Ciruela: Hisn al Sujayrula (Ciudad Real)

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PEDRO J. RIPOLL VIVANCOS,."Ciruela: Hisn al Sujayrula (Toponimia)•SEPARATA BOLETiN DE ARQUEOLOciAN." 13 • ASOCIACION ESPANOLA DE ARQUEOLOGfAMEDIEVALMEDIEVAL· 2007Bo!. Arqueol. Medieval 2007 - N° 13; 267-287CIRUELA: HISN AL-SUJAYRULAPEDROJ. RlpOLLVrvANCOSSUMARIO: EL andlisis deL toponimo Ciruela, correspondiente actualmente a un caserio del termino municipal de Ciudzd Real, permite atisbar la peruiuencia de la red de flrtificaciones musulmanas en la cuenca baja del rio JabalOn, en

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    PEDRO J. RIPOLL VIVANCOS

    ,."

    Ciruela: Hisn al Sujayrola

    SEPARATA BOLETiN DE ARQUEOLOciA MEDIEVALN." 13 ASOCIACION ESPANOLA DE ARQUEOLOGfA MEDIEVAL 2007

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    B o!. A rqueo l. M ed ieva l 2007 - N 13 ; 267 -287

    C IRUELA : l:IISN AL -SUJAYRULA

    PEDRO J . RlpOLL VrvANCOSSUMARIO: EL andlisis deL toponim o C iruela, correspondiente actualm ente a un caserio del term inom unicipal de C iudzd Real, perm ite atisbar la p eru iu en cia d e la red de flrtificacio nes m usu lm an as en lacuen ca b aja del rio Ja ba lO n, en rela cion a la e uo lu cio n d e l a s v ia s de comun ic ac ion y el p o blamie nto en treCaracueLy Ca la tr ava la V ie ja , tr as la o cup acion d el territorio po r lo s cristian os a m ed iad os del sig lo X lI.D efinid z inicialm en te como U1Ul pequeiia >sakhra

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    autores citados y colocando entre corchetes, a continuacion de cada vocablo en el caso queexista variacion, Ia transcripcion correspondiente al sistema de transliteracion de caracteresarabes seguido en Ia Enciclopedia del Islam.

    Ubicacion GeograficaCon un significative aspecto, sobre uno de los edificios volcanicos mas caracterfsticosdel Campo de Calatrava (fig. 04a), se yerguen los restos del Castillo de Ciruela en el actualrerrnino municipal de Ciudad Real, en la margen derecha del [abalon, a escasos 7 kilo-

    metros al sur de la capital, enlazada con esra por el camino de Ciudad Real a Ciruela, queparua desde de la hornonima puena de la antigua muralla capitalina y de la que en la actua-lidad queda el vesrigio del propio nombre de la calle a intrarnuros de la ruicleo historico. EIenclave se localiza en la hoja 784 del mapa topografico nacional, con las siguientes coorde-nadas UTM ED-50: x=419476,0; y=4306997,00; Huso=30 (CNIG, 2002: Hoja 784-IV),utilizdndose para las comprobaciones del preseme articulo la antigua edicion del InstirutoGeogd.fico y Estadfstico de 1887, a cargo de Ibanez Ibero (IGE, 1887: Hoja 784 y 759).

    Geomorfo16gicamente, se trata de un pequefio domo volcanico de paredes practica-mente verticales, originado por una colada muy viscosa, en las proxirnidades del volcanmonogenico del Cerro de Zurriaga, compuesto esencialrnente por coladas de gran exten-sion (POBLETE, 1998: 509 y 512).

    La pefia volcanica, ubicada sobre la zona septentrional del denominado Cerrillo dela Horca (MADOZ, 1850: "Ciruela"), cuenta con unas dimensiones aproximadas de 15par 20 metros lineales de planta, con orientacion SW-NE, y una alzada maxima sobre elterreno circundanre de unos 12 metros. Domina visualmente, con su cota de 642 metrossobre el nivel del mar gran, parte de la vega de este trarno final del jabalon, hasra Valdara-chas, Canada 0La Higueruela (fig. 03). Desde el mismo, se llega a divisar a l Sw, el Castillode Caracuel, rnientras que e l de Alarcos queda totalmente oculto por el Cerro de Zurriaga.

    Los vestigios de la forrificacion apreciables en la acrualidad roman como base para suconstruccion la cima de este penasco, aprovechando sus escarpadas defensas naturales (fig.04c). En sus proximidades, a escasos 40 metros y tambien sobre el referido cerrillo, se ubi-can los resros de Ia parroquia de Santa Marina, de una unica nave; separadas ambas estruc-turas por una pequeria vaguada a l Oeste del actual caserio de Ciruela, en donde se puedeobservar todavfa en uso su antiguo pozo, docurnentado ya en e l siglo XIX (MADOZ, 1850:"Ciruela"), Asimismo, al norte de la pefia, por encima de la zona de cabecera del arroyo delasMoreras y del camino que discurre hacia Valdarachas, ocupando e l freme de una coladavolcanica proveniente del Cerro de Zurriaga, se ubica una antigua area de cameras, en laque se aprecian todavfa senales de labra sin terrninar para diversas piezas,Este yacimiento arqueologico seencuentra referenciado par ReruerceVelascocon la signa-tura CRl12, atesriguando en el la presencia de ceramica islarnica (RETUERCE, 1998: 89).

    Descripcion HistoricaQuedando atestigtiados en la zona diversos hallazgos prehisroricos e ibericos (Poblete,La Torrecilla, Valdarachas, Alarcos), destaca en cierta forma la misma en epoca romana, al

    siruarse entre las ciudades de Orerum y Carcuvium, en e l zona de paso de la via romana

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    entre Merida y el Levance, paralela en este caso a la ribera izquierda del jabalon, 1 0 queparece que propicio la existencia de diversas villas romanas, tanto en esra cuenca (Valdara-chas, La Puebla, La Minilla y, quiza, La Higueruela 0Villar del Pozo y Fuensanra) como enla proxima del Guadiana. En Ciruela, se documenta as f el hallazgo de sepulturas y ceramica(PORTUONDO, 1917: 118), sin llegar a poder precisar con absoluta certeza su adscrip-cion temporal.

    Durante los primeros mornentos del periodo islamico, destacan en la zona Orero yCaracuel (fig. 02). Un territorio levantisco, inmerso en revuelras bereberes y rnozarabes,en el que Oreto siguio cumpliendo con sus funciones de nucleo vertebrador de epocabajoimperial y visigoda hasta mediados del siglo IX. Por su parte, Calatrava la Vieja erahasta entonces solo una posicion estrategica, junto a uno de los vados del Guadiana, quecontrolaba rnilirarrnente desde el norte la ruta hacia Cordoba (GUICHARD & BURESI,1996: 131).

    A partir del afio 854, con la refundaci6n de Calatrava la Vieja por Muhammad 1 , trasser arrasado el enclave el afio anterior por rebel des toledanos, la funcion de micleo rectordel territorio pasara definirivamente a ser desempefiado por esta, como cabeza de unaextensa region con numerosos distritos y convertida "en e l principal puntO de apoyo delpoder central cordobes en la zona" (RETUERCE & HERVAs, 2001: 311 y 313). Ade-mas, al-Himyari explica que la poblacion de Oreto fue trasladada a Caracuel y Calatravala Vieja (AL-HIMYARI, 1963: 328). La nueva ciudad resultante debio suponer, en granmedida, una reestructuracion en la importancia de los espacios viales, consolidando la rutaCordoba-Toledo por Caracuel, en detrimento de otras posibilidades existentes hasta dichomomento, que enlazaban Oreto con los antiguos nucleos hispanovisigodos del Valle delGuadalquivir (DONOSO & RIPOLL, 2004: 19).

    As . , ya a mediados del siglo X, se documenta la articulacion del poblamiento en tornoal ttamo entre Caracuel y Calatrava la Vieja de la via Cordoba-Toledo, con la presenciade "populosas alquerfas" segun la descripcion del camino hecha por Ibn Hawqal (RUIZ,2003: 43; FRANCO, 1996; 86). Es pausible plantearse que, quiza, una buena parte de losruicleos rurales de poblacion existentes en la zona entre ambas fortificaciones tengan suorigen en dichas alquerias, debiendo ser una de las zonas rurales mas pobladas del trazado,conocida adernas la irnportancia demografica de la cercana Calatrava (RETUERCE &HERVAs, 2001: 311).

    El area, con todos sus >bujun< y>qur'ii< [kura], continuara dependiendo de Calatravala Vieja, como cabeza adrninistrativa del territorio, hasta la ocupacion de esta por AlfonsoVII (GUICHARD & BURESI, 1996: 132). En 1147, Calatrava la Vieja y su ampliodistrito entran a formar parte del reino castellano de Alfonso VII. Ibn Ganiya, ultimogobernador almoravide la Peninsula, se hace vasallo del Emperador, intentando eludir lapresion almohade. Le hace entrega, junto al estrategico enclave del Guadiana, de Alarcos,Caracuel, Santa Eufemia, Mestanza, Alcudia y Almodovar (RUIZ, 2003: 84 y 113). Laciudad de Calatrava la Vieja recibio fuero y su mezquita mayor, transformada en iglesia,paso al obispado de Toledo, junto con los diezmos y rentas de la corona, y conseruo [AlfonsoV II] a lg un as a ld eas de ! term ino, que tenlan buenas defensas, y arraso otras, a saber, A larcos,C aracuel; P edrocbe, Santa E ufem ia, M estanza, A lcudia y Almoddoar" (RADES, 1994: fo!'2v.), debiendo incluir entre las conquisradas tambien los castillos de Salvatierra, Higueruelay Benavente (RODRfGUEZ-PICAVFA, 2001: 624).

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    La existencia de Ciruela queda atestiguada documentalmente al menos desde 1156.En esta fecha, Alfonso VII hace donacion del enclave de "Zuera", junto con sus terrninos ypertenencias, a Armildo Melendez (CORCHAOO, 1976: 85; GONzALEZ, 1975; 347 y348). En la descripcion se hace refencia a su ubicacion entre Caracuel y Calatrava la Vieja,sobre el rio jabalon (VILLEGAS, 1981: 53). Sin mayor concrecion sobre su condici6n enel momento de la donacion, por diversas razones, tanto referidas a paralelos, ubicaciony articulacion del territorio como a su propio analisis toponfrnico y arqueologico, debiaexistir previamente junto al rnicleo poblacional, algun tipo de estructura defensiva 1 0suficienternente consistente para conllevar un beneficio en su tenencia (como trararernoscon posterioridad, al trarar de la etimologia del toponirno), aunque con posterioridad a ladonacion, entre 1157 y 1187, efectivarnenre se procediese a su reforrificacion (ROORf-GUEZ-PlCAVEA, 2001: 625).Esta primera donacion es posible relacionarla con la estrategia inicial del monarca delcontrol de los puntos avanzados del territorio, concedidos para su defensa y repoblaciona senores perrenecientes a diversos linajes, entre los que se cuenran mozarabes toledanos,"enriquec idos por la prdcti ca de la guer ra y e l botin " (RUIZ, 2003: 103). A nivel general, citarlos casos de Alarcos, cuya tenencia fue ostenrada por Diego Lopez de Haro, 0Duefias, enposesion de Rodrigo Gutierrez. Asimismo, indicar que, a pesar de desprenderse de los ana-lisis de diversos autores que Ciruela se podia encontrar entre los lugares, junto a Malag6n,Alarcos y Benavente, en los que Tello Perez recibia varias heredades en 1181 por pane delMaestre de Calauava para su repoblacion, tal donacion parece corresponder a Ciruelos, en laprovincia de Toledo (RUIZ, 2003: 146 y 147; ROOR1"GUEZ-PICAVEA, 1994: 262).Por otra parte, sobre el origen de este Armildo Melendez, serialar como apuntabamos,su pertenencia a uno de los linajes mozarabes de Toledo, siendo tanto los Armfldez comolos Melendez, Petrez, Garda 0Gutierrez pane de la elite del momento en la capital del Tajo(GONZALEZ, 1926-1930: Vol. Prel., 231; GONzALEZ, 1975: 326).En documento fechado a 4 de noviembre de 1187 vuelve a aparecer "Zuera", "Zubera" 0"Sufera", seglin la referencia bihliografica que se tome para la transcripci6n (GONzALEZ,1975: 284 y 338; VILLEGAS, 1981: 54; ROORlGUEZ-PICAVEA, 1994: 333; ROOR1"-GUEZ-PICAVEA, 2001: 605), como uno de los castillos del territorio confirmados a laOrden de Calatrava pot la Bula Pontificia de Gregorio VII, sobre los cuales Ayala Martinezindica: "... p robablemen te n in yuno , 0p rd cticamen te n in gu no , d e e sto s c a ste lla fo ero n de fdbricacristiana . F ue el fem jm en o de castralizacion isldmica del territo rio, q ue arran ca de lo s s ig lo slX yX; el qu e genera tan im po rtante red de flrta leza s, erigid as alg un as sa bre estra teg icos enclaves deepoca romana 0 utilizados en ella, com o es el caso, por ejem plo, de Caracuel, Consueg ra 0 Pie-d ra bu en a. L os c ristia no s n o h ic ie ro n sin o a co nd icio na r 0 comp le ta r lo s r ec in to s flr tific ados s ab re105 qu e se a sentaran ... "(AYALA, 1996: 67 y 68). Si pas6 a manos de la Orden, parcial 0totalmenre, con anterioridad a la fecha de la confirrnacion papal 1 0 desconocemos, aunqueanalizados los precedentes del don ante no serla de extrafiar que esto se hubiese dado. En losparalelos conocidos, de donaciones iniciales a miembros de los linajes toledanos, se observacon regularidad manifiesta una relacion ulterior de estos con las ordenes militares delterritorio, bien en e l mismo momento de su fundaci6n 0en el periodo de consolidaci6n yexpansion territorial por el sistema de enuega como familiar (RUIZ, 2003: 109). Ad em a s ,la totalidad de los castillos mencionados en la Bula muy posiblemente deban incluirse den-tro del terrirorio inicial de la villa de Calatrava otorgada por Sancho III en 1158 a la Ordenen su Iundacion y, por tanto, del distrito islarnico (ROOR1"GUEZ-PICAVEA, 1994: 333;

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    RODRfGUEZ-PICAVEA., 200]: 623). No obstante, fuese cual fuese el proceso que aeon-tecio, Armildo y sus herederos siguieron conrando con derechos sobre, al menos, parre dela propiedad, como queda aresriguado en documentos posreriores.

    Ahora bien, al analizar en su conjunro las fortalezas mencionadas en esre documenro,en ningun caso los unicos punros fortificados del rerritorio, pero sf los mas irnportanres ycon envergadura suficiente como para ser mencionados en la confirrnacion, desraca que ladistribucion de su ubicacion corresponde a las tres vias hisroricas de penerracion en e l Valledel Guadalquivir, por la llanura manchega, desde Toledo. La villa de Calarrava defend idaa poniente por Piedrabuena, Benavente y Alarcos, bordeando la ruta hacia Cordoba por e IPuerto del Milagro desde Toledo; al sur, en la via de Cordoba desde la villa, por la lejanaChillon, Almodovar, Caracuel, Ciruela y, en el paso hacia tierras jienenses, por Duenas;mientras que a retaguardia, en e I camino hacia Toledo, Malagon y Guadalerzas (RUIZ,2003: 176; AYALA, 1996: 59 y 60j AYALA, 2003a: 162). Destaca esta articulacion hastael punro que la organizacion espacial del Campo de Calatrava se concreto en esta primeraetapa, con un marcado caracter militar, en torno a las fortalezas islarnicas preexistenres, conuna gran conrinuidad como hemos rnencionado en e I asentamiento castral (RUIZ, 2003:143 y 144; RODRfGUEZ-PICAVEA., 1994: 333; RODRlGUEZ-PICAVEA., 2001: 623).

    Casi de forma paralela, desde 1191, Alfonso VIII ernprendio la transforrnacion delvecino Alarcos en una villa de nueva planra, concediendole la tenencia del castillo a DiegoLopez de Haro y, aunque la Orden de Calatrava conrase con derechos sobre el enclave,consta que e l monarca ya habia estado ororgando incluso con anrerioridad a dicha fechaheredades en su terrnino QUAN, 1995: 44). Cuatro afios despues, el 18 de julio de 1195,con las obras de fortificacion rodavia sin coneluir, emprendiendo la march a forzada haciaToledo, Alfonso vela como se perdfa todo a rnanos del ejerciro de ai-Mansur, integrado portropas almohades, andalusies y cristianas desnaturalizadas QUAN, 1995: 46). El ejercito,habiendo saltado Sierra Morena por el paso oriental del Muradal, tras dejar arras Duenas ySalvatierra y encaminarse hacia Alarcos por el Congosro, pecnotaron la vispera de la victo-ria con e I jabalon a sus espaldas para facilitar la aguada, no siendo Ciruela enemigo.

    Los alrnohades capmran Calatrava, recobrando el control sobre los pasos, vias y red casualde la rona, hosrigando adernas las tierras toledanas desde una inmejorable posicion. En 1198,la incursion desde e l noreste del maestre calatravo consigue rornar por sorpresa Salvatierra ysu alfoz, abriendo una via de penetracion casrellana, La Orden logra una nueva Bula Ponri-ficia en abril de 1199. Inocencio Hl les confirrna antiguas posesiones: Calatrava, Caracuel,Alarcos, Benavente, Zuera, Malagon y Guadalerzas, todas elias en poder de los almohades(RUIZ, 2003; 251). Hasta trece afios despues, los almohades no se deciden a reconquistarSalvarierra, teniendo presente adernas que su ubicaci6n no condicionaba la seguridad de laruta principal entre Sevilla, Cordoba y Calatrava, pero si significaba, rotas las treguas, unaamenaza como cabeza de puente para cualquier intento de sobrepasar la barrera de SierraMorena en una rona con menor protecci6n camino del Guadalquivir por su parte alta.

    Aunque no se cita expresamente, en la carnpafia de Alfonso VIII hacia las Navas deTolosa, en 1212, Ciruela debio pasar nuevamente a manos castellanas (VILLEGAS, 1981:54). Tras e I asalto de Malag6n, la toma por capitulacion de Calatrava la Vieja y e l reagru-pamiento del grueso de las tropas en Alarcos el 4 de julio de dicho afio, se ocuparon losprincipales enelaves fortificados del territorio "sin detenerse en ellos porque los moros los des-ampararon" (RUIZ, 2003: 234; RADES, 1994: fol. 27).

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    Tras la victoria de las Navas de Tolosa, el Campo de Calatrava volvio a l entorno tole-dano. La reconquista conilevo la reposicion de antiguos derechos y la plasmaci6n de nuevassiruaciones, relacion esta no exenta en caso alguno de conttadicciones internas. Los Armil-dez, Maria y Pedro, hijos de Armildo Melendez. recuperan derechos tras 1212 (GONzA-LEZ, 1975: 347 y 348), e incluso se le atribuye a Maria Armildez la construccion 0 recons-truccion de la aldea (VILLEGAS. 1981: 55), bajo e l nornbre de "Zueruela" 0 'Zuhueruela";a la 0 rden de Calatrava se le confirman antiguas propiedades en 1214 por la nueva Bula deInocencio III, entre las que aparece e l castillo de "Zuera" (GONzALEZ, 1975: 339); y elarzobispo de Toledo, Don Rodrigo Jimenez de Rada, logra de Alfonso VIII en los ultimosmornentos de su reinado e l "castrum de Zueruola", su aldea y 20 yugadas de tierra, siendoconfirmada la donancion por Enrique I el 7 de noviernbre de 1214, setialandose en lamisma que el resto del termino quedase bajo el control de Alarcos (VILLEGAS, 1995: 70;RUIZ, 2003: 243; GONzALEZ, 1975: 326 y 327).Si bien, de los cirados, la que inicialmente se tom a mas ernpefio en la prosperidad de lapropiedad fue Maria Arrnfldez, hija de Armildo Melendez, casada con Gonzalbo Petrez deTorquemada y hermana de Ana y Pedro Armildez, a l intentar parece ser repoblar, sin exito,la aldea (GONzALEZ. 1926-1930: 11,94 y 95; GONzALEZ, 1975: 347 y 348); aunquea medio plazo el mas interesado fuese, sin duda, el arzobispo de Toledo, Don RodrigoJimenez de Rada (GONzALEZ, 1975: 347 y 348).En agosto de 1225 (GONzALEZ, 1926-1930: II, 81; GONzALEZ, 1975: 347 y348), Fernando Petrez, en nombre propio y de su hermana, como herederos de los dere-chos de su padre Pedro Armlldez, veridic al arzobispo la mitad del castillo y la alquerla.Tres afios despues, en diciernbre de 1228 (GONZALEZ, 1926-1930: II, 94 y 95), DonRodrigo Jimenez de R a d a se hizo con la otra rnitad del castillo mediante compra a MarfaArmlidez, en nombre propio y de los herederos de su hermana Ana. En mayo de 1233(GONzALEZ, 1926-1930: II. 107 Yss; GONzALEZ. 1975: 347 y 348; HERVAs. 1899:"Ciudad Real", 281), se verifica la compra de los derechos adquiridos previamente sobrela sexta parre del castillo a una de las hermanas de Fernando, mediante escritura otorgadapor Gonzalbo Garda, hijo de Garda Perez de Fontelmasf y cufiado del primero, a favor delarzobispo. De igual forma, dos meses despues, en julio (GONzALEZ. 1926-1930: 11.108y 109; GONZALEZ, 1975: 347 y 348; HERVAS, 1899: "Ciudad Real", 281). otorganescrirura Gonzalbo Gutierrez de Amaya, en nombre de su esposa Urraca Gutierrez, y sucufiado Gomez Garda el Duque, en nombre de su esposa Maria, hermana de la anterior ehijas ambas de Gutier Gutierrez de Acebes y Sancha, hija esta de Ana Armildez.

    El valor toral de la compra le supuso al Arzobispado un desernbolso de 240 mizcalesalfonsies, demostrando un verdadero interes por e I castillo y la alquerfa. Motivado, quizas,por la voluntad de crear una buena puebla en el periodo justo en el que se esra restruc-turando la articulacion territorial de la zona: si tras 1189 se comienza a atisbar el fin delmodelo de ocupacion del territorio basado principalmente en el caracter militar de la redcastral previa, interrumpido bruscamente por el periodo almohade, tras 1212 el fen6menose reactiva con celeridad. Mientras la Orden de Calatrava traslada su sede en 1217 al casti-llo de Duenas, e l actual Castillo de Calatrava La Nueva; la antigua capital parece languide-cer, como mera encomienda de la Orden, para luego ya a principios del siglo 'XV trasladarsu casa principal primero a El Turrillo (Carrion de Calatrava) y con posterioridad a la pro-pia poblacion de Carrion de Calatrava, quedando convertida la iglesia calatrava en errnita(RETUERCE & HERVAs, 2001: 311); los pequefios nucleos en la orbita de Calatrava

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    absorven poblaci6n y funciones; Malag6n se recupera; se puebla Feman Caballero en tornoa 1218; la Orden de San Juan otorga Carta Puebla a Villar del Pozo el12 de abril de 1222(RUIZ, 2003: 296); Fernando III concede a Garda Fernandez la villa de La Higueruela 0"Figuerola", en rerrnino de Alarcos, en 1226 (VILLEGAS, 1990: 44); yel propio maesrre leconcede a Miguelturra Carta Puebla en 1230, una antigua alqueria dependiente del alfoz deCalarrava (OCANA, 1995: 374), que delimitaba con el camino de Pozuelo a "Ciuruela",

    Por otra parte, son estos unos dificiles afios en las relaciones entre el Arzobispado yla Orden de Calatrava debido a las diferentes interpretaciones que debian estar haciendolas partes sobre la aplicacion pormenorizada en el territorio de los privilegios de exenci6ncalatravos a los derechos can6nigos de Toledo. Esras desavenencias se zanjaran en 1245con [a Concordia General, que en la practica supuso la consolidacion de las posicionesmantenidas por los calatravos y un paulatino retroceso en las aspiraciones territoriales delArzobispado en la zona (RUIZ, 2003: 265). No obstante, en el documento se reconoceirnplfcitamenre, al no figurar entre en la enumeraci6n de lugares, que los derechos sobreCiruela correspondian Integramente al Arzobispado y, por tanto, la fundacion de su iglesiahabia sido anterior a la constirucion de la propia orden (GONzALEZ, 1975: 346).

    Tras e l intento fallido de Alfonso X de consolidar en 1254 el enclave de Alarcos comomicleo vertebrador de la rona al servicio de Ia monarqufa, se precipitan los acontecirnienros:a principios de febrero de 1255, "Zuheruela" pasa a la corona, recibiendo e l Arzobispado,el infante Don Sancho (VILLEGAS, 1986: 20), a carnbio la aldea de Hita, en Guadalajara,aunque mantiene el derecho de seguir percibiendo los derechos de sus iglesias; unos diasdespues Alfonso X otorga la Carta Puebla a Villa Real, al anriguo Pozuelo Seco de Don Gil,quedando incluido el enclave de "Cuheruela" dentro de los rerrninos de la nueva villa, juncocon "V illa r d el Pozo, F ig ue ru ela , Poblet y A luald, con todos sus term inos" (VILLEGAS, 1995:66; VILLEGAS, 1986: 16; HERVAs, 1899: "Ciudad Real", 238; GONzALEZ, 1975:350; AYALA, 1996: 59) e incluyendose posterior mente, en 1258, el terrnino de Alarcos.

    La estructuracion espacial del nuevo terrnino, aunque la anexion de Villar del Pozo nolleg6 a materializarse, se centra basicamente en el rrarno del Camino de Toledo a Cordobaentre las margenes del Guadiana y el Jabal6n, una vez trasladada la sede de la Orden deCalarrava, punto dave del sistema defensive de la Meseta y encrucijada viaria hast a esemomento (RETUERCE & HERVAs, 2001: 311), junto a un vado historico en el Gua-diana hasta el inicio del paso hacia tierras jienenses; desviado el transite viatio en el tramoa l norte del Guadiana a traves del ramal consriruido por Malagon, Fernan Caballero, Peral-villo y Pozuelo Seco de Don Gil, actual Ciudad Real (CORCHADO, 1969: 7), sin descar-rar un proceso semejante a l sur del Guadiana, entre Pozuelo Seco y Corral de Calatrava, enel que Ciruela pudo estar inmetso: fundada "Miguel Tuna", muy posiblernente para seguiraprovechando desde la Orden las ventajas de la proximidad a la via de Cordoba, com ple-menrandose mas al sur con Almod6var del Campo (VILLEGAS, 1981: 53); conquistadaC6rdoba en 1236; y fracasados los intentos de engrandecer Alarcos desde la propia coronay con un Arzobispado que ha perdido e l interes por consolidarse en Ciruela.

    Asf, en e l transcurso de la prirnera mitad del siglo XIII, "C;uheruela" pasa de identificarsecomo un ">!;ifn

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    quizd mas eleuado que el que hoy en dla estamos dispuestos a admitir como existentes ... " e,incluso, "en algunas zonas caracterizado por centros m inim os, unifam iliares ... " (VILLEGAS,1990: 43 y 44).En 1347, se cira nuevamenre el "C am ino de C iberuela" (CORCHADO, 1982: 341) 0"Ciberuela" (VILLEGAS, 1981: 66), en e J arnojonarniento de terrninos enrre Villa Real yMiguelturra dererminado por Alfonso XI, delimitacion que ha subsitido hasra la acrualidadcon escasas variaciones. El referido camino rural sigue uniendo a la capital, saliendo por lacalle y puerta de Ciruela, con el caserio actual, junto a la pefia fonificada.A finales del siglo xv, las aldeas de Ciruela, Benavente y Valverde, todas elias en rer-mino de Ciudad Real, contaban respectivamente con dos beneficios eclesiasticos cada una,mientras con solo uno estaban Poblete, Torrecila, Higueruela y Sancho Rey (VILLEGAS,1981: 84).Todavfa a finales del siglo XVIII, conraba la aldea con 20 vecinos, conociendose por"Cibiruela" (HERVAS, 1899: "Ciudad Real", 282). En 1826, nombrada como "Ciberuela"pero ya despoblada, con las familias de sus labradores residiendo en Ciudad Real, su iglesiaparroquial de Santa Marina segula prestando servicio a las once cortijadas de su terrnino yse advertfa que "... en lo antigo foe pobla., pues que aun se conseruan las ruinas de un castillosobre un solo y eleuada penasco, en donde el ignorante vulgo cree que hay tesoros enterrados ... "(MINANO, 1829: "Ciheruela").Asi, enrre las descripciones de las dos ultimas centurias, sobresale la efecruada en 1842Y publicada por Madoz: ''Cas. en la prov., part. jud y term . De Ciudad- Real. SIT. 514 deleg. NE. de esca c. Time 13 OlSAS de labor, y comprende de 3.400 a 4.000 fan. de tierra,en la que se emplean 45 pares de mulas: hay una igl. sit. En la altura llamada el Cerrillo dela H orca, y en ella se celebra misa los dias de precepto, para la asistencia de los labradores: a suinm ediaclon se halla el arruinado cast., que estuuo edificado sabre unos pehascos m uy grandes,y en centro del cas. un pozo abundante de agua saludable, aunque muy delgada, para el con-sumo de los concurrentes: en las inmediaciones hay otras foentes de mala calidad, y a menos de!1cuarto de leg. Pasa el r: [abalon, el cual bafia la deb. boyal que aunque pequefia prod. muybuenos pastos. Se cree que este cas. foese una ant. pobl., porque en su igl. se advierte todauia unapila bautismal, le eran anejos los cas. de labor de la Puebla y Cantagallos, y en el sitio de Sta.Leocadia, reducido hoy d labor, se encuentran pedazos de tejas y otros escam bras" (MADOZ,1850: "Ciruela", 326). En 1865, rnienrras se calificaba de aldeas a Valverde, Poblachuela,Las Casas y Sancho Rey, se indicaba que Ciruela era uno de los caserios mas irnportantesdel terrnino municipal de Ciudad Real, junto a Benavente y la Atalaya, sefialandose a Peral-villo y Alarcos, como despoblados (HOSTA, 1865: 71).A finales del siglo XIX, Ciruela man tenia distribuidos en su rerrnino 39 edificios, conun total de 81 vecinos (HERvAs , 1899: "Ciudad Real", 282) y, aunque ya se habla con-solidado en la nomenclatura el roponirno actual, todavia en 1907 se recordaba que tradi-cionalmente se la llamaba "Cibiruela", siendo todavia identificables los restos del "Cast il lo yvil la"(DELGADO, 1907: 57).

    Analisis ToponfmicoEn algunos casos, como resulra ser esre, los toponimos no responden a 1 0 que nos pare-cen, sino a aquello otro con que se idenrificaban. Ciruela no es un ficonimo, sino de unoronirno, por hacer referencia realmente al relieve 0 configuraci6n fisica de la superficie

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    fisica del terreno (fig. 04) y no, como en un principio pudiese explicarse, al nombre de unafruta 0elementos relacionados con ella.

    Parafraseando a Linneo (LINNEO, 1737), sefialar que si se ignora el nombre de lascosas, desaparece tambien 1 0 que de ellas sabes y, para ello, recordar las indicaciones me to-dologicas sobre toponirnia que acertadarnente efectua Federico Corriente: "Una meto do lo -gia depurada de las investigaciones de topoantroponimos d e o rig en drabe requi ere, en principia:a) Establecer l a s uariantes paleogrdficas, manuscritas 0 impresas en grafia rom ance, aclarandosu s p osib les re la cio nes co n vista s a d ete rm in er la s mds proxim as al original.' b) lntentar detectarsu foente en grafia drabe, 10 que puede s er imposib le en la to po an tro po nim ia menor; en cuyocaso s e s upondrd la mds probable , aduirtiendo de su cardcter hipotltico y dando razones de lasuposicion; c) T anto s i e xis te una grafia drabe de partida, como si ha sid o n ecesa rio sup on er u netimo, se partird pre[ erentem ente de formas a testig ua da s en andalusl, aun admitiendo en ciertamedida la inf/uencia cldsica en la antroponimia y algo menos Jrecuentemente en la toponimia;d) los etimos hipotiticos serdn siempre sometidos a examen critico, comprobando en los top6-nim os, si resultan apropiados al entorno que describen y con sid er ando s iempr e posibilidadesalternatiuas a la etimolo gia arabe ( ..) S ig uien do u na meto do lo gia correcta y garantizando en lamedida de 10posible la actitud de los datos obtenidos, no s6 10 se focilita al b is tor iador u na in fo r-macion comp lemen ta ria que pue de se r in te resa nte , sino que ocasionalmente pueden extraersed ato s lin giiistico s n o p resen tes en n in gu na otra foente ... "(CORRIENTE, 1992: 152 y 153).

    Las variantes del top6nimoPara el documento fechado en 1156, correspondiente a la donaci6n del enclave a

    Armildo Melendez, tanto Julio Gonzalez como Luis Rafael Villegas ciran el top6nimocomo "Zuera", utilizando como fuente el docurnenro existence en el Lib. Priv. Tolet. Eccl.,I, fo1. 3 del Archivo Hisrorico Nacional (GONzALEZ, 1975: 225, 347 y 348; VILLE-GAS, 1981: 53; VILLEGAS, 1990: 52). No obstante, e l propio Villegas 1 0 cita rambiencomo "Zubera" (VILLEGAS, 1995: 69). Por su pane, Manuel Corchado y Enrique Rodrl-guez-Picavea dan noticia de la donacion utilizando la variante toponfrnica de 'Zujera"(CORCHADO, 1976: 42 y 85; ROORfGUEZ-PlCAVEA, 2001: 625), urilizada ram bienpor Carlos de Ayala (AYALA, 2003a: 164).Las variantes del toponimo utilizadas por los diversos autores para referirse allugar men-cionado por la Bula Confirmaroria a la Orden de Calatrava de Gregorio VIII en 1187 apor-tan, desde la transcripcion como "C astelium de Sufera" (VILLEGAS, 2004: 816; RODRf-GUEZ-PlCAVEA, 2001: 626; AYALA, 1996: 59) 0"Zubera" (GONzALEZ, 1975: 284),hasta mantener la grafla en su forma 'Zuera"(GONzALEZ, 1975: 338; VILLEGAS, 1981:54; VILLEGAS, 1990: 47; RUIZ, 2003: 153; JUAN, 1995: 43; IZQUIERDO, 1995: 104).As], para 1199, Francisco Ruiz sigue manteniendo esra ultima para referirse allugar mencio-nado en la Tercera Bula Confirmatoria, dada a la Orden de Calatrava en abril de dicho afiopor Inocencio III, citando como fuente el Bulario de Calarrava (RUIZ, 2003: 25 L). Confecha posterior a las Navas de Tolosa, para 1214, Julio Gonzalez y Luis Rafael Villegas siguendenominando e l lugar como "Zuera", refiriendolo del analisis de una nueva Bula de InocencioIlly tomando rarnbien como referencia el Bulario de Calatrava (GONzALEZ, 1975: 339;VILLEGAS, 1981: 54). Asimismo, en ese mismo afio, el7 de noviembre, al hacer referenciaa la confirmacion de Enrique I de la donacion realizada por pane de Alfonso VIII al arzo-bispo de Toledo, Luis Rafael Villegas y Manuel Corchado transcriben, siguiendo ambos aJulio Gonzilez, 'et castrum de Zuerola cum beredirate uiginti iugorum bouum in eadem aldea"

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    (VILLEGAS, 2004: 819; CORCHADO, 1976: 91; GONzALEZ, 1960: III, nO967), si bienambos autores han urilizado en otras ocasiones disrinras la varianre "Zueruela" (VILLEGAS,1995: 70; VILLEGAS, 1981: 54) 0"castro de Zueruela" (GONzALEZ, 1975: 347).

    En la Bula Confirmatoria de Honorio III al arzobispado toledano, de 9 de febrero de1217, sobre las pertenencias de este en el territorio, Felix Hernandez publica "uineam, fu r-num, semas Zuferoiam cum om nibus terminis sui!" (HERNANDEZ, 1941: 278). En 1225,en el documento rnozarabe de compra por parte del arzobispo de Toledo a Fernando,hijo de Pedro Armildez, de su parte en Ciruela, Gonzalez Palencia copia en grafia arabe"> /z a l-hisn u /a-l-q ary a al-m usm ii al-fu ba yrfiia a l-ii-c" [f i al-bisn w a-l-karya al-m usm ii al-fubay r fiia a l- fi] (GONzALEZ, 1926-1930: 8I), transcribiendola por "Azuhe r u e l a " . Por supane, para el mismo documento, Ignacio Ferrando ofrece la graffa arabe ">fUXayrfi(wa)iasubayro la!Ubayrolasul;ayrnlasubtiruIa-c", respectivamenre, reniendo presente que e l Ultimo de los casos se puede compruebarla cicada tendencia hacia la reduccion a leI (FERRANDO, 1995: 15). Por su parte, la evo-lucien de la primera consonante, en la que se observan nftidarnenre vacilaciones iniciales,entre luI e IiI, cuenta tambien con diversos paralelos.

    Correspondencias y paralelos>$ajra< [~akhra] y su dirninurivo >!Ujayra< [~ukhayra] se encuemran docurnenrados

    como toponirnos con relariva frecuencia (EGUlLAZ, 1886; DOZY, 1898; HERNAN-DEZ, 1941; ASIN, 1944; COROMINAS, 1974; AGUIRRE & JIMENEZ, 1979; MAR-TINEZ, 1981; GARULO, 1983; TERES, 1986; CORRIENTE, 1988; CALVO, 1990;DfAZ & BARRIOS, 1991; FERRANDO, 1995; FELIPE, 1997; CORRIENTE, 1998;MMLLO, 1998; ABELLAN, 1999; RANZ & LOPEZ, 1999; FRANCO, 2002; GAR-

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    cfA, 2004; BAJO & MAfLLO, 2005); incluso, e I primero de ellos, como anrroponimocornun en la anrigua onomastica arabe (TERES, 1991: 13) y, adernas, con paralelos actua-les en el Magreb (LERCHUNOI. 1892; COLIN, 1994).

    Para los roponirnos sajra [sakhral y sus compuesros, Hernandez Jimenez ya sefiala, enun esrudio basico para e l analisis que efectuamos, que aun pudiendo ser un nombre comununa pane de los roponirnos que analiza, la palabra arabe sajra [sakhral acornpafiada de unapelarivo ' e s frecuentem ente empleada con referenda a un creston Jortificado y en cierto modopuede considerar se sinonima de Jor ta le za r oqueda" (HERNANDEZ, 1941: 87), como en e lcaso de "s-Sahar Qays" < [Saoat Kays1, actual Pefia de Echauri, en Navarra (coordenadasUTM ED-50: x=594406; y=4739606j Huso=30), mencionada en las cr6nicas de los erniresAlhakam I y 'AbdarraQm~n II, entre los afio 796 y 847 (IBN HAVYAN, 2001: 39).

    Por su pane, se localizan rarnbien diversos enclaves correspondientes a penuelas tambienfortificadas (fig. 01a), aprovechando las facilidades narurales del terreno, En Apies, terrninomunicipal de Huesca, hay atestiguado un ">bifn sajratayne" [hisn ~akhratayn], citado porAl-Razi y Al-'Udri, e identificadas con las Pefias de San Miguel ("Sen") y Aman ("Men"),flanqueando e l Saito de Roldan (coordenadas UTM ED-50: X=716140; Y=4681730;Huso=30). En la primera de ellas es donde se ubican acrualmente los vestigios defensives,contandose entre ellos con una torre rectangular de 13 por 10 metros de planra (ESCO &SENAC, 1988: 17).

    Orra "s-ai-sujayrac" [al-$ukhayral. con la connoracion de pefia forrificada, se indica conreferencia al reparro territorial entre los hijos de 'Amril b. Tirnalt, en 971/972, adjudican-doselo a Zarwal e identificandolo Helena de Felipe con Zuera 0 con Pefialcazar (FELIPE,1997: 168 y 339), mientras que, al igual que Viguera Molins (VIGUERA, 1991), SouroLasala (SOUTO. 1992: 147) se indina pDf idenrificar Zuera, siguiendo a Fernando dela Granja (GRANJA, 1966), con la relacionada por al-'Udri, sin Ilegar a determinar la[ocalizacion exacra de la mencionada en e I reparto entre los hijos de 'Amril, aunque indicaque deberia localizarse entre la Marca Superior y la Media. Asi, analizada la descripcion yteniendo en cuenra la la distribucion geografica, resulta mas plausible la idenrificacion dellugar en e l entorno proximo del castillo roquedo de Cihuela (coordenadas UTM ED-50:X=583609; Y=4584820; Huso=30). en eI lfrnire acrual de la provincia de Soria, con lade Zaragoza, en eI valle del rio Henar, entre Ateca y Deza, teniendo presente adernas queEleurerio Carracedo atribuye a la localidad e l origen del apellido "Ciueruela" (CARRA.-CEOO, 1996: 180), mencionado en docurnenro de principios del siglo XlII (GARCfA,1981: 118), aunque real ice la explicacion del toponimo a rraves de un erirno latino.

    En la provincia de Castellon. al sur del terrnino municipal de Cabanes, el Castillo deSufera, mencionado en el primer cuarto del siglo XlIl como 'Zufera"(BAZZANA & GUI-CHARD, 1977: 333), se sinia sobre un estrecho expolon rocoso de la Sierra de les Santes(coordenadas UTM ED-50: X=248430; Y=4442400; Huso=31), conrrolando e I pasonatural hacia Benicasim, en las cercanias del Castillo de Miravet y con toponirnos proxi-rnos como los de Barranco de Miravet, Agujas de Santa Agueda 0Roca de Mediodia.

    En rierras mas rneridionales, se constata, durante e I proceso de ocupacion alrnoravidedel Valle Alto del Guadalquivir, en 1091. una ">al-fujayraSajra a l- Wa la dal-fujayrfi-c" [ahukhayraJ. se idenrifica con e I castillo que domina Ricore, conocido rambien comode los Per iasca les , sobre el do Segura (coordenadas UTM ED-50: X=643650; Y",4224720;Husoe Hl), es el nucleo de la rebelion de Muhammad b. Yusufb. Hud al-Yudami, en 1228

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    (AGUIRRE & JIMENEZ, 1979: 238). Mienttas, en la via de cornunicacion de Cordobaa Granada, se encuentra Zuheros, can su castillo sabre un pefiasco, mencionado ya afinales del siglo IX (coordenadas UTM ED-50: X=384450; Y=4155600; Huso-GO), y,en Pinos Puente, Granada, el Pefion de Zujaira (ASfN, 1944: 145; CORRIENTE, 1977:55; CALVO, 1990: 54; DtAZ & BARRIOS, 1991: 168), can coordenadas UTM ED-50:X=428700; Y=4123800; Huso=30.

    Asimismo, en el Narte de Africa, durante los ultimos momentos de la lucha entre almo-ravides y almohades, se seriala otro dual ( ">a l $a ja ra fan

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    Analisis del enclaveTeniendo en cuenta 1 0 expuesro con anterioridad, Ciruela se presenta como un enclavedefensivo islarnico en el corredor de cornunicacion entre Caracuel y Calarrava la Vieja (fig.02), posteriorrnente ocupado como tenencia nobiliaria rras la reconquista del territorio en

    1147, por pane de los Armildez, y que conto con un creciente interes por pane del arzo-bispo de Toledo hasta la Concordia con la Orden de Calarrava de 1245, pasando en 1255a manos de la corona para formar parte, a continuacion, del espacio rerriroral inicial en lafundacion de Villa Real.Integrado dentro de la red castral cristiana del terrirorio, continuadora en gran medidadel precedenre islamico y descartada la posibilidad de habet sido en su rnomento atalayadel castillo de Alarcos, al haberse comprobado que no existe visual, ''Zufera'' se localiza enel camino que, desde el vado de Valdarachas, sobre el jabalon, se dirige hacia Calatrava laVieja, por Miguelturra, con anterioridad a Ia fundacion de Villa Real y relacionado, conmuch as posibilidades, con la reconfiguraci6n territorial que supuso el traslado de la capi-talidad del iqlim de Oreto a Calatrava la Vieja por Muhammad I en el 854. En el rramodel Camino de Cordoba, correspondiente a la jornada de viaje entre Caracuel y Calatravala Vieja, en el que se documema una gran densidad dernografica, con la exisrencia de unpoblamiento disperso en alquertas y, pausiblemente, rambien en unidades inferiores depoblacion, a la que debi6 contribuir el reasenramienro de la poblacion de Oreto.

    De los restos defensivos, quedan escasamente los vestigios del inicio de una rorre, apro-vechando al maximo el otero natural que brinda la petia: unas hiladas de mamposteriairregular, en roca volcanica, con refuerzos de sillarejo en las esquinas, correspondientes ensu parte mas baja a la regularizaci6n de la roca para la cirnentacion (fig. 04d y 04e). Inac-cesible actualrnente la parte superior del penasco, presenta zonas laterales de derrumbe quehan arrasrrado pane de la cimenracion en las caras norte y oeste (fig. 04a).

    Asimismo, pegada a los pies del penasco, entre este y los restos de la antigua iglesia, seobserva una plataforma cuadrangular, bordeada en rres de sus frentes por un muro, cuyolado meridional no guard a alineacion alguna con los muros de Santa Marina. Asi, cabeidentificar tam bien los restos de esra area con parte de las estructuras del castillo descritopara Madoz en 1842: "... d 5U inmediacion [de fa igles ia] se haIfa el arruinado cast., que estuuoedificado sabre unos peiiascos m uy grandes ... ". Ademas, se derecra la presencia de un largomuro que, enlazando, con la anterior estructura en su extremo NE, se dirige cerro abajo,por la ladera norte del cerro, hasta la vaguada (fig. 04a).

    Las dificultades naturales, en el caso de la atalaya, y de 1 0 somero de las restantes esrruc-turas no posibilitan llegar a concretar su cronologfa inicial, a pesar de la constataci6n deceramics islamica en sus proximidades y de su reutilizacion con total seguridad tras lateconquisra, debiendo formar parte todas elias del "i-bisnc" 0"castrum" mencionado en ladocumentacion.

    De la evolucion historica del enclave y entorno territorial, el analisis toponfrnico y losparalelos peninsulares, se desptende la presencia inicial en epoca islarnica de una sajra[!j:akhralforrificada, atendiendo tanto a la inruicion de Hernandez Jimenez (HERNAN-DEZ, 1941: 87), como a las definiciones mas recientes ofrecidas respectivamente porBonaassie y Dalliere-Benelhad: una roca, un penasco, un "nido de dguifa", con una murallapara cubrir las brechas entre las rocas (BONNASSIE, 1976; 26); un reducto defensivo, launidad fortificada mas pequefia existente, normalmente sobre un roquedo para comrol

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    de una tuta 0una villa (OALLIERE-BENEHALO, 1983: 63-65). En este sentido, JuanZozaya (ZOZAYA, 1998: 27; ZOZAYA, 2005b: 403) sehala tipologicamente la posibleadscripcion a la iniciativa esratal de estas fortificaciones rutales, en relaci6n ditecta con las"alijas" y los ''aguilares'' castellanos, derivados toponimica y conceprualmente del termino>bajjara< [hadjdjara] y >a l-bajja ra t a l-Nu su r [al-I;adjdjarat al-Nusur] como resultado deuna forma de fortificacion temprana (ZOZAYA, 2005a: 38). Por el contrario, evaluandootras posibilidades, sefialar que, Alfonso VII otorgase recien conquistada la zona un enclaveen vanguardia que no dispusiese previarnenre de la mas minima fortificaci6n, resulta difi-cilmente imaginable, ramo por la trayectoria de las donaciones reales de la epoca, como por1 0 arriesgado de aceptar la empresa.

    Por su pane, la antigua parroquia de Sama Marina, de una sola nave, con cabecerareformada y acceso lateral, rnantiene en pie parte de sus muros perimerrales (fig. 04c), conzocalo de mamposteria y alzado de tapial, salvo en la zona de la cabecera, habiendo sido sumodesra portada gotica de silleria reubicada hace unas decadas en el acceso a la sacristfa dela acrual parroquia de la vecina localidad de Miguelmrra.La mayor densidad de restos en superficie, junto al lado sur de la parroquia (fig. 04b)yen un radio de unos cien metros, atestiguan la alqueria, como enclave de poblarnientooriginal, con fragmenros de cerarnica islamica cormin, algunos arribuibles daramente alperi6do de ocupacion almohade, jumo a numerosos fragmentos de material de construe-cion, teja curva y ceramica bajomedieval (RETUERCE, 1994: 20).

    A l orro [ado de la pequefia vaguada existente al Este del Cerro de la Horca, se halla laactual aldea, venida a menos yen pesirno esrado (fig. 03). Oestaca en ella, el pozo comunalexistente al borde del camino que, desde Valdarachas (roponimo tarnbien de inreresanterelacion con e l territorio) asciende hacia Miguelturra y el cruce de carninos. En la amiguacamera de piedra volcanica, situada al Norte de la pefia, en e l frente de la colada volcanicadel Cerro Zurriaga, junro al camino de Valdarachas, todavia se advierten los trabajos delabra y algunas piezas de molino 0 jaraiz inacabadas 0 defectuosas.

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