COMO LIDERAR Y MOTIVAR EN TIEMPOS DE … · 2016-12-09 · SUS VALORES : lo que es en lo ... SUEÑO...

La Persona: Sujeto y Motor del Cambio Página - 1

COMO LIDERAR Y MOTIVAR

EN TIEMPOS DE CRISIS: LA

GESTIÓN DE LA ILUSIÓN

Congreso Nacional de Atención Farmacéutica

Sevilla Octubre 2009


I.- AUTOCONOCIMIENTO: LA

PERSONA, SUJETO Y MOTOR

DEL CAMBIO


INTRODUCCIÓN

Lo primero que cabe preguntarse a estas alturas es ¿en

qué niveles puede cambiar una persona? O, haciendo la

pregunta de un modo más comprensible, ¿cuáles son los

factores que empleamos al evaluar la calidad person al

global de alguien?

Para responder a esta pregunta será útil descomponer el patrimonio total

de una persona en sus cuatro componentes básicos; se puede decir que

una persona vale la suma de…

SUS CONOCIMIENTOS: lo que sabe o conoce

SUS HABILIDADES : lo que sabe hacer o aplicar, de modo que se produzca

un resultado concreto

SUS ACTITUDES: lo que quiere hacer, aquello para lo que está motivada

SUS VALORES : lo que es en lo más profundo de su interior de modo que

conforma su personalidad

Es fácil aceptar que el cambio individual no reviste el mismo grado de

dificultad en cada uno de estos niveles; cambiamos nuestro nivel de

conocimientos muchas veces al día, siempre que leemos el periódico o

entablamos conversación con alguien.


Para desarrollar habilidades hace falta un esfuerzo de mayor duración, ya

que es necesario ir practicando hasta conseguir un resultado adecuado

(pensemos, por ejemplo, en como aprendimos a nadar o a esquiar y en los

“fracasos aparentes” de los primeros intentos). Estos niveles se denominan

también “aptitudes ”.

El problema se hace mayor cuando hablamos del desarrollo de actitudes.

¿Es posible desarrollarlas? ¿Y sustituirlas por otras, incluso de

signo distinto? La respuesta a estas preguntas –y el cómo

lograrlo- ocupará una parte importante de este Programa.

¿Cómo se consigue “querer” algo?

De entrada apuntemos sólo una respuesta general: “basta un motivo

suficiente”; si tenemos razones que nos impulsen en una dirección y somos

conscientes de los beneficios que nos reportará ese cambio, nuestra actitud

empieza ya a evolucionar en la dirección deseada.

Cuanto mayor sea el deseo de algo, más poderosa será la palanca que nos

permitirá remover cuantos obstáculos aparezcan al paso. Sin embargo, el

deseo -para que sea eficaz-, tiene que ir seguido necesariamente de una

decisión firme de orientarnos en una dirección.

Lo realmente importante es darnos cuenta de que cualquier cambio en los

comportamientos de una persona requiere previamente haber cambiado los

conocimientos, habilidades o actitudes de la misma. Y que en este proceso,

la parte fundamental y la más difícil consiste en “querer cambiar”, es decir,

en una modificación de las actitudes. Un cambio en las aptitudes es, muchas

veces, necesario, pero nunca es suficiente.


Para modificar el comportamiento (lo que se ve) primero hay que trabajar en

la modificación de lo que no se ve, que es precisamente lo que explica que

nos comportemos de una determinada manera.

Los procesos de cambio personal

EXPECTATIVAS

ACTITUDES

COMPORTAMIENTO

En el cuadro superior puede verse que cualquier proceso de cambio

comienza con las expectativas de la persona. Bajo esta denominación

englobamos el modo de “ver el mundo” que tiene una persona, la

materialización de sus sentimientos, emociones, valores, etc. en

pensamientos sobre sí misma y su entorno.

Aunque más adelante entraremos en detalle a estudiar este tema,

adelantemos que las expectativas son modificables , que pueden incluso

elegirse y que en función del “color” de esas expectativas, se generan

actitudes y por tanto comportamientos del mismo signo.


Un obstáculo muy importante para aceptar incluso la posibilidad de cambio

en el ámbito personal es lo que llamaremos “el mito de la genética ”, que

consiste en atribuir a la misma el origen de todos aquellos aspectos de

nuestra personalidad que consideramos negativos. Es el consabido (“…es

que yo soy así…”), que tanto oímos aplicado a los más diversos sucesos.

Sin desdeñar el peso que los componentes genéticos tienen para explicar la

personalidad de una persona, nos parece mucho más productivo

concentrarse en los efectos que tienen en el mismo:

• la educación recibida,

• la cultura en que se vive,

• las experiencias vividas,

• y –sobre todo- las decisiones tomadas

Que contribuyen mucho más a moldear a alguien como persona.

A este respecto, cabe señalar que en la forma de ser de una persona existen

tres componentes distintos: Temperamento, Carácter y Personalidad y el

nivel de incidencia que tenemos en cada uno de ellos es distinto.

• Llamamos temperamento al conjunto de cualidades genéticamente

adquiridas, y por tanto difíciles de modificar.

• El cáracter de una persona es la suma de su temperamento y los

hábitos que va adquiriendo, tanto desde un punto de vista de

comportamiento como desde un punto de vista afectivo, que como

veremos más adelante son perfectamente modificables.


• Por último, la personalidad es la suma del carácter más todos los

intereses personales de alguien (creencias y valores), que, al igual que

los hábitos, también son modificables.

Así, podemos concluir que la personalidad no tiene una estructura inmóvil,

sino que es algo dinámico, capaz de sufrir diversas modificaciones.

Por todo lo anteriormente expuesto, el cambio Individual

se inicia con un Auto-Conocimiento: conocimiento de

nuestras características y estilo de nuestra conducta,

puntos fuertes y débiles de nuestro carácter, hábitos y

personalidad, (creencias y valores que se traducen en

pensamientos).

Conocerse a uno mismo requiere saber proyectar el espíritu crítico hacia

nuestro interior, algo que hacemos con mayor facilidad cuando su

destinatario es cualquier otra persona de nuestro entorno.

Y a partir de aquí, trabajar en desarrollar nuestro potencial, definiendo

qué es lo que queremos hacer y a dónde queremos llegar , tanto desde

un punto de vista personal como profesional.

Por otro lado, las claves del cambio personal y por tanto la fórmula por la

que una persona alcanza su verdadero potencial y se realiza, es el resultado

de multiplicar la comprensión de sí mismo por el esfue rzo del que es

capaz .


Trabajar nuestro potencial comportará además, un desarrollo de las

actitudes hacia enfoques positivos de mayor Auto-estima, básicas para

potenciar una "mente abierta" al cambio (capaz de convertir los problemas /

las barreras de cambio en oportunidades y retos de futuro).

Uno de los mayores hitos en el comportamiento humano y en su efectividad

es el descubrimiento del autoconocimiento. El autoconocimiento es el

conjunto de creencias y de experiencias que alguien tiene de sí mismo y de

su mundo. Estas creencias se empiezan a formar con las primeras

experiencias de la persona, cuando todavía es un niño. Con el paso de los

años, la persona absorbe poco a poco una serie compleja de ideas

interrelacionadas, dudas, temores, opiniones, actitudes, valores,

expectativas, deseos y esperanzas, fobias, mitos y cualquier otro tipo de

impresiones personales, que se van integrando en nuestra mente y se

aceptan como algo totalmente cierto.

Las claves del cambio personalLas claves del cambio personal

ESFUERZO

disciplinaconstancia

COMPRENSION

conocersesaber dónde quiero llegar


Éstas son las instrucciones operativas del “ordenador personal” del

subconsciente, que controlan todo lo que se dice, todo lo que se hace, todo

lo que se piensa y todo lo que se siente. En ausencia de cualquier cambio

sustancial y deliberado, por parte de la propia persona, ésta hará, pensará y

sentirá prácticamente las mismas cosas, de forma indefinida.

De la misma forma que se tiene un autoconocimiento general, o lo que es lo

mismo, una idea genérica de lo que se es y de lo que se puede ser, también

se tiene un autoconocimiento específico y correspondiente a cada una de las

partes individuales de la vida. Estos conceptos menores determinan la forma

en que se piensa, se siente y se actúa en relación con las personas, los

deportes, la salud, las relaciones interpersonales, el trabajo, el aprendizaje,

la creatividad, y cualquier otro tipo de comportamiento propio del ser

humano.

Cualquier cambio o, incluso, cualquier intento de cambio respecto a lo que

se pueda estar realizando en un determinado momento, situará en una

posición incómoda a la persona, porque le alejará de su zona de comodidad.

Usted se sentirá cada vez más incómodo. Sentirá la presión y la tensión

derivadas de una situación de esta naturaleza. Si el cambio resulta

demasiado extremo, puede quedar afectada su propia salud mental y física.

Sentirá cansancio, agotamiento, indigestión o fatiga. Y reaccionará

mostrándose impaciente, irritable y colérico. A menudo se sentirá usted

como si se hallase en un tumulto emocional, y bajo los efectos de una

situación que condicionará su comportamiento.

Siempre que el nivel de autoconocimiento sea alto, la actuación será

importante. Si alguien no es particularmente habilidoso en una determinada

actividad, se sentirá, sin duda, poco cómodo, incluso al pensar en ella. Si

alguien no es competente en el uso del teléfono, intentará evitar, en la

medida de lo posible, su uso.


Por lo tanto, en los próximos apartados profundizaremos en el auto-

conocimiento.

Antes de adentrarnos en el análisis más profundo de por qué somos como

somos, le proponemos iniciar el autoconocimiento con la cumplimentación

del cuestionario que ha sido desarrollado por DEEPAK CHOPRA, doctor en

medicina, y que hemos extraído del libro “El Gran Libro de la Dinámica

Mental” de Elen Michaud y Russell Wild.

El presente cuestionario se basa en factores de modo de vida que se han

identificado como relacionados con el envejecimiento y le permitirá tener un

primer diagnóstico de cómo está usted en la actualidad.


____________________Ejercicio_____________________

Si se identifica con los criterios de cada pregunta, rodee con un círculo la

puntuación adjudicada.

FELICIDAD

1 punto Soy feliz en líneas generales.

SATISFACCIÓN CORPORAL

1 punto Estoy contento con mi cuerpo. Me gusta tal como es. No

experimento ninguna sensación de incomodidades en ninguna

parte.

EDAD PSICOLÓGICA

Independientemente de la edad que tengo:

1 punto Siento entusiasmo por vivir.

1 punto Me siento joven.

1 punto No permito que ninguna consideración sobre mi edad se

interponga en el modo de divertirme.

EJERCICIO

1 punto Hago ejercicio moderado de 20 a 30 minutos como mínimo al

menos tres veces por semana (mi ejercicio preferido es

andar, nadar, practicar yoga, etc.)


NUTRICIÓN

1 punto Todo lo que como me sienta bien.

1 punto Disfruto comiendo.

1 punto Me siento lleno de energía después de comer.

1 punto Estoy en mi peso ideal

MIEDO

1 punto No existen miedos importantes en mi vida.

1 punto El miedo a envejecer no domina mi conciencia.

HÁBITOS DE BEBIDAS Y DROGAS

1 punto Tomo menos de dos tazas de café o té al día.

1 punto No tomo alcohol.

1 punto No consumo drogas ni tranquilizantes.

RELACIONES

1 punto Tengo una vida familiar feliz

1 punto Me llevo bien con mis compañeros de trabajo.

1 punto Disfruto de las amistades.

SUEÑO

1 punto Habitualmente, puedo dormir por la noche durante más de 6

horas sin recurrir a tranquilizantes, somníferos o alcohol.

1 punto Tengo un sueño reconfortante y me levanto descansado.


ESTRÉS

No me siento amenazado ni me pongo tenso por:

1 punto Mi bienestar físico.

1 punto Mi bienestar emocional y psicológico.

1 punto Mi bienestar económico.

1 punto Pequeñas molestias cotidianas, como un atasco circulatorio,

la actitud ruda de alguien, llegar tarde a una cita, plazos

límites, etc.

VALORES DE VIDA

1 punto Mis conversaciones conmigo mismo están presididas por el

tema “¿Qué puedo hacer para ayudar?” en lugar del “Yo, Yo,

Yo”. En otras palabras, pienso en los demás con mayor

frecuencia que en mis propios intereses egoistas.

1 punto Me gusta participar en actividades cívicas o comunitarias.

1 punto Me gusta intervenir en asuntos mundiales.

OPTIMISMO

1 punto Suelo ver el lado positivo de las cosas.

1 punto A menudo percibo los problemas como oportunidades

potenciales.

SENTIDO DEL HUMOR

1 punto Encuentro una ocasión para reír todos los días.

1 punto Soy capaz de reirme de mí mismo.


PERCEPCIÓN DEL TIEMPO

1 punto No suelo tener prisa

1 punto Tengo la sensación de controlar mi tiempo en lugar de dejar

que el tiempo me controle.

1 punto Rara vez me siento presionado por las prisas.

OBJETIVO EN LA VIDA

Defina su objetivo

____________________________________________________

1 punto . Si le ha resultado fácil responder, concédase 5 puntos.

ACTIVIDAD MENTAL

1 punto . Soy mentalmente activo (me gusta leer, escribir, resolver

problemas, enterarme de las noticias, de lo que ocurre a mi

alrededor y en el mundo).

EXPERIMENTACIÓN DE DICHA

5 puntos Tengo momentos de pura dicha (euforia) sin una razón

concreta.

ADAPTABILIDAD A LOS CAMBIOS

1 punto Soy flexible y me adapto fácilmente a los cambios.

1 punto No estoy rígidamente apegado a una idea sobre cómo tienen

que ser las cosas.


DESAFIO

1 punto Me encantan los desafíos

COMPROMISO

1 punto Soy capaz de comprometerme en una tarea, proyecto o

trabajos específicos.

1 punto Soy capaz de comprometerme en una relación.

CREATIVIDAD

1 punto Busco oportunidades para desarrollar mi expresión creativa.

SILENCIO INTERIOR

5 punto Soy capaz de disfrutar del silencio interior regularmente a

diario.

SATISFACCIÓN LABORAL

5 puntos Me encanta mi trabajo


PUNTUACIÓN

Sume el total de los puntos obtenidos de la relación anterior.

De 46 a 61 puntos Tiene usted un potencial excepcional para alargar su

vida.

De 41 a 45 puntos Tiene usted un potencial excelente para alargar su

vida.

De 30 a 40 puntos Bien, pero debería prestar atención a los factores

olvidados que revela este test. Recuerde que la

calidad de vida revierte en cantidad de vida.

Menos de 30 puntos Debería considerar seriamente un replanteamiento

de sus prioridades en la vida lo antes posible.


2.- ¿POR QUÉ SOMOS COMO SOMOS?

La era que nos ha tocado vivir se caracteriza –como ya hemos apuntado

anteriormente- por un replegamiento del interés hacia el individuo y su

potencialidad. Así, ha sido en los últimos años cuando finalmente se ha

comenzado a investigar sobre el increíble potencial de la mente humana y,

por tanto, de la persona. Podemos decir que el Siglo XX es el siglo

caracterizado por la “conquista del cerebro”.

Nunca nos han enseñado los mecanismos ni el

funcionamiento de nuestra mente, cuando ésta es la

herramienta más potente de que disponemos y, sin

embargo, la utilizamos casi exclusivamente para

procesar textos.

A continuación, pretendemos desarrollar, de forma asequible, una

introducción al conocimiento de la mente humana y de toda su potencialidad.


2.1 El cerebro y su funcionamiento

Una de las características diferenciales de los ser es humanos es el

número de células cerebrales de que

disponemos -denominadas neuronas- y,

sobre todo, la complejidad de las

conexiones que estas células son capaces

de establecer.

Nuestro cerebro alberga unos 100.000 millones de neuronas, que se han

desarrollado ya en las veinte primeras semanas de

gestación, de las cuales, el 70% se halla en la corteza

cerebral. Diez semanas antes del nacimiento, cada

neurona empieza a establecer conexiones con otras

neuronas, pudiendo llegar a establecer 20.000

conexiones distintas, y la mayor parte de las

conexiones básicas se han establecido a los cinco

años de edad.

Algunas de estas conexiones son automáticas pero la mayoría se van

estableciendo con el uso del cerebro.

A modo de ejemplo, en el sistema visual el 98% de las conexiones

sinápticas se establecen después del nacimiento, como consecuencia de

los estímulos sensoriales que se reciben del mundo exterior.


Es importante tener en cuenta que la mayor parte de los circuitos

neuronales se establecen y refuerzan por el uso y s e aniquilan por

la falta del mismo , siendo necesario resaltar que, a medida que

avanzamos en edad cuesta más establecer conexiones porque las

neuronas van perdiendo elasticidad. Por lo tanto, las regiones cerebrales

que no se estimulan por el aprendizaje, degeneran lentamente.

A partir de los 10 años de edad vamos perdiendo neuronas, que a

diferencia del resto de células de nuestro organismo, no se regeneran .

Este proceso de pérdida se va acelerando con la edad aunque hay

factores externos –el alcohol, el tabaco, etc.- que lo aceleran. Por esto la

gente que sufre un accidente vascular cerebral tiene que recuperar –a

veces con mucho esfuerzo- las funciones corporales de la zona

afectada, volviendo a aprender a andar, hablar, etc.

La pérdida en número de neuronas se compensa con la s

conexiones que vamos estableciendo entre ellas , a medida que

vamos utilizando nuestra capacidad mental.

Por lo tanto, la capacidad mental de las personas no depende tanto de la

cantidad de neuronas, sino del número de conexiones que cada una de

ellas establece.

El cerebro en funcionamiento consume una gran cantidad de energía; se

calcula que el cerebro de un adulto utiliza el 20% del oxígeno que fabrica

el organismo, mientras que en términos de peso sólo representa un 2%

(un kilo y pico). Esto explicaría el agotamiento físico que produce el

trabajo intelectual, equiparándose a una buena carrera.


Siguiendo con nuestra descripción y desde una perspectiva horizontal,

nuestro cerebro está dividido en dos hemisferios (derecho e

izquierdo), unidos entre sí por el llamado cuerpo

calloso.

El cuerpo calloso es un conjunto de fibras nerviosas

que permite el intercambio de información entre

ambos hemisferios, cruzando millones de mensajes

por segundo.

Se ha descubierto que si eliminamos el cuerpo calloso se produce una

independencia funcional entre ambos hemisferios y, por lo tanto, cada

hemisferio tiene experiencias y memorias propias, desconociendo lo que

ocurre al otro lado.

Los hemisferios forman la parte más importante del sistema nervioso,

están relacionados con las llamadas funciones “superiores” de los seres

humanos y tienen funciones claramente diferenciadas:

El hemisferio izquierdo , que suele ser el dominante,

tiene funciones más lógicas, analíticas y verbales, con

mayor control sobre la destreza manual, la lectura, el

lenguaje y la comprensión de la palabra; en definitiva, su

funcionamiento es parecido al de un “ordenador”.

En cambio el hemisferio derecho es mudo, está

dotado de sensibilidad espacial y de relaciones

mayores con las emociones, la imaginación, la

intuición, el arte y la información no verbal.


Dado que nuestro cerebro funciona con ondas eléctricas, esta

especificidad funcional se ha comprobado a través de la medición de la

actividad eléctrica del cerebro cuando se realizan las distintas

actividades. Así, por ejemplo:

• Cuando analizamos un problema que requiere una importante dosis

de lógica, la actividad eléctrica del hemisferio izquierdo aumenta,

mientras que el hemisferio derecho permanece en estado de

relajación.

• Cuando soñamos despiertos es el hemisferio derecho el que se

activa, mientras que el izquierdo permanece relajado.

El ser humano necesita un par de piernas para andar y correr. Si una de

ellas se atrofia, cojeará y ya no podrá hacer muchas cosas necesarias o

placenteras, desde tomar el metro con rapidez o bailar la conga. Con el

cerebro ocurre algo parecido: la

educación privilegia el hemisferio

izquierdo, la parte lógica y analítica del

cerebro, a costa del derecho, en el que residen la intuición, la creatividad

y la sensualidad, por considerarse poco realista y poco demostrable.

¿Resultado? Aprovechamos mal la capacidad del ordenador más

potente del mundo: nuestra mente. Y además estamos más expuestos a

padecer estrés, cansancio, dolor de cabeza, insomnio y hasta depresión.

La mente es como una empresa con muchos obreros:

nunca marchará bien si depende del trabajo de uno

solo. Muchas personas ignoran que pueden estar

infrautilizando uno de los dos lados de su cerebro para

resolver sus problemas, tanto laborales como

personales.


Por seguir con el ejemplo de la empresa, sería como si en un consejo de

administración uno de los miembros largase un pesado discurso y luego

no quisiera escuchar la opinión de los demás.

Los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro tienen

funciones completamente distintas. Así, el lado izquierdo, el

de la lógica y la analítica, es capaz de percibir datos

individualmente para luego ordenarlos como un todo.

Clasifica, ordena y racionaliza toda la información que recibimos.

Asimismo, es la parte verbal de la mente, la que corresponde al habla. Y,

por si fuera poco, almacena los hechos del pasado (la memoria) y prevé

las consecuencias en el futuro.

Por su parte, el hemisferio derecho es el emocional. Percibe de golpe el

todo para después descomponerlo en partes. En él

residen la improvisación y la creatividad. Es el lado

visual, el que corresponde a estímulos en forma de

imágenes, colores y formas. Sensible a la música,

al tacto y al lenguaje corporal, se guía por la

intuición y las sensaciones, no por el análisis lógico.

Ambos hemisferios tienen funciones muy distintas y procesan la

información de forma diferente, pero son complementarios.

Desarrollar uno solo puede dar lugar a la desagradable

situación que se produce en una empresa cuando todo

el trabajo recae en una persona: se agotan la

creatividad y las ideas, y llega el cansancio.


El organismo tampoco puede mantener su equilibrio si la mente no está

nivelada.

¿Cómo se desarrolla esta parte que aprovechamos tan

poco? “Irrigándola con información y estímulos”

“ Quien consigue integrar en su vida cotidiana los dos hemisferios

aumenta su coeficiente intelectual, consigue que disminuya la depresión

y percibe mejor las oportunidades que el mundo le ofrece”, mantiene el

doctor brasileño Lair Ribero.

Para Jim McGonagle, investigador norteamericano en el campo de la

lateralidad y el desarrollo sensorial, “el desequilibrio hemisférico puede

producir falta de coordinación cerebral, estrés mantenido, problemas de

aprendizaje y dificultades en el lenguaje y en la comprensión”.

Una mujer de 30 años, contable de profesión, llegó a la consulta

de la psicóloga Ann McCombs, especialista en equilibrio cerebral,

con dolores de cabeza, estrés y tensión alta. El lado izquierdo de

su cerebro estaba agotado por un sobreesfuerzo derivado de

estar todo el día entre análisis y valoraciones de cifras. La

paciente comentó como de pasada, que de niña había estudiado

canto. De inmediato, la psicóloga pensó en solucionar su

problema a través de la música. Al recuperar las

clases de voz y unirse a un grupo coral en su tiempo

libre, empezó a estimular su lado derecho del cerebro.

Y los síntomas del estrés fueron desapareciendo,

incluso se mantenía relajada entre balances y

presupuestos.


QUÉ SON:

Hemisferios

cerebrales

Cada una de las dos mitades en las que se divide el cerebro, que se complementa en la base con el cerebelo y el tronco cerebral. Son los responsables del gobierno de las funciones superiores como el habla, la memoria o la inteligencia.

Escáner

Aparato utilizado en medicina para radiografiar el cerebro –entre otras partes del cuerpo- y estudiar con detalle su estado, funcionamiento y evolución. Puede identificar el hemisferio cerebral que se activa (izquierdo o derecho) al desarrollar una tarea determinada.

Si te falla uno, ¡ejercítalo! En la actualidad, los expertos –psicólogos, neurólogos y especialistas en

medicina biológica y energética- están de acuerdo: el mejor modo de

compensar el dominio de uno de los hemisferios del cerebro es potenciar

el otro. Y nada mejor que dar rienda suelta a una afición. “Es muy

importante que la persona que esté forzando el trabajo de uno de los

hemisferios se despresurice con una actividad que haga funcionar el

lado atrofiado”.

Aunque menos frecuente, a veces ese lado puede ser el derecho.

Otra paciente de la doctora McCombs, ama de casa y madre de tres

hijos, llegó con una inmensa fatiga psíquica y emocional: el hemisferio

derecho era el dueño y señor de su cerebro. La psicóloga le instó a

verbalizar sus sentimientos y problemas cotidianos. Empezó a escribir

un diario y reservó algo de tiempo durante el día para leer el periódico y

participar en una tertulia.


Ya nada le cansaba. “La mayoría de las personas consideran al cerebro

como un todo; no saben que en realidad tiene dos partes bien definidas

cuyo equilibrio es la clave para que se sientan bien”.

Las investigaciones demuestran que la profesión es un factor decisivo a

la hora de desarrollar uno de los hemisferios más que el otro. “Dime en

qué trabajas y te diré qué lado del cerebro usas” indica Ned Herrmann,

fundador del Herrmann Brain Dominance Instrument (HBDI). Bien estaría

si no fuera porque, como está comprobado, este desequilibrio de la vida

laboral acaba invadiendo todas las demás facetas de la existencia.

“En el terreno exclusivo del trabajo muy pocas personas logran alcanzar

el equilibrio mental” señala Hermann. “Y es que la mayoría de las

profesiones requieren una distribución específica de las funciones

cerebrales”.

Cada profesión potencia el suyo Herrmann y su equipo de investigación han dedicado más de 20 años a

examinar el funcionamiento cerebral durante el trabajo. Para ello han

analizado el perfil de decenas de miles de personas a través de

escáners, con el propósito de descubrir qué parte es la más utilizada

según las ocupaciones.

“Después de estudiar más de 300 profesiones hemos

encontrado que cada una requiere una

especial configuración cerebral”.

Ingenieros, economistas, abogados,

científicos o cirujanos hacen un uso mucho mayor del lado

izquierdo, mientras que profesores, artistas, trabajadores sociales o

comerciales recargan el lado opuesto.


La conclusión es que, fuera del trabajo, todos deberíamos desarrollar

actividades en las que nos sintiéramos de verdad a gusto. “De no ser

así, dice Ned Herrmann, se fuerza mucho la máquina y se acaba

pagando”.

NIVELA TU MENTE

Para aprovechar todas las capacidades del cerebro, sigue estas pautas:

¿Racional

sobre

todo?

☺☺☺☺ Dedica tiempo a aficiones que den rienda suelta a tu creatividad: pintura, escultura, cerámica... No importa que lo hagas mal: se trata de expresarte libremente. ¡La música puede hacer milagros!

☺☺☺☺ Diviértete. Cultiva la sensualidad, el juego, la aventura. ¿Qué tal un safari fotográfico, unas clases de baile o un curso de aromaterapia? Y si no, empieza por un curso de bricolaje o cocina, te parecerá más práctico.

☺☺☺☺ Haz caso a tu cuerpo. Trabaja tu movilidad, cuida tu imagen, cultiva el lenguaje de los gestos. Te vendría bien practicar algún deporte, yoga o senderismo. Sal de tu mundo interior contactando con los demás.

¿Emotivo

crónico?

☺☺☺☺ Acostúmbrate a analizar los problemas. No te dejes llevar por tus impulsos y emociones. La relajación y el control mental te ayudarán.

☺☺☺☺ Desarrolla actividades que te exijan trabajar el detalle, la lógica, la expresión verbal. No dejes la lectura, ¿te atreves con un grupo de teatro o prefieres un curso de ajedrez? Y si no, navega en Internet.

☺☺☺☺ Cuida tu mundo interior. Recógete en ti mismo de vez en cuando, disfruta tu intimidad, crea tus limites. Y aprende a defenderlos.

A continuación, le proponemos analizar su nivel de intuición, mediante la

realización de un ejercicio que hemos extraído del libro “El Gran Libro de

la Dinámica Mental” escrito por Elen Michaud y Russell Wild.


_____________________Ejercicio_____________________

Evalúe su intuición

No todos poseemos las mismas facultades intuitivas. Responda al siguiente

test para averiguar hasta qué punto son acertados sus presentimientos.

Recuerde, no obstante, que cada respuesta representará sólo su nivel actual

de capacidad intuitiva, tal y como advierte Weston Agor, doctor en Filosofía y

autor del Test.

1. Cuando trabaja en un proyecto, usted prefiere:

a) Que le expliquen en qué consiste el problema pero le dejen libertad para

decidir cómo resolverlo

b) Que le den instrucciones muy precisas sobre cómo debe resolver el

problema antes de empezar

2. Cuando trabaja en un proyecto, usted prefiere hacerlo con compañeros que sean:

a) Realistas b) Imaginativos

3. Las personas que usted más admira son: a) Creativas b) Metódicas

4. Los amigos que usted elige tienden a ser: a) Serios y tenaces b) Estimulantes y a menudo emotivos

5. Cuando pide consejo a un compañero acerca de un problema, usted: a) Rara vez o nunca se altera si él le interroga sobre sus supuestos básicos b) A menudo se altera si él le interroga sobre sus supuestos básicos

6. Cuando empieza su jornada, usted: a) Rara vez hace o sigue un plan específico b) Suele hacer antes un plan a seguir


7. Cuando usted trabaja con cifras, descubre que: a) Rara vez o nunca comete errores objetivos b) A menudo comete errores objetivos

8. Usted considera que: a) Rara vez sueña despierto durante el día y no disfruta realmente de ello

cuando lo hace

b) A menudo sueña despierto durante el día y le gusta hacerlo

9. Cuando trabaja en un problema, usted prefiere: a) Seguir las instrucciones o normas cuando se las dan b) Burlar las instrucciones o normas cuando se las dan

10. Cuando trata de montar algo, usted prefiere tener:

a) Instrucciones escritas del procedimiento para montar el objeto b) Una ilustración del aspecto que presenta el objeto una vez montado

11. Usted considera que la persona que más le irrita es la que aparenta ser:

a) Desorganizada b) Organizada

12. Cuando surge una crisis inesperada que afrontar, usted: a) Se siente angustiado por la situación b) Se siente estimulado por el reto que implica la situación


CORRECCIÓN Paso 1: Cuente el número de respuestas (a) que ha marcado para

las prefguntas 1, 3, 5, 6 y 11

Paso 2: Cuente el número de respuestas (b) que ha marcado para

las preguntas 2, 4, 7, 8, 9, 10 y 12

Paso 3: Sume los totales de los pasos 1 y 2

TOTAL

INTERPRETACIÓN Una puntuación de 10 a 12 significa que es usted un genio de la intuición. ¡Felicidades!

Una puntuación de 8 ó 9 indica que es usted una persona muy intuitiva.

Una puntuación intermedia entre 4 y 7 señala que usted

generalmente confía tanto en su intuición como en la lógica más

formal para tomar decisiones.

Una puntuación de 3 ó menos sugiere que usted es probablemente la clase de persona que valora los detalles, piensa lógicamente y

sabe afrontar las dificultades de un modo realista, pero su intuición

es más bien pobre.


Si observamos nuestro cerebro desde una perspectiva vertical,

veremos tres niveles claramente diferenciados ,que responden a la

evolución que ha sufrido la estructura cerebral, desde los animales

situados en la parte más baja de la escala evolutiva hasta la especie

humana que posee la estructura cerebral más compleja, habiendo

crecido desde abajo hacia arriba, tal como vemos en el siguiente cuadro.

Analizando estos tres niveles, vemos que:

• El Paleocórtex es la región más primitiva del cerebro, está situado

en el tallo encefálico, parte

superior de la médula espinal,

y lo compartimos con especies

que disponen sólo de un

rudimentario sistema nervioso.

Los tres cerebrosLos tres cerebros

PALEOCORTEX (reptiliano)controla funciones corporales instintivas

SISTEMA LIMBICO (cerebro mamífero)controla las emociones

NEOCORTEXcontrola procesos más complejos:pensamiento y lenguaje


Este cerebro regula las funciones vitales básicas, como la

respiración, y las acciones o movimientos automáticos, actuando

como el centro que nos permite asegurar la supervivencia.

• El Sistema límbico o cerebro mamífero (por ser similar al de la

mayoría de los mamíferos), emerge del cerebro

primitivo y controla las emociones –placer, miedo

ira…-

La evolución del sistema límbico posibilitó el

desarrollo de dos importantes funciones: el

aprendizaje y la memoria, lo que permitió ir más allá

de las reacciones automáticas adaptando las respuestas a las

necesidades del entorno.

• El Neocórtex , ubicado en la parte más externa del cerebro –por

encima y rodeando el sistema límbico-, se desarrolló millones de

años más tarde que el Sistema Límbico.

Controla los procesos más sofisticados y

complejos como son el pensamiento, el

lenguaje, la integración y proceso de datos que

proceden del exterior... En los seres humanos

el neocórtex tiene un tamaño sustancialmente mayor.

El cerebro emocional es mucho más veloz que nuestro cerebro racional

y se pone en funcionamiento sin detenerse ni un instante a considerar lo

que está haciendo, por lo que es mucho más impreciso y confía en las

primeras impresiones de la imagen global que percibe.


Este hecho provoca que en algunas ocasiones nos dejemos desbordar

por las emociones (rabia, deseo…), sin que demos la posibilidad de

intervenir a nuestro cerebro racional para calmar nuestros ánimos.

Otra de las características diferenciales del cerebro humano es el

número de conexiones entre el neocórtex y el sistema límbico, facilitando

de este modo una matización muy rica de nuestra vida emocional. Se ha

demostrado que las personas con las conexiones dañadas entre ambos

cerebros muestran serias anomalías en su comportamiento, de modo

que les resulta casi imposible mostrar emociones (sentir pena o temor,

etc.).

Como iremos viendo, la estructura y funcionamiento del cerebro tiene

una importancia básica en nuestra actividad laboral y personal.


2.2 Nuestra Mente

Nuestra mente es una estructura complicada, situada en el cerebro, que

se encuentra en actividad continua y sólo durante el sueño entra en una

fase de reposo relativo, ya que continua funcionando a niveles mínimos.

Nuestra mente es una máquina que piensa, está atenta, se orienta, tiene

memoria, es inteligente, nos comunica con el exterior...

Para una mejor comprensión, denominaremos mente al conjunto de

procesos internos que influyen en el porqué y el có mo del

comportamiento humano .

Por lo tanto, un conocimiento de estos procesos nos permitirá detectar

en qué ámbitos podemos actuar para iniciar el cambio individual hacia el

desarrollo de nuestra potencialidad en los términos que cada uno defina.

Pero antes de profundizar sobre los procesos mentales más relevantes,

es importante señalar que nuestra mente, al igual que la materia u otros

elementos, no actúa de forma independiente.

De la misma forma que existe la ley de la gravedad por la que si nos

tiramos de un quinto piso caemos irremediablemente al suelo con las

consecuencias que de ello se derivan, existen unos principios, ya

enunciados como leyes por Brian Tracy en su libro “Caminos hacia el

Progreso Personal”, que determinan el funcionamiento de nuestra

mente y, por lo tanto, lo que nos sucede en la vida.


La diferencia está en que mientras leyes como la de la gravedad,

pueden demostrarse mediante fórmulas, experimentos o actividades

prácticas, los principios que explicaremos a continuación sólo pueden

percibirse mediante la observación de nuestra propia vida, la de los

demás o mediante la intuición.

A continuación, explicaremos brevemente los principios más importantes

y con mayor incidencia en nuestra vida cotidiana.

• Principio del control : Este principio dice que nos sentimos

satisfechos con nosotros mismos en la misma medida en que

controlamos lo que nos sucede y lo que hacemos y, viceversa.

La forma más fácil de ir adquiriendo control sobre las parcelas de

nuestra vida es teniendo objetivos concretos y aplicando el esfuerzo

necesario para su consecución.

Las personas sin objetivos son las que dejan a los demás –su

familia, sus jefes, sus gobernantes- la determinación de sus

prioridades.

“Quien tiene un porqué para vivir,

generalmente encuentra un cómo”

Nietsche

• Principio del accidente: Es un concepto metafísico opuesto al

anterior que, desafortunadamente, experimentan la mayoría de

personas. Se basa en la falsa idea de que todo sucede por

casualidad; que todo depende de la suerte.


Al no planificar para triunfar, nos estamos preparando para el

fracaso. Las personas que rigen su vida por la ley del accidente no la

controlan y por tanto experimentan altos niveles de estrés y se

sienten indefensos.

• Principio de causa y efecto: Este principio dice que por cada efecto

en nuestra vida hay una causa específica. Todo tiene alguna razón,

algún motivo.

Por tanto, cualquier cambio en nuestra vida pasa por descubrir las

razones por las que actuamos de la forma en que lo hacemos.

En este sentido, los descubrimientos más recientes de la psicología

clínica confirman que la mayoría de las causas de nuestro

comportamiento está en nuestros propios pensamientos.

• Principio de la creencia: Este principio postula que todo aquello que

creemos con firmeza con respecto a nosotros mismos, se convierte en

nuestra realidad. Por lo tanto, todo aquello que creemos de nosotros

mismos nos limita o tira de nosotros para que alcancemos nuestro

potencial.

• Principio de las expectativas : Este principio es muy parecido al

anterior, pero se aplica a nuestras relaciones con el entorno. Es decir,

todo aquello que confiadamente esperamos acerca de los resultados

de nuestra conducta o de otras variables importantes, nos sucederá.

Para que algo nos suceda, tenemos que esperar confiadamente que

suceda.


Por poner un ejemplo muy básico, si esperamos que alguien se

comporte como un tonto, lo trataremos como tal, tanto con nuestro

lenguaje como con nuestra actitud y comportamiento, y, en

consecuencia, esa persona acabará comportándose como un tonto

siempre que esté con nosotros.

A este hecho se le conoce como “Efecto Pygmalión”. que procede de

una vieja leyenda griega que narra la historia del escultor Pygmalión:

“Pygmalión modeló una figura femenina de la que él se

enamoró perdidamente y a quien dio el nombre de

Galatea. Finalmente Afrodita, la diosa del amor, se

compadeció de él, porque estaba enfermo de amor, y

despertó a Galatea, dándole vida”

El sentido de esta fábula nos viene a decir que la imagen, o las

expectativas, que tenemos de una persona se transmite a los demás,

aunque no las manifestemos abiertamente, transformándose en

realidad.

• Principio de la atracción : Este principio ha sido expresado por la

sabiduría popular con frases como “Dios los cría y ellos se juntan” o

“dime con quien andas y te diré quién eres”. Siempre atraemos a

aquellas personas o circunstancias que están en sintonía con

nuestros pensamientos o emociones dominantes. Como veremos

más adelante, las emociones se contagian y podemos influir en “la

temperatura” del ambiente que nos rodea.


Todos estos principios son importantes a la hora de conocernos y

conocer a las demás, ya que nos ofrecen un contexto para comprender

por qué suceden muchas de las cosas que nos ocurren y permiten

reorientar nuestros esfuerzos, con el fin de convertirlos en una ventaja a

la hora de enfocar nuestro propio desarrollo.

A continuación, explicaremos algunos procesos menta les muy

importantes como son:

1. El Consciente y Subconsciente

2. El Autoconcepto

3. Las Inteligencias Múltiples

2.2.1. Consciente y Subconsciente

Nuestra mente tiene dos estructuras, la consciente y la

subconsciente, que funcionan conjuntamente y de forma

sincronizada.

La mente consciente se caracteriza por ser objetiva, racional y sólo

puede tener un único pensamiento cada vez, aunque la velocidad a

la que pensamos es tan elevada que nos puede dar la sensación de

que estamos pensamos infinidad de cosas al mismo tiempo.

Esta última característica es muy importante, ya que es imposible

que estemos pensando algo positivo y negativo en el mismo

momento.


Asimismo, a nuestra mente consciente se le atribuyen las funciones

de:

• Recibir los estímulos que provienen del exterior

• Analizar la situación que percibe, comparándola con la

experiencia anterior

• Decidir la acción más acorde a las circunstancias en las que

nos encontramos

La mente subconsciente es un inmenso banco de datos, que

almacena nuestros valores, creencias y toda la información de

nuestra experiencia y se caracteriza por ser subjetiva, ya que la

información que contiene es fruto de la experiencia acumulada a lo

largo de nuestra vida sin que se haya producido ninguna tamización;

intemporal, lo que nos permite recuperar la información y modificar la

forma en que nos afecta; y trabaja mucho más rápido que la mente

consciente.

A ella se le atribuyen funciones tales como:

• Almacenar y recuperar datos cuando es requerido por la mente

consciente

• Hacer que nuestros comportamientos sean coherentes con la

información que tiene y con nuestra experiencia anterior.

Este hecho es importante, ya que siempre nos comportaremos de

acuerdo a la información que tenemos grabada en nuestro

subconsciente, tanto si esta es positiva como si es negativa.


Como ejemplo actual en este sentido, y según cuenta la historia,

tenemos a Sadam Hussein que como consecuencia de haber sido

apaleado y torturado con frecuencia por su padrastro en la infancia,

considera normal la tortura pudiendo llegar a disfrutar con la misma,

con las consecuencias que de ello se derivan.

A partir de una determinada edad (entre 3 y 5 años según los

expertos), todo lo que nos ocurre, antes de ser almacenado por

nuestro subconsciente es percibido sensorialmente y casi

instantáneamente recibe una u otra ubicación en la mente

subconsciente (muchas veces sin que hayan intervenido nuestros

pensamientos, es decir nuestra mente consciente).

Estas creencias o convicciones están tan arraigadas en nosotros que

no hace falta que, en cada situación, nos las volvamos a plantear

para decidir cómo actuar o pensar. Suelen salir de forma automática

e inconsciente y, sin embargo, condicionan y supeditan, nuestros

pensamientos, sentimientos y comportamientos en cada situación.

A los 20 años de edad, el subconsciente de una persona media ha

acumulado una cantidad de información equivalente a 20 veces la

Enciclopedia Británica.

Para que algo (un pensamiento, una creencia…), llegue a

consolidarse en nuestro subconsciente es necesario que lleve

implícito un fuerte componente emocional y haya una repetición

constante.


De hecho, uno de los pasos más importantes en el descubrimiento

del subconsciente y su funcionamiento se dio a finales del Siglo XIX

cuando una clínica de Ginebra consiguió grandes mejoras en sus

índices de recuperación gracias a un tratamiento que obligaba a los

pacientes a repetirse muchas veces al día: “cada día me siento

mejor” y a que los médicos también se lo fueran repitiendo.

Cualquier padre o madre de familia entenderá lo que estamos

exponiendo si recuerda cómo consigue calmar el pánico de un niño

pequeño que está teniendo una pesadilla a base de sustituirle los

pensamientos negativos que le hacen sufrir por otros de tipo positivo.

¿De dónde sale esa voz interior que desaprueba tu conducta cada

vez que infringes las leyes de tu entorno?

Se trata de la reacción a una vacuna que empezaron a inyectarte tus

padres; la continuaron los profesores y compañeros en el colegio; y

fue rematada por las instancias superiores de tu complicada vida de

ciudadano: la poli, hacienda, el jefe, la televisión... La mayoría de las

corrientes psicológicas coinciden en afirmar que esa vacuna es

necesaria para el tráfico social.


LA EDUCACIÓN: Precaución, niños Todas las personas que nos rodean, desde los profesores hasta los hijos y sobrinos, pasando por hermanos, amigos, jefes, parejas y amantes, contribuyen en alguna medida a alimentar nuestros sentimientos de culpabilidad. Sin embargo, son los padres los que más influyen en los niños. Por eso conviene que actúen con los criterios educativos apropiados.

NO

�� A los castigos psicológicos a base de amenazas o chantajes afectivos (“Ya no te quiero”, “Así correspondes a mis sacrificios”), que insisten en el daño moral que sufren los padres por culpa de la ingratitud de los hijos. Son los que más sentimientos de culpabilidad suscitan y hacen mucho daño, pudiendo llegar a niveles patológicos. Estos efectos negativos se acentúan cuando las relaciones afectivas entre padres e hijos son muy intensas y el ambiente familiar muy cerrado.

SÍ

☺☺☺☺ A los comentarios que van por derecho a la falta cometida (“Has suspendido: debes estudiar más”, “Has roto el cristal por jugar dentro con la pelota”) y resaltan lo erróneo de la conducta, dando razones objetivas. Ayudan a que la personalidad del niño crezca en el autocontrol. Las familias que ayudan a sus hijos a reflexionar sobre sus faltas con objetividad fomentan su autonomía y su sentido de la justicia. Y consiguen que los niños sean menos propensos a sentirse culpables en exceso.

A continuación, le proponemos un ejercicio que hemos extraído del

libro “Técnicas de Autocontrol Emocional” escrito por Martha Davis,

Matthew Mckay, Elizabeth R. Eshelman, que le ayudará a detectar

cuales son aquellas creencias que le autolimitan.


_____________________Ejercicio______________________

Este registro de opiniones tiene como misión poner de manifiesto sus ideas

autolimitadoras particulares que contribuyen, de forma encubierta, a su estrés

e infelicidad.

Ahora conteste el ejercicio, puntúelo y tome nota de aquellas partes en donde

alcance mayor puntuación.

No es necesario que piense mucho rato en cada pregunta. Escriba rápidamente

la respuesta y pase al siguiente.

Asegúrese de que contesta lo que usted realmente piensa, no lo que cree que

debería pensar.


No estoy Estoy

de acuerdo de acuerdo P

· 1. Para mí es importante recibir la aprobación de los demás

· 2. Odio equivocarme en algo

· 3. La gente que se equivoca, logra lo que se merece

·· 4. Generalmente, acepto los acontecimientos con filosofía

·· 5. Si una persona quiere, puede ser feliz en casi cualquier

circunstancia

· 6. Temo a las cosas que, a menudo, me resultan objeto de

preocupación

· 7. Normalmente, aplazo las decisiones importantes

· 8. Todo el mundo necesita de alguien a quien recurrir en

busca de ayuda y consejo

· 9. "Una cebra no puede cambiar sus rayas"

· 10. Prefiero, sobre todas las cosas, pasar el tiempo libre de

una forma tranquila

·· 11. Me gusta que los demás me respeten, pero yo no tengo

por qué manifestar respeto a nadie

· 12. Evito las cosas que no puedo hacer bien

· 13. Hay demasiadas personas malas que escapan del castigo

·· 14. Las frustraciones no me distorsionan

·· 15. A la gente no le trastornan los acontecimientos, sino la

imagen que tiene de ellos

·· 16. Me producen poca ansiedad los peligros inesperados o

los acontecimientos futuros

·· 17. Trato de afrontar los trabajos fastidiosos y hacerlos

cuanto antes

· 18. En las decisiones importantes, consulto con una autoridad

al respecto

· 19. Es casi imposible superar la influencia del pasado


No estoy

Estoy


·· 20. Me gusta disponer de muchos recursos

· 21. Quiero gustar a todo el mundo

·· 22. No me gusta competir en aquellas actividades en las que

los demás son mejores que yo

· 23. Aquellos que se equivocan, merecen cargar con las culpas

· 24. Las cosas deberían ser distintas a como son

·· 25. Yo provoco mi propio mal humor

· 26. A menudo, no puedo quitarme algún asunto de la cabeza

· 27. Evito enfrentarme a los problemas

· 28. Todo el mundo necesita tener fuera de sí mismo una

fuente de energía

·· 29. Sólo porque una vez algo afectó tu vida de forma

importante, no quiere decir que tenga que ser igual en

un futuro

·· 30. Me siento más satisfecho cuando tengo muchas cosas que

hacer

·· 31. Puedo gustarme a mí mismo, aun cuando no guste a los

demás

·· 32. Me gustaría triunfar en algo, pero no pienso que deba

hacerlo

· 33. La inmoralidad debería castigarse severamente

· 34. A menudo me siento trastornado/a por situaciones que no

me gustan

·· 35. Las personas desgraciadas, normalmente se deben este

estado a sí mismas

·· 36. No me preocupo por no poder evitar que algo ocurra

·· 37. Normalmente, tomo las decisiones tan pronto como puedo

· 38. Hay determinadas personas de las que dependo mucho

·· 39. La gente sobrevalora la influencia del pasado

·· 40. Lo que más me divierte es realizar algún proyecto creativo


No estoy Estoy


·· 41. Si no gusto a los demás es su problema, no el mío

· 42. Para mí es muy importante lograr el éxito en todo lo que

hago

·· 43. Pocas veces culpo a la gente de sus errores

·· 44. Normalmente, acepto las cosas como son, aunque no me

gusten

·· 45. Nadie está mucho tiempo de mal humor o enfadado, a

menos que quiera estarlo

· 46. No puedo soportar correr riesgos

· 47. La vida es demasiado corta para pasarla haciendo cosas

que a uno no le gustan

·· 48. Me gusta valerme por mí mismo/a

· 49. Si hubiera vivido experiencias distintas, podría ser más

como me gustaría ser

· 50. Me gustaría jubilarme y apartarme totalmente del trabajo

· 51. Pienso que es duro ir en contra de lo que piensan los

demás

·· 52. Disfruto de las actividades por sí mismas, al margen de lo

bueno/a o malo/a que sea en ellas

· 53. El miedo al castigo es lo que hace a la gente ser buena

·· 54. Si las cosas me desagradan, opto por ignorarlas

· 55. Cuanto más problemas tiene una persona, menos feliz es

·· 56. Raramente me siento ansioso/a al pensar en el futuro

·· 57. Raramente aplazo las cosas

·· 58. Yo soy el/la único/a que realmente puede entender y

solucionar mis problemas

·· 59. Normalmente, no pienso que las experiencias pasadas me

afecten en la actualidad

·· 60. Tener demasiado tiempo libre, resulta aburrido


No estoy Estoy


·· 61. Aunque me gusta recibir la aprobación de los demás, no

tengo necesidad real de ello

· 62. Me fastidia que los demás sean mejores que yo en algo

· 63. Todo el mundo es, esencialmente, bueno

·· 64. Hago todo lo que puedo por conseguir lo que quiero y

una vez conseguido, deja de preocuparme

·· 65. Nada es intrínsicamente perturbador; si lo es se debe al

modo en que lo interpretamos

· 66. Me preocupan mucho determinadas cosas del futuro

· 67. Me resulta difícil hacer las tareas desagradables

·· 68. Me desagrada que los demás tomen decisiones por mí

· 69. Somos esclavos de nuestro pasado

· 70. A veces desearía poder irme a una isla tropical y tenderme

en la playa, sin hacer nada más

· 71. A menudo me preocupa que la gente me apruebe y me

acepte

· 72. Me trastorna cometer errores

· 73. No es equitativo que "llueva igual sobre el justo que sobre

el injusto"

·· 74. Yo disfruto honradamente de la vida

· 75. Debería haber más personas que afrontaran lo desagrada-

ble de la vida

· 76. Algunas veces, me resulta imposible apartar de mi mente

el miedo a algo

·· 77. Una vida fácil, muy pocas veces resulta compensadora

· 78. Pienso que es fácil buscar ayuda

· 79. Cada vez que algo afecta tu vida de forma importante,

seguirá haciéndolo siempre

· 80. Me encanta estar tumbado


No estoy Estoy


· 81. Tengo considerable preocupación por lo que la gente

piensa de mí

· 82. Muchas veces me enfado muchísimo por cosas sin

importancia

·· 83. Generalmente doy una segunda oportunidad a quien se

equivoca

· 84. La gente es más feliz cuando tiene metas y problemas que

resolver

·· 85. Nunca hay razón para permanecer afligido mucho tiempo

·· 86. Raramente pienso en cosas como la muerte

·· 87. No me gustan las responsabilidades

·· 88. No me gusta depender de los demás

· 89. La gente nunca cambia, básicamente

· 90. La mayoría de las personas trabaja demasiado y no

descansa lo suficiente

·· 91. Ser criticado es algo fastidioso pero no perturbador

·· 92. No me asusta hacer aquellas cosas que no hago del todo

bien

·· 93. Nadie es malo a pesar de que sus actos lo sean

·· 94. Raramente me importunan los errores de los demás

·· 95. El hombre construye su propio malestar interno

· 96. Muchas veces me sorprendo planeando lo que haría si me

encontrara en determinadas situaciones de peligro

·· 97. Si tengo que hacer algo, lo hago a pesar de que no sea

agradable

·· 98. He aprendido a no estar pendiente de nada que no esté

relacionado con mi bienestar

·· 99. No miro atrás con resentimiento

· 100. No me siento realmente contento hasta que no estoy

relajado y sin hacer nada.


PUNTUACION

A. Preguntas con un solo punto (·) al principio: Si ha contestado “Estoy de

acuerdo”, anótese un punto en el espacio indicado para la puntuación y que

está representado por la letra (P).

B. Preguntas con dos puntos (··) al principio: Si ha contestado “No estoy

de acuerdo”, anótese un punto en el espacio indicado para la puntuación y

que está representado por la letra (P).


Cuente los puntos obtenidos en las preguntas:

A. 1, 11, 21, 31, 41, 51, 61, 71, 81 y 91 TOTAL

B. 2, 12, 22, 32, 42, 52, 62, 72, 82 y 92 TOTAL

C. 3, 13, 23, 33, 43, 53, 63, 73, 83 y 93 TOTAL

D. 4, 14, 24, 34, 44, 54, 64, 74, 84, 94 TOTAL

E. 5, 15, 25, 35, 45, 55, 65, 75, 85, 95 TOTAL

F. 6, 16, 26, 36, 46, 56, 66, 76, 86, 96 TOTAL

G. 7, 17, 27, 37, 47, 57,67, 77,87, 97 TOTAL

H. 8, 18, 28, 38, 48, 58, 68, 78, 88, 98 TOTAL

I. 9, 19, 29, 39, 49, 59, 69, 79, 89, 99 TOTAL

J. 10, 20, 30, 40, 50, 60, 70, 80, 90, 100 TOTAL


INTERPRETACION

Si ha obtenido una puntuación de 5 ó 6 puntos, podemos decir que la creencia en la que haya obtenido dicha puntuación le limita en determinadas

circunstancias, mientras que si su puntuación es igual o superior a 7, dicha creencia le está limitando en muchas áreas de su vida.

A continuación, se explica la creencia autolimitadora de cada apartado.

A. Cuanto mayor haya sido la puntuación alcanzada, mayor es su conformidad con la idea autolimitadora de que: “Para un adulto es absolutamente necesario tener el cariño y la aprobación de sus semejantes, familia, amigos”.

Es realmente imposible gustar a todas las personas que nos rodean. Incluso

aquellas personas a las que gustamos básicamente y nos aprueban,

discreparán en algunas de nuestras conductas y cualidades. Esta creencia

es probablemente la mayor causa de infelicidad, ya que estaremos

continuamente forzándonos a actuar de acuerdo a las expectativas de los

demás para conseguir su aprobación. Generalmente se corre menos riesgo

de rechazo si uno se muestra a los demás tal como es; pueden tomarlo o

dejarlo, pero si te aceptan, ya no tienes que preocuparte de bajar la

guardia ni de que te rechacen más tarde.

B. Cuanto mayor haya sido la puntuación alcanzada, mayor es su conformidad con la idea autolimitadora de que: “Debe ser indefectiblemente competente y casi perfecto en todo lo que emprende”.

Los resultados de la creencia de que uno ha de ser perfecto son: los

autorreproches ante el fallo inevitable, disminución de la autoestima,

aplicación de patrones perfeccionistas y paralización y miedo al intentar

cualquier cosa.


C. Cuanto mayor haya sido la puntuación alcanzada, mayor es su conformidad con la idea autolimitadora de que: “Ciertas personas son malas, viles y perversas y deberían ser castigadas”.

Una posición más real es pensar que tales personas se comportan de modo

antisocial e inapropiado. Quizá se deba a que tienen problemas, son

ignorantes o neuróticas y lo que deberían hacer es intentar cambiar su

conducta.

D. Cuanto mayor haya sido la puntuación alcanzada, mayor es su conformidad con la idea autolimitadora de que: “Es horrible cuando las cosas no van como a uno le gustaría que fueran”.

Tan pronto como el globo se deshincha, empieza el diálogo interno “¿Por qué

me pasa esto a mí? No puedo soportarlo. Es horrible, todo es un asco”,

Cualquier inconveniente, problema o fallo que aparezca en su camino se

interpreta de este modo. El resultado es una profunda irritación e intenso

estrés.

E. Cuanto mayor haya sido la puntuación alcanzada, mayor es su conformidad con la idea autolimitadora de que: “Los acontecimientos externos son la causa de la mayoría de las desgracias de la humanidad; la gente simplemente reacciona según cómo los acontecimientos inciden en sus emociones”.

Una deducción lógica, a partir de esta creencia, es pensar que para lograr la

felicidad o evitar la tristeza hay que controlar los acontecimientos

externos. Dado que ese control es limitado y que no podemos controlar los

deseos y comportamientos de los demás, el resultado es la sensación de

infelicidad y una ansiedad crónica. Atribuir la falta de felicidad a los

acontecimientos es una forma de evitar enfrentarse con la realidad. Las

propias interpretaciones de los hechos son las que causan la infelicidad.

Mientras que poseemos un control limitado sobre las acciones de los demás,

disponemos de un gran control de nuestras emociones y acciones.


F. Cuanto mayor haya sido la puntuación alcanzada, mayor es su conformidad con la idea autolimitadora de que: “Se debe sentir miedo o ansiedad ante cualquier cosa desconocida, incierta o potencialmente peligrosa”.

Esto a veces se expresa de la siguiente forma: “sólo con que suene un

timbre, ya empiezo a preocuparme”. Y muchas personas empiezan a

enumerar los escenarios de la catástrofe.

Desarrollar miedo o ansiedad ante lo incierto hace la desaparición más

difícil y aumenta el estrés; por el contrario, reservar las respuestas de

miedo al peligro real permite disfrutar de lo incierto como una experiencia

nueva y estimulante.

G. Cuanto mayor haya sido la puntuación alcanzada, mayor es su conformidad con la idea autolimitadora de que: “Es más fácil evitar los problemas y responsabilidades de la vida que hacerles frente”.

Esta creencia es la base para eludir las responsabilidades y no controlar

nuestra vida. Hay muchas formas de expresarla: “Debería decirle que ya no

me interesa, pero no esta noche… Tendría que encontrar otro trabajo, pero

estoy demasiado cansado para ponerme a buscarlo en los ratos libres… Un

grifo que gotea no hace daño a nadie… Podría ir de compras hoy, pero el

coche hace una especie de ruido raro. Etc.”

H. Cuanto mayor haya sido la puntuación alcanzada, mayor es su conformidad con la idea autolimitadora de que: “Se necesita contar con algo más grande y más fuerte que uno mismo”.

Esta creencia se convierte en una trampa psicológica en la que sus opiniones

y conocimientos quedan atrapados por la dependencia desarrollada hacia

una autoridad superior.


I. Cuanto mayor haya sido la puntuación alcanzada, mayor es su conformidad con la idea autolimitadora de que: El pasado tiene gran influencia en la determinación del presente”.

Sólo porque una vez algo le afectó de forma importante no significa que

deba continuar con las conductas que desarrolló en esta situación primera.

Esas formas y modelo de conducta son sólo decisiones tomadas tantas

veces que se han hecho casi automáticas. Debe averiguar cuáles son y

empezar a cambiarlas ahora mismo. Hay que aprender de las experiencias

pasadas, pero no debemos permanecer atados a ellas indefinidamente.

J. Cuanto mayor haya sido la puntuación alcanzada, mayor es su conformidad con la idea autolimitadora de que: “La felicidad aumenta con la inactividad, la pasividad y el ocio indefinido”.

Esto es el llamado “Síndrome de los Campos Elíseos”. La relajación absoluta

puede formar parte momentánea de la felicidad, pero existen más formas

de Felicidad: el trabajo bien realizado, el esfuerzo por conseguir los

propios objetivos…


Uno de los puntos centrales que nos interesa destacar aquí es que si

repetimos una y otra vez un pensamiento, éste acaba por integrarse

en el subconsciente.

Por lo tanto, podemos decir que nosotros somos capaces de:

• Cambiar los valores y creencias que hay almacenados en

nuestro subconsciente y que son limitadores de nuestro

desarrollo. Es un proceso duro y difícil, porque llevamos muchos

años alimentando y ratificando estas creencias, pero no es

imposible. Por lo que tenemos que desear cambiarlos y ver los

beneficios que nos puede reportar el cambio.

• Sustituir un pensamiento por otro y cambiar por tanto

pensamientos negativos y autolimitadores por pensamientos

positivos a base de hacernos afirmaciones sentidas en la

dirección adecuada. De hecho, sólo se podrá adoptar una actitud

positiva, si abandonamos las viejas nociones negativas y las

sustituímos con nuevos planteamientos positivos.

Según describen los psicólogos Davis, McKay y Eshelman en su

libro “Técnicas de Autocontrol Emocional” y de acuerdo a la teoría

psicológica emotiva racional, desarrollada por Albert Ellis, el proceso

a seguir para el rechazo de ideas o creencias autolimitadoras es el

siguiente:

1. Elija una situación que genere en usted, de form a

continuada, emociones estresantes .


2. Escriba cómo fue la realidad de los acontecimien tos en el

momento en que le resultaron motivo de distorsión,

asegurándose de que describe sólo los hechos objetivos, sin

incluir conjeturas, impresiones subjetivas ni juicios de valor.

3. Escriba su lenguaje interior respecto al acontec imiento :

Anote todos sus juicios subjetivos, sus suposiciones, creencias,

predicciones y preocupaciones.

4. Concéntrese en su respuesta emocional : Elija una o dos

palabras claras a modo de etiqueta: mal humor, depresión,

sentimiento de autodesprecio, miedo…

5. Discuta y varíe su lenguaje interior que ha descrito en el punto

3:

A. Elija la creencia autolimitadora que desea discutir.

B. Pregúntese si existe algún soporte racional a esta idea o

creencia. Es decir, si existe alguna causa o razón que la

justifique.

C. Pregúntese si dispone de alguna evidencia real que

demuestre la falsedad o equivocación de esta creencia.

D. Pregúntese si existe alguna evidencia real que demuestre la

certeza o idoneidad de esta idea o creencia.


6. Sustituya el lenguaje interior por otro más positivo , ahora

que ha examinado detenidamente la creencia autolimitadora que

ha originado la distorsión y ha podido compararla con lo que

sería una forma de pensamiento más positivo.

Hoy en día se sabe que el funcionamiento mental tiene un soporte

biológico, pero aún se conoce más: nuestros pensamientos,

actuaciones y experiencias influyen en él. “Pensamos de una

manera porque las conexiones cerebrales nos llevan a hacerlo así,

pero al repetir un pensamiento vamos fortaleciendo y desarrollando

esas conexiones”. Por tanto, cuando uno cambia de forma de pensar

o trabaja en nuevas ideas, se produce un cambio físico en la forma

de funcionar del cerebro. Esto significa que cualquier persona puede

producir esos cambios.

Para empezar hay que mirarse a uno mismo como se mira a quienes

se quiere: con afecto, pero con la mayor objetividad posible.

¿Cómo se influye en la química del cerebro para limpiarlo de esas

actitudes incontroladas? El teorema del “efecto mariposa”,

popularizado por el meteorólogo Edward Lorenz, dice

que si una mariposa mueve sus alas en Tokio, podría

desencadenar una sucesión de acontecimientos que

acaben en un huracán en Tejas. Con la mente podría

pasar lo mismo: un pequeño problema puede

transformarse en una bola de nieve y causar otros más grandes. Por

eso, no pasemos por alto ni los trastornos mentales más leves.

Asimismo, un hábito positivo introducido en la rutina diaria puede

desencadenar beneficios.


Detrás de un gesto como lavarse las manos cada dos por tres o no

poder salir de casa sin mirar varias veces si se ha apagado el gas,

hay un pensamiento que produce ansiedad, y se recurre a estos

rituales a fin de reducirla. Para salir de ese círculo vicioso, hay que

modificar los pensamientos intrusivos: advierte cuándo comienzas a

obsesionarte y analiza fríamente la causa. Después desarrolla tu

ritual lenta y conscientemente: percibe su inutilidad.

En un experimento reciente se pidió a pacientes con manías

obsesivo-compulsivas que se dijesen a sí mismos que su obsesión

no era real. Luego debían resistirse a ella obligándose a hacer algo

sano y gozoso al menos 15 minutos: 12 de cada 18, vieron que sus

manías y obsesiones se debilitaban. En imágenes de escáner

cerebral tomadas antes y después del estudio se veía que, al final,

varias áreas del cerebro habían empezado a funcionar con

normalidad.

2.2.2 Autoconcepto

El autoconcepto es el principal componente de la mente

subconsciente y está constituído por el conjunto de ideas,

emociones y convicciones que tenemos con respecto a nosotros

mismos y que hemos ido aceptando como ciertas a lo largo de

nuestra vida, principalmente en una edad muy temprana,

independientemente de que lo sean o no.

Por tanto, el autoconcepto es subjetivo y hemos de tener en cuenta

que siempre vemos el mundo con relación a nuestro autoconcepto.


Existen estudios que indican una correlación entre el autoconcepto

bajo y los prejuicios y las conductas violentas; es decir, las personas

que tienen un concepto negativo de sí mismas también tienden a

juzgar negativamente al resto de la gente y al mundo en general.

La importancia fundamental del autoconcepto radica en que existe

una relación directa entre nuestro potencial como personas y nuestro

autoconcepto. Cuando nuestro autoconcepto es más bajo de lo que

debería, nuestra efectividad también lo es.

Por la importancia que reviste este concepto, vamos a desglosarlo

en sus principales componentes.

• Autoimagen: entendida como la percepción que

tenemos sobre nosotros mismos en el día a día y

que viene determinada por el conjunto de creencias

que tenemos grabadas en nuestro subconsciente.

• Autoideal: entendido como la definición de la

persona que nos gustaría ser.

La proximidad o la lejanía entre estos dos componentes

básicos de nuestro autoconcepto, genera como resultado

una alta o baja autoestima , respectivamente, entendida

como el grado en el que nos valoramos y nos apreciamos

a nosotros mismos, con independencia de la opinión que

sobre nosotros puedan tener los demás. Según sea

nuestro nivel de autoestima así será nuestro impacto en los demás.


Según nos expone Rika Zaraï en su libro “Las Emociones que

Curan”, sabemos que nuestra autoestima es elevada cuando:

• Dejamos de creer que los demás son mejores que nosotros, o

viceversa.

• Dejamos de creer que debemos realizar proezas para merecer la

atención y la aprobación de los demás.

• Sentimos que nuestra confianza y nuestra solidez interior son tan

grandes que nos ponen al abrigo de las críticas y juicios de los

demás.

• Aceptamos que los otros son libres de pensar lo que quieran, sin

que esto influya en la estima que les profesamos.

• Decidimos actuar siendo siempre auténticos, siempre fieles a

nosotros mismos, potenciando al máximo nuestras cualidades y

dentro de la aceptación de nuestros propios límites.

• No tenemos miedo a mostrarnos tal como somos.

• No nos agotamos al esforzarnos por dar “una buena imagen de

nosotros”.

La persona con buena autoestima es:

� Ambiciosa sin ser codiciosa.

� Poderosa sin ser opresora.

� Autoafirmativa sin ser agresiva.

� Inteligente sin ser pedante.

� Humilde sin ser servil.

� Comprensiva sin ser idiota.


Si queremos cambiar y mejorar, debemos actuar

sobre nuestro autoconcepto

Tanto en lo que respecta a nuestra autoimagen, como en lo que

respecta a nuestro autoideal.

La psicología nos dice que nuestro comportamiento externo es

siempre reflejo de la imagen interior que tenemos de nosotros

mismos. Por tanto, nuestro comportamiento mejora simplemente

mejorando nuestra forma de pensar sobre nosotros mismos. La

mejor manera de aumentar nuestra autoestima es mandando

mensajes positivos sobre nosotros mismos a nuestra mente

subconsciente, ya que una persona liberada de las viejas

limitaciones, es capaz de desplegar todo su potencial.

UNAS CUANTAS FRASES PARA REFLEXIONAR

� “Lo que cuenta no es lo que sucede, sino cómo lo interpretamos”

� “Nuestro rendimiento nunca será mejor que la imagen que tenemos de nosotros mismos”

� “Hay que transformar las buenas vivencias en recuerdos permanentes, y las malas en momentos fugazes”

� “Concéntrate en tus cualidades y auméntalas;los defectos se diluirán en ellas”

� “Cada vez que dices sí cuando te gustaríadecir no, muere una parte de ti”

� “No importa lo que haya pasado en tu vida; túpuedes trascender y reinterpretar tu pasado”

� “Usa tus ojos, escucha a tu corazón, decidehacia dónde quieres ir. Si dejas que otros lohagan, la recompensa no será para ti”


El segundo paso para cambiar y mejorar profesional y

personalmente es definir el autoideal, lo más claramente posible y,

en la medida de lo posible, proyectarlo en personas físicas. Sin él, es

difícil conocer nuestros avances y progresos y, a la vez, nos

permitirá estudiar y aprender de las personas que constituyen

nuestro autoideal.

Se sabe que las personas que han triunfado tenían autoideales muy

claros. Los líderes tienen muy claro quienes son, qué admiran y

hacia dónde van.

Sin embargo, a la hora de iniciar un cambio en este sentido hemos

de tener en cuenta que los viejos patrones, por negativos y

dolorosos que sean, ejercen una increíble atracción magnética

porque con ellos nos sentimos “como en casa”.

Evitar una situación difícil, como es el inicio de un cambio en

nuestras propias creencias, parece ser el curso más natural de

acción porque nos seduce la satisfacción inmediata, sin tener en

cuenta que obtener una satisfacción de la forma más rápida

posible, puede ser agradable en un primer momento, pero a largo

plazo puede resultar muy caro y doloroso.

Por lo tanto, a menos que tomemos una decisión firme de cambio,

acompañada de una gran dosis de autodisciplina, la tendencia

natural es la de seguir igual indefinidamente.

Otro enfoque para promover un cambio nos lo aporta John Emerick

en su libro “Sé la persona que quieres ser” a través de la aplicación

de la PNL (Programación Neuro-Lingüística).


En él nos sugiere que las condiciones básicas para

que se produzca un cambio son:

• Se debe querer hacer el cambio, lo cual supone

tener la motivación necesaria para hacerlo y,

para ello, tenemos que detectar beneficios

tangibles e importantes en el cambio.

• Se debe saber cómo hacer el cambio, lo cual supone tener el

conocimiento necesario.

• Se debe tener la oportunidad de hacer el cambio

• Se debe estar dispuesto a hacer el cambio, lo cual supone

incidir directamente en nuestro sistema inconsciente de

creencias y valores

• Se debe tener la voluntad para hacer lo que sea preciso para

que el cambio se produzca, lo cual supone de nuevo tener la

motivación suficiente para emprenderlo.

Pero, una vez que se han logrado estos requisitos

imprescindibles, ¿Cómo empezar realmente a

conseguirlo?

1. Pensar y visualizarnos tal cómo nos gustaría ser

En esta fase tenemos que saber hacer uso de la imaginación,

que como decía Einstein, “es más poderosa que los hechos”. La

imaginación actúa como mecanismo de guía, dirigiendo a la

mente subconsciente para que llegue a convertirse en alguien

diferente.


La eficacia de la visualización, alabada desde hace mucho

tiempo por los maestros del yoga, ha sido claramente definida y

demostrada por expertos en estos temas (José Silva,

Simontón…), y consiste en:

• Concentrarnos en las imágenes que evocamos

voluntariamente

• Después, en las sensaciones que dichas imágenes evocan

• Por último, en el estado de bienestar que suscitan.

Se trata de “ver el video” en el que aparecemos tal como

seríamos, comportándonos de ese otro modo y exhibiendo esas

cualidades que intentamos conseguir. Gracias a la visualización,

la imagen, las palabras y el mundo empiezan a cambiar a toda

velocidad.


COMO VISUALIZAR

1. La relajación, siempre constituye un paso previo de la visualización, porque las ondas alfa facilitan el acceso al inconsciente. Así que siéntese tranquilo, con la espalda erguida, los ojos cerrados y la respiración sosegada, Relaje todos sus músculos, de los pies a la cabeza.

2. Una vez que se sienta relajado, empiece a visualizar: imagine historias teatrales o películas en las que usted es tal como le gustaría ser y siempre triunfa.

3. Todas las escenas, sin excepción, deben ser optimistas y deben acabar con un final feliz.

4. Siguiendo en la misma actitud, puede imaginarse lo que le parezca: como supera un conflicto personal o emocional; como se enfrenta a una situación difícil…

5. Respete la lógica y la verosimilitud en el desarrollo de las escenas, con el fin de que la historia resulte creible (por lo menos para usted).

6. La visualización no utiliza únicamente el sentido de la vista. No sólo tenemos que ver las imágenes, sino tambien oir los diálogos, oler los perfumes y vivir las emociones como si estuviéramos allí.

Fuente: “Las Emociones que Curan” de Rika Zaraï


2.- Construir y verbalizar afirmaciones sobre cómo nos gustaría

ser

Cuando empezamos a utilizar la imaginación, comienza el

proceso de creación de un nuevo autoideal y una nueva

autoimagen. Estos deben ser “vendidos” a nuestro

subconsciente con afirmaciones personales, que empiecen con

“yo”, y en presente.

Por otro lado, verbalizar significa articular nuestros deseos con

palabras claras y positivas.

Las palabras son las herramientas con que pensamos y cuanto

más positivas y numerosas sean nuestras palabras, más preciso

será nuestro pensamiento y más rápidamente conseguiremos

las cosas, ya que significará que hemos comprendido

perfectamente lo que queremos ser. Hay que tener en cuenta

que sólo se ha entendido algo cuando se puede expresar con

palabras claras e inequívocas

3.- Comportarnos como nuestro autoideal

Después de seguir el proceso explicado en los párrafos

anteriores, el último paso consiste en actuar como si ya fuéramos

la persona que deseamos ser y hubiéramos adquirido totalmente

esas cualidades a las que aspiramos.

En esta fase se trata por tanto de salir al escenario

representando el papel de un actor profesional.


Hay que tener en cuenta que las cosas que decimos no acaban

de ser ciertas hasta que las hacemos y haciendo es como

aprendemos lo que funciona y lo que no.

Practicar una y otra vez es la única forma de aprender.

Asimismo, John Emerick en su libro “Sé la persona que Quieres ser”

nos indica que los pasos básicos para que se produzca un cambio,

según la PNL son:

• Conocer claramente cuál es el objetivo.

• Permanecer atento para saber cuáles son los progresos que se hacen.

• Variar de comportamiento si los resultados que se obtienen no son los deseados.

Rika Zaraï nos propone diez reglas para aprender a quererse uno

mismo y, mejorar la autoestima:

1. No se siga comparando con los demás: libérese de la esclavitud

que supone el hecho de que constantemente se esté

preguntando: ¿Cómo soy con respecto a…?

2. No siga criticándose y asustándose con pensamientos negativos:

¡Respétese!

3. Quiérase a sí mismo/a, tanto en los momentos de desgracia como

en los de felicidad: ¡usted se lo merece en todos los instantes de

su vida!

4. Sea indulgente consigo mismo/a ¡Y no olvide el sentido del

humor!

5. Dese ánimos: cada acto necesita su propio reconocimiento.


6. No olvide la influencia que tienen las emociones y los hábitos

relacionados con la salud: la ansiedad debilita las defensas y abre

la puerta a las enfermedades. Cuide su cuerpo: aliméntese sana,

nutritiva y energéticamente; practique el ejercicio físico que más le

guste para oxigenarse.

7. Mímese a sí mismo/a: obséquiese con algún capricho o algo

agradable para usted.

8. Repítase a menudo: ¡El pasado, pasado está!

9. Dígase con mucha frecuencia: “Confío en mí mismo/a” Nunca es

demasiado tarde para que empiece a confiar en sí mismo/a.

10.Acéptese tal como es en realidad y acepte a los demás como

son.

Estimula tu cerebro...

Cuando el objetivo es producir pequeños cambios en nuestra vida y

en nuestro cerebro, el lema a seguir es: “todo influye” . El ejercicio,

la comida, el sueño, el trabajo, la persona con la que compartimos la

vida... Basta utilizar el sentido común para adquirir hábitos higiénicos

para la salud mental.

� Haz ejercicio con regularidad

El aeróbic o el baile, por ejemplo, agudizan la memoria y los

reflejos y elevan el ánimo y la autoestima. Si

deseas algo menos movido, decídete por el

yoga o el qi-gong, que ponen en forma la

mente y el cuerpo y desarrollan el autocontrol.

�� Unos minutos para meditar y relajarse

Retirarte a tu estancia interior, a tu habitación privada, un ratito

cada día es la mejor forma de liberarte del ruido mental.


�� Mejora la alimentación

Cualquier cosa que comemos afecta al cerebro en segundos.

Apúntate a una dieta sana y variada como la mediterránea.

�� Cuida el sueño y la luz

La luz y el sol vienen bien excepto para dormir:

el cerebro en reposo necesita oscuridad.

Dormir “a pierna suelta” es siempre

recomendable salvo para quienes tienen

tendencia a la depresión.

�� Manténte activo

Trabajar es muy sano para la mente: promueve la salud, la

cordura y el bienestar. Por el contrario, la inactividad es la madre

de muchos síntomas psiquiátricos. Cualquier ocupación, aunque

no sea la ideal, acalla el ruido cerebral: estimula el lado izquierdo

del cerebro, que es el que busca el optimismo y la creatividad,

librándonos de la tendencia a la preocupación, que se localiza en

el derecho.

...y piensa de forma saludable

“Para ser feliz basta un poco de cielo azul sobre nuestras cabezas,

una brisa tibia y el espíritu en paz”. Lo decía el escritor francés

André Maurois, y lo recuerda Pilar Varela en su célebre libro “La

máquina de pensar” (Ed. Temas de Hoy).

Estas son algunas de las claves que nos ofrece esta psicóloga:


�� Las personas felices tienen predisposición a hacer el bien

Son más tolerantes con los otros, los valoran mejor, perciben el

mundo como más seguro, toman decisiones con mayor facilidad.

Aunque no es posible vivir en un mundo idílico, sí lo es influir de

forma positiva en nuestro entorno.

�� Es fundamental buscar ese equilibrio que está en la base del

“espíritu en paz”

Esto es, ajustar los deseos a las posibilidades reales, ser tan

exigente como indulgente con uno mismo, desear mejorar y a la

vez aceptarse.

�� Los gestos refuerzan las emociones

“Quien hace gestos violentos incrementa su propia cólera”, dijo

Darwin. El médico y pionero de la psicología William James

pensaba lo mismo, pero en sentido contrario: “Para sentirse

animoso hay que adoptar una actitud animosa y

actuar como si la alegría ya estuviera presente”.

La investigación actual les da la razón: un gesto y

una actitud inducen un sentimiento.

�� Aprender a resistir la frustración es tan important e como

potenciar la motivación

Son actitudes complementarias y están cargadas de creatividad y

tenacidad. ¿Sabía que a los jugadores de golf les entrenan

psicólogos para que aprendan a controlar las emociones y a

reforzar la voluntad?. Así, no hay hoyo que se resista. Nosotros

podemos hacer lo mismo.


¿Necesitas un cambio vital?

Todos tenemos derecho a llevar una vida

satisfactoria. ¿Estás contento con la tuya? Te

ayudamos a averiguarlo y a emprender el

camino para que tus sueños se hagan realidad.

Bien sabemos que cambiar la vida que llevamos no es sencillo. A

veces nos ponemos a dar vueltas a alguna que otra idea para

mejorarla... y todo queda ahí.

Así pasan los días y los sueños, hasta que acabamos desistiendo de

esa tarea titánica, cuando no imposible.

Los compromisos familiares, los hijos que no acaban de crecer, el

dinero siempre insuficiente, las deudas incesantes y, claro, el miedo

a lo desconocido... ¡Parálisis total! Sin embargo, es necesario romper

la inercia y lanzarse a la búsqueda de un mayor grado de

satisfacción.

Tener claras las metas y perseguirlas sin temor podría darnos el

empujón necesario para el cambio.

La infelicidad tiene mucho que ver con la cerrazón mental a la hora

de ver con claridad lo que nos gustaría ser o lo que de verdad

querríamos hacer.

Para empezar pregúntate sin reparos: ¿estás satisfecho con tu vida?

Si crees que va bien, la diferencia entre tus aspiraciones y la realidad

ha de ser mínima.


Si por el contrario esa distancia es del tamaño de lo imposible, algo

en tu existencia debe ser analizado, ordenado y replanteado.

Un buen consejo es escribir en un folio en blanco todos aquellos

deseos y aspiraciones que te gustaría que sucediesen en los

próximos cinco años: dónde te gustaría

vivir, con quién te apetecería hacerlo, qué

trabajo quisieras llevar a cabo... Y así con todo

lo que se te ocurra. Si el plan para el nuevo milenio

es por completo diferente a tu día de hoy, ¡es el

momento perfecto para comenzar ese cambio que tanto

deseas!.

PASO A PASO

➀➀➀➀

Siéntete siempre

motivado

Tu propia inquietud es el mejor motor para el cambio. Aprovecha su energía: cada vez que te sientas insatisfecho recuerda que es la llamada de todo tu ser impulsándote a la acción. Según la psicóloga Pilar Varela, la motivación explica la diferencia entre lo que podemos hacer y lo que hacemos: es, en definitiva, la fuerza de la voluntad para obtener un logro.

➁➁➁➁

Concreta

tus

metas

Escribe cinco aspiraciones que sean de verdad importantes para ti: una bonita casa, amar con pasión a tu pareja, viajar, un buen trabajo, el reconocimiento social, ser útil a los demás... Analiza tu vida actual y comprueba en qué grado coincide con lo que has escrito. Este ejercicio te ayudará a ver cuáles son las áreas donde se encuentran los verdaderos obstáculos.

➂➂➂➂

Sé realista

Y

consecuente

Los objetivos que te propongas han de ser específicos, sensatos, consecuentes y realizables. No sirve de mucho decir que tu mayor ilusión es hacer amigos en todo el mundo si te apoltronas en casa.


➃➃➃➃

Entrena tu

mente

Contempla tus deseos desde cualquier punto de vista. El doctor Stephen Palmer, director del Centro para el Estrés de Londres, recomienda empezar con un simple ejercicio creativo que consiste en confeccionar una lista con 50 posibles usos del bolígrafo. “No hay que desechar ideas porque parezcan estúpidas”, advierte. A partir de ahí estarás preparado para aplicar el mismo ejercicio a tus metas: sirve para entrenar tu mente y desarrollar tu creatividad.

⑤⑤⑤⑤

Diseña un plan de acción

Si, por ejemplo, lo que deseas es cambiarte de casa, toma una agenda y planifica una estrategia paso a paso: el primer mes, contacta con agencias y pon tu vivienda en venta; el segundo, empieza a ver otras casas y valora precios y financiación... Así, no te sentirás abrumado con tantas gestiones.

➅➅➅➅ Pierde el miedo al

fracaso

Este es quizás el mayor obstáculo al que se enfrentan las personas que necesitan cambiar su vida. Pregúntate: y si al final no logro alcanzar esa meta, ¿tanto habré perdido?, ¿la vida se acabará?

⑦⑦⑦⑦ Evita la ambición

desmedida

Algunas personas están programadas para la insatisfacción: nunca son felices porque están siempre pensando en conseguir la luna. Una enorme dosis de nuestra felicidad futura depende de que seamos capaces de ser equilibrados y realistas.

⑧

Sopesa las consecuencia

Si tu sueño consiste en hacer una carrera universitaria, cambiar de empleo o viajar alrededor del mundo, necesitas armarte a ti mismo de razones. Valora las consecuencias del cambio y sondea a tus allegados.

⑨⑨⑨⑨

Aprende a sortear obstáculos

Cuando surgen escollos en el camino, o los aceptas o has de buscar alternativas para sortearlos. Si deseas hacer un curso en el extranjero pero no dispones del dinero necesario, piensa en otras opciones: por ejemplo, un curso a distancia. Si el impledimiento es insalvable, no malgastes energías en el intento.

⑩

Sé Flexible

Nada permanece siempre inamovible: las circunstancias a veces cambian sin que puedas hacer nada por evitarlo. Como dice el refrán: “rectificar es de sabios” por lo que en ocasiones conviene ser flexible.


_____________________Test______________________

¿Estás contento con tu vida?

1. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones resume mejor tu vida?

A) Con momentos buenos y malos, en general es completa

B) Echo de menos algunas cosas y me sobran otras.

C) Dedico mi tiempo a desear que cambie.

2. ¿Con qué frecuencia te fuerzan tu trabajo, tu trabajo, tu familia o tu vida social a

hacer cosas a disguto?

A) Casi nunca.

B) Muy a menudo

C) Todo el tiempo

3. ¿Te sientes bien con tu imagen?

A) Tengo muy buena apariencia.

B) No está mal, pero quisiera tener más atractivo.

C) Detesto mi imagen y quiero cambiarla.

4. ¿Cómo describirías tu vida social?

A) Tengo un montón de amigos y salgo a menudo.

B) Me encantaría tener una vida social más intensa

C) Casi nunca encuentro tiempo para salir.


5. ¿Tu vida interior es estimulante?

A) Sí.

B) A veces, pero me gustaría potenciarla

C) Me siento casi como un vegetal. Inerte.

6. ¿Sueles hacer proyectos diferentes?

A) Sí, con regularidad.

B) Sí, pero me gustaría tener más planes.

C) Tengo dificultades para pensar en proyectos.

7. ¿Cómo reaccionas ante el error?

A) La próxima vez lo haré mejor.

B) Me pongo muy triste

C) Abandono.

8. ¿Qué haces para tomar una decisión?

A) Reflexiono y elijo la opción que más me satisface

B) Me cuesta decidirme, aunque al final lo logro.

C) Muchas veces dudo tanto que no hago nada.

9. ¿Cómo te sientes cuando las cosas no resultan tal y como esperabas?

A) Me molesta, pero sé que todo no sale siempre bien.

B) Me siento defraudado y me cuesta aceptarlo.

C) Me hundo y tardo en recuperarme.

10. ¿Procuras darte satisfacciones, caprichos, goces?

A) Siempre que puedo.

B) A veces, pero otras me retraigo.

C) Me parce superfluo.


RESULTADOS

Mayoría de respuestas A:

Sabes manejar tu vida muy bien. Cualquier cambio que

hagas debería ser pequeño (un viaje de fin de semana o un

nuevo corte de pelo), justo para añadir algún aliciente.

Mayoría de respuestas B:

Aunque estás satisfecho con la vida que llevas, deberías pensar en introducir

alguna modificación, significativa. Considera tus

respuestas y piensa en nuevos proyectos encaminados a

mejorar las áreas en las que hay un déficit de

satisfacción. Emprende nuevas aficiones, y quehaceres,

potencia tu desarrollo personal.

Mayoría de respuestas C:

No eres feliz y necesitas un cambio radical. Es el momento de que

reflexiones sobre tus valores y tus metas y te marques objetivos.

Quizás debas acudir a un profesional para que te ayude.


2.2.3 Las Inteligencias Múltiples

El neurólogo y pedagogo Howard Gardner, en la actualidad profesor

de la Universidad de Harvard, partiendo del estudio de los dos

hemisferios cerebrales que ya hemos presentado anteriormente,

elaboró una serie de estudios de gran impacto en la psicología

moderna que se centran en su teoría de las inteligencias múltiples,

dando al concepto de inteligencia tradicional (caracterizado por

considerar que sólo existe una inteligencia con la cual nacemos y que

es fácilmente medible con un test), una perspectiva multidisciplinar. Al

estudiar el desarrollo artístico de los niños y trabajar con personas que

habían sufrido lesiones cerebrales descubrió que una persona podía

tener dañadas determinadas facultades intelectuales sin que esto

afectara a otras que seguían funcionando perfectamente.

Según una entrevista que le hicieron a Howard Gardner en el

periódico “La Vanguardia” y tal como puede verse en el gráfico de la

página siguiente, todos tenemos nueve tipos de inteligencia que

representan distintas habilidades a las que recurrir para resolver

situaciones distintas.


La asignación de espacio cerebral a cada inteligencia varía en cada

persona de acuerdo a la dotación genética que se tenga y puede ir

evolucionando a lo largo de la vida, en función de la estimulación que

se haga de esa habilidad.

• La inteligencia lingüística es la capacidad de utilizar el lenguaje y

quienes más la poseen son los poetas. El don del lenguaje es

universal y su desarrollo en los niños es sorprendentemente similar

en todas las culturas.

• La inteligencia lógico-matemática es la capacidad de

razonamiento junto con la capacidad científica. Junto a la

inteligencia anterior constituye el arquetipo tradicional de la

“inteligencia en bruto” y proporciona la base principal para los tests

de coeficiente intelectual, lo que supone una visión parcial y

limitada del potencial de la persona, ya que “ser inteligente” es

Las inteligencias múltiples

física

intrapersonal

interpersonal

musical

espacial

matemática

linguísticanatural

existencial


algo más que obtener buenos resultados académicos gracias a la

habilidad verbal o a la habilidad lógico-matemática.

• La inteligencia visoespacial es la capacidad para formarse un

modelo mental de un mundo y para maniobrar usando este

modelo. Los marinos, ingenieros, cirujanos, escultores y pintores

tienen todos una inteligencia espacial altamente desarrollada.

• La inteligencia musical . Leonard Bernstein la tenía en gran

proporción y Mozart presumiblemente más. El hecho de que niños

autistas puedan tocar maravillosamente un instrumento musical

subraya la independencia de esta inteligencia respecto a alguna de

las anteriores.

• La inteligencia física es la capacidad para resolver problemas o

para elaborar productos empleando el cuerpo o partes de éste.

Bailarines, atletas, cirujanos y artesanos muestran todos ellos una

inteligencia física altamente desarrollada.

• La inteligencia natural es la capacidad de desenvolverse en la

naturaleza y descubrir sus estructuras subyacentes. La tienen

especialmente desarrollada los biólogos, géologos, aventureros y

exploradores, la gente de campo y las distintas categorías de

naturalistas aficionados.

• La inteligencia existencial es la capacidad del individuo para

plantearse preguntas fundamentales que atañen a la especie

humana: ¿Quién soy?, ¿Qué es el mundo?, ¿Qué es la vida?,

¿Qué es esencial y qué no lo es? etc.


• La inteligencia interpersonal es la capacidad para entender a

otras personas, lo que les motiva, cómo trabajan y cómo trabajar

con ellos de forma cooperativa y supone un alto grado para

discernir y responder apropiadamente a los estados de ánimo,

temperamentos, motivaciones y deseos de los demás.

Los buenos vendedores, los políticos, los profesores y maestros,

los médicos y los líderes religiosos tienden a ser individuos con un

alto grado de inteligencia interpersonal.

Asimismo, Gardner divide esta inteligencia en cuatro habilidades

diferentes: el liderazgo, la aptitud de establecer relaciones y

mantener amistades, la capacidad de solucionar conflictos y la

habilidad para el análisis social.

• La inteligencia intrapersonal es la capacidad de formarse un

modelo ajustado y verídico de uno mismo y de ser capaz de utilizar

este modelo para desenvolverse eficazmente en la vida. El sentido

de uno mismo simboliza todos los tipos de información acerca de

una persona, incluida la capacidad de establecer contacto con los

propios sentimientos, discernir entre ellos y aprovechar este

conocimiento para orientar nuestra conducta.

A continuación, le proponemos un ejercicio extraído del libro

“Aprendizaje Acelerado para el Siglo XXI” de Colin Rose y Malcolm J.

Nicholl, que se ha diseñado para ayudarle a alcanzar una

comprensión más completa de las inteligencias de que dispone.


¿ Qué inteligencias prioriza usted ?

¿ Cuáles son

sus “puntos

fuertes” ?


LINGÜÍSTICA

LÓGICO MATEMÁTICA

VISOESPACIAL

MUSICAL

INTERPERSONAL

INTRAPERSONAL

NATURALISTA

CORPORAL-CINESTÉSICA

EXISTENCIAL

(425 x 52) + (152/

?

MMOOVVIILLIICCEE TTOODDAASS SSUUSS IINNTTEELLIIGGEENNCCIIAASS


Si desarrolla y utiliza deliberadamente toda la gama de inteligencias,

conseguirá un aprendizaje equilibrado, un aprendizaje que no sólo se ajustará a

sus capacidades actuales sino que, además, le permitirá desarrollarse y crecer

como persona.

Utilizar toda su gama de inteligencias también le ayudará a pensar de formas

diferentes. El resultado de todo ello es que se puede convertir en una persona

mucho más creativa.

Contestando a las siguientes preguntas, podrá juzgar qué formas de

inteligencia son sus puntos fuertes y cuáles sus puntos débiles. Esto le

permitirá esforzarse para aprovechar al máximo las actitudes que ya tiene – y

si lo desea – desarrollar otras.

Marque los enunciados con que se sienta identificado y sume los totales.


LINGÜÍSTICA

1. Le gustan los juegos de palabras y los trabalenguas. Le gustan los poemas,

los relatos y las rimas.

2. Lo “devora” todo: libros, revistas, periódicos y hasta las etiquetas de los

productos.

3. Se expresa con facilidad y seguridad, tanto oralmente como por escrito

(por ejemplo, es persuasivo en los debates y un buen contador de cuentos

o un buen escritor).

4. Salpica sus conversaciones con frecuentes alusiones a cosas que ha leído

u oído.

5. Le gusta hacer crucigramas, jugar a las adivinanzas y otros juegos que

impliquen el uso de la palabra. Tiene una buena ortografía.

6. Tiene un vocabulario tan amplio que a veces la gente le pide que explique

el significado de alguna palabra que ha utilizado. Le gusta usar la palabra

exacta en el contexto apropiado.

7. En la escuela prefería asignaturas como lengua, literatura, historia y

sociales. Es consciente de la necesidad de incrementar el vocabulario de

su hijo.

8. Se desenvuelve bien en los debates y también en las discusiones verbales

y sabe dar explicaciones e indicaciones claras.

9. Le gusta “pensar en voz alta”, hablar de los problemas, explicar

soluciones, hacer preguntas.

10. Absorbe fácilmente la información que recibe escuchando la radio, cintas

magnetofónicas o conferencias. Las palabras se le fijan fácilmente en la

memoria.

TOTAL: ______________


LÓGICO - MATEMÁTICA

1. Le gusta trabajar con números y puede hacer cálculos mentalmente.

2. Le interesan los nuevos avances científicos y también le gusta

experimentar con las cosas para ver cómo funcionan.

3. Le resulta fácil hacer un balance de gastos y programar el presupuesto

doméstico. Se fija objetivos numéricos en el trabajo y también en la vida

privada.

4. Le gusta programar itinerarios detallados para sus vacaciones o viajes de

negocios. Suele hacer, numerar y utilizar frecuentemente listas de

quehaceres.

5. Le gustan los rompecabezas, jeroglíficos u otros juegos que requieran el

pensamiento lógico y estadístico (por ejemplo las damas o el ajedrez).

6. Identifica fácilmente los errores lógicos en las cosas que la gente dice y

hace.

7. Cuando iba a la escuela, las matemáticas y las ciencias se encontraban

entre sus asignaturas favoritas.

8. Puede encontrar ejemplos concretos para apoyar un punto de vista

general, y se siente cómodo analizando situaciones y argumentos.

9. Adopta una aproximación sistemática, paso a paso, para resolver

problemas. Le gusta identificar patrones y relaciones entre objetos o

números.

10. Necesita categorizar, agrupar o bien cuantificar las cosas para así poder

apreciar de forma correcta su relevancia.

TOTAL: ______________

(425 x 52) + (152/


VISOESPACIAL

1. Sabe apreciar las artes plásticas y le gustan la pintura y la escultura.

Tiene un buen sentido del color.

2. Le gusta registrar visualmente los acontecimientos, con una cámara de

fotos o de vídeo.

3. Cuando está tomando notas o pensando en algo, suele sorprenderse a sí

mismo haciendo garabatos. Dibuja bastante bien.

4. No tiene problemas para interpretar mapas o para orientarse navegando.

Tiene un buen sentido de la orientación.

5. Le gustan los juegos como los puzzles y los laberintos.

6. Es bastante dado a separar cosas y volverlas a juntar. Sabe montar

mecanismos con bastante facilidad e interpretar esquemas para poder

hacerlo.

7. Cuando iba a la escuela, le gustaba la plástica y prefería la geometría al

álgebra.

8. Suele hacerse entender utilizando croquis o dibujos y sabe interpretar

gráficas con facilidad.

9. Puede visualizar el aspecto que tienen las cosas desde distintas

perspectivas o cómo será un edificio una vez construido viendo sus planos.

10. Prefiere leer materiales que estén profusamente ilustrados.

TOTAL: ______________


CORPORAL - CINESTÉSICA

1. Practica algún deporte o realiza regularmente algún tipo de ejercicio. Le

gusta andar, nadar y la sensación de utilizar el cuerpo.

2. El bricolaje es algo que se le da bastante bien.

3. Le gusta pensar en sus problemas mientras realiza alguna actividad física,

como andar o correr.

4. No le importa salir a bailar a la pista de baile.

5. Le gustan las atracciones más fuertes y espeluznantes del parque de

atracciones.

6. Para entender algo completamente necesita tenerlo físicamente en las

manos, cogerlo y manipularlo. Le gustan los rompecabezas y el modelismo.

7. Las clases en que más disfrutaba cuando iba a la escuela eran educación

física, plástica y manualidades.

8. Utiliza gestos u otras formas de lenguaje corporal para expresarse.

9. Le gusta revolcarse y jugar a pelearse con los niños.

10. Necesita afrontar una nueva experiencia de aprendizaje, poniéndose

“manos a la obra” en lugar de leer un manual o ver un vídeo.

TOTAL: ______________


MUSICAL

1. Sabe tocar un instrumento.

2. Entona bien.

3. Generalmente recuerda una melodía después de haberla escuchado sólo

un par de veces.

4. Suele escuchar música en casa y en el coche y a veces va a conciertos. Le

gusta –hasta incluso necesita – tener un fondo musical mientras está

trabajando.

5. Se sorprende a sí mismo dando golpecitos al son de la música. Tiene un

buen sentido del ritmo.

6. Sabe identificar el sonido de distintos instrumentos musicales.

7. Se le pegan fácilmente los temas musicales o las tonadillas de los

anuncios publicitarios.

8. No puede imaginarse la vida sin música. La música le evoca fácilmente

emociones e imágenes.

9. Suele silbar o tararear alguna que otra melodía.

10. Suele utilizar el ritmo (o la rima) para recordar cosas, por ejemplo: decir

un número de teléfono rítmicamente.

TOTAL: ______________


INTERPERSONAL

1. Le gusta trabajar con otra gente, formando parte de un grupo o comisión.

2. Le enorgullece ser el asesor o tutor de alguien.

3. La gente suele acudir a usted en busca de consejo. Podría describirse a sí

mismo como una persona comprensiva.

4. Prefiere los deportes de equipo – como el baloncesto, el fútbol, el béisbol

o el voleibol – a los deportes individuales, como correr o la natación.

5. Le gustan los juegos que implican a otras personas – las cartas, el

Monopoli, el Trivial.

6. Le encanta alternar. Prefiere mil veces ir a una fiesta que quedarse solo

en casa viendo la televisión.

7. Tiene varios amigos íntimos.

8. Se comunica bien con la gente y puede ayudar a resolver disputas.

9. No duda en tomar la batuta, mostrando a los demás cómo se hacen las

cosas.

10. Habla de sus problemas con sus amigos, en vez de intentar solucionarlos

usted mismo.

TOTAL: ______________


INTRAPERSONAL

1. Lleva un diario personal donde refleja sus pensamientos más íntimos.

2. Suele reservarse “momentos de calma” para reflexionar sobre los

aspectos importantes de la vida.

3. Ha establecido sus metas – sabe perfectamente adónde va -.

4. Es un pensador independiente, conoce su forma de pensar y sabe tomar

decisiones por sí mismo.

5. Tiene un hobby o interés personal que no comparte con nadie.

6. Le gusta irse a pescar o a pasear completamente solo. Se siente a gusto

en su propia compañía.

7. Su idea de una buenas vacaciones es una cabaña aislada en lo alto de una

montaña en lugar de alojarse en un hotel de cinco estrellas abarrotado de

gente.

8. Tiene una idea realista de cuáles son sus puntos fuertes y cuáles sus

puntos débiles.

9. Ha asistido a seminarios de autorrealización o ha participado en algún

tipo de experiencia para aprender más sobre sí mismo.

10. Trabaja por y para sí mismo, o se ha planteado seriamente “hacer las

cosas a su modo”.

TOTAL: ______________


NATURALISTA

1. Le gustan los animales domésticos y/o tiene alguno en casa.

2. Pueden identificar y denominar muchos tipos diferentes de árboles o

flores.

3. Le interesa cómo funciona el cuerpo, - dónde están los principales

órganos internos, por ejemplo – y está al día en temas relacionados con la

salud.

4. Sabe reconocer huellas, nidos y la fauna salvaje cuando pasea por el

monte y sabe “leer” el cielo para prever el tiempo que hará.

5. Puede verse a sí mismo como un granjero, o quizá le guste pescar.

6. Es un buen jardinero y está familiarizado con los cambios estacionales.

7. Comprende y le interesan las principales cuestiones globales sobre el

medio ambiente.

8. Se mantiene suficientemente informado sobre los avances en astronomía,

el origen del universo y la evolución de la vida.

9. Le interesan los temas sociales, la psicología y las motivaciones humanas.

10. Considera que la conservación de los recursos y la consecución de un

crecimiento sostenible son dos de los principales temas de nuestro

tiempo.

TOTAL: ______________


Compare los totales de las inteligencias y enseguida verá cuáles son sus

principales puntos fuertes y débiles.

Cuanto más alto puntúe en una inteligencia, mayor será su preferencia por esa

inteligencia en particular.

INTELIGENCIA TOTAL PUNTUACIÓN

Lingüística __________________

Lógico - matemática __________________

Visoespacial __________________

Corporal - Cinestésica __________________

Musical __________________

Interpersonal __________________

Intrapersonal __________________

Naturalista __________________

(425 x 52) + (152/


2.2.3.1 Inteligencia Emocional

Partiendo de este modelo de las inteligencias múltiples

desarrollado por Gardner, el psicólogo Daniel Goleman, autor

de los libros “Inteligencia Emocional” y “La práctica de la

Inteligencia Emocional”, acuñó el término de Inteligencia

Emocional como una inteligencia derivada de las inteligencias

INTRAPERSONAL e INTERPERSONAL, ya que considera que

es la inteligencia que mayor incidencia tiene en nuestra vida,

porque constituye el vínculo entre los sentimientos, el carácter y

las creencias.

¿Marca inexorablemente el coeficiente intelectual de un directivo

su destino como tal? Rotundamente no. Las emociones juegan

un papel mucho más importante de lo que habitualmente se cree

en el pensamiento, la toma de decisiones y en el éxito individual.

La nueva orientación establece que la Inteligencia Emocional

puede ser medida, alimentada y mejorada. El nuevo enfoque

tiene raíces clásicas.

La Inteligencia Emocional y la gestión directiva a las puertas

del siglo XXI

La globalización de los mercados, la total internacionalización

del comercio, la irrupción de las nuevas tecnologías -sobre todo

la digitalización y la interconexión de la información, los nuevos

valores de las personas y las nuevas orientaciones en gestión y

administración de empresas e instituciones trazan un marco de

cambio acelerado que constituye un enorme reto dada la

magnitud de las transformaciones y su vertiginosa velocidad.


En este contexto de alta mutabilidad sucede con demasiada

frecuencia que quienes han cursado brillantemente estudios

universitarios malviven luego en su realidad profesional. Del

mismo modo, excelentes profesionales operativos resultan un

desastre cuando se les promueve a directivos.

Los directivos, como seres humanos que son, tienen que

manejar su cuerpo físico, sus facultades mentales, su

sensibilidad emocional, sus estímulos sensoriales, a diferentes

niveles. En algunos cambios ha habido sensibles avances, pero,

hasta ahora, ninguno en el de las emociones y los sentimientos,

a pesar de que nuestra fuerza impulsora es emocional.

Se han analizado los factores comunes del fracaso directivo y se

ha hallado que un factor común principal es la falta de

conocimiento y habilidad en la gestión de las emociones.

Existen en la vida diaria empresarial hechos que corroboran las

anteriores afirmaciones:

� La inteligencia general no es un predictor definitivo de la

eficacia y la eficiencia en el puesto de trabajo.

� La excelencia profesional no sólo se basa en el uso de la

mente, también deben conocerse muy bien los

sentimientos propios y ajenos y utilizarlos óptimamente.

� Existen tres niveles emocionales básicos:

✔ Humor – Talante

✔ Temperamento

✔ Transtorno - Enfermedad


� Todos los sentimientos son correctos, por ejemplo, el miedo

o la ira tienen muchas posibilidades de expresión; la

problemática radica en la elección óptima de la reacción ante

los mismos.

� Nuestro cerebro oscila entre dos impulsos: el impulso

emocional (reacción frontal primitiva) y lo racional

(reacción oportuna).

� El coeficiente emocional aumenta o disminuye la

productividad del coeficiente intelectual tanto en personas

como en grupos.

Las anteriores realidades patentizan que en la coyuntura de

competencia global actual, la Inteligencia Emocional, entendida

como la capacidad de poner inteligencia a las emociones, es una

clave importante de la competitividad de personas y grupos.

Fundamentos del concepto Inteligencia Emocional

El Dr. Joseph Le Doux, neurocientífico del Centro para la Ciencia

Neuronal de la Universidad de Nueva York, fue el primero en

descubrir nuevos aspectos del mapa cerebral a un nivel de

precisión hasta entonces desconocido que anteriores

generaciones de científicos habían encontrado impenetrable.

Los hallazgos de Le Doux en la circuitería cerebral apoyan

anatómicamente el concepto de Inteligencia Emocional,

entendida como la capacidad no sólo de controlar emociones,

sino también de percibirlas, por lo que puede ser definida

psicológicamente como la elasticidad inteligente del ego.


Para Goleman, según explica en sus libros, la Inteligencia

Emocional se traduce en dos habilidades:

• Reconocer, canalizar y manejar los propios

sentimientos , que constituyen habilidades propias de la

Inteligencia Intrapersonal que definía Gardner.

• Manejar adecuadamente los sentimientos que aparecen

en la relación con los demás , que constituye una de las

habilidades propias de la inteligencia interpersonal de

Howard Gardner.

A continuación, desarrollamos cada una de estas habilidades.

a) Reconocer, canalizar y manejar los propios senti mientos:

Elementos Intrapersonales

Esta habilidad implica tres competencias básicas:

� Autoconocimiento

� Autocontrol

� Automotivación

1. AUTOCONOCIMIENTO

Aunque pueda parecer repetitivo, debemos comenzar

afirmando que el nudo de la inteligencia emocional está en

el conocimiento propio, porque éste es el que permite

poner en práctica el resto de competencias (autocontrol y

automotivación).


La mayor parte de nosotros somos capaces de expresar lo

que pensamos con mucha más claridad que lo que

sentimos. ¿Cuántas veces alguien cercano a nosotros nos

ha preguntado qué nos pasaba y no hemos sabido decir

más que “me siento mal”, “me siento raro” o “estoy hecho

polvo”?

La dificultad en contestar a estas preguntas tiene que ver

con un desarrollo todavía imperfecto de nuestra

inteligencia emocional.

Nos cuesta ser conscientes de nuestros estados de ánimo

y de los pensamientos que tenemos acerca de estos

estados de ánimo, porque, mientras estamos muy

acostumbrados a pensar en lo que tenemos que hacer, en

los planes de acción…, no estamos acostumbrados a

prestar atención a lo que sentimos.

De igual modo, nos cuesta identificar una emoción –

etiquetarla-, cuando nos asalta, porque lo peculiar de las

emociones es precisamente esto, que siempre asaltan por

sorpresa a quien las experimenta sin que se pueda prever.

Sólo podremos actuar sobre nuestras emociones, si

somos capaces de darle un nombre, ya que en ese

momento somos capaces de identificar las causas.

“Cuando puedas poner palabras a lo que

sientes, te apropiarás de ello.”


Con el fin de facilitar la tarea de identificación de

emociones, podemos decir que todas las personas, por el

hecho de ser seres humanos, experimentan cinco

emociones básicas.

Estas emociones son necesarias, ya que cada una de

ellas tiene una importante función en nuestra vida,

asegurando nuestra supervivencia y adaptación a los

problemas de nuestra vida:

• El enfado nos permite defender

nuestros propios valores,

reestablecer la justicia e indicar a

los demás los límites (físicos o

psicológicos) que no deben

traspasar, y surge cuando nos agreden, cuando

detectamos una injusticia…

• El miedo nos advierte del peligro y, por lo tanto, nos

permite

protegernos,

afrontarlo o huir y

surge,

principalmente cuando nos enfrentamos a situaciones

desconocidas.

• La

tristeza

nos

permite


decir adiós, despedirnos de algo (material o inmaterial),

eliminando el estrés que produce la separación.

• El amor nos permite crear

y actuar, ya que acerca los

afectos y las inteligencias

de las personas.

• La alegría

estimula y

protege la

vida, ya

que es

consecuencia de una sensación de bienestar y

armonía, y surge cuando nos realizamos

personalmente o cuando damos alcance a un objetivo.

De la combinación de estas emociones surgen los

sentimientos que aprendemos a lo largo de nuestra vida

cuando los asociamos a determinadas situaciones. A

modo de ejemplo, diremos que la ternura es una mezcla

de amor y alegría.

En este sentido, José Antonio Marina en su libro “El

Laberinto Sentimental”, afirma que los sentimientos son

experiencias cifradas, es decir, son bloques de información

que incluyen valoraciones del sujeto y que proporcionan


un balance de la situación en la que está y una

predisposición a actuar.

Según Carl G. Jung, las emociones son involuntarias,

mientras que los sentimientos son racionales.

“Al hombre no le hacen sufrir las cosas, sino la idea que tiene de las cosas”

Epícteto

“Nuestro intelecto, nuestro querer, nuestros sentimientos, dependen de nuestros juicios de valor” Nietzsche

2. AUTOCONTROL

Con este término se ha venido resumiendo a lo largo de la

historia el triunfo de la razón sobre los instintos. Es lo que

la tradición cristiana ha denominado templanza, equilibrio.

La capacidad de controlar los impulsos constituye el

fundamento de la voluntad y del carácter.

Jose Antonio Marina afirma que hemos unido la

impaciencia a la búsqueda de la satisfacción de nuestros

deseos y estamos olvidando que la capacidad de aplazar

la gratificación es el fundamento de la inteligencia y del

comportamiento libre.


Es conveniente que recordemos aquí la existencia,

importancia y funciones del sistema límbico, esa parte de

nuestro cerebro que gobierna nuestras emociones.

De hecho, su importancia es tan fuerte que en ocasiones

es quien decide nuestras reacciones o nuestra actitud al

afrontar un reto.

Todos tenemos experiencias –seguro que recientes- de

momentos en que “hemos explotado”, con nuestro

cónyuge, nuestro hijo pequeño o con el conductor de otro

vehículo y lo hemos hecho con una intensidad de la que –

si nos hubiéramos visto en vídeo- nos habríamos

avergonzado.

Esas reacciones pasionales son ejemplos de situaciones

en que nuestro sistema límbico estaba al mando de la

nave, y se denominan “secuestros emocionales”.

Los momentos de reacción desproporcionada tienen una

explicación fisiológica.

Existen circunstancias en que nuestro sistema límbico

comienza a dar órdenes a los nervios –y por tanto a los

músculos- unas centésimas de segundo antes de que el

neocórtex haya podido procesar la información de modo

ponderado, ocasionando reacciones tremendamente

rápidas aunque también más imprecisas.


Esto se produce por la existencia de conductos directos

entre el tálamo y la amígdala (uno de los componentes del

sistema límbico).

En este sentido, el autocontrol está en el polo opuesto al

de la autorrepresión o la anulación de las emociones

personales, ya que una emoción no expresada acaba

generando cuadros de comportamiento poco adaptados al

entorno.

Como prueba del concepto de autocontrol desde la época

más antigua, Aristóteles, en su obra “Etica a Nicómano”

afirmaba:

"Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy

sencillo. Pero enfadarse con la persona

adecuada, en el grado exacto, en el momento

oportuno, con el propósito justo y del modo

correcto, eso, ciertamente, no resulta tan

sencillo."

Otro ejemplo lo tenemos en el filósofo chino Lao-Tsê, el

cual en su obra “Tao-Te-Ching” decía:

"No hay mayor culpa que ser indulgente con los

deseos. No hay mayor mal que no saber

contenerse."

Las personas, según el psicólogo de la Universidad de

New Hampshire, John Mayer, pueden clasificarse en tres


grandes grupos en función de su grado de conocimiento y

control de sus propias emociones:

• Personas que viven atrapadas por sus propias

emociones : son aquellos que se dejan arrastrar por el

torbellino que

generan sus

sentimientos;

son

conscientes de

que lo están sintiendo pero son incapaces de

controlarlo. Suelen ser personas volubles, muy

propensas a fluctuaciones en sus estados de ánimo, de

los que no tratan de escapar.

• Los que aceptan sus emociones de

forma resignada , pasiva, sin tratar de

cambiarlas ni de superarlas.

• Por último, están los que adquieren un buen nivel de

consciencia de sí mismos , adquiriendo un buen

grado de desarrollo de su vida emocional. Suelen ser

también las personas más capaces de expresar sus

sentimientos con ecuanimidad.

Muchos autores –entre ellos Goleman- coinciden en que

los tiempos actuales son tiempos de descontrol emocional

muy fuerte, en que las personas no saben, o no quieren,

poner frenos racionales a sus emociones que se acaban

desbocando con facilidad.


Una de las causas de este descontrol hay que buscarla en

la pérdida de sentido del sufrimiento.

Sufrir se reconoce comúnmente como algo malo, que debe

evitarse o que acaba conduciendo a la desesperación y

esto no es siempre así.

Muchos psiquiatras, al prescribir tratamientos para

personas que padecen depresiones profundas insisten en

que el sufrimiento sólo es malo cuando es absurdo; en el

momento en que somos capaces de encontrar un motivo

para sufrir, el mismo sufrimiento nos dignifica y nos hace

madurar como personas.

La postura realista al respecto es que el dolor o el

sufrimiento es una parte inevitable de la vida del hombre,

ya que, frecuentemente, acompaña a las decisiones

difíciles y saludables y a los procesos de crecimiento. La

vida no es una fiesta y muchas veces hay que sufrir sin

que se pueda evitar.

Victor Frankl, uno de los psiquiatras más importantes del

siglo XX, describió este fenómeno llevado a su extremo

con sus observaciones sobre la capacidad de resistencia

de los prisioneros judíos en los campos de exterminio

nazis.

En nuestra experiencia cotidiana, es fácil recordar

momentos en que situaciones objetivas de sufrimiento

eran una buena señal.


Cuando a un niño pequeño le salen los dientes, el dolor le

resulta insoportable, pero a ningún padre se le ocurriría

eliminar esa fuente de malestar, porque sabe que es una

señal de que el crecimiento de su hijo está siguiendo

pautas naturales.

Otra de las causas de ese descontrol, según José Antonio

Marina, se centra en que en la actualidad, hay una cultura

del deseo, que aspira a sentirse continuamente

estimulada. De ahí el éxito de los éxtasis químicos. Sin

embargo, la claudicación a los deseos es un problema

grave que produce dramáticos estados sentimentales y

comportamientos problemáticos.

Uno de los campos en que el autocontrol puede ejercitarse

con mayor frecuencia es para modular nuestras

reacciones de enfado. El enfado es una de las emociones

negativas más seductoras, porque siempre somos

capaces de encontrar razones que lo justifiquen; incluso

podemos embarcarnos en un monólogo interno para

demostrar lo bien que actuamos al enfadarnos.

La raíz del enfado, tal como hemos dicho, es siempre una

amenaza a nuestra autoestima y la solución pasa por

encuadrar la situación en un marco positivo en el que no le

atribuímos a la otra persona las intenciones nefastas que

hemos aceptado de entrada.

Por otro lado, es importante recordar que dar rienda suelta

al enfado –desahogarse- es una de las peores maneras de

aplacarlo, porque los arranques de ira incrementan la


excitación emocional del sistema límbico y nos hacen

sentir todavía más irritados.

En este sentido, Stephen Covey, en su libro “Los 7 Hábitos

de la Gente Altamente Efectiva”, nos recomienda la

siguiente actuación cuando nos asalta una fuerte emoción:

� Deténte, serénate y piensa antes de actuar

� Expresa el problema y di cómo lo sientes

� Proponte un objetivo positivo

� Piensa en varias soluciones

� Piensa de antemano en las consecuencias

� Sigue adelante y trata de llevar a cabo el

mejor plan

3. AUTOMOTIVACION

Todos conocemos a personas cuyos estados de ánimo y

sus ganas de hacer cosas dependen casi absolutamente

del entorno en el que están y de que otras personas les

lleven de la mano y les empujen. Este es un síntoma claro

de poca inteligencia emocional porque deja en los demás

una de las decisiones fundamentales de la persona.

Automotivarse significa llevar a cuestas la caldera de

calefacción que calienta nuestro interior sin que nos

afecten los reveses ni los hundimientos de quienes nos

rodean.

Uno de los elementos básicos de la automotivación es el

optimismo con el que una persona afronta la vida.


En todos los estudios realizados por el doctor Martin

Seligman sobre grandes colectivos de vendedores –un

grupo en el que la automotivación resulta fundamental-

uno de los rasgos de personalidad más discriminatorios de

aquellos que consiguen resultados excepcionales es su

optimismo, su capacidad de autoilusionarse.

Como estamos hablando de rasgos permanentes en la

personalidad, la capacidad de generar ilusión debe

mantenerse en el tiempo, es decir, debe ser perseverante,

a pesar de fracasos aparentes.


El optimismo y, en contraposición, el pesimismo

constituyen formas de percibir e interpretar los

acontecimientos.

Así, el optimista, cuando se producen situaciones

negativas o desagradables, considera que:

• Hay cosas que no dependen de él y, por lo tanto, los

motivos que las generan no son directamente

atribuibles a sus características personales.

• Dichas situaciones o circunstancias no van a durar

siempre, sino un periodo de tiempo determinado.

• Éstas no van a influir en el resto de su vida.

En contraposición, el pesimista, cuando se producen

situaciones negativas o desagradables, considera que:

• Los motivos que las generan son directamente

atribuibles a sus características personales

• Estas situaciones o acontecimientos van a durar

siempre

• Éstas van a condicionar el resto de su vida

José Antonio Marina en su libro “El Laberinto Sentimental”,

nos señala que los estudios realizados por Seligman, Ellis

y otros profesionales, demuestran que el optimismo y su

opuesto, el pesimismo, se aprenden durante la infancia.


De hecho un niño de 7 años es muy probable que ya tenga

una orientación clara hacia el optimismo y el pesimismo

como consecuencia de:

• El modo en que su madre percibe e interpreta las

circunstancias desagradables.

• El modo en que los adultos critican el comportamiento

del niño.

• El modo en qué el niño supera las crisis importantes de

su vida.

Otra señal de la intensidad de nuestra ilusión es el

diferimiento de recompensas, el saber negarse pequeñas

cosas aparentemente buenas o inocuas porque nos

desvían del rumbo emprendido.

b) Manejar adecuadamente los sentimientos que apare cen

en la relación con los demás: Elementos Interperson ales

Esta habilidad implica dos competencias básicas:

� Empatía

� Habilidad Social

1. EMPATIA

La empatía es la capacidad de comunicar nuestras

emociones y de saber leer las emociones de los demás.


No es una cualidad privativa del ser humano pues hasta

los primates y los perros saben leer emociones en el rostro

de los demás.

El ejemplo de los perros ilustra algo importante: los

mensajes emocionales casi nunca son de naturaleza

verbal; con mucha más frecuencia se expresan por el tono

de voz, la expresión facial, los cambios repentinos de

postura, etc. más que por el contenido de lo que decimos.

Este es uno de los motivos por los que el desarrollo de la

empatía es más fácil y rápido en una persona con calma y

receptividad, porque los mensajes son más sutiles.

2. HABILIDAD SOCIAL

Normalmente las distintas culturas tienen normas también

distintas sobre cuándo y cómo se expresan los

sentimientos y desviarse de estas normas dificulta la

integración de la persona en el entorno social.

Así, por ejemplo, los japoneses tienden a minimizar la

exteriorización de sus emociones en presencia de alguien

que sea más mayor o que sea el jefe y casi nunca dicen

que no, porque se considera una ofensa grave.

Las reglas de urbanidad aceptadas en una cultura son una

forma de asegurar que ninguna emoción desbocada

dificultará la relación.


El saber practicar estas reglas con naturalidad constituye

una muestra de inteligencia emocional que facilita la

aceptación y la confianza del entorno.

Así llamamos a alguien “socialmente inteligente” cuando

demuestra sus habilidades de organización de grupos, a la

hora de negociar soluciones a conflictos interpersonales o

a la hora de ir haciendo redes de conexiones sociales (a lo

que ahora llaman networking).

Para poner un ejemplo contrario, pensemos en el efecto

que tienen esas personas que cuando nos visitan en casa

nunca se dan de cuenta de cuándo deben marcharse o en

quienes son incapaces de terminar una conversación

telefónica (aunque su interlocutor les diga que está

comiendo).

Según nos dice Goleman en su libro, las personas

emocionalmente desarrolladas, que gobiernan adecuadamente

sus sentimientos, y asimismo, saben interpretar y relacionarse

efectivamente con los sentimientos de los demás, disfrutan de

una situación ventajosa en todos los dominios de la vida, ya que:

• Suelen sentirse más satisfechas

• Son más eficaces y más capaces de dominar los hábitos

mentales que determinan la productividad

En contraposición, la ausencia o un bajo nivel de inteligencia

emocional en el mundo laboral tiene, sin duda, un elevado coste,

ya que suele conllevar:


• Un descenso de la productividad

• Un aumento de los accidentes laborales

• Un descenso de la motivación

• Un aumento de las omisiones o errores

Su desarrollo está sujeto a la educación que nos proporcionaron

nuestros padres y a la sintonía emocional de éstos con respecto

a nosotros y sigue modelándose a lo largo de toda nuestra vida,

en función del tipo de relaciones próximas que mantenemos.

La realidad de nuestro mundo económico a las puertas del siglo

XXI nos obliga a reconocer que, a pesar de la gran cantidad de

tecnología que nos envuelve, la emoción es nuestro impulsor

principal, que la misma cultura corporativa no es más que

conocimiento emocionalizado y que la inteligencia Emocional es

un multiplicador o un reductor de la productividad personal.

EL MUNDO ES DE LOS INTELIGENTES EMOCIONALES

LISTOS

“IN”

☺☺☺☺ Socialmente equilibrados

☺☺☺☺ Extrovertidos

☺☺☺☺ Felices

☺☺☺☺ Se preocupan por la gente y por las cosas

☺☺☺☺ Asumen responsabilidades

☺☺☺☺ Muestran comprensión y consideración por los demás

☺☺☺☺ Poseen una vida emocional rica


LISTOS

“OUT”

�� Ambiciosos

�� Productivos

�� Desinteresados en las relaciones personales

�� Reservdos y poco expresivos

�� Precedibles

�� Emocionalmente gélidos

�� Inseguros en temas sexuales

A continuación, le proponemos un ejercicio extraído de un

suplemento dominical del periódico “La Vanguardia”, en el que se

hacía un resumen de la teoría de Daniel Goleman, que le

ayudará a identificar su nivel de Inteligencia Emocional.


___________________Ejercicio___________________

COMPRUEBE SU INTELIGENCIA EMOCIONAL

Siempre Normalmente A veces Raramente Nunca

1,-Tengo consciencia de mis sentimientos, inclusosutiles, al mismo tiempo que los experimento.

2,-Utilizo mis sentimientos como ayuda para tomardecisiones importantes en mi vida en mi vida

3,- Los malos humores me abruman

4,-Cuando me enfado, pierdo los estribos o me quedocallado, rabiando por dentro.

5,-Puedo diferir las recompensas mientras intentolograr mis objetivos sin dejarme llevar por losimpulsos.

6,-Cuando me siento ansioso ante un reto, como unexamen o una presentación en público, me cuestaprepararme debidamente.

7,-Cuando surgen adversidades o decepciones,permanezco esperanzado y optimista sinabandonar mi empeño.

8,-Las personas no tienen que decirme lo que sienten,puedo percibirlo.

9,-Mi agudo sentido de los sentimientos de los demásme hace compasivo ante su aflicción.

10,-Me cuesta tratar los conflictos y las perturbacionesemocionales en las relaciones.

11,-Puedo percibir el pulso de un grupo o una relacióny formular sentimientos no verbales.

12,-Puedo sosegar o contener los sentimientosperturbadores de modo que no impidan realizar loque tengo que hacer.


Para los números: 1, 2 , 5 , 7 , 8 , 9 , 11 y 12

SIEMPRE 4NORMALMENTE 3

A VECES 2RARAMENTE 1

NUNCA 0

Para los números 3, 4, 6 y 10

SIEMPRE 0NORMALMENTE 1

A VECES 2RARAMENTE 3

NUNCA 4

36 O más: Es probable que tengas una Inteligencia Emocional superior

25 a 35 : Buen nivel de Inteligencia Emocional

24 ó menos: Hay lugar para mejorar.

RESULTADOS

COMO CALCULAR SU PUNTUACIÓN


CÓMO SER MÁS “EMOCIONALMENTE INTELIGENTES”

EN EL TRABAJO

1. No se calle. Diga lo que piensa, siempre desde una crítica constructiva.

Razone su punto de vista y ofrezca alternativas.

2. Asuma el riesgo de parecer imperfecto. Exteriorice sus emociones y

aprenda a canalizarlas.

3. Dé las gracias y reconozca en los demás el trabajo bien hecho.

4. No más jornadas maratonianas. Aproveche mejor el tiempo. Tome pausas

estratégicas cada 30 minutos. Descubra su ritmo natural y evite

interrupciones.

5. Practique ejercicio físico. Haga estiramientos durante las pausas. Si

trabaja en un lugar cerrado, baje tres veces al día a respirar aire fresco.

6. Déjese llevar por su intuición práctica. No lo deje todo en manos de los

analistas. Tenga sentido del oportunismo.

7. Libere su creatividad. Si el ambiente de trabajo no lo permite, hágalo en su

tiempo libre.

8. Aprenda a trabajar en grupo. No se aísle. Adquiera un compromiso común y

dialogue.

9. (Para jefes) Ejerza influencia sin autoridad. Sea un mentor y al mismo

tiempo un ejemplo a imitar. Comience una crítica por un aspecto positivo.

Jamás humille a sus empleados.

En la educación


Hay dos tipos de padres, los que explican a sus hijos en qué consiste el mundo

de las emociones y los que prefieren ignorarlo. En este grupo están los padres

que no tienen tiempo y se cubren las espaldas atiborrando a los niños de

regalos. Y también los que imponen su autoridad con el no por delante,

convencidos de que conviene enderezarles .

CÓMO EDUCAR A UN NIÑO “EMOCIONALMENTE INTELIGENTE”

10. Póngase en el lugar de él. No actúe según su conveniencia.

11. Pregúntele y escuche. No intente averiguar por ciencia infusa qué es lo que le

pasa, ni le reprima con frases como “¡Eres un sinvergüenza”!.

12. No le reproche por tener emociones negativas. La tristeza es casi tan

natural como la alegría.

13. Ayúdele a identificar y canalizar sus malas emociones. Enséñele a superarlas.

14. Incentive su curiosidad. Sígale muy de cerca, no le guíe.

15. Aprenda con él. Haga de cualquier experiencia nueva un juego. No le reprima

cuando aprenda algo por sí mismo.

16. No le pegue. Corríjale siempre que haga falta. Dígale “no” cuando tenga que

decírselo.

17. No deje que la televisión haga de padre o de madre. Evite que la vea en los

primeros meses.

18. Premie sus logros. Alimente su motivación, pero no le inunde de regalos.

19. Fíjele pequeñas metas. Estimule en él el deseo de lograr algo. Así

desarrollará el sentido de la intencionalidad.


CÓMO SER MÁS “EMOCIONALMENTE INTELIGENTE”

EN LA PAREJA

1. Busque el equilibrio personal. Cultívese primero a sí mismo. Evite que

factores ajenos acaben interfiriendo.

2. Hable sin temor. No tenga miedo a parecer excesivamente vulnerable,

inseguro o frágil.

3. Aprenda a escuchar. Preste total atención a lo que le dice su pareja. No le

interrumpa.

4. No caiga en la tentación del reproche. Critique constructivamente. Nunca

humille ni insulte a su pareja.

5. Perdone y olvide. No vaya haciendo colección de agravios.

6. Estimule a su pareja. En lo personal y en lo profesional. Alimente su

autoestima.

7. Fíjense una meta común. Sean cómplices.

8. Alimente el amor. Introduzca el factor sorpresa. No descuide el aspecto

sexual.

9. Esté siempre presente. No deje que el trabajo o los amigos le impidan

acudir en auxilio de su pareja cuando esté necesitada de apoyo efectivo.

10. No involucren a los niños.


Si deseamos mejorar la Inteligencia Emocional deberemos actuar sobre las

competencias que la componen.

PERSONALES

Dominio de uno mismo: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

1. Conciencia emocional

2. Valoración adecuada de uno mismo

3. Confianza en sí mismo

Autocontrol: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

1. Autocontrol

2. Responsabilidad

3. Integridad

4. Innovación

5. Adaptabilidad

Motivación: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Motivación del logro

Compromiso

Iniciativa

Optimismo


SOCIALES

Empatía: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

1. Comprender a los demás

2. El desarrollo de los demás

3. Orientación hacia el servicio

4. Aprovechamiento de la diversidad

5. Conocimiento de los entresijos del poder

Habilidades sociales: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

1. Influencia

2. Comunicación

3. Liderazgo

4. Manejo de los conflictos

5. Catalizadores del cambio

6. Colaboración y cooperación

7. Establecer vínculos


3. OBSTÁCULOS QUE HAY QUE SUPERAR

Para alcanzar nuestra potencialidad más plena, para avanzar en

nuestro progreso personal, no basta sin embargo con un

conocimiento profundo de uno mismo. Necesitamos también

aprender a deshacernos de una serie de hábitos que pueden

considerarse “obstáculos para la felicidad”.

“Las personas son tan felices

como se lo hayan propuesto”

Abraham Lincoln

Estos “obstáculos para la felicidad” podríamos concretarlos en:

• El miedo

• No asumir la responsabilidad

• Las emociones negativas

A continuación, desarrollaremos cada uno de ellos.


3.1- El miedo

Tal como ya hemos dicho, el miedo es una emoción natural y positiva,

cuya finalidad es advertirnos de la existencia de un peligro, para que nos

preparemos para afrontarlo eligiendo la mejor estrategia posible,

protegernos o huir en último extremo.

En este sentido, José Antonio Marina afirma que tenemos miedos

innatos, es decir que los heredamos genéticamente, como el miedo a la

oscuridad o a los extraños que tienen los niños pequeños, y miedos

aprendidos como consecuencia de castigos o porque los poseen las

personas con las que convivimos.

El problema surge cuando el miedo es tan elevado ,

incluso irracional ya que en la mayoría de ocasiones no se

basa en criterios objetivos, o no lo gestionamos

adecuadamente, que nos paraliza .

Como dice Daniel Goleman en su libro “Inteligencia emocional”, cuando

esto ocurre, entramos en una preocupación crónica, reiterativa y por

tanto obsesiva, sin procurarnos nunca una solución positiva y

limitándonos simplemente a dar vueltas y vueltas en torno al peligro,

profundizando y cristalizando, así, el surco del pensamiento negativo

que las provoca.

Es inevitable que en el transcurso de nuestra vida, tanto desde una

óptica personal como profesional, tengamos que hacer frente a

problemas, retos, dificultades...


Pero el miedo al fracaso, a la crítica, al rechazo o a cualquier otra cosa,

no hace más que impedirnos hacer lo que queremos, si dejamos que el

mismo no nos deje siquiera intentar las tareas o actividades que

tememos. De esta forma, el miedo se constituye en uno de los peores

obstáculos para conseguir nuestros objetivos.

La mayor parte de estos miedos los arrastramos ya desde nuestra

infancia, como consecuencia de la forma en la que nos educaron, y

tienen su base en el conjunto de creencias que tenemos en nuestro

autoconcepto (recordemos lo que comentábamos en el apartado de

autoconcepto).

Si cuando éramos pequeños nos educaron de forma que no nos dejaban

actuar por nuestra propia cuenta cada vez que intentábamos hacer algo

nuevo, habremos grabado en nuestro subconsciente que:

• Somos incapaces de enfrentarnos a situaciones nuevas que suponen

un reto, generándose, en nosotros, el miedo a fracasar cada vez que

queremos intentar cosas nuevas.

Por otro lado, si nos educaron intensificando la relación y el

reconocimiento a cambio de una actuación concreta: sacar buenas

notas, arreglar la habitación…, o hemos estado sometidos a críticas

destructivas que no nos daban alternativas de solución, habremos

grabado en nuestro subconsciente que:

• Necesitamos satisfacer los deseos de los demás para poder obtener

el reconocimiento necesario, generándose, en nosotros, el miedo al

rechazo cada vez que interactuamos con los demás.


Como nos dice Olga Castanyer en el libro “14 Aprendizajes Vitales”, esta

convicción exagerada nos introduce en un círculo vicioso. Nuestra

necesidad de afecto, de sentirnos valorados es tan grande, que

buscamos constantemente en los demás la confirmación de que “nos

siguen apreciando” o “valorando”, y tendemos a distorsionar muchas

veces la realidad, haciendo interpretaciones precipitadas de reacciones

de los demás clasificándolas como “ya no me aprecia” o “ya no me

valoran”.

Este último miedo, llevado al extremo, puede llegar a generar cuadros de

enfermedades que pueden acabar siendo mortales.

En este sentido, los cardiólogos, tras numerosas investigaciones, han

acuñado la expresión Tipo A , ya que se ha comprobado que las

personas con un patrón de comportamiento tipo A son personas que han

llevado el miedo al rechazo a su máxima expresión y, por lo tanto,

necesitan afirmarse continuamente a través de los logros externos.

Dichas investigaciones apuntan a que, por regla general, estas personas

suelen sufrir un infarto antes de los 60 años.

En las siguientes páginas encontrará un test de diagnóstico, que hemos

extraído del libro dirigido por el Dr. Vallejo Nágera “Guía Práctica de

Psicología”, para ayudarle a saber si usted es una persona con un

patrón de comportamiento Tipo A.


___________________Ejercicio___________________

CUESTIONARIO TIPO DE PERSONALIDAD

POR FAVOR, REFLEXIONE ANTES DE CONTESTAR A LAS

SIGUIENTES PREGUNTAS.

Es importante que la respuesta sea lo más sincera posible. Puede usted

consultar si tiene dudas con su jefe directo o compañeros de trabajo

cómo debe responder a cada pregunta. Algunas de las cuestiones

planteadas, como el modo de andar, pueden no ser perceptibles para

usted, pero seguro que lo son para quienes lo conocen bien.


Rodee con un círculo el que más se aproxime a su re alidad (Verdadero/Falso)

1- Mi día no tiene suficientes horas para todo lo que tendría que hacer V F

2- Ando o como habitualmente con rapidez V F

3- A menudo me impaciento por el ritmo que siguen los acontecimientos V F

4- Me pongo nervioso interiormente cuando alguien me habla y me

gustaría apremiarles a que terminaran de una vez V F

5- Tengo la tendencia a terminar las frases de los demás V F

6- Me irrito sobremanera –me pongo casi rabioso- cuando el coche que

tengo delante circula demasiado lento a mi modo de ver V F

7- Me angustia tener que hacer cola o esperar en un restaurante V F

8- No tolero que otras personas hagan lo que pienso que yo puedo

hacer más rápido V F

9- Me impaciento al tener que realizar tareas repetitivas (rellenar resguardos

de depósitos bancarios, firmar talones, lavar platos…) V F

10- Me gusta leer a toda prisa y si puedo prefiero conseguir resúmenes

de obras literarias valiosas e interesantes V F

11- Intento habitualmente pensar o hacer dos o más cosas simultáneamente;

por ejemplo mientras escucho a alguien sigo dándole vueltas a otra cosa

que tengo en la cabeza. V F

12- Mientras descanso continúo pensando en mis problemas laborales

o domésticos V F

13- Cuando hablo, tengo el hábito de acentuar excesivamente varias

palabras porque me parecen clave en lo que estoy diciendo V F

14- Cuando hablo, suelo pronunciar las últimas palabras de mis frases

más rápidamente que las primeras V F

15- Suelo llevar las conversaciones hacia los temas que me interesan

y si no lo consigo escucho poco y de mala gana V F


16- Tengo una cierta sensación interior de culpa cuando descanso y

estoy sin hacer nada V F

17- Intento programar mis actividades comprimiéndolas al máximo

dejando así poco tiempo para imprevistos V F

18- Cuando converso, con frecuencia doy golpes en la mesa o la silla

o golpeo con un puño la palma de la otra mano para dar más énfasis V F

19- Con frecuencia me veo metido en trabajos o proyectos difíciles y

de difícil cumplimiento V F

20- Aprieto con frecuencia las mandíbulas, hasta que me rechinan los dientes V F

21- Me suelo llevar trabajo o material de estudio a casa por las noches V F

22- Suelo aprovechar los viajes para trabajar V F

23- Evalúo mi propio trabajo y el de los demás en términos numéricos

siempre que puedo V F

24- Estoy insatisfecho con mi trabajo actual V F

25- Estoy convencido de que puedo rendir más de lo que los demás creen V F

TOTAL ____ ___

Sume un punto por cada respuesta Verdadero, y 0 puntos por cada

respuesta Falso.

La puntuación final corresponderá a una de las siguientes categorías: 4 +

(16 ó más puntos), 3 + (11-16 puntos), 2 + (5-11 puntos) y 1 + (4 puntos o

menos). Las categorías 2 y 3 se consideran relativamente neutrales.


Puntuación Final

CATEGORIA PUNTOS

4+ 16-25

3+ 11-16

2+ 5-11

1+ 0-4

Las personas que se hayan clasificado en la categoría 4 (Tipo A) deben

considerarse significativamente más expuestas al riesgo del padecimiento

de enfermedades coronarias, problemas psicosomáticos y estados de

ansiedad, que aquellas que puntúen 2+ ó 3+. Las personas 1+ son las menos

vulnerables a estos problemas.


Perfil de Personalidad Tipo A

Las personas que poseen un patrón de comportamiento tipo A:

• Experimentan una constante urgencia de tiempo que les hace

considerar casi intolerable el reposo y la inactividad.

• Van por la vida percibiendo amenazas casi

continuas a su autoestima.

• Eligen la acción descontrolada como

estrategia de enfrentamiento a sus

problemas.

• Tienen tendencia a la dominación, una

profunda inclinación a competir y una elevada

agresividad que les induce a vivir en un constante estado de lucha.

Las enfermedades más frecuentes en estos sujetos son las de tipo

coronario, problemas psicosomáticos y los síndromes de ansiedad

generalizada. El patrón de conducta A se adquiere a través de

aprendizajes sociales, se puede detectar ya en la adolescencia, y es

dependiente de la cultura.

El poseer un patrón de Personalidad A no significa estar enfermo, todo lo

contrario, ya que generalmente, estas personas activas y con muchas

motivaciones suelen ser buenos profesionales y alcanzan éxitos sociales.

No obstante deben preocuparse más por equilibrar el trabajo dentro del

conjunto de su vida personal.


Si queremos deshacernos de nuestros miedos es imprescindible que

• Seamos capaces de identificarlos claramente

• Conozcamos su origen

• Desarrollemos estrategias para desterrarlos

Dentro de las estrategias para desterrar a los medios podemos citar las

siguientes:

• Cambiar nuestras creencias autolimitadoras (no puedo

equivocarme, no soy lo suficientemente bueno, etc.), por creencias

que nos permitan iniciar el desarrollo de nuestro potencial (recordar

las técnicas que comentábamos cuando hablábamos del

autoconcepto).

• Hacer una y otra vez lo que tememos . De esta forma, llegará un

momento en que dejará de preocuparnos y no nos acordaremos que

"no podíamos hacerlo". A este método se le llama, en el ámbito de la

psicología, inundación.

• Visualizar nuestro temor agigantándolo desmesuradamente, hasta

que se convierta en algo tan absurdo que no pueda ser aceptado por

la mente (recordemos lo que comentábamos cuando hablábamos de

la visualización).

• Establecer objetivos y planes concretos para alcanz arlos , de

forma que nos permitan tener el control de nuestra vida y, como

consecuencia, una sensación de satisfacción personal.


• Hacernos con los hechos y actuar en consecuencia para

solucionar el problema, en vez de caer en el círculo de la

preocupación, que lo único que genera es estrés y ansiedad,

paralizando cualquier tipo de actuación.

"Si tienes un problema y

lo puedes solucionar,

no te preocupes soluciónalo.

Si no lo puedes solucionar,

no te preocupes, olvídalo"

Proverbio Chino

Para ello, hemos de analizar el “realismo” de nuest ros temores.

Ello nos ayudará a relativizarlos y superar la parálisis que nos

produce el temor desmesurado.


CUESTIONARIO PARA MOMENTOS DE TEMOR

1. ¿Qué datos de la realidad justifican o están a favor de este

pensamiento o temor? ¿Cómo sé que esto ocurrirá realmente?

2. ¿Qué datos lo ponen en duda o matizan? 3. ¿Qué probabilidades existen de que ocurra lo que estoy

pensando? (en porcentajes o “alta-media-baja”) 4. ¿Qué otras explicaciones existen para el problema que me

preocupa? 5. ¿Refleja esta situación una amenaza que señala un peligro

potencial o un reto para superar los miedos? 6. ¿Tengo recursos para abordar esta situación? ¿Cuáles? 7. ¿Qué me digo a mí mismo/a ahora? ¿Qué otras cosas se

me ocurren?(Pensamientos alternativos) 8. ¿Hay pruebas que contradigan los pensamientos

alternativos? 9. ¿Qué acciones puedo emprender para sentirme más a

gusto?

Fuente: “14 Aprendizajes Vitales”


3.2- No Asumir la Responsabilidad

Las personas que alcanzan mayores niveles de realiz ación personal son aquellas que asumen siempre el 100% de la

responsabilidad de sus vidas .

La mayor parte de estudios realizados al respecto corroboran que la

aceptación de la responsabilidad es lo que diferencia a las personas

proactivas, que dirigen su propia vida, de las reactivas, que simplemente

esperan que las cosas pasen. Como dice Jostein Gaarder, en su libro “El

Mundo de Sophie”, sólo hay dos clases de personas; las biográficas, que

escriben su propia vida y las biológicas, que simplemente nacen, crecen,

se reproducen y mueren. A cada uno de nosotros le toca decidir en qué

grupo desea estar.

Por mucho que lo intentemos, las personas no podemos rechazar

nuestra responsabilidad, ya que es algo inherente al ser humano, pero

en ocasiones intentamos hacer a alguien más responsable de nuestros

propios problemas. Desplazamos el control hacia otra persona cuando

nos quejamos, cuando emitimos crítica destructiva…

En el momento en que aceptemos la responsabilidad t otal de

nuestros actos, nos habremos convertido en personas maduras

que dejan de poner excusas cuando las cosas se le v an de las

manos y afrontan los hechos con fortaleza.

Una buena manera de afrontar nuestro nivel de responsabilidad actual

es pensando en las cosas más importantes que queremos conseguir en

la vida:


• Buena salud

• Amistades gratificantes

• Independencia económica

• Un trabajo que nos llene…

Pensemos a continuación en por qué no las hemos conseguido todavía y

preparémonos a escuchar nuestras excusas favoritas. Si queremos

apreciar el justo peso de las excusas pensemos si hay más personas a

nuestro alrededor que experimenten los mismos problemas o

limitaciones y que pese a ello hayan adelantado mucho más en el

camino hacia los objetivos. Si los hay (que los habrá) y somos capaces

de admitirlo, veremos las excusas como tales con mayor claridad.

Poner excusas es un hábito que aprendemos de nuestros padres y

amigos y vamos desarrollando hasta interiorizarlo por completo.

¿Cuáles son las características de una persona

totalmente responsable?

En primer lugar, es positiva y siente que controla su vida. También es

creativa, en lugar de crítica y exigente. Busca soluciones para progresar

y no pone excusas. Tiene una gran seguridad en sí misma y siente que

dirige su propia vida de forma madura.

Debemos asumir la responsabilidad.


• De nuestros PENSAMIENTOS y EMOCIONES , nosotros somos los

únicos que podemos decidir en qué pensar y qué es lo que vamos a

hacer con nuestras emociones una vez que aparecen.

• De nuestros COMPORTAMIENTOS, ya que como hemos visto

anteriormente, son consecuencia directa de nuestros pensamientos y

emociones.

• De nuestra VIDA, que es el resultado directo de nuestros

comportamientos y acciones, de acuerdo a unos objetivos y

prioridades que nosotros fijamos.

Por lo tanto, asumir la responsabilidad de nuestra vida implica

asumir, también, las consecuencias que se derivan de nuestros

comportamientos y acciones.

La realidad es que cada uno se encuentra en la situación que quiere. Si

algo no le gusta, cámbielo (nosotros somos los únicos capaces de

cambiar las situaciones en las que nos encontramos), y si no puede

cambiarlo de nada le sirve quejarse. Así que intente sacar el mayor

provecho a la situación (haga lo mejor que pueda con lo que tenga). Esta

es la verdadera diferencia entre las personas que adoptan una actitud

positiva frente a la vida y las personas con una actitud negativa.

A continuación, le proponemos un ejercicio de reflexión para que

identifique cuáles son las áreas de su vida en las que no está asumiendo

la responsabilidad.


__________________Ejercicio_____________________

Escriba en el espacio que se indica a continuación las áreas de

responsabilidad que usted está eludiendo en la actualidad y, a continuación,

sus excusas habituales para evitarlas.

Area de Responsabilidad Excusas (Medio de Evitarla)

_____________________ _____________________

_____________________ _____________________

_____________________ _____________________

_____________________ _____________________

_____________________ _____________________

_____________________ _____________________

_____________________ _____________________

_____________________ _____________________

_____________________ _____________________

_____________________ _____________________

_____________________ _____________________


¿Qué va a hacer a partir de hoy mismo, para superar estas situaciones?

Area de Responsabilidad Acción

_____________________ _____________________

_____________________ _____________________

_____________________ _____________________

_____________________ _____________________

_____________________ _____________________

_____________________ _____________________

_____________________ _____________________

_____________________ _____________________

_____________________ _____________________

_____________________ _____________________

_____________________ _____________________


3.3- Las Emociones Negativas

Muchas personas creen que gozan de buena salud, en términos

generales, porque no les duele nada, sin embargo no son conscientes

de la repercusión que tiene en sus vidas el mantenimiento constante de

emociones negativas como puede ser la desesperación, el pesimismo, la

culpabilidad, el rencor, etc., ya que acaban generando una actitud

negativa y, en consecuencia, hábitos de comportamiento negativos de

derrota, justificando, racionalizando y culpando a otras personas por

todo lo que les ocurre.

Las emociones negativas nos roban mucha energía, que podríamos

invertir en otras actividades; nos generan estrés y temor; e influyen en

nuestra personalidad, convirtiéndonos en personas irritables y con

problemas en nuestras relaciones interpersonales. La relación entre las

emociones negativas y la responsabilidad que hemos tratado en el

apartado anterior se ve con claridad pensando en lo que dijo el famoso

psicoanalista Thomas Sass: “las emociones negativas no existen; sólo

hay distintos niveles de responsabilidad o de irresponsabilidad”.

Tal como hemos venido diciendo hasta ahora, las emociones negativas

tienen su origen en nuestros propios pensamientos. Napoleón Hill y

Clement Stone lo expresan diciendo: “usted es lo que piensa”. Si

nosotros tenemos pensamientos negativos respecto a personas,

situaciones…, generaremos sentimientos negativos y viceversa, y

recuerde:

• La repercusión de las emociones negativas no sólo es en un ámbito

personal, ya que, sin lugar a dudas, las emociones se contagian ,

porque los seres humanos somos emocionales.


• Nunca se pueden tener dos pensamientos a la vez y por tanto sólo

podemos pensar en una cosa positiva o negativa.

El contagio de las emociones lo ha recogido la sabiduría popular con

expresiones como las siguientes: “Dios los cría y ellos se juntan…” o

“dime con quién andas y te diré quién eres…”. Recordemos el principio

de la atracción que comentábamos cuando hablábamos de nuestra

mente.

En relación a las emociones negativas, te proponemos que reflexiones

sobre dos de los resultados más habituales que nos pueden producir:

➀ Los sentimientos de culpa. Libérate, elimínalos o te eliminarán.

➁ ¿Te irritas más de lo que te conviene?

➀ Los sentimientos de culpa.

Es como un okupa de la conciencia: una vez que se instala en

nuestro interior, es difícil desalojarlo, el sentimiento de culpa nace

cuando de niños oímos aquello de “si eres malo no te voy a querer”.

Y crece con nosotros y con el primer asomo de rebeldía al escuchar

eso de “me vas a matar a disgustos”.

La culpa es la madre de todos los grandes conflictos interiores: baja

autoestima, inseguridad, tendencias depresivas, inestabilidad

emocional... Por eso es tan importante abrirla en canal, diseccionarla,

y ver lo que tiene dentro.


Este trabajo puede ayudarte a saber si estás o no

dominado por el sentimiento de culpa. Si eres de los

que tienen la irresistible tentación de sentirse

responsable de todas las catástrofes, o, si no te

perdonas el más mínimo error, o, si vives pendiente del

qué dirán... Encontrarás un test y respuesta en las próximas

páginas .

Pero, ¿quién tiene la culpa de que te sientas tan culpabl e? Las

personas que te educaron y también las que te rodean... hasta donde

tú las dejes. Lee detenidamente todo lo que hay que saber sobre el

origen de la culpa.

¿Te domina el sentimiento de culpabilidad? Por tu p ropio bien,

averígualo.

Todos os habéis olvidado del cumpleaños de la abuela. ¿Por qué

eres tú quien se deshace en explicaciones? ¿No tendrás una de esas

personalidades que se encuentran siempre responsables de todo?

Desde la guerra de los Balcanes al aumento del paro, la culpa es

tuya. ¡Cuidado!, así no se puede ser feliz. Tu vida sufre un grave

desenfoque.

¿Qué es la culpa? Según los expertos, la consecuencia de una

acción humana que viola un principio: lo que se debe hacer. En el

plano psicológico, esa transgresión provoca el autorreproche, unas

veces justificado y otras no. En muchas ocasiones, la culpa no es

nuestra o nos aflige de un modo desproporcionado. En otras, se nos

contamina para teledirigirnos.


Todos somos culpables, o mejor dicho, todos nos sentimos culpables

alguna vez, que no es lo mismo. La culpabilidad es una semilla que

se siembra en nuestro interior cuando somos niños, al mismo tiempo

que la educaron, sobre todo si ésta ha sido represora o ha insistido

mucho en los valores de la responsabilidad, la exigencia con uno

mismo y el perfeccionismo.

A lo largo de la vida, puede crecer y crecer... Se adapta a cualquier

terreno y afecta a todas las parcelas de lo

cotidiano. Aparece por causas pequeñas y

próximas, como dejar a medias el trabajo u olvidar

el aniversario de la abuela. Pero también por otras

muy hondas y lejanas, debidas a algo que hicimos

hace tiempo y con lo que aún no hemos ajustado

cuentas. Los sentimientos de culpa son muy

subjetivos.

Sentirse, no serlo . Las personas son capaces de sentirse culpables

sin serlo: recuerda el caso de ese amigo tuyo que, cada vez que una

copa se rompe en una reunión, se apresura a pedir perdón. Los

expertos dicen que casi siempre se debe a una atribución inexacta de

responsabilidades: bien sea por la educación recibida, bien por los

valores que imperan en la sociedad, mucha gente se asigna

competencias que en realidad no les atañen.

¿Un ejemplo ? Ciertas mujeres que trabajan fuera y dentro de casa

se culpabilizan cuando no les ha dado tiempo a hacer la compra, los

deberes con los niños y el arreglo de la casa.


El sentimiento de culpabilidad se da mucho entre las personas

acostumbradas a controlarlo todo, aunque de nada les sirva

responsabilizarse por algo que ya pasó y en lo que no pudieron

ayudar.

La vida es una sucesión de acontecimientos a veces incontrolables.

Según la frase de Wayne W. Dyer, autor del bestseller “Tus zonas

erróneas”, “no existe culpabilidad, por grande que sea, que pueda

cambiar la historia”. Si no hay vuelta atrás, ¿de qué sirve castigarse?.

Es también muy frecuente entre personas con inestabilidad

emocional, que se alteren por cualquier gesto o frase de

desaprobación. El más mínimo desprecio -un compañero que no da

los buenos días o un amigo corto de vista que pasa de largo- les

provoca inseguridad y temor de haber obrado mal. Los que les

rodean les parecen adversarios dispuestos a arrancarles el pellejo a

la mínima de cambio.

El sentimiento de culpabilidad, igual que el licor, no hace daño en

pequeñas dosis, pero por encima de un cierto nivel puede convertir

en borroso el presente y en imperceptible el porvenir. Veamos bajo

qué formas se manifiesta.

En el trabajo, ¿no aceptas el mínimo fallo?

En una sociedad en la que los valores

principales son el dinero, el éxito y el triunfador

el modelo dominante, no es extraño que no dar

la talla genere frustración y culpa. Para algunas

personas meticulosas y perfeccionistas, el menor fallo en su labor se

convierte en algo imperdonable ante sí mismos: la figura del jefe ha

sustituido a la autoridad paterna y les recuerda la culpabilidad que

algunos maestros les enseñaron a sentir en el colegio.


En el amor, ¿crees que siempre lo estropeas todo?

¿Porqué siempre piensas que la culpa es tuya? Una pareja está

formada por dos personas con la misma responsabilidad en el

avance de la relación. Pero hay gente incapaz de amar o de ser

amada sin sentirse culpable de que la historia no sea un cuento de

hadas. “No he hecho todo lo posible”, “no mo lo merezco” o “todo lo

estropeo” son frases sospechosas. Si eres de

éstos, atención: un amante desaprensivo puede

utilizar tus sentimientos de culpa para

manipularte. Todos hemos oído alguna vez

aquello de “si de verdad me quisieras”... seguido

de una sutil petición. Un escarceo por ejemplo,

puede utilizarse toda la vida para que el malvado vuelva al redil y en

él se quede cargado de cadenas: “¿Cómo pretendes que te quiera

después de lo que me has hecho?” La relación amorosa es terreno

abonado para la culpa.

En la familia, ¿sientes que no prestas la atención que merece?

“El abuelo ya no está para vivir solo y ha decidido irse a una

residencia. La cuidan bien. Pero yo me siento

culpable”. Los fuertes lazos de la familia cuando se

desquebrajan, provocan dolor y crisis, pero

conviene analizar los hechos de forma racional

(“paso todo el día fuera y no podría ocuparme de

él”) y compartir las decisiones con los demás

implicados.


Es clásico el sentimiento de culpabilidad que bascula de padres a

hijos (“no les dedico todo mi tiempo”) y de hijos a padres

(“desobedezco, ¡suspendo!”).

Todo ello es normal, siempre que no derive en estados patológicos.

Los padres tienden a abusar de su poder y a utilizar el sentimiento

de culpa como arma para someter a los hijos. De hecho, es una de

las manipulaciones más eficaces: “sal y diviértete; nosotros nos

quedamos aquí solos como siempre”.

Los adolescentes sometidos a estos chantajes tienen muchas

posibilidades de ser adultos llenos de inútiles

sentimientos de culpa. Las madres autoritarias y

sobreprotectoras, que recuerdan lo mucho que

sufrieron en el parto, suelen criar hijos que se

sienten responsables de todo. Pero atención,

también los angelitos aprenden y pueden atacar:

“el padre de Carlos le deja llegar tarde y le

comprende más que tú a mí”. Ahí queda eso.

Sentirse culpable no significa serlo...

Pero sí volverse frágil y manipulable

¿No crees que ya es hora de dejar de sufrir? Si la culpabilidad no te

reporta ningún beneficio, hazla salir de tu vida para siempre.

Una vez que hayas aprendido a distinguir la culpa positiva

-que conduce a la acción- de la negativa -que paraliza-, toma

partido. ¿Cómo transformar los sentimientos destructivos e injustos

en un sentimiento lógico de responsabilidad?.


Cuando te duele la cabeza recurres a un

analgésico. ¿Por qué aguantas el dolor que

está en tu mente?

Es un grave error pensar, como ocurre a menudo, que estamos

obligados a sentirnos culpables para demostrar que somos

humanos. Quien acepta las tragedias consumadas sin rasgarse las

vestiduras está mal visto, pero lo cierto es que poco podemos hacer

para aliviarlas. En lugar de quejarnos, será más positivo que

apliquemos nuestras energías a reparar lo que esté en nuestra mano

de ahora en adelante. Si de verdad nos importa una persona o una

situación, en vez de angustiarnos por su pasado debemos dar

señales visibles de que nos preocupa su futuro.

Por eso, si algo que ya pasó, importante o trivial, adquiere

demasiado peso en tu conciencia, toma la iniciativa: tienes que

acabar con ese sentimiento dañino y convertirlo en positivo para que

repercuta tu bienestar.

¿Cómo hacerlo?

✔ Cuida tu autoestima. Aprende a quererte . Es el punto de

partida para acabar con ese sentimiento de culpa que tú mismo

has creado para castigarte por tus errores. Tú eres único e

irremplazable, no vuelvas a hacerte daño.

Si no empiezas a quererte, tampoco podrás querer a los que te

rodean. Hay muchas personas a las que nadie ha enseñado a

tenerse cariño. Por eso valoran tan mal su propia vida.


✔ Extrema tu racionalidad. Así perderás esos temores

adquiridos en la infancia que todavía te acompañan. Las

cosas han cambiado. Nadie va a castigarte por intentar ser feliz,

por divertirte, por disfrutar de la vida.

✔ Acéptate como eres. De nada sirve que busques ex cusas. Si

te has equivocado, acepta tu responsabilidad sin miedo ni

truculencia. Reconocer los fallos y asumirlos siempre es

saludable: sirve para mantener los pies sobre la tierra y

recordarte que debes seguir aplicando tus programas personales

de mejora. Cuando lo hagas, tu sentimiento de culpa se quedará

sin objeto y acabará esfumándose.

✔ Proponte mejorar. Triunfar es también obtener de un

acontecimiento negativo otro positivo . Si has metido la pata,

en vez de entregarte a los sentimientos opresores, acógete al

propósito de enmienda. Seguirás equivocándote pero verás tu

vida como un ascenso. Extrae la parte buena de cada

experiencia, aprende a ser cada vez un poco más listo, más

astuto, más trabajador...

aaaa Rechaza el victimismo. ¿Quién es un victimista ? Seguro que

lo conoces: el Señor, “siempre me tiene que pasar a mí, siempre

tengo que pagarlo yo”. Por definirla con más precisión, la persona

que se atribuye a sí misma la condición de cordero en sacrificio,

haya o no haya razones para ello. Unas veces exhibe esa actitud

para obtener ventajas del entorno, pero muchas otras lo hace

porque es un ser en continua expiación de no se sabe


"De todos los comportamientos erróneos,

la culpabilidad es el más inútil,

el que despilfarra más energía emocional,

porque te inmoviliza en el presente

por algo que ya pasó"

Wayne W. Dyer

Mide tu sentimiento de culpabilidad , ¿Se puede contabilizar? Sí,

con diferentes métodos: desde técnicas proyectivas en las que la

persona analizada completa historias transgresoras hasta el análisis

de las expresiones del rostro.

Por eso sabemos que el sentimiento de culpa se detecta por primera

vez entre los 15 y los 18 meses de edad. El psicólogo y profesor Luis

Zabalegui ha construido un test, la “Escala SC-35” que aquí

exponemos, para valorar esta disposición en un individuo. Y es que

no todos nos culpabilizamos igualmente, aunque los motivos y las

circunstancias sean parecidos.

Si quieres saber cómo andas de instinto autoculpador, en

comparación con la media, responde al siguiente cuestionario con

sinceridad.


___________________ Test ___________________

MIDE TU SENTIMIENTO DE CULPABILIDAD

Respuestas posibles:

F: Falso

MBF: Más falso que verdadero

MBV: Más verdadero que falso

V: Verdadero

Al contestar, enmarca con una X, cada afirmación, la respuesta que mejor se ajuste a tu propio caso. No te fijes en las reiteraciones porque son intencionadas.

1. No me preocupa lo que otras personas (por ejemplo

mis vecinos o mis familiares) puedan pensar de mis

acciones

F MBF MBV V

2. En momentos de intensa felicidad temo estar gozando

de algo que no me corresponde

F MBF MBV V

3. No merezco que haya gente que me quiera

F MBF MBV V

4. Cuando cometo algún error, por pequeño que sea, lo

paso muy mal

F MBF MBV V

5. Si me acusan injustamente, me atormenta la duda de

que quizás tengan razón

F MBF MBV V

6. Se sentiría feliz si pudiera reparar el mal que he

hecho

F MBF MBV V

7. A lo largo de mi vida he metido la pata muchas veces,

y me pesa lo que nadie sabe

F MBF MBV V

8. Cuando me dicen que un superior quiere hablar

conmigo, me pregunto qué habré hecho de malo o

incorrecto

F MBF MBV V

9. Hay cosas en mi pasado de las que no quiero

acordarme

F MBF MBV V


10. Me sorprende lo inconsciente que es la gente de sus

acciones; yo me preocupo mucho por las mías

F MBF MBV V

11. No sé por qué, pero el sexo sigue siendo para mí algo poco limpio

F MBF MBV V

12. Cuando tengo que recibir cuidados de otras personas, me pongo sobre ascuas

F MBF MBV V

13. Al enfriarse una amistad, pienso: “habré metido otra vez la pata”

F MBF MBV V

14. Tengo la sensación de que estropeo todo aquello que toco

F MBF MBV V

15. Si no me doy a conocer como soy de verdad, me quedo con la sensación de haber engañado

F MBF MBV V

16. Me moriría de vergüenza si tuviera que ser

encarcelado

F MBF MBV V

17. Hay acciones que le dejan a uno manchado por mucho tiempo

F MBF MBV V

18. No es extraño que mis amigos me acaben olvidando

F MBF MBV V

19. La causa de mis fracasos está en mi mismo

F MBF MBV V

20. Si un amigo me habla con frialdad, me pregunto qué le habré hecho para que sea así

F MBF MBV V

21. Qué peso se me quitaría de encima si pudiera

limpiarme para siempre de toda culpa

F MBF MBV V

22. La mayor felicidad es comportarse correctamente

F MBF MBV V

23. A veces me siento culpable por acontecimientos o desgracias en los que no estoy implicado

F MBF MBV V

24. Echo de menos la inocencia que tenía cuando era niño

F MBF MBV V

25. La gente considera aceptables ciertas cosas con las que, en mi interior, no estoy de acuerdo

F MBF MBV V

26. Temo que me ocurran desgracias, aunque no haya hecho nada para merecerlas

F MBF MBV V

27. En alguna ocasión he sentido ganas de agredirme

F MBF MBV V


28. Cuando tengo éxito, me queda la sospecha de no

merecerlo

F MBF MBV V

29. Si me pongo a pensar en mi padre, noto como un peso

F MBF MBV V

30. Comprendo y justifico a los demás. Pero a mí mismo no me perdono con facilidad

F MBF MBV V

31. No me siento peor que la mayoría de la gente

F MBF MBV V

32. Cada vez que algo me sale mal, pienso que cada uno recibe en la vida lo que merece

F MBF MBV V

33. Es imperdonable por mi parte no corresponder como Dios manda a aquellos que me quieren

F MBF MBV V

34. Hay pensamientos y deseos que te infectan como si fueran un foco de suciedad

F MBF MBV V

PUNTUACIÓN

F: 1 punto

MBF: 2 puntos

MBV: 4 puntos

V: 5 puntos

A las preguntas no contestadas o contestadas con incertidumbre, por ejemplo

con dos respuestas, se les adjudican 3 puntos.

Las preguntas 1 y 31, al ser negativas, se puntúan a la inversa:

F: 5 puntos

MBF: 4 puntos

MBV: 2 puntos

V: 1 punto


RESULTADOS

Menos de 50 puntos: No te afectan para nada los sentimientos de

culpa. Pocas cosas pueden herirte. Eres

invulnerable y duro como la piedra.

Entre 70, 80 y 90 puntos: Sufres los normales sentimientos de culpa,

como la mayoría de humanos. Tu percepción

del mundo y de ti mismo es bastante

equilibrada.

De 100 a 120 puntos: Tiendes a culpabilizarte más de lo normal.

Sobre todo en ciertos aspectos, eres

propenso al autocastigo y a la flagelación.

Más de 120 puntos: Tu caso es muy serio. Presentas una

vulnerabilidad excesiva, con una carga

mayúscula de sentimientos de culpa.

Más de 140 puntos: Te sientes responsable de cuanto ocurre a

tu alrededor. Deberías hacer algo al

respecto porque así no se puede ser feliz.

Por ejemplo, pedir ayuda a un psicólogo.


ESTRATEGIAS DE AUTOAFIRMACIÓN

�� El pasado no se puede cambiar. No importa lo que sientas ni cómo lo sientas: lo hecho, hecho está. Graba esta frase en tu conciencia: “Mi sentimiento de culpabilidad no cambiará el pasado ni me convertirá en una persona mejor”.

�� Analiza lo que te estás perdiendo del presente por culpa del pasado. Así eliminarás la necesidad de sentirte culpable. A veces es más fácil atormentarte

que plantar cara a los problemas: no caigas en esa tentación.

�� Busca tu propia aprobación, no la de los demás. Acepta las cosas que has elegido aunque disgusten a tus padres, tus vecinos o tus amigos. Bucea en tu

interior y decide prescindiendo de la aprobación de los otros.

�� Escribe un diario de culpas apuntando todas las ocasiones en que te sientes culpable: Por qué, cuándo y con quién. Así podrás conocer tu zona de sensibilidad y

analizarla de modo más racional.

�� Reconsidera tu sistema de valores. ¿Cuáles son los que realmente aceptas y cuáles los que te han impuesto? Aprende a vivir según tu propio código ético: te

sentirás mejor y no tendrás que fingir ni transgredir.

�� Evalúa las verdaderas consecuencias de tu comportamiento. En lugar de pensar lo que podría haber pasado si hubieras actuado de otra manera, analiza si

lo que has hecho te ha reportado consecuencias buenas o malas.

�� No te dejes manipular. Demuestra a las personas que te rodean que no eres un muñeco manejable a través de la culpa. Si te acusan de no haber llamado por

teléfono en toda la semana, explica la razón sin tratar de excusarte.

�� Haz algo por ti mismo. Date un capricho y un respiro, aunque sepas que toda la familia va a intentar que te sientas culpable. No se trata de cometer una fechoría,

pero está bien que aprendas a enfrentarte con el sentimiento de culpa y te des

cuenta de que el mundo no se hunde bajo tus pies.

�� Traza objetivos a largo plazo. Piensa en lo que harás dentro de diez años respecto a tu familia, tu trabajo o tu pareja. ¿Estás dispuesto a que para entonces

la culpa siga dominando tu vida?

�� ¡Y apúntate al humor y la sonrisa! Desdramatiza, ríete de ti mismo, confiesa a tus amigos tus meteduras de pata en clave de humor. Si sabes que eres incapaz

de matar una mosca, ¿a qué viene tanto golpe de pecho?.


➁ ¿Te irritas más de lo que te conviene?

Todos nos ponemos furiosos de seis a siete veces po r semana;

lo malo es pasarse de rosca. Hay días en que el mundo parece

una olla exprés: todos están de mal humor, hasta los santos en los

altares. Al menos a nosotros nos lo parece... porque somos los que

en realidad estamos al borde del estallido.

Las explosiones de genio, son un mal muy corriente y no tienen

nada de particular, incluso a veces resultan muy convenientes. Salvo

si uno se pasa... ¿son tan comunes entre las mujeres como entre los

hombres?, Sí, en los últimos tiempos los psicólogos han empezado a

profundizar en el panorama de la hostilidad, y lo saben.

Ellos gritan, ellas lloran

Según parece, mujeres y hombres tienden a enfadarse con la misa

frecuencia (entre seis o siete veces a la semana), igual

intensidad, y poco más o menos por idénticas razones.

Los test que descubren lo sentimientos agresivos, la ira

encubierta o la hostilidad reprimida no han revelado

diferencia alguna entre ambos sexos.

Por supuesto hay mujeres que, cuando se enfadan,

levantan los puños y gritan, igual que algunos hombres.

Pero en general los estudios demuestran que ambos sexos

tienen estilos muy diferentes.

Es más probable, por ejemplo, que ellas expresen su ira

llorando o que la disimulen. “las mujeres suelen pertenecer al grupo

de los que bufan la cólera, de los que reprimen una furia que puede

explotar en cualquier momento -dice Anne Campbel, psicóloga de la

Universidad de Durham, en Inglaterra-.


Además son más proclives a expresar su furia en privado. Pueden

estar furiosas con su jefe o con un compañero de trabajo, pero lo

más probable es que esperen a estar solas con su pareja o con un

amigo íntimo para desplegar toda su cólera”.

Las encuestas demuestran que la ira en sí misma tiene significados

distintos para los mundos masculino y femenino. En los hombres, no

suele complicarse con represión y sentimiento de

culpa. Es sólo una cuestión de ganar o perder. Las

mujeres por el contrario, tienden a sentirse

incómodas cuando manifiestan su ira ya que la

consideran como una pérdida de control. Incluso

opinan que no guarda proporción con los hechos que la

desencadenaron. “Después de un estallido –dice Anne Campbell- el

sexo femenino suele tratar de dominarse, mientras que el masculino

piensa que ha dado una buena lección”. Al parecer, cuanto más

furiosa se pone una mujer tanto más le cuesta dar por zanjado el

episodio. Esto no es así en el caso de los hombres, al menos no en

el mismo grado.

Malo para el corazón

También es diferente lo que piensan unas y otros

sobre el llanto. Según muchos psicólogos, los

hombres tienden a tomar el llanto de las mujeres

como señal de remordimiento o como táctica para

ganar una pelea. En cambio ellas creen que es un

signo de frustración o de rabia, una forma de liberar la tensión.

Según parece, el 78% de las mujeres que lloran durante una pelea lo

hacen por frustración.


De todos modos, los ataques repetidos de furia son malos para el

corazón y también para las relaciones humanas. ¿Cómo saber si los

que padecemos son justos y necesarios o exagerados?

Mide tu agresividad . Calibrar el propio cociente de hostilidad no es

tan sencillo como medir la tensión sanguínea o el

colesterol. Pero las preguntas siguientes planteadas

por Redford Williams, director de investigación de la

conducta en la Duke University y autor de “La furia

mala”, y reforzadas por la psicóloga española Irene

Alonso, podrían indicar si un temperamento

demasiado hostil está a punto de acabar con

nosotros.


___________________ Test ___________________

MIDE TU AGRESIVIDAD

SI NO

1. ¿Alguna vez te has enfadado tanto con alguien como para tirar

cosas y dar portazos? ��

��

2. ¿Tienes tendencia a recordar incidentes irritantes y a volver a

enfurecerte por ellos? ��

3. ¿Sientes que los pequeños contratiempos del día se van

acumulando hasta que te pones frustrado e impaciente? ��

4. Mientras haces una larga cola en la caja rápida del

supermercado ¿sueles contar para ver si alguien que está antes

que tú lleva más de diez artículos?

��

5. Si a tu peluquero se le va la mano en el corte ¿las ganas de

matarle te duran varios días? ��

6. Cuando alguien se cruza impensadamente en tu camino mientras

vas conduciendo ¿acostumbras a lanzarle las luces o tocar la

bocina?

��

7. En los últimos años ¿has dejado a algún amigo muy próximo

porque te ponía de los nervios? ��

8. Sueles enfadarte por pequeñas cosas que hace tu pareja y que

hacen que te reconcomas? ��

9. ¿Notas que las pulsaciones te aumentan cuando te enfadas?

��

10. ¿Te irrita la incompetencia de los demás?

��

11. Si un cajero se equivoca al darte el cambio ¿piensas que está tratando de robarte?

��

12. Si alguien no llega a la hora indicada ¿te sorprendes

anticipando las cosas desagradables que vas a decirle? ��

13. Al discutir ¿tiendes a elevar el tono de voz? ¿Manoteas o

invades el espacio de tu interlocutor (50 cm. a su alrededor)? ��

14. ¿Opinas que cuando alguien no está contigo está contra ti?

��


SI NO

15. ¿Reaccionas de manera agresiva si las cosas no salen como tu quieres?

��

16. ¿Cuándo alguien te molesta, no esperas el momento adecuado para decírselo?

��

17. Si tienes un mal día ¿llegas a casa y discutes por cualquier cosa?

��

18. Si algo no tiene lógica para ti ¿le dar muchas vueltas y te sales de tus casillas?

��

RESULTADOS

Para calibrar tu nivel de hostilidad, suma las respuestas positivas.

Si la puntuación es tres o menos: Considérate tan frío como un

sorbete.

Una puntuación de cuatro a ocho: Es un signo de advertencia: la ira

puede representar una amenaza para

tu corazón y también para tu lista de

buenos amigos.

Una puntuación de nueve o más: Estás de lleno en la zona roja de la

hostilidad: corres el riesgo, no sólo

de acabar aislado como un oso polar,

sino también de muerte prematura:

tu corazón es más débil que tu mal

carácter.


ANTES DE ESTALLAR... CUENTA HASTA DIEZ

Hay un viejo remedio que sigue funcionando y es que las estrategias sencillas pueden enfriar hasta el temperamento más ardiente.

En primer lugar, cuando sientas que te estás enfadando, haz un alto lo bastante largo como para hacerte tres pregu ntas:

➀ ¿Es esto tan serio como para armar un cirio?

➁ ¿Está justificado que me enfade?

➂ ¿Mi estallido va a mejorar las cosas?

Si la respuesta a todas ellas es sí, adelante, los expertos afirman que el desahogo te ayudará a sentirte mejor. Pero si alguna respuesta es negativa, tranquilízate.

Muchas veces una sola pregunta razonable es suficiente para disipar un rebote excesivo.

Si todavía te sientes a punto de explosión, trata de distraerte leyendo una revista, poniendo música, dando un paseo, o simplemente cierra los ojos y

concéntrate en tu respiración... Por lo menos durante 15 minutos.


Napoleón Hill y Clement Stone, tras haberse pasado varios años

estudiando a las personas de más éxito en Estados Unidos, llegaron a la

conclusión de que el sencillo secreto que comparten todas ellas es el de

una Actitud Mental Positiva que está compuesta, en general, por las

características positivas simbolizadas por palabras tales como:

esperanza, optimismo, valentía, tolerancia, amabilidad…

Cuanto mayor sea el optimismo que generamos y repartimos a nuestro

alrededor, más reservas del mismo tenemos, con lo que resulta más fácil

continuar repartiéndolo.

Los fundamentos de una actitud positiva son:

• Muéstrese siempre entusiasta: el entusiasmo se

contagia

• Deje de encontrar excusas y reprochar a los demás todo lo que no

nos gusta.

• Vea siempre el lado positivo de las cosas y no se lo tome como

algo personal

• No permita que las personas pesimistas y negativas le contagien.

Si pensamos en lo poco atractivas que resultan nos

“vacunaremos” un poco contra este virus tan dañino de las

emociones negativas.

Así que…

• Aparte cualquier sentimiento negativo cuando trata con otras

personas, incluido usted mismo

• Sonría sinceramente


• Interésese de verdad por las necesidades de los demás

• Trate a los demás con respeto y no los juzgue. Simplemente,

acéptelos como son. Como nos dice el libro de “El Caballero de la

Armadura Oxidada”: “el problema de las personas es que siempre

estamos esperando algo, en lugar de aceptar las cosas como son y

disfrutar con lo que hay”.


4.- CÓMO CONSEGUIR UNA ACTITUD POSITIVA

Para conseguir una actitud general de optimismo, autoconfianza y buena

predisposición, es necesario que, al igual que hacemos con la adecuación

física, trabajemos cada día, en nuestra adecuación

mental. De esta forma, acabaremos convirtiéndo la

actitud positiva en una parte consustancial de nuestro

carácter y personalidad.

Como ya hemos comentado en repetidas ocasiones,

no es un proceso fácil, aunque la persistencia en el

esfuerzo y la consistencia en la práctica producirán resultados directamente

proporcionales al trabajo realizado.

¿Cómo podemos conseguir la adecuación mental?

Tal como nos presenta Brian Tracy en su libro “Estrategias Eficaces de

Venta”, existen siete ejercicios mentales que se pueden practicar a lo largo

del día para mantenerse positivo, optimista y mentalmente c orrecto. A

continuación, explicamos en qué consisten dichos ejercicios.

1. Autoconfesión positiva.

Tal como hemos visto en apartado precedentes, décadas de

investigación psicológica han permitido llegar a la conclusión de que la

introspección, lo que se conoce como autoconfesión, determina el estado

en que alguien se siente.


La vida emocional se determina por las palabras que uno se dice a sí

mismo, y que llega a creerse.

Cuando alguien cambia la forma de explicarse un determinado hecho,

bien sea para mejorar esa forma o, incluso, para empeorarla, el proceso

recibe el nombre de reestructuración. Ésta es la forma de interpretar lo

que ocurre alrededor de uno. Consiste en los diálogos internos, esto es,

en las palabras que pasan por la mente cuando se toma información del

entorno y se procesa a partir de unos determinados pensamientos.

“No hay nada bueno o malo;

sólo es el pensamiento

el que lo hace así”

William Shakespeare

Estamos en un mundo que parece estar sólo preocupado por los hechos

negativos:

• Cualquier noticiario de radio o de televisión, cualquier periódico o

revista presentan prácticamente sólo las historias negativas y

sensacionalistas.

• Las conversaciones de las personas que se hallan a

nuestro alrededor consisten, fundamentalmente, en

problemas, comentarios negativos, preocupaciones o

incertidumbres sobre el futuro de las personas que

participan en ellas.

?


Por lo tanto, si no vamos con cuidado, nuestra forma habitual de pensar

también puede volverse negativa, ya que empezaremos por ver los

aspectos negativos de una determinada situación, antes de ver su lado

positivo e, indefectiblemente, vereremos la botella medio vacía en lugar

de verla medio llena.

Por otro lado, la mente de la persona tiene una cierta tendencia natural a

decantarse hacia la forma negativa de pensar.

Si no nos esforzamos en actuar de forma distinta, nos encontraremos a

nosotros mismos repasando continuamente nuestras preocupaciones,

problemas y temores y, sin tener intención de ello, podemos desarrollar

una actitud negativa que podría afectar a nuestra personalidad y, en

consecuencia, a nuestros resultados.

Y como en nuestro entorno pueden haber muchas personas que piensan

y actúan de la misma forma, podemos cometer el error de pensar que

“ésta es la forma correcta de actuar en el mundo”.

Sin embargo, esta tendencia negativa se puede contrarrestar mediante

el control del diálogo interno, de la autoconfesión, convirtiéndola en

positiva en lugar de seguir manteniéndola en negativa.

Uno puede decidir cómo hablarse a sí mismo y

controlar, de esta forma, los pensamientos, las

creencias y las emociones. El simple hecho de decidir

controlar este diálogo interno ya genera un

sentimiento de optimismo y de fuerza personal.

Las simples autofirmaciones que uno se puede aplicar, a medida que

transcurre el día, serán sorprendentemente poderosas.

+


Mediante la simple repetición de pensamientos positivos del tipo “¡Me

gusto tal como soy!”, o “¡Me gusta mi trabajo!”, dichos con entusiasmo y

convicción, se logra hacer calar este mensaje profundamente en el

subconsciente.

Uno se sentirá más optimista y positivo, con mayor control sobre la

propia vida. Se sentirá más capaz y confiado. Cuanto más se repitan

estas palabras, u otras similares, más creerá en ellas. Y a medida que

usted se vaya autoconvenciendo, sus palabras, sus acciones y sus

comportamientos empezarán a corresponderse con este mensaje.

No se pueden –no se deben- emplear, por ejemplo, las palabras “¡Me

gusto tal como soy!”, sin que realmente uno las sienta como verdaderas.

Cuanto más se digan:

• Más nos gustaremos y más nos respetaremos a nosotros mismos,

independientemente de lo que ocurra a nuestro alrededor.

• Nos sentiremos mucho mejor.

• Seremos más positivos y optimistas

• Obtendremos mejores resultados en todo aquello a lo que nos

enfrentemos.

Recuerde: autoconfiése, hable consigo mismo sobre cómo quiere

ser, y no sobre cómo es en la actualidad. ¡Dígase s iempre la verdad,

por adelantado!.


2. Imaginación positiva.

Dado que el mundo exterior de toda persona es un fiel reflejo de su

mundo interior, cualquier mejora en el primero empieza con una mejora

en las imágenes mentales. La imaginación positiva, o visualización

positiva, es la forma óptima para crear imágenes claras en su mente y

que sean coherentes con aquellas experiencias que se quieren tener en

el trabajo. Recuerde lo que comentábamos cuando hablábamos de la

importancia de la visualización.

Imagínese a sí mismo como un ser confiado, positivo,

determinado y con éxito completo.

Cualquier mejora en la vida y en el trabajo se inic ia por una mejora

en las imágenes mentales , ya que el mundo exterior tiende a devolver

una imagen correspondiente a las creencias e imágenes interiores. Por

lo tanto, si se cambian éstas, se lograrán cambiar las realidades

exteriores.

3. Alimento mental positivo.

El tercer ejercicio en la adecuación mental pasa por alimentar

continuamente la mente con alimento mental positivo. Las

actitudes, personalidades, valores y emociones son,

fundamentalmente, el resultado del “alimento” mental que

se suministra a la mente día a día.


De la misma forma que la salud, los niveles de energía, la digestión, la

piel…, están determinados por el tipo de alimentos que ingerimos,

nuestros pensamientos, sentimientos, actitudes y expectativas (que

como hemos visto determinan nuestras acciones y nuestros resultados),

están determinados por los alimentos mentales que ingerimos .

4. Personas positivas.

El cuarto ejercicio consiste en asociarse con personas positivas , ya

que la gente con la que uno se asocia normalmente, tanto desde el

punto de vista físico como desde el de las creencias, tiene un enorme

efecto sobre la persona.

El objetivo debe ser asociarse con las mejores personas que podamos

conocer, de forma que estemos próximos a los ganadores y,

simultáneamente, lejos de aquellas personas que no llegarán a ningún

lugar en sus vidas.

Alrededor del 80% de las personas que nos rodean, y debido a una

variedad de factores sobre los que no tenemos control, no son

particularmente positivas, ni están orientadas hacia ningún objetivo, ni

hacia el éxito; no consiguen mucho de sus vidas; suelen malgastar su

tiempo a lo largo de sus días de trabajo, y se quejan y buscan excusas,

siempre que pueden. Si uno se asocia con este tipo de personas,

probablemente terminará pareciéndose a ellas.


El doctor David McClelland, en sus años de investigación en la

Universidad de Harvard, llegó a la conclusión de que la elección de un

“grupo de referencia” determina, por encima de cualquier otro factor, lo

que ha ocurrido en la vida de cada persona. El grupo de referencia de

cada persona está conformado por la gente con la que uno se identifica,

con la que se asocia, y a la que se asemeja.

La familia es el primer grupo de referencia y, por lo tanto, ejerce una

influencia enorme sobre la forma en que alguien piensa sobre sí mismo y

sobre el mundo que le rodea.

Si una persona ha sido educada por unos padres positivos y

generadores de apoyo, lo más probable es que llegue a adulto viéndose

a sí mismo y sus posibilidades de forma altamente positiva, y tendrá

cierta tendencia a sentirse atraída por personas similares, por entender

que tiene mucho en común con ellas.

A medida que uno se hace mayor, los compañeros de colegio, de

universidad y, posteriormente, de trabajo se van transformando en

nuestro grupo de referencia, asumiéndose los mismos valores, actitudes,

filosofías, ideologías y las mismas creencias y formas de pensar que

tienen todas estas personas de referencia.

La asociación con personas positivas nos convierte en más positivos,

mientras que la asociación con personas negativas nos convierte en

negativos. Un grupo de referencia con éxito y orientado hacia la

consecución de resultados, bien sea de las personas de las que uno se

rodea o de las lecturas o de los pensamientos que uno asume, hará que

se produzca una tendencia a orientarse hacia los resultados o a buscar

el éxito, de forma sistemática.


En contraposición, un grupo de referencia negativo y que busque

constantemente excusas, hará que la persona también se caracterice

por esta negatividad y por esta búsqueda sistemática de excusas.

La elección de los amigos y de los asociados determinará, pues,

enormemente el futuro de todos nosotros y, por lo tanto, debemos

tomar una clara decisión respecto a las personas co n las que

estamos dispuestos a emplear nuestro tiempo, puesto que son

éstas las que tendrán un importante efecto sobre nu estra forma de

pensar, sobre la evolución de nuestra personalidad y sobre todo

aquello que nos pueda ocurrir .

Nuestro objetivo debería ser convertirnos en el tipo de persona con el

que los otros quieran estar. A medida que nos convertimos en una

persona más positiva y atractiva, observaremos que empezamos a

atraer a otras personas con las mismas características.

5. La formación y el desarrollo positivos.

El quinto ejercicio en el desarrollo de la adecuación mental es la

formación y el desarrollo positivos. Cuantas más nuevas ideas e

información se absorban y se capten sobre la forma de ser más

eficiente, y cuanto más se piense en ellas, más penetrarán en cada

cosa que se haga.

La formación es algo que el profesional nunca debe olvidar, porque el

aprendizaje nunca finaliza. De hecho, cuando termina la educación

formal es cuando empieza la verdadera escuela.


Al finalizar el periodo propio de aprendizaje, es cuando se inicia una

verdadera ceremonia de iniciación. Ello implica empezar, y no finalizar,

aunque parezca que es así por el simple hecho de haber finalizado un

ciclo.

Muchas personas, al dejar el colegio o instituto, deciden no volver a leer

un libro en toda su vida. Existen vendedores que, con treinta y cinco o

cuarenta años, han logrado mantener esta promesa hecha a sí mismos.

Decidieron dejar de aprender y de evolucionar cuando dejaron la

escuela, sin darse cuenta y sin ser conscientes de que la educación es

un proceso que dura toda la vida.

El desarrollo y la formación continuada hacen que uno sea más

optimista, tenga un mayor sentimiento de competencia y de control,

atraiga mejores clientes potenciales a su círculo de influencia, e

incremente la confianza en uno mismo y en su futuro. Por lo tanto, la

automejora continuada es el trampolín para el futur o.

6. Hábitos de salud positivos.

El sexto ejercicio que permitirá el correcto desarrollo mental es la

práctica de hábitos de salud positivos. La venta es una tarea que

necesita de grandes esfuerzos. Requiere grandes cantidades de

energía, tanto física como mental o emocional para ser competente, día

tras día.


Cuando se combina el ejercicio con una dieta ligera y adaptada, la

persona se siente más saludable, más feliz y con más energía; dormirá

mejor y se levantará más descansada y fresca; estará más brillante y

alerta; será capaz de rendir más y mejor. Cuando alguien se siente feliz

y enérgico, actúa de forma más positiva y optimista con sus clientes o

con cualquiera con que se relacione; se convierte en una persona más

agradable... Esta personalidad más positiva y abierta repercute en

mejores resultados, de forma casi inmediata.

7. Acción Positiva

Cuanto más rápido se mueve uno, más energía tiene, más positivo se

siente, más personas se contactan y más experiencia se obtiene, con

más clientes potenciales se habla y un mayor número de ellos se podrán

convertir en clientes. Cuanto más rápido se mueve uno, más entusiasta

está y más control sobre su vida tiene.

Un tempo rápido es esencial para el éxito. Es una forma de establecer la

base para la acción y permite desarrollar un cierto sentido de urgencia.

Cuando alguien tiene una tarea que desempeñar, deberá garantizar que

se haga lo antes posible. ¡Debe ser hecha enseguida! ¡Adelante!

¡Rápido, y luego, más rápido!.

Cuanto más rápido se mueve uno, se obtiene un mayor éxito en un

periodo de tiempo más corto. Este éxito nos motivará; lo que estamos

haciendo nos parecerá más positivo y entusiasta. Y este entusiasmo nos

obligará a movernos más rápido.


5- ¿CÓMO SOMOS CADA UNO?

En este apartado vamos a analizar los aspectos de la personalidad

humana que más fuertemente están condicionados por la herencia, aun

cuando es verdad que las influencias del medio pueden modificarlos.

Son tantas las definiciones sobre la personalidad que es muy difícil, por no

decir imposible, integrarlas satisfactoriamente en una formulación verbal. Lo

que sí podemos decir es que la personalidad es el fundamento respecto al

modo habitual de comportarse, que es propio de cada persona.

Al hablar de personalidad deberemos diferenciar dos términos que ya hemos

introducido al inicio de este documento:

Temperamento : es el conjunto de disposiciones afectivas que predominan y

tiñen las reacciones habituales de una persona y, en especial, sus relaciones

interpersonales.

Carácter : hace referencia a aquellos hábitos de comportamiento que uno ha

adquirido a lo largo de la vida y de los que, en consecuencia, se es más o

menos responsable.

Por lo que al hablar de personalidad nos referiremos al conjunto de los

rasgos temperamentales y de carácter de las personas, ya que ambos

factores condicionan el modo habitual de comportarse cada persona.

En realidad, este modo habitual de comportarse que distingue a una persona

de otras es único e irrepetible en cada sujeto. Sin duda todas las cosas son

únicas, y el hombre, si se quiere, es todavía más único. A pesar de ello, la

conducta humana también puede ser clasificada, que será lo que

desarrollaremos con mayor profundidad en este apartado.


De hecho, el intento de clasificar la conducta humana es algo que ya suscita

el interés desde tiempos inmemoriales. Quizás por este motivo es posible

retroceder en el tiempo unos cuantos siglos y constatar como los antiguos

romanos ya utilizaban clasificaciones parecidas. El famoso médico Galeno,

que vivió hacia el año 150, clasificaba los temperamentos de las personas

en los siguientes grupos:

• Colérico : Seguro de sí mismo, tenaz, irritable e intolerante

• Sanguíneo : Alegre, sociable y tolerante; voluble y un poco inconsciente

• Melancólico : Serio y responsable; fiel y sensible; un poco solitario

• Flemático : Ecuánime y prudente; lento en tomar decisiones y en

adaptarse a nuevas situaciones

De estas primeras clasificaciones, nacen el resto de clasificaciones de la

personalidad que se han realizado a lo largo de la historia.

Antes de entrar en la descripción de los distintos tipos de personalidad, es

bueno que enmarquemos este análisis dentro del proceso de mayor

autoconocimiento en el que nos hemos embarcado en este curso. Cualquier

intento de clasificar a las personas resulta necesariamente pobre, ya que el

ser humano es tremendamente rico para poder encasillarlo en una matriz de

unas cuantas dimensiones. Puede afirmarse que todos tenemos un poco de

todo y que además somos capaces de cambiar (a estas alturas estaremos

bastante convencidos de ello). Por ello cualquier etiqueta fácil y general no

será muy útil y debe ser rechazada o, cuando menos, tomada con

precaución.


Después de todo lo que hemos ido viendo y a poco que analicemos, nos

pondremos de acuerdo en que el éxito, tanto personal como profesional, no

depende tanto de las competencias técnicas, como de la capacidad de

relación, la mentalidad de servicio y el espíritu de colaboración.

De igual modo, el fracaso profesional está más relacionado con la

incapacidad de establecer relaciones interpersonales positivas y conectar

con el entorno que con la falta de conocimientos.

La habilidad para relacionarse con un gran número de personas (sean

clientes, subordinados, jefes, compañeros de trabajo...), conlleva un

comportamiento flexible, es decir, la capacidad de adaptarse.

A cada estilo de personalidad se le debe tratar de manera distinta, si

queremos mejorar nuestras relaciones con los demás, ya que cada uno

actúa de acuerdo con su percepción de la realidad. Y ocurre que no todos

tenemos las mismas percepciones.

El análisis de los tipos básicos de personalidad nos explicará por qué nos

comportamos de una manera determinada y apuntará direcciones

específicas hacia las cuales podemos desarrollarnos como individuos.

Se trata de una herramienta importante para mejorar las relaciones con el

entorno familiar, social y laboral.

Al principio de nuestra vida aprendimos a sentirnos seguros y a

desenvolvernos entre las situaciones familiares y las circunstancias

personales mediante el desarrollo de una estrategia basada en nuestros

talentos y capacidades personales.


Con el análisis de los distintos tipos de personalidad podemos comprender

mejor a los demás y aprender alternativas diferentes a nuestras propias

pautas de conducta. Nos ayuda a liberarnos de nuestras estrategias de

comportamiento gastadas y a contemplar la vida desde un punto de vista

más amplio.

Las personas del mismo tipo parten de las mismas motivaciones básicas y

ven el mundo de forma esencialmente similar y las diferencias surgen de

factores como la madurez, el tipo de padres, el orden dentro de la familia, los

valores culturales y las características inherentes como la introversión o la

extroversión innatas.

A medida que nos vayamos familiarizando con los distintos tipos nos será

fácil ir clasificando a la gente que conocemos de manera automática. Te

pedimos que guardes para ti los comentarios y mantengas la mente abierta.

Decidir con exactitud a qué tipo pertenecemos es importante y debe hacerse

de acuerdo con las propias percepciones internas.

Puede ser un consuelo saber que millones de personas en el mundo tienen

las mismas estrategias de comportamiento que uno mismo.

Las pautas de conducta que surgen a partir de los distintos tipos que

veremos son, sin embargo, tan numerosas, misteriosas y únicas como el

número de individuos involucrados.

Uno de los primeros precursores modernos del análisis comportamental de

las personas fue el psicólogo suizo Carl Gustav Jung que, en 1921, publicó

su obra "Los Tipos Psicológicos" que se ha convertido en uno de los libros

esenciales de cualquier estudio serio sobre tipos de personalidad.


La gran aportación de Carl G. Jung consiste en la formulación de un modelo

de cuatro tipos psicológicos básicos, no con la voluntad de "etiquetar", sino

como punto de partida para el autoconocimiento y el conocimiento y

comprensión de los demás.

Estas cuatro tipologías provienen de la identificación de dos funciones

complementarias presentes en todos los individuos:

• La primera dimensión hace referencia al modo en que la persona recibe

su energía, definiendo el grado de introversión o extroversión de cada

persona.

Los introvertidos reciben la energía de las fuentes internas, es decir del

mundo interior de las ideas, las emociones y las impresiones, mientras

que los extrovertidos, la obtienen del mundo exterior, es decir de la

acción y de la interacción con los demás.

A continuación, le exponemos las características básicas de cada una de

las preferencias (Introversión / Extroversión) adaptadas del libro "Cómo

Soy en Realidad (Y Cómo son los Demás)” de Sandra Hirsh y Jean

Kummerow, que le ayudará a empezar a situarse en una u otra

preferencia.


Los introvertidos …

� Son tranquilos y reflexivos, y prefieren las relaciones “tête a tête”.

� Prefieren guardarse sus propios pensamientos, a menos que se los pregunten directamente.

� Se interesan más por la profundidad de las experiencias, que por su variedad.

� No les gusta asistir a fiestas multitudinarias y ruidosas en las que no conocen a nadie, aunque se trate de compromisos laborales.

� Funcionan mejor cuando tienen tiempo para sí mismos y para reflexionar.

� Reflexionan primero y luego quizá actúan.

� Tienen mayor facilidad para concentrarse.

� Se sienten cómodos solos en casa, ya que ello les permite relajarse, leer, pensar y escuchar su música predilecta sin interrupciones.

� Tienen un círculo reducido de amistades y son cautos cuando conocen a alguien por primera vez.

� Prefieren la comunicación escrita a la oral.


Los extrovertidos …

� Son abiertos, activos y tienden a estar relajados con la gente.

� Siempre están muy ocupados y en “marcha”.

� Se interesan por la variedad de las experiencias, más que por la profundidad de éstas.

� Actúan primero y tal vez reflexionan más tarde sobre ello.

� Pueden “decir lo que se les ocurra” sin pensar en las consecuencias.

� Se sienten inquietos cuando no están con gente o haciendo algo.

� Tienen un círculo muy amplio de amistades con los que hablan lo más a menudo posible.

� Se comunican con entusiasmo casi con cualquiera, por lo que hacen amistades con facilidad.

� Prefieren la comunicación oral que la escrita.

� Les molesta la quietud y el silencio.


• La segunda dimensión de la tipología de personalidad de C. Jung es el

peso relativo que tienen en la toma de decisiones del individuo los

factores racionales y los de tipo emotivo .

Para los racionales lo importante son los motivos y las consecuencias

lógicas cuando hay que tomar una decisión, mientras que para los

emotivos lo importante para decidir depende de la escala personal de

valores.

A continuación, le exponemos las características básicas de cada una de

las preferencias (Racional / Emotivo), adaptadas del libro "Cómo Soy en

Realidad (Y Cómo son los Demás)” de Sandra Hirsh y Jean Kummerow,

que le ayudará a empezar a situarse en una u otra preferencia.


Los racionales …

� Usan la lógica y el análisis para tomar decisiones.

� Valoran los principios universales, las leyes y los métodos y esperan que

el mundo funcione en consonancia con estos.

� Adoptan un sistema ordenado, objetivo e impersonal para encontrar un

criterio o una verdad.

� Llegan a conclusiones evaluando los pros y contras y lo verdadero y lo

falso.

� Eligen la “cruda” verdad frente a la cortesía, por lo que pueden herir los

sentimientos de otras personas sin darse cuenta.

� Prefieren la comunicación concisa, concreta y orientada a las tareas o

cuestiones impersonales.

� No suelen expresar sus emociones.

� Son críticos y sugieren mejoras con facilidad.

� Muestran menos interés en hablar sobre asuntos personales

� Utilizan el razonamiento lógico y frío para convencer a los demás.


Los emotivos …

� Filtran la información a través de sus valores personales.

� Valoran la armonía y la necesitan para desenvolverse con la máxima

eficiencia.

� Apoyan a los demás y son exagerados.

� Eligen la cortesía frente a la “cruda” verdad.

� Les encantan los elogios y sufren las críticas como algo personal.

� Prestan atención a lo que sienten los demás y les agrada complacerlos

aun en nimiedades.

� Valoran las diferencias individuales y esperan que el mundo funcione en

consonancia con éstas.

� Prefieren la comunicación sociable, amistosa y orientada a las

relaciones, la gente y las cuestiones personales.

� Muestran apreciación y simpatizan con las ideas de los demás, ya que

consideran que siempre vale la pena escuchar a la gente.

� Utilizan la información significativa, dada con entusiasmo y de forma

personal, para convencer a los demás


Todos y cada uno de nosotros estamos ubicados en algún punto de estas

dos dimensiones, cuya combinación determinará nuestro tipo básico de

personalidad. Esta clasificación de cuatro tipos básicos resulta fácil de

entender y aceptar porque se hace de acuerdo a criterios con los que nos

identificamos fácilmente.

A pesar de que todos tenemos un cierto conocimiento de nosotros mismos, a

veces nos es difícil identificar cuál es el propio estilo básico de

comportamiento.

Si combinamos las cuatro dimensiones antes detalladas nos encontraremos

con personas:

• Extrovertidas / Racionales.

• Extrovertidas / Emotivas.

• Introvertidas / Racionales.

• Introvertidas / Emotivas.


Cauteloso Preciso Serio

Reflexivo Formal Rígido

Reservado

Activo Excitable Impulsivo

Emprendedor Decidido Exigente Resuelto

Sociable Bromista

De carácter fácil Desenvuelto Satisfecho

Persuasivo

Dinámico

Cuidadoso Razonable

Persistente Tranquilo Sereno

Participativo Controlado

RACIONAL

EMOTIVO

INTROVERTIDO EXTROVERTIDO

¿ CÓMO SE VE A SI MISMO ?


Remilgado Pesimista Reservado Insociable Indeciso Frío

Agresivo Excitable Poco fiable Exaltado

Determinante

Intolerante

Exaltado Extravagante

Indiscreto Precipitado

Frenético

Pasivo Sumiso Difícil Lento

Dependiente

Soso

RACIONAL

EMOTIVO

¿ CÓMO LE PUEDEN VER LOS OTROS EN UN MAL DIA O

LA GENTE DEL TIPO DIAGONALMENTE OPUESTO ?

EXTROVERTIDOINTROVERTIDO


El otro precedente directo del sistema que estamos desarrollando en este

curso fue un gran observador de la conducta humana, el abogado

estadounidense, William Moulton Marston (que se hizo célebre por ser el

inventor del "detector de mentiras").

W. M. Marston publicó el resultado de sus observaciones sobre el

comportamiento en 1928, bajo el título "Las Emociones de la gente normal".

En su obra, reconoce e identifica los cuatro grandes rasgos de conducta que

todos poseemos, aunque con diferente grado de intensidad:

DOMINANCIA, INFLUENCIA, ESTABILIDAD y

CUMPLIMIENTO DE NORMAS

Sorprendentemente, tratándose de dos personas con tradiciones y formación

totalmente dispares (Carl Jung, europeo y psicoanalítica; William M.

Marston, norteamericano y jurista), sus aportaciones a la comprensión de la

conducta humana son perfectamente equiparables (y pueden superponerse).

La gran aportación de Marston consiste en enunciar que las diferencias en la

conducta de las personas se deben a la diferente intensidad en que se

manifiestan los cuatro factores. Aunque todos tenemos algo de cada uno, al

final el “cocktail” contiene proporciones dispares que nos hacen asimismo

distintos.

Así pues, para analizar el estilo de conducta de una persona, no sólo debe

contemplarse el factor predominante, sino también la posición relativa de los

otros tres. Hay personas con un solo factor muy dominante mientras en otras

el equilibrio entre los cuatro es la nota dominante.


Veamos seguidamente la definición de cada uno de los factores, con las

características o tendencias de comportamiento más predominantes,

teniendo en cuenta que cuanto más extrema sea la intensidad, más

marcadas serán dichas características:

Realiza el análisis de los hechos

Lento en la toma de decisiones

Necesita tiempo para reflexionar

Sólo habla si tiene algo que decir

Controla sus emociones

Presta atención a los pequeñosdetalles

Lema: “Dame la máxima informaciónposible”

Impaciente, directo y concreto

Toma decisiones rápidas y sin alterarse

No le interesan los detallesAfronta los problemas y situaciones

de forma agresiva y directa

Necesita controlar y dirigir

Se enfada con facilidad

No admite el sentimentalismo

Lema: “No me hagas perder el tiempo”

Expresivo y bromista

Le gusta hablar sobre sí mismo

Suele saltar de tema en tema

Busca el éxito y el reconocimiento

Necesita interactuar y verbalizarconstantemente

Descuida los hechos objetivosSe precipita adelantando

conclusiones

Excesivamente activo y rápido

Lema: “No me aburras con tantos datos”

Tranquilo y ligeramenteindeciso

Necesita establecer confianza conlos demás

Sensible al efecto que sus decisionestendrá en la gente

Discreto; no quiere sobresalir

Se toma las críticas como algopersonal

Conciliador

Quiere quedar bien con los demás

Lema: Pregúntame si quieres saber lo que pienso”

RACIONAL

EMOTIVO

INTR

OVER T

IDO

EXTRO

VER TIDO

D

I

C

S


Desde un punto de vista no verbal, también existen unas características que

definen a cada uno de los cuatro tipos descritos, tal y como podemos

observar en el gráfico siguiente:

Por lo tanto, para poder identificar el estilo básico de personalidad de sus

interlocutores, tendrá que determinar en qué punto están de las dos

dimensiones mencionadas, a través de la observación.

Antes de seguir avanzando le proponemos que realice el ejercicio de

identificación de tipos de personalidad, que le presentamos a continuación:

CUMPLIMIENTO (C):Tiene un tono de voz claro,

directo y seguroMantiene las distancias y rara vez

gesticula al hablarAdopta una postura rígida

Busca información

DOMINANCIA (D):Utiliza un tono de voz firme,

claro y confiadoMantiene las distancias aunque establece un contacto visual

directoSe sienta inclinado hacia delante

Busca resultados

ESTABILIDAD (S):Su tono de voz es relajado,

amigable y sinceroAdopta una postura relajada e

informalHabla despacio y apenas gesticula

Busca confianza

INFLUENCIA (I):

Utiliza un tono de voz entusiastaHabla muy rápido

Se sitúa próximo a las personasGesticula mucho

Busca la relación y la experiencia


_________________________Ejercicio__________________________

Identifique los distintos tipos de personalidad que aparecen en la película

“Doce Hombres sin Piedad”, señalando además los rasgos más representativos

que le han llevado a identificar cada uno de los tipos en los distintos

personajes, teniendo en cuenta su disposición en la mesa tal y como le

indicamos a continuación:

Personaje 1: Tipo de personalidad: _________________________

Rasgos más representativos: ____________________________________

__________________________________________________________

__________________________________________________________



__________________________________________________________

__________________________________________________________

2 3 4 5 6

12 11 10 9 8

71




__________________________________________________________

__________________________________________________________



__________________________________________________________

__________________________________________________________



__________________________________________________________

__________________________________________________________



__________________________________________________________

__________________________________________________________



__________________________________________________________

__________________________________________________________


Ahora que ya conocemos las características propias de cada factor de forma

independiente, es necesario que demos un paso más para analizar en

profundidad el estilo de conducta de una persona.

Para ello, no sólo debe contemplarse el factor predominante, ya que hay

muy pocas personas con un solo factor muy dominante, sino también la

posición relativa de los otros tres.

La diferente posición de los cuatro factores dará como resultado un perfil

comportamental que determinará nuestras pautas de comportamiento.

A continuación, presentamos las características y tendencias de los distintos

perfiles comportamentales.

PERSUADIDOR

COMPORTAMIENTO PUNTOS FUERTES LES MOLESTA

- Orientado al proceso - Rápido para cambiar - Independiente - Optimista

- Obtener resultados a

través de la gente.

- Trabajar en equipo

- La estructuración

- La uniformidad

- La estandarización

NECESIDADES

− Ser aceptado por lo que es y por lo que hace − Que se le reconozcan sus logros − Hacer las cosas a su modo − Tener la oportunidad de realizar cambio − Que lo que haga sea importante para el éxito de la Empresa − Tener autonomía para aprovechar las oportunidades que se presentan


CONDUCTOR


- Competitivo - Confrontante - Directo - Orientado a resultados - Sentido de la urgencia - Agente de cambio

- Obtener resultados

- Mover a la gente

hacia un resultado

determinado


- La uniformidad

- Parar e iniciar

constantemente

PROMOTOR


- Elevado nivel de confianza

- No teme el cambio - Habla más que escucha - Habilidades verbales - Proyecta autoconfianza - Calidez humana

- Obtener resultados

- Mover a la gente hacia un

resultado determinado


- La uniformidad

- Parar e iniciar

constantemente

NECESIDADES

− Que se tenga en cuenta su opinión − Tener oportunidades de desarrollo − Estar involucrado en actividades y decisiones importantes − Tener una posición de prestigio fácilmente identificable por los demás − Dirigir proyectos y actividades − Tener autonomía para aprovechar las oportunidades que se presentan

NECESIDADES

− Obtener reconocimiento − Ser respetado por los demás − Crearse una imagen positiva frente a los demás − Llevarse bien con todo el mundo − Trabajar en cosas estimulantes, nuevas y desconocidas − Comprometerse con el trabajo en equipo


RELACIONADOR


- Jugador de equipo - Persistente - Cooperador - Sensible a los sentimien-

tos de los demás - Prestar apoyo

- Promover e implementar ideas

- Adecuar procedimientos operativos, técnicas y me-dios para realizar una tarea

- Lo abstracto

- Lo complejo

- Que se ignore a la

gente

SOSTENEDOR


- Hace que los demás se sientan cómodos

- No les gusta la confrontación

- Persistente - Controla sus emociones - Adaptable - Buena capacidad de

escucha

- Implementar un plan

- Adecuar procedimientos

operativos, técnicas y

medios para realizar la

tarea

- El cambio sustancial

- Lo innovador

- Jugar para ganar

NECESIDADES

− Estar en línea con los estándares marcados − Que no hayan sobresaltos ni cambios bruscos − No verse involucrado en controversias y conflictos − Llevarse bien con los demás − Pruebas suficientes antes de emprender algo nuevo − Ser realista y no complicar las cosas más de lo necesario

NECESIDADES

− Conseguir el consenso − Trabajar sobre bases sólidas − Ser aceptado por todo el mundo − Un equipo en el que integrarse − Tener la seguridad de que conoce lo suficiente para hacer el trabajo − Resolver las preocupaciones y problemas de los demás


COORDINADOR


- Orientado al producto - Necesita tiempo para

cambiar - Autodisciplinado - Constante - Asume riesgos calculados - Lógico

- Adecuar e implementar un plan

- Comprender los elementos complejos de una situación

- Lo revolucionario

- El cinismo

ANALIZADOR


- Preciso - Exacto - Preocupado por la calidad - Crítico ante lo que se

expone - Poco expresivo - Atención a los detalles

- Establecer un plan

- Comprender los

elementos

- Complejos de una

situación

- Los experimentos

- Los cumplidos excesivos

NECESIDADES

− Objetivos y tareas que no supongan elevados riesgos − Saber cómo se han de hacer las cosas − Que no haya caos ni confusión − Cambios predecibles − Un entorno de trabajo estable y constante − Asumir riesgos calculados

NECESIDADES

− Que todo funciona como un reloj, según lo previsto − Investigar la idoneidad de lo nuevo − Históricos o guías sobre lo que se ha de hacer en cada situación − No tener que preocuparse demasiado por el factor humano − Que no hayan cambios bruscos − Minimizar los riesgos al máximo


IMPLEMENTADOR


- Creativo - Tarda en empezar pero

acaba rápido - Temperamental - Vacila - Preciso en su uso

del tiempo

- Pensar e implementar ideas creativas

- Comprender los elementos complejos de una situación

- Mover a la gente hacia un resultado determinado

- El sentimentalismo - Que no consideren su

opinión

Si volvemos a los estilos dominantes, hay que señalar que cada uno de los

estilos descritos presenta unas preferencias determinadas a la hora de

comunicarse o relacionarse y, por lo tanto si queremos que exista una buena

sintonía con nuestros interlocutores habremos de adoptar el mismo estilo de

comunicación y comportamiento que poseen nuestros interlocutores.

No hay que olvidar que uno de los principios básicos, si queremos

relacionarnos bien con las personas con las que interactuamos, se centra en

que tenemos que adoptar un estilo de comunicación y comportamiento

similar al que poseen. No podemos pretender que sean los demás los que

se adapten a nuestro propio estilo, porque cada uno hace las cosas por sus

razones, no por las nuestras.

NECESIDADES

− Tener un control absoluto sobre lo que hace − Minimizar los problemas relacionados con el factor humano − No tener que seguir al pie de la letra los estándares − Que le controlen por resultados − Tener oportunidades para desarrollar su potencial − Tener libertad para decidir lo que para él es importante


Si la o las personas con las que habla poseen un estilo de personalidad

similar al suyo, lo más probable es que no tenga problemas de comunicación

y relación, ya que pondrán énfasis en el mismo tipo de información y

adoptarán patrones de comportamiento similares al suyo.

Sin embargo, el problema aparece cuando las personas que están con

nosotros poseen un estilo de personalidad distinto al nuestro, ya que el tipo

de información u objetivo que buscan será distinto al que nosotros solemos

transmitir.

Así, a continuación, le presentamos algunas claves que le pueden ayudar

desde una perspectiva general, a la hora de relacionarse con personas con

estilos de personalidad diferentes al suyo.


RACIONAL

EMOCIONAL

INTRO

VERT

IDO E X

TR O

V ERTIDO

Utilizar números y datosque apoyen el tema

Centrarse en la tarea yno socializar

Dejar tiempo para pensary digerir la informaciónArgumentar todo “con

pelos y señales”

Ir directo al tema dela conversación

Demostrar los resultadosUtilizar un enfoque lógicoNo excederse en detallesMantener las distancias Presentar oportunidades

y retos

Apoyar la presentación con anécdotas y ejemplosAportar nuevas ideas y

enfoquesDejar tiempo para la socialización

Dejarle hablar Preguntar

sobre opiniones y sentimientos

Enfoque lógico de los hechos

Definir claramente todoslos aspectosNo presionar

Dejar tiempo para ladiscusión de temas

Demostrar los beneficiosde las ideas

D

IS

C

COMO LIDERAR Y MOTIVAR EN TIEMPOS DE … · 2016-12-09 · SUS VALORES : lo que es en lo ... SUEÑO...

Documents

Transcript of COMO LIDERAR Y MOTIVAR EN TIEMPOS DE … · 2016-12-09 · SUS VALORES : lo que es en lo ... SUEÑO...