Causas y Consecuencias

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“CAUSAS Y CONSECUENCIAS DE LA CRISIS DE DICIEMBRE DE 2001.” LIC.FABRICIO KLING 1

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Crisis en argentina

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INTRODUCCION

CAUSAS Y CONSECUENCIAS DE LA CRISIS DE DICIEMBRE DE 2001.

LIC.FABRICIO KLINGINDICE.

1- INTRODUCCIN.........................................................................................3

2- SINOPSIS HISTORIA ECONMICA.

2.1- Desde la Independencia hasta el Centenario...........................................4

2.2- Modelo Agroexportador y Sustitucin de Importaciones..........................6

2.3- Industria liviana e inestabilidad econmica y poltica...............................8

2.4- Endeudamiento y destruccin del aparato productivo.............................11

2.5- Plan Austral.

3- GLOBALIZACIN.

3.1- Antecedentes..........................................................................................13

3.2- Consenso de Washington.......................................................................14

3.3- Consenso de Santiago............................................................................17

3.4- Anlisis econmico y poltico..................................................................18

4- MERCOSUR: MARCO CONTEXTUAL........................................................20

5- PLAN DE CONVERTIBILIDAD.....................................................................22

6- DICIEMBRE 2001.........................................................................................32

7- CAMBIO DE RUMBO Y PANORAMA ACTUAL...........................................35

8- CONCLUSIONES.........................................................................................38

9- BIBLIOGRAFA.............................................................................................41

10- GLOSARIO..................................................................................................42

1- INTRODUCCION

Las diversas coyunturas econmicas y polticas por las que atravesamos como nacin son materia de los ms diversos anlisis, que perduran hasta nuestros das, sin que sea posible determinar cul es el proyecto modelo de pas que deberamos alcanzar. Sin embargo, a largo de nuestra historia, se manifestaron situaciones anlogas a las acontecidas en la dcada del noventa, y que culminaron con sus respectivas crisis. Ello denota un comportamiento cclico de nuestras realidades.

En el presente trabajo intentar explicar, de alguna manera, los hechos polticos y econmicos que derivaron en la crisis mas profunda de la que se tenga memoria en nuestro pas, y que culminaron con los sucesos del 19 y 20 de diciembre de 2001.

Asimismo voy a abordar las medidas urgentes que tomaron las autoridades emergentes de dichos acontecimientos, con el fin de aplacar algunos nimos internos y buscar comprensin externa.

Con la finalidad de exponer el tema que nos ocupa, voy a comenzar detallando los antecedentes que dieron origen a la poltica neoliberal que se impuso en nuestro pas a partir de finales de los ochenta, y que culmin con el colapso de principios de siglo. Analizar los fundamentos que se establecieron en el Consenso de Washington y su implantacin en las economas emergentes. Establecer la lgica de los organismos internacionales de crdito en dicha etapa y su fundamental contribucin, recetas mediante, para la consumacin del objetivo: El vaciamiento econmico y financiero del pas.

Como mencion en un prrafo anterior voy a detallar algunas medidas que se tomaron a partir de la cada del plan de convertibilidad, y los cambios implementados por las autoridades econmicas, sobre todo en poltica cambiaria, tratando de dar un giro hacia la heterodoxia econmica, conscientes de la realidad impuesta desde la opinin pblica.

Al comenzar a elaborar el citado trabajo me encontr con una gran cantidad de opiniones provenientes de todas las vertientes polticas, no obstante y al ser un episodio relativamente reciente, hay poca bibliografa al respecto. Ante esa realidad me aboqu a recopilar artculos periodsticos de medios nacionales e internacionales que trataron el tema durante y con posterioridad a los sucesos del 19 y 20 de diciembre de 2001.

Causas y consecuencias...... intenta abordar los hechos mencionados desde una ptica econmica, sin soslayar el aspecto poltico, con la mayor objetividad posible. Para dicha tarea se parte de una sinopsis histrica donde se pone de relieve los hechos econmicos y polticos ms importantes. El trabajo se va desarrollando a travs de un hilo conductor que asocia las diversas etapas, e intenta que el lector no se detenga en coyunturas puntuales. El objetivo del citado es el anlisis de los aspectos generales que conformaron nuestra historia, que impera en el presente y que nos condiciona de cara al futuro.

2- SINOPSIS HISTORIA ECONOMICA

2.1- Desde la Independencia hasta el Centenario.

Lgicamente la economa poltica se aplic en nuestro pas desde la poca colonial, no obstante y a pesar de que dichas cuestiones incidieron en las causas que culminaron con nuestra independencia, no las vamos a tratar en el presente trabajo. A dicho prefacio se le puede agregar que el funcionamiento de nuestra economa por aquellos tiempos, se enmarcaba en los fundamentos de la Divisin Internacional del Trabajo.Podemos mencionar que en la poca de la Revolucin Independencia ( 1810 1820 ) la principal actividad econmica estaba enfocada en el comercio de manufacturas de origen britnico y en la ganadera con el auge de los saladeros. La actividad comercial se encontraba, lgicamente, en manos de los ingleses cuestin que ocasionaba serios problemas con los comerciantes locales. El problema se solucion mediante la expansin de la ganadera a travs de la ley de enfiteusis, y esto trajo aparejado cierto grado de convivencia entre los comerciantes britnicos y los hacendados porteos.

Para resumirlo podemos decir que el sistema econmico de la poca funcionaba de la siguiente manera: Los comerciantes ingleses importaban las manufacturas que consuman los porteos, a su vez, los terratenientes locales exportaban los productos ganaderos. Lgicamente dicho crculo gener un dficit de la balanza comercial que se compensaba con el drenaje de metlico y con las emisiones de emprstitos forzosos.

Ante la falta de obras de infraestructura, fundamentalmente en lo referente al Puerto de Buenos Aires como a la dotacin de agua potable para la ciudad, se suscribe el primer emprstito con La Baring Brothers para financiar su construccin. El mencionado result el primer antecedente de lo que hoy conocemos con el nombre de deuda externa. Aquel estado de cosas se mantuvo casi invariablemente a lo largo de las tres siguientes dcadas. Incluso durante la fiebre nacionalista de J.M.Rosas las variables econmicas no variaron de manera sustancial. El interior del pas segua sin participar de la bonanza terrateniente portea.

A partir de la derrota de Rosas y con miras a la normalizacin institucional, se aprueba la Constitucin Nacional, con el fin de promover un orden poltico y econmico en consonancia con los avances tecnolgicos y la expansin de los mercados.

En lo concerniente a la actividad comercial, comenzaba a ganar terreno la agricultura con respecto a la ganadera. Dichos productos se podan exportar en grandes cantidades gracias a la expansin de los ferrocarriles. El problema era la necesidad de mayores extensiones de tierras, que puedan ser destinadas a los cultivos, sin tener que resignar las asignadas a la actividad ganaderil. Ante esa realidad se promueve la conquista del desierto con la finalidad de resolver el problema expuesto.

Otros de los inconvenientes que se plantearon en la segunda mitad del siglo XIX fue la falta de poblacin para hacer frente a la creciente demanda de mano de obra. Un principio de solucin a la cuestin fue el arribo de grandes contingentes de inmigrantes europeos, destinados a la produccin agrcola, lo que dio como resultado un aumento considerable de la poblacin de acuerdo a los primeros censos.

Si bien la economa gozaba de buena salud, ms all de alguna coyuntura desfavorable, la misma estaba basada pura y exclusivamente en la exportacin de productos agropecuarios. Por esa razn su dependencia de factores exgenos, como por ejemplo la cada de los precios internacionales de los cereales, haca que la balanza comercial registrara frecuentes dficit.

Por su parte las inversiones extranjeras, fundamentalmente britnicas, se volcaron al negocio de los ferrocarriles. Dicho inters no solo estaba relacionado con la explotacin de los medios de transporte, sino tambin, con el hecho de que el gobierno otorgaba garanta de beneficios mnimos. Otros de los atrayentes para los inversionistas fueron, precisamente, las cdulas hipotecarias que emita el gobierno para equilibrar los desajustes de la balanza comercial.

Como se puede observar, la matriz de la economa argentina de la poca estaba signada por un criterio rentista, es decir: Los terratenientes, beneficiarios de la Ley de Enfiteusis, propietarios de grandes extensiones de tierra, arrendaban sus campos a los inmigrantes para que estos las trabajaran. El problema era, precisamente, las condiciones del arrendamiento, que resultaban desventajosa para el trabajador y muy beneficiosa para el hacendado, que disfrutaba de grandes ganancias al producirse la cosecha.

Paradjicamente, los interesados en algn tipo de inversin destinada a obras de infraestructura provino de capitales extranjeros. Dichos fondos fueron invertidos en la expansin de los transportes, comunicaciones y los primeros frigorficos, que facilitaran las exportaciones de insumos primarios y las importaciones de las dems manufacturas.

Ante dicha realidad los beneficios de la matriz rentista solo era negocio para los intereses forneos y los latifundistas locales, con lo cul, a los primeros solo les interesaba las inversiones que le garanticen un eficiente aprovisionamiento de materias primas, y a los segundos cobrar la renta de dichos recursos.

Lgicamente, la alianza entre el capital extranjero y los terratenientes , gener conflictos internos, que tuvieron que ser resueltos con alquimias polticas y con crueles baos de sangre. Como era de esperar, las grandes masas de inmigrantes, que constituyeron la principal fuerza laboral, no se vieron compensadas ni mnimamente por la tarea realizada. Dicha situacin deriv en fuertes convulsiones sociales que tuvieron como resultado la implementacin, a principios del siglo XX, del voto secreto y obligatorio.

A pesar de que los hacendados resignaron parte de su poder poltico, no perdieron en lo ms mnimo sus privilegios econmicos ni sus influencias sobre un andamiaje institucional, que se edificaba en torno de sus pretensiones.

En ese contexto nuestro pas arribaba al festejo de su primer centenario de vida.

2.2 Modelo agroexportador y sustitucin de importaciones.

Si bien, durante los festejos por el primer Centenario las autoridades nacionales se forzaron por mostrar, ante el mundo, una imagen de pas pujante y prometedor, no todos sus habitantes perciban aquella realidad. Lo cierto era que la inmensa mayora, tanto los inmigrantes como los pobladores del interior, no participaban de las mieles del modelo expuesto.

En dicho contexto, los conflictos sociales se manifestaban cada vez con mayor virulencia y duracin. Las mentes ms iluminadas de la clase dominante de entonces, percibieron la imposibilidad e inutilidad de seguir sosteniendo un rgimen a fuerza del voto calificado. Con lo cul, se negocia una salida poltica con las principales fuerzas de la oposicin, otorgando el voto universal secreto y obligatorio, pero conservando las riendas absolutas del poder econmico.

Con el advenimiento del primer gobierno democrtico presidido por Yrigoyen, se advierte, ya desde sus inicios, que el poder imperante no se iba a ajustar a sus designios y que ste se convertira en un factor desestabilizador del precario orden constitucional.

En materia econmica se contina con el modelo agroexportador vigente desde las cuatro dcadas anteriores con los ciclos de dficit/supervit. Argentina dependa de manera absoluta de la cotizacin del precio de los productos agropecuarios, con su consecuente reaccin, tanto a la suba como a la baja.

El comienzo de la Primera Guerra Mundial genera una situacin de quiebre natural al modelo vigente. A causa del conflicto, se hace cada vez ms complicado acceder a las manufacturas importadas, con lo cul se ve un fenmeno espontneo de sustitucin de importaciones. La mencionada etapa descomprime parte de los conflictos generados por la gran desocupacin y permite al gobierno de Yrigoyen culminar su primer mandato con un buen caudal poltico.

La sustitucin de importaciones, en una primera etapa, se da de manera muy tenue ya que la misma no tiene una direccin centralizada y eficiente. Por otra parte, la mencionada no forma parte de las ideas del proyecto de nacin abrazado por las clases dominantes. Dicho lo cul, la oportunidad histrica de dotar al pas con bienes de capital, que permitan un desarrollo sustentable y organizado en la produccin de manufacturas, se pierde.

Tanto la aparicin de industrias incipientes como las exportaciones de productos de origen primario, no bastaron para la contencin econmica y social de las grandes mayoras. Ello, agregado a las luchas internas dentro del partido de gobierno y a una crisis financiera mundial, dio origen a una oportunidad histrica que si supo ser aprovechada por el poder econmico: La interrupcin del orden constitucional a travs de los denominados golpes de estado por parte de una fuerza cvico/militar dirigida por Uriburu.

Con el nuevo rgimen en el poder se intenta recuperar la iniciativa poltica, aprovechando las desinteligencias del ltimo gobierno de Yrigoyen, puestas de manifiesto por los medios grficos de la poca. No obstante la oligarqua es consciente de su fragilidad, a la hora de promover un debate democrtico, que le permita acceder a la cima poltica a travs de las urnas.

Ante aquella realidad se plantea la necesidad de instaurar, por parte del poder econmico y financiero, un sistema de proscripciones y manipulaciones electorales que inauguran la etapa del fraude denominada: La dcada infame.

Con el devenir de la crisis de 1929, los hacendados locales se encuentran con la dificultad de colocar los saldos exportables de su produccin, principalmente, hacia el Reino Unido. El mencionado problema se suscit con motivo del cierre a las importaciones por parte de Gran Bretaa a aquellas que provengan de pases no miembros del Pacto de Ottawa.

Hacia la misma poca, los intereses dominantes, seriamente preocupados por la poltica preferencial de Gran Bretaa con sus dominios, instrumentada en los acuerdos de Ottawa de 1932, propiciaron un entendimiento con ese pas, para preservar la posicin de las carnes vacunas argentinas en ese mercado. Por entonces, Gran Bretaa absorba el 95 % de las exportaciones de carnes vacunas argentinas y el 25% de la faena total. Resultado de esto fue el celebre tratado ROCA RUNCIMAN de 1933, en el cul, a cambio de ciertas garantas de acceso al mercado ingles, la Argentina concedi una serie de ventajas arancelarias y de tratamiento a los intereses britnicos que revelaba, en los hechos, que este pas era, en la mentalidad de los grupos tradicionales, un satlite del Reino Unido.

Como se puede observar la Argentina marchaba en doble sentido: Por un lado, la elite local vea peligrar su sistema de vida rentista, y estaba dispuesta a cualquier sacrificio en pos de seguir disfrutando de su privilegio. Por otra parte, se perfilaba el pas que, a fuerza de no contar con recursos para satisfacer la demanda de productos importados, tuvo que comenzar a manufacturarlos de la forma que fuere. De esa manera, nace y se consolida una industria nacional precaria, que va a ir adquiriendo mayor magnitud, pero que crece hurfana de polticas promocionales emanadas de autoridades competentes y centralizadas.

El cambio sobreviene con el estallido de la II Guerra Mundial que encuentra al pas, nuevamente, ante la coyuntura de buenos saldos exportables y una severa limitacin de importaciones a raz del conflicto, lo que genera un fuerte supervit en la balanza comercial. La diferencia a otra poca se daba en el hecho de que el rgimen poltico imperante mostraba signos de estancamiento. En cambio, se notaba una gran movilizacin obrera, que naca en el seno de las primeras industrias, y que tuvo repercusin en algunos sectores del ejrcito que teman una insurreccin popular de imprevisibles consecuencias.

Por otra parte, estaba instalado dentro de la sociedad, el debate acerca de la posicin abstencionista que tuvo la Argentina en el marco del conflicto mundial. Dicha abstencin fue sostenida por una parte importante de la sociedad civil y de las Fuerzas Armadas que fueron sospechados de germanfilos. Lo cierto es, que si bien Argentina mantuvo una posicin de imparcialidad, jams dej de proveer materias primas a las naciones del bando aliado (principalmente al Reino Unido) ni vulner ninguno de sus intereses econmicos y financieros.

2.3 Industria liviana e inestabilidad econmica y poltica.

Con la asuncin de Pern se hereda una gran masa de reservas lquidas en el Banco Central, fruto de fuertes supervit en la balanza comercial en los aos de la II Guerra Mundial, que mostraron un aumento de las exportaciones y al mismo tiempo una imposibilidad a las importaciones.

Si bien es cierto que en aquella poca el pas se encontraba con grandes reservas de divisas y metlico en su poder, lo es tambin el hecho, de que fruto de la imposibilidad de importar bienes de capital, se vea privado de desarrollar su industria con los avances tecnolgicos vigentes de entonces. Con lo cul, se completa una sustitucin de importaciones con bienes que en el futuro cercano tendrn problemas de competitividad con sus anlogos provenientes de otras latitudes.

En el aspecto social se dieron los cambios ms significativos. En los diez aos siguientes, desde el fin de la II Guerra Mundial hasta mediados de los 50, se produce , fruto de polticas de expansin, una redistribucin de los ingresos en favor de los sectores asalariados y dinmicos de la industria. Ello asociado a la consolidacin y fortificacin de los sindicatos, conformaron el marco social de la poca.

Dicha situacin gener una fuerte puja entre los, ahora fuertes, sectores medios trabajadores y los intereses tradicionales que se mostraron temerosos y reaccionarios ante la nueva realidad. No obstante, en trminos reales, las medidas impuestas por las autoridades no modificaron el rgimen legal en el cul se apoyaba la propiedad, simplemente tomaron medidas tendientes a equilibrar la distribucin del ingreso sin aplicar medidas confiscatorias relevantes.

La etapa del peronismo estuvo signada por grandes contradicciones: Por un lado se crearon las bases para una industrializacin del pas que modificar su perfil de importador de manufacturas. Por otra parte se destinaron grandes sumas de dinero en nacionalizaciones estriles como lo fue, entre otras, la adquisicin de los ferrocarriles a capitales extranjeros que sufran falta de inversin y obsolescencia. Otra contradiccin fue el hecho de que el partido peronista, hacedor de grandes cambios sociales, no pudo consolidar un sistema democrtico que permita una convivencia pacifica con la oposicin. La falta de vocacin democrtica del gobierno hizo que grandes contingentes de los sectores medios vean en su lder a un simple dictador, mencin que fue aprovechada por la oligarqua ms reaccionaria para conformar una especie alianza opositora denominada: Antiperonismo.

En trminos econmicos podemos decir que le etapa en cuestin estuvo dividida en dos: En la primera fase se conforma la economa nacional, tratando de crear las condiciones para la independizacin y expansin de las variables endgenas. Ej: PBI, Balanza de Pagos, Etc. Dichas medidas trajeron como consecuencia un gran caudal poltico. En la segunda etapa la profundizacin de las reformas se ven demoradas por cuestiones exgenas producidas por la baja de los precios internacionales de los productos agropecuarios seguidos de malas cosechas. Ante sta situacin el pas sufre un fuerte dficit fiscal que se traduce en un incremento sustancial en el costo de vida. La realidad insta a las autoridades a buscar inversiones extranjeras que permitan descomprimir la situacin de la falta de tecnologa en la capacidad instalada y que dote de competitividad a las manufacturas nacionales. Las medidas surtieron algn efecto pero fueron insuficientes para evitar el desenlace del abrupto final del gobierno constitucional. La sociedad estaba severamente fragmentada y enfrentada. La dicotoma peronismo vs. antiperonismo servira de base para que cualquier proyecto futuro se desmorone ante la fuerte inestabilidad poltica.

Los autoproclamados libertadores se manifestaron, al principio, conciliadores y dispuestos a mantener las reformas sociales vigentes. Pero con el devenir de los meses mostraron su verdadera misin : Retrotraer la situacin a 1946. Para ello atacaron lo que consideraron el fondo del problema: Los sindicatos y el poder intacto que tenan sus bases en los sectores populares y trabajadores. El resultado inmediato de dichos sucesos fue una fuerte redistribucin del ingreso a favor de los intereses tradicionales a travs de una devaluacin del Peso y una liberalizacin del tipo de cambio. A su vez, los militares prohibieron el derecho de huelga lo cul deprimi el poder de los sindicatos para negociar un aumento de salarios que permita mantener actualizado el nivel de ingresos de los trabajadores.

Como podemos observar le poder econmico y el poder militar iban de la mano. Los primeros instrumentaban las medidas econmicas que asegurasen un orden natural y libre al intercambio de bienes y servicios. Los segundos se encargaban de que esa libertad de mercado no sufra ningn tipo de cuestionamiento bajo pena de ser apercibido quien la ponga en tela de juicio. Para afianzar ese orden natural, Argentina comienza a formar parte de los organismos de crdito internacionales, mediante la suscripcin de acuerdos con F.M.I y Banco Mundial, que le permite obtener los primeros crditos stand by.............

Con la tranquilidad de haber encausado la situacin de opresin y atraso que sufra el pas, los militares fijaron fecha para las prximas elecciones libres ............pero......sin la participacin del peronismo. Como no poda ser de otra manera la situacin poltica no otorgaba ninguna garanta de normalizacin institucional. No obstante, e ingeniera de acuerdos mediante, se logra una salida democrtica precaria que lleva a Frondizi a la presidencia, con promesas a los sindicatos de imposible cumplimiento. Asimismo el equipo econmico saliente deja una especie de club de consultores denominado el elenco estable, conformado por los representantes del poder oligrquico y transnacional, que van a cumplir la funcin de ordenadores de la economa en los sucesivos gobiernos de facto.

Las intenciones desarrollistas de Frondizi van a chocar con una realidad inocultable: La falta de industrias de base que permitan un desarrollo sustentable e independiente. Sus medidas estuvieron destinadas a promover la explotacin de los recursos naturales a travs de la firma de contratos con empresas extranjeras. Si bien el objetivo de la autosuficiencia, fundamentalmente en petrleo, fue lograda, la misma caus un fuerte dficit fiscal que ocasion, como siempre, una perdida del valor real de los salarios con su consecuente crisis social. Otros de los inconvenientes que tuvo el presidente fue lidiar con los recurrentes planteos militares, que fueron minando su autoridad, hasta provocar su cada.

Con una breve interrupcin de menos de un ao, y teniendo, nuevamente, el elenco estable que ordenar las variables econmicas, se llama a nuevas elecciones con la lgica ausencia del peronismo. En esta ocasin no hubo acuerdo con Pern y como era previsible el radicalismo se impone con de los votos lo que le otorga a Illia una escasa maniobrabilidad poltica. No obstante, ello no le impide tomar decisiones audaces como la anulacin de los contratos petroleros, la regulacin de la poltica cambiaria y unas medidas de corte nacionalista que fueron mal vistas por el establishment local e internacional. La anemia de popularidad con la que asume Illia sumado a los cuestionamientos del poder econmico provoca que sea depuesto por un nuevo gobierno militar.

El gobierno de facto hace un llamado al orden pero esta vez se refiere al orden ideolgico, que se ve reflejado en la ocupacin de varias facultades de la UBA, arrestando y golpeando salvajemente a docentes y alumnos, provocando lo que ms tarde se conoci con el nombre de la noche de los bastones largos. Dicha situacin deriv en lo que va a ser un mal endmico que subsiste hasta nuestros das: La fuga de cerebros. La ola de protestas y de una violencia desatada coloca a los militares y al elenco estable en un callejn sin salida. El gobierno ve peligrar las estructuras institucionales sobre las que se apoya y no le queda otra opcin que negociar una salida democrtica, que incluya a todas las fuerzas electorales, incluido el peronismo, y posteriormente la vuelta de su lder.

Como era de esperar el justicialismo logra una amplia victoria en todo el pas, lo que le otorga gran caudal poltico, que le permite la repatriacin definitiva de Pern. Sin embargo el clima de violencia va en aumento, lo que exime de vigor a la incipiente democracia, y posibilita a los sectores extremistas ganar el espacio pblico. En materia econmica el nuevo gobierno intenta ensayar una poltica de control de precios y salarios lo que permite, al principio, controlar la inflacin y obtener, gracias a un aumento temporal de precios internacionales de los granos, un supervit comercial. El sesgo intervencionista del Estado si vio reflejado en el frreo control de las variables econmicas que resultaron insostenibles en el mediano plazo. La reaccin coyuntural a dicha situacin fue una aceleracin del proceso inflacionario, agravado por el desabastecimiento de productos de la canasta familiar, que promova la creacin del mercado negro de alimentos, socavando la autoridad poltico econmica. El denominado Pacto Social, que supona un acuerdo entre empresarios y trabajadores, pronto result ms una expresin de deseo que una realidad.

Con la muerte de Pern la situacin se agrava notoriamente. Los militares que hasta ese momento no tenan gravitacin comienzan a ser vistos, nuevamente, como una de las alternativas posibles ante la situacin de deterioro general. La violencia imperante sirve como excusa a sectores civiles y militares para imponer condiciones a una dbil e inoperante Presidente. La realidad econmica estaba signada por una inflacin galopante y un importante dficit de la balanza comercial, fruto de los efectos de la crisis del petrleo, que impeda al pas colocar sus saldos exportables. Ante sta situacin el Gobierno nombra a un tal Celestino Rodrigo en la cartera econmica, que intenta una solucin ortodoxa, devaluando la moneda un 100% con el consecuente aumento de tarifas y derivados. Las medidas que provocaron una cada del salario real y fuga de divisas fueron conocidas como El Rodrigazo. Las bases gremiales iniciaron un plan de lucha que no pudo ser ignorado por las cpulas sindicales, que llev a realizar la primera huelga general a un gobierno peronista, lo que provoc un mayor deterioro de la autoridad presidencial, otorgando aumentos por encima de los topes mximos desatando un caos inflacionario.

La anarqua poltica y el descalabro econmico, exponenciados por algunos medios de comunicacin, convencieron al ciudadano comn de lo difcil que resultaba mantener el orden institucional y que en definitiva.... la democracia no era tan importante......................

2.4- Endeudamiento y destruccin del aparato productivo.

El golpe militar del 24 de marzo de 1976 fue, a criterio de muchos analistas, una bisagra econmico y poltica cuyos efectos nocivos son sufridos hasta nuestros das.

El denominado Proceso de Reorganizacin Nacional fij su plan de accin en dos frentes: Por un lado la eliminacin de toda oposicin poltica identificndola con el nombre de subversivos. Por otra parte la implementacin de un plan econmico cuyo eje central ser la apertura y la reforma del sistema financiero.

Con la finalidad de cumplir con sus objetivos el gobierno de facto nombra como Ministro de Economa a Martnez de Hoz, hombre vinculado a los sectores tradicionales, que va a implementar un plan que inclua una fuerte reduccin del gasto pblico, una composicin del nivel de reservas, mayor productividad de los servicios pblicos y posibles privatizaciones. Para el funcionamiento de dicho plan resultaba imprescindible la contencin de las protestas sociales que se llevaron a cabo con la intervencin de los gremios y con un aceitado aparato represivo.

Otro de los puntos a cumplimentar por parte de las autoridades fue la implementacin de una reforma del sistema financiero que consista en la autorizacin de establecer las tasas de inters de acuerdo a lo que imponga el mercado. Asimismo el Banco Central estableca requisitos mnimos para establecerse como entidad bancaria promoviendo una saturacin y confluyendo en lo que se conoci como Patria Financiera.

Lgicamente, las elevadas tasas de inters desviaron los fondos de las actividades productivas a las especulativas. Ello sumado a una apertura a la de las importaciones de los bienes de consumo y una inflacin sostenida provocaron un proceso de desindutrializacin que resultara irreversible hasta nuestros das. La alta tasa de liquidez de divisas gener que el dlar se mantuviera estable durante un tiempo, lo que provoc una sobrevaluacin del peso, y la posibilidad a grandes contingentes de argentinos que aprovecharon la denominada Plata Dulce.

Una de las principales caractersticas que sign la poltica econmica del Proceso en sus casi siete aos de vigencia, fue el nivel de endeudamiento externo que se situ en el orden de los 6.000 millones de dlares anuales. Cabe sealar que la deuda externa a fines de 1975 era de aproximadamente 7.000 millones de dlares y al finalizar 1983 orillaba los casi 50.000 millones de dlares. Est dems sealar que dichos recursos no fueron utilizados con la finalidad expuesta por las autoridades de entonces.

El eplogo de la Junta Militar fue una desastrosa guerra con Gran Bretaa, que tena como razn explcita el noble propsito de recuperar nuestras Islas Malvinas, y como intencin implcita ganar protagonismo poltico, que le permita apaciguar la ola de protestas y garantizar su impunidad.

El saldo de la aventura denominada Proceso de Reorganizacin Nacional arroj, entre otras cosas, miles de muertos y desaparecidos, que dejaron una profunda herida, que al da de la fecha se encuentra sin cicatrizar. En el plano econmico la tragedia no fue menor, teniendo en cuenta que la destruccin del aparato productivo y el endeudamiento compulsivo, determinaron el hambre y la dependencia econmica que aun hoy padecemos.

2.5- Plan Austral.

El gobierno democrtico emergente de la ms terribles de las dictaduras que haya tenido lugar en nuestro pas, tuvo como propsito central el fortalecimiento de las instituciones y la defensa de los derechos humanos. Sin embargo la prdica de que con la democracia se come, se educa, etc. pronto tuvo que ser materializada.

La realidad econmica a principios de 1984 no pronosticaba un ao tranquilo para el incipiente gobierno. Las autoridades de la cartera de hacienda publicaron un informe en el que exponan a la opinin pblica los desajustes del sector estatal y del sistema financiero. La negociacin de la deuda externa con el FMI fueron uno de los pilares en el que se apoyaba la poltica econmica, que buscaba ganar confianza y apaciguar los alarmantes ndices de inflacin, que sin embargo no cedan.

A mediados de 1985 el gobierno retoma la iniciativa aplicando unas medidas de shock antiinflacionario y cambio del signo monetario denominado Plan Austral. Dichas medidas se pueden resumir de la siguiente manera:

1- Encarar el fenmeno inflacionario de manera drstica.

2- Control de precios y del gasto agregado de la economa simultneamente.

3- Establecer reglas de juego claras para la formacin de expectativas inflacionarias.

4- Control de tarifas, salarios y tipo de cambio.

5- Imposicin de un prstamo obligatorio denominado Ahorro Forzoso.

6- Reemplazo del signo monetario: 1000 Pesos Argentinos igual a 1 Austral.

Como consecuencia de las medidas impuestas disminuy sustancialmente el ndice de inflacin del 27% mensual en junio de 1985 al 2% en diciembre del mismo ao. La recaudacin fiscal se elev en trminos reales. Aument el poder adquisitivo de los salarios.

Si bien al principio el Plan Austral result exitoso, el mismo no pudo evitar el arribo de capitales golondrinas que colocaban fondos en el circuito financiero, obteniendo hasta un 40% anual de rendimiento en dlares. Otro de los factores que incidieron negativamente en el funcionamiento del plan, fueron los compulsivos paros generales, que obligaban al gobierno a otorgar aumentos de salarios, y erosionaron el equilibrio fiscal y las expectativas de xito del mismo. Los diques de contencin del gasto pblico no tardaron en desbordar y dieron luz verde a la hiperinflacin que ocasion un caos poltico y social.

No obstante, el principal problema que tuvo el Plan Austral no fue solo de inviabilidad econmica , sino, fundamentalmente, de incompatibilidad poltica con los centros de poder financieros internacionales, cuyas recetas iban a contramano de los fundamentos que sostena al mismo. Eran tiempos de decadencia de los Estados de Bienestar para dar lugar a los Estados Eficientes que se dediquen a funciones indelegables.

3- GLOBALIZACIN.

3.1- Antecedentes.

El vocablo globalizacin, en trminos histricos, lo vamos a encontrar recin a fines de la dcada de los ochenta del siglo pasado. No obstante lo que el mismo significa, de acuerdo a algunos analistas, estuvo presente desde los tiempos de la Baja Edad Media en el Siglo XIII con el auge de las ferias comerciales en el norte de la pennsula italiana. De todas maneras en el presente trabajo voy a comenzar analizando el comportamiento de los centros de poder que surgieron con la Revolucin Industrial a finales del Siglo XVIII.

En dicho perodo la produccin se va transformando de un proceso artesanal a uno mecanizado con el devenir de las mquinas a vapor. Ese cambio ocasion mayores volmenes de bienes, que al ser comercializados, generaban sumas de dinero que se reinvertan en mas medios de produccin, con los cuales se multiplicaban los ingresos. El problema se manifest con los rendimientos decrecientes que provocaba una disminucin del precio de los bienes y por ende menos ganancias para el industrial.

Los economistas de entonces idearon una serie de recomendaciones que se denomin: La Divisin Internacional Del Trabajo. Dichas ideas se aplicaron en funcin de la optimizacin del capital a travs de una asignacin de tareas a cada nacin, con la finalidad de que produzca aquello en donde posea su ventaja comparativa, e importe el resto. Con lo cul la produccin de un pas no estara limitada a la demanda interna, pudiendo colocar el excedente en otras naciones que no se dediquen a la produccin de dicho bien. Lo que ocurra con las mercancas tambin se poda aprovechar con el excedente de divisas que eran colocados en los medios de produccin de otras naciones. Esto nos da una idea de que el trmino globalizacin, su esencia, est presente entre nosotros desde hace muchos aos.

Segn Ferrer la globalizacin constituye un sistema de redes en las cuales se organiza el comercio, las inversiones de las corporaciones internacionales, las corrientes financieras, el movimiento de personas y la circulacin de informacin que vincula a las diversas civilizaciones. Es asimismo el espacio del ejercicio del poder dentro del cual las potencias dominantes establecen, en cada perodo histrico, las reglas del juego que articulan el sistema global. Uno de los principales mecanismos de la dominacin radica en la construccin de teoras y visiones que son presentadas como criterios de validez universal pero que, en realidad, son funcionales a los intereses de los pases centrales.

En el transcurso de los ltimos doscientos aos, las asimetras crecientes en el desarrollo econmico de los pases resultan del ejercicio del poder de las potencias dominantes pero, en ltima instancia, dependen de la aptitud de cada sociedad para participar en las transformaciones desencadenadas por el avance de la ciencia y de sus aplicaciones tecnolgicas. En este sentido puede decirse que cada pas tiene la globalizacin que se merece.

Una de las principales caractersticas que plantean los mercados globalizados son la circulacin de capitales, que fluyen de las plazas dominantes con excedente, hacia las economas perifricas con frecuentes dficit comerciales, que les genera las abultadas e inviables deudas externas.

Durante el siglo XIX la potencia hegemnica era Inglaterra en cuyo seno se originaron las ideas/recomendaciones que regan las economas de los pases. Con el devenir del siglo XX y a partir de la finalizacin de la II Guerra Mundial, el centro del poder cruz el ocano Atlntico para establecerse en los Estados Unidos, en donde se emitieron sugerencias comunes para todos los pases no comunistas, a travs de los organismos internacionales de crdito.

Con la aparicin en la dcada de los setenta de los petrodlares y de su reciclaje financiero, reapareci la poltica del prstamo , que result decisiva para alinear a los pases no alineados, en el marco de la Guerra Fra, para dirimir este conflicto a favor de los EEUU. y establecer una supremaca financiera y monetaria global. Hoy EEUU. luce como la nica superpotencia, a pesar de los enormes dficit que muestra, y que se financia con la fuga de capitales de los pases subdesarrollados.

3.2- Consenso de Washington.

Hacia fines de los aos ochenta del siglo pasado, tras la cada del muro de Berln, Haca ya aos que el socialismo econmico iba siendo progresivamente cuestionado o abandonado. En ese entonces, en ciertos crculos econmicos, se formul un listado de medidas econmicas que representaron una especie de gua de desarrollo de validez absoluta e incuestionable. Ese listado servira, especialmente, para orientar a los gobiernos de pases en desarrollo, y a los organismos internacionales de crdito, a la hora de calificar por dichas instituciones los avances en materia de ortodoxia econmica de los primeros, necesitados de constantes ayudas financieras.

Era comn escuchar en aquellos tiempos que las ideologas haban muerto y que de ahora en ms tendrn lugar las discusiones tiles. Lgicamente era el final de la guerra fra y los tutores naturales del mundo capitalista no tendran que convencer a nadie sobre las bondades de la economa de mercado ya que era la nica posible. Ante esa realidad se formulan unas recomendaciones polticas emanadas de un conglomerado integrado por: FMI, BM, Congreso de EEUU, Reserva Federal y un grupo de expertos que conformaron el denominado CONSENSO DE WASHINGTON.

La primera formulacin del llamado consenso de Washington se debe a John Williamson y data de 1990. El escrito concreta diez temas de poltica econmica, en los cuales todos estn de acuerdo. Dichos puntos se pueden establecer en los siguientes:

1- Disciplina presupuestaria.

2- Cambios en las prioridades del gasto pblico ( ocuparse de actividades indelegables)

3- Reforma fiscal encaminada a buscar bases imponibles amplias y tipos marginales moderados.

4- Liberalizacin financiera, especialmente de los tipos de inters.

5- Bsqueda y mantenimiento de los tipos de cambio competitivos.

6- Liberalizacin comercial.

7- Apertura a la entrada de inversiones extranjeras directas.

8- Privatizaciones.

9- Desregulaciones.

10- Garanta de los derechos de propiedad.

Como podemos observar las recomendaciones promovan mercados transparentes que contribuyan al libre intercambio de bienes y servicios. Con respecto a las regulaciones y controles que pueda aplicar un Estado soberano los expertos sugeran que los mismos deben acompaar el proceso de desarrollo y no entorpecerlo. Decan: Hay que tratar de evitar a la mano muerta del estado.

El problema se plantea en la exclusin de temas importantes como por ejemplo la cuestin de la equidad. Este olvido es grave porque uno de los lugares en donde se aplican las polticas de ajuste derivadas del consenso es en Amrica Latina en cuyo seno se plantea la mayor desigualdad del planeta: el PIB per cpita del 20 % ms rico es 18.7 veces el PIB per cpita del 20 % ms pobre. Williamson argumentaba dicha exclusin de la siguiente manera:

Intent describir aquello que normalmente se crea acertado, ms que exponer mi opinin. Es decir, mi pretensin era elaborar una lista positiva ms que una lista normativa. Deliberadamente exclu de la lista cuanto fuera bsicamente redistributivo no aquello que tuviera consecuencias equitativas como un subproducto de la bsqueda de objetivos de eficiencia - , porque pens que el Washington de los ochenta era una ciudad muy desdeosa con las preocupaciones sobre la igualdad.

Queda bastante claro, de acuerdo al argumento que nos brindaba Williamson, que las cuestiones de equidad, redistribucin, etc. quedaban absolutamente excluidas de los objetivos fijados en dicho consenso. Se argumentaba que la eficiencia, la productividad, la optimizacin de recursos equilibrara el tejido social sin la necesidad de regulaciones controladas.

No obstante todo lo expuesto en los inicios del consenso de Washington,y al cabo de cinco aos, con el devenir de la crisis mexicana de 1994 describa Krugman:

El dominio de cinco aos del consenso de Washington se puede considerar, de manera muy prctica, como una burbuja especulativa que afectaba, no solo al proceso econmico habitual, para el cual el excesivo optimismo del mercado puede constituir una profeca que se cumpla por si misma temporalmente, sino un proceso poltico ms sutil, a travs del cual las creencias comunes de los polticos e inversores demostrarn que son mutuamente fortalecedoras. Por desgracia, cualquier proceso de autofortalecimiento de estas caractersticas tiene que enfrentarse, al final, con una comprobacin de la realidad, y si resulta que sta no es tan buena como el mito, la burbuja estalla. Por todas sus especiales caractersticas, la crisis mexicana marca el principio del deshincharse del consenso de Washington. Este deshincharse garantiza que la segunda mitad de los noventa ser un perodo mucho ms problemtico para el capitalismo mundial.

Los consultores del consenso se sorprendieron, al principio, por el buen funcionamiento del paquete de medidas. De todas maneras reconocan que dicho xito no se deba, fundamentalmente, a sus mritos econmicos, sino, a la confianza contagiosa que se presentaba entre los inversores.

Pero, a mediano plazo, los paquetes no funcionaron tan bien. Las grandes recetas de medicamentos contienen algunos productos que pueden ser contraproducentes si se los toma sin una correcta observacin mdica. Uno de los medicamentos que los enfermos (economas en va de desarrollo) ingirieron de manera adictiva y sin control fue la liberalizacin comercial. Dicha ingesta, de manera imprudente, puede provocar una situacin de colapso poltico de difcil reversin. Hay que tener en cuenta que cuando se especulaba con ests afirmaciones se estaban presentado las primeras crisis mediados de los noventa (Mxico, Rusia). No obstante, los economistas impulsores del consenso de Washington descrean que los desajustes coyunturales de alguna economa puedan afectar los fundamentos del sistema. Dichos conceptos son validados por la reunin del G-7 de octubre de 1998, donde se acuerdan las medidas tendientes a evitar que el consenso de Washington se vea ensombrecido por alguna mala administracin. Teniendo en cuenta la crisis mexicana y del sudeste asitico se establecieron los siguientes puntos:

1- Analizar bien cada medicamento del paquete, para ver si ser adecuado a los enfermos a quienes va destinado.2- Vigilar que la combinacin de medicamentos ayude realmente a curar a los enfermos.En resumen: deben cuidarse los contextos institucionales en los que se aplican estas medidas. No sea que tuvieran efectos perversos porque son recibidas desde coordenadas polticas o culturales distintas de las de aquellos que las han diseado. Aplicar sin prudencia los paquetes de medidas derivados del consenso de Washington, pude precipitarnos hacia aquello de lo que pretendemos huir: la ideologa. El final de estas ideologas no significaba el fin, sino, el principio de las discusiones tiles, se afirmaba.

Una de las instituciones que ms ha cuestionado el consenso es el Banco Mundial, a pesar de ser uno de los organismos de consulta que ha servido de base para la edificacin del mismo. Lo que ocurre es que a la luz de lo acontecido algunos de sus ltimos directivos intentan diferenciarse del monopensamiento que implicaba el consenso de Washington. En ste sentido Joseph Stiglitz afirmaba:

Algunos pases han seguido muy de cerca los dictados del modelo, pero no han experimentado funcionamientos econmicos especialmente fuertes. Otros pases han ignorado muchos de los dictados como mnimo respecto a detalles cruciales de secuenciacin y han experimentado algunas de las tasa ms altas de crecimiento sostenido que el mundo haya visto jams. Concentrndose en un grupo excesivamente estrecho de objetivos incremento del PIB- , otros objetivos, como la equidad, pueden haber sido sacrificados. Intentando forzar una transformacin rpida a menudo imponiendo una acentuada condicionalidad al recibir la asistencia vitalmente necesaria- no slo han sido minados los procesos democrticos, sino que se ha debilitado, a menudo, la sostenibilidad poltica.

Segn Stiglitz los objetivos de la poltica no pueden ser reducidos al incremento del PIB. Se deben incluir:

1- La mejora de los niveles de vida ( incluyendo educacin y salud ) .

2- Un desarrollo sostenible ecolgica y polticamente ( en el sentido de que las polticas aplicadas puedan resistir las vicisitudes del proceso poltico ).3- Un desarrollo igualitario.4- Un desarrollo democrtico ( incluyendo la participacin consciente de los ciudadanos en las decisiones colectivas que les afectan de tantas maneras ).5- Enfatizar la necesidad de reforzar la competencia de los mercados.Muchos analistas econmicos sostienen que los acuerdos de Maastricht de 1999 fue la adaptacin del consenso de Washington a la Unin Europea. Como ejemplo citan que la nica finalidad del Banco Central Europeo (BCE) es velar por la estabilidad de precios y control de dficit.

Otras de las crticas que se le hizo al consenso de Washington es la visin universalista que tiene de las diferentes realidades nacionales, que lo llevaron a soslayar, aspectos tales, como la variedad de culturas. En tal sentido Paul Krugman describe lo siguiente:

Lo que ocurre bsicamente es que los norteamericanos creemos que el resto del mundo no existe. Y nos cuesta tomarnos en serio la existencia de los dems pases. En definitiva se trata de un gran pas con un idioma dominante , con una cultura dominante y nos resulta difcil fijarnos lo que ocurre afuera.

3.3- Consenso de Santiago.

El denominado Consenso de Santiago tuvo lugar en la Cumbre de la Amricas de Santiago de Chile en el ao 1998. En dicha reunin los jefes de estado de todos los pases americanos ratificaron el consenso de Washington en lo referente a su marco conceptual, no obstante y teniendo en cuenta que la mayora de los pases miembros padecan los daos colaterales, lo adornaron con una serie de puntos a cumplir en materia de poltica social. En la cumbre, el Banco Mundial expuso los siguientes conceptos:

La educacin es el primer elemento del consenso de Santiago, porque es la llave para abrir la igualdad de oportunidades. El siguiente es la salud. Despus vienen la infraestructura- especialmente carreteras rurales, porque sin ellas la gente no puede ir a la escuela. Luego, un sistema de justicia, dado a que no podemos tener equidad sin un rgimen legal que funcione. Las distorsiones econmicas creadas por el crimen y las drogas deben ser eliminadas. Y tienen que garantizarse la seguridad civil. Otro de los elementos importantes del nuevo consenso son el buen funcionamiento de los sistemas financieros, estrategias urbanas y rurales, y servicios energticos, de potabilizacin y de comunicacin.

Como se puede observar el consenso de Santiago tuvo un enorme significado poltico si se tiene en cuenta el sustancial cambio de orden partiendo de los puntos establecidos como prioritarios en el consenso de Washington. Para poder comprenderlo mejor nos tenemos que situar en la poca: En Argentina se estaba manifestando un estancamiento del crecimiento, que se daba por una baja sostenida en la demanda agregada, que generaba un dficit crnico y por ende un endeudamiento externo a tasas inviables fruto de la desconfianza de los inversores. En Brasil la situacin era parecida con la diferencia que las autoridades locales estaban dispuestas a sacrificar el tipo de cambio fijo, acordado con nuestro pas, en pos de mantener el ndice de desempleo en un nivel manejable. En el resto de Latinoamrica la situacin no variaba demasiado. Despus de ocho aos de la aplicacin de las medidas sugeridas por el consenso de Washington, la mayora de los pases lograron controlar la inflacin, mantuvieron relativamente controladas las cuentas fiscales pero mostraron una gran indiferencia en materia social que presagiaba fuertes tormentas polticas.

3.4- Anlisis econmico y poltico.

La globalizacin y el desarrollo econmico de cada pas guardan estrechas relaciones. La globalizacin ofrece oportunidades como, por ejemplo, la ampliacin de los mercados o el acceso a inversiones y tecnologa. pero plantea tambin riesgos y amenazas. La globalizacin en si misma no es ni buena ni mala. Su influencia en cada pas depende de la vas por las cuales el mismo se vincula a las redes globales. Por ejemplo, en el comercio internacional, a travs de la divisin internacional del trabajo. El desarrollo requiere que las exportaciones e importaciones guarden un balance entre sus contenidos de tecnologa y valor agregado para permitir que la estructura productiva interna pueda asimilar y difundir los avances y conocimientos tecnolgicos. Con relacin a las inversiones de filiales de empresas transnacionales, es preciso que su presencia no debilite las capacidades endgenas de desarrollo tecnolgico.

Es claro que el ejercicio efectivo de la soberana es un requisito para que un pas pueda dar respuestas propias al escenario global. En el pasado los pases subordinados a la condicin colonial estuvieron sujetos a las decisiones de sus metrpolis y su insercin en orden global respondi a los intereses de las mismas. Pero an as, hubo pases, como por ejemplo, EEUU, Canad o Australia que dieron respuestas a la globalizacin compatible con un sostenido crecimiento interno que le otorgaron una rpida independencia econmica.

Por el contrario, pases soberanos como los de Amrica Latina, que conquistaron su independencia en los albores de la Revolucin Industrial a principios del siglo XIX, desde entonces hasta ahora, no lograron erradicar el atraso y generar respuestas a los desafos y oportunidades de la globalizacin consistentes con su propio desarrollo.

Hay un trmino que Aldo Ferrer utiliza para describir una dotacin de valores, necesarios para el desarrollo de un pas, y para las respuestas que el mismo debe generar a las redes globales que se denomina: densidad nacional.

Los pases que resultaron exitosos verificaron condiciones endgenas, internas, necesarias que resultaron decisivas para que esas naciones generaran progreso tcnico y lo difundieran e integraran en su tejido productivo y social, vale decir: para poner en marcha procesos de acumulacin en sentido amplio inherente al desarrollo. Este conjunto de circunstancias endgenas, insustituibles y necesarias al desarrollo, pueden resumirse en el concepto: densidad nacional.

Durante estos ltimos aos, despus de la cada del Muro, el debate poltico se redujo a saber utilizar oportunamente la palabra globalizacin. Este reduccionismo permita respuestas, tan rpidas como ineficaces, a un conjunto de interrogantes acerca de la conflictiva situacin poltica, econmico y social mundial. En definitiva, el discurso de la globalizacin se transform en el mito justificador que tapon el debate. Hasta que la reaccin lleg.

Comenz increblemente en Seattle. EEUU. en 1999, cuando se hicieron globalmente visibles las primeras marchas antiglobalizacin. Pero lo novedoso no solo estuvo afuera de la conferencia, sino tambin el fracaso adentro de la misma. Las diferencias de intereses entre EEUU, Europa, Asia, India, Pases agrcolas, etc. hicieron trizas la alquimia de alcanzar un mercado comercial global y desnudaron la necesidad de las naciones de defender frreamente sus economas y mercados internos.

A partir de all el debate acerca de la globalizacin ha avanzado y se han ido abriendo paso otras interpretaciones que cuestionan o rechazan las hiptesis que la caracterizaban como un nuevo orden natural, un estadio ineluctable en la evolucin de la humanidad o hasta que haba llegado el fin de la historia. En este debate cada vez ms va ganando adeptos, las posiciones que sostienen que la globalizacin es el resultado de una situacin o de poder. Los trminos del debate poltico hoy se estn planteando, en concebir la lgica de cmo funciona el mundo, como la lucha entre globalizadores y globalizados, donde los primeros le imponen determinadas polticas a los segundos.

4- MERCOSUR: MARCO CONTEXTUAL.

La idea de la unin sudamericana primero y latinoamericana despus se ha dirimido entre la fantasa de su posibilidad y la realidad de su inviabilidad. Lo concreto es que todos los intentos de integracin entre los pases latinoamericanos tuvo siempre ms simbolismo poltico que factibilidad econmica.

Para introducirnos en el Mercosur es necesario hacer una breve sinopsis histrica que nos permita comprender como se arriba a dicha integracin. El primer acuerdo multilateral de los pases latinoamericanos data de la dcada de los sesenta (ALALC), cuyo funcionamiento fue autorizado por el GATT, con la condicin de que los pases miembros se sometan a un riguroso cronograma de desgravacin impositiva. Ante la imposibilidad de cumplir con dicho requisito el acuerdo naufraga. Los avances de la Comunidad Econmica Europea determinaron a las naciones de la regin a realizar una integracin, con mayor grado de flexibilidad, que permita mantener un acuerdo marco ,pero cada pas desgrave de acuerdo a sus posibilidades. El nuevo acuerdo se denomin ALADI. Tanto ALALC cmo ALADI fueron acuerdos de libre comercio pero que en la prctica se tornaban intrascendentes en relacin con el comercio internacional entre los pases miembros.

Teniendo en cuenta aquella realidad y considerando las coyunturas polticas de Argentina y Brasil se suscriben los primeros Acuerdos de Complementacin Econmica (ACE) principalmente en el rubro automotriz que, por primera vez, se alcanza un acuerdo de relevancia econmica. Esta situacin permiti ir ms all que de un acuerdo de libre comercio, y se puso en prctica una UNION ADUANERA (imperfecta) llamada MERCOSUR cuyo funcionamiento, en ocasiones, muestra vigor y en otras debilidad.

En los ltimos aos los progresos han sido notorios. Lo indican el crecimiento del comercio recproco y las inversiones efectuadas en funcin del espacio integrado. Difcil es precisar cunto de estos avances se deben al proceso formal y a los instrumentos del Mercosur, y cuntos al hecho de la cercana geogrfica entre pases que se abrieron al comercio internacional. La pregunta sobre qu hubiera pasado con el comercio y las inversiones si el Mercosur como proceso no hubiera existido, es difcil de responder con precisin.

Pero lo cierto es que se ha pasado de una situacin de baja interdependencia relativa, medida por distintos indicadores, de comercio e inversin directa, pero tambin los que evidencian el grado de desarrollo de redes econmicas y sociales transfronterizas, y los que sealan la voluntad de una defensa conjunta de la democracia, como se expres en su momento, ante la crisis poltica en Paraguay, a una situacin de interdependencia significativa, que torna difcil que lo que ocurra en uno de los pases no afecte fuertemente la vida poltica y econmica de los otros. No se ha alcanzado an el nivel de interdependencia econmica, incluso poltica, que tenan los pases europeos cuando en 1950 crearon la CECA o cuando iniciaron, en 1958, el camino de lo que es hoy la Unin Europea.

No obstante, la sensacin de estar en el mismo bote, la tienen hoy en el Mercosur, tanto los polticos como los ciudadanos y, en especial, quienes han invertido en la regin. Se refleja incluso en el efecto contagio que produce en la economa de un socio, lo que ocurra en las economas de los otros. Especialmente si el que enfrenta problemas es uno de los socios de mayor dimensin. En materia de riesgo pas los mercados ya han quedado integrados. A pesar de los intentos de diferenciacin que se intentan manifestar en situaciones crticas.

No es fcil imaginar un retroceso en este plano, es decir un retorno a un nivel de interdependencia bajo. Lo que s puede ocurrir son variaciones en el signo de la interdependencia regional.

En materia estratgica es donde se pudo observar una mayor continuidad y consistencia del liderazgo poltico en el curso de los ltimos veinte aos del Mercosur. Ha sido quizs el principal aporte de la denominada diplomacia presidencial a la construccin del Mercosur, como un espacio de integracin y de solidaridad entre sus socios. Se ha observado ello en momentos fundacionales en 1986 y en 1990. Pero se vio, en especial, en los momentos de crisis, como por ejemplo la devaluacin del Real en 1999 y la posterior cada del Plan de Convertibilidad en 2001.

Un anlisis detenido de tales momentos, indicara claramente que en todos los casos el liderazgo poltico ha privilegiado el sentido y la direccin estratgica, por sobre las circunstancias particulares de un momento determinado. Sobresalen aqu dos rasgos esenciales del ejercicio del liderazgo presidencial: colocar la evaluacin de cada situacin especfica, con visin de largo plazo, en el marco ms amplio de los intereses convergentes en el plano estratgico regional y global, y reconocer que lo ms valioso para el proyecto comn es la salud econmico y poltica de cada uno de los socios.

Mas all del destino comn que los socios expresan en las reuniones cumbres, cada pas tiene su propio debate interno, sobre la conveniencia o no, de seguir profundizando el MERCOSUR. En Argentina a lo largo de stos ltimos aos y, fundamentalmente a principios de los noventa, se expresaron al respecto dos corrientes divergentes.

Por un lado estaban las posiciones ortodoxas que argumentaban que un acuerdo de libre comercio era lo mas recomendable debido a que el mismo optimizaba el comercio y la correcta asignacin de los recursos. Entendan que las polticas promocionales del Estado generaban precios artificiales que perjudicaban el normal funcionamiento de las variables econmicas. Asimismo entendan que los acuerdos de integracin deban garantizar una mayor libertad econmica a la que rega antes del mismo. En ese sentido proclamaban que un rea de libre comercio (ALC) era preferible a una unin aduanera (UA) pero que la ltima resultaba mejor que una economa cerrada.

A su vez los heterodoxos reivindicaban la accin del Estado como impulsor del desarrollo econmico a travs de polticas industriales, comerciales y tecnolgicas. Entendan que haba que dar mas importancia a las industrias dinmicas dado a que son las que generan mayor efecto multiplicador, y ayudan al pas, a travs de la unin aduanera, a aprovechar las economas de escala, para una mayor posibilidad de colocacin de bienes industriales. Sostenan, en definitiva, que la unin aduanera era el camino necesario para arribar a un Mercado Comn que garantice el pleno empleo y un estado de bienestar.

En el marco de ste debate se construye una relacin econmica y poltica con cuatro naciones hermanas, que atraviesan por coyunturas parecidas a las nuestras, pero que tienen la conviccin, que mas all de los cimbronazos y las asimetras , nos une un destino comn.

5- PLAN DE CONVERTIBILIDAD.

A fines de la dcada de los ochenta, el proceso de acumulacin basado en la valorizacin financiera comenz a dar muestras inequvocas de agotamiento. Este rgimen de acumulacin se haba consolidado a partir de la reforma financiera de 1977 y de la apertura comercial de 1979, y se haba caracterizado por la violenta redistribucin del ingreso en contra de los asalariados durante la dictadura militar y con el rol del Estado como canalizador de recursos a los sectores ms concentrados del capital nacional y extranjero, a travs de subsidios como la promocin industrial, las transferencias al sistema financiero y el pago de intereses a los titulares de la deuda externa. Entre 1989 y 1990 se asisti a la quiebra definitiva del Estado, hecho reconocido de inmediato por Menem. A travs de un conjunto de polticas econmicas que desembocaron en el Plan de Convertibilidad, el gobierno justicialista intent encontrar una salida a esta situacin de bancarrota, con la economa sumida en una brutal crisis hiperinflacionaria y recesiva, adaptando sus polticas econmicas a los intereses de los acreedores externos y de los grandes conglomerados locales y extranjeros.

La traumtica experiencia de hiperinflacin y recesin, junto al deterioro de las cuentas fiscales, el elevado endeudamiento, el retroceso de las reservas y la huida de capitales persuadieron a Menem a abandonar sus promesas electorales de salariazo y revolucin productiva y a buscar el apoyo de los principales agentes econmicos, tanto internos como externos. De esta manera, priorizando el retorno a la estabilidad, se produjo un viraje violento hacia un programa econmico neoliberal, que reflejaba los intereses del establishment, es decir, las grandes empresas nacionales y extranjeras radicadas en el pas, la gran banca nacional y los representantes de los acreedores externos.

El plan de Convertibilidad ya reconoca antecedentes histricos importantes en la Argentina, como el sistema de Caja de Conversin que funcion entre 1899-1913 y 1927-1929; aunque en aquellas pocas el sistema monetario estaba caracterizado por la vigencia del patrn oro y el patrn cambio oro, respectivamente, de modo que los principios de la convertibilidad eran aceptados por una gran cantidad de pases. En cambio, cuando se introdujo el nuevo plan no exista un sistema semejante en el mundo y la aplicacin de mecanismos rgidos de conversin slo se hallaba vigente en un reducido grupo de Estados, de poca importancia a nivel mundial.

Desde el punto de vista terico, la convertibilidad se enmarca en la teora de la oferta, nacida en los EEUU a principios de la dcada del '70 y que tambin haba inspirado el plan de Martnez de Hoz. Dicha teora postula como idea central la inutilidad de las devaluaciones de la moneda, ya que toda devaluacin es seguida de un inmediato brote inflacionario que anula sus efectos, lo cual significa plantear que la causa directa de la inflacin es la devaluacin.

Por ltimo, los bienes pblicos no ofrecidos por el mercado deben ser provistos por el Estado. Por bienes pblicos se entienden, sobre todo, la defensa interna y exterior, la infraestructura, la seguridad social y la educacin y capacitacin laboral. Sin embargo, este principio no implica que el Estado deba encargarse directamente de la provisin de esos bienes, ya que puede darlos en concesin a empresas privadas.

Como vemos, el neoliberalismo y la teora de la oferta se apartan en aspectos significativos de los preceptos del liberalismo tradicional. Las causas de la inflacin, por ejemplo, se desvinculan en el primero de la expansin monetaria y la poltica de estabilizacin, por lo tanto, no consiste en una poltica monetaria restrictiva sino en la aplicacin de un tipo de cambio fijo. El liberalismo tradicional, en cambio, postula una correlacin extremadamente fuerte entre la cantidad de dinero y el nivel de precios y considera a aqulla como la principal causa de inflacin. Ciertos desequilibrios, como el del comercio exterior, no implican para el neoliberalismo y el ofertismo la existencia de un desequilibrio global, ya que son compensados por desequilibrios inversos en otros sectores, como los flujos de capital. El papel del Estado tambin debe ser, para el neoliberalismo, ms activo que lo especificado por el liberalismo, aunque no por ello menos conservador. Se supone adems que los agentes tienen expectativas racionales, es decir, que estn en condiciones de conocer de antemano las decisiones y los cursos de accin del Estado y otros agentes y operan en consecuencia. Las corrientes liberales ms tradicionales, en cambio, postulan la existencia de expectativas adaptativas, es decir, que los agentes actan en funcin de su experiencia pasada y no en funcin de lo que ocurrir en el futuro. El liberalismo tradicional tampoco abona la idea de una oferta flexible en el corto plazo, como s lo hace el ofertismo.

Una de las primeras medidas adoptadas fue la fijacin de una banda de fluctuacin del tipo de cambio, con un tope de 10.000 australes por dlar y un piso de 8.000. En caso de alcanzar el lmite superior, el Banco Central deba vender dlares y en el caso de alcanzar el inferior comprarlos. De esta forma, se avanzaba hacia el establecimiento de un rgimen de tipo de cambio fijo. En ese contexto, el BCRA aument los encajes bancarios, provocando una relativa iliquidez, que oblig a los actores econmicos a desprenderse de divisas para obtener dinero local y poder concretar sus transacciones. Esto tuvo como consecuencia una cada en la cotizacin, que permiti al Banco Central proseguir incrementando sus reservas por medio de compras en el mercado, solidificando la cobertura del circulante.

El 1 de abril de 1991 se estableci la Convertibilidad, sancionada por el Congreso Nacional a travs de la ley 23.928, que fij como paridad cambiaria sin lmite temporal la de 10.000 australes por dlar. La ley dispuso la libre convertibilidad de la moneda nacional con respecto a cualquier moneda extranjera, y estableci que los contratos deberan ser cumplidos en la moneda que fijaran las partes. Se prohibi la emisin de dinero no respaldada en un 100% por reservas de libre disponibilidad (oro, divisas, ttulos de otros pases y ttulos nacionales emitidos en moneda extranjera) y se anularon las indexaciones, intentando evitar la traslacin de la inflacin pasada hacia el futuro. El Banco Central fue autorizado tambin a cambiar la denominacin del signo monetario. En consecuencia, a partir del 1 de enero de 1992 se estableci el peso como moneda de curso legal, equivalente a 10.000 australes y se fij el tipo de cambio de 1 peso por dlar. Los encajes bancarios sobre los depsitos en moneda nacional fueron rebajados, mientras se aumentaron los que afectaban a los depsitos en moneda extranjera, tratando de estimular las transacciones en pesos en lugar de las realizadas con divisas.

El sistema, an vigente, procuraba evitar que el Estado emita dinero para solventar el dficit pblico. La creacin y la absorcin de dinero quedan limitadas al ingreso o egreso de divisas, lo que transforma la oferta monetaria en una variable exgena, que no puede ser controlada por la poltica econmica.

En este marco, el peso queda transformado de hecho en un vale por un dlar, de aplicacin dentro de las fronteras nacionales, actuando exclusivamente como unidad de cuenta, mientras las dems funciones del dinero son satisfechas por el dlar, lo cual implica la renuncia a los principales instrumentos de poltica monetaria.

Como ya explicamos, la convertibilidad formaba parte de un conjunto de normas que buscaban reducir el campo de accin del Estado, individualizado como la principal fuente de inestabilidad del proceso econmico. Las autoridades suponan que, para generar mayor confianza en la perdurabilidad de la estabilidad de precios, se deba renunciar explcita e irreversiblemente a un conjunto de herramientas de poltica econmica que podran desarticular el nuevo modelo econmico. Entre ellas, se destacaban el financiamiento del dficit por medio de emisin monetaria esprea y la devaluacin; por eso, la convertibilidad era una de las piezas centrales del programa. Tomando en cuenta que en el pasado medidas de corte similar se haban desnaturalizado con enmiendas parciales que les restaban efectividad, proyectando bajas expectativas sobre la nueva experiencia, se trat de reducir al mnimo los resquicios para que se filtrara ese tipo de correctivos, utilizando un sistema extremadamente rgido y sin vlvulas de escape.

En segundo trmino, la estabilidad de precios se vio acompaada inicialmente por altas tasas de crecimiento econmico, interrumpidas recin por los efectos de la crisis mexicana en 1995. Las crisis internacionales posteriores, especialmente la que tuvo epicentro en Brasil en 1999, volvieron a afectar el crecimiento interno. El aumento de la produccin se bas al principio en una importante expansin del consumo, que se encontraba deprimido luego de la recesin de los aos 1989 y 1990. La capacidad ociosa de las empresas permiti un importante aumento de la produccin en industrias como la automotriz, de bienes de consumo durable y de alimentos. No slo el sector industrial mostr un crecimiento continuado, sino tambin el sector primario, los servicios y el comercio. La expansin de la oferta monetaria producida por el ingreso de capitales externos, la reaparicin del crdito para el consumo y el incremento de los salarios reales, luego de haber alcanzado su mnimo histrico en la hiperinflacin, se complementaron con el envejecimiento que haba sufrido el parque de bienes de consumo no durable en la dcada anterior por la depresin del consumo, para generar un boom econmico inmediato.

El efecto Olivera-Tanzi (incremento de la recaudacin por efecto de la cada de las tasas de inflacin) y el crecimiento econmico de los aos siguientes, aumentaron tambin la masa de tributos cobrados, fortaleciendo los ingresos corrientes.

Esos ingresos corrientes fueron apuntalados, sobre todo al principio, por recursos provenientes de las privatizaciones. Sin embargo, luego de 1995 stos comenzaron a declinar, en la medida en que la enajenacin de empresas del Estado se completaba. A partir de ese momento, el equilibrio fiscal comenz a peligrar y las autoridades avanzaron en el recorte de diversas partidas, como sueldos y salarios, gastos operativos e inversiones pblicas. A pesar de ello, los gastos totales continuaron en ascenso debido, por lo menos, a tres factores.

En primer lugar, con el advenimiento de los sistemas de jubilacin privada, comenz a desfinanciarse el sistema de seguridad social, dado que una parte importante de los ingresos se derivan a las AFJP, mientras el gasto provocado por las jubilaciones y pensiones otorgadas hasta entonces slo decrecer en el largo plazo. Las estimaciones indican que recin hacia el ao 2007 se arribara a cierto equilibrio en ese sector.[12] Simultneamente, el importante crecimiento del desempleo increment las transferencias por subsidios a los desocupados, an cuando los montos otorgados fueran reducidos y por plazos restringidos.

En segundo trmino, una mala asignacin de los recursos, con la generalizacin de gastos reservados para el Poder Ejecutivo y partidas de dudosa importancia, impidi que los recortes en otras reas permitiera disminuir el gasto total.

Por ltimo, el peso de los intereses del endeudamiento se multiplic y su monto se elev en ms del 130% entre 1993 y 1998.

Hasta 1993, en parte gracias a las privatizaciones, se haba logrado llegar al supervit fiscal para compatibilizar las cuentas pblicas con los requerimientos del plan de convertibilidad. Pero, ya en 1994, los dficits comenzaron a crecer en relacin directa al incremento del pago de intereses. Dado que no se puede emitir dinero para cubrir los desequilibrios, el dficit impuls la toma de nuevos crditos, que implicaron mayores intereses y, por consiguiente, dficits ms abultados. En este sentido, se ingres en un crculo vicioso, ya que el aumento de la partida de intereses deterior los resultados fiscales y estos impulsaron un paulatino incremento de la deuda y la carga de intereses.

El anlisis de la deuda pblica resulta de suma importancia para analizar las luces y las sombras del modelo econmico. Una de las condiciones para el xito del plan era una renegociacin de la deuda externa. El 7 de abril de 1992 la Argentina ingres al Plan Brady, lo que permiti la reestructuracin de la deuda con la banca privada a 15 aos para los atrasos en el pago de intereses (unos 8.300 millones de dlares) y a 30 aos para el capital (alrededor de 20.000 millones de dlares). Esta operacin se garantiz con bonos del Tesoro de los Estados Unidos y con ella se redujo la deuda con los acreedores bancarios en 6.493 millones de dlares. A cambio de una reduccin parcial y de la renegociacin a 30 aos de la deuda bancaria, el Estado se comprometa a abonar puntualmente los intereses de la misma.

No obstante, mientras la deuda externa se reduca temporariamente por los acuerdos de renegociacin, la deuda interna en moneda nacional y extranjera continuaba creciendo por la consolidacin de las deudas del Estado, tanto con los proveedores como con los jubilados. Por otro lado, la mayora de las privatizaciones, salvo las del servicio elctrico y de gas, se realizaron con la asuncin por parte del Estado de los pasivos que, hasta 1993, se elevaban a 20.000 millones de dlares. Finalmente, aument nuevamente la deuda privada, en particular, por los prstamos en el exterior tomados por los grandes grupos econmicos locales y las empresas pblicas privatizadas. Entre 1993 y 1999, la deuda pblica total se increment en casi un 71%.

Como puede observarse, la recuperacin econmica inmediata al lanzamiento del plan permiti diluir temporariamente el problema del pago de intereses sobre las cuentas pblicas; pero, poco a poco, ste comenz a recuperar terreno. Sin embargo, tal evolucin esconde un cambio cualitativo de la situacin. A principios de la dcada, la Argentina dispona de un importante stock de empresas pblicas, que podan generar eventualmente recursos adicionales para el pago de sus deudas por medio de su venta. De hecho, el pago de los intereses en 1991 y 1992 fue realizado, al menos indirectamente, con ingresos provenientes de las privatizaciones. Hacia el fin de la dcada de 1990, en cambio, la deuda result cuantiosamente ms elevada que en aqul entonces, pero el Estado ya casi no tuvo activos para vender, lo cul agrav sobremanera el problema. En 1997 los ingresos por privatizaciones slo llegaron a los 300 millones de pesos mientras que los intereses de la deuda ya alcanzaban los 5.700 millones.

Otro aspecto importante de las cuentas pblicas fue el desequilibrio de los gastos provinciales. El fuerte ajuste fiscal de los gastos corrientes a nivel nacional fue menos profundo en las provincias, favorecidas por el incremento de la recaudacin de impuestos coparticipados (IVA y ganancias) durante la primera fase del plan de Convertibilidad. Recin con el Pacto Fiscal de 1993 y, particularmente luego de la crisis mexicana, se traslad el esfuerzo recaudatorio a este nivel del aparato estatal, lo que gener roces entre la administracin central y los gobernadores, en torno a la pertinencia y la necesidad de un ajuste en las cuentas provinciales.

Otro de los aspectos centrales de la estrategia econmica menemista fue la amplia reforma del Estado, que avanz tanto en el sentido de reducir el peso cuantitativo del sector pblico en el empleo, en la produccin de bienes y servicios y en el nmero de empresas, como en la disminucin de la capacidad y voluntad de intervencin y regulacin.

Como dijimos, a los pocos das de iniciado el gobierno, se aprobaron las leyes de Emergencia Econmica y de Reforma del Estado. A travs de la primera de ellas se suspendieron por 180 das (plazo que se prorrogara posteriormente) los regmenes de promocin industrial, regional y de exportaciones, as como los beneficios de la ley de "Compre Nacional", que obligaba al Estado a priorizar en sus compras a empresas nacionales. Tambin se eliminaron determinados regmenes salariales de empleados pblicos denominados "de privilegio" y se permiti el licenciamiento de los trabajadores del Estado. Asimismo se derogaron las normas que podan trabar el ingreso del capital extranjero a determinadas reas hasta entonces reservadas al capital nacional.

Por medio de la segunda ley se fijaron las condiciones para la privatizacin de numerosas empresas pblicas, autorizando al Poder Ejecutivo a intervenirlas, eliminar sus directorios y sus rganos de administracin, modificar sus formas societarias, dividirlas y enajenarlas. La nica restriccin a la accin del Poder Ejecutivo en este tema fue la constitucin de una Comisin Bicameral para el Seguimiento de las Privatizaciones y el requisito que cualquier privatizacin adicional deba ser aprobada especialmente por el Parlamento.

La reforma del Estado propiamente dicha abarc un amplio programa de privatizaciones, la reforma administrativa y la transformacin del sistema de seguridad social.. De manera ms abarcativa, inclua tambin la liberalizacin de los mercados y el replanteo de la insercin internacional del pas.

Curiosamente, en la implementacin de las privatizaciones no se balanceaban de igual forma dos cuestiones importantes, que se relacionaban con las causas ms profundas de las ineficiencias y el dficit. Estas podan deberse a una mala administracin, en cuyo caso, la privatizacin poda ser un camino, pero existan otras alternativas, como controlar la corrupcin de sus administradores o evitar la poltica de beneficiar o subsidiar al sector privado, seguida sistemticamente desde por lo menos quince aos antes. Recurdese, por ejemplo, que YPF haba sido sometida a principios de los aos 80 a una poltica de endeudamiento externo para abastecer de divisas a los grupos privados que se encontraban practicando una millonaria fuga de dlares al exterior, o que resultaba habitual la firma de contratos con empresas contratistas fuera de toda lgica microeconmica.

Por otra parte, se intent moderar la oposicin de los trabajadores, involucrando a las organizaciones obreras con una participacin accionaria del 10% en las empresas privatizadas, de acuerdo al modelo inspirado en el capitalismo popular de Margaret Thatcher en Gran Bretaa. Sin embargo, los "programas de propiedad participada" se desnaturalizaron con suma rapidez, ya que en general no se materializ la participacin de representantes de los trabajadores en la direccin de las firmas y en el control y la distribucin de los beneficios, de manera que gran parte de los programas de inclusin de los trabajadores en la propiedad de las empresas se desdibujaron en forma prematura.

El sector externo resume, probablemente como ningn otro, los resultados y los problemas del plan de convertibilidad. Para realizar el anlisis conviene separar inicialmente la balanza comercial de los movimientos de capitales. Desde un punto de vista cuantitativo, el comercio exterior registr un notable avance. Las exportaciones aumentaron entre 1990 y 1998 un 115%, mientras las importaciones se incrementaron en el mismo lapso un 320%. De esa manera, exceptuando los aos 1995 y 1996, se revirti el saldo positivo de la balanza comercial registrado a lo largo de una dcada y se incurri en persistentes dficits.

BALANCE DE PAGOS(en millones de dlares)AoExpoImpoBalance ComercialServicios RealesServicios Financ.Cuenta corrienteCuenta Capital y FinancieraVariacin de Reservas

199012.3547.0468.275-267-4.1734.832-1.2663.566

199111.97811.8353.703-791-3.962-2562.9842.728

199212.23518.792-2.637-1.012-3.540-6.44010.2663.826

199313.26915.633-2.364-3.221-2.931-8.03013.4854.250

199416.02320.162-4.139-3.692-3.567-10.99212.553682

199521.16118.8042.357-3.326-4.529-4.9856.748-102

199624.04322.2831.760-3.366-5.331-6.52111.7113.882

199726.43128.554-2.123-4.178-6.089-11.95416.7503.273

199826.44129.558-3.117-4.288-7.514-14.52818.5353.438

FUENTE: Secretara de Programacin Econmica y Regional

Las exportaciones argentinas se beneficiaron hasta 1996 con un crecimiento paulatino de los precios en los mercados internacionales, lo que permiti compensar parcialmente un tipo de cambio poco favorable para competir en el exterior. Sin embargo, esa tendencia comenz a revertirse en 1997. Desde ese momento, las ventas argentinas comenzaron a estancarse medidas en valor, aunque continuaron creciendo en volumen.

Desde el punto de vista sectorial, se observaron pocos cambios en la estructura de las exportaciones. En general el crecimiento de las ventas se concentr en torno a los productos que mayor dinamismo haban mostrado en el pasado, tales como cereales, aceites vegetales, carnes, productos qumicos derivados de los hidrocarburos o metales y sus manufacturas.

El atraso cambiario constituy, como en la poca de Martnez de Hoz, un instrumento de control para los precios internos, buscando disciplinar a los empresarios locales para que su produccin no superara los costos y precios internacionales. Pero, al igual que en aquel momento, la fijacin del tipo de cambio como ancla de los precios slo poda resultar eficaz con una amplia liberalizacin del comercio exterior como la recin descripta. Debe destacarse que la liberalizacin apuntaba estrictamente a la determinacin del nivel de precios, dejando de lado restricciones a la importacin por razones de ndole tcnica o sanitaria. Eso facilit el ingreso de importaciones que no siempre cumplan con un mnimo de calidad o seguridad y cuya utilizacin poda afectar la salud de la poblacin (alimentos o medicamentos) o incrementar los riesgos de accidentes laborales u hogareos (como maquinarias o aparatos e insumos elctricos y electrnicos).

Tal como ocurri en la segunda mitad de los aos 70, prim en la orientacin oficial un criterio de eficiencia microeonmica, sin inters por la necesidad de preservar y desarrollar una estructura industrial integrada, an sin los niveles de eficiencia de los pases ms avanzados. Esos aspectos resultan centrales, para determinar las caractersticas de la evolucin del comercio exterior. Muchas de las desventajas de las empresas (que se traducen luego en precios ms elevados) pueden deberse a la falta de desarrollo de la infraestructura del pas, ya sea en materia de vas de comunicacin, generacin de energa, etc. Una apertura indiscriminada las afecta entonces negativamente, an cuando desde el punto de vista tcnico pudieran no encontrarse en una posicin lejana a los parmetros internacionales y eso conduce, por un lado, a una reduccin del dinamismo de las exportaciones y, por el otro, a un estmulo adicional a las importaciones.

Mientras tanto, se increment notablemente la importacin de bienes de capital. En este caso, los determinantes fueron varios. En primer lugar, se destaca la recuperacin del nivel de inversin, luego de los bajos guarismos de la dcada anterior. En segundo trmino, parte de la produccin nacional fue sustituida por bienes de capital importados, beneficiados por la desgravacin arancelaria, la ausencia de regmenes de compre nacional y las caractersticas de los programas de promocin, con incentivos para las importaciones de equipos. En tercer lugar, las cifras registran el ingreso de bienes de capital destinados a la provisin de servicios de infraestructura suntuaria en las zonas urbanas, pero con un dbil efecto multiplicador sobre el conjunto de las actividades econmicas. De all que, a pesar del salto en la inversin, la importacin de piezas y accesorios para bienes de capital (ms estrechamente correlacionado con la evolucin de la capacidad productiva instalada) haya permanecido prcticamente estancada.

Por ltimo, como resultado del proceso de integracin con Brasil, de la mayor complementariedad de las empresas automotrices de ambos pases y de cierta liberalizacin de la importacin, hubo tambin un significativo avance en las compras de vehculos.

El mayor dinamismo de las importaciones frente a las exportaciones determin que, luego de varios aos consecutivos de supervit comercial, reaparecieran los dficits, que se superpusieron a los saldos crecientemente negativos del sector servicios y contribuyeron a generar un alto dficit en cuenta corriente. El saldo de los servicios reales se relacion, por un lado, con la creciente carga del sector transportes, fruto del crecimiento del comercio exterior y la virtual ausencia de lneas de transporte nacionales, y, por el otro, del incremento de los viajes y el turismo en el exterior.

Sin embargo, con el correr del tiempo aument todava ms la incidencia del dficit en el sector de servicios financieros, que nos remite al anlisis del comportamiento de la cuenta capital. El incremento del endeudamiento externo, de las tasas de inters y de la remisin de utilidades de las empresas extranjeras provocaron un creciente drenaje de recursos. Este rubro del balance de pagos haba experimentado una notable mejora entre 1990 y 1993, cuando los programas de privatizacin redujeron la deuda externa y las empresas extranjeras se encontraban iniciando una etapa de expansin de sus inversiones. Por otra parte, desde el punto de vista de las cuentas pblicas, la revaluacin del peso aligeraba la carga del pago de la deuda externa, tomando en cuenta que las principales fuentes de ingresos del gobierno se recaudan en moneda nacional y la deuda externa debe pagarse en moneda extranjera. Pero la persistencia de esas condiciones llevaban como requisitos el supervit fiscal, una tasa de ahorro interno ms elevada (que permitiera financiar el incremento de la inversin) y un contexto ms favorable para la reinversin de las utilidades de las empresas extranjeras, requerimientos que no se concretaron. El saldo de la cuenta corriente arroj, en consecuencia, un dficit de 63.500 millones de dlares entre 1992 y 1998.

La necesidad de financiar el dficit en la cuenta corriente con capitales externos expona al pas a las oscilaciones de la coyuntura internacional. Sin embargo, dadas las favorables condiciones de los mercados de capitales internacionales a comienzos de la dcada, no se prest atencin a esa cuestin hasta que dichas condiciones comenzaron a transformarse en 1994. Aunque las tasas de inters locales eran superiores a las internacionales y jugaran a favor de la atraccin de capitales, el riesgo para los inversores extranjeros en situaciones de turbulencia en los mercados financieros internacionales poda impulsar sbitas huidas de capitales, arrastrando hacia la recesin a la economa nacional. Una situacin de ese tipo se produjo por primera vez, bajo el nuevo esquema de poltica econmica, en 1994, cuando el aumento de la tasa de inters en los Estados Unidos cambi las condiciones de la liquidez mundial. Mxico result especialmente afectado por ello y se vio obligado a abandonar su poltica de tipo de cambio fijo y a practicar una devaluacin, lo cul gener una corrida de capitales, denominada efecto tequila, desde los llamados pases emergentes hacia plazas ms seguras.

Siendo el programa econmico mexicano el referente citado repetidamente por Cavallo para su poltica de estabilizacin, al producirse el derrumbe del peso azteca, el cimbronazo impact inmediatamente en la Argentina con un rpido retiro de depsitos del sistema bancario, una cada en las cotizaciones burstiles y una disminucin de las reservas. Algunas entidades financieras debieron cerrar sus puertas, aunque el conjunto del sistema financiero logr superar la tempestad. Los mrgenes de maniobra de las autoridades del Banco Central para enfrentar la emergencia eran limitados, aunque con las escasas herramientas disponibles (disminucin de los encajes y constitucin de un fondo de rescate con recursos de organismos internacionales), se logr detener el retiro de depsitos e iniciar la reestructuracin del sistema bancario nacional.

La necesidad de reequilibrar el sector externo sin recurrir a una devaluacin se logr durante 1995 y 1996 mediante la presin de la recesin sobre el mercado laboral y los precios, apuntalada por circunstancias coyunturalmente favorables, como mejores precios para algunas exportaciones, el incremento de las ventas al Brasil (en pleno ciclo expansivo) y las mejoras de competividad por reducciones impositivas y disminucin de algunos componentes del costo de produccin. No obstante, las condiciones adversas se mantuvieron desde ese momento y recrudecieron peridicamente, con recuperaciones cada vez menores y ms cortas. En consecuencia, los desequilibrios internos se agravaron, demandando crecientes ingresos de capitales financieros externos, en momentos en los que el mercado financiero se tornaba cada vez ms restrictivo, afectando tanto