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CAPITULO 2 MARCO HISTORICO:
TEORICO Y CONCEPTUAL.
2.1 MARCO TEORICO
1.1.1 Antecedentes históricos del rol de la mujer
La cultura es el fruto permanente, siempre enriquecedor, del patrimonio de la
humanidad. En muchas ocasiones la cultura alienta al ser humano hacia
increíbles desarrollos y en otras lo ata a tradiciones y prejuicios, tal es el caso
del machismo, que le atribuye papeles a la mujer en un sentido de inferioridad
social, subordinación al hombre; basándose a la creencia de que el hombre es
superior a la mujer convirtiendo las relaciones de pareja en relaciones de
dominio y protección sobre ella. “El machismo es considerado como uno de los
patrones culturales predominantes en el estilo de vida latinoamericano y
específicamente en El Salvador”.1
En el machismo la mujer no tiene mayor significancia, el hombre es primero y
puede hacer lo que le parezca y hasta destruir su vida por la circunstancia mas
insignificante. Lamentablemente este prejuicio social ata a la mujer en su
desarrollo social, intelectual y cultural. Ya que ha existido, históricamente,
indiscutiblemente de tipo cultural, que encierra a la mujer en el campo de
menores posibilidades de creatividad y de participación. Si bien es cierto que la
cultura facilita el desarrollo humano, no resulta igualmente estimulante para la
mujer, debido que se han trasladado también con esa cultura, todos los
factores que, tradicionalmente, la han limitado en su desarrollo y en su plena
realización. Lo anterior permite afirmar que la cultura, no sólo define la
personalidad de los pueblos, sino que también perfila comportamientos
individuales y sociales.
1 UES. La Imprevisión y el machismo. Departamento de medicina 1986
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En la vida cotidiana se experimenta el problema de la desigualdad que provee
el sustento cultural. Se construye el camino a la superación en el hombre y, por
el contrario, se implementa todo el detenimiento de la realización de la mujer,
enclaustrada por actitudes tradicionales que la han confiado a un papel
secundario dentro de la escena que enfoca la existencia completa de los
grupos humanos. Claro que siempre ha habido mujeres que rompen las
tradiciones y logran un desenvolvimiento protagónico en la ciencia, en la
política, en el arte o en la vida social; sin embargo, esas mujeres son casos de
excepción que no han abierto tradición cultural. En la historia los sacrificios del
rompimiento son notables y muy heridas en su afán de realización propia, han
podido situarse en algún lugar privilegiado, en connotado heroísmo.
Estas mujeres, que no han constituido patrones culturales, no solo por ser
casos de excepción, también han enfrentado una especie de negación al papel
tradicional que la mujer ha tenido en la sociedad.
Por esa razón, para entrar en el medio cultural en que está envuelta la mujer,
es necesario desentrañar los mitos creados por personajes históricos,
religiosos o literarios, que han venido a representar patrones culturales y que
son básicamente construidos por el hombre y por la sociedad en que ellas han
vivido. Estos personajes reflejan, como todo ente de ficción, una sólida síntesis
de la estructura social, es decir sintetizan lo que son o se espera que sean
muchas mujeres, pues sus cualidades, sus defectos, sus virtudes o sus
limitaciones resultan el filtro de la observación humana o el resumen de la
perspectiva en que se han visto tratadas las mujeres en una época o en todas
la épocas, según sea la trascendencia del mito. Los que aquí se mencionan,
son los que más influencia y permanencia han tenido en la civilización. A ellos
están ligadas muchas de las condiciones culturales actuales en que se
desenvuelve la mujer.
Los mitos analizados son los siguientes: El de Eva, con un mensaje
permanente de dependencia; el de Penélope, con limitación de experiencia; el
de la Virginidad, con su significado dentro de la instrumentación religiosa; el de
Beatriz y el de Dulcinea, con la esclavitud del idealismo; el de Nora, el
personaje de casa de muñecas de Ibsen, con su enfrentamiento al juego
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mutilante de la propiedad; el de nuestros días, con la discusión cotidiana de
¿qué es la liberación femenina? y ¿qué mujer se quiere liberar? Se ha
pretendido agotar los significados de estos mitos, con sus más relevantes
interpretaciones, en busca de que no haya nada oculto a su propio
entendimiento, y pueda contribuir a propiciar un marco cultural adecuado a su
completa realización.
El mito de Eva: Dice la biblia que Dios, después de crear al mundo y al hombre, para dar ayuda
idónea a Adán, lo durmió, tomó una de sus costillas e hizo de ella, a la mujer.
Le puso nombre, dijo que se llamaría hembra, por que del hombre fue ella
tomada, huesos de sus huesos, carne de su carne.
¿Qué era según la biblia, esa ayuda idónea? Aun cuando el libro sagrado no
da explicación alguna, la interpretación más valida parece ser la de que Adán
se sentía solo, a pesar de la imagen exaltada que tenemos del paraíso. La
mujer es entonces creada para dar compañía. Dios crea a la mujer del hombre
mismo para que fuera su complemento, desde la aparición de la mujer, ya no
hay más creación alrededor del hombre, todo parece estar perfecto.
La concepción de la mujer como un ser derivado de otro, ha agravado
sustancialmente la relación humana. La mujer es el ser que se crea para servir,
para entretener, para acompañar en alegrías y en pesares.
El mito de Eva ha lanzado al tiempo, esa imagen de dependencia, de
subordinación, de estar al servicio de otro. No fue hecha libremente, fue hecha
en función del otro. Por supuesto que en el conocimiento, en la comunicación y
en relación, hay una verdad sustantiva de dependencia que balancea la
independencia. Sin embargo, “en la simbología mítica de la mujer, el peso de la
subordinación priva, pues es el ser que no alcanza soberanía sobre su cuerpo,
sobre su alma, sobre sus decisiones”2 La mujer ha venido siendo lo que otros
2 Naranjo, Carmen. Mujer y cultura. EDUCA, 1ª. Edic. San Salvador, 1999. Pág. 16.
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quieren que ellas sean, “el fondo y la forma de su estado es una derivación de
la dependencia absoluta, como si no hubiera encontrado voz propia en el coro
humano”3
La figura bíblica de Eva ha traspasado el tiempo en esa dimensión de
dependencia y en otras más.
Definido el destino de la pareja humana por obra de Dios, iniciaron su vida en
el Edén, ambos desnudos, sin avergonzarse de su desnudez, la serpiente, el
más astuto de los animales del campo, interroga a la mujer sobre la prohibición
de comer frutos del árbol del conocimiento. El curso de la dialéctica es
asombroso e inductivo. El árbol del conocimiento los puede hacer como Dios,
sabedores del bien y del mal, entonces no podrán morir.
El tiempo y la muerte representan la gran ganancia, cuando lógicamente no se
podrá tener sensación de tiempo y angustia de muerte. A penas se iniciaba la
vida. No dice la biblia cuánto duró la conversación ni cuán largo fue el periodo
de la tentación. El árbol del conocimiento se volvió un imán para la mujer,
comió de él, y probó su fruta, la encontró deliciosa y dio de comer al hombre.
Los ojos de ambos se abrieron, se dieron cuenta de su desnudez, cosieron
hojas de higuera y ceñidores que los cubrieran. La desnudez, su desnudez
original, asombra al hombre y a la mujer, a aquellos seres que habían visto al
principio del mundo los primeros animales, el crecer tranquilo y natural de los
frutos de la tierra. Esa desnudez mítica es una visión descarnada de la realidad
del mundo. Parece una visión profética de la historia, de la calamidad humana.
Es el corte brusco del sueño bueno. Sienten vergüenza y se esconden del
creador. Dios los llama y los juzga. Adán es condenado a comer con trabajo
durante todos los días de su vida, con sudor en su rostro, ha de comer el pan
hasta que vuelva a la tierra de donde fue tomado, por que polvo es y polvo
volverá a ser. A la mujer la condena a que muchos sean los trabajos de sus
3 IBIDEM. Pág. 20.
12
preñeces, con dolor parirá a sus hijos, y la sujeta a la voluntad del marido,
quien será su señor.
“Hay ya una definición de posesión; frente al problema de la dependencia, hay
siempre la esperanza de la independencia. Sobre la posesión, el hecho no solo
de prevenir de otro, sino de ser de otro, hay un dominio del cual es difícil
liberarse. La figura exacta de la esclavitud”4
El mito de Eva es el relato de la esclavitud como castigo divino, además revela
y advierte no sólo con figura, a la mujer, dentro de la más absoluta
subordinación, dentro de la más concreta esclavitud; sino que anuncia los
peligros de una rebelión, de un gesto independiente. “Eva es peligrosa, consigo
trae desventura. Encanta pero debe manejarse con cuidado, no hay que
dejarse cautivar por ella, hay que tratarla con las riendas cortas y con látigos en
las manos. Cruel personaje es la Eva de la biblia, co-protagonista del génesis,
pero lo humano no es ajeno al relato. La transgresión esta cometida y la pareja
se vuelve solidaria en su destino”5. Adán y Eva no lloran, no piden clemencia.
La unidad de ellos, es ejemplo de convivencia. Ya sin fortuna, con la sentencia
del trabajo y con los anuncios de los dolores de parto, juntos van frente a la
vida. Ayer, en el paraíso, ese paraíso que todavía se pasea en la frente de los
seres que dejó la nostalgia; mañana, en la tierra, con la incertidumbre de frutos
y cosechas, con seguridad implacable de dolores y penas. Esa unidad que
viene de un ayer esplendoroso, va hacia un mañana incierto y se sostienen un
presente duro, es la mejor lección que nos pudieron dar; pero el mito que
camina por infinitas tradiciones acusa a Eva, nacida dentro de la limitación del
derivado, como el encanto engañoso, la veleidad misma para convertirla en el
ser que debe ser dependiente, esclava, al servicio constante de otro, sin asomo
alguno a la curiosidad; porque su curiosidad es peligrosa.
El mito de Penélope:
4 Naranjo, Carmen. Op. Cit. Pág. 15 5 IBIDEM. Pág. 17
13
Penélope es un personaje secundario en la Odisea. Su misión es sencilla, la de
ser esposa; su historia es simple, la de un matrimonio concentrado en la
espera. Es hija de Icario y hermana de Tindaro, rey de Esparta. Asombraba con
su belleza.
Ante los muchos aspirantes a ser su cónyuge, su padre decide que se disputen
su mano en unos juegos. Resulta vencedor Ulises. Del matrimonio nace un
hijo, Telémaco. Poco ha de durar la vida en familia. Ulises parte a la guerra de
Troya. Cuando ha vencido, el viaje de regreso está lleno de aventuras. 20 años
dura la ausencia del hogar. Durante esos 20 años, Penélope recibe el cortejo,
según Homero, de más de cien pretendientes. Penélope decide tejer un velo
para amortajar a su suegro, Ahertes, cuando él muera y sujeta, a su
terminación, la posibilidad de contraer un nuevo matrimonio. Fiel a Ulises,
decidida a continuar su espera, ella deshace de noche lo que teje de día. Ha
pasado a la historia como el modelo perfecto de la fidelidad conyugal.
Penélope revela algo verdadero en la vida de las mujeres, la negación de la
experiencia humana, nació dependiente, vivió subordinada, conforme a la
figura del mito de Eva, no tiene derecho al conocimiento vivencial.
“Mientras, Ulises viaja por el mundo, tiene experiencias, pasa por increíbles
aventuras, aprende, vive, entra en innumerables caminos de descubrimientos y
cumple con el ciclo externo del viaje del conocimiento y con el ciclo interno del
viaje más interesante todavía, el de saber quién es y para qué fue creado;
mientras, su mujer teje, desteje y espera. No hay plano más evidente para
descubrir la realidad, incluso geográfica de la mujer. Por un lado hay un
panorama abierto del mar, de islas, de montañas y de valles, que representado
en el paisaje, hoy podría ser de aeropuertos, de andenes, de calles, de
edificios, de bares, de fiestas, de múltiples recepciones de inusitadas aventuras
en el que se desenvuelve el hombre. Por otro lado, el ámbito geográfico de la
mujer es tan reducido, en términos generales, como en la época de Penélope:
la cocina, la sala, del quehacer de la casa entera para efectos de limpieza y de
ordenamiento, el dormitorio y la ventana como puerta al mundo. Rara es la
mujer que se desenvuelve en la calle, en el viajar constante, en la aventura
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libre del descubrimiento y de la exploración”6. Es decir, que la libertad del
conocimiento y la experiencia, han sido negados a la mujer por la tradición. Su
esfera es el hogar, su movimiento el casero, su horizonte el limitado por su
condición femenina, su papel en la familia el de la espera, casi a ciegas, por
que ignora lo que pasa a su alrededor.
Sin tener acceso al conocimiento y a la experimentación, es fácil analizar el
papel de la mujer en la sociedad, tanto ayer como hoy. Sólo esporádicamente
ha desempeñado un cargo protagónico en el gobierno, en la ciencia y en las
artes.
El mito de Penélope, o sea la negación absoluta a la experiencia dentro del
encierro de la espera, costará mucho vencerlo. La puerta del conocimiento se
niega con mano dictatorial y la mujer ni siquiera aspira a abrirla. Pasarán
todavía muchas generaciones para que se rompa, horizontalmente, esta
barrera y la mujer, dotada de la libertad en el campo del conocimiento, del
pensar y del experimentar, logre dominar el mundo exterior que la rodea,
comprender y ahondar su propio mundo interior.
El mito de la virginidad: Confundido con creencias religiosas y establecido en actitudes culturales, el
mito de la virginidad, una especie de garantía, de primera pertenencia, revela la
transacción que establece la relación entre un hombre y una mujer, de tal
forma, como si tratara de adquirir un producto. Es la mujer la observada, la
valorada la exigida en términos de calidad y de posibles actitudes futuras. “El
sello de garantía que se solicita en las sociedades y en los tratos tradicionales
es el correspondiente a la virginidad, sin este sello pareciera que la mercancía
pierde su valor original”7. Nada tan cruel y absurdo como este mito de la
virginidad, tan en contra de la naturaleza y tan poco real en términos de vida y
de relación humana.
6 Naranjo, C. Op. Cit. Pág. 26 7 Naranjo. C. Op. Cit. Pág. 26
15
En otras sociedades, la virginidades una vergüenza, porque exhibe que la
mujer no ha sido deseada. “Las religiones han instrumentalizado muy bien
estos factores y esa instrumentalización ha cargado de culpas a millones de
mujeres. La virginidad se ha convertido, en prueba de recato, de pureza, de
saber afrontar las tentaciones de carácter carnal y de promesa de fidelidad
conyugal. La relación que se establece con la virginidad, como especie de
patente, es la única que se considera de confianza”8.
El mito de la virginidad, en nuestra cultura, aparta a la mujer del ciclo natural en
que se desenvuelve el mundo y la sumerge en un conflicto de prestigio o
desprestigio, como si estuviera siempre sujeta al juego de las dos caras de la
moneda. En el filo de mantener y conseguir una imagen, la mujer detiene el
movimiento de lo que la rodea y se estabiliza en el deseo de ser únicamente lo
que se exige de ella. La mujer sabe muy bien que un movimiento natural, una
espontaneidad de su parte, la arriesga en un juego que no domina, en que se
puede convertir en victima por carecer de los valores que le exige la sociedad.
La mujer de hoy, ya incorporada, se defiende frente a este mito. Algunas
encuentran comprensión y un ambiente favorable. Otras enfrentan la hostilidad
y se pierde en una lucha que se estrella contra a la tradición.
El mito de Beatriz y Dulcinea: Quizás la conciencia inconsciente de la sobrenaturalidad que se exige a la
mujer, ha hecho que siempre esté envuelta en el más absoluto idealismo.
Idealizar a la mujer ha sido la tendencia general de casi todos los protagonistas
de la cultura, quienes entienden que con ello la cortejan y la alejan de su
verdadera dimensión: un ser humano. Los que se han atrevido a decir cosas
crueles de la mujer, son pocos; pero se le cita con insistencia, en un afán de
bajar los humos a las que se envanecen con la palabrería y el falso elogio.
8 IBIDEM. Pág. 27
16
Además en el deseo de idealizar, ha habido también un intento de consuelo
frente a la situación de la mujer.
Se ha analizado el mito de idealismo a través de la literatura, tomando como
modelo a Beatriz y Dulcinea, ambas no pudieron ser compañeras, ambas
fueron idealizadas. Beatriz recibe en el cielo al poeta y lo encamina a la
presencia de Dios. Llena de las más absolutas virtudes, es la imagen de la
mujer perfecta.
Dulcinea del Toboso, de simple labradora, pasa a ser la mujer ideal del
caballero andante, la que lo guía en busca de la gloria, la inmortalidad y a la
que consagra todas sus hazañas. “Cada una de ellas, por ensoñación de quien
las sueña, trasciende su realidad de mujer que tiene derecho a ser lo que es en
razón de su simplicidad o de su complejidad. Tanto las ensalza el idealismo,
que no hay mujer en el mundo que pueda compararse con esa mujer
idealizada, crecida desde el ángulo de todos los conocimientos, pero lanzada al
tiempo y al espacio por el mas fuerte y determinante aspaviento del
enamorado”9
La diferencia que existe entre Beatriz y Doña Beatriz Portinari; entre Aldonza
Lorenzo y Dulcinea del Toboso, es similar a la diferencia que existe entre una
luciérnaga frente a una estrella. La mujer ideal causa de glorias y de
heroísmos, no es una mujer en si, está hecha de visiones, de sueños, de
espejismos, de ratos sublimes prolongados en el recuerdo, de gestos, miradas
en el encuentro y remirados profundamente en la evocación, de olvidos que se
sustituyen por deseos fijados en la perfección y de mandatos inexplicables en
busca de lo sublime. Esa mujer ideal desvanece a la mujer humana con menor
tono de belleza, de armonía, de alcance por su misma condición humana, por
su realismo. Oculta a la mujer de todos los días que no siempre es entretenida,
que tiene mal humor, que envejece, que tiene momentos torpes, que se
equivoca y que no puede ser esclava eternamente de una medida de belleza y
de aceptación.
9 IBIDEM. Pág. 30
17
En el caso de la mujer, la vía de idealismo es su más perfecta y dulce forma de
negarla, la exaltación de sus virtudes, la momifica en un ejemplo que no
alcanza. El idealizar su carácter y temperamento, sus necesidades y anhelos,
le corta toda posibilidad de ser libre y de usar responsablemente la libertad.
El mito de Nora: Hace ya más de un siglo, Ibsen escribió el drama “Casa de muñecas”, basado
en la inteligente observación de muchos hogares de clase acomodada, en los
que la mujer desempeñaba el papel de muñeca, para adornar, para entretener
y servir. “Nora es el ser negado, fue un juguete para su padre y se convierte en
un juguete para su marido. Ligada por matrimonio a un hombre severo y
egoísta, cuidador vigilante de su prestigio, nunca tiene oportunidad de ser
ella”10
Nora nos revela que la mujer es la propiedad de otro, la muñeca que se maneja
según la gana y la voluntad de otro; que no exige dominio de personalidad
propia, que desconoce el universo de la decisión, del gusto y de la razón
independiente, incluso el del dominio de los sentimientos. Como personaje,
Nora se revela y busca su identidad en sus propias soledades. Produjo
escándalo en su época. Por ser ella misma dejó esposo e hijos. Todavía las
Noras de hoy en día producen iguales escándalos. “El aro de la libertad sigue
siendo un aro prohibido para la mujer, pues es posesión, propiedad de otros,
no tiene el derecho a romper su estado de esclavitud y libremente buscar el
mejor camino para ser”11
La sociedad prefiere a la amargada mujer que destruye el hogar y la familia
confinada entre las paredes de su casa, que la mujer que lo abandona con la
terrible y angustiosa evidencia del daño que está haciendo.
El mito de la mujer liberal:
10 IBIDEM. Pág. 34 11 IBIDEM. Pág. 37
18
“El mito más moderno es el que algunos están levantando sobre la mujer
liberada, en que se tiende a crear un prototipo que, entre el terrible ridículo y la
pérdida de cierta cordura, se la pone a atentar contra las tradiciones, contra el
orden social y el moral, y contra todo lo que se ha considerado bueno”.12 Se
trata de ridiculizar a la mujer simplemente porque tiene la valentía de hablar de
sus derechos y de promoverlos.
“Ese mito ha creado gran confusión sobre la situación de la mujer. No puede
negarse por temor al término, que la mujer está en vías de liberación; pero
liberación no conlleva el sentido de romper con lo constituye su ser íntimo, sus
características individuales, sus múltiples posibilidades de realizarse y su libre
albedrío de escoger, ya que en la tarea de liberarse, no es necesario fijar líneas
conductistas o patrones rígidos. La tarea de la liberación implica acabar con
todo lo que hasta el momento ha sido limitación, dificultad, negación, para abrir
un horizonte amplio en que sea factible el recogimiento entre una gama rica de
posibilidades”13
El termino liberación, gracias en parte al mito que se ha querido levantar de
este prototipo de mujer liberada, ha sido tan mal entendido, que muchas
hablaban de no liberarse, pues han decidido que les gusta el papel tradicional
que desempeñan. Después de analizar los privilegios y desventajas que tiene,
se manifiestan enemigas de todo lo que las separe de su situación actual, aun
cuando estén conscientes de que es consecuencia de una historia en que se
les ha concebido como propiedad de la familia y, dentro de ella, como ser poco
deseado por las mismas limitaciones en que socialmente se les sitúa. Esas
mujeres que se oponen a la liberación, no tienen claro que no afectará sus
intereses y sus gustos, ya que no se trata de alterar o modificar la vida de
determinados grupos de señoras. La misión de liberar es más amplia y propicia
el cambio social para que cada individuo, hombre o mujer, logre de sí mismo lo
mejor posible, dentro de la responsabilidad que significa vivir, y liberar, para la
mujer, es encontrar la igualdad de facilidades, de oportunidades, en una
práctica verdadera, frente a la igualdad de deberes. “Se busca con la
liberación, con la independencia o con la oportunidad de realización, que se
12 IBIDEM. Pág. 37 13 IBIDEM. Pág. 39
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brinde a la mujer en todas partes del mundo y en toda la gama de escala
social, el ambiente que requiere para crecer, fortalecerse y realizarse como ser
humano, en condiciones tales en que prive el respeto a las aficiones y a las
vocaciones, a las curiosidades y a las misiones o a cualquier desarrollo que las
separe de las concepciones tradicionales.”14
Como ya hemos visto, no es necesario profundizar mucho para darse cuenta
de la existencia de algunos mitos sobre la mujer que vive actualmente en
nuestra cultura. Dichos mitos deben su formación a múltiples condiciones; pero,
obviamente se constituyen ligados a un área, a un contexto y a múltiples
interacciones; por lo tanto, son muestra por ello sumamente valiosas, ya que
tratan de una explicación desde los orígenes de la humanidad. Es así como
temas precisos y universales se mantienen vivos, conectando el pasado con el
presente.
Desde luego los mitos no pueden desligarse de la historia, le deben su origen y
viven en ella desde la existencia misma de sus autores. Por lo tanto, es lógico
pensar que si la historia es dinámica y evoluciona, los mitos están sujetos a
influencias, a modificaciones que los hacen cambiar; pues de no ser así,
pueden ejercer un impacto desequilibrador sobre el presente y crear, en
nuestra cultura, estancamiento, retroceso y fijaciones colectivas al pasado.
1.1.2 La mujer en la sociedad
Desde que ha sido posible conocer de historia, al remontarse a las
civilizaciones más antiguas, la mujer siempre ha representado, a lo sumo, el
complemento del hombre, mas no su igual. De hecho, en diversas sociedades,
ha sido tratada como un ser de segunda clase, la sumeria, la griega, la
romana, la persa y la judía dan claros ejemplos de estos en el mundo antiguo.
En América, en el imperio Inca, y en las culturas maya, azteca, etc. la mujer
estaba absolutamente subordinada al hombre.
14 IBIDEM. Pág. 39
20
En la India, en la época de la llamada civilización védica, entre 1,500 y 800
años a.C. la elección del marido para su hija, la hacia la madre, teniendo el
pretendiente que entregar el precio de compra de su prometida, el culka, que
venia a ser equivalente a unas 100 vacas y un carruaje.
EL marido era el amo del hogar, y en los primeros tiempos, antes de esta
cultura, era probable que la viuda fuera asesinada y enterrada con el marido
como parte del ritual religioso, cuando éste fallecía.
En las civilizaciones más antiguas, el rol que tenia la mujer era el matriarcado,
el papel que jugaba era de jefa. No se sabe si la mujer ejerció el mando en la
tribu o en el clan.
En las tribus nómadas que vivían de la caza, la mujer estaba en posición
inferior, pero en las sociedades primitivas agrícolas, colaboraba con el hombre,
se convertía en proveedora de alimentos.
1.1.3 La mujer en la antigua Grecia.
Platón decía “Doy gracias a Dios, de haber nacido griego y no bárbaro, libre y
no esclavo hombre y no mujer; pero sobre todo, haber nacido en tiempo de
Sócrates”. El hombre tenia que estar al servicio de la colectividad y no al de una sola
mujer. En La Republica, cuando hablaba de su estado ideal, desaparece el
menosprecio hacia la mujer; Ahí señalaba “No habrá barrera sexual de ninguna
especie y menos en la Educación: Una joven tendrá las mismas oportunidades
que el muchacho y las mismas probabilidades de elevarse hasta las posiciones
más elevadas dentro del estado.”15
15 Henriquez de Paredes Querubina. Participación de la mujer en el desarrollo de América Latina, el Caribe. UNICEF. Chile 1975 Pág. 20
21
Además, añadía algo muy interesante sobre la división del trabajo, que debe
ser en virtud de las aptitudes y de la capacidad, no en razón del sexo. “Si una
mujer demuestra ser capaz de la administración política, que gobierne,
enhorabuena”. 16 Está claro, entonces, que Platón, de acuerdo con la utópica sociedad que
quería implantar, estaba en cierta forma anuente en respetar la capacidad de la
mujer y en darle una serie de derechos, lo que resultaba totalmente extraño a
su época. En su mismo diálogo decía que al descuidar la cooperación, de la
mujer, se priva a la ciudad de la mitad de la felicidad. La educación intelectual,
señalaba, seguirá siempre de acuerdo con las aptitudes. “Hay mujeres dotadas
para la medicina, otras no; para la música, para la gimnasia y para la guerra;
mujeres filósofas o enemigas de la sabiduría, mujeres valientes y cobardes.
Incluso proponía que las que hubiera acabado el ciclo de los estudios
superiores, podrían ser asociadas a la más alta magistratura de la ciudad: La
Dirección General de la Educación.
Para Aristóteles, unos hombres habían nacido para mandar y otros para
obedecer, entre estos estaban los esclavos e incluso las mujeres, ya que
admite superioridad del varón sobre las hembras. Debemos decir que en su
época (360 a.C.) esto era visto como lo natural. La mujer ocupaba, en Grecia,
un lugar totalmente secundario. No intervenía en la vida pública ni podía asistir
a las reuniones de los hombres. Se hallaba relegada a un segundo plano, entre
el esclavo y el hombre libre.
Cuando se habla del universo, el cosmos, sol y el mundo, estos son
masculinos; solamente al referirnos a la tierra y a la naturaleza, hay un modo
francamente femenino, gramaticalmente pertenecen a ese género.
La feminidad en la naturaleza, es aceptada posiblemente por el carácter de
fecundidad que se requiere de ella. De la tierra se piensa lo mismo aquí fuimos
fecundados y de ella obtenemos nuestro alimento.
16 IBIDEN Pág. 20
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Al igual que la mujer, aunque por siglos, fueron respetadas, y posteriormente el
hombre percibió a la naturaleza con una realidad que había que dominar y
explotar para lograr una vida mejor. A su vez, por otro lado, la mujer es
respetada por lo menos como madre y encargada de la crianza inicial de los
hijos; sin embargo, intelectualmente, era considerada inferior, y el hombre se
atribuía el papel de ser el privilegiado con la inteligencia.
Tanto en la anciana Roma como posteriormente, la mujer estaba por completo
subordinada al esposo, el cual tenía “patria potestad” sobre ella. La mujer no
tenía valor y era menos preciada en la sociedad aunque en ese tiempo había
doble moral en Roma.
De hecho, no hay todavía un país en el cual, la mujer no tenga que estar
subordinada al hombre; ya sea en teoría o en la práctica, los derechos del
hombre prevalecen siempre sobre los de la mujer. Pero si la mujer pretende
tener mayor participación, o ser coparticipe de los cambios y del progreso,
debe involucrándose más activamente en la configuración del mundo actual,
actuando en la política y el gobierno y de ser posible en ejercer el poder si hay
oportunidad para ello. Si hablamos de impulsos innatos, y no existe el de la
subordinación al macho, la mujer tiene que quitar esquemas de tradición pero,
al mismo tiempo, dentro de su naturaleza animal, los tiene igual que el hombre,
pero los reprime por su preproceso educativo adquirido desde la niñez. Esto
también debería desaparecer. Si la mujer quiere conquistar y dirigir al igual
que el hombre; ya que eso le daría una condición de igualdad con la actitud
que hasta el presente ha tenido el hombre de dominio sexual y de ser él quien
escoja a la hembra. Como ya se ha dicho estos esquemas de tradición debe
ser eliminados de raíz. Esto permitiría apreciar , entonces, que aquí la tradición
haría que no fuera fácil seguir este camino para la mujer.
1.1.4 Estatus de la mujer salvadoreña y Centroamericana: Período colonial.
Según Manuel Rubio Sánchez, “Durante la colonia, la mujer podía tener un
cargo público, dentro de toda la estructura, solamente en ausencia del varón; y,
23
por su valor, como persona estaba dado de acuerdo al status que tenía su
esposo o marido”17. Por ello, la mayoría de los representantes , no solo en
Centroamérica, sino en todos los dominios españoles, eran hombres, los
cuales a falta de mujeres españolas, continuaban procreando hijos con las
nativas, aun cuando se les motivaba que existieran matrimonios solamente
entre españoles, para lograr así una firme colonización. Este aspecto fue
cambiando posteriormente, dando mas libertad; pero fue una libertad para el
hombre y no para la mujer.
Los padres decidían el matrimonio de las hijas, quien no recibía instrucción de
la misma forma que el hombre. La orientación que recibían las mujeres iba
cargada del aspecto religioso. Imperaba la idea de que la mujer tenía que
dedicarse, además de su casa, a actividades de beneficencia. Se le educaba
para que fueran buenas esposas, buenas madres, capaces de desempeñarse
en el hogar y, al mismo tiempo, capaces de desarrollar alguna labor social. La mujer no brillaba sola, era el hombre, quien a pesar de todo, el que permitía
a la mujer, este tipo de actividades.
Para poder viajar, la mujer necesitaba permiso o licencia del gobierno superior
y de su marido; aunque se le daba la oportunidad de denunciar a su marido si
era maltratada por él.
Con ninguna información se cuenta sobre la vida cotidiana de la mujer, es de
suponer que observaba las costumbres piadosas, es decir, asistir regularmente
a misa, comulgar y confesarse con frecuencia y dedicarse a los asuntos
“propios de la mujer”. Sin embargo, no debe perderse de vista que la mujer
española traía sus propias costumbres, que fueron transmitiéndose y
prevaleciendo en la nueva sociedad; esquemas bajo los cuales han ido
creciendo todas las mujeres de Hispanoamérica.
Con todos estos patrones culturales adquiridos a través del proceso de
culturización, se ubica a la mujer salvadoreña como oprimida dentro de un
17 Henríquez de Paredes, Querubina. Participación de la mujer en el desarrollo de América
latina, el caribe. UNICEF, Chile, 1975. Pág. 20
24
sistema estructural que procura, no solo mantener y reproducir esta situación.
“Esos esquemas de dominación se encuentran en todas las áreas del país,
especialmente, en las áreas rurales y tugurios urbanos, donde la actitud
tradicional acerca de los papeles femeninos se acentúan mucho”18.
En el vínculo familiar, donde se inicia la educación – formación de las
personas, los esquemas son reproducidos: Las niñas deben servir a los
hermanos, aprender a complacer al hombre, y si no pueden estudiar porque los
recursos económicos no lo permiten, la niña ayuda a la madre en las tareas
domesticas, lo que, además, se considera un tiempo mejor aprovechado,
puesto que además, su posibilidad de empleo en el futuro es menor que la del
hombre. No se puede dejar de mencionar que algunas carreras de estudio son
consideradas exclusivas para hombres y otras para mujeres, y que las
probabilidades de éxito de la mujer, en cualquier profesión, son mínimas
comparadas con las del hombre, aun cuando la mujer esté especializada;
debido a la marginación a la que está sometida, en el campo laboral. De las
mujeres que han logrado incorporarse al sistema educativo formal, la mayor
parte deja sus estudios debido al nacimiento de los hijos o a la integración de
un grupo familiar, viendo frustradas sus aspiraciones educacionales, lo que no
sucede con el hombre, ya que éste puede continuar sus estudios, sin
problemas, ya sea que forme hogar o tenga hijos.
En El Salvador, el acceso a la educación, en términos generales, es limitado y
para la mujer, la situación es peor. La educación influye grandemente en los
valores y actitudes de las personas con respecto a la realidad que las rodea y a
las alternativas que podría tomar para transformarla. En esto, la mujer está en
desventaja. La reproducción del esquema de opresión, marginación, cosificación de la
mujer continúa. No se puede dejar de mencionar la influencia de los medios de
comunicación social con su función de reforzar y crear nuevas convicciones y
18 Henríquez de Paredes, Querubina. Op. Cit. Pág. 20
25
actitudes que ya están establecidas en las personas, y que,
consecuentemente, refuerzan los estereotipos del papel de cada sexo.
Los medios de comunicación social presentan la imagen de los hombres y
mujeres, ante la cual, ellos tratarán de definir su identidad. Esa imagen resulta
ser una interpretación de cada persona en sí y, por lo tanto, dependerá de la
imagen que se presenta para que cada persona, reforzando sus convicciones,
se proyecte a la sociedad bajo ese mismo esquema. Tanto el hombre como la
mujer son estereotipados por los medios de comunicación social,
proporcionándoles elementos cognoscitivos, axiológicos y conductuales a cada
uno de ellos, de acuerdo a los patrones ya establecidos culturalmente. “La
mujer, para el caso, es identificada con características de hogareña,
sacrificada, afectiva, sumisa, etc. ajustándola a la visión machista de la
realidad”19, y esto no solo es el fruto de una estructura de dominación
masculina, sino de clases.
A través de los medios de comunicación social, la mujer es situada bajo la
superioridad del hombre. Se desarrolla en función de y para el hombre, no solo
en su desenvolvimiento dentro de la sociedad, sino también como persona.
“Los medios de comunicación masiva poco estimulan el desarrollo de la mujer
en igualdad de condiciones que el hombre. Sin embargo, esta sub-valorización
contrasta con el alto número de familias del país en los cuales, la única figura
de autoridad es la femenina; demostrando, sin tanto problema en este aspecto,
su capacidad de poder salir adelante económica y socialmente, ante las
dificultades que esta situación representa”20.
La participación de la mujer salvadoreña en los procesos del país es evidente.
Sin embargo, el reconocimiento es limitado en todos los aspectos.
19 Gissi bustos.j femineidad, machismo: Mitos culturales. Articulo imágenes de la mujer a través
de la prensa salvadoreña. Boletín de psicología # 53. UCA. El salvador. 20 IBIDEM.
26
1.1.5 La Mujer en la Actualidad. En las tres últimas décadas del siglo XX, el papel de la mujer salvadoreña, ha
sufrido cambios notables en relación con lo que fue en el pasado. Hasta la
década de 1970, lo más normal era que las mujeres de los sectores populares
se dedicaran a trabajos domésticos, ventas en el mercado o dependientes en
almacenes. Las mujeres de los sectores medios, por su parte, podían optar por trabajos de
secretarias, enfermeras o maestras, asumiendo siempre, el papel de madres y
esposas ejemplares. Las mujeres de los grupos de poder económico ejercían
matriarcales como cabezas de familia, compartiendo responsabilidades con los
jefes de clanes familiares, o los reemplazaban cuando fallecían. En las décadas de los 1980 y 1990, la transformación más novedosa se ha
dado en la esfera laboral, pues la expansión de la industria maquilera y la
proliferación de los servicios se han alimentado de la capacidad de trabajo
femenino. No es que se trate, desde luego, de trabajos exclusivamente
femeninos, pues, aunque en proporción reducida, en la gran mayoría de ellos
trabajan hombres, pero predomina la mano de obra femenina.
En virtud de esta dinámica laboral, la mujer deja de lado o redefine sus
funciones tradicionales como ama de casa, trabajadora domestica, esposa y
madre. Se convierte en trabajadora de jornadas de ocho horas o más, con lo
cual sus compromisos laborales van predominando o entran en una tensión
difícil de sostener con sus compromisos en el hogar, con los hijos y el esposo.
Las mujeres adquieren independencia económica, mayor libertad y autonomía
al salir del hogar y relacionarse con los compañeros y compañeras de trabajo.
La mujer, pues, ha pasado a desempeñar un papel importante en el mundo
laboral como partícipe activa en el mismo. Con ello, el ámbito de sus opciones
y aspiraciones se ha ampliado, llegando incluso a disputarle al hombre
espacios profesionales que tradicionalmente han sido patrimonio de él: puestos
ejecutivos y gerenciales en la empresa privada y en la gestión publica a partir
del rango de jefaturas intermedias o superiores. En las industrias maquiladoras,
27
la mujer se convierte en obrera; en las empresas de servicios de restaurantes
de comida rápida, bancos; ocupa posiciones que van desde la atención al
cliente hasta las gerenciales. En el mundo de la política va más allá de ser
animadora de los intereses del hombre: aspira a disputarle y le disputa de
hecho, no sin tensiones el protagonismo.
En las últimas décadas, el cambio de las estructuras sociales, la creciente
diferenciación de las profesiones de la mujer, las transformaciones y
revalorizaciones de la economía doméstica, los cambios de la técnica y
crecimiento económico han motivado, en la mayor parte de los países
industrializados, una participación más viva de la mujer en la actividad
productiva.
Muchas mujeres, al igual que los hombres, encuentran satisfacción y
realización en el empleo fuera de casa. Si se les pregunta, señalan mucho los
mis factores que hacen al trabajo importante para los hombres: les parece
interesante y estimulante, lo consideran una oportunidad para la auto-dirección
o para asumir mayores responsabilidades, les agradan los beneficios de un
salario, la mayor oportunidad para el futuro y la posibilidad de progresar. De
cualquier forma, de estas similitudes hay algunas diferencias entre hombres y
mujeres, en la adquisición de trabajo, que es determinada por su género.
Para nadie es novedoso que el hombre rebase su estado natural y transforme
su entorno, crea máquinas y objetos y, por último, viva en el ámbito público,
casi sin asumir responsabilidades cotidianas en el ámbito doméstico. En
cambio, la valoración cultural de la mujer hecha hasta ahora, radica en una
respuesta esencial, vinculada a su capacidad reproductiva. Es lamentable que
ya a principios del siglo XXI, continúe vigente un discurso y una práctica política
y social que intente limitar la participación de la mujer.
La integración de la mujer en la fuerza laboral de los países demuestra que en
naciones desarrolladas, la participación de estas es muy importante. Se tiene
así que el porcentaje de la participación total de la mujer, en 1992, era: en
Suecia de 45%, Estados Unidos del 41%; Francia 40%; Japón 38%; Egipto sólo
el 10%; Pakistán 13%; la India el 25%; México el 27%, la China constituye un
28
país especial ya que pese a su subdesarrollo contaba con un 43% (según
Banco Mundial).
La división genérica ocurre en la familia. La sociedad asigna al hombre solo el
papel del proveedor y a la mujer se le encarga solo la crianza de los hijos e
hijas; esta división genérica impide a las mujeres y hombres compartir las
responsabilidades familiares.
Mujeres y hombres tienen capacidad para desempeñar cualquier trabajo, oficio
o profesión. En el mundo bipolar de mujeres y hombres, en el cual se
comparten nuestras vidas e hijos/as, el presente y el futuro, la búsqueda de
igualdad entre hombres y mujeres no debe de ser una lucha de sexos, sino
basarse en una concepción diferente de la vida, que debe ser, en muchos
aspectos, similar para ambos casos. El hombre, entonces, debe ser educado y
convencido de que la defensa de los derechos de la mujer es algo lógico y no
puede postergarse. Las leyes que para ese efecto se crean, no darán
resultados si no se cambia la mentalidad de hombres y mujeres con respecto a
la igualdad de sexos.
Para ello se necesita desafiar intereses creados alterar costumbres viejas y
corregir la forma de gobernar. Esto supone una visión a largo plazo. La
oportunidad de renovar las dirigencias está precisamente empleando a quienes
no les ha dado participación amplia en el presente. En la actualidad, en casi
todos los países del mundo, ya hay conciencia de la discriminación que la
mujer ha venido sufriendo hasta el presente y se están promulgando leyes para
garantizar la igualdad de derechos y de beneficios para la mujer de a cuerdo
con la ley.
1.1.6 La mujer como madre, esposa y ama de casa
“La mujer, cualquiera que sea su condición y su estado es el centro de una
familia, soltera o casada, propicia la formación de un hogar. Es la célula básica
29
de nuestra composición familiar”21. El núcleo familiar que se mueve a su
alrededor puede ser el normal (marido e hijos), pero también puede ser el de
sus padres, hermanos o de los parientes que acoge bajo su protección. Es
decir, que la mujer es siempre el núcleo formado de una familia, que puede
tener la más diversa constitución.
Por otra parte, la mujer, sea profesional, obrera, estudiante o de oficios
domésticos, siempre es una ama de casa. No hay mujer alguna, por más
exclusiva y compleja que sea su misión, por más satisfactoria y devota que sea
su labor de servicio público, por más dura que sea su jornada de trabajo, que
pueda estar ajena a las funciones propias de las ama de casa. En alguna
forma, sea la dirección, administración del presupuesto familiar, complemento
de labores caseras, cuido y protección de los familiares, participa en las labores
de la casa. Son trabajos inherentes a la condición de la mujer y de esos
trabajos nacen las virtudes más sobresalientes de la mujer: su habilidad de
organizar el trabajo, su honestidad, su realismo y su fe en los sueños, su orden,
su fuerza y su disposición de entrega por amor a los demás.
La mujer, como ama de casa, ha sido menospreciada en nuestra sociedad, al
punto de que no se valora su trabajo y se le clasifica en la población
económicamente pasiva, a pesar de que su trabajo tiene un sustantivo valor,
sin mencionar los otros invalorables que no se les mide en términos
económicos, pero representan todo el sustento fundamental de la formación de
nuestras sociedades.
“La mujer obtiene su realización en la maternidad, en el hogar, en el servicio
público, en empresa privada, en el campo artístico o en cualquier otra actividad
que propicie la satisfacción personal, de acuerdo con creencias y con ideales
de cada ser humano”22.
21 Naranjo, Carmen. Mujer y Cultura. 1ra Edición EDUCA Centroamericana, 1989. Pág. 33
22 Naranjo, C. Op. Cit. Pág. 74
30
“La maternidad es un hecho real que responsabiliza a la mujer no sólo de la
gestación, sino también del intenso cuidado del crecimiento y de la
formación”23. Esta tarea calificada como primaria para la mujer, la cumple, la
mayoría de las veces sola, sin ayuda, sin orientación, sin facilidades y sin
comprensión. Además, frente a esta trascendente responsabilidad, la mujer
tiene, en muchas ocasiones, que trabajar fuera de su casa, atender a su
familia, procurar el alimento para todos y cuidar el crecimiento y la formación de
los hijos. “Toda esta labor de por sí compleja y difícil, en que se emplea la
capacidad plena se agrava frente al mito de la madre entregada totalmente a
una misión inacabable, preñada de esfuerzos en que se anula el ser que da la
vida en beneficio del que germina”24. Este mito no trata de un personaje
esencial, aun cuando hay miles en la literatura, en el cine, en el teatro y en la
vida. Es esencialmente un sentimiento, explotado con mucha habilidad por el
comercio. Se canta a la madre sacrificada, a la madre mártir que resulta no ser
un ser en sí mismo, sino un ser puente en que otro nace, se desarrolla y
camina.
Sin embargo, lo que aparentemente representa una ganancia en libertad de
oportunidades para la mujer, trae consigo, como en toda ocasión, un sinnúmero
de responsabilidades y exigencias, para las cuales, en la mayoría de los casos,
no han sido formadas. Hoy, la mujer que trabaja cumple diferentes funciones,
según los roles que desempeña en la sociedad.
A continuación se dan a conocer algunas de esas funciones, según la
Secretaría Nacional de la Familia:
Deberes: Mujer - madre Tiene que llevar a cabo, perfectamente, su rol de madre, sin dejar a un lado el
papel de mujer.
23 IBIDEM. Pág. 32 24 IBIDEM. Pág. 34
31
Mujer - educadora Se considera como responsable de la crianza y educación de sus hijos, desde
los elementales hábitos de higiene, las bases preescolares y las tareas, hasta
las reuniones de padres de familia, entre otras, casi en un cien por ciento.
Mujer – ama de casa Casi toda la responsabilidad doméstica la sigue asumiendo la mujer. En muy
contados casos, la pareja comparte las tareas de limpieza, compras o
preparación de alimentos, se espera que ella sea una especialista en economía
doméstica y cocina.
Mujer - pareja La mujer actual busca una relación satisfactoria con su pareja, desea mantener
su núcleo familiar a la perfección.
Mujer - trabajadora El ingreso al trabajo, en ocasiones bajo condiciones de inferioridad salarial
frente al hombre, exige a la mujer un mayor rendimiento y una eficiencia igual o
superior.
Es necesario hacer una evaluación sobre el papel social de la mujer como
trabajadora y fuente de ingresos en el hogar.
En ambos, su contribución es digna de elogios, ya que constantemente pone
de manifiesto su valentía, capacidad e inteligencia. Pero la mujer no sólo tiene
deberes que cumplir sino también derechos, los cuales debe conocer y
reclamar.
1.1.7 La mujer y la política.
Si se analizan los cargos principales en los gobiernos del mundo, se observará
que en la política, el hombre es dominante, trátese de países democráticos
como Estados Unidos, Inglaterra, España, Italia, Francia, de naciones en
32
transición política y económica como Rusia, Polonia, Hungría, o en países con
gobiernos marxistas, como China, Corea del Norte, Cuba, etc. Pero debe
recordarse que no ha sido, sino hasta bien entrado el presente siglo XX- XXI
que se les ha concedido a las mujeres el derecho al voto en la mayoría de
países del mundo, llegando entonces, la mujer, al ser votante, a tener ya un
papel importante en la selección de los políticos, e iniciar a su vez, la
participación en este campo; ya que, al constituir la mitad o más de los votantes
de una nación, automáticamente se constituye en un grupo importante para la
conquista por parte de los políticos. Asimismo, comienza a tener derecho a ser
elegida para puestos públicos.
“En Costa Rica, en el año 1949, se estableció, en la constitución de la
República, el derecho de la mujer al voto y en 1986 fue elegida, por primera
vez, una mujer como vicepresidenta del país, hecho que se ha vuelto a repetir
en 1994. También en ese periodo de gobierno, una mujer, por primera vez,
ocupó la presidencia del Congreso, superando en ello a los Estados Unidos”25.
Desde hace varios años, la mujer, aunque en minoría, ha ganado puestos en el
Congreso de Estados Unidos. Ahí, su voz comienza a ser escuchada con
respeto y atención en el campo político, pero, pese a ello, aún hay
discriminación y menos oportunidades en algunas áreas para la mujer,
incluyendo la política. Recientemente, el Congreso de Estados Unidos aprobó
una ley que se denomina “la igualdad real” en la cual se otorga a la mujer, la
igualdad en el plan económico, social y político. Pero si se revisa el papel de la
mujer en la zona rural, éstas no solamente actúan como amas de casa, como
su principal función, sino que además suelen sembrar huertas, rehiervan,
cuidan animales, fumigan, riegan, acarrean el agua, e incluso trabajan cosiendo
ropa, haciendo repostería para reunir extras; todo ello, aparte de preparar la
comida, lavar la ropa, atender a los niños y cuidar del marido, llevar los niños al
médico cuando se enferman, en fin, una vida muy dura casi sin acceso a la
educación, sin salario y sin derecho a vacaciones o feriados o reuniones con
amigas. Cuando las condiciones económicas son muy malas o ellas son
cabeza de familia, requieren salir a trabajar como servidoras domésticas,
25 Naranjo, C. Op. Cit. Pág. 207
33
dependientes o incluso como jornaleras. La mujer joven deja de estudiar para
trabajar y así aportar dinero al hogar de sus padres.
En la actualidad, en casi todos los países del mundo incluyendo a Costa Rica,
ya hay conciencia de la discriminación de la mujer y se están promulgando
leyes para garantizar la igualdad de derechos y beneficios para la mujer de
acuerdo con la ley. Esto representa un primer paso necesario para garantizar
sus derechos, pero por sí sola, no puede producir cambios inmediatos y se
requiere de campañas de educación y por medio de la ley hacer cumplir esos
compromisos adquiridos con la mujer.
Estos compromisos son un acto de equidad y justicia que contribuyen a que
los países continúen teniendo paz política, fundamentalmente para desarrollar
la industria y el comercio.
En todos los países del mundo, las mujeres representan la mayoría de los
pobres. Son los pobres más pobres, como madres solteras que alcanzan el
90% de los dependientes de la ayuda sociales son menos favorecidas en
educación, lo que las vincula más al círculo vicioso de la miseria. Son las
mujeres las que se explotan más y mejor se manipulan.
En realidad, no importa a las mujeres quien llegue al poder, lo que debe
importar a las mujeres es que su obra las beneficie, las ayude a incorporarse, a
superar su pobreza.
La evaluación de la mujer, a nivel de la política, no debe referirse a considerar
cuántas mujeres están en el poder y qué hacen allí. La evaluación debe
referirse a la participación que la mujer ha tenido y tiene en los procesos de
cambio social a través de organizaciones políticas, como partidos políticos,
frentes de masas y sindicatos, desarrollando actividades que promueven el
cambio de estructuras económica.
La participación que tiene la mujer en este tipo de organismos es amplia y no
se debe considerar que le sea exclusivo “el concientizar a la mujer sobre el
importante papel que como ente activo debe desempeñar en la construcción de
34
una nueva sociedad”26. Esta es una acción que corresponde a todas y a cada
una de las mujeres de El Salvador.
La participación política no es un privilegio exclusivo, sino más bien un derecho
universal de los hombres, pero la actitud de las mujeres ante este aspecto ha
constituido una valla que frena su propio desarrollo. No se refiere a lo mismo
cuando se habla de igualdad política y ejecución de ese poder político.
Tradicionalmente han existido dos vías para llegar a los cargos públicos en que
se adoptan decisiones: La candidatura política y una carrera en la
administración pública. En ambas vías, las mujeres tropiezan con dificultades y
encuentran oportunidades. Los candidatos se escogen de partidos políticos,
sindicatos y asociaciones de interés y el acceso de la mujer a cargos dirigentes
en estas instituciones dependen del grado de igualdad dentro de la sociedad.
En un estudio realizado y publicado en 1995 por la organización no
gubernamental de mujeres por la dignidad y la vida (las Dignas), fueron
entrevistadas 13 mujeres que ocupaban importantes cargos en la política
nacional. Relataron su experiencia dentro de ese campo y aquello que más les
ensombrecía su camino y expectativas habían sido la discriminación en que se
veían envueltas, entre la que cabe mencionar el hecho de que la presión
laboral es mucho más fuerte para las mujeres que para los hombres; que los
errores, las insuficiencias y las deficiencias son más condenables en ellas; que
hay rechazo y aislamiento para las embarazadas, que aquellas que están
casadas o con hijos no son meritorias de becas o viajes al exterior.
Pese a que se ha impedido sistemáticamente a la mujer seguir el camino
tradicional de los hombres el liderazgo político, la mujer ha podido ampliar su
participación en organizaciones no gubernamentales y comunitarias como una
vía hacia el poder. Para muchas mujeres, la participación popular y a nivel
comunitario constituye una ampliación de su función tradicional de miembro de
la comunidad encargado de la salud y el bienestar de su familia.
26 Participación de la mujer salvadoreña en el proceso revolucionario. AMES (Asociación de mujeres de El Salvador)
35
1.2 MARCO CONCEPTUAL
1.2.1 Teoría de Género Hace mucho tiempo, las personas creían que la tierra era cuadrada; pero
surgió la teoría de que la tierra era redonda. Con el correr de los años se
comprobó que esto era cierto. Así ha ocurrido con muchas teorías.
“Una teoría es un conjunto de conocimientos ordenados, que nos ayudan a
explicar parte de la realidad”.27
En los años setenta, surgió en el mundo la teoría de género, que analiza las
relaciones sociales entre mujeres y hombres, en el hogar, en la comunidad y en
el mundo. También ayuda a entender por qué, en la realidad, hombres y
mujeres no ejercen los mismos derechos.
“El enfoque de género o visión de género significa utilizar los elementos de la
teoría de género para analizar las relaciones sociales entre hombres y
mujeres”28
Para iniciar el conocimiento de la teoría de género, debe establecerse
diferencia entre la palabra sexo y la palabra género.
Sexo es el grupo de características biológicas o físicas con las que nace una
persona y que determina diferencias entre hombres y mujeres. Debe tenerse
en cuenta que cuando se clasifica a las personas en “sexo masculino y
femenino”, se está cayendo en un error semántico, ya que el sexo es macho y
hembra y el género es masculino y femenino.
1.2.2 Conceptualización de Género
27 UNESCO, Palabras nuevas para un mundo nuevo, UNESCO El Salvador, public. 1998 Pág. # 12 28 IBIDEM, Pág. 10
36
En el idioma español, la palabra género se utiliza para referirse a la clase o tipo
a la que pertenecen las cosas, a los artículos, a los grupos de animales,
plantas y seres humanos; por ejemplo se habla de “género musical” “género
literario” “género humano” o “género masculino”. “En la teoría de género, se le
da un nuevo significado al termino y hace referencia a todas las creencias,
comportamientos, funciones y relaciones entre mujeres y hombres, construidas
por la sociedad y asignadas según el sexo con el que nacemos”29.
“Genero es la forma de comportarse y reconocerse como mujer o como
hombre, la cual es aprendida de manera individual y grupal en la sociedad”30.
El concepto de género ayuda a entender las relaciones de dominación/
subordinación que existen entre hombres y mujeres.
Por largos años, se ha confundido sexo con género Un ejemplo de esto es la
creencia de que las mujeres, simplemente por tener un cuerpo diferente al del
hombre, son menos inteligentes y deben estar para atender a los hombres, a
quienes suele considerárselos más inteligentes, capaces de dirigir y ejercer
más derechos que las mujeres, por lo cual ser atendidos.
Género es una categoría para analizar las relaciones entre mujeres–hombres;
mujeres–mujeres y entre hombres–hombres. Como el género es aprendido, se
puede cambiar y tener relaciones de igualdad entre mujeres y hombres “Desde
la psicología, el género pasa por tres momentos: La asignación de género, la
identidad de género y el rol de género.
Género no es lo mismo que sexo, Género no es sinónimo de mujer.
El sexo se trae al nacer y el género se aprende en la casa, en la escuela y en
la comunidad.
Género abarca las relaciones sociales y culturales entre hombres y mujeres.
29 UNESCO, Palabras nuevas para un mundo nuevo , UNESCO El Salvador, public. 1998 Pág. # 12 30 2IBIDEM, PAG. # 12
37
1.2.3 Identidad de Género.
“La identidad de género es sentirse y reconocerse como mujer o sentirse y
reconocerse como hombre, a partir de lo que la sociedad establece a cada
sexo”31
Cora Ferro (1995) dice que “ cerca de los dos años de edad, una niña o niño ya
tiene identidad de género, es decir, ya sabe y asume como niña o niño y es
capaz de elegir juguetes, ropa y juegos, de acuerdo con su identidad, aunque
no distinga las diferencias anatómicas (pené - vulva) entre los sexos”32
Una vez las niña se sienten y asumen, pertenecientes al grupo de las mujeres,
crecen y organizan su vida de acuerdo con esa identidad.
La sociedad establece dos identidades de géneros opuestos:
La identidad de género femenino hace que las mujeres se comporten de
manera parecida entre ellas: atender a la familia ser dependientes e intuitivas.
La identidad de género masculino hace que los hombres se comporten de
forma parecida entre ellos: recibir atención, ser independientes y racionales. La
identidad de género es producto de la sociedad y de la voluntad de las
personas. Esto quiere decir que se puede cambiar.
1.2.4 Rol de Género “Es el papel que nos toca hacer como hombres o como mujeres, según lo
indica y espera la sociedad “33
A través de la familia, la escuela y los medios de comunicación, se imponen
roles distintos y opuestos a hombres y mujeres.
31 IBIDEM. PAG # 13 32 IBIDEM. Pág. 14 33 UNESCO. Palabras Nuevas para un Mundo Nuevo,UNESCO El Salvador.Public.1998 Pag.15
38
Por el hecho de ser la mujer quien resulta embarazada, se cree que solo ella
es la responsable del cuidado de hijas e hijos, renunciando de ser necesario, a
sus aspiraciones personales.
En cambio se cree que el rol del hombre es solo llevar dinero a la casa y tomar
las decisiones más importantes del hogar, la comunidad y el país.
Mujeres y hombres, como seres humanos tienen más semejanzas que
diferencias. Tanto mujeres como hombres pueden ser tiernos, independientes
y desempeñar funciones dentro y fuera de la casa. “Cada cultura establece el
modelo de lo femenino y el modelo de lo masculino que deben seguir las
personas”.34
1.2.5 Feminismo y machismo
1.2.5.1 Antecedentes históricos del feminismo. El feminismo nace en Europa en el siglo XVIII, con las ideas de la ilustración,
se concretiza en los movimientos de independencia de EE.UU. y en la
Revolución francesa.
A partir de los conceptos de derechos y ciudadanía, aparecen los primeros
escritos sobre los derechos de las mujeres. Ya en el Siglo XIX, la Declaración
de Séneca Falls (1870) EE.UU. exigía igualdad de propiedad, de salario en el
trabajo, de derecho a custodia de los hijos, derecho de hacer contratos,
derecho a llevar a alguien a los tribunales y a ser llevada a prestar testimonio
de votar. En este siglo, las ideas socialistas toman auge, mujeres destacadas
del socialismo se interesan por la problemática específica de las mujeres. Sin
embargo, creen que con el establecimiento del socialismo, desaparecerán
todas las desigualdades. A finales del siglo XIX, surge el movimiento de las
34 IBIDEM Pag.16
39
sufragistas, exigieron el voto para las mujeres, la igualdad de derechos con los
hombres y derecho a la ciudadanía, esta tendencia que prevaleció hasta
finales de los 70, del siglo XX.
Después de la Segunda Guerra Mundial, parecía como si el feminismo hubiera
enmudecido en aquellos países donde había tenido más fuerza. La igualdad
de derecho en las democracias de signo liberal era un hecho, por lo menos
sobre el papel. En los años 70, en América Latina, la mayoría de las feministas
era de la clase media y profesionales, venían de conformar grupos de
autoconciencia de mujeres. Muchas militantes de la izquierda o de
movimientos democráticos y, algunas seguían con sus partidos (anteponían la
lucha de clases a la de género), otras rompieron con sus partido.
Los grupos de autoconciencia tenían dos funciones:
La forma de conciencia de las mujeres como género oprimido.
Y la de Formar parte de la metodología de trabajo feminista, en tanto rompe
con el verticalismo y la jerarquía de relaciones que establece el patriarcado.
Durante las décadas de los 70 y 80, se reconoce el surgimiento de
movimientos populares en América latina y el Caribe. La presencia de nuevos
actores en la lucha política y de nuevas fuerzas sociales revolucionarias a
través de mediaciones organizativas, ha contribuido sustancialmente a este
proceso y enriquecido la respectiva global y más humana de la lucha por la
transformación de la sociedad.
A este complejo y rico proceso, el surgimiento de las mujeres, no sólo como
actoras, porque siempre lo han sido, sino constituyendo fuerza social que
organiza, lucha y transforma, está permitiendo la incorporación de dimensiones
humanas en la lucha con una nueva sociedad.
40
Actualmente, se puede observar, en todos los países latinoamericanos y del
Caribe, la existencia y la multiplicación de grupos y organizaciones de mujeres,
con los más diversos fines y quehaceres que apuntan a la atención de
reivindicaciones propias de mujeres que no son incorporadas en ninguna otra
instancia social.
María Candelaria Navas en una investigación sobre el tema (Los movimientos
femeninos en centro América: 1970-1983), señala que los movimientos
femeninos, especialmente en los casos de El Salvador y Nicaragua, surgieron
como una necesidad histórica de insertarse en las luchas populares, su
principal problema fue, el de la opresión y marginación de la mujer, se integra
a la problemática de la explotación económica, política y cultural de los
pueblos ;reivindica las demandas del pueblo en general, como primera
instancia a través de su proyecto contra hegemónico.
“El feminismo es una toma de conciencia sobre la situación subordinada e
injusticia en que viven las mujeres”35
Ésa toma de conciencia se hace actitud que busca por los medios posibles
cambiar la situación y establecer la igualdad en todos los campos. Se
considera que feminismo es un humanismo que reconoce la importancia hasta
ahora desconocida o devaluada, de las contribuciones que aportan las
mujeres, a la sociedad, la cultura, a la economía, a la producción y a la
reproducción de un país.
“El feminismo es un movimiento que no resta valores a los del otro sexo, sino
que aspira a sumar a ellos los valores femeninos en igualdad de condiciones y
circunstancias”36
35 Carmen Najo .Mujer y Cultura.1era Edición,San José, CR.Pag.193 36 IBIDEM Pag. 194.
41
A pesar de los signos positivos que extiende, la discriminación tan arraigada
contra las mujeres ha desvirtuado alguno de los propósitos del feminismo y es
así como al analizar sus motivaciones y razones, se afirma que el feminismo
es el refugio de mujeres frustradas por no ser hombres, es la cueva donde se
refugian las homosexuales, es el plano en que se colocan las revolucionarias,
las eternas rebeldes, las locas. Estas especulaciones al movimiento no
parecen preocupar porque tiene una meta más allá de todo obstáculo: “lograr
justicia para la mujer conseguir que la democracia la beneficie valorar su
aporte, apreciar una relación igualitaria sentar partes y bases de nuevos
términos en intercambio que propicia la vida. El feminismo es el ideal y la
acción política de mujeres que buscan terminar con la opresión, con la
desigualdad y la injusticia que viven, proponiendo una sociedad más
humana”37
El movimiento feminista surgió a finales de 1700, según” Esther Serrano
Madrigal (1944) y afirma que el momento en que las mujeres, como grupo
toman conciencia de la dominación y explotación” 38
Las distintas mujeres feministas agrupadas y organizadas forman el
movimiento feminista, quienes luchan exclusivamente por interés propio de las
mujeres , en la búsqueda de la igualdad económica, social y cultural;
proponiendo una sociedad más justa y armónica entre mujeres y hombres.
Una actitud feminista orienta hacia el combate de toda desigualdad y
discriminación, ya sea que provenga de la pobreza, del color, del ser extraño
en una nueva sociedad, de credo o de pensamiento. Es un movimiento
reivindicativo de justicia, de incorporación igualitaria, de vocación altamente
democrática y de popularidad en la forma de pensar y de organizar.
El feminismo no significa unanimidad de enfoques ni de discursos. Dentro del
movimiento hay plena libertad de expresión y de vías de convencimiento, de
37 UNESCO . Palabras Nuevas para un Mundo Nuevo.UNESCO El Salvador,Public.1998.Pag 47 38 IBIDEM Pag 47
42
aglutinar esfuerzos y de investigar a fondo esa manera injusta de atribuir
papeles a unas y otros.
El crecimiento del feminismo está relacionado con el aumento de teorías de
estudio, de nuevas visiones, casi siempre de autoría femenina, en que se
analiza la situación de las mujeres, el por qué y el cómo superar los problemas
de la discriminación, la subordinación, la devaluación.
El feminismo aboga por las mujeres y las defiende, sin dejar de vencer las
dificultades que afronta para su desarrollo y su plena incorporación como
protagonista indispensable del progreso, en cierta forma, en un “basta ya” al
menosprecio de una acción constructiva y creadora, es la exigencia al
reconocimiento de un aporte que ha sido ignorado, es la valoración a un
trabajo constante que no ha recibido una buena calificación.
1.2.5.2 El Machismo. Octavio Paz (1950) remite: “el origen del machismo al período de la
colonización de América, cuando el conquistador se apoderaba de la mujer
indígena, la utilizaba para su placer y la dejaba después abandonada, forzada
a cargar con el fruto de su vinculación pasajera. De hecho, estas tres
características, inferioridad social de la mujer, subordinación al hombre y
exigencia de hacerse cargo por sí sola del hijo, definen, en lo fundamental, la
imagen machista de la mujer”39
Si bien es cierto que se dio el matrimonio entre razas con valores diferentes
(indígenas y españoles), la mujer indígena tuvo la peor parte. El mestizaje tuvo
base en el uso de la indígena por parte de los españoles.
39 Martin Baró, Ignacio, La imagen de la mujer en El Salvador. ECA #25 (380) UCA El Salvador 1980 Pág. 559
43
“No hubo matrimonio, ni asociación marital ni concubinato. Lo que existió fue
un apareamiento violento doloroso, entre el señor y su esclava. La mujer
indígena fue usada, instrumentalizada por el conquistador y el colonizador”40
La palabra machismo es utilizada primordialmente en el ámbito coloquial y
popular. Un termino más apropiado (sobre todo a nivel ideológico) para
expresar dicho concepto es el sexismo, ya que el primero se utiliza para
caracterizar aquellos actos, físicos o verbales, por medio de los cuales se
manifiesta de forma vulgar el sexismo subyacente en la estructura social. En el
plano psicológico, la diferencia entre sexismo y machismo es que el sexismo es
consciente, es decir, el machista actúa como tal sin ser capaz de ´´explicar´´ o
dar cuenta de la razón interna de sus actos, ya que únicamente se limita a
reproducir y a poner en practica de un modo grosero, aquello que el sexismo,
de la cultura a la que pertenece por nacionalidad y condición social, brinda. De
ahí que un machista pueda hasta sentirse orgulloso y presumir de ser muy
macho. Según Octavio Giraldo (1985), las características del ´´macho´´ son
principalmente tres:
a) La creencia que la hombría radica en la capacidad fálica, que el hombre
debe probar, con la posesión sexual, del mayor número de mujeres y la
procreación de hijos.
b) La creencia en la superioridad del hombre sobre la mujer que debe
traducirse en unas relaciones de dominio y protección sobre la mujer.
c) En la “dureza” psíquica y corporal debe expresarse de muy diversas
maneras, desde la falta de emociones blandas hasta el uso de un
lenguaje obsceno y el recurso de la agresión física.
“El machismo es un hecho, costumbre o fenómeno social y cultural, que
resalta la hombría y la prepotencia sobre las mujeres en todos los campos de
la vida: social, laboral y afectiva”41
40 Sisnero Rosa Judith. Condición de la mujer salvadoreña, 2ª Edición, San Salvador 1976. Pág. 7 41 UNESCO, Palabras Nuevas para un Mundo Nuevo, UNESCO El Salvador, Public. 1988 Pág. 30
44
El machismo divide a las personas en superiores e inferiores, según su sexo.
Según Jorge Bustos (1972), “El machismo no siempre es reconocido
abiertamente y se manifiesta en lo físico, el hombre es mas fuerte y resistente;
en lo sexual, el hombre tiene más energía, de ahí que necesite varias mujeres;
además él no se enamora, porque eso no es de hombres, él las toma y las
deja; el hombre demuestra su fuerza y también su valentía a través de la
agresividad, no le tiene miedo a nadie. El hombre manda y la mujer obedece, si
él se enoja, puede retarla y golpearla, ella debe ser sumisa y soportar en
silencio, es el destino de la mujer”42
Desde hace algunos años, el concepto de machismo se ha incluido dentro del
concepto de sexismo. El machismo expresa el Androcentrismo, sobrevalorando
así lo masculino.
“El Androcentrismo: Considera al hombre como el centro o la medida de
todas las cosas”43. Implica organizar el mundo y todas las cosas en función
del hombre y de lo masculino. Lo que las mujeres sienten, piensan y aspiran
no cuenta.
El androcentrismo se detecta, por ejemplo, cuando se realiza un estudio o
proyecto, solo desde la perspectiva masculina, pues se cree que ello también
representa la visión de las mujeres. Esto ha influido en la vida de toda la
sociedad y en las ciencias como la historia, la medicina, las leyes y la
psicología, por lo que es necesario revisar sus enfoques.
Al hombre siempre se le ha atribuido el manejo del pensamiento en todos los
campos, especialmente el pensamiento político.
“El machismo se considera como uno de los patrones culturales
predominantes en el estilo de vida latinoamericano, especialmente en El
Salvador. Consiste, en términos generales, en una distinción sexual, en una
42 IBIDEM. Pág. 30 43 IBIDEM Pág. 31.
45
serie extrema y entre ambos puntos oscila la sobre-valoración de lo masculino
y la subestimación del otro, por encima y debajo del propio valor”44
Algunos enfoques presentan al hombre ideal, machista, como el de un
individuo físicamente fuerte, intelectualmente astuto. Estas virtudes son
fundamentadas por la familia y la sociedad en la mente del niño y del joven.
El machismo considera al hombre como el sexo fuerte capaz de desarrollar
cualquier actividad y a la mujer se le considera débil e ingenua y desde este
punto de vista se le considera inferior. Lo que es expresado generalmente a
través de la música ranchera, que le canta a la mujer como vehículo de placer y
objeto de compra–venta, engaño y traición.
“La canción ranchera es trasmisora de los sentimientos machistas de una
sociedad o una cultura hacia la mujer; aunque en forma disfrazada se le
concede ser hermosa, desde el punto de vista físico: sus ojos, su boca, su
sonrisa, el cuerpo; pero se le niega el derecho de ser hermosa psicológica o
espiritualmente”45
En el machismo, la mujer no tiene mayor significancia, el hombre es primero y
puede hacer lo que le parezca y hasta destruir su vida por la circunstancia más
insignificante.
1.2.6 La Liberación Femenina
Se dice que en el feminismo se ha enclaustrado en una acción de las mujeres
para las mujeres del momento, es decir aquellas que tenían conciencia de
problemas que afronta la población. Se trató de convertirlo en una especie de
válvula de escape, esas que proporcionan las diferentes estructuras sociales
para desinflar impaciencia por injusticias y por discriminación, sin que el alivio
del desahogo ofrezca solución alguna o siquiera inspire hacia algún camino de
incorporación plena.
44 UES. La imprevisión y el machismo. Depto. de Medicina 1986 45 Armonia, A. Psicoanálisis de la Dinámica de un Pueblo. México 1965. Pág. 195
46
El problema medular de la mujer reside en la servidumbre humana a que ha
estado sometida a lo largo de la historia. La servidumbre no produce
comunicación, ni respeto a derechos, ni consideraciones humanas, anula la
creatividad y limita, más bien impide, la realización personal y social.
La mujer es siempre la servidora, por eso su imagen está afiliada a los niveles
caseros. Si pensamos en la distribución arquitectónica de cualquier casa,
vemos que la mujer o las mujeres se mueven en el dormitorio, en la cocina, en
el comedor y el cuarto de las demás faenas del hogar. Difícilmente se mueven
hacia la sala, el estudio o hacia la biblioteca, salvo que se trate de su limpieza y
su ordenamiento.
En las oficinas la mujer une su trabajo a la necesidad de imprimir el trabajo
creado del otro. Nuevamente se presenta la labor casera, ampliada por el
manejo de instrumentos y el de desarrollo de pericias, pero limitada a un
aspecto, el de determinada habilidad. Lo mismo sucede en actividades
comerciales, siempre ésta la mujer frente a la atención de un servicio y
comercialmente se transforma su experiencia de compradora en experiencias
de vendedora. En todo caso, sólo por excepción y cuando se reúnen
verdaderas condiciones extraordinarias se presenta el hecho de que la mujer
supere la labor manual para ingresar al trabajo de corte intelectual. Por
supuesto, que el trabajo manual no es humillante, ni mucho menos representa
servidumbre humana. El aspecto de servidumbre empieza cuando el ser
humano se le confina en un solo trabajo, se le impide o se le somete a todo tipo
de sacrificios para poder trascender la faena definida como habitual y la
característica. La servidumbre también se expresa cuando se le niega a un ser
la oportunidad de adquirir experiencia por su propia cuenta, por la simple razón
de que tal recurso no es un asunto permitido a determinado sexo.
Desde varios puntos de vista, al hablar de la mujer, se tiene que hablar de
liberación, no en el sentido de romper con lo que constituye su ser íntimo, sus
características individuales, con sus múltiples posibilidades de realizarse y con
su libre albedrío de escoger. “para liberar no hay que fijar líneas conductista y
patrones, para liberar es necesario romper todo lo que hasta el momento ha
47
sido limitación, dificultad, negación y abrir un horizonte para escoger entre una
gama amplia de posibilidades”46
Precisamente el término liberación ha sido tan mal entendido, que muchas
mujeres hablan de no liberarse, aclaman el hecho de que les gusta el papel
tradicional que han desempeñado y haciendo un balance de los privilegios y
desventajas que tiene, se manifiestan enemigas de todo lo que la separe de la
situación actual, consecuencia de una historia en que se les ha concedido
como propiedad de la familia y como ser poco deseado por las mismas
limitaciones en que se le concebía. Esas mujeres no han entendido que la
liberación no afectará sus intereses y sus gustos, no se trata de liberar a
grupos o a determinadas señoras. La misión es más amplia y propicia el
cambio social para que cada individuo logre de sí mismo lo mejor posible,
dentro de la responsabilidad que significa vivir. “liberar es encontrar la igualdad
de facilidades y de oportunidades, frente al igualdad de deberes y derechos”.47
Es por ello que cada persona tiene el derecho de desarrollar todas sus
habilidades potenciales y a orientar su energía creadora en la forma en que
logren los resultados más favorables para sí y para la sociedad; las
limitaciones, las discriminaciones, los prejuicios únicamente obtienen
frustraciones y el imperio de una injusticia sustantiva, que debemos contribuir a
desarraigar de toda comunidad.
Cuando se habla de liberar a las mujeres; que es liberarlas de aturas,
limitaciones y prejuicios, hay quienes mal entienden acercarlas al libertinaje, a
los vicios sociales a los comportamientos masculinos, casi a las barbaries.
También comentan que la liberación femenina atenta contra los principios de la
familia y amenaza las bases fundamentales de la sociedad. Tienen grandes
prejuicios contra la mujer, en el fondo la creen muy débil, con una necesidad de
protección, sin fuerzas espirituales y morales con incapacidades para medir el
bien y el mal, para actuar con prudencia y balance.
46 Naranjo, Carmen. Mujer y Cultura. 1ra Edición. EDUCA Centroamericano. 1989. Pág. 203 47 IBIDEM. Pág. 203
48
Quizá la vida familiar y social ha sido más fácil para los hombres al contar con
más certidumbre, la obediencia y sumisión de las mujeres.
Por otra parte, liberar a la mujer es liberarla también de las letanías necias en
que se ha pretendido encerrarla. Eso de que son reina del hogar, las que están
detrás de los poderes, que la lectura feminista muy claramente advierte: la
víctima sacrificada y escondida, las eternas cargadoras de todo lo rutinario y
aburrido, la pasajera del último carro del tren y que lava ropa y platos, y que se
preparan manjares para otros no para ellas.
Liberar a la mujer no es darle un pedestal de ser divino, excepcional, alcanzado
sólo en sueños o visiones místicas. Eso es robarle alma y cuerpo, de todo lo
que tiene y enviarla al vacío de la nada.
“Liberarla, en realidad, es afianzar su propio desarrollo, su propio devenir, su
propio destino. No es hacer a la mujer la compañera, el otro distante del yo, es
darle el papel de intérprete, mano a mano con lo otros intérpretes. Es abrir
campo a su voz, a su criterio, a su punto de vista. Es darle la oportunidad de
crear y realizarse”48
“Liberar a la mujer es descartarla de los papeles tradicionales, de las dobles y
triples jornadas de trabajo con rutinas agobiantes, de las geografías limitadas,
de las esperas, de las prohibiciones y de los miedos. Es descargarla de
libertades con esperanza, de decisiones y de alegrías. Es enseñarle que los
horizontes son amplios y en ellos hay un lugar propio para ella, desde donde
crecer, ser, intercambiar y aspirar a realizar una votación un deseo o una
emisión y seguir en mirarse en el espejo combustible a y dejar de verse como
un simple complemento”49
48 IBIDEM. Pág. 205 49 IBIDEM. Pág. 205
49
1.2.7 Teoría Literaria
Desde que la humanidad existe, ha sentido la necesidad de comunicarse, de
expresar sus sentimientos, de cultivar su imaginación y lo ha hecho por medio
de un don que lo diferencia del resto de los seres vivos: “la palabra”; pero la
palabra puede utilizarse de distintas maneras:
‐ Unas veces lo importante es transmitir ideas claras y exactas.
‐ Otras, se pretende crear belleza, impresionar al receptor a través de un
mensaje elaborado especialmente con tal finalidad. Esto es lo que
caracteriza al discurso literario.
El lenguaje literario es la forma de expresión propia de la literatura:
En un principio la literatura fue oral, transmitida de boca en boca y presentada
ante un público. Después en un proceso muy lento, a medida que avanzaba el
tiempo y progresaba la sociedad, adquirió forma escrita. Su desarrollo
definitivo se logró con la invención de la imprenta, que facilitó la difusión de los
libros y el acceso a la lectura, de una manera rápida y eficaz. Entonces alcanzo
sentido pleno la palabra literatura, que procede del latín “litera”: Letra. Esta
palabra latina a su vez, procedía del griego. En latín “Literatura significa:
Saber, relacionado con el arte de escribir y leer”, aunque también tiene otros
significados como “Gramática”, alfabeto. En la actualidad se le llama literatura a
la actividad del hombre de letras”50
Este significado no se consolidó, sino hasta finales del siglo XVIII; hasta ese
momento se utilizó el término poesía para expresar lo que hoy se entiende
como “literatura”.
A pesar de todas las definiciones que se puedan dar a la literatura, la mejor
forma de comprenderla es conocer sus características:
50 Introducción a la literatura. Enciclopedia educativa, tomo 4. Equipo editorial. Pág. 735
50
a) La literatura tiene por objeto la expresión de ideas o sentimientos, reales
o imaginarios, por medio de la palabra escrita que es su herramienta de
trabajo.
b) Es el resultado de una creación que permanece en el tiempo, sin poder
ser alterada ni cambiada.
c) Busca, ante todo, la belleza y la originalidad, descubriendo nuevas
posibilidades del lenguaje.
d) Es un instrumento de comunicación entre el autor, o emisor, y los
lectores o receptores.
e) Admite más de una interpretación. Es decir, tiene mas de una lectura, lo
que una obra sugiere a un lector es distinto de lo que sugiere a otros.
f) Es una actividad individual en la que cada lector tiene que tomar la
iniciativa de leer una obra y así establecer una comunicación.
“La característica esencial que distingue a la literatura de otras artes es que
tiene el lenguaje como materia prima. En sí la literatura es el arte que emplea
como instrumento la palabra. Comprende no sólo las producciones poéticas,
sino también las obras en que caben elementos estéticos, como las
oratorias, históricas y didácticas”51
En otras palabras, se llama literatura a la actividad propia del escritor.
Todos hemos intentado, alguna vez, plasmar por escrito historias o
pensamientos, pero no todos somos escritores. El autentico escritor es el que
saca el máximo partido de los recursos que su lengua ofrece, obteniendo
resultados reconocidos por los críticos literarios, que son los técnicos en la
materia.
La pretensión de un escritor es que su obra sobreviva, es decir que no solo
tenga interés para los lectores de su época, si no que cuando el ya no exista,
permanezca su trabajo; esta es la gran riqueza de la literatura.
La huella de la palabra escrita permite a los pueblos conocer su historia. Ella
posee una carga emotiva que impacta y transforma, a la vez que registra los
51 Introducción a la literatura. Enciclopedia educativa, tomo 4. Equipo editorial. Pág. 735
51
pensamientos que se adecuan al paso del tiempo y propician nuevos
cambios. El escritor razona y comprende que el mundo en que le ha tocado
vivir no está bien y así, frente a las condiciones, a las carencias y a las
pautas erróneas, toma la actitud de contribuir con su expresión a un mundo
más sensible, más humano, más fraterno. “En El Salvador, la sucesión de los
hechos más relevantes en los últimos cien años, ha ido de la mano con la
creación literaria. El acontecer político, económico, social, religioso, filosófico y
artístico ha sido el motor que ha impulsado toda índole de la manifestaciones
literarias”52 Los ensayos, los cuentos, las novelas, los trozos literarios y los
poemas atestiguan, que crear en nuestro país no ha sido una fantasía, sino
una realidad que se ha impreso con sincera y consciente entrega.
Cientos de mujeres de las más diversas latitudes han tomado la pluma y han
volcado su talento creativo y sus angustias existenciales, para reflejar una
realidad que va mas allá del genero y la lectura de genero.
Afirma la uruguaya Cristina Peri Rossi, quien sustenta la teoría de que la
mujer fue principal protagonista de la historia oral. Fueron las mujeres,
privilegiadamente las transmisoras orales, mitológicas y ellas generaban
literatura desde un lugar en la familia pero añade que eso se quiebra con la
imprenta, con el vinculo que se establece entre literatura y poder, con la
aparición del periodismo que está unido al concepto de democracia, a la
política y como la política es cosa de hombres, la mujer es desplazada.
Tradicionalmente, las mujeres fueron depositarias de una rica tradición oral,
que fueron reproduciendo, enriqueciendo y difundiendo de generación en
generación. Es curioso que dicha tradición, la feminidad amenazante juega un
papel casi arquetípico. El mito de la ciguanaba, tan arraigado en El Salvador
con rasgos muy acusados, que son comunes al mito de la segua en Costa
Rica, castiga la infidelidad femenina, convirtiendo a la mujer infiel en una
especie de bruja o espectro que castiga a su vez, a los hombres casquivanos,
es claro que el mito merece más atención por cuanto en el se depositan
muchos de los temores inconscientes y de las actitudes más profundas del
conglomerado social hacia las mujeres y hacia su libertad sexual.
52 http.www.monografias.com/trabajos 3/introlit.shtml. Pág. 1
52
La narrativa escrita por mujeres no aparece en El Salvador, sino hasta finales
de la década de 1880. Antes había sido necesario que por lo menos existiera
una primera generación de mujeres que sí tuvo acceso a la educación mas allá
de la escuela de primeras letras. Las primeras escuelas abiertas a las mujeres
surgieron en El Salvador durante la década de 1850, gracias a la iniciativa del
Dr. José María Cáceres, pionero de la educación.
Con todo, la primera mujer que cultivó la narrativa en El Salvador no había
nacido en el territorio nacional, sino en Costa Rica, hablamos de Rafaela
Contreras hija del Dr. Álvaro Contreras, hondureño, que se radicó en San
Salvador. Rafaela tuvo acceso, como hija de una familia prominente de su
época, a una esmerada educación y escribió amenas narraciones bajo el
seudónimo Stella; Rafaela, fue además, la primera esposa de Rubén Darío.
Después de Rafaela, no existe evidencia conocida de otra mujer que cultivara
el género narrativo a fines del siglo XIX y principios del XX en El Salvador.
A finales de los años veinte y principios de los treinta, surge la figura de
Prudencia Ayala, quien encabezó la lucha por el sufragio femenino y fue la
primera, y hasta hoy, única candidata a la presidencia de la República.
Prudencia era hija de madre solterona y de origen indígena, solo tuvo acceso a
una educación limitada, lo cual no fue obstáculo para que publicara varios
libros a fines de los años 20 y principios de los 30, época cuando desplegó su
principal actividad política que la llevo a pedir su inscripción como candidata a
la presidencia. La Corte Suprema de Justicia no le admitió el recurso
apegándose a la Constitución de la época, que no consideraba como
ciudadanos a las mujeres, ni les daba derecho al voto; si bien uno de los
magistrados, el Dr. Reyes Arrieta Rossi, se opuso a la opinión de los demás,
razonando que Prudencia tenia derecho a ello.
En la época de 1932 la figura de Claudia Lars (nacida en Armenia en 1899 en
el departamento de Sonsonate, con el nombre de Margarita del Carmen
Brannon Vega), a lo largo de su vida, Claudia Lars publicó catorce poemarios
de una calidad tan alta que hoy es considerada la más importante figura de la
poesía lírica salvadoreña.
53
En 1919, nace en San Salvador, Matilde Elena López, hija de madre soltera,
perteneciente a la pequeña burguesía urbana. Matilde forma parte de la
primera generación de mujeres literatas que contó con formación universitaria,
si bien las mujeres habían podido asistir a la universidad de El Salvador desde
la década de 1880, ( La Universidad se fundo en 1841), las Humanidades no
habían existido como una carrera independiente de Derecho, sino hasta finales
de los años 40.
Matilde Elena López, se graduó en periodismo y en letras. A principios de los
años 60, desempeñó una destacada labor como catedrática universitaria y
escritora.
Claribel Alegría pertenece a la siguiente generación, nacida en 1930 en
Nicaragua, de padre nicaragüense y madre salvadoreña, se educo en Santa
Ana. Conoció a Salvador Salazar Arrué, se casó con el escritor
norteamericano Darwin Falkoll, publicaron conjuntamente la novela Cenizas de
Izalco, la cual describe la insurrección de 1932.
A otra generación pertenece Yolanda Martínez Consuegra, quien estudio
trabajo social y trabajó durante muchos años en el ambiente de los hospitales
de San Salvador. Su formación y su practica profesionales le permitieron
conocer diferentes ambientes desde los que alimentó su narrativa. Ha escrito
las novelas Corazón Ladino y sus Fríos Ojos Azules, el libro Veinte Cartas
Neuróticas desde Alabama. Martínez, sin embargo, no asume una posición
partidarista, aunque sí critica la penosa época que vivía El Salvador y que
terminó desembocando en la guerra civil de 1980 a 1992.
Por otra parte, el conflicto de los años 80 sacrificó al menos a dos
generaciones de hombres y mujeres que estaban en su mejor momento
productivo y privó al país no solo de muchos de los trabajadores manuales que
tanto necesitaba, sino sobre todo de buena parte de los intelectuales y
escritores que podrían hoy, si vivieran, iluminar este momento.
Por su parte Jacinta Escudos, quien entronca plenamente con esta nueva
generación de mujeres, aborda temáticas tan complejas como el erotismo
54
desde las mujeres, la homosexualidad femenina y la desgastante relación amor
odio entre un hombre y una mujer que, como frecuentemente ocurre en nuestra
realidad, han hecho de la agresión la manera habitual de relacionarse entre si.
Pertenece a la más reciente generación de escritores salvadoreños.
Hoy, después de la guerra, nuevas modalidades, nuevos ¡modos! de ser mujer
se estrenan, con los tanteos y las vacilaciones propias de toda nueva etapa.
Las mujeres están cuestionando fuertemente los papeles tradicionales y la
separación de roles, y esto también es producto de esta nueva época, cuando
se están redefiniendo también muchos otros roles sociales. Hay un fuerte
movimiento de mujeres producto, en parte, de los acuerdos de Paz y Jacinta
refleja, quizá mejor que nadie, esa redefinición.
“Sobre todo, existe entre las mujeres una conciencia clara de la necesidad de
redefinir el lenguaje, que es y ha sido aplastantemente machista. Uno de los
grupos que padecen más agudamente la violencia son las mujeres y esto no
deja de ser evidente en la narrativa de las escritoras de este momento, que
recogen, muchas veces directamente, lo que ocurre en la sociedad”53
1.2.8 La literatura y sus funciones.
El hecho literario ha planteado históricamente, interrogantes que los propios
literatos intentaron responder; así, por ejemplo, se decía ¿cual es la misión
especifica de la literatura, qué la distingue de las otras formas de expresión
artística? o bien ¿qué papel desempeña en el conjunto de los saberes del ser
humano? Preguntas que podrían formularse de la manera siguiente: ¿Para qué
sirve la literatura y hasta que punto colabora en la ampliación o desarrollo del
campo del conocimiento? Aristóteles, cuando habla “de la causa final” quizá
trata de ofrecer una respuesta a la necesidad de elaborar una clasificación
literaria y también al tema de la utilidad de la literatura. De acuerdo a este
principio, los antiguos dividían el ámbito de la composición literaria en:
53 Información tomada de Suplemento cultural Hemisferio. Diario El Mundo. Viernes 20 de
Agosto de 1999 por Yasmín Ross. Articulo escrito para el Periódico la Nación.
55
a) Deliberativa
b) Judicial
c) Demostrativa
A partir de esas premisas, basaban sus distinciones entre los caracteres
estéticos, ya que se adaptaban a un fin específico. Así pues, la literatura
servía para informar, conmover y deleitar, utilizando diferentes estilos literarios
en función de lo que se pretendía conseguir.
La literatura es, hoy en día, considerada una actividad independiente de otras.
Pero no fue así en todas las épocas; “fijar las funciones de la literatura es una
tarea difícil y arriesgada, puesto que cada autor o cada crítico literario tiene una
opinión distinta”54 A continuación se ofrecen las cinco funciones más
consideradas a lo largo de la historia de la literatura; en realidad, no son las
únicas, y nunca o casi nunca aparece una sola en una obra, sino que se
superponen:
• Función estética: Quienes piensan que la función estética es la que debe
predominar en toda obra literaria, busca la belleza por encima de todo;
no les importa tanto el contenido, ni pretenden transmitir otra cosa que el
puro deleite de los sentidos. Esta función predomina en lo que se ha
llamado el “arte puro” o “el arte por el arte”.
• Función de evasión y entretenimiento: hay quienes creen que la
literatura debe constituir una evasión, tanto para el lector como para el
propio escritor. En este caso, la literatura puede actuar como un
instrumento útil para el distanciamiento de la realidad e incluso funcionar
como un buen sedante.
• Función de conocimiento: para otros, la literatura básicamente enriquece
el saber humano y contribuye a un mayor y mejor conocimiento de la
realidad, a través de la particular visión del mundo que tiene cada
escritor.
54 Introducción a la literatura enciclopedia educativa. Tomo 4.equipo Editorial. Pág. # 736
56
• Función social o de compromiso: algunos autores piensan que la
literatura es un instrumento útil para defender unos ideales sociales o
políticos que contribuyan a formar la conciencia social de los pueblos.
Su compromiso les lleva a pretender ser lideres y a constituir un ejemplo
para la colectividad.
• Función educativa o pedagógica: los que opinan que “esta es la principal
función de la literatura buscan la educación del pueblo como su principal
fin y consideran que en las obras literarias se pueden establecer
modelos sociales. Ha sido la función predominante hasta el siglo XIII.”55
Como ya es sabido, la comunicación lingüística posee varias funciones, entre
ellas también esta la función poética, es la que da origen a la obra literaria. El
lenguaje literario obedece a motivaciones estéticas y, por tanto, su objetivo no
es informar sobre algo; si no que esa obra interese por si misma.
El autor parte de una realidad objetiva es decir del mundo exterior y de su
propia individualidad, de su experiencia y carácter personal, de ahí su carácter
connotativo, usa los recursos de la lengua y construye otra realidad que es esa
obra (poema, novela). Así se afirma que la obra literaria es producto verbal
lingüístico.
1.2.9 Literatura y Sociedad
La realidad de la vida, del mundo y del fenómeno humano se vuelve realidad
literaria, por obra del trabajo de todas esas mujeres y hombres que en todos los
tiempos y en todos los lugares de la tierra, vienen haciendo literatura.
La realidad del mundo está constituida por la naturaleza, la persona y la
historia; los hombres y mujeres de todas las culturas asumen la existencia de
una realidad primera, creadora y conductora de la realidad del mundo. Con
estas dos realidades, primera y segunda, las que, en sus múltiples
55Nueva enciclopedia autodidáctica Lexus Editores, Edición 2001, Pág.# 4
57
manifestaciones, constituyen la fuente para la creación literaria, en sus diversos
géneros “Para hacer su trabajo creativo, los hombres y mujeres que escriben
literatura cuentan con dos herramientas: el conocimiento literario y el lenguaje
literario. En cualquier trazo de la realidad hay literatura posible; ya que la
literatura es un modo de conocimiento de la realidad, es profundizar en la
realidad y ofrece ese profundizar para que otros y otras puedan entender y
comprender”56
La literatura es una forma del lenguaje. Quien escribe, lo hace con las palabras
del lenguaje cotidiano; pero las trabaja y combina de tal manera que da lugar al
lenguaje literario.
“La literatura es un estilo de vida. Es decir, es un modo de ver de ser y de
actuar en la vida el estilo de vida literario se refiere a ese modo particular como
quien hace literatura percibe, intuye y expresa la realidad”57.
La función de compromiso, es la más discutida en una sociedad, sobre todo en
épocas de conflicto social; porque la literatura debe servir para acrecentar la
conciencia y la acción sobre los grandes y graves problemas de los seres
humanos en una sociedad concreta.
Finalmente debe decirse que la literatura es también un modo de trascendencia
de diferentes sociedades, es como ganarle la batalla al tiempo, es ir más allá
del tiempo y del espacio.
Una obra literaria es realidad convertida en literatura, por obra del conocimiento
literario y del lenguaje literario. Por tanto, partiendo de la literatura, podemos
volver a la realidad que le dio origen, para entenderla y comprenderla.
1.2.10 La Literatura como Reflejo de la Sociedad
56 Lenguaje y Literatura 9º grado. Edición servicios educativos. 1988 Pág. 11-12 57 IBIDEM Pág. 13-14
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La literatura es el medio por el cual hombres y mujeres a través de los tiempos
han expresado sus pensamientos, influenciados por una realidad.
“Marx Engels, y en el siglo xx Lenin, partían de la tesis de la autonomía relativa
del desarrollo del arte respecto al nivel de la producción y veían el problema de
la correspondencia en otro plano, más profundo. Sostenían que el arte es
reflejo de la realidad y su verdadero valor está en la veracidad con que abarca
la vida humana en la fidelidad de la creación artista de las tendencias y
movimientos sociales”58.
Siendo la literatura una rama del arte, retoma estos aspectos para recrear la
realidad a través de las letras.
La literatura se distingue de las demás artes por su contenido intelectual,
cuanto más evoluciona la sociedad y cuanto más se ramifican las relaciones
sociales, las corrientes de ideas y la vida del espíritu, más se enriquecen y
profundiza al contenido intelectual de la vida humana.
La sociología de la literatura contiene dos tipos muy distintos de
investigaciones que atañen, por una parte, a la literatura como producto de
consumo y, por la otra, a la literatura como parte integral de la realidad social o
si se prefiere a la sociedad como el lugar de consumo literario y la sociedad
como sujeto, de la creación literaria. Desde el punto de vista histórico, se puede
considerar que la literatura tiene sus relaciones con las diferentes instituciones
sociales.
Las obras literarias son los depósitos más transparentes del pensamiento
creador, en su fondo brotan las fuentes de la vida social que se nutren y que de
ordinario se ofrecen con toda claridad a nuestra vista y, además, es necesario
querer verla. Esa obra literaria nace de la actividad creadora de un autor, pero
este vive en una sociedad determinada y escribe para un público. Según esta
afirmación la obra literaria solo existirá en tanto en cuanto alguien la lea. Por
58 Goranov Krestio. Arte, Cultura y Sociología. 1ra traducción al español.1990 Pág. 30
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que el lector no es solo un contemplador, sino que es un nuevo creador de la
obra.
La descodificación personal que cada lector hace de esos signos lingüísticos,
libera la obra del autor, para afirmarse por ella misma como algo con vida
propia capaz de hacer surgir ideas o emociones que quizá el escritor no había
previsto.
Todo proceso artístico necesita, además de un emisor, un receptor. Recibir la
literatura, escucharla o leerla, forma parte del proceso artístico. El receptor
juzga el grado de originalidad de los textos, su calidad técnica, su inspiración a
sus fines. Lo nuevo le asombra o le repugna; se burla de lo que haya repetido
o se entretiene comprando las distintas obras en las que aparece; rechaza los
textos complicados o disfruta indagando su sentido; asume nuevos
conocimientos e ideas o acepta el deleite que el texto le produce. En resumen
recrea la obra literaria, casi como si fuera el mismo autor. Vista así; la
recepción de la literatura no es en absoluto un acto pasivo. La sonrisa o la
carcajada, la emoción o el llanto, el enfado o la ira, la suspensión o el
escalofrió son reacciones frecuentes del lector ante un texto, aunque no las
únicas. Cuando alguien lee, pone en juego su inteligencia, su sensibilidad y su
visión de la sociedad. Si, además, lo hace en forma meditada y consciente, las
posibilidades de enriquecimiento personal que ofrece la lectura aumentan de
forma considerable.