Boletín de la Iglesia CASA DE PAN

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El Interés Tiene Pies Iglesia CASA DE PAN 23 de junio de 2013 calidad humana de los hijos. Es decir, el hijo respeta, venera, a sus padres no tanto por lo que estos son, sino por lo que el hijo mis- mo es. Si el hijo sigue siendo una persona completa, a pesar de las deficiencias de los padres, puede respetarlos. Pero, si el hijo permite que lo que sus padres son o hacen, le lleve a él a “no ser”, poco respeto podrá tener para ellos. Así, los hijos honran a sus padres en la medi- da que son ellos mismos: dignos, íntegros y libres del poder de sus emociones. La mejor honra de un hijo a su padre es desarrollar todo su potencial humano: espiritual, inte- lectual y físico. El ocuparse con sabiduría y sentido de la oportunidad de su propia vida. Los excesos y las omisiones de los padres marcan a los hijos, pero no tienen el poder para definirlos. Gracias a la obra redentora de Jesucristo, quienes han sido lastimados, y aún deformados, por sus padres pueden ser regenerados. Eso de Honrar a Papá De los hijos se espera que honren a sus padres. Honra y veneración van de la ma- no. Venerar es “respetar en sumo grado” a alguien por su dignidad. Es decir, se le res- peta no en razón de lo que la persona hace, tiene o ha logrado, sino por lo que ella es. Los padres son, primero que nada personas dignas, es decir, merecedoras de nuestro aprecio y respeto. Para los hijos, los padres empiezan a “chochear” mucho antes de hacerse viejos. Muy pronto los hijos descubren que sus padres son poco inteligentes, poco capa- ces, pobretones, “pasados de moda”, etc. ¿Por qué respetar a quien cada día es me- nos, o parece serlo? Fundamentalmente el respeto a los padres tiene que ver con la Así decían las viejitas cuando veían a alguien ocuparse laboriosamente de alguna tarea, el interés tiene pies. Cabe aplicar esta máxima a un asunto de especial importancia en el Cuer- po de Cristo, el cultivo y el fortalecimiento de la relación entre los miembros del mismo, entre los que son miembros los unos de los otros. Uno de los beneficios colaterales de la salva- ción es que el cristiano es incorporado a la familia de Dios. Esta comunidad de fe benefi- cia a sus miembros de muchas maneras: les ayuda a crecer en la fe, los acompaña en las circunstancias más importantes de la vida, los consuela cuando están tristes y les provee de la ayuda necesaria cuando conviene. Sin embargo, es necesario que todos los miembros del Cuerpo de Cristo se ocupen entusiasta, oportuna y comprometidamente a cuidar, fortalecer y hacer crecer la comu- nión que ya gozan en el Señor. Para ello deben echarle ganas a estar en con- tacto unos con otros. A conocerse mejor y a fortalecer las relaciones entre sus respectivas familias. Deben invertir tiempo en platicar, en encontrarse fuera del templo. Deben esfor- zarse por saber lo que pasa a y con sus her- manos. Esto requiere de que echemos a an- dar los pies, procurando estar cada día más cercanos los unos a los otros.

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Información y materiales de reflexión útiles para tu aquí y ahora. ¡Te esperamos los domingos, a las 16:30 hrs., en Calzada de Tlalpan 1112, una cuadra al Sur de la Estación Nativitas (Salida Av. Justina)!

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El Interés Tiene Pies

Iglesia CASA DE PAN 23 de junio de 2013

calidad humana de los hijos. Es decir, el hijo respeta, venera, a sus padres no tanto por lo que estos son, sino por lo que el hijo mis-mo es. Si el hijo sigue siendo una persona completa, a pesar de las deficiencias de los padres, puede respetarlos. Pero, si el hijo permite que lo que sus padres son o hacen, le lleve a él a “no ser”, poco respeto podrá tener para ellos.

Así, los hijos honran a sus padres en la medi-da que son ellos mismos: dignos, íntegros y libres del poder de sus emociones. La mejor honra de un hijo a su padre es desarrollar todo su potencial humano: espiritual, inte-lectual y físico. El ocuparse con sabiduría y sentido de la oportunidad de su propia vida.

Los excesos y las omisiones de los padres marcan a los hijos, pero no tienen el poder para definirlos. Gracias a la obra redentora de Jesucristo, quienes han sido lastimados, y aún deformados, por sus padres pueden ser regenerados.

Eso de Honrar a Papá

De los hijos se espera que honren a sus padres. Honra y veneración van de la ma-no. Venerar es “respetar en sumo grado” a alguien por su dignidad. Es decir, se le res-peta no en razón de lo que la persona hace, tiene o ha logrado, sino por lo que ella es. Los padres son, primero que nada personas dignas, es decir, merecedoras de nuestro aprecio y respeto.

Para los hijos, los padres empiezan a “chochear” mucho antes de hacerse viejos. Muy pronto los hijos descubren que sus padres son poco inteligentes, poco capa-ces, pobretones, “pasados de moda”, etc.

¿Por qué respetar a quien cada día es me-nos, o parece serlo? Fundamentalmente el respeto a los padres tiene que ver con la

Así decían las viejitas cuando veían a alguien ocuparse laboriosamente de alguna tarea, el interés tiene pies. Cabe aplicar esta máxima a un asunto de especial importancia en el Cuer-po de Cristo, el cultivo y el fortalecimiento de la relación entre los miembros del mismo, entre los que son miembros los unos de los otros. Uno de los beneficios colaterales de la salva-ción es que el cristiano es incorporado a la familia de Dios. Esta comunidad de fe benefi-cia a sus miembros de muchas maneras: les ayuda a crecer en la fe, los acompaña en las circunstancias más importantes de la vida, los consuela cuando están tristes y les provee de la ayuda necesaria cuando conviene.

Sin embargo, es necesario que todos los miembros del Cuerpo de Cristo se ocupen entusiasta, oportuna y comprometidamente a cuidar, fortalecer y hacer crecer la comu-nión que ya gozan en el Señor. Para ello deben echarle ganas a estar en con-tacto unos con otros. A conocerse mejor y a fortalecer las relaciones entre sus respectivas familias. Deben invertir tiempo en platicar, en encontrarse fuera del templo. Deben esfor-zarse por saber lo que pasa a y con sus her-manos. Esto requiere de que echemos a an-dar los pies, procurando estar cada día más cercanos los unos a los otros.

Callar a Tiempo es Cosa de Sabios

A Veces Resulta Difícil Creer en Dios En los tiempos de crisis resulta más difícil creer en Dios. No pareciera que él nos escu-cha, ni que se interesa; es más, a veces hasta pareciera que él no puede hacer nada para cambiar las circunstancias que se enfrentan. Pero, en los tiempos de crisis urge poder creer en Dios. Después de todo, él es la esperanza última, el recurso extremo con el que se cuenta para no ser arrastrado por las olas de la desventura.

El Apóstol Pedro no le saca la vuelta a la cuestión del sufrimiento de los creyentes. La enfrenta y asume, pero, además, ofrece el recurso invaluable con el que puede enfren-tarse la desesperanza, el dolor y la confusión. Se trata de la fe. Asegura Pedro, la calidad de nuestra fe “ha de ser probada por medio del fuego”.

Conviene recordar que la fe bíblica es certidumbre y convicción de lo que no se ve. Ello implica un par de cuestiones. La primera, que quien tiene fe quien ve más allá del momento y la circunstancia pre-sente. Quien no permite verse avasallado por la realidad presente, sino que confiado en Dios y su Palabra, está dispuesto a creer que lo

que vive es apenas un breve momento de prueba que, con la ayuda de Dios, podrá ser superado y dejado atrás. La segunda cuestión tiene que ver con el hecho de que quien ve más allá y cree en la Palabra de Dios, se esfuerza por alcanzar lo que espera.

La fe implica también el esfuerzo y la perseverancia. La lucha, la pelea, contra las cir-cunstancias adversas que amenazan la integridad presente y futura del creyente. La fe tiene una dimensión primaria de individualidad. Cada uno es responsable de su fe. Pero, la fe del uno puede contagiar y animar la fe del otro.

Si bien a veces resulta difícil creer en Dios, lo cierto es que a él no le detiene nuestra incredulidad. Por lo tanto, él sigue siendo quien es y sigue haciendo a nuestro favor lo que ha prometido hacer. Porque aún cuando no creemos en él, él sigue amándonos.

Pastor Adoniram Gaxiola

No se vive sin la fe. La fe es el conocimiento del significado de la vida humana. La fe es la fuerza de la vida. Si el hombre vive es porque cree en algo. Leon Tolstoi

La comunicación humana se compone de palabras, tonos, gestos y actitudes, pero también de silencios. Sí, hay momentos en que el silencio es el mejor recurso para una comunicación sana, facilitadora de las buenas relaciones.

Resulta paradójico que en los momentos más íntimos descubramos el poder del silencio, pero que cuando nos sentimos más molestos experimentemos la com-pulsión de hablar y de hacerlo a gritos.

Finalmente, guardar silen-cio es también un acto de amor. Es una ofrenda de amor, cuando se calla aún teniendo la razón. Quien ama, aprende a esperar. Entre otras cosas, el mo-mento oportuno para decir lo que conviene decir.

Demuestra que ama y que ama mucho, callando.

Guardar silencio cuando las palabras no convienen es expresión de sabiduría. Esta expresa la sensibilidad de la persona, su capacidad para juzgar atinadamente.

Quien guarda silencio muestra que está en con-trol de sí mismo. Así, ofrece a su prójimo un espacio de tranquilidad que propicia la recuperación de la calma y del equilibrio. Condiciones básicas para una buena comunicación, que garanti-za la resolución de los con-flictos y el gozo de la paz.

Bautismos El domingo 21 de julio próximo celebraremos bautismos en agua. Si no te has bautizado, es tiempo de que lo hagas. Habla

con tu Discipulador o con el Pastor Adoni-ram para que te orienten al respecto.

Palabras de Vida Hay quienes no están recibiendo Palabras de Vida en su correo electrónico. Si es tu caso, por favor envía un correo desde tu cuenta activa a [email protected]. Recuerda que puedes enviar a la misma dirección los nombres y correos de las per-sonas a quienes quieras que les lleguen las Palabras de Vida.

Discipulado de los Niños Nuestro equipo de maestros para niños se está esforzando por servir mejor a estos y a sus padres. Cada niño está siendo invita-do a leer ciertos pasajes bíblicos durante la semana, así como a llevar su diario perso-nal, entre otras cosas. Animamos a los padres para que apoyen a sus hijos y a que estén en contacto con sus maestros. Así, todos contribuiremos a que nuestros niños crezcan en el conocimiento de Dios.

Oración por los Enfermos Cada miércoles nos unimos en oración a favor de nuestros enfermos. Tenemos dos momentos, ocho y veinte horas, para ele-var una breve oración. Sin embargo, cada quién elige el horario para orar por cada uno de los enfermos que conoce. Si a tu oración añades el ayuno, ¡mucho mejor!

Léenos en Internet www.issuu.com/iglesiacasadepan

No Dejes de Leer la Historia

CAPÍTULO VEINTE

Evangelismo Relacional El Evangelismo Relacional busca que las personas se conviertan en discípulos de Cristo. No se limita a compartir

el mensaje de salvación, sino que procura que las personas se arrepientan de sus pecados, se conviertan al Señor, se incorporen a la Iglesia y lo sigan todos los días de su vida.

Son cuatro los elementos fundamentales del Evangelismo Relacional:

El cultivo de las relaciones personales. El cristiano se esfuerza por ampliar su círculo de amistades.

El testimonio. En su trato cotidiano con sus amistades y conocidos el cristiano se esfuerza por modelar el carácter de Cristo.

El evangelio. El cristiano se esfuerza por compartir el evangelio de Cristo, con una sólida base bíblica y con amor genuino.

La oración. El cristiano ora, todos los días y por todas las personas a las que quiere alcanzar para que sean discípulos de Cristo.

El cristiano que sigue a Cristo evangeliza todos los días y a todos los que están cerca suyo. Persevera en tu propósito de cumplir con tu tarea evangelizadora.

Iglesia CASA DE PAN Pastor Adoniram Gaxiola

Tels. 5528-8650 y 01 800 719-2272

Cel. 044 55 4822-9024

Email. [email protected]

WWW. www.vidaypalabra.com

Lugar de Encuentro Calzada de Tlalpan 1112

Col. Nativitas

35000 México, D.F.

Una cuadra al Sur del Metro Nativitas

ServiDoulos Si necesitas u ofreces servi-

cios domésticos, llama a: Lulú Varela (5426-2921 y

044 55 1257-3295), y Esther Arteaga (3612-7214 y 044 55

2503-6217).

Toma Nota

Llama a tu Pastor Sí, si lo necesitas, llama a Adoniram.

5528-8650 y 044 55 4822-9023

O, escríbele a [email protected]

Casas de

Pan

Miércoles, 18:00 hrs.

Casa de Pan San Pedro Xalpa

Discp. Lupita Fermoso

Tel. 044 55 2195-1250

Miércoles, 18:00 hrs.

Casa de Pan Cuitláhuac

Discp. Esther Arteaga

Miércoles, 17:30 hrs.

Casa de Pan Tlalpan

Discp. Ana Delia Macías

Tel. 044 55 3240-9155

Jueves, 16:30 hrs.

Casa de Pan Maranatha

Discp. Adoniram Gaxiola

Lunes, 17:30 hrs.

Casa de Pan Acoxpa

Discp. Adriana Montoya

Cuando Voy A Ti Cuando voy a ti, soy diferente a los demás, No soy el mismo, lo sé bien, Cuando yo voy a ti. Cuando voy a ti, la tristeza que hay en mí se va, Miro la vida como tú, cuando voy a ti.

Cuando voy a ti, Señor, Tengo fuerzas para seguir; Cuando voy a ti, Señor, Me levanto en poder y amor. Cuando voy a ti, Señor, A mi enemigo puedo abrazar. Cuando yo voy a ti, Señor.

Consume Con Tu Fuego Consume con tu fuego todo lo que hay en mí, Que no sea agradable a ti. Que cada día que pase, te pueda yo servir Con un corazón limpio mi Dios.

No te detengas, Señor, Hasta haber acabado tu obra en mi vida. No te detengas, Señor Hasta haber transformado mi corazón.

Sumérgeme Cansado del camino, sediento de ti, Un desierto he cruzado, Sin fuerzas he quedado, vengo a ti. Luché como soldado y a veces sufrí, Y aunque la lucha he ganado, Mi armadura he desgastado, vengo a ti.

Sumérgeme en el río de tu Espíritu, Necesito refrescar este seco Corazón, sediento de ti.

Cantemos Hallé un Buen Amigo Hallé un buen amigo, mi amado Salvador, Contaré lo que él ha hecho para mí: Hallándome perdido e indigno pecador, Me salvó y hoy me guarda para sí. Me salva del pecado, me guarda de Satán, Promete estar conmigo hasta el fin, ¡aleluya! Él consuela mi tristeza, me quita todo afán, ¡Grandes cosas Cristo ha hecho para mí!

Jesús jamás me falta, jamás me dejará, Es mi fuerte y poderoso Protector; Del mundo me separo y de la vanidad Para consagrar mi vida al Señor. Si el mundo me persigue, si sufro tentación, Confiando en Cristo puedo resistir, ¡aleluya! La victoria me es segura y elevo mi canción: ¡Grandes cosas Cristo ha hecho para mí!

Yo sé que Jesucristo muy pronto volverá, Y entre tanto me prepara un hogar, En la casa de mi Padre, mansión de luz y paz, Do el creyente fiel con él ha de morar. Llegándome a la gloria, ningún pesar tendré, Contemplaré su rostro siempre allí, ¡aleluya! Con los santos redimidos gozoso cantaré: ¡Grandes cosas Cristo ha hecho para mí!

Tal Como Soy, Señor Tal como soy, Señor, Sin nada que ofrecer más que mi canción; No tengo más que darte, Pues todo es tuyo, Señor. Tal como soy, Señor, Sin nada que entregar más que el corazón, Me rindo todo a ti, tómame, Señor, tal como soy.

Acéptame como ofrenda de amor, Como un sacrificio agradable en tu honor; Grato perfume yo quiero ser, Señor.