Caminando Como Hijo Clase

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Caminando como Hijo En la clase anterior vimos como era caminar con Dios, debía de haber 4 puntos: ACUERDO, ENCUENTRO, MOVIMIENTO Y DIRECCION Lamina 1 La maravilla de nuestra salvación es que somos más que solamente salvos de la ira de Dios. Hemos sido introducidos a un tipo de caminar con Dios que es descripto en términos de una relación de padre a hijo. El trabajo de la Cruz resultó no solamente en el perdón de nuestros pecados, sino también en la restauración de nuestra relación con Dios. Dios nos pudo haber simplemente salvado y dado vida eterna, y esto hubiese sido mucho más de lo que merecíamos. Pero hizo mucho más que esto. ¡Nos trajo al círculo muy íntimo de su familia! Nuestra relación con Dios es de la misma manera que la que existe entre padre e hijo (Hebreos 12:5-11). Esta calidad de ser hijos o hijas, es algo que le pertenece a cada cristiano.

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Caminando como HijoEn la clase anterior vimos como era caminar con Dios, deba de haber 4 puntos: ACUERDO, ENCUENTRO, MOVIMIENTO Y DIRECCIONLamina 1La maravilla de nuestra salvacin es que somos ms que solamente salvos de la ira de Dios. Hemos sido introducidos a un tipo de caminar con Dios que es descripto en trminos de una relacin de padre a hijo.

El trabajo de la Cruz result no solamente en el perdn de nuestros pecados, sino tambin en la restauracin de nuestra relacin con Dios. Dios nos pudo haber simplemente salvado y dado vida eterna, y esto hubiese sido mucho ms de lo que merecamos. Pero hizo mucho ms que esto. Nos trajo al crculo muy ntimo de su familia! Nuestra relacin con Dios es de la misma manera que la que existe entre padre e hijo (Hebreos 12:5-11). Esta calidad de ser hijos o hijas, es algo que le pertenece a cada cristiano.

Espiritualmente somos llamados hijos por el estatus especial de los hijos en la cultura hebrea, independientemente de nuestro gnero. As como la Iglesia es llamada la novia de Cristo (ver Efesios 5:25-27; Apocalipsis 19:7-8) y t eres parte de esta Novia, independientemente si eres hombre o mujer, de la misma manera, cada creyente, sea hombre o mujer, es un hijo de Dios.Este es probablemente uno de las ms increbles declaraciones en toda la Escritura. El estatus de nuestra relacin con Dios es ahora de un hijo. Pero la descripcin de Pablo de cmo hemos venido a ser hijos es muy reveladoraLeer las traduccionesEstas traducciones nos permiten tener ms luz sobre las diferentes facetas del significado de la redaccin original de Pablo. La razn de porqu ahora somos llamados hijos es debido a la naturaleza del Espritu que hemos recibido. El Espritu Santo, enviado a nuestros corazones, es llamado:

Lamina 18La profundidad de la relacin que Jess tena con el Padre est ahora disponible para nosotros a travs del Espritu Santo, que es tambin llamado el Espritu del Hijo de Dios y el Espritu de JesucristoLam 22Ya que somos coherederos con Cristo y al mismo tiempo somos animados a (buscar) las cosas de arriba, donde est Cristo sentado a la diestra de Dios, hagamos una comparacin entre la herencia de Cristo y nuestra herencia en Cristo.Lam 23 Hasta aqu hemos visto cual es nuestra posicin y status de ser hijos de Dios.Lamina 24La mayora de la gente llama a esta historia la parbola del hijo prdigo o la parbola del hijo perdido, pero este no es realmente un ttulo exacto. Realmente, debera ser llamada la parbola de los dos hijos. El padre dividi la herencia entre ambos hijos, con una doble porcin para el mayor (nota Deuteronomio 21:15-17). La manera en la cual los dos hijos usaron la herencia revel los conceptos errneos que cada uno tena de lo que significaba ser hijo.Lamina 27No puedes tener la herencia sin la relacin padre a hijo. La herencia es el estatus; el ser hijo es la relacin. Es como hijos y herederos que hemos nacido en la familia de Dios! Lamina 28 Veamos una nueva actitudSu posicin ahora es nuestra posicin, sobre todo principado y autoridad y poder y seoro, y sobre todo nombre que se nombra, no solo en este siglo, sino tambin en el venidero. (RV60)Lamina 35La Biblia al Da parafrasea Romanos 8:15-17 de esta manera: No debemos actuar como esclavos serviles y cobardes, sino como verdaderos hijos de Dios, como miembros adoptivos de su familia, que pueden llamarlo: Padre, Padre. Porque el Espritu Santo nos habla a lo ms profundo del alma y nos asegura que somos hijos de Dios. Y como somos sus hijos, compartimos sus riquezas, pues todo lo que Dios le da a Jesucristo es ahora tambin nuestro. Pero si compartimos su gloria, tambin hemos de compartir sus sufrimientos.