CAPÍTULO II. PROYECTO DE TRABAJO PRESENTADO PARA...
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CAPÍTULO II. PROYECTO DE TRABAJO PRESENTADO PARA ACREDITAR
EL DIPLOMADO DE PROMOCIÓN DE LA LECTURA1
2.1 Introducción
El presente proyecto tiene como objetivo principal capacitar
al personal que fomenta la lectura en niños y jóvenes en las
bibliotecas pertenecientes a la Red Estatal de Bibliotecas
Públicas del Estado de Sonora. La importancia de formar
promotores de lectura, no es sólo para orientar a los
usuarios en los servicios bibliotecarios y el mostrarles
libros, sino, en el despertarles, cimentarles y ampliarles el
disfrute de la lectura, a través de actividades lúdicas y
atractivas, de acuerdo a la edad para quien van dirigidas.
2.2 Diagnóstico y justificación
El estado de Sonora cuenta actualmente con 129 bibliotecas
públicas pertenecientes a la Red Estatal de Bibliotecas,
donde laboran 175 bibliotecarios. Dos grupos de bibliotecas
públicas con características propias conforman la entidad: el
grupo urbano integrado por 72 bibliotecas, donde laboran 118
1 El presente capítulo se conforma por el texto original presentado como Proyecto de Trabajo para acreditar el Diplomado en Promoción de Lectura en 2004.
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bibliotecarios y un grupo rural compuesto por 57 bibliotecas
con un bibliotecario en cada una de ellas. Sonora, según
información del censo poblacional efectuado por el INEGI en
el año 2000, cuenta con una población total de 2’216,969
habitantes, de los cuales 937,698 estaban entre los 0 y 19
años de edad y actualmente tienen entre 4 y 23 años, rangos
de edad que representan el 80% del total de usuarios de las
bibliotecas públicas en nuestra entidad. De los 175
bibliotecarios que existen para atender la demanda estatal de
los servicios de las bibliotecas públicas, sólo 15
bibliotecarios cuentan con plaza de base. El resto de los
bibliotecarios, es decir, 160 bibliotecarios tienen plaza de
confianza y en su totalidad trabajan en bibliotecas públicas
municipales. Es aquí donde se presenta la problemática
estatal, en lo que se refiere a los cursos de capacitación,
ya que estas plazas de confianza son otorgadas por las
administraciones municipales que, cada tres años, son
renovadas.
Aunque existen bibliotecarios que conservan sus plazas
de confianza y desarrollan su experiencia hasta en 20 años de
servicio ininterrumpido, la mayoría de los bibliotecarios con
este tipo de plazas son removidos de sus puestos.
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2.3 Objetivo general
El presente proyecto se originó con el fin de capacitar a los
bibliotecarios encargados de la animación a la lectura, en
las bibliotecas pertenecientes a la Red Estatal de
Bibliotecas Públicas del Estado de Sonora.
2.4 Objetivos específicos
En forma especial, este proyecto es para capacitar a los
bibliotecarios encargados de la promoción de la lectura que
no hayan tomado cursos de este tipo, y para todos aquellos
que consideren que requieren afianzar sus conocimientos ya
adquiridos en actividades de animación a la lectura. Este
proyecto, específicamente, va dirigido a los bibliotecarios
de la Comunidad Yaqui y sus alrededores.
El fin primordial del proyecto de capacitación es que
los bibliotecarios lleven a cabo reuniones para atraer a
lectores potenciales y conservar los ya cautivos, a través de
actividades recreativas que se realizarán en las bibliotecas
públicas de la región. También, pretende ser una ayuda para
que en el transcurso de las sesiones de preparación, el
bibliotecario-promotor de la lectura, desarrolle la capacidad
empática con el lector en potencia. La trascendental
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convivencia, donde es muy importante desarrollar nuestro lado
amable y sacar la buena vibra para convencer al niño y al
adolescente de que el disfrutar la lectura, no es nada del
otro mundo ni necesariamente ajeno a sus intereses. Todo es
expresado en un lenguaje accesible al público al que va
dirigido, desarrollando las actividades propuestas en forma
placentera, y cuyo enfoque esencial es la promoción de la
lectura. Veamos a continuación algunos aspectos que se
consideraron para la realización del proyecto.
2.5 ¿Por qué no leemos?
Aunque a la fecha es notorio el aumento de lectores en
nuestro país, todavía no alcanzamos lo que podríamos llamar
“un número aceptable de lectores constantes” o “lectores por
placer”. Y es que el problema de la falta de interés en la
lectura y de la incapacidad de convertirla en práctica
constante, radica en varias causas, entre las que podemos
mencionar las siguientes:
1. La promoción del hábito de la lectura intrafamiliar es
casi inexistente. La participación de los padres de
familia es primordial para fomentar la lectura entre los
infantes, inculcando una conducta que practicarán en su
propio beneficio, durante toda su vida.
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2. En la enseñanza primaria y secundaria no se le da la
importancia a esta práctica. Por años se ha reducido a
cumplir con algo que se denominaba lectura oral y
lectura en silencio, lo que originaba vicios de lectura
y fomentaba el horror hacia la lectura, ya de por sí
latente. Todo ello ha determinado que un porcentaje
increíble de la población estudiantil en los ciclos
medio y universitarios, sea incapaz de leer más de 10
minutos tratando de comprender un texto. Otra causa de
la falta de hábito por la lectura es que la enseñanza se
ha centrado, por tradición, en el aprendizaje de temas
apartados de la realidad del alumno, lo cual, de alguna
manera, ha hecho pensar que las personas que leen son
“ratones de biblioteca” o habitantes de otro planeta.
3. Excepto honrosos y aislados casos, la lectura no se
considera una experiencia vital, ya que se cumple,
generalmente, por compromiso y por salir del paso.
4. Incapacidad para concentrarse en la lectura, la cual
puede ser resultado de varios de los problemas aquí
mencionados.
5. Falta de vocabulario. En alumnos de enseñanza media, es
común observar que esta deficiencia les impide
comprender un texto cualquiera; desafortunadamente su
vocabulario es muy reducido y, por lo tanto, su
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experiencia lectora se circunscribe a un ámbito
minúsculo.
6. Falta de interés en la lectura, en gran parte motivada
por la dificultad que representa la lectura en
comparación con el cine, la televisión e Internet, que
proporcionan la información digerida y manipulada.
7. Falta de práctica de la lectura.
8. Desconocimiento de las ventajas de la lectura, entre
otras obstrucciones para aficionarse placenteramente a
la misma.
2.6 Propuestas para fomentar el hábito de la lectura
Para solucionar la problemática sobre el hábito de la
lectura, se han hecho propuestas, entre cuyas
consideraciones, están las siguientes:
1. Debe leerse de acuerdo con los intereses, aptitudes y
necesidades propias.
2. Es necesario fijarse objetivos precisos.
3. Es indispensable determinar los fines de la lectura y
seleccionar la clase de lectura adecuada a cada caso,
lo que a su vez permitirá seleccionar el texto
idóneo.
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4. Aumentar la capacidad de comprensión y la velocidad
por medio de técnicas adecuadas.
5. Adoptar hábitos de lectura adecuados:
• Estar en buenas condiciones oculares.
• Buena iluminación.
• Posturas cómodas.
• Utilizar obras de consulta.
La lectura puede emprenderse por diversas causas, entre
las cuales podemos mencionar:
• La necesidad de obtener información.
• La necesidad de esparcimiento.
• La necesidad de consulta.
• La necesidad de investigación.
El seleccionar el libro adecuado es importantísimo para
iniciarse en el hábito de la lectura. Al respecto, Kenneth
Goodman, dice:
“La escritura y la lectura son procesos dinámicos y
constructivos. Los escritores deben decidir cuánta
información proporcionar para que los lectores puedan
inferir y recrear lo que el escritor creó primero. Los
lectores se acercarán al texto con el bagaje de sus de
sus propios conocimientos, valores y experiencias, que
los ayudarán a otorgar sentido al texto de un escritor.
Los textos deben ser reales, y no artificialmente
ensamblados para que se adecuen a un vocabulario
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predeterminado o una secuencia grafo-fónica. Los
escritores deben tener conciencia de la audiencia y los
lectores conciencia del escritor. Los escritores reales
tiene algo que decir y los lectores reales saben cómo
comprender y reaccionar.”2
La lectura es un proceso mental mediante el cual se
interpreta el significado de los símbolos impresos sobre un
material cualquiera. Dicho proceso, según los especialistas,
sigue un complejo mecanismo en el cual se ha observado que:
Los ojos se mueven de izquierda a derecha –para los
que tienen esta forma de escritura- a lo largo de la
línea con movimientos breves y pausas, regresando
rápidamente desde el final de la línea, principio de
la siguiente.
Generalmente los ojos hacen de cuatro a diez pausas
en una línea de longitud corriente. La primera pausa
se da casi siempre al principio de la línea, y la
última, al final de ésta (para la lectura veloz hay
variaciones).
El número de pausas varía por diversas razones:
• De acuerdo con la rapidez con que se lea.
• Por la dificultad que presenta el texto leído.
• Por el conocimiento del tema tratado.
2 Kenneth Goodman, El lenguaje integral. Buenos Aires, Aique Grupo Editor, 1986, p. 40.
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• Por el interés en el tema.
• Por el conocimiento del vocabulario empleado.
Se lee cuando el ojo se detiene, no cuando se mueve;
la lectura se realiza por grupos de palabras con
valor semántico, frase y oraciones.
La lectura es un proceso siempre perfectible, y gran
parte de su dificultad radica en compaginar la rapidez con
que se lea, con la óptima comprensión del texto.
2.7 Ventajas que brinda la lectura
Quienes llegan a formar un hábito de la práctica de lectura,
corroboran que esta práctica es fundamental, porque además de
mantenerse informados sobre todas las áreas del conocimiento,
saben que la lectura es un instrumento de aprendizaje y de
disfrute. Asimismo, permite la reflexión, el razonamiento, el
discernimiento para encarar los problemas a que se enfrenta
el ser humano y el poder viajar por la creatividad
inconmensurable de la imaginación humana.
La lectura es indispensable en la vida, ya que
posibilita resolver las necesidades prácticas de la vida
cotidiana; comprender los problemas personales y colectivos;
entender los conflictos sociales y sus causas, así como las
tradiciones, instituciones, etc. También es posible conocer
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el origen y la historia de los pueblos antiguos y modernos;
ampliar el horizonte cultural; enriquecer la vida espiritual;
conocer el devenir histórico; obtener información sobre
cualquier tema; comprobar opiniones, enfoques e informaciones
sobre el mismo tema o asunto; organizar y jerarquizar ideas y
conceptos; relacionar los conocimientos adquiridos con los
obtenidos anteriormente y enriquecer el vocabulario, entre
otras ventajas.
2.8 ¿Por qué fomentar el hábito de la lectura en los niños?
La lectura influye, moldea. Posee la posibilidad de instruir,
educar, divertir; debe ser un acto gozoso por el simple
placer de leer; hay que convertirlo en un acto enriquecedor,
placentero y permanente en la vida de los niños.
La literatura para niños es una de los géneros
encargados de formar lectores. Todo niño necesita casi
siempre del impulso y orientación hacia los libros, dando
libertad de que el niño lea lo que quiera, donde quiera y
como quiera, recordando que sólo con la práctica y los
placeres obtenidos por el pequeño lector se logrará
facilitarle el hábito de la lectura.
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A propósito de las formas de persuadir a los pequeños
para fomentarles el hábito de la lectura, Bruno Bettelheim y
Karen Zelan observan que:
“Lo que se necesita para hacer que el niño desee
aprender a leer no es el conocimiento de la utilidad
práctica de la lectura, sino la firme creencia de que
saber leer abrirá ante él un mundo de experiencias
maravillosas, le permitirá despojarse de su ignorancia,
comprender el mundo y ser dueño de su destino. Porque es
la fe la que enciende la imaginación y nos da fuerza
para emprender las tareas más difíciles, aunque de
momento uno no entienda cómo, por ejemplo, la lectura
puede proporcionarle todas estas oportunidades
maravillosas.”3
2.9 Cómo seleccionar los libros para niños
Algunos autores que escriben literatura para niños, como
Bruno Bettelheim y Karen Zelan, autores ya citados, hacen
notar que algunos autores de literatura para niños,
plenamente conscientes de la importancia que tiene el hacer
que la lectura resulte atractiva para ellos, expresan ideas
muy estrechas y simplistas sobre lo que cautiva a los niños:
“Al parecer, creen que lo único que hace falta es evocar
3 Bruno Bettelheim y Karen Zelan, Aprender a leer. México, Grijalbo, 1981, p. 56.
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pensamientos y sentimientos agradables cuya naturaleza sea
esencialmente poco profunda”.4
Sobre la misma temática, Nicholas Tucker en El niño y el
libro, dice “Para ser justo, en verdad puede que nunca haya
respuestas seguras para este y otros problemas…”5 pero tiene
en consideración la importancia de la historia, el lenguaje,
los personajes o la atmósfera de cierta literatura favorecida
por los pequeños. Subraya la importancia de facilitar al
niño, desde la edad más temprana, la experiencia del contacto
directo con los libros. En esta primera etapa, que el autor
ubica de los cero a los tres años de edad, sugiere libros de
material no tóxico, figuras grandes y colores vivos y, por
supuesto, que se los lean. En cuanto a las rimas, Thucker
asevera que “Así como disfrutan de las estampas, los niños
también reaccionarán al sonido y al ritmo del lenguaje
mismo”.6
Los libros de historias y estampas los recomienda para
niños de tres a siete años, debido a que en el desarrollo ya
empiezan a entender las leyes de causa y efecto. Los libros
de cuentos y tiras cómicas también se encuentran en las
lecturas recomendables para esta edad.
4 Ibid., p. 110. 5 Tucker, Nicholas, El niño y el libro. México, Fondo de Cultura Económica, 1985, p. 46 6 Ibid., p. 58
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Sobre la lectura de libros de cuentos de hadas y las
leyendas, recomienda se reserven para la infancia tardía más
que la temprana, debido a que esta literatura se origina en
mitos más complejos que requieren de mayor conocimiento
previo y de más esfuerzo de concentración e imaginación.
La literatura de ficción e historietas infantiles son de
gran atracción para los niños de 7 a 11 años. Dependiendo de
su experiencia lectora será la complejidad de estas
narraciones.
A partir de los 11 o 12 años, los niños exigen una
literatura menos predictiva y con profundizaciones
psicológicas y sociales. Además, los niños se inician en el
análisis y la crítica literaria y empiezan a diferenciar
personalidades; hacen juicios morales y se fijan metas
individuales.
A esta ampliación de la comprensión se le puede ayudar
recomendando literatura donde se desarrollen historias donde
se involucren sentimientos, relaciones interpersonales con
tramas sencillas.
2.10 Animación a la lectura
El método de la Animación a la Lectura parte de la idea
central de que el niño necesita ser educado para poder leer.
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Aquí conviene diferenciar la didáctica de lo que es
educación. La didáctica es enseñar. La Real Academia de la
Lengua Española lo define como “el arte de enseñar”, la
animación es educar. La animación a la lectura es un proceso
educativo. Este método da por supuesto que la escuela enseña
a leer y desde los conocimientos que tiene el niño de esa
enseñanza de la lectura parte la animación. Cuando hablamos
de ella, hablamos de educar para leer.
¿Razones? La escuela se dedica primordialmente a
enseñar, a impartir conocimientos. La lectura requiere una
educación. El niño tiene en sí un lector potencial que
permanece inactivo; para desarrollarlo, se necesita la
educación. Si bastara sólo con promocionar el hábito de la
lectura, ya se habría desarrollado esta capacidad entre los
niños y también los adultos serían lectores autónomos. La
realidad social nos demuestra que no es así; los adultos, y
podemos incluir en este grupo a muchos profesores, no son
lectores. Se les escapa la profundidad de un libro, el
contenido de un artículo, incluso la explicación de algún
medicamento. Eso nos demuestra que la enseñanza es
insuficiente. Hay que poner en juego otros elementos que
solamente se logran actuando sobre la voluntad, educando al
niño para el descubrimiento del libro y todo cuanto está
escrito, valiéndose de la interiorización de lo que lee para
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que le ayude a formar sus propios esquemas de lector,
conduciéndole a ejercitar el pensamiento, llevándole al
sentido crítico para que el discernimiento sea para él una
ayuda en su vida.
Podrá darse el caso de que luego, lea o no, se aficione
o no a la lectura, estará capacitado para leer en cualquier
circunstancia. Por eso no debemos caer en el engaño de
cultivar al niño para la afición a la lectura. La habilidad
lectora, según los especialistas que han profundizado en esta
actividad humana, desarrolla todas las funciones del cerebro.
Por supuesto que teniendo la facultad de leer bien, tendrá
más inclinación a usar lo que esta escrito y valorará el
libro como un medio importante para penetrar más en la vida,
pero no ha de ser la afición el principal objetivo de la
animación a la lectura.
2.11 La animación a la lectura: un método, una aportación
La animación a la lectura pretende ser una solución al
problema de la educación del lector. Hay que tener en cuenta
que leer es un ejercicio intelectual arduo, ejercitado
difícilmente por sí mismo si no se reciben estímulos y
orientaciones para ser buen lector.
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Hay niños que por sí mismos llegarán a ser magníficos
lectores. Tienen predisposición, hay en la familia un clima
propicio: leen la prensa, tienen biblioteca y la usan, suelen
adquirir nuevos libros, los padres favorecen la lectura de
los hijos, secundan las iniciativas escolares en torno al
libro y la lectura.
Lo lamentable es que este tipo de familia no abunda y el
contrapeso social es muy numeroso y pasivo. A esos niños de
familias donde no hay ningún tipo de estímulos para fomentar
la lectura son a quienes puede favorecer la animación a la
lectura.
Pero, antes de entrar de lleno en el tema, es necesario
aclarar algo muy importante. Cuando se habla de la lectura
debe pensarse de qué lectura hablamos. Son diversos los
campos. El primero que encontramos es el campo del
aprendizaje, cuando el niño aprende los signos. Casi siempre
se encuentra en la escuela, pero hay niños que ya saben leer
cuando llegan a ella, porque la familia se ha ocupado de su
iniciación. Viene luego el campo de la lectura al servicio de
la lengua y la literatura.
Últimamente, para esas clases, han entrado en la escuela
los libros de ficción, los que llamamos recreativos. Los
niños trabajan con la literatura infantil. Otro campo es
cuando el niño se sirve de los libros de conocimiento y de
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reportaje. Sin embargo, es en el campo de la lectura en
libertad donde se apoya la animación a la lectura, la que no
requiere una calificación ni está supeditada a un servicio
utilitario de la enseñanza, pero consigue que el niño
descubra el libro. Podríamos considerarla una lectura de
carácter extraescolar.
2.12 Elementos que intervienen en la animación a la lectura
Para lograr la educación lectora que pretende, el método de
animación a la lectura usa las estrategias en forma de juego
recreativo y estimula la interioridad, que se apoya en el
silencio y la reflexión individual. Dicho método también
estudia y tiene en cuenta las condiciones del educando,
generalmente del niño y el adolescente. Necesita la
programación, sin la cual toda la labor sería mera
dispersión. Y cuenta con el mediador, al que llamamos
animador, el verdadero impulsor de la educación lectora.
2.12.1 Las estrategias
La evolución de la pedagogía ha mejorado en muchos aspectos,
entre ellos, está la aceptación de las estrategias y, por
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consiguiente, el desarrollo de las mismas como prácticas en
la animación a la lectura.
La estrategia es un término de reciente difusión, que ha
recibido el impulso de la teoría actual del juego recreativo,
que combina acciones con el fin de alcanzar algo concreto y
que es, o puede ser, una planificación a largo plazo.
Según la opinión de los pedagogos actuales, las
estrategias son habilidades que pueden regir el
comportamiento. Para la animación, es el elemento que se
emplea para educar al niño en la lectura. Son estrategias
creadas especialmente para contribuir al desarrollo de la
capacidad lectora que tiene el niño, cultivar su inteligencia
y buscar la perfección de la lectura.
Hay estrategias para diferentes estadios: Educación
Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato. En cada caso,
será el animador el que empleará unas u otras, según sea la
capacidad lectora de los niños o de los adolescentes. El
objetivo de estas estrategias es ayudar al lector a superar
los obstáculos que encierra la lectura, de forma ágil,
accesible y lúdica, comprometiendo su inteligencia. Es dar
vías de comprensión, agrado e interés por la lectura, a fin
de que alcance autonomía como lector y le independice de la
necesidad del otro.
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Las estrategias son progresivas en sí mismas. Para
usarlas debe conocerse profundamente el alcance de cada una,
seleccionándolas según las necesidades del destinatario. No
se debe ahogar al niño o al adolescente con una estrategia
profunda si su preparación intelectual y lectora no puede
responder a ella, pero tampoco dejarlos siempre en
estrategias sencillas que no le dejan crecer.
La fuerza de la estrategia está en la involucración de
los participantes. La convocatoria del animador, el dinamismo
del grupo, el valor del diálogo y la respuesta de cada uno de
los integrantes logran el progreso lector del niño.
Cada estrategia ha de tener el tiempo que necesite para
su realización. No se puede atrofiar por la falta de tiempo
ni dormirla por lentitud del animador.
Las estrategias necesitan una labor continuada, con
repetición de ellas en muchos casos, respondiendo a una
programación hasta que los interesados terminen su proceso
lector.
2.12.1.1 Lectura en voz alta (estrategia universal para
fomentar la lectura)
Todo acto de habla, además de tener un sentido, tiene un
propósito. Cuando hablamos decimos cosas con sentido y lo
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hacemos con un propósito. El hablar y el escribir han
desempeñado funciones diferentes. Se afirma que en las
sociedades donde se conoce la escritura, el habla se emplea
para establecer y mantener las relaciones humanas, mientras
que el lenguaje escrito está reservado para la elaboración y
transmisión de la información , así como para organizar y
reorganizar el pensamiento.
Unido a lo anterior, todo hablante sabe que el énfasis
que emplee para decir algo, el léxico y la gramaticalidad de
las proposiciones, determinan o pueden determinar las
respuestas del otro, dependiendo de los efectos y afectos que
provoquemos en ellos.
Cuando hablamos hay que cuidar también la gestualidad,
toda es expresión corporal que acompaña, que alienta o niega
la palabra que la boca pronuncia. Todos estos conocimientos
forman parte de la competencia comunicativa y lingüística que
adquirimos en el uso mismo de la lengua.
El hablante sabe que existen diferencias de forma entre
el lenguaje escrito y el lenguaje hablado, incluso la
intuición lo lleva a admitir que un cuento no se escribe como
una receta de cocina; percibe que cada tipo de texto
pareciera tener algunas características que les son propias.
Este conocimiento lo adquieren los niños tempranamente,
siempre que ellos puedan interactuar libremente con distintos
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tipos de materiales escritos y participen en ambientes de
lectura.
La adquisición y desarrollo de competencias
comunicativas y lingüísticas es un proceso que ocurre a lo
largo de la vida. La escritura y la lectura son producto de
una práctica sociocultural. Dichas prácticas varían según
sean los distintos propósitos: para buscar información de lo
cotidiano, para estudiar o para recrear o recrearse.
Hay varios autores que hablan de diferentes maneras de
leer, según sean los propósitos y usos que la gente haga de
lo escrito. Pero hay una cuestión que es común a la práctica
de la lectura: su funcionalidad, por lo tanto, todo lector
seleccionará el material de lectura con el cual puede
satisfacer sus propósitos e intereses, circunstanciales y no
circunstanciales. Esto no ocurre cuando somos niños y nos
vemos sometidos a procesos de enseñanza de la lectura y la
escritura. Por lo tanto, la formación de lectores es un
proceso social en el que participan la familia, la escuela,
la biblioteca escolar, la biblioteca pública, así como otras
instituciones del sector cultural.
La lectura en voz alta tiene como característica
primordial la de realizarse a través de la mediación de un
lector que lee a los demás, ésta establece una relación de
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interdependencia y de coparticipación entre el lector y los
oyentes.
La lectura en voz alta, en todas las fases de la vida
del hombre, asume una importancia decisiva desde los primeros
años de la vida hasta los umbrales de la adolescencia, en la
educación de la lectura, y para introducir al niño o al joven
en el mágico mundo de los libros. Todos los componentes de la
lectura en voz alta deben estimular al oyente a no quedarse
estancado y, a través de la imitación o por la causa que sea,
sientan el deseo de acercarse directamente a los libros.
Al escoger libros para ser leídos en voz alta, debemos
atender a la experiencia que proporciona el estar conviviendo
con los pequeños que asisten a nuestras bibliotecas para
satisfacer lo mejor posible sus expectativas y formar un
repertorio personal. Por supuesto, esta actividad debe
realizarse con previo conocimiento de nuestra colección
infantil.
Algunas indicaciones generales que podemos tomar en
cuenta, son:
• Cuanto más pequeño sea un niño, tanto más breve
deberá ser la historia.
• Una historia grande, si es demasiado larga,
deberá ser transformada en una serie de
historias breves.
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• Una historia o un pasaje tristes no deben ser
nunca largos; una historia poética debe contener
un rasgo de humor que dé un breve respiro a la
tensión.
• Una historia para niños no debe tener
necesariamente una moraleja; debemos tener
presente que cuando la historia se narra tan
sólo por sí misma es cuando produce el máximo
resultado.
A partir de la lectura en voz alta realizada por
promotores de la lectura, se espera que el niño desarrolle
curiosidad e interés por hacer, él mismo, la lectura en voz
alta, además que muestre su interés por la narración, la
descripción, la dramatización y las formas sencillas de la
poesía.
En la lectura en voz alta, es el lector quien decide el
ritmo, el timbre y el tono, sin desatender las exigencias que
tiene cada narración. Tiene que promover la sugestión
evocadora de los oyentes, motivar la atención mediante el
cultivo de la voz, unido a la mímica del ademán y el gesto, y
así lograr que el niño escuche, piense y vea con los ojos de
la imaginación, ya que con ellos crea las imágenes.
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2.12.1.2 Lectura gratuita
Cada lapso de tiempo libre lo podemos aprovechar haciendo una
buena lectura, que generalmente ha sido una recomendación de
alguien que leyó un buen libro o supo de la existencia de un
insigne escritor, por lo que está seguro que llamará nuestra
atención. La trama del texto debe atrapar al lector o al
oyente desde el inicio de la lectura, según sea el caso en
práctica. Se recomiendan textos como cuentos o novelas
cortas.
Por otra parte, es necesario que el bibliotecario ponga
en práctica el conocimiento que tiene del acervo
bibliográfico bajo su responsabilidad, seleccionando aquellos
libros que en rápidas revisiones llaman su atención. Entre
sus compromisos como promotores de lectura está la revisión
de las novedades bibliográficas, para seleccionar el material
que utilizarán en sus actividades de difusión de la lectura.
Esto se logra mediante la lectura en silencio o en voz alta,
al sugerirle un texto al usuario.
En esta estrategia, el compromiso del bibliotecario
promotor de lectura es doble: por un lado, el compromiso que
tiene es el de conocer el acervo bibliográfico que posee su
biblioteca para recomendar las lecturas adecuadas a cada uno
de sus usuarios; y, por otro, el de tener un trato más
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personal con los usuarios para llegar a conocer sus posibles
gustos y siempre tener a la mano el libro indicado. Esta
actitud propicia la confianza necesaria que requiere el acto
de sugerir un determinado texto o autor.
2.12.1.3 Los cuentos (otra estrategia universal para fomentar
la lectura)
Hay cierta magia especial cuando los padres o cualquier
persona cuentan cuentos… el relato transcurre con una dosis
de ternura, locuacidad, complicidad y entusiasmo. Y la misma
relación afectiva contribuye a dotar a la narración de una
esencia que el oyente percibe, disfruta y más adelante será
capaz de imitar para contar sus propias historias.
Desde tiempos lejanos, en todos los lugares de la
tierra y en todos los idiomas, la humanidad ha utilizado los
relatos como medio para transmitir sus valores, sus hechos
históricos, su día a día individual o colectivo. Los cuentos,
relatos, fábulas, cantares, poemas épicos, leyendas y mitos,
son parte de la identidad misma de los pueblos.
Escuchar o leer cuentos influye notablemente en la mente
de los individuos. No importa la edad que uno tenga o el
nivel de estudios o cualquier otra característica que nos
distinga de los demás. Cuando los niños escuchan una
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historia, se ven involucrados en una actividad emotiva e
intelectual, en tanto que surgen ecos, relaciones y
correspondencias que los conducen de la expectación a la
duda, del asombro a la invención. El hecho es que los niños y
adultos, todos, cada vez que escuchamos una historia
asociamos los sucesos y los personajes del relato con nuestra
propia experiencia. El cuento que se narra o se lee,
contribuye a fomentar el gusto por la lectura y a crear
intimidad, al tiempo que alerta la atención y la
sensibilidad.
Es a partir de esos relatos que habría que motivar a los
niños a adquirir capacidades como receptores de historias,
como intérpretes de textos, y a desarrollar habilidades
narrativas.
2.12.2 El juego en la animación a la lectura
Debemos de poner el mayor empeño en que la animación a la
lectura produzca óptimos resultados. Por eso se apoya en el
juego para lograr sus objetivos. Pero aclaremos cómo se
entiende aquí el juego. Ya los pedagogos de la década de los
30 del siglo XX afirmaban que el niño cuya actividad
educativa ha participado de los elementos del juego, será el
hombre que pondrá en el trabajo serio de la vida la alegría
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estimulante que hace de la existencia un eterno juego. Con el
tiempo, el concepto de juego en la pedagogía ha ido
avanzando, de tal forma que, al momento, se concede suma
importancia en diversas disciplinas al fenómeno lúdico porque
éste se entiende de forma rigurosa como un acontecimiento
creador, no como mera diversión o entretenimiento.
El juego lo vive el niño desde que nace, y con juegos la
madre le transmite los primeros conocimientos a sus hijos. El
juego sigue siendo la vida del niño cuando se encuentra con
otros niños crean sus propios juegos. El juego tiene un valor
educativo que no podemos despreciar, y las estrategias –
aunque hay que tener tacto y aplicarlas con rigor- no tienen
por qué dar la espalda a la alegría. Para renovar las
actividades de promoción a la lectura que realizan los
bibliotecarios especializados en esta área, la Dirección
General de Bibliotecas de CONACULTA, año con año edita una
obra que contiene divertidas y didácticas estrategias
dirigidas para este fin.
2.12.3 El animador
El niño necesita un mediador que lo eduque para leer; que
sirva de puente entre él y el libro; le descubra el valor de
la lectura y tenga con él un seguimiento hasta que termine el
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proceso lector, hasta que alcance su autonomía. Dicho
mediador puede ser el maestro, un bibliotecario capacitado y,
si queremos remontar la importancia de la lectura a su
verdadero lugar, incluimos a los padres, desde que el niño es
bebé y durante todo el tiempo posible.
Puede ser un animador cualquier persona que se prepare
para ello, que tenga una base cultural que le permita valorar
la lectura y actuar a favor de la educación y el progreso
lector del niño.
2.12.4 Es necesario tener un programa
Una animación hecha esporádicamente no pasa de ser una
superficialidad. Cuando se acepta un proceso, ya sea de
enseñanza o de educación, lo normal es elaborar un programa y
seguirlo. Con la animación ocurre lo mismo.
Cuando se tenga en claro a quien va dirigido el proceso
de educación en la animación a la lectura, preparamos el
Programa: periodicidad de las animaciones, estrategias que
utilizaremos, libros que usaremos y el material necesario de
acuerdo con el tiempo que durarán las sesiones.
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2.13 La animación a la lectura es tarea de todos
Últimamente, ha crecido la conciencia de que algo debe
hacerse para remediar la falta de lectura y la capacidad
lectora, para analizar y a quién compete o podría ayudar con
la solución a esta problemática, y quiénes estarían más o
menos comprometidos en subsanar las carencias lectoras.
A simple vista, parece que la lectura está supeditada
al valor que le atribuye la familia, que de momento, al menos
aparentemente, no se ha planteado la importancia de la
lectura; la sociedad, que en conjunto vive tan
despreocupadamente sin leer y sin descubrir el valor que la
lectura tiene; la escuela, aunque en pequeña escala algunos
profesores se dan cuenta de que los niños no leen ni
comprenden lo que leen cuando lo hacen; y al gobierno, aunque
se han implementado buenos proyectos –Biblioteca Pública,
Biblioteca Escolar, Biblioteca de Aula y Salas de Lectura,
entre otros-, queda mucho por hacer.
La responsabilidad es de todos, unos actuando
directamente con los niños; otros abriendo camino para que se
pueda actuar; aquellos quienes tienen medios aportándolos
para hacer posible la realización de programas. Sobre todo,
la responsabilidad es especialmente de los padres de familia,
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dando importancia a la lectura y enmendando sus esquemas
mentales y actitudes para mejorar la situación.
2.14 Programa de trabajo
El curso de capacitación se llevó a cabo en cuatro sesiones
de 5 horas cada una, según la calendarización y actividades
siguientes:
PRIMERA SESIÓN: 15 DE OCTUBRE DE 2004
De 9:00 hrs. a 9:15 hrs. Presentación (fiesta de
presentación).
De 9:15 hrs. a 10:00 hrs. Experiencia lectora de los
participantes y objetivos del Taller.
De 10:00 hrs. a 12:00 hrs. Animación a la lectura (lectura en
voz alta: técnicas).
De 12:00 hrs. a 14:00 hrs. Animación a la lectura (lectura en
voz alta: lectura gratuita).
SEGUNDA SESIÓN: 22 DE OCTUBRE DE 2004
De 9:00 hrs. a 12:00 hrs. Animación a la lectura (lectura en
voz alta: técnicas).
De 12:00 hrs. a 14:00 hrs. Animación a la lectura
(estrategias).
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TERCERA SESIÓN: 29 DE OCTUBRE DE 2004
De 9:00 hrs. a 12:00 hrs. Animación a la lectura (lectura en
voz alta: técnicas).
De 12:00 hrs. A 14:00 hrs. Animación a la lectura
(estrategias).
CUARTA SESIÓN: 5 DE NOVIEMBRE DE 2004
De 9:00 hrs. a 12:00 hrs. Animación a la lectura (lectura en
voz alta: técnicas).
De 12:00 hrs. a 14:00 hrs. Animación a la lectura (lectura
gratuita y Jugando con la poesía).
De 14:00 hrs. A 14:30 hrs. Conclusiones y despedida.
Este proyecto de trabajo, con adecuaciones pertinentes, sirve
como base para los cursos de capacitación que imparto
actualmente en diferentes localidades de la entidad.
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BIBLIOGRAFÍA
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Fondo de Cultura Económica. 1985.