Contracorriente #31

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Violencia de género estructural… son los recortes y la Reforma Laboral! por la reconstrucción de la cuarta internacional / ó rgano de Número 31 // Abril 2012 www.clasecontraclase.org // [email protected] Precio 0,50 € // Apoyo 1 € Finalmente, los dirigentes de UGT y CCOO, han convocado una huelga general para el 29M contra la reforma laboral de Ra- joy y el PP. Por su parte, la CIG de Galicia y la mayoría sindical del País Vasco y Navarra, ya habían convocado huelga para ese día. La CGT, también ha anunciado que se suma a la huelga, aunque ha- ciendo sus propias acciones duran- te la jornada de forma separada. El resto de fuerzas de la izquierda sindical también se han sumado. A pesar de la magnitud histórica del ataque, los sindicatos mayoritarios se han negado a plantear un plan de lu- cha a la escala necesaria para derro- tarlo. Esta nueva reforma laboral, es el mayor golpe contra la clase traba- jadora en décadas que empequeñece las reformas flexibilizadoras aplica- das anteriormente tanto por el PSOE como por el PP durante los gobiernos de Felipe González, Aznar y Zapatero. Esta se combina con un ajuste draco- niano sobre las cuentas públicas de 35.000 millones, que provocará despi- dos masivos de trabajadores públicos, recortes de miles de millones en salud, educación y prestaciones sociales, lo que empeorará la profunda crisis eco- nómica y social que ya ha dejado a 6 millones de personas sin trabajo. Un plan global de ataque a las condi- ciones de vida del pueblo trabajador, que aunque lo lleve adelante el PP, cuenta con el respaldo del Rey, de las burgue- sías periféricas -en particular la catalana y la vasca, a través de sus partidos his- tóricos, PNV y CiU- y es fiel continua- ción de la “obra” iniciada por Zapatero, más allá de la oposición demagógica del PSOE para tratar de recomponerse del batacazo electoral del 20N. Pero por sobre todo, cuenta con el beneplácito de la UE, Merkozy, el FMI y el BCE, los verdaderos impulsores de las medidas de ajuste, de quienes el Gobierno de Rajoy es hoy su “mejor alumno”. A pesar de todo esto, la estrategia de los jerarcas sindicales de UGT y CCOO es llamar al gobierno a sentar- se a negociar, aunque el PP -asentado en su mayoría parlamentaria- se nie- gue rotundamente. El colmo de esta postura servil, lo muestra las palabras del secretario general de CCOO, Ig- nacio Fernández Toxo, diciendo que Tenemos una oportunidad este mes para hacer una negociación (…) Así no tendremos por qué plantearnos que pasará después del día 29 y acaso po- dríamos replantearnos lo del día 29(Público, 12/03/2012). Todo un reconocimiento, de sus inten- ciones con la huelga, y de su “vocación negociadora” para esmerilar algunas de las partes más duras de la reforma, pero manteniendo lo central… como han hecho en los últimos 30 años. Fuentes del gobierno aseguraron que lo que realmente les preocupa es el daño que puede hacer la huelga a la imagen exterior de España: el fan- tasma de la “imagen griega”. Pero al mismo tiempo, el Gobierno dice que no sacrificará la reforma laboral por la paz social” y que “está totalmente decidido a impedir que los piquetes de los sindicatos impidan a los trabaja- dores acudir a sus puestos de traba- jo el próximo 29 de marzo” (Europa Press). Estas declaraciones son el pre- ludio de mayores enfrentamientos. Hacer una gran huelga general acti- va, garantizando los piquetes y movili- zaciones, que imponga en las calles el inicio de un plan de lucha para derrotar con la reforma laboral, esa es la tarea del momento. Quien sabe, tal vez Gre- cia no esté tan lejos como pensamos… En esta tarea la llamada “izquierda sindical” o “alternativa”, que man- tiene una política errática entre el sectarismo estéril y el seguidismo a las direcciones de CCOO y UGT, tie- nen planteado jugar un rol clave. No hay que repetir unidades sin crí- tica como la que hemos visto en Ca- talunya en la lucha de funcionarios. Menos aún traiciones como la que vi- mos en el Metro de Barcelona. Tam- poco sirven las políticas sectarias que levanta la dirección estatal de CGT de querer manifestarse separadamente. Es necesario que el 29M la izquier- da sindical, junto al movimiento es- tudiantil, el 15M y todos aquellos trabajadores que estén por derrotar la Reforma, conformen potentes y activos bloques críticos en todas las acciones y las manifestaciones de CCOO y UGT. Éstas deben convertir- se en un clamor contra el diálogo, por la derrota de la Reforma y por que el 29M sea sólo el pistoletazo de salida de un plan de lucha hasta derrotar al Gobierno del PP y las CCAA. PlAN DE LUCHA HASTA DERROTAR LA REFORMA LABORAL y los recortes Edición especial Entrevista a Asier Ubico Delegado de CGT Telepizza y militante de Clase contra Clase

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Contracorriente #31 | Periódico de Clase contra Clase - Estado Español

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Page 1: Contracorriente #31

Violencia de género estructural…son los recortes y la Reforma Laboral!

por la reconst rucc ión de la cuar ta in ternac iona l / órgano de

Número 31 // Abril 2012 www.clasecontraclase.org // [email protected] Precio 0,50 € // Apoyo 1 €

Finalmente, los dirigentes de UGT y CCOO, han convocado una huelga general para el 29M contra la reforma laboral de Ra-joy y el PP. Por su parte, la CIG de Galicia y la mayoría sindical del País Vasco y Navarra, ya habían convocado huelga para ese día. La CGT, también ha anunciado que se suma a la huelga, aunque ha-ciendo sus propias acciones duran-te la jornada de forma separada. El resto de fuerzas de la izquierda sindical también se han sumado.

A pesar de la magnitud histórica del ataque, los sindicatos mayoritarios se han negado a plantear un plan de lu-cha a la escala necesaria para derro-tarlo. Esta nueva reforma laboral, es el mayor golpe contra la clase traba-jadora en décadas que empequeñece las reformas flexibilizadoras aplica-das anteriormente tanto por el PSOE como por el PP durante los gobiernos de Felipe González, Aznar y Zapatero. Esta se combina con un ajuste draco-niano sobre las cuentas públicas de 35.000 millones, que provocará despi-dos masivos de trabajadores públicos,

recortes de miles de millones en salud, educación y prestaciones sociales, lo que empeorará la profunda crisis eco-nómica y social que ya ha dejado a 6 millones de personas sin trabajo.

Un plan global de ataque a las condi-ciones de vida del pueblo trabajador, que aunque lo lleve adelante el PP, cuenta con el respaldo del Rey, de las burgue-sías periféricas -en particular la catalana y la vasca, a través de sus partidos his-tóricos, PNV y CiU- y es fiel continua-ción de la “obra” iniciada por Zapatero, más allá de la oposición demagógica del PSOE para tratar de recomponerse del batacazo electoral del 20N. Pero por sobre todo, cuenta con el beneplácito de la UE, Merkozy, el FMI y el BCE, los verdaderos impulsores de las medidas de ajuste, de quienes el Gobierno de Rajoy es hoy su “mejor alumno”.

A pesar de todo esto, la estrategia de los jerarcas sindicales de UGT y CCOO es llamar al gobierno a sentar-se a negociar, aunque el PP -asentado en su mayoría parlamentaria- se nie-gue rotundamente. El colmo de esta postura servil, lo muestra las palabras del secretario general de CCOO, Ig-nacio Fernández Toxo, diciendo que

“Tenemos una oportunidad este mes para hacer una negociación (…) Así no tendremos por qué plantearnos que pasará después del día 29 y acaso po-dríamos replantearnos lo del día 29” (Público, 12/03/2012).

Todo un reconocimiento, de sus inten-ciones con la huelga, y de su “vocación negociadora” para esmerilar algunas de las partes más duras de la reforma, pero manteniendo lo central… como han hecho en los últimos 30 años.

Fuentes del gobierno aseguraron que lo que realmente les preocupa es el daño que puede hacer la huelga a la imagen exterior de España: el fan-tasma de la “imagen griega”. Pero al mismo tiempo, el Gobierno dice que “no sacrificará la reforma laboral por la paz social” y que “está totalmente decidido a impedir que los piquetes de los sindicatos impidan a los trabaja-dores acudir a sus puestos de traba-jo el próximo 29 de marzo” (Europa Press). Estas declaraciones son el pre-ludio de mayores enfrentamientos.

Hacer una gran huelga general acti-va, garantizando los piquetes y movili-zaciones, que imponga en las calles el inicio de un plan de lucha para derrotar

con la reforma laboral, esa es la tarea del momento. Quien sabe, tal vez Gre-cia no esté tan lejos como pensamos…

En esta tarea la llamada “izquierda sindical” o “alternativa”, que man-tiene una política errática entre el sectarismo estéril y el seguidismo a las direcciones de CCOO y UGT, tie-nen planteado jugar un rol clave.

No hay que repetir unidades sin crí-tica como la que hemos visto en Ca-talunya en la lucha de funcionarios. Menos aún traiciones como la que vi-mos en el Metro de Barcelona. Tam-poco sirven las políticas sectarias que levanta la dirección estatal de CGT de querer manifestarse separadamente.

Es necesario que el 29M la izquier-da sindical, junto al movimiento es-tudiantil, el 15M y todos aquellos trabajadores que estén por derrotar la Reforma, conformen potentes y activos bloques críticos en todas las acciones y las manifestaciones de CCOO y UGT. Éstas deben convertir-se en un clamor contra el diálogo, por la derrota de la Reforma y por que el 29M sea sólo el pistoletazo de salida de un plan de lucha hasta derrotar al Gobierno del PP y las CCAA.

PlAN DE LUCHA HASTA DERROTAR LA REFORMA LABORAL

y los recortes

Edición especial

Entrevista a Asier Ubico Delegado de CGT Telepizza y militante de Clase contra Clase

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2 EDICIÓN ESPECIAL

En este número especial de Con-tracorriente entrevistamos a Asier Ubico, delegado de CGT en Tele-pizza y militante de Clase contra Clase. En las próximas semanas se cumplirá un año de la victoria arrancada a esta multinacional del trabajo basura, cuando después de cuatro meses de intensa cam-paña se logró la reincorporación del compañero y la conformación de un Comité de Empresa. En esta ocasión hemos querido abordar con él las perspectivas que abre la huelga general del 29M, la si-tuación de la clase trabajadora, la juventud y sectores más explotados en particular y qué tareas tenemos por delante los revolucionarios y los trabajadores combativos en el movimiento obrero.

A menos de 100 días de la forma-ción del Gobierno de Rajoy los tra-bajadores de todo el Estado vamos a ir a la huelga general de 24 horas contra la Reforma Laboral ¿Cómo lle-gamos los trabajadores y la juventud para enfrentarnos a esta guerra que nos han declarado?

La situación es contradictoria. Veni-mos de años de paz social, estabilidad económica y política, del “es lo que hay” y del auge del individualismo. La clase trabajadora ha sido dividida y son muchos los que no conocen or-ganización sindical alguna, además la crisis hace que surjan a la vez que la rabia y la indignación, el miedo y los fantasmas racistas y xenófobos. Sin embargo se empiezan a ver procesos muy importantes que para mí anun-cian algo nuevo y dan señales de por dónde recomponer nuestras fuerzas.

La paz social con Zapatero se em-pezó a cuestionar a partir de la irrup-ción de la juventud con el 15M; de-safiando éste a los planes de ajuste, las contra-reformas y el mismo Régi-men del 78 y sus partidos al grito de “que no nos representan”. Su acción impactó en sectores de trabajadores, sobre todo del sector público. Tam-bién en institutos y facultades, lo que explica que ahora empiece a resurgir el movimiento estudiantil -después de la derrota de la lucha contra Bolo-nia- como hemos visto con la jornada de huelga del 29F.

La clase trabajadora hasta ahora se

ha visto permanentemente obstaculi-zada por las direcciones de CCOO y UGT, que hasta el último momento han evitado una huelga general. Sin embargo las masivas manifestaciones de febrero y marzo, la convocatoria de huelga en el País Vasco, Navarra y Galicia, la irrupción de los estudian-tes... ha forzado a Toxo y Méndez a tener que convocar una primera Huel-ga General.

Pero además debemos mirar al mundo y a Europa. Los analistas bur-gueses temen que nos convirtamos en “Grecia”. Al otro lado del Medi-terráneo hemos visto cómo en 2011 se desarrollaban algunos procesos re-volucionarios contra las tiranías pro-imperialistas de estos países. Y en la prensa se recogen noticias diarias que dan muestra de que la lucha de clases, y el movimiento obrero en particular, se está recomponiendo aunque lenta-mente , como la reciente huelga gene-ral de la India, los conflictos en China, las huelgas petroleras en Nigeria...

A escasos días del 29M ¿Cómo ves esta convocatoria?, ¿Qué potencia-lidad encierra y qué límites crees que tiene?

Creo que puede ser una gran jorna-da de lucha de la clase trabajadora y otros sectores sociales. Los sectores con más organización sindical, como la gran industria, grandes servicios, transporte... probablemente paren por completo. Además los jóvenes tene-

mos mucha expectativa en participar en los piquetes y manifestaciones, en las universidades e institutos y es po-sible que veamos nuevas explosiones de rabia y enfrentamientos con los cuerpos represivos.

Sobre los límites veo dos principal-mente. Por un lado la burocracia sin-dical que dirige CCOO y UGT están todavía fuertes. No hay sectores que la cuestionen, o al menos no se expresan abiertamente -ni en el interior de estas dos centrales y ni en los centros de tra-bajo- para que emerja una alternativa a la política de luchas simbólicas, de negociación y de súplicas al Gobierno que “mejore” la Reforma. El segundo es que todavía hay vastos sectores de la clase trabajadora que, fruto de los pactos traidores de las últimas déca-das de las direcciones, no tienen or-ganización alguna. Hablo de millones de jóvenes, inmigrantes, mujeres tra-bajadoras... que curran con contratos temporales, por ETT, en subcontratas, en negro... y que carecen de derechos efectivos para poder sumarse a la huelga. Es decir la existencia de una fuerte división de las filas obreras.

¿Crees entonces que hace falta “revolucionar” el modelo sindical?

Desde luego. Tenemos que quitar-nos de encima a las actuales direc-ciones sindicales, las que nos han conducido hasta donde estamos. Ellos han sido los que aceptaron todas las

grandes contra-reformas laborales de los años 90, los que han mantenido acuerdos con la patronal, los que han permitido la segregación de millones de trabajadores con peores condicio-nes y salarios -como es nuestro caso, los pizzeros segregados del Convenio de Hostelería en 1994-... No podemos esperar que sean ellos mismos quie-nes dirijan la lucha contra los nuevos ataques. Hace años que eligieron ban-do que es el de socios menores del ca-pitalismo imperialista español.

Pero no es sólo el problema de los actuales dirigentes. La estructura de los sindicatos, comités de empresa, secciones... está diseñada para que tiendan a su burocratización, al que-dar separada del control de los traba-jadores. Debemos luchar por un mo-delo basado en la revocabilidad de to-dos los representantes y delegados del Comité de Empresa, porque se elijan cada año y no cada cuatro, que cum-plan los mandatos de las asambleas de trabajadoras, que todos los que traba-jemos en una misma empresa estemos organizados juntos, contrario a los de ETT y subcontrata que están casi siempre indefensos.

Todo esto al mismo tiempo que pe-leamos contra la ofensiva anti-sindi-cal del Gobierno, que apoyándose en las corruptelas de la burocracia sindi-cal, quiere barrer conquistas que son fundamentales para poder enfrentar a la patronal, como el derecho a huel-ga, a asamblea, las garantías contra el despido de los delegados, las horas sindicales...

Sobre el problema de la división de las filas obreras ¿Qué pasos crees que se pueden dar?

El enorme y creciente sector de pa-rados es una gran presión utilizada por la patronal y el Gobierno para dividir las filas obreras, entre ocupados y des-ocupados, fijos y temporales, de plan-tilla y subcontratados, los múltiples tipos de contratos basura, los falsos autónomos, nativos e inmigrantes... Esta división, favorecida por la polí-tica de las burocracias sindicales, di-ficulta enormemente la defensa de las reivindicaciones más elementales; por lo que no puedo concebir recuperar de las manos de los actuales burócratas los grandes sindicatos, muchos comi-tés de empresa... y por lo tanto acabar

Entrevista a Asier Ubico Delegado de CGT Telepizza y militante de Clase contra Clase

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con la política de los Toxo y Méndez, si no logramos incorporar a los sec-tores más explotados de nuestra clase a nuestras organizaciones, al movi-miento obrero.

Es necesario unificar a todos los sec-tores de trabajadores combativos que se propongan derrotar las medidas del Gobierno. Y digo sectores, porque creo que este reagrupamiento debe ser independientemente de la sigla sindi-cal. La izquierda sindical tendría que confluir con sectores de CCOO y UGT que puedan romper con las direccio-nes de Toxo y Méndez, y junto a ellos empezar a promover asambleas en los tajos, la coordinación y unificación de las luchas... Además, plantear un pro-grama claro contra la división de las filas obreras, como por ejemplo: todos a la plantilla fija y con los mismos de-rechos. Por la prohibición de los con-tratos temporales y las ETTs. Y luchar por “igual trabajo igual salario”.

Por eso mismo, no soy partidario de la política que lleva adelante mi sindi-cato, la CGT, de querer manifestarse por separado de los trabajadores de CCOO y UGT el 29M, pues eso aísla a la izquierda sindical de los cientos de miles de trabajadores que hoy son parte de los grandes sindicatos y que son los únicos que tienen la capacidad de parar el país. Además esta política sectaria choca con la tolerancia que se mantiene con delegados de nuestro propio sindicato que actúan junto a burócratas de CCOO y UGT en con-tra de los intereses de los trabajado-res. Así lo hizo la CGT del metro de Barcelona, cuando desconvocaron la huelga de TMB rompiendo así la uni-dad con los trabajadores de autobuses. Creo que hay una errónea concepción de la unidad. Yo soy partidario de la más firme unidad de la clase para lu-char, con la más intransigente de las críticas a los que traicionan, sean o no de mi mismo sindicato.

Por eso al mismo tiempo que me pronuncio a favor de la unidad para la lucha, condeno abiertamente la fal-ta de democracia obrera y la organi-zación burocrática que imponen las direcciones de CCOO y UGT en los sindicatos. La unidad sin democracia en los sindicatos no puede tener otra respuesta que la acción decidida de los trabajadores para barrer de nues-tras organizaciones a estos verdadero agentes de la burguesía en el movi-miento obrero para quienes, como decía León Trotsky, siempre “son más queridas las relaciones pacificas con la burguesía que la unidad del prole-tariado”.

Hay muchos que consideran que los sectores más precarios no tienen nada que ver con la clase trabajado-ra, que son un sujeto social distinto y que los “obreros ya no existen”....

Es cierto que hay grupos e intelec-tuales, sobre todo autonomistas, que hablan del “precariado” como si fue-ra un “sujeto” aparte. Para ellos, por ejemplo los trabajadores de Telepizza no somos parte de la clase obrera, sino “otra cosa”, por lo tanto no debemos intentar construir sindicatos o comi-tés de empresa, sino luchar desde el barrio, en una “lucha social”, desde afuera... que nuestra lucha está sepa-rada de los obreros con mejores con-diciones, que ellos llaman despectiva-mente “obreros clásicos”.

Cuando hablan del “obrero clásico” se refirieren esencialmente a los obre-ros industriales. Se basan en que, jun-to al enorme ejército de trabajadores precarios, se encuentran sectores de trabajadores con más derechos, con-tratos fijos y mejores salarios. Estas conquistas obtenidas junto al Estado de Bienestar, -que abarcó una serie de servicios y prestaciones sociales como una buena y gratuita sanidad, seguro de desempleo, etc -y que aquí fue obtenido más tarde que en Europa, como subproducto del desvió de la lu-cha contra el Franquismo.- permitie-ron un período de “paz social” man-tenida bajo la ideología de “la muerte de la clase obrera”; un suerte de “in-tegración de la clase obrera” para li-quidar la conciencia de clase y borrar del horizonte la idea de la revolución social. Hoy muchas corrientes, -e in-cluso de izquierda-, difunden esta idea y hablan de su desaparición, e incluso dicen que los “obreros son burgue-ses”, o “traidores” por estar afiliados a CCOO y UGT. Repiten sin saberlo los mismos argumentos que se decía de los obreros franceses antes en Mayo del 68. En ese momento primaba el

“tercermundismo” frente a la relati-va paz social en los países centrales, se separaba a los trabajadores de los países imperialistas de los trabajado-res de las semicolonias, el “precaria-do” de entonces. Estas ideologías son nefastas porque lejos de unir, ayudan a profundizar la división del conjunto de la clase. Y porque al negarse a ver el rol clave que juegan los trabajadores industriales y de los principales servi-cios en paralizar el país, se privan de la única herramienta poderosa que tie-nen los explotados para liberarnos de las cadenas del capital. La cuestión es que estas acciones se tienen que hacer asumiendo el programa de los secto-res más explotados de la clase, única forma de unificar al ejército proleta-rio y poder por lo tanto ser realmente efectivas.

Y este error de apreciación es aun más grave, porque estamos viviendo una época de profunda crisis del capi-talismo a nivel mundial, y estos secto-res, que podríamos decir “privilegia-dos” de la clase trabajadora hoy tam-bién están sujetos a las vicisitudes de la misma crisis; y sus posiciones están siendo socavadas junto al conjunto de la clase obrera.

La creciente liquidación de un am-plio porcentaje de empleos de trabaja-dores calificados y su caída hacia los niveles de los sectores más oprimidos de la clase, están llevando a grandes cambios a la clase trabajadora. A pe-sar de que los efectos de la crisis y el paro de masas puedan potenciar coyunturalmente las divisiones de la

clase debilitando su capacidad de lu-cha, esta “generalización de los ata-ques” plantea la “generalización del conflicto”; como ha dicho asustado el mismo Toxo después de los anuncios de la Reforma Laboral. Por lo que la unidad de la clase obrera y la ruptura de la “paz social” hoy es más posi-ble que antes. Estamos viviendo una época de potencial unidad en las filas de clase trabajadora, porque el capi-tal está lanzando ataques de conjunto sobre la clase. Sólo falta que los es-cépticos de la clase trabajadora se den cuenta de ello.

Precisamente sectores como el vuestro, la comida rápida o a domi-cilio, son puestos como ejemplos por

estos sectores de cómo los métodos tradicionales de la clase trabajadora no les sirven ¿Qué les dirías al res-pecto?

Esta gente convierte la necesidad en virtud. Cuando en nuestra empresa tu-vimos que pelear por elecciones sindi-cales y mi readmisión, al principio nos tuvimos que mover clandestinamente, hacer bloqueos de tienda y telefóni-cos desde afuera... pero no era para nosotros lo ideal. Lo hacíamos jus-tamente para poder tener los mismos derechos que los otros trabajadores a formar un Comité, poder contar con delegados que no temieran el despido y pudiesen pasarse por todas las tien-das, denunciar los abusos patronales... Lo hacíamos buscando el apoyo y la solidaridad de trabajadores con más tradición sindical, como los buseros de TUZSA, los de la OPEL, los de Johnson Controls, HP y otras muchas empresas. Y ellos siempre han estado de nuestro lado porque demostramos que si queríamos, podíamos!.

Creo que la izquierda sindical debe proponerse como una tarea clave orga-nizar a todos aquellos que no lo están, y a los que la política de la burocra-cia sindical nunca ha defendido. Pero no “aparte” de los demás sectores de trabajadores!!. Lo que hicimos en Te-lepizza debemos extenderlo a todas las empresas de este tipo, a los com-pañeros que trabajan en la industria por ETT y subcontratas... Los secto-res más combativos y conscientes del movimiento obrero debemos entender como una tarea fundamental llegar a los más explotados junto a los trabaja-dores sindicados, independientemente de las siglas!! La intención nuestra al querer impulsar un proceso de orga-nización en un sector tan difícil, y te hablo como militante de Clase contra Clase, no es otra que querer contribuir a que la juventud trabajadora precaria empiece a tener peso en el conjunto de la clase trabajadora; para que nos empiecen a escuchar y a solidarizarse con los millones de jóvenes sin traba-jo y sin derechos. Así podremos poner a la clase trabajadora a la ofensiva, a pelear hasta el final contra los ataques y por derribar el sistema capitalista que nos los impone. Ellos tienen la experiencia..., nosotros, los jóvenes sin futuro, tenemos la fuerza..!!!

¿Cuál es la relación entre lo que tú llamas “revolución” del modelo sindical y la lucha por la unidad sin-dical?

Para mí la división sindical que existe en el Estado español expresa

“...esta generaliza-ción de los ataques-

plantea la generaliza-ción del conflicto...”

“Por eso al mismo tiempo que me pro-nuncio a favor de la unidad para la lucha,

condeno abiertamente la falta de democracia obrera y la organiza-ción burocrática que imponen las direccio-nes de CCOO y UGT en

los sindicatos.”

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cómo la lucha de tendencias existente en el movimiento obrero, ha acabado históricamente en una enorme frag-mentación sindical por medio de múl-tiples escisiones. Los sectores más combativos se han separado organi-zativamente de la mayoría de la clase trabajadora que todavía confían en los grandes aparatos reformistas. Con-fianza que en muchas ocasiones se da por inercia, producto del recuerdo de las luchas dadas en el pasado, sobre todo de CCOO cuya génesis está en la lucha contra el Franquismo y el Sindi-cato Vertical.

Esta escisión, fue la línea del anar-co-sindicalismo por un lado -forman-do sindicatos para los trabajadores anarquistas-, y al mismo tiempo la del estalinismo en sus momentos más ultras -formando “sindicatos rojos”-, que después retomaron los grupos maoístas.

Los trotskistas no acordamos con estas políticas sectarias que tratan de dar una “solución” organizativa a un problema político. Y es que, no por constituir un sindicato combativo, porque este exista sin más, los trabaja-dores que hoy dirige la burocracia sin-dical van a pasarse en masa a él. Para que el movimiento obrero se dote de una dirección combativa, no pactista, y no digamos ya revolucionaria, es necesario librar una cruda lucha polí-tica en su interior contra las actuales direcciones. ¿Y dónde se libra esta pe-lea? allí donde están los trabajadores -las empresas- y donde se organizan -los sindicatos, comités de empresa, asambleas-.

Que los sectores más combativos se separen -como por ejemplo quiere hacer la CGT y la izquierda sindical manifestándose separadamente de los trabajadores de CCOO y UGT el 29M- de los que hoy aún dirigen Toxo y Méndez, es sobre todo una buena noticia para estos últimos, que podrán hacer su labor más “tranquilos”. No olvidemos que en muchas ocasiones han sido las propias direcciones opor-tunistas y burocráticas las que han dividido al movimiento obrero expul-sando de los sindicatos de los sectores más combativos.

La suplantación de lucha política dentro de los grandes sindicatos con-tra sus direcciones por parte de las corrientes anarquistas y algunas es-talinistas, -ya que otras muchas que están cómodamente adaptados a la dirección de CCOO-, y otras de la iz-quierda sindical, hace que gran parte de los sectores más combativos y de

izquierda estén por fuera de los gran-des sindicatos. Para nosotros es abso-lutamente necesario contar con este enorme sector para lograr la mayor unidad de la clase para los combates que vienen. Debemos pelear pues por la unidad sindical, pero esto no sig-nifica negar la crítica a la burocracia de los sindicatos mayoritarios, como hacen corrientes como El Militante, ni tampoco la “libertad de tendencias” en las asambleas de base de los tra-bajadores. Al contrario, es parte de la lucha por recuperar los sindicatos para la organización y la lucha, es una pelea que no se puede separar de la misma pelea contra la burocracia sin-dical de CCOO y UGT, disputándoles la mayoría. Hablo pues de una pelea que pasa por alentar y facilitar que los trabajadores que hoy nutren estas cen-trales confluyan con los sectores más combativos de la clase, se apoyen en ellos y en los sectores más explotados que debemos organizar, para precisa-mente defenestrar a sus actuales di-recciones y recuperar de sus manos y transformar los grandes sindicatos. No serán los burócratas vendidos los que promuevan una confluencia de este tipo.

Debemos revolucionar los sindi-catos, que sean independientes de la patronal y el Estado, expulsar a los burócratas que hoy los usurpan, que se rijan por la mayor democracia obrera, que impulse la unidad de las filas obreras de la que hablaba antes... Y todo esto en la perspectiva de poner fin a la actual fragmentación que vive el movimiento obrero superando a los sindicatos actuales. ¿Cómo podremos lograr esto? Peleando por un verdade-ro frente único de todas las organiza-ciones sindicales, y a lo largo de los procesos de lucha tenemos que estar abiertos a diferentes vías por las que se podrá recobrar la unidad obrera.

Desde agrupamientos inter-sindicales de sectores combativos, unificación de sindicatos en centrales unitarias con libertad de tendencias... hasta or-ganismos de democracia directa como coordinadoras de empresas, comités de trabajadores... Para nosotros este tipo de organismos que sobrepasen los marcos de las actuales organiza-ciones sindicales serán cruciales en los combates que se avecinan, pues sobre ellos, coordinándolos y centra-lizándolos, es como los trabajadores podremos ir poniendo en pie un con-trapoder al poder del Estado burgués y los capitalistas.

¿Cómo podemos los trabajadores comenzar a organizarnos para pelear por la perspectiva que estas mencio-nando?

Para mí la pelea es porque organi-cen a los sectores más explotados, porque sean independientes del Esta-do y la patronal, adopten un funcio-namiento democrático y se liquide a los burócratas vendidos, y adopten un programa anticapitalista y re-volucionario... Para ello hace falta que los trabajadores nos agrupemos políticamente detrás de este progra-ma. Yo milito desde muy joven en el trotskysmo, en Clase contra Cla-se, y ahora, junto con otros jóvenes y trabajadores revolucionarios, es-tamos impulsando la agrupación re-volucionaria No Pasarán, en torno a un programa que se propone una pelea política con el reformismo, el autonomismo y demás corrientes que dirigen o influencian el movimiento obrero y juvenil.

En el movimiento obrero como te digo el principal enemigo es la buro-cracia sindical. Pero para mí también tenemos importantes peleas que dar en contra de otras corrientes políticas que dificultan esta tarea y que tienen peso en el movimiento obrero, tam-bién en sus sectores más combativos. Hablo del reformismo, pero también del anarco-sindicalismo, el sindica-lismo de izquierda o el maoísmo, que con su política sectaria dificultan que emerja una alternativa de clase y com-bativa a las actuales direcciones.

Como dices, la militancia en el movimiento obrero es una constante lucha política contra la burocracia sindical ¿Qué lugar ocupa la pelea porque los sindicatos sean indepen-dientes de la patronal y el Gobierno?

Es sin duda la principal pelea. Vea-mos qué enemigo tenemos por delan-te. El primer obstáculo es la burocra-

cia sindical de CCOO y UGT. Pero ¿quiénes son realmente? Gran parte de ellos son la correa de transmisión de grandes partidos del Régimen, so-bre todo el PSOE y el PCE/IU. Otros mantienen una “independencia” for-mal de estos partidos pero sus lazos “extraoficiales” con ellos, el Estado y la patronal son evidentes. Es decir la burguesía, por medio de partidos pa-tronales como el PSOE, u otros más a su “izquierda”, mantiene controlados políticamente las dos principales sin-dicatos y con ellos muchas de nuestras organizaciones en las empresas. Por lo tanto la pelea por nuestras organi-zaciones es una pelea contra uno de los brazos de este Régimen, y cuen-ta con el respaldo del Estado frente a cualquier intento de los trabajadores para recuperarlas.

Todas las peleas de las que estamos hablando, desde conseguir la unidad de las filas obreras hasta imponer la máxima democracia obrera en el inte-rior de las organizaciones sindicales, se desprenden y están ligadas a conse-guir la total independencia de los par-tidos patronales y el Estado. Y no solo organizativa, sino y sobre todo polí-tica. No queremos que los “agentes” de la patronal -ya estén disfrazados de “socialistas” o “eco-socialistas”- nos marquen la agenda. Cuando ellos nos dicen “la reforma laboral hay que negociarla”, “no podemos hacer más contra el cierre”, “no podemos de-fender a los de ETT o temporales” ... actúan así, tratando de evitar que los trabajadores levantemos una alternati-va obrera a los ataques y la crisis capi-talista, como podría ser “luchar hasta derrotar la reforma y su Gobierno”, “ocupemos la fábrica, pongámosla a producir y luchemos por su naciona-lización bajo nuestro control” o “si tocan a uno nos tocan a todos”.

Todo esto está ligado a un problema superior, y es que los trabajadores no tenemos una herramienta política pro-pia. Nuestra clase, que es la mayoría de la sociedad, no cuenta con una voz propia en la arena política, que defien-da nuestros verdaderos intereses frente a la patronal y el Estado capitalista. En cuenta de eso el PSOE y otros parti-dos menores, como IU, se proclaman muchas veces nuestros representantes. Sin embargo su labor como partidos enteramente comprometidos con este Régimen y la clase capitalista -ya sea gobernando, cogobernando o haciendo oposiciones leales- demuestran para quien trabajan realmente, y cada vez son más los trabajadores que ya no se creen ni la “S” de “socialista” ni la “O” de “obrero” del PSOE. Lo que que-

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“Estamos viviendo una época de poten-

cial unidad en las filas de clase trabajadora, porque el capital está lanzando ataques de conjunto sobre la cla-se. Sólo falta que los

escépticos de la clase trabajadora se den

cuenta de ello.”

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da es una “P” y una “E”, las siglas de “Partido Empresarial”.

No basta entonces con la lucha sindical o económica ¿Cómo crees que los trabajadores tenemos que avanzar en el terreno de la lucha po-lítica?

Es algo que debemos hacer a la vez que recuperamos nuestras organiza-ciones sindicales y plantamos cara al Estado capitalista y sus planes de ajuste, no es algo previo, ni posterior. En este proceso vamos a tener que necesariamente fortalecer nuestra ca-pacidad de auto-organización y lucha, vamos a ir fortaleciéndonos como cla-se para los combates históricos que te-nemos por delante. Y como una tarea central en este sentido está la de cons-truir un gran partido de trabajadores, que se proponga pelear hasta el final por nuestros intereses y apueste clara-mente por hacerle pagar la crisis a los capitalistas. No estoy hablando de re-editar experiencias pasadas, como los grandes partidos reformistas que aca-baron en el parlamentarismo burgués, gestionando el capitalismo y siendo los “campeones” de los ataques con-tra los trabajadores, como el mismo PSOE. Tampoco la de otros partidos obreros como el PCE que usurpando las banderas de la revolución rusa li-

deró el aplastamiento de la revolución española de 1936 y más tarde llevó el ascenso obrero y juvenil de los 70 al desvío reaccionario que supuso la Transición “democrática”.

Hablo de un partido en primer lu-gar de combate, que su principal te-rreno de juego sea la lucha despiada-da contra los capitalistas, el estado

patronal y sus partidos. Un partido que, aunque participe en las eleccio-nes para combatir las ilusiones de los trabajadores y hacerle agotar la expe-riencia con este Régimen podrido, se juegue a vida o muerte en la lucha de clases. Que agrupe y organice a los trabajadores y jóvenes más decididos y conscientes para promover la auto-organización, la lucha implacable contra la patronal y el Estado capi-talista, contra la burocracia sindical y todas las variantes reformistas con las que se nos trate de engañar.

Un partido que levante un programa realmente anti-capitalista, revolucio-nario, de expropiación a los capitalis-tas. La única manera de terminar con este sistema de “esclavitud asalaria-da”, como le llamara Marx, es que la clase trabajadora y los sectores popu-lares avancemos hacia la expropiación total de los grandes capitalistas, los bancos, los especuladores... y poner toda la riqueza, las fábricas, los servi-cios... bajo nuestro control para poder satisfacer las necesidades de la amplia mayoría de la población trabajadora.

Para lograrlo los trabajadores ten-dremos que derrotar a la burguesía no sólo en el terreno económico, sino en definitiva en el campo del poder polí-tico. O gobierna ella sobre nosotros o

gobernamos los trabajadores y secto-res populares , extirpándole su poder económico para que no puedan levan-tar cabeza. Para ello el partido por el que luchamos desde Clase contra Cla-se y nuestra organización internacio-nal (la Fracción Trotskista) debe do-tarse de una estrategia revolucionaria para conseguir derrotar a la burguesía, su Estado, sus cuerpos represivos, me-dios de comunicación... en definitiva para conquistar para los trabajadores y sectores populares el poder político, para construir un Estado basado en organismos de auto-determinación de las masas, como fueron los soviet en Rusia mail o parcialmente los comités revolucionarios aquí en 1936.

En definitiva lo que tenemos plan-teado por delante es la necesidad de construir grandes partidos revolucio-narios en todos los países y recons-truir un gran partido de la revolución mundial, que nos sirvan para canali-zar todos los combates que demos, las lecciones que saquemos de los mismos, las lecciones de más de 200 años de movimiento obrero y revolu-ciones... hacia este fin. Que permitan transformar todo eso en un legado para convertir los procesos de luchas que se abran en procesos revolucio-narios, y éstos en revoluciones obre-ras y socialistas triunfantes.

Señor Gallardón:

Violencia de género estructural…son los recortes y la Reforma Laboral!

En la manifestación del 8 de mar-zo, Carmen, afiliada a CCOO, decía sobre la Reforma Laboral: “Está recortando de una manera drástica los derechos de las mujeres traba-jadoras que tanto nos ha costado conseguir, después de muchos años de muchas luchas donde las mujeres han dejado la piel por el camino, es muy triste que en pleno siglo XXI estemos todavía reivindicando aspectos que ya reivindicaban las mujeres hace 25 años”.

Y así es, una Reforma Laboral que nos hace retroceder a las oscuras épo-cas del franquismo; época en la que

las mujeres trabajadoras han hecho historia...Y si hoy volviésemos a sa-lir a las calles como hace 30 años, tal

vez tendríamos que volver a pelear por las mismas reivindicaciones. Así lo muestra otro enorme sector de mu-

jeres totalmente ausente de derechos laborales: las “invisibles trabajadoras” inmigrantes. Como nos decía una mu-jer del sindicato de trabajadoras del hogar, el Sindihogar: “Nosotras lucha-mos por el derecho al paro, por nues-tra inclusión en el régimen general de la Seguridad social, por contratos por escrito, por la eliminación del pago en especies. Por no ser denigradas por el racismo.”. Ellas denuncian que en este trabajo -que consiste en tareas domés-ticas de limpiar casas y cuidar ancianos y niños- de 700.000 trabajadoras sólo 300.000 trabajadoras cotizan a la segu-ridad social.

Mientras tanto, el Ministro de Jus-ticia, Alberto Ruiz Gallardón, dijo a propósito de la reforma de Ley del Aborto que existe “una violencia de

por CYNTHIA LUB

EDICIÓN ESPECIAL

“...contribuir a que la juventud trabajado-ra precaria empiece a tener peso en el

conjunto de la clase trabajadora; para que nos empiecen a escu-char y a solidarizarse con los millones de

jóvenes sin trabajo y sin derechos.(...) Ellos

tienen la experien-cia..., nosotros, los

jóvenes sin futuro, te-nemos la fuerza..!!!”

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www.c lasecont rac lase .o rg

género estructural que lleva a las mujeres a abortar”.También la mi-nistra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, habló hipócri-tamente de la discriminación laboral como una de las “presiones económi-cas, sociales, laborales o familiares” que sufrimos las mujeres. Mientras, se acaba de convalidar una Reforma Laboral -continuidad de las reformas laborales del PSOE- que no hace más que agravar nuestra situación al pro-mover entre otras cosas el trabajo a tiempo parcial y con él la desigualdad salarial. Una de las cuestiones en las que se avanza, es en “los derechos”... pero de los empresarios para cambiar las condiciones laborales según su conveniencia. Esto perjudica enor-memente a las mujeres trabajadoras y las empuja cada vez más al desem-pleo. Por otro lado, elimina los incen-tivos para contratar mujeres después de la baja maternal y dificulta aún mas las conciliación de la vida per-sonal, familiar y laboral. Los recortes de los servicios sociales, la sanidad y la educación públicas, afectan a otro tipo de empleo mayoritariamente femenino. Otra cuestión, son los re-cortes en los presupuestos de ayuda a las familias, que nos afectan espe-cialmente. La reducción y elimina-ción de servicios públicos dirigidos al cuidado y la atención de menores y personas dependientes, supondrá un retroceso para las mujeres que segui-rán viéndose obligadas a continuar asumiendo el difícil e impracticable doble papel de mujer trabajadora y cuidadora, en muchos casos.

Por tanto, la Reforma Laboral y los recortes, acentuarán la ya enorme des-igualdad y discriminación laboral que sufrimos las mujeres. El promedio de retribución de las mujeres es un 22% menor que la de los hombres. Sigue ha-biendo más mujeres en los puestos de más baja escala y los complementos salariales y el modo de contrato incre-mentan las diferencias entre sexos: “...de manera más gráfica: ganan, de me-dia, 5.500 euros menos; y para cobrar lo mismo deberían trabajar 80 días más al año. Las retribuciones complemen-tarias (pluses, beneficios…), que los hombres perciben en mayor medida, la mayor concentración de las mujeres en los empleos con salarios más bajos y en contratos de jornada reducida ahondan estas desigualdades”. La repercusión de esa discriminación afectará en un fu-turo, ya que, a menor retribución, menor pensión y prestación por desempleo.

Ante esto, es necesario gritar:¡Basta de recortes! ¡Abajo la Reforma La-boral! ¡Basta de discriminación y acoso laboral! Basta de precariedad laboral, contratos de obra y servi-cios, las subcontratas y contratas, la mayoría de trabajo femenino junto a las y los jóvenes. Todos y todas a la plantilla fija y con los mismos dere-chos. Por la prohibición de los con-tratos temporales y las ETTs. No a la pérdida de los convenios colectivos. Exigencia de pago de todos los de-rechos por maternidad, beneficios y pluses. ¡Basta ya de abusos!.

La violencia estructural de género es, entonces, la violencia de un sistema de explotación y opresión que hoy, ante la

crisis histórica del capitalismo, se hace asfixiante para las mujeres, las y los in-migrantes, la juventud y la clase traba-jadora. Es así que, mientras peleamos por nuestros derechos, es necesario unirnos a todas y todos los trabajadores conscientes de sus cadenas que quieran luchar por una sociedad sin explota-ción, a tomar nuestras reivindicaciones en sus manos. Porque mientras la clase dominante logre mantenernos dividi-dos, oponiéndonos a unos y otras, y destilando su venenosa ideología de que hay explotados de primera clase y explotados “de segunda”, como las mujeres, los niños, los inmigrantes, los homosexuales, más fácilmente se per-petúa su dominio y nuestra esclavitud. Nuestra lucha, presente y futura, impli-ca también la disputa contra los valores y costumbres impuestos por la clase dominante y su cultura de violencia. Una violencia que podrá ser totalmente desterrada cuando rompamos las cade-nas que ciñen a la humanidad, bajo este régimen capitalista.

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órgano de expres ión mensua l de C lase cont ra C lase

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ria No Pasarán, de la somos parte, llevó una pancarta contra la represión y por la unidad con los trabajadores. Por la tarde formamos un entusiasta cortejo juvenil para participar , como parte del “bloque crítico”, de la movilización convocada por CCOO y UGT contra la reforma laboral, donde planteamos la necesidad de un plan de lucha y una huelga gene-ral para derrotarla.

Barcelona ha sido en esta ocasión la ciudad donde más masividad y con-tundencia han tenido las protestas. Al comienzo de la semana el Govern res-piraba tranquilo, ya que la maniobra or-questada por el Ayuntamiento, la empre-sa y el Comité de Empresa de TMB (con la aprobación capital de la CGT-metro) para desactivar la huelga de transportes -rompiendo la unidad entre el metro y autobuses e imponiendo un referéndum trampa- alejaba la posibilidad de que el conflicto universitario confluyera con el de transportes. Sin embargo las uni-versidades ya venían de un proceso de movilización -que se había expresado en la exitosa huelga y manifestación del 17N-, y éste se había extendido en casi todas las universidades catalanas al PDI y el PAS. La jornada arrancó la víspera con ocupaciones de facultades. Por la mañana los piquetes de la UAB cortaban la AP-7, bloqueaban los Ferrocarriles de la Generalitat, los del Campus de la UB cortaban la Diagonal, los de la UB-Ra-val ocupaban sedes bancarias, cortaban la Gran Vía, entraban en la emisora de la SER para leer las reivindicaciones.

Desde Clase contra Clase y la Agru-pación Revolucionaria No Pasarán estuvimos en los encierros de la UAB y UB. En este último se aprobó por amplísima mayoría que el piquete ga-rantizaría el cierre total del edificio, y también se tomarían las medidas necesarias para que la universidad no pudiera conocer la identidad de los tra-bajadores que se sumaban a la huelga, para así evitar que se les aplicase el descuento de salario. Se quería garan-tizar el derecho de huelga efectivo, to-talmente vulnerado con los descuentos de 100 y 150 euros sobre salarios que pocas veces sobre pasan los 1000.

La manifestación fue muy masiva, en-tre 50.000 y 70.000 personas. El centro de la ciudad era una marea humana de indignación. Muchos jóvenes arreme-tieron contra algunos símbolos del capi-talismo, sobre todo los bancos y la Bol-sa. En esta última los Mossos realizaron una primera carga, llevándose a los primeros detenidos. Más adelante, justo cuando la cabecera de la manifestación estaba ocupando el Rectorado de la UB todo el dispositivo policial entró en ac-ción. Las furgonas penetraron en la ma-nifestación entre piedras, huevos, bote-llas... Los jóvenes no nos resignábamos a ver como se preparaba la escabechina que nos preparaban. Segundos después salieron a la carrera, emboscando a gru-pos en numerosas calles, golpeando brutalmente y realizando nuevas deten-ciones. La brutal carga dispersó la mo-vilización y sitio el Rectorado durante unos minutos. Aun así muchos jóvenes quisieron resistirla y buscaban la mane-ra de reagruparse en torno al Rectorado.

Finalmente la mayoría de ellos optaron por no resignarse y continuar la marcha hasta la Plaza España, donde se celebra-ba el Congreso Mundial del Móvil, el mayor evento capitalista de la ciudad.

Estos signos de combatividad contras-taban con la política consciente de los dirigentes del movimiento estudiantil y la Plataforma Unitaria en Defensa de la Universidad Pública. Frente a las ganas de centenares de estudiantes de seguir la protesta a pesar de la represión, éstos las pasaron por alto y mantuvieron sus actividades “programadas”. Incluso cuando algunos compañeros tomamos la palabra en la primera asamblea de la ocupación para decir que había que suspenderla de inmediato e irnos todos a la Comisaría para exigir la libertad de los 12 detenidos, se dilató la discusión para al final decir que quien así quisie-ra podía ir a las 18h a Comisaría, pero sin asumirlo como una movilización capital. Sólo Clase contra Clase, No Pasarán y los catalanistas -sobre todo del SEPC-, nos hicimos presentes con nuestros medios disponibles en la Co-misaría de las Corts, juntando algo más de 200 estudiantes por la libertad sin cargos de los detenidos.

29M: por la unidad obrero-estudiantil, por la derrota de la Reforma Laboral y todos los ajustes

Este resurgir de la juventud, toda una vuelta a escena de la “indignación” de meses atrás, ha sido un elemento capi-tal, junto con las masivas manifesta-ciones obreras de febrero, para que las

direcciones de CCOO y UGT convo-casen la huelga general del 29M. Esta jornada de huelga está siendo asumida por el conjunto del movimiento estu-diantil, en todas las asambleas se insti-tuto y facultad es refrendada.

Desde Clase contra Clase, junto al resto de compañeros de No Pasarán, es-tamos planteando la necesidad de que el movimiento estudiantil se sume a esta importante lucha tratando de confluir con los sectores más combativos del movimiento obrero. Es necesario que la juventud intervengamos en la huel-ga general, codo con codo con los tra-bajadores, para que sea un éxito, para que todo pare. Y al mismo tiempo para exigir que esta Reforma no se negocia, como pretenden Toxo y Méndez, y que por lo tanto después del 29M no vamos a aceptar una desmovilización como la que ya realizaron estos dirigentes tras la huelga del 29S de 2010 contra Zapatero. Después del 29M, tanto en los centros de trabajo, como en los institutos y las facultades, debemos seguir discutiendo en asambleas de base cómo continuar hasta conseguir doblarle el brazo a Ra-joy y los Gobiernos autonómicos.

El reciente anuncio en Catalunya de que las tasas universitarias subirán un 66% el curso que viene es una mues-tra de por donde van a ir los tiros. Se quiere expulsar a una gran parte de los estudiantes de esta ya de por sí elitista universidad. El movimiento estudiantil no nos vamos a resignar. Junto con los sectores más combativos y conscientes del movimiento obrero debemos impo-ner un plan de lucha, serio y contun-dente, hasta pararles los pies.

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por l a reconst rucc ión de la cuar ta in te r nac iona l

órgano de expres ión mensua l de C lase cont ra C lase

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El mismo día que el Gobierno de Mariano Rajoy reconoció que los ajustes presupuestarios que están por venir, van a implicar históri-cos recortes contra la educación, la sanidad, el desempleo y todas las prestaciones sociales, cente-nares de miles de estudiantes y trabajadores tomamos las calles en decenas de ciudades.

Universidades e institutos vacíos, masivas movilizaciones estudiantiles de Valencia a Barcelona, de Madrid a Zaragoza, de Galicia a Extremadura... miles de jóvenes encarándose a la re-presión policial de los Mossos (como en Barcelona). Por la tarde decenas de miles de trabajadores asistieron a las manifestaciones contra la Reforma Laboral, muchos de ellos cantando y exigiendo una Huelga General... Los miedos del Gobierno y los barones del PP de que sus planes pueden incendiar la calle tienen bases sólidas. La clase trabajadora y la juventud vamos a en-

frentar con lucha y organización este retroceso en nuestros derechos labo-rales y calidad de vida.

29F, una gran jornada de lucha estudiantil

Después de la represión contra los estudiantes de Valencia la convoca-toria del 29F -que había sido impul-sada por los estudiantes, PDI y PAS de las universidades catalanas, y por otras asambleas estudiantiles después, como en Zaragoza-se fue extendiendo por todo el Estado, empezando por los universitarios y estudiantes de medias valencianos. Las protestas en solidari-dad con Valencia y contra la represión que se realizaron en decenas de ciu-dades durante la semana anterior a la huelga fueron haciendo el resto. Las imágenes de esa represión recorrieron el mundo y en todas las asambleas se repudió. Volvió la indignación tam-bién contra los duros recortes que co-mienzan a implementar los Gobiernos

autonómicos y el Gobierno central, que implican reducción de presupues-tos, miles de profesores despedidos, subida de las tasas, más privatización de la educación, etc. Además se plan-teó el rechazo a la nueva reforma labo-ral de Rajoy, que eliminará conquistas históricas de los trabajadores, y sólo genera más trabajo precario para los jóvenes, entre los que el paro alcanza un record del 50%.

Fue Valencia precisamente una de las ciudades con una de las manifes-taciones más masivas. “El País” re-conocía que en toda la Comunidad habían parado la casi totalidad de los estudiantes, más de 130.000. Aulas vacías y calles a rebosar, en la capital valenciana eran más de 40.000 estu-diantes, profesores y padres y madres. En Madrid otra masiva movilización de secundaria y universidad colapsó el centro de la ciudad, y 200 univer-sitarios ocuparon la Facultad de Filo-sofía de la Complutense para discutir como proseguir las movilizaciones.

En Zaragoza los militantes de Clase contra Clase y la agrupación revolucio-naria No Pasarán somos parte impul-sora de la Coordinadora de Estudian-tes de Enseñanzas Medias (CEEM), y estuvimos promoviendo desde el primer día la huelga estudiantil. La movilización tuvo un claro tono de unidad obrero-estudiantil, con más de 3000 estudiantes, sobre todo de secun-daria, y la participaron de sectores de trabajadores de CGT de diferentes em-presas como Telepizza, Hewlett Pac-kard y FCC Parques y Jardines. Todos ellos mandaron o leyeron saludos en solidaridad y por la unidad obrero-es-tudiantil. También organizaciones es-tudiantiles universitarias y numerosos trabajadores de la universidad partici-paron con un cortejo que había partido del Campus de San Francisco y en el que participaron nuestros compañeros de la UZ. La agrupación revoluciona-

Continúa en pág. 7

La juventud sin futuro... la juventud SIN MIEDO

De la “primavera valenciana” a la “primavera estudiantil”

por SANTIAGO LUPE