Contestación Al Observador Clínico-Ventura Salinas
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7/22
CONTESTACION
A
L
OBSERVADOR
CLINICO.
M'illoH
m
summa
pericnla
miait,
Vedturi
tinior
ipse
maiL
Sr.
Cumco:
Solo
el
amor
de
los
hombres
pu-
diera
obligarme
una
contestacin.
Solo
el
amor
de
los
Ifoinbres
puediera
hacerme
exponer
la
cri-
tica
y
varios
juicios
del
pueblo,
y
perder
mi
tiempo
,
y
mis
conatos
aun
sin
fruto
para
ellos
y
sm
glo
ia
para
mi.
Pero
delante
del
gran
inters
que
me
mueve
deben
desaparecer
los
recelos
del
amor
propio
,
como
los
vanos
temores
de
cho-
car
tal
o
qual
partido,
esta
.quella
opi-
nin
:
antes bien
,
este
choque
,
y
esta
lucha
es
laque
yo
quiero
provocar.
Si
provoco
el
ex-
men
,
provoco
la
experiencia
,
provoco
el
con-
curso
de
todas
las
luces
para
ia
discusin
mas
importante,
y
que
interesa
mas
de
cerca
Ja
tnste
humanidad.
Mis
medios
y
mis
armas
se-
rn
solo
una
lgica
severa,
poco
indulgente,
executiva
,
el
rnas
e\cto
raciocinio
de
que
pue-
da
ser
capaz.
Pero
no
seaiuos
inj4rato^
en
pre-
sentarnos
enmascarados,
el
jui^o
e^.
trascen-
dental
y
de
apelacin
k
las
Acad.^mfas;
Sa-
linas
a
secas
da
su
cara
,
su
Mecenas
debe
ma-
niestarla
la
opniion
generj
,
porque
de
lo
contrario
es
batallar
con
fantasmas
me
en
su
mano
est
el
degollarle
a
man
salva,
y
en
un
pas
l.bre
se
halla
fugitivo
el
ente
n-.on.
J^i
contagio
en
lengua
nativa
es
enferme-
dad
que
se
pega
o
comunica
muchos
;
v
epi-
demia
difiie
cnern^edad
que
vnga
rViade-
cea
muchas
personas
alguna
teiii|
oraJa
l
3
aho^
-
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m
m
W
^11
l
I
ra
pregunta
Salinas
^nn^,
y
otra
alii^
a
hu-
manidad
?
Claro es
que
si
,
pues
nada
hemos
adelantado
,
sino un
sinnimo
que los mdicos
entendern.
El
contagio
es
moderuo
^
y
los
autores
clsicos
hasta
ac
lo
han
descrito en
sus
libros
de
epidemias
;
asi
nuestro
canonista
Hipcrates
hablando
de
la
enferniedad
que
pa-
deci
la
moger
que
vivia
en
la plaza
del
men-
tiroso
en Thaso
la
califica
de
epidmia.
No
la
llamo
contagiosa
,
y
el
pobre
viejo
dixo
lu,r-,
gamente describieudo
estas
enfermedades
que
no
quedaba
persona
que
dexase
de
seotir
sus
azaras.
Esta
voz genrica
en
la antigedad
se
desprecio;
asi
Diocle,, Praxagoras
,
Archi-
genes, Celio.
Aureliano
,
Galeno
y
otros
erv
-
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mk
d
10
fos
cjii'
ehiM
en
fo
,
se
sal-
*'S
;
pS
li
su
padre
y
otro
hermano
aiitericir-
liiente.
Juana
Crdenas
de
edad
de
20
aos
qu
vivia
detrs
de
la
Concepcin
dos
q
iadras
al
Sud esta
parece
que
rnri
,
y
eii
la
csa
sii-
fni'ori
la
epidemia
ocho,
por
que
no
haba
mas.
Joan
Alegre
Mulato
A
los
15
dias
de
la epi-
demia
tubo
las
partidas
pas
su
-
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lacir
quando tengo
deseos
de
aprender
;
por
lo
mismo
creo
i>os
serla
til
el
adelantar
la.
cuestiii
y
que
hablemos
(|uale^
son
las
cau-
sas
de
las epiduias
,
roiuo
vina
cansa
produce
su
tiempo
las
isposjciuoes
y
las
enferme-
dades
3,
que
causa
es esta
que
obra
ocaltamen-
tel
que
se
produce
en
ei
eiifermo
,
para
qne
obrando en
otro
sugeto
sean
idnticos
los
efectos
Esto
no
se
li^i
dicho
todava
por
na-
die
,
que
yo
sepa,
y
me
parece que
si
nos
apli-
camos
ello vamos
ser
utdisimos
la
huma.-
nidad
:
asi en
el
Tucuman
sabrn porque
pade-
cen
sus
tercianas
;
en
Crdoba
las
muertes re-
pentinas
,
en
Mend>za
las llagas
(1)
;
en
Bue-
nos-
Ay
res
la
epidemia
;
en
la
Habana
el
vomir
to
negro
,
y
en
el
Africa
la peste.
He
visto
la
indicacin
que
propina
el
Sr.
clinrco
su
epidemia.
La
curacin
de
esta
clase
genricamente
es
una
;
pero
debe
ser
es-
)ecicamente
diversa, dndole
tambin
aque-
tas
variedades
qn-e
pidan
los
sntomas
de
ma-
yor
urgencia.
Ls
evacuaciones que excita
la
naturaleza
no deben servir
de
norte
;
pues
ve*
nios
que las
mas
veces no alivian.
Se deben
promover
en
algardas
ocasiones
, y
en
otras
es
ne-
cesario
modificarlas,
dulcificarlas,
contener-
las.
Es
evidente que en
esta
epidemia
la reac-
cin
es
excitada
por
un
conato
invlido,
con
que
la
naturaleza
sucumbe
entre
sus
mismos
esfuerzr*s
;
por
lo mismo
,
veo
conforme en
par-
te
el
plan
del
observadar
clnico clasificada
que
sea
de
una
benigna
;
pero
creo
que el
jui-
cio
de
este
seor se
pondr
acorde conmigo
que
en
aquellos
eo
que
el
primer
periodo
se
aumen-
te
instantneamente
,
y
se
tema
el
trnsito de
(*)
Hace
voinfe
dias
vi
deJiniada
esta
eifrinedad,
y
di-
xe
por
escrito lo
que
me
ocurri
,
despus se
me
ha
enseado
una
carta
que
tiene
el
g-eneral
Eondeau
viene
conteste
cott
la primera
;
obra
la_
disoTuciou^
-
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la
debniiliil
al
segMuulo
,
l^jos
de
ser
til
en
to-
da
su Aiej'//.n
lv;,itt,
|)O nin
padecerse
iiieiios-
cabos Estoy
confo
me
que
los
antiaioniales
cu-
bren muchas
indicaciones
y
no
son
de
temer
como
en
aquellos
los
meteorismos,
idemas
de
ca-
minar
con
,
mas
brevedad
d
la
disoluciou.
He
visto
recientemente
en
una
junta
con
e
\h\
Capdevila
una
mulata
en
casa
de
D.
l^ablo
Vi-
llarino,
sta
se
celebr
k
el
quinto
dia
de
su
enfermedad,
muri
el
sexto
convulsa,
con
el
hipo,
y
con
manchas
lvidas.
El
negrito
del
Coronel
Vidal
a
el
dia
quarto
se
halo
con
la
disolucin,
se
libro
el
sptimo
;
podria
citar
otros
hechos
;
pero
el
Observadr
deducir
la
verdad
,
asi
como la
fuerza
que
piieda
tener
un
mtodo
en general.
Ultimamente
:
es
mtt^
extrao
que
itn
ob-
servador,
y
observador
clnico
eche
en
cara
aF
prudente
censor
de
Buenos-
Ayres
,
que
ha
ex-
citado
en
las
jvenes
de
este
pueblo
iin
miedo
y
terror
pnica
por
haber
publicado:
mi
remi-
tido
de
26
de
Febrero.
El
>Sr.
clnico
no
pne-
le
ignorar
que
yo
fui
invitada
con
toda
forma-
lidad
en
otro
anterior
para
que
expusiese
mi
juicio
y
dictamen
sobre
la
epidemia
que
el
mismo
seor
asegura
reynante
eu.erfa
capital.
Tm-
bien debe
estar
persuadido
que solo
el
deseo
de
la
publica
utilidad
pudo
poner
la
pluraa
en
mi
mano
para
contestar
en
los
trminos
que
To
hize,
clasifi-
cando
la
enfermedad
,
descubriendo
su
carcter,
su
esencia
naturaleza;
proponiendo
los
medios
ii)as
oportunos
pura
impedir
sus
progresos;
advir-
tiendo
a
los
incautos,
los
peligros
para
e
vi
tari
\s
y
prescribiendo
los
especficos
mas
averiguados
para
detenera.
Esta
es
cabalmente
fa
conducta
que
segu
en
uj
contestacin
la
invitacin
que
se
me
hizo
en
el
peridico
del
Censor
;
y
este
tambieii
es
un
medio
muy
propio,,
no
para
ex-
titar
terrores
y
miedos,
sino
para
consolar,
ani-
-
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itiar
y
an
disipar
enteramente
aquel
jenti*
miento
y
cuidado,
cpie
segn
el clnico
obser-
vador
,
haba
causado
en
esta
metrpoli
la
des-
graciada
suerte
de algunas
victimas
de
la
epi-
demia.
En
esto
yo
no
he
hecho
otra
cosa
qu
descubrir
un
enemigo
emboscado,
y
disipar
los
sobresaltos
funestos
que
produca
con
sus
estragos
,
suministrando
anuas
para
vencerlo.
|,Paes
como
es
que
el
-
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4o
^011
l^
la?
se
le
ha
dado
el
nouhre
de
fue-
gq
,
h
la
materia
de
este
mismo
,
el
de
cal-
neo,
y
h
la
oombiiiaoioii
de
este,
en
los
cuer-
iiaturales
(ya
sea
por
equilibrio
como
por
adhesin
)
que es
la
que
excita
la
sensacin
,
se
le
llama
el
de
calor,
afn
de
que
se
di'e-
reacie
este
ltimo,
que
es
el
efecto
del
prime,
rj?
que
e
la
causa
producente
:
lo
mismo
pues,
^t(?s
caerpos
existentes
en
la
atmosfera,
p
ew
)tra
quakpjier
^ituacion
(no
siendo
menos
destructorv^s
de
la
luimauidad
qie
el
anterior)
se
denominan miasmas
;
a su
combinacin
en
los
cnerpos
animales,
el
de
.^anagio
;
y
al
pade-
cimie^ito
experimeitado
por
ddia
adhesin,
el
de
epidemia
,
para
di^itingoir
el
e.ecto
de'
la
causa;
por
lo
q^rd
demostrado
ya
por
la
ex-
periencia,
y
confirmado
por
la
observacin
,
co-
mo
est
,
de
ningn
mofo
puede
existir
la
ltima
sin
la
coherencia
del
primero
,
es
decir
Sin
la
causa
primitiva
del
contagio.
Respuesta
a
la
Posdata.
Nada
recele
V.
Amigo
sobre
jas
voces
de
epidoiia
y
contagio
pues
aunque
Taboada
y
Masdeu
con
otros,
las
tengan
por
sinnimas
es
preciso
mirar
que
ia
vo^
epidmia
nos
vino
de
jos
griegos
(^^)
y
la
de
cmtagio
de
los
latir
()
La
drcisioa
riics
de
este
punto,
ha
orrerTdo
obscuos
uisnpnablfs
ei
lus
rnucipios
tk
consuTicioncs
scmejans
por
que
hay
e^itre
lo
contagioso
v
epidoso
consiste
,
en
qv.e
el
ayrc
se
halla
alterado
en
la
epidemia
,
v
nu
de no
estarlo
en
el
contagio:
en
aq.ella
son
rpidos
los
'
progresos
del
mal'
.en
este
son
mas
lentos
en
el
principio
;
esto
es,
mientras
el
miasma
so
coWM^njca
solamente
por
me.iio
del
contacto
de
los
cuerpos
enfermos
,
sus
ropa
Ikc.
con los
sanos
,
pues
al
instante
que
el
miasm.i
contagioso
ocupa
v
v
na
a
atmosfera
,
ya
es la
infeccin
tan
rpida
y
general
como
en
la
I
^^'l'osicion me
parece
que
aunque
se
hubiese
querido
supo-
ner
que
Salinas
haba
aueiido
cals
ficar
lla
-
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nos que
una
tkne
su entrada
en
el pueblo,
y
\di otra
por
e1
contacto
{tiiecto
indirecto
,
asi
no
debe
alarmarnos. Ba'^tante
se
ha
escrito
en
la
materia
para
su
clasificacin
y
disputas
de
voces
no
son deldia,
qnan.lo
el
observador
cl-
nico
no
quiere que
las
lia?as
sean
contagiosas:
entii'ndase
con
Pinel que
haciendo
relacin
de
igual epidemia la
clasifica
de
contagiosa
y
po-
ne
el
caso de una
seora
,
si
mal
no
me
acuer-
do
,
que
entro
visitar otra
amiga
y
las con-
trajo.
M.'
Hunc
en su
memoria
del
ao
d-
1815
las
clasifica
con
mas
exactitud
,
las
llae
ma
contagiosas
,
y
encarga
el
uso
de
los
gases.
Antes
de
estos
el famoso
Ponze
escribi
una
obra
sobre
las
Magas
de
resulta
de
haberlas
padecido la
ciudad
de
Huesear
por
los
aos
de
1786
y
en
1787
,
se
extendieron
al
principado
dft
Ctahia,
la
corona
de
Aragn,
reyno
ile
Mur-
cia
,
la
Mancha
y
parte
de
las
Andaiucias
,
hicie-
ron
sils
extragos.
Qudenos
el
consuelo
ele
ha-
berse
suscitado
una
cuestin
en
favor
de
la
hu-
manidad,
y
que
habiendo
en
esta
metrpoli
mdicos
cuja
erudicin
es
mayor
que
la
nues-
tra
,
sabrn
hacer
justicia
en
a
presente
con-
tienda
W
mismo.
modo
deliio
el
clnico
creer un
terror,
y
que
seria
mayor
denctninaiidoks
epi-
Skas
erque
en
esla poco
lu-ar
quedaba
a el
facultativo,
quauao
en
aqnej
od
con
mas
facilidad
evitar
las
victimas.
Pur
otra
parte
los
progresos
del
couH^rscJose
descubren
con
la
experiencia,
y
la
observacin,
y
las
causas
de
L eok mia
se
manifiestan
por
casualidad
en
el
n>ayor
nimcro
de
casos.
Asi
aue
en
Sta
irregularidad
de
cau.a*
quando
el
observador
clnico
ha
quend
op2
crsc
que
las
Haigas
sean
contagiosas,
sin
alegar
otr-a
razn
que
el
terror
;e funde
t2do
contagio,
debe
saber
que
una
decisin
\-\^^'^^\'f'lJZ^
i es
temeraria.
,
es
nociva
cu
el
conrcpio
pblico
quaudo
con
e.,a
int
me
t^iclo
i
r
terror,
porque
cu
el
contagio
se
espera
como
be
d.cho
el
que
ooi^e
y
en
la%pidmia
no
estn
fcil.
El
m^l.co
esta
tan
obbgado
,v,t,.a
c'-'^se,>^_.,..,,,^J
^, ,,.,i
^^,,^1
u
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