Bourdieu Wacquant Misterio Del Ministerio Cap2

14
2 De la casa del rey a la razón de Estado. Un modelo de la génesis del campo burocrático Pierre Bourdieu Esta investigación tiene el propósito de examinar la génesis del Estado para intentar descubrir en ella las características específicas de la razón de Esta- do que la evidencia asociada al acuerdo entre los espíritus formados por el Estado, los espíritus de Estado, y las estructuras del Estado, tienden a disi- mular. 1 Se trata menos de interrogarse sobre los factores de la emergencia del Estado que sobre la lógica del proceso histórico según el cual se ha pro- ducido la emergencia de esa realidad histórica que es el Estado, en su forma dinástica y después burocrática; se trata menos de describir, a modo de un relato genealógico, el proceso de autonomización de un campo burocráti- co, obedeciendo a una lógica burocrática, que de construir un modelo de ese proceso; esto es, más precisamente, un modelo de la transición del Es- tado dinástico al Estado burocrático, del Estado reducido a la casa del rey al Estado constituido como campo de fuerzas y campo de luchas orienta- das al monopolio de la manipulación legítima de los bienes públicos. Como señala R. J. Bonney, 2 al estudiar el «Estado-nación moderno» corremos el riesgo de perder de vista el Estado dinástico que le ha prece- dido «durante la mayor parte del período previo a 1660 (y algunos dirí- an que bastante más allá) la mayoría de las monarquías europeas no eran Estados-naciones tal como los concebimos, con la excepción -más bien fortuita- de Francia». 3 La falta de una distinción clara entre el Estado di- 43 nástico y el Estado-nación hace imposible percibir la especificidad del Estado moderno, que nunca se revela tan perfectamente como en la lar- ga transición que conduce al Estado moderno y en el trabajo de inven- ción, de ruptura y de redefinición que en él se realiza. (Pero tal vez habría que ser aún más radical, como W. Stieber, 4 y ne- garle el nombre de Estado al Estado dinástico. Stieber insiste sobre el poder limitado del emperador germánico en tanto que monarca designa- do por una elección que exigía la sanción papal: la historia alemana del siglo XV está marcada por una política de príncipes, de facciones, carac- terizada por estrategias patrimoniales orientadas a la prosperidad de las familias y de su patrimonio (estate) principesco. Ahí no hay ningún ras- go del Estado moderno. Es solamente en la Francia y la Inglaterra del si- glo XVII donde aparecen los principales rasgos distintivos del Estado moderno en vías de emergencia. Pero la política europea de 1330 a 1650 sigue caracterizándose por la visión personal como propietarios, «pro- prietary», que los príncipes tenían de su gobierno, por el peso de la no- bleza feudal en la política y, también, por la pretensión de la Iglesia a de- finir las normas de la vida política). Hay que interrogarse no sobre los factores de la aparición del Estado, sino sobre la lógica del proceso histórico según el cual fue producido, en y por una suerte de cristalización, la emergencia en tanto que sistema de esta realidad histórica sin precedente que es el Estado dinástico y, más extraordinario todavía, el Estado burocrático. La especificidad del Estado dinástico La acumulación inicial de capital se realiza según la lógica característica de la casa, estructura económica y social completamente original, sobre todo por el sistema de estrategias de reproducción con las que se asegura su perpetuación. El rey, actuando como el «jefe de la casa», se sirve de las propiedades de la casa (y, en particular, de la nobleza como capital sim- bólico acumulado por un grupo doméstico según un conjunto de estra- tegias, entre las cuales la más importante es el matrimonio) para cons- truir un Estado, como administración y como territorio, que se sustrae poco a poco a la lógica de la «casa». Es necesario detenerse aquí en las cuestiones previas del método: la ambigüedad del Estado dinástico que, desde el origen, presenta ciertos 44

description

Bourdieu Wacquant Misterio Del Ministerio Cap2

Transcript of Bourdieu Wacquant Misterio Del Ministerio Cap2

Page 1: Bourdieu Wacquant Misterio Del Ministerio Cap2

2

De

la c

asa

del r

ey a

la r

azón

de

Esta

do. U

n m

odel

o de

la g

énes

is d

el c

ampo

bur

ocrá

tico

P

ierr

e B

ourd

ieu

Esta

inve

stig

ació

n tie

ne e

l pro

pósi

to d

e ex

amin

ar la

gén

esis

del

Est

ado

para

in

tent

ar d

escu

brir

en

ella

las

cara

cter

ístic

as e

spec

ífica

s de

la ra

zón

de E

sta-

do q

ue la

evi

denc

ia a

soci

ada

al a

cuer

do e

ntre

los

espí

ritu

s fo

rmad

os p

or e

l Es

tado

, los

esp

íritu

s de

Est

ado,

y la

s es

truc

tura

s de

l Est

ado,

tien

den

a di

si-

mul

ar.1 S

e tr

ata

men

os d

e in

terr

ogar

se s

obre

los

fact

ores

de

la e

mer

genc

ia

del E

stad

o qu

e so

bre

la ló

gica

del

pro

ceso

his

tóri

co s

egún

el c

ual s

e ha

pro

-du

cido

la e

mer

genc

ia d

e es

a re

alid

ad h

istó

rica

que

es

el E

stad

o, e

n su

form

a di

nást

ica

y de

spué

s bu

rocr

átic

a; s

e tr

ata

men

os d

e de

scri

bir,

a m

odo

de u

n re

lato

gen

ealó

gico

, el p

roce

so d

e au

tono

miz

ació

n de

un

cam

po b

uroc

ráti-

co, o

bede

cien

do a

una

lógi

ca b

uroc

rátic

a, q

ue d

e co

nstr

uir

un m

odel

o de

es

e pr

oces

o; e

sto

es, m

ás p

reci

sam

ente

, un

mod

elo

de la

tran

sici

ón d

el E

s-ta

do d

inás

tico

al E

stad

o bu

rocr

átic

o, d

el E

stad

o re

duci

do a

la c

asa

del r

ey

al E

stad

o co

nstit

uido

com

o ca

mpo

de

fuer

zas

y ca

mpo

de

luch

as o

rien

ta-

das

al m

onop

olio

de

la m

anip

ulac

ión

legí

tima

de lo

s bi

enes

púb

licos

. C

omo

seña

la R

. J. B

onne

y,2 a

l est

udia

r el

«Es

tado

-nac

ión

mod

erno

» co

rrem

os e

l rie

sgo

de p

erde

r de

vis

ta e

l Est

ado

diná

stic

o qu

e le

ha

prec

e-di

do «

dura

nte

la m

ayor

par

te d

el p

erío

do p

revi

o a

1660

(y

algu

nos

dirí

-an

que

bas

tant

e m

ás a

llá) l

a m

ayor

ía d

e la

s m

onar

quía

s eu

rope

as n

o er

an

Esta

dos-

naci

ones

tal

com

o lo

s co

nceb

imos

, con

la

exce

pció

n -m

ás b

ien

fort

uit

a- d

e Fr

anci

a».3 L

a fa

lta d

e un

a di

stin

ción

cla

ra e

ntre

el E

stad

o di

-

43

nást

ico

y el

Est

ado-

naci

ón h

ace

impo

sibl

e pe

rcib

ir l

a es

peci

ficid

ad d

el

Esta

do m

oder

no, q

ue n

unca

se

reve

la t

an p

erfe

ctam

ente

com

o en

la la

r-ga

tra

nsic

ión

que

cond

uce

al E

stad

o m

oder

no y

en

el t

raba

jo d

e in

ven-

ción

, de

rupt

ura

y de

red

efin

ició

n qu

e en

él s

e re

aliz

a.

(Per

o ta

l vez

hab

ría

que

ser

aún

más

rad

ical

, com

o W

. Sti

eber

,4 y n

e-ga

rle

el n

ombr

e de

Est

ado

al E

stad

o di

nást

ico.

Stie

ber

insi

ste

sobr

e el

po

der

limita

do d

el e

mpe

rado

r ge

rmán

ico

en ta

nto

que

mon

arca

des

igna

-do

por

una

ele

cció

n qu

e ex

igía

la

sanc

ión

papa

l: la

his

tori

a al

eman

a de

l si

glo

XV e

stá

mar

cada

por

una

pol

ítica

de

prín

cipe

s, d

e fa

ccio

nes,

car

ac-

teri

zada

por

est

rate

gias

pat

rim

onia

les

orie

ntad

as a

la p

rosp

erid

ad d

e la

s fa

mili

as y

de

su p

atri

mon

io (

esta

te)

prin

cipe

sco.

Ahí

no

hay

ning

ún r

as-

go d

el E

stad

o m

oder

no. E

s so

lam

ente

en

la F

ranc

ia y

la In

glat

erra

del

si-

glo

XV

II d

onde

apa

rece

n lo

s pr

inci

pale

s ra

sgos

dis

tintiv

os d

el E

stad

o m

oder

no e

n ví

as d

e em

erge

ncia

. Per

o la

pol

ítica

eur

opea

de

1330

a 1

650

sigu

e ca

ract

eriz

ándo

se p

or l

a vi

sión

per

sona

l co

mo

prop

ieta

rios

, «p

ro-

prie

tary

»,

que

los

prín

cipe

s te

nían

de

su g

obie

rno,

por

el p

eso

de la

no-

blez

a fe

udal

en

la p

olíti

ca y

, tam

bién

, por

la p

rete

nsió

n de

la Ig

lesi

a a

de-

finir

las

norm

as d

e la

vid

a po

lític

a).

Hay

que

inte

rrog

arse

no

sobr

e lo

s fa

ctor

es d

e la

apa

rici

ón d

el E

stad

o,

sino

sob

re la

lógi

ca d

el p

roce

so h

istó

rico

seg

ún e

l cua

l fue

pro

duci

do, e

n y

por

una

suer

te d

e cr

ista

lizac

ión,

la

em

erge

ncia

en

tan

to q

ue s

iste

ma

de

esta

rea

lidad

his

tóri

ca s

in p

rece

dent

e qu

e es

el E

stad

o di

nást

ico

y, m

ás

extr

aord

inar

io t

odav

ía, e

l Est

ado

buro

crát

ico.

La

espe

cifi

cida

d de

l Est

ado

diná

stic

o

La a

cum

ulac

ión

inic

ial

de c

apita

l se

rea

liza

segú

n la

lógi

ca c

arac

terí

stic

a de

la c

asa,

est

ruct

ura

econ

ómic

a y

soci

al c

ompl

etam

ente

ori

gina

l, so

bre

todo

por

el s

iste

ma

de e

stra

tegi

as

de r

epro

ducc

ión

con

las

que

se a

segu

ra

su p

erpe

tuac

ión.

El r

ey, a

ctua

ndo

com

o el

«je

fe d

e la

cas

a», s

e si

rve

de la

s pr

opie

dade

s de

la c

asa

(y, e

n pa

rtic

ular

, de

la n

oble

za c

omo

capi

tal

sim

-bó

lico

acum

ulad

o po

r un

gru

po d

omés

tico

segú

n un

con

junt

o de

est

ra-

tegi

as,

entr

e la

s cu

ales

la

más

im

port

ante

es

el m

atri

mon

io)

para

con

s-tr

uir

un E

stad

o, c

omo

adm

inis

trac

ión

y co

mo

terr

itor

io, q

ue s

e su

stra

e po

co a

poc

o a

la ló

gica

de

la «

casa

».

Es n

eces

ario

det

ener

se a

quí

en la

s cu

estio

nes

prev

ias

del

mét

odo:

la

ambi

güed

ad

del

Esta

do

diná

stic

o qu

e, d

esde

el

orig

en, p

rese

nta

cier

tos

44

Page 2: Bourdieu Wacquant Misterio Del Ministerio Cap2

rasg

os «

mod

erno

s» (

por

ejem

plo,

la a

ctua

ción

de

los

juri

stas

que

dis

po-

nen

de u

na c

iert

a au

tono

mía

con

res

pect

o a

los

mec

anis

mos

din

ástic

os

por

el h

echo

de

man

tene

r un

vín

culo

con

el

mod

o de

rep

rodu

cció

n es

-co

lar

y po

r su

com

pete

ncia

téc

nica

), se

pre

sta

a le

ctur

as q

ue ti

ende

n a

di-

solv

er la

am

bigü

edad

de

la r

ealid

ad h

istó

rica

: la

tent

ació

n de

l «et

nolo

gis-

mo»

pue

de a

poya

rse

sobr

e ra

sgos

arc

aico

s ta

les

com

o lo

sag

rado

que

pu

ede

redu

cirs

e a

un r

ito

prim

itiv

o de

con

sagr

ació

n a

cond

ició

n de

olv

i-da

r qu

e és

ta v

a pr

eced

ida

por

una

acla

mac

ión,

o la

cur

ació

n de

las

escr

ó-fu

las,

gar

ante

de

un c

aris

ma

here

dita

rio,

tra

nsm

itido

por

la s

angr

e, y

de

una

dele

gaci

ón d

ivin

a; in

vers

amen

te, e

l etn

ocen

tris

mo

(con

el a

nacr

onis

-m

o qu

e co

nlle

va),

pued

e at

ener

se a

los

únic

os in

dici

os d

e la

mod

erni

dad,

ta

les

com

o la

exi

sten

cia

de p

rinc

ipio

s ab

stra

ctos

y d

e le

yes,

pro

duci

dos

por

los

cano

nist

as. P

ero,

sob

re t

odo,

una

com

pren

sión

sup

erfic

ial

de la

et

nolo

gía

impi

de u

tiliz

ar l

os p

ropi

os c

onoc

imie

ntos

de

ésta

sob

re l

as

«soc

ieda

des

diná

stic

as»

para

hac

er u

na e

tnol

ogía

de

las

cim

as d

el E

stad

o.

Pode

mos

afir

mar

, por

tan

to,

que

los

rasg

os m

ás f

unda

men

tale

s de

l Es

tado

din

ástic

o pu

eden

ded

ucir

se, d

e al

guna

man

era,

del

mod

elo

de la

ca

sa. P

ara

el r

ey y

su

fam

ilia,

el E

stad

o se

iden

tific

a co

n la

«ca

sa d

el r

ey»,

en

tend

ida

com

o un

pat

rim

onio

que

eng

loba

a u

na f

amili

a, e

s de

cir,

a la

fa

mili

a re

al m

ism

a, q

ue h

ay q

ue a

dmin

istr

ar c

omo

buen

«je

fe d

e la

cas

(cap

may

soué

, co

mo

dice

n lo

s be

arne

ses)

. Eng

loba

ndo

el c

onju

nto

del l

i-na

je y

de

sus

pose

sion

es, l

a ca

sa tr

asci

ende

a lo

s in

divi

duos

que

la e

ncar

-na

n, c

omen

zand

o po

r el

mis

mo

jefe

que

deb

e sa

ber

sacr

ifica

r su

s in

tere

-se

s o

sus

sent

imie

ntos

par

ticul

ares

a la

per

petu

ació

n de

su

patr

imon

io

mat

eria

l y, s

obre

tod

o, s

imbó

lico

(el h

onor

de

la c

asa

o el

nom

bre

del l

i-na

je). Se

gún

And

rew

W. L

ewis

,5 el m

odo

de s

uces

ión

defin

e a

la r

eale

za. L

a re

alez

a es

un

hono

r tr

ansm

isib

le p

or li

naje

agn

átic

o he

redi

tari

o (d

erec

ho

de s

angr

e) y

por

pri

mog

enitu

ra, y

el E

stad

o o

la r

eale

za s

e re

duce

n a

la

fam

ilia

real

. Seg

ún e

l mod

elo

diná

stic

o, q

ue s

e in

stau

ra e

n la

fam

ilia

real

y

se g

ener

aliz

a a

toda

la n

oble

za, e

l hon

or p

rinc

ipal

y la

s tie

rras

pat

rim

o-ni

ales

ind

ivid

uale

s pa

san

al h

ijo p

rim

ogén

ito,

al h

ered

ero,

cu

yo m

atri

-m

onio

es

adm

inis

trad

o co

mo

un a

sunt

o po

lític

o de

la

más

alta

im

por-

tanc

ia;

la c

asa

se p

rote

ge c

ontr

a la

am

enaz

a de

la

divi

sión

oto

rgan

do

infa

ntad

os a

los

hijo

s m

enor

es, c

ompe

nsac

ione

s de

stin

adas

a a

segu

rar

la

conc

ordi

a en

tre

los

herm

anos

(lo

s te

stam

ento

s de

los

reye

s re

com

iend

an

a ca

da u

no a

cept

ar s

u pa

rte

y no

reb

elar

se),

casá

ndol

os c

on h

ered

eras

o

cons

agrá

ndol

os a

la I

gles

ia.

45

Pode

mos

apl

icar

a la

rea

leza

fra

nces

a y

a la

ingl

esa,

y e

sto

hast

a un

a ép

oca

bast

ante

ava

nzad

a, a

quel

lo q

ue M

arc

Blo

ch d

ecía

del

señ

orío

me-

diev

al, f

unda

do s

obre

la «

fusi

ón d

el g

rupo

eco

nóm

ico

y de

l gru

po s

obe-

rano

».6 E

s el

pod

er p

ater

nal e

l que

con

stit

uye

el m

odel

o de

dom

inac

ión:

el

dom

inan

te o

torg

a pr

otec

ción

y c

uida

do. C

omo

en la

ant

igua

Cab

ilia,

la

s re

laci

ones

pol

ítica

s no

son

inde

pend

ient

es d

e la

s re

laci

ones

de

pare

n-te

sco

y si

empr

e so

n pe

nsad

as s

egún

el m

odel

o de

esa

s re

laci

ones

; lo

mis

-m

o su

cede

con

res

pect

o a

las

rela

cion

es e

conó

mic

as. E

l pod

er r

epos

a so

-br

e la

s re

laci

ones

pe

rson

ales

y

las

rela

cion

es

afec

tivas

so

cial

men

te

inst

ituid

as, t

ales

com

o la

fid

elid

ad,7 e

l «a

mor

», la

«co

nfia

nza»

, y a

ctiv

a-m

ente

sos

teni

das,

sob

re t

odo,

por

la «

larg

ueza

».

La t

rans

cend

enci

a de

l Es

tado

en

rela

ción

al

rey

que

lo e

ncar

na d

u-ra

nte

un ti

empo

es

la tr

ansc

ende

ncia

de

la c

oron

a, e

s de

cir,

la d

e la

«ca

sa»

y el

Est

ado

diná

stic

o qu

e le

que

da s

ubor

dina

do h

asta

en

su d

imen

sión

bu

rocr

átic

a. F

elip

e el

Her

mos

o es

tod

avía

un

jefe

de

linaj

e, r

odea

do d

e su

pro

pia

pare

ntel

a; la

«fa

mili

a» e

stá

divi

dida

en

dive

rsas

«cá

mar

as»,

ser

-vi

cios

esp

ecia

lizad

os q

ue s

igue

n al

rey

en

sus

desp

laza

mie

ntos

. El

pri

n-ci

pio

de le

gitim

ació

n es

la g

enea

logí

a, g

aran

te d

e lo

s la

zos

de s

angr

e. D

e es

ta m

aner

a po

dem

os c

ompr

ende

r la

mito

logí

a de

los

dos

cue

rpos

del

re

y, q

ue t

anto

ha

hech

o ha

blar

a lo

s hi

stor

iado

res

desp

ués

de K

anto

ro-

wic

z, y

que

des

igna

sim

bólic

amen

te e

sta

dual

idad

de

la in

stit

ució

n tr

as-

cend

ente

y d

e la

per

sona

que

la

enca

rna

tem

pora

lmen

te y

pro

visi

onal

-m

ente

(u

na

dual

idad

qu

e se

ob

serv

a ta

mbi

én

en

los

cam

pesi

nos

bear

nese

s do

nde

los

mie

mbr

os m

ascu

linos

de

la c

asa,

ent

endi

da c

omo

conj

unto

de

bien

es y

con

junt

o de

mie

mbr

os d

e la

fam

ilia,

se

desi

gnab

an

a m

enud

o po

r su

nom

bre

segu

ido

del n

ombr

e de

la c

asa,

lo q

ue im

plic

a,

cuan

do s

on y

erno

s pe

rten

ecie

ntes

a o

tros

lin

ajes

, la

pérd

ida

de h

echo

de

su a

pelli

do).

El r

ey e

s un

«je

fe d

e la

cas

a», s

ocia

lmen

te c

omis

iona

do p

ara

desa

rrol

lar

una

polít

ica

diná

stic

a en

el i

nter

ior

de la

cua

l la

s es

trat

egia

s m

atri

mon

iale

s tie

nen

un lu

gar

deci

sivo

al s

ervi

cio

de la

gra

ndez

a y

de la

pr

ospe

rida

d de

la «

casa

».

Muc

has

de e

sas

estr

ateg

ias

mat

rim

onia

les

tiene

n la

fin

alid

ad d

e p

ro-

mov

er l

a ex

tens

ión

terr

itori

al g

raci

as a

las

unio

nes

diná

stic

as f

unda

das

en la

sol

a pe

rson

a de

l prí

ncip

e. P

odrí

amos

cita

r un

eje

mpl

o de

la d

inas

-tía

de

los

Has

burg

o qu

e ex

tend

ió c

onsi

dera

blem

ente

su

impe

rio

en e

l si-

glo

XVI m

edia

nte

una

hábi

l pol

ític

a m

atri

mon

ial:

Max

imili

ano

I ad

quir

el F

ranc

o-C

onda

do y

los

País

es B

ajos

med

iant

e su

mat

rim

onio

con

Ma-

ría

de B

orgo

ña, h

ija d

e C

arlo

s el

Tem

erar

io;

su h

ijo, F

elip

e el

Her

mos

o

46

Page 3: Bourdieu Wacquant Misterio Del Ministerio Cap2

se c

asó

con

Juan

a la

Loc

a, r

eina

de

Cas

tilla

, uni

ón d

e la

que

nac

ería

Car

-lo

s V

. Tam

poco

cab

e du

da d

e qu

e nu

mer

osos

con

flic

tos,

com

enza

ndo

por

las

deno

min

adas

Gue

rras

de

Suce

sión

, fue

ran

una

man

era

de p

erse

-gu

ir la

s es

trat

egia

s de

suc

esió

n co

n ot

ros

med

ios.

«La

gue

rra

de s

uces

ión

de C

astil

la (

174-

1479

) es

un

caso

bie

n co

noci

do; s

in la

vic

tori

a de

Isa

bel

serí

a la

uni

ón d

inás

tica

entr

e C

astil

la y

Por

tuga

l, m

ás q

ue la

de

Cas

tilla

y

Ara

gón,

la

que

resu

ltarí

a vi

able

. La

guer

ra d

e C

arlo

s V

con

tra

el d

uque

de

Güe

ldre

s lle

vará

Güe

ldre

s a

la u

nión

con

Bor

goña

en

1543

: si e

l du-

que

lute

rano

Gui

llerm

o hu

bier

a si

do v

ence

dor,

hab

ríam

os p

odid

o ve

r la

fo

rmac

ión

de u

n só

lido

Esta

do a

nti-

hasb

urgo

, agr

upad

o en

torn

o a

Cié

-ve

s, J

ulie

rs y

Ber

g y

exte

ndié

ndos

e ha

sta

Zuy

derz

ee.

Sin

emba

rgo,

la

part

ició

n de

Clé

ves

y de

Julie

rs e

n 16

14, d

espu

és d

e la

Gue

rra

de S

uce-

sión

, pus

o fin

a e

sa v

aga

posi

bilid

ad. E

n el

Bál

tico

, la

unió

n de

las

coro

-na

s de

Din

amar

ca,

Suec

ia y

Nor

uega

lle

gó a

su

fin e

n 15

23; p

ero,

con

oc

asió

n de

cad

a un

a de

las

guer

ras

entr

e D

inam

arca

y S

ueci

a qu

e si

guie

-ro

n, la

cue

stió

n se

pla

ntea

ría

de n

uevo

, y s

ólo

en 1

560,

cua

ndo

Suec

ia a

l-ca

nzó

sus

«fro

nter

as n

atur

ales

», s

e re

solv

ió l

a lu

cha

diná

stic

a en

tre

las

casa

s de

Old

enbu

rg y

de

Vas

a. E

n Eu

ropa

ori

enta

l, lo

s re

yes

Jagu

elon

es

cons

titu

iría

n, e

ntre

138

6 y

1572

, una

uni

ón d

inás

tica

entr

e Po

loni

a y

Li-

tuan

ia q

ue s

e tr

ansf

orm

aría

en

unió

n co

nsti

tuci

onal

des

pués

de

1569

. Pe

ro la

uni

ón d

inás

tica

de S

ueci

a y

de P

olon

ia f

ue la

met

a re

cono

cida

de

Segi

smun

do I

II y

no

deja

ría

de s

er la

de

los

reye

s de

Pol

onia

has

ta 1

660.

Ta

mbi

én t

enía

n am

bici

ones

en

Mos

covi

a y,

en

1610

, Lad

isla

s, h

ijo d

e Se

-gi

smun

do I

II, f

ue e

legi

do z

ar d

espu

és d

e un

gol

pe d

e Es

tado

de

los

bo-

yard

os.8

Una

de

las

virt

udes

del

mod

elo

de la

cas

a es

que

per

mite

pre

scin

dir

de

la v

isió

n te

leol

ógic

a fu

ndad

a so

bre

la il

usió

n re

tros

pect

iva

que

hace

de

la

cons

truc

ción

de

Fran

cia

un «

proy

ecto

» m

ante

nido

por

los

rey

es s

uces

i-vo

s: a

sí, p

or e

jem

plo,

Che

ruel

, en

su

libro

His

toir

e de

l'a

dmin

istr

atio

n m

onar

chiq

ue

en F

ranc

e, in

voca

exp

lícita

men

te l

a «v

olun

tad»

de

los

Ca-

peto

s de

hac

er e

l Est

ado

mon

árqu

ico

fran

cés

y, n

o si

n so

rpre

sa, v

erem

os

a ci

erto

s hi

stor

iado

res

cond

enar

la in

stit

ució

n de

l inf

anta

do c

omo

«des

-m

embr

amie

nto»

del

dom

inio

rea

l. D

e es

a fo

rma,

la ló

gica

din

ástic

a da

cue

nta

de la

s es

trat

egia

s po

lític

as

de l

os E

stad

os d

inás

ticos

al

perm

itir

obs

erva

r la

s es

trat

egia

s de

rep

ro-

ducc

ión

de u

n tip

o pa

rtic

ular

. Per

o aú

n ha

y qu

e pl

ante

ar la

cue

stió

n de

lo

s m

edio

s o,

mej

or, d

e lo

s re

curs

os p

artic

ular

es d

e lo

s qu

e di

spon

e la

fa-

mili

a re

al y

que

le

perm

iten

triu

nfar

en

la c

ompe

tici

ón c

on s

us r

ival

es.

47

(Nor

bert

Elia

s qu

e es

el ú

nico

, que

yo

sepa

, que

lo p

lant

eó e

xplíc

itam

en-

te, p

ropo

ne, c

on lo

que

él d

enom

ina

la «

ley

del m

onop

olio

», u

na s

oluc

ión

que

no d

iscu

tiré

aquí

en

deta

lle p

ero

que

me

pare

ce r

etór

ica

e in

clus

o ta

u-to

lógi

ca:

«Cua

ndo,

en

una

unid

ad s

ocia

l de

una

cie

rta

dim

ensi

ón,

un

gran

núm

ero

de u

nida

des

soci

ales

más

peq

ueña

s, q

ue p

or s

u in

terd

epen

-de

ncia

for

man

la

gran

uni

dad,

dis

pone

n de

una

fue

rza

soci

al m

ás o

me-

nos

igua

l y p

uede

n, d

e es

ta m

aner

a, li

brem

ente

-si

n se

r in

com

odad

as p

or

los

mon

opol

ios

ya e

xist

ente

s-, r

ival

izar

por

la c

onqu

ista

de

las

opor

tu-

nida

des

de p

oder

soc

ial,

en p

rim

er lu

gar

los

med

ios

de s

ubsi

sten

cia

y de

pr

oduc

ción

, la

prob

abili

dad

es g

rand

e de

que

uno

s sa

lgan

ven

cedo

res

y lo

s ot

ros

venc

idos

en

este

com

bate

y q

ue la

s op

ortu

nida

des

term

inen

por

ca

er e

n la

s m

anos

de

un p

eque

ño n

úmer

o, m

ient

ras

que

los

otro

s se

rán

elim

inad

os o

aca

bará

n en

la c

orte

de

algú

n ot

ro».

)9

Dot

ado

de u

n «p

oder

de

natu

rale

za s

emili

túrg

ica»

que

sitú

a al

rey

«a

part

e de

l res

to d

e lo

s po

tent

ados

, sus

riv

ales

»,10 a

cum

ulan

do la

sob

eran

ía

(der

echo

rom

ano)

y lo

s se

ñorí

os f

euda

les,

lo q

ue le

per

mite

act

uar

com

o m

onar

ca d

entr

o de

la ló

gica

feu

dal,

el r

ey o

cupa

una

pos

ició

n di

stin

ta y

di

stin

tiva

que,

en

tant

o qu

e ta

l, as

egur

a un

a ac

umul

ació

n in

icia

l de

ca

pita

l si

mbó

lico.

Es

un je

fe fe

udal

el q

ue p

osee

est

a pr

opie

dad

part

icul

ar d

e po

der,

con

posi

bilid

ades

raz

onab

les

de v

er r

econ

ocid

a su

pre

tens

ión

de ll

amar

se

rey:

en

efec

to, s

egún

la ló

gica

de

la «

burb

uja

espe

cula

tiva»

, tan

que

rida

a

los

econ

omis

tas,

est

á au

tori

zado

a c

reer

se r

ey p

orqu

e lo

s ot

ros

cree

n (a

l m

enos

en

algu

na m

edid

a) q

ue é

l es

rey,

don

de c

ada

uno

debe

con

tar

por

adel

anta

do c

on e

l hec

ho d

e qu

e lo

s ot

ros

cuen

tan

con

el h

echo

de

que

él

es e

l rey

. Un

dife

renc

ial m

ínim

o es

suf

icie

nte

para

cre

ar u

na d

esig

uald

ad

máx

ima,

por

que

le d

ifere

ncia

de

todo

s lo

s ot

ros.

Por

otr

o la

do, e

l rey

se

encu

entr

a si

tuad

o en

pos

ició

n ce

ntra

l y,

por

est

a ra

zón,

dis

pone

de

in-

form

acio

nes

sobr

e to

dos

los

otro

s -q

ue,

sal

vo c

oalic

ión,

no

se

com

uni-

can

más

que

a tr

avés

de

él-,

y p

uede

con

trol

ar s

us a

lianz

as. S

e en

cuen

tra,

as

í, si

tuad

o po

r en

cim

a de

la c

onti

enda

, pre

disp

uest

o, p

or t

anto

, a c

um-

plir

una

fun

ción

de

arbi

tro,

de

inst

anci

a de

ape

laci

ón.

(Aqu

í po

dem

os c

itar,

a tít

ulo

de e

jem

plif

icac

ión

de e

ste

mod

elo,

un

anál

isis

de

Muz

affa

r A

lam

, que

mue

stra

cóm

o, t

ras

la c

aída

del

im

peri

o M

ugha

l, vi

ncul

ado

al d

ecliv

e de

la a

utor

idad

impe

rial

y a

l ref

orza

mie

nto

de la

aut

orid

ad d

e lo

s no

bles

loca

les

y de

la a

uton

omía

pro

vinc

ial,

los

je-

fes

loca

les

cont

inúa

n pe

rpet

uand

o «l

a re

fere

ncia

al m

enos

a u

na a

pari

en-

cia

de c

entr

o im

peri

al»,

inve

stid

o de

una

func

ión

legi

timad

ora:

«A

dem

ás,

en la

s co

ndic

ione

s de

un

aven

ture

rism

o po

lític

o y

mili

tar

desc

ontr

ola-

48

Page 4: Bourdieu Wacquant Misterio Del Ministerio Cap2

do,

que

acom

paña

ba y

seg

uía

al d

ecliv

e de

l pod

er i

mpe

rial

, nin

guno

de

los

aven

ture

ros

fue

lo b

asta

nte

fuer

te c

omo

para

gan

arse

la le

alta

d de

los

otro

s y

para

sus

titui

r el

pod

er i

mpe

rial

. To

dos

luch

aban

por

sep

arad

o pa

ra h

acer

fort

una

y am

enaz

aban

la p

osic

ión

y la

s pr

opie

dade

s de

los

de-

más

. Sól

o al

guno

s de

ello

s pu

dier

on e

stab

lece

r, n

o ob

stan

te, s

u do

min

io

sobr

e lo

s de

más

. Cua

ndo

trat

aron

de

valid

ar i

nstit

ucio

nalm

ente

sus

ex-

polio

s, n

eces

itaro

n un

cen

tro

para

le

gitim

ar

sus

adqu

isic

ione

s».)"

Las

con

trad

icci

ones

esp

ecíf

icas

del

Est

ado

diná

stic

o

La a

cum

ulac

ión

inic

ial d

e ca

pita

l se

oper

a en

ben

efic

io d

e un

a pe

rson

a: e

l Es

tado

bur

ocrá

tico

nac

ient

e (y

el

mod

o de

ges

tión

y de

rep

rodu

cció

n bu

rocr

átic

o, e

scol

ar, q

ue e

stá

asoc

iado

a é

l) se

man

tiene

com

o la

pro

pie-

dad

pers

onal

de

una

«cas

a» q

ue c

onti

núa

obed

ecie

ndo

a un

mod

o de

ges

-ti

ón y

de

repr

oduc

ción

pat

rim

onia

l. El

rey

exp

ropi

a lo

s po

dere

s pr

iva-

dos

en b

enef

icio

, a s

u ve

z, d

e un

pod

er p

riva

do; p

erpe

túa,

en

su p

ropi

a di

nast

ía, u

n m

odo

de r

epro

ducc

ión

fam

iliar

ant

inóm

ico

a es

e qu

e ha

ins-

titui

do (

o qu

e se

inst

ituye

) en

la b

uroc

raci

a (c

on la

ref

eren

cia

al m

érit

o y

la c

ompe

tenc

ia).

Con

cent

ra la

s di

fere

ntes

for

mas

de

pode

r, e

conó

mic

o y

sim

bólic

o so

bre

todo

, y

las

redi

stri

buye

seg

ún f

orm

as

«per

sona

les»

larg

ueza

») d

estin

adas

a s

usci

tar

form

as d

e ad

hesi

ón «

pers

onal

es».

De

ahí,

todo

s lo

s tip

os d

e co

ntra

dicc

ione

s qu

e ju

egan

un

pape

l de

term

inan

-te

en

la t

rans

form

ació

n de

l Es

tado

din

ástic

o, a

unqu

e om

itam

os, m

uy a

m

enud

o, c

onta

rlas

ent

re lo

s fa

ctor

es d

e «r

acio

naliz

ació

n» (

tale

s co

mo

la

com

pete

ncia

ent

re lo

s Es

tado

s -l

as g

uerr

as in

tern

acio

nale

s qu

e im

pone

n la

con

cent

raci

ón y

la

raci

onal

izac

ión

del

pode

r, p

roce

so a

utos

oste

nido

ya

que

se

nece

sita

el p

oder

par

a ha

cer

una

guer

ra q

ue n

eces

ita d

e la

con

-ce

ntra

ción

del

pod

er-

o la

con

curr

enci

a en

tre

el p

oder

cen

tral

y l

os p

o-de

res

loca

les)

. Se

obs

erva

, de

un

lado

, y h

asta

una

épo

ca t

ardí

a, l

a pe

rman

enci

a de

es

truc

tura

s an

tigua

s de

tipo

pat

rim

onia

l. E

s, p

or e

jem

plo,

la s

uper

vive

n-ci

a, o

bser

vada

por

Rol

and

Mou

snie

r,12 e

n el

sen

o m

ism

o de

l sec

tor

más

bu

rocr

atiz

ado,

de

l m

odel

o se

ñor/

sier

vo,

prot

ecto

r/«p

rote

gido

».

Qu

e-ri

endo

mos

trar

que

no

pode

mos

ate

nern

os a

la h

isto

ria

de la

s in

stit

ucio

-ne

s pa

ra c

ompr

ende

r el

fun

cion

amie

nto

real

de

las

inst

ituci

ones

gub

er-

nam

enta

les,

Ric

hard

Bon

ney

indi

ca:

«Es

el s

iste

ma

de p

atro

nazg

o y

de

clie

ntel

a el

que

con

stit

uye

la fu

erza

act

iva

tras

la fa

chad

a de

l sis

tem

a of

i- 49

cial

de

la a

dmin

istr

ació

n, d

esde

lueg

o, m

ás fá

cil d

e de

scri

bir,

ya

que,

por

su

nat

ural

eza,

las

rela

cion

es d

e pa

tron

azgo

esc

apan

al h

isto

riad

or; p

or ta

n-to

, la

impo

rtan

cia

de u

n m

inis

tro,

de

un s

ecre

tari

o de

Est

ado,

de

un a

d-m

inis

trad

or d

e fin

anza

s o

de u

n co

nsej

ero

del r

ey, d

epen

de m

enos

de

su

títul

o qu

e de

su

influ

enci

a, o

de

la d

e su

pat

rón.

Est

a in

fluen

cia

ligad

a, e

n gr

an m

edid

a, a

la p

erso

nalid

ad d

el p

erso

naje

per

o, t

ambi

én,

a la

del

pa-

tron

azgo

».13

Otr

o ra

sgo

reve

lado

r, la

exi

sten

cia

de c

lane

s de

bas

e fa

mili

ar

(a m

e-nu

do, d

esig

nado

s de

mod

o eq

uívo

co d

e «p

artid

o»)

que,

par

adój

icam

en-

te, c

ontr

ibuy

en d

e m

aner

a in

dire

cta

a im

pone

r la

bur

ocra

tiza

ción

: «L

os

gran

des

clan

es n

obili

ario

s le

ales

o c

onte

stat

ario

s so

n es

truc

tura

les

a la

m

onar

quía

y «

el fa

vori

to»

ejer

ce s

u po

der

abso

luto

con

tra

la fa

mili

a re

al,

cont

esta

tari

o o

susc

eptib

le d

e se

rlo»

.14

Las

ambi

güed

ades

de

un s

iste

ma

de g

obie

rno

que

mez

cla

lo d

omés

ti-

co y

lo p

olít

ico,

la c

asa

real

y la

raz

ón d

e Es

tado

, son

, sin

dud

a, p

arad

ó-jic

amen

te, u

n de

los

prin

cipi

os m

ayor

es, p

or la

s co

ntra

dicc

ione

s qu

e en

-ge

ndra

n, d

e re

fuer

zo

de l

a bu

rocr

acia

: la

em

erge

ncia

del

Est

ado

se

real

iza,

por

una

par

te, g

raci

as a

los

mal

ente

ndid

os s

urgi

dos

del h

echo

de

que

pode

mos

, de

buen

a fe

, exp

licar

las

estr

uctu

ras

ambi

guas

del

Est

ado

diná

stic

o en

un

leng

uaje

, par

ticul

arm

ente

el

del

dere

cho,

que

les

da

un

fund

amen

to d

istin

to y

por

est

a ví

a pr

epar

a su

sup

erac

ión.

Si

n du

da, p

or e

xpre

sars

e en

el l

engu

aje

del

dere

cho

rom

ano,

que

fa-

vore

ce u

na in

terp

reta

ción

etn

océn

tric

a de

los

text

os ju

rídi

cos,

el p

rinc

i-pi

o di

nást

ico

se h

a co

nver

tido

, poc

o a

poco

, ent

re lo

s si

glos

XIV

y X

V, e

n un

nue

vo p

rinc

ipio

pro

piam

ente

«es

tata

l».

El p

rinc

ipio

din

ástic

o qu

e ju

ega

un p

apel

cen

tral

des

de l

os C

apet

os (

coro

nam

ient

o de

l he

rede

ro

desd

e la

infa

ncia

, etc

éter

a), a

lcan

za s

u pl

eno

desa

rrol

lo c

on l

a co

nsti

tu-

ción

de

la fa

mili

a re

al,

com

pues

ta d

e ho

mbr

es y

muj

eres

con

san

gre

real

en

las

vena

s (e

l «pr

inci

pio

de s

angr

e»).

La

met

áfor

a típ

icam

ente

din

ásti-

ca d

e la

san

gre

real

se

elab

ora

por

med

io d

e la

lógi

ca d

el d

erec

ho

rom

ano

que

usa

la p

alab

ra s

angr

e (ju

ra

sang

uini

s)

para

exp

resa

r la

fili

ació

n.

Cha

rles

V r

eest

ruct

ura

la n

ecró

polis

de

Sain

t-D

enis

: to

das

las

pers

onas

de

san

gre

real

(in

clus

o m

ujer

es e

inf

ante

s, n

iños

y n

iñas

, ha

sta

los

que

mue

ren

jóve

nes)

son

inhu

mad

os e

n to

rno

a Sa

int

Loui

s.

El p

rinc

ipio

jur

ídic

o se

apo

ya s

obre

una

ref

lexi

ón a

pro

pósi

to d

e la

no

ción

típ

icam

ente

din

ástic

a de

la c

oron

a co

mo

prin

cipi

o de

sob

eran

ía

que

está

por

enc

ima

de la

per

sona

rea

l. A

par

tir d

el s

iglo

XIV

, es

una

pa-

labr

a ab

stra

cta

la q

ue d

esig

na e

l pat

rim

onio

del

rey

(«d

omin

io d

e la

co-

í>0

Page 5: Bourdieu Wacquant Misterio Del Ministerio Cap2

roña

», «

ingr

esos

de

la c

oron

a»)

y «l

a co

ntin

uida

d di

nást

ica,

la c

aden

a de

lo

s re

yes

de l

a qu

e su

per

sona

no

es m

ás q

ue u

n es

labó

n».15

La

coro

na

impl

ica

la in

alie

nabi

lidad

de

las

tierr

as y

de

los

dere

chos

feu

dale

s de

do-

min

io r

eal,

adem

ás d

el r

eino

en

sí m

ism

o; e

voca

la d

igni

tas

y la

m

ajes

tas

de la

func

ión

real

(po

co a

poc

o di

stin

guid

as d

e la

per

sona

del

rey

). A

sí,

la id

ea d

e co

rona

es

la id

ea d

e un

a in

stan

cia

autó

nom

a, in

depe

ndie

nte

de

la p

erso

na d

el r

ey q

ue,

por

una

rein

terp

reta

ción

de

la i

dea

de c

asa

se

cons

titu

ye p

oco

a po

co y

tra

scie

nde

a su

s pr

opio

s m

iem

bros

. L

os ju

rist

as t

iend

en s

in d

uda

a m

ante

ner

una

conf

usió

n cr

eativ

a en

tre

la r

epre

sent

ació

n di

nást

ica

de la

cas

a, e

n la

que

tod

avía

cre

en, y

la r

epre

-se

ntac

ión

jurí

dica

del

Est

ado

com

o co

rpus

mys

ticum

a

la m

aner

a de

la

Igle

sia

(Kan

toro

wic

z).

Para

dójic

amen

te, e

s el

pes

o de

las

estr

uctu

ras

de p

aren

tesc

o y

las

gue-

rras

de

pala

cio

que

amen

azan

la p

erpe

tuac

ión

de la

din

astía

y e

l pod

er d

el

prín

cipe

los

que

fav

orec

en p

or t

odas

par

tes,

des

de lo

s im

peri

os a

rcai

cos

hast

a lo

s Es

tado

s m

oder

nos,

el d

esar

rollo

de

form

as d

e au

tori

dad

inde

-pe

ndie

ntes

del

par

ente

sco,

tan

to e

n su

fun

cion

amie

nto

com

o en

su

re-

prod

ucci

ón. L

a em

pres

a de

l Est

ado

es e

l lug

ar d

e un

a op

osic

ión

anál

oga

a la

que

Ber

le y

Mea

ns h

an in

trod

ucid

o a

prop

ósit

o de

la e

mpr

esa

de lo

s «p

ropi

etar

ios»

(ow

ners

) he

redi

tari

os d

el p

oder

y d

e lo

s «f

unci

onar

ios»

(m

anag

ers)

, «c

argo

s» r

eclu

tado

s po

r su

com

pete

ncia

y d

espr

ovis

tos

de

títul

os h

ered

itari

os. E

sta

opos

ició

n no

deb

e re

ific

arse

, tal

com

o lo

hem

os

hech

o co

n la

em

pres

a. L

as e

xige

ncia

s de

las

luch

as i

ntra

-din

ástic

as

(ent

re

los

herm

anos

, so

bre

todo

), es

tán

al p

rinc

ipio

de

los

prim

eros

esb

ozos

de

la d

ivis

ión

del

trab

ajo

de d

omin

ació

n.

Son

los

here

dero

s lo

s qu

e de

ben

apoy

arse

sob

re lo

s m

anag

ers

para

per

petu

arse

; son

ello

qui

enes

, a m

enu-

do, d

eben

ser

virs

e de

nue

vos

recu

rsos

que

ofr

ece

la c

entr

aliz

ació

n bu

ro-

crát

ica

para

ven

cer

las

amen

azas

por

par

te d

e su

s ri

vale

s di

nást

icos

: es

el

caso

, por

eje

mpl

o, e

n el

que

un

rey

se s

irve

de

los

recu

rsos

que

le p

rocu

-ra

el t

esor

o pa

ra c

ompr

ar a

los

jefe

s de

los

linaj

es c

ompe

tido

res

o, m

ás

sutil

men

te, c

uand

o co

ntro

la la

com

pete

ncia

ent

re s

us a

llega

dos

dist

ribu

-ye

ndo

jerá

rqui

cam

ente

los

ben

efic

ios

sim

bólic

os q

ue p

rocu

ra la

org

ani-

zaci

ón c

uria

l. En

cont

ram

os,

así,

más

o m

enos

um

vers

alm

ente

, una

tri

part

ició

n de

l po

der

con,

al l

ado

del r

ey,

los

herm

anos

de

l re

y (e

n se

ntid

o am

plio

), ri

-va

les

diná

stic

os c

uya

auto

rida

d re

posa

sob

re e

l pri

ncip

io d

inás

tico

de la

ca

sa, y

los

min

istr

os d

el r

ey,

hom

ines

no

vi l

as m

ás d

e la

s vec

es, r

eclu

tado

s po

r su

com

pete

ncia

. Pod

emos

dec

ir, s

impl

ifica

ndo

muc

ho, q

ue e

l rey

ne- 51

cesi

ta t

ener

min

istr

os p

ara

limita

r y

cont

rola

r el

pod

er d

e su

s he

rman

os

y de

los

que

él p

uede

, a la

inve

rsa,

ser

virs

e pa

ra li

mita

r y

cont

rola

r el

po-

der

de lo

s m

inis

tros

.

Los

gran

des

impe

rios

agra

rios,

com

pues

tos

en su

gra

n m

ayor

ía p

or p

eque

-ño

s pr

oduc

tore

s ag

rícol

as q

ue v

iven

en

com

unid

ades

cer

rada

s so

bre

ella

s m

ismas

y d

omin

adas

por

una

min

oría

que

ase

gura

el m

ante

nim

ient

o de

l or-

den

y la

ges

tión

de la

vio

lenc

ia (l

os g

uerr

eros

) y la

ges

tión

de la

sabi

duría

ofi-

cial

, con

serv

ada

por

escr

ito (l

os e

scrib

as),

oper

an u

na ru

ptur

a ne

ta d

e lo

s la-

zos

fam

iliar

es i

nstit

uyen

do g

rand

es b

uroc

raci

as d

e pa

rias

, ex

clui

dos

de la

re

prod

ucci

ón p

olíti

ca, e

unuc

os, s

acer

dote

s con

sagr

ados

al c

elib

ato,

ext

ranj

e-ro

s sin

lazo

s de

par

ente

sco

con

las

gent

es d

el p

aís

(en

las

guar

dias

pre

toria

-na

s de

los

pala

cios

y e

n lo

s se

rvic

ios

finan

cier

os d

e lo

s im

perio

s) y

priv

ados

de

der

echo

s o,

en

el lí

mite

, esc

lavo

s qu

e so

n de

pro

pied

ad d

el E

stad

o y

cu-

yos

bien

es y

pue

stos

pue

den

reto

rnar

en

todo

mom

ento

al E

stad

o.16 E

n el

Eg

ipto

ant

iguo

, la

dist

inci

ón e

s taj

ante

ent

re la

fam

ilia

real

y la

alta

adm

inis-

trac

ión,

est

ando

el p

oder

del

egad

o a

hom

bres

nue

vos

ante

s qu

e a

mie

mbr

os

de la

fam

ilia

real

. De

la m

isma

man

era,

en la

Asi

ría a

ntig

ua (G

arel

li), e

l wad

u es

a la

vez

el e

scla

vo y

el

«fun

cion

ario

»; e

n el

impe

rio a

quem

énid

a, c

om-

pues

to p

or M

edos

y P

ersa

s, lo

s al

tos

func

iona

rios

son,

a m

enud

o, g

riego

s. Lo

mism

o oc

urre

en

el im

perio

Mog

ol, d

onde

los

alto

s fu

ncio

nario

s so

n ca

si

todo

s ex

tran

jero

s.

Los

ejem

plos

más

des

taca

dos

nos

los

prop

orci

ona

el im

perio

oto

man

o.

Lect

ores

de

Baja

zet,

tene

mos

una

idea

de

la a

men

aza

perm

anen

te q

ue lo

s he

rman

os y

el v

isir,

pers

onaj

e bu

rocr

átic

o co

mis

iona

do, e

ntre

otr

as c

osas

, pa

ra c

ontr

olar

a lo

s pr

imer

os, r

epre

sent

an p

ara

el p

rínci

pe. S

oluc

ión

radi

cal,

desp

ués

del s

iglo

XV,

la le

y de

l fat

ricid

io im

pone

que

los

herm

anos

del

prí

n-ci

pe s

ean

sacr

ifica

dos

desd

e su

adv

enim

ient

o.17 C

omo

en o

tros

muc

hos

im-

perio

s de

l Ori

ente

ant

iguo

, son

los

extr

anje

ros,

en

el c

aso

part

icul

ar d

e lo

s cr

istia

nos

rene

gado

s, isl

amiz

ados

, los

que

acc

eden

a p

osic

ione

s de

alto

s di

g-na

tari

os.18

El i

mpe

rio o

tom

ano

se d

ota

de u

na a

dmin

istra

ción

cos

mop

olita

;19

lo q

ue d

enom

inam

os la

«re

cogi

da»,

per

mite

que

se

dote

n de

«pe

rson

as d

e-vo

tas»

. El k

ul o

tom

ano

desig

na a

la v

ez a

l esc

lavo

y a

l ser

vido

r de

l Est

ado.

Pode

mos

así

enu

ncia

r la

ley

fund

amen

tal

de e

sta

divi

sión

ini

cial

del

tr

a-ba

jo

de d

omin

ació

n en

tre

los

here

dero

s, r

ival

es d

inás

ticos

dot

ados

del

po

der

repr

oduc

tor

pero

red

ucid

os a

la im

pote

ncia

pol

ític

a, y

los

obla

tos,

po

dero

sos

polít

icam

ente

per

o de

spro

vist

os d

el p

oder

rep

rodu

ctor

: par

a lim

itar

el p

oder

de

los

mie

mbr

os h

ered

itari

os d

e la

din

astía

, se

recu

rre,

pa

ra la

s po

sici

ones

im

port

ante

s, a

indi

vidu

os a

jeno

s a

la d

inas

tía, a

ho-

52

Page 6: Bourdieu Wacquant Misterio Del Ministerio Cap2

min

es n

ovi,

a ob

lato

s qu

e de

ben

todo

al E

stad

o al

que

sir

ven

y qu

e pu

e-de

n, a

l men

os t

eóri

cam

ente

, per

der

en c

ualq

uier

mom

ento

el p

oder

que

ha

n re

cibi

do d

e él

; per

o pa

ra p

rote

gers

e co

ntra

la

mon

opol

izac

ión

del

pode

r qu

e am

enaz

a a

todo

det

enta

dor

de u

n po

der

fund

ado

sobr

e un

a co

mpe

tenc

ia e

spec

ializ

ada,

más

o m

enos

sin

gula

r, se

rec

luta

a

hom

ines

no

vi d

e ta

l m

aner

a qu

e no

ten

gan

posi

bilid

ad

algu

na

de r

epro

duci

rse

(el

extr

emo

son

los

eunu

cos

o lo

s cl

érig

os c

onsa

grad

os a

l cel

ibat

o) y

de

per-

petu

ar s

u po

der

por

vías

de

tipo

diná

stic

o o

de f

unda

r du

rabl

emen

te s

u po

der

en u

na l

egiti

mid

ad a

utón

oma,

ind

epen

dien

te d

e la

que

el

Esta

do

perm

ite,

con

dici

onal

men

te y

tem

pora

lmen

te,

por

med

io d

e su

est

atut

o de

fun

cion

ario

s. (

El h

echo

de

que

el E

stad

o po

ntif

ical

evo

luci

onó

tan

prec

ozm

ente

, des

de lo

s si

glos

XII

y X

III,

haci

a un

Est

ado

buro

crát

ico,

se

debe

tal

vez

a q

ue e

scap

ó de

ent

rada

al m

odel

o di

nást

ico

de la

tra

nsm

i-si

ón f

amili

ar -

que

se p

erpe

tua,

a v

eces

, a tr

avés

de

la r

elac

ión

tío-

sobr

i-n

o-, y

a q

ue n

o te

nga

terr

itor

io, a

l red

ucir

se a

la fi

scal

idad

y a

la ju

stic

ia).

No

term

inar

íam

os d

e re

seña

r, en

las

civ

iliza

cion

es m

ás d

iver

sas,

los

ej

empl

os

de lo

s ef

ecto

s de

est

a le

y fu

ndam

enta

l, es

dec

ir, d

e la

s m

edid

as

que

tiend

en a

evi

tar

la c

onst

ituc

ión

de u

n co

ntra

pode

r de

la m

ism

a na

tu-

rale

za q

ue e

l po

der

diná

stic

o (f

eudo

), po

dere

s in

depe

ndie

ntes

, so

bre

todo

en

su r

epro

ducc

ión

here

dita

ria

(es

en e

ste

punt

o en

el q

ue s

e si

túa

la b

ifur

caci

ón e

ntre

el f

euda

lism

o y

el im

peri

o). A

sí, e

n el

impe

rio

oto-

man

o, s

e at

ribu

ye a

los

gran

des

un t

imar

, re

ntas

de

la t

ierr

a, p

ero

no s

u pr

opie

dad.

Otr

a di

spos

ició

n m

uy f

recu

ente

: la

atri

buci

ón d

e po

dere

s es

-tr

icta

men

te v

italic

ios

(el

celib

ato

de l

os c

léri

gos)

con

el

recu

rso,

sob

re

todo

, a lo

s ob

lato

s (a

dven

ediz

os, d

esar

raig

ados

) y

a lo

s pa

rias

: el

obla

to

es la

ant

ítesi

s ab

solu

ta d

el h

erm

ano

del r

ey; a

l esp

erar

todo

del

Est

ado

(o,

en o

tro

cont

exto

, de

l pa

rtid

o),

ofre

ce t

odo

al E

stad

o al

que

no

pued

e op

oner

nad

a, a

l no

tene

r ni

inte

rés

ni f

uerz

a pr

opia

s; e

l par

ia e

s el

lím

ite

del o

blat

o, y

a qu

e pu

ede,

en

cual

quie

r m

omen

to, s

er r

eenv

iado

a la

nad

a de

la q

ue s

alió

med

iant

e la

gen

eros

idad

del

Est

ado

(por

eje

mpl

o lo

s «b

e-ca

rios

», s

urgi

dos

mila

gros

amen

te d

el s

iste

ma

esco

lar,

sob

re t

odo

bajo

la

Terc

era

Rep

úblic

a).

Com

o en

los

im

peri

os a

grar

ios,

en

Fran

cia,

baj

o Fe

lipe

Aug

usto

, la

bu

rocr

acia

se

recl

uta

entr

e lo

s ho

min

es

novi

de

baja

ext

racc

ión.

Y, c

omo

ya h

emos

vis

to, l

os r

eyes

de

Fran

cia

no c

esan

de

apoy

arse

sob

re lo

s «f

a-vo

rito

s»,

dist

ingu

idos

, la

pal

abra

lo

dice

, po

r un

a el

ecci

ón a

rbitr

aria

, pa

ra c

ontr

arre

star

el p

oder

de

los

gran

des.

Las

luch

as s

on in

cesa

ntes

en-

tre

los

próx

imos

(ge

neal

ógic

amen

te)

y lo

s fa

vori

tos

que

los

supl

anta

n en

53

el fa

vor

del p

rínc

ipe:

«C

atar

ina

de M

edié

is d

etes

ta a

d'É

pern

on e

inte

n-ta

der

riba

rle

por

todo

s lo

s m

edio

s. M

aría

de

Med

iéis

har

á lo

mis

mo

con-

tra

Ric

helie

u du

rant

e la

"jo

rnad

a de

los

inoc

ente

s".

Gas

tón

de O

rlea

ns

cons

pira

rá s

in c

esar

con

tra

el m

inis

tro

que

le a

cusa

de

tiran

ía a

l hac

er d

e pa

ntal

la e

ntre

el r

ey y

su

fam

ilia.

De

esa

form

a, la

rec

auda

ción

se

dupl

i-ca

por

que

el «

favo

rito

», c

onve

rtid

o ah

ora

en «

prim

er m

inis

tro»

, nec

esi-

ta s

er r

ico,

pod

eros

o y

estim

ado

para

atr

aer

a lo

s cl

ient

es q

ue, d

e ot

ra

man

era,

aum

enta

rían

las

filas

de

sus

opos

itor

es.

La f

abul

osa

riqu

eza

de lo

s d'

Éper

non,

Maz

arin

o R

iche

lieu

les

sum

i-ni

stra

ba l

os m

edio

s pa

ra s

u po

lític

a. A

tra

vés

de d

'Épe

rnon

y J

oyeu

se,

Enri

que

II c

ontr

oló

el a

para

to d

el E

stad

o, e

l ejé

rcit

o y

un c

iert

o nú

mer

o de

gob

erna

dore

s. G

raci

as a

sus

dos

am

igos

, se

sent

ía u

n po

co m

ás r

ey d

e Fr

anci

a».20

No

se p

uede

com

pren

der

el p

apel

de

los

paria

s m

ás q

ue a

cond

ició

n de

per

-ci

bir l

a am

bigü

edad

de

la co

mpe

tenc

ia té

cnic

a, d

e la

tech

ne y

del

espe

cial

ista

, pr

inci

pio

de u

n po

der

virtu

alm

ente

aut

ónom

o y

pote

ncia

lmen

te p

elig

roso

(c

omo

lo o

bser

va B

erna

rd G

uené

e, lo

s fu

ncio

nario

s, h

asta

138

8, se

jact

an d

e su

fide

lidad

, por

enc

ima

de su

com

pete

ncia

)21 y

obj

eto,

en

muc

has

soci

eda-

des

arca

icas

, de

una

prof

unda

am

biva

lenc

ia: s

abem

os q

ue e

n m

ucha

s so

cie-

dade

s agr

aria

s, el

arte

sano

(dem

iour

gos)

, sob

re to

do e

l her

rero

, per

o ta

mbi

én

el o

rfeb

re, e

l arm

ero,

etc

éter

a, e

s ob

jeto

de

repr

esen

taci

ones

y d

e tr

atam

ien-

tos

muy

am

biva

lent

es y

es,

a la

vez

, tem

ido

y de

spre

ciad

o, in

clus

o es

tigm

a-tiz

ado.

La

pose

sión

de u

na e

spec

ialid

ad, y

a se

trat

e de

la m

etal

urgi

a o

de la

m

agia

-a la

que

se le

aso

cia

a m

enud

o-, d

e la

s fin

anza

s o,

en

otro

ord

en, d

e la

cap

acid

ad g

uerr

era

(mer

cena

rios,

jení

zaro

s, c

uerp

os d

e él

ite d

el e

jérc

ito,

cond

otie

ros,

etc

éter

a), p

uede

con

ferir

un

pode

r pe

ligro

so. S

uced

e lo

mism

o co

n la

esc

ritur

a: sa

bem

os q

ue, e

n el

impe

rio o

tom

ano,

los

escr

ibas

(kat

ib)

in-

tent

aron

con

fisca

r el

pod

er, d

e la

mism

a m

aner

a qu

e la

s fam

ilias

de

los j

eque

s de

l Isla

m in

tent

an m

onop

oliz

ar e

l pod

er r

elig

ioso

. En

Asi

ría (

Gar

elli)

, los

es

crib

as, d

eten

tado

res

del m

onop

olio

de

la e

scrit

ura

cune

iform

e, d

eten

taba

n un

gra

n po

der;

se le

s al

eja d

e la

cor

te y

, cua

ndo

se le

s co

nsul

ta, s

e le

s di

vide

en

tres

gru

pos

para

que

no

pued

an p

oner

se d

e ac

uerd

o. E

stas

esp

ecia

lidad

es

inqu

ieta

ntes

incu

mbe

n a

men

udo

a gr

upos

étn

icos

fáci

les

de id

entif

icar

cul

-tu

ralm

ente

, se

les

estig

mat

iza

y se

les

excl

uye

de la

pol

ítica

, del

pod

er s

obre

lo

s in

stru

men

tos

de co

erci

ón y

de

las

mar

cas

del h

onor

. Por

tant

o, la

s esp

e-cia

lidad

es s

e de

jan e

n m

anos

de

grup

os p

aria

s, lo

que

per

mite

al g

rupo

do-

min

ante

y a

los r

epre

sent

ante

s de

sus v

alor

es o

ficia

les

serv

irse

de el

los

al m

is-

mo

tiem

po q

ue s

e le

s re

chaz

a of

icia

lmen

te. E

l pod

er y

los

priv

ilegi

os q

ue

proc

uran

se

encu

entr

an, a

sí, l

imita

dos,

por

la ló

gica

mism

a de

su g

énes

is, a

54

Page 7: Bourdieu Wacquant Misterio Del Ministerio Cap2

grup

os e

stig

mat

izad

os q

ue n

o pu

eden

obt

ener

ple

nam

ente

los

bene

ficio

s de-

rivad

os, s

obre

todo

, y e

sto

es lo

ese

ncia

l, en

el t

erre

no p

olíti

co.

Los

dete

ntad

ores

del

pod

er d

inás

tico

tiene

n in

teré

s en

apo

yars

e so

bre

grup

os q

ue, c

omo

las m

inor

ías

espe

cializ

adas

en

las p

rofe

sion

es v

incu

lada

s a

las f

inan

zas,

y e

n pa

rtic

ular

los

judí

os (c

onoc

idos

por

su fi

abili

dad

prof

esio

-na

l y su

capa

cidad

par

a pr

esta

r se

rvic

ios

y pr

opor

cion

ar u

na m

erca

ncía

pre

-ci

sa),22

deb

en s

er o

con

vert

irse

en im

pote

ntes

(mili

tar

o po

lític

amen

te) p

ara

esta

r au

toriz

ados

a m

aneja

r lo

s in

stru

men

tos

que,

en

mal

as m

anos

, ser

ían

muy

pel

igro

sos.

Pod

emos

com

pren

der

tam

bién

, de

esta

man

era,

des

de u

na

cier

ta p

ersp

ectiv

a -l

a de

la d

ivisi

ón d

e po

dere

s y

de la

s gu

erra

s de

pal

acio

-, el

pas

o de

l ejé

rcito

feud

al a

l ejé

rcito

de

mer

cena

rios,

el e

jérc

ito p

rofe

sion

al

asal

aria

do e

s a la

trop

a de

los

«féa

ux»

o a

la «

facc

ión»

lo q

ue lo

s fu

ncio

nario

s o

el «

favo

rito»

son

par

a lo

s he

rman

os d

el re

y o

para

los

mie

mbr

os d

e la

casa

de

l rey

.

El p

rinc

ipio

de

la c

ontr

adic

ción

pri

ncip

al d

el E

stad

o di

nást

ico

(ent

re lo

s he

rman

os d

el r

ey y

los

min

istr

os d

el r

ey)

resi

de e

n el

con

flict

o en

tre

dos

mod

os

de r

epro

ducc

ión.

En

efe

cto,

a m

edid

a qu

e el

Est

ado

diná

stic

o se

co

nsti

tuye

, qu

e el

cam

po

de p

oder

se

dife

renc

ia

(en

prim

er l

ugar

el r

ey,

los

obis

pos,

los

mon

jes,

los

caba

llero

s, d

espu

és l

os ju

rist

as -

intr

odu

cto-

res

del

dere

cho

rom

ano-

y, m

ás t

arde

, el P

arla

men

to,

los

mer

cade

res

y lo

s ba

nque

ros,

des

pués

los

letr

ados

),23 y

que

se

inst

ituy

e un

com

ienz

o de

di

visi

ón d

el t

raba

jo d

e do

min

ació

n, s

e ac

entú

a el

car

ácte

r m

ixto

, am

bi-

guo,

a v

eces

con

trad

icto

rio

del

mod

o de

rep

rodu

cció

n en

vig

or e

n el

sen

o de

l ca

mpo

de

pode

r: e

l Es

tado

din

ástic

o pe

rpet

úa u

n m

odo

de r

epro

-du

cció

n fu

ndad

o so

bre

la h

eren

cia

y la

ide

olog

ía d

e sa

ngre

y d

el n

aci-

mie

nto

que

es a

ntin

ómic

o re

spec

to a

la q

ue s

e in

stitu

ye e

n la

bur

ocra

cia

de E

stad

o, e

n re

laci

ón c

on e

l de

sarr

ollo

de

la e

nseñ

anza

, vin

cula

da e

lla

mis

ma

a la

apa

rici

ón d

e un

cue

rpo

de f

unci

onar

ios:

hac

e co

exis

tir d

os

mod

os d

e re

prod

ucci

ón m

utua

men

te e

xclu

sivo

s, e

l m

odo

de r

epro

duc-

ción

bur

ocrá

tico

, vin

cula

do s

obre

tod

o al

sis

tem

a es

cola

r, p

or t

anto

a la

co

mpe

tenc

ia y

al m

érit

o, q

ue t

iend

e a

soca

var

el m

odo

de r

epro

ducc

ión

diná

stic

o, g

enea

lógi

co, e

n su

s fu

ndam

ento

s m

ism

os, e

n el

pri

ncip

io m

is-

mo

de s

u le

gitim

idad

de

la s

angr

e y

el n

acim

ient

o.

El

paso

del

Est

ado

diná

stic

o al

bur

ocrá

tico

es

inse

para

ble

del

mov

i-m

ient

o po

r el

cua

l la

nuev

a no

blez

a, la

nob

leza

de

Esta

do (

de t

oga)

, ex-

puls

a a

la a

ntig

ua n

oble

za, l

a no

blez

a de

san

gre.

Se

com

prue

ba d

e pa

so

que

los

med

ios

diri

gent

es h

an s

ido

los

prim

eros

en

cono

cer

un p

roce

so

que

se e

xten

dió,

muc

ho m

ás ta

rde,

al c

onju

nto

de la

soc

ieda

d: e

l pas

o de

55

un m

odo

de r

epro

ducc

ión

fam

iliar

(qu

e no

con

oce

la d

ivis

ión

entr

e lo

blic

o y

lo p

riva

do)

y un

mod

o de

rep

rodu

cció

n bu

rocr

átic

o de

com

-po

nent

e es

cola

r, fu

ndad

o so

bre

la in

terv

enci

ón d

e la

esc

uela

en

el p

roce

-so

de

repr

oduc

ción

.

La

olig

arqu

ía d

inás

tica

y e

l nu

evo

mod

o de

rep

rod

ucc

ión

Pero

lo

esen

cial

es

que,

com

o el

señ

orío

med

ieva

l se

gún

Mar

c B

loch

, el

Esta

do d

inás

tico

es u

n «t

erri

tori

o en

el q

ue la

exp

lota

ción

est

á or

gani

za-

da d

e m

aner

a qu

e un

a pa

rte

de lo

s pr

oduc

tos

esté

des

tinad

a a

un p

erso

na-

je ú

nico

», «

a la

vez

jefe

y d

ueño

del

sue

lo».

24 E

l Est

ado

diná

stic

o, a

pes

ar

de s

er b

uroc

ráti

co e

impe

rson

al, e

stá

orie

ntad

o a

la p

erso

na d

el r

ey: c

on-

cent

ra d

ifere

ntes

esp

ecie

s de

cap

ital,

dife

rent

es f

orm

as d

e po

der

y de

re-

curs

os m

ater

iale

s y

sim

bólic

os (

dine

ro, h

onor

es, t

ítul

os, i

ndul

genc

ias

y fa

vore

s) e

n la

s m

anos

del

rey

y e

so p

uede

, por

una

red

istr

ibuc

ión

sele

cti-

va,

inst

ituir

o s

uste

ntar

rel

acio

nes

de d

epen

denc

ia (

clie

ntel

a) o

, mej

or, e

l re

cono

cim

ient

o pe

rson

al

y pe

rpet

uar

de e

ste

mod

o su

pod

er.

Así

, por

eje

mpl

o, p

uest

o qu

e el

din

ero

acum

ulad

o po

r la

hac

iend

a de

l Es

tado

se

redi

stri

buye

con

tinua

men

te a

cat

egor

ías

bien

det

erm

inad

as d

e su

jeto

s (b

ajo

la fo

rma,

sob

re t

odo,

de

paga

s pa

ra lo

s m

ilita

res

o de

sue

l-do

s pa

ra lo

s fu

ncio

nari

os, d

eten

tado

res

de o

fici

os c

ivile

s, a

dmin

istr

ado-

res

y ge

ntes

de

just

icia

), la

gén

esis

del

Est

ado

es in

diso

ciab

le d

e la

gén

e-si

s de

un

grup

o de

per

sona

s qu

e es

tán

vinc

ulad

os a

él,

que

tiene

n in

teré

s en

su

func

iona

mie

nto.

(H

aría

falta

exa

min

ar a

quí l

a an

alog

ía c

on la

Igl

e-si

a: e

l pod

er d

e la

Igl

esia

no

se m

ide

verd

ader

amen

te, c

omo

se c

ree,

por

el

núm

ero

de c

omul

gant

es, s

ino,

sob

re t

odo,

por

el n

úmer

o de

aqu

ello

s qu

e de

ben

dire

cta

o in

dire

ctam

ente

los

fun

dam

ento

s ec

onóm

icos

y s

o-ci

ales

de

su e

xist

enci

a so

cial

y, e

n pa

rtic

ular

, sus

ingr

esos

, a la

exi

sten

cia

de la

Igle

sia,

y q

ue e

stán

, por

tan

to, i

nter

esad

os e

n su

exi

sten

cia.

) E

l Es

tado

es

una

empr

esa

que

da b

enef

icio

, en

pri

mer

lug

ar,

al r

ey

mis

mo

y a

aque

llos

que

él h

ace

bene

fici

ario

s de

su la

rgue

za. L

a lu

cha

por

cons

trui

r el

Est

ado

se c

onvi

erte

así

cad

a ve

z m

ás e

n in

diso

ciab

le d

e un

a lu

cha

por

apro

piar

se d

e lo

s be

nefi

cios

aso

ciad

os a

l Es

tado

(lu

cha

que,

co

n el

wel

fare

st

ate,

se ir

á ex

tend

iend

o aú

n m

ás a

mpl

iam

ente

). C

omo

ha

mos

trad

o D

enis

Cro

uze

t,25 l

as lu

chas

de

influ

enci

a en

torn

o al

pod

er t

ie-

nen

por

apue

sta

la o

cupa

ción

de

posi

cion

es c

entr

ales

pro

pias

par

a p

ro-

cura

r la

s ve

ntaj

as f

inan

cier

as q

ue lo

s no

bles

nec

esita

n pa

ra a

segu

rars

e su

56

Page 8: Bourdieu Wacquant Misterio Del Ministerio Cap2

nive

l de

vida

(de

ahí,

por

ejem

plo,

la a

dhes

ión

del d

uque

de

Nev

ers

a E

n-ri

que

II o

la d

el jo

ven

Gui

se a

Enr

ique

IV

a c

ambi

o de

1 2

00 0

00 l

ibra

s de

stin

adas

a p

agar

la d

euda

de

su p

adre

, etc

éter

a). E

n re

sum

en, e

l Est

ado

diná

stic

o in

stitu

ye l

a ap

ropi

ació

n pr

ivad

a de

los

rec

urso

s pú

blic

os

por

part

e de

cie

rtas

per

sona

s. D

e la

mis

ma

form

a qu

e el

vín

culo

per

sona

l de

tipo

feud

al e

s co

ntra

ctua

l y

da l

ugar

a r

emun

erac

ione

s ya

no

tant

o en

fo

rma

de t

ierr

a si

no e

n fo

rma

de d

iner

o o

de p

oder

, los

«pa

rtid

os»

lu-

chan

ent

re e

llos,

sob

re t

odo

en e

l sen

o de

l C

onse

jo r

eal,

para

ase

gura

rse

el c

ontr

ol d

el c

ircu

ito

de la

con

trib

ució

n.

Así

, la

am

bigü

edad

del

Est

ado

diná

stic

o se

per

petú

a (y

con

tinua

bajo

otr

as f

orm

as t

ras

su d

esap

aric

ión)

por

que

exis

ten

inte

rese

s y

gana

n-ci

as p

artic

ular

es, p

riva

dos,

en

la a

prop

iaci

ón d

e lo

púb

lico,

de

lo u

nive

r-sa

l, y

esas

pos

ibili

dade

s si

empr

e re

nova

bles

est

án a

bier

tas

a la

rea

prop

ia-

ción

(po

r ej

empl

o, a

dem

ás d

e la

exi

sten

cia

estr

uctu

ral

de la

cor

rupc

ión,

la

ven

alid

ad d

e lo

s ca

rgos

-de

spué

s de

l si

glo

XIV

- y

el h

echo

de

que

los

carg

os s

ean

here

dita

rios

-el

edi

cto

de P

aule

t de

1604

con

vier

te lo

s ca

rgos

en

pro

pied

ad p

riva

da-

inst

ituy

e un

a «n

ueva

feu

dalid

ad»)

.26 E

l po

der

real

deb

e no

mbr

ar c

omis

ario

s pa

ra v

olve

r a

ocup

arse

de

la a

dmin

istr

a-•

' 2

7

cío

n. Des

de e

l pu

nto

de v

ista

del

rey

(y

del

pode

r ce

ntra

l en

gen

eral

), lo

id

eal

serí

a co

ncen

trar

y r

edis

trib

uir

la t

otal

idad

de

los

rec

urso

s, d

omi-

nand

o as

í com

plet

amen

te e

l pro

ceso

de

prod

ucci

ón d

el c

apita

l si

mbó

li-co

. En

real

idad

, deb

ido

a la

div

isió

n de

l tra

bajo

de

dom

inac

ión,

sie

mpr

e ha

y pé

rdid

as: l

os s

ervi

dore

s de

l Est

ado

tiend

en s

iem

pre

a se

rvir

se d

irec

-ta

men

te

(en

luga

r de

esp

erar

a la

red

istr

ibuc

ión)

, a tr

avés

de

sust

racc

io-

nes

y de

svia

cion

es d

e re

curs

os m

ater

iale

s y

sim

bólic

os. D

e ah

í que

exi

s-ta

un

a ve

rdad

era

corr

upci

ón

estr

uctu

ral

que,

ta

l co

mo

lo

mue

stra

Pi

erre

-Eti

enne

Will

, es

el

rasg

o pr

opio

de

las

auto

rida

des

inte

rmed

ias:

ad

emás

de

las

«irr

egul

arid

ades

reg

ular

es»,

est

o es

, las

ext

orsi

ones

des

ti-na

das

a pa

gar

los

gast

os p

erso

nale

s y

prof

esio

nale

s, d

e lo

s qu

e es

difí

cil

dete

rmin

ar s

i se

tra

ta d

e un

a «c

orru

pció

n in

stitu

cion

aliz

ada»

o d

e un

a «f

inan

ciac

ión

info

rmal

de

los

gast

os»,

se

dan

toda

s la

s ve

ntaj

as q

ue l

os

func

iona

rios

sub

alte

rnos

pue

den

obte

ner

de s

u po

sici

ón e

stra

tégi

ca e

n la

ci

rcul

ació

n de

la in

form

ació

n de

sde

las

posi

cion

es a

ltas

a la

s ba

jas

y de

la

s ba

jas

a la

s al

tas,

bie

n ve

ndie

ndo

a la

s au

tori

dade

s su

peri

ores

un

ele-

men

to d

e in

form

ació

n vi

tal q

ue p

osee

n, b

ien

negá

ndos

e a

tran

smiti

r un

a so

licita

ción

o h

acié

ndol

o só

lo s

i ob

tien

en a

lgún

ben

efic

io,

bien

rec

ha-

zand

o tr

ansm

itir

una

ord

en.28

De

man

era

gene

ral,

los

que

pose

en u

na

57

auto

rida

d de

lega

da p

uede

n ob

tene

r to

da s

uert

e de

ben

efic

ios

de s

u po

si-

ción

de

inte

rmed

iari

os. S

egún

la ló

gica

del

der

echo

y e

l pas

arse

del

der

e-ch

o (p

asse

-dro

it),29

to

do a

cto

o pr

oces

o ad

min

istr

ativ

o pu

ede

ser

blo-

quea

do y

ret

arda

do o

fac

ilita

do y

ace

lera

do (

cont

ra u

na c

antid

ad d

e di

nero

). E

l su

balte

rno

tiene

a m

enud

o un

a ve

ntaj

a en

rel

ació

n a

las

ins-

tanc

ias

supe

rior

es (

y a

las

inst

anci

as d

e co

ntro

l en

part

icul

ar):

está

pró

xi-

mo

al «

terr

eno»

y, c

uand

o es

est

able

en

su

pues

to, e

s fr

ecue

nte

que

for-

me

part

e de

la s

ocie

dad

loca

l. (J

ean-

Jacq

ues

Laff

ont,

a pr

opós

ito

de lo

s m

odel

os f

orm

ales

de

la «

supe

rvis

ión»

, lo

con

cibe

, de

sde

la p

ersp

ectiv

a de

la t

eorí

a de

los

cont

rato

s, c

omo

un ju

ego

con

tres

per

sona

jes,

el

em-

pres

ario

, el

cap

ataz

[su

perv

isor

], y

los

obre

ros.

30 A

unqu

e el

mod

elo

da

buen

a cu

enta

de

la p

osic

ión

estr

atég

ica

del s

uper

viso

r qu

e pu

ede

amen

a-za

r a

los

obre

ros

reve

land

o in

form

ació

n [d

ecir

qui

én e

s el

res

pons

able

de

l de

scen

so d

e lo

s re

sulta

dos]

y o

culta

ndo

la v

erda

d al

em

pres

ario

, es

bast

ante

irre

al: p

asa

por

alto

, sob

re t

odo,

los

efec

tos

de la

s di

spos

icio

nes

y la

s co

nstr

icci

ones

del

cam

po b

uroc

ráti

co q

ue p

uede

n im

pone

r la

cen

-su

ra a

las

incl

inac

ione

s eg

oíst

as.)

De

esta

man

era,

pod

emos

des

crib

ir la

cor

rupc

ión

com

o un

esc

ape

en

el p

roce

so d

e ac

umul

ació

n y

conc

entr

ació

n de

cap

ital

esta

tal,

dado

que

lo

s ac

tos

de e

xacc

ión

y re

dist

ribu

ción

dir

ecto

s qu

e pe

rmite

la

acum

ula-

ción

de

capi

tal

econ

ómic

o y

sim

bólic

o en

los

niv

eles

inf

erio

res

(los

de

los

proc

ónsu

les

o lo

s se

ñore

s fe

udal

es q

ue s

on «

reye

s» a

una

esc

ala

infe

-ri

or),

tiene

n la

con

secu

enci

a de

impe

dir

o fr

enar

el p

aso

del

feud

alis

mo

al im

peri

o o

de fa

vore

cer

la r

egre

sión

del

impe

rio

haci

a el

feu

dalis

mo.

La

lógi

ca d

el p

roce

so d

e b

uro

crat

izac

ión

De

esta

for

ma,

la p

rim

era

afir

mac

ión

de la

dis

tinci

ón e

ntre

lo

públ

ico

y lo

pri

vado

ocu

rre

en la

esf

era

del p

oder

. Con

duce

a la

con

stit

ució

n de

un

orde

n pr

opia

men

te p

olít

ico

de lo

s po

dere

s pú

blic

os, d

otad

o de

su

lógi

ca

prop

ia (

la r

azón

de

Esta

do),

de s

us v

alor

es a

utón

omos

, de

su le

ngua

je e

s-pe

cífi

co y

dis

tinto

del

dom

ésti

co (

real

) y

del

priv

ado.

Est

a di

stin

ción

te

ndrá

que

ext

ende

rse

ulte

rior

men

te a

toda

la v

ida

soci

al; p

ero

ha d

e co

-m

enza

r, de

alg

una

man

era,

con

el r

ey, c

on e

l esp

íritu

del

rey

y d

e su

en-

torn

o, c

on r

espe

cto

al c

ual t

odo

lleva

a c

onfu

ndir

, por

una

sue

rte

de n

ar-

cisi

smo

de i

nsti

tuci

ón,

los

recu

rsos

o l

os i

nter

eses

de

la in

stitu

ción

con

lo

s re

curs

os y

los

inte

rese

s de

la p

erso

na. L

a fó

rmul

a «e

l Est

ado

soy

yo»

58

Page 9: Bourdieu Wacquant Misterio Del Ministerio Cap2

expr

esa

ante

s qu

e na

da la

con

fusi

ón d

el o

rden

púb

lico

con

el o

rden

pri

-va

do q

ue d

efin

e al

Est

ado

diná

stic

o y

cont

ra e

l que

deb

erá

cons

trui

rse

el

Esta

do b

uroc

ráti

co,

supo

nien

do l

a di

soci

ació

n de

la

posi

ción

y d

e su

oc

upan

te, d

e la

func

ión

y de

l fun

cion

ario

, del

inte

rés

públ

ico

y de

los

in-

tere

ses

priv

ados

, pa

rtic

ular

es,

con

la v

irtu

d de

l de

sint

erés

oto

rgad

o al

fu

ncio

nari

o.

La C

orte

es

un e

spac

io a

la v

ez p

úblic

o y

priv

ado;

que

pue

de d

escr

i-bi

rse

incl

uso

com

o un

a co

nfis

caci

ón d

el c

apita

l so

cial

y d

el c

apita

l si

m-

bólic

o en

ben

efic

io d

e un

a pe

rson

a, u

na m

onop

oliz

ació

n de

l esp

acio

pú-

blic

o. E

l pa

trim

onia

lism

o es

esa

sue

rte

de g

olpe

de

Esta

do p

erm

anen

te

por

med

io d

el c

ual u

na p

erso

na s

e ap

ropi

a de

la c

osa

públ

ica,

un

desv

ío

de la

pro

pied

ad e

n be

nefi

cio

de la

per

sona

y d

e lo

s be

nefi

cios

vin

cula

dos

a la

fun

ción

(lo

que

pue

de a

dopt

ar f

orm

as m

uy d

iver

sas

y, a

unqu

e se

a pa

rtic

ular

men

te v

isib

le e

n la

fase

din

ástic

a si

gue

sien

do u

na p

osib

ilida

d pe

rman

ente

en

las

fase

s ul

teri

ores

, co

n el

pre

side

nte

de l

a R

epúb

lica

usur

pand

o lo

s at

ribu

tos

del

mon

arca

o, e

n ot

ro o

rden

de

cosa

s, c

uand

o un

pro

feso

r ju

ega

al «

pequ

eño

prof

eta

subv

enci

onad

o po

r el

Est

ado»

co

mo

dice

Web

er).

El p

oder

per

sona

l (q

ue p

uede

no

tene

r na

da d

e ab

so-

luto

) es

la a

prop

iaci

ón p

riva

da d

el p

oder

púb

lico,

el e

jerc

icio

pri

vado

de

ese

pode

r (c

omo

se v

e, p

or e

jem

plo,

en

los

prin

cipa

dos

ital

iano

s).

El p

roce

so d

e ru

ptur

a co

n el

Est

ado

diná

stic

o to

ma

la fo

rma

de la

di-

soci

ació

n en

tre

el im

peri

um

(el p

oder

púb

lico)

y e

l dom

iniu

m

(el

pode

r pr

ivad

o), e

ntre

la

plaz

a pú

blic

a, e

l fo

rum

, el

ago

ra, l

ugar

de

agre

gaci

ón

del p

uebl

o re

unid

o, y

el p

alac

io (

para

los

gri

egos

, el

rasg

o m

ás c

arac

te-

ríst

ico

de la

s ci

udad

es b

árba

ras

era

la a

usen

cia

del a

gora

). La

con

cent

raci

ón d

e lo

s m

edio

s po

lític

os v

a ac

ompa

ñada

de

la e

xpro

-pi

ació

n po

lític

a de

los

pode

res

priv

ados

: «E

n to

das

part

es, e

l de

sarr

ollo

de

l Est

ado

mod

erno

tie

ne c

omo

punt

o de

par

tida

la v

olun

tad

del p

rínc

i-pe

de

expr

opia

r a

los

pode

res

priv

ados

que

, a su

lado

, det

enta

n un

pod

er

adm

inis

trat

ivo,

es

deci

r, a

todo

s aq

uello

s qu

e so

n pr

opie

tari

os d

e m

edio

s de

ges

tión,

de

med

ios

mili

tare

s, d

e m

edio

s fin

anci

eros

y d

e to

da s

uert

e de

bi

enes

sus

cept

ible

s de

ser

util

izad

os p

olít

icam

ente

».31

Pero

, más

gen

eral

men

te, e

l pro

ceso

de

«des

feud

aliz

ació

n» i

mpl

ica

la

rupt

ura

de lo

s la

zos

«nat

ural

es»

(de

pare

ntes

co)

y de

los

proc

esos

de

re-

prod

ucci

ón «

natu

ral»

, est

o es

, no

med

iatiz

ados

por

una

inst

anci

a no

do-

més

tica,

com

o el

pod

er r

eal,

buro

crát

ico,

la in

stit

ució

n es

cola

r, et

céte

ra.

El E

stad

o es

ese

ncia

lmen

te a

ntip

hysi

s: in

stitu

ye (

nobl

e, h

ered

ero,

juez

, et

céte

ra),

nom

bra,

tie

ne r

elac

ión

con

la i

nsti

tuci

ón,

la c

onst

ituc

ión,

el

5.9

nom

os,

el n

omo

(ex

inst

ituto

) po

r op

osic

ión

al p

byse

i; se

inst

ituye

en

y po

r la

inst

aura

ción

de

una

lega

lidad

esp

ecífi

ca q

ue i

mpl

ica

una

rupt

ura

con

toda

s la

s fid

elid

ades

ori

gina

rias

en.

rel

ació

n a

la e

tnia

, la

cast

a, la

fa-

mili

a, e

tc. P

or t

odo

eso,

se

opon

e a

la ló

gica

esp

ecífi

ca d

e la

fam

ilia

que,

co

n to

do l

o ar

bitr

aria

que

es,

es

la m

ás «

natu

ral»

o n

atur

aliz

able

(la

san

-gr

e, e

tcét

era)

de

las

inst

ituci

ones

soc

iale

s.

Este

pro

ceso

de

desf

euda

lizac

ión

del

Esta

do v

a pa

rejo

al

desa

rrol

lo

de u

n m

odo

de r

epro

ducc

ión

espe

cífi

co, q

ue d

a un

gra

n es

paci

o a

la e

du-

caci

ón e

scol

ar (

en C

hina

, el f

unci

onar

io d

ebe

tene

r un

a ed

ucac

ión

espe

-cí

fica

y pe

rman

ecer

tot

alm

ente

aje

no a

los

inte

rese

s pr

ivad

os).

Apa

reci

-da

s en

el s

iglo

XII

, las

uni

vers

idad

es s

e m

ultip

lican

en

Euro

pa a

par

tir d

el

sigl

o XI

V po

r im

puls

o de

los

prín

cipe

s: ju

egan

un

pape

l ese

ncia

l en

la fo

r-m

ació

n de

los

serv

idor

es d

el E

stad

o, la

icos

o e

cles

iást

icos

. Per

o, m

ás g

e-ne

ralm

ente

, la

géne

sis

del E

stad

o es

inse

para

ble

de u

na v

erda

dera

mut

a-ci

ón c

ultu

ral:

es d

e es

ta m

aner

a qu

e en

Occ

iden

te,

a pa

rtir

del

sig

lo X

II,

las

órde

nes

men

dica

ntes

que

se

desa

rrol

lan

en e

l med

io u

rban

o po

nen

a di

spos

ició

n de

l púb

lico

laic

o un

a lit

erat

ura

hast

a es

e m

omen

to r

eser

vada

a

los

ecle

siás

ticos

de

alta

cul

tura

. De

esa

form

a co

mie

nza

un p

roce

so d

e ed

ucac

ión

que

se a

cele

ra p

or la

fund

ació

n de

las

escu

elas

urb

anas

en

los

sigl

os X

V y

XVI y

por

la in

venc

ión

de la

impr

enta

. C

orre

lati

vo a

l des

arro

llo d

e la

inst

rucc

ión,

la n

omin

ació

n de

los

car-

gos

por p

arte

de

los

pode

res

públ

icos

que

sus

tituy

e la

ocu

paci

ón d

e ca

rgos

po

r he

renc

ia

tiene

por

con

secu

enci

a un

a cl

eric

aliz

ació

n de

la

nobl

eza

(par

ticul

arm

ente

vis

ible

en

Jap

ón).

Com

o se

ñala

Mar

c B

loch

, In

glat

erra

es

un

Esta

do u

nific

ado

ante

s qu

e cu

alqu

ier

otro

rei

no o

ccid

enta

l po

rque

la

pub

lic

offic

e no

se

iden

tific

a co

mpl

etam

ente

con

el

feud

o. T

enem

os,

así,

muy

pro

nto

a lo

s di

rect

ly a

ppoi

nted

ro

yal

offic

ials

(lo

s ca

rgos

rea

les

de a

sign

ació

n di

rect

a) y

a lo

s sh

eriff

s no

her

edita

rios

. La

coro

na s

e re

sis-

te a

la p

arce

laci

ón f

euda

l go

bern

ando

por

la

inte

rmed

iaci

ón d

e ag

ente

s sa

cado

s de

l ám

bito

loc

al p

ero

nom

brad

os p

or e

lla y

rev

ocad

os p

or e

lla

(Cor

riga

n y

Saye

r si

túan

en

torn

o a

1530

el

paso

gen

eral

izad

o de

la

«hou

seho

ld»

a la

s fo

rmas

bur

ocra

tizad

as d

e go

bier

no).

Para

lela

men

te s

e pr

oduc

e un

a de

smili

tari

zaci

ón d

e la

nob

leza

: «D

uran

te l

a ép

oca

de l

os

Tudo

r, l

a cl

ase

de l

os t

erra

teni

ente

s ab

ando

nó e

n su

may

oría

la

form

a-ci

ón m

ilita

r a

favo

r de

una

for

mac

ión

univ

ersi

tari

a o

cort

esan

a»32 D

e la

m

ism

a m

aner

a, e

n el

ejé

rcit

o, q

ue s

e co

nvie

rte

en u

na p

rerr

ogat

iva

del

Esta

do, s

e pa

sa «

de m

agna

tes

priv

ados

que

tien

en s

olda

dos

prop

ios

bajo

su

s ór

dene

s a

teni

ente

s co

rone

les

que

actú

an p

or o

rden

rea

l».33

60

Page 10: Bourdieu Wacquant Misterio Del Ministerio Cap2

De

la m

ism

a fo

rma

que

los

seño

res

feud

ales

se

conv

irti

eron

en

ofic

ia-

les

asal

aria

dos

del r

ey, l

a C

uria

reg

ís s

e co

nvir

tió

en u

na v

erda

dera

adm

i-ni

stra

ción

. D

e la

Cur

ia r

egís

se

pasa

, ent

re l

os s

iglo

s X

I y

XII

I, a

l Pa

rla-

men

to d

e Pa

rís

y a

la C

ámar

a de

Cue

ntas

, des

pués

, en

el s

iglo

XV

, al G

ran

Con

sejo

, y e

l pro

ceso

con

cluy

e a

med

iado

s de

l sig

lo X

VII

con

el

Con

se-

jo d

e G

obie

rno

(que

se

man

tiene

en

pres

enci

a de

l rey

y d

el c

anci

ller)

y

los

Con

sejo

s de

Adm

inis

trac

ión

y de

Just

icia

.34 (

Pero

el p

roce

so d

e di

fe-

renc

iaci

ón n

omin

al -

el

Con

sejo

red

ucid

o, e

l C

onse

jo d

e as

unto

s, e

l C

onse

jo s

ecre

to, l

lam

ado

Con

sejo

sup

erio

r de

spué

s de

164

3, e

l Con

sejo

de

desp

acho

, cre

ado

en to

rno

a 16

50, e

l Con

sejo

de

finan

zas,

el C

onse

jo d

e co

-m

erci

o a

part

ir d

e 17

30- e

scon

de u

na p

rofu

nda

imbr

icac

ión

de to

dos

los

asun

tos.

) El

gob

iern

o fe

udal

es

pers

onal

(es

tá a

segu

rado

por

un

grup

o de

hom

-br

es q

ue r

odea

n al

sob

eran

o: b

aron

es, o

bisp

os y

ple

beyo

s co

n lo

s qu

e el

re

y pu

ede

cont

ar).

Des

de m

edia

dos

del

sigl

o XI

I, lo

s m

onar

cas

ingl

eses

co

mie

nzan

a a

seso

rars

e po

r cl

érig

os, p

ero

el d

esar

rollo

de

la

Com

mon

La

w

en I

ngla

terr

a y

del d

erec

ho r

oman

o en

el c

onti

nent

e, ll

eva

a qu

e se

re

curr

a en

med

ida

crec

ient

e a

los

laic

os. A

pare

ce u

n nu

evo

grup

o, e

l de

los

func

iona

rios

, que

deb

e su

pos

ició

n a

su c

ompe

tenc

ia p

rofe

sion

al, a

l Es

tado

y a

su

cultu

ra.

Así

se

com

pren

de e

l pap

el d

eter

min

ante

de

los

letr

ados

, cuy

a as

cen-

sión

aco

mpa

ña l

a em

erge

ncia

del

Est

ado

y de

la q

ue s

e pu

ede

deci

r qu

e ha

cen

el E

stad

o qu

e le

s ha

ce, o

que

se

hace

n al

hac

er e

l Est

ado.

Des

de e

l or

igen

, es

tán

vinc

ulad

os a

l Es

tado

: po

seen

su

mod

o de

rep

rodu

cció

n pr

opio

y, c

omo

indi

ca G

eorg

es D

uby

,35 d

esde

el s

iglo

XII

«la

alta

y m

edia

bu

rocr

acia

pro

vien

e, c

asi

toda

, de

los

col

egio

s».

Con

stit

uirá

n, p

oco

a po

co, s

us in

stitu

cion

es e

spec

ífica

s, la

más

típ

ica

de la

s cu

ales

es

el P

arla

-m

ento

, gua

rdiá

n de

la le

y (s

obre

tod

o de

l der

echo

civ

il qu

e, d

esde

la s

e-gu

nda

mita

d de

l sig

lo X

II, s

e in

depe

ndiz

a de

l der

echo

can

ónic

o). D

otad

os

de r

ecur

sos

espe

cífic

os a

just

ados

a la

s ne

cesi

dade

s de

la a

dmin

istr

ació

n,

tale

s co

mo

la e

scri

tura

y e

l de

rech

o, s

e as

egur

an m

uy p

ront

o el

mon

o-po

lio d

e lo

s re

curs

os m

ás t

ípic

amen

te e

stat

ales

. Su

inte

rven

ción

con

tri-

buye

ind

iscu

tible

men

te a

la r

acio

naliz

ació

n de

l pod

er: d

esde

el

com

ien-

zo, c

omo

obse

rva

Geo

rges

Dub

y, i

ntro

duce

n el

rig

or e

n el

eje

rcic

io d

el

pode

r, a

l for

mal

izar

las

sen

tenc

ias

y lle

var

los

regi

stro

s;36 d

espu

és, p

on-

drán

en

func

iona

mie

nto

el m

odo

de p

ensa

r tí

pico

del

der

echo

can

ónic

o y

de la

lógi

ca e

scol

ástic

a so

bre

la q

ue s

e fu

ndam

enta

(co

n, p

or e

jem

plo,

la

«di

stin

ción

», la

«pu

esta

en

cues

tión

» y

el ju

ego

de lo

s ar

gum

ento

s a

fa-

61

vor

y en

con

tra,

o la

prá

ctic

a de

la in

quis

itio,

en

cues

ta r

acio

nal q

ue s

ubs-

tituy

e la

pru

eba

por

el e

xam

en q

ue c

ondu

ce a

un

info

rme

escr

ito)

. En

fin,

co

nstr

uyen

la

idea

de

Esta

do s

obre

el m

odel

o de

la d

e Ig

lesi

a, s

obre

los

tr

atad

os s

obre

el p

oder

que

se

refie

ren

a la

s Sa

grad

as E

scri

tura

s, a

l Lib

ro

de lo

s R

eyes

, a s

an A

gust

ín, p

ero

tam

bién

a A

rist

ótel

es, d

onde

la r

eale

za

es c

once

bida

com

o un

a m

agis

trat

ura

(el q

ue la

det

enta

por

her

enci

a es

el

eleg

ido

de D

ios

pero

, pa

ra m

ostr

arse

bue

n gu

ardi

án d

e la

res

pu

blic

a,

hace

falta

tene

r en

cue

nta

la n

atur

alez

a y

hace

r bu

en u

so d

e la

raz

ón).

Po-

dem

os m

ostr

ar, s

igui

endo

tod

avía

a G

eorg

es D

uby

,37 c

ómo

cont

ribu

yen

a la

gén

esis

de

un h

abitu

s bu

rocr

átic

o ra

cion

al: i

nven

tan

la v

irtu

d de

la

prud

enci

a,

que

lleva

a d

omin

ar l

as p

ulsi

ones

afe

ctiv

as,

a ac

tuar

lúc

ida-

men

te a

la lu

z de

su

inte

ligen

cia,

con

sen

tido

de la

med

ida

o de

la c

orte

-sía

, in

stru

men

to d

e re

gula

ción

soc

ial

(a d

ifere

ncia

de

Elia

s qu

e ha

ce d

el

Esta

do e

l pri

ncip

io d

e la

«ci

viliz

ació

n», D

uby

sugi

ere,

muy

just

amen

te,

que

la in

venc

ión

cler

ical

de

la c

orte

sía

cont

ribu

ye a

la in

venc

ión

del

Es-

tado

, que

con

trib

uirá

al d

esar

rollo

de

la c

orte

sía;

suc

ede

lo m

ism

o co

n la

sa

pien

tia,

disp

osic

ión

gene

ral q

ue a

fect

a a

todo

s lo

s as

pect

os d

e la

vid

a).

Fict

io j

uris

, el

Est

ado

es u

na f

icci

ón d

e lo

s ju

rist

as q

ue c

ontr

ibuy

en a

pr

oduc

ir e

l Es

tado

al p

rodu

cir

una

teor

ía d

el E

stad

o, u

n di

scur

so q

ue

pone

en

acto

la

cosa

púb

lica.

La

filo

sofí

a po

lític

a qu

e pr

oduc

en n

o es

de

scri

ptiv

a, s

ino

prod

uctiv

a y

pred

ictiv

a de

su

obje

to, y

aqu

ello

s te

mas

qu

e tr

atan

las

obra

s de

los

juri

stas

, de

Gui

ccia

rdin

i (u

no d

e lo

s pr

imer

os

en u

tiliz

ar l

a no

ción

de

la «

razó

n de

Est

ado»

) y

Gio

vann

i B

oter

o ha

sta

Lois

eau

o Bo

din,

com

o si

mpl

es t

eorí

as d

el E

stad

o, n

o lo

gran

com

pren

-de

r la

con

trib

ució

n pr

opia

men

te c

read

ora

que

el p

ensa

mie

nto

jurí

dico

ha

apo

rtad

o al

nac

imie

nto

de la

s in

stitu

cion

es e

stat

ales

.38 E

l jur

ista

, due

-ño

de

un r

ecur

so s

ocia

l co

mún

de

pala

bras

y d

e co

ncep

tos,

ofr

ece

los

med

ios

de p

ensa

r re

alid

ades

tod

avía

im

pens

able

s (c

on,

por

ejem

plo,

la

noci

ón d

e co

rpor

atio

), pr

opon

e to

do u

n ar

sena

l de

téc

nica

s or

gani

zati

-va

s, d

e m

odel

os d

e fu

ncio

nam

ient

o (a

men

udo

pres

tada

s de

la t

radi

ción

ec

lesi

ástic

a y

dest

inad

as a

ser

som

etid

as a

un

proc

eso

de la

iciz

ació

n), u

n ca

pita

l de

solu

cion

es y

de

prec

eden

tes.

(C

omo

bien

mue

stra

Sar

ah H

an-

ley,

39 e

xist

e un

vai

vén

cons

tant

e en

tre

la te

oría

jurí

dica

y la

prá

ctic

a re

al

o pa

rlam

enta

ria.

) E

so s

igni

fica

que

no p

odem

os c

onte

ntar

nos

con

inco

r-po

rar

a la

rea

lidad

ana

lizad

a lo

s co

ncep

tos

(por

eje

mpl

o, e

l de

sobe

raní

a,

golp

e de

Est

ado,

etc

éter

a) q

ue v

amos

a e

mpl

ear

para

com

pren

der

esa

real

idad

de

la q

ue fo

rman

par

te y

que

han

con

trib

uido

a h

acer

. Par

a co

m-

pren

der

adec

uada

men

te l

os e

scri

tos

polít

icos

que

, le

jos

de s

er s

impl

es

62

Page 11: Bourdieu Wacquant Misterio Del Ministerio Cap2

desc

ripc

ione

s te

óric

as,

son

verd

ader

as p

resc

ripc

ione

s pr

áctic

as

con

el f

in

de h

acer

exi

stir

un

tipo

nuev

o de

prá

ctic

a so

cial

, dán

dole

un

sent

ido

y un

a ra

zón

de s

er, e

s ne

cesa

rio

rein

sert

ar a

las

obra

s y

a lo

s au

tore

s en

la

empr

esa

de c

onst

rucc

ión

del

Esta

do c

on l

a qu

e m

antie

nen

una

rela

ción

di

aléc

tica;

y, e

n pa

rtic

ular

, hay

que

res

ituar

a lo

s au

tore

s en

el c

ampo

ju-

rídi

co n

acie

nte

y en

el e

spac

io s

ocia

l glo

bal,

ya q

ue s

u po

sici

ón -

en r

ela-

ción

a o

tros

jur

ista

s y

en r

elac

ión

al p

oder

cen

tral

- pu

ede

esta

r en

el

prin

cipi

o de

su

cons

truc

ción

teó

rica

. (L

a le

ctur

a de

l lib

ro d

e W

illia

m

Farr

Chu

rch40

per

mite

sup

oner

que

los

«le

gist

as»

se d

istin

guen

por

sus

to

mas

de

posi

ción

que

var

ían

en fu

nció

n de

su

dist

anci

a al

pod

er c

entr

al,

sien

do e

l di

scur

so «

abso

lutis

ta»

más

bie

n un

ras

go d

e lo

s ju

rist

as q

ue

part

icip

an e

n el

pod

er c

entr

al y

que

est

able

cen

una

divi

sión

cla

ra e

ntre

el

rey

y lo

s su

bdito

s y

hace

n de

sapa

rece

r to

da r

efer

enci

a a

los

pode

res

in-

term

edia

rios

, tal

es c

omo

los

Esta

dos

Gen

eral

es, m

ient

ras

que

los

Parl

a-m

ento

s tie

nen

posi

cion

es m

ás a

mbi

guas

.) To

do p

erm

ite s

upon

er q

ue lo

s es

crito

s m

edia

nte

los

que

los

juri

stas

im

pone

n su

vis

ión

del E

stad

o, s

o-br

e to

do s

u id

ea d

e la

«ut

ilida

d pú

blic

a» (

de la

que

son

inv

ento

res)

, son

ta

mbi

én e

stra

tegi

as p

or m

edio

de

las

cual

es p

rete

nden

hac

er r

econ

ocer

su

pre

cede

ncia

med

iant

e la

afi

rmac

ión

de l

a pr

eced

enci

a de

l «s

ervi

cio

públ

ico»

del

que

form

an p

arte

. (Pe

nsem

os e

n la

act

itud

del t

erce

r es

tado

en

los

Est

ados

Gen

eral

es d

e 16

14-1

615,

y e

n la

pol

ític

a de

l Pa

rlam

ento

de

Par

ís, s

obre

tod

o du

rant

e la

Fro

nda,

par

a ca

mbi

ar la

jera

rquí

a de

los

órde

nes,

par

a ha

cer

reco

noce

r el

ord

en d

e lo

s m

agis

trad

os, d

e lo

s «g

en-

tilho

mbr

es d

e pl

uma

y ti

nta»

, com

o el

pri

mer

o de

los

órde

nes,

par

a si

-tu

ar e

n el

pri

mer

ran

go n

o el

ser

vici

o de

las

arm

as s

ino

el s

ervi

cio

civi

l de

l Es

tado

; y t

ambi

én e

n la

s lu

chas

, en

el s

eno

del

cam

po d

el p

oder

en

vías

de

cons

titu

ción

, en

tre

el r

ey y

el P

arla

men

to, i

nsta

ncia

des

tinad

a a

legi

timar

el

pode

r re

al p

ara

unos

, y

a lim

itarl

o pa

ra o

tros

, do

nde

el

«asi

ento

rea

l» e

s el

pre

text

o.41 E

n re

sum

idas

cue

ntas

, aq

uello

s qu

e ha

n co

ntri

buid

o si

n du

da d

e m

aner

a m

ás e

vide

nte

a ha

cer

avan

zar

la r

azón

y

lo u

nive

rsal

, tu

vier

on u

n in

teré

s ev

iden

te e

n lo

uni

vers

al y

pod

ríam

os

deci

r, ta

mbi

én, q

ue tu

vier

on u

n in

teré

s pr

ivad

o po

r el

inte

rés

públ

ico.

42

Pero

no

es s

ufic

ient

e de

scri

bir

la ló

gica

de

ese

proc

eso

de tr

ansf

orm

a-ci

ón im

perc

eptib

le q

ue d

a lu

gar

a la

em

erge

ncia

de

esa

real

idad

soc

ial s

in

prec

eden

te h

istó

rico

que

es

la b

uroc

raci

a m

oder

na, e

s de

cir,

a la

inst

itu-

ción

de

un c

ampo

adm

inis

trat

ivo

rela

tivam

ente

aut

ónom

o, in

depe

ndie

n-te

de

la p

olíti

ca (

dene

gaci

ón)

y de

la e

cono

mía

(de

sint

erés

) qu

e ob

edec

e a

la ló

gica

esp

ecífi

ca d

e lo

«pú

blic

o». N

o ba

sta

con

cont

enta

rse

con

esa 63

sem

icom

pren

sión

int

uitiv

a qu

e pr

opor

cion

a la

fam

iliar

idad

con

el e

sta-

do f

inal

, sin

o qu

e ha

y qu

e re

cupe

rar

el s

entid

o pr

ofun

do d

e es

ta s

erie

de

inve

ncio

nes

infin

itesi

mal

es y

, por

tan

to, t

odas

igu

alm

ente

dec

isiv

as, q

ue

son

el d

espa

cho,

la fi

rma,

el s

ello

, el d

ecre

to d

e no

min

ació

n, e

l cer

tifi

ca-

do,

el a

test

ado,

el r

egis

tro

y la

insc

ripc

ión,

la

circ

ular

, etc

éter

a, q

ue h

an

cond

ucid

o a

la i

nsta

urac

ión

de u

na l

ógic

a pr

opia

men

te b

uroc

ráti

ca, d

e un

pod

er i

mpe

rson

al,

inte

rcam

biab

le y

, en

est

e se

ntid

o, d

e ap

arie

ncia

pe

rfec

tam

ente

«ra

cion

al»

y, p

or t

anto

, inv

estid

o de

las

prop

ieda

des

más

m

iste

rios

as d

e la

efic

acia

mág

ica.

Cir

cuit

o de

del

egac

ión

y gé

nesi

s de

l ca

mp

o ad

min

istr

ativ

o

La d

isoc

iaci

ón p

rogr

esiv

a de

la a

utor

idad

din

ástic

a (lo

s he

rman

os d

el r

ey)

y de

la a

utor

idad

bur

ocrá

tica

se h

a pr

oduc

ido

conc

reta

men

te p

or m

edio

de

la d

ifere

ncia

ción

del

pod

er y

, más

pre

cisa

men

te, p

or m

edio

de

la p

ro-

long

ació

n de

las

cade

nas

de d

eleg

ació

n de

la a

utor

idad

y d

e la

res

pons

abi-

lidad

. Pod

emos

dec

ir, p

or e

l pla

cer d

e us

ar u

na fó

rmul

a, q

ue e

l Est

ado

(im

-pe

rson

al)

es l

a m

oned

a de

l ab

solu

tism

o, a

la

man

era

en q

ue u

n re

y qu

edar

ía d

isue

lto e

n la

red

impe

rson

al d

e un

a la

rga

cade

na d

e m

anda

tari

os

plen

ipot

enci

ario

s re

spon

sabl

es a

nte

un s

uper

ior

del q

ue r

ecib

en s

u au

tori

-da

d y

su p

oder

per

o, ta

mbi

én, e

n ci

erta

med

ida,

resp

onsa

bles

de

él, y

de

las

órde

nes

que

reci

ben

de é

l y q

ue c

ontr

olan

y r

atifi

can

al e

jecu

tarl

as.

Para

com

pren

der

lo q

ue p

ueda

ten

er d

e ex

trao

rdin

ario

ese

pas

o de

l po

der

pers

onal

al p

oder

bur

ocrá

tico

, hay

que

vol

ver,

una

vez

más

, a u

n m

omen

to t

ípic

o de

la

larg

a tr

ansi

ción

ent

re e

l pr

inci

pio

diná

stic

o y

el

prin

cipi

o ju

rídi

co d

onde

se

prod

uce

la s

epar

ació

n pr

ogre

siva

ent

re l

a «c

asa»

y l

a bu

rocr

acia

(lo

que

la t

radi

ción

ing

lesa

den

omin

a «e

l ga

bine

-te

»), e

sto

es, e

ntre

las

gre

at o

ffice

s, he

redi

tari

as y

pol

ítica

men

te s

in i

m-

port

anci

a, y

el

gabi

nete

, no

her

edit

ario

per

o in

vest

ido

de p

oder

sob

re

los

seái

s43

(mov

imie

nto

extr

emad

amen

te c

ompl

ejo,

con

ava

nces

y r

etro

-ce

sos,

que

tod

os l

os a

gent

es,

en f

unci

ón d

e in

tere

ses

vinc

ulad

os a

su

posi

ción

, no

cum

plen

al

mis

mo

ritm

o, y

que

enc

uent

ra i

nnum

erab

les

obst

ácul

os l

igad

os, s

obre

tod

o, a

los

hábi

tos

de p

ensa

mie

nto

y a

las

dis-

posi

cion

es in

cons

cien

tes:

así

, tal

com

o lo

obs

erva

Jacq

ues

Le

Gof

f, la

bu-

rocr

acia

est

á pe

nsad

a a

pari

r de

l mod

elo

de la

fam

ilia;

pue

de o

curr

ir, a

de-

más

, que

los

min

istr

os d

el r

ey, v

incu

lado

s a

la v

isió

n di

nást

ica,

qui

eran

as

egur

ar la

tran

smis

ión

here

dita

ria

de lo

s ca

rgos

, etc

éter

a).

64

Page 12: Bourdieu Wacquant Misterio Del Ministerio Cap2

En s

u C

onst

itutio

nal

His

tory

of E

ngla

nd,M

F.

W. M

aitla

nd e

voca

la e

vo-

luci

ón d

e la

prá

ctic

a qu

e co

ncie

rne

a lo

s se

llos

real

es. D

espu

és d

e la

épo

ca

norm

anda

, las

vol

unta

des

real

es s

e no

tific

aban

med

iant

e ac

tas,

car

tas

y pa

-te

ntes

, cer

rada

s y

lacr

adas

con

el s

ello

rea

l com

o ga

rant

ía d

e au

tent

icid

ad.

El g

reat

sea

l (g

ran

sello

) er

a co

nfia

do a

un

chan

cello

r,45

jefe

del

equ

ipo

de

secr

etar

ios.

Al f

inal

de

la E

dad

Med

ia y

dur

ante

toda

la e

ra T

udor

, el

chan

-ce

llor

es e

l pri

mer

min

istr

o de

l rey

. Poc

o a

poco

vem

os a

pare

cer

otro

s se

-llo

s. P

uest

o qu

e el

chan

cello

r ut

iliza

el g

reat

sea

l pa

ra n

umer

osos

asu

ntos

, se

uti

liza

un p

rivy

se

al (

sello

pri

vado

) pa

ra lo

s as

unto

s qu

e co

ncie

rnen

di

rect

amen

te a

l rey

. El r

ey d

a m

edia

nte

su p

rivy

sea

l la

s di

rect

ivas

al

chan

-ce

llor

para

el e

mpl

eo d

el g

reat

sea

l. D

esde

ent

once

s, e

se ú

ltim

o se

llo e

s co

n-fia

do a

la c

usto

dia

de u

n of

icia

l, el

kee

per

of t

he p

rivy

sea

l. C

on e

l tra

ns-

curs

o de

l tie

mpo

, un

secr

etar

io a

ún m

ás p

riva

do in

term

edia

ent

re e

l rey

y

los

alto

s ca

rgos

del

Est

ado,

que

son

el k

ing'

s cl

erk

o el

kin

g's

secr

etar

y,

que

guar

dan

el k

ing'

s si

gnet

. En

la

époc

a de

los

Tudo

r en

cont

ram

os d

os

secr

etar

ios

del r

ey q

ue s

on d

esig

nado

s co

mo

secr

etar

ios

de E

stad

o.

Se e

s-ta

blec

e, d

esde

ent

once

s, u

na r

utin

a qu

e im

pone

que

los

docu

men

tos

fir-

mad

os p

or la

man

o de

l rey

, el r

oyal

sign

m

anua

l, y

refr

enda

dos

por

el s

e-cr

etar

io d

e Es

tado

(qu

e gu

arda

el k

ing'

s si

gnet

) se

an e

nvia

dos

al

keep

er

of t

he p

rivy

sea

l co

mo

dire

ctiv

as p

ara

los

docu

men

tos

que

sean

em

itido

s ba

jo e

l pri

vy

seal

y é

stos

, a

su v

ez,

debe

n se

rvir

com

o in

stru

cció

n al

ch

ance

llor

para

la e

mis

ión

de lo

s do

cum

ento

s qu

e lle

ven

el g

reat

sea

l de

l re

ino.

Est

e ac

to e

ntra

ña u

na c

iert

a re

spon

sabi

lidad

min

iste

rial

sob

re l

os

acto

s de

l rey

: nin

gún

acto

es

jurí

dica

men

te v

álid

o si

no

lleva

el g

reat

o, a

l m

enos

, elp

rivy

se

al,

que

ates

tigua

n qu

e un

min

istr

o «s

e ha

com

prom

eti-

do c

on e

sta

expr

esió

n de

la v

olun

tad

del R

ey».

Eso

es

lo q

ue h

ace

que

los

min

istr

os s

ean

tan

resp

etuo

sos

en e

l m

ante

nim

ient

o de

ese

for

mal

ism

o:

tem

en s

er in

terp

elad

os s

obre

los

acto

s de

l rey

y d

e se

r in

capa

ces

de p

ro-

bar

que

son

acto

s re

ales

. El

cha

ncel

lor

tem

e ut

iliza

r el

gre

at

seal

si

no

exis

te u

n do

cum

ento

con

el p

rivy

se

al c

omo

gara

ntía

; el

kee

per

of

the

priv

y se

al c

uida

de

tene

r la

fir

ma

man

uscr

ita d

el r

ey v

alid

ada

por

el s

e-cr

etar

io d

el r

ey. E

l re

y en

cuen

tra

gran

des

vent

ajas

en

este

pro

cedi

mie

n-to

: inc

umbe

a lo

s m

inis

tros

el p

reoc

upar

se p

or l

os in

tere

ses

del r

ey y

de

cono

cer

el e

stad

o de

sus

asu

ntos

, de

vigi

lar

que

no h

aya

enga

ños

o ab

u-so

s. A

ctúa

con

la

gara

ntía

, per

o ta

mbi

én b

ajo

el c

ontr

ol,

de s

us m

inis

-tr

os, a

los

que

está

vin

cula

da la

res

pons

abili

dad

de lo

s ac

tos

del r

ey q

ue

ello

s ga

rant

izan

. (Ba

jo e

l rei

nado

de

Isab

el, u

na o

rden

ora

l no

habr

ía s

ido

sufic

ient

e pa

ra a

utor

izar

un

gast

o y

la g

aran

tía r

eal t

enía

que

est

ar s

ella

-

65

da c

on e

l gre

at s

eal

o co

n el

priv

y se

al q

ue, l

ejos

de

ser

sim

ples

sím

bolo

s ce

rem

onia

les,

com

o el

cet

ro o

la

coro

na, e

ran

verd

ader

os i

nstr

umen

tos

de g

obie

rno.

) Se

ve

cóm

o, a

trav

és d

e la

pro

long

ació

n de

la c

aden

a de

aut

orid

ades

-re

spon

sabi

lidad

es, s

e ge

nera

un

verd

ader

o or

den

públ

ico

fund

ado

sobr

e un

a ci

erta

rec

ipro

cida

d en

las

prop

ias

rela

cion

es je

rárq

uica

s: e

l eje

cuta

n-te

es,

a la

vez

, con

trol

ado

y pr

oteg

ido

por

los

diri

gent

es; y

, por

su

part

e,

él c

ontr

ola

y pr

oteg

e al

dir

igen

te, s

obre

tod

o co

ntra

el a

buso

de

pode

r y

el e

jerc

icio

arb

itrar

io d

e la

aut

orid

ad. T

odo

suce

de c

omo

si, c

uant

o m

ás

se a

crec

ient

a el

pod

er d

e un

dir

igen

te, m

ás s

e ac

reci

enta

su

depe

nden

cia

con

resp

ecto

a t

oda

una

red

de f

unci

ones

de

ejec

ució

n. B

ajo

una

cier

to

punt

o de

vis

ta, l

a lib

erta

d y

la r

espo

nsab

ilida

d de

cad

a ag

ente

se

redu

ce

hast

a di

solv

erse

com

plet

amen

te e

n el

cam

po. B

ajo

otro

pun

to d

e vi

sta,

se

acre

cien

ta e

n la

med

ida

en q

ue c

ada

uno

se e

ncue

ntra

obl

igad

o a

actu

ar

de m

aner

a re

spon

sabl

e, b

ajo

la c

ober

tura

y e

l co

ntro

l de

l re

sto

de l

os

agen

tes

impl

icad

os e

n el

cam

po.

De

hech

o, a

med

ida

que

el c

ampo

de

pode

r se

dife

renc

ia, c

ada

esla

bón

es u

n pu

nto

(una

cum

bre)

en

un c

am-

po. (

Vem

os c

omo

se e

sboz

a la

dife

renc

iaci

ón c

reci

ente

del

cam

po d

e p

o-de

r al

mis

mo

tiem

po q

ue la

con

stit

ució

n de

l ca

mpo

bur

ocrá

tico

-el

Es-

tad

o- c

omo

met

acam

po q

ue d

eter

min

a la

s re

glas

que

rig

en lo

s di

fere

ntes

ca

mpo

s y,

a e

ste

resp

ecto

, es

lo q

ue e

stá

en ju

ego

en la

s lu

chas

ent

re l

os

que

dom

inan

en

los

dife

rent

es c

ampo

s.)

La p

rolo

ngac

ión

de la

s ca

dena

s de

del

egac

ión

y el

des

arro

llo d

e un

a es

truc

tura

de

pode

r co

mpl

ejo

no s

upon

en, a

utom

átic

amen

te, e

l det

erio

-ro

de

los

mec

anis

mos

que

tra

tan

de a

segu

rar

la a

prop

iaci

ón p

riva

da d

el

capi

tal

econ

ómic

o y

sim

bólic

o (y

tod

as l

as f

orm

as d

e co

rrup

ción

es-

truc

tura

l):

podr

ía d

ecir

se q

ue,

al c

ontr

ario

, la

s po

tenc

ialid

ades

de

co-

rrup

ción

(po

r ex

acci

ón d

irec

ta)

crec

en, p

udie

ndo

coex

isti

r el

pat

rim

o-ni

alis

mo

cent

ral

con

el

patr

imon

ialis

mo

loca

l (f

unda

do

sobr

e lo

s in

tere

ses

fam

iliar

es d

e lo

s fu

ncio

nari

os o

la s

olid

arid

ad g

rem

ial)

. La

di-

soci

ació

n de

la fu

nció

n y

de la

per

sona

se

prod

uce

poco

a p

oco,

com

o si

el

cam

po b

uroc

ráti

co e

stuv

iera

sie

mpr

e de

sgar

rado

ent

re e

l pr

inci

pio

diná

stic

o (o

per

sona

l) y

el p

rinc

ipio

jur

ídic

o (o

im

pers

onal

). «L

o qu

e lla

mam

os l

a "f

unci

ón p

úbli

ca"

se i

ncor

pora

de

tal

man

era

a su

titu

lar

que

es im

posi

ble

traz

ar la

his

tori

a de

un

cons

ejo

o de

un

pues

to s

in e

s-cr

ibir

la

de l

os i

ndiv

iduo

s qu

e lo

s ha

n pr

esid

ido

u oc

upad

o. P

odía

ser

un

a pe

rson

alid

ad q

uien

dot

ara

un c

argo

, has

ta e

se m

omen

to s

ecun

da-

rio,

de

una

impo

rtan

cia

exce

pcio

nal

o, a

l co

ntra

rio,

qui

en h

aga

pasa

r a

66

Page 13: Bourdieu Wacquant Misterio Del Ministerio Cap2

un s

egun

do p

lano

una

fun

ción

has

ta e

se m

omen

to c

apita

l en

raz

ón d

e su

ant

iguo

titu

lar

[...]

El h

ombr

e cr

eaba

la fu

nció

n en

pro

porc

ione

s ho

y en

día

im

pens

able

s.»46

Nad

a es

más

inci

erto

ni m

ás im

prob

able

que

la in

venc

ión,

en

la t

eorí

a -g

raci

as a

los

trab

ajos

int

eres

ados

de

los

juri

stas

, sie

mpr

e ju

eces

y p

arte

-, y

en la

prá

ctic

a -m

edia

nte

el p

rogr

eso

impe

rcep

tible

de

la d

ivis

ión

del t

ra-

bajo

de

dom

inac

ión-

, de

la c

osa

públ

ica,

del

bie

n pú

blic

o y,

sob

re to

do, d

e la

s co

ndic

ione

s es

truc

tura

les

-vin

cula

das

a la

em

erge

ncia

de

un c

ampo

bu-

rocr

átic

o- d

e la

dis

ocia

ción

del

inte

rés

priv

ado

y de

l int

erés

púb

lico

o, m

ás

clar

amen

te, d

el s

acri

ficio

de

los

inte

rese

s eg

oíst

as, d

e la

renu

ncia

al u

so p

ri-

vado

de

un p

oder

púb

lico.

Per

o la

par

adoj

a es

que

la d

ifíci

l gé

nesi

s de

un

orde

n pú

blic

o va

a la

par

con

la a

pari

ción

y la

acu

mul

ació

n de

un

capi

tal

públ

ico,

y

con

la e

mer

genc

ia d

e un

cam

po b

uroc

rátic

o co

mo

cam

po d

e lu

-ch

as p

or e

l co

ntro

l de

ese

cap

ital

y de

l pod

er c

orre

lativ

o, s

obre

tod

o de

l po

der

sobr

e la

redi

stri

buci

ón d

e lo

s re

curs

os p

úblic

os y

los

bene

ficio

s as

o-ci

ados

. La

nobl

eza

de E

stad

o, c

omo

Den

is R

iche

t ha

mos

trad

o, s

e af

irm

a en

Fra

ncia

ent

re f

inal

es d

el s

iglo

XV

I y

prin

cipi

os d

el s

iglo

XV

II, y

su

rei-

nado

no

será

int

erru

mpi

do p

or l

a R

evol

ució

n, m

uy a

l co

ntra

rio,

ést

a ap

oyar

á su

dom

inac

ión

sobr

e lo

que

Em

man

uel

Le R

oy L

adur

ie d

eno-

min

a «c

apita

lism

o fis

cal»

y s

obre

la

mon

opol

izac

ión

de l

os a

ltos

carg

os

que

goza

n de

alta

s re

com

pens

as.47

El

cam

po b

uroc

ráti

co,

conq

uist

ado

prog

resi

vam

ente

con

tra

la ló

gica

pat

rim

onia

l del

Est

ado

diná

stic

o, q

ue s

u-bo

rdin

aba

a lo

s in

tere

ses

del s

ober

ano

los

bene

ficio

s m

ater

iale

s y

sim

bóli-

cos

del c

apita

l co

ncen

trad

o po

r el

Est

ado,

se

conv

iert

e en

el l

ugar

de

una

luch

a po

r el

pod

er s

obre

el c

apita

l est

atal

y s

obre

los

bene

fici

os m

ater

ia-

les

(sal

ario

s, v

enta

jas

mat

eria

les)

y s

imbó

licos

(ho

nore

s, t

ítulo

s, e

tcét

era)

qu

e pr

opor

cion

a. E

sta

luch

a es

tá re

serv

ada

de h

echo

a u

na m

inor

ía c

on d

e-re

chos

asi

gnad

os p

or l

a po

sesi

ón c

uasi

her

edita

. H

abrí

a qu

e an

aliz

ar e

n de

talle

el p

roce

so d

e do

ble

cara

del

que

sur

ge e

l Est

ado

y qu

e es

inse

para

-bl

emen

te la

uni

vers

aliz

ació

n y

la m

onop

oliz

ació

n de

lo u

nive

rsal

.

Not

as

1. E

ste

text

o es

la

tran

scri

pció

n li

gera

men

te c

orre

gida

de

un

a se

rie

de c

lase

s im

part

i-da

s en

el

Col

lège

de

Fran

ce: r

esu

men

pro

visi

onal

, de

stin

ado

ante

tod

o a

serv

ir c

omo

ins-

trum

ento

de

inve

stig

ació

n,

se i

nsc

ribe

en

la p

rolo

nga

ción

del

an

ális

is d

el p

roce

so d

e co

n-

cen

trac

ión

de l

as d

ifer

ente

s es

peci

es d

e ca

pita

l qu

e co

ndu

ce a

la c

onst

itu

ción

de

un c

ampo

67

buro

crát

ico

capa

z d

e co

ntr

olar

lo

s ot

ros

cam

pos

(véa

se P

. B

ourd

ieu

, «E

spri

ts

d'É

tat,

gen

èse

et s

truc

ture

du

ch

amp

bure

aucr

atiq

ue»

, Act

es d

e la

Rec

herc

he e

n S

cien

ces

Soc

iale

s,

96-9

7, m

arzo

199

3, p

p.

49-6

2.

2.

R. J

. Bon

ney

, T

he E

uro

pean

Dyn

asti

e S

tate

s, 1

949-

1660

, Oxf

ord

, O

xfor

d U

niv

er-

sity

Pre

ss,

1991

.

3.

R. J

. B

onn

ey,

«Gu

erre

, fi

scal

ité

et a

ctiv

ité

d'E

tat

en F

ran

ce (

1500

-166

0):

quel

ques

rem

arqu

es p

réli

min

aire

s su

r le

s po

ssib

ilit

és d

e re

cher

che»

, en

Ph

. G

enêt

y M

. L

e M

ené

(eds

.),

Gen

èse

de l

'Eta

t m

oder

ne,

pré

lève

men

t et

red

istr

ibu

tion

, P

aris

, E

d.

du

CN

RS

,

1987

, pp

. 19

3-20

1, e

spec

ialm

ente

la

pági

na

194.

4. W

. St

iebe

r, S

tudi

es in

the

His

tory

of

Chr

isti

an T

hou

ght,

XII

I, L

eide

n,

Bri

ll, 1

978,

p. 1

26 s

s.

5.

A. W

. Lew

is,

Le

san

g ro

yal:

la

fam

ille

ca

péti

enn

e et

l'E

tat,

Fra

nce

, X

'-X

IV"

sièc

le

(pre

faci

o d

e G

. Du

by

), P

aris

, G

alli

mar

d, 1

981.

6.

M. B

loch

, S

eign

euri

e fr

ança

ise

et m

anoi

r an

glai

s, P

aris

, A

rman

d C

olin

, 1960.

7.

G. D

ub

y, L

e M

oyen

Âge

, P

aris

, H

ach

ette

, 19

89, p

. 11

0.

8. R

. J.

Bon

ney

, op

. ci

t., p

. 1

95

.

9.

N.

Eli

as,

Ube

r de

n P

roze

ss d

er Z

ivil

isat

ion

(19

39),

Fra

nkf

urt,

Su

hrk

amp,

1969.

[Tra

d. c

aste

llan

a: E

l pr

oces

o de

la

civi

liza

ción

, M

adri

d, F

on

do

de

Cu

ltu

ra

Eco

nóm

ica,

1988

.]

10.

G. D

ub

y,

«Pre

faci

o» e

n A

. W. L

ewis

, op

.cit

., p

. 9.

11.

M. A

lam

, T

he C

risi

s of

Em

pire

in

Mu

ghal

Nor

th I

ndi

a, A

wad

h an

d th

e P

enja

b,

1708

-174

4, O

xfor

d-D

elh

i, O

xfor

d U

niv

ersi

ty P

ress

, 19

86, p

. 17

. 12

. R

. M

ousn

ier,

Les

in

stit

uti

ons

de l

a F

ran

ce s

ous

la m

onar

chie

abs

olu

e,

I. P

aris

, P

UF

, 19

74, p

p.

89-9

3.

13.

Ibid

., p.

199.

14

. J.

M.

Con

stan

t, e

n P

h. G

enêt

y M

. L

e M

ené

(eds

.),

Gen

èse

de l

'Eta

t m

oder

ne.

P

rélè

vem

ent

et r

edis

trib

uti

on,

op.

cit.

, pp.

224

-223

. 15

. G

. G

uén

ée,

L'O

ccid

ent

aux

XlY

et

XV

siè

cles

, Les

Eta

ts, P

aris

, P

UF

, 19

71.

16.

K.

Hop

kin

gs,

Con

quer

ors

and

Sla

ves,

Cam

bri

dge

, 19

38 (v

éase

el c

apít

ulo

IV s

o-

bre

el e

mpl

eo d

e ve

rdad

eros

eu

nu

cos)

. 17

. R

. M

antr

an (

ed.)

, L

'his

toir

e de

l'e

mpi

re o

ttom

an,

Par

ís:

Fay

ard

, 19

89, p

. 27

y p

p.

165-

166.

18

. Ib

id.,

p. 1

19 y

pp

. 17

1-17

5.

19.

Ibid

., p.

161

y p

p.

163-

173.

20

. J.

M. C

onst

ant,

op.

cit

., p.

22

3.

21.

B.

Gu

enée

, op

. cit

., p.

23

0.

22.

E. G

elln

er, N

atio

ns

et n

atio

nal

ism

e, P

aris

, Pay

ot, 1

989.

23.

G. D

ub

y,

Le

moy

en â

ge,

op.

cit.

, p. 3

26.

24.

M. B

loch

, op

. cit

., p.

17.

25

. D

. C

rou

zet,

«L

a cr

ise

de

l'ari

stoc

rati

e en

Fra

nce

au

XVI

1 ' siè

cle»

, en

His

toir

e, é

co-

nom

ie,

soci

été,

1,

1982

. 26

. V

. Tap

ié, L

a F

ran

ce d

e L

ouis

XII

I et

Ric

heli

eu,

Par

is. F

lam

mar

ion

, 19

80, p

. 64.

27.

F.

Oli

vier

-Mar

tin

, H

isto

ire

du d

roit

fran

çais

, de

s or

igin

es à

la

révo

luti

on,

Par

is,

CN

RS

Éd

itio

ns,

199

6, p

. 3

34

.

68

Page 14: Bourdieu Wacquant Misterio Del Ministerio Cap2

28.

P. E

. Wil

l, «B

ure

aucr

atie

off

icie

lle

et b

urea

ucra

tie

réel

le.

Su

r qu

elqu

es d

ilem

mes

de

l'a

dmin

istr

atio

n im

péri

ale

à l'

époq

ue

des

Qin

g»,

en E

tude

s ch

inoi

ses,

vol

. VII

I, 1

, pri

-m

aver

a 19

89, p

p.

69-1

41.

29.

P. B

ourd

ieu

, «D

roit

et p

asse

-dro

it.

Le

cham

p de

s po

uvo

irs

terr

itor

iaux

et l

a m

ise

en o

euvr

e d

es r

ègle

men

ts»,

en

Act

es d

e la

Rec

herc

he

en S

cien

ces

Soc

iale

s, 8

1-82

, m

arzo

19

90, p

p.

86-9

6.

30.

J. J

. L

affo

nt,

«H

idd

en g

amin

g in

hie

rarc

hie

s: f

acts

an

d m

odel

s»,

en T

he E

con

omie

R

ecor

d,ï9

$9,

pp

. 29

5-30

6.

31.

M. W

eber

, L

e sa

van

t et

le

poli

tiqu

e.

Par

is.

Pio

n,

1959

. 32

. P

. Wil

liam

s, T

he T

udo

r R

egim

e. C

lare

nd

on P

ress

, 19

79, p

. 241

.

33.

Ph

. Cor

riga

n y

D. S

ayer

, T

he G

reat

Arc

h. E

ngl

ish

Sta

te F

orm

atio

ns

as C

ult

ura

l R

evol

uti

ons,

Oxf

ord

, B

asil

Bla

ckw

ell,

1985

, p.

63

.

34.

P. G

oub

ert,

An

cien

Rég

ime,

Par

is,

Arm

and

Col

lin

, 1973.

35.

G.

Du

by,

Le

Moy

en A

ge,

op.

cit.

, p.

32

6.

36.

Ibid

., p.

211

. 37

. Ib

id.,

p. 2

22.

38.

Q.

Skin

ner

, T

he

Fou

nda

tion

s of

M

odem

P

olit

ical

T

hou

ght,

L

ond

res-

Nu

eva

Yor

k, C

amb

rid

ge U

niv

ersi

ty P

ress

, 1978.

39.

S. H

anle

y, L

e «l

it d

e la

just

ice»

des

roi

s de

Fra

nce

, P

aris

, Au

bier

, 19

91.

40.

W. F

arr

Ch

urc

h,

Con

stit

uti

onal

Tho

ugh

t in

Six

teen

th C

entu

ry F

ran

ce, a

Stu

dy in

th

e E

volu

tion

of

Idea

s, C

amb

rid

ge,

Har

vard

Un

iver

sity

Pre

ss.

41.

Lit

de

just

ice

sign

ific

a, l

iter

alm

ente

, as

ien

to r

eal

en u

na

sesi

ón s

olem

ne

de

las

Cor

tes.

[N

. del

T.]

42

. So

bre

la h

isto

ria

de

larg

a du

raci

ón d

e la

asc

ensi

ón d

e lo

s le

trad

os y

la

mon

opol

i-za

ción

pro

gres

iva,

más

all

á y

a fa

vor

de

la R

evol

uci

ón F

ran

cesa

, d

el c

apit

al e

stat

al p

or

part

e d

e la

nob

leza

de

Est

ado,

véa

se P

. Bou

rdie

u L

a n

oble

sse

d'E

tat,

gra

nde

s éc

oles

et

es-

prit

de

corp

s, P

aris

, E

diti

ons

de

Min

uit

, 19

89, p

p.

531-

559.

43

. «S

ello

», e

n i

ngl

és, e

n e

l ori

gin

al [

N. d

el T

.].

44.

F. W

. Mai

tlan

d, C

onst

itu

tion

al h

isto

ry o

f E

ngl

and,

Cam

bri

dge

, C

amb

rid

ge U

ni-

vers

ity

Pre

ss,

1948

, pp

. 202

-203

. 45

. «C

anci

ller

», e

n in

glés

, en

el o

rigi

nal

[N

. del

T.]

. 46

. D

. R

ich

et,

La

Fra

nce

mod

ern

e: l

'esp

rit d

es i

nst

itu

tion

s, P

aris

, F

lam

mar

ion

, 1973,

pp.

79-8

0.

47.

D.

Ric

het

, «E

lite

et

nob

less

e: l

a fo

rmat

ion

des

gra

nds

ser

vite

urs

de

l'E

tat

- fi

n

XV

f -dé

but

XV

IIe s

iècl

e»,

en A

cta

Pol

onia

e H

istó

rica

, 36

(19

77),

pp

. 47

-63.

69