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hoja de coca

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La hoja de coca se ha promocionado en los últimos años por su supuesto valor nutricional y un alimento capaz de resolver los problemas nutricionales de la Región Andina. Entre sus supuestas virtudes se afirma que la hoja es un alimento completo, pues tiene más calcio que la leche, así como un elevado porcentaje de proteínas digeribles y absorbibles, por lo que debe darse a niños y adultos.

Sin embargo, los resultados de un estudio realizado por investigadores de varios países liderado por la Dra. Mary Penny del Instituto de Investigación Nutricional del Perú, muestran que estas afirmaciones son incorrectas.

El estudio tuvo como objetivo analizar minerales, vitaminas, potenciales inhibidores de la absorción de micronutrientes, las proteínas y los alcaloides presentes en la hoja de coca, y evaluar el posible rol de las hojas de coca para tratar las deficiencias en la dieta de la población andina, tal como había sido sugerido a modo de suplemento nutricional o añadida a los alimentos procesados tales como el pan.

Así, Penny y sus colaboradores han realizado un estudio de la composición química y el valor nutricional de muestras de hoja de coca de siete regiones geográficas del Perú, y una muestra de polvo de hoja de coca (harina de coca) comercializada por Enaco.

Los análisis fueron realizados empleando las más modernas tecnologías de detección química en laboratorios privados comerciales, laboratorios gubernamentales y universitarios del Perú, Francia, Inglaterra, Suecia, Canadá y los Estados Unidos.

El estudio contribuye con nueva información acerca de los contenidos

LA HOJA DE COCA CARECE DE VALOR NUTRICIONAL: RESULTADOS DEL ESTUDIO DE UN GRUPO CIENTIFICO

MULTINACIONAL

Penny ME, Zavaleta A, Lemay M, Liria MR, Huaylinos ML, Alminger M, McChesney J, Alcaraz F, Reddy MB. ¿Puede la hoja de coca contribuir a mejorar la nutrición de la población Andina? Food and Nutrition Bulletin. 2009, 34: [en imprenta].

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SÍNTESIS

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nutricionales y de la presencia de otros constituyentes de las hojas que podrían afectar su biodisponibilidad.

En relación al calcio, el estudio demuestra que el mito, que la hoja de coca contiene elevadas cantidades de calcio y aún más calcio que la leche, es falso. Las cantidades de calcio encontradas en las diferentes muestras, de hoja de coca peruana estudiadas, muestran una cantidad de calcio de alrededor del 50% de la reportada en el mal llamado “Estudio de Harvard” de Duke Aulik y Plowman publicado en 1975. (990 y a 1013 mg/ 100g de hoja seca).

El estudio demuestra que es falso el mito que la hoja de coca tenga más calcio que la leche. Así por ejemplo, de la dosis máxima que los seguidores de la hoja de coca recomiendan ingerir al día: 2 cucharadas de te (aproximadamente 5 gramos de harina de coca) se obtiene 45 miligramos de calcio. Dicha cantidad es 5 a diez veces menor que la cantidad de calcio obtenida al tomar una taza de leche fresca, y veinte veces menor que la cantidad de calcio requerida al día por los niños.

También se ha afirmado que la hoja de coca constituye el alimento que contiene las mayores cantidades de calcio de la naturaleza y que por ello seria utilizable en el tratamiento de la osteoporosis. Los estudios muestran que otras plantas contienen más calcio que la hoja de coca: El orégano (tiene 1.7 veces mas), el perejil (1.6 veces mas), el culantro (tiene 1.4 veces mas) y la espinaca seca tiene 1.1 veces más calcio que la hoja de coca.

Un factor conocido, pero hasta ahora no estudiado en la hoja de coca, que es capaz de disminuir la absorción del calcio, el hierro y el zinc en la hoja de coca, son los antinutrientes. Estos son compuestos que tienen la capacidad de unirse a los minerales como el calcio, el hierro o el zinc, impidiendo su absorción en el intestino. El ácido oxálico es un antinutriente para el calcio, el que se ha encontrado en este estudio en cantidades importantes en la hoja de coca (2.1%), así como otros dos antinutrientes: ácido fítico y polifenoles.

La propuesta de comer harina de coca, porque contiene gran cantidad de proteínas digeribles y absorbibles, ha sido también evaluada en el estudio. El contenido de proteínas vegetales de la hoja de coca alcanza al 20.28%, sin embargo, el valor nutricional de dichas proteínas es pobre para el ser humano, debido a que no cuenta con todos los aminoácidos esenciales. En la hoja de coca el aminoácido lisina se encuentra en pequeñas cantidades. Estos resultados son consistentes con otros estudios efectuados en el Perú que muestran la escasa digestibilidad de las proteínas de la hoja de coca y la carencia de valor nutricional en dichas proteínas en modelos

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animales in vivo, que pierden peso cuando comen preparados de hojas de coca. Los resultados del estudio de Penny y colaboradores indican que las hojas de coca no pueden ser consideradas una buena fuente de proteínas.

El contenido de vitamina C detectado en el estudio es pobre en la hoja de coca. La vitamina A se encuentra en cantidades apreciables, aunque menores que las obtenidas en las zanahorias. La existencia de los alcaloides potencialmente tóxicos limita su uso como fuente de vitamina A.

El estudio de Penny y colaboradores también evalúo la presencia de alcaloides en la hoja de coca. Se demostró la presencia de cocaína y otros alcaloides potencialmente tóxicos para el ser humano, en forma similar a la de otros reportes.

A la luz de estos resultados ¿se debería abogar para que la hoja de coca sea considerada un alimento? Penny y colaboradores consideran que no.

Además del tema de seguridad que surge con relación al contenido de alcaloides tóxicos y de sus efectos anoréxicos, se encontró que las hojas de coca no aportan ventaja nutricional alguna en comparación con otras hojas tales como el orégano, el perejil o el culantro. Asimismo, la presencia de inhibidores puede limitar la biodisponibilidad de los nutrientes y reducir más aun cualquier potencial nutricional de la hoja de coca. La cantidad recomendada para el consumo del polvo de hoja de coca o la cantidad que se consumiría si la hoja de coca fuera incluida como parte del desayuno escolar, no tendría beneficio nutricional alguno. Algunos aconsejan comer cantidades mucho mayores, hasta 100 g, pero tales cantidades no sólo resultan desagradables y difíciles de consumir, sino que también contendrían considerables cantidades de cocaína, con todos los efectos dañinos que proporciona este alcaloide.

La dieta de la gente de las alturas de los Andes es deficitaria en muchos aspectos, y los efectos de la pobre calidad de este dieta son preocupantes. Los aportes de hierro, calcio y zinc son bastante escasos y su deficiencia causa serias consecuencias a la salud. Es necesario esforzarse para encontrar formas de mejorar estas dietas, pero comiendo hojas de coca o añadiéndolas a los alimentos con el propósito de enriquecerlos, no se contribuye a mejorar la calidad nutricional de la dieta, sino más bien introduce un supresor del apetito que resulta contraproducente, y, a corto o largo plazo, expone a la población al consumo de sustancias tóxicas asociadas con riesgos para su salud.

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Contenido

¿Pueden las hojas de coca contribuir a mejorar la nutrición de la población Andina? —M.E. Penny, A. Zavaleta, M. Lemay, M.R. Liria, M.L. Huaylinas, M. Alminger, J. McChesney, F. Alcaraz, and M.B. Reddy ......................................................................................................................... 205

Burden of anemia and its socioeconomic determinants among adolescent girls in India —P. Bharati, S. Shome, S. Chakrabarty, S. Bharati, and M. Pal ..............................................................................217

Nutritional and immunological status and their associations among HIV-infected adults in Addis Ababa, Ethiopia —H. Fufa, M. Umeta, S. Taffesse, N. Mokhtar, and H. Aguenaou ............................. 227

Implementing an integrated nutrition package at large scale in Madagascar: The Essential Nutrition Actions Framework —A.B. Guyon, V.J. Quinn, M. Hainsworth, P. Ravonimanantsoa, V. Ravelojoana, Z. Rambeloson, and L. Martin ..................................................................233

Growth and body composition of Peruvian infants in a periurban setting —L.L. Iannotti, N. Zavaleta, Z. León, and L.E. Caulfield .......................................................................................245

Adoption of the WHO Child Growth Standards to classify Indonesian children under 2 years of age according to nutrition status: Stronger indication for nutritional intervention —M. Julia ......................254

Efficacy of fortification of school meals with ferrous glycine phosphate and riboflavin against anemia and angular stomatitis in schoolchildren —M. Vinodkumar and S. Rajagopalan ........................... 260

Short Communication:

Anemia in low-income countries is unlikely to be addressed by economic development without additional programs —H. Alderman and S. Linnemayr ..................................................................................................265

IUNS Summary Report:

2008 activities to the international nutrition community —R. Uauy and O. Galal ............................................. 270

Letter to the Editor ..........................................................................................................................................................273

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Food and Nutrition Bulletin

Food and Nutrition Bulletin, vol. 30, no. 3© The United Nations University, 2009United Nations University PressPublished by the International Nutrition Foundation for The United Nations University150 Harrison Avenue, Boston, MA 02111 USATel.: (617) 636-3778 Fax: (617) 636-3727E-mail: [email protected] 0379-5721Design and production by Digital Design Group, Newton, MA USAPrinted on acid-free paper by Webcom, Toronto, ON Canada

Editor: Dr. Irwin H. Rosenberg, Friedman School of Nutrition Science and Policy, Tufts University, Boston, Mass., USA

Senior Associate Editor: Dr. Nevin S. ScrimshawAssociate Editor—Food Policy and Agriculture: Dr. Suresh Babu, International

Food Policy Research Institute (IFPRI), Washington, DC, USAAssociate Editor — Program Communication: Dr. Gary R. Gleason, Tufts

University, Gerald J. and Dorothy R. Friedman School of Nutrition Science and Policy, Boston, MA USA

Associate Editor—Food Science and Technology: Dr. V. Prakash, Central Food Technological Research Institute (CFTRI), Mysore, India

Statistical Advisor—Dr. William M. Rand, Tufts University School of Medicine, Boston, Mass., USA

Managing Editor: Ms. Michelle BadashManuscripts Editor: Mr. Jonathan HarringtonCopyeditor: Ms. Ellen DuffEditorial Assistants: Ms. Meagan Hardy, Ms. Georgette Baghdady

Editorial Board:Dr. Ricardo Bressani, Institute de Investigaciones, Universidad del Valle

de Guatemala, Guatemala City, GuatemalaDr. Hernán Delgado, Director, Institute of Nutrition of Central America

and Panama (INCAP), Guatemala City, GuatemalaDr. Cutberto Garza, Academic Vice President and Dean of Faculties, Boston

College, Chestnut Hill, Mass., USADr. Joseph Hautvast, Secretary General, International Union of Nutritional

Sciences (IUNS), Department of Human Nutrition, Agricultural University, Wageningen, Netherlands

Dr. Peter Pellett, Professor, Department of Food Science and Nutrition, University of Massachusetts, Amherst, Mass., USA

Dr. Zewdie Wolde-Gabreil, Director, Ethiopian Nutrition Institute, Addis Ababa, Ethiopia

Dr. Aree Valyasevi, Professor and Institute Consultant, Mahidol University, Bangkok, Thailand

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¿Pueden las hojas de coca contribuir a mejorar la nutrición de la población Andina?

Mary E. Penny, Alfonso Zavaleta, Melanie Lemay, Maria Reyna Liria, Maria Luisa Huaylinos, Marie Alminger, James McChesney, Franklin Alcaraz, and Manju B. Reddy

Resúmen

Antecedentes. Las Hojas de Coca (Erythroxylum coca) han sido promocionadas como un alimento que puede cubrir las deficiencias de la dieta de la población Andina, pero esto está basado en el análisis de los nutrientes de una pequeña muestra de hojas.Objetivo. Nosotros hemos evaluado el potencial nutricional de ocho muestras de hojas de coca de diferentes regiones del Perú. Métodos. Utilizamos las técnicas de la AOAC para medir los nutrientes e inhibidores de nutrientes (fitatos, polifenoles, ácido oxálico y fibra), así como las concentraciones de alcaloides, todos estos componentes expresados en 100 gramos de peso seco (PS) de las hojas molidas. Los minerales se midieron en dos laboratorios independientes por espectrometría de masas- plasma acoplado inductivamente.Resultados. Los siguientes componentes estan expresados en 100g de peso seco de las hojas molidas: 20.28 g de proteínas, con lisina como el amino ácido limitante; µ-caroteno, 3.51 mg; vitamina E, 16.72 mg; trazas de vitamina D; calcio, 990.18 y 1033.17 mg en dos diferentes laboratorios; hierro, 29.16 y 29.16 mg; zinc, 2.71 y 2.63 mg; y magnesio, 225.19 y 196.69 mg. El principal alcaloide fue la cocaína, con una concentración de 0.56 g/100g de PS; también se identificaron otros alcaloides. Los resultados se

Mary E. Penny, Melanie Lemay, Maria Reyna Liria, y Maria Luisa Huaylinos son miembros del Instituto de Investigación Nutricional (IIN), La Molina, Lima, Peru. Mary E. Penny también forma parte del Escuela de Medicina de Harvard en Boston, Massachussetts, USA (Harvard Medical School, Boston, MA, USA). Alfonso Zavaleta es miembro del Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas (CEDRO), Lima, Perú, y de la Universidad Peruana Cayetano Heredia de Lima, Perú. Marie Alminger es miembro del Instituto Chalmers de Tecnología, Gotenburgo, Suecia (Chalmers University of Technology, Göteborg, Sweden). James McChesney forma parte del ChromaDex, Boulder, Colorado, USA. Franklin Alcaraz es miembro del Centro Latinoamericano de Investigación Cientifica (CELIN), La Paz, Bolivia. Manju B. Reddy forma parte de la Universidad del Estado de Iowa (Iowa State University, Ames, Iowa, USA). Les agradeceremos dirigir sus preguntas al autor correspondiente: Mary E. Penny, Instituto de Investigación Nutricional Av La Molina 1885, La Molina, Lima 12, Peru; e-mail: [email protected].

compararon con aquellos de otras hojas comestibles. Las contribuciones nutricionales del polvo de coca (5 g) y del pan de coca fueron comparados con porciones normales de alimentos alternativos.Conclusiones. Dos cucharadas de harina de coca satisfarían menos de un 10% de la ración dietética requerida para niños en edad escolar y en los adultos para las deficiencias comúnmente críticas de la dieta. Las hojas de coca no proporcionan beneficios nutricionales cuando se ingieren en las cantidades recomendadas, y la presencia de cocaína absorbible y otros alcaloides podría resultar potencialmente dañina; por consiguiente, las hojas de coca no pueden ser recomendadas como alimento.

Palabras clave: Hoja de coca, contenido nutricional, calcio, hierro, alcaloides, desnutrición infantil.

Introducción

Las hojas de coca (Erythroxylum coca var coca) tuvieron una importancia mística y cultural en las antiguas sociedades andinas. La coca fue originalmente restringida al uso ceremonial por el gobernante Inca; los colonizadores españoles fueron los responsables del incremento de la producción y de la extensión del uso de la hoja en todos los Andes [1-4]. Fue un hábito común entre los trabajadores, que solían mantener un bolo de hoja de coca y de ceniza de madera en la boca, el cual iba liberando lentamente el alcaloide de cocaína que producía un efecto antifatigante así como la supresión del apetito [5-13]. Desde los años setenta, y más aún a través de los años recientes, el consumo de la hoja de coca ha sido promocionado en el Perú y Bolivia por su supuesto valor nutricional con especial énfasis en la posibilidad de combatir las deficiencias de la dieta de la región andina[14-16].Si bien la desnutrición aguda (adelgazamiento) asociada con una inadecuada ingesta de calorías es rara en el Perú, aún en las zonas más pobres [17, 18], el retraso en el crecimiento lineal es común, especialmente en las áreas rurales. Las encuestas de población [17] muestran que en términos generales, un 29.5% de los niños menores de 5

Traducido de: Penny ME, Zavaleta A, Lemay M, Liria MR, Huaylinos ML, Alminger M, McChesney J, Alcaraz F, Reddy MB. ¿Puede la hoja de coca contribuir a mejorar la nutrición de la población Andina? Food and Nutrition Bulletin. 2009, 30 (3): 205-216.

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años sufren de retraso en el crecimiento, con menos de 2 DS de estatura para su edad de acuerdo a los estándares de referencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) [19], y esta cifra no ha cambiado significativamente a través de los 5 últimos años [20]. En las areas rurales del Perú, especialmente en las zonas alto andinas, un 43.2% de los niños menores de 5 años sufren de retraso en el crecimiento, y el 13.1% de las mujeres sufren de riesgo obstétrico, con estaturas inferiores a 145 cm, Las cifras correspondientes a la región amazónica son de 32.2% y 11.8% respectivamente [17, 18]. El retraso en el crecimiento se asocia a la pobreza, a las condiciones de vida anti-higiénicas, y a los bajos niveles de educación de los padres, factores que contribuyen a una dieta de inferior calidad durante la fase intrauterina y el período de la primera infancia [18, 21-25]. El retraso en el crecimiento se asocia con consecuencias a lo largo de toda la vida, tales como un bajo rendimiento escolar, menor capacidad para el trabajo, y a un incremento de la mortalidad materna. [26]. El retraso en el crecimiento no es inevitable; los hijos de los padres que migran a las grandes ciudades en las cuales tienen acceso a una mayor variedad de alimentos, logran desarrollar su potencial de crecimiento y tienen menores niveles de retraso en el crecimiento que sus contrapartes rurales. [21]. La anemia, principalmente debida a la deficiencia de hierro, es también un problema importante, especialmente entre los niños en edad pre-escolar y entre las mujeres embarazadas y en etapa de lactancia [20]. La anemia proviene del consumo a largo plazo de dietas deficitarias en contenido de hierro y/o biodisponibilidad [27-30]. Los alimentos que proporcionan las mayores cantidades de hierro fácilmente asimilable son aquellos de origen animal tales como las carnes rojas y las menudencias. [31]. Los alimentos de origen animal (tales como la carne, aves, leche, pescado y huevos) son también importantes fuentes de otros nutrientes esenciales para la salud que frecuentemente faltan en la dieta [32, 33], tales como calcio, retinol y zinc. El calcio es esencial para la formación saludable de los huesos y la función inmunológica, y las dietas bajas en su ingesta durante la niñez y la adolescencia se asocian a las osteoporosis en la edad madura. [34, 35]. La deficiencia de zinc en la dieta es también común y contribuye al retraso en el crecimiento lineal, retardo en el desarrollo [37], y mayores tasas y gravedad de la diarrea y la neumonía [38] — la causa número uno de muerte entre los niños de los Andes [18]. En algunas zonas del Perú también se reporta una deficiencia estacional o subclínica de la vitamina A [18, 39] cuando la ingesta de retinol o de su precursor ß-caroteno es escasa o estacional. La dieta en las zonas rurales del Perú tiende a ser monótona, de alto contenido de carbohidratos, baja en grasas y en alimentos de origen animal [40, 41]. La ingesta de proteínas es adecuada pero proviene mayormente de fuentes vegetales con un desbalance de amino ácidos. La baja ingesta de minerales se exacerba debido a la baja biodisponibilidad de estos nutrientes en la dieta, y a la presencia de inhibidores de de absorción, tales como la fibra, fitatos, polifenoles y oxalatos. En 1975, un grupo del Museo Botánico de la Universidad de Harvard e investigadores del Servicio de Investigación Agrícola de Beltsville, Maryland, USA, analizó la composición nutricional de una muestra de

hojas de coca de Bolivia [42] y revisó análisis previos de hojas de coca provenientes de Bolivia y del Perú [43]. Ellos reportaron que las hojas de coca tenían un contenido relativamente elevado de energía (305 kcal/100 g), proteínas (18.9 g/100 g), calcio (1,789 mg/100 g), hierro (26.8 mg/100 g), y vitamina A (10,000 IU/100 g) comparadas a una selección de otros vegetales, no obstante que reconocieron que en parte, estos elevados valores se debían al hecho de que las hojas de coca se secaron y que tenían un contenido promedio de humedad de 8.5%. El estudio no midió los inhibidores de absorción de los micronutrientes. Asimismo, previnieron que la presencia de alcaloides tóxicos podría tornar indeseable a la hoja de coca como fuente de nutrientes. [42]. A pesar de la advertencia de los autores, la hoja de coca está siendo promocionada como una valiosa fuente de nutrientes, y se ha sugerido que se debería incluir en programas de asistencia alimentaria como un fortificante basado en los resultados reportados por Duke y col. [16]. Con los conocimientos que se han obtenido a lo largo de las tres décadas pasadas, con relación a tecnología más avanzada, hoy en día se puede proporcionar información más exacta acerca de la composición de las hojas de coca. En vista de que la hoja de coca viene siendo promocionada para su consumo por una población inherentemente vulnerable al riesgo nutricional, fue necesario llevar a cabo un estudio más exhaustivo de su valor nutricional, tomando en cuenta los anti-nutrientes y las sustancias tóxicas que contiene.

Materiales y métodos

Suministro de la muestra

Analizamos muestras de Erythroxylum coca var coca de siete diferentes regiones del Perú (Cuadro 1). Todas las regiones eran valles de ríos a menos de 1,000 m sobre el nivel del mar. Se adquirió de proveedores locales entre 3 y 9 kg de hojas de coca secada al sol y lista para su uso tradicional [44, 45]. Adicionalmente, se compró una muestra de Mixtura Andina. Este producto es comercializado por ENACO (Empresa Nacional de la Coca) como harina de hoja seca y micropulverizada. Las hojas se volvieron a secar y se molieron en partículas de menos de 0.5 mm de tamaño con homogeneidad garantizada siguiendo las estadísticas de Mandel h (SGS-Peru, Callao). El contenido de humedad fue determinado de acuerdo al método AOAC 930.04:2000 [46]. Dichas muestras secadas al horno y molidas se almacenaron en la oscuridad en bolsas plásticas en un ambiente controlado de 15° a 24°C con menos de un 60% de contenido de humedad antes de ser embarcadas a los laboratorios a una temperatura ambiental para ser analizadas.

Análisis

Se llevó a cabo análisis bioquímicos en diversos laboratorios privados, gubernamentales, y universitarios independientes del Perú, Francia, Inglaterra, Suecia,

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207Potencial nutricional de la hoja de coca

CUADRO 1. Análisis Proximal de las muestras de hojas de coca de diferentes regiones del Perú

Muestra Fuente

Humedad almomento de

la compra (%) a

Fibra Cruda (g/100 g

peso seco)(g/100 g

peso seco)(g/100 g

peso seco)

Proteína(g/100 g

peso seco)

Energía (kcal/100 g peso seco)b

1 San Francisco, Provincia de la Mar, Ayacucho

15.89 11.97 15.65 5.96 5.58 19.74 345.34

2 Shupte, Provin-cia de Leoncio Prado

12.82 9.06 15.36 6.76 5.04 19.91 351.88

3 Provincia de Tocache, San Martín

13.32 9.42 16.17 5.53 6.56 17.24 336.72

4 Valle Paucar-tambo, Cusco

14.23 9.84 15.56 5.29 5.69 21.51 341.61

5 Aguaytia, Ucayali 14.32 9.85 16.45 7.13 5.42 18.96 348.316 Valle del Monzón,

Provincia Huamalies, Huánuco

13.93 9.52 15.36 6.61 5.39 21.12 350.35

7 Inambari, Puno 14.88 11.47 14.91 5.30 6.04 22.24 342.268 ENACO S.A. 8.03 4.63 14.24 6.35 5.46 21.51 353.36

Mean ± SD

13.43 ± 2.37 9.47 ± 2.21 15.46 ± 0.69 6.12 ± 0.70 5.65 ± 0.47 20.28 ± 1.65 346.23 ± 5.76

a.Humedad de las muestras conforme fueron utilizadas en los análisisb. Calorías medidas con una bomba calorimétrica adiabática

Canadá, y los Estados Unidos. Consultamos con reconocidos laboratorios de análisis e investigamos la literatura publicada para identificar laboratorios con la capacidad y la experiencia para analizar minerales, vitaminas, inhibidores potenciales de absorción de micro-nutrientes, y alcaloides en matrices de la hoja. La selección final también tomó en cuenta la capacidad de los laboratorios para importar y manipular sustancias controladas. Análisis proximal

Se llevó a cabo un análisis proximal en SGS-Peru, Callao, de acuerdo a los siguientes protocolos actuales de la AOAC. Se midió la fibra cruda de acuerdo a la AOAC 930.10:2000 [46], el extracto de éter de acuerdo a la AOAC 930.09:2000 [46], la ceniza de acuerdo al AOAC 930.05:2000 [46], y la proteína de acuerdo al AOAC 978.04:2005 [47]. La energía se midió en el Instituto de Investigación Nutricional, La Molina, Peru, mediante el uso de una bomba calorimétrica de acuerdo a los métodos estándar [48].

Análisis de Minerales

Se realizó un análisis de minerales trazas mediante una espectrometría de masas con plasma acoplado inductivamente (ICP-MS) en dos laboratorios independientes utilizando la misma tecnología: Central Science Laboratory-UK (CSL, York, UK) y la División de Toxicología del Instituto Nacional de Salud Pública de Quebec (INSPQ), Ste-Foy, Canada). El magnesio, calcio, hierro, zinc, arsénico, selenio, cadmio, mercurio, y plomo

se analizaron en CSL, York, UK. Se realizo una digestión con ácido nítrico en recipientes cerrados de cuarzo a altas presiones seguida por su calentamiento en microondas previamo a su cuantificacion por ICP-MS. Los materiales de referencia NIST 1515 hojas de manzana, NIST 1547 hojas de durazno, y NIST 1573 hojas de tomate, fueron utilizadas con fines de comparación.

Análisis de Vitaminas

La vitamina A (retinol and ß-caroteno), la vitamina C (ácido ascórbico), la vitamina D (colecalciferol), y la vitamina E (tocoferoles) fueron analizados por medio de una cromatografía líquida de alto rendimiento (HPLC) (Aquanal Pessac, Francia) de acuerdo a las normas francesas NF EN 12823-1 y 2 [49, 50], EN 14130 [51], NF EN 12821 (2001) [52], y NF EN 12822 (2001) [53], respectivamente.

Aminoácidos

Se evaluó el perfil de los aminoácidos a través de una cromatografía de intercambio iónico utilizando una derivación con ninhidrina de acuerdo al AOAC 982.30 y 985.28 [54]. Asimismo, llevó a cabo un análisis separado de triptófano mediante HPLC luego de la hidrólisis alcalina de acuerdo a AOAC 982.30 y 988.15 [46] (Aquanal, Pessac, France).

Inhibidores potenciales de la biodisponibilidad de los minerales

Fibra soluble e insoluble. Se analizó la fibra de acuerdo al

Humedad después delsecado (%)

Grasa Ceniza

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208 M.E. Penny et al.

CUADRO 2. Contenido de Aminoácidos de las hojas de coca y puntaje de amino ácidos

Aminoácidos

Aminoácido

(g/100 g de hoja)a de proteìna)b

Requerimiento depatrón de puntaje

(requerimientos demg/g de proteína)c d

Histidina 0.418 ± 0.040 20.611 18 1.145Isoleucina 0.728 ± 0.072 35.897 25 1.436Leucina 1.323 ± 0.147 65.237 55 1.186Lisina 0.801 ± 0.095 39.497 51 0.774Metionina 0.337 ± 0.036 16.617Cisteina 0.200 ± 0.020 9.862Metionina + cisteina 0.537 ± 0.057 26.479 25 1.103Fenilalanina 0.790 ± 0.094 38.955Tirosina 0.570 ± 0.073 28.107Fenilalanina + tirosina 1.360 ± 0.167 67.061 47 1.427Treonina 0.711 ± 0.076 35.059 27 1.298Triptofano 0.265 ± 0.034 13.067 7 1.867Valina 0.902 ± 0.096 44.477 32 1.390

a. Media ± SD de 8 muestras, concentración de aminoácidos en 100g de peso seco de hojas de coca molidas.b. Media de 8 muestras, aminoácidos mg/g de proteína.c. Requerimiento de patrón de puntaje para los requerimiento de aminoácidos de niños de 3 a 10 años de edad.d. Cantidad de aminoácidos en 1 g de proteínas (mg)/cantidad de amino ácidos del patrón de requerimientos (mg) [57].

método AOAC 991.43[46] (Aquanal, Pessac, Francia). Ácido fítico y ácido oxálico. El ácido fítico así como el oxalato fueron analizados en la Universidad Tecnológica Chalmers, Gotenburgo, Suecia. Para ambos análisis, muestras secas fueron extraidas con 0.5 M HCl, seguidas por tres series de 30 minutos de lisis ultrasónica y centrifugación a 10,000µg por 5 minutos. Los fosfatos de inositol fueron separados por medio de una cromatografía de intercambio iónico y cuantificados de acuerdo al método descrito por Carlsson y col. [55]. El mismo extracto fue utilizado para la cuantificación total utilizando una cromatografía de intercambio de aniones tal como la describen Normén y col. [56]. Polifenoles. Se llevó a cabo una evaluación de polifenoles en el CSL (York, Reino Unido) por medio de la reacción Folin-Ciocalteau, mediante la cual se fermentó la muestra de 2.0 g en 250 ml de agua hervida por 4 minutos con una posterior decantación y centrifugación. Luego de agregarle el reactivo de Folin-Ciocalteau y carbonato de sodio, las muestras fueron incubadas a 20°C por 2 horas con agitación. Los fenoles totales fueron calculados mediante una lectura de absorbancia a 750 nm, como equivalentes al ácido gálico (GAE). Se utilizó un composito de todas las muestras a modo de muestra de control de calidad. Alcaloides. Los alcaloides fueron analizados en el Instituto Nacional de Salud Pública de Québec (National Public Health Institute (INSPQ), Ste-Foy, Canada). Los alcaloides de la hoja de coca se calcularon a través de una cromatografía de gases y espectrometría de masas (GC-MS) previa extracción Soxhlet: 1 g de hojas en polvo fueron pesadas precisamente dentro de un frasco volumétrico de 250 mL añadiéndosele 100 mL de cloruro de metileno. Luego se refluyó el frasco en un aparato Soxhlet durante 24 horas. Al finalizar este período, se calculó con precision el volumen del solvente remanente en el frasco, se transfirió a un tubo de 100 mL, y se dejó a

4°C hasta el análisis. A continuación, una alicuota del extracto soxhlet se diluyó en cloroformo 1/10 con cocaína deuterizada como estándar interno, y una pequeña porción fue inyectada en el GC-MS.

Resultados

Se analizó ocho muestras de Erythroxylum coca var coca. El Cuadro 1 muestra el porcentaje de humedad de las hojas tal como fueron adquiridas, y el porcentaje de humedad después de volverlas a secar para su molienda como preparación para los análisis. Las muestras fueron almacenadas y despachadas en esta condición. Las hojas en el estado en que se compraron variaban entre de un 13% y un 16% en su contenido de humedad, a excepción de la muestra adquirida en forma de polvo, la cual tenía un contenido de humedad de 8%. Los resultados del análisis proximal y todos los demás análisis, salvo cuando se especifica de otra manera, están expresados por 100 g de peso seco (0% de contenido de humedad); el Cuadro 1 muestra estos resultados. El contenido de proteínas variaba entre un 17% a un 22%, con un promedio de 20.288 1.65 g/100 g de peso seco.Las proteínas varían en la medida en que proporcionan amino ácidos que no se pueden sintetizar en el cuerpo y que, por lo tanto, son necesarios en la dieta. Nos referimos a estos como amino ácidos indispensables. La calidad de la proteína depende de su contenido relativo o su balance de amino ácidos; una proteína de alta calidad satisface tanto el requerimiento de nitrógeno como todos los requerimientos de amino ácidos con la mínima cantidad de proteínas [57]. Las proteínas de origen animal, tales como la leche de vaca y el huevo de gallina completo, se consideran proteínas de alta calidad. Para estimar la calidad de la proteína, el contenido de amino ácidos debe compararse contra un patrón de puntaje requerido. En la Cuadro 2 muestra el contenido de

±

Contenido deAminoácido

Contenido de

(mg/g Puntaje

Aminoácidos

Page 12: CON 00006 Nutricion Hojadecoca Es

209

CUADRO 3. Contenido de minerales en las muestras de las hojas de coca (mg/100 g de peso seco) a

Muestra

Calcio Hierro Zinc Magnesio

Laboratorio

Promedio

Laboratorio Laboratorio Laboratorio

1 2 1 2 1 2 1 2

1 1,009.32 1,135.98 1,072.65 28.06 28.40 28.23 2.84 3.41 3.13 245.48 227.19 236.342 955.47 1,000.66 978.07 12.54 23.09 17.82 2.50 2.20 2.35 195.18 175.94 185.563 964.45 993.60 979.03 41.07 40.85 40.96 2.21 1.99 2.10 196.40 165.60 181.004 812.67 831.85 822.26 71.21 54.35 62.78 2.60 2.33 2.47 255.10 210.74 232.925 960.51 1,053.8 1007.16 13.87 14.42 14.15 2.93 2.88 2.91 176.48 155.30 165.896 1,135.61 1,105.22 1120.42 28.63 28.74 28.69 2.65 2.54 2.60 180.37 154.73 167.557 1,019.65 1,095.67 1057.66 18.07 20.33 19.20 3.03 2.94 2.99 362.59 316.38 339.498 1,063.75 1,048.55 1056.15 19.82 23.07 21.45 2.90 2.73 2.82 189.89 167.77 178.83

Promedio ± SD

990.18± 94.15

1,033.17 ± 95.23

1011.67b 29.16 ± 19.39

29.16 ± 12.77

29.16b 2.71 ± 0.27

2.63 ± 0.46

2.67b 225.18 ± 6.27

196.71 ± 5.50

210.95b

a.Adaptado a 0% de humedad.b.Promedio de promedios.

InhibidorConcentración

(g/100 g peso seco) a

Fibras Insolubles 38.02 ± 1.86Fibras Solubles 2.83 ± 0.81Ácido Oxalico 2.09 ± 0.10Ácido Fítico 0.29 ± 0.21Polifenoles 3.78 ± 0.34

a. Promedio ± SD de 8 muestras.

amino ácidos de las hojas de coca comparado con el patrón de puntaje de la Junta Directiva de Alimentos y Nutrición del Instituto de Medicina (FNB/IOM), correspondiente al año 2002, para todos los niños de 1 año de edad en adelante.[57]. De esta manera, el puntaje de amino ácidos para un alimento en particular se calcula comparando el contenido de amino ácidos del alimento en miligramos por gramo de proteína al al requerimiento patrón y los amino ácidos limitantes pueden ser identificados como aquellos que muestran una proporción menor a 1 [58]. Por consiguiente, la lisina es el amino ácido limitante, con una proporción de 0.774. Se dice que las hojas de coca contienen altas concentraciones de vitaminas como la vitamina A, y minerales tales como el calcio y el hierro. Los análisis revelaron un promedio de contenido de 3,510 µg de µ-caroteno en 100 g de hoja seca. Esto representa 292.50 µg de equivalencia de actividad de retinol [59]. Cinco de las ocho muestras de hojas de muestra contenían pequeñas cantidades de vitamina D, 3.12 µg/100 g de peso seco. El contenido de vitamin E (µ-tocoferol) fue muy variable, con un promedio de 16.72, una desviación estándar de 9.01, y un rango de 3.63 a 29.57 mg/100 g de peso seco. El Cuadro 3 muestra los contenidos de minerales claves en todas las muestras analizadas en dos laboratorios distintos. Los resultados son muy parecidos entre los dos laboratorios, ambos utilizaron ICP-MS con métodos similares. Tal como se esperaba, hubo una variación entre las muestras de las diferentes áreas geográficas. Se halló bajos contenidos de otros minerales, los mismos que, ajustados al peso seco y expresados como microgramos o miligramos por kilogramo de hoja seca, dado su bajo contenido, arrojaron los siguientes resultados: 9.92 mg/kg de cobre, 0.19 µg/kg, de mercurio y 0.42 µg/kg de cobre. Estos contenidos de minerales carecen de importancia nutricional o toxicológica, y la ingesta de la hoja de coca en cantidades comestibles se ubicaría muy por debajo de la Máxima Ingesta Provisional por Semana y de la Máxima Ingesta Provisional Tolerable por Día [60]. El selenio estuvo presente en concentraciones demasiado bajas para ser medidas con precisión en el laboratorio 1, donde las concentraciones en cuatro muestras se hallaban por

debajo del nivel de detección. Los resultados del laboratorio 2 arrojaron un contenido de selenio que variaba entre 0.333 a 1.435 mg/kg, con un promedio de 0.800 ± 0.365 mg/kg corregida a peso seco. Cinco gramos de coca proporcionarían sólo un 7% de los requerimientos diarios de selenio [61]. La biodisponibilidad es una medida de la cantidad de un nutriente de un alimento que es absorbido y disponible para fines fisiológicos. La biodisponibilidad de los minerales esenciales tales como el hierro, el zinc y el calcio se reduce en las fuentes vegetales: la reducción puede resultar tan significativa como una falta de nutrientes en los alimentos para determinar las deficiencias nutricionales en las poblaciones que dependen mayormente de una dieta basada en plantas. El Cuadro 4 muestra los resultados de los análisis de los inhibidores de absorción de las hojas de coca. El Cuadro 5 muestra los resultados de alcaloides de las hojas. Medimos sólo cinco de los alcaloides presentes en las hojas de coca [62]. El principal alcaloide fue la cocaína, con una concentración de 0.56 g/100 g de peso seco; las demás estuvieron presentes en pequeñas cantidades.

Discusión

Analizamos los contenidos de siete muestra de hojas de Erythroxylum coca var coca, la variedad de la planta de coca que comunmente se cultiva en la región Andina,

CUADRO 4. Inhibidores potenciales de absorción de los

Promedio Promedio Promedio

nutrientes de la hoja de coca

Potencial nutricional de la hoja de coca

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además de la harina de coca procesada para fines comerciales que se vende como suplemento nutricional. Nuestro objetivo consistía en evaluar el posible rol de las hojas de coca para tratar las deficiencias en la dieta de la población andina, tal como había sido sugerido a modo de suplemento nutricional o añadida a los alimentos procesados tales como el pan. Nuestro estudio contribuye con nueva información acerca de los contenidos nutricionales y de la presencia de otros constituyentes de las hojas que podrían afectar su biodisponibilidad. No obstante que la masticación de la coca ha sido estudiada por sus efectos fisiológicos y toxicológicos, no se ha llevado a cabo estudios acerca de la biodisponibilidad de los nutrientes derivados de esta forma de ingestión, y este es el primer informe de los inhibidores potenciales de biodisponibilidad mineral en las hojas de coca. Es importante tomar en cuenta la biodisponibilidad, ya que puede ser un factor de mayor importancia que su contenido dietético para determinar su adecuación a la dieta. Esto resulta especialmente importante para muchos minerales. Los inhibidores de absorción contenidos en los alimentos influyen sobre la absorción de los nutrientes, no sólo de los alimentos mismos sino también de otros alimentos que se comen al mismo tiempo. La ingesta del hierro y el zinc en la dieta es baja en los Andes [40], y se considera que las deficiencias de estos micronutrientes contribuyen en gran medida a la elevada prevalencia del retraso en el crecimiento y la anemia. La ingesta de calcio es también muy baja. El contenido de hierro fue de 29.16 mg por 100 g de polvo de hoja seca de coca (el valor arrojado por ambos laboratorios fue el mismo), el cual es 38% más bajo que la cifra reportada anteriormente [42]. Encontramos variaciones entre las muestras de diferentes áreas, oscilando entre 12.54 y 71.21 mg/100 g de peso seco. Dichas variaciones pueden deberse a las diferencias de las condiciones de sembrado de las plantas de coca, a la edad de las hojas, a la contaminación del suelo y de otros materiales, o a los métodos utilizados en ambos estudios. Asimismo, la variabilidad genética también puede estar desempeñando un rol. Tomando en consideración el valor promedio, el polvo de coca utilizado para la harina a una concentración de 5% contribuiría sólo

210 M.E. Penny et al.

CUADRO 5. Contenido de Alcaloides de las muestras de hoja de coca (g/100 g peso seco)

MuestraAnhidroecgonina

metil esterEcgonina

metil ester Cocainatrans-Cinna-moylcocaina

cis-Cinnamoyl-cocaina

1 0.02 0.26 0.58 0.07 0.102 0.02 0.14 0.54 0.02 0.043 0.01 0.29 0.50 0.07 0.104 0.01 0.23 0.70 0.04 0.085 0.01 0.12 0.58 0.03 0.066 0.03 0.06 0.54 0.03 0.067 0.02 0.10 0.60 0.02 0.058 0.02 0.26 0.44 0.03 0.06

Promedio± SD

0.02 ± 0.01 0.18 ± 0.09 0.56 ± 0.08 0.04 ± 0.02 0.07 ± 0.02

CUADRO 6. Concentraciones de minerales en la hoja de coca en comparación a otras hojas (mg/100 g peso seco)a

Hoja Calcio Hierro Zinc Magnesio

Coca 1,015.5 29.2 2.7 210.9Perejil 1,629.7 108.6 5.2 276.4Laurel 882.0 45.5 3.9 126.9Culantro 1,344.1 45.8 5.1 748.7Orégano 1,697.5 47.4 4.8 290.8Espinaca seca 1,151.2 31.5 6.2 918.6.Alfalfa 445.7 13.4 12.8 376.0

a. Los datos para la coca son los resultados del promedio de las pruebas de ocho-muestras de dos laboratorios. Los datos para otras hojas provienen del

alrededor de 1.45 mg de hierro en 100 g de harina ó 0.8 mg en una ración de dos panes, lo cual aportaría tan sólo un 10% de la dosis diaria recomendada para los niños [59]. La biodisponibilidad del hierro es un problema complejo debido al efecto de la matriz del alimento en su absorción. La presencia de facilitadores e inhibidores puede influenciar su biodisponibilidad. El contenido de ácido ascórbico, un reconocido facilitador de la absorción del hierro, aparenta ser muy bajo en estas hojas de coca secadas al sol; sin embargo, los factores inhibidores que afectarían negativamente la absorción del hierro se encuentran presentes en cantidades sustanciales. Por ejemplo, el contenido del ácido fítico es lo suficientemente elevado para resultar preocupante. El contenido del ácido fítico varió entre las ocho muestras, lo cual era de esperarse ya que el contenido de fitatos varía con el contenido de fósforo en la tierra, y las hojas se recogieron en diversos lugares. El contenido promedio de ácido fítico fue de 0.3%, el cual es inferior al de los cereales (1% a 2%), pero más elevado que el de la espinaca (0.01% to 0.07%) [63]. Las hojas de coca también tienen cantidades significativas de polifenoles. Encontramos 3.8 g/100 g basados en peso seco y 66 mg por ración de infusión (los datos no se muestran) como equivalentes al ácido gálico. Resulta difícil interpretar la información sobre los polifenoles, ya que no todos los tipos de fenoles tienen el mismo efecto sobre la absorción del hierro [64]. Cuando se midió la absorción del hierro en bebidas que contenían diferentes tipos de polifenoles, se encontró una reducción de 50% a 70% y de 20 a 50 mg de polifenoles totales como

Departamento de Agricultura de los Estados Unidos [69].

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211

catequinas equivalentes [65], lo cual se traduce en 22 mg de ácido gálico (basado en concentraciones molares) [64]. Cuando la hoja de coca en polvo se añade a un producto alimenticio al nivel de 5%, la cantidad de polifenoles (76 mg) resulta similar a la de una ración de infusión. El contenido de zinc en las hojas de coca es bajo comparado con el de las otras hojas listadas en el Cuadro 6. El consumo de pan con un ingrediente de 5% de polvo de hoja de coca contribuye sólo un 0.1% del re quer imiento d i ar io p ara los n iños . L a biodisponibilidad del zinc no es influenciada por la mayor parte de los factores que afectan la absorción del hierro. El ratio de fitato- al-zinc es un importante determinante de la absorción del zinc; se constató que era de 1.1, lo cual resulta estar por debajo del valor crítico de 15 [66]. El bajo contenido de zinc en vez de su baja biodisponibilidad significa que la hoja de coca no puede ser considerada una fuente importante de este mineral esencial. Nuestros análisis indican menores concentraciones de calcio que las reportadas por Duke y col. [42]. Esto puede deberse a las diferentes condiciones de cultivo de las plantas, y nosotros sí encontramos cierta diferencia entre las hojas cosechadas en las distintas regiones, lo cual es de esperarse y puede deberse a la variabilidad genética intrínseca entre las plantas, la variación de las condiciones de cultivo, tales como el suelo, la edad de las plantas, las condiciones de almacenamiento, y la exposición a la luz y el calor antes de adquirirlas. Sin embargo, todas nuestras muestras arrojaron contenidos mucho menores de calcio que los de Duke y col. Ellos reportaron 1,647 mg/100 g (corregidos a peso seco) en la muestra Boliviana de calcio que evaluaron, y 2,272 mg/100 g (corregidos a peso seco) en el caso de las muestras Peruanas previamente analizadas por Machado y col. [43], en comparación a los 990 a 1,033 mg/100 g de peso seco reportados en el presente estudio. Las diferencia en la técnica de análisis así como las potenciales explicaciones por variabilidad antes mencionadas pueden ser las causas de esta diferencias. No obstante, nosotros evaluamos estos minerales críticos en dos laboratorios independientes cuidadosamente seleccionados en diferentes países y obtuvimos cantidades promedio muy similares de calcio, hierro y zinc, con menos de un 5% de variabilidad, un resultado que aumenta la confianza en el estándar de los análisis. Esta cantidad de calcio proporcionaría menos de un 5% de la dosis diaria recomendada para los niños. Encontramos cantidades significativas de ácido oxálico (2.1%) en las hojas de coca, que se esperaría afectaran la biodisponibilidad de calcio y redujeran aún más el calcio presente en las hojas. La amplitud de este efecto debe medirse en estudios de biodisponibilidad. El contenido de magnesio de las hojas de coca fue bastante comparable al valor previamente reportado (211 vs. 233 mg) [42], no obstante hubo una mayor variabilidad de medidas, ya que el laboratorio 2 reportó valores promedio 13% más bajos que los del laboratorio 1. La cantidad de magnesio en la harina de pan fabricada con un 5% de polvo de hoja de coca, arrojaba solamente 4.5 mg de magnesio, una cantidad significativamente menor que la dosis diaria recomendada de 240 mg[59]. A pesar de que la biodisponibilidad del magnesio no ha sido bien estudiada entre los seres humanos, un estudio

reciente reportó que la disponibilidad de magnesio era inferior en una comida a base a espinaca (27%) que en una comida a base de acelga (37%), una desigualdad que se atribuyó a las diferencias en su contenido de ácido oxálico [67]. En dicho estudio el ratio molar del ácido oxálico al magnesio fue de 1.33. En el estudio actual, se encontró que el ratio molar era de 2.56 y se esperara una reducción mucho mayor de absorción. También analizamos el contenido vitamínico de las hojas de coca. Tal como se esperaba en alimentos vegetales, detectamos la presencia de ß-caroteno mas no de retinol. La evidencia actual sugiere que el ratio de conversión del ß-caroteno de hojas verdes a los equivalentes de retinol es mayor a 10:1; los estimados varían de 10:1 to 26:1 [68]. Usamos un valor de 12:1 [69]. Comparado con otras fuentes, la cantidad de vitamina A proporcionada por los alimentos que incluyen hoja de coca sería pequeña. Sólo se detecto pequeñas cantidades de vitamina D en algunas muestras de la hoja. La cantidad obtenida sugiere que la ingesta de la hoja de coca proporcionaría un 2% del requerimiento diario de 5 mg de ?-tocoferol [59]. La vitamina D se obtiene principalmente a través de la piel cuando se expone a la luz ultravioleta del sol, un proceso que se lleva a cabo a lo largo del año en altitudes elevadas; por consiguiente, la deficiencia de vitamina D no se considera un problema para los niños y adultos de los Andes. Contrariamente al estudio de Duke y col. [42], no se detectó vitamina C en ninguna de las muestras de nuestras hojas. Es probable que nuestras muestras hayan sido expuestas a la luz solar, conforme se hace durante el proceso tradicional de secado y que esto motivó la reducción de su contenido de vitamina C. Duke y col. [42], no proporcionaron detalles de la fuente de las hojas que usaron; pueden haberlas recogido directamente de la planta, evitando su exposición a la luz solar y preservando su contenido de vitamina C. La deficiencia de vitamina C no es un problema nutricional en las alturas de los Andes del Perú y Bolivia donde las papas, que constituyen una excelente fuente de vitamina C, son un componente importante de la dieta. [70]. Finalmente, se ha sugerido que la hoja de coca podría ser una fuente útil de proteínas en la dieta. Nosotros reportamos un contenido de proteínas similar al reportado por Duke y col. [42] de aproximadamente 20 g/100 g de peso seco. Comer 5 g de hoja de coca al día, proporcinaría sólo 1 g de proteínas, es decir, menos del 3% de lo requerido por un escolar [57]. También tuvimos ocasión de analizar el contenido de amino ácidos y de comprobar que la calidad de la proteína basada en el puntaje de amino ácidos es limitada debido a su contenido de lisina. Para satisfacer el 100% del requerimiento de todos los amino ácidos esenciales, haría falta consumir un 30% más de hojas de coca por peso que de alimentos de origen animal tales como el huevo o la leche. La calidad de la proteína basada únicamente en el puntaje de amino ácidos, no incluye un ajuste de digestibilidad de proteínas. El ratio de la eficiencia de proteínas derivadas de la hoja de coca es inferior que el de las provenientes de la caseina [71], de manera que si tomamos en cuenta la digestibilidad de la proteína, podríamos esperar una menor digestibilidad -corregida a la del puntaje de amino ácidos (PDCAA) [58].

Potencial nutricional de la hoja de coca

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La calidad de la proteína de la dieta también puede ser evaludada en los estudios de animales en crecimiento deprivados de proteínas. Tales estudios [71-73] mostraron que los animales alimentados con la hoja de coca como fuente de proteínas, perdían peso [72], y cuando la hoja de coca constituía más del 5% de su dieta, los animales morían, y en la autopsia que se les practicó se halló que sus hígados habían crecido anormalmente [73]. Se comprobó asimismo, que los efectos negativos se encontraban presentes aún habiendo utilizado hojas de coca desalcalinizadas [74-76]. Las ratas y los conejos alimentados con hojas de coca por largos períodos, también dejaron de crecer y mostraron anormalidades en el hígado, los riñones, el útero y el corazón [76]. Aunque no es posible determinar si algunos de los efectos de estos estudios practicados en animales se deben a la mala calidad de la proteína o a las otras sustancias presentes en las hojas de coca, los resultados indican que las hojas de coca no pueden ser consideradas una buena fuente de proteínas. El contenido tóxico de las hojas de coca es preocupante y representa un riesgo potencial para el consumidor. En su estudio sobre el valor nutricional de la hoja de coca, Duke expresó su preocupación acerca del contenido de alcaloides de dichas hojas [42]. El alcaloide principal es la cocaína, cuyas propiedades estimulantes, anoréxicas, adictivas y psicológicas han sido ampliamente estudiadas [45, 62, 77-81]. Además de los efectos psicológicos, la ingestión de la cocaína por via oral, inhalación o por via intravenosa ocasiona un incremento de los latidos del corazón, vasoconstricción e hipertensión [78, 79]. Las muertes por sobre dosis se deben a los efectos cardiacos o al infarto [79]. Las hojas de coca evaluadas en el presente estudio contenían un promedio de 0.5% de cocaína, similar a las concentraciones previamente reportadas [82-84]. Esto equivaldría a 15 mg de cocaína en dos panes hechos de harina con un contenido de 5% de hojas de coca. No obstante que antes se pensaba que la cocaína no era absorbida por el tracto gastrointestinal, los estudios de biodisponibilidad muestran que el consumo de hojas de coca , ya sea en polvo, en infusión o masticadas y chupada, absorben la cocaína con los consiguientes efectos farmacológicos [45, 85-89], siendo posible medir la cocaína y sus metabolitos tanto en la sangre. [85, 89] como en la orina[88]. Se han reportado al menos 18 alcaloides pertenecientes a los tropanos, las pirrolidinas, y las piridinas en las hojas de coca [62]. Nuestro estudio evaluó solamente la anhidroecgonina metil ester, la ecgonina metil ester, co caina , t rans-c innamoylco caina , y l a c i s -cinnamoylcocaina. Los resultados se muestran el Cuadro 5. En todas las muestras, la concentración de cocaína fue más elevada que la de cualquier alcaloide. Normalmente considerados como metabolitos de la cocaína, especialmente cuando se hallan en la sangre o la orina de los usuarios, los otros alcaloides han sido mucho m e n o s e s t u d i a d o s q u e l a c o c a í n a . L a s cinnamoylcocainas tienen actividad anticolinérgica. [62] y acción cardiovascular simpática. También se reporta toxicidad hepática. [73]. Asimismo, la benzoilecgonina y la ecgonina ester etílica pueden ser generadas por conversiones químicas no-metabólicas. Cuando las muestras de hojas de coca

fueron expuestas a un extracto acuoso de metanol y los extractos se concentraron con el calor, casi toda la cocaína se transformó en benzoilecgonina y ecgonina ester etílica, tal como se muestra en la cromatografía en capa fina de alto rendimiento y se confirma en la espectrometría de masas (J. McChesney, comunicación personal, 2007). Es posible que las transformaciones similares de cocaína a estos productos de degradación potencialmente tóxica para el hígado ocurran durante la incorporación de la harina de coca a la masa del pan y el horneado de los panes. Dada la toxicidad de estos alcaloides, es sumamente importante que se conozca más acerca de la producción de estos compuestos de degradación sometidos a elevadas temperaturas antes de incluir la harina de coca en los productos a ser expuestos a la cocción. Un importante efecto adicional adverso causado por la ingesta de la hoja de coca son sus propiedades anoréxicas. La supresión del apetito que ocurre al chacchar las hojas de coca es ampliamente conocida, y tal como se reporta en varios textos antropológicos [12, 13], la capacidad de reducir el hambre ha sido una de las propiedades más apreciadas de estas hojas. Los estudios realizados en ratas y monos demuestran que ocurre una reducción de la ingesta de alimentos cuando se administran extractos de coca o cocaína purificada por vía oral [90-92]. La comprobada supresión del apetito de las preparaciones a base de cocaína, estaria contraindicada en los jóvenes y especialmente en los niños en edad escolar. Nuestro objetivo ha sido evaluar si la hoja de coca podría contribuir significativamente a la dieta de la población Andina, y si este beneficio podría contrarestar los potenciales efectos adversos. Teniendo esto en cuenta, nuestros resultados deben ser considerados dentro del contexto de la contribución de los nutrientes de importancia crítica derivados de la hoja de coca, en las cantidades sugeridas para su consumo como alimento, en comparación con alimentos alternativos. Habiéndose reportado que una serie de hojas de arbustos y árboles contienen un alto contenido de minerales [93], hemos procedido a establecer una comparacion entre los contenidos de minerales de las hojas de coca y los de las otras hojas [69] que forman parte de la dieta de las personas en el Perú y Bolivia (cuadro 6). En general, las hojas de coca no muestran ninguna ventaja en términos de contenido importante de minerales. Por ejemplo, el perejil contiene más de tres veces más hierro que las hojas de coca, y el laurel, el culantro, y el óregano contienen 50% más hierro. El orégano tiene más de 50% más de contenido de calcio y 70% más de contenido de zinc que las hojas de coca. La alfalfa contiene casi cinco veces más zinc que las hojas de coca. Se ha sugerido que se añada un 5% de hoja de coca a la harina del pan para su uso en programas de nutrición pública[16]. La harina de coca también se vende como suplemento nutricional recomendándose se añada 2 cucharadas (5 g) a las sopas y las bebidas. En base a nuestros resultados, hemos calculado la contribución nutricional esperada de la harina de coca en estos preparados, comparada con otras porciones normales de alimentos que constituyen alternativas disponibles para incrementar la ingesta diaria de micronutrientes deficitarios en la dieta de la población rural del Perú y

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Referencias

Bolivia. De acuerdo a nuestros cálculos, los niños en edad escolar que consumen dos panes de harina de 30 g cada uno, estarían consumiendo 3 g de harina de hoja de coca. El enriquecimiento de la harina con hierro, ácido fólico, y vitaminas B es obligatorio en el Perú, y lo hemos tomado en cuenta en nuestros cálculos. Los resultados se muestran en el cuadro 7. En ningún caso la harina de coca aporta más de un 10% de los requerimientos diarios para este grupo etario.

Conclusiones

En conclusión, ¿se debería abogar para que la hoja de coca sea considerada un alimento? Además del tema de seguridad que surge con relación al contenido de alcaloides tóxicos y de sus efectos anoréxicos, encontramos que las hojas de coca no aportan ventaja nutricional alguna en comparación con otras hojas tales como el orégano, el perejil o el culantro. Asimismo, la pres enc ia de in hibidores pue de l imit ar l a biodisponibilidad de los nutrientes y reducir más aun cualquier potencial nutricional de la hoja de coca. La cantidad recomendada para el consumo del polvo de hoja de coca o la cantidad que se consumiría si la hoja de coca fuera incluida como parte del desayuno escolar, no tendría beneficio nutricional alguno. Algunos aconsejan comer cantidades mucho mayores, hasta los 100 g, pero

tales cantidades no sólo resultan desagradables y difíciles de consumir, sino que también contendrían considerables cantidades de cocaína, con todos los efectos dañinos que proporciona este alcaloide. La dieta de la gente de las alturas de los Andes es deficitaria en muchos aspectos, y los efectos de la pobre calidad de este dieta son preocupantes. Los aportes de hierro, calcio y zinc son bastante escasos, y su deficiencia causa serias consecuencias a la salud. Es necesario esforzarse para encontrar formas de mejorar estas dietas, pero comiendo hojas de coca o añadiéndolas a los alimentos con el propósito de enriquecerlos, no se contribuye a mejorar la calidad nutricional de la dieta, sino más bien introduce un supresor del apetito que resulta contraproducente, y, a corto o largo plazo, expone a la población al consumo de sustancias tóxicas asociadas con riesgos para su salud.

Reconocimientos

Agradecemos a Steven Abrams de la Universidad Baylor de Medicina (Baylor College of Medicine) y a Connie Weaver de la Universidad Purdue (Purdue University) por su asesoría del estudio y revisión del manuscrito.

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