Boletín 219 - 1 de mayo, 2011

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Tiempo de Pascua Calle C, casi esq. Av. Bélice, Cuesta Hermosa III, Santo Domingo, R.D. Tel. 809-567-2264 LQIR#SDUURTXLDVMFRUJGR ZZZSDUURTXLDVMFRUJGR ZZZIDFHERRNFRPSDUURTXLDVMF Boletín Parroquial Año 4 - Boletín no. 219 - II Domingo de Pascua Ciclo A - 1 Mayo del 2011 DICHOSOS LOS QUE CREAN SIN HABER VISTO

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Domingo 1 de mayo, 2011

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Calle C, casi esq. Av. Bélice, Cuesta Hermosa III, Santo Domingo, R.D. Tel. 809-567-2264

Boletín ParroquialAño 4 - Boletín no. 219 - II Domingo de Pascua Ciclo A - 1 Mayo del 2011

DICHOSOS LOS QUE CREAN SIN HABER VISTO

La Liturgia de este Domingo nos muestra a una Iglesia que comienza a experimentar una especial presencia del Señor entre sus miembros y comienza a insuflarles fortaleza y esperanza. La presen-cia del Resucitado entre ellos les da la seguridad de que Dios camina con ellos en la historia en un modo nuevo, espiritual y glorioso.

El episodio de la aparición de los discípulos sin Tomás presente genera en él serias dudas de la realidad de la experiencia de los discípulos. Se comporta como un incrédulo, pues no le da crédito al testimonio ocular de ellos. Esta ausencia de fe lo pone a querer imponer condiciones para la fe: “ver para creer”.

A pesar de estas pretensiones, Jesús tiene misericordia de él y se le aparece para ayudarlo a creer, aunque no sea esta la mayor expresión de fe: “¿Por qué me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto”. De hecho, la Carta a los Hebreos habla de la fe como “garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve” (Heb 11, 1). Por esto, la mayor expresión de fe es el creer aún cuando no se ven los resultados. Cuando se le muere la hija a Jairo, Jesús le dice: “No temas, solamente ten fe” (Mc 5, 36; Lc 8, 50).

Nuestra vida puede cobrar otro sentido cuando la fe construye una prospectiva clara de ella. Cuan-do nuestra vida aprende a moverse más por lo que cree que por lo que ve. No todo lo que vemos es claro, pero la fe es una certeza que va más allá de nuestra pobre óptica. Si Jesús ha resucitado es un hecho no si lo veo, sino si lo creo, y seré dichoso y el Señor estará conmigo en todo momen-to. Hagamos, pues, de Jesús Resucitado el compañero inseparable de nuestro camino.

Horario de Misa Lunes-Sábados 6:30pm

Domingos: 9:00am - 12:15pm - 6:30pm

Horarios de Oficina ParroquialLunes-Viernes 3:00pm - 6:30pm

Cursos BíblicosMiércoles 7:30pm - 8:30pm

ConfesionesLunes a Viernes de 6:00 a 6:30pm

CatequesisPrebautismal: 1ros martes de cada mes 7:30pmConfirmación para niños: Sábados 10:00am y

4:00pmConfirmación para adultos: Lunes 7:30pm

BodasSolicitud y entrevista personal

por lo menos tres meses antes.

Adoración al SantísimoJueves 5:30pm - 6:30pm

Rezo del RosarioViernes 5:30pm

PárrocoMons. Víctor Masalles

Vicario ParroquialP. Robert Brisman

Sacerdotes AdjuntosP. Andres Dumas, MSC

P. Jorge Jara

DiáconosD. Tomás Jiménez

D. Juan Arturo MaceoD. Peter Garrido

D. Ramón Darío Vargas

SERVICIOS PASTORALES MENSAJE DEL PÁRROCO

Boletín Parroquial no.219 - Parroquia San José de Calasanz

PRIMERA LECTURAHechos de los Apóstoles 2, 42-47

Los creyentes vivían todos unidos y lo tenían todo en común.

Los hermanos eran constantes en escuchar la enseñanza de los apóstoles, en la vida común, en la fracción del pan y en las oraciones. Todo el mundo estaba impresionado por los muchos prodigios y signos que los apóstoles hacían en Jerusalén. Los creyentes vivían todos unidos y lo tenían todo en común; vendían posesiones y bienes, y lo repartían entre todos, según la ne-cesidad de cada uno. A diario acudían al templo todos unidos, celebraban la fracción del pan en las casas y comían juntos, alabando a Dios con alegría y de todo corazón; eran bien vistos de todo el pueblo, y día tras día el Señor iba agre-gando al grupo los que se iban salvando.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIALSalmo: 117 Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia.

Diga la casa de Israel: eterna es su misericor-dia. Diga la casa de Aarón: eterna es su miseri-cordia. Digan los fieles del Señor: eterna es su misericordia.

Empujaban y empujaban para derribarme, pero el Señor me ayudó; el Señor es mi fuerza y mi energía, él es mi salvación. Escuchad: hay can-tos de victoria en las tiendas de los justos.

La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente. Éste es el día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo.

SEGUNDA LECTURA1 Pedro 1, 3-9

Por la resurrección de Jesucristo de entre los muer-tos, nos ha hecho nacer de nuevo para una esperanza viva. Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesu-cristo, que en su gran misericordia, por la resu-rrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha hecho nacer de nuevo para una esperanza viva, para una herencia incorruptible, pura, im-perecedera, que os está reservada en el cielo. La fuerza de Dios os custodia en la fe para la salvación que aguarda a manifestarse en el momento final. Alegraos de ello, aunque de mo-mento tengáis que sufrir un poco, en pruebas diversas: así la comprobación de vuestra fe -de más precio que el oro, que, aunque perecede-ro, lo aquilatan a fuego- llegará a ser alabanza y gloria y honor cuando se manifieste Jesucristo. No habéis visto a Jesucristo, y lo amáis; no lo veis, y creéis en él; y os alegráis con un gozo inefable y transfigurado, alcanzando así la meta de vuestra fe: vuestra propia salvación.

Palabra de Dios.

VIDA DE SANTOS

Boletín Parroquial no.219 - Parroquia San José de Calasanz

EVANGELIOJuan 20,19-31

A los ocho días, llegó Jesús.

Al anochecer de aquel día, el primero de la se-mana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: “Paz a vosotros.” Y, diciendo esto, les en-señó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: “Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.” Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: “Recibid el Espí-ritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los reten-gáis, les quedan retenidos.”

Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: “Hemos visto al Señor.” Pero él les contestó: “Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.”

A los ocho días, estaban otra vez dentro los dis-cípulos y Tomas con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: “Paz a vosotros.” Luego dijo a Tomás: “Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.” Contestó Tomás: “¡Señor mío y Dios mío!” Jesús le dijo: “¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto.”

Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Éstos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyen-do, tengáis vida en su nombre.

Palabra del Señor.

“El próximo 1 de mayo tendré la alegría de pro-clamar beato a mi predecesor, el Venerable Juan Pablo II. La fecha elegida será el segundo domin-go de Pascua, que él mismo llamó ‘de la Divina Misericordia’, y en la que terminó su vida terrena”, dijo el Papa.

Benedicto XVI aseguró que esta beatificación es un motivo de alegría personal y también para to-das las personas que conocieron a Juan Pablo II.

“Para todos los que le hemos conocido, todos los que le hemos estimado, no podemos dejar de celebrar con la Iglesia este gran acontecimiento”. Benedicto XVl (Enero 2011, Roma).

La beatificación de Juan Pablo II será un evento histórico: desde hace diez siglos ningún Papa ha beatificado a su predecesor. A lo largo de la his-toria 78 papas han sido nombrados santos y tan sólo 10 son beatos. Además, se calcula que acu-dirán a Roma unos dos millones de peregrinos.

El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, ase-guró que no será necesaria invitación para asis-tir a la beatificación ya que la ceremonia estará abierta a todas las personas que se desplacen hasta Roma. Por otra parte, ya están en marcha los preparativos en la capilla de la Basílica de San Pedro que acogerá el cuerpo de Juan Pablo II antes del 1 de mayo. Durante la ceremonia, se conocerá también qué día se asigna a la fiesta litúrgica del futuro Beato Juan Pablo II.

Beatificación de SS Juan Pablo II

Dios Eterno, en quien la misericordia es

infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotros Tu bondadosa mirada y aumenta Tu

misericordia en nosotros para que en los momentos difíciles, no nos

desalentemos ni nos desespe-remos, sino que, con la máxima confianza, nos sometamos a Tu santa voluntad, que es el Amor

mismo y la Misericordia.

Amén.

Oración de la

Divina Misericordia

La beatificación es una declaración, hecha por el Papa como cabeza de la Iglesia, de que un siervo de Dios vivió una vida de santidad (ha ejercido las virtudes cristianas en grado heroico) y/o tuvo muerte de mártir y está ahora en el cielo. La beatificación es una sentencia no definitiva, que tiende a la canonización (proceso de la Iglesia para declarar que alguien es Santo). A las personas beatificadas se les llaman Beatos.

Boletín Parroquial no.219 - Parroquia San José de Calasanz

LUNES MARTES MIÉRCOLES JUEVES VIERNES SÁBADO DOMINGO

LE

CT

UR

AS

DE

LA

SE

MA

NA

2 MayoSan Atanasio

He 4, 23-31Salmo 2Jn 3, 1-8

3 MayoSantos Felipe y

Santiago

1Co 15, 1-8Salmo 18

Jn 14, 6-14

4 MayoSan Ciríaco

He 5, 17-26Salmo 33

Jn 3, 16-21

5 MayoSan Máximo

He 5, 27-33Salmo 33

Jn 3, 31-36

6 MayoSan Heliodoro

He 5, 34-42Salmo 26Jn 6, 1-15

7 MayoSan Augusto

He 6, 1-7Salmo 32

Jn 6, 16-21

8 MayoIII Domingo de Pascua

He 2, 14.22-33Salmo 15

1P 1, 17-21Jn 24, 13-35

APRENDIENDO DE LITURGIA

Fiesta de la Divina Misericordia

La Congregación para el Culto Divino y la Dis-ciplina de los Sacramentos de la Santa Sede publicó el 23 de mayo del 2000 un decreto en el que se establece, por indicación del Papa Juan Pablo II, la fiesta de la Divina Misericordia, que tendrá lugar el segundo domingo de Pascua. La denominación oficial de este día litúrgico será «segundo domingo de Pascua o de la Divina Misericordia».

Ya el Papa Juan Pablo II lo había anunciado du-rante la canonización de Sor Faustina Kowalska, el 30 de abril del mismo año: «En todo el mun-do, el segundo domingo de Pascua recibirá el nombre de domingo de la Divina Misericordia. Una invitación perenne para el mundo cristiano a afrontar, con confianza en la benevolencia di-vina, las dificultades y las pruebas que esperan al género humano en los años venideros».

Además exhortó a todos a ver a Cristo resuci-tado cual fuente de confianza y de esperanza, acogiendo el mensaje espiritual transmitido por el Señor a Santa Faustina Kowalska. Esta Santa, que es conocida como la mensajera de la Di-vina Misericordia, recibió revelaciones místicas en las que Jesús le mostró su corazón, fuente de misericordia y le expresó su deseo de que se estableciera esta fiesta. El Papa le dedicó una de sus Encíclicas a la Divina Misericordia (“Dives in misericordia”).

La Fiesta de la Divina Misericordia tiene como fin principal hacer llegar a los corazones de cada persona el siguiente mensaje:

Dios es Misericordioso y nos ama a todos... “y cuanto más grande es el pecador, tan-to más grande es el derecho que tiene a Mi misericordia” (Diario, 723).

REGINA COELI

Lector: Reina del cielo, alégrate, aleluya. Todos: Porque el Señor, a quien has llevado en tu vientre, aleluya.

Lector: Ha resucitado según su palabra, aleluya.Todos: Ruega al Señor por nosotros, aleluya.

Lector: Goza y alégrate Virgen María, aleluya. Todos: Porque en verdad ha resucitado el Señor, aleluya.

Oremos: Oh Dios, que por la resurrección de Tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, has llenado el mundo de alegría, concédenos, por interce-sión de su Madre, la Virgen María, llegar a los gozos eternos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amen.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amen. (Tres veces)

El Papa Benedicto XIV estableció, en 1742, que durante el tiempo Pascual (desde la Resurrección del Señor hasta el día de Pentecostés) se sustituyera el rezo del Ángelus por la antífona “Regina Coeli” (Reina del Cielo).

Es la oración mariana propia del tiempo litúrgico, donde se felicita a la VirgenMaría por la resurrección de su hijo, nuestro Señor.