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    Ciencia Pesquera Vol. 17, núm. 1, mayo de 2009 18

    Salgado-Rogel, Palleiro-Nayar, Rivera-Ulloa, Aguilar-Montero, Vázquez-Solórzano y Jiménez-Quiroz

    animales son un componente muy importante delas comunidades bentónicas de la zona subma-real, ya que reciclan los nutrientes y “limpian” elambiente (Yingst, 1982).

    Los pepinos de mar son dioicos y la propor-ción sexual es 1:1 durante la etapa reproductiva;sin embargo, este periodo varía latitudinalmenteen la costa occidental de Baja California, ya queen las poblaciones de las bahías de Todos Santos y del Rosario, ubicadas en el norte de la penín-sula, sucede en el lapso primavera-verano, mien-tras que en Isla Natividad y en Bahía Tortugas,localizadas en el centro de la península, es eninvierno-primavera (Fajardo-León  et al., 2008).Por otro lado, las gónadas completamente de-sarrolladas se observan en individuos cuyo peso varía entre 120 y 160 g de peso corporal (Pérez-

    Plascencia, 1995; Espinoza-Montes, 2000; Fajar-do-León et al., 2008) y comienzan a reproducirsealrededor de los dos años de vida (Pérez-Plas-cencia, 1995).

    Existe poca información sobre su dinámicapoblacional. Muscat (1982) menciona que el re-clutamiento es esporádico y que la mortalidadnatural es muy alta, mientras que Schroeter et al.(2001) encontraron variaciones estacionales enla densidad de este pepino de mar en California,EU, y registraron los valores más altos en prima- vera y los más bajos durante el otoño.

    La sobreexplotación de pesquerías tradicio-nales de alto valor comercial en Baja California,como las de abulón, langosta y erizo rojo, hadado lugar a la búsqueda de nuevos recursos. En1989 inició formalmente la captura de esta es-pecie de pepino de mar, principalmente por lospescadores de erizo rojo que obtuvieron permi-sos de extracción comercial, por lo que es com-plementaria y alterna a la de erizo. Actualmente,los usuarios del recurso son, en su mayoría, per-misionarios de erizo rojo y morado, quienes utili-zan las mismas zonas de pesca, equipos y sistema

    de captura (buceo semiautónomo tipo Hooka).El equipo consta de una embarcación que ope-ran tres tripulantes: motorista, cabo de vida y unbuzo (Salgado-Rogel y Palleiro-Nayar, 2008).

    La pesca se realiza sobre la costa del Pacífi-co, desde Ensenada, Baja California, hasta Ba-hía Asunción, Baja California Sur. En la entidadsureña se sigue el esquema de pesca de fomento,mientras que en Baja California es de tipo co-

    mercial. Durante 2007, la captura, el procesa-miento y la comercialización de este recurso pro-porcionaron 700 empleos directos y una derramaeconómica de 600 mil dólares estadounidenses.El precio en playa varía de dos a tres dólarespor kilogramo de peso vivo; ya deshidratado seexporta a China y Corea, donde puede llegar acostar hasta 100 dólares el kilogramo.

    En México,  P. parvimensis está exento de laNOM-059-ECOL -2001  que incluye las especiescon protección especial (DOF, 2002); sin em-bargo, la Carta Nacional Pesquera (DOF, 2004),instrumento jurídico normativo, menciona quela pesquería de pepino de mar se encuentra endeterioro y que los lineamientos de manejo de-ben estar basados en cuotas de captura, con laextracción de 10% de la biomasa explotable, que

    la pesca debe ser diurna y que es conveniente de-sarrollar su cultivo.El objetivo de este trabajo fue determinar la

    abundancia y describir la estructura de peso enla captura comercial de P. parvimensis y en nuevelocalidades para determinar cómo ha afectadola pesca a la población y recomendar estrategiasde manejo adicionales a las incluidas en la Car-ta Nacional Pesquera, para contribuir a la pre-servación del recurso, con el propósito de quecontinúe brindando beneficios económicos a lasfamilias de la región.

    Materiales y métodos

    La pesquería del pepino de mar P. parvimensis seefectúa en el litoral occidental de Baja Califor-nia, desde la frontera con EU hasta la bahía ElRosario. Para efectos de estudio, el área de pes-ca se clasificó según el sistema convencional porZona Administrativa de Pesca (ZAP) empleadoen la pesquería de erizo. La ZAP I se localiza des-de la frontera con EU hasta Punta Banda, la ZAP 

    II de Punta Banda a Punta Colonet, la ZAP III dePunta Colonet al Socorro y la ZAP IV del Socorroa Punta Blanca (Fig. 1).

    Este trabajo comprendió tres aspectos: elprimero fue el análisis del registro histórico dela producción de 35 organizaciones pesqueras,cuya información fue proporcionada a la Subde-legación de Pesca en la entidad, en la forma debitácoras y avisos de arribo; en esos documentos

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    Pesquería de pepino de mar P. parvimensis

    se describe la captura total (Ct) de ejemplares en-

    teros por año y la captura por unidad de esfuerzo(CPUE), equivalente al peso de los pepinos ente-ros capturados por equipo de pesca por día.

    El segundo aspecto consistió en determinarla estructura de peso (g) y talla (mm) de los orga-nismos capturados por los pescadores comercia-les, para lo que se realizaron muestreos en playa y plantas de procesamiento entre marzo y juliode 2007. El monitoreo fue aleatorio e indepen-diente y el tamaño mínimo de muestra fue de 50kg de peso entero por embarcación. El peso seagrupó en intervalos de 20 g, ya que fue el más

    adecuado para distinguir las diferentes clases.Para determinar el peso de la pared corporal y elporcentaje de pérdida de peso por evisceración,se pesaron 200 individuos antes y después de ex-traerles las vísceras y la gónada.

    El tercer aspecto de este trabajo fue la des-cripción de la distribución de frecuencias delpeso (g) y la densidad poblacional (D) de ban-cos silvestres. Los datos se obtuvieron mediante

    buceo durante la primavera y el verano de 2007

    en nueve lugares; siete de ellos están dentro delas  ZAP,  en áreas tradicionales de pesca: nortede islas Todos Santos, Santo Tomás, La Calavera,Punta Colonet, norte de Punta Baja (ubicada aloeste de El Rosario), bahía El Rosario y sur dePunta Baja.

    Los otros dos lugares están fuera de las ZAP,el primero en Isla Guadalupe que, aunque esde acceso restringido, tiene vocación pesquera;mientras que el segundo sitio se ubica en SantaRosaliíta, a más de 650 km al sur de Ensenada ypor su lejanía no es área tradicional de pesca.

    Los bancos de pepino de mar se localizaroncon el apoyo de los pescadores; los muestreosfueron del tipo aleatorio estratificado y se rea-lizaron mediante transectos en franja de 10x2 m(20 m2) en sitios cuya profundidad es de 15 a 36m; el número de transectos fluctuó entre ocho y12 dependiendo del tamaño de los bancos, porlo que la cantidad total de unidades de muestreofue de 102 transectos.

    117 116 115 114 113

    28

    29

    30

    31

    32

    ENSENADA

    TIJUANA

    Punta Colonet

    San Quintín

    Punta Baja

      SantaRosaliita

    Santo Tomás

    La Calavera

    Bahía del Rosario

    Frontera con USA

    Punta Banda

    Zona I

    Zona II

    Zona III

    Pta. San Antonio

    El Socorro

    Valle Tranquilo

    Pta. San Carlos

    Pta. Canoas

    Pta. Blanca

    Camalú

    Zona IV

    N

    S

    EW

    29°

    118.45°

      Isla

    Guadalupe

     

    Fig. 1. Zonas de pesca de pepino de mar Parastichopus parvimensis en Baja California, México.

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    Salgado-Rogel, Palleiro-Nayar, Rivera-Ulloa, Aguilar-Montero, Vázquez-Solórzano y Jiménez-Quiroz

    Los pepinos de mar se colocaron en bolsasde plástico para evitar la pérdida de vísceras yposteriormente fueron pesados y medidos. Porotro lado, el mismo individuo fue medido varias veces a lo largo de un intervalo de quince minu-tos para establecer la fluctuación de la talla y laconfiabilidad de esta medida como estrategia demanejo. Los datos de talla y peso se ajustaron aun modelo de regresión exponencial con 95% deconfianza (Zar, 1998).

    Para comparar la  D  registrada en las nue- ve localidades, cada una de ellas fue conside-rada como tratamiento; el contraste se realizócon un modelo lineal generalizado tipo Poissoncon función de enlace logarítmica que se aplicacuando la distribución de los datos no es normal y su varianza es heterogénea. Para distinguir el

    o los tratamientos significativamente diferentes,se hicieron comparaciones sucesivas entre éstoscon la prueba de colapso de grupo incluida en elprograma S-Plus (Crawley, 2002). Por otro lado,la densidad promedio fue representada en unmapa con el programa Surfer 8.01 (Golden Soft- ware, 2002), y se discuten los resultados.

    Resultados

    Captura anual

    La captura del pepino de mar  P. parvimensis inició en la costa occidental de Baja Californiaen 1989 con 53 t, se incrementó paulatinamen-te hasta 1992, cuando se obtuvo la Ct máxima,de 723 t (Fig. 2). En la serie histórica se observaotro pico importante en 1996 (637 t); después deese año, la tendencia de la captura fue negativa,por lo que fluctúo alrededor de 250 t en el últimolustro.

    Captura y esfuerzo por zona de pescaLa captura por zona administrativa de pesca

    (ZAP) empezó a registrarse en 1994. En las cua-tro ZAP, la producción más elevada se obtuvo enel periodo comprendido entre 1994 y 1996 (Fig.3), y a partir de este último año decreció paula-tinamente, aunque con algunos pequeños incre-mentos, como el acontecido en 2000. El esfuer-zo total en las cuatro ZAP es de 119 equipos conpermiso para la pesca de este pepino de mar. LaZAP  IV ha sido la más productiva, con un valor

    máximo alcanzado en el año 1994 (425 t) y a par-tir de entonces disminuyó hasta alcanzar 150 t enaños recientes (Fig. 3); en esta zona el esfuerzoha sido mayor porque hay 47 equipos de pesca.

    La ZAP I ha ocupado el segundo lugar por el volumen de las capturas; la máxima producciónfue de 301 t (1995), pero en los últimos cincoaños los permisionarios obtuvieron en promedio53 t; esta ZAP también ocupa el segundo lugar enesfuerzo de pesca, ya que hay 36 embarcacionesautorizadas en ella. En la ZAP III la pesca de pe-pino inició en 1994 y la mayor producción (123 t)

    se alcanzó en 1996; en el último lustro la capturapromedio ha sido de alrededor de 18 t, exceptoen 2003 cuando los pescadores no utilizaron elrecurso; en esta ZAP hay registrados 10 equipos.

    La ZAP II ha sido la menos productiva, perolas variaciones de la captura han sido menos drás-ticas que en las otras zonas de pesca: la máximase reportó (61 t) en 1996 y la mínima (1.19 t) en2001, debido a que orientaron el esfuerzo haciaotros objetivos (León-Cortés,  com. pers.1); enaños recientes la producción promedio ha fluc-tuado alrededor de 45 t y en dicha zona hay 26

    embarcaciones con permiso para la pesca de pe-pino de mar.

    Por otro lado, el número de varaderos fuede uno o dos por localidad y la cantidad de

    1. D. L EÓN-CORTÉS 2008. Integrante de la Unidad de Produc-ción Pesquera Ejidal Santo Tomás. Ensenada, Baja Califor-nia, México.

     

    0

    100

    200

    300

    400

    500

    600

    700

    800

       C  a  p   t  u

      r  a  s   (   t   )

    1989 1991 1993 1995 1997 1999 2001 2003 2005

     Años

    Fig. 2. Captura anual (t) de pepino de mar entero en BajaCalifornia, México. Fuente: avisos de arribo de 35 unidadesproductivas, Subdelegación de Pesca en Baja California.

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    Pesquería de pepino de mar P. parvimensis

    embarcaciones permitida para la pesca varió en-tre tres y 16 por permisionario, el menor númerode embarcaciones permitidas para la pesca (tres)se registró en el norte de Isla Todos Santos y San-ta Rosaliíta, mientras que el mayor (16) corres-pondió a Santo Tomás (Tabla 1).

    Captura por unidad de esfuerzoLa captura por unidad de esfuerzo (CPUE)se definió como los kilogramos de pepino

    de mar obtenidos por día por embarcación(kg·(día·embarcación)-1). Esta variable empezóa registrarse en 1995, cuando alcanzó 139 kg; enlos dos años siguientes disminuyó aproximada-mente en 80%, pero repuntó entre 1998 y 2001,cuando la CPUE  fue de 100 kg. Después de eseaño la tendencia fue decreciente, por lo que en elúltimo lustro el promedio fue de 55 kilogramos(Fig. 4).

     

    ZONA I

    0

    100

    200

    300

    400

    500

    1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006

       C  a  p   t  u  r  a   (   t   )

    ZONA II

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    300

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    500

    1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006

    ZONA III

    0

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    300

    400

    500

    1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006

    Temporada de Captura

       C  a  p   t  u  r  a   (   t   )

    ZONA IV

    0

    100

    200

    300

    400

    500

    1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006

    Temporada de Captura 

    Tabla 1Equipos de pesca y densidad promedio

    por localidad estudiada

     Localidad Número de equipos

     de pesca

     con permiso oficial

     Densidad

     promedio

    (ind∙m-2 )

    Norte Isla TodosSantos

    3 0.475

    Santo Tomás 16 0.175

    La Calavera 4 0.670

    Punta Colonet 4 0.470Norte Punta Baja 4 0.424

    Sur de Punta Baja 14 0.269

    Bahía El Rosario 9 0.388

    Isla Guadalupe 8 0.427

    Santa Rosaliíta 3 0.821

    Fuente: Subdelegación de Pesca en Baja California

    Fig. 3. Capturas de pepino de mar por zona de pesca en la costa occidental de Baja California, México. Fuen-

    te: Subdelegación de Pesca en Baja California.ZAP

    : Zona Administrativa de Pesca.

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    Salgado-Rogel, Palleiro-Nayar, Rivera-Ulloa, Aguilar-Montero, Vázquez-Solórzano y Jiménez-Quiroz

     

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    60

    80

    100

    120

    140

       C   P   U   E   (   k  g   (   d   í  a  •  e

      m   b  a  r  c  a  c   i   ó  n   )  -   1

    1995 1997 1999 2001 2003 2005 2007

    Temporada de captura 

    Fig. 4. Captura por unidad de esfuerzo (CPUE) de pepino demar (kg·día-1) por embarcación en Baja California, México.Fuente: avisos de arribo de 35 unidades productivas, Subde-legación de Pesca en Baja California.

    Talla y peso de los ejemplaresde la captura comercialDurante el periodo de estudio, la talla y el pesode los individuos capturados en las cuatro ZAP fueron muy variables, ya que los valores míni-mos y máximos fueron de 20-560 mm y 12-940g, respectivamente. La talla media se estimó de241±63.79 mm (n = 2 396); sin embargo, el ejem-plar utilizado para determinar la fluctuación deesta medida arrojó una variación de ±95.48 mmen 15 min. Por otro lado, el intervalo modal en la

    distribución de frecuencias del peso se encontróentre 80 y 99 g (n = 3 323) y 48% de los ejempla-res fue menor a 160 gramos (Fig. 5).

    El porcentaje promedio de pérdida depeso por evisceración en 200 ejemplares fue de60.5±3.109% y puesto que no hubo diferenciassignificativas entre las ZAP, ese dato se utilizópara estimar el peso total de los individuos queexpulsaron las vísceras.

    Estructura de peso en bancos silvestresEn los bancos silvestres, el peso en fresco mínimo

    fue de 140 g, el máximo de 694 g y el promediode 316±84 g (n = 825). La frecuencia relativa seincrementó notoriamente a partir de los ejem-plares de 251 g y la frecuencia modal correspon-dió al intervalo de la clase 280-300 g (Fig. 5). Porotro lado, considerando la alta variabilidad de latalla, la mínima se estimó en 96 mm, la máximaen 694 y el promedio en 346±99.29 milímetros.

    0

    4

    8

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    16

    0 90 190 290 390 490 >590

    Peso (g)

       F  r  e  c  u  e  n  c   i  a

      r  e   l  a   t   i  v  a

    0

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    50

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    100

    a)

    0

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    0 90 190 290 390 490 >590

    Peso (g)

       F  r  e  c  u  e  n  c   i  a

      r  e   l  a   t   i  v  a

    0

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    50

    75

    100

    b)

     

    Fig. 5. Estructura de peso (g) de los ejemplares obtenidos de:a) la captura comercial (n = 3 323) y b) bancos naturales (n =825). En el eje de las abscisas se presenta el punto medio delos intervalos de clase; las barras blancas indican el intervaloentre los cuartiles 25 y 75.

    Los datos de talla y peso no se ajustaron al mo-delo de regresión exponencial, ya que éste sóloexplica alrededor de 1% de la variación (r2  =0.09, p>0.05).

    Densidad Las densidades (D) promedio más altas se en-contraron en Santa Rosaliíta (0.821 ind·m-2) y LaCalavera (0.670 ind·m-2), mientras que la mínimaen Santo Tomás (0.175 ind∙m-2) (Fig. 6). La prue-ba estadística detectó variaciones significativas(p

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    Pesquería de pepino de mar P. parvimensis

    que la población está siendo afectada por la pre-

    sión de pesca y que la flota actual es grande.El decremento en esos indicadores relativos

    de abundancia se traduce en mayor presión depesca y competencia entre los pescadores, loque eleva los costos de operación (combustible),incrementa el tiempo de trabajo y de búsquedadel recurso a mayores profundidades; todo esto vuelve más riesgosa la actividad. El impacto eco-nómico es importante si se considera que en 1992,cuando se alcanzó la máxima captura, la derramaeconómica fue de 1.85 millones de dólares, mien-tras que en temporadas recientes ha sido de al-

    rededor de 0.6 millones, por lo que es necesarioinstrumentar estrategias de manejo, tales comoestablecer tamaños mínimos de captura.

    En los holotúridos, la determinación de la ta-lla es tarea complicada porque en condiciones deestrés, éstos se transforman en masas amorfas y ex-pulsan sus órganos internos, así como gran cantidadde agua almacenada en su cuerpo (Girón-Botello et al., 1996); aunado a ello, los animales se contraen

     y relajan continuamente (Dimock, 1977). Por lo di-fícil que es medir la longitud de los ejemplares conprecisión aceptable, los datos de talla y peso no seajustaron a un modelo de regresión exponencial.Pérez-Plascencia (1995) encontró resultados simi-lares aun con individuos anestesiados y lo atribuyóa los problemas para medirlos.

    Las variaciones en la longitud imposibilitanestablecer una talla mínima de captura comomedida de manejo, razón por la que se ha uti-lizado el peso de primera madurez, expresadocomo peso húmedo de la pared corporal (Nuño-Hermosillo, 2003; Nuño-Hermosillo et al., 2006;Fajardo-León et al., 2008). En ejemplares de estaespecie de pepino recolectados en tres localida-des de Baja California ese peso varía de 120 a160 g (Pérez-Plascencia, 1995; Espinoza-Montes,

    2000; Fajardo-León et al., 2008) y la primera libe-ración de gametos sucede cuando han alcanzadoun peso de 166 gramos (Encinas-García, 1997).

    La clase modal de la distribución de fre-cuencia del peso de los ejemplares de la captu-ra comercial indica que la mayoría es pequeñae inmadura. En contraste, los pepinos de marrecolectados en los bancos silvestres son de ma- yor tamaño y puesto que los muestreos se reali-zaron hasta 36 m, esta información sugiere quelos individuos más grandes se encuentran a ma- yor profundidad, como sucede en otras especies

    (Bulteel  et al., 1992). Los pescadores, por otrolado, trabajan en sitios más someros, lo que ex-plica la abundancia de individuos pequeños.

    Sin embargo, en los bancos de Baja Califor-nia se encontraron organismos de hasta 694 mmde longitud y en poblaciones de California pue-den alcanzar hasta 250 mm (Brumbaugh, 1980;Brandon y Rokop, 1985). La diferencia en talla,aun considerando las dificultades para medirlos,indica la importancia del recurso y la necesidadde conservarlo.

    La densidad (D) de los bancos de pepino de

    mar fue significativamente diferente entre las lo-calidades, lo que puede atribuirse a variacionesnaturales, así por ejemplo, estos organismos sonmás abundantes sobre sustratos con alto conteni-do de materia orgánica (Yingst, 1982) y el hábi-tat de juveniles y de adultos es distinto (Muscat,1982). En estudios futuros debe considerarse eltipo de sustrato e incluir mayor cantidad de sitiosde muestreo en todas las zonas de pesca.

    Fig. 6.  Densidad promedio (ind·m-2)  de Parastichopusparvimensis en nueve localidades en Baja California, México(102 unidades de muestreo).

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    Salgado-Rogel, Palleiro-Nayar, Rivera-Ulloa, Aguilar-Montero, Vázquez-Solórzano y Jiménez-Quiroz

    Otra causa que puede explicar las variacio-nes de D son las diferencias de esfuerzo pesqueroaplicado en cada lugar (García, com. pers.2). Los valores más pequeños se encontraron en San-to Tomás y en el sur de Punta Baja, cuyo fácilacceso ha propiciado que el esfuerzo haya sidomayor que en otros sitios y donde, además de losequipos autorizados y establecidos de manerapermanente, también trabajan embarcacionessin el permiso correspondiente; aunado a esto,en Santo Tomás la tradición pesquera rebasa50 años, mientras que en el sur de Punta Bajalos permisos de varias organizaciones (al menoscuatro) se traslapan en el mismo sitio.

    Por el contrario, el esfuerzo ha sido menoren las localidades donde la  D  fue más elevada.Santa Rosaliíta no es un área tradicional de pes-

    ca de pepino de mar por su lejanía de Ensena-da, mientras que en La Calavera (en ZAP II) losbancos están a mayores profundidades y los bu-zos requieren más entrenamiento y equipo máscostoso.

    Otro factor que probablemente afecta a laspoblaciones de  P. parvimensis es que la capturacoincide con su periodo de reproducción, parti-cularmente en los bancos del norte de la penín-sula donde se reproduce en junio y agosto, conmáximos a principios de verano (Tapia-Vázquez et al., 1994). En estos sitios, el inicio de la tempo-

    rada de erizo, a partir del 1 de julio, es favorablepara el pepino de mar.

    La pesquería de pepino de mar requiere me-didas de manejo que actualmente no se consi-deran en la Carta Nacional Pesquera, como fijarprecautoriamente un peso mínimo de captura de350 g de peso total o 200 g de peso evisceradopara asegurar un tamaño que haya desovado almenos una vez. También se debe decretar el cie-rre temporal de áreas de pesca donde la densidadsea inferior a 0.2 ind m-2, como se hizo en Califor-nia (Rogers-Bennett y Ono, 2001) para promover

    la recuperación de los bancos cuando están pordebajo de esa densidad. En este momento esamedida podría aplicarse en Santo Tomás.

    2. J. G ARCÍA , integrante de la Unidad de Producción PesqueraEjidal Ajusco. Ensenada, Baja California, México.

    La rotación de áreas de cosecha se ha reali-zado exitosamente en otras pesquerías, como lade erizo rojo (Salgado-Rogel y Palleiro-Nayar,2008) y podría instrumentarse en ésta. Esta es-trategia consiste en iniciar la temporada de pes-ca en zonas con alta densidad y mayor cantidadde ejemplares grandes y dejar “descansar” lasáreas pobres y con individuos pequeños.

    Estas medidas podrían adoptarse en BajaCalifornia, pero para ello se requiere evaluar pe-riódicamente las localidades, antes y después dela cosecha, para determinar su efecto y conside-rar los ajustes pertinentes.

    Conclusiones

    La serie de datos históricos en la captura to-• tal, por zona de pesca y CPUE muestra que latendencia es decreciente desde 1997, comoresultado del esfuerzo en las áreas tradicio-nales de pesca.Se recomienda utilizar el peso como indica-•dor del tamaño de los ejemplares y se propo-ne como medida precautoria extraer indivi-duos de al menos 200 g de peso eviscerado ode 330 g de peso entero.En la captura comercial se encontró gran•cantidad de ejemplares cuyo peso fue infe-

    rior al de primera madurez. Estos organis-mos son recolectados en aguas someras, másaccesibles a los pescadores.En los bancos silvestres hay mayor abundan-•cia de ejemplares adultos; puesto que losestudios se realizaron en profundidades dehasta 36 m, se puede pensar que los pepinosde mar adultos viven a mayores profundida-des que los jóvenes.La densidad en los bancos silvestres está re-•lacionada con la presión por pesca, la que asu vez depende de las condiciones de acce-

    sibilidad (embarcaderos, profundidad) y lacantidad de equipos autorizados e ilegales.Se propone cerrar a la pesca las áreas en•donde se detectó una densidad inferior a0.2 ind∙m-2, para promover su recuperación.También se recomienda la práctica de la ro-tación de áreas de cosecha.

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    Pesquería de pepino de mar P. parvimensis

    Agradecimientos

    Deseamos reconocer a los Pescadores de pepinode mar, sin cuyo apoyo hubiera sido imposiblerealizar este trabajo. También agradecemos lacolaboración del M. en C. Luis Vicente Gonzá-lez Ania, quien con paciencia y entusiasmo ase-soró el análisis estadístico de la densidad.

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