En su libro The Meaning of Evolution (El Significado de la Evolucin) Simpson afirma,refirindose a la aparicin de nuevos phylums, clases y otros grupos principales:

    El proceso por el cual ocurrieron en la evolucin unos sucesos tan radicales es causade una disputa de las ms serias que quedan entre los estudiosos profesionales de laevolucin. La cuestin es si tales sucesos principales tuvieron lugar instantneamentepor algn proceso diferente en esencia de los que formaran parte en un cambioevolutivo ms o menos gradual, o si toda la evolucin, incluyendo estos cambiosprincipales, queda explicada por los mismos procesos y principios directivos, siendo susresultados mayores o menores en funcin del tiempo implicado, de la intensidad relativade la seleccin y de otras variables en cualquier situacin dada. La posibilidad. de tal disputa existe porque las transiciones entre los principalesgrados de organizacin apenas quedan registradas por fosilizacin. Hay una tendencia aeste respecto hacia una deficiencia sistemtica en el registro de la historia de la vida.As, es posible afirmar que tales transformaciones no estn registradas porque noexistieron; que los cambios no fueron por transicin, sino por saltos repentinos en laevolucin.43

    Si los phylums, clases, rdenes y otros grupos principales fueran conectados por formasde transicin en lugar de aparecer repentinamente en el registro fsil con sus caractersticasbsicas completas, no habra necesidad, desde luego, de referirse a su aparicin en elregistro fsil como sucesos radicales. Adems es imposible enfatizar con suficienteintensidad el que aun los mismsimos evolucionistas estn discutiendo entre ellos si estascategoras principales aparecieron instantneamente o no! Precisamente, el argumento delos creacionistas es que estas formas s que se formaron instantneamente, y que lasformas de transicin no estn registradas en el registro fsil porque nunca existieron! As,los creacionistas desearamos reformar la afirmacin de Simpson para que se leyese:

    Es as posible afirmar que tales transformaciones no estn registradas porque noexistieron, y que estos tipos principales se originaron por creacin en lugar de por unproceso de evolucin gradual.

    43 G. G. Simpson, The Meaning of Evolution, Yale University Press, New Haven, 1949, p. 231.

  • 31

    En un trabajo ms reciente, Simpson afirm que:

    Es una caracterstica del registro fsil el que la mayora de los grupos taxonmicosaparecen bruscamente.

    En el mismo prrafo, adems, afirma que:

    Las discontinuidades entre las especies conocidas son espordicas y a menudopequeas. Entre los rdenes, clases y phylums conocidos son sistemticas y casisiempre grandes.44

    A pesar de que es nuestro propsito hacerlo, apenas si es necesario documentar ya msla naturaleza del registro fsil. Parece obvio que si las afirmaciones anteriores de Simpsonse desnudasen de todas las presuposiciones y de los supuestos mecanismos evolutivos paraquedar simplemente el registro del hecho, describen exactamente lo que demanda elmodelo creacionista. Este registro es, no obstante, terriblemente deficiente a la luz de laspresuposiciones y predicciones del modelo evolucionista.

    Nadie se ha entregado ms de corazn que Simpson a la Filosofa materialistamecanicista compartida por la mayor parte del Establecimiento actual en las cienciasbiolgicas. As, como l mismo lo ha expresado, Encuentra lgico, si no exigidocientficamente, suponer que la aparicin de un nuevo grupo sistemtico no es evidencia decreacin ....45

    As, Simpson ha gastado un tiempo y un esfuerzo considerable en sus intentos de doblary retorcer cada faceta de la teora de la evolucin para explicar las deficiencias del registrofsil, intentndolo acomodar a la hiptesis evolutiva.46, 47, 48 Pero tenemos que hacerobservar que, si se adopta la evolucin a priori, siempre es posible adoptar hiptesisauxiliares no probadas, y por su misma naturaleza imposibles de probar para hacer quefuncione en cualquier caso especfico. Por este proceso, la evolucin desemboca en lo queThorpe llama uno de sus Cuatro Pilares de la Ignorancia una evolucin mental que es elresultado de tentativas casuales preservadas por apuntalamientos.49

    Con referencia a la naturaleza del registro fsil, Arnold ha dicho:

    Se tuvo por mucho tiempo la esperanza de que las plantas extintas revelaran al finalgunas de las etapas a travs de las cuales han pasado los grupos existentes durante el

    44 G. G. Simpson, Ref. 5, p. 149.

    45 G. G. Simpson, The Major Features of Evolution, Columbia University Press, New York, 1953, p. 360.

    46 Ref. 45, pp. 360-376.

    47 Ref. 42, pp. 105-124.

    48 Ref. 44, pp. 149-152.

    49 W. Thorpe, New Scientist, 43, 635 (1969).

  • 32

    curso de su desarrollo, pero se puede admitir libremente que esta aspiracin se hacumplido en una extensin muy insignificante, a pesar de que la investigacinpaleobotnica ha estado en desarrollo por ms de cien aos.50

    Las siguientes afirmaciones del profesor E. J. H. Corner, de la Escuela Botnica deCambridge (Universidad de Cambridge), fueron refrescantemente cndidas:

    Se puede aducir mucha evidencia en favor de la teora de la evolucin de la biologa,biogeografa y paleontologa, pero pienso que para las personas sin prejuicios, elregistro fsil de las plantas est todava en favor de la creacin especial.51

    Olson ha dicho:

    Un tercer aspecto fundamental del registro fsil es algo diferente. Repentinamenteaparecen muchos grupos de plantas y animales, aparentemente sin ningn antecesorcercano. La mayora de los grupos de organismos Phylums, Subhylums, y an lasmismas clases, han aparecido de esta manera... El registro fsil, que ha producido elproblema, no da mucha ayuda para su solucin... La mayora de los zologos y lamayora de los paleontlogos sienten que las interrupciones y bruscas apariciones denuevos grupos pueden ser explicadas por el que el registro fsil est incompleto.Algunos paleontlogos estn en desacuerdo y creen que estos eventos cuentan unahistoria que contradice a la teora, y que no se registra en los organismos vivos.52

    En relacin con lo que algunos afirman sobre que el registro fsil est (despus de 150aos de bsqueda!) incompleto, nos remitimos a la afirmacin de George ya citada alprincipio de este artculo sobre la gran riqueza del registro, y al hecho de que lasdiscontinuidades, segn el propio G. G. Simpson, son sistemticas. Aun se puede citar aotro autor para otra refutacin a esta superficial explicacin de las discontinuidades en elregistro fsil. Newell ha dicho:

    Muchas de las discontinuidades tienden a ser ms y ms enfatizadas con el aumento delas colecciones.53

    En su reciente libro sobre los principios de la Paleontologa, Raup y Stanley hanafirmado:

    50 C. A. Arnold, An Introduction to Paleobotany, McGraw-Hill Pub. Co., New York, 1947, p. 7.

    51 E. J. H. Corner, en Contemporary Botanical Thought, A. M. Macleod y L. S. Cobley, Eds. Quadrangle

    Books, Chicago, 1961.52

    E. C. Olson, Ref. 37, p. 94.53

    N. D. Newell, Proc. Amer. Phil. Soc., April 1959, p. 267.

  • 33

    Desafortunadamente, los orgenes de las categoras taxonmicas superiores estncubiertas de misterio; comnmente, nuevas categoras ms elevadas aparecenabruptamente en el registro fsil sin evidencia de formas de transicin.54

    DuNouy ha descrito la evidencia de esta manera:

    Brevemente, cada grupo, orden, o familia, parece haber nacido repentinamente, y aduras penas, si jams, encontraremos las formas que las unen al grupo precedente.Cuando las descubrimos, estn ya diferenciadas. No solamente no encontramosprcticamente ninguna forma de transicin, sino que en general es imposible conectarun grupo nuevo con uno ms antiguo.55

    Khun ha enfatizado:

    El hecho de la descendencia persiste. De todas formas, no se puede demostrar enninguna parte la descendencia traspasando los lmites circunscritos tipolgicamente.Por tanto, podemos hablar de descendencia dentro de los tipos, pero no de descendenciade tipos.56

    Tratando de los principales grupos, o Pylums, Clark ha afirmado:

    No importa lo lejos que lleguemos en el registro fsil de la vida animal previa sobre latierra, no encontramos ni traza de cualquier forma animal que sea intermedio entrecualquiera de los principales grupos, o Phyla.57

    Ms adelante de este mismo volumen dice:

    Ya que no tenemos evidencia, ni la ms mnima, sea entre animales vivientes o fsiles,de tales tipos de intergradacin siguiendo a los grupos principales, es una rectasuposicin suponer que tales tipos jams han existido.58

    Aun en las famosas series equinas que tantas veces han sido alzadas en pendn comoprueba de la evolucin dentro de los rdenes, encontramos que las formas de transicinentre los tipos principales faltan. As, DuNouy ha afirmado en referencia a los caballos:

    54 D. M. Raup y S. M. Stanley, Principles of Paleontology, H. W. Freeman and Co.

    55 L. du Nouy, Ref. 39, p. 63.

    56 O. Kuhn, Acta Biotheoretica, 6, 55 (1942).

    57 A. H. Clark, en The New Evolution: Zoogenesis, A. H. Clark, Ed. Williams and Wilkins, Baltimore,

    1930, p. 196.58

    A. H. Clark, Ref. 57, p. 196.

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    Pero cada uno de estos intermediarios aparece repentinamente y no ha sido aunposible, por falta de fsiles, reconstruir estos pasos entre estos intermediarios. Aun as,tienen que haber existido. Las formas conocidas permanecen separadas como los pilaresde un puente en ruinas. Sabemos que se construy el puente, pero solo quedan vestigiosde los apoyos estables. La continuidad que asumimos puede nunca quedar establecidapor los hechos.59

    Goldschmidt dice en cuanto a esto mismo:

    Aun ms, dentro de las series de evolucin lenta, como la famosa del caballo, lasetapas decisivas son abruptas.60

    Goldschmidt, en contraste con Simpson y la mayora de los evolucionistas, acept lasdiscontinuidades en el registro fsil en su verdadero valor. Rechaz la interpretacinNeodarwiniana de la evolucin (la sntesis moderna en trminos actuales demicromutacin y Seleccin Natural) que es aceptada por casi todos los evolucionistas, porlo menos por aquellos que aceptan alguna teora que implique algn mecanismo.Goldschmidt propuso, por su parte, que las categoras ms importantes (Phylums, clases,rdenes, familias) se originaron instantneamente por saltos bruscos o systemicmutations (mutaciones sistmicas).61, 62

    Goldschmidt bautiz a su mecanismo con el nombre de Hopeful Monster (MonstruoViable). Propuso, por ejemplo, que un da un reptil puso un huevo, y que lo que sali delhuevo fue un ave! Segn Goldschmidt, esta es la manera en que han de ser explicadas lasprincipales discontinuidades del registro fsil, por sucesos similares. Algo puso un huevo,y algo diferente naci! Los Neodarwinistas prefieren creer que el que puso el huevo esGoldschmidt, manteniendo que no hay ninguna evidencia que apoye el mecanismo delMonstruo Viable. Goldschmidt arguye con la misma intensidad en que no hay ningunaevidencia para el mecanismo Neodarwinista que se postula (grandes transformaciones poracumulacin de micromutaciones). Los creacionistas estamos de acuerdo tanto conGoldschmidt como con los Neodarwinistas: Ambos estn completamente equivocados!Las publicaciones de Goldschmidt ofrecen argumentos convincentes en contra del punto devista Neodarwinista de la evolucin, desde el campo de la gentica y de la paleontologa.

    Nadie estaba ms verdaderamente entregado a la filosofa evolucionista queGoldschmidt. Si alguien deseaba encontrar formas de transicin, l ms. Si alguien hubiera

    59 L. du Nouy, Ref. 39, p. 74.

    60 R. B. Goldschmidt, Ref. 3, p. 97.

    61 R. B. Goldschmidt, The Material Basis of Evolution, Yale University Press, New Haven, 1940.

    62 R. B. Goldschmidt. Ref. 3, pp. 84-98.

  • 35

    tenido que admitir que una forma de transicin lo fuera, l hubiera sido el primero. Pero encuanto al registro fsil, he aqu lo que Goldschmidt tuvo que decir:

    Los hechos de mayor importancia general son los siguientes. Cuando aparece un nuevophylum, clase u orden, entonces sigue una rpida y explosiva diversificacin entrminos de tiempo geolgico, con lo que prcticamente todos los rdenes y familiasconocidas aparecen repentinamente y sin ninguna transicin aparente.60

    Ahora preguntamos: Qu mejor descripcin del registro fsil se podra esperar, enbase de las predicciones del modelo de la creacin? Por otra parte, a no ser que se acepteel mecanismo evolutivo de Goldschmidt el Monstruo Viable esta descripcincontradice la prediccin ms crtica del modelo de la evolucin: la presencia de losintermediarios exigidos por la teora en el registro fsil.

    Kerkut, a pesar de no ser un creacionista, escribi un pequeo pero notable volumenpara exponer la debilidad y las falacias en la evidencia generalmente utilizada para apoyarla teora de la evolucin. En la fase final de su libro Kerkut afirm que:

    Existe la teora de que todas las formas de vida del mundo se han desarrollado a partirde una sola fuente de vida que emergi por s sola de lo inorgnico. Esta teora puedeser llamada Teora general de la evolucin, y la evidencia que la apoya no es losuficientemente fuerte como para que la podamos considerar algo ms que unahiptesis de trabajo.63

    Hay mundos de diferencia, desde luego, entre una hiptesis de trabajo y un hechocientfico establecido. Si las presuposiciones filosficas le guan a uno a aceptar laevolucin como su hiptesis de trabajo, la debera restringir a este uso, y no obligar a suaceptacin como hecho establecido.

    S, dejando aparte cualquier presuposicin filosfica, sea materialista, o testa, seutilizan la creacin y la evolucin como modelos para predecir la naturaleza de laevidencia histrica que se espera ha de coincidir con uno de ellos, podemos ver que elmodelo de la creacin es tan creble (y nosotros creemos que mucho ms) como el modelode la evolucin. Reiteramos que ningn modelo es ms religioso ni menos cientfico que elotro.

    Nadie menos que un evolucionista convencido como Thomas H. Huxley reconoci que:

    63 G. A. Kerkut, Implications of Evolution, Pergamon Press, New York, 1960, p. 157.

  • 36

    ... Creacin, en el sentido ordinario de la palabra, es perfectamente concebible. Noencuentro ninguna dificultad en creer que, en algn perodo preexistente, el universo noestaba en existencia, y que hizo su aparicin en seis das (o instantneamente, si seprefiere), como consecuencia de la voluntad de un Ser preexistente. Tanto entoncescomo ahora, los argumentos a priori contra el Tesmo, y dada una Deidad, contra laposibilidad de actos creativos, me parecieron vacos de un fundamento razonable.64

    La mayora en la comunidad cientfica y en los crculos educativos estn usando laexcusa de la ciencia para forzar la enseanza de su punto de vista sobre la vida sobretodo el mundo. El autoritarismo de la Iglesia Medieval ha sido reemplazado por elautoritarismo del Materialismo Racionalista. Se viola el respeto mutuo, y la libreinvestigacin queda ahogada bajo esta capa de dogmatismo. Es hora ya de cambiar.

    64 T. H. Huxley, citado en Life and Letters of Thomas Henry Huxley, Vol. 11, L. Huxley, Ed. 1903, p.

    439.

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    2

    EL ORIGEN DEL HOMBREpor HENRY M. MORRIS, Ph. D. - Editor

    La cuestin de los orgenes llega a su punto crtico cuando trata del problema del origendel hombre. Es el hombre simplemente el producto de un proceso evolutivo naturalista, oes una creacin especial, preparado por el Creador para ejercer dominio sobre la creacin?El modelo evolucionista presenta al hombre como evolucionando lentamente a partir de unantecesor no humano, mientras que el modelo creacionista requiere que el hombre hayasido creado directamente como tal hombre, con un cuerpo y un cerebro completamentehumano desde el principio.

    La historia evolutiva que se ensea comnmente en los centros educativos sugiere queel hombre y los simios fueron ambos derivados a partir de un antecesor comndesconocido que existi en algn sitio hace de unos 30 a 70 millones de aos. La lneaconduciendo al hombre pas a travs de varias etapas culminando en el verdadero hombrehace de unos tres millones a un milln de aos. Desde aquel momento, la evolucin fsicadel hombre cedi su puesto a la evolucin cultural y social.

    En apoyo de esta idea, los evolucionistas sealan un nmero de fsiles de hominoides(trmino que incluye tanto a los simios como a los hombres) y de homnidos (trmino quese aplica a la lnea de individuos que conduce al hombre, pero que todava sonsubhumanos) que presuntamente muestran varias etapas de la evolucin prehumana. Loscreacionistas, por otra, parte, insisten en que sos son tan solo fsiles o de simios o dehombres. No de animales intermedios entre los simios y los hombres.

    Esta es el rea ms sensible en el estudio de los orgenes. Los hombres de lascavernas son, para la mayor parte de la gente, algo sinnimo con toda la idea de laevolucin. A los nios se les ensea, casi desde el primer grado, sobre estos antiqusimoshombres que vivan en cavernas y como finalmente, en tiempos muy antiguos, algunosindividuos desconocidos de entre ellos descubrieron el fuego o inventaron la rueda. Auncuando estas ideas no lleven la etiqueta de evolucin al ser enseadas, el efecto neto escondicionarlos en la etapa ms temprana, con lo que ms tarde aceptan la historia de laevolucin humana total.

    Pero examinemos la evidencia en este punto tan vital, el del origen del hombre.A continuacin presentaremos y discutiremos cada uno de los ms importantes tipos de

    fsiles en el orden de su supuesta aparicin evolutiva.

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    1. Antecesor comn al hombre y al simioNo se indica ningn nombre para este animal, ya que jams se ha hallado ninguno de

    ellos, y ya que es una presuposicin puramente evolucionista el que haya existido enabsoluto. El modelo creacionista predice que este eslabn perdido jams ha existido.

    2. RamapithecusEl sufijo pithecus significa simio, y se ha publicado un considerable nmero de

    fsiles de pitecos extinguidos, de los cuales algunos han sido considerados comoposibles antepasados del hombre. Entre stos se hallan el Dryopithecus, Oreopithecus,Limnopithecus, Kenyapithecus y otros, a todos los cuales se les asigna una edad de ms omenos 14 millones de aos.

    La mayor parte de los antroplogos evolucionistas consideran que el Ramapithecus es elms importante de este grupo. Este fsil fue hallado en la India en 1932 y consiste envarios dientes y fragmentos de mandbula. Algunos evolucionistas consideran esta formacomo homnida debido a que, a pesar de ser simiesca, tanto los dientes incisivos como loscaninos son ms pequeos que en los simios modernos. No obstante, el Dr. RobertEckhardt, de la Pennsylvania State University, en un estudio exhaustivo de todo este grupode fsiles, declar:

    Parece que hay muy poca evidencia en base de estos clculos de tamaos de dientes,cuanto menos, para poder sugerir a causa de ello que son varias las especiesrepresentadas en los fsiles dryopitecinos del Mioceno Posterior, y del Pliocenoprimitivo del Viejo Mundo. Tampoco hay ninguna evidencia concluyente de laexistencia de ninguna especie homnida durante este intervalo de tiempo, a no ser queentendamos por la designacin homnido a cualquier simio individual que resultetener dientes pequeos y una cara resultante pequea. Los hom