Corredor versión definitiva

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Corredores de lectura/ palabras y voces de aquí y de allá Hacia la construcción de una nueva experiencia de mediación en lectura

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Corredores de lectura/ palabras y voces de aquí y de allá

Hacia la construcción de una nueva experiencia de mediación en lectura

Silvia Paglieta, marzo 2013

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“–¿Quisiera usted decirme qué camino debo tomar para salir de aquí?

–Eso depende, en mucho, del lugar al que quiera llegar –respondió el Gato.

–No me preocupa mayormente el lugar –dijo Alicia.

–En tal caso, poco importa el camino –declaró el Gato.

–Con tal de llegar a alguna parte –añadió Alicia a modo de explicación.

–¡Oh! –dijo el Gato–: puede usted estar segura de llegar, con tal de que camine

durante un tiempo bastante largo”.

Lewis Caroll. Alicia en el país de las maravillas. 1

El siguiente documento se propone presentar una nueva experiencia de

mediación: la creación de corredores de lectura.

1 Caroll, Lewis, ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS, ….

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Se define el concepto como un espacio entre un punto de partida y un punto

de llegada vinculados ambos con la lectura. En el recorrido los usuarios, lectores o

potenciales lectores, encontrarán oferta variada de materiales y recursos.

La experiencia se delimita teóricamente desde dos campos: la gestión

cultural y la pedagogía de la lectura.

El proyecto describe los lineamientos generales, objetivos, metas y

abordajes posibles para que esta práctica se desarrolle en particular en espacios

no convencionales vulnerables, de exclusión.

Pondera la formación de una comunidad de lectura sostenida en el tiempo

como forma de restitución de derechos.

1.- ¿Qué es un corredor de lectura?

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El sueño de volar ha obsesionado al imaginario colectivo desde tiempos inmemoriales .2

Un corredor de lectura es un espacio concreto que se tiende entre dos extremos:

un punto de partida y un punto de llegada. En ese recorrido los lectores

encuentran los recursos suficientes para leer más y con criterio propio, es una

zona que une voluntades de vincularse con la cultura letrada, que atiende un

proceso de desarrollo de políticas de lectura y que supone la implementación de

acciones territoriales.

Es un espacio físico que se genera en un determinado contexto social de

manera enérgica, sostenida y definida que se propone extender el territorio de

lectura con el acompañamiento de instituciones y organizaciones culturales que

así lo deseen.

En tanto proyecto, el corredor interviene en un contexto social que hace

visible una demanda. Sostiene y atiende dicha demanda de servicios de lectura y

procura incidir y multiplicar variadas acciones vinculadas con el servicio que

ofrece.

Es un espacio y una experiencia de inclusión sostenida en el tiempo y

extendida a quienes deseen bucear en el acto de leer, para comenzar a

apropiarse de esta práctica.

Es un tiempo de oportunidades, no solamente para leer, sino también para

vincularse con la cultura letrada.

Es un ámbito que aspira a romper con la unidireccionalidad y que estimula

la elección, la oportunidad de encontrarse y decidir qué hacer cuando de lectura

se trata.

Es un recorrido apto tanto para expertos como para quienes se inician, un

ámbito de ofertas que convoca la palabra y cuyo trazado a la vez que delimita,

expande. 2 Jean-Claude Carriére, UMBERTO ECO-NADIE ACABARÁ CON LOS LIBROS, Sudamericana, 2012

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Es un lugar que se circunscribe geográficamente y que se sustenta como

un circuito con un recorrido cierto y preciso que ofrece puntos para detenerse,

que da libertad para que cada visitante pueda interrumpir su marcha, avanzar, y

elegir.

El sostenimiento de este espacio habilita, permite la continuidad y garantiza

los recursos para redoblar la apuesta que se está haciendo ya sea en el ámbito

escolar como en el ciudadano. La creación de un corredor de lectura es un acto de

resistencia de la literatura y de los libros protagonizado por los lectores.

Dice Susan Sontag3:

Si los libros desaparecen, desaparecerá la historia y también los seres

humanos. Estoy segura de que tiene razón. Los libros no son sólo la suma

arbitraria de nuestros sueños y de nuestra memoria. También nos ofrecen el

modelo de la propia trascendencia. Algunos creen que la lectura es sólo una

manera de evadirse: una evasión del mundo diario “real” a uno imaginario, al

mundo de los libros. Los libros son mucho más. Son una manera de ser del todo

humanos.

Perdido el temor (no es una experiencia para temerosos) a que los libros y

los modos de leer de estos tiempos desaparezcan, la propuesta se instala con el

marco social de restitución de derechos, va en busca de intervenciones concretas

y de perfiles claros y acepta la urgencia que dicha intervención reclama.

Finalmente, un corredor es un paseo libre que tiene entrada y salida. Nadie

viene para quedarse en el corredor. Es un tiempo de tránsito del que es posible

salir transformado.

2.- ¿Para qué es necesaria la implementación de un corredor de lectura?

3 Sontag, Susan, Carta a Borges, en CUESTIÓN DE ÉNFASIS,….

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Ustedes ¿no estudiaron historia?/Los policías se miraron sorprendidos.

-¿Qué tiene que ver la historia? 4

Se lee más y mejor si uno se reconoce y participa de cierto estado de lectura.

Quienes leen y quienes además, desde la mediación, se preocupan por

generar un ambiente de libros y lecturas entienden que un corredor de lectura es

necesario para:

-relevar apetencias y necesidades lectoras de una comunidad,

-acompañar al lector en la elección de sus lecturas,

-decidir entre la aceptación o el rechazo de la propuesta que ahora tiene al

alcance de la mano,

-demandar, pedir,

-acceder al campo de la cultura letrada, de manera actualizada y continua,

-encontrar otros lectores, detenerse a compartir, seguir, volver a detenerse

o continuar,

-reconocer autores, libros, presentaciones, espacios íntimos y grandes

eventos,

-desarrollar el gusto por la práctica de lectura y hacer oír su voz de lector

en la vida cotidiana.

Y también, desde el campo de la mediación y fuera de todo debate,

sostenemos que el vínculo con el libro, los lectores y los autores hay que,

generarlo, mantenerlo y multiplicarlo.

4 Cucurto, Washigton, LA CULPA ES DE FRANCIA, Emecé,2012

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Constituirnos como comunidad de lectura será la clave para desacralizar

esta práctica y entender las acciones no convencionales en el marco de su

complejidad es un desafío para los mediadores en lectura.

3.- ¿Cómo se organiza un corredor?

Permanecí en aquel reducto del silencio mucho tiempo.

Hasta que me descubrí un día escuchando (no oyendo, sino escuchando,

ansiosamente escuchando) el rumor de los hombres, allá afuera.5

Un corredor de lectura es una gran oportunidad de aprender a gestionar acciones

de lectura en un espacio complejo por fuera de las fronteras más conocidas.

Un corredor se organiza en función de las necesidades que instituciones

sensibles a la animación, a la promoción y en especial a la mediación en lectura

van relevando en una determinado contexto social. El corredor debe constituir la

respuesta a alternativas poco exploradas (la lectura fuera del ámbito escolar, por

ejemplo) , a procesos diversos de innovación y creatividad, teniendo en cuenta los

múltiples procesos de ese contexto.

Quien organice un corredor deberá ser sensible al territorio, conocedor de

los procesos sociales que llevaron a la comunidad a ser lo que es y no otra y

además deberá tener en cuenta que solo podrá vincularse en un marco de

cooperación y de diversidad.

Además de la existencia de lectores, un corredor de lectura reconoce:

-un marco teórico,

-una necesidad,

-un tiempo

-materiales

5 Sabato, Ernesto, QUERIDO Y REMOTO MUCHACHO, Losada, 1998

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-recursos humanos

-herramientas de evaluación de lo realizado

Vayamos entonces analizando estos instrumentos que consideramos

básicos, teniendo en cuenta, como señala Toni Puig6 que estamos brindando un

servicio, en este caso, una oferta de lectura, potente, definida, de devolución y de

inserción para el que conviene tener presente:

Todos estos servicios están preñados de emociones, de sensaciones, de

conocimientos, de impulsión a la acción, de implicación en relaciones otras. Cada

ciudadano, en ellos, halla algo de esto. A su manera. Halla vida despierta. Y la

incorpora a su sensibilidad: la acoge en su corazón. Y se convierte en pálpito de

vida mejor. Deseada. Soñada: real.

¿Dónde situamos nuestros servicios actuales? ¿Qué hacemos para

transformarlos en experiencias claves, fidelizantes?

Empecemos a trazar cuáles, para quiénes y cómo.

La gestión cultural y la pedagogía de la lectura, de la mano, son el campo

teórico considerado fundante para el desarrollo de esta experiencia… Y la

emoción, por supuesto. La emoción de poder pensar que al final del camino va a

ser necesario decir: ¿Qué más desean leer?

3.1. Marco teórico

El marco teórico nace de pensar que el corredor de lectura es una acción que se

desarrolla en un determinado espacio físico, en un determinado tiempo, que

atiende demandas y estimula la vinculación con la palabra y que gestiona

fundamentalmente todas las acciones y que las administra para llegar al

cumplimiento de los objetivos.

6 Puig, Toni, SE ACABÓ LA DIVERSIÓN-IDEAS Y GESTIÓN PARA LA CULTURA QUE CREA Y SOSTIENE CIUDADANÍA, Paidós, Estudios de Comunicación

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Acerca de la gestión de las acciones se reconoce la voz de Adolfo

Colombres7:

Promover es más humilde que gestar o recrear individualmente un

patrimonio colectivo. ES tan sólo adelantar, hacer avanzar algo, activarlo. Su

anclaje en las culturas subalternas es total, pues busca en cada caso generar una

teoría y una acción ajustadas a la realidad del propio grupo al que se pertenece,

con miras a una descolonización profunda. (..) La función de los agentes externos

es sólo de apoyo, como se dijo, y su actitud debe ser de servicio, no de mando. El

proceso servirá así en primer término al pueblo que lo produce y no a otros

sectores.

No se puede dejar de nombrar, en la formación de este campo teórico a

García Canclini8 quien, si bien no alude a la lectura específicamente, refiere a la

capacidad de pensar el capital simbólico como la profunda necesidad de

eufemizar y en esto sí, se encuentra la lectura, como el gran paradigma del trabajo

que nos ocupa:

La cuarta línea es la que habla de la cultura como dramatización

eufemizada de los conflictos sociales. La frase no es de Pierre Bourdieu, pero

contiene una palabra que él usa con frecuencia: me refiero a su noción de

eufemismo. No es una novedad para los antropólogos, quienes a través del

trabajo con sociedades no occidentales descubrieron hace tiempo que cuando en

una sociedad se juega, se canta o se danza, se está hablando de otras cosas, no

solo de aquello que se está haciendo explícitamente. Se alude al poder, a los

conflictos, hasta a la muerte o a la lucha a muerte entre los hombres. También en

las sociedades contemporáneas hemos podido descubrir, a partir de esa mirada

indirecta que pasa por las sociedades llamadas primitivas, que lo que ocurre en la

vida social, para que no sea una lucha a muerte, para que no todos los conflictos

desemboquen en guerras, tiene que incluir formas de eufemización de los

7 Colombres, Adolfo, Jugar en el bosque mientras el lobo no mira: ¿Militancia cultural o gestión profesional? En Acta del II Congreso de Cultura, Instituto Cultural de la PBA, Mar del Plata

8 García Canclini, Néstor,(2004) DIFERENTES, DESIGUALES Y DESCONECTADOS, Editorial Gedisa, Barcelona

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conflictos sociales, como dramatización simbólica de lo que nos está pasando. Por

eso tenemos teatro, artes plásticas, cine, canciones y deportes. La eufemización

de los conflictos no se hace siempre de la misma manera, ni se hace al mismo

tiempo en todas las clases.

Avancemos ahora en el campo teórico de la lectura, teniendo en cuenta que

se reconocen aportes de investigadores y de escritores que propenden al

sostenimiento del vínculo entre el lector y el material a leer para que luego se

constituya en un lector independiente. Se citan algunos autores que aceptan el

valor de la lectura en la construcción de la subjetividad:

Teresa Colomer9 afirma:

“El nuevo modelo de lectura establecido por la investigación en este campo

supone la interrelación de tres factores (Irwin, 1986) que deben tenerse en

cuenta también en la programación de su enseñanza: el lector, el texto y el

contexto de la lectura.

1.El lector incluye los conocimientos que éste posee en un sentido amplio,

es decir, todo lo que es y sabe sobre el mundo, así como todo lo que hace durante

la lectura para entender el texto.

2. El texto se refiere a la intención del autor, el contenido de lo que dice y a

la forma en que ha organizado su mensaje.

3. El contexto comprende las condiciones de la lectura, tanto las que se fija

el propio lector (su intención, su interés por el texto, etc.) como las derivadas del

entorno social, que en el caso de la lectura escolar son normalmente las que fija el

enseñante (una lectura compartida o no, silenciosa o en voz alta, el tiempo que se

le destina, etc.).”

9 Colomer Teresa, ANDAR ENTRE LIBROS-LALECTURA LITERARIA EN LA ESCUELA, Fondo de Cultura Económica, 2005, Colección Espacios para la Lectura

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Michêle Petit10, quien se ha referido largamente a concepciones que

relacionan a la lectura con la salud y en particular a la lectura y los jóvenes,

insiste en el vínculo con esta práctica para tener acceso al saber, para tener un

mejor destino -en la medida en que se puede elegir- laboral, profesional y social.

No deja entonces de ocuparse del vínculo de dichos jóvenes con la lectura. Así,

afirma:

“Gran número de los chicos y chicas que viven en barrios

marginados mencionaron este aspecto, y expresaron la importancia que tenían

para ellos la lectura y las bibliotecas como medio de acceso al saber. Por ejemplo

Mourad: “Todo aquel que entra en una biblioteca, es porque quiere saber cosas.

Es que quiere leer. Es que quiere aprender”. O Wassila:

“La biblioteca representa ya el lugar del saber, porque hay en ella muchos

libros sobre los conocimientos históricos, científicos, matemáticos,

astronómicos. Se encuentra también allí el arte en general, la pintura, la escultura

(…) El saber equivale a la libertad porque difícilmente puede uno dejarse

engañar”.

(…) Para los jóvenes de los barrios marginados, en su gran mayoría, el

saber es lo que les brinda apoyo en su trayectoria escolar, y les permite constituir

un capital cultural gracias al cual tendrán mayores oportunidades de abrirse paso

hacia un empleo. Y la biblioteca es ya en sí un lugar en donde es posible

encontrar documentos y libros de consulta que no tiene uno en casa, para

preparar una exposición, hacer una monografía”.

Teniendo en cuenta, entonces, autores y referentes de la lectura, se

considera que leer es vincularse con un texto pero también es construir redes,

elegir, omitir, asociar. Y estos elementos, traducidos en estrategias, deberán

10 Petit, Michêle, NUEVOS ACERCAMIENTOS A LOS JOVENES Y LA LECTURA, Fondo de Cultura Económica, 1999, Colección Espacios para la Lectura

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enseñarse para poder acceder a las tan repetidas (¿enseñadas?) polifonía,

intertextualidad, paratextualidad e hipertextualidad que desarrolla G. Genette.11

Genevieve Patte sostiene la necesidad de desarrollar el apetito lector, de

hacer buenas y cada vez mejores ofertas, sacar los libros de los estantes y de las

bibliotecas con puertas cerradas para democratizarlos en los espacios por donde

circulan los lectores.

La presencia de orientadores en lectura, que son fundamentalmente

lectores, será indispensable en esta experiencia y aportarán familiaridad en el

encuentro con los materiales a leer.

Citando también a Patte, refiriéndose a las salas de lectura, una experiencia

mejicana señala, en el vínculo con la lectura y la práctica sostenida los siguientes

ítems12:

La importancia de la acogida: reconocer al otro y reconocerse

a uno mismo a través de la palabra y de los libros.

El impacto de la sorpresa: estar en lugares

desacostumbrados, buscar los lugares más incongruentes, más

sorprendentes.

El poder de la emoción: la capacidad de conmover, de

despertar deseo, dotar a la lectura de afecto, de ternura.

El saber escuchar: actitud de escucha permanente, respeto

por la palabra del niño: “es importante para él saber que su palabra es

escuchada y reconocida”.

El valor de la diversidad: “no dar una visión única del libro,

cada uno tiene su propia lectura, no hay una lectura verdadera y una falsa”.

Reivindicar la “diversidad de lecturas, diversidad de interpretaciones frente

a la lectura única que habitualmente pide la escuela”.

11 Para ampliar este tema se puede consultar Faisal, Alicia, LA LITERATURA, UN DIALOGO CON EL TEXTO, El Ateneo, 1998

12 Fundación Sánchez Ruipérez, http://www.lecturalab.org/story.php?id=2673

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Sintetizando este marco teórico, digamos que el corredor de lectura se

construye sobre dos pilares: la pedagogía de la lectura y la nueva gestión cultural

preparada para la acción en la diversidad.

3.2. Una necesidad

Es tarea del mediador invitar a la producción de más y más variados actos de

lectura. En su universo estará producir acciones, gestionar lecturas para ampliar el

campo simbólico, comprender mejor el mundo con las vías de acceso al

conocimiento que cada uno genere.

Se trata de estimular, generar una mayor necesidad de lecturas desde

prácticas constantes, promoviendo el acceso a la palabra y su apropiación como

derecho a restituir.

En el marco de un país que crece a un ritmo vertiginoso y se multiplica en

estímulos la actualización constante mejorará la atención a las múltiples y variadas

demandas.

La estimulación de las necesidades y su satisfacción y acompañamiento

deberán cumplir con las lecturas que requieren:

-propuestas para la vida privada,

-propuestas para la vida pública

Y finalmente:

-propuestas para lo trascendente13.

Así, en la construcción de esta necesidad y también en la responsabilidad

que se asume se reconoce la voz de Pedro Cerrillo, quien señala, el valor de las

instituciones y también la profunda necesidad de participar de experiencias

plurales:

13 Se recomienda la lectura de distintos aportes teóricos provenientes del Congreso 2013 de CILELIJ, Colombia.

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“Una persona lectora es una persona crítica y libre, y las instituciones deben

procurar que todos los ciudadanos puedan llegar a ese “estatus”. La lectura es la

mejor vía para acceder a la información plural y al conocimiento; esta sociedad,

que a menudo, decimos que es la sociedad de la información, debería ser la

sociedad del conocimiento, y para ello, es necesario la implicación decidida,

convencida y verdadera de las instituciones que tienen responsabilidades en la

formación de ciudadanos lectores*”.14

Finalmente, el reconocimiento de una necesidad de lectura habilita el

derecho a ser asistido, a poder reivindicar el encuentro con los mejores textos en

espacios permanentemente vivos.

Y una necesidad supone también la decisión política de adjudicar los

recursos pertinentes, de saber distribuirlos, de otorgar lectura para cada lector.

Supone saber aceptar dicha necesidad y saber aceptar las correcciones, saber

moverse entre la libertad, cierto atrevimiento y los límites que el territorio y la

experiencia supone.

Supone arriesgarse.

3.3. Tiempo

Un corredor de lectura es una experiencia sostenida en el tiempo.

No nace un corredor para morir sin haber dado sus pasos, sin haber

andado solo, sin haberse multiplicado en frutos.

Es un camino que me permite llegar hacia un destino de lectura, que se

debe recorrer regularmente. No habrá día feo, lluvia, inclemencias que no

permitan acceder a la lectura. No habrá llegada tarde ni un “cierro antes”. El lector

deberá saber que hay un compromiso, una oferta para él.

No hay promesas, hay certezas.

14 Ver: http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/cilelij/espana/cerillo

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Como la tejedora de Marina Colasanti15: el corredor se instaura más allá de

las horas.

Se despertaba cuando todavía estaba oscuro, como si pudiera oír al sol llegando por detrás de los márgenes de la noche. Luego, se sentaba al telar.

Comenzaba el día con una hebra clara. Era un trazo delicado del color de la luz que iba pasando entre los hilos extendidos, mientras afuera la claridad de la mañana dibujaba el horizonte.

Después, lanas más vivaces, lanas calientes iban tejiendo hora tras hora un largo tapiz que no acababa nunca…

No es exagerado. Es respeto. Es aceptación del tiempo de construcción del

otro.

Quien auspicia la creación de un corredor de lectura sabrá que es un

tiempo de supervivencia tal como señala Laura Devetach, refiriéndose a

Scherezade16:

—Para mí Sherezade simboliza la capacidad no violenta, paciente y

creativa para salir de situaciones muy peligrosas. Sherezade enseña a tomar el

atajo, aunque sea el más largo, ¿no? Todas las noches construyendo su

supervivencia. Lo que no suele contarse es que la condena de Sherezade está

ligada a una infidelidad.

El corredor es un tiempo de resistencia.

3.4. Un espacio delimitado y garantizado

El corredor de lectura es un espacio, delimitado, garantizado y democrático.

Es un espacio que describe la desigualdad y la combate, es mapa y

también muestra mapas. Muestra igualdades, similitudes y desigualdades.17

15 http://www.bn.gov.ar/abanico/A40704/colasanti.tejedora.html

16 http://www.imaginaria.com.ar/2011/02/la-hormiga-que-canta-entrevista-con-laura-devetach-2/

17 Ver: Néstor García Canclini, DIFERENTES, DESIGUALES Y DESCONECTADOS

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Es un espacio de tránsito, de recorrido y de fuerte visualización.

Es un espacio de interculturalidad, de cruces, de avances, de retrocesos, de

recorte en el marco del mapa cotidiano, pero también de elaboración y producción

de un itinerario tendiente a reducir la desigualdad y la exclusión.

Es un espacio de transformación de la biografía del lector.

Como corredor señala una puerta de entrada: una institución, un espacio

formal o no formal, un hito.

En el camino, en el recorrido el lector encontrará puntos de encuentro

visualizados, activados y sostenidos. Puntos de encuentro que se opondrán a la

abulia en tanto dispositivos de inclusión, de interrogación pero también de

construcción narrativa del itinerario lector.

Es un espacio físico, señalizado, delimitado y promocionado.

Es un lugar de conexión y de yuxtaposición.

Es un espacio herramienta para que circule la lectura como un bien cultural

de todos, un espacio que se hace geografía, mapa esencial para fortalecer y

cuidar al lector.

3.5. Materiales y recursos

La presencia de materiales ricos en posibilidades expresivas, del campo de la

ficción y de la no ficción, conformarán la oferta. Materiales interesantes, jamás

aburridos, no todos clasificables.

Libros de autores del campo de lo universal, pero también los libros

elegidos por el lector.

No habrá materiales considerados buenos o malos en este recorrido. El

mediador tendrá, en tanto lector, un sentido de ese repertorio. Será amplio. Será

variado y contemplará las edades y propondrá recorridos tradicionales y rupturas

tanto para niños como para adultos.

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Variedad de libros, variedad de soportes. Artesanales, hechos a mano, de a

uno, por diagramadores expertos o por iniciados y también, allí, el libro álbum, esa

delicada pieza de imagen y palabra, o aún, silenciado, con las palabras que de tan

sutiles, ni aparecen.

Señala Cecilia Bajour18 refiriéndose a estos textos:

No decirlo todo. Insinuar. Sugerir. Callar. Mostrar a medias. Todo arte se

vale de este delicado equilibrio entre lo que dice y lo que calla. Entre lo que

muestra y lo que oculta.

En los libros que celebran esa tensión entre lo dicho y el silencio se

vislumbra una trama de decisiones artísticas que tienen que ver con la escritura,

con la ilustración, con la edición. En todas esas decisiones hay una representación

sobre el lector. ¿Cuánto se le dice y cómo? ¿Qué riesgos depara la medida del

decir y del mostrar para la historia, el poema, la imagen? ¿Qué consecuencias

tiene para el que lee y qué se espera de él? ¿Cómo se hace para que lo sugerido

no signifique un abismo insalvable en el diálogo entablado con el lector y sí un

horizonte hacia donde se puede caminar construyendo sentidos? ¿Dónde está el

borde que marca el exceso en el decir y el mostrar?

Yolanda Reyes hace variados aportes a los criterios de selección y a

propósito de la presentación del proyecto Nidos para la lectura19, señala con

respecto a la lectura y los niños:

Cuántos años se necesitan para formar un lector, uno sólo? ¿Cuántos

libros, cuántas palabras, cuántas voces y personas, cuántos encuentros y

desencuentros? ¡Cuánta vida y cuántos caminos hemos recorrido nosotros, los

18 http://www.imaginaria.com.ar/22/6/la-artesania-del-silencio.htm

19 Ver:Reyes, Yolanda: “En el nacimiento de nidos para la lectura”, Ponencia del lanzamiento de la colección, Bogotá, abril 23 de 2005.

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que hoy estamos aquí, todos tan diferentes, para hacernos lectores y, tal vez, para

hacer de éste un oficio de vida!

Y agrega, citando a Harold Bloom:

“¿Dónde nos encontramos más cómodos y al mismo tiempo más extraños?

Idealmente, con nuestra familia y nuestros amigos, y finalmente, si es posible, con

nuestra pareja. Sin embargo hay tantas sombras, tantas dificultades en todo amor

humano, que siempre existe algo en nuestro interior que sigue sintiéndose solo. A

medida que la inteligencia y la conciencia se desarrollan en nosotros, nos damos

cuenta de que lo mejor y lo más antiguo de nosotros es incognoscible para los

demás. Yo era un niño muy solitario, a pesar de vivir en un círculo familiar lleno de

cariño, y sigo siendo una persona solitaria después de toda una vida de enseñar,

releer y escribir. Pero estaría mucho más aislado si no me hubiera alimentado de

relatos y poemas, y si ellos no siguieran nutriéndome. Un niño a solas con sus

libros es, para mí, la verdadera imagen de una felicidad potencial, de algo que

siempre está a punto de ser. Un niño, solitario y con talento, utilizará una historia o

un poema maravillosos para crearse un compañero. Ese amigo invisible no es una

fantasmagoría malsana, sino una mente que aprende a ejercitar todas sus

facultades. Quizá es también ese momento misterioso en que nace un nuevo

poeta, un nuevo narrador”.

Pero el corredor no solo asistirá a los niños. El corredor es un espacio de

compromiso y de acompañamiento para todas las edades. Tendrá en cuenta a los

adultos que trabajan, estudian, incluidos y excluidos, del país o no. Es un espacio

de variedad y de construcción de identidad, aceptando todos y cada uno de los

puntos de entrada a la lectura.

3.6. ¿Qué acciones se recomiendan en un corredor de lectura?

El hombre, pues, acabamos de verlo, es hecho por otros. Una o más personas se encargan siempre, de un modo u otro, de su educación. A veces, esas personas intentan hacer lo

mejor que saben. ¿Se les puede echar eso en cara? Más bien debería preocuparnos el caso inverso de la indiferencia o la negligencia, el pesimismo o el fatalismo20.

20 Philippe Meireu, FRANKENSTEIN EDUCADOR, Laertes Educación1998

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Teniendo en claro que el objetivo es leer y compartir lectura se podrán organizar

algunas de las siguientes acciones:

-diseño de puestos de lectura

-distribución semanal de materiales y actualización

-visitas de narradores y lectores en voz alta

-recorrido a cargo de un determinado autor

-organización de jornadas de lectura

-espacios temáticos, por género, por ruptura de géneros,

-recorridos de autores

-visitas guiadas

-juegos de lectura.

El coordinador, sensible a la existencia de un corredor en una determinada

comunidad, sabrá también cómo generar acciones tendientes a la construcción de

identidad, confianza y realización de la meta de la lectura como la gran igualadora,

no para poner un techo, sino para reconocer un punto de partida hacia la libertad

de leer lo que se desea y se necesita.

4.- Recursos humanos

Aquí es importante que nos centremos en algunas afirmaciones, tales como

considerar que quien organice el corredor deberá tener mucho de gestor cultural.

Estará gestionando un espacio, un territorio, acciones, atención a necesidades.

En ese sentido, señala –Roberto Gómez de la Iglesia21:

21 Roberto Gómez de la Iglesia, Gestores culturales: nuevos profesionales y nuevas organizaciones para la complejidad social, en www.grupoxabide.es

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(…)¿Qué tipo de profesionales necesitamos? Necesitamos organizaciones

imaginativas, luego necesitamos profesionales imaginativos, frente al “yo también

hago”, gente capaz de diferenciarse. ¿Somos imaginativos o no para ser capaces

de diferenciar cosas, de hacer productos diferentes? Proactivos frente a reactivos,

capaces de anticiparnos. Flexibles y ambiguos frente a funcionales y predefinidos,

capaces de adaptarnos. Rápidos y dinámicos. (…)

Finalmente, Roberto Gómez de la Iglesia señala:

Huir del pensamiento único a veces es complicado porque el pensamiento

único nos da seguridad, sensación de tranquilidad. Pero es ilusoria.22

El coordinador del corredor de lectura sabrá administrar la especificidad de

esta acción centrada en la pedagogía de la lectura y además deberá administrar

recursos financieros, tecnológicos y deberá coordinar además, a animadores

socioculturales, autores, narradores, lectores en voz alta, entre otros.

Deberá asignar y distribuir los recursos atendiendo a la demanda de los

distintos bienes culturales, en este caso vinculados con la lectura y saber brindar

servicios, dejando de lado actitudes de intromisión y dominación de una cultura

sobre la otra.

Esta experiencia debe ser coordinada por un mediador en lectura.

El coordinador es una figura clave en el proceso de acompañamiento hacia

las prácticas inclusivas de lectura.

Será el encargado de:

-organizar la experiencia, aportarle marco teórico y conformar equipo de

trabajo,

-promover la organización de eventos especiales,

-ofrecer escenas de lectura posibles, en las que se cumplan los derechos

que pertenecen a los lectores.22 Roberto Gómez de la Iglesia, op.cit.

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En tanto figura clave será también un lector apasionado y en esto somos

irreductibles, convencido además de que la lectura:

-nos vincula mejor con el mundo,

-da mayores oportunidades,

-es una actividad inclusiva por naturaleza,

-amplía el desarrollo del pensamiento crítico,

-permite nombrar, designar y por consiguiente apropiarse de espacios,

ideas, concepciones, resoluciones, vínculos.

Pero lo que no deberá olvidarse un coordinador es de:

-ser mediador en lectura, es decir provocar, producir, concretar el vínculo

con los libros,

-y por supuesto, leer.

Acercará constantemente al lector con el libro y luego se hará a un costado

para que ambos se encuentren a solas o con otros amigos. Abundante

bibliografía refiere a la construcción del mediador. Ya no se trata de animar o de

promover la lectura, sino de mediar para que ese lector pueda encontrarse con el

objeto libro y tomar decisiones, adueñarse de la palabra y hacer su interpretación.

Y además deberá:

-Escuchar, mirar leer, sin hacer mayores intervenciones,

-Compartir la elección, la lectura, la escucha, los comentarios y los efectos

que traducen los textos en los lectores,

-Usar el conocimiento sobre el autor y sobre el mundo para interpretar más

ajustadamente el texto.

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-Valorar la lectura literaria como experiencia estética: un lenguaje diferente

que crea nuevos sentidos y nuevos mundos posibles

-Adecuar la modalidad de la lectura al propósito, al género o subgénero de

la obra.

También deberá entender que la trama de la lectura es individual y que no

solo se lee ficción. Hay otras necesidades en función de las intencionalidades de

lectura.

Los derechos del lector. Los derechos de los ciudadanos.

5.- Los recursos técnicos y operativos:

Sólo una cosa era extraña: seguir pensando como antes, saber.

Darme cuenta de eso fue en el primer momento como el horror del enterrado vivo que despierta a su destino.

Afuera, mi cara volvía a acercarse al vidrio, veía mi boca de labios apretados por el esfuerzo de comprender a los axolotl. 23

Finalmente en un corredor de lectura se utilizan recursos y se los administra. Los

puestos de lectura exigen infraestructura, variada, no agresiva, aceptada por el

espacio, los usuarios y los colaboradores.

La visualización y la señalética son claves en este proceso.

Espacios de silencio, espacios de sonido, espacios de lectura. Todo claro y

a la vista.

Todo de calidad definida en términos de recuperación de derechos.

El corredor de lectura se marcará en el espacio urbano interviniéndolo de

dos maneras: con carteles, banderas, aerosoles, grafittis y cualquier señalética

estable o efímera que resulte adecuada al objetivo de indicar que estamos en un

camino entre puntos precisos, y también aprovechando los encuentros que se 23 Cortázar, Julio, Axoltl, en ANTOLOGÍA, Librería del Colegio, Selección y estudio prelimiar por Nicolás Bratosevich, 1983

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den en cualquier sitio del corredor al recorrerlo en grupo con volantes, globos y

formas de expresión que definan que todos participamos de una comunidad de

lectores.

6.- La escuela en el corredor

Los cambios significativos de las prácticas raramente surgen porque se les diga a los profesores qué hacer. Los cambios requieren una acción estratégica sostenida en el tiempo para

implementar y revisar prácticas de modo sensible a los contextos particulares. (Kember, 2002, pág. 84 )24

Es imposible pensar en un corredor de lectura sin escuelas. Deliberadamente el

corredor se hará en torno a las escuelas y será su objetivo contribuir al encuentro

de la lectura en esta institución, acompañando a la familia, a los vecinos, a las

instituciones intermedias, asociaciones y voluntariados a la realización y

construcción de esta comunidad de lectura.

El estudiante que sale de la escuela sabe que es ahí donde encontrará el

libro que desea, el divertimento, el video, la posibilidad de detenerse a leer, llevar

un libro a su casa.

En el corredor encontrará tiempo y espacio. Algunos lugares con

almohadones para distenderse y volver a leer el material deseado.

Sabrá que en tal o cual horario habrá una narradora. Un lector en voz alta.

Habrá un voluntario dispuesto a ayudar en el acercamiento al tema deseado.

Sin la escuela el corredor se desvanece.

Sin los niños y sin los adultos que salen de un ámbito escolar con libros en

las manos pierde brillo el corredor.

Por eso habrá que cuidar al docente, el gran mediador.

24 Paula Carlino, Silvia Martínez, LECTURA Y ESCRITURA, UN PROBLEMA/ASUNTO DE TODOS /AS, Educo, Editorial de la Universidd del Comahue, Neuquén, 2009,

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Y a los padres, los grandes responsables de contribuir a que la lectura sea

una herramienta de presente y de futuro para los hijos.

7.- Evaluación

El corredor de lectura necesita de una evaluación sobre lo que se realiza, las

distintas acciones de mediación, las intervenciones y sobre esos resultados ir

nuevamente capitalizando la experiencia para hacer nuevas proyecciones.

Se realizarán registros, planillas de datos que contengan cantidad de

lectores al comienzo de la experiencia, progresiones, libros consultados,

demandas, impacto de la participación de animadores socioculturales narradores y

lectores en voz alta.

La idea es que la evaluación, compartida con quienes participan de este

proyecto: coordinadores, lectores, vecinos, etc. tiende a transformar esta

experiencia de evaluación en un nuevo aprendizaje para que cada uno se adueñe

de esta práctica y que, en caso de que la comunidad desee continuarla, tenga a

mano todos los recursos.

Evaluar es valorar. Valorar en el marco del presente proyecto la

construcción del lector, reconociendo que como actividad situada, la evaluación

obliga a comprender que las teorías que la hacen sustentable no establecen una

separación entre las experiencias subjetivas de pensar, sentir los sistemas

sociales, culturales e históricos en los que se desenvuelve.

En consecuencia tanto la práctica de la co-evaluación y la de evaluación

mutua quedarán insoslayablemente localizadas en un campo complejo de

tensiones políticas interesado, conflictivo y significativo.

Exponer esta experiencia a los modos de ver, de representar y de

interpretar del colectivo participante, pondrá en juego interesantes procesos de

evolución y mejora.

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Sin exagerar pero sin negar la angustia dramática que el escenario barrial

cotidiano nos revela, hace mucho que se nos viene haciendo indispensable una

nueva acción pedagógica de articulación transversal, como generadora de más

justos porvenires, provocados por el deseo de generar, desde las instituciones,

en nuestro caso el Plan Nacional de Lectura, una respuesta sobre aquello que

Hanna Arendt se preguntaba en América del Norte, a mediados del siglo XX: ¿por

qué nos sucedió? ¿Cómo pudo sucedernos?

El proyecto corre con el deseo de valorar si “encierra a una inteligencia en

el círculo arbitrario de dónde sólo saldrá cuando se haga necesario para ella

misma”, como expresa Jacques Ranciére (2003)25, para que no dejemos que nos

siga sucediendo.

7.1. Correspondencia entre evaluación e innovación.

A partir de este punto el diseño de un Instrumento de Evaluación tal como lo

promueven las buenas instalaciones del arte experimental contemporáneo, tendrá

que contemplar no sólo necesarias descripciones objetivas, sino también iluminar

las tramas interpretativas que sostienen los relatos compartidos de las

intervenciones de lectura que el proyecto haya generado. Establecer allí, con

pertinencia, los criterios, la coherencia y cohesión de la textura gramatical de los

mismos como facilitadores de la comprensión de algunos de los ejes, objetivos y

dimensiones propuestas.

Las bitácoras, portafolio, archivos de imágenes, se constituirán en

documentos indiciarios de lo subjetivamente sentido y apreciado, y de lo realmente

dicho y hecho en los diferentes recorridos.

8.- Cómo comenzar. Algunas sugerencias iniciales

25 Jacques Ranciére. El maestro Ignorante. LAERTES. Barcelona

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De todas las teorías literarias contemporáneas, las feministas son las únicas que pusieron en primer plano el cuerpo porque están interesadas en la diferencia sexual. Por esa razón son

pertinentes sus consideraciones sobre las relaciones físicas entre los lectores y los libros.26

8.1. Corredor de lectura: nombre y apellido

Conocido y acordado el marco teórico, el corredor nace en una geografía real y

concreta y merece ser nombrado con el poder creador que otorga la palabra.

Esa será la primera planificación.

Y la primera tarea: definir el espacio físico que tendrá el corredor. De qué

espacio de lectura parte y hacia dónde irá.

Sobre el mapa se marcarán los recorridos posibles y los puntos de lectura.

Y luego, al territorio.

Reconocidos los puntos de lectura comenzarán los primero acuerdos, las

primeras puestas en marcha, las primeras acciones centradas en las decisiones

provenientes del campo teórico.

8.2. Necesidad

Surge de la necesidad de conectar los lectores de este lugar con este otro. Por

aquí pasarán los que necesiten novedades, escuchar cuentos, recibir materiales,

etc. Hay una necesidad y por consiguiente un derecho concreto, a realizar, a

cumplir. En caso de que hubiera otras necesidades detectadas como podría ser

alguna instancia de alfabetización, apoyo escolar, compra o adjudicación especial

de materiales, se apuntarán en esa primera exploración.

8.3. Tiempo

26 Littau, Karin, TEORÍAS DE LA LECTURA, Libros, cuerpo y bibliomanía, MANANTIAL, 2008

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El corredor puede durar un día, un año, instalarse para siempre. A propósito de

una efemérides, de un recordatorio, de una ciudad, de un objetivo concreto de una

comunidad, se pueden ajustar las fechas de nacimiento y finalización.

Se auspicia y se difunden los corredores tendientes a instalarse en la

comunidad para que sean multiplicadores constantes de actividades de lectura. El

esfuerzo que demanda su armado se justifica si la práctica se sostiene en el

tiempo.

El corredor deberá anunciarse también desde cuándo hasta cuándo

funcionará. Y estas fechas deben cumplirse como un contrato ineludible.

8.4. Materiales:

El corredor es un espacio de fuerte visibilidad, por consiguiente se necesita:

-señalética,

-material de lectura abundante: libros, textos en distintos soportes, soportes

no convencionales,

-espacios de cuidado y difusión del libro,

-espacios para desarrollar prácticas de lectura,

-los puntos de lectura deben estar muy bien identificados y deben ser

reconocidos fácilmente.

8.5. Recursos humanos

Ya hemos hablado de los recursos humanos y de los perfiles, pero sintetizamos

aquí:

-un mediador en lectura/coordinador de la experiencia general.

-animadores socioculturales,

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-lectores,

-narradores,

-otros, según las necesidades del corredor, pero pueden sumarse y aportan

un plus de valor los diseñadores gráficos, artistas plásticos, cantantes, músicos,

expresionistas y profesores de teatro.

No es necesario el apuro, solo comprender la responsabilidad de la oferta

que se hace y tener a mano esta propuesta con recursos humanos libres, fieles al

compromiso con la lectura, interesantes y arriesgados.

8.6. Presupuesto

La experiencia debe necesariamente presupuestarse puesto que demanda

recursos operativos. Un buen cálculo de gastos contribuirá a la realización de las

acciones propuestas. Un buen administrador logrará sostener las acciones a lo

largo del tiempo establecido, organizando prioridades y sosteniendo en calidad de

recursos esta experiencia hasta el final.

9. Impacto esperado

Para democratizar la lectura no hay recetas mágicas. Sólo una atención personal a los niños, a los adolescentes, a las mujeres, a los hombres.

Una interrogación cotidiana sobre el ejercicio de su profesión. Una determinación. Una exigencia. Imaginación.27

Como impacto directo los corredores unen a los lectores y generan un

estado de lectura, esto es, hacer visible, accesible y democrática la lectura.

Por otro lado se propone volver al tiempo en el que se podía leer más en

situaciones cotidianas, en las casas y en los lugares de circulación habitual dentro

de la ciudad: la peluquería, el bar, los comedores.

27 Petit, Michèle, NUEVOS ACERCAMIETNOS A LOS JOVENES Y LA LECTURA, Fondo de Cultura Económica, 1999

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Se espera generar demanda proveniente de la oferta que se hará de

materiales para leer y además lograr intercambio entre los técnicos y usuarios del

espacio inicial y el de los distintos puntos de lectura.

Se propone también generar impacto positivo en los responsables de cada

espacio, constituyéndolos como lectores modelo, lectores ávidos de leer para sí y

de compartir.

El proceso se plantea como un ida y vuelta, como un compartir itinerarios y

recorridos lectores.

También este proyecto se propone concientizar acerca de la lectura como

herramienta de construcción de subjetividad, de acompañamiento para la

formación y la información.

Se propone también detectar situaciones reales de lectura y acompañarlas,

siendo sensible a la necesidad de cada grupo que se forme en torno a los distintos

puntos de lectura.

Como impacto indirecto el proyecto se propone generar corredores con

lectores independientes que interactúen entre ellos en el marco de una comunidad

responsable y comprometida con la palabra y su universo de posibilidades.