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18 Sábado, 13 de marzo de 2010 Deia GIZARTEA [email protected] BLÁZQUEZ HACE OFICIAL HOY SU MARCHA P.20 CONCIENCIA ECOLÓGICA Y ECONÓMICA > La CAV despilfarra más de trece millones de euros en la factura de su alumbrado público J. FERNÁNDEZ BILBAO. La primera generación de vascos y de vascas que jamás ha robado un beso a su pareja en la trinchera de las noches estrelladas aún tiene una oportunidad de hacerlo sin tener que ir al planeta- rio de Iruñea. Y es que en los últi- mos cuarenta años la contamina- ción lumínica, un problema medioambiental severo, ha enne- grecido el firmamento y ha apaga- do las intrigantes miradas de astró- nomos, curiosos, enamorados o, simplemente, soñadores. Este deterioro del escenario noc- turno, provocado por las elevadas e incontroladas emisiones de luz arti- ficial a la atmósfera, capaces de recorrer hasta cientos de kilóme- tros y profanar a su paso ecosiste- mas y formas de vida, puede “y Localidades como Santurtzi, en la imagen, ya cuentan con sistemas de iluminación que han permitido rebajar los índices de contaminación lumínica. FOTO: ZIGOR ALKORTA debe ser controlado”, tal y como apuntan desde la Sociedad de Cien- cias Aranzadi. Aluden para ello a los riesgos ambientales y sanita- rios, principalmente; pero también al fuerte impacto económico que acompaña a esa alteración del orden natural. Y es que, los argumentos para tra- tar de combatir la silenciosa y cre- ciente contaminación lumínica son muchos, según explican. Así, para los menos concienciados, ponen el acento en las facturas que deben abonar tanto las instituciones, las empresas privadas como los parti- culares. Los estudios científicos que maneja Aranzadi apuntan a un des- pilfarro superior a los trece millo- nes de euros en alumbrado público en el conjunto de la Comunidad Autónoma Vasca. “Todo ese dinero se lo estarían ahorrando ya si hubiésemos adap- tado todos los alumbrados con los criterios de eficiencia y control de la contaminación lumínica”, sub- rayan desde la Sociedad de Ciencias Aranzadi. Así, el ahorro posible en facturación sería de siete millones en Bizkaia, casi cinco en Gipuzkoa y alrededor de otros dos en Araba. Estos cálculos fueron efectuados en 2007 por lo que, según temen tanto Fernando Jauregi como Juan Anto- nio Alduncin, a fecha de hoy serían mayores en la medida en que han aumentado los consumos. Y es que, si como proponen los expertos se mejora la eficacia de los recursos (farolas y todo tipo de luminarias) y se adoptan una serie de medidas técnicas y restrictivas sería posible, en primer término, reducir esas emisiones indiscrimi- nadas de luz y, a posteriori, tener bajo control los niveles de contami- nación lumínica, inseparables al progreso y al llamado Estado del Bienestar. De hecho, la Sociedad de Ciencias Aranzadi en colaboración con varios colectivos vascos de astro- nomía y el apoyo de la Asociación CelFosc (Cielo Oscuro, en catalán) ha planteado al Parlamento Vasco que ofrezca cobertura legal a su propuesta para tramitar una ley que recoja todos esos criterios. El panorama actual así lo aconse- ja. Insisten Alduncin y Jauregi en que el número de estrellas que ha dejado de verse en el cielo por efec- to del resplandor artificial es muy alto. “En muchas zonas del País Vasco tenemos una pérdida de visi- bilidad del 70%. Si vamos a los entornos de las principales pobla- ciones se pierden de vista más del 90%”, explicaba el segundo de ellos. “Es triste reconocerlo pero no exis- ten en este momento espacios total- mente libres de este tipo de conta- minación en la Comunidad Autó- noma Vasca”, sentenciaba. HASTA 25 KILÓMETROS Los ejemplos son muchos y dispersos en la geo- grafía. Los principales focos de con- taminación lumínica son las zonas de influencia del Bilbao metropoli- tano y Donostialdea que expanden sus exagerados consumos de luz artificial (incluida la destinada a decorar monumentos y carteles publicitarios, por ejemplo) a unos veinticinco kilómetros a la redon- da; en Araba, la capital propaga sus La Sociedad Aranzadi propone la creación de una ley para controlar la contaminación lumínica

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18 Sábado, 13 de marzo de 2010 Deia

[email protected]

BLÁZQUEZ HACEOFICIAL HOY SU

MARCHA P.20

C O N C I E N C I A E C O L Ó G I C A Y E C O N Ó M I C A >

La CAV despilfarra más de trece millones deeuros en la factura de su alumbrado público

J. FERNÁNDEZBILBAO. La primera generación devascos y de vascas que jamás harobado un beso a su pareja en latrinchera de las noches estrelladasaún tiene una oportunidad dehacerlo sin tener que ir al planeta-rio de Iruñea. Y es que en los últi-mos cuarenta años la contamina-ción lumínica, un problemamedioambiental severo, ha enne-grecido el firmamento y ha apaga-do las intrigantes miradas de astró-nomos, curiosos, enamorados o,simplemente, soñadores.

Este deterioro del escenario noc-turno, provocado por las elevadas eincontroladas emisiones de luz arti-ficial a la atmósfera, capaces derecorrer hasta cientos de kilóme-tros y profanar a su paso ecosiste-mas y formas de vida, puede “y

Localidades como Santurtzi, en la imagen, ya cuentan con sistemas de iluminación que han permitido rebajar los índices de contaminación lumínica. FOTO: ZIGOR ALKORTA

debe ser controlado”, tal y comoapuntan desde la Sociedad de Cien-cias Aranzadi. Aluden para ello alos riesgos ambientales y sanita-rios, principalmente; pero tambiénal fuerte impacto económico queacompaña a esa alteración delorden natural.

Y es que, los argumentos para tra-tar de combatir la silenciosa y cre-ciente contaminación lumínica sonmuchos, según explican. Así, paralos menos concienciados, ponen elacento en las facturas que debenabonar tanto las instituciones, lasempresas privadas como los parti-culares. Los estudios científicos quemaneja Aranzadi apuntan a un des-pilfarro superior a los trece millo-nes de euros en alumbrado públicoen el conjunto de la ComunidadAutónoma Vasca.

“Todo ese dinero se lo estaríanahorrando ya si hubiésemos adap-tado todos los alumbrados con loscriterios de eficiencia y control dela contaminación lumínica”, sub-rayan desde la Sociedad de CienciasAranzadi. Así, el ahorro posible enfacturación sería de siete millonesen Bizkaia, casi cinco en Gipuzkoay alrededor de otros dos en Araba.Estos cálculos fueron efectuados en2007 por lo que, según temen tantoFernando Jauregi como Juan Anto-nio Alduncin, a fecha de hoy seríanmayores en la medida en que hanaumentado los consumos.

Y es que, si como proponen losexpertos se mejora la eficacia de losrecursos (farolas y todo tipo deluminarias) y se adoptan una seriede medidas técnicas y restrictivassería posible, en primer término,

reducir esas emisiones indiscrimi-nadas de luz y, a posteriori, tenerbajo control los niveles de contami-nación lumínica, inseparables alprogreso y al llamado Estado delBienestar.

De hecho, la Sociedad de CienciasAranzadi en colaboración convarios colectivos vascos de astro-nomía y el apoyo de la AsociaciónCelFosc (Cielo Oscuro, en catalán)ha planteado al Parlamento Vascoque ofrezca cobertura legal a supropuesta para tramitar una leyque recoja todos esos criterios.

El panorama actual así lo aconse-ja. Insisten Alduncin y Jauregi enque el número de estrellas que hadejado de verse en el cielo por efec-to del resplandor artificial es muyalto. “En muchas zonas del PaísVasco tenemos una pérdida de visi-

bilidad del 70%. Si vamos a losentornos de las principales pobla-ciones se pierden de vista más del90%”, explicaba el segundo de ellos.“Es triste reconocerlo pero no exis-ten en este momento espacios total-mente libres de este tipo de conta-minación en la Comunidad Autó-noma Vasca”, sentenciaba.

HASTA 25 KILÓMETROS Los ejemplosson muchos y dispersos en la geo-grafía. Los principales focos de con-taminación lumínica son las zonasde influencia del Bilbao metropoli-tano y Donostialdea que expandensus exagerados consumos de luzartificial (incluida la destinada adecorar monumentos y cartelespublicitarios, por ejemplo) a unosveinticinco kilómetros a la redon-da; en Araba, la capital propaga sus

La Sociedad Aranzadi propone la creación de una ley para controlar la contaminación lumínica

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Deia Larunbata, 2010ko martxoaren 13a GIZARTEA 19Deia Larunbata, 2010ko martxoaren 13 GIZARTEA 19

“Seis detenidos en Elgeta. Ungrupo de jóvenes inmigrantesprotagonizaron un motín en elcentro de acogida e hirieron a tresmonitores. P.21

La interrupción de la actividadpesquera nos deja en unasituación muy precaria”

IÑAKI ZABALETAPresidente de la Federación de cofradías P.27

C O N C I E N C I A E C O L Ó G I C A Y E C O N Ó M I C A

J U A N A N T O N I O A L D U N C I NSOCIEDAD DE CIENCIAS ARANZADI

“Lo que falta es concienciadel problema y verdadera

voluntad para solucionarlo”El desarrollismo y, sobretodo, los excesos del serhumano han desembocadoen un orden natural desorde-nado por naturaleza. La con-taminación lumínica, quizásla menos conocida, es uno delos más claros ejemplos alque la geografía vasca no hapodido sustraerse

Juan Antonio Alduncin. FOTO: DEIA

J. FERNÁNDEZBILBAO. Reconoce que el escenariono tiene vuelta atrás: los cielos vas-cos han perdido su limpieza deantaño por culpa de la contamina-ción lumínica, entre otras. Eso sí,confía en que la ciudadanía se hagaeco de los desesperados toques decorneta que la naturaleza, la saludy los bolsillos están lanzando. “Eluso racional de la luz brilla por suausencia”, resume Juan AntonioAlduncin, esperanzado en que elParlamento Vasco tenga en cuentalas propuestas presentadas por laSociedad de Ciencias Aranzadi.¿Qué índices de contaminaciónlumínica soporta la ComunidadAutónoma Vasca?En general niveles altos. En muchaszonas tenemos una pérdida de visi-bilidad del 70% de las estrellas. Sivamos a los entornos de las princi-pales poblaciones se pierden de vis-ta más del 90% de las estrellas.¿Y desde cuándo?La contaminación lumínica empe-zó a crecer hacia mitad del siglo XXen las grandes ciudades, pero hasido en los últimos 30 años, a partirde 1980 más o menos cuando se hageneralizado a amplios territorios,y de un modo continuamente cre-ciente. En Aranzadi llevamosdenunciando este problema desdehace más de seis años.¿Qué ha contribuido en mayor gra-do a ‘alcanzar’ este escenario?Primero, los alumbrados públicosextendidos sin criterios de eficien-cia y de ajuste a los niveles de ilu-minación suficientes. Y segundo, laexpansión del alumbrado exterioren espacios privados como empre-sas, centros comerciales, negociosde todo tipo, así como la ilumina-ción publicitaria y la ornamentalde monumentos, que en muchoscasos resultan exageradas y super-fluas, sobre todo a partir de ciertashoras de la noche.¿Es consciente el ciudadano de ello?Creemos que no. A pesar de ser tanevidente, el ciudadano ha ido habi-tuándose al progresivo aumento delresplandor nocturno y lo tomacomo normal. Nos perjudica de

manera tan sutil, que podemos noser conscientes del daño.¿Acaso porque piensa que no esperjudicial para su salud?Pero resulta que el exceso perma-nente de luz ambiental nocturnacausa trastornos en los niveles demelatonina, una hormona impor-tante para regular los ciclos diarios,la vigilia y el sueño, el crecimiento,incluso la prevención de ciertostipos de cáncer como el de mama.Ciertamente el exceso de alumbra-do nocturno puede afectarnos enesas funciones, aunque en princi-pio no seamos conscientes, ni sin-tamos de momento ningún dolor.¿Tiene arreglo esta situación?Claro. Es decir, no se eliminará deltodo porque siempre que hayaalumbrado exterior se generará unmínimo de contaminación lumíni-ca, pero debería ser incomparable-mente menor a la que soportamoshoy. Y se conoce a la perfeccióncómo arreglarlo: se trata de ilumi-nar correctamente durante lanoche, cuando y donde se necesite,con los niveles de luz necesariospara la seguridad, pero sin exce-derlos, y utilizando luminarias quefocalicen la luz sólo donde es preci-so, sin dejar escapar parte hacia elhorizonte. Las soluciones técnicasestán disponibles hace tiempo. Loque falta es conciencia del proble-ma y verdadera voluntad para solu-cionarlo.¿Y las administraciones, estántomando cartas en el asunto?Pues sí, están apareciendo orde-nanzas municipales en algunosayuntamientos, aunque son pocos.Lamentablemente, la mayoría notienen en cuenta bien los factoresnecesarios para un buen control dela contaminación lumínica, y parauna máxima eficiencia en el uso dela energía. Por ejemplo, toleran por-centajes de pérdida de luz hacia laatmósfera que son inadmisibles.¿Es necesaria una ley que reguleeste asunto?La ley es necesaria porque enausencia de la misma se seguiríanhaciendo y manteniendo instala-ciones poco eficientes y muy con-taminantes. Pero ojo, sólo sería útiluna ley que superase los defectos dereglamentos aprobados antes enotras regiones. Este era uno de losobjetivos de nuestra comparecenciaen el Parlamento Vasco: prevenir alos legisladores contra el error deseguir los criterios equivocados deciertas normativas.¿Esperan obtener resultados?Sí, confiamos en que la adminis-tración sepa reconocer la impor-tancia de este problema y poner lasbases para solucionarlo.

“Confiamos en que laAdministración separeconocer la gravedadde este problema”

La impertinente curiosidad de la luz, que todo lo quiere vigilar, genera enocasiones problemas serios en los hogares de numerosas personas. Faro-las mal colocadas y, sobre todo, mal diseñadas, son las causantes del fenó-meno conocido como intrusión, que provoca la entrada indiscriminada deluz en el interior de habitaciones. Este hecho, que no tendría por qué pro-ducirse (insisten los especialistas) si las autoridades adoptaran las medi-das oportunas, es más habitual de lo que ordena el sentido común. Sinembargo, las denuncias ciudadanas por este ‘delito ecológico y emocio-nal’ son escasas. “Alguna vez he tenido conocimiento de casos aislados,gente que protesta por esas luces exteriores que deslumbran de noche susviviendas, pero no es muy habitual que se denuncien. Y creemos que lagente no lo hace porque lo asumen como algo inevitable, pero no es asíen absoluto. Sería bueno que el público insistiese en denunciar los alum-brados molestos y abusivos que muchas veces se nos imponen”, declara-ba Juan Antonio Alduncin, de la Sociedad de Ciencias Aranzadi. >J. F.

La denuncia ciudadana no es habitual

L A P R O P U E S TA

● Eficiencia y ahorro. La Sociedadde Ciencias Aranzadi junto a cincocolectivos vascos de astronomía y laAsociación CelFosc (‘Cielo Oscuro’,en catalán) recomiendan que elcontenido de la nueva ley base susfundamentos de gestión en criteriosde eficiencia energética para reducir(o no aumentar) los niveles de con-taminación y de ahorro económicoen las facturas de la luz, ya seanprivadas o públicas.● Cinco principios básicos. Utilizarsólo luminarias que den toda la luzhacia abajo (lo que técnicamente seconoce como “emisiones cero hacia elhemisferio superior”); emplearpotencias de iluminación que nosobrepasen las recomendaciones dela Comisión Internacional del Alum-brado para los diferentes tipos decalles; instalar lámparas de la máximaeficiencia energética y menor poderde contaminación, como son las devapor de sodio; regulación del horariadel alumbrado, reduciendo potenciasa horas avanzadas de la noche; y limi-tación de iluminaciones ornamentaleso publicitarias, que deben apagarse apartir de cierta hora.

C O N S U M O

135● Millones de kilovatios/hora alaño. Según un estudio de la Uni-versidad Complutense el consumoanual de energía para alumbradopúblico fue, en 2007, de 135 millo-nes de kilovatios/hora en Bizkaia loque supuso un gasto cercano a los17 millones de euros. En Gipuzkoael consumo ascendió a 100 millonesde kilovatios/hora y en tierras ala-vesas fue de 35 millones de kilova-tios/hora.

C O N TA M I N A C I Ó N

0,42● Miligramos de residuos radiac-tivos. Por cada kilovatio/hora quegastado en electricidad, no sólo enalumbrado público, se emiten a laatmósfera 390 gramos de CO2 y sealmacenan 0,42 miligramos de resi-duos radiactivos.

emisiones a unos diez kilómetros,según los cálculos de la Sociedad deCiencias Aranzadi. Sin embargo,aún existe una posibilidad de queal menos la situación no empeore.

Y es que, como apunta Alduncin,ese resplandor no será eliminadojamás porque siempre que existaalumbrado exterior habrá un míni-mo de contaminación lumínica,aunque en este escenario ideal esetipo de polución “debería serincomparablemente menor a losíndices que soportamos hoy endía”. En Gares-Puente la Reina, enel corazón navarro del Camino deSantiago, dan fe de ello. Han reno-vado las farolas del casco antiguo yhan logrado mantener a raya (eco-lógica y económicamente) los nive-les de luz consumida.

De hecho, en términos generales,las facturas del alumbrado públicopodrían verse reducidas en un 40%de media siempre que el haz de luzse focalice allí donde es preciso “ysin sobrepasar las potencias ade-cuadas para la visión nocturna”,ilustra Alduncin. Según informa,todavía es posible encontrar en lascalles, plazas y parques modelos defarolas que desperdician más del80% de la energía consumida. “Hayque pensar que se cuentan pormiles y que permanecen encendi-das más de cuatro mil horas al año.Por poner un ejemplo típico: unacalle con cuarenta farolas inefica-ces de 250 vatios, puede estar mal-gastando al año 3.500 euros en luz,y emitiendo 9.300 kg de CO2 porencima de lo necesario”, añade.

CAMBIOS EN EL ORGANISMO En loshogares, cada cuál mira de cerca sugasto, “pero el alumbrado públicosigue pecando en muchos casos deexceso, por falsos conceptos de quela sobreiluminación mejora la segu-ridad o, simplemente, por cuestio-nes de estética mal entendida”,expone el integrante de la Sociedadde Ciencias Aranzadi. Sin embar-go, los estudios biológicos alum-bran una realidad bien distinta;tanto para el ser humano como parael resto de organismos vivos.

“Siento tener que decirlo, pero escasi imposible señalar municipiosmodélicos en este asunto. Si bienhay calles y barrios donde ya encon-tramos instalaciones de alumbradocorrectas y respetuosas con elmedio ambiente, basta dar la vuel-ta a una esquina para ver ejemplosde iluminaciones contaminantes”,concluye Alduncin.

“El ciudadano se hahabituado al aumentoprogresivo delresplandor nocturno”