Buenos Aires Sos Vos - Confesional

8/18/2019 Buenos Aires Sos Vos - Confesional

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A Jotita, que vino como el mar.

Desde el mar.


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Sobre el autor

Cuenta la leyenda que hubo alguna vez un muchacho que comenzó a escribir porsugerencia de su psicólogo, y no se detuvo nunca más.

Maximiliano Gabriel, abril de [email protected]


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Amanecer en Puerto Madero, atardecer en Palermo Viejo. Recorriendo calles, subiendo

a algún tai !ara luego bajar al subterr"neo. Mirar la gente !asar, escuc#arlos #ablar.$entarme en el mismo caf% que &ort"'ar, caminar !or las mismas calles que (orges.

)squivar todas * cada una de las vidas que conviven en esta ciudad. )sta maldita

ciudad que sos vos. )ntre Palermo Viejo * Puerto Madero, entre tais * subterr"neos,

entre (orges * &ort"'ar. (uenos Aires sos vos.


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BUE

Los porteos en general no saben los a!ortunados que son. "ueden caminar unaspocas cuadras y conocer el ca!# donde $ulio Cortázar escribió ho%as y más ho%as sinsaber que alg&n d'a sus palabras ser'an eternas. (o muy le%os de ah' se encuentra)venida de *ayo, una prueba viviente de aquella !rase +(uenos Aires est le !etitPars- . +i uno contin&a hacia el r'o llega a +an elmo, un barrio que respira bohemia,que respira arte en cada una de sus calles empedradas. La -oca y su !&tbol, susconventillos coloridos, el tango melancólico sonando de le%os en alguna ventana.

*odernidad y clasicismo, pasado y !uturo. (o alcanza con !otogra!iar, hay que respirarel aire que te envuelve. escubrir el sol entre los ventanales de cristal y ver la lluviacaer en las estatuas que coronan las plazas, como si ellas estuvieran llorando. Losporteos deber'an darse cuenta de la suerte que tienen. "orque vivir en -uenos )ireses ver pasar los d'as dentro de la escenogra!'a de una de las pel'culas más hermosasdel mundo.

/ a qui#n no le gusta eso


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Domingo

Los domingos te etrao.

Los lunes tienen ese malhumor habitual de despertarse con el pie izquierdo, los martesvienen acompaados de buenas noticias que se hacen rogar hasta el !in de semana.

Los mi#rcoles la semana parece me%or de lo que realmente es, lo cual vuelve a dichod'a el más corto de todos, aunque irónicamente el %ueves se trans!orma en algotedioso, es la lucha de ver pasar las horas hasta que s', !inalmente es viernes y sal's, tedivert's con tus amigos, dorm's la mitad del sábado para tener las energ'as necesarias yconvertirte en el rey de la diversión hasta que tu cuerpo no pide más.

Llegás al punto máimo de !elicidad, tanta que parece no terminar en unas horas.

"ero los domingos te etrao.

hoy es domingo.


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Callao – Acto I

Corr'as desesperada con unas !otocopias en la mano, mientras intentabas alcanzar el130 que haciendo caso omiso de tus gritos, siguió camino. Como una burla del destino,en el eacto momento donde ese colectivo dobló por la esquina, tu tobillo tambi#ndobló, arro%ándote al piso como si te hubiera golpeado por la espalda una manada derinocerontes.

)vergonzada, te pusiste a llorar en silencio. 4ui#n sabe cuantas cosas te hab'anpasado, princesa, para que en ese instante no te importara estar en plena )venidaCallao, con tus !otocopias desparramadas en el suelo y las rodillas apoyadas en las !r'asbaldosas.

(o suelo ser un buen samaritano, más allá de alguna que otra moneda entregada enmano a aquellos nios que recorren el transporte p&blico. "ero no soporto ver a nadiellorar. (o puedo, es como si de repente un millón de gotas lluvia cayeran sobre micabeza al mismo tiempo. )s' que me sent# a tu lado, sobre las baldosas. 5n silencio,temeroso de que a la primer palabra !uera de lugar quisieras golpearme con tu bolso.6ueron quince minutos. 5n silencio, vos a&n de rodillas y yo sentado en el piso. Lagente pasaba y quizás cre'a que lo nuestro era alguna especie de broma entre amigos.4uince minutos en los cuales ni siquiera me miraste, aunque sab'as que hab'a alguiendetrás tuyo, moviendo las manos nerviosamente. 4uince minutos hasta que mesonre'ste y di%iste7 8/*e ayudás con las !otocopias9.

odav'a tengo una de esas ho%as blancas con letras pequeas pegada en la puerta demi placard, suelo verla cuando nos peleamos, cuando por cualquier razón est&pida meeno%o con vos. 5stá ah' para recordarme que segu's siendo la chica que corrió el 130 ynunca lo alcanzó. *e recuerda que todav'a te ca#s en la calle y sonre's sabiendo quesiempre voy a quedarme sentado en el piso a tu lado. +iempre.


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La Resistencia

)quel bar no pod'a tener un nombre más apropiado, pens# mientras miraba condetalle el mural que decoraba una de las paredes, donde se superpon'an de unamanera no muy armoniosa dibu%os del Che, "laza de *ayo, y creo que el de barbaintentaba emular a *ar, aunque para m' era id#ntico a :ugo, el me%or amigo de miabuelo. +in contar las bombas molotov y demás re!erencias incendiarias del !ondo, locual daba una atmós!era muy trots;ista


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Corrientes – Acto I: Una Carta

Corr'as desesperada por las veredas empapadas, y si no !uera por tus o%os ro%os nadiese hubiera dado cuenta que estabas llorando. 5traos vaivenes del destino hicieronque me topara con vos en esa esquina, los dos perdidos entre toda esa gente que nonos conoc'a. *e acuerdo que sonre' !eliz de verte, pero lo &nico que recib' a cambio!ue una mirada de sorpresa !ingida y cierto odio bastante genuino. (i siquiera memolest# en preguntarte qu# era lo que te estaba pasando esta vez, principalmenteporque seguro era la misma situación que te golpea cada segundo desde antes deconocerme, y en parte porque ya hab'a intentado mil veces saberlo de tu boca sinobtener una sola respuesta. *e qued# inmóvil mientras buscaba alguna palabraoriginal para lograr que de%aras ese recorrido autodestructivo que %urar'a te iba a llevaral mismo bar de siempre. , como siempre, el timbre sonó antes, desaparecida lasorpresa del momento inicial. *e hiciste a un lado y continuaste corriendo sinpreocuparte en intentar esquivar a esas personas que cargando paraguas te mirabanetraadas. 6inalmente la noche te encontró en el bar detrás de vasos de cerveza,!ernet y alguna otra cosa, con tan poco de la luz que vi en vos en esa primera cita./4u# pasó despu#s 6ui a buscarte =a pesar de todo> y te tra%e hasta dondeseguramente estás ahora, la casa de tu me%or amigo, con esta carta en tu bolsillo. (o!ue algo !ácil, as' que espero lo valores un poco aunque sea, y entiendas que quizás lapróima tarde de lluvia que te encuentre por )venida Corrientes rumbo al bar notenga ganas de cuidarte.

e quiere, *.

(?)7 "or !avor, hac# de cuenta que vas a creer en la &ltima !rase de la misma maneraque me lo cre' al momento de escribirla. "orque tengo miedo de decir la verdad y queeso ayude a que un d'a vayas al bar para no volver. te amo demasiado para permitireso.


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Esos lugares (!

:agamos de cuenta que un d'a voy a verte, a cualquier +tarbuc;s de -uenos )ires,considerando mi buena suerte es casi seguro que al primer intento voy a encontrarte. te miro, mientras el corazón se me sale el pecho. vos me ves, seguramentesorprendida primero. Cinco segundos despu#s, cuando te das cuenta que si, que estoyah', te eno%ás. mi corazón se detiene. (o te hablo, me quedo ah'. :ay tantas cosasque har'a, /sab#s emasiadas, y todas implican odiarte y amarte al mismo tiempo."ero me quedo congelado esperando leas en mis o%os lo que nunca voy a poderdecirte, porque nunca voy a aparecer por alg&n +tarbuc;s otra vez. 4ue !uiste la mu%erde mi vida.


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Corrientes: Acto II " El Libro #el Amor

icen que en alguna de las librer'as de la )venida Corrientes se encuentra un libro quecontiene todas las historias de amor de la ciudad. cuentan tambi#n que cada vez queun desprevenido lo toma en sus manos, una !uerza misteriosa hace que abra ese libroen la página eacta donde se encuentra escrito el nombre del amor de su vida, el lugardonde lo conocerá, y hasta el tiempo eacto que va a pasar desde ese momento hastaque ambos decidan compartir sus mundos particulares.

"ero hay un pequeo de!ecto7 dicen tambi#n que a ese libro le !altan ho%as. Cientos dehistorias perdidas para siempre por alg&n amante despechado que arrancó sus ho%as alencontrarlo demasiado tarde, cuando ya se hab'a cansado de pelear por la que luegodescubrió era su alma gemela. @ncluso hay l'neas borrosas por las lágrimas de una chicaque nunca le con!esó su amor a ese soldado que murió tan le%os de casa pensando quequizás lo volver'a a ver en otro momento.

5n el bar donde me cuentan esta historia se r'en nerviosos, no le dan demasiadocr#dito pero tampoco se animan a descartarla por completo. o por las dudas sigocaminando por la )venida Corrientes, recorriendo sus librer'as. 4uien sabe si tengosuerte. ? todo lo contrario.


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&ar'ue Cas

:ab'a una vez dos árboles que compart'an el mismo %ard'n. Ano !ue plantado unoscuantos aos antes que el segundo, y por ende, cuando las semillas de ese manzanoempezaban a germinar, el nogal estiraba sus brazos al cielo. pasó mucho tiempo,ambos crecieron, ganaron sus primeras ho%as, sus primeros !rutos, y tuvieron susprimeras p#rdidas en el otoo, y sintieron en sus ramas las heridas del viento que aveces acompaa y otras lastima.

:asta que un d'a sin saber por que, se reconocieron el uno al otro. el nogal miró aese manzano, y se vio re!le%ado, con todas esas cosas que les tocó vivir %untos en ese

%ard'n. le envió una de sus ho%as, verde, inmensa, a acariciar su tronco blandoLa ho%a se deslizó tiernamente por un costado, como susurrando un 8te quiero9, y elmanzano, incapaz de controlarse, de%ó caer una de sus !rutas con un ruido que espantóa los pocos pá%aros del lugar, como dici#ndoles que no quer'an testigos.

pasaron los aos, y vendieron la casa que custodiaba ese %ard'n, para en nombre delprogreso construir una torre, esos árboles de vidrio y metal que vemos todos los d'as.Los obreros encargados de la obra todav'a no lo entienden, incluso llamaron a lasnoticias, porque les parec'a algo tan etrao, que ni la eplicación de los botánicos y

%ardineros consultados los satis!ac'a.

5s decir, /qu# posibilidades hay de que un nogal y un manzano, tan distintos,

separados por varios metros sobre el c#sped, deba%o de el tengan sus ra'ces unidas,como !undi#ndose en un abrazo eterno


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San $elmo

Berte caminar desnuda por el cuarto, cerrar los o%os y de%ar que el humo del cigarrilloque acabo de encender nos envuelva. 5l silencio cayó entre los dos como una blanca ydelicada tela, impidiendo que nos veamos del todo. sólo puedo escuchar los ruidosde tus pasos caminando hacia el balcón, s# que siempre te gusta mirar a trav#s delcristal la vida nocturna de la ciudad, !ue as' como nos conocimos. La ciudad, hablamoshoras acerca de sus habitantes, de lo perdidos que estábamos entre sus calles, hastaterminar en este cuarto con luz tenue. 6umo sin abrir mis o%os a&n, imaginando cómoluce tu cuerpo desnudo. "ienso en el bar, las cervezas, pienso en la manera que mesonre'ste antes de acompaarme a caminar. /4ui#n habla del amor a primera vista,qui#n siente una inundación de emociones trepando por los pies


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&uente &ac%)ico

e pod#s re'r de m', lo s#. *e vas a mirar con esa cara tan tuya de no entender lo queestá pasando y vas a quedarte en silencio por unos cuantos segundo. ah' te vas a re'rde m', estoy seguro. "orque te va a parecer est&pido y completamente !alto de sentidoel hecho de que quiera enamorarme de vos en tan poco tiempo, que con apenas unpar de salidas ya quiera ser tu guardián, los brazos que te cuiden, la mano que te tomapara llevarte le%os y la voz que te canta hasta dormir. e vas a re'r de m' porque vas apensar que debo tener un tornillo !lo%o para haber de%ado de lado las barreras queten'a con el amor =de las cuales te habl# en la primera cita>. seguro vas a inventaralgo que hacer para levantarte del banco de plaza donde estamos sentados mientrasyo me muerdo la lengua para no correr detrás tuyo. e vas a re'r de mi amor, te vas are'r de lo que sos para m'. aunque no lo creas, esto es algo serio.


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La &uerto Rico

An ca!#, vos y yo. La combinación per!ecta para la tarde en la que las cosas deber'anhaber cambiado para siempre. :ab'a via%ado en subte casi una hora repitiendo una yotra vez el discurso que ten'a preparado, donde abandonaba mi uni!orme de amigopara de%ar mi corazón esperando lo tomes en tus manos para cuidarlo de una vez ypara siempre. Las manos me temblaban mientras abr'a el sobre de az&car, al tiempoque vos me mirabas igual que siempre, a%ena a todo lo que ocurr'a dentro de m'.

no cambió nada. odo siguió igual, no te di%e nada. Bos ten'as que irte enseguida yme pediste si pod'a quedarme para esperar el colectivo %unto a vos. 6ue la &ltima vezque nos vimos, luego se volvió todo demasiado complicado. *i amor intentabaescaparse, y la !rialdad con la que pretend' ocultarlo terminó por lastimarte. Las cosasnunca empezaron entre nosotros y a&n as' sent' como si de%ara atrás un poco de m', esalgo que pienso cada tarde en la que vuelvo a sentarme en ese bar.

)hora quedamos un ca!# y yo.


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Callao – Acto II

racias por devolverme a las calles que ten'a miedo de recorrer. racias por borrar deun plumazo la -uenos )ires gris y de%arme con una ciudad en blanco para pintar connuevos colores. racias por los d'as de sol y los d'as de lluvia. racias por las esquinasllenas de !lores. "orque estaba atrapado entre los bares del pasado, y me olvidaba delos restaurantes de hoy, estaba atrapado con ella y me olvidaba de vos.

Ana de nuestras caracter'sticas más importantes es el recordar. )unque no lo parezca,hace que lo absoluto se vuelva relativo. 5l recuerdo puede vencer a la distancia, seatreve a en!rentar a la mism'sima muerte. rae sonidos, aromas, pequeas !otogra!'astomadas hace mucho tiempo solamente en la mente. tambi#n !i%a recuerdosdolorosos, y nos obliga a detenernos como si estuvi#ramos congelados mientras eltiempo sigue para las demás personas. (os libera o nos hace esclavos. "ero tambi#nnos trans!orma en qui#nes somos de verdad, como piezas de un rompecabezas giganteque cambia cada d'a. 5s el recordar lo que vuelve tu ausencia absoluta en algo relativo,porque esta noche yo nos recuerdo %untos. me detengo en el tiempo sin que nadieme obligue a hacerlo.


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Me gustara encontrarte algún da es!erando !or m, en una esquina llena de gente.

(uscarte con la mirada entre todas las !ersonas, * que vos me encuentres un segundoantes, lo suficiente !ara que cuando mis ojos c#oquen con vos, *a est%s sonri%ndome.

Me gustara darte un beso, suave * corto. Agarrar tu mano * llevarte lejos de la

multitud, lentamente !ero con !aso firme. Me gustara que me sigas, !or las calles

em!edradas de $an 8elmo #asta llegar a algún bar !erdido de la vista de los

transeúntes. 1 sentados con una cerve'a de !or medio, me gustara enamorarme de

vos. Me gustara enamorarme de vos como un c#ico, * ser feli' con tu felicidad.

)namorarme de tu amor, me gustara.


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La *oce #e Los Museos

La noche anterior a tu cumpleaos !ue la (oche de los *useos, donde casi todos losmuseos de -uenos )ires abren sus puertas hasta la madrugada para permitirle a lagente visitarlos de manera gratuita. -arrio Chino, -elgrano y la medianoche nosesperaba a nosotros dos %untos esperando para entrar al *)L-), paquete de (erds depor medio. Anos minutos antes de las doce, me de%aste solo haciendo !ila, !uiste ahablar con #l, que claro, necesitaba saber que estabas bien, supongo. La luna llenaentre los árboles mientras el d'a nuevo que comenzaba. volviste unos minutosdespu#s, cuando ya no ten'a sentido siquiera decirte 86eliz Cumpleaos9 sabiendoque, como una metá!ora de mi situación en tu vida, yo quedaba en segundo lugar. +inembargo te sonre' intentando no acusar los golpes que su!r'a mi corazón en esemomento, y no te d' nada porque el me%or regalo que pod'a hacerte era este est&pido,triste y melancólico muchacho que escribe las cosas !rente a una computadora porquenunca pudo dec'rtelas a la cara. An regalo que siempre estuvo !rente a vos ese d'a ymuchos otros, mientras lo mirabas con la misma epresión que un chico que esperauna pelota de !&tbol para su cumpleaos y descubre el mismo par de medias a rombosde siempre.


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Liniers

An domingo como hoy, me acuerdo que llamaste y estabas llorando. *ás quellorando, estabas nerviosa, eno%ada, como si no te alcanzaran todas las palabras delmundo para guardar lo que sent'as. lo primero que me di%iste !ue que me quer'asver, que necesitabas =s', lo di%iste de esa manera, lo necesitabas> verme. mis manossimplemente tomaron una campera, algo de dinero y sal', sin pensar. "orque cada vezque vos hablabas conmigo era como si mi cerebro se desconectara, colocando uncartelito de 8Buelvo enseguida9 y de%ando a cargo de todo al corazón. ) ese corazónque era tuyo, que segu'a siendo tuyo a pesar de estar desangrándose un poquito máscada d'a. (ormalmente soy puntual, pero al ser domingo, los transportes p&blicos noestaban dispuestos a de%arme triun!ar, y no pod'a evitar mirar una y otra vez el relo%intentando detenerlo, intentando que las agu%as me esperaran un poco más. corr'buscando el colectivo, pas# por la estación de tren como un maldito cometa, cruc# dosavenidas intentando que los autos no me impacten de lleno. "ero cuando te v', y teacercaste sin ning&n rastro de la tristeza que horas antes me hab'as compartido portel#!ono, me di cuenta que no te hac'a !alta tenerme ah'. 4ue ya no me necesitabas,que ya no quer'as verme. *e di cuenta que a pesar de haber llegado a tiempo, ya erademasiado tarde.


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Llu+ia

Cuando llueve mucho, sin que nadie lo sepa, voy a mi placard. *uevo los libros quehace tiempo no leo, los discos que ya olvid# escuchar. en el !ondo me espera unaca%a de zapatillas. entro de esa ca%a, hay papeles doblados, boletos de distintostransportes p&blicos y envoltorios de golosinas. un cuaderno verde de tapa dura.onde habitás vos, o me%or dicho, donde habita la persona que eras cuando viv'amos

%untos. e despierto suavemente, de la misma manera que lo hac'a cuando tus o%os secerraban en el hueco entre mi cuello y mi hombro. +onr'o, y te miro como cuando mecontabas las an#cdotas que te ocurr'an siempre que ibas a la !acultad. *e r'o acarca%adas mientras te hago cosquillas, y pretendo eno%arme cuando me dec's que aveces no entend#s por qu# complico tanto las cosas. 5l tiempo se pasa volando cuandoestoy con vos, /sab'as a de%ó de llover, as' que cierro el cuaderno y volv#s a dormir.apo la ca%a para que nadie te perturbe, coloco en su lugar los libros vie%os y los discosolvidados. me quedo solo de nuevo, hasta la próima vez que llueva mucho.


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Una istoria con +os: Acto I

*e acuerdo en per!ecto orden cronológico la mayor'a de los detalles. An ao quecomenzaba en aquel boliche de "alermo, y el temporal que a&n se resist'a a terminar.Creo que desde el principio !ue todo un gran 8no s#9, pero claro, muchas veces esasdecisiones surgidas en un segundo pueden acabar determinando grandes per'odos denuestras vidas. no quiero quedarme en los detalles, quiero ver más allá, tal vez deesa manera encuentre dónde es el punto eacto en el que las cosas perdieron sumagia. en ese momento, quien sabe, podamos recuperarla. "alabras, risas, algunaque otra !rase dirigida como si !uera un rayo láser con el motivo de generar 8algo9,pero tambi#n mucha conversación suelta, que iba tomando !orma en el momento quede%aban nuestros cuerpos y se encontraban en ese lugar irreal que aun no conoc'amospero ya sab'amos propio.

)hora es !ácil sentarme delante de una !r'a pantalla, como la noche que nosencontramos sin buscarnos, y analizar en mi mente una y otra, y otra vez lo que pasó.Claro, soy una persona 8madura9 a esta altura de mi vida, consciente de lo que mepasa y de lo que hago, aunque generalmente no me sienta orgulloso de ello. "eroquiero seguir hablando con vos, no s# por qu#. 5n ciertos momentos te etrao,tampoco s# por qu#. te escribo aunque no lo vayas a leer.

no s# D ni me interesa descubrir D por qu#.


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Alsina ,-

4uer'a ser todo para vos, tu amigo, tu esposo, el padre de tus hi%os. +', todo y más queeso. "orque yo sab'a que esa vida que hab'a de%ado abandonada a mis pies una tardegris de septiembre no hab'a querido darte lo que vos realmente necesitabas. ah' nosencontramos, ah' te encontr#, pidiendo a gritos < en silencio < lo que en alg&nmomento a m' me sobraba. 4uise dártelo, todo. odo para vos. (o me importabaesperar el tiempo 8pol'ticamente correcto9, ni lo que di%eran los demás acerca deentender que el amor se construye de a poco. Bos y yo lo hicimos en un d'a, creamosel elemento más bello en apenas cuatro horas, con apenas un helado y dos manos quetodav'a t'midas decid'an a!errarse de una vez para siempre. 4uise dártelo todo, y vayasi lo hice. "orque cuando vos maduraste, ya no te hice !alta. te !uiste =aunque segu'asvolviendo> con todo lo que alguna vez hab'a sido m'o. *uchas cosas viven en vos,adaptadas, algo cambiadas, pero en algunas ocasiones se encargan de hacerme saberque están !elices acompaándote en el d'a a d'a. aunque las etrae, sonr'o. "orquequizás las me%ores cosas en mi vida simplemente te estaban esperando a vos para quelas pasaras a buscar.


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9maginate un tren, un tren gigante, con muc#os vagones. 9magin" que subs en el un

da de lluvia como #o*. :a* demasiadas !ersonas en el and%n, * muc#os m"s dentro

del vag0n. 1 entre todos esos rostros, entre todas esas vidas que van o vienen, re!ar"s

en una mirada. ;na sola mirada que #ace olvidar el tren gigante con sus muc#osvagones. ;na mirada que desenfoca el mundo.

A#ora entend%s !or qu% no !uedo dejar de !ensar en vos/


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Cabil#o . /uramento

5stoy seguro que te vi cruzando la esquina, mientras yo via%aba en colectivo. "odr'a %urarlo =y vos sab#s que no soy de %urar>, con!esarlo, repetirlo hasta quedarmedormido. 5stabas con el cabello rubio, aunque vos siempre !uiste pelirro%a, pero era undetalle menor comparado con los cent'metros de altura que ganaste, casi me sacásuna cabeza de di!erencia. te %uro =aunque no soy de %urar> que eras vos, aunquecuando pude ver tu rostro era completamente distinto a la &ltima imagen que guardodesde que nos despedimos. no vengan a decirme que es un delirio, porque yo s# quenadie más puede verte en alguien alta y rubia, pero yo s'. o te vi cruzando la esquina,yo te vi en esa chica.

e vi y %uro que eras vos.


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&ie#ras . A+eni#a #e Ma.o

?;, ya empezamos mal. 8Caballero, si está usted solo me temo que voy a pedirle queuse una de las banquetas !rente a la barra9. +i, estoy solo, gran novedad. (o es culpam'a llegar siempre puntual, incluso más temprano, a las citas, mientras que por otrolado ella carga con una impuntualidad capaz de escandalizar a la mism'sima Eeina de@nglaterra. )s' que heme aqu', con una cerveza y una !uente llena de palitos salados!rente a m', mirando alternativamente, el celular, la puerta y una de las chicas de labarra, no porque tenga intenciones non sigo esperando, como ahora. miro el celular, las sietemenos diez. +erá de ios.

4uiero pagar la cerveza, necesito hablar con alguien mientras estoy acá sentado,aunque más no sea la chica de la barra que debe pensar que soy un imb#cil, o alguienmuy t'mido, o seguramente las dos cosas. *e contesta que si quiero la otra cervezaantes, porque es 8:appy :our9=concepto inventado para que los o!icinistas alienadosolviden sus vidas miserables y carguen energ'a para al d'a siguiente volver a sus

cub'culos de 11 y se les pasen las semanas, los meses y los aos de esa manera,resumiendo es algo as' como la 8+oma9 que tomaban los persona%es de An mundo!eliz, ese libro de :uley que siempre me gusta citar para hacerme el interesante enciertos eventos sociales, si, lo hice tambi#n con ustedes queridos lectores,enti#ndanme, me acabo de presentar como un tipo que se la pasa esperando casirid'culamente, as' que perm'tanme halagarme un poco tambi#n, qu# caramba >. si esla :ora 6eliz, seamos !elices, pidamos la otra cerveza, es un buen negocio al !in y alcabo. *e o!rece tambi#n limón, le digo que s', y hasta tambi#n le digo 8racias9 conuna sonrisa capaz de derretir los hielos del vaso de !ernet que está preparando. Analástima que no haya levantado la vista ni un momento para verme.


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5stá buena, eh =la cerveza, no la chica>. La apuro bastante más que a la primera, yhasta la acompao con algunos palitos salados. :asta me olvid# de seguir la rutinacelular


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tras palabra, como si !uera una ametralladora verbal con in!initas balas que llevangrabado 85cusa9 en cada una de ellas. (o la oigo, me pierdo en sus o%os, pienso encuánto la amo, pienso en cuán cerca creo estar siempre de que se me caiga el mundoencima. al !inal nada es tan grave, dos horas de espera por un minuto con ella, porese minuto donde me quedo detenido en el tiempo a solas con sus o%os. 5s algo que no

cambiar'a por nada del mundo.


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&ar'ue Ri+a#a+ia

:oy estabas mucho más linda que de costumbre. :asta en cierta manera, !ue como sivolviera a verte despu#s de un largo tiempo. )unque solo hab'an pasado unassemanas. +entado ah', de%# que te acercaras, y el silencio parec'a detener el tiempo,las luces, los autos. )lrededor la nada, y dentro de ella, nosotros. us o%os brillantes merecorr'an entero, solo pod'a sonre'r para que descubras cuánto te hab'a etraado,cuánto camino hab'a de%ado atrás y sobre todo, que puedas ver en ellos lo &nico quequer'a que supieras. 4ue me hac'as !eliz.

) tu lado me sent'a completo. Bolar con la compa'a de las palabras, saber que elmundo pod'a doblarse hasta caber en la palma de la mano. 5ncontrar en la simplezade las cosas un motivo para sonre'r. +in embargo, nada era igual. 5stábamos ah' comosiempre, pero cada d'a sin vernos eran miles y miles de ;ilómetros que ya no ten'anvuelta atrás. +ent' rabia, miedo, ganas de gritar, pero me limit# a mirarte de nuevo,pero ahora sab'a que iba a perderte. Bos parec'as entenderlo, y tampoco di%iste nada,no era necesario. iraste sobre tus pasos y, tal vez era mi imaginación, pero caminabastan lento como si quisieras de%arme un recuerdo que alcanzara para todas las nochesde soledad que llegar'an. (o di%e nada. (o tuve el valor. "ero se que vos tampoco lohubieras querido.

:oy estabas mucho más linda que de costumbre, como si hubieses adivinado que erala &ltima vez.


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Callao – Acto III

8*e tengo que ir9 di%iste. 5l ca!# a&n sin tocar. us o%os tan a%enos a lo que pasaba enese momento. te levantaste de la mesa con cuidado, como si supieras que el pisoestaba repleto de mis ilusiones, las mismas que hab'an aparecido deba%o de mialmohada esa noche que hablamos hasta tarde. Las mismas ilusiones que guard#durante mucho tiempo, que cuid#, que pul' delicadamente hasta que sent' queestaban listas para que las pudieras ver. 8a vas a conocer a alguien9. La puerta de lacalle se abr'a de par en par. *i cuerpo que no se mov'a ni un cent'metro, comointentando con ello detener el tiempo. (o para siempre, solo lo su!iciente para noolvidar lo hermosa que estabas ese d'a. 8*e tengo que ir9 di%iste. pas# el resto de lanoche !rente a un ca!# sin tocar mientras el suelo segu'a plagado de mis ilusionesequivocadas.


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El Circo #e Carre)our

6acundo les tiene miedo a los payasos. Il lo atribuye a que cuando era pequeo tuvo lamala suerte de quedar !rente a un televisor donde "ennyJise descuartizaba a susv'ctimas una atrás de otra. )unque hay algo más, algo que se guarda solamente paras'.

Cuando 6acundo ten'a cinco aos, sus padres lo llevaron a un centro comercial enplenas vacaciones de invierno. :ab'a demasiada gente recorriendo todos y cada unode los pasillos, hasta que de repente llegaron al estacionamiento al aire libre donde sealzaba una carpa de circo monumental. +u padre sonrió y di%o7 8Cuando era chico noten'amos el cine ni los video%uegos, uno de los momentos más especiales para todosera el mes que el circo llegaba a la ciudad. a vas a ver, es una maravilla9.

no se equivocó. 6acundo sent'a que sus o%os no alcanzaban para admirar la bellezade las contorsionistas europeas, la valent'a de la !amilia de trapecistas, el estudiadomisterio que rodeaba a 6#li, el mago. :ab'an bastado quince minutos de espectáculopara trocar cierto escepticismo inicial en verdadero entusiasmo. -a%o la orgullosa yemocionada mirada de sus padres =quienes ve'an por !in a su hi%o dis!rutar de algo queno necesitara electricidad> 6acundo re'a, aplaud'a a rabiar y !este%aba cada truco.

5l shoJ terminó, los artistas saludaron por &ltima vez reunidos en la pista y el p&blicocomenzó a abandonar de a poco las tribunas. Concentrado en su paquete de

pochoclos, 6acundo no advirtió que una de las contorsionistas europeas pasócorriendo a su lado de%ando una nube de purpurina desprendi#ndose de sus cabellosdorados. "ero lo que s' notó !ue el sonido que se oyó despu#s. "rimero apagado, luegocada vez más !uerte, más n'tido. +us padres se mostraron sorprendidos primero, yluego verdaderamente conmovidos. 5n el !ondo de la carpa, sentado en el mismotaburete donde el león hab'a asombrado a todos, "ericles, el payaso con la me%orpunter'a para arro%ar pasteles de crema, lloraba. Lloraba con un sentimientodesgarrador, sin que le importara trans!ormar su maquilla%e en algo casi grotesco.@nmóvil, salvo unas pequeas sacudidas producto del es!uerzo que le costaba respiraren ese momento, "ericles lloraba. toda la alegr'a del circo se es!umó en ese instante.

"or eso 6acundo les tiene miedo a los payasos. "orque inmediatamente se acuerda de"ericles y su llanto de nio. 5n su mente quedó ese recuerdo de la primera vez que vioa alguien su!rir por amor, a&n sin comprenderlo del todo. (o es miedo a los payasos,es miedo a terminar alg&n d'a como "ericles, llorando como un nio. Cuando lerompen el corazón a alguien, 6acundo piensa en "ericles. Cuando ve a un payaso,piensa en "ericles y su llanto. le da miedo.


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El Amor Se Esca01

La ciudad de *erlo tiene solamente una )venida principal, por la cual transcurreprácticamente toda la vida de ese lugar. 5n esa avenida con boulevard central puedenencontrarse las tiendas, las helader'as, los puestos de diarios. tambi#n aparecenentre la gente el amor. esapercibido para muchos, de incógnito como si !uera untranse&nte más, pasa el amor.

icen que llegó al oeste una tarde de verano, escapando de la locura de -uenos )iresque tan mal hecho. 4ue necesitaba un lugar tranquilo, y solito construyó su casa entrelas v'as del tren que va hacia Lu%án, precisamente porque ese sonido de vagones unavez al d'a lo calma, le trae recuerdos de urbe.

el amor toma helado de crema del cielo en Cremolatte, y cuando tiene ganas de nopensar en nada, camina despacio hacia el puesto de diarios que atiende $erem'as y lepide alguna revista sobre animales. )l amor le gustan los animales. /4ue cómo nadienotó que el amor está ah' 5s una pregunta algo complicada, el amor siempre r'e ydice que el no toma recaudos, más allá de una bu!anda los d'as de mucho !r'o. 8"areceque nadie quisiera notar que estoy a su lado9, me cuenta mientras toma un mate enetremo dulce. 8"ero no me que%o, yo s# que en alg&n momento va a venir unmuchacho a pedirme ayuda, o una chica con ganas de recibir conse%os. :asta entonces,no hay mucho para hacer9.

(o pude evitar el brillo en sus o%os cuando di%o 8va a venir un muchacho9. (o, amor,no creo que me est#s esperando a mi. a&n si estuvieras dispuesto a ayudarme noquiero. "ero podemos ir a tomar un helado de crema del cielo en Cremolatte para queme cuentes todas las historias que se han te%ido desde que las primeras dos miradas secruzaron para hacer latir más rápido un corazón. nada más.

Contame amor, contame cómo es enamorarse, cómo es amar. 5ntre todos los quecaminan por la )venida sin darse cuenta que estás ahi, yo quiero acompaarte.


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Una istoria con +os: Acto II

/e acordás aquella vez que nos vimos ?%alá me contestaras que s', porque en micabeza a&n son varios recuerdos inconeos, sobre todo los momentos previos a quevos me encontraras sentado en un banco de la "laza de *ayo. e acercaste caminandodespacio, algo insegura de cómo deber'as saludarme, y yo te sonre'. (o s# que tehabrá parecido a vos, pero esa en particular !ue una sonrisa vac'a, una especie de luzde alarma como cuando vas mane%ando y el tablero se ilumina para indicarte que ya nohay combustible. Baya comparación, acertada porque a esa altura de la noche mesent'a sin !uerzas. te llam#, porque, no quer'a estar solo. (unca quiero estar solo, esalgo que me cuesta horrores mane%ar =s'ndrome del hi%o &nico, que le dicen>.

Biniste a buscarme, despu#s de un llamado en el que ni siquiera tengo claro qu# !ue loque te di%e, y me abrazaste a pesar de mi olor a alcohol y cigarrillo, todo lo contrario atu 8vos9 actual. tu per!ume, que a&n suelo chocarme de !rente en las calles y mediosde transporte. 5ra como una sensación de hogar, de calidez, le%os de esa "laza de*ayo tan oscura y algo intimidante de noche, con el vagabundo que me pidió cincocigarrillos en menos de diez minutos, cada uno de ellos como si !uera la primera vez.

e bes#, para intentar quebrar ese momento incómodo de 8?h, nos estamos viendodespu#s deF9. comenzamos a caminar, mientras yo parloteaba cosas sin sentido,solo para intentar por todos los medios que no me veas llorar. no llor#, gran m#ritopersonal, y tampoco hice ninguna de las locuras que se cruzaron por mi con!lictuadamente en esos minutos que te esper#. !ue por vos, solamente por vos. Bos estuvistecuando necesitaba no estar solo. )s' que, despu#s de los meses que pasaron, de lascosas que compartimos, este 8racias9 es para vos, y aunque no la puedas ver, misonrisa tambi#n. "ara vos, por vos.


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Corrientes – Acto III: Urugua. o Monte+i#eo

:agamos de cuenta que nunca nos conocimos. 4ue nunca caminamos %untos por)venida Corrientes perdi#ndonos en todas y cada una de las librer'as, que nuncacompartimos una mirada cómplice al encontrar un libro que cre'amos perdido parasiempre. Bamos a pretender que no subimos %untos a ese tren rumbo al ?este donde,sin siquiera darme cuenta, comenc# a %ugar con tu mano y termin# besándote porprimera vez. (o, !ueron todos inventos m'os, pequeas ilusiones para sentirmesolamente un poco menos solo. seguro no recordás volver a vernos en esa esquinadespu#s de tanto tiempo sin hablar, el encontrarnos enseguida dentro de ese r'o degente. Caminar, tomar un ca!#, intento volver cada vez más borrosos los recuerdos, esel camino a la inversa de cualquier otra persona. (o quiero volver a ellos, quiero irmele%os hasta perderlos por completo. 6unciona, de a poco, la caminata hasta tudepartamento en la calle AruguayF /o era *ontevideo u sonrisa cuando compr# unpaquete de galletitas que no toqu# en toda la noche. /alletitas de chocolate eran

Como un artista etrao, borro todos mis trazos. Como un detective de alg&n mundoparalelo, cubro todas las huellas de la escena del crimen. Como un amantedespechado, quiero olvidarme de todas las cosas lindas que me diste, porque es más!ácil que darles vida una y otra vez en mi cabeza.


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Una 2istoria Con 3os – Acto III

)cabo de llegar a mi casa, y siento como mis manos parecen que tuvieran vida propia,desesperadas por escribir. (ormalmente usar'a alguno de mis alter. entre tanta !icción que pueda llegar acrear con esta cabeza algo cansada, hay verdad, pero pre!iero de%ar que te diviertasabriendo cada una de las puertas mientras yo pienso, y decido si de%ar las cosas comoestán o si, por una maldita ocasión, termino tomando la iniciativa de ir a buscarte. ? almenos de%ar que me encuentres.


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Caramelos

odos los 1K aparecen. 5n mi cama, en la ventana, a veces incluso misteriosamenteestán escondidos en el bolsillo de mi saco. Eo%os, azules, amarillos, siempre los sientollegar, nunca a la misma hora, pero son puntuales en su cita. Los caramelos quesol'amos comprar para regalarnos besos de sabor !rutal. +abor adolescente, en labiostan poco acostumbrados a compartir. ) pesar de todo, no me atrevo a abrirlos y adis!rutar siquiera de uno de ellos, los miro, los estru%o tanto en mi mano que casipodr'a !undirlos en ella. terminan dentro del ca%ón, porque hace tiempo que loscolores me abandonaron, y que esta boca solo tiene gusto a cigarrillo.

(o me cuesta demasiado imaginar cuál es el origen de los caramelos, as' como el diariolo trae el nio pecoso en su bicicleta, o las cartas el amigo de la in!ancia de mi t'o, quecuando me ve por la calle me pregunta cuándo voy a %untarme con ellos a tomar unacerveza. tampoco necesito sentir el sabor en mi paladar para recordar esas maanas,tardes, noches, aunque las veo como una pel'cula, o como esos vie%os cap'tulos de miserie !avorita en los que siempre me adelanto a los diálogos aunque termino ri#ndomede los mismos chistes. :ay d'as en los que me pregunto qu# hubiera pasado. "ero soncada vez menos al !inal del mes, al !in y al cabo todo parece indicar que ya no soy elsoador que alguna vez conoció.

5lla siempre env'a caramelos, celebrando el aniversario de quien alguna vez !ui.


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3os

/+ab#s lo que pasa ) veces simplemente me canso de tanta virtualidad, de leer lo queestás escribiendo sin poder siquiera imaginar la cara que pon#s en ese momento. :agochistes y me tengo que con!ormar con un 8%a%a%a9 que ni siquiera s# si es de verdad, y silo esFsiento que me pierdo de o'r la risa más hermosa del mundo. ? cuando hablamosdel amor, de por qu# nadie nos entiende, siempre llega el punto en el que mis brazosabrazar'an el monitor, te %uro, si al menos la pantalla tuviera la cent#sima parte de vos."ero no. (unca pasa, y a esta altura realmente dudo que un d'a pase. a veces meeno%o, aunque no lo demuestre, y no es que me eno%e con vos, me eno%o conmigomismo por creer que las historias de las pel'culas pueden pasarnos a gente comonosotros. es que simplemente me canso de imaginar cómo ser'a estar %untos de verdad.


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Esos Lugares (-!

5vitaba esos lugares. eliberadamente era capaz de duplicar el tiempo de via%e haciasu cita semanal con el psicólogo sólo para no verse obligado a cruzar aquello queconsideraba 8zona de guerra8. Como esas pel'culas y discos que solemos archivar parasiempre en alg&n ca%ón de nuestro placard y de nuestras vidas, as' hab'a trans!ormadoaquel sitio =y tantos otros> en terrenos imposibles de visitar otra vez. 9)lg&n d'aF9pensaba en ciertas ocasiones, cuando el recuerdo lo sorprend'a con la guardia ba%a, ysiempre volv'a a elegir no hacer la combinación entre l'neas de subterráneo, aunqueeso implicara caminar de más y soportar calor en verano, !r'o en invierno, lluvias encualquier momento del ao.

!ue %ustamente en un d'a de lluvia donde, de maneras misteriosas hasta para s'mismo, volvió a tomar un ca!#. 5mpapado hasta los huesos esperó paciente su turno,hizo su pedido y se acomodó acompaado por su libro en uno de los amplios sillonesque daban su espalda a la barra. Cuánto tiempo hab'a pasado ya, pero el recuerdosegu'a pegado a las paredes, como congelado, como esperándolo para mirarlo a loso%os y decirle 8a está, ya pasó9. Las gotas se deslizaban como en una imaginariacarrera hasta destruirse contra la vereda o contra alg&n desprevenido, mientras la vozde om aits murmuraba en su o'do una canción en la que pide no enamorarse de esamu%er en el bar. (o se sent'a triste, tampoco !eliz. +' estaba aliviado, como cuando unoes pequeo y descubre que una vacuna no es tan dolorosa, o que desaprobar uneamen no es el !in del mundo. 9a está, ya pasó8, di%o ese recuerdo gris, para luego

abrir la puerta y marcharse. a está, ya pasó, se repitió el mientras apuraba el ca!# ycomenzaba a leer su libro. a pasó.


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(ienaventurados aquellos que no tienen miedo de estar solos, !ues una noc#e !odr"n

conocerse a s mismos.

(ienaventurados los que sufren noc#es de insomnio !or mirar un ca!tulo m"s de su

serie !referida !orque ansan conocer mil * una #istorias.

(ienaventurados quienes aman la música, nunca se van a sentir solos.

(ienaventurados esos que se dejan conmover !or el arte, en cualquiera de sus formas.8ienen en sus manos el secreto de la felicidad.

(ienaventurados los que sufren !or amor, !orque su cora'0n vivir" !ara siem!re.

(ienaventurados los que saben abra'ar * ser abra'ados, su cuer!o es un arma

!oderosa como un faro en el medio de la oscuridad.

(ienaventurados ustedes que leen, !orque guardan una tradici0n que el mundo #a

olvidado #ace tiem!o.

(ienaventurados aquellos que se sienten incom!rendidos, !orque su alma es única.


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Microamor

:oy tuve otros de mis episodios de 8microamor9=1> en el colectivo. Ana chica conanteo%os gruesos y un libro en la mano. ) veces pienso que tendr'a talento comoguionista de televisión porque en apenas 20 minutos de recorrido pude imaginarmeuna vida entera con ella. Lo raro no es eso, en realidad. Lo raro es que me acostumbr#a que me pase bastante seguido. Convivo con el microamor con cierta culpa, comoaquellos que %uran estar a dieta y a escondidas no evitan un bombón de chocolate."ero el microamor no pide permiso, llega a tu corazón, patea la puerta y se instalacómodamente en tu sillón !avorito hasta que tiene ganas. )s' de descort#s, as' deimpulsivo. "ero =por suerte> no es omnipotente y sabe que sólo puede %ugar en el patiotrasero sin que lo vea la conciencia. 4ue siempre !rena las palabras que quer#s decir,que mantiene tu imagen de chico callado concentrado en la m&sica que escuchamientras mira por la ventana del colectivo. 4ue evita que saltes de tu asiento a decirle8:ola, quiero que me de%es conocerte9, y seguramente al evitar eso evite que tetomen por loco. Luego el microamor se aburre de tanta pasividad y se marcha,pateando nuevamente la puerta, mientras vos te quedás con una sensación rara. volv#s a tu casa pensando en escribir lo que te pasó como si a alguien le interesara.

4 en estú!idos, como es mi caso.


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Los Enamora#os

llegó el d'a donde los enamorados se cansaron de esperar. (o hab'a quien escribieraversos a la luna, no se o'an más las canciones improvisadas en alg&n bar. +implementese cansaron, todos al mismo tiempo. decidieron de%ar de pelear.

5l primer d'a no ocurrió nada !uera de lo com&n, el mundo hab'a cambiado demasiadopara notarlo. uvieron que pasar semanas para que las radios se volvieran aburridas ylas pel'culas se quedaran sin historias que contar. "orque todas las pel'culas hablabande amor, o de la !alta del mismo. la gente com&n, aquella que lee el diario por lasmaanas mientras toma un ca!# recalentado, entró en pánico.

Corr'an por las calles buscando a los románticos que hab'an conocido en su vida. Laseora con ruleros que se burlaba a escondidas del %ovencito de o%os tristes queescrib'a sin parar en su cuaderno de tapas verdes, ahora golpeaba desesperada supuerta, sin obtener respuesta. 5l dueo del bar donde esa chica de pocas palabras setrans!ormaba en una voz mágica que le hablaba a su pr'ncipe azul, preguntó a todossus clientes si la hab'an visto, si pod'an pedirle que vuelva.

"ero los enamorados no estaban más. +e los hab'a tragado la tierra. el mundo sevolv'a cada vez más triste, etraándolos. de tan tristes, comenzaron a componercanciones que hablaban de los buenos tiempos donde hab'a enamorados. escribieron libros sobre los que cre'an en el romanticismo. :asta !ilmaron pel'culas

recreando escenas que los más memoriosos atesoraban acerca de encuentros !urtivosen el autob&s o sonrisas compartidas.

)s' !ue que pasó. Los enamorados se !ueron, pero de%aron un mundo de enamoradostras de s'.


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4A#1n#e +an los 'ue no #uermen5

5iste una ciudad sin nombre donde nunca es de d'a. +olamente muy pocos conocensu apariencia, y ni siquiera ellos =a&n ba%o la más dolorosa tortura> podr'an eplicarcomo llegar. 5s la Ciudad de Los 4ue (o uermen. no hablo del sueo que todoseperimentamos, de esa manera de dormir. :ablo de todos los que cuando cierran suso%os en el silencio de su habitación, siguen pensando y sintiendo. Los que si estántristes se despiertan a&n más apesadumbrados, porque en toda la noche sin dormir sucorazón !ue opacándose más y más./ónde 5n la Ciudad de Los 4ue (o uermen.)quellos l&cidos que recuerdan algo de sus via%es a dicha ciudad, la describen comouna red de caminos sin !in, avenidas, autopistas, costaneras, cada uno de los turistasque noche a noche la visitan caminan sin cesar por ellas. +iempre es de noche, pero deesas noches de verano donde las estrellas brillan con más !uerza y la brisa te acaricia elrostro. (adie habla con nadie, todos caminan. "ero hay un detalle.Las miradas !urtivas entre los caminantes de%an su huella. /Biste cuando estás en alg&nlugar y de !orma completamente inesperada aparece alguien a quien cre#s conocer deantes, aunque sea un completo etrao 6elicitaciones, acabás de encontrarte conotro turista de la Ciudad de Los 4ue (o uermen.


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Cl6sica . mo#erna

Callao, avenida llena de historias y un bar con biblioteca no es lo mismo que unabiblioteca con bar.

5ra nuestra primera cita, aunque creo que ustedes me entenderán si les digo que nome encontraba nervioso en lo más m'nimo. 5s una venta%a de estos tiempos modernosel poder saber muchas cosas sobre una persona incluso antes de conocerlosrealmente. 5s un concepto que se aplica en varios niveles y en este caso hablamos deencontrarnos por primera vez con esa chica, la de los veinte amigos en com&n en6aceboo;, el gusto por la m&sica !rancesa y los hábitos vegetarianos.

+i tengo que ser honesto, no cre' que !uera a !uncionar. )unque eist'a un detalle quenos un'a7 despu#s de varias charlas hab'amos llegado a la conclusión que ambos#ramos dos románticos incurables, y claro, eso precipitó nuestro encuentro.)s' que ah' estábamos, sentados uno !rente al otro en aquel bar con biblioteca.5scondido a simple vista, recib'a esa especie de primera cita. Clásica y moderna, comoella, una $ulieta Capuleto del siglo MM@.

La charla !ue tomando velocidad casi sin darnos cuenta, como si en vez de un par dedesconocidos !u#ramos un par de vie%os amigos que se reencuentran luego de muchotiempo. e repente, una pare%a de ancianos entra al bar y ella se quedó en silencio. *emiró con unos o%os tristes que hasta hac'a unos segundos no estaban ah'. mientras

me tomaba la mano, comenzó a hablar7

< +on tiempos etraos, demasiado etraos. "arece que sacri!icamos el sentir más,por el sentir mucho, y esas epresiones no son sinónimos. Bos antes pod'as hablar conalguien de, digamos, treinta aos y preguntarle sobre cuántas relaciones hab'a tenidoen su vida. La mayor'a te contestaba dos, tres, cuatro a lo sumo. 5 incluso muchosestaban casados con la &ltima persona de la lista. )hora es tan distinto, el concepto de8estar en pare%a9 se aseme%a a una lista de requisitos a cumplir y terminásacostumbrándote a eso, a cumplir con lo que supuestamente hay que hacer para 8ser!eliz9. (adie se es!uerza por construir una relación, ni siquiera una amistad que dure.

)l primer signo de que las cosas no pueden !uncionar, hasta luego y buena suerte. noentienden que las pare%as que valen la pena no son aquellas que nunca su!rentormentas, sino las que se toman la mano para transitarlas %untos. 5s mucho es!uerzopara la gente moderna, se quiere todo ahora, todo ya. /Cómo sobrevivir en estemundo con una idea anticuada del amor /:ay que mentirse, hay que resignarse yterminar tres aos despu#s sintiendo que desperdiciaste tu vida y la de alguien más

(o pudo evitar que algunas lágrimas gruesas cayeran detrás de sus lentes, pero siguióhablando.


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< nada tiene sentido, y cada vez que creo que las cosas pueden cambiar, eli%ohorriblemente mal. 5s un maldito talento que tengo. "ero lo voy a seguir intentando,porque pre!iero buscar ese amor de pel'cula en cada librer'a de la ciudad antes que megane la desesperación de la soledad, porque más allá de lo que pueda lastimarme a m'misma, hay tanta gente herida emocionalmente allá a!uera. no puedo romper,

encariarme, desarmar todo. )&n as', a pesar de o debido a eso, creo en el amor."orque el mundo se cae a pedazos, las personas cambian, los sentimientos quedancada vez más vac'os. La gente se pierde todo el tiempo, pero yo me quedo acá y con!'oen el amor. +implemente se trata de amor, /entend#s

+onrió.

< +olamente el amor nos puede salvar.

Llamó al mozo y le pidió un %ugo de naran%a. *ir# de reo%o su @"od &ltima generación

con la tapa de un disco de (ino -ravo.

)s' era ella, clásica y moderna.


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8engo miedo de llegar a conocerte, !orque sim!lemente al verte me enamor% de vos.

Me !regunto qu% !ensas, si imagin"s tanto como *o, si me etra7"s cuando no esto*.6uiero encontrar tus ojos lejos, fuera de la lu' roja, en la Avenida junto al bar.

Preguntarte si es verdad que quer%s estar conmigo, escuc#ar tus !alabras en mi mente

cantar. )ste lugar est" lleno de !ersonas que no entienden, que no saben amar.


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/orge

$orge se quedó pelado hace unos aos, y ganó bastantes ;ilos tambi#n. :ace tiempono %uega al !&tbol y as' de%ó trunca una prometedora carrera como delantero goleador.Cuando era %oven. $orge !ue todo un rompecorazones en su colegio, y no por nadaconsiguió a una de las mu%eres más lindas y valientes que conozco.

) pesar de ser un cincuentón, $orge no aparenta su edad. 5s !anático de Eiver "late y leencanta escuchar a los grandes cantantes románticos de la vie%a escuela, llenando lacasa de discos de (ino -ravo, Leonardo 6avio y +andro.uvo muchos sueos de %oven, y uno a uno los !ue de%ando ir, pero no se arrepiente.Ana vez me contó que hubo un d'a en el que simplemente de%ó de mirar hacia arriba ydescubrió que aba%o, sobre la tierra, estaba todo lo que #l quer'a. Ana !amilia, amigos,cosas que algunos podemos considerar 8simples9 pero que para #l bastaron, y a&nbastan.

)unque ya no lo hace, $orge dibu%a muy bien. le encantan las historietas, sobre todolas de superh#roes, es la &nica persona 8mayor9 en toda su ciudad que sabe cuántosLinterna Berde hubo o es capaz de recitar la !ormación entera de la Liga de la $usticia ylos Bengadores.

(o tiene t'tulo universitario, pero es muy inteligente, tiene esa sabidur'a de los aos,de leer por gusto, de mirar pel'culas que hablan de cosas que seguro nunca va a vivir,

pero que ans'a conocer. $orge nunca limitó su cabeza, y tampoco su corazón.

) $orge lo llaman de muchas maneras7 eorge, $orgito, Cone%o, y acorde a su edad, losdemás lo llaman 8seor9.

o le digo papá.


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Una 0elota #e goma

5l amor salta de unos a otros como si !uera una pelota sobre una multitud. o te amo,pero vos lo amás a #l, y #l está enamorado en silencio de ella hace meses. 5ntonces,todos lanzamos nuestra pequea pelotita rosa de goma esperando rebote y vuelva anosotros, pero no. Ba, va, y no vuelve.

5s en ese momento donde creemos que todas las canciones de romances nos mienten,que el amor es lo más abyecto del universo. Ana porquer'a, eso es el amor. (ossentimos vac'os e impotentes, pero no nos animamos a reconocer que etraamos esapelotita rosa que alguien no nos quiso devolver. o era de esos, sab#s, me acuerdo quehab'a hecho mi gran lanzamiento a los 1N aos, con una chica de sonrisa !ácil y o%osverdes como las ho%as de los árboles en verano. La pelotita marchó, rápida, alta, llenade esperanzas, y !ue como si se la tragara un mar negro. (o volvieron, ni la pelotita niella. perd' las esperanzas de que me tocara a m' alguna vez ser el protagonista detodas las pel'culas de amor.

)noche estaba volviendo apurado a casa, y en la esquina me choqu# con una chica,de%ando una montaa de !otocopias en el suelo. *ientras las %untaba, ella mencionóalgo como 8"erdón, es que ven'a escuchando m&sica y me olvid# de todo lo demásF9pero no alcanc# a o'rla bien. +ólo pod'a ver lo que hab'a quedado en el suelo, entre suszapatillas y las m'as. Ana pelotita rosa, de goma. +onre' y sin que ella se diera cuenta laguard# en mi bolsillo, mientras la tomaba de la mano. La casualidad hizo que

comparti#ramos el colectivo de regreso, y que comparti#ramos gustos, y quetermináramos compartiendo nuestra vida. odo por una pequea pelotita de gomarosa.


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Mensa7e

:ola. a s# que no nos conocemos, pero quiero que sepas que te estoy escribiendo avos. +i, a vos. s', es raro. "ero antes de que pienses que esto es muy rato y de%es deleer, quiero eplicarte algo. +eguramente hubo momentos donde sentiste que elmundo se ca'a sobre vos, que nada sal'a bien, que todos eran enemigos tuyos y sólobuscaban lastimarte. al vez lloraste, golpeaste las paredes de tu habitación o tea!erraste a la almohada, mordi#ndola para no gritar.

Como un cient'!ico sádico, eperimentaste con tu dolor, buscando las canciones mástristes que conoc'as, las que hablaban de dolor, las que te tra'an recuerdos que erancomo baldes de agua !r'a en pleno invierno. 5sperabas llegar al l'mite de la angustia,sobrecargar tanto tus emociones hasta que, como si !ueran un aparato el#ctrico, seapagaran solas. ya no doliera.

/"or qu# te estoy contando esto icen que el peor dolor es aquel que no te permitesiquiera llorar, como si no quisiera irse de tu alma, golpeando y sacudiendo todo tuinterior hasta que no queda nada en pie. a perd' la cuenta de cuántas noches dedomingo pas# as', pero por alguna razón a&n estoy acá, y maana va a brillar el sol, yme voy a re'r, y voy a volver a creer que hay algo más esperándome allá a lo le%os, algobueno, algo me%or.

"or eso, si llegaste a leer estas l'neas, acordate que no estás solo, que a lo largo de la

historia de la humanidad hubo gente como nosotros, y algunos de ellos cambiaronpara siempre el mundo porque cuando la campana sonaba y el nocaut estaba cerca, noquisieron tirar la toalla.


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,89

(uestra relación se basaba en las despedidas. 5n la estación de subte, cuando luego detres o cuatro horas de clase en la universidad nuestros caminos se separaban. 5n laestación de tren, volviendo de alg&n que otro recital. 5n mil y una paradas decolectivo, de d'a, de noche, recorriendo la ciudad que tanto aprendimos a querer.+iempre la despedida era el momento donde nos dábamos cuenta por qu# decidimosestar %untos, era nuestra garant'a de amor, despedirnos con un beso desde la distanciaque dec'a 8Chau, nos vemos la semana que viene9.

Bos te acurrucabas en mi pecho si hac'a !r'o, o apenas nos tomábamos de la mano, %untando las puntas de los dedos cuando la temperatura agobiaba. -esos a escondidassentados en alg&n banco perdido, chistes internos que nos hac'an re'r tanto que unavez aquella seora de pelo blanco nos trató de locos o comentarios sobre alg&n hechodestacado del d'a %untos. Los tiempos eran di!'ciles y aunque muchos adolescentesve'an como los rostros de sus padres se endurec'an cada vez más sin entender muybien qu# pasaba con el pa's, nosotros no #ramos de esos. Las pegatinas en los pasillosde las aulas, las reuniones clandestinas para hablar de pol'tica, las ganas que ten'amosde cambiar el mundo como modernos revolucionarios. antos rostros de gente que yano logro recordar, !uimos una !amilia unida por un v'nculo más !uerte que la sangre7 laidea de querer un pa's me%or.

(uestro amor crec'a al ritmo de las persecuciones, de chicos y chicas como nosotros

que una noche estaban ah', subidos sobre una mesa trans!ormando sueos en ideas,ideas en hechos. Libertad, igualdad, los derechos que sab'amos propios, la voluntad dehacer las cosas bien, eran conceptos tan grabados a !uego en los corazones que en unpunto ya no alcanzaba con protestar, porque del otro lado no hab'a palabras, hab'aviolencia. un corazón %oven =equivocado o no> siempre elige apagar el !uego con más!uego.

) lo largo de los aos, mucho se ha hablado, quizás para compensar los aos desilencio que siguieron a esa lucha tan desigual. (osotros #ramos tan chicos, y nosvimos encerrados en un %uego de adultos, si es que se los puede considerar personas a

todos esos que con el preteto de un bien 8com&n9 se autoproclamaron guardianes deun 5stado dictador. nosotros #ramos chicos, con sueos, con ideas, dios m'o, todav'ame pone la piel de gallina pensar en cuantas mentes se llevaron, cuantos proyectosnunca llegaron a nada, cuanto nos robaron, cuanto me robaron a mi. Ana tarde delluvia, y de repente golpes, corridas, todo se volvió con!uso. Las nubes de polvo nosenvolvieron y cuando por !in pude ver a trav#s de la niebla, vos ya no estabas ah'. desde entonces hubo un vac'o en mi vida, un vac'o que se llenó con tantas cosasinsigni!icantes, pero yo no me olvid# nunca de vos. (unca. )s' como ninguno denosotros olvidó, los que quedamos de este lado, por !ortuna o por qui#n sabe qu#.

5stamos todos %untos, en los recuerdos de aquella #poca, y ah' seguimos siendo %óvenes, aunque los aos se acumulen de%ando polvo gris sobre mi cabeza. +omos


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%óvenes, con sueos, con amor, con ideas, y seguimos %untos. o todav'a creo en eso,creo en vos, en nosotros.

"or eso cuando te llevaron no lo sent' como un adiós, sino como un hasta luego. )l d'ade hoy a&n espero en las paradas de colectivos, en las estaciones de tren o los pasillos

angostos del subte alguna seal que me indique que vas a volver. "orque yo s# que vasa volver, y que en ese momento ya no habrá necesidad de besarte con un 8(os vemosla semana que viene9. (unca más.


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Sin t%tulo#oc

:ola, antes que nada quiero pedirte perdón por estar usando tu noteboo; =la cual yano es más 8nuestra9 desde que ayer hicimos por tel#!ono la división de los bienes paradecidir qu# pod'a llevarme del departamento>.

(o deber'a, lo s#. "ero la vi encendida y, dado que no tengo una simple ho%a de papelencima, era esto o arrancar alguna ho%a de los libros que me estoy llevando en esasca%as. vos sab#s que para m' los libros son tan sagrados como las vacas para unhind&.

5n !in, no s# cuando vayas a leer esto, aunque lo est# de%ando en tu des;top, a plenavista, s# que sos lo su!icientemente distra'da para no notar su presencia por unoscuantos d'as. 5s una carta de despedida, sab#s +eguramente no volvamos a hablardespu#s de la charla de anoche y no s#, siento que muchas cosas quedaron atrapadasen mi garganta, y siempre se me dio me%or escribir que hablar, ya me conoc#s.

/"or dónde empezar La verdad no tengo ning&n plan sobre como continuar esto,pero me quedan unos cuantos minutos hasta que llegue el tai y no puedo evitarponerme a pensar en las cosas que nos pasaron a los dos dentro de estas cuatroparedes. 5l d'a que nos mudamos llov'a, llov'a mucho, y lo primero que descubrimos!ue esa gotera en la cocina, hecho que nos obligó a conocer a "edro, el encargado deledi!icio y su boina inseparable, me acuerdo que el primer momento que nos vio di%o

que le recordábamos tanto a #l mismo y su esposa !allecida, y esa con!esión tempranahizo que en los momentos que le quedaban libres viniera a tomar unos mates connosotros. "obre "edro, hoy lo vi cuando sub'a y me saludó tan e!usivamente, creo queno se animó a preguntarme nada. *e%or que sea as', supongo.

4uiero que le mandes un beso grande de mi parte a Eosa, por !avor, decile que voy aetraar esos tallarines celestiales que me tra'a cuando vos estuviste de via%e y ca'en!ermo. )hora que lo pienso, tanto que nos que%amos cuando el tipo de lainmobiliaria nos di%o que era 8un edi!icio de vie%os9 y al !inal !ue lo me%or que nos pudopasar, casi todos adoptándonos como los hi%os, nietos, sobrinos que alguna vez

tuvieron. 5so s' que era lindo, sentirnos tan queridos hasta olvidarnos del miedo aestar solos en la gran ciudad.

(o voy a quedarme mencionando todos los detalles de la convivencia. 5sto era unacarta de despedida, as' que voy a despedirme de muchas cosas que de%o acá, quizáspara siempre. us besos a la maana, tus caminatas por el pasillo en remera para ir albao, tus ganas de cantar a cualquier hora. 5l ruido del eprimidor, la sarteneplotando al hacer pochoclos caseros, el bonsai que criamos casi como un hi%o. Lossilencios al atraparnos el sueo y las risas interminables que nos hac'an doler la panza.(o me llevo nada malo de estar con vos, a pesar de que las cosas no terminaron como

pude haber imaginado alguna vez. COest la vie, mon amour.


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Ana &ltima cosa, s# !eliz. 5ncontrate con todos tus sueos y traelos a vivir acá. 4uierodespertarme el d'a de maana escuchando tus canciones en la radio y sonriendo desaber que alguna vez te conoc', que tuve el placer, el honor, la suerte de cruzarme entu camino. e amo y te voy a amar siempre, pero tambi#n entiendo que, como unalimento, algunas relaciones vienen con !echa de vencimiento.

Cuando leas esto, borralo ni bien llegues al punto !inal, y quedate con esa imagen m'a,sonriendo como en esa !oto que nos sacaron en el "arque de la Costa, cerca de lamontaa rusa. )s' estoy sonriendo ahora, y as' me ir# con mis ca%as llenas de libros ydvds con pel'culas vistas mil veces por los dos. (o, ni una lágrima va a salir, porque vossos !elicidad, sos aire, sos luz, y eso es lo que cambiaste en m', para toda la eternidad.

5l mundo espera con los brazos abiertos que le regales tu amor, ese amor que aprend'a llevar conmigo a todas partes. 5se amor que sos vos, como si tu nombre !uerasinónimo de todo lo hermoso del mundo. )s' que no tardes mucho, eh /*e lo

promet#s

+uena una bocina desde la planta ba%a, seguro debe ser el tai que me viene a buscar.Cuidate mucho princesa, un beso gigante.


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&a06; so. ga.

*uchas personas nacen de nuevo despu#s de su!rir una eperiencia traumática, comoun accidente automovil'stico o un asalto con toma de rehenes. ) m' me bastaron trespalabras para hacer borrón y cuenta nueva. An reseteo pro!undo de qui#n hab'a sidoyo hasta ese momento, y un camino que se presentaba !rente a m' lleno de solamentecosas buenas. "uede ser que est# eagerando con lo de 8solamente9 pero quiero queme entiendan, que sepan un poco cómo !ue que llegu# a la conversación con papá, elque sonre'a orgulloso cada vez que le presentaba a alguna 8amiga9 y quien metransmitió la pasión por el !utbol, que nos un'a cada domingo gritando hasta perder lavoz cuando nuestro equipo anotaba un gol.

8"apá, soy gay9, di%e e instintivamente cerr# los o%os, no s# bien por qu#. (o es que esesperara un golpe o alguna reacción violenta. Creo que !ue algo as' como cuando temet#s de golpe a la baera y de%ás que esa sensación de bienestar te envuelva,dis!rutando como invade cent'metro a cent'metro tu cuerpo. 5sas tres palabrassalieron de mi boca y todas las dudas, los miedos, las tormentas que se desatabandentro de mi cabeza de%aron de tener sentido. "or primera vez en mucho tiempo sab'aque era lo que quer'a, qu# era lo que yo ten'a dentro de m'. papá, el que me cuidó deque mamá se !uera le%os en esas vacaciones que =conductor imprudente en la rutamediante> duraron para siempre. ? al menos hasta que alguno de nosotros vaya aacompaarla, est# donde est# ella. Como dec'a, papá, mi me%or amigo, mi padre<hermano que tantas cosas en com&n ten'a conmigo, ah' estaba mirándome,

intentando asimilar la noticia, seguramente preguntándose tanto. antes de quealcanzara a contestar, di%e algo más.

8+oy gay, y te %uro que es algo que hasta a m' me sorprendió. An mes despu#s que no!uncionaran las cosas con la tercera chica que conoc' en un bar, empec# a sentirmecon!undido, porque era como que algo no !uncionaba, /viste cuando sacud's unaparato electrónico y hace ruido, como si tuviera una pieza suelta dentro unointenta revisar, sacudirlo más !uerte a ver si en una de esas por arte de magia el ruidocesa, pero no, no hay caso. -ueno, algo estaba haciendo ruido dentro m'o, vos sab#sque todas ellas eran chicas buenas, simpáticas, dulcesFpero el ruido segu'a. me

conoc#s lo su!iciente para saber tambi#n que yo soy de esos que empu%a su curiosidadhasta el l'mite, que quiere encontrar siempre la &ltima pieza del rompecabezas, larespuesta !inal. me la llev# por delante, casi, !ue algo que cayó del cielo,literalmente, una tarde de lluvia en la que estaba llegando tarde a la !acultadFcayóencima m'o y ah', %usto ah', en ese choque de casualidad en las escaleras, mi piezasuelta se acomodó, y nunca más volvió a sonarF9

Le cont# de (icolás, de nuestras t'midas primeras salidas, de como nos tomódemasiado tiempo el sentirnos cómodos el uno con el otro, y le habl# de lo !eliz queme sent'a con #l. ambi#n le cont# de su miedo a que se conozcan, de la discusión que

tuvimos y de cómo #l me convenció de que primero ten'a que hablarlo con papá<hermano


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casi una hora sin parar, y cuando quise tomar un poco de ca!#, ya estaba bastante !r'o,as' que lo apur# de un trago y mir# a ese seor ya con poco cabello y muchos ;ilos demás, tan distinto y tan igual a quien me compró mis primeras historietas y me pateólos primeros penales.

"apá se rió, mucho. "ero no era una risa burlona, era la risa que no ten'a desde quemamá se !ue. Le hizo una sea al mozo pidiendo la cuenta y sacó del bolsillo doscartoncitos blancos impresos.

8Bamos a necesitar una entrada más para este domingo, supongo9.


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4Bailamos5

+e mov'a como el viento, si se me permite el lugar com&n. @ncluso cuando no seencontraba sobre el escenario, cada uno de sus movimientos parec'a ser sostenido porcuerdas invisibles por querubines, tan suave y tan hermosa a la vez. 8*i cuerpo y yonos amamos9 dec'a, y re'a con ganas cada vez que de repente mis o%os no ocultaban lomaravillados que eran solo por observarla subir con gracia unas escaleras o correrunos metros para llegar antes que yo a la estación de trenes.

si ella y su cuerpo se amaban, bien pod'a sentirme parte de un m%nage ? trois porque cada tarde en su cuarto =con ese balcón que daba a "laza )lmagro> compart'anconmigo cada cent'metro de su intimidad. Eecorrer despacio, sin prisa, sindistracciones, pulgada tras pulgada de su piel blanca como un lienzo queparadó%icamente era la obra de arte más bella del universo.

5l roce de sus manos en las m'as era suave, un abrazo suyo era envolverse en la másdelicada tela. Eecuerdo una vez decirle que no deseaba amarla tanto por miedo aromperla, como si !uera una de esas es!eras de cristal con nieve en su interior. +i,tem'a que su amor se me cayera al suelo y estallara en trozos tan pequeos imposiblesde encontrar. 5lla me besó, y sonrió. +implemente eso bastó para ale%ar todo lo malo."asaron muchos aos de esa adolescencia tard'a en -uenos )ires, de sus clases dedanza y sus espectáculos en teatros pequeos mientras yo la acompaaba a todoslados con mi cuaderno de tapas verdes donde contaba historias de amor. "ronto el

cuaderno verde !ue semilla de pel'culas y libros que cambiaron mi vida, y as' comomiles me leyeron, millones tuvieron el placer de verla bailar. (uestras carreras tra%eron!elicidad, pero nada se comparó al momento en que esos nios, si, los que ves ah'

%ugando en el %ard'n, hicieron su entrada triun!al opacando premios y aplausos.

"ero yo s# que más allá del tiempo, seguimos siendo dos adolescentes en alg&n lugarde nuestros corazones. "orque es lo que !uimos, lo que nos tra%o a esta casa en elmedio del campo, lo que cre'mos y lo que creamos. 5s lo que somos, y es !ácil deadivinar, cuando le escribo alguna carta de amor que escondo en su almohada ocuando ella vuelve de acompaar a los nios y movi#ndose como el viento, me

pregunta7 8/-ailamos9

5so está ah', eso es amor.


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Re>o &or 3os

(o soy alguien creyente, pero en noches como estas rezo. 5n silencio, casi susurrandomientras %unto mis palmas, rezo. *e olvido por unos minutos de mi vida atea, de laracionalización que lucha y vence a lo religioso, y rezo.

Eezo para que tus noches no sean sinónimo de miedo, para que los miedos no seanuna noche permanente. $unto mis manos y hago una plegaria para que mi amor lleguehasta vos. Eezo ante una cruz que no eiste para que no llores nunca más.

(o creo en ning&n dios, salvo en el amor. le rezo a ese amor para que nos salve, porlos siglos de los siglos, am#n.


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Una &la>a De *oce

:ay una plaza. 5s de noche, y hace !r'o, con ese viento capaz de calarte hasta el alma.Las hamacas se mueven solas y a lo le%os un perro ladra, primero con ladridos cortosque luego va trans!ormando en un aullido de lobo. ) esta hora de la noche no haydemasiado trá!ico, ecepto alg&n que otro automóvil rodeando por la esquina de-erl'n, %usto donde se encontraba el vie%o bar.

5n el medio de la plaza, %usto al lado del pequeo corral para perros =lleno deecrementos por doquier asomando sobre la arena> pod#s ver un mástil. An mástil sinbandera. An mástil desnudo, al que incluso le queda grande la de!inición de mástil,puesto que desde le%os cualquiera lo toma por una simple columna, o una !arola rota.a no es un mástil, la bandera se marchó hace tiempo, una noche de mucho viento,como la de hoy. Como todas las noches.

:ablo de la noche y del d'a como si realmente hubiera una di!erencia en este lugar."ero no, siempre está oscuro, siempre el viento !r'o, siempre los ecrementos y elmástil sin bandera. +iempre las hamacas movi#ndose solas mientras alg&n automóvilperdido dobla en -erl'n y el bar. 5s lo que eiste, es lo que hay, es lo que quedó de unaplaza que conoció me%ores #pocas.

5s lo que me de%aste vos. Ana plaza de noche, con un viento que te en!r'a hasta elalma.


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Martes

-uenos )ires es una ciudad ciclot'mica. 5so !ue lo que me di%iste aquella nochemientras caminábamos por "uerto *adero y viste las nubes de tormenta que,lentamente pero sin detenerse, avanzaban desde el r'o. 5sa !ue la primera vez que nostomamos de la mano, me acuerdo bien. en'as una manera particular de hacerlo, sindemasiada !uerza, pero con una !irmeza que hac'a notar tu presencia. @ncluso hoy sime concentro lo su!iciente puedo sentir tus dedos cálidos sobre los m'os, la marca !r'ade tu anillo, tu pulgar %ugueteando con mi mueca.

-uenos )ires tiene muchas ciudades dentro suyo. 5n mi cuaderno de apuntes todav'avive esa !rase, escrita en resaltador azul, una tarde que pasaste por mi !acultad paraconocer de una buena vez ese centro cultural donde pasaban pel'culas !rancesas todoslos martes. eber'a haberme deshecho de ese cuaderno una vez que no quedaronho%as en blanco, pero no s#, no pude. u letra redonda, con pequeos c'rculos sobrelas 'es, tan com&n y tan especial a la vez.

-uenos )ires te va a etraar. 6ue lo &nico que salió de mi boca esa maana en elaeropuerto, minutos antes de que subas por la rampa para ya no volver nunca más. podr'a ser verdad, porque las calles ahora tienen tu nombre y los lugares no son losmismos si voy solo. "orque tengo tus cartas, tus recuerdos, porque tengo el amor queme guard# y nunca pude darte. "ero no te tengo a vos para con!esarte que -uenos)ires es ciclot'mica y varias ciudades, s', pero en realidad ella no te etraa.

5l que te etraa soy yo.


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&ensar

Los via%es en colectivo se hicieron para pensar. "or más que tengas la permanentecompa'a de tu m&sica !avorita, o un libro tan atrapante que no ten#s idea cuantaspáginas le'ste en apenas un d'a, invariablemente en un punto del via%e te pon#s apensar.

"ueden ser pensamientos sueltos, inconeos, sobre detalles casi insigni!icantes en tuvida, o re!leiones pro!undas sobre el individuo y la inmensidad que lo rodea. "od#spensar en vos, en m', en el o ella, incluso en los desconocidos que se encuentransentados cerca tuyo, preguntándote como serán sus vidas, si van o vuelven, si son!elices o si están cansados. "ero pensás.

:oy tom# el PG, no el com&n, sino el que va por la autopista. eso me dio la chance dever la ciudad desde un punto más elevado, mientras la lluvia golpeaba contra lasventanas. me puse a pensar, primero perdiendo mi vista entre las c&pulas de losedi!icios para intentar comprender sus l'mites, donde termina -uenos )ires yempiezan los aires simples.

"ens# en mis amigos, los que hace mucho no veo, pens# en mi !amilia con sus virtudesy de!ectos. 5n mi universidad, en las responsabilidades del traba%o que a veces no mede%an dormir. @ncluso pens# en mis mascotas, en cuánto las etra# estos d'as queestuve !uera.

@ba a pensar en vos tambi#n, pero %usto me tuve que ba%ar.


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Mie#o

:ablemos del miedo, hablemos de la sensación de tener un millón de agu%asapuntándonos directamente a nosotros, impidiendo que nos movamos siquiera uncent'metro. :ablemos de las palmas h&medas, la boca seca, el no poder articularsiquiera un 8:ola9 cada vez que compartimos el ascensor.

Cada viernes se repite la misma rutina, yo subo en el Hto piso y ah' estás vos, de puntaen blanco, lista para en!rentar la rutina de un traba%o o!icinista de P a 1K horas =con unbrea; de una hora para almorzar>. 5l pelo proli%amente recogido, un maquilla%ediscreto, un pauelo ro%o anudado delicadamente en tu cuello, en per!ecta simetr'a alprimer botón de tu camisa entallada. Ana !alda negra, negr'sima como si !uera elprimer d'a que la usás, y dos zapatos que brillan cada vez que caminás. ir'a queparec#s un ángel, pero no, no es mi estilo, además si !ueras un ser celestial y aseuadoarruinar'as toda la seducción del cuadro que tengo delante m'o.

enemos cinco pisos de ascensor hasta despedirnos, hasta el próimo viernes. o mepaso los seis d'as restantes de la semana pensando en cómo presentarme, en hacer unchiste gracioso pero lo su!icientemente ingenioso para despertar algo de curiosidad envos. a prob# usando remeras de mis bandas !avoritas y nada, sub' al ascensorcargando una copia gastada de Le "etit "rince y en otra ocasión simul# leer Eayuela.(o, tampoco !uncionó, quizás no tenemos nada en com&n en cuanto a gustos, pero noimporta, en serio, yo te quiero igual.

) esa hora de la maana el edi!icio está silencioso, por ende cada sonido, por m'nimoque sea, termina trans!ormándose en todo un acontecimiento. sucede que cuandoestoy esperando el ascensor, se me da por estornudar. Ana vez, otra vez, una vez más.(o solo me gano el odio del perro que tiene 6erm'n, el %ubilado que vive en el Hto 6 =elque da a los ascensores> sino que cuando la puerta ti%era se abre, lo primero que ventus o%os es a un muchacho con la cara colorada secándose la nariz. Lo más románticodel mundo para cualquier chica. "ero a&n as', yo sigo intentando llamar tu atención,despu#s que nadie venga a decirme que me doy por vencido as' como as', qu#carambas.

Hto piso, subo. Cierro la puerta ti%era y viene el instante más hermoso de toda lasemana7 me mirás y sonre's, tan segura y llena de con!ianza. (unca intercambiamospalabra, ni siquiera tuvimos una charla de esas que son tan t'picas en lugares como losascensores, donde se debate sobre el clima, lanzando agudos comentarios de latemperatura, la sensación t#rmica y yo no s# que más, poni#ndonos en el papel deimprovisados epertos en meteorolog'a. "ienso en los chistes que prepar#, abro mibolso de%ando deliberadamente a la vista :arry "otter and the eathly :alloJs, me!roto nervioso la barba, me acomodo los lentes. "ero entonces es que sucede lo mismode siempre.


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5l miedo. Como si subiera !urtivamente en el Qto piso, me asalta por completode%ándome paralizado, con mi mente intacta y en pleno uso de todas sus !acultades,pero el cuerpo no responde. )h' es donde aparecen las agu%as, la boca seca, las manosh&medas. odo es una bola de nervios vibrando descontroladamente, el pechopareciera cerrarse sobre s' m'smo, intentando estru%ar al corazón, los pulmones

traba%an a doble turno para recolectar la mitad de aire, siento como de a poco todo sederrumba, todo sale mal, todo es horrible. +iempre el miedo, una sombra oscuraavanzando desde el suelo hacia arriba, consumi#ndolo todo, consumi#ndome a m'peroFsin tocarla a ella, tan blanca, tan pura, tan segura de s' misma. an a%ena a todo,tan impasible a mis es!uerzos por conocerla.

"lanta ba%a al !in, y el miedo escapa como un nin%a ni bien se abre la puerta ti%era, cosaque suelo hacer yo para sentirme =al menos en eso> un caballero. "ero esta vez no, mequedo demasiado aturdido para reaccionar, sinti#ndome miserable, pat#tico poresperar cada semana el viernes y verla, a ella, de quien ni siquiera s# su nombre.

"uedo sentir que me mira, esperando que tome la mani%a como hago siempre. aunque no est# el miedo, no me puedo mover, estoy congelado compadeci#ndome demi mismo.

6inalmente se decide, abre la puerta y antes de salir rumbo a la puerta, la calle, lao!icina, el mundo, se detiene y gira su cabeza. *e mira, s', me mira y casi al pasar,como un murmullo de%a o'r su voz, como un viol'n sonando a lo le%os7 8en#s cara deser un EavenclaJ como yo9 dice, y sonr'e, y es como si cayeran globos de colores entodos los %ardines de in!antes de la ciudad.

Casi me desmayo de la emoción, pero comienzo a re'rme, me r'o tanto que cuandollego a la !acultad todav'a me duelen las me%illas. Boy a esperar al próimo viernes,pero s# que esta vez en el ascensor no seremos tres como cada semana, sino ella y yo.5l miedo no es un EavenclaJ.


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)s!ero. 8odos los das. A que abras los ojos * me veas frente tu*o. )s!ero. )n las noc#es

cuando mis dedos aguardan que a!are'cas !ara comen'ar a escribir sobre el teclado.

)s!ero. &uando me imagino tomando el tren a tu casa, sabiendo que nunca va a !asar.)s!ero. 3as tardes donde quiero que #ablemos #oras * #oras !ero siem!re termin"s

dejando la conversaci0n. )s!ero. A que #a*a una !r0ima ve', * ese sea el momento

donde !uedas com!artir un sentimiento conmigo, que me dejes amarte * que me

acom!a7es !or toda la vida. 6ue me vengas a buscar * que quieras quedarte. )s!ero.


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2istoria

< (o le vas a decir eso, estás loco.

< /"or qu# no 6uncionó la &ltima vez. )demás lo más probable es que se sienta tanaliviada como yo.

< e digo que no. :aceme caso, no es la manera de mane%ar las cosas. *enos quemenos despu#s de lo que pasó la semana pasada.

< /odav'a segu's con lo mismo (o es mi culpa que ella haya con!undido todo, encimaadelante de los chicos, un desastre. e!initivamente no da para más, hoy la corto ylisto.

6ederico se puso de pie rapidamente y tocó el timbre del colectivo mientras su amigoa&n lo miraba con desaprobación. -a%ó casi en medio de la calle y corrió contra lavereda para tratar de mo%arse lo menos posible. 8Lluvia, maldita lluvia9, pensaba,8siempre presente en los rompimientos de relaciones, como si ya todo no !uerasu!icientemente malo9.

:ab'a quedado en encontrarse con Carolina en un lugar cerca de "laza de *ayollamado La "uerto Eico. 5ra uno de sus lugares !avoritos para tomar ca!# !uera delcircuito de +tarbuc;s =circuito del cual se hab'a auto. La "uerto

Eico ten'a una decoración muy al estilo de los aos RH0, incluso en sus paredes hab'a!otos que serv'an como testimonio del roda%e de una pel'cula de #poca hace untiempo. Como era su costumbre, 6ederico llegó quince minutos antes, !ue directo asentarse en una de las mesas que daban al pequeo escenario y comenzó a meditar ensu discurso por cent#sima vez.

Carolina no era una mala chica, pero las cosas entre los dos estaban yendo demasiadorápido seg&n lo que #l cre'a. 5l presentarle a sus amigos, el salir de la mano acaminarFincluso el haber ido a dormir a su casa, todos esos detalles hac'an que6ederico comenzara a preocuparse acerca de cuán en serio iba todo. 5l no quer'a

compromisos, se lo hab'a dicho demasiadas veces, y ella hab'a entendido que si, quepod'an verse sin ser nada !ormal, que era lo me%or para ambos. "ero no, la semanapasada se hab'a cruzado la l'nea, esa escena de celos delante de una de sus me%oresamigas !ue un acto de agresión deliberado contra su soberan'a. a 6ederico pod'ancomerle sus papas !ritas en *conalds o pedirle prestada la mitad de su biblioteca,pero nadie pod'a celarlo. (adie. 5ntonces era obvio, situaciones drásticas requierenmedidas drásticas. +e iba a terminar.

Casi sobre la hora llegó la muchacha en cuestión. en'a puesto su vestido a cuadrosque tanto le gustaba y su epresión parec'a demostrar que algo sab'a acerca del

motivo del encuentro. 6ederico cuidó los detalles cuando le di%o que ten'an que verse,


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trató de sonar normal porque no quer'a arrancar con el pie izquierdo, pero a %uzgar porcómo lo miró, pudo %urar que Carolina hab'a estado llorando.

"idieron dos cortados y se miraron a los o%os. )mbos sab'an que no era lugar paracharlas in&tiles sobre nada en particular. )lgo grande iba a pasar. 6ederico la miró por

lo que #l creyó un siglo, recorr'a con sus o%os los in!initos matices de su cabellocastao, esos o%os mitad celestes < mitad verdes que parec'an brillar con más !uerzacuando ella se re'a, su sonrisa tan particularFeran demasiadas cosas para concentrarsesolo en una. e repente recordó cuanto se hab'a sorprendido el d'a que Carolina lecontó que su pel'cula !avorita era -e!ore +unrise, o cuando un comentario al azardisparó una charla sobre $os# +barra, un escritor argentino que solamente deb'anconocer H00 personas en todo el pa's. "or &ltimo pensó en que ese d'a más que hablarcon ella, quer'a verla, es decir, en el via%e pensaba en cómo se iba a vestir, en cómo seiba a re'r de algo que #l di%era, en tantas cosas. casi no hab'a pensado en lo que iba asuceder hasta que se encontró con su amigo en el colectivo y decidió %ugar el papel de

8superado9.

5so era mentira, no hab'a superado nada. Carolina lo miró, sus o%os bien abiertos.

< /4u# pasa, 6ede *e preocupa que est#s tan calladoF

< oFyo te amo Caro, te amo.

ah' !ue cuando su corazón se sacudió tanto de !elicidad que casi se escapa de supecho.


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/ulio

@maginate un bar, lleno de gente. +on aproimadamente las seis de la tarde en $ulio, yaes prácticamente de noche y las luces de la avenida se encendieron con su particularbrillo naran%a crepuscular. Bos observás a trav#s de la ventana como la gente caminaapurada, la mayor'a saliendo de sus traba%os de o!icina y unos pocos paseandodespreocupados =son los más !áciles de reconocer>.

+e acerca el mozo, un mozo de los de antes, con cara de pocos amigos pero amablehasta la m#dula. @maginate que le ped's un ca!#, un cortado en %arrito. mientrasesperás te pon#s a leer un libro, cualquiera, una novela histórica de las que tanto tegustan o algo de Cortázar que para vos nunca pierde vigencia. /"od#s imaginar todoeso /5s bastante simple, verdad

)hora por un segundo, quiero que te concentres e intentes verme a m', del otro ladode la mesa, sonri#ndote como cuando nos un'a el amor más puro que eistió en estaparte del planeta. *irame.

+i, es imposible lo s#. o tampoco puedo hacerlo.


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Buenos Aires Sos Vos - Confesional

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