Carlota Perez

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115 DICIEMBRE 2001 Cambio tecnológico y oportunidades de desarrollo como blanco móvil Carlota Pérez Investigadora Honoraria, SPRU, Universidad de Sussex. Investigadora Senior Adjunta, INTECH, Universidad de las Naciones Unidas, Países Bajos [email protected] Este artículo propone una interpretación del desarrollo como proceso de acumulación de capacidades tecnológicas y socia- les, en función del aprovechamiento de ventanas de oportuni- dad sucesivas y distintas. Estas vendrían determinadas, desde los países centrales, por las revoluciones tecnológicas que ocu- rren cada medio siglo y las cuatro fases que caracterizan su despliegue. Las posibilidades de avanzar en cada oportunidad dependerían de los logros de la fase anterior, la identificación de la naturaleza de la siguiente, la comprensión del paradigma tecnoeconómico que acompaña la revolución en cuestión y la habilidad para diseñar y negociar, en cada caso, una estrategia de suma positiva reconociendo las estrategias de las empresas más poderosas. Con esta interpretación se revisan someramen- te las sucesivas estrategias de desarrollo aplicadas desde la dé- cada de 1950. Luego se atisba el carácter de la próxima fase y, aplicando los principios del paradigma tecnoeconómico, se ex- ploran algunos aspectos del cambio institucional por realizar. REVISTA DE LA CEPAL 75

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D I C I E M B R E 2 0 0 1

Cambio tecnológicoy oportunidades de

desarrollo comoblanco móvil

Carlota Pérez

Investigadora Honoraria,

SPRU, Universidad de Sussex.

Investigadora Senior Adjunta,

INTECH, Universidad de las

Naciones Unidas,

Países Bajos

[email protected]

Este artículo propone una interpretación del desarrollo como

proceso de acumulación de capacidades tecnológicas y socia-

les, en función del aprovechamiento de ventanas de oportuni-

dad sucesivas y distintas. Estas vendrían determinadas, desde

los países centrales, por las revoluciones tecnológicas que ocu-

rren cada medio siglo y las cuatro fases que caracterizan su

despliegue. Las posibilidades de avanzar en cada oportunidad

dependerían de los logros de la fase anterior, la identificación

de la naturaleza de la siguiente, la comprensión del paradigma

tecnoeconómico que acompaña la revolución en cuestión y la

habilidad para diseñar y negociar, en cada caso, una estrategia

de suma positiva reconociendo las estrategias de las empresas

más poderosas. Con esta interpretación se revisan someramen-

te las sucesivas estrategias de desarrollo aplicadas desde la dé-

cada de 1950. Luego se atisba el carácter de la próxima fase y,

aplicando los principios del paradigma tecnoeconómico, se ex-

ploran algunos aspectos del cambio institucional por realizar.

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Este trabajo fue preparado originalmente para la UNCTAD X y pre-sentado posteriormente en el seminario “La Teoría del Desarrolloen los Albores del Siglo XXI”, organizado por la CEPAL en Santiagode Chile para conmemorar el centenario del nacimiento de RaúlPrebisch.

ICambio tecnológico y desarrollo

La tecnología suele concebirse como un campo espe-cializado de la política de desarrollo, con institucionesseparadas. No obstante, en el presente trabajo sostene-mos que la tecnología, más que un elemento de lasestrategias de desarrollo, es condición de su viabilidad.Las oportunidades de desarrollo son un blanco móvil.Cualquier observador serio del progreso alcanzado enmateria de desarrollo desde fines de los años cincuen-ta hasta fines del decenio de 1970 tendrá que recono-cer que las estrategias de sustitución de importacionesaplicadas por los diversos países se tradujeron en avan-ces graduales y significativos. A mediados del dece-nio de 1970, cuando la combinación del redespliegueindustrial del Norte con la promoción de exportacio-nes desde el Sur mostraba y prometía nuevos y másamplios avances, se tenía la esperanza de que el progresosería constante. Con el fracaso y deterioro subsiguientedel modelo de protección y subsidios en la mayoría delos países que lo trataron de seguir aplicando, el péndu-lo se ha desplazado al otro extremo, negándose todoslos logros conseguidos con ese modelo. Se abonó asíel terreno para defender al libre mercado como la úni-ca forma de lograr resultados satisfactorios en materiade desarrollo, aunque la eficacia de esa política no sehaya comprobado todavía.

Se sostiene en este artículo que las oportunidadesde desarrollo surgen y se modifican a medida que se

despliegan las sucesivas revoluciones tecnológicas enlos países avanzados. La transferencia de tecnología yde equipo productivo sólo se efectúa voluntariamentecuando promete beneficio mutuo. Las estrategias desustitución de importaciones fueron exitosas porqueconstituían un juego de suma positiva para las indus-trias maduras del mundo desarrollado que hacían frenteal agotamiento tecnológico y a la saturación de susmercados. Al surgir la revolución informática estas con-diciones cambiaron radicalmente y se abrieron otras op-ciones viables.

Sobre la base de esta interpretación se examinanaquí las estrategias de desarrollo desde un ángulo di-ferente, especialmente útil en relación con los desafíosdel proceso de globalización y de la era de la infor-mación. En primer lugar se analiza la evolución de lastecnologías, a fin de comprender en qué condiciones secrean las oportunidades de desarrollo y determinar sunaturaleza. Después se aborda el tema del desarrollocomo forma de aprender a aprovechar esas oportuni-dades cambiantes. El tema se ilustra con una revisiónde los sucesivos modelos de desarrollo aplicados en losúltimos 50 años y con un examen de los desafíos queplantea la próxima etapa de concentración del poderen la economía mundial. Por último, se estudian algu-nas de las exigencias institucionales para hacer frenteal nuevo “paradigma de redes flexibles”.

IIEl ciclo del producto, el desarrollo y el cambio

en las barreras de ingreso

El papel de la tecnología importada como tramo obli-gado del camino hacia la industrialización es hechoconocido históricamente por la experiencia de los Es-

tados Unidos y de varios países europeos en el sigloXIX y a principios del siglo XX. Más recientemente,han confirmado ese papel la rápida transformación delJapón en un país de primera línea y el gran avance enel desarrollo de los “cuatro tigres” del Asia. El éxitode estos países se ha debido, sin lugar a dudas, a laabsorción de la tecnología de los países más avanza-dos y a sus propios esfuerzos para adoptar, adaptar,modificar y dominar los conocimientos técnicos co-

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rrespondientes (Freeman, 1993; Amsden, 1989). Sinembargo, pueden citarse muchos más países que en esemismo período tuvieron escaso éxito en promover eldesarrollo, aunque aparentemente aplicaron procedi-mientos análogos para utilizar tecnología importada.Además, numerosos países y regiones enteras, comoAfrica y la mayor parte de Sudamérica, parecen haberperdido gran parte del terreno conquistado (Mytelka,1989; Katz, ed., 1996).

Las causas de esos resultados tan distintos hay quebuscarlas, en parte, en las políticas concretas aplicadasen cada caso y, en parte, en las condiciones particula-res de cada país. A un nivel más profundo, esas causasestán arraigadas en la naturaleza de las ventanas deoportunidad creadas por la evolución tecnológica de lospaíses líderes y en la capacidad para aprovecharlas,consciente o intuitivamente. Ello hace necesario recu-rrir a la abundante literatura especializada sobre la for-ma cómo evolucionan y se difunden las tecnologías.

1. El ciclo de vida del producto y la expansióngeográfica de las tecnologías

Uno de los primeros intentos de analizar las posibili-dades tecnológicas de los países en desarrollo lo hizoHirsch (1965). Examinando el comportamiento de laindustria electrónica tradicional en función del ciclo delproducto, Hirsch mostró cómo las ventajas se despla-zaban a favor de los países menos adelantados cuandolas tecnologías se aproximaban a su madurez. Wells

(1972) resumió gráficamente el proceso para el casode los Estados Unidos, en su estudio de la bibliografíasobre el ciclo del producto (gráfico 1).

La migración de la producción desde el país deorigen a otros países avanzados, y luego a los menosdesarrollados, explicaría uno de los procesos observa-dos por Leontief según el cual las exportaciones de losEstados Unidos tenían un mayor contenido de manode obra que sus importaciones (Leontief, 1954). Estasituación, paradójica para el país líder en materia detecnología, se relacionaba con las características cam-biantes de las tecnologías en evolución. Las tecnolo-gías tienden a hacer uso más intensivo de mano de obradurante sus fases iniciales y a utilizar personal relati-vamente costoso de alto conocimiento y calificación.1

En cambio, cuando se aproximan a la madurez, yaestán utilizando procesos altamente estandarizados,mecanizados y automatizados.

Cuando las tecnologías maduran, hay fuerzas quelas expulsan más y más hacia la periferia, donde,presumiblemente, hay fuerzas complementarias que lasatraen para poner en marcha procesos de desarrollo.Aunque esta observación se aplica sobre todo a losbienes de consumo y a algunos bienes básicos de ca-pital, la gama es suficientemente amplia para servir depunto de partida del análisis.

ExportadorNeto

ImportadorNeto

GRAFICO 1

Despliegue geográfico de las tecnologías a medida que se acercan a la madurez

Fuente: Wells (1972), p. 15.

Producto MaduroProducto Nuevo

Presentación esquemática de la posición comercial de EE.UU.en el ciclo de vida del producto

Fase I

Toda la producciónen EE.UU.

EE.UU. exporta amuchos países

Fase II

Comienza la producciónen Europa

EE.UU. exporta sobretodo a países menosdesarrollados (PMD)

Fase III

Europa exporta hacialos PMD

Desplazamiento de lasexportaciones de EE.UU.hacia los PMD

Fase IV

Europa exportahacia EE.UU.

Fase V

Los PMDexportan haciaEE.UU.

Pos

ició

n de

EE

.UU

.

1 Véanse Hirsch (1965 y 1967), Vernon (1966) y, de fecha reciente,Von Tunzelmann y Anderson (1999).

Tiempo

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2. Con tecnologías maduras no puede haber sal-tos en el desarrollo 2

Es irónico que las ventajas se desplacen a favor de lospaíses con recursos financieros escasos precisamentecuando el proceso de producción se caracteriza por unuso más intensivo del capital. Al llegar a esa fase, lastareas se han hecho tan rutinarias —véanse las fases 4del gráfico 2 —3 que los gerentes no necesitan gran co-nocimiento previo ni mucha experiencia, y los proce-sos pueden emplear mano de obra no calificada. Porotra parte, a medida que la tecnología y los mercadosalcanzan la madurez, la ventaja determinante es elperfil de costos comparativos.

¿Puede haber un verdadero salto en el desarro-llo basado en tecnologías maduras? Es sumamentedifícil y ello por varias razones. Como se indica enel gráfico 3, las tecnologías maduras llegan a un punto

en el que tienen un potencial mínimo para producirbeneficios, enfrentan mercados estancados y casi noles queda campo para mejorar la productividad. Asípues, en general, la fase de madurez como punto departida es costosa, y no es muy rentable ni muy pro-metedora. Con todo, se trata probablemente del me-jor punto de partida para crear una plataforma básicade industrialización, generar capacidad de aprendizajey establecer la infraestructura básica y otros factoresexternos requeridos para respaldar un esfuerzo dedesarrollo.

Sin embargo, alcanzar el desarrollo supone unproceso dinámico, alimentado por innovaciones loca-les y mercados crecientes, por lo cual habría que in-gresar tan temprano como fuera posible. Aunque pa-rezca extraño, aparte de la fase de madurez, el otromomento cuando los actores débiles enfrentan obs-táculos superables no es en la segunda ni en la tercera

GRAFICO 2

Cambio en los requisitos de ingreso según la fase de evolución de las tecnologías

Alto

Bajo

1 2 3 4

Experiencia y know-how

1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4

Ventajasdinámicas

Ventajascomparativas

(estáticas)

Conocimiento científico Capacidad para usar mano deobra no calificada

Importancia relativa de lasventajas de ubicación

Fuente: Basado en Pérez y Soete (1988) y Hirsch (1967).

2 Este apartado se basa en Pérez y Soete (1988).

3 Puede considerarse que la cuarta fase abarca aproximadamentelas fases IV y V del diagrama de Wells (véase el gráfico 1).

GRAFICO 3

Cambio en el potencial de las tecnologías según la fase de evolución

Fuente: Basado en Gerschenkron (1962), Cundiff y otros (1973), Kotler (1980) y Dosi (1982).

1

Alto

Bajo2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4

Potencial decrecimiento

Espacio para mejorarla productividad

Capacidad paraproducir ganancias

Costo de la inversión(en equipamiento)

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fase, sino en la primera. Este resulta ser el punto deingreso más prometedor, ya que, como se indica en elgráfico 3, son grandes las posibles ganancias, se pre-sentan amplias posibilidades de crecimiento del mer-cado y la productividad y los costos de inversión sonrelativamente bajos. Incluso la inversión en activida-des de investigación y desarrollo puede con frecuen-cia ser menor que la del innovador original.

Cabría entonces pensar que solamente las empre-sas de países avanzados poseerían el alto grado deconocimientos requerido en esta fase (véase el gráfico2). No obstante si los productos nuevos forman partede las primeras fases de una revolución tecnológica,los conocimientos involucrados tienden a ser de domi-nio público (disponibles en las universidades, por ejem-plo). Como ilustración baste citar el caso reciente deSilicon Valley y sus millares de imitadores exitosos enel mundo. En esos casos no es muy grande la expe-riencia previa requerida, y poseerla podría incluso seruna desventaja, porque las revoluciones tecnológicasimplantan nuevos modelos de gestión que hacenobsoletos los anteriores.

El otro factor restrictivo se relaciona con el me-dio circundante. El éxito con tecnologías nuevas de-pende de ciertos factores complementarios importan-tes como las ventajas dinámicas y externalidades dediverso tipo, especialmente las infraestructuras física,social y tecnológica, o la existencia de clientes localescompetentes y exigentes. Estos elementos pueden ha-berse creado antes con tecnologías maduras, o adquirir-se mediante intensos procesos de aprendizaje e invir-tiendo en el mejoramiento del medio social y econó-mico.

Parecería entonces que se podría diseñar una es-trategia para acumular capacidad tecnológica y socialusando tecnologías maduras y luego aprovechar esabase para acceder a tecnologías nuevas y dinámicas,pero esa posibilidad depende en alto grado de las opor-tunidades específicas creadas por las sucesivas revo-luciones tecnológicas. Comprender cabalmente la evo-lución de las tecnologías en los países avanzados pue-de ser provechoso para los países en desarrollo quedeseen diseñar estrategias viables. Este es el tema dela sección siguiente.

IIITecnologías, sistemas, revoluciones

y paradigmas

La evolución tecnológica es un proceso complejo; lastecnologías se interconectan en sistemas y éstos, a suvez, se entretejen y son interdependientes, tanto entresí como en relación con el entorno físico, social einstitucional.

Gran parte del aprendizaje tecnológico es graduale incremental. Sin embargo, no hay ninguna progre-sión inevitable hacia una frontera cada vez más lejanay siempre inalcanzable; existen importantes disconti-nuidades que se convierten en ventanas por las que losrecién llegados pueden saltar adelante. Estas oportuni-dades se dan en forma de revoluciones tecnológicas eimplican fuertes cambios de dirección en el avance tec-nológico; también proporcionan los medios para moder-nizar la mayoría de las actividades a costa de abando-nar muchos de los conocimientos de gestión acumula-dos anteriormente y parte del equipamiento anterior,junto con los conocimientos especializados conexos.Las nuevas tecnologías de carácter revolucionarioabren oportunidades inéditas para aprender y alcanzar

el desarrollo. La interacción de los cambios tecnoló-gicos continuos y discontinuos explica por qué y cómovarían las oportunidades de desarrollo con el tiempo.

1. Las trayectorias tecnológicas y la acumulaciónde experiencia

Pese a sus variaciones específicas, gran parte de lastecnologías tiende a seguir una trayectoria similar encuanto al ritmo y la dirección del cambio y las mejo-ras —desde la innovación inicial hasta la madurez—,evolución que coincide aproximadamente con la de susmercados: desde la introducción hasta la saturación4

(gráfico 4).

4 Abernathy y Utterback (1975), Dosi (1982) y Sahal (1985). Entrelos libros de texto sobre la gestión de negocios cabe señalar a Cundiffy otros (1973) y Kotler (1980). Una sinopsis amplia aparece enCoombs y otros (1987) y Dosi (1988). La interpretación completade las relaciones entre la tecnología, la economía y las políticas figu-ra en la obra clásica de Freeman (1974) acerca de la economía de lainnovación, y en la versión actualizada de Freeman y Soete (1997).

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Luego que una innovación radical da lugar a laaparición de un nuevo producto, capaz de sustentar eldesarrollo de una nueva industria, hay un período ini-cial de intensa innovación y optimización, hasta lograrla aceptación del producto en el segmento correspon-diente del mercado. La interacción con el mercadopronto determina la dirección de las mejoras, que amenudo definen un diseño dominante (Arthur, 1989;David, 1985). Desde ese punto, y a medida que cre-cen los mercados, se registran innovacionesincrementales sucesivas para mejorar la calidad delproducto, la productividad del proceso y la situaciónde los productores en el mercado. Se culmina en lamadurez cuando la nueva inversión en innovacionestiene rendimientos decrecientes. Según la importanciaque tenga el producto, todo el proceso puede durarunos pocos años o varios decenios. En este último caso,las “mejoras” suelen ser modelos sucesivos.

Tras las primeras innovaciones, los que estándesarrollando la tecnología adquieren ventajas, no sólomediante patentes sino también —lo que quizás seamás importante— gracias a la experiencia acumuladacon el producto, el proceso y los mercados. Ello tien-de a encerrar los correspondientes conocimientos ge-nerales y especializados dentro de las empresas y susproveedores, haciéndolos cada vez más inaccesibles anuevos participantes. Esa experiencia, además, acele-ra la adopción de las innovaciones subsiguientes, porlo que las más recientes son incorporadas rápidamen-te y es aun más difícil para los rezagados alcanzar alos punteros (véase el gráfico 5, que muestra este fe-nómeno tomando como ejemplo el caso de innovacio-nes sucesivas en el automóvil).

2. Los sistemas tecnológicos y la creación decapacidad social

Las tecnologías no se desarrollan en forma aislada sinoconectadas unas con otras, en sistemas, apoyándoserecíprocamente y aprovechando la experiencia, el de-sarrollo de proveedores, la educación de los consumi-dores y otras externalidades creadas por sus anteceso-res en el sistema (Freeman, Clark y Soete, 1982).

La evolución de los sistemas tecnológicos sigueuna trayectoria análoga a la de los productos indivi-duales (gráfico 4). Los nuevos productos representanlas mejoras incrementales del sistema. En las dos pri-meras fases hay muchos productos realmente impor-tantes con un largo ciclo de vida; después, tienden adisminuir en número e importancia, hasta que los últi-mos son poco significativos y tienen un ciclo de vidabreve (como los neumáticos radiales y el encendidoelectrónico en el gráfico 5).

En el gráfico 6 se presenta un ejemplo estilizadodel sistema tecnológico de los aparatos electrodomés-ticos, que comienza con los refrigeradores, las lavado-ras y las aspiradoras, y se amplía después con una seriede nuevos productos y modelos sucesivos de los pri-meros. Los unos y los otros suelen llegar a la madurezde manera más o menos simultánea junto con la intro-ducción de las últimas innovaciones menores del sis-tema, como los abrelatas y cuchillos eléctricos. En elgráfico se indica también la forma en que los sistemasse arraigan en determinados territorios gracias a laextensión de la red de proveedores de repuestos y al

GRAFICO 4

La evolución de una tecnología: Unatrayectoria tecnológica

Rendimientosdecrecientes a lainnovación

1 2 3 4Fases

Madurez

1 2 3 4Innovación

radical

Tiempo

Innov

acion

es

increm

ental

esGrado demadurez

Optimizacióninicial

Fuente: Basado Nelson y Winter (1977), Dosi (1982), Freeman yPérez (1988), Wolf (1912), Abernathy y Utterbak (1975) y otrosautores.

GRAFICO 5

Acortamiento del ciclo de las innovacionestardías: La difusión de las tecnologíassucesivas en la industria automotrizde los Estados Unidos

Porcentaje de la producciónque incorpora la innovación

Fuente: Jutila y Jutila (1986), citado en Grübler (1990, p. 155).

100

80

60

40

20

01955 1960 1965 19751970 1980

15%

90%

Años

Transmisiónautomática

Direcciónhidráulica

Aireacondicionado

Encendidoelectrónico

Neumáticosradiales

Frenosde disco

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establecimiento gradual del marco regulatorio y otroselementos de facilitación institucional.

Esta creciente interacción de elementos “duros yblandos” es uno de los aspectos a que se referíaAbramovitz (1986), cuando criticaba el concepto dedesarrollo como la simple acumulación de capital ytrabajo y subrayaba la necesidad de adquirir capacidadsocial. Esa interacción también se vincula con la no-ción de sistemas de innovación nacionales o regiona-les, creados por los agentes que interactúan en el pro-ceso (Freeman, 1993; Lundvall, 1988 y 1992).

La necesidad de formar estas complejas redes deactividades e instituciones que se apoyan recíproca-mente explica algunas de las limitaciones a que hacefrente el desarrollo cuando se basa en la transferenciade tecnologías maduras. También apoya el argumentode quienes recomiendan aprovechar las tradiciones, lacapacidad local y los conocimientos existentes en cadaterritorio concreto (Porter, 1991). Por último, muestrael tipo de acciones que serían necesarias para apoyaren forma eficaz la supervivencia de empresas de van-guardia en los países en desarrollo.

3. Las revoluciones tecnológicas y la interco-nexión de los sistemas 5

Cada revolución tecnológica es un conjunto de siste-mas tecnológicos que gradualmente crean las condicio-nes necesarias para la aparición de nuevos sistemas,todos los cuales siguen principios similares y cuentancon los mismos factores externos. En los gráficos 7 y 8se ilustran dos de esas explosiones de nuevas tecnolo-gías: la revolución de la producción en serie con sussistemas sucesivos, que cristalizó alrededor de 1910 yllegó a su madurez en los años sesenta y setenta, y larevolución informática, que se ha venido difundiendodesde los años setenta.

El proceso de multiplicación de innovaciones ysistemas tecnológicos, aguas arriba y aguas abajo delas industrias que forman el núcleo de cada revolucióntecnológica, explica el enorme potencial de crecimientoque tiene cada una de estas constelaciones de nuevas

GRAFICO 6

Coevolución de un sistema tecnológico y su entorno: Los electrodomésticos

Desarrollo deproveedoresy servicios FAMILIAS

DE PRODUCTOSY MODELOS

SUCESIVOS

Desarrollodel mercado

y de las externalidades

Aspiradora,refrigerador,

lavadora, plancha,tostadora, cocina y

horno eléctricos

Nuevos modelosmás:

secadora,congeladora,

cocina eléctrica, etc.

Combinaciones ynuevos modelosmás: licuadora,

calentador dea agua,batidora, etc.

Modelos con contolelectrónico,

más: cuchilloeléctrico,abrelatas,

amolador, etc.

BUSQUEDADE NUEVOS

PRODUCTOSY MERCADOS

Electricidaden cada hogar

Sistemas de mercadeoy distribución

Crédito al consumo

SuburbanizaciónEl “Todo eléctrico”

Alimentos refrigeradosy congelados (NST)*

Publicidad

Transistoresyminiaturización

Modelomundial de

consumo

MicroelectrónicaSaturación

Crecimientovegetativo de los

mercados

(NST)* = Nuevo Sistema Tecnológico

Redes deproveedores(partes, materiales,servicios, etc.)Repuestos ymantenimiento

Normalización,estandarización departes. Plásticossucesivos (NST)*Ampliación de redde proveedores

5 Freeman y Pérez (1988). Un análisis exhaustivo de cada una delas revoluciones, desde la revolución industrial en Inglaterra, seencuentra en Freeman y Louçã (2001).

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GRAFICO 7

La revolución de la producción en serie: Una red crecientede sistemas tecnológicos desplegándose desde 1910

Equipo especializado y servicio técnico para:Exploración, producción y transporte. Diseño y construcción de planta.

Instrumentos de medición y control. Materiales especiales (Lodos de perforación, lubricantes, catalizadores, etc.).

GRAFICO 8

La revolución informática: Una red creciente de sistemastecnológicos desplegándose desde 1970

Equipos especiales, provisión de partes, servicios especializados, nuevos materiales, satélites.Fibra óptica, firmware y software especializados, ciencia de vanguardia, etc.

PETRO-QUIMICA

REFINACION

etc. etc. etc. etc. etc.

PETROLEO

etc. etc.

Fibras

Textiles

Confección

etc. etc. etc. etc. etc.

Industriaautomotriz Empaque y

embotellado

Muebles

“Revolución verde”• Pesticidas• Fertilizantes• Herbicidas, etc.Construcción

de carreteras (Asfalto)

Productosfarmacéuticos

QuímicosSistema de

distribución decombustibles

Bienes

durablesde consumo

PlásticosIndustriaeléctrica

CHIPSMICROELECTRONICOS

TELE-COMUNICACIONESCOMPUTACION

Software y múltiples usos de la Informática ylas telecomunicaciones

Productospersonalesy de oficina

etc. etc. etc. etc. etc. etc. etc.etc.etc.

Equipospersonales

E-mail

E-commerce

Serviciosde valoragregado

Satélites.

Multimedia

InternetEquipos paraserviciosespecializados• Medicina• Laboratorios• Espacial• Militar• etc.

CAD/CAM/FMSControlesrobotsy otrosequiposindustriales

Productosde

consumo

Informacióny

educación

Servicios deTV y cable

etc.

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tecnologías. Se trata de la apertura de un nuevo y vas-to territorio para la innovación, la expansión y el cre-cimiento. Las innovaciones iniciales marcan el “des-cubrimiento”, mientras que la plena “ocupación” delterritorio corresponde a la fase de madurez y agota-miento.

Los gráficos 4 y 5, proyectados en el tiempo,pueden leerse también como la trayectoria de vida deuna revolución tecnológica. En este caso, las “mejo-ras” incrementales serían los nuevos sistemas tecno-lógicos sucesivos. Como en los casos anteriores, en elperíodo temprano de crecimiento aparecen muchossistemas importantes y, a medida que se avanza haciala madurez, los nuevos sistemas tienden a disminuir,tanto en número como en envergadura.

4. Paradigmas tecnoeconómicos y rejuveneci-miento de todas las actividades

Las industrias maduras existentes ni se estancan nicohabitan pasivamente con las nuevas industrias. Cadarevolución tecnológica aporta tecnologías genéricas yubicuas, así como nuevas prácticas de organización quedan lugar a un aumento significativo de la productivi-dad potencial de la mayoría de las actividades existen-tes. Los principios en que se basa ese procesomodernizador se incorporan gradualmente a un mode-lo de práctica óptima que hemos denominado “estilotecnológico” o “paradigma tecnoeconómico”.6 El re-sultado es un rejuvenecimiento gradual de toda la es-tructura productiva, de modo que las industrias madu-ras actualizadas puedan volver a comportarse como in-dustrias nuevas, en cuanto a dinamismo, productividady rentabilidad.

Este proceso podría explicar la decepción de quie-nes, en el Diálogo Norte-Sur de los años setenta, abri-gaban la esperanza de trasladar las industrias madurasal mundo en desarrollo en forma permanente. Desdelos años ochenta se ha modernizado una industria trasotra; incluso una industria tan tradicional como la con-fección ha sido rejuvenecida y puesta en una sendainnovadora, con mercados segmentados (Hoffman yRush,1988; Mytelka,1991).

5. El cambio de paradigma como cambio del sen-tido común gerencial

Un paradigma tecnoeconómico articula los modelostécnico y organizativo para aprovechar al máximo elpotencial de la revolución tecnológica correspondien-te. Cada paradigma proporciona un nuevo conjunto deprincipios de “sentido común” que sirven para orien-tar la toma de decisiones de empresarios, innovadores,gerentes, administradores, ingenieros e inversionistashacia la máxima eficiencia y eficacia, tanto en las ac-tividades nuevas como en las viejas. Para quienes ha-bían obtenido resultados satisfactorios con el paradig-ma anterior, el proceso de adopción de uno nuevopuede resultar devastador. Además de exigir el aban-dono de una experiencia adquirida con gran esfuerzo,es como si el mundo se parara de cabeza (Peters,1989;Coriat,1991).

El gráfico 9 muestra cómo, con el paso del para-digma de la producción en serie al modelo de redesflexibles, se transforman los criterios de gestión entodos los campos, desde la selección y diseño del pro-ducto a las estructuras organizacionales; los modos defuncionamiento y las relaciones con el personal.

Fenómenos como la globalización y la tendenciahacia la descentralización política también guardan es-trecha relación con el cambio de paradigma, con lasnuevas posibilidades que ofrece y con la manera máseficaz de aprovecharlas. Puede considerarse que ladescripción schumpeteriana de las revoluciones tecno-lógicas como procesos de “destrucción creadora” nose aplica sólo a la economía sino también a las políti-cas y las instituciones.7

El proceso de transformación no es fácil; la tran-sición a las nuevas prácticas puede demorar dos o tresdécadas. A la larga, el nuevo paradigma se convierteen el sentido común general y se considera como elestado natural y normal.

Los recién llegados, es decir, los que no han te-nido una experiencia exitosa con el paradigma anterior,pueden reorientar sus esfuerzos hacia el aprendizaje delas nuevas prácticas, mientras los líderes establecidostienen que “desaprender” gran parte del viejo paradig-ma y adoptar el nuevo. Mucha de la experiencia ad-quirida y una cantidad considerable de las inversionesrealizadas en el contexto anterior se vuelven obsoletas

6 Pérez (1983 y 1986). La expresión toma la noción de paradigmatecnológico propuesta por Dosi (1982) para describir las trayecto-rias de las distintas tecnologías, y la engloba en un concepto másamplio que define una trayectoria común “metaparadigma”.

7 Las empresas del mundo en desarrollo han tenido que vivir unadoble transición al tener que renunciar al modelo proteccionista(véase Pérez, 1996).

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y tienen que ser reemplazadas. El proceso de renova-ción es largo y difícil, por lo que los recién llegadostienen cierta ventaja, la que puede ser respaldada con

inversiones tempranas en la nueva infraestructura y lacreación de instituciones adecuadas para facilitar elproceso.

GRAFICO 9

Cambio de Paradigma

Uso intensivo de información yconocimientoAhorro de energía y materias primasServicios y valor intangible

Productos diversificados y adaptablesMercados altamente segmentados delproducto básico masivo al nicho angosto

Mejoramiento continuoEl cambio es la principal rutina

Redes descentralizadasCentro estratégicoUnidades semi-autónomas multifuncionalesComunicaciones interactivas(verticales y horizontales)

Capital humanoLa mano de obra como activoEl entrenamiento como inversión

Uso intensivo de energía y materiasprimas en productos, procesos,transporte, etc.Productos tangibles

Productos estandarizadosMercados masivos

One best wayLa rutina óptima es la meta

Organizaciones centralizadasPirámides jerárquicasDepartamentos funcionalesCanales rígidos de comunicación

Recursos humanosLa mano de obra como costoEl entrenamiento como una externalidadesperada

Un cambio en el “sentido común” tecnológico y gerencial

MODELO DE PRODUCCION EN SERIEEpoca del petróleo y el automóvil

MODELO DE REDES FLEXIBLESEpoca de la tecnología informática

Insumosy valor

Productos ymercados

Modo deoperar

Estructuras

Personal

IVEl desarrollo como proceso de aprender

a aprovechar oportunidades cambiantes

El cuadro trazado a grandes rasgos caracteriza la evo-lución tecnológica como un proceso con períodos decontinuidad y discontinuidad enraizados en la natura-leza de la competencia en el sistema capitalista. A nivelmicroeconómico, cada una de las innovaciones radi-cales representa una discontinuidad seguida por unaevolución constante, hasta que la reducción de las po-sibilidades de aumentar la productividad y los benefi-cios impulsa la búsqueda de otras innovaciones radi-cales. A escala macrosistémica las revoluciones tecno-lógicas sucesivas irrumpen en el sistema económico,trayendo consigo constelaciones de nuevos productos,tecnologías e industrias. Estas discontinuidades funda-

mentales inducen grandes oleadas de crecimiento, alprincipio en el núcleo de los países industrializados,donde además de la expansión explosiva de las indus-trias nuevas abarcan y rejuvenecen gradualmente a lamayoría de las industrias existentes. Al final, cuandoel conjunto se acerca a la madurez, el proceso se di-funde hacia la periferia, mientras que en los países cen-trales se está gestando ya la próxima gran oleadainnovadora.

Los países en desarrollo persiguen, pues, un blan-co móvil, que no sólo avanza constantemente, sino quetambién cambia de dirección aproximadamente cadamedio siglo. Si se descarta la autarquía como opción,

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el desarrollo es cuestión de aprender a practicar estejuego de desplazamiento y variación constantes, quees también un juego de poder.

¿Sería ésta otra versión de la teoría de la depen-dencia? Es indudable que implica una noción de comple-mentariedad norte-sur y centro-periferia; al mismo tiem-po, ofrece, sin embargo, la posibilidad de romper elcírculo vicioso del subdesarrollo mediante la adopciónde políticas apropiadas. Quienes entiendan el juego ylo jueguen bien podrían encontrar la forma de dar unsalto adelante y alcanzar el desarrollo. Las verdaderaslecciones que enseñan los tigres asiáticos no radicanen recetas repetibles sino en la comprensión de la di-námica específica que hizo posible el desarrollo, prin-cipalmente el hecho de que las condiciones más favo-rables para avanzar se dan durante los períodos decambio del paradigma.

1. Las transiciones de paradigma como dobleoportunidad tecnológica

Durante un período de unos 20 años o más, durante latransición de un paradigma a otro, coexisten las tec-nologías viejas con las nuevas. El grueso de las tecno-logías maduras del paradigma anterior se va estirandoal máximo, intentando superar la limitación al creci-miento de su productividad y de sus mercadosdesplegándose geográficamente para sobrevivir. Esto

ocurre al tiempo que las nuevas tecnologías se expan-den, florecen y crecen rápidamente y con grandesmárgenes de beneficio. Eso caracterizó los decenios delos setenta y los ochenta en los países desarrollados,dando lugar a tendencias centrífugas, en que los ricos,los modernos y los exitosos se hacen más ricos, y lospobres y débiles se empobrecen más. Sin embargo, yparadójicamente, en este período, de las peores condi-ciones sociales y económicas, aparecen las mejoresoportunidades.

Durante la transición entre paradigmas se abrensimultáneamente las dos mayores ventanas de oportu-nidad: la fase uno, de las nuevas tecnologías, y la fasecuatro, de las maduras (gráfico l0).

Aunque los productos maduros pueden servir paralograr el crecimiento durante cierto tiempo, no soncapaces de propulsar un proceso de avance aceleradodel desarrollo, porque su potencial de innovación estáen buena medida agotado. Sin embargo, durante lastransiciones de paradigma se abre una excelente opor-tunidad para dar un salto adelante. Las nuevas tecno-logías genéricas y los principios de organización pue-den aplicarse para modernizar y rejuvenecer las tecno-logías maduras (e incluso las tecnologías tradicionales),como ocurrió, por ejemplo, en el sector del automóvily en otras industrias en Japón, las industrias de la cons-trucción naval y el acero en la República de Corea, losinstrumentos quirúrgicos en Pakistán (Nadvi,1999), las

GRAFICO 10

La transición como la mejor oportunidad para dar un salto adelante

Gra

do d

e m

adur

ez y

des

plie

gue

Tiempo

Doble oportunidad tecnológica

Nuevoparadigma

Potencial derejuvenecimiento

de tecnologíasmaduras

3 4 1’ 2’2

Acceso a nuevas

tecnologías genéricas

y modelos organizativos

Acceso a tecnologíasmaduras específicas

Viejo paradigma

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exportaciones de flores frescas de Colombia y las desalmón fresco de Chile.8 Durante la transición, tambiénes posible tratar de ingresar directamente a las nuevasindustrias, como lo hicieron muchas empresas delmundo en desarrollo con productos microelectrónicosy software. El problema radica luego en cómo atrave-sar exitosamente las fases dos y tres. Muchas de lasbrillantes estrellas tempranas desaparecieron en el in-tento. Mantenerse en la carrera exige creciente apoyopor parte del entorno, innovación constante, inversio-nes de uso intensivo de capital y, probablemente, unagran capacidad de maniobra en cuanto a mercados yalianzas. Los chips de memoria de la República deCorea, las unidades de disco de Singapur y los clonesinformáticos de Asia son ejemplos de ese tipo de éxi-to, aunque cada uno en condiciones muy específicas.

En la actual transición de paradigma surgió unatercera posibilidad muy importante en el contexto dela globalización. A diferencia de la forma cómo se des-plegó el paradigma de la producción en serie, en el quelas industrias primero conquistaron el mercado nacio-nal y luego invadieron el internacional, muchas indus-trias del presente paradigma han funcionado en el pla-no mundial desde la primera fase. Ello ha abierto laposibilidad de participar en redes globales en diversosroles y con distintos tipos de arreglo (Hobday, 1995;Radosevic, 1999). También ha permitido producir lo-calmente para exportar por conducto de redes globalesde comercialización, ya sea como empresas indepen-dientes u organizando grupos cooperativos tipo “clus-ter”.9

2. “Danzar con lobos” 10 o la cuestión de las es-tructuras del poder

Para comprender las condiciones de acceso a la tec-nología en forma cabal es necesario considerar lasestructuras del poder. La naturaleza cambiante de lasbarreras de ingreso guarda estrecha relación con losniveles y formas de competencia y de concentraciónen la industria de que se trate. La naturaleza de cadafase determina el comportamiento de las empresasinteresadas y modifica gradualmente su principal focode atención y sus intereses.

El cuadro 1 resume los cambios en los patronesde competencia y en las estructuras del poder, típicos

de la evolución de las industrias, sus tecnologías y susmercados. También indica la amplitud de la ventanade oportunidad existente en cada fase y las condicio-nes que deben cumplir empresas que aspiren a ingre-sar al sector, ya sea en forma dependiente (es decir,formando parte de la estrategia de las empresas pro-pietarias), o de manera autónoma, entrando al merca-do en competencia directa.

Este esquema estilizado no puede representar to-dos los casos, ni cae en el ámbito de este breve trabajoexaminar todas las variaciones y sutilezas en juego. Sinembargo, el cuadro puede servir como marco de refe-rencia para plantear algunas observaciones importantes:

i) Dado que siempre habrá productos e industriaspasando por las distintas fases, hay que estar conscientey mantenerse informado sobre la fase de evolución delas tecnologías específicas y de los patrones de com-petencia prevalecientes en los diversos segmentos demercado, para poder identificar los intereses de posi-bles aliados o competidores y evaluar sus fortalezas.Este proceso será útil también para estimar el valor delos activos propios y las posibilidades de la empresa,con miras a mejorar el proceso de toma de decisiones yel diseño de la estrategia de negociación.

ii) También es importante identificar la fase dedespliegue en que se encuentra la revolución tecnoló-gica. Como las revoluciones implican la coevoluciónde muchos sistemas, durante las primeras décadas dedespliegue de las mismas habrá muchas tecnologíasnuevas importantes en las fases uno y dos, mientras queen las décadas posteriores tienden a predominar lastecnologías que se aproximan a las fases de madurez(tres y cuatro) hasta que se superponen con las delnuevo paradigma en la transición siguiente. Así pues,las ventanas de oportunidad de cada tecnología estánfuertemente marcadas por el contexto más amplio dela difusión del paradigma. Ello afecta tanto las estra-tegias empresariales como las de los países.

iii) Por último, la selección entre el ingreso de-pendiente o el autónomo está determinada en alto gra-do por las condiciones de la empresa específica. Espreciso también conocer la evolución de las estructu-ras de poder, a fin de identificar claramente los intere-ses actuales y futuros de los posibles socios o compe-tidores. Cuanto más débil sea el participante tanto másimportante será que aprenda a bailar con los lobospoderosos (e incluso a distinguir entre lobos y descu-brir cómo atraerlos).

Por supuesto, no todas las tecnologías están abier-tas a la negociación. También puede ocurrir que seanecesario el enfrentamiento y se llegue a un juego de

8 Estos y otros ejemplos se describen en CEPAL (1990).9 Schmitz y Knorringa (1999) y Schmitz y Nadvi (1999). Véasetambién IDS Collective Efficiency Research Project (2001).10 Utilizado con un sentido similar por Mytelka (1994).

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Foco: factorescompetitivos

Competencia ypoder

1. Introducción

Calidad del producto;prueba del mercado

Muchos competidoresnuevosResultado impredecible

Amplia

Conocimiento: capacidadpara imitar e innovar (sinviolar patentes) “knowhow” técnico local paracrear nicho especializado

Libre competencia poraceptación en el mercadoy quizás por el diseñodominante; las patentespueden ser importantes

Estrecha

Ventajas comparativas odinámicas; activoscomplementarios

Alianzas; negociacionesde beneficio recíprocopara compartircapacidades y/o activoscomplementarios (parafortalecer elpotencial competitivo)

2. Crecimiento temprano

Eficiencia productiva;acceso al mercado

Industria tomando forma;firmas en crecimiento ylucha por los mercados;Emergencia de líderes

Estrecha

Conocimiento másexperiencia en tecnologíade procesos y mercados(importancia de marcas ode acceso privilegiado almercado)

Competencia agresiva pormercados crecientes yaltamente rentablesPosibles alianzas

Muy estrecha

Mercado atractivoCompetencia comoproveedor o accesoventajoso a recursos omercados

Como proveedor orepresentante comercial

3. Crecimiento tardío

Escala y poder demercado

Tendencia a laconcentración; estructurasgigantes y complejas;oligopolios, carteles, etc.

Muy estrecha

Experiencia, potenciafinanciera y control delmercado

Absorción o exclusión delos participantes másdébilesPosible cartelización

Ampliándose

Mercado importanteExternalidades existentes ocreables; otras formas deapuntalar ganancias

Como parte de la estructura(en calidad de proveedor,productor, distribuidor ocualquier otro que sirva ala estrategia de poder yexpansión de la empresadueña)

4. Madurez

Menores costos

Poder financiero. Búsquedade nuevas oportunidadesrentables y de solucionespara alargar la vida de lasexistentes

Ampliándose

Ventajas comparativas encostosCapacidad de aprendizajeCapacidad de copia

Competir con otrosproductores de bajo costo;compra (o copia) detecnologías maduras y“know how” o hacerinnovacionesrejuvenecedoras

Muy amplia

Ventajas comparativas encostosAcceso a financiamientoCapacidad de aprendizaje

Contratos de producción oempresas mixtas ennegociaciones de beneficiorecíproco (transferencia detecnologías maduras y delacceso al mercado)

Tamaño deventana

Basepara intentaringresoautónomo

Carácter delingresoautónomo(iniciado porlos retadores)

Tamaño deventana

Base paranegociaringresodependiente

Carácter delingresodependiente oen alianza(usualmenteiniciado por eldueño)

suma cero. Lo que sí hay que evitar es negociar acuer-dos de beneficio mutuo como si fueran enfrentamien-tos. Es ingenuo creer que con las políticas de sustitu-ción de importaciones o de promoción de exportacio-nes se les estaban imponiendo condiciones y restriccio-nes a las empresas transnacionales o se les estaba obli-gando a establecerse en el país. En ambos casos se

estaba negociando, en la práctica, un marco regulatorioy de incentivos que solucionaba al mismo tiempo losproblemas de ambas partes. Esto indica que si se iden-tifican los intereses y las necesidades de los posiblesaliados en cada momento, se evita el peligro de apun-tar al blanco equivocado y se negocia conociendo elvalor de las propias ventajas competitivas.

INGRESO AUTÓNOMO

INGRESO DEPENDIENTE

CUADRO 1

Los cambios en los patrones de la competencia y las estructurasdel poder como condicionantes de las posibilidades de ingreso,según la fase de evolución tecnológicaResumen estilizado

Fase en la trayectoria de vida del producto y su tecnología

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Históricamente, los procesos de crecimiento ydesarrollo rápidos —ya sea que vengan adelantandodesde atrás o llegando a las primeras filas— han sidofruto de procesos bien llevados de desarrollo tecnoló-gico (Lall, 1992; Bell y Pavitt, 1993a; Reinert, 1994;

Freeman, 1994; Von Tunzelmann, 1995). En general,éstos se han basado en el establecimiento de juegossucesivos de suma positiva con los más avanzados, yen la disposición de cambiar de juego según vayanevolucionando el contexto y las estructuras.

VLa experiencia acumulada y las ventanas

futuras de oportunidad

Una mirada retrospectiva a la historia reciente delmundo en desarrollo y a las distintas estrategias apli-cadas nos revela como, consciente o intuitivamente, semontaron sucesivos juegos de suma positiva entre elinterés de las empresas de los países industrializadosy el de los países en desarrollo. Un análisis de estaexperiencia puede ayudar a mirar hacia el futuro concriterios mejor fundados. Sin embargo, como siempresucede con las lecciones históricas, hay que distinguirentre lo recurrente y lo específico en cada caso. Haypatrones de cambio que se repiten en cada paradigma,pero cada uno es en esencia único en su género y debeanalizarse en sus características singulares.

1. Inventando y reinventando estrategias de de-sarrollo

La era moderna de la intervención estatal deliberadaen el proceso de industrialización de los países deltercer mundo se perfiló con claridad en el decenio de1950, cuando un número creciente de industrias deproducción en serie se hallaba en la fase tres, tratandode ampliar mercados, persiguiendo economías de es-cala, formando oligopolios y abriendo canales interna-cionales de comercialización. La industrialización porsustitución de importaciones, subvencionada por elEstado y protegida por barreras arancelarias, fue eljuego de suma positiva establecido entonces. Las em-presas internacionales multiplicaron lo que eran susmercados de productos finales, exportando cantidadesmucho mayores de partes a sus filiales en el exterior,las cuales, además, tenían mayores márgenes de bene-ficio. En los países en desarrollo, por su parte, aunqueestas fábricas fueran sólo de “ensamblaje con destor-nillador”, se generó —tanto en ellas como en las em-presas y organizaciones estimuladas por su demanda—

un medio propicio para el aprendizaje del personaldirectivo y los trabajadores. Sus exigencias de servi-cios de construcción, carreteras, puertos, transporte,electricidad, agua y comunicaciones, estimularon lamodernización del medio circundante y el desarrollode muchas capacidades complementarias.

A mediados del decenio de 1960, algunos paísescomenzaron a enfrentar los límites del modelo de in-dustrialización sustitutiva de importaciones, al tiempoque en los países adelantados muchos productos e in-dustrias estaban alcanzando la fase cuatro, de madu-rez y agotamiento del dinamismo. Las políticas detransferencia de tecnología y promoción de exporta-ciones surgieron entonces como una nueva relación debeneficio mutuo. El proceso supuso la transferencia detecnologías maduras a empresas públicas y privadas,así como la instalación de filiales de producción para lareexportación en lugares con mano de obra barata. Yapara el decenio de 1970, las empresas transnacionalesestaban empeñadas en el proceso de redespliegue indus-trial , mediante el cual trasladaban una parte crecientede sus actividades productivas a países en desarrollo,generando así una corriente importante de exportacio-nes hacia los países adelantados. Los “milagros” delBrasil y la República de Corea y las zonas francas in-dustriales de muchos países dieron la impresión de queestaba surgiendo un nuevo orden económico internacio-nal. Se inició entonces el Diálogo Norte-Sur para ne-gociar la concreción de esas esperanzas.

Al abrir el decenio de 1980 volvió a cambiar lasituación. Muchos de los productos de la revoluciónmicroelectrónica, que había hecho irrupción a comien-zos de los años setenta, estaban alcanzando la fase dos.Por otra parte, los japoneses habían revitalizado laindustria automotriz y su nuevo paradigma de orga-nización estaba transformando radicalmente a sus

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competidores en los Estados Unidos y Europa(Altshuler y otros, 1984). El fenómeno del estanca-miento con inflación acompañó la llegada a la fase demadurez de la mayoría de las viejas industrias de lospaíses avanzados; los mercados de exportación comen-zaron a contraerse y se desencadenó la crisis de ladeuda en el tercer mundo. Había que formular unanueva estrategia.

Sin embargo, la mayor parte de América Latinano lo hizo, y el resultado fue lo que acertadamente sellamó la década perdida. En cambio, los “cuatro ti-gres” de Asia dieron un salto adelante conquistandomercados desde la retaguardia y en los márgenes delas industrias revolucionarias de alto crecimiento. Tam-bién revitalizaron las tecnologías maduras con prácti-cas modernas e ingresaron en las redes de empresasmundiales en calidad de proveedores de piezas y com-ponentes como fabricantes de equipos de marca (OEM).Huelga subrayar el intenso proceso de aprendizaje yla importancia atribuida al capital humano y a la ab-sorción activa de tecnología como factores explicati-vos de esos logros (Amsden,1989, cap.9; Bell yPavitt,1993b), tan distintos de las prácticas más pasi-vas de transferencia tecnológica típicas de los paíseslatinoamericanos y africanos, así como del resto deAsia durante ese período.

El gráfico 11 muestra cómo, desde los años cin-cuenta hasta ahora, se fueron adaptando las estrategiasde desarrollo a las oportunidades creadas, por la ma-duración de un paradigma y el despliegue inicial delsiguiente.

El decenio de 1990 se caracterizó por el desarro-llo impetuoso de la nueva infraestructura de telecomu-nicaciones y su aplicación en la estructuración de lasindustrias emergentes y la modernización de las exis-tentes. Al llegar una industria nueva tras otra a la fasedos comenzó una intensa competencia por posicionesen el mercado. Desde entonces fueron apareciendovariadas posibilidades para las empresas de los paísesen desarrollo, derivadas de un conjunto de nuevos fe-nómenos, como: la emergencia de las empresas y losmercados globalizados, las pugnas por imponer dise-ños dominantes y otras normas, la constitución de re-des complejas de colaboración a escala mundial, elfortalecimiento del poder de las marcas registradas enel mercado, la búsqueda de ventajas, tanto dinámicascomo estáticas, para la ubicación geográfica de lasdistintas actividades, el interés en adaptar los produc-tos a determinados segmentos del mercado, la tenden-cia a la subcontratación externa (outsourcing) y otroscomportamientos conexos. La calidad y la cantidadde oportunidades que de allí derivan han variado en

GRAFICO 11

Las oportunidades como un blanco móvil: Estrategias de desarrollocambiantes según las fases de despliegue de paradigmas sucesivos

Gra

do d

e m

adur

ez y

des

plie

gue

del p

arad

igm

a

Tiempo

Políticasde sustituciónde importaciones(Inversiónextranjera yprotección)

Exportaciónde materias primasImportación de manufacturasTijeras de precios

Promoción deexportaciones. Políticasde redespliegue y préstamospara el desarrollo.Avance deAmérica Latina

Salto adelante de los“cuatro tigres”:Década perdida enAmérica Latina

Aprendera viviren laglobalización

?

Despliegue del paradigma de producción en serie

Despliegue del paradigmade la informática y la producción flexible

3 4

2’

2

1’ 3’

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función de las condiciones y la disposición de los dife-rentes agentes económicos y de los países donde operan.

La experimentación en los países en desarrollo hasido muy diversa, tanto en los métodos como en losresultados: abarca desde los modernos contratos demaquiladoras y fabricación de equipo de marca (OEM)hasta las prácticas de las empresas asiáticas indepen-dientes y altamente competitivas, pasando por distin-tos tipos de empresas mixtas y alianzas (Hobday,1994). También se ha registrado un gran crecimientode los conglomerados locales interconectados en indus-trias específicas (como los programas de la India enmateria de software), algunos de los cuales han alcan-zado éxito en los mercados de exportación. En este pe-ríodo, los “cuatro tigres” asiáticos siguieron avanzan-do, estimulando la producción en otros países de Asiasudoriental y en China. En general, los países y em-presas con estrategias exitosas han mostrado capaci-dad para aprender a vivir en la globalización.

Cada una de las estrategias sucesivas ha tenidoventajas y desventajas, beneficios y efectos negativos.Algunos países han avanzado a pasos agigantados,otros han dado pequeños pasos o no han logrado avan-zar; algunos han conservado los beneficios obtenidos,otros los han perdido y han sufrido un retroceso. Al-gunos de los reveses pueden deberse al hecho de ha-berse aferrado a políticas que ya han dejado de sereficaces. Hay que admitir que los resultados generalesson desalentadores. Esto puede llevar al desencanto obien al reconocimiento de la gran dificultad que supo-ne reducir la brecha y de la necesidad de una mayorcomprensión de la naturaleza de los problemas y lasoportunidades.

2. Cómo afrontar la próxima etapa

Tarde o temprano en el nuevo siglo se crearán lascondiciones para la plena realización del potencial decreación de riqueza que ofrece la era de la informáti-ca. El decenio de 1990 fue una etapa de experimenta-ción en todas partes: dentro y fuera de las empresasglobales, en los países, regiones, ciudades y localida-des, en la economía, en los gobiernos y otras institu-ciones, y en los distintos niveles de la sociedad. Enconsecuencia, el sentido común del paradigma de re-des flexibles se ha difundido ampliamente y se estáconvirtiendo en la manera normal de ver y hacer lascosas.

El comienzo del siglo XXI marca el paso haciala tercera fase, o período de crecimiento tardío del

actual paradigma.11 Muchas industrias están tambiénalcanzando la fase tres de sus trayectorias, por lo cualbuscan economías de escala y tienden a la oligopoli-zación para moderar la libre competencia. Los acuer-dos, las fusiones, las absorciones y otros arreglos es-tán dando lugar a la concentración mundial de muchasindustrias importantes en unas pocas megaempresas ograndes alianzas globales.12 Más aun, el creciente po-der de la intermediación, gracias a su control del ac-ceso a la clientela, podría llevar a una versión moder-na de las antiguas compañías mundiales de comercio(trading companies), basada ahora en el poder de lainformática y las telecomunicaciones.13 Estas empre-sas gigantescas podrían convertirse en inmensos “pa-raguas” globales que abarcaran toda la diversidad mun-dial en su especialidad y todos los segmentos —desdelos nichos más especializados o suntuarios hasta losproductos o servicios más estandarizados y más bara-tos—, comprando y vendiendo a lo largo y ancho delplaneta y ubicando cada actividad allí donde encuen-tre mayores ventajas.

Para el mundo en desarrollo, la próxima etapapuede ser un período muy complejo de acomodacióna las nuevas estructuras emergentes de poder. Para lasempresas, las localidades, las regiones y los países, eldescubrir qué tipos de juegos de suma positiva sonposibles con estos gigantes puede definir la naturalezade la próxima ventana de oportunidad. Tratar de crearredes locales o regionales, ya sea independientes o enconexión con las redes globales, podría aun ser posi-ble cuando existan ventajas locales muy específicas.Por supuesto, los países y las empresas que han adqui-rido capacidad tecnológica y de organización,comercialización y negociación estarán en condicionesmucho mejores ya sea para encontrar un acomodo fa-vorable bajo los “paraguas” globales o para ubicar-se audazmente fuera de ellos. La cooperación entreempresas, regiones o países puede aumentar el poderde negociación de los protagonistas y agentes, tanto losfuertes como los débiles.

La formulación de estrategias exitosas exige, porlo tanto, evaluar las condiciones y la capacidad acu-mulada en el país, la región, la empresa o la red en

11 Para un análisis más completo de las fases en el despliegue de unparadigma y el papel que cumple el capital financiero en el proce-so, véase Pérez (por publicarse 2002).12 Véanse Chesnais (1988 y 1992), Bressand (1990), Klepper yKenneth (1994) y Castells (1997).13 Véanse Bressand y Kalypso, eds. (1989) y Kanellou (2000).

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cuestión, a fin de aprovechar la próxima ventana deoportunidad (no la que ya se está cerrando), al tiempoque se reconocen, adoptan y adaptan el potencial y las

características del paradigma pertinente. A continua-ción se examinan algunas de las implicaciones de es-tas características.

VICómo abordar el desarrollo en el

contexto del paradigma actual

El crecimiento acelerado de empresas, localidades ypaíses depende de la disponibilidad de un amplio po-tencial tecnológico y una forma de organización ade-cuada para aprovecharlo. Cualquiera sea el punto departida y el objetivo que se persiga, es probable queen la época actual el éxito dependa de cuán profunda-mente se asimile la lógica del nuevo paradigma y cuáncreativamente se le adopte y adapte en todos los nive-les de la sociedad.

Las viejas pirámides centralizadas de la produc-ción en serie atendían eficazmente las necesidades deempresas y gobiernos, universidades, hospitales y or-ganizaciones privadas y públicas de toda índole. Des-de hace más de veinte años, las empresas modernas,ya sean internacionales o locales, se han estado rees-tructurando a fondo y han comprendido rápidamentelas ventajas de las redes y de las organizaciones queaprenden.14 Para los gobiernos ha llegado el momentode experimentar en la misma dirección.

1. La tecnología al centro de las estrategias dedesarrollo

Es un hecho ampliamente reconocido que el crecimien-to de la economía japonesa, hasta constituirse en lasegunda economía del mundo (y mantenerse allí apesar de su crisis) entrañó un proceso de prospectivatecnológica encaminado a determinar colectivamenteel camino que debía seguirse, así como intensas acti-vidades de aprendizaje, capacitación e innovación(Peck y Goto, 1981; Irvine y Martin, 1985). El avancede los “cuatro tigres” de Asia desde la retaguardia tam-bién supuso una labor de educación y aprendizaje engran escala (Ernst, Ganiatsos y Mytelka, eds., 1998).

Además, las empresas globales que han tenido éxitohan reformulado sus estructuras y prácticas para pro-mover un continuo proceso de aprendizaje y mejora-miento. La gestión del conocimiento (Nonaka,1995;Burton-Jones, 1999; Lamoreaux y otros, eds., 1999) seestá convirtiendo en una preocupación fundamental: lasempresas no sólo organizan cursos regulares de capa-citación a todo nivel, sino que algunas también hancreado sus propias “universidades” (Wiggenhorn,1990).

En los países en desarrollo, es una ilusión creerque puedan lograrse avances significativos sin esfuer-zos equivalentes. No hay fórmulas mágicas para lograrel desarrollo sin dominio tecnológico, entendido en elsentido elemental de incorporar en personas el nece-sario “know-how” social, técnico y económico. Estarealidad, plenamente reconocida en el pasado, se per-dió de vista en las peculiares condiciones de las polí-ticas de sustitución de importaciones. Estas permitie-ron, durante un período, que muchos países lograranextraordinarios resultados en materia de crecimiento,invirtiendo en instalaciones, equipos y tecnologíasmaduras, sin tener que hacer esfuerzos intensos deaprendizaje y capacitación.

En este nuevo paradigma, en particular, cobramayor importancia que nunca el desarrollo de la ca-pacidad para aprovechar la información y el conoci-miento en aras de la innovación. Tal vez el sentido másprovechoso de la expresión “sociedad del conocimien-to” (Castells, 1997; Mansell y Wehn, eds., 1998) seael de la creación de condiciones para que todos losmiembros de la sociedad tengan acceso a la informa-ción y la utilicen. Por consiguiente, el fortalecimientode la capacidad de aprendizaje individual y social paragenerar riqueza constituye un modo fundamental de au-mentar el potencial de desarrollo.

Por ello, la tecnología debe ocupar un lugar cen-tral, y no periférico, en las políticas de desarrollo. En

14 Nonaka (1994), Senge (1990) y Lundvall (1997); véase tambiénel sitio web del proyecto DRUID (DRUID, 2001).

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la práctica, esto significa una manera diferente de con-cebir estrategias, y exige una reformulación completatanto de los sistemas de educación y capacitación comode las políticas de ciencia y tecnología.

En la reforma educativa es preciso actualizar ymejorar la calidad de los programas técnicos y, lo quees quizás más importante, transformar radicalmente losmétodos, los objetivos y los instrumentos de la ense-ñanza para hacerlos relevantes para el futuro y com-patibles con las nuevas formas de organización (Pérez,1991 y 2000; CEPAL, 1992) Esa reforma debe inducir alos estudiantes a hacerse responsables de sus propiosprocesos de formación; debe poner el acento en el pro-ceso de “aprender a aprender” y de “aprender a cam-biar”; debe fomentar la labor creadora en equipo, apren-diendo a articular problemas y a evaluar soluciones al-ternativas; debe encontrar los medios para brindar ac-ceso a Internet y al mundo de la informática; y debecrear las condiciones necesarias para dotar a los estu-diantes, no tanto de capacidad de respuesta cuanto de“capacidad de pregunta” y de habilidad para procesarinformación.

Estos conocimientos y aptitudes se están transfor-mando en las condiciones básicas para participar en ellugar de trabajo moderno, donde las empresas enfren-tan un entorno en constante evolución que exige elmejoramiento continuo. También permiten a las per-sonas y a los grupos ser responsables de su propiacapacidad para generar riqueza, ya sea en calidad deempleados o como empresarios, y proporcionan lacapacidad organizativa necesaria para mejorar sus co-munidades y organizaciones, bien sea en calidad demiembros activos o como dirigentes.

La otra transformación vital se refiere al sistemade ciencia y tecnología, establecido en la mayoría delos países en desarrollo como un conjunto de institu-ciones gubernamentales encargadas del desarrollo tec-nológico. La experiencia demostró que el aprovecha-miento de esa capacidad para incorporar innovacionesal mundo de la producción fue muy escaso. Como lamayoría de las industrias utilizaba tecnologías ya ma-duras, éstas tenían poca capacidad para absorber losresultados de estos tecnólogos de laboratorio. La consi-guiente frustración al tratar de “tender el puente” uni-versidad-industria llevó a la mayoría de los investiga-dores tecnológicos a convertirse en apéndices de la co-munidad científica y a adoptar sus métodos, sus escalastemporales, sus valores y sus actitudes.

En el nuevo contexto, es necesario actuar en dosdirecciones: invertir considerablemente en la investi-gación para el futuro y reconectar el esfuerzo de desa-

rrollo tecnológico con el mejoramiento directo e inme-diato de las redes de producción y de la calidad de lavida.

Esta transición de un sistema de ciencia y tecno-logía impulsado por la oferta a una red interactiva conlos productores se ha denominado “sistema nacionalde innovación” (SNI) (Freeman, 1993; Lundvall, 1988)y definido como “la red de instituciones de los secto-res público y privado cuyas actividades e interaccionesinician, importan, modifican y difunden nuevas tecno-logías” (Freeman, 1995).

Se parte del supuesto de que el sistema nacionalde innovación es una creación social y no gubernamen-tal. Incluye el entorno en donde se estimula y apoyala innovación; la calidad de los vínculos entre los pro-veedores, productores y usuarios; el sistema de edu-cación y capacitación; distintas organizaciones públi-cas y privadas que facilitan el cambio técnico; las le-yes, los reglamentos e incluso las ideas y actitudeshacia la tecnología y el cambio (Arocena, 1997).

2. Reinventar el Estado “fuerte” 15

A estas alturas se hace evidente que la dicotomíamercado vs. Estado es inadecuada para abordar losproblemas concretos que se examinan en el presentetrabajo. Se necesitan tanto los mercados como el Es-tado, aunque redefinidos y combinados de una nuevamanera. En cualquier caso, se desprende del análisisque una estrategia exitosa de desarrollo para un paísrezagado, según la lógica del paradigma actualmenteen difusión —y especialmente en presencia de lasmegaempresas globales— exigirá una gran coopera-ción entre las empresas locales y entre éstas y el Esta-do a distintos niveles.

Aunque la magnitud y la complejidad de la tarearequieren un Estado fuerte, lo que fue el omnipotenteEstado nacional, desarrollado después de la SegundaGuerra Mundial, ha de ser redefinido y reinventado,probablemente siguiendo directrices similares a lasaplicadas por las empresas globales modernas.

Nadie sería capaz de sostener que la máxima ge-rencia de una empresa gigantesca se debilita al descen-tralizar funciones y otorgar una gran autonomía y po-der decisorio a sus directores de productos, fábricas omercados en todo el mundo. Las computadoras y lastelecomunicaciones facilitan el ejercicio efectivo de unliderazgo firme sobre una vasta y creciente estructura

15 Véanse Reinert (1999), Wade (1990) y Osborne y Gaebler (1994).

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integrada por componentes semiautónomos, medianteel seguimiento de directrices estratégicas. Gracias a loscanales interactivos de información, es posible super-visar y controlar redes sumamente complejas con com-ponentes flexibles y fuertemente diferenciados.

Esas redes pueden ser imitadas en la nueva con-figuración del sector público fuerte que se necesita.Como en las revoluciones tecnológicas anteriores, unavez que la tecnología ayuda a definir la configuraciónóptima de las organizaciones, éstas pueden funcionareficazmente, incluso sin la tecnología. Ello a su vezpermite sentar las bases para la incorporación de latecnología moderna, cuando sea necesario.

El Estado nacional central puede ejercer su fun-ción de liderazgo orientando las actividades de losdistintos agentes sociales para que converjan en unadirección general de cambio convenida de comúnacuerdo. También puede desempeñar un papel funda-mental como intermediario entre actores e institucio-nes emergentes a nivel global o suprarregional y losagentes regionales, locales e incluso municipales oparroquiales, cuya autonomía tiende a ser cada vezmayor.

Se está produciendo también un proceso de difu-sión del poder (Strange, 1996). Las redes de interesesprivados, los distintos componentes de la sociedad ci-vil, las empresas globales, los medios de comunicación,los grupos de interés organizados, las organizacionesno gubernamentales (ONG) y otras entidades están au-mentando la diversidad de los agentes del desarrollo ysus interconexiones, tanto en el plano nacional comoen el mundial. El Estado nacional debe ser capaz deactuar como intermediario dentro del país y entre losdiversos niveles supranacionales y subnacionales a finde promover y negociar oportunidades equitativas paratodos. Asumiendo el papel de promotor del consensoentre los distintos protagonistas, es posible que el Es-tado logre ejercer una autoridad más eficaz, como basepara establecer un poder real que le permita influir enel curso de los acontecimientos.

3. Pensar globalmente, actuar localmente

En nuestra opinión, el nuevo asiento del Estado desa-rrollista dinámico es la administración local. Es preci-so reconsiderar la idea del plan central promotor de ungrupo de industrias nacionales que genere la riquezanecesaria para financiar el progreso social. En cada paísciertamente habrá que desarrollar industrias remolca-doras de la economía, es decir, un conjunto de activi-dades productivas importantes y competitivas, estrecha-

mente vinculadas con los mercados globales, que semantengan en la frontera tecnológica y sean capacesde propulsar el crecimiento y producir las divisas ne-cesarias. Pero eso no basta. Ya es hora —y las condi-ciones son propicias para ello— de abandonar la ilu-sión del efecto de goteo y avanzar hacia la participa-ción directa de toda la población en actividadesgeneradoras de riqueza.

Las características del paradigma actual hacen po-sible vislumbrar una modalidad de desarrollo más in-tegrado, donde las grandes industrias competitivas quesalen al mercado mundial se complementan con el de-sarrollo diferenciado de cada parte del territorio. Elloes posible aprovechando la nueva flexibilidad en cuantoa variedad de productos y escalas de produccióncompetitivas, su poder para aumentar la calidad y efi-ciencia de todos los sectores y actividades, incluso lasartesanales, y, lo que es más importante, el hecho deque todos los seres humanos tengan acceso a los pro-cesos de aprendizaje continuo para mejorar constante-mente sus capacidades, su trabajo y su ambiente.

Pueden citarse muchos ejemplos de gobiernoslocales que descubren la vocación productiva de la co-munidad, promueven el consenso y recaban la partici-pación de empresas, bancos, el sistema educativo yotros agentes locales y externos para impulsar proyec-tos de desarrollo (Tendler, 1997; Gabor, 1991; TheIllinois Coalition, 1999) También existen redes loca-les de empresas pequeñas y medianas que colaboranen el desarrollo de los negocios y la tecnología paracubrir juntas los mercados de exportación (Nadvi ySchmitz, eds., 1999). Los estudiosos de la interacciónen el seno de estos “clusters” (o aglomeraciones deempresas afines en una localidad) han sugerido utilizarla expresión “sistemas locales de innovación”(Cassiolato y Lastres, eds., 1999) aunque a nuestro jui-cio sería más sugerente llamarlos “redes territoriales deinnovación”.

También existe la experiencia altamente satisfac-toria de los bancos especializados que otorganmicropréstamos para ayudar a pobladores de las zo-nas urbanas y rurales desfavorecidas a poner en mar-cha actividades generadoras de ingreso (Otero yRhyne, eds., 1994; Chaves y González, 1996). Gra-dualmente está desapareciendo así el mito de que lospuestos de trabajo son la única manera de mejorar lacalidad de vida de poblaciones enteras, en un momen-to en que se avanza hacia formas múltiples de capa-cidad empresarial individual y colectiva. A fin demejorar la difícil situación de las comunidades rura-les, es necesario abandonar los tradicionales sesgos

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a favor de lo urbano y lo industrial (Fieldhouse 1986,p. 152 y Mytelka 1989), para dotar a las administra-ciones locales de los recursos y el apoyo técnico queles permitan abordar directamente la cuestión delmejoramiento del nivel de vida local. Ello no exclu-ye que el resultado de estos esfuerzos pueda llevar ala localidad a convertirse en proveedora de empresasglobales o a formar parte de las redes de apoyo delas actividades de exportación importantes del país.

4. Modernidad y valores

Naturalmente se trata de decisiones políticas, pero lasopciones reales no siempre son claras. Históricamen-te, en cada transición de un paradigma a otro se vuel-ven borrosas las definiciones corrientes de izquierda yderecha. Cada uno de los grupos experimenta una di-visión interna entre quienes se aferran a antiguas for-mas de alcanzar sus objetivos y quienes aprovechan elpotencial del nuevo paradigma y lo orientan hacia susfines (gráfico 12).

En la transición anterior, entre las dos guerrasmundiales, el carácter social y homogeneizador delnuevo paradigma de la producción en serie era tanfuerte que incluso el nazismo se autodenominó nacio-nal-socialismo. De la misma manera, el papel quedesempeñaba el Estado centralizado era tan importan-te que, después de la Segunda Guerra Mundial, seadoptó íntegramente, incluso en las naciones más li-berales, el modelo de intervención estatal en la econo-mía, siguiendo las ideas keynesianas —que habían en-

GRAFICO 12

Posiciones políticas en la transición:Una matriz de ubicación

Mirando hacia atrásCon anclaje en el pasado

Mirando hacia adelanteConstruyendo el futuro

Posición a favor de lasolidaridad social

Posiciónindividualista

contrado tanta resistencia en los decenios de 1920 y1930—. Lamentablemente, para quienes están conven-cidos de la necesidad de la solidaridad social, elneoliberalismo es el único programa coherente que haadoptado el actual paradigma. Aunque existen miles deexperimentos aislados de prácticas orientadas hacia elfuturo, como la democracia participativa y la creaciónde consenso local, todavía no se ha presentado una ex-periencia o propuesta coherente que pueda servir comoalternativa moderna al mercado puro. A nuestro juicio,sin esa alternativa, la economía mundial puede crecer,pero probablemente haya pocas esperanzas de un augegeneralizado del desarrollo.

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