Boletín 2
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La comunicación
BOLETÍN INFORMATIVO PARA LAS FAMILIAS
Contenido
La comunicación con adolescentes.1
Errores en la comunicación.. ...... 1
¿Cómo comunicaros? ................. 2
Estilos comunicativos ................. 2
Estrategias para establecer una bue-
na comunicación ........................ 3
Sus preocupaciones e intereses.. 4
Puntos de interés
especial
• La frustración es una experien-
cia indispensable para el desa-
rrollo de los adolescentes.
• Siete frases para mejorar la
comunicación familiar:
¡Te quiero!/ ¡Te admiro por…!/
¡Gracias!/¡Perdóname, me equivo-
qué!/ ¡Ayúdame, te necesito!/¡Te
escucho, háblame de ti!/¡Eres
especial!
La comunicación con adolescentes
Muchos padres pensáis que los adolescentes se
comunican mejor con cualquiera que con voso-
tros.
Debéis mostrar interés por sus cosas, pero sin interferir de-
masiado, hacer un esfuerzo por respetar su privacidad al
tiempo que se establece confianza y cercanía emocional.
Es importante que los escuchéis, que les prestéis atención y
que no os dediquéis únicamente a soltar sermones. Ellos
también tienen cosas muy importantes que decir.
Para mejorar la comunicación con los hijos debe existir volun-
tad e interés, buscando un espacio disponible de comunica-
ción, que aunque sea breve, sea vivido intensamente.
Errores en la comunicación
∗ Generalizar: "Tú siempre..., Tú
nunca… me ayudas, pones aten-
ción”, “Siempre gritas”, etcétera.
∗ Criticar y calificar negativamente
a la persona: "Eres un… desagra-
decido, inconsciente,…”
∗ Gritar.
∗ Culpar, insultar, avergonzar, reprochar, ridiculizar, exage-
rar, ser irónico o chantajear.
∗ Pensar en otra cosa mientras la otra persona habla.
Marzo 2012 Volumen 1, nº 2
“La comunicación asertiva, mejora y fortalece las relaciones entre padres e
hijos”
2
¿Cómo comunicarnos?
Estilos comunicativos
Los padres podéis mantener una buena comunicación con
vuestros hijos adolescentes:
• No quedándoos callados, decid lo que os parece bien o lo
que os disgusta.
• Intentad no imponer vuestras decisiones con gritos y
amenazas.
• Todo se puede decir, pero hay formas de hacerlo. No ca-
yendo en “los errores de la comunicación” y teniendo en
cuenta las siguientes “estrategias para establecer una
buena comunicación” y atendiendo a “las preocupaciones
e intereses de los adolescentes”.
• En el estilo pasivo, los padres se muestran incapaces de hacer valer sus opiniones frente al hijo, se callan y ceden a la mínima presión. Piensan que si anteponen sus
criterios a los del hijo pueden traumatizarle o llegar a ser rechazados por éste.
Evitan las discusiones, y el hijo hace su voluntad, pudiendo sentirse superior, pero
también culpable, ya que desearía ver una mayor seguridad en sus padres.
• En el estilo agresivo, los padres intentan imponer sus criterios a los hijos sin tener en cuenta la opinión de éstos. El padre agresivo a la menor contrarie-
dad pierde el control y se pone a gritar con gestos intimidatorios.
La rebeldía propia de la etapa de la adolescencia chocará con esta forma de educar. El hijo no se sentirá aceptado, ni respetado y puede terminar con una baja autoestima que acabará manifestando de diversas formas.
• En el estilo asertivo, el padre manifiesta sus opiniones. Las ideas de los padres y
del hijo se defienden, las opiniones se razonan y las normas se argumentan. El
padre mantiene el contacto visual, la adecuada fluidez del habla y la naturalidad de
movimientos.
Los hijos aprenden que pueden dialogar con sus padres y a expresarse con el mismo
respeto que reciben de ellos, adquiriendo el padre autoridad moral. Se verá beneficiado
el equilibrio emocional, y la estabilidad del adolescente.
Necesidad de
límites
Para propiciar y per-
mitir que los hijos se
conviertan en seres
responsables inde-
pendientes y autóno-
mos, los padres de-
ben saber que la
frustración es una
experiencia indis-
pensable para el de-
sarrollo de los ado-
lescentes.
El decir “no” a un
hijo le aporta seguri-
dad y protección.
No podemos caer en
el error de creernos
los padres-amigos.
Nuestros hijos, no
necesitan eso, sino a
una persona adulta y
firme con la que pue-
dan identificarse y en
la que encuentren
apoyo cuando lo ne-
cesiten.
Estrategias para establecer una buena comunicación
• No hay recetas mágicas. Lo que funciona con unos no
funciona con otros, por lo que hay que averiguar cuáles
son los intereses de los hijos.
• Escuchar. No interrumpir y poner atención a lo que los
adolescentes nos quieren decir, elegir un lugar tranquilo.
Cuanto menos consejos se les da, más pedirán.
• Buscar ocasiones. Los adolescentes no hablan cuando
se les ordena, sino cuando ellos quieren. Los padres de-
ben de estar disponibles; en general, las mejores conver-
saciones se dan cuando se hacen cosas en común.
• Hablar de las diferencias. Si los hijos tienen claro que
se respetan sus opiniones, será fácil que se abran a sus
padres. El desacuerdo razonado no impide la comunica-
ción. Conocer en qué no están de acuerdo puede ser útil
para saber su nivel de madurez y negociar normas.
• No exagerar. Ante un error o incumplimiento de los hi-
jos, los padres no deben reaccionar gritando o insultando.
Hay que controlar la rabia sin dejar de expresar la pre-
ocupación. Una buena forma es preguntar con calma, su
opinión al respecto y a partir de ahí hablar de las diferen-
cias. (Si un hijo de 14 años cuenta a sus padres que el pasado viernes probó una cerveza y estos pierden los estribos, lo más probable es que no vuelva a contarles nada en mucho tiempo).
• Comunicarse con respeto. A veces, los adolescentes
provocan diciendo o haciendo cosas inapropiadas. No
caigáis en la provocación. El autocontrol que los padres
demuestren con ellos dará fruto en mejores relaciones y
conversaciones en el futuro. A veces dan más importancia
a cómo se dicen las cosas que a las cosas que se dicen. 3
La persona adulta debe ser
el apoyo del adolescente
cuando lo necesite.
Algunos temas de los que los hijos quieren hablar quizás os
aburran, pero debéis poneros en su lugar, no fingiendo in-
terés, ya que lo notan. Preguntar y escuchar es signo de
respeto. Algunos de los temas que les preocupan son:
• Los estudios. ¿Qué tal en clase hoy? Revisar sus libros
y cuadernos preguntando cosas más concretas.
• Aficiones. Si es aficionado a un deporte preguntarle por
él. Estaría bien, que supieseis los nombres de sus cantantes
favoritos.
• Emociones. Se preocupan por: sus amigos, el divorcio de sus padres… Cono-
cer la importancia de sus preocupaciones permitirá mejor decidir como afron-
tarlo.
• Familia. Les gusta participar en las decisiones familiares, esto les hará sentirse
más seguros y más vinculados con la familia.
• Temas delicados. Si los padres evitan hablar de ellos, los adolescentes se in-
forman en otro lado, pero al final saben más bien poco. No deben afrontarse de
frente, sino poco a poco.
• Los padres. Sin tener que responder a preguntas indiscretas, los adolescentes
se interesan por sus padres, su pasado y su presente, esto les ayuda a definir
su propia vida.
• El futuro. Según van madurando les empieza a preocupar. Esto facilitará pre-
guntas que merecen atención y respuesta. Cuando no sepáis contestar, un “no
sé” honesto es la mejor respuesta.
• Cultura, acontecimientos. Compartir opiniones sobre películas, espectáculos,
deportes… es un excelente medio de conocer sus gustos y opiniones.
Sus preocupaciones e intereses
IES Rosario de Acuña
C/ Puerto Vegarada s/n
33207– Gijón (Asturias)
Teléfono: 985 381552
Fax: 985 385225
Correo electrónico: [email protected]
Web: http://www.rosariodeacuna.com