Cornelius Castoriadis

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Cornelius Castoriadis La preocupación central de Castoriadis fue entender la interrelación que existe entre el sujeto y la sociedad, por lo tanto tuvo que conocer profundamente a ambos. Castoriadis fue un hombre comprometido con su tiempo y su sociedad; filósofo, psicoanalista, sociólogo, militante y músico, dicen que buen jazzista, critico siempre, del poder establecido y de ideas preconcebidas sobre los sujetos y las sociedades. Pasemos pues en primera instancia a perfilar la vida de un hombre sin la cual es imposible entender su obra. Cornelius Castoriadis nació en Estambul, en 1922, desde niño vive en Atenas, Grecia, donde gobierna el dictador Metazas, posteriormente la Segunda Guerra mundial donde sufre la ocupación Nazi. Se une a la Juventud Comunista Griega a los quince años, más adelante se unió al trotskismo. En 1945 es sentenciado a muerte por los fascistas y se muda a Paris.

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Cornelius Castoriadis

La preocupacin central de Castoriadis fue entender la interrelacin que existe entre el sujeto y la sociedad, por lo tanto tuvo que conocer profundamente a ambos. Castoriadis fue un hombre comprometido con su tiempo y su sociedad; filsofo, psicoanalista, socilogo, militante y msico, dicen que buen jazzista, critico siempre, del poder establecido y de ideas preconcebidas sobre los sujetos y las sociedades.Pasemos pues en primera instancia a perfilar la vida de un hombre sin la cual es imposible entender su obra.

Cornelius Castoriadis naci en Estambul, en 1922, desde nio vive en Atenas, Grecia, donde gobierna el dictador Metazas, posteriormente la Segunda Guerra mundial donde sufre la ocupacin Nazi. Se une a la Juventud Comunista Griega a los quince aos, ms adelante se uni al trotskismo. En 1945 es sentenciado a muerte por los fascistas y se muda a Paris.

De 1945 a 1965 fund el grupo-revista Socialismo o Barbarie, con Claude Lefort, tambin participaron Edgar Moran. Jean Franois Leotardo entre otros. Para algunos Castoriadis fue inspirador del movimiento de 68, siempre se destac por una actitud crtica de las diferentes corrientes del marxismo, de la Escuela de Frankfurt, o del estructuralismo. En los aos 70 se convierte en psicoanalista y publica La institucin imaginaria de la sociedad donde conjunta el pensamiento social-histrico-poltico- filosfico y psicoanaltico. En 1979 fue electo Director de Estudios en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de Pars, donde muere en 1997.

Cornelius Castoriadis (1922-1997): filsofo, psicoanalista, pensador social, economista. Fue cofundador del grupo-revista Socialismo o Barbarie (que se public entre 1948 y 1967), en el cual inici una crtica radical de la URSS en particular, y del marxismo en general, defendiendo el autogobierno de los trabajadores. Esto - entre otras cosas - desemboc en un nuevo modo de pensamiento y reflexin, que hall expresin en buena medida en el Mayo Francs de 1968, y se expandi a otros lugares del globo. El pensamiento de Castoriadis ha sido uno de los aportes ms importantes - sino el ms - a la elucidacin ilimitada sobre el ser humano y la sociedad, en la ltima parte del siglo XX, abarcando de un modo profundamente interrelacionado, campos como el de la poltica, el psicoanlisis, la filosofa, la economa, etc.

La teora poltica de Castoriadis se fundamente en un proyecto de sociedad, despus de fundar y clausurar el grupo socialismo o barbarie y de hacer crticas muy fuertes al socialismo real insiste en la posibilidad de un socialismo humano y no autoritario, el trmino de sociedad autnoma muestra un proyecto donde la democracia no se d por partidos o dirigentes, no por delegacin sino por la llamada autonoma, el autor afirma que no es posible la democracia en el capitalismo.Como Psicoanalista; el concepto de institucin imaginaria de la sociedad y de imaginacin creadora transforma la concepcin que hasta ahora se tiene de la teora psicoanaltica.El Imaginario Social en la ModernidadEl objetivo de esta parte del trabajo es tratar de esclarecer cmo se conforma el imaginario social en la modernidad. Intentaremos responder algunas cuestiones tales como: Cmo podramos explicarnos a nosotros mismos, en un mundo globalizado, con la hegemona de los Estados Unidos y la influencia de los medios de comunicacin?

Hay que considerar que Marx y Engels planteaban ya en la Ideologa Alemana (1973) como la conciencia est determinada por las relaciones de produccin. Para Marx las relaciones de produccin constituyen la estructura econmica de la sociedad en tanto las condiciones jurdicas, polticas e ideolgicas constituyen la superestructura de una poca. La conciencia est determinada por la relacin en el proceso de produccin. Cuando Marx y Engels afirman que las ideas de la clase dominante son en cada poca las ideas dominantes de una poca, explican cmo son las concepciones de cada sujeto y cmo estn determinadas. Aqu cabe preguntarse; por qu el sujeto es capaz de cuestionar el orden establecido y no siempre est de acuerdo en lo que piensa, imagina o quiere la clase dominante. La sociedad para Marx y Engels es algo exterior al sujeto mismo lo cual determina en cada sujeto una concepcin determinada del espacio y del tiempo.

Es necesario tomar como punto de partida el concepto del imaginario social, ya que nos permite comprender cul es la relacin entender cul es la relacin entre el sujeto y la sociedad y como no podra comprenderse una sin el otro.Como hemos visto fue Cornelius Castoriadis quien acu el trmino de imaginario social y quien defini el concepto: representa la concepcin de figuras, formas, e imgenes de aquello que los sujetos llamamos realidad. Esta realidad es construida, interpretada, leda por cada sujeto en un momento histrico determinado. Esta concepcin, esta forma de interpretar el mundo es una obra de creacin constante. El sujeto transforma y va transformando la llamada realidad que lo rodea. (Ver Castoriadis, 1994:29)

Para que la sociedad se mantenga son necesarias las instituciones que son las depositarios del imaginario instituido, lo que pretenden es mantener un orden restablecido mediante; normas, valores, lenguajes, herramientas, procedimientos y modos de hacer frente a las cosas, de hacer cosas desde luego al individuo. Vivimos rodeados de una inmensa red de relaciones que Castoriadis llama magma. Las instituciones tales como: la familia, los medios de comunicacin, la iglesia y la escuela lo que pretenden es que la sociedad contine tal como es. Por su parte el sujeto al interpretar el mundo, su mundo ejerce lo que Castoriadis llama creacin histrica.

La imaginacin revoluciona lo histrico y lo social. Los sujetos encuentran una sociedad dada y tienen que vivir en ella pero al mismo tiempo la transforman interpretando el mundo transgrediendo el orden social y as transformndolo.Podemos afirmar entonces que no es posible entender los conceptos de sujeto y cultura como entes separados, es necesario mirarlos como un proceso en relacin. La sociedad no es la suma de los sujetos que la componen y tampoco la subjetividad es la suma de los factores sociales, econmicos, polticos, ideolgicos o de cualquier orden.Afirmamos que:

a) Lo que llamamos realidad de racionalidad son obras de la creacin.b) El magma, es el conjunto de las instituciones sociales que se encuentran siempre entre el imaginario efectivo (el instituido) y el imaginario radical e instituyente.Mediante el imaginario social sabemos quines somos, y qu papel debemos desempear en la sociedad. Mediante la creacin cada sujeto va transformando tanto las ideas y su papel en la sociedad. La sociedad debe ser vista como una interpretacin del mundo, una creacin del propio mundo.c) Las instituciones producen una direccin de sentido que los sujetos viven como norma, valores, lenguaje, imgenes y forma, as las instituciones no slo son herramienta para hacer cosas sino son formadores de subjetividadesPor otra parte; La modernidad es un proyecto inacabado, as empieza (Habermas, 1989: 9) en su libro en el que intenta dar respuesta al trabajo de Lyotard, (Lyotard, 1995). Y reconstruir el discurso filosfico de la modernidad; aclara que el discurso de la modernidad queda elevado a tema filosfico desde finales del siglo XVIII. Por su parte, Josep Pico (Pico, 1990) nos da una visin general de cul es el debate, y por qu es importante para comprender a la sociedad moderna.Por su parte Berman define a la modernidad como una experiencia vital, la experiencia del tiempo y el espacio, de uno mismo y de los dems, de las posibilidades y los peligros de la vida que comparten hoy los hombres y mujeres de todo el mundo de hoy. Llama a este conjunto de experiencias la modernidad. Concluye que ser modernos es encontrarnos en un entorno que nos promete aventuras, poder, alegra, crecimiento, transformacin de nosotros mismos y del mundo y que, al mismo tiempo, amenaza con destruir todo lo que tenemos, todo los que sabemos, todo lo que somos. Los entornos y las experiencias modernos atraviesan las fronteras de la geografa y la etnia, de la clase y la nacionalidad, de la religin y la ideologa; se puede decir que en este sentido la modernidad une a toda la humanidad. Pero es una unidad paradjica, la unidad de la desunin: nos arroja a todo en una vorgine de perpetua desintegracin y renovacin, de lucha y contradiccin, de ambigedad y angustia. Ser modernos es formar parte de un universo en el que, como dijo Marx todo lo slido se desvanece en el aire (Berman, 1995:16).Para Pico, la modernidad es un proceso histrico; para la burguesa, la modernidad es una filosofa que reclama la libertad individual y el derecho a la igualdad ante la ley contra la opresin estamental. La tarea de la modernidad es construir un mundo comprensible, donde la razn institucionalice el juego de fuerzas polticas y sociales sobre la base del libre contrato entre seres iguales. El Estado slo tendr un papel de rbitro conciliador entre el inters particular y el universal. (Latur, 1993: 29-75). Latur explica la importancia de la construccin de la modernidad.Perrs (1997) sintetiza las principales caractersticas de la modernidad: Un verdadero culto a la razn. Una creencia desmedida en la ciencia, portadora de verdad y disipadora de todas las falsas ilusiones. Un proyecto de emancipacin humana, individual y social. Una profunda conviccin evolucionistas de la historia; la civilizacin supone siempre un progreso racional, una evolucin. Una clara y expectante preeminencia del futuro, de lo nuevo, sobre el pasado y lo viejo que podra sintetizarse en un adagio: Todo tiempo futuro ser mejor.

Suele entenderse entonces por modernidad el proceso histrico que se abre con la Ilustracin, y con la Revolucin Francesa que busca llevarlo a cabo. Se trata de un proceso de expansin progresiva en la que la Revolucin Industrial, o las revoluciones industrial-tecnolgicas (y ahora informtica) jugaron un gran papel (Perrs; 1997, 3).

El fracaso de esta razn burguesa, o del Estado burgus, se pone de manifiesto en los siglos XIX y XX en todos los aspectos deshumanizadores y alienantes de la sociedad capitalista, da pie a la economa poltica de Marx, a la reivindicacin hegeliana del Estado moderno, como manifestacin ms alta de la razn.

Sin embargo, Pico (Pico, 1990:43) advierte que el modernismo siempre habla del futuro en trminos optimistas; el futuro slo retomara lo bueno y desechara lo malo del capitalismo. A finales de este siglo, lo anterior es claro si pensamos en los niveles de injusticia y el enorme problema que existe en todos los pases pobres y de extrema pobreza.

el modernismo siempre hablaba del futuro como la llave que ordenara las cosas, que purificara lo malo y dejara lo bueno. Se trataba de romper con el pasado y su historia, de conquistar el futuro. Ahora hemos visto que el futuro no resuelve nada y se vuelve la mirada hacia el pasado (Pico, 1990:10). Baudrillard explica este regreso al pasado de una forma crtica cuando define a la sociedad moderna como una sociedad del simulacro; somos, vivimos y actuamos como s creyramos, como s... pero detrs no hay una realidad que sustente a los sujetos sociales (Baudrillard, 1978: 5-31).

Para Habermas el proyecto de modernidad est inacabado y es recuperable mientras se reconstruya el proceso de racionalidad con posturas tericas y se eliminen aspectos patolgicos que han aparecido en el desarrollo de la modernidad.Por tanto, la autorreflexin emancipadora que propone Habermas depende de una reconstruccin racional a las condiciones universales del desarrollo de la razn.

Sin embargo diversos autores han analizado la llamada postmodernidad como nueva sociedad, post fordismo podemos decir que esta sociedad emergente del capitalismo tardo, tambin llamada tecnotrnica, se caracteriza por un notable desarrollo de las fuerzas productivas gracias a la adopcin de nuevas tecnologas electrnicas y/o qumicas que transformaron las economas mundiales y las relaciones de trabajo... la revolucin de tecnologa producida en el campo de la informacin llev a la aparicin del llamado informacionalismo como cimiento material de la nueva sociedad. Los tiempos y las distancias se acotaron, la distribucin formas de trabajo tambin. Por su Parte Emanuelli (2000, 2) afirma en su artculo Sociedad actual e imaginarios: marco que influye construye las instituciones actuales analiza cmo las nuevas tecnologas tienen una influencia determinante en la conformacin de los imaginarios en la postmodernidad.

Por otra parte, el fenmeno de la globalizacin como advierte Castells (1999, vol. III: 188.) La globalizacin avanza de forma selectiva, incluyendo y excluyendo a segmentos de economas y sociedades dentro y fuera de las redes de informacin, riqueza y poder que caracterizan al nuevo sistema dominante. Opera incluyendo y excluyendo a economas y sociedades, ha modificado la relacin de los estados nacionales con los sindicatos y ha aumentado la desocupacin. Para Emanuelli en la posmodernidad se ha dado una clara transformacin en la clase trabajadora. Una disminucin en la cantidad de obreros industriales y agrcolas, y el crecimiento de empleados medios profesionales independientes, tcnicos y cientficos. La economa global se caracteriza por una importante concentracin de capitales, gran flexibilidad organizativa y mayor poder de las empresas para establecer las condiciones laborales con sus empleados.

As pues, tras los aos setenta, los modelos de desarrollo econmico, capitalistas o estatistas, entraron en crisis, esta crisis se dio tanto en lo econmico, social y cultural, se hizo necesario incorporar en el imaginario social la nuevas relaciones entre las naciones entre los estados y por supuesto entre los sujetos.

Beriain en su artculoEl imaginario social moderno: politesmo y modernidades mltiplesplantea la nocin de modernidades mltiples frente a la nocin de modernidad europeo-occidental ,que con carcter econmico predomina en el anlisis sociolgico, para el autor la idea de modernidades mltiples presupone una nueva forma de entender el mundo contemporneo de explicar la historia de la modernidad-, vindolo como una historia de continuas construcciones y reconstrucciones de una multiplicidad de programas culturales. As advierte el autor estas reconstrucciones en curso de los mltiples modelos institucionales e ideolgicos son realizadas por actores sociales especficos en estrecha conexin con activistas sociales, polticos e intelectuales y tambin por movimientos sociales que buscan la realizacin de diferentes programas de modernidad, manteniendo perspectivas muy distintas sobre aquello que hace a las sociedades modernas. Distintos modelos de modernidad mltiple se han desarrollado dentro de diferentes Estados nacionales y dentro de diferentes agrupamientos tnicos y culturales, entre movimientos comunistas, fascistas y fundamentalistas, diferentes entre ellos, pero todos ellos van ms all del Estado nacional.(Beriain,2003:16).

El ncleo de la modernidad viene dado por la cristalizacin y desarrollo de modos de interpretacin del mundo o, siguiendo a Castoriadis de distintos imaginarios sociales , de distintos programas culturales, combinados con el desarrollo de un conjunto de nuevas formaciones institucionales, cuyo ncleo central comn representa una apertura sin precedentes e incertidumbre.

Para Lipovetsky (Vase Lipovestky, 1986,2000a, 2000b, 2001) la posmodernidad es un estallido de lo social, disolucin de lo poltico: el individuo es el rey y maneja su existencia a la carta. Nuevas actitudes: apata, indiferencia, desercin, el principio de seduccin sustituyendo al principio de conviccin, generalizacin de la actitud humanista. Para el autor en el posmodernismo; el individualismo se transforma en el nuevo estado histrico propio de las sociedades democrticas avanzadas.

El primer trabajo de Habermas sobre la transformacin estructural de la esfera pblica, retoma, de una manera novedosa y reveladora, algunos temas de la crtica cultural. Habermas explora el origen y la desintegracin subsecuente de lo que llama la esfera pblica por medio del desarrollo de las instituciones del siglo XVII. El nacimiento de la comunicacin de masas requiri de un mbito de comunicacin y debate, por ello la esfera pblica burguesa cre un foro en el Estado poda ser criticado y llamado a justificarse ante un pblico bien informado y razonador; ste era un foro limitado y frgil, y fue socavado por el desarrollo del Estado y las instituciones sociales en el siglo XIX. Las grandes organizaciones comerciales de la comunicacin masiva han transformado de manera fundamental la naciente esfera pblica, de tal modo, que el potencial crtico inherente a ella ha sido truncado o empujado a la clandestinidad; hoy retiene su valor ms como una promesa o como un principio inminente de crtica que como realidad institucionalizada.

Analicemos ahora el concepto de comunicacin; Thompson analiza la teora de Habermas desde el punto de vista de la hermenutica de la comunicacin y los medios (Thompson, 1993: 21-25). Habermas en The Structure Transformation of the Public Sphere plantea que aunque la distincin pblico-privado data de la Grecia clsica, asumi una forma nueva y distintiva en la Europa de los siglos XVII y XVIII que viva un rpido desarrollo del capitalismo y el establecimiento del estado burgus. La autoridad pblica pas a referirse, cada vez ms, a una actividad relacionada con el Estado, es decir, a las actividades de un sistema de Estado que tena esferas de jurisdiccin legalmente definidas y un monopolio de uso legtimo de la violencia. La sociedad civil emergi como un campo de relaciones econmicas privatizadas que se establecieron bajo la proteccin de la autoridad pblica. El mbito privado comprenda tanto una economa expansionista como las relaciones personales que se desprendan de esta expansin y que se anclaban en la institucin de la familia conyugal. Entre el mbito de la autoridad pblica, por un lado, y el mbito de la sociedad civil y de la esfera ntima por el otro, emergi una nueva esfera de lo pblico, formada por individuos de la burguesa que se reunan para debatir entre ellos y con las autoridades la regulacin de la sociedad civil y la conducta del Estado. En tanto que los primeros desplegados de noticias y peridicos se interesaban por diversa informacin, la prensa del siglo XVIII se orient hacia la expresin de puntos de vista polticos. Habermas incorporaba la idea de que una comunidad de ciudadanos, quienes se reunan como iguales en un foro ajeno tanto a la autoridad pblica del Estado como a los mbitos privados de la sociedad civil y de la vida familiar, eran capaces de emitir una opinin pblica mediante la discusin crtica y razonada.

La comercializacin de la comunicacin masiva destruy paulatinamente su carcter de medio de la esfera pblica, pues el contenido de los peridicos y otros productos se despolitiz, se volvi sensacionalista a fin de aumentar las ventas, y comenz a tratar a los receptores como consumidores tanto de medios como de aquellos productos de los obtenan ingresos por anunciarlos.El desarrollo de los siglos XIX y XX socav la esfera pblica burguesa y transform el principio de publicidad en un arma de intereses creados; Habermas no descarta la posibilidad de que las ideas y los principios incorporados originalmente a la esfera pblica puedan reconstruirse sobre otra base.

Es necesario mirar el proceso de produccin de estas mercancas, en el contexto de la economa mundial. Horkheimer y Adorno, de la Escuela de Frncfort, plantean el concepto de industria cultural, lo definen como el proceso que ha dado como resultado la creciente mercantilizacin de las formas culturales producidas por el nacimiento de la industria del espectculo en Europa y Estados Unidos a fines del siglo XIX y XX. Argumentan que el nacimiento de las industrias del espectculo como empresa capitalista ha logrado la estandarizacin y la racionalizacin de las formas culturales, y ha atrofiado la capacidad del individuo para pensar de manera crtica y autnoma. Los bienes culturales producidos por estas industrias se disean y se manufacturan de acuerdo con los objetivos de la acumulacin capitalista y de la ganancia de utilidades (Thompson; 1994: 109).Segn Horkheimer y Adorno, el desarrollo de la industria cultural es una parte intrnseca del proceso de racionalizacin y cosificacin en las sociedades modernas; el papel de estos autores es determinante, pues no dan alternativa al sujeto social individual frente a la industria cultural; lo que piensa y siente el consumidor de las mercancas de las industrias culturales es determinante en su conciencia. sta es la principal crtica, su concepcin de que los bienes producidos por las industrias culturales son definitivos en la visin del mundo de sus consumidores. Este punto de vista es opuesto al planteado por Castoriadis con relacin al imaginario social: si cada sujeto est buscando permanentemente nuevos significantes, la ideologa no es inamovible ni automtica; la imaginacin creadora har que cada sujeto est siempre transformando su propia ideologa y por tanto la historia. Alvater por su parte afirma que el cine, y en general toda la industria cultural que producen los medios, exporta el american way of life y contribuye as a la imagen de desarrollo en los pases del llamado tercer mundo. De esto, por otro lado, se aprovecha la industria del cine desde los aos 20, que es al mismo tiempo innovacin tecnolgica y prctica ideolgica del fordismo para construir la imagen del american way of life con todos sus ingredientes, llevando a cabo una propaganda global y contribuyendo a definir la imagen del desarrollo que tienden a seguir los pases en vas de desarrollo (Alvater, 1992: 32).Horkheimer y Adorno se refieren a la tecnologa, a su papel en la economa y a sus efectos en la sociedad y en la cultura. (Tremblay, 1994: 39).

Las caractersticas que atribuyen a la naturaleza misma de la tecnologa son la capacidad de reproduccin y sus consecuencias, con las ventajas y desventajas que esto conlleva. Explican la lgica del sistema econmico y social que ordena y vive su desarrollo tecnolgico para cubrir sus necesidades de produccin en serie, de homogeneizacin de contenidos que imperan en este proceso, y la democratizacin del consumo para autosatisfacer el consumo.

El razonamiento de la Escuela de Frncfort se basa en que la racionalidad tcnica se confunde, en las sociedades contemporneas, con la dominacin. Se plantean cuatro criterios:

El primer criterio a la industria cultural desde la perspectiva de la produccinindustrial.El segundo analiza las industrias culturales a partir de las tcnicas que utilizan.El tercero analiza el mercado; estudia la oferta y la demanda de los bienes culturales.El cuarto ordena los criterios que hacen referencia a los procesos de produccincapitalista dentro del dominio de las actividades culturales (Tremblay, 1994: 40).

Los economistas miran a la industria cultural como un proceso dual al de otras industrias donde los agentes econmicos se involucran en los bienes y servicios que se ofertan y demandan. La industria cultural es, entre otras, un intercambio econmico al igual que otros bienes y servicios dentro de la libre oferta. La intervencin estatal, la reglamentacin especial es intil y juega en detrimento de los intereses del consumidor. A estas medidas proteccionistas se debe, contrariamente, permitir una libre marcha con un efecto vivificante para la produccin de las industrias nacionales, en esta perspectiva la industrializacin de la cultura no es ms que una consecuencia inevitable del desarrollo normal de una economa liberal.

E. Tremblay propone que para analizar la industria cultural hay que tomar en cuenta los cuatro criterios antes mencionados. La importancia de la industria cultural y su difusin constituye un primer nivel de aprehensin cuantitativa de un fenmeno; la utilizacin de tecnologa industrial de reproduccin en serie, identifica un segundo nivel de comprensin que hace nfasis en las caractersticas tcnicas. La corriente terica de la industria cultural en el neoliberalismo mira desde una perspectiva econmica el desarrollo de esta industria.

Amrica Latina es una de las zonas que compra ms entretenimiento a Estados Unidos. En los ltimos aos las cifras mejoran pues ya no slo recibimos pelculas y programas de televisin, sino videos, juegos, etctera. Mxico, por ejemplo, ocupaba en 1990 el 16 lugar entre los importadores de pelculas norteamericanas, y en 1993 ascendi al 10 puesto a nivel mundial con una inversin de 36.9 millones de dlares. (Garca Canclini, 1995:119).

En los pases latinos de Europa que defienden la excepcin cultural en el libre comercio, an hay quien concibe al cine y la televisin como simples mercados, donde la libre competencia debera dejar que los espectadores decidan qu vale la pena exhibir y qu no. En suma, la crisis del cine no puede verse ya como cuestin interna de cada pas ni aislada de la reorganizacin de los mercados simblicos. Es parte del debate sobre las tensiones entre libertad de mercados, calidad cultural y modos de vida propios. (Ibd. 121).

Ahora se ve que la redefinicin de las identidades nacionales no la hacen slo el cine, la televisin y el video, sino el conjunto de las autopistas de la comunicacin. La transmisin por satlite y las redes de cable ptico transforman la comunicacin cientfica (correo electrnico, telemedicina), la ofimtica en las oficinas, los servicios bancarios e interempresariales y, por supuesto, la distribucin de espectculos culturales. Desde Estados Unidos, la empresa Turner programa la circulacin de pelculas, caricaturas y noticias en muchos pases latinoamericanos y ahora comienza a hacerlo en algunos europeos, como Francia. En pocos aos las pelculas estadounidenses llegarn por satlite a las salas de exhibicin de centenares de ciudades en todos los continentes, sin las complicaciones aduanales de los filmes enlatados y los videos. (Ibid.125).Siguiendo a Garca Canclini podemos afirmar que el debate europeo actual replantea las polticas de comunicacin masiva transnacionales, al menos en lo siguiente:

a) La relaciones entre lo nacional, lo continental y la globalizacin.b) La articulacin entre los servicios pblicos y los intereses privados. Las nuevas tecnologas audiovisuales no deben depender predominantemente de los aparatos burocrticos de los Estados; precisamente, por ser tan vigorosa su influencia masiva, por requerir altas inversiones y tanta eficacia y por ser el espacio cultural donde se acentan las desigualdades entre sociedades, no pueden quedar libradas slo a la competencia internacional entre mercados.

Los medios de comunicacin han sido una de las instituciones encargadas de reactualizar los mitos a lo largo de su historia. Hobsbawm, (1998: 322-346) en su anlisis de la historia de la cultura del siglo XX, vincula el desarrollo de la cultura con cada uno de los medios en el momento de su aparicin y sus consecuencias. (Hobsbawm, 1998).Podemos clasificar a los medios de comunicacin en:

a. los que son principalmente informativos y que producen ciertas mitologas de legitimacin; por ejemplo la democracia, con su concepto de ciudadano, como un proceso que se construye da a da.b. las historias con personajes estereotipados que nos narran situaciones, aventuras y relaciones humanas.

Cualquier medio de comunicacin masiva contiene ambas, tanto la informacin como la construccin de relatos mticos. El relato mtico no es solamente la estructura totalizante del sentido colectivo, sino tambin un instrumento de regulacin social, el cdigo a la vez funcional y coercitivo que impone el mantenimiento del sistema de estratificacin. Estas dos funciones no son incompatibles: por el contrario, es una especificidad del sistema mtico el asegurar simultneamente la provisin del sentido globalizante la explicacin del mundo de los hombre y de las cosas y la imposicin del sistema de jerarquas y poderes (Ansart, 1993: 99).

En ambos, los medios de comunicacin, incluimos Internet y autopistas informativas, repiten sus narraciones y se instituyen como formas totalizadoras que dicen al sujeto no slo lo que debe hacer sino lo que es. a) por la repeticin insistente de sus narrativas.Esta repeticin tiene como caracterstica primordial que se gestiona a travs de formas reticulares y difusas, produciendo discursos que, con pequeas variaciones de enunciabilidad, segn focos institucionales, sostienen al infinito una misma trama argumental. Repeticin argumental y mltiples focos en la gestin de sus enunciados crean los caminos de su eficacia simblica. b) Se instituyen como universos de significaciones de formas molares, totalizadoras, esencialistas que estipulan no slo lo que debe ser una mujer o un hombre sino lo que es. En tal sentido esta voluntad totalizadora opera violencia simblica, ya que no da lugar, se apropia, tritura, las diferencias de sentido, la diversidad de prcticas y posicionamientos subjetivos de los actores sociales; homogeneiza y por lo tanto violenta lo diverso. (Fernndez, 1992: 78).A manera de conclusinFue Cornelius Castoriadis quien acu el trmino de imaginario social y quien defini el concepto: representa la concepcin de figuras, formas, e imgenes de aquello que los sujetos llamamos realidad. Esta realidad es construida, interpretada, leda por cada sujeto en un momento histrico determinado. Esta concepcin, esta forma de interpretar el mundo es una obra de creacin constante. El sujeto transforma y va transformando la llamada realidad que lo rodea.

La modernidad es un proceso histrico; para la burguesa, la modernidad es una filosofa que reclama la libertad individual y el derecho a la igualdad ante la ley contra la opresin estamental. La tarea de la modernidad es construir un mundo comprensible, donde la razn institucionalice el juego de fuerzas polticas y sociales sobre la base del libre contrato entre seres iguales. La nocin de modernidades mltiples presupone una nueva forma de entender el mundo contemporneo vindolo como una historia de continuas construcciones y reconstrucciones de una multiplicidad de programas culturales.

Distintos modelos de modernidad mltiple se han desarrollado dentro de diferentes Estados nacionales y dentro de diferentes agrupamientos tnicos y culturales, pero todos ellos van ms all del Estado nacional Castoriadis plantea con relacin al imaginario social que cada sujeto est buscando permanentemente nuevos significantes, la ideologa no es inamovible ni automtica; la imaginacin creadora har que cada sujeto est siempre transformando su propia ideologa y por tanto la historia. Podemos decir que el cine, y en general toda la industria cultural que producen los medios, exporta elamerican way of lifey contribuye as a la imagen de desarrollo en los pases del llamado tercer mundo. Los medios retoman el concepto de modernidades mltiples donde cada sociedad reinterpreta los discursos y se los apropia dependiendo de su momento histricoFinalmente podemos afirmar que los medios de comunicacin, incluimos Internet y autopistas informativas, repiten sus narraciones y se instituyen como formas totalizadoras que dicen al sujeto no slo lo que debe hacer sino lo que es.

Conceptos ms relevantesImaginario SocialImaginacin y creacin histricaMnada psquica

InstitucinImaginacin radicalFase tridica

Lo simblicoDesfuncionalizacinIndividuo social

Lgica de los magmasHeteronomaSignificaciones imaginarias socialesReflexinTipo antropolgicoAutonoma

Imaginario SocialEs Castoriadis (1993:29) quien acua el trmino Imaginario Social, el cual representa la concepcin de figuras/formas/imgenes de aquello que los sujetos llamamos realidad, sentido comn o racionalidad en una sociedad. Esta realidad es construida, interpretada, leda por cada sujeto en un momento histrico social determinado. Esta concepcin de figuras/formas/imgenes es una obra de creacin constante por parte de cada sujeto inmerso en una sociedad, de este modo ejerce su libertad, se transforma y va transformando el mundo que lo rodea (Franco; 1999). Pensemos, por ejemplo, en la reivindicacin de las mujeres a lo largo de este siglo; en la lucha de las sufragistas inglesas y en la igualdad laboral las cuales llevaron necesariamente a transformaciones en la familia, educacin y poltica que cambi la vida cotidiana y el imaginario social tanto de hombres como de mujeres. Podemos decir, entonces, que el imaginario social es una capacidad imaginante, un orden de sentido, una produccin de significaciones colectivas que al ser producida se va transformando. (Franco: 1999).

Castoriadis propone la formacin de las subjetividades; mediante el imaginario social sabemos quines somos y qu papel debemos desempear en la sociedad; mediante la creacin cada sujeto va transformando tanto la idea que tiene de s como su papel, y su lugar en la sociedad. (Castoriadis; 1994:69).

Para el autor las significaciones son imaginarias porque no corresponden a elementos racionales o reales y no quedan agotadas por referencia a dichos elementos, sino que estn dadas por creacin, y son sociales porque estn instituidas y son objeto de participacin de un ente colectivo impersonal y annimo. (Castoriadis: 1994:68)

InstitucinLa creacin constante es lo que puede explicar cmo frente a una sociedad instituida, a los tipos tradicionales de ser, existe una sociedad o imaginario instituyente, donde los sujetos crean otro sujeto, otra cosa u otra idea que difiere de lo establecido. As, toda sociedad crea su propio mundo donde se enfrentan lo instituido y lo instituyente. La identidad de un sujeto o de una nacin es un sistema de interpretacin de ese mundo que el sujeto o la sociedad crea. Por lo cual todo lo que cuestione o transforme ese sistema de interpretacin es vivido, por la sociedad o el individuo, como un peligro frente a su propia identidad. (Castoriadis: 1994:69)

Pero si el Imaginario Social es una creacin constante entonces cmo podra existir continuidad en la historia? Cmo podra explicarse la homogeneizacin en los discursos y en las prcticas sociales? Lo que hace posible la continuidad son las instituciones sociales, que son parte del imaginario y al mismo tiempo son conformadas por l. Las instituciones marcan una direccin de sentido que los sujetos viven como normas, valores, lenguaje, imgenes y formas; as, las instituciones no son slo herramientas de creacin sino formadores de subjetividades. Castoriadis propone que las instituciones sociales producen, a partir de la materia prima humana, subjetividades que permiten ver a la sociedad como totalidad.

El concepto de institucin significa normas, valores, lenguaje, herramientas, procedimientos y mtodos de hacer frente a las cosas y de hacer cosas y, desde luego, al individuo mismo. (Castoriadis: 1994: 67). Para Castoriadis las instituciones se imponen slo en algunos casos mediante la cohesin y las sanciones. Pero, finalmente, tanto las instituciones como sus mecanismos de continuidad se incorporan en el sujeto mediante la produccin de subjetividades.

Los sujetos son fragmentos ambulantes de la institucin llamada sociedad, por un lado reproducen sus discursos, imgenes, mitos y prcticas; por el otro tienen la capacidad creativa de leer o interpretar a la sociedad para transformarla. Pensemos otra vez en el ejemplo de las mujeres, cada mujer tiene la capacidad de optar por la maternidad, pero sta depender de su concepcin y actitud frente a las condiciones socioeconmicas que la rodean; la transformacin de la generacin de los aos cincuenta ms los adelantos mdicos en los diferentes mtodos anticonceptivos hicieron que las mujeres cambiaran su visin de la maternidad y de s mismas, y al mismo tiempo transformaron a la familia y a otras instituciones particulares con su incorporacin al trabajo en todos los mbitos de la sociedad.

La institucin est hecha de mltiples instituciones particulares que forman un todo coherente. Es una unidad total, es la cohesin de una red casi infinita de significaciones que tienen una direccin de sentido para los diversos sujetos e instituciones que componen la sociedad. (Castoriadis: 1994:68).

Esta red es lo que Castoriadis (1994:73) llama magma de las significaciones sociales. El magma da unidad, cuerpo y orden a lo que parece fragmentado y catico. Por nombrar algunas: la religin, el dinero, los mitos, los hroes, los dioses, el capitalismo, la modernidad, la nacin, el partido, la democracia; y tambin el papel que debemos desempear: hombre, mujer, madre, hijo, hermano, hermana, alumno o profesor, etctera. Es un tipo de organizacin que contiene conjuntos pero no es reducible a ellos, el todo es mucho ms que las partes.Lo simblicoEl smbolo es un signo (unidad: significante, significado y significacin) que tiene una segunda interpretacin.... Si llamamos simblico a todas las formas de la mediacin significante, como primeramente lo defini Cassirer, y smbolo al signo significante, es porque la estructura significativa del universo humano es siempre derivada e interpretativa, porque no existe un sentido de las cosas, un signo sensible que sea captable directamente y que tenga una significacin primaria, literal, manifiesta. Si la nocin de smbolo recubre las expresiones con doble o mltiple sentido, en las que la textura semntica es correlativa del trabajo de interpretacin, entonces todo signo que significa algo para alguien es un smbolo (Colombo; 1993: 24).

El smbolo no tiene, necesariamente, un referente directo; lo tiene cuando se refiere a un objeto, pero no cuando se trata de una idea, emocin o sentimiento. Cada sociedad constituye su propio simbolismo, aunque sin total libertad, a partir de lo natural, histrico y racional (Vase Castoriadis; 1993: 41).

Para Castoriadis el simbolismo supone la capacidad de establecer entre dos trminos un vnculo permanente, de modo que uno de stos represente al otro. Slo en las etapas avanzadas del pensamiento racional el significante, el significado y su vnculo sui generis pueden continuar simultneamente unidos y distintos, en una relacin firme y flexible.

En el proceso de comunicacin del hombre, el smbolo es entendido como unidad cultural y universal. Fromm (1957) afirma que el nico lenguaje universal es el de los smbolos, sueos, mitos: el lenguaje y, paradjicamente, la imagen hablan con smbolos. El imaginario social los utiliza como una representacin colectiva.

Esta representacin va ms all de la percepcin de los objetos o de las ideas; encontrar la interrelacin de los significantes y de los smbolos rebasa la repeticin o comprensin del mundo; es la capacidad creativa e individual para encontrar nuevas relaciones y significados de los smbolos como unidades culturales. ...imaginar es ir ms all de la imagen y del icono, es decir, de la supuesta representacin del objeto real; significa enlazar imgenes que nos alejan del mundo ya vivido, de lo ya conocido. La imagen destinada a reproducir los objetos presentes, por una serie de desplazamientos sucesivos llega a reivindicar en el imaginario los rasgos de otra realidad, de otros objetos que no sern nunca o que no son todava (Colombo; 1993: 21).

Castoriadis seala que el imaginario debe utilizar lo simblico, no solamente para expresarse sino, simplemente, para existir; para ir ms all de lo virtual. De esta unin, constitutiva del signo significante, tres corolarios nos parecen fundamentales:1. La capacidad de reactualizar la imagen del objeto en ausencia del objeto real.

2. Del signo significante surge tambin una ruptura en el tiempo que permite la instauracin de una relacin reversible en tiempo irreversible.

3. La significacin resulta de la interaccin social; un lenguaje no es individual sino resultado de una convencin social. En conclusin, el nivel simblico, o mediacin simblica, implica el material de base de la existencia, es decir, la representacin imaginaria del mundo articulada con el orden normativo, con la regla, con la convencin (Freud en Colombo; 1993: 23).

Las instituciones se dan en forma de redes simblicas, Castoriadis afirma que las instituciones no se reducen a lo simblico, pero slo as existen.

El imaginario social no es una invencin individual, se presenta en un momento social histrico concreto: actos reales, individuales o colectivos, como son el trabajo, el amor, el parto, hechos incomprensibles fuera de la red simblica, colectiva y social. El imaginario pues, no se trata de una invencin absoluta o de un deslizamiento. Por lo que se nos presenta, en el mundo social-histrico, pasa indefectiblemente por la urdimbre de lo simblico. No es que se agote en ello. Los actos reales, individuales o colectivos el trabajo, el consumo, la guerra, el amor, el parto los innumerables productos materiales sin los cuales ninguna sociedad podra vivir un instante, no son (no siempre, ni directamente) smbolos. Pero unos y otros son imposibles fuera de una red simblica (Castoriadis; 1993: 38).Lgica de los magmasPara Castoriadis, la lgica de los magmas, basada en las nuevas formas que se producen permanentemente, es la multiplicidad de significaciones sociales a las cuales un sujeto tiene y al mismo tiempo es expuesto. Lo magmtico, a este nivel, es la capacidad de pensar lo que es como estratificacin de un tipo hasta ese momento desconocido, como organizacin en planos ligados de adherencias parciales, estratificacin y sucesin de capas del ser, organizadas siempre de modo parcial y momentneo. (Franco: 1999:1).

Junto con la imaginacin radical, lo histrico-social y las significaciones imaginarias sociales, hace a los fundamentos - el ms importante - del pensamiento de Castoriadis. A qu alude un ttulo tan enigmtico? Cmo definir algo que es no es definible, ya que no pertenece al terreno de la lgica formal, siendo su opuesta y complemento?

Indudablemente que Castoriadis se ve llevado a esta nocin a partir del psicoanlisis y el modo de funcionamiento del inconsciente. De hecho en este se trata de un magma de representaciones, as como en la sociedad de un magma de significaciones imaginarias sociales. Asimismo, el sujeto tiene a su disposicin la totalidad de las representaciones que le pertenecen. Este es uno de los ejemplos que da Castoriadis para esta lgica: antes de denominarla magma pensaba en montn, multiplicidad inconsistente (tomando una proposicin de Cantor). Invita Castoriadis a que se piense en la totalidad de representaciones, sean recuerdos, fantasas, sueos. Y pregunta si se podran ordenar, contar, separar, recortar. O en la totalidad de las enunciaciones de cualquier idioma. En ese ltimo caso se tratara de un nmero finito, ya que responde a combinaciones sobre un nmero de elementos dados de antemano o con escasa variacin. El magma es indeterminado, a diferencia de cualquier conjunto o entidad matemtica. De un magma pueden extraerse, o se pueden construir, organizaciones conjuntistas, en un nmero indefinido, no pudiendo ser reconstituido - el magma - a partir de dichas composiciones conjuntistas. Http://www.magma-net,com.ar/glosario.htm p.1)Imaginacin y creacin histricaUno de los conceptos clave para entender el imaginario social es la imaginacin creadora. Cuando un sujeto social interpreta, vive o acta dentro de la sociedad, lo hace a partir de su visin particular, mirando al imaginario efectivo (el establecido) pero produciendo, por su interpretacin, un imaginario radical o instituyente. (Castoriadis: 1993:220). Para el autor sta transforma la teora del saber y del ser, esto lleva necesariamente al cambio en la historia.

Vera (1998) llega a dos conclusiones significativas. La primera se refiere a que la imaginacin es el origen de la representacin, el pensamiento, el origen de lo racional.La segunda es que la imaginacin libre y desfuncionalizada es propiedad fundamental del ser humano.

Histrico-social: es uno de los dominios del hombre. Es una de las creaciones de Castoriadis, donde muestra la indisociabilidad e irreductibilidad de la psique y la sociedad. Sociedad e historia no tienen existencia por separado. Lo social se da como autoalteracin, como historia. Esta es la emergencia de la institucin, en un movimiento que va de lo instituido a lo instituyente, y viceversa, a travs de rupturas y de nuevas posiciones emergentes del imaginario social instituyente. Este crea a partir del magma de significaciones imaginarias sociales, y ese magma es el que constituye a la sociedad como un mundo de significaciones. De este modo, cada sociedad se autoinstituye. El ser de lo histrico-social est dado por esas significaciones, que da un determinado sentido a la vida social, siempre arbitraria. Este dominio se mantiene unido gracias a la urdimbre producida por el magma de significaciones imaginarias sociales. La burguesa, por ejemplo, produce su propia definicin de la realidad, que tiende a ser tomada como cannica por los sujetos, debido a la habitual heteronoma en la cual se hallan las sociedades. La autonoma implica el cuestionamiento de la institucin imaginaria de la sociedad, y abre la posibilidad de modificaciones en el dominio de lo histrico-social. (http://www.magma-net,com.ar/glosario.htm: 4)

Imaginacin radicalCapacidad de la psique de crear un flujo constante de representaciones, deseos y afectos. Es radical, en tanto es fuente de creacin. Esta nocin se diferencia de toda idea de la imaginacin como seuelo, engao, etc., para acentuar la poiesis, la creacin. Seala Castoriadis que tal vez haya sido el ms importante descubrimiento freudiano - expresado en La interpretacin de los sueos - pero que fue acallado por l mismo, para ser aceptado por la ciencia oficial. Dice Castoriadis que haba sido previamente descubierta y ocultada por Aristteles reproducindose la misma situacin con Kant, reapareciendo en Heidegger, para recalar en Sartre que resalta su caracterstica de algo ficticio, especular, lo que no es ni tiene consistencia. Est claro que para Castoriadis (Castoriadis, 1994:10) es la caracterstica central de la psique: lo que es, es producido por la imaginacin radical. Esta hace surgir representaciones ex-nihilo, de la nada, que no estn en lugar de nada, ni son delegadas de nadie. Implica creacin, y no solo repeticin, o combinaciones sobre una cantidad predeterminada y finita de representaciones. La psique tiende a interrumpir este flujo de imaginacin radical, debido a las demandas de socializacin; la reflexin a la que se adviene en un tratamiento psicoanaltico, permite liberarla de un modo lcido.(http://www.magma-net,com.ar/glosario.htm p.2)DesfuncionalizacinEl psiquismo humano est desfuncionalizado, en la medida en que lo que se imagina, lo que se representa el humano, no est regido por una funcionalidad biolgica - como en los animales - . No hay representaciones cannicas - la sexualidad puede ser ejercida de los modos ms diversos por los humanos, siendo fijo el modo en el cual se presenta en los animales -. As es como Castoriadis postula que el hombre es un animal loco, y no lgico (la lgica es lo que se comparte con los animales). Esto es porque en el humano se divorcian el placer de representacin y el placer de rgano. El primero tendr una preponderancia. Lo propio del hombre es la imaginacin irrefrenada, desfuncionalizada. El privilegio del placer de representacin - que hace a la desfuncionalizacin - es lo que permite la sublimacin, el pensamiento.Mnada psquicaEs el primer estrato de la psique, su ncleo. La psique se autorrepresenta, no establece ninguna diferenciacin entre ella y el mundo, entre representacin y percepcin. Ms que de narcisismo, se trata de autoerotismo. Paradigma de este estrato es la inclusin totalitaria que la mnada lleva a cabo a partir de su omnipotencia, habiendo un crculo de indiferenciacin, en el cual se es en todas partes. El deseo del cual se trata no es a causa de un objeto perdido, sino que es el deseo de un estado. El principio que rige esta fase es el del placer, y hay un indiferenciacin representacin-deseo-afecto. El paso siguiente es el de la alienacin en el deseo del otro. Esto se produce por las presiones de lo biolgico y de ese otro. La socializacin impone la ruptura de la mnada como primer trabajo para la psique. (Http://www.magma-net,com.ar/glosario.htm. 3)Fase tridicaEn la medida en que la mnada se rompe, el psiquismo adviene a la fase tridica, en la cual tres elementos forman parte: el infans, la madre, el pecho. La omnipotencia de la mnada es proyectada en la madre. Se establece la represin - el segundo trabajo que la socializacin impone a la psique - y el proceso primario. Los objetos aparecen como parciales - lo malo es proyectado afuera para preservar lo bueno - y no puede hablarse de instauracin del principio de realidad, ya que la realidad es para el infans la que designa la madre. De la alucinacin se pasa a la fantasa. Se produce la diferenciacin de las representaciones, los deseos y los afectos. ( http://www.magma-net,com.ar/glosario.htm p.3)Individuo socialEn la medida en que la significacin est en poder del otro, el lenguaje no termina de cumplir su funcin de socializacin. Solamente cuando ese otro sea destituido de su omnipotencia, ser posible la socializacin del sujeto. Para esto debe primero ese otro autodestituirse: debe significarse como algo distinto de la fuente y el dominio de la significacin, debiendo sealar que nadie es dueo de las significaciones. Hace su presencia en este punto el Complejo de Edipo, que es para Castoriadis la aparicin de la institucin de la sociedad que limita la imaginacin radical de la psique, evitando que la locura mondica se contine en una locura de a dos o a tres. Deben estar castrados no solo el infans, sino, y sobre todo, primeramente el padre y la madre. Se abre as el proceso identificatorio para la psique, que ms all de la familia, continuar en las otras instituciones de la sociedad. (http://www.magma-net,com.ar/glosario.htm: 3 y Castoriadis, 1994:25 y138-216)ReflexinEn la medida en que el individuo social tome contacto y reconozca la alienacin en la cual est inmerso, se abre la posibilidad de que pueda cuestionar las significaciones imaginarias sociales. Castoriadis establece en este punto un paralelo con el sujeto reflexivo que potencialmente puede advenir a consecuencia de haber realizado una cura analtica: puede tomar contacto con sus deseos y determinaciones, reflexionar y decidir sobre ellos. Siempre se trata de un proceso, y no de un estado logrado de una vez y para siempre. (http://www.magma-net,com.ar/glosario.htm.4 y Castoriadis, 1994:140-141)AutonomaPara Castoriadis (1994:192) la autonoma es la capacidad de poner en tela de juicio las propias leyes de existencia. Es la ruptura de la heteronoma. Los lmites de la autonoma individual estn dados porque esta nunca es posible si no coincide con la autonoma del conjunto. A nivel del individuo, el psicoanlisis aparece como un camino para arribar a dicho estado, por eso Castoriadis plantea que participa el psicoanlisis del proyecto de la autonoma. Este ltimo es el movimiento histrico de los sujetos por arribar a una autoinstitucin lcida de la sociedad, el sentido ltimo de la autonoma: darse la propia ley. Pero se trata de una ley como autocreacin de la sociedad, que no reconoce fundamentos extrasociales. Los ejemplos habituales que utiliza son los de la Grecia del siglo V a.C., la Revolucin Francesa, y los movimientos de emancipacin derivados de esta, hasta este siglo. Implica para la sociedad poner en tela de juicio las propias instituciones, destotemizarlas, quitarles el halo sagrado que tienen, y asumir que son los integrantes de la sociedad quienes les dan a esas instituciones el poder que tienen. Es una ruptura ontolgica, hacer surgir del magma de significaciones sociales imaginarias nuevas significaciones, implicando, obviamente, la puesta en cuestionamiento de lo conjuntista-identitario. La idea de autonoma est en las antpodas de todo totalitarismo. (http://www.magma-net,com.ar/glosario.htm:4)

HeteronomaLa heteronoma nos llevara a un perfecto estado totalitario, es la dominacin total donde los sujetos no tienen capacidad de cambiar. (Castoriadis, 1994:65) Es el estado de la sociedad opuesto al de la autonoma. Los sujetos - atados a un mito desconocido por ellos como tal - atribuyen un origen extrasocial a las leyes que los gobiernan, como si no fuera obra de los humanos, como si todo fuera un instituido, perdindose la nocin de la capacidad instituyente del colectivo. As sea con la sociedad feudal, o con el orden cosmolgico incaico, o con los mitos del capitalismo actual (con su omnmodas leyes del mercado) lo que se consigue es ocultar las fuente del poder en el conjunto. Y as el poder se hace ms extrao a los sujetos. Esta concepcin es fundamental para entender la propuesta de Castoriadis de ocuparse, ms que de la explotacin humana, del poder como cuestin central para el accionar poltico lcido. (http://www.magma-net,com.ar/glosario.htm:4 y Castoriadis, 1994:177)

Significaciones imaginarias socialesLo primero que puede decirse, a modo de advertencia, es que no son un doble irreal de un mundo real, es una posicin primera que inaugura e instituye lo histrico-social, procediendo del imaginario social instituyente, expresin de la imaginacin radical de los sujetos. Hay significaciones centrales, que no tienen referente, que son referente de otras que son secundarias, las instituyen. No son necesariamente explcitas, ni son lo que los individuos se representan, aunque dan lugar a las representaciones, afectos y acciones tpicos de una sociedad. Son lo que forman a los individuos sociales. Es imposible explicar cmo emergen: son creacin. El campo socio- histrico se caracteriza esencialmente por significaciones imaginarias sociales, las que deben encarnarse en las instituciones. No pueden ser explicadas por parmetros lgicosTipo antropolgicoLa incorporacin de las significaciones imaginarias sociales de una sociedad determinada, tiene como consecuencia la produccin de un tipo antropolgico que es funcional a la misma (el empresario o el proletario en el capitalismo, el seor feudal en el feudalismo, etc.).

A manera de conclusinCornelius Castoriadis fue un hombre que siempre se atrevi a cuestionar el pensamiento dominante o de moda, opositor al trmino modernidad, crtico del marxismo, estructuralismo su vida nos muestra su enorme capacidad para traducir en la prctica su pensamiento.Preocupado siempre por la relacin entre el sujeto y la sociedad trat temas de economa, poltica, cultura y psicoanlisis. La pregunta que est implcita a lo largo de su teora es: S las instituciones son determinantes, y el magma es absoluto, dnde queda la libertad humana? Castoriadis plantea entonces el trmino de imaginacin creadora y autonoma. Para este autor la libertad radica en la posibilidad, an en las peores dictaduras, del sujeto de interpretar crticamente su realidad y vivir de acuerdo a s mismo.

Una de las mayores dificultades para comprender a Castoriadis es justamente, las diversas disciplinas que trata, aqu intentamos explicar algunos de sus conceptos bsicos, esperando que sean de utilidad a los investigadores que se acerquen a tan interesante teora.As fue Cornelius Castoriadis quien acu el trmino de imaginario social y quien defini el concepto: representa la concepcin de figuras, formas, e imgenes de aquello que los sujetos llamamos realidad. Esta realidad es construida, interpretada, leda por cada sujeto en un momento histrico determinado. Esta concepcin, esta forma de interpretar el mundo es una obra de creacin constante. El sujeto transforma y va transformando la llamada realidad que lo rodea.

La modernidad es un proceso histrico; para la burguesa, la modernidad es una filosofa que reclama la libertad individual y el derecho a la igualdad ante la ley contra la opresin estamental. La tarea de la modernidad es construir un mundo comprensible, donde la razn institucionalice el juego de fuerzas polticas y sociales sobre la base del libre contrato entre seres iguales. La nocin de modernidades mltiples presupone una nueva forma de entender el mundo contemporneo vindolo como una historia de continuas construcciones y reconstrucciones de una multiplicidad de programas culturales.

Distintos modelos de modernidad mltiple se han desarrollado dentro de diferentes Estados nacionales y dentro de diferentes agrupamientos tnicos y culturales, pero todos ellos van ms all del Estado nacional Castoriadis plantea con relacin al imaginario social que cada sujeto est buscando permanentemente nuevos significantes, la ideologa no es inamovible ni automtica; la imaginacin creadora har que cada sujeto est siempre transformando su propia ideologa y por tanto la historia. Podemos decir que el cine, y en general toda la industria cultural que producen los medios, exporta el american way of life y contribuye as a la imagen de desarrollo en los pases del llamado tercer mundo. Los medios retoman el concepto de modernidades mltiples donde cada sociedad reinterpreta los discursos y se los apropia dependiendo de su momento histrico.

Finalmente podemos afirmar que los medios de comunicacin, incluimos Internet y autopistas informativas, repiten sus narraciones y se instituyen como formas totalizadoras que dicen al sujeto no slo lo que debe hacer sino lo que es.

El miedoEn el fin de siglo e inicio de XXI muestra en el cine el imaginario social de una poca que se presenta como individualista y hedonista, los temores y angustias de estos hombres y mujeres modernas sintetizan estos temores. Los films se inician como sueos, pero parece que finalmente se han convertido en pesadillas. En esta parte del trabajo tratar de explicar algunos de los discursos cinematogrficos que considero ms significativos de la ltima dcada y que sintetizan los miedos y angustias colectivas.

Un buen ejemplo son los miedos que se han proyectado en el reciente cine mexicano, en pelculas como:El pas de no pasa nada,Todo el poder oLa Ley de Herodes, donde se cristaliza, el secuestro, los robos de coches, y la corrupcin.

En Hollywood, que sobra decir, es la industria cultural ms importante del mundo y que en esta sociedad globalizada todos consumimos sus discursos en el mismo momento.

a) La esquizofrenia:El subgnero delpsychokillerha sido desarrollado, el monstruo se ha transformado en un sujeto inadaptado socialmente pero con muy buenas justificaciones, el cine nos hace ver el mundo desde este sujeto, la pelcula que marca este punto de vista, la imagen subjetiva del asesino o el violador, es recuperada porAsesinos por naturaleza(1994) de Oliver Stone donde se propone una historia de amor al estilo Bonnie and Clyde donde s hay un final feliz.American Psycho(2000) dirigida por Mary Harron quien logra una adaptacin magistral de la novela de Bret Easton Ellis, continua el gnero de los psychokiller donde el monstruo est representado por un sujeto normal que funciona como un ganador en su vida social, pero en el fondo slo es un enfermo mental que lleva una doble vida donde la sexualidad, la violencia y el crimen solo sirven para salvarlo del vaco, la insatisfaccin y la soledad.Resulta una crtica de la sociedad actual, una sociedad basada en el placer del cuerpo, del poder y del dinero. La directora logra un reflejo de la esquizofrenia no slo es de un sujeto sino de la sociedad en su conjunto. Lo que nos produce miedo en esta pelcula es la enfermedad mental disfrazada de la normalidad de un ganador, de un yupi, la enfermedad no est en el sujeto est en la sociedad en su conjunto.Bajo esta misma idea pero tal vez ms brutal y ms reflexiva es la pelcula de David FincherThe Fight Clubcon Edward Norton y Brad Pitt la sociedad es representada como el vaco solo reflejado en el consumismo y el sexo, sin llegar a concretar una relacin con el otro, el otro es construido por cada uno de los espectadores, el personaje de Pitt es lo que cada uno quiera, al final no existe es la esquizofrenia total es la divisin ( no metafrica sino real) de un persona dividida en dos personajes.

b) El futuroCmo entender el mundo que nos rodea? El miedo a perder la razn (tan venerada en la modernidad) se traduce en el cine, en presentarnos un mundo que no entendemos o tal vez presentando la realidad como una realidad construida virtual o fantasmal.En 1997 se produceCubede Vincenzo Natali. Seis personas son abandonadas en un extrao lugar. Todos han sido secuestrados y metidos all sin ningn motivo aparente. Juntos debern encontrar la salida de un laberinto lleno de trampas, en el que cada habitacin tiene forma de cubo, y se conecta con otras seis habitaciones. Entre los desafortunados hay un polica, un experto en fugas, una doctora, un retrasado mental, una estudiante y un ladrn. La pelcula nunca nos explica quin lo ha secuestrado, o por qu estn ellos all. La pelcula, es una metfora sobre la sociedad moderna y cmo nuestras decisiones personales de ciudadanos nos llevan en una sociedad globalizada y totalmente organizada a un punto ciego a un camino sin salida perfectamente enmarcado por las leyes, las estadsticas, y las instituciones. En todo caso resulta una alegora donde el poder aplasta al sujeto y no deja ninguna opcin.

En 1999 se realizan dos pelculas interesantes en la construccin de estos mundos virtuales por un ladoMatrixde Andy Wachowski y Larry Wachowski. La historia narra cmo Thomas Anderson es un hacker que lleva una vida ordinaria en el ao 1999. Hasta que Murpheus contacta con l y le revela que toda su vida es una farsa, creada por inteligencias artificiales, que 200 aos en el futuro en el mundo real ha creado un mundo imaginario y lo han implantado en los seres humanos para mantenerlos dormidos mientras extraen la energa de sus cuerpos, la cual necesitan para seguir funcionando. Morpheus piensa que Thomas es el elegido que habr que acabar con el demonio de las mquinas La historia se repite en otras pelculas comoAbre los ojos,El piso treceo en otras pelculas ms antiguas comoTerminatorla obsesin de que las mquinas nos dominen y se apoderen del mundo est sobre la mesa. Todos los das vemos en la prensa escrita artculos de los usos del internet y como cada vez ms personas la utilizan para satisfacer sus necesidades tanto de consumo como emocional o de comunicacin. A pasos acelerados el destino nos alcanza y lo que nos produce miedo es ver cmo este futuro se acerca y no hacemos nada para detenerlo.

c) Los fantasmasEl vampiro conLa reina de los vampiros, la bruja conEl proyecto de la bruja Blair I y IIson algunos ejemplos del gran xito que tiene estos temas sin embargo en trminos de taquilla sin duda el gran impacto de estos aos fueron los fantasmas.En 1999 se produce la pelculaThe sixth sense con las actuaciones de Bruce Willis y Joel Osment Un doctor se involucra con un nio al que nadie cree que ve y habla con los muertos, al final sabremos que el doctor es un fantasma ms y que antes de irse de este mundo tiene cosas personales que arreglar. Esta pelcula mantiene el suspenso como un clsico y lo que nos produce miedo es justamente la noticia de que en este mundo contemporneo siempre se corre el riesgo de haber muerto y no saberlo.

Finalmente la pelculaLos otroscon un presupuesto de 20 millones de dlares y una recaudacin hasta septiembre del 2001 de 68 millones de dlares slo en los Estados Unidos narra la historia en la isla Jersey, en el Canal de la Mancha, en 1945. La II Guerra Mundial ha terminado pero el marido de Grace no vuelve. Sola en un aislado casern victoriano, educa a sus hijos dentro de estrictas normas religiosas. Los nios sufren una extraa enfermedad: no pueden recibir directamente la luz del da. Los tres nuevos sirvientes que se incorporan a la vida familiar deben aprender una regla vital: la casa estar siempre en penumbra; nunca se abrir una puerta si no se ha cerrado la anterior. Pero de pronto aparecen los otros, los vivos que entran en contacto con este mundo y es cuando sabemos que todos estn muertos. Que Grace al enterarse de que su marido no regresar ha matado a sus hijos y se ha suicidado.

Los Otrosplantea adems del cuestionar al espectador si est vivo tambin cuestiona la figura de la madre. Presenta una buena madre que ha llegado al asesinato de sus propios hijos.