cholula, su herencia red de agujeros

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Un estudio sobre la ciudad de Cholula

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  • Elementos: ciencia y culturaBenemrita Universidad Autnoma de [email protected]: 0187-9073 MXICO

    2004 Anamara Ashwell

    CHOLULA: SU HERENCIA ES UNA RED DE AGUJEROS. PARTE I Elementos: ciencia y cultura, julio-septiembre, ao/vol. 11, nmero 054

    Benemrita Universidad Autnoma de Puebla Puebla, Mxico

    pp. 39-51

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    CHOLULA, GIGANTES Y XELHUAN:

    EXGESIS DE UNA PLACA CONMEMORATIVA

    El Ayuntamiento de San Pedro Cholula, en el trienio de 1993-1996,1comision al muralista de la historia tlaxcalteca, al maestro DesiderioHernndez Xochitiotzin, la ilustracin de un texto que se titul Leyendasobre la Fundacin. El texto y la ilustracin se fundieron en bronce y laplaca se coloc ceremoniosamente en los portales de la ciudad, a uncostado de la entrada del Ayuntamiento.2 La leyenda dice:

    [...] en la poca del diluvio moraban sobre la tierra los gigantes,

    muchos perecieron sumergidos en las aguas [...] solo siete

    hermanos se salvaron en las grutas de la montaa del Tlalo-

    can. Xelhua, el gigante, fue al sitio que despus se le llam

    Cholollan y con grandes adobes fabricados en Tlalmanalco y

    conducidos de mano en mano por una fila de hombres [...]

    comenz a construir la pirmide en memoria de la montaa

    en que fue salvado. Irritado Tonacatecutli, padre de todos los

    dioses, que la obra amenazaba con llegar a las nubes lanz

    al fuego celeste y con una piedra en forma de sapo mat a

    muchos de los constructores [...] dispersndose los dems y

    no pas adelante la construccin [...] el monte artificial sub-

    siste todava atestiguando el poder de Xelhua [...]3

    E l e m e n t o s 5 4 , 2 0 0 4 , p p . 3 9 - 5 1

    Cholula:su herencia es una red de agujeros

    PARTE I

    Anamara Ashwell

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    La fuente de esta cita es Mariano Veytia (1717-1807),4 oms propiamente Mariano Fernndez de Echeverra y Veytiay Edward Kinsborough (1795-1837), es decir, se trata de unahistoria sobre la fundacin de Cholula que estos autores delsiglo XVIII recogieron de los documentos y cdices mexica-nos acopiados por Lorenzo de Boturini, despus de su llega-da a Mxico en 1735.

    El grueso de la obra de Mariano Veytia es de preocupacinmoral y religiosa, aunque con celo novohispano escribi tam-bin una historia de la fundacin de Puebla y sobre la historiaantigua de Mxico. Fray Juan de Torquemada, cuya Monarquaindiana fue publicada en 1615, fue una fuente importante paraVeytia, y Torquemada haba recurrido directamente a algunoscdices mexicanos. Veytia tambin debi tener acceso directoa algunos documentos mexicanos originales de la coleccin deBoturini para la elaboracin de La Historia antigua de Mxico:es preciso recordar que entre los cdices y manuscritos acopia-dos por Boturini estaban incluidos no solo la nica transcripcin(de Fernando de Alva Ixtlilxchitl, 1578-1648) de los Anales deCuauhtitlan y La leyenda de los Soles (1558), que dan cuentasobre gigantes y las eras solares en la cosmogona mesoameri-cana, sino tambin la Historia Tolteca Chichimeca (HTC, 1565),documento hbrido con textos en nhuatl y pictografas, querelata la conquista tolteca-chichimeca y sita a Xelhuan, jefe delos nonoalcas, en el Valle de Puebla.5

    La versin pictogrfica de Desiderio Hernndez Xochi-tiotzin provino, a su vez, de las reproducciones facsimilaresde la magna obra de Edward Kingsborough Antiquities ofMxico. Entre 1831 y 1848, Kinsborough public en nuevevolmenes su versin de la historia del Mxico antiguo, confacsimilares de cdices mexicanos (Mendocino, Telleriano-Remensis y Vaticano, entre otros). Los dos ltimos volme-nes se imprimieron pstumamente debido a que el autor fueencarcelado por las deudas contradas en la compra de pa-pel y muri de tifo, en una crcel de Dubln, a los 42 aos.Sin embargo, su obra divulg la primera reproduccin litogr-fica del llamado Cdice Vaticano A, o Ros, en la cual sealude con un pictograma a la leyenda sobre los gigantes quecrearon la pirmide de Cholula.

    Las fuentes originales de esta versin de los gigantes enla fundacin de Cholula, de Veytia, Kingsborough, y as deD.H. Xochitiotztin y finalmente del Ayuntamiento cholultecaen el trienio de 1993-1996, entonces, podemos remitirlas alos cdices y documentos mexicanos de la coleccin de

    Boturini Benaduci y, en particular, al Cdice Vaticano Latino3738, o Vaticano A, que se conserva actualmente en la Bi-blioteca Apostlica Vaticana en Roma.6

    El Cdice Vaticano A es tambin conocido como el CdiceRos porque fue un religioso de la orden de Santo Domingo,llamado fray Pedro de los Ros, quien, alrededor de 1562, lomand pintar a un tlacuilo indgena en las ciudades de Mxico yPuebla. Algunas de las figuraciones del cdice provienen deotros cdices, y ya Alexander von Humboldt haba sealadoque mostraba semejanza con el Cdice Telleriano-Remensis.Despus de muchas investigaciones e intensos debates,7 hoyse acepta que el Cdice Vaticano A del padre Ros es una copiaque Ros mand realizar del Cdice Telleriano Remensis. Lasalusiones a Cholula y a la regin de Puebla provienen delhecho de que el padre Ros, antes de morir (1564-65), estuvoasignado al convento de Santo Domingo, en Puebla, y muyprobablemente algunas partes del cdice se compusieron all.

    Sin embargo, por ser copia del Telleriano-Remensis ydestinado al Vaticano, se introdujo, adems de las aportacio-nes del tlacuilo historiador nativo comisionado por Ros, elcomentario de dos escribanos en italiano cuyo lenguaje teo-lgico y moralista no solo los delata como monjes sino comoespaoles. El resultado es un documento pictogrfico hbridoque propone un conjunto de especulaciones europeas sobreel origen de los habitantes de Mesoamrica y que fundeelementos iconogrficos occidentales con las del propio tla-A N A M A R A A s h w e l l

    Quetzalcatl, Cdice Florentino, sumario f. 10 v.

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    cuilo-historiador indgena y confunde, adems, etapas y di-versas tradiciones culturales mesoamericanas.8

    Se trata, entonces, como es el caso con todos los cdi-ces coloniales, de una narracin histrica obtenida desdeuna memoria indgena inducida por preguntas, imgenes,predisposiciones y prejuicios de religiosos cristianos.

    Estos primeros cronistas cristianos, despus de una inicialcerrazn que llev a la destruccin de todos los documentospictogrficos e histricos que atesoraban la memoria de los anti-guos cholultecas, comprendieron prontamente la importancia quetenan las imgenes para los indgenas cholultecas y utilizaronesta disposicin para convertirlos al cristianismo. Motolina des-cribi, por ejemplo, la importancia que tenan las figuracionespara lograr la confesin de los cholultecas, y cont que mientrasestuvo en Cholula, ante tantos cholultecas que buscaron la con-fesin, l prohibi se escuchara a ninguno, si ellos no escribansobre papel sus pecados, llevndolos pintados con caracterescomo los que de nosotros e confiesan por escrito.9 As, promovi-dos, los cdices como el Telleriano-Remensis y el Vaticano Anarraron la zaga de Xelhuan y los gigantes en Cholula no solocon el lenguaje cristiano sino con una secuencia espacial occi-dental que distorsion esencialmente la cosmovisin religiosa delos cholultecas prehispnicos.

    En cuanto al origen antiguo de Cholula en los mitos cosmo-gnicos mesoamericanos, el Cdice Vaticano A ubica a la ciu-dad en la edad del Chalchiuhtlicue, del primer Sol, es decir, en

    el comienzo mismo del tiempo csmico y sagrado de Meso-amrica; se trata de una era solar que concluye por un diluvio yque, con variantes, viene narrada en otras fuentes coloniales:

    [...] esta era la primera edad que ellos dicen, en la

    cual rein el agua hasta que vino a destruir al mundo

    que haban multiplicado aquellos dos primeros hom-

    bres que el principio tenan aquel gran seor trino.

    Segn su cuenta, aquella edad dur cuatro mil y

    ocho aos, y cuando vino este gran diluvio dicen

    que los hombres se transformaron en peces y los

    peces grandes ellos los llaman tlacamichin, que quie-re decir hombre pez. Dicen los ms ancianos de

    Mxico que escaparon de este diluvio: un solo hom-

    bre y una sola mujer, de los cuales despus fue

    multiplicado el gnero humano. El rbol en que se

    escaparon llaman aueuete; y dicen que vino estediluvio en la letra diez, segn su computacin, que

    ellos representan con el mismo signo del agua, el

    cual, para mayor claridad, meteremos en su calen-

    dario. Durante la primera edad dicen que no coman

    pan, salvo cierto gnero de maz silvestre que se

    dice atzitziutli. Llamaron a esta primera edad conitzal[...] lo que quiere decir cabeza blanca [...].

    Cholula: su herencia es una red de agujeros

    Cdice Vaticano A (3738) f. 4 v.

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    Y seguidamente introduce dentro de la era mtica y anti-gua de gigantes, el nombre de un capitn Xelhua que laHistoria Tolteca Chichimeca (1545-1565) nos dice fue el go-bernante de los nonoalca-chichimecas. La HTC explica quedespus de la cada de Tula, en un ao 1 tecpal, es decir, en1116, Xelhua emigra con su pueblo a la regin de Tehuacn-Teotitln y Coztcatln. El Cdice Ros lo describe as:

    [...] Otros dicen que no slo escaparon de este

    diluvio aquellos dos del rbol, sino que otros siete

    quedaron escondidos en ciertas grutas y que, pa-

    sado el diluvio, salieron y repararon (repoblaron) el

    mundo repartindose por l, y aquellos que des-

    pus los sucedieron adorbanlos como dioses, cada

    uno en su nacin. As los tepanecas adoraban a uno

    que se deca Ueueteotl, y los chichimecas a Quet-

    zalcatl y los coluas a Ciuacouatl, porque de ellos

    salieron sus generaciones, y por eso tomaban muy

    en cuenta el linaje, y donde se encontraban decan:

    yo soy de tal linaje y a aquel primer fundador suyo

    le adoraban y le hacan sacrificios y decan que

    aquel era el corazn del pueblo [...].

    [...] Hubo, en esta primera edad, gigantes en

    este pas, a los que llamaron tzocuilicxe que de tandesmesurada grandeza que refiere un religioso de la

    orden de Santo Domingo, llamado fray Pedro de Ros,

    quien es el que recopil la mayor parte de esta

    pintura, que vio con sus propios ojos un diente

    molar de la boca de uno de ellos, que encontraron

    los indios de Amecamecan andando adornando las

    calles de Mxico en al ao de 1556 [...] Uno de

    aquellos siete, que dicen haber escapado del dilu-

    vio, dicen que multiplicndose [...] se fue a Cholula

    y ah comenz edificar una torre que es aquella de

    la cual ahora aparece la base de ladrillos. El nombre

    de este capitn era Xelua. La edificaba para, en

    caso de venir el diluvio otra vez, poder escapar en

    ella. La base tiene 1800 pies de largo. Y estando ya

    en gran altura, cay del cielo un rayo y la destruy

    matando mucha gente. Y por ese temor los mexica-

    nos, de quienes era patrn un tal Uemac (?), deli-

    beraron juntos para pedir consejo a su dios [...] el

    cual les orden que ayunaran ocho aos [...] Y

    testimoniaron el ayuno [...] la tierra los trag. Y los

    que quedaron han profetizado la destruccin de

    Tula, que vino poco despus [...].

    Aclarando de paso la participacin del propio fray Rosen la propagacin de lo que debi ser un mito indgena muyantiguo sobre los gigantes en los tiempos del primer Sol(viene contado tambin en los Anales de Cuautitlan, porejemplo) pero situando a estos gigantes como vasallos de uncapitn Xelua, en Cholula.

    Debemos a Paul Kirchhoff10 el primer estudio comparati-vo de fuentes coloniales tempranas que aclar finalmente lasconfusiones que el Cdice Ros introdujo y propag sobre lapresencia del capitn Xelhuan en Cholula as como dealgunos otros aspectos de su historia antigua cholulteca. Losnonoalca-chichimecas de Xelhuan en la Historia Tolteca Chi-chimeca, como lo hizo notar Paul Kirchhoff, fueron uno entresiete pueblos chichimecas, y Xelhuan es uno entre los cuatrogobernantes nonoalcas (Ueuetzin, Quauhtzin, Citlalmacue-tzin son los otros), que emigraron desde Tula hacia el Vallede Puebla a principios del siglo XII. La HTC refiri que porinstigacin del sacerdote gobernante Huemac, los nonualcas

    Fuente: S. Surez, S. Martnez, INAH, 1996.

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    emigraron quince aos antes que los tolteca chichimeca aCholula (quienes, a su vez, arribaron a Cholula en 1168 enuna zaga migratoria que dur ms o menos 36 aos). A estemismo grupo tnico y al mismo acontecimiento se refiritambin fray Toribio de Motolina en sus Memoriales (1543):

    [...] dicen que estos indios de la Nueva Espaa

    traen principio de un pueblo llamado Chicomoztoc

    que en nuestra lengua castellana quiere decir siete

    cuevas. Comienza a contar de un anciano viejo de

    que ellos toman principio llamado por nombre Izta-

    cmicoatl. Este de su mujer llamada Ilancueitl hobo

    seis hijos. El primero llamaron Gelhua [...] o Xelua

    [...] este pobl a Cuauhquechulan (Huaquechula) y

    a Itzucan (Izcar), Tzepatlan (Epatln), Teopantlan

    y despus a Teoacan (Tehuacn), Cuzcatlan (Coz-

    catln), Teutitlan (Teotitln), etc. [...].11

    La ruta de emigracin de los nonoalcas chichimecas latraz Paul Kirchhoff desde varias fuentes y as se pudo estable-cer que pasaron de Tula a Cuernavaca, Tepoztln, Amecame-

    ca, Quauhtinchan, Huaquechula, Tehuacn y por la mixtecachocho-popoloca hasta Teotitln en la regin mazateca: entotal, 76 lugares que llegaron a constituir un amplio territorioconquistado y poblado por los nonoalca-chichimecas de la avan-zada de Xelhuan. Sin embargo, segn lo anot Kirchhoff, ningu-na fuente menciona que Xelhuan se detuvo en Cholula salvo elCdice Vaticano A, que lo ubica como constructor de la pirmi-de en Cholula en la improbable fecha de 1194. Solo un gober-nante de un subgrupo nonoalca que particip en la conquistade Chalco qued registrado en un documento de Quauhtinchancomo un nonoalca que encontr su muerte en Cholollan en unao 6 tochtli y la HTC lo identifica como Timal, un apellido quean se preserva en varias familias del barrio de Santiago en laCholula actual. Esto podra indicar que algunos subgrupos no-noalcas se detuvieron en Cholollan e incluso se quedaron aresidir aqu, pero todos ellos llegaron, a comienzos del siglo XII,a una ciudad cuyo centro ceremonial, es decir su pirmide,llevaba ya muchos siglos de haberse erigido.

    Xelhuan no fue, entonces, un capitn, como narra la le-yenda de Veytia en la placa conmemorativa de su fundacinen Cholula, siguiendo el Cdice Ros; menos an el constructorde la pirmide cholulteca, y con seguridad este guerrero nonoa-lca chichimeca que la HTC dice muri en el camino, quien tuvouna estatura normal, nunca estuvo en la gran Cholollan.

    En las tradiciones orales de los barrios de Cholula, sinembargo, desde una memoria promovida histricamente porlas enseanzas de los frailes franciscanos y el clero regular ysobre la cual ha insistido el Ayuntamiento del trienio 1993-1996, que coloc una placa alusiva, se insiste en atribuirle aun capitn y a gigantes antiguos el momento de la funda-cin de su ciudad. Las diversas tradiciones orales general-mente ya no recuerdan ni concuerdan en el nombre del guerrerofundador, pero existen varias versiones, en diversos barrios,sobre los huesos de gigantes, siempre descritos como degentiles, que continan apareciendo, casi de manera idnti-ca a como se le apareci ese molar al propio padre Ros enAmecameca, en 1556 (segn el Cdice Vaticano A).12

    La periodizacin cosmolgica del mundo mesoamericanodel Cdice Ros (que se cuenta con variantes en varias tradi-ciones y cdices coloniales), con sus ideas semejantes sobreun gran diluvio al inicio y los cuatro soles o edades (cada unocon un dios reinante, una o dos caractersticas especficas yun cataclismo que lo clausura), pertenece a los mitos msantiguos y de larga duracin de la historia mesoamericana.

    Fuente: J. Paddock, Cholula en Mesoamrica, 1987.

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    Quizs porque est estructurado y tiene una estrecha relacincon los ciclos agrcolas, su funcin sagrada y de cohesin oidentidad cultural perdur incluso entre tradiciones actuales deculturas indgenas de Mxico.13 Sin embargo, cada grupo cul-tural, en este proceso de integrar sistemas ideolgicos hetero-gneos de larga duracin histrica, a lo largo y ancho delterritorio mesoamericano, debi introducir sus aportacionesespecficas al mito cosmognico. La alusin a Cholula envarias fuentes tempranas demuestra no solo que los cholulte-cas estn entre los primeros pueblos mesoamericanos, sinotambin habla de su centralidad en los relatos fundacionalesde las culturas del altiplano. La historia antigua de Cholula,como lo demuestra y lo deforma el Cdice Ros, pertenece (enpalabras compuestas entre Miguel Len Portilla y Alfredo L-pez Austin) a la trama y la urdimbre [...] de los relatos funda-cionales que constituyen con cierta homogeneidad subyacente[...] el texto primordial de Mesoamrica.14

    Es muy probable que en Cholula o sus alrededores, el padreRos pudo haber recogido una tradicin especfica que atestigude la presencia de gigantes en el momento inicial y sagrado delnacimiento de las culturas y los hombres en esta regin. Lapresencia de los gigantes en el mito cosmognico, durante la eraque concluye con el diluvio, se repite en cdices prehispnicos ycoloniales,15 aunque en el Cdice Ros los gigantes estn situa-dos expresamente en Cholula y confundidos, a su vez, con lamigracin nonoalca de la HTC muy posterior.16

    Como ya lo coment, El Cdice Ros o Vaticano A es undocumento hbrido, con pictogramas elaborados desde la tra-dicin indgena del tlacuilo-historiador y con representacionesque estilsticamente provienen de Europa. Lo que es impor-tante para dilucidar su referencia a los gigantes en Cholula, entiempos primigenios de Mesoamrica, es que si bien en estaprimera edad de Chachiuhtlicue, la diosa de los lagos y rosque arrasa con el mundo y los hombres con un gran torrentepluvial, est dibujada dentro de la tradicin estilstica mesoame-ricana y tenemos referencias a su importancia en esta regindesde otras fuentes, el gigante, pintado a sus pies en elCdice Ros, est trazado al estilo europeo. A un lado de sufigura se escribi en nhuatl la palabra tzocuillicxeque, queLuis Reyes Garca traduce como los que tienen tres pies eidentifica con la tradicin nahua de aquellos seres de la pocaoscura primordial. Y al otro lado de la figura, el texto enitaliano, dice como gigante. Todo ello nos hace suponer queel tlacuilo indgena no tuvo conocimiento de una tradicinpictrica propia para rendir la leyenda de los gigantes enCholula dentro de una estilstica mesoamericana. Sin embar-go, se vio compelido a representarla, quiz, porque el padreRos haba sabido de su existencia por tradiciones orales en laregin y se ocup incluso de reunir pruebas fsicas para elVirrey de la presencia de estos gigantes en el valle poblanocon un molar que desenterr en 1556, en Amecameca.

    Si el mito del origen de los hombres en la cosmovisinmesoamericana tena ubicado o no a los gigantes especfi-camente en Cholula, en los tiempos primordiales; si existie-

    Adriana Zehbrauskas, Serto do Cariri, Brasil, 1996.

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    ron cdices que atesoraron esa memoria pero la tradicindel tlacuilo que pint el Cdice Vaticano A no los conoci, essolo uno de los muchos aspectos de la historia antigua y dellugar que Cholula ocup en el universo mtico mesoamerica-no que permanecen todava en el misterio.

    La investigacin arqueolgica, sin embargo, nos ha podi-do situar a Cholula, como lo indican los mitos fundacionalesde las eras solares, entre los primeros centros habitacionalesurbanos mesoamericanos; es decir, como una de las ciudadesmatrices cuyas tradiciones contribuyeron y participaron delconjunto de creaciones y mitos toltecas segn sern narradospor los nahuas en el momento de la conquista y destruccinde Mesoamrica. Cholula surgi, efectivamente, cronolgica-mente, en los tiempos originales de Mesoamrica. Y persisticomo una ciudad viva, hasta el presente, cuando todas lasdems ciudades contemporneas se extinguieron.

    CHOLULA: UNA INIMAGINABLE ANTIGEDAD

    La arqueologa nos demuestra que Cholula es el resultadode un prolongadsimo proceso civilizador: durante mileniosse desarroll a partir de la intervencin de mltiples pueblos,con diversas culturas y lenguas, en un vasto valle al oriente

    de las cordilleras volcnicas y de la cuenca de Mxico en elaltiplano mesoamericano.

    El desarrollo humano arcaico en este valle poblano tlax-calteca tiene evidencia de presencia humana que data depor lo menos 20,000 aos a.C., y Cholula est entre sus msantiguos centros urbanos. Aqu, hombres y mujeres se asen-taron, primero como recolectores y cazadores, despus do-mesticaron el maz, perfeccionando con el tiempo las tcnicasdel cultivo y del riego hasta la aparicin de los primerosgrandes centros ceremoniales en el periodo preclsico tem-prano (1500 a 400 a.C.).

    Para tener una idea de la antigedad de los hombres ysus culturas en este valle basta recordar que:

    Al margen del antiguo cauce del ro Atoyac, arquelo-gos encontraron evidencia de una ocupacin humana que seinici en 7000 a.C. y que en sus dos primeras fases abarcun tiempo de ocupacin de ms de 4500 aos.17

    Una veintena de plantas y rboles frutales (chile, cala-baza, aguacate, maz, amaranto y algodn) fueron especiesidentificadas y algunas domesticadas en arcaicos cultivos,entre 6000 y 7000 a.C., en el valle de Tehuacn.18

    Adriana Zehbrauskas, Fiesta de las Orixs, Sao Paulo, Brasil, 1998.

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    Existen evidencias arqueolgicas que demuestran que3000 a.C., las culturas del valle poblano tlaxcalteca ya enco-rralaban al perro (Cannis familiaris) como alimento; entre1600 a 1200 a.C. (cultura Tzompantepec), en reas circun-dantes a Cholula as como en otras regiones del valle, exis-tieron ncleos de poblacin sedentarios, con prcticasagrcolas y sistemas de riego incipiente as como cultos reli-giosos complejos.19

    Si se piensa en Cholula nicamente en el periodo clsi-co (200-800 d.C.), es decir, en el momento del auge y decli-ve de Teotihuacan, como ya lo han advertido otrosinvestigadores,20 se elimina la contribucin histrica milena-

    ria del alto desarrollo humano y cultural alcanzado en el vallepoblano tlaxcalteca con anterioridad.21

    Los materiales cermicos de la fase ms antigua (Tzom-pantepec, 1600-1200 a.C.) en el valle poblano tlaxcalteca ates-tiguan de esta contribucin: la confluencia de las culturas delGolfo y de otros centros culturales en Chiapas y Guatemalahacia el valle son notables; en la fase Tlatempa (1200 a.C.-800 d.C) la cultura olmeca se reconoce en dos villas (y en seisasentamientos en total) clasificando al valle dentro del hori-zonte cultural olmeca; un horizonte cultural propiamente delaltiplano se muestra muy tempranamente, entre 800 y 400a.C., en aldeas y villas; y un notable desarrollo cultural religio-so que los arquelogos describieron como culto al tejn o aalgn animal similar por la presencia de incensarios y figurillasde barro, es detectado. En este periodo (y de manera notableen la fase Texcoloc, 800-350 a.C.) se multiplican los centros

    ceremoniales que dan muestra de una cultura religiosa y cvi-ca ms estructurada en las inmediaciones y en Cholula: pue-blos que debieron contar ya con una teocracia incipiente, esdecir, con sacerdotes-gobernantes asociados al incrementodemogrfico y a una creciente urbanizacin, con plazas, cen-tros cvicos, plataformas y templos.22

    De manera importante la explotacin del maguey y delquiote se multiplic en el valle: se han descubierto hornosconstruidos de manera central en los pueblos, al grado de

    que algunos arquelogos consideran que la vida en el vallegir en torno a ellos.23 Entre 600 y 300 a.C. tenemos, en lainmediaciones de Cholula, poblados cvico-religiosos con es-tructuras arquitectnicas que alcanzan quince o ms metrosde altura, estructuras estucadas, la presencia de panteonessagrados y reas de juego de pelota que rpidamente sereprodujeron en otros centros cvico-religiosos del valle. Losarquelogos encontraron tambin una notable influencia deculturas del Occidente en el valle, que se sobreponen o sefunden con aportaciones del Golfo, sur y sureste de Meso-amrica. Este es el periodo del auge del comercio y, porconsecuencia, de un sector comercial que se ve fortalecidopor el otro desarrollo cvico importante, en la cuenca delValle de Mxico, del otro lado de la cordillera volcnica. Unacultura denominada proto Teotihuacan ocupar a partir deentonces espacios en el norte y el oeste de Tlaxcala, ycoincide en tiempo (alrededor de 600 a.C.) con la crecientenucleacin poblacional en torno a Cholula. Al mismo tiempo

    Adriana Zehbrauskas, Oaxaca, Mxico, 1997. Adriana Zehbrauskas, Oaxaca, Mxico, 1997.

  • 47Cholula: su herencia es una red de agujeros

    que otros centros cvico-religiosos en el valle son abandona-dos o se despueblan en favor de Cholula (entre 300 y elinicio de la era cristiana), entramos en la fase que los ar-quelogos llaman proto Cholula: de una pequea villa, Cho-lula se transforma rpidamente en una enorme ciudad.24

    La Conejera, como fue bautizada por los arquelogos delproyecto INAH en 1970, es la estructura piramidada ms antiguadel centro ceremonial cholulteca: data de aproximadamente 200-100 a.C. Un entierro, de un hombre de 18 a 20 aos, con

    deformacin craneal, que fue encontrado en su interior,25 de-muestra la influencia de prcticas mortuorias de las culturasolmeca del Golfo y del sureste de Mxico aunque, tambin, porlos adosamientos posteriores, de la relacin que Cholula tendr,a partir de entonces, con las culturas de la cuenca del Valle deMxico, es decir, Teotihuacan. El alto desarrollo cultural de lasculturas del valle poblano tlaxcalteca, sin embargo, dej sushuellas en la Conejera: justo antes del adosamiento (entre 200-350 a.C.) de tableros que la asemeja y la distingue de monumen-tos teotihuacanos, hay indicios de que este templo fue abandonadoy sellado con tierra. Se trata del aporte cultural de una historiaantigua, exhibida por la clara separacin entre los vestigios pre-clsicos de los primeros pobladores de Cholula y los adosamien-tos teotihuacanos posteriores, que indican el alto desarrolloindependiente de las culturas del valle poblano tlaxcalteca y deCholula, a los cuales nos referimos escasamente.26

    Cholula no comienza entonces con Teotihuacan,27 aun-que fue en el horizonte clsico, al quedar todas las culturas

    del altiplano subordinadas a su enorme podero, entre 200-800 d.C., cuando se convirti en la gran urbe comercial, laciudad sagrada comercial, como la llam Paul Kirchhoff.28La investigacin arqueolgica y la clasificacin de su cermi-ca dio cuenta del intenso comercio mesoamericano que seorganiz desde la ciudad: mercancas tradas del ms remo-to sureste y sur de Mesoamrica, desde las costas del Golfo,desde y hacia el noroeste, llegan a Teotihuacan y a otrasciudades desde Cholula. La afluencia y la intensificacin delos contactos con los pueblos de la costa del Golfo y laHuasteca son tambin notables a lo largo de este periodo ytendrn, presumiblemente, importancia en la adopcin, en el

    periodo postclsico (900-1500 d.C.), del dios Quetzalcatl-Ehcatl, el que barre los vientos, como deidad tutelar de laciudad y sus habitantes. Dos serpientes emplumadas labra-das en el canto de una piedra, por influencia de las culturasolmeca o por va de Teotihuacan,29 tres estelas con cenefasserpentinas similares a la de Tajn, Veracruz, decoracionescon barras, trenzados y estrellas de mar policromadas, sedescubren en los adosamientos posteriores hechos a la Co-nejera (entre 300-400 d.C.) y fortalecen la presuncin de larelacin de la sierpe con el agua celeste y terrenal y, siTeotihuacan es alguna indicacin, con las instituciones ypoderes polticos que reinaron entonces sobre la ciudad.30La investigacin arqueolgica tambin descubre enterramien-tos rituales y evidencias de sacrificios humanos, algunosinfantiles, que apuntan a un culto cholulteca, temprano, a losnmenes de la lluvia.31Se descubre tambin la orientacin

    Adriana Zehbrauskas, Juazeiro do Norte, Brasil, 1998. Adriana Zehbrauskas, Oaxaca, Mxico, 1997.

  • 48

    de la pirmide de Cholula que se desva 26 grados Este aSur, en direccin a la salida del Sol durante el solsticio deinvierno, y 26 grados Oeste a Norte, hacia la puesta del solen el solsticio de verano, as como estructuras escalonadasque dan cuenta de precisas observaciones astronmicas ycalendricas en su arquitectura monumental.32

    Al periodo entre 200 y 350 d.C. corresponden tambinlos adosamientos a la pirmide de decoraciones policroma-das, decoraciones descritas como insectos que dan la im-presin de ser crneos humanos y que se desplieganhorizontalmente como sucede con decoraciones en el Tem-plo de la Serpiente Emplumada de Teotihuacan. Y tambin elmural policromado llamado de Los bebedores: unos perso-najes que llevan puestos nicamente un mxtlatl o braguero,algunos con tocados de tela y de plumas mientras otros,notablemente, portan una mscara de un animal; sobre loscuales una investigadora concluy:

    [...] en los sitios que poseen pintura mural que han

    sido estudiados por el grupo de especialistas del

    proyecto La Pintura Mural Prehispnica en Mxico,

    nunca hemos encontrado nada similar a lo largo de

    los siglos de la historia mesoamericana.33

    Es paradjico que toda descripcin o explicacin posiblede esta antigua historia arqueolgica cholulteca debe partir dedocumentos escritos y pictogrficos correspondientes a cultu-ras distintas y a muchos siglos posteriores. Ello induce a

    equvocos y errores: cualquier explicacin de sus significadostempranos, no hay que olvidarlo, solo puede ser una interpre-tacin probable. La sierpe, por ejemplo, tiene una antiguarepresentacin (1150-500 a.C.) y su culto evoluciona con di-versas simbolizaciones y mltiples significados en Mesoam-rica: asociada a la tierra y al agua, con el ciclo de crecimientodel maz, se escurre en la profundidades y se alza en un vueloestelar, posiblemente despus del clsico temprano (alrede-dor de 200 d.C.), cuando adquiere plumas del quetzal, hastaque, a finales del clsico (entre 800 y 900 d.C.), su naturalezadivina aparece encarnada en los gobernantes que asumieronsus atributos, promovieron su culto y se sirvieron de su podermtico para dar abolengo y legitimidad a ciertas dinastas tolte-cas. Si consideramos que todava no hay certezas acerca dellenguaje que se habl en Teotihuacan,34 si consideramos quela Tula mtica, el gran hervidero cultural desde el cual sediseminaron las tradiciones culturales de Mesoamrica es to-dava una discusin abierta y que no tenemos conocimientosde las lenguas, es decir la procedencia tnica,35 ni de losatributos especficos de estas tempranas deidades, cuando lasierpe y los entierros con sacrificios rituales hacen su apari-cin en Cholula, solo podemos concluir, como lo hizo PaulKirchhoff en 1962, que toda la historia antigua cholultecaarqueologa, historia, etnologa permanece, an, en la eta-pa de ser investigada y descubierta.

    A N A M A R A A s h w e l l

    Adriana Zehbrauskas, Fiesta del Divino Espritu Santo, So Lus do Paraitinga, Brasil, 1998.

  • 49

    N O T A S

    1 Presidido por el doctor Alfredo Toxqui Fernndez de Lara.2 Conjuntamente con el develamiento de la placa, se public un pequeo

    folleto conmemorativo: Comentarios en torno a los cados en la ciudad sagra-da de Cholula. All se especifica que Xelhuan, hijo de Iztacmixchuatl eIlancuey, lleg a Cholula en el ao 3079. La fuente de este clculo es

    Manuel Orozco y Berra, Historia antigua y de la conquista de Mxico, Porra,4 vol., 1960. Mariano Veytia da el ao 3979 para la estancia de Xelhuan

    en Cholula. Un breviario escolar, publicado en Puebla, de Flix Angulo

    Castao: Cholula, cien notas de informacin general, Puebla, 1963, debiser la fuente inmediata de toda esta narracin. En el folleto conmemorativo, a

    modo de epgrafe, se dice: Los historiadores no juzgan, analizan. Los huma-

    nistas y los polticos, hacen el papel de jueces para crear otra Historia (elnfasis es mo). Se promovieron en este trienio municipal (no hay precedente

    en ningn otro) tambin otras y diversas publicaciones sobre la historia de

    Cholula. Para ello qued integrado un consejo editorial: Pbro. Lic. Rafael

    Amador Tapia Ziga (cura prroco de Cholula); Presidente Municipal, Dr.

    Alfredo Toxqui Fernndez de Lara; Lic. Ramn Reyes Almazn; C.P. Alejan-

    dro Velsquez Amescua; Marciana Martnez Vela; Lic. Gloria Patricia Rojas

    Vzquez; C.P.A. ngel Bravo Colombo; L.T. Mara Guadalupe Galindo Vega;

    D.G. Laura Enciso Rojas. Toda esta historia nueva promovida desde el

    Ayuntamiento en este trienio, sobre todo con la publicacin de textos sin

    comentarios crticos y la mayora proveniente de fuentes eclesisticas colo-

    niales, debera ser, alguna vez, tema de un anlisis propio.3 La cita completa tomada de Mariano Fernndez Echeverra y Veytia,Historia antigua de Mxico, es: La leyenda cuenta que en la poca delDiluvio moraban sobre la Tierra gigantes, de los cuales muchos perecieron

    sumergidos en las aguas, algunos quedaron convertidos en peces y slo

    siete hermanos se salvaron en las grutas de las montaas de Tlaloc.

    Xelhua, el gigante, fue al sitio que despus se llam Cholula y con grandes

    adobes fabricados en Tlalmanalco, otros sealan Amecameca, sitio distan-

    te, que fueron conducidos a brazo por una fila de hombres distribuidos

    entre ambos puntos, comenz a construir la Pirmide en memoria de la

    montaa en que fue salvado. Irritado, Tonacatecuhtli, padre de todos los

    dioses, porque la obra amenazaba con llegar a las nubes, lanz fuego

    celeste y con una gran piedra en forma de sapo mat a muchos de los

    constructores, dispers a los dems y no pas adelante la construccin.

    En resumen: Veytia afirma que la pirmide de Cholula la construyeron los

    toltecas, quienes junto con xicalancas y tzapotecas, fundaron la ciudad.

    Esta edificacin fue producto del temor que provoc entre ellos la posibili-

    dad de otro diluvio y fue destinada a ser un observatorio. Veytia tambin

    menciona la profeca de Quetzlacotl quien visit Cholula en su camino

    hacia Coatzacoalcos, y dice que el observatorio estaba dedicado a Quet-

    zalcatl porque atribuan al aire la causa de la destruccin. Mariano

    Veytia, Historia antigua de Mxico.4 Mariano Fernndez de Echeverra y Veytia, naci en Puebla el 16 de julio

    de 1718 y fue enterrado en la iglesia de San Francisco el 25 de febrero de

    1780. En mayo de 1737 figur como abogado de la Audiencia y en ese

    mismo ao viaj a Europa. En 1744, en Madrid, conoci y asisti a Lorenzo

    Boturini Benaduci, deportado a Espaa despus de que todos sus docu-

    mentos histricos le fueron confiscados en Mxico. La coleccin de documen-

    tos recopilados por Boturini sufri a partir de ese momento un progresivo

    deterioro y, antes de 1746, cuando fue absuelto por el Consejo de Indias,

    los documentos ya no estaban en su poder. Despus de 1800 estos docu-

    mentos mexicanos pasaron a ser propiedad de Antonio Len y Gama

    Cholula: su herencia es una red de agujeros

    Adriana Zehbrauskas, templo Budista-Tibetano Khadro Ling , Trs Coroas, Brasil, 1999.

  • 50

    Adriana Zehbrauskas, Juazeiro do Norte, Brasil, 1998.

    (1735-1802), de el padre Jos Antonio Pichardo (1748?-1875) y de Veytia.

    Alexander von Humboldt adquiri, en 1802, de los herederos de Len y

    Gama, algunos, incluyendo el llamado Cdice Boturini o Tira de Peregrina-

    cin, y los entreg a la Biblioteca Nacional de Berln donde permanecen

    hasta hoy. Lord Edward Kinsborough (1795-1837) incluy facsimilares de estos

    documentos en su magna obra, Antiquities of Mxico, en 1826. La coleccinde documentos de Boturini se encuentra hoy distribuida entre la Biblioteca

    Nacional de Berln, como coleccin Aubin-Goupil en la Biblioteca Nacional

    de Pars, y 42 manuscritos en el Museo Nacional de Antropologa, el Archi-

    vo Histrico del INAH y en la Biblioteca Nacional de Mxico. En 1768, Veytia

    se integr a la orden de los Agustinos. Su Historia antigua de Mxico(Mxico, 1836) se public en tres volmenes y, pstumamente, la Historiade la fundacin de la ciudad de Puebla de los ngeles en la NuevaEspaa, en 1931.5 La HTC permaneci en Quauhtinchan por lo menos hasta 1718, y entre

    1736 y 1743 pas a ser propiedad de Lorenzo Boturini. En 1743 le fue

    confiscada a Boturini y permaneci en la Secretara del Virreinato hasta

    1830-1840. Joseph Marius Alexis Aubin (quien vivi en Mxico entre 1821-

    1840), en 1840, la traslad a Francia y la vendi al anticuario Goupil en

    1889. En 1898, la HTC fue donada a la Biblioteca Nacional de Pars. Konrad

    Theodor Preuss y Ernst Mengin la publicaron por primera vez en 1937, con

    el texto en nahua y una traduccin al alemn. Ver Paul Kirchhoff, Lina

    Odena Gemes y Luis Reyes Garca, Historia Tolteca Chichimeca, FCE,1989. Muy probablemente Veytia solo tuvo acceso a la versin de los

    mismos hechos narrados sobre la zaga de Xelhuan por fray Toribio de

    Benavente y sus Memoriales (1543), y reproducidos por fray Juan de Torque-mada en su Monarqua indiana de 1615. Torquemada explica que tuvoacceso a los cdices originales en que se menciona la fundacin de

    Cholula y de otras poblaciones y al gigante Xelhuan. Es muy probable que

    l se refera al Cdice Ros o Vaticano A. La coleccin de los manuscritos y

    documentos de Veytia, desde 1921, es parte del acervo documental de la

    Universidad de Texas. El Cdice Veytia titulado Modos que tenan losYndos para celebrar sus fiestas en tiempos de la gentilidad y figurasridculas de que se usaban. Recopiladas a expensas y solicitud del Lizen-ciado don Mariano Fernndez de Echeverra y Veitia, Caballero profeso dela Orden de Santiago que es una de las partes que debe adornar laHistoria General de la Nueva Espaa que escribi el mismo autor, seencuentra en la Real Biblioteca de Madrid y demuestra el acceso que

    Veytia tuvo a los cdices mexicanos de la coleccin de Boturini.6 Existe una edicin facsimilar con anotaciones de F. Anders, M. Jansen y

    Luis Reyes Garca, en Mxico, editada por el FCE en 1996.7 El Cdice Telleriano-Remensis fue discutido en un seminario sobre el

    Grupo Borgia en el verano de 1982, en Dumbarton Oaks, Harvard Universi-

    ty, en Washington D.C.8 F. Anders, M. Jansen, Luis Reyes Garca, Religin, costumbres e historiade los antiguos mexicanos; libro explicativo del llamado Cdice Vaticano A.FCE, Mxico, 1996.9 Fray Jernimo de Mendieta, Monarqua indiana, Porra, 1970.10 Los pueblos de la Historia Tolteca-Chichimeca: sus migraciones y paren-

    tescos, en: Revista Mexicana de Estudios Antropolgicos, vol. 4, 1940, pp.77-104. Y con la colaboracin de Luis Reyes Garca y Lina Odema Gemes,

    La Historia Tolteca Chichimeca, FCE y Gobierno del Estado de Puebla,1989.11 Fray Toribio de Benavente, Memoriales, UNAM, Mxico, 1971, p. 10.12 La versin de doa Tranquilina Pantle, del barrio de Santiago Mixquitla,en Cholula, la recog en el libro Creo para poder entender: la religiosidadpopular en los barrios de Cholula, BUAP, 2002. Ver tambin Ligia RiveraDomnguez, Historia mtica de la pirmide de Cholula, Cuadernos del ICSI,BUAP, 1998. En el breviario escolar de Flix Angulo Castan, de 1963,

    obra ya citada, tambin viene repetida la historia pero, ms importante an,

    esta leyenda, a partir de entonces, se ense en las escuelas de Cholula.13 Ver la obra de Alfredo Lpez Austin. En particular, La cosmovisin

    mesoamericana en Temas mesoamericanos, INAH, Mxico,1996.14 Miguel Len Portilla, Mitos de los orgenes de Mesoamrica, en Ar-queologa mexicana, vol. X, nm. 56.15 Por ejemplo Anales de Quauhtitln y en La Historia de los mexicanos por suspinturas, (cuyo autor probablemente fue el franciscano Andrs de Olmos).16 Se trata de fuentes obtenidas por cronistas religiosos del primer periodo

    colonial, con participacin de un tlacuilo-historiador indgena y de tradicin

    mexica tarda.17 La bibliografa de esta investigacin se encuentra resumida y comentada

    por ngel Garca Cook y Leonor Merino Carrin en Condiciones existentesen la regin poblano-tlaxcalteca al surgimiento de Cholula, Notas Mesoame-ricanas, nm.10, UDLA, 1971.18 Douglas S. Byrnes ed, Pre History of the Tehuacan Valley, University ofTexas Press, 1967.19 ngel Garca Cook, Una secuencia cultural para Tlaxcala en Comuni-caciones, Puebla, 10/19/74. Historia de la tecnologa agrcola en el altipla-no central desde principios de la agricultura hasta el siglo XIII, en Historiade la agricultura, 1989, INAH.20 J. Paddock, Cholula en Mesoamrica, Notas Mesoamericanas nm. 10,UDLA, 1987, y A. Garca Cook y L. Merino Carrin, op.cit.21 Y tambin con posterioridad a Teotihuacan. Ver tambin John Paddock (1987)

    para la argumentacin ms slida sobre el desarrollo independiente que mues-

    tra Cholula con respecto de Teotihuacan en varias etapas arqueolgicas.A N A M A R A A s h w e l l

  • 51

    Adriana Zehbrauskas, Da de Iemanj, Salvador, Brasil, 1999.

    22 Peter Tscholl, et. al., Catlogo arqueolgico y etnohistrico de Puebla-Tlaxcala, Kln, 1977.23 Abascal (1975) citado por A. Garca Cook (1987).24 Joseph Mountjoy y David Petersen, Man and land at prehispanic Cholula,Vanderbilt University, 1973.25 Las obras consultadas son: Javier Romero, Estudio de los entierros de lapirmide de Cholula, SEP, Museo Nacional de Mxico, 1937; Eduardo No-guera, El altar de los crneos esculpidos de Cholula, SEP, Departamento deMonumentos, Mxico, 1937; Sergio Lpez et.al., Enterramientos huma-

    nos, Proyecto Cholula, INAH, 1970; Sergio Lpez et. al., Costumbres fune-rarias y sacrificio humano en Cholula prehispnica, UNAM, 2002; Zaid Lagu-nas Rodrguez, El uso ritual del cuerpo en el Mxico prehispnico, en

    Arqueologa mexicana., vol. XI, nm 65, 2004.26 Eduardo Noguera, La cermica arqueolgica de Cholula, editorial Gua-rania, 1954. ngel Garca Cook, op.cit., 1989.27 De hecho, ni termina con Teotihuacan. Ver John Paddock (1987).28 Paul Kirchhoff, Cholula, la ciudad sagrada comercial, indito, 1967.29 La evolucin iconogrfica de la sierpe desde su aparicin entre culturas

    olmecas formativas de Mesoamrica la discute Romn Pia Chan, Quetzal-catl: serpiente emplumada, FCE, 1977. Ver tambin el nmero monogrfi-co: La serpiente emplumada en Mesoamrica en Arqueologa Mexicana,vol. IX, nm. 53, 2003. La serpiente emplumada de Teotihuacan, segn lo

    sugieren algunos investigadores como Karl Taube, es, en este periodo del

    clsico temprano, smbolo de las aguas pluviales y las aguas que corren

    por la superficie terrestre. Su caracterstica asociacin con gobernantes y

    la posible confusin con Ehcatl en fuentes coloniales es estudiada tanto

    por H.B. Nicholson como por E. Florescano.30 Karl Taube, La serpiente emplumada en Teotihuacan, Arqueologa Mexi-cana, vol. IX, nm. 53.31 Una publicacin que resume la informacin arqueolgica obtenida en las

    investigaciones del Proyecto Cholula (INAH-1969) sobre la pirmide es la

    de Sergio Surez y Silvia Martnez, Monografa de Cholula, Puebla. Se trata de

    un pequeo folleto que tiene la virtud de hacer accesible toda la informa-

    cin tcnica y cronolgica de las exploraciones arqueolgicas en la gran

    pirmide. Fue promovido y publicado por este mismo trienio municipal de

    1993-1996 en San Pedro Cholula.32 Franz Tichy, Orientacin de las pirmides e iglesias en el altiplano

    mexicano en Comunicaciones IV, Fundacin Alemana para la Investiga-cin Cientfica, 1971.33 M.A. Uriarte, Cholula en Pintura mural pre-hispnica, CONACULTA, 1999.34 Karl Taube propuso recientemente la posibilidad de que en Teotihuacan se

    habl un proto nhuatl. The writing system of a ancient Teotihuacan en

    Ancient American, Center for ancient american studies, Washington DC, 2000.35 Correspondiente al preclsico teotihuacano, John Padddock prefiere la

    clasificacin pre-urbano para Cholula y para el valle poblano tlaxcalteca.

    En este periodo el valle oaxaqueo estuvo habitado por zapotecas: [...] la

    poblacin del Valle de Puebla Tlaxcala, entonces, y por muchos siglos

    despus, era del grupo lingstico otomangue, al que pertenecen tambin

    los zapotecas. El trmino tetlamixteca [...] se refiere a una agrupacin que

    en sentido lingstico es arbitraria. Sin embargo, geogrficamente es real.

    [...] mixteca, mazateca, ichcateca, chocho, popoloca, cuicateca, chinante-

    ca, amuzgo, triqui [...] tetlamixteca, que en nahutl quiere decir cercano al

    mixteca, se designa [...] a este grupo de pueblos [...] los nahuas llegaron

    a Tlaxcala y al norte del valle de Puebla entre 1210 y 1230 [...] cuando

    Teotihuacan ya estaba extinta [...] Jimnez Moreno sospecha que hubo un

    elemento nahua (junto con mixtecas y chocho popolocas) entre el grupo

    olmeca xicalanca que estuvo [...] en Cholula durante 500 aos; [...] por lo

    tanto la poblacin del Valle de Puebla en los tiempos de Teotihuacan era la

    misma que se encontraba en el Valle de Mxico durante al llegada de los

    nahua: otom y tetlamixteca [...] en Cholula en Mesoamrica, ibid., p. 29.

    Anamara Ashwell, [email protected].

    Cholula: su herencia es una red de agujeros