Canon y dialogismo
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EL DIALOGISMO EN LA LITERATURA
Fabio Jurado Valencia
Universidad Nacional de Colombia
LEÓN HEBREO:Diálogos de amor
Siglo XVI
“Los poetas antiguos no pusieron en sus poemas una sola sino muchas intenciones que llaman sentidos. En primer lugar ponen como sentido literal, como corteza exterior, la historia de algunas personas o de sus hechos notables dignos de recuerdo. Luego, en la misma ficción, como corteza más intrínseca y más cercana a la médula, el sentido moral, útil para la vida activa de los hombres, que aprueba los actos virtuosos y vitupera los viciosos. Además de esto, bajo las mismas palabras, presuponen algún conocimiento verdadero de las cosas naturales o celestes, astrologales o teologales y, alguna vez, los dos, o, mejor dicho, los tres sentidos científicos coexisten dentro de la misma fábula, como la médula del fruto dentro de sus cortezas. Estos sentidos medulares se denominan alegóricos.”
LEÓN HEBREO:
“Las mentes bajas solamente pueden tomar de los poemas la historia junto con el adorno del verso y su melodía; las más elevadas comen, amén de esto, el sentido moral; y otras, aun más elevadas, pueden comer, además de todo lo anterior, el alimento alegórico, no sólo el de filosofía natural, sino también el astrologal y el teologal.”
Las intenciones
¿Intentio autoris?
¿Intentio lectoris
¿Intentio operis?
LOS PALIMPSESTOS
TEXTO B : HIPERTEXTOTexto de 2o. gradoTexto imitador
TEXTO A: HIPOTEXTOTexto de 1er grado
Texto imitado
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Odisea
Homero
A CIRCE
¡Circe, diosa venerable! He seguido puntualmente tus avisos. Mas no me hice amarrar al mástil cuando divisamos la isla de las sirenas, porque iba resuelto a perderme. En medio del mar silencioso estaba la pradera fatal. Parecía un cargamento de violetas errante por las aguas.¡Circe, noble diosa de los hermosos cabellos! Mi destino es cruel. Como iba resuelto a perderme, las sirenas no cantaron para mí.
Julio Torri
TELEMAQUIA
DONDEQUIERA que haya un duelo estaré de parte del que cae. Ya se tratede héroes o rufianes.
Estoy atado por el cuello a la teoría de esclavos esculpidos en la másantigua de las estelas. Soy el guerrero moribundo bajo el carro deAsurbanipal, y el hueso calcinado en los hornos de Dachau.
Héctor y Menelao, Francia y Alemania y los dos borrachos que se rompen elhocico en la taberna, me abruman con su discordia. Adondequiera quevuelvo los ojos, me tapa el paisaje del mundo un inmenso paño de Verónicacon el rostro del Bien Escarnecido.
Espectador a la fuerza, veo a los contendientes que inician la lucha y quieroestar de parte de ninguno. Porque yo también soy dos: el que pega y el querecibe las bofetadas.
El hombre contra el hombre. ¿Alguien quiere apostar?
Señoras y señores: No hay salvación. En nosotros se está perdiendo lapartida. El diablo juega ahora las piezas blancas.
(Juan José Arreola. Obras)
Silencio de sirenasMarco Denevi
Cuando las sirenas vieron pasar el barco de Ulises y advirtieron que aquellos hombres se habían tapado las orejas para no oírlas cantar (¡a ellas, las mujeres más hermosas y seductoras!) sonrieron desdeñosamente y se dijeron: ¿Qué clase de hombres son éstos que se resisten voluntariamente a las Sirenas? Permanecieron, pues, calladas, y los dejaron ir en medio de un silencio que era el peor de los insultos.
Las sirenasJosé de la Colina
Otra versión de la Odisea cuenta que la tripulación se perdió porque Ulises había ordenado a sus compañeros que se taparan los oídos para no oír el pérfido si bien dulce canto de las Sirenas, pero olvidó indicarles que cerraran los ojos, y como además las sirenas, de formas generosas, sabían danzar…
Ana María Shua¿Sirenas?
Lo cierto es que las sirenas desafinan. Es posible tolerar el monótono chirrido de una de ellas, pero cuando cantan a coro el efecto es tan desagradable que los hombres se arrojan al agua para perecer ahogados con tal de no tener que soportar esa horrible discordancia. Esto les sucede, sobre todo, a los amantes de la buena música.
La tela de Penélope o quién engaña a quién
Hace muchos años vivía en Grecia un hombre llamado Ulises (quien a pesar de ser bastante sabio era muy astuto), casado con Penélope, mujer bella y singularmente dotada cuyo único defecto era su desmedida afición a tejer, costumbre gracias a la cual pudo pasar sola largas temporadas.Dice la leyenda que en cada ocasión en que Ulises con su astucia observaba que a pesar de sus prohibiciones ella se disponía una vez más a iniciar uno de sus interminables tejidos, se le podía ver por las noches preparando a hurtadillas sus botas y una buena barca, hasta que sin decirle nada se iba a recorrer el mundo y a buscarse a sí mismo.De esta manera ella conseguía mantenerlo alejado mientras coqueteaba con sus pretendientes, haciéndoles creer que tejía mientras Ulises viajaba y no que Ulises viajaba mientras ella tejía, como pudo haber imaginado Homero, que, como se sabe, a veces dormía y no se daba cuenta de nada.Augusto Monterroso
ODISEA , LIBRO VIGÉSIMO TERCERO
Ya la espada de hierro ha ejecutado
la debida labor de la venganza;
ya los ásperos dardos y la lanza
la sangre del perverso han prodigado.
A despecho de un dios y de sus mares
a su reino y su reina ha vuelto Ulises
A despecho de un dios y de los grises
Vientos y del estrépito de Ares.
Ya en el amor del compartido lecho
duerme la clara reina sobre el pecho
de su rey pero ¿dónde está aquel hombre
que en los días y noches del destierro
erraba por el mundo como un perro
Y decía que Nadie era su nombre?
(Borges. Obras completas. T. II)
LOS HIPERTEXTOS DEL QUIJOTE
Que trata de la indagatoria al ingenioso caballero Don
Miguel
-¿Lugar?-De la Mancha.-¿Nombre?-No quiero acordarme.-¿Por qué?-No sé. No quiero.-¿Apellido?-Hidalgo.-¿De cuáles?-De los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor…-Gracias, eso es todo.-… una olla algo más vaca que carnero, salpicón las más noches…-¡Basta! ¡Basta!-… algún palomino de añadidura los domingos…¡Basta! ¡Bas-ta! Que siga el próximo caballero.
José Cardona López
Teoría de DulcineaEn un lugar solitario cuyo nombre no viene al caso hubo un hombre que se pasó la vida eludiendo a la mujer concreta.Prefirió el goce manual de la lectura, y se congratulaba eficazmente cada vez que un caballero andante embestía a fondo unos de esos vagos fantasmas femeninos, hechos de virtudes y faldas superpuestas, que aguardan al héroe después de cuatrocientas páginas de patrañas, embustes y despropósitos.En el umbral de la vejez, una mujer de carne y hueso puso sitio al anacoreta en su cueva. Con cualquier pretexto entraba al aposento y lo invadía con un fuerte aroma de sudor y de lana, de joven mujer campesina recalentada por el sol.El caballero perdió la cabeza, pero lejos de atrapar a la que tenía enfrente, se echó en pos, a través de páginas y páginas, de un pomposo engendro de fantasía. Caminó muchas leguas, alanceó corderos y molinos, desbarató unas cuantas encinas y dio tres o cuatro zapatetas en el aire. Al volver de la búsqueda infructuosa, la muerte le aguardaba en la puerta de su casa. Sólo tuvo tiempo para dictar un testamento cavernoso, desde el fondo de su alma reseca.Pero un rostro polvoriento de pastora se lavó con lágrimas verdaderas y tuvo un destello inútil ante la tumba del caballero demente.Juan José Arreola.
Parábola de Cervantes y de Quijote
Harto de su tierra de España, un viejo soldado del rey buscó solaz en las vastasgeografías de Ariosto, en aquel valle de la luna donde está el tiempo quemalgastan los sueños y en el ídolo de oro de Mahoma que robó Montalbán.
En mansa burla de sí mismo, ideó un hombre crédulo que, perturbado por lalectura de maravillas, dio en buscar proezas y encantamientos en lugaresprosaicos que se llamaban El Toboso o Montiel.
Vencido por la realidad, por España, don Quijote murió en su aldea natal hacia1614. Poco tiempo lo sobrevivió Miguel de Cervantes.
Para los dos, para el soñador y el soñado, toda esa trama fue la oposición de dosmundos: el mundo irreal de los libros de caballerías, el mundo cotidiano y comúndel siglo XVII.
No sospecharon que los años acabarían por limar la discordia, no sospecharon quela Mancha y Montiel y la magra figura del caballero serían, para el porvenir, nomenos poéticas que las etapas de Simbad o que las vastas geografías de Ariosto.Porque en el principio de la literatura está el mito, y asimismo en el fin.
(En “El Hacedor”. Obras Completas. t. II. p. 177)
Dinosaurio
Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba
allí.
Augusto Monterroso
LOS HIPERTEXTOS DE “EL DINOSAURIO”
Hipotexto: El dinosaurio
Cuando despertó, suspiró aliviado: el dinosaurio ya no
estaba allí.
Pablo Urbanyi
La culta dama
Le pregunté a la culta dama si conocía el cuento de Augusto Monterroso titulado “El dinosaurio”.-Ah, es una delicia -me respondió-, ya estoy leyéndolo.
José de la Colina
LOS HITOS EN EL CANON DE LA LITERATURA COLOMBIANAPRIMER HITO
El Carnero
(Juan Rodríguez
Freyle)
Siglo XVII (1636)
Edición príncipe
(1859)
Narraciones ficticias y
referenciales
Crónica novelada
Catálogo, descripciones
topónimas y cartográficas
Libro de Buen Amor
Arcipreste de Hita
El carnero:Las pasiones de Inés de Hinojosa
… con razón llamaron a la hermosura callado engaño, porque muchos hablando engañan, y ella, aunque calle, ciega, ceba y engaña… La hermosura es un don dado de dios, y usando los hombres mal de ella, se hace mala. En otra parte la toparé, y diré otro poquito de ella.¡Oh hermosura! Los gentiles la llamaron dádiva breve de naturaleza, y dádiva quebradiza, por lo presto que se pasa y las muchas cosas con que se quiebra y pierde. También la llamaron lazo disimulado, porque se cazaba con ella las voluntades indiscretas y mal consideradas. Yo les quiero ayudar un poquito. La hermosura es flor que mientras más la manosean, o ella se deja manosear, más pronto se marchita. (pp. 222, 223).
EL HIPERTEXTO
De El Carnero (Rodríguez Freyle) hacia
Los pecados de Inés de Hinojosa (Próspero Morales Pradilla)
Segundo hito: La obra de Francisco Álvarez
Dos rutas estéticas
contemporáneas en la metrópoli y en la colonia
Conceptismo:
Francisco de Quevedo,
Francisco Álvarez de Velasco
Culteranismo:
Luis de Góngora,
Hernando Domínguez Camargo
Hilo: El dialogismo literario y la
autoficción, idilio y fantasía:
Carta Laudatoria a Sor Juana
Francisco Álvarez
Primero Sueño
Sor Juana Inés de La
Cruz
Autoficción y desacralización
A vos divina Nise (¡más qué susto!)
tiritando la pluma entre los dedos,
toda anegada en miedos,
descolorido el gusto,
amarillo el papel, la tinta roja,
muerta la mano y viva la congoja
de pensar que es a Nise (¡oh qué vergüenza!)
a quien quiere escribir un poeta raso.
(1989: 528)
Lenguaje del carnaval: lenguaje chabacano
Yo a vos, qué ciego amor me lo dispensa?
¿Yo a vos, fámulo indigno del Parnaso?
Yo discurro el entrar con vos a juicio,
yo hablo, río, quiero holgarme,
y amor tengo a este métrico ejercicio;
sin duda que la fiebre de poeta
de una vez me ha volado la chaveta.
Quien escribir intenta,
no a la Décima Musa, que fue errata
bárbara de la imprenta,
si a la que sin segunda es la primera;
no a la décima digo, sí a la lira
de Orfeo que, verdadera,
por si se va tocando tan sonoraque, corriendo hasta España, a Europa admira,y con el mismo encantoresonando otra vez siempre canora,llega su dulce encantoa esta de Santa Fe ciudad dichosa,corte del Nuevo Reino de Granada, y hoy más ilustre en los que timbre gozapor ser también por de Indias celebradacon las que glorias hoy les multiplica,más que sus minas, vuestra Pluma rica.
(529)
Hilo:
La literatura en la literatura:
Atala,
El genio del cristianismo
(Chateaubriand)
Alusiones:
Don Quijote, Shakespeare, Calderón, Cortés, Tocqueville, la Biblia, la gramática inglesa, Byron.
María
(Isaacs)
Los signos de la autoficción… y teniendo a nuestros pies el valle majestuoso y callado, leía yo el episodio de Atala, y las dos, admirables en su inmovilidad y abandono, oían brotar de mis labios toda aquella melancolía aglomerada por el poeta para “hacer llorar al mundo”…El sol se había ocultado cuando con voz alterada leí las últimas páginas del poema. La cabeza pálida de Emma descansaba sobre mi hombro. María se ocultaba el rostro con entrambas manos. Luego que leí aquella desgarradora despedida de Chactas sobre el sepulcro de su amada, despedida que tantas veces ha arrancado un sollozo a mi pecho: “¡Duerme en paz en extranjera tierra, joven desventurada! En recompensa de tu amor, de tu destierro y de tu muerte, quedas abandonada hasta del mismo Chactas”. María dejando de oír mi voz, descubrió la faz, y por ella rondaban gruesas lágrimas. Era tan bella como la creación del poeta, y yo la amaba con el amor que él imaginó…
Gabriel García Márquez:Entre Cien años de soledad y Crónica de una muerte
anunciada
El epígrafe en Crónica…“La caza de amorEs de altanería”
Gil Vicente
“Santiago Nasar perdió el sentido desde que la vio porprimera vez. Yo lo previne: Halcón que se atreve con garzaguerrera, peligros espera. Pero él no meoyó, aturdido por los silbos quiméricos de MaríaAlejandrina Cervantes”.
El dialogismo literario en Crónica de una muerte anunciada
Halcón que se atrevecon garza guerrera,
peligros espera.
Halcón que se vuelacon garza a porfía
cazarla queríay no la recela.
Mas quien no se velade garza guerrera,
peligros espera.
La caza de amores de altanería:trabajos de día,de noche dolor.Halcón cazador
con garza tan fiera,peligros espera.
Gil Vicente (dramaturgo portugués, S. XV)
“Todo lo que sabemos de su carácter [del juez] es aprendido en el sumario, que numerosas personas me ayudaron a buscar 20 años después del crimen en el Palacio de Justicia de Riohacha [...]. Yo mismo exploré muchas veces con las aguas hasta los tobillos aquel estanque de causas perdidas, y sólo una casualidad me permitió rescatar al cabo de cinco años de búsqueda unos 322 pliegos salteados de los más de 500 que debió tener el sumario…”(pp. 158, 159).
Crónica de una muerte anunciada
Hilo: la autoficciónTranstextualidad y ficción intratextual
Ángel Rama identifica sin vacilar al anónimo narrador:
“Toda la historia está contada por un narrador de primera persona(yo), quien nunca da su nombre, a pesar de que en la obra todoslos personajes son identificados individualmente con nombres yapellidos, salvo el juez sumariante. No por eso hay la menordificultad en identificarlo: se llama Gabriel García Márquez, vistoslos abundantes datos que proporciona sobre su madre, LuisaSantiaga descendiente del coronel Márquez, su hermanaMargot, su hermana monja, su hermano Luis Enrique, la niñaMercedes Barcha a la cual se declara y será catorce años despuéssu esposa.” (28).
“Un Día de Estos”
G. García Márquez
“Espuma y Nada Más”
Hernando Téllez
Historia de Colombia
La lectura de poesía
• Qué es la poesía: El teorema de Roman Jakobson:“La función poética proyecta el principio de la equivalencia del eje de la selección al eje de combinación. La equivalencia pasa a ser un recurso constitutivo de la secuencia.”
Deducción: es lo que produce la ambigüedad o la pluralidad de sentidos (isotopías), propio de la poesía.
Salud(Mallarmé)
Nada, esta espuma, virgen versoQue tan sólo designa la copaTal se hunde lejos una tropade sirenas toda al revés.
Nosotros navegamos, ohAmigos, yo ya en la popaVosotros proa fastuosa que cortaLa ola de rayos y de inviernos;
Gran embriaguez me embargaY no temo el balanceoAl lanzaros de pie este saludo
Soledad, arrecife, estrellaQué nos importa el valorDel blanco afán de nuestra tela.
Las tres lecturas del poema
• Lectura literal: Salud, en un banquete.
• Lectura inferencial: Navegación
• Lectura crítica: Escritura
La poesía escrita por los niñosUn ejemplo: Proyecto del IPARM
Jugar
Jugar es como comer un helado de chocolatees como montar en los columpios,es como esperar la noche para mirar las estrellas,es como un canto angelical,es como pegarle a la pelota,es como gritar muy alto,es como… es como no saber que es jugar
Porque la vida de un niño es como sin juegoque cuando él crece se aburre y decide trabajar.
(niña de tercer grado, IPARM: Los centros de interés en la pedagogía por proyectos, UNAL, 2011)