Clemente Palma - La Malicia Del Contador

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Clemente Palma: la malicia del contador Establecer un paralelismo entre la estética modernista, que todo lo irí- sa. y el replanteamiento de todo orden de valores que mareé aquel peño- do. resulta un inevitable punto de partida para comprender su literatura. La filosofía de Nielzehe. sobre las grietas abiertas a la sombra del pesimis- mo de Schopenhauer. provocó la confusión más absoluta entre quienes aplaudían el voluntarismo, pero temían la anarquía. Con el precedente que había supuesto el Romanticismo como rebelión contra los dogmas. los simbolistas vinieron a ahondar en la posibilidad de encontrar un len- guaje evocador de una «realidad más allá de los sentidos» 1, generalmente al margen de las metafísicas heredadas. Pero la crisis de la razón físico— matemática entraba en colisión directa con el optimismo que los adelan- tos técnicos hacían presuponer y en cuya lógica progresista se llegó a vati- cinar la muerte de todo arte. Como fruto de estas profundas contradiccio- nes apareció el tipo que «encastillado en el alcázar de sus paradojas, sólo ve tinieblas donde todos perciben luz, y hace gala de oscuridad e incons- ciencia» 2, según define Deleito y Piñuela al hombre modernista. Más ob- jetivamente señaló Juan Ramón como característica aquella tendencia a la «imprecisión subjetiva», la cual iba acompañada de la adopción de u un vision distinta, la «analógica» o «metafórica», en frontera con las doctrinas herméticas, tendencia que derivó en muchos casos hacia reile- xíones teosóficas, preñadas de «sugerencias poéticas y narrativas» ¾ Para- iclaniente a la literatura del Naturalismo, y entremezclándose con ella en An na B al ak ¡ a o. El mo vimú’u,w sin’ bolista, Ci ua da rrama. Ma cl rl d, l 96S. p. 14, (ci u de (7. M. Brown Y Para la relación cnt re Romanticismo y Decadentismo vid, O. Al legra. El rei- no onu-loe Eds. 1 neucotro. Ma drící. 1 S)54: o Ma rio Prat J.c tanjo. Ja funge i’ ¿‘/ diablo en lii bteroli.ín, H)~>í<¿ «fa a. Monte á vil a cd jis (‘aracas. 1 969. 2. josé Deleito y Piñuela. «¿Qué es el Modernís mo y que significa corno escuela dentro del Jite en general y cíe a literatura en particular?» en El Modernismo cd. de liIy Litvak. Iáurus. Madrid. 1975. p. 356. n. (i. Allegra. op. cii.. p. 42. A ,,,,b’.s,l,’ Iflerolzira htvpo,i<>anierua nc ti ñuu,. 211 Ed 1 ini y. (‘001 pi u ten se. Nl ad rid. 1991

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ClementePalma: la malicia del contador

Establecer un paralelismo entre la estéticamodernista,quetodo lo irí-sa. y el replanteamientode todo orden de valoresque mareéaquelpeño-do. resultaun inevitable punto de partidapara comprendersu literatura.La filosofía de Nielzehe.sobre lasgrietasabiertasa la sombradel pesimis-mo de Schopenhauer.provocó la confusión másabsolutaentrequienesaplaudíanel voluntarismo,pero temían la anarquía.Con el precedenteque habíasupuestoel Romanticismocomo rebelión contra los dogmas.los simbolistasvinieron a ahondaren la posibilidadde encontrarun len-guajeevocadorde una«realidadmásallá de los sentidos»1, generalmenteal margende las metafísicasheredadas.Perola crisis de la razón físico—matemáticaentrabaen colisión directaconel optimismoque los adelan-tos técnicoshacíanpresuponery en cuyalógica progresistase llegó a vati-cinar la muertede todoarte. Como fruto de estasprofundascontradiccio-nesaparecióel tipo que«encastilladoen el alcázarde susparadojas,sólove tinieblas dondetodospercibenluz, y hacegala de oscuridade incons-ciencia»2,segúndefine Deleito y Piñuelaal hombremodernista.Másob-jetivamenteseñalóJuan Ramóncomocaracterísticaaquellatendenciaala «imprecisión subjetiva», la cual iba acompañadade la adopción deuun vision distinta, la «analógica»o «metafórica»,en frontera con lasdoctrinasherméticas,tendenciaquederivó en muchoscasoshacia reile-xíonesteosóficas,preñadasde «sugerenciaspoéticasy narrativas»¾Para-iclanientea la literaturadel Naturalismo,y entremezclándosecon ella en

An na B al ak ¡a o. El movimú’u,w sin’ bolista, Ciu ada rrama. Maclrl d, l 96S. p. 14, (ci u de(7. M. Brown Y Para la relación cnt re Romanticismo y Decadentismo vid, O. Al legra. El rei-no onu-loe Eds. 1 neucotro.Ma drící. 1 S)54: o Mario Prat J.c tanjo. Ja funge i’ ¿‘/ diablo en liibteroli.ín, H)~>í<¿«fa a. Monteá vila cd jis (‘aracas. 1 969.

2. josé Deleito y Piñuela. «¿Qué es el Modernís mo y que significa corno escuela dentrodel Jite en general y cíe a literatura en particular?» en El Modernismo cd. de liIy Litvak.Iáurus. Madrid. 1975. p. 356.

n. (i. Allegra. op. cii.. p. 42.

A ,,,,b’.s,l,’ Iflerolzira htvpo,i<>anierua nc ti ñuu,. 211 Ed 1 ini y. (‘001 pi utense. Nlad rid. 1991

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másde unaocasión,sc cultivó otra que. como dice Huysmansen Lb-haspor bocade Durtal, jugabacon (<las locurasde lo oculto».

También ClementePalma, como tantos otros, analizó críticamenteaquel entorno, comentandocómo «en pintura,en música,en literatura,los artistasbuscandesesperadosla forma quedebetraducir la penumbraen que sc encuentrael espíritu,esa agitacióna causacíe la duda,a causadel fracasode todaslasescuelas,de la explotaciónsistemáticade todoslosideales»4. Obviamentela primera de estasescuelaszarandeadassería lapropia, la tradicional cristiana,por lo que estos~~~rtistasse colocabanvo-luntariamentefuera de la sociedady. si no contra, al margen de lamoral generalizada.

Por otra parte, como expresaHoffmannstbal.la aplicación de tina«teologíaintramundana»5está,desdeel propio interior del hombre,os-curecidapor dos instintos, el experimentaly el de la belleza.El primeroaparecedesdemuy antiguo ligadoal mal, es la curiosidadque provocalaCaída:el segundo.ya en el Romanticismo,se configurócomola otra caradel horror. Una frasede Baudelaireexpresaa la perfecciónestesentir: <denc congoisguére un type de Beautéoú ji n’y ait du Malheur». De estasuerteel artistaquedacondenadoa unaespeciede supliciotantálicocon-sistenteen la aspiraciónirresistiblea un principio de placercomoel esté-tico, el cual sientemetafísicamenteimbricadoal mal. Porsu parte.el gritorímbaudiano.«nousne sommespasau monde».trasciendeestesentiry loconvierteen evidencia.Y puestoquelos citadosinstintosabrierony cerra-ron el siglo XIX no cabe dudar que su literatura más representativaesaquélla«qui jette le descréditsur l’homme el sur la condition humaine,qui chantela presencedu mal et mémesa necessíté>Y.

Refiriéndomeya al espacioconcretodel Perú finisecular.aunquealgu-noscríticos, comoJoséde la Riva. concluyanquehubo pocomodernismoy decadentismo.opinión quematizanlos más7,lo cierto es quela corrien-te tuvo allí sus afiliados,y queClementePalmafue uno de losqueabierta-mentese vincularon a ella. Así lo haceconstarsu padre.D. RicardoPal-ma, en el epistolarioquecruzó con Rutien Darío: «El muchachoes mo-dernistay. por consiguiente.entusiastaamigo de usted»t.Por otra parteVenturaGarcíaCalderónañadiría:«Muchosqueno le imitan, le llaman.

4. U. Palma.Dastesis. Lima. imp. lúrres Aguirre. 1897, p.3. Fi aolor haceaquí,precisa-mente, un anáilsis dei salanismo en H uvsmans.

5. R. Gutiérrez Girardol. Modernismo.Montesinos.Barcelona.1983. vid. cap. II.6. Jean cje Fabrégues.« Le probiéme chi mal (lans la Ii iterature contemporai ne» en I.e

Mal cxl parmis noas. Présences.Paris. 1948. p. 60. vid. ademásCi. Baladle. La literatura y elniaL turus. Madrid, 1987.

7. Vid. Max HenriquezLjrcña. Brevehistoriadel Modernismo.E. (7. EL México. 1978: 1 .uisMonguiá. «La modalidadperuanadcl modernismo»en El Modernismo.cd. dc Liiy Lii~> k.cii. supra. o Ventu va (jarei a (.7 altic rón. Del Ilon,a,,ti, ix,,»,al Moderois,,io. Prosistas i•’ pcitasperuanos Pavis. imp. 1>. Oílcadorf, 19 1 0.

8. Pinlo Gamboa.Epistolario deRul,éoDarío cotí eser,torexperi ‘ci,, os. 1.1 ni’. Nacionaldc 8.Mareos. tiniv. de (‘hile. 967.

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sin embargo,maestro.De la misma generaciónde Chocano.representaconél la únicaliteraturafuerte de los quinceúltiínos años»9.Y si atende-mos al título que le dio prestigiocomo narrador, sus Cuentosmalévolos(1904). no podemosmenosquesituarlo en aquel contextoliterario que,desdePoe,habíanido abonandoparael cuento Barbeyd’Aurevilly (Lesdiaboliqueyo Villiers de l’Isle-Adam (Contescrucis,), pasandopor Turgue-mev. Aquel título, además,lo marcó en el siguiente.Historietas malignas(1925).cuya introducciónaclara,no obstante,que«tampocoen este librola malignidadexistede forma alarmante»<>. aunque,comoél mismodice.desdesu «madurezdesilusionaday escéptica»no podíamostrarseescan-dalizadopor aquelloscuentosquehomenajeabanuna«juventudfervoro-sa y audaz».También Unamuno,su primer prologuista,decía no habervisto «sino muy en parte» aquellamalevolencia,y destacabauna gran«preocupaciónética» II como sustanciade los relatos, tal vez la mismapreocupaciónquevenClarín, Sartre o Bataille en Baudelaireal analizarsu posición moral en Les/Ieurs du mal, todostras la pista queconcedelaculpa acercade la existenciade un Bien queel escritorno alcanza.En elcasode Unamuno.con todo, no parecemuy sincerasu declaraciónvistadesdela crítica que, a continuación,va a desarrollarsobrela subversiónde ciertos principios religiososen algunosde los relatos.Por el contrario,TamayoVargassí declaraquePalma«semuestraincrédulo,materialistaymalévolo» 2 No se trata, por otro lado, de quevayamosa encontrarnoscon la convulsiónsacrílegade Maldoror, tal vez apenasconindicios.

Tomando en consideraciónque su tesis Filosofla y arte examinabatemascomoel ateísmo,el satanismo,etc., se podrá admitirqueClementePalmaestabadocumentadoparatratar asuntosen su obra bien en con-sonanciacon la estéticadecadente,estoes, «erotismosy obscenidades.deliriossangrientosy aterradorasquimeras,el satanismoo culto sistemáti-co al mal, la delectaciónmorbosaconlo horripilante o corrompido»todoaquelloque«implica unaanestesiamoral, unaemotividaddesenfrenada.unaexaltaciónneuróticay un desordenmentalfronterizo de la locura» 3,

En estesentidose muestramuy explicito el exordio quepronunciael na-rrador de «Las mariposas»,identificadocon el autor, puestrascalificarsuscuentosde «amargos»,vieneadefinirlos como «tioracionesde mi es-cepticismodesconcertantey demi bonachonaironía.La bellezaen la per-versidad.en la tristeza,en la amargura,en los desalientosy fracasoshu-manos,hansido las bellezasquehan informado pálidamentemis cuen-

9. Op. dl.. p. 428.lO. En «l)os palabras».HistorietasMalignasxLima, 925. Aparecenaqui: ~<Morsex vita>,.

«El hombredel cigarrillo». «La aventuradeun hombre que no nació» y «En el carretón».II. Pról, a CuentosMalévolos. Barcelona. 1904. Esta 1.> cd, incluye: «Los canastos».

«Idealismos».«El último fauno», «Parábola»,«Una historia vulgar». «Los ojos de Lina».«CuentodeMarionetas».«El quinloevangelio».«La úlíima rubia.Cuento futuro».«El hijopródigo».«La Granja Blanca»,«Leyendasde hasebiscb»y «El principe Alacrán».

12. Pról, a Cuentosmalévolos.cd. Peisa.Lima. 1974.13. l)eleito y Piñuela, op. eit.. p. 388.

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tos»14 La concienciadel mal surgeen estaocasióndel diálogo queel na-rradortinge con su hijita. representaciónde la inocenciay a la queva de-dicado el relato. En estaoposiciónel escritorse duelede su vínculo conlos desterrados.conlos «desviadospor la filosofía del conceptosanode lavida, instigadosporcuriosidadesmorbosasy por las intuicioneshermosa-mentemalignasde la neurosis».Esa delectaciónque el au<or muestraensu búsquedade «bellezasrecónditasy sutiles»enlazacon lo ya comenta-do al citar a Baudelaire,asociaciónque se acentúaen la identidadentreBellezay Crueldadquese detiendeen el cuento«lúngounagatablanca».Aquí, utilizando la figura simbólicadel felino, señalael narradorcómolacrueldadqueDios ha puestoen la Naturaleza,y quese muestraen el ins-tinto conscientey poderoso.«esunahebra inevitableentremezcladaen elarduotejido de la vida». tesisque recuerdaa la expuestapor E. von Hart-mannen su Filosa//adel Inconsciente.Dentrode una religión sincrética,lu-gar comúnde la estéticamodernista,el narradoracudeal simbolismodela Astartésiria, sin dejarde citar, comovimos, al Dios cristiano.y transfi-gura en estadiosa el afectoqueprofesaa su gata. Identificandoal cuen-tista conestenarrador,vienea situarseen la línea de pensamientopostu-lada por Blake, se sienteparteintegrantede lo maligno~ de esta maneracomprendemosque, tras la oposiciónestablecidaentre«los bajosfondosdel espíritu humano»,o las «pasionescomplicadasanormales»en queseinspira,y esos«deliciososensueñosdeinocencia»quetantoañora,afirmeClementePalma su «derecho»a una porción de maldad >

De estafilosofía deduceposiblementeTamayoVargasuna «preocupa-ción religiosaheterodoxa»«, la cual parecequedarbien patenteen la fre-cuenciaconla quePalmaenfrentalas nocionesCristianismo-Paganismo.Precisamentedentro de las reglasqueJuanValera atribuyóa las corrIen-tes de moda.tras su lecturadeAzul, estaba:«II> Que se suprime a Dios, oqueno se le mientesino parainsolentarseconél, ya conreniegosy maldi-ciones,ya conburlasy sarcasmos.Y 2.0 Queen eseinfinito tenebrosoe in-cognoscibleperciba la imaginación (...) fragmentosy escombrosde reli-giones muertas,con las cualesprocuraformar algocomo ensayode nue-vas creenciasy de renovadasmitologías» 7 A ello correspondíatambiénla afirmación de ClementePalmaen su Filosofía y arte «el ateísmoes laforma menosartísticade las lucubracionesfilosóficasy religiosas» 8, reía-

14. En CuenrosMalévolos. Pavis, 01lendovf 1923. [isla cci icion. con prologotic Venlo ra(ja reia Calderón.añ adíaa la primeraediciónlos sigu entescuentos:«Tengouna gala bia oca». «Ensucñosmitologicos».«Un paseocxtvaño».«El nigromanle>>.«Vampiras».«El chatrágico» y «Las mariposas»,por esteorden. Paraevilar agrandarel cuerpocíe ilotas, las ci-tascxtra ciascje cualquiera de los reíalos tic Palma iván sin paginación,pudiéndoseconso1—tar en cualquierade las edicionescitadasdondese i neluya ci reíatoen cuestión.

15. En Historietasmalignas.cd cii. p. .5.16. PróL a la cd. dePeisade Cuentosmalévolos.p. 19.17. J. Varela. «Cartasamericanas»,(YO, t. XLI. Madrid. 1915. p. 279.

8. Fn Dostesis. «Filo,.sofiay arte».p. 4. (binenta conevetamentemásadelanie: « La i oía—gí nacion.siempre en pos (le laola solas.de creacionesextraordinarias,siempre pugnando

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cionandosutilmentelo religiosocon lo imaginado.El tema del satanismoquecomentaacontinuaciónen estaobra,puestode modapor Baudelairecomoelementoestético,fue introducidoen el Perújustamentea travésdelas traduccionesque.haciafinalesde siglo, se publicaronenPrismay Varié--dades, dos de las revistasquedirigió nuestroescritorit Por su parte,aun-quedesdeunaeducaciónclaramentepositivista califique como«casosdeencéfalo-neurastenia»aquellosde quienespracticanun culto al diablo,entendemosquesu usoliterario mássignifica un desafioa los convencio-nalismosvacíosde la sociedady del artequeuna inversiónde la moral re-ligiosa tradicional desdeuna sinceraconversionvivida.

TampocoPalmarechazaesteuso. destacándoloapenas,en «El nigro-mante»,o acentuandosuprotagonismo,en «El quinto evangelio»,«El hi-jo pródigo»y «El hombredel cigarrillo». El primerode éstosse desarrollaen unaatmósferaplenamentecristiana:momentosantesde expirarJesu-cristo en la cruz,una risa «queparecíael aullido de unahienahambrien-ta» anticipala presenciade Satán.Peroel textova másallá de dar a éstela oportunidadde hablar, identificándosecon la Carne,el Deseo, la Pa-sion. laCiencia,la Curiosidad...«todaslas energíasy estímulosde lanatu-ralezaviva», paraconcluir estableciendoun paralelismoentreel crucifi-cadoy el idealista derrotadoD. Quijote, ironía bastantecruel desde laperspectivade un cristiano.

La misma identificaciónde lo diabólicocon las fuerzasmotricesvol-vemosa encontraren «El hijo pródigo».dondeparaexplicarsu laborpic-tórica un «neurótico»desarrollaalgo como de «teologíainfernal».En elfondo, Palma,pasandopor el principio románticode exaltaciónde la re-beldía,conducesu discursoa un problemamuyde la época:la redenciónde la carne,estoes. la redenciónde Luzbel en la alegoríaplanteada>~. Laatracciónpor lo sacrílegoestáapoyadaaquíen la misma idea,la deconsi-derarque la liberaciónde lo satánico-carnales sencillamenteimposibleen estavida.pero frenteal textoanterior,la divinizaciónde la rebeldíanoconlíevala negación.sino la fidelidad a un principio divino. Es la mismaposturametafísicaquese adoptaen el desarrollode «Parábola»,cuyajus-tificación del mal y del dolor es la de considerarlosespuelasnecesariasparaque la humanidadtienda al bien. Sin embargo,tras la seriedadal-canzadapor estospensamientosencaminadosa la afirmaciónde lo cor-poral.sorprendeel narradorcon unasalidade tono; «una mujerse alza-ba prístinae ínmarcesíble:la Virgen Madre»,frasetantomássignificativacuantoquese concltíyeidentificandoal Demonioconel alma del mundo.¿Cabeinterpretarlocomoun marianismopersistenteen esteautor,quenose arredraparahablardela crueldadde Dios~, al quehacesucumbiral im-

por salir cíe las esferasposiblesdc la ideaparasumergirseen las nebulosidadesde lo mara-vil loso. suprasensible.es el alma de moda religión».p. 16.

19. Vid. FstuavdoNúñez.«Baudelaireenel Peyó». Re,’. Iheroarnerjeana.XXXIV. n.» 65.20. Pava el erotismoen la épocavid. Li y Li tvak. Eroiis,no fin desiglo. Anton i Bosh. Bar-

celona. 1979.

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penodel Cupido pagano?Este mismo contrapuntovuelve a repetirseen«Ensueñosmitológicos» en unasospechosaconfusiónentreVenusy Ma-ría. Ironía o capitulación,se trata en cualquiercasode unatécnicarepeti-da, propia de un escepticismoen todoslos órdenes.

Años después.en «El hombredel cigarrillo»,el motivo recibiráun tra-tamientomáshumorísticoy moderno.El Diablo. deaparienciavulgar.co-mienzaburlándosede los ropajescon que la imaginaciónhumanale havestidoa lo largo de la historia,—sesonreíaleyendoEl Paraísorerdido deMilton—, y su encuentrocon el personaje-narradorresulta bodevilesco.Hasta queseriamenteafirma ser el Anti-Dios, sólo «ciertosdestellosful-gurantesde su mirada» apoyabandicha posibilidad. contrapuntística-mentecómicafrente a las sucesivasexclamacionesdel atribuladoKling-sor: «¡Demonio!...¿Quiéndiabloses usted?»o «¡Pobrediablo..!»,las cua-les se insertana lo largo del diálogoconel actualizadoDemonio.La au-reola de malignidadque los románticoscolocaronsobrelos poetas,pormásqueLuzbel declaresentirpor Klingsor «la simpatíaque se tiene porlo propio»,se muestraen estedesdichadopersonajemuy distintamenteacomo cabríaesperarde su decisiónsuicida. El másprosaicodesencantoimpera. paraél. sobrelo sublime,tan decepcionadoirremisiblementedela Bondadcomo escépticose muestraantela Maldadquequierevenderleel hombredel cigarrillo. Del mismomodoquePalmaanotóen suFilosofíay arte que«hoy Dios no es sino un buenseñormuy discutible,de cuyabondaddudanlos desheredadosde la dicha»~‘. este relatodesbaratatodaparafernaliaen beneficio, másbien en perjuiéio.del progresocientíficoalcanzadopor el hombre.Los ofrecimientosclásicosdel teína de la tenta-ción se haceninnecesarios,porvulgares,antelas posibilidadesquebrindala investigaciónhumana.El impulso del conocimiento,encarnadoya enel hombre,haceinútil la mediaciónde la Serpiente,y el mal procedeasíde la manifiestaindiferenciahacia un bien carentede atractivo. Lo queSatanásofrecíaa Melmoth en la obra de Maturin, que reelaboróBalzachaciendoal hombreincapazde soportartal magnitudde poder, resultaaquíun fin al que la humanidadpuedellegar por sí misma. Es por elloquela muertede Dios y la del Diablo hayande darsea un tiempo, comograciosamenteinsinúa estecuento. Resultacurioso, sin embargo.quede-fendiendoKlingsorunapostura«progresista»,no muestremayoroptimis-mo. perola paradojase resuelvesi observamosquesu pequeñobienhedóni-co. el único importanteparael individualismopropagado,quedabatrun-cadocon la imposibilidad del amor físico.

Otro emblemadel mal muy extendidoen la literaturade terror del si-glo pasadolo constituíala figura del vampiro.Sólo en unaocasiónse sir-ve de él ClementePalma,en su relato «Vampiras».si biendándoleun girolevementealegórico.En un alegatode las incomprensibles«fuerzasextra-nas». concluyeestableciendoun paralelismoentre el poder del pensa-

21, Op. cit. p. 2.

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miento centradoen la voracidadsexualy tales apariciones.Nuevamentees comosi. trasunaúltima y sorprendentesonrisadel narrador,se quisie-ra demoler todaposibilidad de trascendenciade lo perverso.De estees-cepticismo«realista»proyectadosobrela imagineríarománticaes.tal vez,de dondededuzca1. Kónig que«la obra de ese autores en su conjunto.másquecompleja,contradictoriay pocounitaria»22 Salvandola mayor omenor valía de algunosrelatos,no creoqueestosea así.Una misma filo-sofía late en todosellos. la de consideraral hombreúnico foco del mal.No son pocaslas vecesque ClementePalmaalude, autoculpándoseencuantoél mismo se entretienediscurriendo«desvaríos»,a la neurosisdelpersonajepor medio del narrador,cuandono lo reconoceel personajemismo. Lasenseñanzasdel positivismosontan insoslayablesen estepun-to que seríaunaaberraciónquererretrotraera Palmaa las postrimeríasdel Romanticismo.En «Parábola»el narradorse consideraminfermo depesimismo.el de «El hombredel cigarrillo» hablade su «dispepsianer-viosa». Igualmentela Luty de «Idealismos»,aunqueanémicacomo unaromántica.es tratada.al cabo,como una«pobre nerviosa».En el mismocasonos encontramoscon los protagonistasde «La GranjaBlanca»y de«Mors ex vita», peroextendermeencitas seríaredundancia,bastenlaspa-labras finales de «El día trágico»: «Así se sueñacuandoel desequilibrionerviosoy la fatiga comienzana hacerpresaen el espíritu de un imagina-tivo». De estemodo imaginacióny fantasmagoríasse asocianindisoluble-mentegenerandoen el hombreunacajade resonanciaparasus angustiasy constituyéndoseen auténticosagentesdel mal.

Y puestoque la imaginaciónnació con el hombrecomo una de susmássobresalientescaracterísticas,es admisibleconsiderar.tal y como seexpresaen «Leyendasde haschisch»,que aquel primer hombre fue, enefecto,el primer malvado.

Continuandocon el temahablaTamayodel «placerde destruir»quemuestranalgunospersonajes.En efecto, la política queexponeel narra-dor de «Los canastos»está muy próxima al «bonheurdansle crime» deBarbeyd’Aurevilly, éstaes: «Entre hacerun pequeñoservicioqueapenasdeje huella en la metnoria del beneficiarioo un grave dañoque le dejeprofundo recuerdo,elegid lo segundo».Lo máscuriosodel cuentono es,stn embargo, la filosofia perversa que plantea,.sino su origen realmentechocante:«la bruma invernal me hace daño y me convierteen malva-do...». poniendoal descubiertolo irracional como basede todoel relato.como anticipo de Felisbertoo de Cortázar.En estaocasiónno estamosanteel hombre«ingénitamenteperverso»,como se dice en «Una historiavulgar», sino anteun sencillocampesinoque,conla llegadadel frío. expe-rímentauna especiede metamoriósisanímicacontra la que le es imposi-ble luchar23.Como encarnaciónque se sientedel mal entonces,ejercela

22. Irmtrud Kónig. La formaelánde la narrativa fantástica hispanoamericanaen la époramoderna.Lang, Frankfurt am Main-Bern. New York. 1984. p. 196.

23. Estos brotesde irracionalismoauténtico,mal vez influencia de lo puramenteimagí-

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funciónde tentador,incitandoa la víctima de susburlasal suicidio.Por lodemás,aunqueparecenel azar, y su pasividada la hora de advertiral ca-rretero. los causantesde la desgracia,es en último término el propio na-rradorquien porta lo siniestro:«deseabacon toda mi alma darleun sus-to», e inmediatamenteel deseoinvade la realidad.

Otro tipo de perversiónrepresentala formuladaen el cuento«Idealis-mos», tambiéndisfrazadacon la tranquilidaddel justo paraacentuarelcinismo, perocon un planteamientobastantemáscomplejo.El autordeldiario intentaexplicar la paradojaque resultade que, siendoél suaman-te. busquey causela muertede Luty. Conscientede su diabólica influen-cia sobrela amada,(«Ya era yo bastanteinfame por haberesclavizadoelalma de Luty>4. reduplicasu maldadjuzgandoquelo mejorno es acabarcon el tirano. —siguiendoel postuladode quetal mal es inevitable y nece-sarioen el mundo—,sino evitar que la perversiónaje a la bella seducidaapartándoladevivir: «Mi deberera libertarla(...) medianteun último actode tiranía moral».La lógica del personajeno dejade serambigua,sin em-bargo,por cuantosu seducciónpsicológicaplagadade sensualismos,conel fin de atraera Luty a una «cita para la eternidadventurosa»,no vaacompañadade un deseoparalelode morir. Comoseríaimposible admi-tir la justicia del razonamiento,el narradorinterpelaal lector, rompiendocon la técnicadel diario, paradesdeñarsu modo deentenderel mundoycalificarlo despreciativamentede burgués24.El tópico modernistapreten-de enfocar,conel contraste,la superioridadanímicadel rebeldea las nor-masmorales.cuyos idealesescapana la apreciaciónde los no iniciados;sin embargo.el tratamientoquePalmautiliza proyectacierta ironía sola-padasobreestejuicio y lo quecomporta.ironíaqueseñala,posiblemente.el mismo título.

Un tema que no acabade quedarclaro en el cuento anteriormentecomentadoes si existeo no verdaderahipnosis.o de quénaturalezaes ladependenciaqueLuty experimenta.El caso se ha relacionadocon el po-der queAlban,en El magnetizadorhoffmanniano,ejercesobreMaría. a laqueacabamatandoen el momentode su boda.Tal vez la comunicaciónmentalquecii nuestrorelato se sugierepuedaidentilicarsecomo una In-fluencia magnética,o tal vez debamoshablarsencillamentedela fascina-ción queejerceel mal, comoJuanSbogar.el noblebandidode Nodier. laproducesobreAntonia, o GasparBlondin sobreAngélica, aunqueconefectosdiferentes25.

Ya anticipéel papelrepresentadopor la curiosidaddentrode los facto-

nario constreñidopor el realismo, sedieron ma mbhin entreaoloresespañolescomo (ja Idoso Cario.

24. Vid. Gc>nzaloSobejano. « Epater íes bourgeoisen la Españaliteraria dc 1900», For-ma literaria y sensibilidad socia! Madrid. 1967. Pp. 178-223.

25. Vid. Mario Praz. op. cit cap. II <t a memamorfosis de Satanás».Semejaole ti ujo cíepensaincoto. casi telepatía.It) lenomosademásen «t..a Gvani a Bloca». enireCordelia y elnarrador,y en «El prineipe Alacrán» entrelos dos gemelos.

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ClementePalma: la malicia del contador III

resqueencaminanal mal. En suámbito nadamásrepresentativoque lafigura del sabio,ya se trate ésta desdeun punto de vista ortodoxamenteexperimental,ya desdeel conocimientotransgresordel mago. ClementePalmase sirveen másde unaocasióndepersonajesconestatipología. En«El nigromante»y en «La última rubia», éstede inspiraciónfuturista.aquél medievalizado,recurreel autor a la antigua búsquedaalquimistacomo alYin de saberquepuedeacabaren tratoscon lo oculto. Así en elprimero de estosrelatosse atribuye al personajeun «contactoamistosoconel diablo»,si bien la lejaníapopularizanteen quese narraablandalaveracidadde tal contacto,queacabapor último resultandouna farsaenbeneficiode unaexplícitamoraleja.Y si en éste mueveal personajeel in-teréspor hallar un «filtro de la felicidad»,en el segundono haymásmali-cia quela ambiciónpor darconla vieja piedrafilosofal, máspreciosaquenunca a causade haberseextinguido el oro sobrela tierra paralelamentecon su metáfora.el pelo rubio.

Mayor interéspresentan«La GranjaBlanca»y «Mors ex vita» en estepunto. Muy semejantes,se construyenambossobretesis de la filosofíaesotérica: reencarnación.analogías.comunicaciónespiritista...,aunquelos grados de perversión de sus protagonistasdifieran. El personaje-narradorde «La GranjaBlanca» es casi una víctima de las circunstan-cias. Podemosdecirqueéstashan moldeadosu modo de procedery depensar,puesen un primer momentosu intervencióna la muertede Cor-delia se limitó a La invocaciónsatánicadel desesperado,sin sospecharquela mujercon la quese casabaera aquellaresucitada.Cuando,terminadosu plazo. la amadadesaparecey con ella su retrato, la contemplacióndela pequeñaCordelia cobraun sentidonuevo,el de la reencarnación.Laidea del incesto no está en el protagonista,sino en la perspectivadelmaestro,el cual, sobrepasadopor lo quepareceuna incomprensibleevi-dencia,actúadesesperadamenteeliminandolo que su razón se niega acomprender,másquelo que su moral rechaza.La indolenciadel esposoantela pérdidade mujere hija dice tambiénmuchode quien se ve supe-rado por los acontecimientos,sin necesidadde aludir por ello a la locu-ra 26; por lo demásestoy deacuerdocon1. Kñnig en considerarqueel finalde este relato es una transposicióndemasiadofiel a la de El Borla deMaupassant.aunqueno faltan ejemplosde personajesincendiariosen losCuentos(rué-les de Villiers.

Distinto planteamientonarrativopresenta<Mors ex vita», en dondeelnarradores testigo.pero no protagonistade loshechos.Poresosu postura,másprecavida,es la de advertiral lector de que«no es prudenteni útil

26. Jo1 ia U voz. Lo neo/hncástieoenJulio Cortózar. Pliegos.Madrid. 1988. PP.55 y ss, Paraesiacrilica lo.s cueniosde ClemeniePalma son «másque malévolos,grotescos:los persona-jes más que malignos,son esperpénticos».p. 30. Generalizarde estemodo, teniendoencuentalos ci isti otos regisírosc]ueempleael aui<>r, no me pareceapropiado. Que puedareal—m cole cali [learse cíe groiesc<>sólo encuco1ro el relato «En el carretón»~ y acaso«Cuenlocíe mariotietes>.

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profundizarmuchola investigaciónde los fenómenosmisteriosos».Fren-te al relato anterior,aquíel personaje.obsesionadoconel ocultismo,si esel causantede las transgresiones.Loredanollega a relacionarseconla di-funta Ladoiskaaprovechándosede la debilidadquepor él sientensusan-cianastías, las cualesse vanconsumiendolentamentemerceda esta en-trega.Al mismo recursofinal, el del incendio,le sigue.estavez si, el de lalocura del personaje,otro «imaginativo».

Sólo en «El día trágico» se desarrollaun tipo de «sabio»plenamentepositivista,un ingenieroquegraciasa stísconocimientosconsigueescaparde la hecatombe.Pero,salvounacrítica a la religiosidadhistérica,el per-sonajeen sí no presentarelaciónalgunaconlo maligno.

Un nuevoelementoa considerar,comofrecuentealiado del mal, es eldel erotismo. La interrelación Eros-Thánatos.una herencia románticamás,aparececlaramenteexpresadacuandolo bello es descritoconcarac-teresque rozan lo siniestro, lo extraño;de ahí se sigue que las accionesquegenerael deseode posesiónde la bellezase encaminen,de modo fu-nesto,haciael mal. En estepunto,la posturadel desheredadomodernistaes dudar entreel enorgullecimientode su apasionamientohumano,enal-teciendola perversiónen arasde unaaguzadasensibilidad,y la nostalgiadela inocenciaperdida,aparentementemáspróxima a eseIdeala queas-pira. En el casode ClementePalmaestacontradicciónse planteadistin-tamentesegúnla ambientacióndel relato.«Susheroínassonhermanasdelas diabólicasdel ‘Condestablede las letras’: tienensu graciay quizássuperversidad».opina Ventura GarcíaCalderón27.Luty. Suzon.Agata de laCruz, Lina. Córdeliá.Leticia o Ladoiska.son de dnamisihay pálida her-mosura,de labios rojos y carnosos,entreángelesy tentadoresdemonios.Su funcióndentro de los relatosno sueleser otra quela dedar sustentoaldeseo,aunqueno todasrespondena idénticapsicología.

En «Idealismos»Luty. (<pura aún,sin malicias,sumidaen la ignoran-cia másprofundade las miseriase ignominiasdel amor»,muereparadóji-camentecon la imaginaciónexcitadapor las visionessensualesque superversonovio proyectacontemplandolos astros:«... enamoradasparejas,quese entregabana deliquiossublimes (.3 Vimos llegar a Venuscon susidilios de amor (...). sus enormesbosquesperfumados.pobladospor her-mosasjóvenes,bellos mancebosy niñosaladosqueatravesabanla prade-ra». Y ya que se trata de unavíctima, a su hermosuradebeañadírseleladebilidadde una enferma.

Víctima también,aunqueya educadaen las finezaseróticas,resultaserLeticia, en «Leyendasde haschisch».El narradorlo señalaabiertamente,«Nuestraslocurasy caprichosdebíanmatarlay así fue. Su cuerpoanémi-co habíanacidopara el amor burgués.metódico,sereno.higiénico. y noparael amorloco, inquietoy extenuanteexigido pornuestroscerebroslle-nos de curiosidadesmalsanas»,todo ello compaginado,asimismo,con el

27. Op. cit. p. 429. Vid, ademásM. Praz. op. eit. «La bellezamedusea».

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idealismo místico de la contemplaciónnocturna:«Nos creíamosacasoandróginos,y cruzábamoslos misteriosde la nochevinculadospor unaextrañafraternidadasexuada»~ La luz de la luna.comose ve, es un focodeatenciónbastanterecurrente.coino en Lugones.TambiénCordeliay sunovio conversansobrearte y filosofía a la claridadde la noche,acentuán-doseen ellos la coaliciónamor-muertedadala naturalezasobrenaturaldela protagonista,cuyo regresono parecetenermássentidoqueelde satisfa-cerel amordeambostrastodaunavida de espera29 Muy semejantees elcasode Ladoiska,comoya el título «Monsex vita» nosvienea sugerirLaidea inmanenteen estaocasión,comoen aquélla,es quela voluntadamo-rosa tieneun órfico poder sobrela muerte.

No noshallamosdemasiadolejosde la conocidafrasede Villiers. «lasideassonseresvivos». cuya filosofía es la basedel cuento«Vampiras».se-gún se nos aclaraen la alegóricaconversaciónfinal. De estamaneraelvampirismo vienea constituirseen la manifestaciónmásevidentede lasíntesisamor-muerte,segúnlo exponeClementePalmaen su narración:«Eranmujeresblancasde formasnerviosasy cínicas;teníanlos ojos ama-rillos (...): los labios, de un rojo sangriento,erancarnosos(...). La primeraque bajó se precipitó ansiosasobreel joven dormido y le besórabiosa-menteen la boca (.,.). cogió entresus dientesel labio inferior de Hansenysiguió succionandosu sangremientrassu cuerpose agitabadiabólica-mente (...). pareciánhambrientasde sangrey placer (...). Todo el cuerpodel joven se retorció con unadesesperaciónloca que tanto podía ser lacontracciónde un placeragudoo de un violento dolor». El vampirismoerótico lo encontrábamosya en (‘armilla, de Le Fanu,entreotrasobras,solo quesin ese alegatoúltimo al amor razonablequedebeculminarenmatrimonio. Nuevamenteintroduceel autorun final desconcertanteporsu «aburguesamiento»aparente,sobretodo cuando,inmediatamentean-tes,el mismorepresentantede la cienciaafirmabacómo«Lospensamien-tos, en ciertoscasos,puedenexteriorizarse.personalizarse,es decir,vivir yobrar, por cierta energíalatente e inconscienteque los acompaña,comoseresactivos, como entidadessustantivas,como personas»,afirmaciónqueva bastantemásallá de reconocerla existenciadel magnetismoani-mal. e inclusola telepatía.No obstante,volviendo sobrelo dicho, lo quePalma nos está sugiriendo,y mostradala irremisibilidad de la imagina-ción eróticaentrelos enamorados,es que,ya quela sociedadno toleradeotro modo la relacióncarnal,lo máscómodoes casarsey poneren obraloque antesera mero, aunqueacuciante,deseo.

28. Frentea Dario. Palmano aprovechala inspiración teosóficaencuantoa la relaciónsexual como recuperacióndel andrógino.La leona de las identidadescósmicasexpresadapor el peruanose parecemás,en cualquiercaso,a la del Darío deFloro deMallorca> dondeel sexodejadeconsiderarseun caminode salvaciónpararebajarsea ser tan solo unapor-ción de Paraiso.Vid. Cathy Login irade.RubénDarío y la búsquedarománticade la unidadF.C.E.. México. 1986.

29. (‘f~ Amado Nervo «La novia de Corinto».Cuentosmisteñoxosjquedice recogidadellibro The Night Mdcof Naturede la señoraCroide.

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Un casomás, queejemplifica lo expuesto,constituyeel personajede«Unahistoria vulgar» cuyadefensade un amorpuro acabaen una evi-dentefrustaciónquelo empujaa suicidarse.Como el autordel diario en«Idealismos»,sólo puedesalvaguardarla purezacon la muerte.posturaquecontrastacon la mantenidapor el personaje-narrador,el cual opinaqueel amor. pat-a sergozoso y pleno. debeconllevarun verdaderocon-vencimiento«de la posesiónabsolutade unamujer».El título se convierteasíen unapequeñacríticasocial,crítica quesedemuestraen la imposibleunión del personajeconsuamadaSuzon,mujeralegrey bulliciosa, repre-sentaciónmisma de la vida. debido a una ideologíano por antinaturalmenosaplaudida.

Tal vez el cuentomásatrevido en este fomentodel epicureísmoseaelde «El último fauno».QueAgatade la Cruz lleve hábito(le novicia no ha-cesino añadirun toquede fetichismoeróticoa la destacadacaracterísticade ser«la másendiabladay juguetona».Su «perfumeinefablede pureza»rio impide que.a la hora de rendirsea su hermosofauno raptor.piensere-gocijadaen que al menoseste fauno no es un judío y puede.por tanto.creeren la divinidadde Cristo, condiciónquenoshacesonreír,puesreve-la serde pocaconsistenciael pudor de la religiosa.La verdaderapureza,la cíe la «pálidae inaccesibleSelenes>.comose dice en «Cuentode mario-netes».no puedemásqueprovocarsufrimientoen la deseantenaturalezahumana

Comovemosla perspectivaes siemprela del varón por lo queel bino-mio mal-amor se representacomomal-mujer Así lo ejemplifica el narra-dor de «Parábola»,confesandoquesucrisis fue debidaa «unanovia unpoco diabólica»que tuvo, exactamentecomo en «El hombredel cigarri-llo» dondeel personajeestádispuestoa suicidarse.Otroscasossemejan-tes hallamosen «El nigromante».«Vampíras».«Una historia vulgar»...:ydadoqueel narradores siempremasculino,buscarájustificar su actitudante la mujercuandoésta resulteser su víctima.

A pesarde todo, en conjuntodestacala exaltacióndel amorcontodassuscontradicciones,aunquecomodice el médicode «Vampiras»:«No esraroqueel amory los instintossanguinariosy ferocesevolucionenparale-lamente».Es significativo.bajoestepuntode vista.queen «Ensueñosmi-tolégicos»seaCupidoquien disparesobreDios, lo mismoqueen «Leyen-dasde haschisch»unamujer,personificacióndel amor, se identifiqueco-mo aquelloquetantoanhelanlos modernistas,«la Formapura.la BellezaInmortal». Estaalianzaabsolutaentrelo carnaly lo espiritual.comotam-biénobservaLily Litvak, es dificil de hallar en los hombresde estagene-ración sin quevayaacompañadade un persistentesentimientode culpa,vacilandoentrelas moralesestoicay epicúreaparamayor fortalecimientodel yo trasconstatarcómo el hombre,a pesarde todoslos progresoscíen-

30. El mismosimbolocíe la purezainalcanzablelo cocontramosenel cuento«En el ca—rretón». Cf. «La novia imposible» tic L. Lugones.

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tíficos, no puedeevitar su esenciamortal de la que se deriva lo irracionalde los puros instintosvitales.

Desdeestaconcienciade épocaen conflicto es fácil pasaral no menosconflictivo enfrentamientodel hombrecon su propia historia. La inquie-tud filosófica, pasadapor el tamiz queanalizael comportamientohuma-no, basculahaciaeí estudiosicológico,estudioquederiva en complicacio-nesaúnmásincontrastables.Muchostemassimbólico-mágicosson revi-talizadosporel neurotismogeneral,siendotal vez el másrecurrenteel dela duplicaciónde la imagen,asuntoqueincluye E. Trías en su<Inventariotemáticode motivossiniestros»31,ademásdel de la animaciónde lo inani-mado,las imágenesde amputación,etc.

ClementePalmatrata el tema del doble directamenteen «La aventuradel hombrequeno nació»,siendo aquíconsecuenciade la mencionadaexploracióninterior, la cual conduceprimeroal aislamientoy luegoa dis-funcionesdela personalidad32, Marcael comienzodel desdoblamientodeAristipo la repeticiónidénticade unasituación,otrode los motivos sinies-tros. Desdequeotro usurpasu lugar.el personaje-narradordice sentirensí unaprogresivadespersonalizaciónquele induce a pensarsi es queaca-so ha nacido,o si es quemorirá. Por másqueel propio texto cite el casode la sombraen Chamisso.y seguramentePalmaconocíaademásel «Wi-lliam ¡Vilson» de Poe,mayorparecidoencuentroentreesteargumentoy elde«ELdoble»de Dostoievski.En esterelato el duplicadoes muchomásarro-gantey ambiciosoqueel original, llegandoinclusoa enfrentarsecon ésteen público, a humillarlo. Igualmenteel falso Aristipo comentaconcinis-mo cuandoel otro le pide explicaciones:«¿quéhayen la vida queno serepita?».La tan borgianafrasedarápasoa un discursoindirectamentemoral sobre los «vivos que estánmuertos»y viceversa~. con el que seplanteael espantosoanonadamientodel personaje:«¿Osimagináisel ho-rror de la duday la angustiaeternas?».El temade la caídaen el vacíotemporal,esbozadotambiénen «La GranjaBlanca»al serla hija de Cor-delia una proyecciónde ella misma.suponeaquí,no unavictoriosacon-quistaantela muerte,sino un castigo,la interminableagoníade quien seinterrogapor su origen y se convencede no tenerlo.

Una varianterespectode este motivo presenta«El príncipeAlacrán».dondeel desdoblamientoocurreentregemelos.El autor,cambiandoabso-lutamentede tono, llega a la comicidadexagerandola extrañeza.El na-rrador,quees unode los gemelos,señala:«a nosotrosmismosnosera im-posible distinguimos», lo que les conducea admitir una personalidadaleatoria.Por otra parte,demuestraPalmasusconocimientosobrela ma-

31. EugenioIvias. Lo bello y lo siniestro. Ariel, Barcelona.1988, pp. 33-35.32. En esterelato,concretamente,el personaje«caveciade todo rocesocial»,La soledad

y el aislanl ie oto, a ¡ostaOcias tal vez (leí idealismo simbolista.Como otros eleojentos cíe losin esíro, caraclerizana mucffi>s personaies y lug.ares en la obra cíe ClementePalma.

33. Es inevitablepensaranleestarvase enUnamunoy sosconocidasparadojasnivoles-cas.El le ma del doble.adaptadoa suspeculiarest>bsesiones.también It> util i d~ el vascoenso obrita El otro. dondeentranen escena dos gemelos.

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tenacuandocomentaque«Los sabiosquese dedicana estudiosdepsico-fisiología no consideranentrelas causalesquepuedenromperla identi-daddel yo. la semejanzaabsolutade dos cuernos».A continuaciónel na-rrador intenta explicarpseudocientíficamentela confusiónde sus espíri-tus a raíz de habercompartidola tiniebla fetal, intento de verosimilitudquerápidamentese contraponecon la extrañezade lo narrado.El resulta-do, sobretodoporqueelpersonajeno transmiteningunaangustia,es cier-to humorismoprogresivamenteacentuado.Así, traspresentara su herma-no como un borrachoimpenitente.él se confiesamorfinómano34.

Bajo el tema del retratoanimadoabordamosde nuevolo inquietantede los desdoblamientos.El motivo fue empleadopor el escritoren los re-latos fantásticos:«La GranjaBlanca»y «Mors ex vita». cuya naturaluzarequiereun tratamientoconvisosde credibilidada fin de acentuarel efec-to de lo siniestro.Estemotivo, ya utilizado en la literaturapopularde In-dia y Persia,cuentacon una larga tradición.En un relato tradicional deChina un hombrese enamorade unamuchacha.de la queconsigueunretrato.La muchachasaledel cuadropararealizarlas laboresdomésticas,casándosefinalmente con él. Sin embargo.pasadoun tiempo ella debevolver al retratoa causade haberfinalizadoel plazo concedido><.El argu-mentoguardacierta semejanzaconla desapariciónfinal de Cordelia,enel primerode los cuentosmencionadosarriba, sugiriéndosenosquela ela-boraciónde su autorretratoestá directamenterelacionadacon un ocultoacuerdoultramundanosobresu estanciaentre los vivos. Pero ClementePalmacomplicaaúnmásla interpretaciónde estacorrespondenciadel sercon su imagenal declarar,como unaampliacióndel pensamientobarro-co, la posibilidadde quetodoseael fruto de un «eternodurmiente»,cuyalógica es la caprichosadel sueño.Bajo estaóptica la referenciacontinuaal cuadrode la catedral«La resurrecciónde la hija de jairo», conel quedesdeun principio apareceasociadaCordelia,,seajustaa unaespeciedemetamorfosiscasi onírica del espacioque constituye la Granja.el cualviene a trasponerseal sepulcralambientedel recinto sagrado,ademásdeser una clave prolépticadel relato mismo. La simbologíaoriental de loblanco,a la quese unenotrassensacionesnegativas,arropanen todomo-mentoesteparalelismo.

En <Mors ex vita» la invocaciónamorosa.parala queel personajesesirve de su afición espiritista.es la causantede quecobrevida. en esteca-so. la imagendela amada.Parareafirmarla superioridadde lo misteriososobrela parquedaddel conocimientohumano,el narradorrecuerdala ad-

34. No tieja de sercuriosaestaimagineriaalucinantefrulo del consumt>dedrogas.1>1»do haberlacopiado dc Baudelaireo de Gautier.peroen Palma,con lodo, suponeun afánexperimentalistamuy loable. Asi «(Jo pase¿~extraño»liene derivacioneshaciael absurdoqueemícuentrohasiantemodernas.

35. Vid. II Ziolkowsky. Imágenesdesencantadas.Taurus. Madrid. ¡980. p. 12(1. Incluyeotros casosde retratoanimado,y da pie a pensarsi existealgunarelaciónentreel motivodel cuadrode la hija deJairo y «The profetiepictures»dc Hawthorne.

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vertenciabíblica, oportunapor cuantoel resultadode esteahondaren elmisterio no ha podido acarrearmayoresdaños.Una especiede colofónprolongaestecuentolargo.añadidoque sirve paramostraral lector la re-lación «real»queexistíaentreel cuerpode la difunta Ladoiskay su retra-to, acentuandoasínuestroestupor.

Por último, unanuevavariedaddel «doppelgánger».tambiénbastanteutilizada,desde«Mordía»de Poe,hasta«tina flor amarilla»deCortázar,pasandopor Bierce. Lugonesy Borges, la constituye la quepudiéramosllamar «generacional»,cuyaparticularidades la de sustituir los hijosa lospadres,o ser la viva imagen de algún antepasadopeculiar y ello con-dicioneparticularmente.Ya cité depasadael casode la pequeñaCordelia:no es quesea igual a su madre,se nos dice, es que«¡esCordeliaquerena-ce!». Paraque el efectoen el lector seamayorestaspalabrasson puestasen bocadel maestro,quienhastaaquíhabíarepresentadoel puntode vis-ta con el quemejor podíamosidentificamos.

Que ClementePalmasentíaalgunapredilecciónpor estejuego litera-rio lo demuestrael hechodequeél mismobuscaradesdoblarseadoptan-do un seudónimocronístico,el de «juan ApapucioCorrales»,con el quedesarrollabaotra facetapersonaldescaradamenteenfrentadaa la del mo-dernista,aunqueun mismo sentidolúdico puedaverseen ambas.Máschuscoy costumbrista,su libro Crónicaspolítico-doméstico-taurinasincluyeun «epilogal»en el queJoséGálvezllama precisamentela atenciónsobreesta «contradicciónde personas»,la del ocurrentetuerto criollo, popularhéroede Variedades;y la predominante«preocupaciónuniversalistay filo-sofica»del modernistalimeño3t,, Asimismoretomaráel temaen su últimanovela.XYZ, en la queaprovechalos recursosde la ficción científicaquetanto sirvierana Lugonesen Layfuerzasextrañas.

Otro de los elementossiniestrosa los quehice alusiónanteriormenteera el de la amputación.«Los ojos de Lina», a pesardel cierre escépticoque frusta la catarsisdel relatocentral,es un ejemplode este uso.Prescin-diendo de la asociaciónqueAlberto EscobarestableceentreLina y la li-meñade principios de siglo >~, relaciónextrañaa mi puntode vista,la pro-tagonistanoses presentadapor el narradorcomoposeedorade unabelle-za maléfica.Dice de susojos, símbolodelo másíntimo, «Nadieme quita-ra queMefistófelestenia su gabinetedebajode esaspúpilas.Eranellas deun color que fluctuabaentretodoslos de la gamay sus máscomplicadascombinaciones».Estairisación,queel narradorinterpretacomo teniendoaccesoa las transformacionesquese operanen la mentedeLina, es la be-llezay es el horror Al confesársenosquesólo estepersonaje-narradorper-cibe la extrañezaque se nos comenta,si no queremosde antemanodes-truir todoefecto narrativo,debemoscreerque éste se nos presentacomo

36. Fn «Epilogal»a Crónicas polítieo-doméstico-tourinas.Lima. 193S. p. 275.37. «incisionesen el arte del cuentomodernista»,en Patio deLetras> Monte Avila edits..

Caracas.1971. pp. 168 y ss.

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un elegidopor esaseñal fatídicacapazde subyugary provocarpavor38.Perola miradaaquíva a funcionarcomoun actanteaislableen el propioórganode lavisión. sin trascender,comoes habitual,al almade la perso-na. Por eso,una vez que los ojos hansido arrancadosvoluntariamentepor su dueña,en lugarde apagarsecomo algomuerto,conservanla mis-ma expresiónde amenazay de burla. Desdela perspectivade Lina, queahoracarecedeotros elementosdelatoresdel mal,asistimosa un gransa-crificio por amor, entrega’queemocionapor su naturalezatrágicaal lec-tor. Sin embargo.comoya he apuntado.el narradoracababurlándosedesus oyentesal confesarque la historia contadasobrela quees su mujernadatienede cierta,con lo que rompe la tensiónquehabíacruzadotodoel cuento.Es posibleque«Losojos de Lina» constituyaun buenejemplodel modo de hacerde nuestroescritor,el cual levantatan fácilmenteelvuelo de lo fantásticocomoluegonosarrastraal másirónico de los escep-ticismos.acasono sabiéndoseengañarél mismo.lo quele da esetoqueli-geramentesarcástico,resignadamentemalévolo.

Como escritorfue ClementePalma de los quecultivan simultánea-mentea lo largo de su vida variasmanerasde abordarlo literario, comotantosotros escritoreslatinoamericanos(leí período,no de quienespasande un movimientoa otro a lo largo de los años.Ello provoca.quizas.esafalta de compromisocon lo narradoque se manifiesta,a menudo.aten-tandocontrael relato en irónicos finales a contrapunto.Peroes tambiénla transición hacia un modo distinto de entenderla escritura,másjuego.menospretenston.

l)ebo concluir advirtiendoel salto tan grandequeexisteentreun lec-tor de finales del siglo MX y otro de finalesde éste.El lector actual, pocoescandalizable.es insensiblegeneralmenteal truequede conceptosquealgunasmentesinquietasde entoncesse atrevierona plasmaren su obra.Lo quea comienzosde siglo eraabsolutamenteun atentadocontralo mássagradode la sociedadcristiana,critica de la religión. panerotismo.etc..hoy resultariaapenasmalicioso.AunqueClementePalmano fuera exac-tamenteun revolucionario,no obstantesu participaciónpolítica que leiba a costarun añode exilio, sí fue de los que. a contrapelode suentorno,se atrevíana cultivar los nuevoselementosquehabíanaparecidoen la li-teraturaeuropeafinisecular, riquísimaen variacíones,y a plasmarlosdeun modopersonal.ampliandolas posibilidadesde un génerobastaenton-ces demasiadoligado a la tradición.

PFDRO PABLO VIÑI.JALES GUILLÉNUniversidadComplutense

Madrid

3k Ademásdel molivo de los ojos como elementoperturbador,encontramosen Jeanl.(>vra,o la misma tendenciaal ensayismocuentistico,que tambiénparlia de Poe.la uliliza—clon del diario como léco ca. Asíarté como siinholo de la belleza hech zaole y mal igna. oun oso similar del onirismo alucinalorio. Vid (le esleautorCuentosde un bebedordc éter.