CLACSO - M.martini - La Historiografía de Steven Shapin

224
La ciencia y sus límites La historiografía de Steven Shapin María Martini

Transcript of CLACSO - M.martini - La Historiografía de Steven Shapin

  • 1La ciencia y sus lmites. La historiografa de Steven Shapin

    La ciencia y sus lmitesLa historiografa de Steven Shapin

    Mara Martini

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 1 5/23/13 3:39 PM

  • 2Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 2 5/23/13 3:39 PM

  • 3La ciencia y sus lmites. La historiografa de Steven Shapin

    La ciencia y sus lmitesLa historiografa de Steven Shapin

    Mara Martini

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 3 5/23/13 3:39 PM

  • Primera edicin: junio 2013

    Traduccin de citas del ingls: Irene BanfiDiseo de tapa: Andrea Hamid / Andy SfeirDiagramacin interior: Andrea Hamid / Andy SfeirCorreccin: Ana Mara Marconi

    Hecho el depsito que marca la ley 11.723. Prohibida la reproduccin total o parcial del contenido de este libro en cualquier tipo de soporte o formato sin la autorizacin previa del editor.

    Impreso en Argentina Printed in Argentina

    Ediciones CICCUS - 2013 l Medrano 288 (C1179AAD) Ciudad de Buenos Aires lArgentina(54 11) 4981.6318 / 4958.0991 l [email protected] l www.ciccus.org.ar

    Martini, Maria La ciencia y sus lmites : la historiografa de Steven Shapin . - 1a ed. - Buenos Aires : Fundacin CICCUS, 2012. 224 p. ; 23x16 cm. - (Ciencia en sociedad / Adriana Stagnaro)

    ISBN 978-987-693-014-7

    1. Epistemologa. I. Ttulo CDD 121

    Ediciones CICCUS ha sido merecedora del reconoci-miento Embajada de Paz, en el marco del Proyecto-Campaa Despertando

    Conciencia de Paz, auspiciado por la Organizacin de las Naciones Unidas para la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

    Fecha de catalogacin: 05/12/2012

    Editor Responsable: Pablo Gentili - Secretario Ejecutivo de CLACSO l rea de Produc-cin Editorial y Contenidos Web l Director Editorial: Lucas Sablich l Director de Arte: Marcelo GiardinoConsejo Latinoamericano de Ciencias Sociales Conselho Latino-americano de Cincias Sociais l Estados Unidos 1168 l C1101AAX l Ciudad de Buenos Aires l Argentina l Tel [54 11] 4304 0875 l Fax [54 11] 4305 0875 l e-mail [email protected] l web www.clacso.org

    CLACSO cuenta con el apoyo de la Agencia Sueca de Desarrollo Internacional (ASDI)

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 4 5/23/13 3:39 PM

  • La ciencia y sus lmites. La historiografa de Steven Shapin

    ColeccinCIENCIA EN SOCIEDAD

    Con la coleccin Ciencia en sociedad, CLACSO y CICCUS abren un espacio de ideas y debates alrededor de la ciencia y la tecnologa contemporneas. Antroplogos, epistemlogos e historiadores comparten sus bsquedas y el camino de investigacin que transitan desde hace ya varios aos.

    Textos unitarios permiten el despliegue de investigaciones completas, sin el apremio y las limitaciones de espacio que imponen las revistas para los artculos y las compilaciones para los captulos en libros colectivos. Todos abordan el anlisis de la produccin de conocimiento cientfico cerrando la inmensa brecha epistmica que en las reconstrucciones habituales suele mediar entre la sociedad, por una parte, y la accin de las comunidades cientficas y sus productos creativos, por otra. Siguiendo las enseanzas de Flix G. Schuster, la ciencia es concebida como una empresa contextualizada y colectiva, uniendo inextricablemente lo epistmico y lo social.

    Visiones, esperanzas y aspiraciones relativas al futuro de la sociedad se ven tomando forma manifiesta en las prcticas y representaciones de la ciencia y la tecnologa de sus agentes.

    ...

    En La ciencia y sus lmites Mara Martini analiza de una manera reveladora la disputa sobre lo que es interno o externo a los procesos creativos y de cambio conceptual en ciencia. La revisin de Steven Shapin sobre la dicotoma i/e se erige en plataforma que pone en evidencia los cambiantes lmites ontolgicos, epistemolgicos y sociales que en distintos contextos han ido trazando filsofos, historiadores, socilogos y antroplogos dedicados a su estudio. El Shapin de Martini demuele la imagen de una ciencia amurallada en una fortaleza, para revelarnos cmo las categorizaciones y disputas del contexto social y cultural se hacen presentes incluso a la hora de construir o cuestionar los cnones de la investigacin acadmica.

    Deseamos reconocer a la Universidad de Buenos Aires a travs de su Programacin Cientfica UBACyT (F184 y F635) y a la Universidad Nacional de Tres de Febrero por sus aportes tanto para la realizacin de la investigacin de base como para su publicacin. Nos honra y colma de satisfaccin la proyeccin latinoamericana que brinda a esta Coleccin la coedicin de CLACSO. Por fin, agradecemos a Juan Carlos Manoukian y el equipo de CICCUS el hondo compromiso y profesionalismo que despliegan en cada una de las producciones que emprenden.

    Cecilia Hidalgo y Adriana StagnaroDirectoras De la coleccin

    Mails de contacto: [email protected] / [email protected]

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 5 5/23/13 3:39 PM

  • 6Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 6 5/23/13 3:39 PM

  • 7La ciencia y sus lmites. La historiografa de Steven Shapin

    Para Marisel, compaera imprescindible

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 7 5/23/13 3:39 PM

  • 8Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 8 5/23/13 3:39 PM

  • 9La ciencia y sus lmites. La historiografa de Steven Shapin

    Reconocimientos

    En primer lugar, quiero agradecer muy especialmente a Cecilia Hidalgo por su generosidad, su profundo respeto y su inagotable capacidad de escuchar. Gra-cias a su libertad crtica aprend a plantear nuevas preguntas y a transitar cami-nos inesperados. Debo la realizacin de este libro a su gua, apoyo y estmulo constantes.

    Agradezco a Mara Cristina Gonzlez por los innumerables das de trabajo compartidos, en los que fuimos construyendo una amistad entraable y, a la vez, un espacio de reflexin donde pude discurrir sobre algunos de los temas que aparecen en este libro.

    Doy las gracias a Vernica Tozzi, directora del grupo de investigacin Meta-historias, y al resto de sus integrantes, por permitirme compartir generosamen-te un modo de trabajo solidario, fraternal y creativo.

    Deseo agradecer adems a Alejandro Cassini y al equipo de investigacin que l dirige en la Facultad de Filosofa y Letras de la Universidad de Buenos Aires por la posibilidad que me brindan de llevar adelante la estimulante tarea de pensar filosficamente la ciencia.

    Mi recuerdo y agradecimiento a Gregorio Klimovsky por sus enseanzas de extraordinario valor, y mi gratitud a Flix Schuster por sus seminarios sobre epistemologa de las ciencias sociales, reuniones ineludibles para disfrutar de sus agudezas filosficas y de su gran humor.

    Agradezco a Alma su amorosa compaa y sus enseanzas de vida.A Sandra, su respaldo y ayuda continuos.Finalmente, agradezco a mi hermana Susana, su complicidad entusiasta en

    cada emprendimiento que llevo a cabo.

    Buenos Aires, junio de 2013

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 9 5/23/13 3:39 PM

  • 10

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 10 5/23/13 3:39 PM

  • 11

    La ciencia y sus lmites. La historiografa de Steven Shapin

    ndice

    Prlogo - Trazando lmites . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .13

    Introduccin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .15

    Captulo 1: La elaboracin del canon. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .21La reinterpretacin del debate historiogrfico internismo/externismo . . . . . .24La relevancia y la centralidad de la sociologa. Primera contaminacin. . . . . .29La historiografa marxista de la ciencia. Segunda contaminacin . . . . . . . . . . .36Alexandre Koyr. Nada cambia ms deprisa que el inmutable pasado . . . . . .44El contrapunto de A. Rupert Hall . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .48La tesis de Merton y el origen de la Revolucin Cientfica . . . . . . . . . . . . . . . . . .52La ausencia de Thomas Kuhn . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .57El eclecticismo postkoyreano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .63Las moralejas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .69

    Captulo 2: La exterioridad de lo social en cuestin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .77El problema de la representacin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .82La relacin entre el orden social y el orden de lo simblico . . . . . . . . . . . . . . . . .87El problema de la distancia histrica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .93Implcitamente marxista? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100Una reconstruccin histrica skinneriana. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101Controversias tericas, grupos sociales y contexto social . . . . . . . . . . . . . . . . . 105Intereses, intenciones y motivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107Los usos sociales de la ciencia y las homologas entre el orden social y el orden del conocimiento. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 112Ms all del debate internismo/externismo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 11 5/23/13 3:39 PM

  • 12

    Captulo 3: Los lmites del conocimiento cientfico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 121Un desembarco en la historiografa de la ciencia del siglo xvii ingls . . . . . . 123Los problemas epistemolgicos de la autoevidencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137La reconstruccin de los lmites . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141Jugar a ser extrao . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 146

    Captulo 4: Una historia del origen de la ciencia moderna . . . . . . . . . . . . 151Volver a Merton . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 153Un programa a seguir. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157Una y otra vuelta sobre el canon . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 163La identidad del vocero de la verdad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169De la periferia al centro. Nuevos problemas de investigacin historiogrfica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 175

    Captulo 5: Los lmites de la prctica disciplinar. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 181La tensin entre la sociologa de la ciencia y la sociologa del conocimiento cientfico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 183Desenganchar los conceptos. Reedificar los lmites . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 191

    Bibliografa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 201

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 12 5/23/13 3:39 PM

  • 13

    La ciencia y sus lmites. La historiografa de Steven Shapin

    PrlogoTrazando lmites

    La fuerte imagen de una ciencia que dictara sus propias normas con inde-pendencia de cualquier otra forma de actividad social ha generado innumera-bles disputas. Dnde ha de trazarse la frontera de lo interno o externo a los contenidos y mtodos de la ciencia? Podra decirse sin exageracin que el nudo del desafo asumido por los anlisis sociales de la ciencia radica en desdibujar todo trazado, en demoler cualquier imagen que represente a lo cientfico como una esfera autnoma cuyos contornos demarcan con precisin un adentro epistmico y un afuera socio-contextual.

    En La ciencia y sus lmites Mara Martini asume ese desafo, develando a tra-vs de la obra de Steven Shapin el esmerado esfuerzo de trazado de fronteras que est detrs y sustenta las distintas demarcaciones de lo cientfico y lo social que se han ido proponiendo.

    Un recorrido inicial por la revisin que Shapin ofreciera de la dicotoma in-terno/externo es la excusa con la que Martini nos introduce en la letra fina de la disputa i/e, hacindonos tomar conciencia de sus mltiples ramificaciones e implicancias. La lectura que nos propone de la revisin shapiniana es profunda: las fuentes en las que el reconocido socilogo de la ciencia apoya sus argumen-tos historiogrficos son recreadas e interpretadas a ttulo propio, en el marco de una estrategia de anlisis que permite a nuestra autora poner a la luz afinidades y desvos implcitos que han pasado inadvertidos tal vez incluso para el propio Shapin.

    El Shapin de Martini abunda en la mostracin de la naturaleza convencional y cambiante de los lmites que filsofos, historiadores, socilogos y antroplo-gos dedicados al estudio de la ciencia han ido trazando entre los contenidos y prcticas cientficas por una parte y los contextos socioculturales e histricos en que surgieron y fueron desarrollados por otra. Si Shapin desarma con xi-to la imagen de una ciencia amurallada en una fortaleza donde, protegida de influencias contaminantes, desarrolla sus prcticas, Martini a travs de Shapin replica el develamiento en un segundo plano. Ahora son las propias disciplinas dedicadas al estudio de la ciencia las que lejos de describir fronteras naturales

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 13 5/23/13 3:39 PM

  • 14

    son retratadas en un esmerado esfuerzo metacientfico de trazado de lmites. Las grandes divisiones de incumbencias de las distintas disciplinas dedicadas al estudio de la ciencia as como la visin que en conjunto proyectan sobre la ciencia en general y sus campos especficos de indagacin en particular, tornan evidente el carcter contingente y contextual de tales trazados.

    La argumentacin de Shapin recupera cuerpos bibliogrficos que desbor-dan las perspectivas paradigmticas o disciplinarias cannicas. Cuestionar demarcaciones que se dan por sentadas, evaluar la aceptabilidad de normas y polticas de conocimiento tan estabilizados que parecen de validez univer-sal y transhistrica, conlleva un abrirse a textos y autores heterodoxos. Implica desarmar genealogas consagradas para redisear nuevos mapas de influen-cias. Como el recorrido se hace menos predecible y trillado, el lector agradecer la manera como Martini lo acompaa en la interpretacin del valor de tales lecturas fuera de lo estndar, sealando en ellas los componentes de lo que en conjunto terminar dando lugar a un replanteo completamente alternativo de la cuestin. A tal replanteo corresponden a su turno bsquedas empricas y metodolgicas diferenciales, entre las que Martini destaca el anlisis de con-troversias que, segn los lineamientos de Quentin Skinner, permite a Shapin una contextualizacin histrica renovada. De manera esclarecedora, la autora muestra que los textos cientficos son entendidos por Shapin como actos per-formativos de los cientficos que, a travs de ellos instituyen un orden concep-tual, ontolgico y social sobre la base de las convenciones que comparten en un perodo histrico dado.

    A lo largo de la obra lo social va perdiendo exterioridad, las categorizaciones y disputas del contexto histrico y cultural se hacen presentes en todo momen-to. A la altura de sus ltimas pginas ya no quedar lector que no sepa recono-cer que son prcticas sociales las que sostienen an, con esmero pero en vano, el trazado de los muros de una ciudadela de la ciencia que solo existe aislada de la sociedad en su pensamiento.

    Cecilia Hidalgo (UBA)

    Prlogo - Trazando lmites

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 14 5/23/13 3:39 PM

  • 15

    La ciencia y sus lmites. La historiografa de Steven Shapin

    Introduccin

    En aquel tiempo el mundo de los espejos y el mundo de los hombres no

    estaban, como ahora, incomunicados. Eran, adems, muy diversos; no

    coincidan ni los seres ni los colores ni las formas. Ambos reinos, el espe-

    cular y el humano, vivan en paz; [].

    Jorge Luis Borges, Animales de los espejos, 1994: 23

    Todo puente que se haya construido alguna vez puede dejar de ser puente sin derrumbarse, sentencia Kafka, y este libro trata de la construccin de puentes y de cmo algunos dejaron de serlo y otros son mantenidos con el paso in-dubitable de los transentes. Pero tambin habla de muros. De muros que se levantan para sealar el adentro y el afuera y que a la vez dejan de hacerlo sin que hayan cado.

    El punto de partida es una historia de la ciencia amurallada por los con-ceptos de lo interno y lo externo. Una historia construida por historiadores y socilogos de la ciencia, quienes paulatinamente fueron apropindose del vo-cabulario de factores internos-factores externos con el fin de explicar las causas del cambio cientfico. Sin embargo, lejos de entablar un dilogo a travs de esas pretendidas categoras comunes, diluyeron sus creencias y sus prcticas en la perplejidad de una disputa.

    La falta de un acuerdo programtico que estimulara una aproximacin entre los partcipes no impidi que la dicotoma interno/externo se tornara omnipre-sente y de uso obligatorio en los estudios metacientficos. Ella se convirti en algo tan poderoso y expansivo que gener un conjunto de dicotomas inusitadamen-te diversas. Leda en trminos de lo interno y lo externo se propag una multipli-cidad de polos supuestos y antitticos: lo conceptual/lo social, el acadmico/el artesano, lo terico/lo emprico, las universidades/los talleres, la ciencia/la tcni-ca, lo racional/lo irracional, y la pureza/la contaminacin, entre otros.

    Cuando los historiadores y socilogos de la ciencia haban acordado aban-donar definitivamente estas categoras desgastadas, cuando el discurso inter-

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 15 5/23/13 3:39 PM

  • 16

    nismo y externismo parec[a] haber dejado de ser un lugar comn para con-vertirse en una torpeza (Shapin 2005: 68), Steven Shapin sugiere que echemos una ltima mirada al interior antes de cerrar la puerta y tirar la llave (Shapin 2005: 88). Busca explorar y resignificar la disputa internismo/externismo jus-to un momento antes de que posiblemente desaparezca por completo de nuestra vista el vocabulario de lo interno y lo externo (Shapin 2005: 69).

    La revisin shapiniana de la disputa historiogrfica me parece un acceso privilegiado a travs del cual aproximarnos a cuestiones metatericas pre-sentes en sus trabajos. Pienso la obra de Shapin como un continuo reorde-namiento y reelaboracin de los lmites impuestos tanto en las tradiciones construidas a lo largo del debate historiogrfico internismo/externismo como en los distintos enfoques de la sociologa del conocimiento cientfico. Pro-pongo interpretar metafricamente su tarea como la de tender puentes hacia el pasado, salvar brechas instituidas, aproximarse al otro borde, recobrar del pasado el acto en que se traz una nueva muralla, esa que ahora ya no cum-ple su funcin limtrofe.

    Creo que el gesto inicial shapiniano, que nos permite comprender la rela-cin entre su obra y la disputa historiogrfica internismo/externismo, radica en aproximarse a esta disputa con el fin de atravesar la imagen trillada, anquilosa-da y decadente con la que es vista desde el presente. Como historiador, afirma Shapin valoro la idea de reconocer nuestros vnculos [...]. Sin embargo, para eso es preciso reconocer que los problemas o argumentos con que estamos lidiando tienen una historia, que no estamos reinventando ruedas, que otras personas estuvieron antes por all (Shapin, en Bernardo Oliveira, 2004: 162). Ana el pasado y el presente al rescatar el carcter fundacional del problema primario del debate y enarbolar su vigencia. El problema que subsiste ms all de las perspectivas internistas y externistas es el problema de los lmites de la prctica cientfica.

    En el captulo i presento cmo el trnsito shapiniano a travs del debate toma las formas de una construccin cannica. Nos dice a quienes procedemos de la filosofa que el vocabulario de lo interno y lo externo no nos pertenece originariamente, que la filosofa entr tarde en el juego y que acept las reglas tal como haban sido establecidas de manera fundacional por el socilogo Ro-bert Merton.

    Introduccin

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 16 5/23/13 3:39 PM

  • 17

    La ciencia y sus lmites. La historiografa de Steven Shapin

    La trama shapiniana corona a Merton y a la sociologa de la ciencia en el espacio liminal del debate, y de su mano va trazando los senderos del canon: las figuras y el declogo cannicos. Ahora bien, el concierto de historiadores y socilogos de la ciencia que componen el canon se congregan en el disenso. Es el caso de Boris Hessen, de quien Merton asume algunas ideas al mismo tiempo que se diferencia crticamente de sus principios interpretativos de la ciencia del siglo xvii. Lo mismo ocurre con el historiador de la ciencia A. Rupert Hall, quien diluye las diferencias que Merton explicit en relacin con Hessen y los expulsa junto con los factores externos de la historiografa acadmica.

    Los preceptos del canon son mertonianos. En primer lugar, la dicotoma se funda en la separacin tajante entre los cambios conceptuales de la ciencia y el dominio de lo social. En segundo lugar, respalda fuertemente la divisin tri-partita clsica del trabajo disciplinar metacientfico entre la filosofa, la historia y la sociologa de la ciencia. La filosofa y la historia de la ciencia encargadas del dominio interno de la ciencia, la sociologa del externo. Los lmites disciplinares quedan fuertemente fijados. En tercer lugar, traza lmites esenciales a la ciencia. La ciencia es esencialmente teora, como dira Alexandre Koyr. Por ltimo, esta delimitacin esencial determina qu es lo relevante y lo irrelevante para ser tra-tado por las disciplinas metacientfica.

    Puesto el canon en estos trminos fundacionales, se llega a una moraleja: dado que ya no se le reconoce poder analtico a la dicotoma interno/externo, la ruptura con ella libera a la ciencia de esos contornos esenciales e impulsa a las disciplinas encargadas de los estudios de la ciencia a poner en cuestin sus pro-pios lmites convencionales. As, la conciencia de que los bordes de la ciencia del pasado se disearon y mantuvieron firmes sobre la base de convenciones contingentes nos libra, como sostiene Quentin Skinner, de quedar aferrados a los relatos hegemnicos del presente.

    Desde aqu, mi propio relato sobre el tratamiento que Steven Shapin hace del problema de los lmites sigue estos dos rastros. En el captulo II recorro la manera paulatina en que los socilogos de la escuela de Edimburgo desarman la idea de lo social como el terreno lindero de la ciencia para tornar los lmites del conocimiento cientfico en un interrogante. Este primer movimiento despla-za de mi escena la figura cannica de la sociologa de la ciencia, Merton. Ahora el foco est puesto en Mary Douglas. De la mano de Douglas, la sociologa del

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 17 5/23/13 3:39 PM

  • 18

    conocimiento cientfico enarbola un nuevo canon que enlaza a mile Durkheim con Ludwig Wittgenstein en el esbozo de una incipiente epistemologa social y crea afinidades entre los trabajos antropolgicos y las nuevas producciones sociolgicas e historiogrficas de la ciencia, que a fines de los aos setenta y comienzos de los ochenta dan cuenta de los usos sociales de la ciencia.

    Sin embargo, Shapin no adopta las propuestas metodolgicas de Douglas, tal como sugera David Bloor. Realiza desplazamientos continuos en busca de los recursos metodolgicos necesarios para dar explicacin a los casos histri-cos locales, que selecciona justamente en vista a eludir las cristalizaciones pro-ducidas en los espacios disciplinares. Propongo comprender las realizaciones shapinianas como reconstrucciones contextuales al estilo de Skinner. Desde esta perspectiva, los textos cientficos son actos performativos a travs de los cuales los cientficos instituyen un orden conceptual, ontolgico y social sobre la base de las convenciones contingentes compartidas en un perodo histrico. La interpretacin de estos actos se realiza recobrando el contexto, esto es, el entramado argumental de textos que intervienen en un caso de controversia. Esta reconstruccin me permite clarificar no solo la nocin shapiniana de usos sociales de la ciencia, sino tambin la manera en que disputa con los historia-dores de la ciencia el sentido relevante de una historia contextual de la ciencia.

    Una reconstruccin contextual, cree Shapin, debe tender vnculos con el pasado a travs de las discontinuidades, evitar el anacronismo de reconstruir los lmites del conocimiento cientfico de acuerdo con los criterios normativos hegemnicos en el presente. No obstante, recobrar los actos de delimitacin de la ciencia no requiere del historiador formular las preguntas en los trminos en que los actores histricos lo habran hecho. El historiador habla por su pro-pia voz, da cuenta de qu hacan los actores cuando formulaban las pregun-tas que formulaban y qu hacan cuando proporcionaban las respuestas que proporcionaban en un contexto dialgico. A la vez, pone en cuestin las conti-nuidades entre pasado y presente. Cuando la brecha entre pasado y presente queda cubierta por la tradicin, el pasado se le presenta al historiador con el carcter de lo autoevidente. Sin embargo, lo autoevidente obtura la posibilidad de repensar el momento en que la ciencia an no se haba cristalizado en el sentido de la tradicin y los actores histricos participaban de las controversias sin tener un final cerrado. Shapin y Schaffer presentan en El Leviathan y la bom-

    Introduccin

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 18 5/23/13 3:39 PM

  • 19

    La ciencia y sus lmites. La historiografa de Steven Shapin

    ba de vaco los recursos metodolgicos para sortear lo autoevidente. Si bien la ciencia actual es heredera del mtodo experimental que se configura en el siglo xvii ingls, la consolidacin de la filosofa experimental debe comprender-se sociolgicamente recuperando la trama contingente de actos performativos que realizaron los contendientes. Desde lo autoevidente, Robert Boyle y los fi-lsofos experimentales son vistos como miembros de nuestra comunidad, y sus adversarios, Thomas Hobbes y sus seguidores, como extraos. Seguir la mirada del extrao es la herramienta historiogrfica para romper con la naturalizacin de la tradicin y hacer surgir lo contingente. El captulo III presenta la manera en que Shapin y Schaffer reconstruyen los lmites de la filosofa experimental del siglo xvii ingls, una vez roto el hechizo de la tradicin. Sus herramientas de an-lisis son las categoras wittgenstenianas de formas de vida y juegos de lenguaje. Las reglas del mtodo experimental como parte de la forma de vida experimen-tal trazan a travs de los mismos actos los bordes de un conocimiento que se sabe nuevo, el orden de una comunidad disciplinar que se est modelando y el orden que una sociedad espera.

    Aqu tambin mi relato despliega puentes. Si el problema de los lmites de la ciencia aunaba a Shapin con un debate ya abandonado, una vez configurada la respuesta shapiniana a ese problema pretendo enlazar su narrativa acerca de la ciencia del siglo xvii ingls a un conjunto de produccin historiogrfica con-textualista que se extiende desde el debate hasta insertarse en las citas mismas de El Leviathan y la bomba de vaco: desde Robert Merton hasta James Jacob pasando por Christopher Hill. Presento un desplazamiento historiogrfico que parte de la legitimacin de la ciencia en la sociedad inglesa del siglo xvii por medio de los valores del protestantismo, hasta poner en cuestin no solo los valores religiosos como punto central del proceso, sino la legitimacin misma de la filosofa experimental en la cultura de la Restauracin. Este trnsito mues-tra a la vez la manera en que se van debilitando la exterioridad de lo social en relacin con la ciencia y las tesis robustas acerca de qu debe ser considerado conocimiento cientfico y qu es iluminado como parte significativa del proce-so de conformacin de una ciencia.

    Llegamos as al captulo IV, en el que presento un conjunto de elementos que desde la historiografa y la sociologa de la ciencia estndar seran conside-rados irrelevantes o perifricos y que en el entramado shapiniano adquieren la

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 19 5/23/13 3:39 PM

  • 20

    Introduccin

    categora de precondiciones del conocimiento: el espacio del conocimiento y la identidad del cientfico. El anlisis shapiniano de la filosofa experimental del siglo xvii ingls muestra cmo sus lmites estn en construccin. Se est fundando un orden epistmico-ontolgico-social; un orden espacial, el laboratorio, y un orden moral que a la vez acta como fundamento de la verdad, la identidad del filsofo experimental. Todos estos planos se generan a travs de la bomba de vaco en donde se edifican los muros de lo pblico y lo privado. El espacio del laborato-rio se va creando en los espacios pblicos de la casa del gentleman. A la vez, los valores del gentleman son elegidos y mantenidos en una interaccin cooperati-va como respuesta a la pregunta acuciante qu significa ser un filsofo experi-mental?. Boyle traslada los recursos culturales de la identificacin del gentleman cristiano al filsofo experimental, y se propone como vocero de la verdad. Las murallas de la filosofa experimental ya estn completamente de pie.

    Shapin reescribe al mismo tiempo una historia gentlemanly de los orgenes de la ciencia inglesa moderna y un nuevo canon. Para dar cuenta del proceso de legitimacin de la filosofa experimental en la Inglaterra del siglo xvii apela a la tesis Weber-Merton-Skinner: las nuevas prcticas sociales se legitiman invocan-do los viejos reservorios de legitimidad de una cultura local. No obstante, postula conclusiones contrarias a la famosa Tesis de Merton: la filosofa experimental no se legitim a travs de los valores del protestantismo ni en el siglo xvii.

    Por ltimo, en el captulo V, analizo el problema de los lmites en la prcti-ca disciplinar. Aqu me propongo realizar una contextualizacin y sntesis de la relacin entre la produccin shapiniana y el Merton de 1938. Considero que Shapin se apropi del carcter controvertido que la figura de Merton adquiri para importantes representantes de la sociologa del conocimiento cientfico y lo convirti en un espacio ldico a travs del cual mostrar cun contingentes son los lmites disciplinares y cun indeterminadas quedan las prximas aplica-ciones de los recursos intelectuales a la mano.

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 20 5/23/13 3:39 PM

  • 21

    La ciencia y sus lmites. La historiografa de Steven Shapin

    Captulo 1

    La elaboracin del canon

    Necesitamos pensar que, tanto en la filosofa como en la ciencia, los

    poderosos muertos equivocados contemplan desde el cielo nuestros

    recientes aciertos y se sienten dichosos al ver que sus errores han sido

    corregidos.

    Richard Rorty, La Filosofa en la historia, 1990: 71

    La denominada disputa historiogrfica internismo/externismo, que comenz en los aos treinta y alcanz su mayor virulencia a partir de la segunda mitad del siglo veinte, se desarroll a travs de la creacin de distintas narraciones heterogneas que ms tarde o ms temprano acordaron el empleo de las cate-goras de lo interno y lo externo. La construccin de estas herramientas anal-ticas fue el resultado de los intentos por elaborar teoras dinmicas del cambio cientfico que apuntaran, en primera instancia, a determinar las causas, factores o variables que pudieran explicar este cambio. Sin embargo, solo en los mbi-tos acadmicos ingleses y norteamericanos, la elaboracin historiogrfica de la ciencia tom esta direccin analtica.

    Una vez consolidada la dicotoma interno/externo, se exhibi cada uno de sus lados dicotmicos con una caracterstica ms o menos definida y se exigi que el complemento fuera tambin una clase natural cuyos miembros compar-tieran una propiedad en comn. Como consecuencia, cada una de las perspec-tivas historiogrfica present a sus adversarios como un conjunto homogneo, a pesar de la diversidad de las narrativas que se embarcaron en ese debate.

    En lneas generales, se consider el enfoque externista como la visin segn la cual las circunstancias culturales, sociales, polticas y econmicas afectan la prosecucin de los conocimientos cientficos. No obstante, el llamado exter-nismo comprendi una serie de explicaciones dismiles. Algunos socilogos e historiadores de la ciencia se interesaban por estudiar la formacin y actuacin

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 21 5/23/13 3:39 PM

  • 22

    de los grupos de cientficos, tanto institucionalizados como informales; otros, investigaban el ritmo de crecimiento y la direccin de los trabajos cientficos; y estaban adems quienes presentaban hiptesis explicativas ms arriesgadas acerca de la constitucin social del propio conocimiento cientfico.

    En cuanto a la perspectiva internista, se afirm como su tesis central que la ciencia constitua una empresa intelectual aislada de las circunstancias socia-les, polticas y econmicas. Su centro de inters radicaba en el anlisis de los marcos conceptuales, los procedimientos metodolgicos y las formulaciones tericas. Los cambios cientficos se produciran exclusiva o principalmente por la resolucin de problemas inherentes a un campo particular de investigacin. Poda admitirse la importancia de lo social en la difusin del conocimiento cien-tfico, pero se desechaba por completo tanto la posibilidad de que tales conoci-mientos pudieran ser formulados en respuesta a circunstancias socio-polticas como que pudieran ser construidos socialmente por un grupo dominante de cientficos (Cfr. W.F. Bynum, E. J. Browne y Roy Porter, 1981).

    Con todo, la aplicacin de estas categoras a la indagacin de los cambios histricos de la ciencia culmin en una maraa de confusiones. Se exhibi una profunda incomprensin del contenido mismo de la dicotoma, lo que se ex-pres a travs de un amplio desacuerdo con relacin a la caracterizacin de lo externo: se lo asimil de forma excluyente a lo poltico, lo econmico, lo social o cultural y a la vez a todos estos factores en conjunto. Asimismo, el alcance explicativo que se le asign al par interno/externo careci de precisin: se pas ambiguamente de pretender dar meras explicaciones locales a generalizar el empleo de las categoras en teoras del cambio cientfico. Lo que en un comien-zo se present como la explicacin de ciertos cambios suscitados en Inglaterra en el siglo xvii con relacin a la legitimidad de la ciencia, fue interpretado a lo largo del debate como la explicacin que proporcionaba las causas de la Revo-lucin Cientfica del siglo xvii.

    Tal como lo seala Marcelo Dascal, muchos de los contendientes que parti-cipan de una disputa ven en la posicin defendida por sus oponentes y en su obcecada impenetrabilidad a los argumentos racionales los sntomas de una enfermedad contra la cual la nica accin razonable es el castigo, la terapia o la indiferencia (Dascal 2001: 315). En 1931 Boris Hessen sealaba que para expli-car las particularidades de la filosofa de la naturaleza de Newton era necesario

    Captulo 1 - La elaboracin del canon

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 22 5/23/13 3:39 PM

  • 23

    La ciencia y sus lmites. La historiografa de Steven Shapin

    analizar la estructura econmica y la lucha de clases en la poca de la Revolu-cin inglesa, dado que las teoras polticas, filosficas y religiosas deban con-siderarse el reflejo de esa lucha y, en ltima instancia, del sistema econmico de produccin. En el tramo final de los aos treinta, Robert Merton rechazaba la posicin de Hessen por ser parte de un grupo de tericos extremistas. Ellos llegaron errneamente a la conviccin de que la ciencia no tena ninguna au-tonoma, ya que la direccin del avance cientfico era el resultado de la presin externa, particularmente econmica. Segn Merton, deba considerarse como primordial la manera en que el puritanismo desempe un papel fundamental en el inters sostenido por la ciencia, aunque no se dejaran de lado otros facto-res externos como el econmico. Veinte aos despus, A. Rupert Hall retomaba el dilogo con el Merton de los aos treinta y con Boris Hessen para advertirles que las explicaciones externistas haban perdido tanto inters como capacidad interpretativa. La explicacin del cambio cientfico deba ser buscada solo en la historia del intelecto.

    En los aos sesenta, Thomas Kuhn consider complementarios los enfoques de los primeros externistas e internistas. En los aos ochenta, ya no dialoga con ellos. Ahora subraya el peligro que representaba lo que podramos llamar una especie de externismo interno que pretenda ir ms all de los lmites acepta-dos para la influencia de los factores externos y avanzaba sobre los cambios en el contenido de las afirmaciones cientficas. Los interlocutores de Kuhn eran los socilogos del conocimiento cientfico, quienes lejos de emplear el vocabulario de factores internos y externos proponan una visin alternativa que superara esas categoras analticamente infecundas. Steven Shapin forma parte de este conjunto heterogneo de socilogos del conocimiento cientfico a quienes en esos momentos se opona frreamente Kuhn. Uno de los mritos ms destaca-dos de las realizaciones historiogrficas shapinianas radica en haber trascendi-do la dicotoma interno/externo y proporcionado explicaciones de casos loca-les de cambio cientfico que expresan con claridad una forma nueva de conce-bir los lmites de la prctica cientfica.

    Mi incursin en la obra de Shapin me condujo a una exhaustiva reflexin acerca del debate historiogrfico internismo/externismo. Sin duda considero el examen de este debate el paso inicial para comprender las elaboraciones shapinianas acerca de la prctica disciplinar y de los problemas que han preo-

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 23 5/23/13 3:39 PM

  • 24

    cupado a gran parte de los historiadores y socilogos de la ciencia acerca de la relacin entre el conocimiento y la constitucin de una comunidad disciplinar, el conocimiento y el contexto social, el conocimiento y los intereses polticos. Problemas que no solo se presentan a la hora de explicar las prcticas de los actores histricos sino tambin a la hora de establecer consideraciones pres-criptivas acerca del carcter de la prctica historiogrfica.

    La reinterpretacin del debate historiogrfico internismo/externismo

    El anlisis que Shapin realiza de la disputa puede ser considerado un estudio metahistrico, en la medida en que pretende hacer una revisin del desarrollo del discurso internista/externista en el mbito acadmico. Precisamente, rein-terpreta el recorrido histrico trazado por el discurso interno/externo a travs de la elaboracin de una esquemtica arqueologa del debate. En esta tarea, la forma en que se configura el relato del acto inaugural, las voces que se con-vocan y las que se excluyen, las visiones que se les adjudican y el dilogo que se establece con los participantes conforman una red narrativa que revela la compleja perspectiva del hacedor del relato.

    A travs del examen de la reinterpretacin que Shapin esboza del debate, pretendo responder a tres cuestiones centrales: a quines considera los part-cipes principales y por qu los selecciona como tal, y en ltima instancia, qu busca mostrar al construir el relato en la forma particular en que lo hace. Por medio de las respuesta a estos interrogantes, propongo trazar los puentes que conecten los elementos del canon historiogrfico-sociolgico internista/exter-nista con la produccin de Shapin. Planteo una aproximacin a la reinterpreta-cin shapiniana del debate tomando como recurso analtico las categoras que postula Richard Rorty (1984) para abordar la produccin de la historiografa de la filosofa.

    Rorty resume las contribuciones a la historia de la filosofa en tres g-neros: la reconstruccin racional, la reconstruccin histrica y la reinterpre-tacin geistesgeschichtlich. La narrativa de la reconstruccin racional busca otorgar plausibilidad a una determinada solucin a un problema filosfi-co, destacando cmo un gran filsofo del pasado anticip esa solucin o

    Captulo 1 - La elaboracin del canon

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 24 5/23/13 3:39 PM

  • 25

    La ciencia y sus lmites. La historiografa de Steven Shapin

    cmo curiosamente no lo ha hecho (Rorty, 1990 [1984]: 79). Este gnero es evidentemente anacrnico y busca la autojustificacin del relato propio construyendo un dilogo con los pensadores del pasado acerca de los pro-blemas actuales. De esta manera, se logra elaborar tantas reconstrucciones racionales como contextos en los que se inserten las obras de los grandes filsofos de manera significativa.

    Este tipo de reconstruccin, estimo, no se adapta a la narracin de Shapin acerca del desarrollo del debate. Ms que trazar una lnea de las continuidades que se extiende desde su origen hasta las realizaciones del presente, la historia shapiniana de la historiografa internista/externista constituye una trama que multiplica las rupturas, las transformaciones y las discontinuidades. No obstan-te, su relato no se desprender de cierta tendencia a la autojustificacin.

    Por su parte, la reconstruccin histrica al estilo skinneriano intenta alcan-zar la conciencia de que los hombres que fueron nuestros pares intelectuales y morales no estaban interesados en cuestiones que nos parecen inevitables y profundas (Rorty, 1990 [1984]: 82).1 En el cumplimiento de este objetivo, el historiador evita el anacronismo e intenta reconstruir el significado del texto de un filsofo del pasado situndolo en su contexto.

    Tampoco considero que esta reconstruccin se ajuste exactamente a la es-tructura de su narracin. El historiar shapiniano es una reescritura en la que se renen y separan, agrupan y enfrentan quienes intervinieron en el debate, con independencia del dilogo que los propios actores construyeron en el momen-to en que pretendan dar sentido a la delimitacin cientfica.

    Por ltimo, tenemos la narracin geistesgeschichtlich, gnero que se ocu-pa de la formacin del canon. Es una reinterpretacin que establece un elenco de grandes filsofos y un relato dramtico que muestra la manera en que se plantearon preguntas que hoy resultan ineludibles. Da por resultado una his-toria con moraleja y la moraleja por extraer es la de que hemos mantenido o no hemos mantenido el rumbo correcto al plantear las cuestiones filosficas que ltimamente hemos planteado, y que el Geisteshistoriker est justificado al adoptar determinada problemtica (Rorty, 1990 [1984]: 81). Es as que se pro-pone su autojustificacin al tiempo que cae en el anacronismo. No puede man-tener la terminologa de los filsofos con el significado dado en el contexto de

    1 Rorty toma los trminos de Quentin Skinner (1969) para caracterizar este gnero.

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 25 5/23/13 3:39 PM

  • 26

    su tiempo, porque el relato dramtico con moraleja exige que ese vocabulario cobre sentido al situarlo en una narracin que trame las relaciones de una serie de vocabularios y siga el hilo de sus cambios. Al igual que la reconstruccin his-trica, est impulsada por la bsqueda de una mayor conciencia, porque como expresa Rorty:

    [] se propone mantenernos conscientes del hecho de que an estamos en camino,

    de que el dramtico relato que nos ofrece ha de ser continuado por nuestros descen-

    dientes. Cuando es plenamente consciente, se pregunta si acaso todas las cuestiones

    discutidas hasta ahora no han sido parte de convenciones contingentes de pocas

    pasadas. Insiste en el hecho de que aun cuando algunas de ellas hayan sido nece-

    sarias e ineludibles, no sabemos con certeza cules fueron (Rorty, 1990 [1984]: 83).

    Elijo examinar la historia que Shapin narra sobre las distintas aproximacio-nes historiogrficas al problema del cambio cientfico como una reinterpreta-cin geistesgeschichtlich. De modo que me centrar en reconstruir la manera en que se estructura el relato dramtico en el proceso de interpretacin del vocabulario interno/externo; cmo queda constituido un canon al revisar la his-toriografa internista/externista; y por ltimo, qu busca este relato dramtico, esto es, en qu moraleja desemboca.

    El punto de partida del anlisis se halla en su artculo de 1992 Disciplina y delimitacin: la historia y la sociologa de la ciencia a la luz del debate exter-nismo-internismo, donde Shapin revisa la disputa historiogrfica de nuestro inters. Considero como parte de la narracin las notas a pie de pgina con sus citas bibliogrficas, las que van sosteniendo la trama del relato tanto como lo que se desarrolla en el cuerpo del texto. De este modo, incorporo como parte de la narrativa acerca de la disputa los artculos citados por Shapin junto con el conjunto de su obra.

    Ahora bien, como acabamos de ver, para llevar adelante el relato es necesa-rio insertar el vocabulario de los participantes del canon en una trama discursi-va de un alcance ms amplio de tal manera que le d sentido y permita a la vez construir un hilo narrativo. En el caso de la narracin de Shapin, el vocabulario interno/externo constituye un tipo de discurso acerca de los lmites de las prc-ticas culturales. Todas las prcticas culturales necesitan afianzar y establecer un

    Captulo 1 - La elaboracin del canon

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 26 5/23/13 3:39 PM

  • 27

    La ciencia y sus lmites. La historiografa de Steven Shapin

    discurso de delimitacin para ser reconocidas como entidades distintas en la vida cultural. Delimitar una prctica es para Shapin:

    [] una manera de definir lo que es, de protegerla de las interferencias no deseadas

    y de excluir a participantes no deseados, de decir a quienes la practican cmo es

    adecuado comportarse en ella y cmo ese comportamiento difiere de la conducta

    ordinaria, y de distribuir valor a travs de su frontera (Shapin, 2005 [1992]: 70).

    Sin embargo, si todo discurso de delimitacin es una herramienta para mantener la realidad social y cultural, o para desplazarla en alguna direccin deseada, el vocabulario interno/externo debera asentarse en un lenguaje ms vasto a partir del cual adquirir su potencia y tensin delimitadora. Con-sidero que el lenguaje con el que Shapin articula el debate historiogrfico es uno de inclusin/exclusin estructurado bajo las categoras de pureza/con-taminacin.

    No es de extraar que el trabajo de Mary Douglas, Pureza y Peligro (1966), constituya un recurso disponible valioso para Shapin a la hora de pensar las prcticas de delimitacin. En este trabajo la autora aborda el problema de los lmites a travs de demostrar cmo la idea de suciedad puede ordenar la expe-riencia humana mediante operaciones de exclusin e inclusin.

    La suciedad puede verse como materia fuera de lugar, es el producto secun-dario de una ordenacin y clasificacin sistemtica de la materia, en la medida en que el orden implica el rechazo de elementos inapropiados. Nuestro comporta-miento frente a la contaminacin es una reaccin que condena a cualquier objeto o idea que tienda a confundir o a contradecir nuestras clasificaciones. Por tanto, la impureza o la suciedad constituyen lo que no debemos incluir si queremos man-tener una configuracin. La contaminacin es un tipo de peligro que acontece solamente donde las lneas de la estructura se definen claramente.

    En estos trminos, el eje central de la narracin shapiniana se asienta en la particin pureza/contaminacin y sobre esta base comienza a formar el canon que nutrir la disputa historiogrfica. Afirma al respecto:

    Excluyo desde el comienzo el tratamiento sistemtico de la filosofa de la ciencia

    [] El levantamiento y la proteccin de los linderos que protegen la ciencia de la

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 27 5/23/13 3:39 PM

  • 28

    contaminacin social no eran problemas importantes para la filosofa de la ciencia,

    aun cuando, desde luego, muchos filsofos estaban muy interesados en demarcar la

    ciencia de la no ciencia (Shapin, 2005 [1992]: 72).

    Despus de haber dejado fuera de juego a la filosofa de la ciencia, los con-tendientes naturales que selecciona Shapin son los historiadores y los socilo-gos de la ciencia. En esta direccin, extiende tres lneas fundamentales a partir de las cuales se ir construyendo la trama del debate. En primer lugar, destaca el trabajo de Robert K. Merton, Science, Technology and Society in Seventeenth-Century England (1938). Sostiene como plausible que el lenguaje de factores internos y externos se haya originado con Merton y el crculo de acadmicos con los que estudiaba y trabajaba en la dcada de 1930.

    En segundo lugar, seala la historiografa marxista de la ciencia que co-mienza con el trabajo de Boris Hessen, The Social and Economic Roots of the Newtons Principia, presentado en el Segundo Congreso Internacional de Historia de la Ciencia y la Tecnologa (1931), y se desarrolla a lo largo de los aos 1940 y 1950 a travs de la produccin de los historiadores marxistas britnicos, quienes centran sus investigaciones en la interpretacin de la Re-volucin Cientfica.

    En tercer lugar, la ltima de las tradiciones sealadas se inaugura con Alexandre Koyr y su libro tudes Galilennes (1939). A partir de los aos 1950 se difunde la imagen koyreana del cambio cientfico y su interpreta-cin de la Revolucin Cientfica como un cambio conceptual, un reordena-miento fundamental de nuestros modos de pensar lo natural (Shapin, 2000 [1996]: 17).

    Esta triloga no es patrimonio de la narracin de Shapin, sino que ya fue considerada por Arnold Thackray (1970), Barry Barnes (1974) y Roy Porter (1990) como el punto de partida para analizar, en el caso de Thackray, las condiciones en que se institucionaliz la historia de la ciencia en los Estados Unidos en la dcada de 1950; en el caso de Porter, para dar a luz la relacin entre la historia de la ciencia y la historia de la sociedad, y en el de Barnes, para proponer una superacin de las categoras analticas de lo interno y lo externo.

    Distinto de las narraciones de Thackray, Barnes y Porter, que tomaron como central la figura de Koyr, aunque sea en forma crtica, y consideraron

    Captulo 1 - La elaboracin del canon

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 28 5/23/13 3:39 PM

  • 29

    La ciencia y sus lmites. La historiografa de Steven Shapin

    de manera colateral los trabajos de Merton y los historiadores marxistas, Sha-pin ubicar en el centro de la escena a Robert K. Merton. De esta manera, el proceso de delimitacin de la prctica cientfica por medio de las categoras de lo interno y lo externo acompaar la institucionalizacin de la sociologa de la ciencia.

    An ms, y este es un punto importante, Shapin alude a la perspectiva inter-nista del historiador Alfred Rupert Hall, ms que a la correspondiente a Koyr. Esto se debe no solo al hecho de que puede ponerse en duda que la posicin de Koyr sea internista, sino fundamentalmente a que Hall se instituy como adversario de Merton y construy un fuerte contrapunto entre lo que l deno-min el externismo decadente de Hessen-Merton y el internismo triunfante de Koyr.

    La relevancia y la centralidad de la sociologa. Primera contaminacin

    El acto inaugural del debate internismo-externismo comienza, para Shapin, con Robert K. Merton y los orgenes de la sociologa de la ciencia, a partir de lo que se conoce como la denominada Tesis de Merton. La monografa de Merton de 1938 constituye para nuestro autor el primer sitio en el que lo interno y lo externo se invocan sistemticamente como aproximaciones a las teoras (si bien es cierto que informales) del cambio social y cultural en la ciencia (Shapin, 2005 [1992]:74).

    A partir de este acto inaugural sociolgico, la narracin se compromete con el desarrollo de la sociologa de la ciencia, en cuyo terreno no solo se origin el lenguaje que refiere a los factores internos y externos sino que se produjo la validacin de una historiografa abrumadoramente internista de las ideas cientficas (Shapin, 1988: 594).

    La elaboracin de las categoras nuevas de lo interno y lo externo se nutri exclusivamente de las producciones realizadas en el mbito socio-lgico. Merton hace una adaptacin creativa del vocabulario y de ciertos conceptos referentes al desarrollo interno de un sistema cultural, tal como lo conceba Pitirin Sorokin, su maestro de sociologa en Harvard. En la ver-sin de Shapin, Merton traslada el dominio de la autonoma y la autorregu-

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 29 5/23/13 3:39 PM

  • 30

    lacin del sistema cultural, postulado por Sorokin, a la subcultura particular de la ciencia. Es por eso que, mientras para Sorokin la religin y las ciencias modernas en sus albores eran parte de un sistema lgicamente integrado, para Merton se deba hablar de la influencia religiosa en la ciencia como un factor externo.

    A pesar de que el estudio de la relacin entre el protestantismo y la ciencia ya estaba siendo trabajado en los aos treinta (como es el caso de Dorothy Stimson y R. F. Jones), de acuerdo con la apreciacin de Shapin, lo que provoc dificultades de comprensin entre los historiadores con-temporneos a Merton fue precisamente la innovacin que introdujo el vocabulario, de corte sociolgico, de lo externo y lo interno. Destaca el desconcierto que provoc el vocabulario interno/externo. Desconcierto que constituye un primer indicio de contaminacin en el mbito historio-grfico acadmico.

    En su importante trabajo Puritanism and the Rise of Moderm Science (1990), I. B. Cohen comenta la carta que Stimson le enva a Merton el 29 de Mayo de 1935 despus de haber recibido y ledo una parte de su disertacin sobre la relacin del puritanismo y el desarrollo cientfico:

    [Stimson] descubri que exista una barrera real al leer la presentacin de Merton.

    Merton, expres [Stimson], no haba escrito historia en la forma habitual, ni con el

    estilo de los historiadores y, como ella admiti: el campo de la sociologa es bastante

    extrao para m. Incluso declar: su vocabulario, por momentos, se vuelve bastante

    difcil, particularmente en su primera seccin (Cohen, 1990: 83, n. 96).2

    La confusin de los historiadores, sostiene Cohen, era acompaada por la

    carencia de identidad disciplinar que inicialmente presentaba Science, Techno-logy and Society in Seventeenth-Century England. En 1938, no haba una audien-cia claramente definida para un estudio que delineaba las relaciones de la cien-cia y la tecnologa con la sociedad. Cohen agrega que al aparecer la monografa inicialmente en el volumen 4 de Osiris, una publicacin dedicada a la historia de la ciencia, algunos lectores la consideraron, a primera vista, una contribucin a ese campo disciplinar. Sin embargo, para otros se estaba utilizando un ejemplo

    2 Merton reconoce el valor antecedente de la obra de Stimson y Jones, ver Merton, 1984:142.

    Captulo 1 - La elaboracin del canon

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 30 5/23/13 3:39 PM

  • 31

    La ciencia y sus lmites. La historiografa de Steven Shapin

    histrico para desarrollar una tesis sociolgica. Inmediatamente despus de la publicacin de la monografa no quedaba claro si era un estudio sociolgico sobre la base de la historia de la ciencia o un estudio de historia de la ciencia sobre la base de la sociologa (Cohen, 1990: 43).

    Hasta aqu, la dicotoma pureza/contaminacin no se aplica a partir de la postulacin mertoniana de los lmites de la prctica cientfica, sino en funcin del nuevo espacio disciplinar que busca abrir la incipiente sociologa de la cien-cia en el mbito de los estudios dedicados a la ciencia.

    Si, como afirma Shapin, la mejor manera de concebir el externismo y el internismo es en tanto teoras del cambio cientfico, entonces, para examinar hasta qu punto el vocabulario de Merton estaba subsumido bajo la dicotoma pureza/contaminacin es necesario explicitar qu elementos de la ciencia es-tn sujetos a cambio y cules son los factores, causas o variables que permiten explicar los cambios postulados.

    En primer lugar, tenemos a la ciencia entendida como un producto racional resultado de la investigacin sobre la base del mtodo cientfico y cuyo desa-rrollo supone la acumulacin del conocimiento (Merton, 1977: 356-357).

    Cul es la causa del cambio cientfico? Segn Merton, los descubrimientos, las invenciones, el mtodo cientfico y los cambios a menor escala en el foco de inters cientfico estn determinados por la historia interna de la ciencia y son independientes de cualquier factor que no sea puramente conceptual.

    Para comprender por qu Merton excluye del anlisis sociolgico la ciencia y el cambio cientfico entendidos en estos trminos, Shapin sugiere considerar el modo en que este autor resignifica algunos elementos de la teora de Pitirim Sorokin.

    La unidad de anlisis del cambio cultural es, para Sorokin, un sistema cul-tural completo. Qu causa el cambio? En los sistemas culturales integrados, el cambio consiste en una transformacin del sistema en su totalidad. Estos sis-temas se caracterizan por ser autnomos, autorregulados y autodirigidos. Un sistema tiene su propia lgica de funcionamiento, cambio y destino, que no resulta de las condiciones externas sino que es inherente a l. Es por ello que Sorokin desecha cualquier teora que postule factores como las causas del cam-bio, an factores internos al sistema. As, establece:

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 31 5/23/13 3:39 PM

  • 32

    [] si una cultura determinada es una unidad [], su cambio por el procedimiento

    del factor principal es explicado con tan poca exactitud, como por ejemplo, sera el

    cambio del organismo humano cuando pasa de la infancia a la pubertad tomando

    el aumento en estatura o cualquier otro factor semejante por principal (Sorokin,

    1962 [1937]: 24-25).

    Lo que identifica un sistema cultural integrado es el aspecto interno, es de-cir, el sistema de pensamiento o mentalidad de la cultura. La interpretacin de una cultura implica la comprensin de este aspecto, lo que para Sorokin sig-nifica delinear las premisas mayores de la mentalidad del sistema de que se trate.3 Sobre la base de esta tesis, reclama a Merton que explicite el sistema de pensamiento que da sentido a la relacin entre los dos elementos parciales del sistema cultural de que se ocupa: religin y ciencia.

    En la versin de Shapin, Merton no puede satisfacer el pedido de Sorokin, porque justamente las propiedades del sistema cultural tal como lo pensaba Sorokin pertenecen en la versin de Merton al sistema de la ciencia. Sin embar-go, cuando le remite una copia de su trabajo Putitanism, Pietism and Science (1936) a Sorokin, no estaba tan claro para el propio Merton que estuviera reali-zando esa traslacin innovadora.

    Merton responde a las exigencias de Sorokin enfatizando las coincidencias que encuentra entre su trabajo y la postura del maestro. Dado que el propsito del trabajo radicaba en mostrar las similitudes en las actitudes y los modos de pensa-miento religioso, tico y cientfico del siglo xvii ingls, argumentaba Merton, dicho trabajo responda al mtodo sorokiniano de sealar las congruencias de varios ele-mentos de una cultura. En trminos de Sorokin, el trabajo versara acerca de dos elementos de la cultura sensualista. Si ello fuera as, las diferencias de opinin entre ambos seran ms aparentes que reales (Merton, 1989 [1970]: 296).

    No obstante, ni su trabajo de 1936 ni la monografa de 1938 responden a este esquema mencionado por Merton en su correspondencia a Sorokin. En el Prefacio a la primera edicin de su monografa sostiene que el trabajo debe considerarse un examen emprico de la gnesis y desarrollo de algunos de los

    3 El aspecto externo, y aqu est empleando un sentido de la expresin externo distinto del em-pleado en el debate internismo/externismo. Lo externo est compuesto por fenmenos orgnicos o inorgnicos que exteriorizan o manifiestan el aspecto interno, esto hace que lo interno determine a lo externo (Sorokin, 1962: 29).

    Captulo 1 - La elaboracin del canon

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 32 5/23/13 3:39 PM

  • 33

    La ciencia y sus lmites. La historiografa de Steven Shapin

    valores culturales subyacentes en la bsqueda a gran escala de la ciencia (Mer-ton, 1984 [1970]: 31), y si bien parece aproximarse as a la propuesta de Sorokin, afirma a la vez que lo que llamamos tica protestante fue al mismo tiempo una expresin directa de los valores dominantes y una fuente independiente de nuevas motivaciones (Merton, 1984 [1970]: 109). Conceptos que ratifica en el Prefacio: 1970. Advierte que en sus trabajos de la dcada del treinta, las esferas institucionales deban tomarse como relativamente interdependientes, por lo que cada una de ellas podra considerarse un factor externo a las otras (Merton, 1984 [1970]: 13).

    Sobre la base de la autonoma de la ciencia, Merton desecha la posibilidad de una teora sociolgica que plantee un modelo de cambio terico. Al estable-cer los mrgenes de la ciencia alrededor de la actividad de teorizar, Merton deli-mita al mismo tiempo el campo de la sociologa de la ciencia y, de esta manera, ofrece a los historiadores de la ciencia recursos para proteger el conocimiento cientfico de la indagacin sociolgica. Los descubrimientos, las invenciones, el mtodo cientfico y los cambios a menor escala en el foco de inters cientfico estn determinados nicamente por la historia interna de la ciencia y son inde-pendientes de cualquier factor que no sea puramente cientfico. No hay nada que pueda decir la sociologa acerca de ellos.

    Si, en cambio, nos centramos en la ciencia como una institucin social, esto es, para Merton, formas persistentes de conducta que encarnan valores cultu-rales, vemos cmo la sociologa de la ciencia encuentra su incumbencia. Shapin resume las dos tesis sociolgicas presentes en el trabajo de Merton. Por un lado, lo que constituye la tesis de Merton propiamente dicha, a saber: una hiptesis causal acerca de la dinmica social y cultural de la ciencia en Inglaterra a finales del siglo xvii que explica el aumento de inters en la ciencia y la tecnologa, el rit-mo creciente de la actividad cientfica, el elevado lugar que ocup la ciencia en el sistema social de valores. Por otro lado, una tesis que intenta dar cuenta del cambio de intereses a larga escala en diferentes reas de problemas cientficos y tecnolgicos apelando a factores econmicos y fines militares.

    En lo tocante a la llamada Tesis de Merton, Shapin resalta una teora de la accin de influencia paretiana que subyace a la explicacin de las conexiones po-sitivas entre las formas de puritanismo ingls y la legitimacin de la ciencia en el siglo xvii. Entre las prcticas racionales y completamente comprensibles en cuan-

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 33 5/23/13 3:39 PM

  • 34

    to es demostrable la adecuacin lgica de los medios a un fin, y las prcticas irracionales incomprensibles, Merton acepta la categora paretiana de conducta no-racional, que puede ser comprendida desde el punto de vista sociolgico.

    Pareto consideraba que las acciones no lgicas proceden principalmente de un cierto estado mental (estado psquico), sentimental o del subconsciente. Es tarea de la psicologa ocuparse de este estado mental (Pareto, 1916: 161).4 La accin no lgica es analizada en trminos de tres elementos: los sentimien-tos que son entidades postuladas hipotticamente, los actos manifiestos y las expresiones de los sentimientos que son a menudo desarrolladas en forma de teoras morales, y religiosas, entre otras.5

    Es por esto que al indagar sobre la naturaleza del explanans de la Tesis de Mer-ton, Shapin afirma que los sentimientos no racionales e inconscientes son las en-tidades mentales que se encuentran por detrs de las expresiones de los valores religiosos y ejercen su fuerza en la accin social. Y as lo expresa Merton:

    El componente religioso del pensamiento, las creencias y la accin, solo se hace

    efectivo cuando es reforzado por los sentimientos vigorosos que dan significado a

    ciertas formas de conducta. Estos sentimientos hallan expresin en las palabras y en

    los hechos por igual (Merton, 1984 [1970]: 86).

    4 Extrado de Parsons, 1968 [1937]: 256.

    5 Shapin afirma que, en un uso libre de las categoras de Pareto, algunos de los socilogos norteam-ericanos identificaron los sentimientos con el concepto paretiano de residuos concebidos como los elementos constantes en las explicaciones de las acciones no racionales y las expresiones de los sentimientos con el concepto de derivaciones los elementos variables. Sin embargo, Pareto considera que tanto los residuos como las derivaciones constituyen elementos de las afirmaciones acerca de sus acciones. Sorokin cae en ese error. Sostiene El esquema es: A (residuos) conduce simultneamente a B (acto), C (reacciones verbales). A todas estas reacciones verbales e ideolgicas las llama Pareto derivaciones [] Los residuos son el padre de las ideologas. Las derivaciones son una especie de veleta que gira segn el viento de los residuos [] Son desde luego mucho ms variables y flexibles que los residuos. Los mismos residuos pueden dar origen a, o quedar velados bajo diferentes derivaciones, y viceversa (Sorokin, 1951 [1928]: 52). En el mismo sentido Merton afirma en una nota a pie de pgina: Operacionalmente, a menudo hay una lnea divisoria tenue e incierta entre derivaciones y residuos (Pareto). Los elementos constantes en las reacciones lingsticas asociadas a la accin manifiestan sentimientos efectivos profundamente arraigados. Hablando en trminos elpticos, puede sostenerse que esos elementos constantes brindan motiva-ciones para la conducta, mientras que los elementos variables son simplemente justificaciones post factum. Pero, en la prctica, a veces es extremadamente difcil distinguir unos de otros. Una vez que somos conscientes de la intensa carga emocional que ciertas convicciones religiosas llevaron en su tiempo, podemos hallar justificable tratarlas como residuos ms que como derivaciones (Merton, 1984: 120, n. 30).

    Captulo 1 - La elaboracin del canon

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 34 5/23/13 3:39 PM

  • 35

    La ciencia y sus lmites. La historiografa de Steven Shapin

    As, cuando Merton alude a la fuerza impulsora del puritanismo, no la equi-para con una iglesia ni con creencias religiosas formales o mximas que dieron voz a esas creencias. Esta fuerza fue ejercida por los sentimientos que estaban por detrs de cualquier expresin cultural del puritanismo. No obstante, dado que los sentimientos predominantes en el siglo xvii en Inglaterra eran expresa-dos en lenguaje religioso, cualquier nueva forma de accin social estaba obliga-da a buscar legitimidad exhibiendo pblicamente su compatibilidad con aque-llos sentimientos y con sus expresiones (Shapin, 1988: 595; 598-601).

    Merton emplea este mismo esquema de legitimacin para dar cuenta de la re-lacin entre ciencia e intereses econmicos y militares. En el Prefacio: 1970 aclara:

    Antes de ser aceptada como un valor en s mismo, se exigi a la ciencia que se justi-

    ficara ante los hombres en trminos de valores diferentes del conocimiento mismo

    [...] El modelo de interpretacin expuesto en este estudio afirma el mutuo apoyo

    y la contribucin independiente a la legitimacin de la ciencia tanto por parte de

    la orientacin valorativa como la creencia generalizada en las soluciones cientficas

    [] para los problemas econmicos, militares y tecnolgicos acuciantes (Merton,

    1984 [1970]: 20-21).

    De esta manera, para poder explicar el cambio cientfico, Merton tuvo que conjugar su concepcin de la ciencia como un producto racional con una visin de las instituciones sociales como resultados no previstos de las acciones sociales no lgicas. Sobre la base de su teora de la accin no racional, la teora del cam-bio cientfico que se encuentra en estado embrionario en la monografa de 1938 supone la doble disociacin entre, por un lado, la dimensin social y el elemento conceptual de la ciencia y, por otro lado, entre la dinmica de legitimacin y de la expansin de la actividad cientfica y la transformacin conceptual de la ciencia. Justamente en esta doble disociacin radica la manera en que el vocabulario in-terno/externo se subsume bajo las categoras de pureza/contaminacin. Merton mismo crea esta correlacin al excluir del mbito del conocimiento cientfico as-pectos econmicos, polticos, sociales o religiosos; al constituir el alcance de los factores externos y asegurar que no se les conferira un papel preponderante al teorizar el cambio cientfico; al insistir que la historia interna de la ciencia pre-senta el lmite adecuado de la explicacin sociolgica externa.

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 35 5/23/13 3:39 PM

  • 36

    La historiografa marxista de la ciencia. Segunda contaminacin

    La vertiente marxista de la disputa arranca con el artculo de Boris Hessen, The Social and Economic Roots of the Newtons Principia. Shapin se ocup de resumir en tres puntos centrales la posicin de Hessen en la entrada Hessen Thesis del Dictionary of the History of Science (1981). En primer lugar, los focos fundamentales de inters cientfico del siglo xvii en Inglaterra respondieron a las necesidades tcnicas del desarrollo del capitalismo mercantil emergente y de las manufacturas. Hessen consideraba que Newton estaba interesado en hallar soluciones cientficas a problemas productivos y militares.

    En segundo lugar, se postula que, debido a su posicin de clase, como re-presentante tpico de la burguesa en ascenso, Newton no desarroll un mate-rialismo mecanicista acabado. Al negar que el movimiento fuera inherente a la materia, Newton retena un importante rol para Dios como causa inicial del movimiento. En contraposicin, el materialismo mecanicista ateo de Richard Overton se corresponda con el movimiento genuinamente revolucionario de los Levellers.

    Por ltimo, Hessen explica por qu Newton no consider la cuestin de la ley de la conservacin y la transformacin de la energa, aunque esta surgi a partir de los estudios de la mquina a vapor ya existente en su poca. A diferencia del caso del capitalismo mercantil, el desarrollo del capitalismo industrial demand a la tcnica la creacin de un motor universal. El estudio del rendimiento de la mquina a vapor se convirti en el problema central y llev a ocuparse de las distintas formas de movimiento de la materia. Recin entonces surgi el proble-ma de cmo convertir una forma de movimiento trmica en mecnica.

    No obstante esta ajustada comprensin de la obra de Hessen, las referen-cias que realiza Shapin en las notas a pie de pgina en relacin con esta lnea del debate nos sealan que el derrotero de su narracin seguir el camino de las repercusiones en el mbito acadmico de las tesis de Boris Hessen, ms que el del anlisis de las mismas. El libro de Gary Wersky, The Visible College: A collective biography of British scientists and socialist of the 1930s (1978), el artculo de Everett Mendelsohn, Robert K. Merton: The Celebration and De-fense of Science (1989) y el trabajo ya mencionado de I. B. Cohen de 1990, al

    Captulo 1 - La elaboracin del canon

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 36 5/23/13 3:39 PM

  • 37

    La ciencia y sus lmites. La historiografa de Steven Shapin

    que Shapin recurre con frecuencia, construyen, a partir de la convocatoria de nuestro autor que los une, el derrotero del enfoque marxista de la historia de la ciencia en la academia britnica y norteamericana como una trama com-pleja y en absoluto lineal.

    La reconstruccin de los enlaces que estructuran esta narrativa nos permite comprender la circulacin de las distintas perspectivas, que se presentan ms en-maraadas de lo que da a entender la mera dicotoma entre factores externos e internos. Los aos de la Segunda Guerra Mundial encuentran a los contendientes configurando espacios de investigacin en los que se van delimitando en for-ma yuxtapuesta los problemas y las maneras de abordar esos problemas a travs de campos conceptuales en los que los lmites cognitivos son tambin lmites disciplinares y poltico-sociales. Me propongo abordar, en lo referente a la histo-riografa marxista de la ciencia, distintos planos superpuestos en la produccin narrativa shapiniana: lo explicitado, lo meramente citado y lo omitido.

    La falta de inters general de los historiadores y los socilogos de la cien-cia angloestadounidenses en relacin con los trabajos de impronta marxista, afirma Shapin, se extiende hasta mediados de los aos cincuenta. A partir de la guerra de Corea y, con ella, el comienzo de la Guerra Fra, el enfoque marxista de la historia de la ciencia cobrar relevancia como el ejemplo paradigmtico de una visin que contamina la ciencia al violar los lmites establecidos: avanza sobre la autonoma de la ciencia en busca de explicaciones del contenido con-ceptual de la produccin cientfica. Ser visto como una posicin extrema a ser definitivamente abandonada por su falta de valor.

    Esta direccin de anlisis se encuentra anticipada por Gary Werskey. La causa de la recepcin adversa de los trabajos presentados por la delegacin sovitica en el ii Congreso Internacional de Historia de la Ciencia y la Tec-nologa de 1931, sostiene Werskey, se debi en parte a que el lenguaje y la filosofa de la ciencia expuestos por los historiadores soviticos resultaba extrao y devaluado. As, el historiador J. G. Crowther, que en esos momen-tos actuaba como corresponsal cientfico de The Guardian de Manchester, seala: El Soviet contribuira a su causa ms rpidamente y recibira una comprensin ms favorable si explicara sus ideas en el idioma de otros len-guajes, en lugar de limitarse a traducir las exposiciones moldeadas en el nuevo giro ruso del pensamiento. Y en el mismo sentido se expresa Do-

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 37 5/23/13 3:39 PM

  • 38

    rothy Waley Singer, quien en una carta dirigida a Needham escribe: Escuch atentamente y con la mente abierta, y la impresin obtenida fue que ellos adoptaron hacia Marx exactamente la actitud medieval hacia Aristteles que nada puede ser correcto a menos que pudiera ser reconstruido en sus palabras. Los asistentes a las exposiciones de la delegacin sovitica sim-plemente dejaron que esa sesin terminara tan rpida y silenciosamente como fuera posible (Werskey, 1978: 145).

    Tambin Merton, como reconoce Shapin, se distancia explcitamente de la obra de Hessen, a pesar de haber adoptado algunas de sus tesis refe-rentes al papel de la tecnologa en el desarrollo de la ciencia del siglo xvii en Inglaterra. Cuando se apresta a examinar la cuestin de la importancia relativa de los factores internos y externos en la determinacin de los focos de inters cientfico, Merton rotula de extremista el enfoque de Hessen porque este ltimo sostiene que la direccin del avance cientfico es el re-sultado casi exclusivo de la presin externa econmica. De esta manera, el discurso de contaminacin vuelve a aparecer en la narracin shapiniana para subrayar de la mano de Merton que los tericos marxistas han sobre-pasado el lmite al postular que la ciencia prcticamente no tiene ninguna autonoma (Merton, 1984 [1970]: 223).

    Me interesa contraponer lo extremado de estos comentarios mertonianos, solo comprensible bajo la trama pureza/peligro, con el anlisis que realiza Eve-rett Mendelsohn (1989) sobre la apropiacin por parte de Merton de un con-junto de problemas esbozados en el mbito acadmico britnico de su poca.

    El objetivo principal del artculo de Mendelsohn consiste en ubicar los pri-meros trabajos de Merton en el contexto del debate de los aos treinta: las res-puestas a la frustracin de la ciencia producto del sistema capitalista, los mo-vimientos polticos que construan los cientficos, fundamentalmente en Gran Bretaa pero tambin en menor medida en otros pases de Europa y en Estados Unidos, como reaccin al desafo y las promesas del socialismo, la Unin Sovi-tica, la Gran Depresin, el nazismo y la guerra. Segn Mendelsohn, Merton, que comenz a realizar sus propios estudios sobre la ciencia inmerso en este debate sobre el rol social de la ciencia y el compromiso poltico de los cientfi-cos, estaba completamente familiarizado y era consciente de la visin marxista radical sobre la ciencia.

    Captulo 1 - La elaboracin del canon

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 38 5/23/13 3:39 PM

  • 39

    La ciencia y sus lmites. La historiografa de Steven Shapin

    Es altamente probable, afirma este autor, que en sus primeros trabajos, in-cluido el trabajo de 1942, Merton haya recibido la influencia del libro The Frus-tration of Science (1935), integrado por una serie de artculos de Daniel Hall, J. G. Crowther, J. D. Bernal, P. M. S. Blackett, entre otros. Las notas a pie de pgina de los trabajos de Merton estn llenas de referencias a muchas de las figuras clave del movimiento britnico: P. M. S. Blackett, Julian Huxley, L. Hogben, J D Bernal, Hyman Levy, entre otros.

    El punto clave de la argumentacin de Mendelsohn se apoya en el artcu-lo de Blackett, The Frustration of Science, publicado en el libro homnimo. Blackett declara que quienes afirman que la ciencia puede estar aislada suelen pensar en la ciencia pura. Sin embargo, es imposible trazar una distincin preci-sa entre ciencia pura y aplicada y, aunque algunos de los campos ms abstrac-tos de la ciencia puedan ser transitoriamente inmunes a los asuntos polticos, tal inmunidad es puramente superficial. Por lo tanto, el problema central que resultara necesario investigar radicara en determinar si el ambiente social se presenta favorable o desfavorable para la ciencia (Blackett, 1975: 131).

    Aunque Mendelsohn no haga referencia a ellas, las afirmaciones de Blackett parecen dialogar con las fuertes tesis que Nicolai Bukharin present en el Con-greso de 1931 en Londres, exponiendo algunas coincidencias al sealar el peso de la estructura social sobre la investigacin cientfica. Bukharin presidi la de-legacin sovitica en calidad de Director del Departamento de Investigacin Industrial del Consejo Econmico Supremo y de Presidente de la Comisin de Historia de la Ciencia de la Academia de Ciencias.

    En el trabajo presentado, Theory and Practice from the Standpoint of Dia-lectical Materialism, afirmaba que para desarrollar las funciones sociales de la ciencia incrementar el conocimiento, inventar y perfeccionar procesos tcnicos y vencer las fuerzas opuestas al avance humano era necesaria la unin de los cientficos tericos con quienes se ocuparan de la ciencia aplicada: inclusive inge-nieros, tcnicos y otros trabajadores de la produccin. Sin embargo, tal unin no se podra lograr completamente en un orden capitalista donde los trabajadores mentales se encuentran separados de los trabajadores manuales y son consi-derados superiores. Los cientficos mismos estn divididos entre quienes realizan investigaciones tecnolgicas y quienes producen teora. El hecho de que estos ltimos trabajen aislados de un ambiente industrial, los estimula a pensar en su

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 39 5/23/13 3:39 PM

  • 40

    ciencia como pura y practicada por su propio valor. Esa nocin de pureza, afir-ma Bukharin, es miope y peligrosa, porque trae como consecuencia el estanca-miento de la economa. Esta es la razn por la cual las naciones capitalistas han sido incapaces de lograr un sistema satisfactorio de produccin. En cambio, la Unin Sovitica habra dado el primer paso hacia la unin del trabajo mental y el manual, de tal modo que no solo habra logrado establecer un nuevo sistema econmico sino una nueva ciencia (Cfr. Werskey, 1978: 138-149). Estas conside-raciones, como veremos, ayudan a comprender el peso que adquirieron algunas tesis fuertemente defendidas por los historiadores marxistas de la ciencia y la re-levancia de ciertas dicotomas asumidas en sus narraciones histricas.

    Volvamos a Mendelsohn. Este autor considera que la tesis de Blackett acerca de la existencia de ambientes favorables al desarrollo de la ciencia impact en Merton, quien claramente la exhibe en sus trabajos. As, este sector del ambien-te intelectual britnico habra marcado el inters de Merton por los problemas de la ciencia en sociedad, sin que por ello adhiriera a la postura marxista. De la misma manera, el fuerte movimiento anticomunista y antimarxista de las po-lticas de posguerra de los Estados Unidos conducira la transicin de Merton hacia un inters por la estructura social y organizacional de la ciencia y por el comportamiento social del cientfico.

    No obstante, ni el trabajo de Mendelsohn ni la cita de este trabajo por parte de Shapin pretenden demostrar un acercamiento de Merton al marxismo. Men-delsohn aclara que Merton no fue ciertamente un materialista histrico o un marxista en ningn sentido simple del trmino, aunque definitivamente crey en el impacto de las fuerzas sociales sobre la ciencia, incluyendo explcitamente los factores econmicos.

    Ahora bien, contrariamente a la contundencia lineal que los actos inaugura-les parecen adquirir en las narraciones posteriores, Shapin, por intermedio de Mendelshon, exhibe los claroscuros en que se desarrollaron los comienzos de esta construccin conceptual, que culminar en la cristalizacin de categoras antitticas improductivas. Y a su vez, vuelve a poner en primer plano la figura de Merton a la hora de comprender el peso del trabajo de Hessen.

    Retomando el examen de la repercusin del trabajo de Hessen sobre la comuni-dad de historiadores de la ciencia britnicos, cabe sealar que a pesar de que la mayor parte de la comunidad acadmica britnica dej caer en el vaco el anlisis marxista

    Captulo 1 - La elaboracin del canon

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 40 5/23/13 3:39 PM

  • 41

    La ciencia y sus lmites. La historiografa de Steven Shapin

    de la ciencia propuesto por la delegacin sovitica, Shapin destaca que ejerci una importante influencia sobre un grupo de intelectuales, quienes tuvieron una partici-pacin poltica activa en la izquierda del Partido Laborista y en el Partido Comunista de Gran Bretaa durante el perodo de entre guerras. Parte de este grupo, que Wers-key denomin Visible College, estaba constituido por figuras tales como J. D. Bernal, J. B. S. Haldane, Lancelot Hogben, Hyman Levy y Joseph Needham. Debemos agregar tambin a Benjamn Farrington, a S. F. Mason y los importantes trabajos que Edgar Zil-sel desarroll durante su exilio en los Estados Unidos, aunque por fuera de este grupo.

    Ellos vieron en el trabajo de Hessen lo que el historiador de la ciencia J. D. Bernal denomin el punto de partida de una nueva evaluacin de la historia de la ciencia, segn el cual las ideas cientficas, las prioridades de investigacin, los parmetros de descubrimiento y los conceptos acerca de la naturaleza estn en-raizados en las fuerzas histricas que son, en ltima instancia, socioeconmicas.

    En lnea con los trabajos presentados por los historiadores de la delegacin sovitica, los historiadores marxistas britnicos de la ciencia centraron el debate de las dcadas de 1940 y 1950 en la relacin de la ciencia y la tecnologa con la historia de la ciencia. Estos historiadores coincidieron en sostener que los traba-jos de historia de la ciencia constituan una herramienta para defender la planifi-cacin de la investigacin cientfica. Bernal responde acerca de la necesidad de reunir la investigacin historiogrfica con la responsabilidad social del cientfico:

    El cambio de una ciencia socialmente irresponsable a una ciencia socialmente res-

    ponsable solamente est empezando [] [E]s un aspecto [] de las grandes trans-

    formaciones sociales a que da lugar el paso de una economa motivada por el afn

    posesivo individual a una dirigida al bienestar comn [] La necesidad de lograr esa

    transformacin del mejor modo posible y de asegurar en cada estadio una utiliza-

    cin inteligente de la ciencia constituye la ms poderosa razn del estudio de las re-

    laciones de la ciencia y la sociedad en el pasado, pues slo por medio de ese estudio

    puede aquello comprenderse adecuadamente (Bernal, 1979 [1964]: 26).

    En 1941, destaca Werskey, algunos investigadores britnicos, entre los que se encontraban J. R. Baker y Michael Polanyi, fundan la Society for Freedom in Science. La disputa principal que mantena esta asociacin con los historiadores de izquierda giraba en torno de la supuesta confusin por parte de los marxis-

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 41 5/23/13 3:39 PM

  • 42

    tas entre la ciencia un cuerpo de teoras verdaderas que poda ser solo exitosa-mente modificada de acuerdo con sus propias reglas y necesidades y la tecno-loga el dominio prctico de la naturaleza para fines sociales determinados. Esta confusin bsica, sostenan, haca que los historiadores marxistas fueran incapaces de comprender por qu los cientficos puros requeran completa li-bertad para elegir sus propios temas de investigacin, publicar los resultados de su investigacin y fracasar en contribuir de manera directa a la solucin de problemas tcnicos. En obvio contraste, J. D. Bernal preguntaba en forma ret-rica: Es mejor ser intelectualmente libre pero socialmente ineficaz o volverse parte de un sistema donde el conocimiento y la accin estn unidos por un propsito social comn? (Bernal, 1939: 406, extrado de Werskey, 1979: 147).

    Con el compromiso de asumir este objetivo social, la produccin historio-grfica marxista se desarroll alrededor de la interpretacin de los orgenes de la ciencia moderna. La historia de la ciencia exhibira cmo la ciencia pura y la tcnica fueron inseparables y de ah el papel fundamental de los artesanos en el origen de la ciencia moderna. El origen artesanal se convirti en un tpico fundamental de la historiografa marxista y en un nuevo blanco de acusaciones al ser considerado un discurso de contaminacin.

    Justamente, la tesis sociolgica que Edgard Zilsel expone en The Sociologi-cal Roots of Science (1942) ocup un significativo lugar en la construccin de esta visin del origen. A pesar de que Shapin no lo analiza en particular, este artculo cobra importancia, por un lado, debido a que en l se establece clara-mente la relacin entre el acadmico y el artesano en los orgenes de la ciencia moderna, lo que constituy un ncleo altamente controvertido en la dcada de 1960. Por otro lado, porque suscit la crtica de Koyr, lo cual hace entrar en juego otro componente del canon.

    Las tesis explicativas que propone Zilsel pueden resumirse como sigue. Hay tres estratos de actividad intelectual en el perodo que va de 1300 a 1600: los acadmicos universitarios, los humanistas y los artesanos. Los universitarios y los humanistas estaban entrenados en el trabajo intelectual. Sus mtodos dife-ran substancialmente del que se constituira como mtodo cientfico.

    Sin embargo, cierto grupo de trabajadores manuales superiores (artistas-ingenieros, cirujanos, constructores de instrumentos de msica y de navega-cin, agrimensores, navegantes y artilleros) experimentaban, disecaban y utili-

    Captulo 1 - La elaboracin del canon

    Conocimiento Cientifico 23-05-13.indd 42 5/23/13 3:39 PM

  • 43

    La ciencia y sus lmites. La historiografa de Steven Shapin

    zaban mtodos cuantitativos. Los instrumentos de medida de los navegantes, agrimensores y artilleros fueron los pioneros de los posteriores instrumentos fsicos. A pesar de ello, carecan de entrenamiento intelectual metdico.

    La ciencia moderna, sostiene Zilsel, nace cuando las barreras sociales entre estos tres estratos se erosionaron debido al surgimiento de la libre empresa capitalista, y sus capacidades convergieron en el desarrollo de la ciencia.

    En apoyo de su tesis, afirma que Galileo tuvo que estudiar matemticas en forma privada, debido a que en la Universidad de Pisa no se enseaba. Quien le ense, Ostilio Ricci, haba sido profesor en la Academia de Diseo de Flo-rencia, una escuela fundada por artistas y artistas-ingenieros. As, la fundacin de la escuela y los orgenes de la educacin matemtica de Galileo muestran, para Zilsel, cmo la ciencia y su mtodo se originaron en el lugar de trabajo de los artesanos y penetraron gradualmente en el campo de la instruccin acad-mica. Los Discorsi se desarrollaron en el Arsenal de Venecia y all los diferentes orgenes social