ConVosotrosSemanario de la Iglesia en Ciudad RealDomingo, 5 de enero de 2020Año XXXVII – n.º 1939 – D.L.: CR-91/1988

La fe de los cristianosCurso de formación básica para agentes de pastoral

El curso de formación básica para agentes de pastoral se inició en el año 2018. Se trata de diez encuentros para trabajar un material sobre algunos aspectos esenciales de la fe. Se celebra entre enero y mayo y tiene una dura-ción de dos años.

Como el pasado curso se estudiaron los temas del 6 al 10, este año se tratarán los temas del 1 al 5.

Está dirigido a todos los cristianos de las parroquias, especialmente si realizan alguna tarea pastoral: cateque-sis, liturgia, hermandades... Quienes comenzaron el año pasado podrán terminar el curso este año haciendo los temas que les faltan. Además, también pueden inscribir-se alumnos nuevos.

El curso lo organiza el Instituto Diocesano de Teolo-gía, y se realiza en cuatro sedes: en Ciudad Real (Semi-nario Diocesano), en La Solana (Auditorio municipal), en Tomelloso (Centro Parroquial de la Asunción) y en Herencia (Casa de Espiritualidad). Las reuniones tienen lugar generalmente los últimos domingos de cada mes; en Herencia, la reunión es el sábado anterior.

Inscripción

El plazo de inscripción es del 8 al 22 de enero de 2020. La inscripción en el curso se realiza a través del formula-rio que podrá encontrarse en la página web del Instituto de Teología: www.beatoestenaga.es. El alumno recibirá un correo electrónico con la confirmación de su inscripción. Si alguien tiene dificultades para hacer la inscripción, puede dirigirse a su parroquia o a la Secretaría del Insti-tuto de Teología (miércoles y jueves por la tarde).

Para contribuir a los gastos del curso, el alumno debe aportar 20 €, pero no debe ingresarlos en ningún número de cuenta, sino entregarlos el primer día en cada sede. Los nuevos inscritos recibirán también el primer día el material del curso.

Fechas y sedes

Ciudad Real, La Solana y Tomelloso

• 26 enero, 23 febrero, 29 marzo, 26 abril (en Tomello-so, el 19 de abril), 24 mayo.

• De 17:30 a 19:30 h.

Herencia

• 25 enero, 22 febrero, 28 marzo, 25 abril, 23 mayo• De 17:00 a 19:00 h.

Temas del curso

• El encuentro del hombre con Dios.• La Sagrada Escritura.• Jesucristo.• El misterio pascual.• El Espíritu Santo.• La Iglesia.• Los sacramentos.• La vida moral cristiana y la Doctrina Social.• La llamada a la vida eterna.• La oración.

Temas que se imparten este año.

Domingo, 5 de enero de 2020CV

Más de ochocientas personas asistieron al festival navideño del Seminario

Mercadillo misionero en La Solana

Entre el 13 y el 15 de diciembre los seminaristas representaron tres sesiones del festival de Navidad, este año titulado: Believer, creyente.

Mezclando teatro y música, los estudiantes volvieron a lanzar un mensaje navideño, en esta ocasión con un trasfondo de dolor, donde la encarnación de Dios fue la respuesta balsámica al sinsentido que produce vivir como si Dios no existiera.

Miguel Carretero, seminarista que dirigió la obra esta Navidad, explicó la intención de la función: reflexionar en torno a que «Dios también se hace presente en las cir-

cunstancias de dolor, con su amor, misericordia, cercanía y ternura para acercar más al mundo a Dios y para acercar más a los hombres entre sí».

Como parte de la historia inclu-yeron los villancicos, que cantaron tanto los seminaristas menores como los mayores bajo la dirección del sa-cerdote Tomás Jesús Serrano.

Al espectáculo asistieron más de ochocientas personas que llenaron, incluso con sillas auxiliares, el salón de actos del Seminario en las tres re-presentaciones.

Para concluir cada función, el rec-tor del Seminario, Manuel Pérez Ten-

dero, agradeció al público la numerosa asistencia de cada año, «porque sin vosotros ni habría festival ni habría Seminario», lanzando un mensaje vo-cacional presente en las letras de los villancicos: «La vocación son “las co-sas de Dios” y [en el caso del sacerdo-cio], no es vocación protagonista, sino que pone “música” a las reflexiones de los protagonistas [...] ofreciendo la be-lleza del Espíritu a la vida del mundo».

La misma representación se ofre-ció, como es tradición, días más tar-de para el presbiterio, que celebró la convivencia por Navidad el 20 de diciembre.

El 14 de diciembre, el obispo impartió el retiro de Ad-viento a treinta y un profesores de Religión en la iglesia de San Ignacio, de los salesianos de Ciudad Real.

El Grupo de Animación Misionera (GAM) de La So-lana instaló su tradicional Mercadillo Misionero en la plaza de la población durante todo el domingo 15 de di-ciembre.

Colaboradores y miembros del grupo atendieron re-gentaron el mercadillo durante toda la jornada, vendien-do productos donados por particulares: manualidades, artículos de bisutería y decoración, monederos y man-diles de patchwork, juguetes, peluches… Como siempre, lo más demandado fueron las castañas asadas y dulces caseros, así como las galletas ya típicas elaboradas por las Monjas Dominicas de La Solana.

Como novedad este año se contó con un puesto exclu-sivo de libros, tanto para público infantil como adulto. El Grupo de Animación Misionera consiguió recaudar 2.520 €, que se destinan íntegramente a la Delegación Diocesana de Misiones para proyectos de los misioneros diocesanos.

Mañana, en la Epifanía del Señor, se celebra el día del Catequista Nativo y la colecta del Instituto Español de Misiones Extranjeras

Carta de nuestro Obispo

Domingo, 5 de enero de 2020CV

La fiesta de la Epifanía, po-pularmente llamada de los Reyes Magos, es una de las fiestas más impor-tantes dentro del tiempo

litúrgico de la Navidad, porque en-tronca plenamente con la misión que Cristo trae al mundo de ofrecer a to-dos los hombres la salvación de Dios.

Cristo se ha hecho presente en el mundo para ofrecer a todos los seres humanos la salvación que Dios nos regala.

Cristo comienza por manifestar esa salvación al pueblo judío, al pue-blo elegido, al que Dios había ido preparando durante siglos, para que recibieran al salvador.

Cristo, el salvador, se hace pre-sente para salvar no solo al pueblo elegido, sino a todos los hombres de todas las naciones, razas y pueblos. La misión que le ha encomendado el padre es una misión universal, que incluye a todos los hombres de todas las razas, de todos los pueblos y de todos los tiempos.

Por eso, hoy celebramos esa uni-versalidad de la salvación de la que Él es portador, celebramos la mani-festación de la salvación de Dios a los pueblos gentiles, a los paganos, a aquellos que no le conocen, para que,

conociéndolo, puedan recibirlo y re-cibir plenamente su salvación.

Cristo y su salvación se manifies-tan hoy a los pueblos gentiles y lo hacen a través de una estrella, que aquellos sabios saben interpretar, descubriendo que algo grande les anuncia. Por eso la siguen hasta don-de la estrella se posa y descubren a Cristo, salvación de Dios, presente en nuestro mundo.

Hoy, después de más de veinte si-glos el mundo sigue dividido en dos tipos de personas: los que conocen a Cristo como salvación de Dios, que

tratan de seguirlo y ser sus discípu-los y pertenecer a su pueblo que es la Iglesia y aquellos otros que no lo conocen y no le aman ni le siguen, porque no les ha llegado la noticia de la salvación que se les ofrece.

Entre estos segundos se encuen-tran hoy todo un conjunto de tipos de personas muy variados y vario-pintos:

Los que nunca han oído hablar de Jesús porque nadie se lo ha contado. Estos han nacido, crecido y vivido en

una sociedad y en una familia que nunca les habló de Cristo y su salva-ción.

Están los otros que sí que han oído hablar algo de Jesús, pero es-tán desengañados de sus seguidores, porque no ven en nosotros coheren-cia y, confesándonos seguidores y discípulos suyos, nuestra vida no se corresponde con la que Jesús es y vino a comunicar.

Están los otros que fueron creyen-tes en unos momentos muy concre-tos de su vida, pero que el mundo y

la mundanidad han presionado de tal manera en su vida que se han de-jado dominar por sus propuestas y se han olvidado del auténtico salvador del mundo y el suyo.

Están también los otros que han hecho de su fe en el Señor como sal-vador algo totalmente teórico, que no les compromete a nada, algo que no molesta ni interroga a nadie.

Todos estos y otros muchos tipos de increyentes actuales están pidien-do a gritos la estrella que les muestre al verdadero salvador del mundo al que amar y seguir vitalmente.

Los sa-bios de o r i e n t e c o n t e m -plaron la estrella y la siguieron. Nuestros contemporáneos están necesitando de otras estrellas que les muestren el camino de la sal-vación.

Somos nosotros, cada uno de los que nos decimos cristianos quienes hoy somos llamados por el Señor,

para ser estrella, que les muestre cual es el camino que han de seguir para encontrarse con el salvador del mundo.

Nuestra fe, como decía el papa Benedicto XVI «no es solo un rega-lo que Dios nos hace para que nos aprovechemos de ella personalmen-te, sino para que también la comuni-quemos a los demás» (Benedicto XVI en la proclamación del Año de la fe).

La vivencia de nuestra fe debe ser la estrella que muestre el camino para encontrarse con la verdadera salvación. Se nos pide compromiso, coherencia, testimonio de nuestra fe para que los demás se sientan cues-tionados para seguir el camino que lleva a descubrir al salvador y poder seguirle.

Sintámonos todos y cada uno de los creyentes en Cristo estrella lu-ciente con nuestra palabra y, sobre todo, con nuestra vida, que ilumina el camino que lleva al Salvador, para que ellos también le sigan y el Señor los salve.

Hoy somos llamados por el Señor para ser estrella

Ser estrella que guía a los que no creen

La vivencia de nuestra fe debe ser la estrella que muestre el camino

Director: Miguel Á. Jiménez Salinas • Edita: Delegación MCS c/ Caballeros, 5 13001 Ciudad Real. Tel.: 926 250 250 • Correo: comunicacion@diocesisciudadreal.es

Salterio y Lecturas bíblicas para la semanaII Semana del Salterio. Lunes Epifanía del Señor Is 60, 1 – 6 • Ef 3, 2 – 3a.5 – 6 • Mt 2, 1 – 12 Martes 1Jn 3, 22 – 4, 6 • Mt 4, 12 – 17.23 – 25 Miércoles 1Jn 4, 7 – 10 • Mc 6, 34 – 44 Jueves 1Jn 4, 11 – 18 • Mc 6, 45 – 52 Viernes 1Jn 4, 19 – 5, 4 • Lc 4, 14 – 22a Sábado 1Jn 5, 5 – 13 • Lc 5, 12 – 16

Domingo, 5 de enero de 2020CV

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• ENTRADA. La liturgia de la Iglesia nos sigue recordan-do el significado de la encarnación para que contemple-mos el misterio del Dios hecho hombre. Participemos ac-tivamente en esta eucaristía en la que el Señor muestra cómo permanece con nosotros en el pan y la palabra.

• 1.ª LECTURA (Eclo 24, 1 – 2.8 – 12). Escuchemos aten-tos cómo el libro del Eclesiástico nos muestra la sabi-duría de Dios que se hace presente en medio del pue-blo escogido. Y es que desde el Antiguo Testamento ya se anuncia que Dios está cerca de nosotros.

• 2.ª LECTURA (Ef 1, 3 – 6.15 – 18). San Pablo nos re-cuerda que el plan del Padre, por medio de Cristo, hecho carne, nos acerca a la realidad más grande que podemos poseer: ser hijos de Dios.

• EVANGELIO (Jn 1, 1 – 18). El prólogo de san Juan resuena de modo especial en estos días, en él se ex-presa la encarnación del Hijo de un modo más pensa-do: cómo Cristo habita entre nosotros, la Sabiduría ha plantado su tienda entre nosotros.

• DESPEDIDA. No nos cansemos de seguir contem-plando el misterio de la presencia de Cristo en nuestra historia, también en nuestra historia personal. Anun-ciemos a los demás el gozo del evangelio.

S. Presentamos al Señor nuestra oración:— Por la Iglesia, que se alegra estos días con el nacimien-

to del Señor: para que sea mensajera eficaz de la buena noticia a todos los hombres. Roguemos al Señor.

— Por todos los que en estos días sufren de algún modo: por los pobres y enfermos, por los que han tenido que salir de su tierra y sufren por el terrorismo o la guerra, por los que andan sin esperanza. Roguemos al Señor.

— Por los jóvenes y niños: para que encuentren en Cristo una razón profunda para buscar el rostro de Dios en sus vidas. Roguemos al Señor.

— Por los que estamos celebrando la eucaristía: para que aprendamos a mirar con ojos nuevos lo que ocurre en nuestra época y adquiramos actitudes de humildad y servicio. Roguemos al Señor.

S. Escucha, Dios Padre, nuestra oración. Te la presenta-mos por medio de Jesucristo, nuestro Señor.

II Domingo después de Navidad (ciclo A)Moniciones Oración de los fieles

Para la celebración Por Arcángel Moreno Castilla

CantosEntrada: Ha nacido el Salvador (CLN/63) Salmo R.: El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros (LS) Ofrendas: Instrumen-tal Comunión: Ha nacido el salvador (CLN/68) Despedida: Vi-llancicos

Algunos pasan por la vida ta-pándose los ojos para insensibilizar su corazón. Otros se aturden con entretenimientos para desfigurar la realidad y anestesiar su inconfor-mismo. También están los que, por desgracia, sacan tajada aprovechán-dose vilmente de la ingenuidad de los creyentes o de la vulnerabilidad de los más desamparados.

Pero los hay, ¡muchos y buenos!, que dedican tiempo y esfuerzo a atender las necesidades ajenas. Es-tos son los verdaderos héroes anó-nimos, aquéllos que viven en pro-fundidad el mensaje evangélico, los «santos de la puerta de al lado», como los llama cariñosamente el papa Francisco.

La caridad, o solidaridad cris-tiana, es la respuesta actual de nuestra vivencia de fe. No pode-mos confesar a Jesús como nuestro Señor si no estamos dispuestos a invertir nuestra vida en el anuncio de la Buena Noticia a los empo-brecidos, mediante las conocidas obras de misericordia, que buscan responder satisfactoriamente a sus necesidades materiales y espi-rituales.

La entrañable compasión para acoger, atender y acompañar al prójimo necesitado es la conse-cuencia lógica de llamar Padre a nuestro Dios. Pues, como miem-bros de la misma familia, no po-demos dejar de implicarnos en la

búsqueda del bien de todos y de cada uno de los hermanos.

El compartir fraterno se activa en el mismo momento en que confe-samos nuestra fe; incluso ha de pre-ceder a su celebración. Así lo pro-clama Jesús, en Mateo 5, 23-25: «Por tanto, si cuando vas a presentar tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a recon-ciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda».

En este caso, la reconciliación ha de entenderse como invitación a compartir los bienes con quienes sufren las nefastas consecuencias de nuestro derroche egoísta.

Activa tu fe

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Con Caridad, en el primer domingo de mes

Números de cuentade Cáritas