BOLETIN DE MESETA - Fundación Flora y Fauna...

BOLETIN MESETANOTICIAS DESDE EL PARQUE NACIONAL PATAGONIA

DICIEMBRE2015NÚMERO 1

DEL A

INTRODUCCIÓN

El nuevo Parque Nacional Patagonia PAG.1

GENERALES

La región del Parque Nacional Patagonia PAG.4

Paisaje del parque (Jorge Cazenave)

El nuevo Parque Nacional PatagoniaPortal de ingreso a la conservación profunda en la comarca de la Meseta Lago Buenos Aires

Por Adolfo Moretti, Intendente del Parque Nacional Patagonia

El descubrimiento del natura-

lista Mauricio Rumboll de una

nueva especie de ave, Macá

Tobiano, en las remotas

mesetas del oes-

te de la provin-

cia de Santa Cruz

en el año 1974,

fue el comien-

zo de una histo-

ria de esfuerzos de

conservación y gestio-

nes territoriales que culmi-

nó el 17 de Diciembre de 2014

con la sanción de la Ley Nacio-

nal 27.081 por la creación del

“Parque Nacional Patagonia”

(PNP).

En el 2009, a par-

tir de la firme ar-

ticulación de la

Administración

de Parques Na-

cionales (APN), las

ONGs Aves Argentina,

Ambiente Sur, Flora y Fauna

Argentina, el CONICET y algu-

INTRODUCCIÓN

DICIEMBRE 2015 NÚMERO 1

ORGANIZACIONES

Asociación Civil Identidad PAG.9

HISTORIAS

Mi primera experiencia sobre la Meseta del Lago Buenos Aires PAG.11

nas Universidades, se dio ini-

cio a un abanico de acciones

por el estudio y la conserva-

ción de esta especie endémica

de la región, el Maca Tobiano.

Y así fue como este sueño co-

menzó a transformarse en un

proyecto realizable. A través

de la Fundación Flora y Fau-

na se compraron campos pri-

vados que fueron donados al

Estado Nacional con la única

condición que fueran parque

nacional. En forma paralela

se gestionaron tierras fiscales

de la provincia de Santa Cruz

que gracias a una notable labor

de articulación realizada entre

el Municipio de Los Antiguos y

la Legislatura en Rio Gallegos

impulsada y movilizada por el

Diputado Oscar Sandoval y la

Lic. Marina Basalo, permitie-

ron ampliar la base de decisión

territorial para la creación de

este nuevo parque.

Es inédito como se articula-

ron políticos locales, regiona-

Maca Tobiano (Pablo Hernández)

Petroglifos (Edwin Harvey)

Representantes de APN, Flora y Fauna, Ambiente Sur y Aves Argentinas (Pablo Hernández)

Parque Nacional Patagonia (Pablo Hernández)

CULTURA

Valores culturales de la Meseta del Lago Buenos Aires PAG.7

Lo que el Macá Tobiano hizo por nosotros PAG.6


les y nacionales con técnicos

de ONGs nacionales e interna-

cionales, con técnicos de APN

y con los medios de comuni-

cación que difundieron esta

enorme campaña. Este tre-

mendo hecho ambiental, so-

cial y político esperanza a toda

la sociedad regional al demos-

trar que más allá de las dife-

rencias coyunturales de los

gobiernos de turno, estas de-

cisiones de Estado nos tras-

cienden para las generaciones

futuras.

Todavía falta mucho por hacer

y hay que formular un “plan

de gestión”, la herramien-

ta de trabajo para de las áreas

protegidas. Desde febrero del

2015, como Intendente desig-

nado por el Directorio de la

APN del Parque Nacional Pa-

tagonia esa es mi labor.

Como representante de la APN

ratifico la voluntad de traba-

jar para fortalecer los lazos de

cooperación técnica, científi-

ca y social entre todo este in-

creíble mapa de actores que se

involucran directa o indirec-

tamente con el PNP. Como ciu-

dadano siento un enorme or-

gullo al ver que es posible que

juntos encontremos el camino

del diálogo, de la confianza y

del respeto para la conserva-

ción de los ambientes natura-

les en un mundo cada vez más

vulnerable.

¡Gracias a todos los que han

hecho posible el Parque Na-

cional Patagonia! ◊

La Fundación Flora y Fauna

Argentina se constituyó en

el año 2010 como una ini-

ciativa de ciudadanos ar-

gentinos interesados en la

ampliación de áreas prote-

gidas para la conservación

de la biodiversidad en di-

ferentes lugares del país.

A lo largo de estos años ha

gestionado financiamiento

local y de donantes extran-

jeros para destinarlos a

proyectos de preservación

de especies de flora y fauna,

promoviendo la educación

ambiental y la capacitación

en cuestiones asociadas a la

defensa y conservación del

medio ambiente.

El “Boletín de la Meseta” es

una publicación destinada

a promover y dar a conocer

el trabajo que los distintos

actores involucrados llevan

a cabo para que el proyecto

Parque Patagonia sea una

realidad.

Vista del Parque Nacional Patagonia (Foto Adolfo Moretti)

Adolfo Moretti, Ingeniero Forestal, fue Intendente de la Reserva Natural de Otamendi, coordinó el Programa de Manejo Forestal de Isla Victoria y fue miembro de la Delegación Regional Técnica Bariloche de APN.


Los alrededores del parque na-

cional más nuevo de Argentina

son dignos del nombre “Patago-

nia”, su paisaje natural y huma-

no reúne los elementos que ca-

racterizan su esencia.

Rodean este parque las cum-

bres más elevadas de los An-

des australes, los gigantescos

cerros solitarios San Valentín y

San Lorenzo y las depresiones

cordilleranas más bajas perte-

necientes a los valles de los la-

gos Cochrane/Pueyrredón y Po-

sadas. La meseta basáltica donde

se ubica entra en contacto con la

cordillera en la zona limítrofe

entre Argentina y Chile, sien-

do la Meseta del Lago Buenos

Aires una vital reserva hídrica

divisoria de aguas continenta-

les. El sector occidental perte-

nece a la cuenca del Rio Baker,

que nace en el desagüe del lago

Buenos Aires/General Carreras,

el más grande de la Patagonia y

el río Los Antiguos que junto con

el rio Jeinimeni hacen de la zona

el oasis donde se cultivan las ce-

rezas más australes del mundo.

En la parte oriental, tienen las

nacientes los arroyos que con-

forman el Rio Pinturas conocido

por su sitio arqueológico “Cueva

de las Manos”, río que pertenece

a la cuenca del Rio Deseado que

Vista del cañadón del Río Pinturas desde la Cueva de las Manos

Vista hacia la cordillera desde el Volcan Morado en la parte central de la Meseta Lago Buenos Aires (Pablo Díaz)

La región del Parque Nacional PatagoniaPor Guido Vittone

GENERALES


fluye hacia el Océano Atlántico.

Después de la última glaciación,

unos 10.000 años atrás, la espe-

cie humana arribó a este rincón

de la Patagonia. Los pueblos ori-

ginarios usaron la meseta como

su territorio de caza y se estima

que posiblemente hayan entrado

en contacto con grupos canoeros

de la costa del Océano Pacífico a

través de Valle Chacabuco y del

Río Baker.

Virtualmente desconocida has-

ta fines del siglo XIX, el pobla-

miento de criollos y europeos

se produjo simultáneamente

con el desplazamiento hacia la

zona del Lago Buenos Aires de

los pueblos originarios mesti-

zados provenientes del norte de

Patagonia. Al comenzar el siglo

20 la frontera con Chile era casi

inexistente y el pueblo chile-

no se abastecía y vendía su lana

en el mercado argentino. De la

mano de la explotación ganadera

se asientan en la región familias

de distinto origen que en pocos

años conformaron la base social

híbrida de la población actual.

Los poblados

“Perito Moreno”, actual cabecera

del departamento del Lago Bue-

nos Aries, fue el primer poblado

de la zona y surgió del parade-

ro indígena PariAike, “Los An-

tiguos” se desarrolló gracias al

microclima donde está ubicado

que permitió el cultivo de forra-

je, verduras y frutas, “Bajo Ca-

racoles” se estableció en un cru-

ce de caminos y “Lago Posadas”

fue asiento de una importante

estancia cuyas tierras se ubica-

ban a ambos lados de la fronte-

ra. En Chile la conectividad por

tierra se alcanzó a fines del siglo

XX permitiendo un tardío desa-

rrollo de Cochrane y Chile Chico.

Actividades económicas

Si bien la ganadería ovina y en

menor medida la bovina, fue-

ron por excelencia las activida-

des económicas de la región, esta

sufrió varios altibajos llegando a

su punto crítico con la erupción

del Volcán Hudson en 1991. Ac-

tualmente, gracias a la conecti-

vidad del asfalto de la Ruta 40, la

actividad económica se diversi-

fica y dinamiza con el turismo y

la producción de cerezas en Los

Antiguos, trayendo como conse-

cuencia un aumento de la pobla-

ción de los centros urbanos.

En este marco de crecimiento

surgen actitudes de valorización

del entorno e iniciativas para su

conservación tanto en Argentina

como en Chile, y el Parque Na-

cional Patagonia es el más re-

ciente exponente de la tenden-

cia, marcando el futuro para una

de las regiones más destacadas

de Sudamérica. ◊

Guido Vittone explora y estudia la región desde 1992. Actualmente trabaja en la Fundación Flora y Fauna Argentina como Coordinador Local para el proyecto Parque Patagonia.

Paisaje desde la Ruta 40, en las cercanías de Perito Moreno


Las mesetas de altura del oes-

te de Santa Cruz representan

una forma de isla biológica muy

particular con plantas y ani-

males que no se encuentran en

otros rincones del planeta. Un

ambiente natural que hasta el

presente había esta-

do poco presente en

el sistema nacional

de áreas protegidas,

sistema que procura

mantener y conservar

muestras representa-

tivas del patrimonio

natural con todos los

componentes y proce-

sos ecológicos que son

parte del paisaje. Hoy

el Parque Nacional

Patagonia llena este

vacío.

Surgido por el esfuer-

zo mancomunado de comuni-

dades locales, organizaciones

civiles y los estados provincial

y nacional, este parque tuvo su

bandera insignia en una de las

causas ambientales de la pro-

vincia: el macá tobiano, ave en-

démica de Santa Cruz.

Los estudios recientes sobre esta

especie emblema de la Patago-

nia, indican que su población

más importante y estable se en-

cuentra sobre la Meseta del Lago

Buenos Aires. Allí unos 300 ma-

caes intentan reproducirse todos

los años elaborando sus nidos en

algunas de las pocas lagunas ap-

tas para este fin.

Pero más allá de la protección de

ésta y otras especies, un Parque

Nacional representa una enorme

oportunidad para el desarro-

llo de las comunidades locales.

Solamente su nombre, “PATA-

GONIA”, invita a la curiosidad

de turistas y viajeros de todo el

mundo.

La situación geográfica de este

parque enmarcado por paisajes

montañosos, de relieve acci-

dentado y formas geológicas in-

usuales, a escasos kilómetros de

la histórica ruta 40 y cercano a

la mundialmente conocida Cue-

va de las Manos que es visitada

año a año por miles de turistas,

la ruta provincial 41 que rodea

la Meseta del Lago Buenos Aires

con imponentes vistas panorá-

micas de los cerros más impor-

tantes de la provincia

y acceso a valles de

ríos y lagos es privi-

legiada, y es además

parte del corredor

de la ruta 40 que une

los parques nacio-

nales Perito Moreno

y Los Glaciares, y las

villas turísticas de

El Chaltén y El Cala-

fate, lugares que son

ejemplo de desarrollo

basado en el turismo

de parques nacionales

y naturaleza y donde

el desarrollo de las economías

regionales basadas en la gas-

tronomía, hotelería y servicios

son de vital importancia para

los locales. Es camino que segu-

ramente seguirán Los Antiguos,

Perito Moreno, Bajo Caracoles y

Lago Posadas. La materia prima

es la naturaleza del lugar, invita

a hacerse ilusiones, y el macá to-

biano, entre todos estos compo-

nentes, habrá sido el silencioso

impulsor de este futuro. ◊

Lo que el Macá Tobiano hizo por nosotrosPor Hernán Casañas

Macá Tobiano (Darío Podesta)

Herán Casañas, Naturalista, Coordinador del Programa Patagonia de Aves Argentinas.


La meseta del Lago Buenos Aires

(MLBA) ha estado habitada du-

rante milenios por Pueblos Ori-

ginarios que consideraban a ese

ámbito como parte de su terri-

torio ancestral. Esta presencia

ha quedado plasmada material-

mente en el paisaje de variadas

maneras. Estas abarcan objetos

utilizados en la vida cotidiana,

tales como puntas de flechas o

raspadores, construcciones en

piedra con diferente finalidad y

también expresiones artísticas

realizadas sobre las paredes de

afloramientos rocosos. A esto se

suman las narrativas orales que

hablan de los ambientes mese-

tarios y su significado cultural.

Sabemos que la meseta era ocu-

pada en la temporada de fines

de primavera y verano en coin-

cidencia con la época de parición

de los guanacos, cuyas crías o

“chulengos” brindaban las pie-

les empleadas para confeccionar

sus “capas”, mantos con que se

vestían los miembros de toda

la familia. Saberes que aún se

mantienen y son atesorados por

la gente. Esta caza estacional se

conoce con el nombre de “chu-

lengueada”, actividad que obli-

gaba a las familias a permane-

cer varios meses en un ambiente

donde no hay mucha protección

Parapetos realizados por indígenas (María José Figuerero)

Valores culturales de la Meseta del Lago Buenos AiresPor Dr. Guillermo L. Mengoni Goñalons y Lic. María José Figuerero Torres

GENERALES

Grabados indígenas cercanos a una laguna: pisadas (nándú), siluetas (matuasto) y otros motivos (Mercedes Rocco)


natural, salvo al pie de las bardas

formadas por las coladas de ba-

salto o en algunos reparos roco-

sos (aleros o cuevas) que miran

al este o norte, ubicados a espal-

das del viento predominante del

oeste.

Por eso hoy puede verse lo que se

ha preservado de las viviendas

que se construían con piedras

apiladas en forma de arco semi-

circular y que se conocen como

“parapetos” o “toldo hecho en

piedra” como lo refieren algu-

nas narrativas orales indígenas

registradas a mitad del siglo XX

en la actual provincia de Santa

Cruz. No se trata necesariamen-

te de apostaderos de caza sino de

las bases de viviendas ocupadas

por las familias que vivían du-

rante esos meses en la meseta y

que se dedicaban a preparar los

cueros de los animales que ca-

zaban en la temporada estival.

Es probable que el resto de las

paredes fueran confeccionadas

con cueros de guanacos adultos,

sostenidos por palos. En la pre-

paración de los cueros usaban

instrumentos de piedra, tales

como raspadores y cuchillos. La

mayoría de las rocas empleadas

no eran obtenidas en la meseta

sino que eran traídas de cierta

distancia lo que permite seguir

los movimientos de la gente por

la región.

Otro testimonio de la presencia

indígena en la meseta es el arte

rupestre. Hay bloques y paredo-

nes que presentan grabados ca-

racterizados por diferentes cla-

ses de motivos realizados con

diferentes técnicas. Los motivos

más destacados son las huellas

humanas de manos y pies, los

rastros de diferentes tipos de

animales, las siluetas de cuer-

po lleno de animales, los cír-

culos simples y compuestos, los

trazos curvilíneos ondulados,

los trazos rectilíneos simples y

compuestos, las espirales, entre

otros tipos de representaciones.

Todos muestran diferente gra-

do de complejidad en su elabo-

ración y asociación. Las técnicas

empleados son variadas depen-

diendo del motivo representa-

do y sus combinaciones. Predo-

mina el picado pero también se

ha registrado el rayado y el in-

ciso. Además, se registran su-

perposiciones y pátinas que in-

dican distinta antigüedad de los

motivos. En algunos casos, las

bardas que poseen pictografías

también tienen parapetos ado-

sados, mostrando el rol que te-

nía el arte en la vida cotidiana.

Algunas narrativas tehuelches

de mitad del siglo XX que cuen-

tan el origen de los astros (Sol

y Luna) hacen referencia a los

grabados como marcas dejadas

en la piedra. Esto muestra que

el paisaje de la meseta está car-

gado de significado y constituye

un reservorio de memoria social,

si bien esto no quiere decir que

los grabados hayan sido realiza-

dos por los tehuelches en tiem-

pos recientes. En general, mucha

gente se conecta con la meseta a

través del sentido que se les da a

estas manifestaciones culturales

plasmadas en las rocas.

La MLBA posee indudables y di-

versos valores culturales que le

son propios y singulares. Es un

ámbito que se destaca en su en-

torno regional. En toda su am-

plia extensión se encuentran

huellas de los Pueblos Origi-

narios que han vivido en la re-

gión. Es importante reconocer

estos valores y contribuir a re-

cuperar el significado cultural

de este ámbito en todas sus di-

mensiones. De ese modo se es-

tará promoviendo su protección

y conservación. En esta tarea

estamos trabajando un grupo de

arqueólogos y antropólogos de la

UBA-CONICET, en colaboración

con la Administración de Par-

ques Nacionales. ◊

Dr. Guillermo L. Mengoni Goñalons y Lic. María José Figuerero Torres del Instituto de Arqueología, Facultad de Filoso-fía y Letras (FFYL) de la UBA. Son profesores de la carrera de grado en Ciencias Antropológicas (FFYL-UBA), orienta-ción Arqueología. Ambos trabajan en el noroeste de Santa Cruz desarrollando un proyecto en equipo con otros colegas sobre la arqueología e historia de los Pueblos Originarios de la región.

Grabados (Mercedes Rocco)


En el año 2004 un grupo de ve-

cinos comprometidos con la his-

toria del lugar y movilizados por

necesidad de contar con un Mu-

seo que recupere el pasado para

fortalecer la identidad del pre-

sente retoman la idea de lo que

por más de 30 años fuera el an-

helo de la comunidad y crean la

Asociación Civil “Identidad”.

Esta ONG tiene como objetivo

investigar, recuperar, proteger

y divulgar el patrimonio cultu-

ral, natural e histórico de la re-

gión a través de la puesta en va-

lor de generaciones de personas

que pasaron por ella creando es-

pacios para el encuentro social,

multi-generacional y formati-

vo-recreativo.

La Comisión Directiva está

compuesta por 20 miembros

que desempeñan sus funciones

ad-honorem y cuenta con socios

voluntarios que apoyan el desa-

rrollo de los distintos proyec-

tos. Trabaja voluntaria e inin-

terrumpidamente gestionando

fondos ante organismos guber-

namentales y privados, estable-

ciendo lazos de cooperación con

otras ONG e Instituciones edu-

cativas, científicas, y culturales

con quienes comparte objetivos,

misión y visión. Posee Persone-

ría Provincial N° 1167, Provincia

de Santa Cruz.

A través de Asociación Civil

Identidad se han llevado a cabo

los siguientes proyectos:

Salón Iturrioz

Restauración y re-funcionaliza-

ción del antiguo edificio del cas-

co histórico de la localidad, hoy

la cafetería boutique que forma-

rá parte del futuro Museo Regio-

nal.

En este espacio la Asociación

trabaja con una Agenda Cultu-

ral planificando eventos, confe-

rencias, espectáculos musicales,

proyección de películas, activi-

dades con estudiantes de dife-

rentes Instituciones escolares,

muestras temáticas, servicio al

turismo, dictado de cursos y ta-

lleres, presentaciones teatrales

y otras.

En temporada de verano, el ho-

rario de atención es de lunes a

lunes de 8 a 23 horas.

Centro de Interpretación

Cueva de las Manos

A partir de la iniciativa de la aso-

ciación y para brindar una mejor

atención al visitante en el Sitio

Cueva de las Manos, se inaugu-

ro en abril del 2010 el “Centro de

interpretación Cueva de las Ma-

nos” que ilustra al visitante so-

bre la naturaleza del Cañadón

Río Pintura, la vida de los caza-

dores- recolectores, técnicas y

pigmentos utilizados para reali-

zar pinturas, la importancia del

cuidado del patrimonio e inves-

tigaciones científicas.

Asociación Civil “Identidad”

ORGANIZACIONES

Cafeteria Salón Iturrioz


Biblioteca Especifica

“Mini Mood Thomas”

Se puso en marcha el proyecto

de extensión cultural la biblio-

teca “Mini Mood Thomas”, para

revalorizar el patrimonio his-

tórico–cultural de la localidad

y sus antiguos pobladores, rin-

diendo un merecido homenaje a

“Doña Mini” quien aportó du-

rante toda su vida a la cultura e

historia de la región.

La Biblioteca Popular contiene

material específico de literatura

regional- patagónica y es de libre

uso para docentes, estudiantes y

público general.

Sede Social

La sede social es el núcleo de

gestión de las actividades y em-

prendimientos culturales que

la Asociación Identidad lleva

adelante, constituyen un espa-

cio de incentivo hacia la comu-

nidad para la reconstrucción y

puesta en valor de la historia y

el patrimonio regional, a través

de su biblioteca Popular y Cen-

tro de Información Documental

y Fototeca.

El Museo Arqueológico

Carlos Gradín

Con el fin de proteger, investi-

gar y divulgar el patrimonio na-

tural y cultural de la Cuenca del

Río Pinturas y de la Cueva de las

Manos, se creó el Museo Arqueo-

lógico Carlos Gradin, que cum-

ple con los estándares interna-

cionales de «museos de nueva

planta», es decir un museo que

desde sus cimientos fue pensa-

do y proyectado con ese fin. Su

objetivo es potenciar acciones de

investigación, educación y pre-

servación de la riqueza cultural

y natural de la zona y ser sopor-

te del turismo cultural y cientí-

fico para el resguardo y aprecio

del legado de los primeros habi-

tantes de la región.

El área de exhibición del museo

consta de dos salas que son un

espacio de descubrimiento per-

manente que acerca al visitante

al mundo de la arqueología re-

gional las personas que vivieron

hace 9000 años atrás.

Cuenta con un laboratorio para

llevar adelante investigación

científica propia, para identifi-

cación y clasificación del trabajo

de campo, y con un “reservorio”

destinado a la guarda y preser-

vación de todo el acervo arqueo-

lógico del museo.

El área lúdico–educativa es un

espacio destinado al público ge-

neral para conocer y poner en

valor la arqueología de la región

y la vida subsistencia del hombre

antiguo que ha girado en torno

al ciclo vital del guanaco. A tra-

vés de los ojos de “Chulito”, un

chulengo, los visitantes pueden

vivir las alegrías y peligros de

la vida en manada, su habitat y

la relación de la especie con el

hombre. ◊

Centro de interpretación Cueva de las Manos Trabajo en el laboratorio Carlos Aschero


Mi primera experiencia sobre la Meseta del Lago Buenos AiresPor Juan Enrique Nauta

HISTORIAS

Soy nacido y criado en la zona. El

campo de mi familia tenía la ve-

ranada en los faldeos de la me-

seta, zona que recorrí mil veces

a caballo juntando ovejas y a pié

de excursión con amigos.

La tapa de la meseta siempre fue

un misterio que fogoneaba mi

imaginación. Me llamaba mucho

la atención la vista de altura de

la estepa circundante, inmen-

sa, vacía, con sus manantiales y

mallines y sus agrestes rodados

y roquedales basálticos.

Un día de verano, luego de con-

versar con un geólogo amigo que

la había explorado, decidimos

con mi hermano menor subir a

recorrerla. Con una vieja carta

del IGM, un croquis a mano alza-

da elaborado por el geólogo con

sus vagos recuerdos, viandas y

abrigo nos montamos a una rús-

tica camioneta 4x4 rusa y pusi-

mos rumbo a la Estancia La Viz-

caína por donde sube el camino

a los puestos de veranada.

Con el permiso y alguna indica-

ción del vasco rumbeamos ha-

cia la Laguna del Sello hasta lle-

gar hasta el faldeo de la meseta.

Bajarse y colocar la doble trac-

ción en lo plano es una medi-

da inteligente. Desde ese punto

el camino serpentea en ascen-

so entre rocas y mallines hasta

que por fin observamos la barda,

donde se nos terminó la buena

vida. El camino de ripio se con-

virtió en una senda erosionada

por los deshielos donde apare-

cían los basaltos filosos por to-

das partes. Zanjones y bloques

de roca no permitían desviar-

se del angosto sendero tallado a

pico y pala, pero la rusita, ya en

baja, con su motor rugiendo y su

vieja carrocería crujiendo pasó

por sobre todo lo que se le pu-

siera adelante.

Por fin arriba, una parada obli-

gada para tomarse un respiro y

bajarse para admirar el paisa-

je desde las alturas. Hacia aba-

jo en el valle, la arboleda de la

Vizcaína, más abajo el cañadón

del Río Ecker y toda la cuenca del

Pinturas, y recortados contra el

horizonte la Meseta de Sumich,

el Cerro Chato y el Poivre. Una

inmensidad!

Continuamos camino bordean-

do paredones de basalto hasta

acercarnos al cráter volcánico

de la Laguna Honda, un espejo

de agua circular en el fondo de

una gran olla rodeada de basal-

tos. El agua de un azul especial,

parece profunda y tiene aspec-


to tóxico. En su orilla banquean

algunos huesos de guanaco y no

se ven aves. La historia paisana

cuenta que esas aguas se usa-

ban para blanquear las pieles de

oveja lanuda que se destinaban

a cubrir las monturas y que que-

daban más blancas y suaves que

si hubieran sido lavadas en agua

dulce. Cosa de Mandinga!

En el extremo sur de la lagu-

na hay un cerro que en tiempos

remotos fue ocupado por gru-

pos de cazadores y recolectores

donde encontramos los corrali-

tos o “parapetos”, construccio-

nes de piedra en forma semi-

circular para proteger los toldos

del fuerte viento del oeste. En el

interior la prueba palpable de la

ocupación humana: esquirlas de

sílex, obsidianas y basaltos pro-

venientes del tallado de herra-

mientas líticas y puntas de pro-

yectil. Seguimos camino y a la

salida de La Vizcaina nos en-

contramos con una lengua de

ceniza volcánica vestigios de la

erupción del Hudson. La pudi-

mos cruzar gracias a que el día

era calmo, con un poco de vien-

to hubiera sido imposible encon-

trar el camino entre el tierral.

En todo el trayecto solo pasamos

cerca de un puesto de veranada

de Slick, pero no se veía movi-

miento y continuamos camino.

Pasamos tranqueras, lagunas

con flamencos, patos y cauque-

nes, corralitos y petroglifos. Sa-

bíamos de la existencia del Macá

Tobiano pero no lo pudimos ubi-

car. En las bifurcaciones del ca-

mino nos deteníamos para in-

terpretación de mapas o tirar la

moneda para ver si íbamos a de-

recha o izquierda y a los alam-

brados sin tranqueras los pisá-

bamos por arriba para continuar

camino.

Finalmente, desde lo alto, la tan

buscada Laguna del Sello. La La-

guna del Sello es inmensa. En

días calmos y soleados es de co-

lor azul intenso y con un botón

de basalto negro que emerge en

su porción occidental, (el Sello).

En la margen sur se veía el pun-

to blanco que representaba el

Puesto de Lazcano y el fin de la

huella.

Apuramos el paso para llegar a

nuestro destino. Al estar media-

namente cerca del puesto y a la

vista de la casa vimos un caba-

llo atado. El zumbido del motor

ruso más el ruido de la carrocería

lo alteró. Comenzó a tirar de su

atador. Vimos que estaba ama-

rrado a una piedra alargada, pe-

sada pero suelta y los tirones que

pegaba el caballo hacían rebotar

la piedra por todas partes. Como

somos gente de campo detuvi-

mos el vehículo para que se cal-

me, pero no ocurrió. Los rebo-

tes de la piedra aumentaron su

histeria y su actividad era cada

vez más violenta, hasta que la

soga se soltó… y sin alambradas

que lo detuvieran salió a campo

abierto pasando por detrás de la

casa del puesto para desaparecer

rumbo al Zeballos.

Encontramos Don Terán, el

puestero, mateando en la coci-

na. Había visto lo sucedido por

el vidrio de la puerta y sacudía

lentamente la cabeza, como con

resignación. Subimos un cerro

que está detrás de la casa para

divisar al equino y lo único que

se veía era un puntito y una pol-

vareda.

Después de unos mates con torta

frita nos despedimos de Don Te-

rán, y como corresponde le pre-

guntamos si quiere que le lle-

vemos algún mensaje al Vasco

Lazcano, su patrón. No, contes-

tó, solamente dígale que el pues-

tero quedó de a pie… ◊

Juan Enrique Nauta, guía provincial idóneo bilingüe (Provincia de Santa Cruz), ex director de Cueva de las Manos y otros sitios arqueológicos del Municipio de Perito Moreno.

m [email protected] ) + 54 11 4807-3976 / 1285 w www.florayfaunaargentina.org

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