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BIZKAITARA JAU N-GrOIKUA ETA LAGI - ZARA I’ HUTIA DIRECCION ORGANO OFICIAL DE BIZKil-BURU-BATZARi ADMIHISTBACIÓK AftO I 3 5 ‘ K• Z E N B AK I J A HORAS DE OFICINA OFICINAS GENERALES Santa María, núm. 17, 2.* d e re c h a HORAS DE OFICINA : NÚMERO 35 1909— D1G01IÍL1 — 28'an. Mañana, de g á 11 Tarde, de 6 á 7 TELÉFONO NÚM. 441 PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN Bilbao, 1 Pta. trimestre. Resto península 1,25 Ptas. Fuera Península, año 10 pesetas. Mañana, de g á 11 Tarde, de 3 á 5 28 de AGOSTO de 1909 LOS PRESOS Eq la cárcel de Bilbao. J ulián de L achaga y B ilbao, ingresó el 9 de Diciembre de 1907; condenado á 2 años, 4 meses y un día por ultrajes á la bandera española. J uan C ruz de O regi .—Ingresó el 29 de Abril, pendiente de juicio. En la cárcel de San Sebastián. J abier de Olasagasti y J osé M.a de A rostegi , ingresaron el 8 de Junio de 1907; condenados á 2 años, 4 meses y un día, por ultrajes á la Nación. Todos gozan de excelente salud en su triste privación de libertad. EOZKEREA’BEH ALDEZ Euzkeldun guraso askok ardura barik jkusten dabe euren seme-alabaen ezetsi edo mesprezijua euzkerearentzat, etxeko ele edo berbetea, geure abenda garbija- rena danarentzat. Egija da onetariko gu- rasuak ezagutzen doguzala kokolotsat, kokoluak ezpalitzaz ba, eleukie laketuko galtzen euren etxian antziñeko asabakan dik eurakana etofi dan ele garbija. Ondiño geyago. Bai-dira gurasuak, ar- durea aftzen dabenak euren semiak erde- raz egin dagijen beti, alde guztijetan, eta eurak be, mordoloka ixan aren, ekiten dautse, usté ixanik onetara jaunago dira la, andiki usain geyago dabela. Onetaiko gurasuak eztauke lotsarik, eta buru one- ko notin edo persona'entzako zentzunba- kuak dirá. Guraso euzkotaí onak gura ba dozube ixan, zuben zeme-alabak euzkeraz itz- egin dagijela, es bakafik etxian, alde gustijetan, batez-be aíotzen aúnan. Geu re ele edo berbetea danik onena ixan biar dau guretzat, eta maitien ixan biar dogu. ¡POR NUESTRA. LENGUA! Que los vascos antinacionalistas no hagan nada por el Euzkera es cosa que lógicamente se deduce del amor desconsiderado y tristemente humil de, cuando no groseramente bajo é ig norante, á todo lo extraño sobre lo propio bueno de casa, del vasco ex- tranjerista. Bolamente en algún caso que otro se ve á uno de éstos amar á alguno de los elementos esenciales de nuestra nacionalidad vasca. Son casos raros y, si os fijáis bien, ese amor más es aparente que real, más es pasajero que constante. Pero que el nacionalista vasco no trabaje por el Euzkera en cuanto cai ga dentro de su radio de acción y de los medios que dispone, es cosa que no se nos alcanza si no lo viéramos, por desgracia, en más de un caso. Al gunos creen que por el mero hecho de estar afiliados al Partido y perte necer á algún Batzoki ó Centro Vas co son buenos nacionalistas sin poner por obra, por lo menos, aquellos prin cipios boy practicables del Naciona lismo, en ellos mismos y en sus fami lias y, aun siquiera influyendo, den tro del círculo extremo en que se mueven. Todos sabemos que uuo de los elementos de nuestra nacionalidad es el Euzkera y que, por lo tanto, to do vasco debe hablar esta su lengua, y, sin embargo, ¡que poco empeño se pone en ello por algunos! Descuidan en este punto tan principal á sí mis mos y, lo que e3 más lamentable, á sus hijos; no ponen tampoco empeño en que hablen sus criados, sus obre ros y aquellas personas sobre las que con su ejemplo y consejo podían con seguir con constancia siempre mayor ó menor fruto. Si el nacionalista vasco meditara más sus deberes para con su Patria ¡de cuantos defectos se corregiría y cuánto ganaría el Euzkera! Á TRAVÉS DE LA HISTORIA t---------------- (A m i am igo de la infancia Ange l de Areitio .) ( continuación) Aparte de estos do3 colosales é im perdonables errores, los nombramien tos de señores y el escribir sus leyes en una lengua desconocida para la inmensa mayoría del país, (l) reina ba en éste un alto sentido práctico y un fiero amor á su independencia. (1) Algñn malicioso lector me habrá achacado ya este mismo delecto, pero nosotros tenemos necesidad de hacer nos entender por todos, euzkeldunas y euzkotarras; añáda se á esto que yo, por mi parte, escribo, hablo todos los días y amo sobre todas las lenguas nuestro querido Euzkera. Para oscurecer la cual, y basta ne gárnosla, nos citan los españolistas los nombres de Legazpi, Urdaneta, Okendo, Elkano, etc., etc.; nos citan los nombres de unas cuantas briosas individualidades que dieron lustre á España. Pero ¿esto qué prueba? ¿Qué tendrán que ver unas cuantas indivi dualidades para la gran colectividad vasca? ¡En qué aberraciones caemos cuando, miopes, insinceros, no quere mos ver cara á cara á la verdad! Porque, dej índome llevar de la ló gica de tales españolistas, yo diría que Italia estuvo bajo la dominación de España en la época del descubri miento de América, y de no ser esto así, como no lo es, diría que ñ Italia le corresponde una buena parte de esa gloria, puesto que el descubridor Colón, fué italiano. Como el Condestable de Borbón y el capitán Duglesquín eran franceses, al servicio de España; como Welling- ton, héroe de la Guerra de la Inde pendencia fué inglés; como 0 ‘Donell, de la de Africa fué irlandés; como el rey Felipe II, fué austriaco; como los arquitectos, pintores, artistas al ser vicio de España, y contemporáneos de este rey, fueron flamencos; como la maravilla arquitectónica de la Al- bambra, los monumentos de Sevilla, Córdoba, Granada, Toledo, Burgos, etc. son moriscos; como los acueduc tos de Segovia, Tarragona y otros, son romanos. Y en contraposición a los vascos Legazpi, Urdaneta, etc., pudieran po nerse vascos no menos ilustres que lucharon contra España. Un vasco, Bolibar, figura la de ma yor relieve de las repúblicas sudame ricanas, dio á éstas la independencia, conquistando con su espada lauros in marcesibles contra los ejércitos espa ñoles. Jauregi, Uñarte y muchos otros vascos fueron héroes de la misma 'in dependencia. El tratado de Utrech con Inglate rra, en la que nos obligábamos á per manecer neutrales en el supuesto de una guerra entre ella y España prue ba con claridad meridiana nuestra in dependencia. • El espíritu emprendedor de los vascos, espíritu no empequeñecido por el odioso imperialismo, llevó su genio de raza á los bancos de Terranova, fundando factorías y pesquerías ne tamente vascas. En aquellos lejanos países plantaron su nacionalidad (si así puede decirse) con su honradez y genio aventurero. No fueron en són de conquista co mo otras muchas naciones. Cuando les pareció bien dejar aquellas tierras, lo dejaron; eso es todo. Pero esto prueba una vez más lo que llevamos dicho: que el país vasco fué independiente. Las Cortes de Cádiz en 1812, ba se del actual régimen constitucional español, fué un compuesto de repre sentantes de las actuales provincia» españolas, menos del País Vasco. Al mismo tiempo que aquéllas, fundo- IBlfiAGABEITlA’TAR GAL (G. B.) Retrato hecho en la cárcel de Gernika, á donde fué conducido, gravemente enfermo, por repartir el folleto AMI VASCO á,»los niños^de la escuela de Elantxobe.

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BIZKAITARAJ A U N - G r O I K U A E T A L A G I - Z A R A

I’ HUTIA DIRECCION ORGANO OFICIAL DE BIZKil-BURU-BATZARi ADMIHISTBACIÓK AftO I

3 5 ‘ K • Z E N B A K I J AHORAS DE OFICINA OFICINAS GENERALES

S a n t a M a r ía , n ú m . 17, 2.* d e r e c h a HORAS DE OF ICINA:N Ú M E R O 3 5

1909— D1G01IÍL1 — 28'an.Mañana, de g á 11 Tarde, de 6 á 7

TELÉFONO NÚM. 441 PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN

Bilbao, 1 Pta. trimestre. Resto península 1,25 Ptas. Fuera Península, año 10 pesetas.

Mañana, de g á 11 Tarde, de 3 á 5 28 de AGOSTO de 1909

L O S P R E S O SEq la cárcel de Bilbao.

J ulián de L achaga y B ilbao , ingresó el 9 de Diciembre de 1907; condenado á 2 años, 4 meses y un día por ultrajes á la bandera española.

J uan C ruz d e O r e g i . —Ingresó el 29 de Abril, pendiente de juicio.

En la cárcel de San Sebastián.J abier de Olasagasti y J osé M.a de

A rostegi, ingresaron el 8 de Junio de 1907; condenados á 2 años, 4 meses y un día, por ultrajes á la Nación.

Todos gozan de excelente salud en su triste privación de libertad.

E O Z K E R E A ’BEH A L D EZEuzkeldun guraso askok ardura barik

jkusten dabe euren seme-alabaen ezetsi edo mesprezijua euzkerearentzat, etxeko ele edo berbetea, geure abenda garbija- rena danarentzat. Egija da onetariko gu- rasuak ezagutzen doguzala kokolotsat, kokoluak ezpalitzaz ba, eleukie laketuko galtzen euren etxian antziñeko asabakan dik eurakana etofi dan ele garbija.

Ondiño geyago. Bai-dira gurasuak, ar- durea aftzen dabenak euren semiak erde- raz egin dagijen beti, alde guztijetan, eta eurak be, mordoloka ixan aren, ekiten dautse, usté ixanik onetara jaunago dira­la, andiki usain geyago dabela. Onetaiko gurasuak eztauke lotsarik, eta buru one- ko notin edo persona'entzako zentzunba- kuak dirá.

Guraso euzkotaí onak gura ba dozube ixan, zuben zeme-alabak euzkeraz itz- egin dagijela, es bakafik etxian, alde gustijetan, batez-be aíotzen aúnan. Geu­re ele edo berbetea danik onena ixan biar dau guretzat, eta maitien ixan biar dogu.

¡POR NUESTRA. LENGUA!

Que los vascos antinacionalistas no hagan nada por el Euzkera es cosa que lógicamente se deduce del amor desconsiderado y tristemente humil­de, cuando no groseramente bajo é ig­norante, á todo lo extraño sobre lo propio bueno de casa, del vasco ex- tranjerista. Bolamente en algún caso que otro se ve á uno de éstos amar á alguno de los elementos esenciales de nuestra nacionalidad vasca. Son casos raros y, si os fijáis bien, ese amor más es aparente que real, más es pasajero que constante.

Pero que el nacionalista vasco no trabaje por el Euzkera en cuanto cai­ga dentro de su radio de acción y de los medios que dispone, es cosa que no se nos alcanza si no lo viéramos, por desgracia, en más de un caso. Al­gunos creen que por el mero hecho

de estar afiliados al Partido y perte­necer á algún Batzoki ó Centro Vas­co son buenos nacionalistas sin poner por obra, por lo menos, aquellos prin­cipios boy practicables del Naciona­lismo, en ellos mismos y en sus fami­lias y, aun siquiera influyendo, den­tro del círculo extremo en que se mueven. Todos sabemos que uuo de los elementos de nuestra nacionalidad es el Euzkera y que, por lo tanto, to­do vasco debe hablar esta su lengua, y, sin embargo, ¡que poco empeño se pone en ello por algunos! Descuidan en este punto tan principal á sí mis­mos y, lo que e3 más lamentable, á

sus hijos; no ponen tampoco empeño en que hablen sus criados, sus obre­ros y aquellas personas sobre las que con su ejemplo y consejo podían con­seguir con constancia siempre mayor ó menor fruto.

Si el nacionalista vasco meditara más sus deberes para con su Patria ¡de cuantos defectos se corregiría y cuánto ganaría el Euzkera!

Á TRAVÉS DE LA HISTORIAt----------------

(A mi amigo de la infancia Angel de Areitio.)

(continuación)

Aparte de estos do3 colosales é im­perdonables errores, los nombramien­tos de señores y el escribir sus leyes en una lengua desconocida para la inmensa mayoría del país, (l) reina­ba en éste un alto sentido práctico y un fiero amor á su independencia.

(1) Algñn malicioso lector me habrá achacado ya este mismo delecto, pero nosotros tenemos necesidad de hacer­nos entender por todos, euzkeldunas y euzkotarras; añáda­se á esto que yo, por mi parte, escribo, hablo todos los días y amo sobre todas las lenguas nuestro querido Euzkera.

Para oscurecer la cual, y basta ne­gárnosla, nos citan los españolistas los nombres de Legazpi, Urdaneta, Okendo, Elkano, etc., etc.; nos citan los nombres de unas cuantas briosas individualidades que dieron lustre á España. Pero ¿esto qué prueba? ¿Qué tendrán que ver unas cuantas indivi­dualidades para la gran colectividad vasca? ¡En qué aberraciones caemos cuando, miopes, insinceros, no quere­mos ver cara á cara á la verdad!

Porque, dej índome llevar de la ló­gica de tales españolistas, yo diría que Italia estuvo bajo la dominación de España en la época del descubri­miento de América, y de no ser esto así, como no lo es, diría que ñ Italia le corresponde una buena parte de esa gloria, puesto que el descubridor Colón, fué italiano.

Como el Condestable de Borbón y el capitán Duglesquín eran franceses, al servicio de España; como Welling- ton, héroe de la Guerra de la Inde­pendencia fué inglés; como 0 ‘Donell, de la de Africa fué irlandés; como el rey Felipe II, fué austriaco; como los arquitectos, pintores, artistas al ser­vicio de España, y contemporáneos de este rey, fueron flamencos; como la maravilla arquitectónica de la Al- bambra, los monumentos de Sevilla, Córdoba, Granada, Toledo, Burgos, etc. son moriscos; como los acueduc­tos de Segovia, Tarragona y otros, son romanos.

Y en contraposición a los vascos Legazpi, Urdaneta, etc., pudieran po­nerse vascos no menos ilustres que lucharon contra España.

Un vasco, Bolibar, figura la de ma­yor relieve de las repúblicas sudame­ricanas, dio á éstas la independencia, conquistando con su espada lauros in­marcesibles contra los ejércitos espa­ñoles. Jauregi, U ñarte y muchos otros vascos fueron héroes de la misma 'in­dependencia.

El tratado de Utrech con Inglate­rra, en la que nos obligábamos á per­manecer neutrales en el supuesto de una guerra entre ella y España prue­ba con claridad meridiana nuestra in­dependencia.• El espíritu emprendedor de los

vascos, espíritu no empequeñecido por el odioso imperialismo, llevó su genio de raza á los bancos de Terranova, fundando factorías y pesquerías ne­tamente vascas. En aquellos lejanos países plantaron su nacionalidad (si así puede decirse) con su honradez y genio aventurero.

No fueron en són de conquista co­mo otras muchas naciones. Cuando les pareció bien dejar aquellas tierras, lo dejaron; eso es todo.

Pero esto prueba una vez más lo que llevamos dicho: que el país vasco fué independiente.

Las Cortes de Cádiz en 1812, ba­se del actual régimen constitucional español, fué un compuesto de repre­sentantes de las actuales provincia» españolas, menos del País Vasco. Al mismo tiempo que aquéllas, fundo-

IBlfiAGABEITlA’TAR GAL (G. B.)

Retrato hecho en la cárcel de Gernika, á donde fué conducido, gravemente enfermo, por repartir el folleto

AMI VASCO á,»los niños^de la escuela de Elantxobe.

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naban sin traba ninguna nuestras Juntas Generales. Luego eran dos or­ganismos distintos, u io para cada país.

El mismo hecho de que nosotros hayamos sido republicanos, siendo en el resto de la Península monárqui­cos, es otro indicio elocuente.

¿Concibes, querido amigo, que una monarquía consienta, dentro de esa misma monarquía, un núcleo de pe­queñas repúblicas, que convergen en un organismo independiente de aqué­lla?

Seguramente que no; como no con­cebirías la vida común entre el ratón y el gato, la araña y la mosca, ser de día y ser de noche al mismo tiempo.

Pues todo esto nos lo daban como oro puro los sofistas. ¡Oh, en qué red de tenebrosa amalgama nos tenían envueltos! Pero llegó Jel; Jel radian­te, Jel esplendoroso, lema dos veces santo y siempre justo que reasume nuestros dos grandes ideales: el ideal de ultratumba, y para su consecución, el terreno ideal que se asienta sobre las moles de los pasados siglos, ó lo que es lo mismo, en la historia vivi­da por la Raza.

Bello Ideal por quien diera su pre­ciosa vida aquel hombre todo abne­gación, que tú y yo hemos conocido, hemos saludado, admirado... y parti­cipado de sus locuras desde un prin­cipio.

Jel disipó las nieblas y abrió los ojos de millares de vascos á la luz de la Verdad, y si la vieja raza vasca lo quiere, aunando los materiales de su deshecho edificio social, llegará á ser lo que fué. Feliz, llevanuo por lema el «Ni envidiado, ni envidioso».

En el Ínterin, tengamos más fe en nosotros mismos, que un mismo ideal nos abracé á todos los vascos, y lo demás vendrá por añadidura.

J u a n C r u z d e E s p e t x e a d e L a r r ín a g a .

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A R T IS T A V A SC A

Guadalupe de Orbe y Zubeldia.Los vascos que avanzamos entusiastas

y fervorosos bajo la enseña bicrucífera somos los que más nos complacemos en las manifestaciones de cultura de nuestro pueblo.

La triste voz de Euzkadi sonó en nues­tros corazones con el estruendo y los re ­querimientos del deber y del amor, y co i arrogancia de convencidos, entre la ba­raúnda que produjeran ilotas conscientes, expúreos, cobardes y desviados, la pro­clamamos legítima v única m adre nues­tra aunque esta verdad describiese estela de sinsabores y sombras, ingratitudes y escarnios y vislumbráramos el sendero sembrado de espinas y escollos y propi­cio á cobardes escaramuzas del número incontable de enemigos inquisidores.

Desde este bautismo ansiamos con filial amor y vehemencia el engrandecimiento de nuéstra Patria.

No puede, pues, extrañar que en un descanso reconstituyente cesemos en nuestras agitaciones fulminantes de amor v fe, rindamos nuestras relucientes y ace­radas armas y prestemos sosiego al alma moldeadora del mañana, al tropezar con un faro de luz v de esperanza, para tri­butarle el homenaje de nuestra admira ción.

Es de justicia y caridad que los vascos nos ocupemos de nuestras excelencias con exclusivismo que las conserve, dilate y fecundice. T ras de nuestras apostólicas predicaciones, llegó la hora de que, todos los hermanos, palpen la evidencia de que nuestra tierra es fértil y abundante en sa­zonados frutos si no la abandonamos á merced de la labor indiferente, apática, suicida. Precisa nos interioricemos y ex­pansionemos en nosotros mismos, sin el impotente y cobarde recurso de vivir mantenidos p o r ligaduras exteriores, siempre mendigando la creída grandeza colindante, cuando en nuestra casa, tene­

mos invitando al trabajo y al empuje, filo­nes de incalculable valor.

La facultad que desembarra y super- materializa y delata la función espiritual de nuestro preeminente linaje y nos hace la vida transitable; el arte pictórico, poé­tico, musical, etc., en su acción vigorosa y esbelta .conservó en todo transcurso his­tórico de los tiempos vírgenes y de ten­dencias regeneradoras, decadentes y erroristas, una elevada y noble estatura en nuestra raza, que, en su sentido sere­no y práctico, jamás supo, hasta los tiem­pos presentes de mortal latinismo y des­orden, confundir los fines con los medios y los medios con los fines.

Y así se dieron Eslavas, Gorritis, Arria- gas y Azkues; Gayarres; Iturribarrías y Ercillas; Zuluagas, U rangasy Gineas; e t­cétera, etc, glorias unlversalizadas y es­pléndidos contribuyentes del honor y fa­ma de nuestro pueblo. Y paralelamente, como perfumes de otra flora que harían interminable la lista de consagrados á la vida de Cumbre, engendraron las ma­dres vascas, voluntades tan férreas, suje- tadoras de talentos tan prodigiosos, como los Loyolas, Jabieres, Aranas-G oiris, Urraburus, Mendibes, Astarloas, Boli- bar, Elcanos, etc., e tc., todos los cuales viven resucitados, tras de la muerte, en su herencia inagotable de ejemplos y en señanzas editicativas y restauradoras del equilibrio social.

Y todos surgieron como de improviso, sin previas acondicionadas preparacio­nes, como surgentes centelleos de una ra ­za pletórica de volunta'd y de vida física y espiritual, como gigantescos pinos que expontáneamente se elevaran sobre la r i­ca profusión de pequeños arbustos en el amplio escenario de inabarcable bosque.

¡Cuántas capacidades que pudieron co roñar de laureles el augusto nombre de la Patria cayeron tronchadas sobre la haz de la tierra como plantas en flor víc­timas de la voracidad del aislamiento, del desafecto y de la incultura circundante, y cuántas más no se descubrieron por fal­ta, de ambiente adecuado!

Estos temores me inquietaron al felici­tar á José Vicente de Orbe, padre de la novel artista á quien se dedican estos ren­glones.

Estos temores, después de ver encarna­dos en hábiles dedos pedazos de alma del gran Beethoven, Chopin y Listz; después de sentirme transportado al ameno y rico pensil de armoniosos perfumes y colores en notas de piano entresacadas con un vi gor, precisión, matiz y delicada intimidad, tan mezquina, atávica ó nula entre las pianolas y pianos de manubrio que hoy abundan para profanación del divino a r ­te, con ensortijada y luenga cabellera.

Al conocer sobre todo las esperanzas, nobles aspiraciones y modesta condición de la novel artista (l) la contrariedad se apodera del alma que enamorada de la soberanía de lo bello exclama lastim era­mente: «Nada soy para su florecimiento artístico.»

Guadalupe de Orbe y Zubeldia posee extraordinaria ejecución que, unida á uña especial predisposición al exquisito sen timiento y cultura musical le constituyen en esperanza y brote sublime del arte.

Pero, lo que empobrece todo elogio, es su constancia y entereza en la vocación. En esta cualidad sí que se nos revela como vasca de pura raza! '

No voy á seguir describiendo la figura artística’ de la señorita de Orbe, pues otro fué mi intento al ordenar estas ideas.

Además, es muy posible que mis cari­ñosos lectores tengan ocasión de oirla en alguna de las próximas veladas dispues­tas por nuestra «Juventud», y ellos, por propia impresión, harán cortas y men guadas mis ponderaciones.

Con poca ayuda escalonaría nuestra artista al pedestal glorioso tantas veces soñado por el hijo del arte.

¿Porqué nuestra1 Corporación provin­cial no ha parado su atención en esta gloria vasca en perspectiva?

Creemos fundadamente que por desco­nocimiento de su existencia.

Confiamos, pues, en que, la Diputación Vizcaína, celosa siempre de su alta mi­sión paternal, justificando y dando cuer­po á nuestra razonable indicación, toma­rá á su cargo la dirección y educación artística de nuestra patrocinada.

Y no es dudoso que los buenos vascos aplaudiríamos sin reservas todo acuerdo de eficaz y consiguiente protección que estimaríamos como un deber que recla­ma el progreso, el patriotismo, la justi­cia, el amor y la gratitud.

Sábense ya los dos fines que movieron mi roñada pluma.

1. ° Ensalzar merecida y edificativa- mente las facultades y virtudes artísticas de una hermana en raza; y

2. ° Buscar, en su pleno triunfo, la fa­ma y engrandecimiento de la Patria que­rida.

EUZKINDAÚA.

(1) Cuenta solo 17 año» y ha terminado los 11 años de canora de piano obteniendo en torios los exámenes la cali­ficación de sobresaliente.

C O S A S D E L . T I E TIFO

Damas espléndidas.Unas cuantas damas vascas, de gran

posición social, en un arranque de patrio­tismo, se han suscrito por unos cuantos miles de pesetas en favor de las víctimas de la guerra.

A setenta y cinco mil, ascienden—según nos dice la prensa—lo donado por las que componen la Junta. ¡Hermoso rasgo de desprendimiento! Inflamadas sus almas de patriótico fuego y bélico ardor, ya que —acaso con gran pesar por parte de ellas —no les sea dado á manos femeniles em­puñar un maiiser y sucumbir tras una chumbera, se aprestan con sus donativos, para que nada falte á quienes en suelo africano luchan contra la bárbara mo­risma...

¡Excelente proceder el de esas damas!Sus manos—están siempre dispuestas á

enjugar lágrimas que la miseria y la des­gracia puedan arrancar á quienes no han sido tan afortunados como ellas. Los efec­tos de su largueza se sienten lo mismo en la cálida tierra africana, que en la húme­da costa patria. Así hemos visto que, cuando un día el terrible monstruo—en guerra perpetua—se traga treinta ó cua­renta desdichados marineros, únicos sos­tenes de otras tantas numerosas familias, la magnanimidad de esas caritativas da­mas no se hizo esperar. Miles de pesetas salen de sus bolsillos para que el hambre no acabe con tanta viuda desvalida y tan­ta criatura sin amparo, huérfanos y des­heredados, acaso sin hogar.

Cuando tristemente doblan las campa­nas en algún pueblecito de la costa, y la prensa en tétricos renglones nos relata la horrible tragedia, estas señoras, siempre generosas y espléndidas, abren suscrip- cienes, forman Juntas y recogen soco­rros.

¡Qué obra tan bella! Activas, diligentes, y desprendidas, han recaudado setenta y cinco m il pesetas en ocho dias para los héroes de Melilla; cinco m il pesetas en cuatro meses se recogieron para los náu­fragos.

Pudiera ocurrir que espíritus malévo los, que en todas partes los hay, creyeran no haber visto entonces los nombres de estas escelentes señoras que ahora figu­ran en la suscripción nacional. Mas de ahí no debe deducirse que no soltasen las pesetas.

Ello se explica fácilmente: es que al tratarse de una cosa, como si dijéramos de casa, su excesiva modestia les impide dar los nombres. Por lo demás, nadie du­dará de la filantropía de estas escelentes señoras, ni de que sepan muy bien—pues ahí éstán sus obras—por donde empiezan la caridad bien entendida. Y por ello ex­tienden su piadosa mano y manto protec­tor, lo mismo á marineros que no saben si al salir de casa volverán á entrar y que al desaparecer no cuentan con pensiones ni retipos como á esos sufridos y herói- cos seres, que en defensa de los intereses nacionales,pasan mil privaciones y amar guras conquistando, palmo á palmo, el territorio á los fanáticos moros...

Y mientras los corazones nobles y per­sonas bien nacidas toman nota para tiem­pos que vendrán, de vuestra espléndida é igualitaria largueza, yo os saludo, pródi­gas señoras.

J uan D omingo de L egarda .Madrid-Agosto-909.

íf Gjesfssfasjfs Jixsfíxjfasfi)

ISKETA ALDIJEP ínchalo. — ¡Caisio Chalo!... Nundik

ator...? ¿Guerrinketik?Chalo .—Baiba... Sandrokiek dieselata:

ango jaijek diesela ta; egun batsuk ondo pasebiotesela ta, juanitsen ara ta; an ego- nas geur arte.

—¿Da... jai ederrak egondires?—Alan, alan, ba; gustis bierrekoak.—¿Campotar asko?—L arreirik es, baña, tire... neikoa

egonda.—Orduen echatsus gusten ango juntsi-

ñoak, eh?—Elisakoak tire ba ederto baten egon-

dire.—Da ostantsekoak es?—Estakit ba se esan aregaitik.—Ser ba?—Ara ba... erdeldunena ni pe, En boca

serrada no te entran moscas.—Serikusi gichí egonda ala?—Es... serikusi neikoa egonda... anche

bai esanleijela Galok esatcebana ¡Se ikustendabe

Ñire begijak...!—Se esangurok orregas...? estuet aitu-

ten argijago asaltsen espadok.—Ainbeste... ser... dekokG uerrinkeko

serok jakiteko...?

—Okiko echoat ba...!—Asaldukuet ba aldoten les, kautsetan

espas entsuten...! >—Esan, esan, siets gero enaskautseko-

ta da bidé bates notachu batsuk artungo- das gero periodikuen ipinteko.

—Anda demonios... ni nes Kokoa, jeusi be enokeñ kontuen feriodistie edo feriodi- kuetako eskirbentie asenik be.

—Conque... ¿esandok se elisako geusek ederto baten eiñdiesela?

—Bai... ederto: Esaebcn se Eslavan mesie kanteu ebela, berrogeta am ar la- gunen artien... baña ederto.

—Da... sermoie nok okijok ba...?—Guerrinkeko seme batek, Errechiñen

semiek fralliek.—Da... ¿Sermoi ederra...?—Ederratarikoa. .—Icheraik esaokena escribida arte.

Fiestas de Guernica.Se hart celebrado en esta histórica villa

con bastante animación las tradicionales fiestas de San Roque.

Los actos religiosos han resultado bri­llantes, habiéndose cantado magistral­mente la misa de Eslava por 50 voces.

La cátedra sagrada la ocupó el Reve­rendo Padre...

—¿Selandok sermoie egindaben frallien isena?, —Padre Juan.

—La ocupó el R. P. Juan... hijo de esta villa.

¿Da se esaeban sermoien...?—Echakijt nik.—Esitsen egon ala...?—Bai....baña erderas iñerduen da eno-

tsan aitu esebe.—¿¡Estok esan ba edérto baten eginda-

belal?—Bai orise... erres egiteeban berba

arek... da arin... modue deko arek... beste berelako bat... estakit.

—Agiri de Lumokoa asena! astu ordu- ko escribidu eubiot hijo de esta villa, quien con facilidad de palabra hizo el panijírico del Santo.

Bien chalo... ¿da geijau ser diraustak?—Ba... arratsalduen, esaeben se rome­

ría Baska dauela plazan, da oían ipini aben porgamatan da feridikuetan be bai, d*a juanitsen ba ikusten... da ¿badakisu ser egoan.

—Ser?—Romería flamenca... Musikiek iñer­

duen joten, bilboko sesenetan jotendabe- na Giralda edo ori, eta neská mutillek alkarreri oratute bire bireka ebisén.

Gerochuan, asi sen tamboliñ soñue, da aurreskue amaitu te gero, asi sen tambo­liñ dautsie, da ¡¡¡estire asten barriro be neska mutillek bire bireka alkarreri ora- tute!!! au ikusi nabenien alde naben andik odola berotu baño len.

¿Y? iñeketa eskirbidubioken feriodi- kuetan esaik G errinkarrari urrengoan iñor es engañetako.

¡Bakik ser pase jakon neure adiskide bateri?

—Ser? . •—Ba—joansoan alboerriko abade bate-

gas plazara pentseurik Arrankudiagako edo Basosabal co errom erijelakoa isengo etedan, dautsa garbije—eta ikusi ebenien ango bike birekak garritu san abadiari eta iges enbier iseeban lotsatute andik... agudo gero.

—¿Orduen estok isen Romería Basca? eh...?

—¡¡Se isenbiejokl! esdok entsun ba ro­mería flamenca isendalaü

Astu barik ipini gero periodikuen esan- dotena?

—Bai... onche... Por la tarde se celebró la anunciada romería Basca en la que la gente joven hizo alarde de buen humor.

A ruego de Chalo llamo la atención de la autoridad competente para que otra vez no llamen á engaño, pues sabemos que atraídos por el título de Romería Vasca, han acudido algunos forasteros á presenciar esta fiesta, y que en lugar de ver Romería Vasca han visto romería flam enca al decir de mi amigo Chalo.

Ipinite dau... ¿Ser geijago...?—Ba andik apariten juanitsen da an

entsuneban farrie dauela frontoien.—Serda farrie...?—Ba... farrie esatendeutse Gerrinken

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fillarmonike eta guitarra soñuen saratara illunetan, gau erdijen neska mutillek ibil- tie eurek naidabeles.

—Bire bireka...?—Bire, bireka, ta mosu mosuke.—Da... ¿egonsan farrie?—Bai.—Orduen está isengo suk diñosun

beste.—Edo geijago... ¡Ikustekoa san gero á,

oñ urtebiü¡Seosegaitik galaso eban iges alkatiek!—Seiñ alkatek?—Igeskoak.

' —Da suk diñosune egije isen eskero ser gaitik aurtengo alkatiek esdeu galaso ba?

— Serdakit ba nik! acaso jakift be esa- ben engo: estales Gerrinkarra, está mire- ri be es entsutie orrek geusek. Baña egi­je esan bierbot nik eutsun dodana da se Guerrinkeko mutill eutsuteandikoenak eskatu eideutse alkatieri es galasoteko dantsa politori.

—Da suk usté osu onek eskatu deutse- lako bakarrik egondala farriori?

—Oían iñerduen gentiek.—Ba, oían bada, bitik bat; edo influen-

tsi andikoak dires mutill orrek edo alka- tiori esta gure ekandu sale.

—Olakoan bat esalei...—Aparije jan da ñora juansiñien?—Paseo lekurents.—Da an ser ikusi senduen.-S e r?—Bai... Ser?—Ser...? Ba... San Roque erretan.—San Roque erretaaan...?—Bai gixona... Sandroke erretan eta

Sandokeri tiroka.—Eneik barre eraiñ... Su artificia letan

isengosan...!—Bai... da ser dau ba su artificialetan

isen arren...Gerrinken barre gure dabenien eñ ba­

ten lepotik su artificialetan atara ten da- be bere antseskije.

Beifi be barre egitiarren Príncipe tuer­to atara eben su artificialetan estaciño au- rrien.

—Orduen ik esan guroken San Roque be barre eitiarren ataraten dabela.

—Es conde... ori es. Baña ser barik charto egitendabena bai neure ustes.

—Erresoie dekok Chalo, neuri be, es- terich polito ori...

—Esangok ba or papeletan geure ere- . tsi je?

—Bai esangot eureri be baderichoie urrengo urte baten es atarateko Santurik au.

Por la noche se quemaron vistosos fue­gos artificiales de la acreditada casa de... Nungoak isendires suek?

—Estakit... Serrakeria edo esandabe.—De la acreditada casa de Cerrajería,

al final apareció la efigie del Santo.Un ruego de Chalo al Sr. Alcalde de

Guernica.En lo sucesivo no se podía suprimir la

aparición de la efigie del Santo...?Pues según mi amigo Chalo á más de

ser de muy mal gusto, no desea verle al Santo en igual forma que al Príncipe Tuerto.

Ipiniot Chalo... Ser geijago?—Pa asi sen ba fárriori, baña alka tiek

be se oser asme aben se gaitik se nciko argi, ipini abelako dantza lekuen... da baite agusillek be bialdu saitusen saiñdu- ten á ganádue.

—Orduen santarkeririk esan egongo?—La cabra siempre te tira al monte...

da anbe orí pase soan.—Da agusillek se egiteeben ba?—Agusillek eh... ainbet bider esautsen

baltsiadorieri, es alan ibilteko, argui asko dauela ta, gentie be charto esaten dauela ta.

—Da orduen?—Badakisu ser erautsu eutsen agusi-

11er i?—Ser?—Ba, gurestabenak ikusi andik alde

egiteko edo begijek isteko.—Da baketan ichi eutsen agusillek?—Ene... itxi bier.—Ori esileike siñistu.—Ik orise esatendok beti.Agusilleri jaramunik esotsimien eñ bera

alkatie berbera juan sau esaten neska mutilleri á lotsagarrije esilei kela ikusi eta biedan moduen ibili daitesela.

—D a... orduen?—Ba... orduen be... eeh... enoa esaten.—Ik diñokenes Bilboko kasillen baño

charrago jabisek Gernike aldetik?—Askotas be charrau gabeko farran.—Ba neure eretsijen esten ondo egiten

alkatiek saso orretan neska mutillek suk diñosun moduen ibilten.

—Oñ entsudosu ser esandotan, da seuk atara kontue ipini berbadosu edo es fe- riodikuetan.

—Bai Chalo;kontsentsijen pienderrigor esan biot da eskatuko deutsat Guernike- ko Alkate, eta Arcipreste jauneri eta baite be gixon eta andra sintsu gustieri aurrerantsien, bakotsak aldaben lekutik igendeijela bier farra ori kentseko.

—I á ba... se o ser egitenbosu.—Begitu ser diñotan farra orregaitik.En la farra menos animación que años

atrás, sin embargo y á pesar de haberse tomado las medidas necesarias por las autoridades, no pudieron evitarse los escándalos de años atrás. Por esto en nombre de Chalo y personas decentes de esta villa, suplicamos al Sr. Alcalde de esta villa prohíba en años sucesivos esa inmunda farra al igual que lo hizo el año pasado.

El espectáculo dado en Guernika la noche de San Roque ha sido vergonzoso.

— Besterik Chalo?—Neikoa esta ba? Ipini gurebokesaik

aste gustijen egondala erromerije eta askenengo egunien, baillie egondala so- ciedadien Guernikesan.

—Baillie? selako baillie egonda ba? Bi­re, bireka an be?

—Quítate de ahí Juan Crus... Baile aris­tocrático, baltseo, baltseo limpia.

—Da lagun asko Chalo?—Alan, alan ba... conde. ¿Estaki áule

geuse politena ser isensan.—Ser isen san ba?—Estabe esaten orrek Biskaitarrak, es-

dala cnbier baltseorik.—Oían iñerdue beti.—Da suk be.esangosu nik esaten badeu-

tsut nik ikusi nabela Baltseoan Biskaita­rrak?

—Estie la Biskaitar onak. ¿Nun ikusi- dosak ba baltseoan, fa rra n á la sosieda- dien?

—Bijetan... Baña egije esan farratik ariñ juansiren egosiren banakan batsuk.

—Orduen Sosidadeko ballera be juan­siren Biskaitarrak eh?

—Bai, neska mutilfek.—Neskatillek be bai Biskaitarrak juan-

sirien?. —Bai. Baite be sonularije be. Biskaita-

'r ra san.—Sonularije be Biskaitarra? Da jantsa-

rijen, baltseadoriek be bai?—Bai.—Orduen Biskaitarren baltseoa egon-

dok an.—Es orren béste bes... asko estire

egon, baña... tire... egondires... baña se­gún esandaben geijago estire juango bol- tsietan. Pínchalo? nen esanguetana puni- kok feriodikuen.

—Baai...—Ba pini ba.

A los b iska ita rres de Gue­rr ille a y de otros sitios 4a- mien.Los biskaitarres no te debeis andar co­

mo sinsorgos, porque pa vosotros es pior, porque primero soléis desir que si las costumbres de aquí, que si el tamborill, y qué sé yo más, y después.., te dise otro: —¿Tú, vamos á bailar este valts? Y en se- seguida te estás valtsiando.

Aquel que primero te ha oído que si las costumbres y que si el tamborill y... ¿qué va á desir cuando te está viendo val­tsiando? Pues que eres un partsante, y á lo mejor te creerá que todos los biskaita- rras son iguales. Conque ya sabéis, pues, no valtsiar más. Por tí primero, que es pior que pa nadie, y después por los otros, que por sierto no le haseis ningún favor.

—Bien, Chalo; has estado hecho un hombre. Ni Barbier igual.

—Bueno, ahora ya me voy urrengoar- te, ¿eh Pínchalo?

—Bien, agur, pues.—Sin olvidar que salga pronto en el pe­

riódico, ¿eh?—Sí, hombre, sí. Agur.

C halopincbalo .

De... baile.

Patente es á todos que el Partido Nacio­nalista aumenta y se extiende de un mo­do asombroso y providencial; y también que su principal substancia nutritiva la forma ese núcleo de juventud que todos admiramos. Necedad sería negar, sobre todo en estos últimos tiempos, que ésta ha sido su casi total fuerza integrante. A esta falange, pues, nos dirigimos en estas líneas.

Todos sabemos el cambio de costum­bres que se está operando en este desven­turado país; todos vislumbramos—vinien­do á nuestro objeto—esa corriente perni­ciosa que en forma de repugnante aga- rrao invade nuestras más sencillas al­deas; v, ahora bien, ¿cuál es el caso que hacen de ello esos vascos más vasconga­dos que nosotros? ¿qué han trabajado, que han hecho para desterrar tan asque­rosa plaga, esos amantes de nuestro pue­blo, que en él consolidaron su poder du­rante mucho tiempo? A la vista de todos está, no hay necesidad de demostrarlo. No esperamos, pues, nada de ellos.

A vosotros, jóvenes neófitos nos dirigi­mos. Comprendemos el trabajo y sacrifi­cio que os ocasionará; pero algo’hay que ofrecer en aras de la Idea y más, siendo como sois, la inmensa mayoría educados en exóticos partidos. Penetramos hasta el fondo, quizá de las burlas de que seréis objeto; no os importe, cumplid con vues­tro deber, obrad más conforme á vuestra convicción nacionalista

Pero si alguien no aceptase, si uno tan sólo dijera están verdes, si no tuviese su­ficientemente arraigado el Ideal, ó si le faltase valor ó buena voluntad, preferible sería que se marchase de nuestro lado, antes de contribuir con su conducta á em­pañar la brillante aureola en que apare­ce envuelta la historia del Partido Nacio­nalista.

«No es el Nacionalismo el que necesita de los vascos, siuo los vascos del Nacio­nalismo», para su mayor perfección.

Hoy, observamos un movimiento en el público que nos llena de vivísima satis­facción, ae legítimo orgullo. Se celebra— por ejemplo—una romería; pues á nadie choca, todos ven con indiferencia que ín tegros, tradicionalistas y toda clase de católicos vascongados, bailen e lagarrao; en cambio, si un nacionalista se descuida, si un abertzale se atreve á tal, será apun­tado con el dedo por todos y á toda dis­creción. Esto debe alegrarnos, llenarnos como anteriormente decimos, de satisfac­ción; pues es tal el concepto que le m ere­cemos al pueblo, que no comprende nos portemos tan antieuzkadianamente como toda esa casta de vascongados. Ahora bien; conservemos estas posiciones, que tantos sacrificios nos ha costado conquis­ta r ./

No tenía razón una respetable persona que, en cierta ocasión nos decía muy tranquilo: «Mire usted, es lo que yo digo, entre baile y baile, entre agarrao y suel­to, me quedo con el del medio, pues es­toy convencido de que con la intención basta.» Así mismo hay algunos acostum­brados á decir que en una rom ería vasca y otra que no lo es, se respira el mismo ambiente: sensualismo. El que esto escri­be invitaría á los tales á que dieran una veltecita por las mismas, pues decir eso es hablar sin saber lo que se dice. Sin du­da lo que les sucede es q ae en su incon­cebible ceguera, no saben distinguir la jo- cundidad de una fiesta nacionalista á otra. Ni más, ni menos.

Y ahora... digamos alguna casilla á las distinguidas jóvenes. Seremos breves.

Complacientemente atisbamos el gran paso de avance dado en lo relacionado al oaile por el bello sexo. Columbramos muy satisfactoriamente por cierto, que las jó­venes que se estim en en algo , tienen á menos el bailar agarrao; lo que es un sín­toma hermoso, hermosísimo.

Nos viene á la memoria en este mo­mento cierto sucedido muy curioso.

Preguntada una distinguida señorita si era en ella costumbre bailar agarrao, respondió:

—¿Agarrao? Eso se queda para las feas sin salida... y para las otras.

En fin, marftengámonos con firmeza en la prosecución de lo comenzado y si algu­na joven se viese en el caso de la señori­ta aludida, conteste como ella; pues así iremos todos aproximándonos a l Ideal de perfección, que de tan magistral ma­nera sintetizó nuestro llorado Maestro en aquella grandiosa y sublime concepción: «Geu, Abeíijarentzat, Abefija, Jaun Goi- kuarentzat.»

, U rkixo.

D esde G üeñes.Prometí en mi última á los lectores de

B izkaitara , dar cumplida contestación á Veritas, segundo articulista que contra mí arremetió en la Tradi; y á fuer de hombre de palabra cumpliré hoy en un

periquete lo prometido. Es cuestión de un momento. A estos pobres señores no de­bemos dedicar más de dos minutos al mes, en serio, y un poco más cuando es­tamos en temple de... tamboril.

Dice Veritas que escribí una fu r io sa carta. [Quite usted allá, hombre! Me puse un poco serio y nada más; pero ya me volvieron el humor entre mi prim o P a­cifico A neta y usted. Ahora estoy como unas castañuelas.

¿En qué lugar de mi carta dije yo que en el sermón se pronunciara la palabra nacionalistas? ¿Y porque no se pronun­ciara vengo á reconocer que somos nos­otros hijos espúreos de la Patria, que de­cía el buen P. Redondo?

No hombre no; lo que reconozco no es que lo somos, sino que nos lo llaman. Y la verdad, que á fuerza de oirlo repetir, casi casi nos lo vamos creyendo.

Hablar de Nacionalismo es hablar de separatismo, dice usted. ¿De veras? En cambio á mi prim o le pone usted delante una máquina fotográfica y le parece un cañón Krupp... ¡Buen par se han juntado ustedes!

Pero no trine usted mucho contra el se­paratismo, que les ha salido el R... R... espondona. ¿No recuerda usted lo que nos contaba El Correo Español de don Jaime el Portentoso? Que hablando una vez de su servidumbre decía con en­cantadora fa m ilia rid a d á sus amigos: «Mi cocinera es española, mi criado na­varro y ved secretario cotaldn.» (Arrea, manco! No se permitiría Jaimetxu esas fam iliaridades encantadoras con la ley de jurisdicciones que nos gastamos por acá... [Está como para hacerla cucamo­nas la ciudadana!

Pero lo notable es que á él, por decir eso, le llaman ustedes poco menos que encantito de la casa, y á nosotros (que Dios nos libre de decirlo) [¡hijos expú- reosl!...

Para terminar; cuidado con las filfas, querido Mentiritas, digo Veritas. Que us­ted estuvo en el sermón como Mella en el magno acto de Gernika... ó como don Jaime en su automóvil: con el espíritu. Y aunque estuvo el que le informó, sacó de él lo que del otro el negro: la cabeza caliente y los piés fríos.

Conque aliviarse, mis señores. Y tomar tila, que no atrofia nada, como el Anís del Mono, y calma los nervios.

L ekobide.

í |«)G^3|£QÍ|*!(5Í3s |«3QÍ|8S^<3|e S ^ ( ^ í:Q^£Q^3(^>

Al señor Arturito de Cavancha.Muy señor mío: En el primero de

una serie de artículos titulados «Eus- kalerría y el Bizcaitarrismo» que en Tradición Vasca, dice V. va á pu­blicar, hace V. un llamamiento á los nacionalistas de buena fe, para que con imparcialidad y detenimiento lean sus artículos, advirtiéndoles que sus escritos se hallarán «forjados en el crisol de la verdadera lógica y con la claridad propia de la franqueza vasca.»

Pues, bien. Yo, carlista de buena fe hasta hace todavía muy pocos me­ses, y hoy nacionalista también de buena fe, le interrumpo en su comen­zado trabajo para decirle:

Que leí su artículo del 7 de Agos­to inserto en Tradición Vasca y ti­tulado «Nacionalismo sectario.»

Que leí la contestación hecha á dos columnas por Bizkaitarra, y,

Que de ella deduje claramente que V. faltó á la verdad, que V. mintió, al atribuir á Gipuzkoarra frases y conceptos no publicados por éste, sin embargo de lo cual V. decía que eran copiados textualmente (y lo subraya­ba V.) del aludido semanario.

¿Es cierto señor Arturito que us­ted faltó á la verdad?

¿Es usted capaz de demostrar lo contrario?

Entonces, mi amigo Arturito ¿có­mo se atreve á hacer ese llamamiento á los nacionalistas de buena fe?

¿No hemos de temer que se burle usted de la buena fe con que le lea­mos, como quiso usted hacerlo en la Tradi del 7 de Agosto?

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Pero supongamos que usted no mintió, es decir, que usted creía que aquellas frases eran textuales, porque las había oído ó leído en algún sitio de esa manera, atribuyéndolas á Gi- puzkoarra.Una. vez que B iz k a it a r r a hizo patente su error ¿porqué no se ha apresurado usted á desmentirse y rectificar chira y noblemente?

¿Y quiere usted que le leamos sin prevención los nacionalistas de bue­na fe?

No, Arturito, primero es preciso que nos demuestre usted que no min­tió en eu artículo «Nacionalismo sec­tario» y luego que rectifique noble­mente el error cometido.

I)e lo contrario, los nacionalistas de buena fe, especialmente yo que hasta hace pocos meses fui de buena fe carlista, lo que haremos será abs­tenernos prudentemente de leer sus escritos, ó conceder á sus palabras el crédito que merecen.

Esperando que no se hará usted el remolón, queda de usted su excorreli­gionario y s. s. en Jel

U s t e - o n a .

Gfesfasfíxsfíxsfesfa^

PRIMERA ADICIÓN

A l TESTAMENTO EOLÍTICO SE D, CAELOSLos párrafos que copiamos á continua

ción, no proceden de Él Ruido. Han sido insertos, por vez primera, en la Tradición Vasca, órgano del partido carlista espa­ñol en Bizkaya.“ F ra c a s o e u z k o - lib e ra l.

«El escritor anónimo, que se dirige á lotogorri, (1) ha tenido el buen cuidado de no explicar el destino que los sabinia- nos dieron al intitulado artículo reprodu­cido en Sanitary Paper y yo me encargo de aclararlo porque ellos mismos me ex plicaron lo ocurrido.

En efecto; primeramente celebraron los Euzko liberales un banquete de moroquil y, una vez digerida esta comida exquisi­ta, (2) hicieron uso del Sanitary PaperRara recoger el escremento moroquiril y

echa esta operación aplicaron á las na­rices el Sanitary Paper, y como encon­traran muy agradable el perfume, no se cansaron ue lamer y relamer, concluyen­do por devorarlo. (3)

A raíz del destino dado al Sanitary Pa­per, prepararon los Euzko liberales un mitin en una de las villas de Vizcaya, lle­vando entre otros, á un orador, médico por más señas y cuyo apellido, aunque no lo recuerdo en estos momentos, se pa­rece al de Zorrospide.

Este famoso orador viendo que en aquel mitin había algunos llamados, por los sabinianos, magüetos, se dejó decir que éstos despedían malos olores por bo­cas y narices, sufriendo un lamentable error; puesto que quienes despedían los malos olores, fueron precisamente los sa­binianos que usaron del Sanitary Paper, tan es así, que en aquella vilfa se dice que tienen mucha razón los Euzko-libera- les, cuando manifiestan que no son vasco- españoles, puesto que con el olor á K... K... que dependían, el nombre más apro­piado es el de co...Chinos-Vascos.

No me venga con ejemplos de Baracal- do, pues yo sostendré en todas partes mis afirmaciones sin rectificar por nada ni por nadie, y es ciertísimo que los más vinie­ron borrachos; porque no se comprende de otro modo la agresión de los sabinia­nos, que fué rechazada por los tradiciona- listas, pero no conociendo á la generali­dad de los sabinianos, según dije en mi anterior escrito, por ser forasteros, mal pude señalar cuántos y quiénes fueron los borrachos; sin embargo ponga el autor anónimo en el próximo número del se­manario separatista una lista de los que intentaron quemar la bandera Española, y asaltar el Círculo Tradicionalista, á los gritos de ¡Muera D. Jaime! y [Muera Es-

(1) ¿Totogcrri e» nombre propio, por si aca to ’ ru e d a que lo sea, en Durango, tan to como fripagha, hombro-chimenea 6... sañudo.—(V ota de B iz k a it a r r a .)

(2) ,Gracioiot... ¿Qué comen por allá, m oni»? ¿Sesos de m osquito? ¿O de ganso?—(N ota de B iz k a it a r r a .)

(3) Bata asquerosa m ajadería es muy digna de la plum a de Ttiogorri, á quien, como tradicionalista (?) rabioso, pare-e qae todo le guata cea erre... basta la miel.

paña (1) y seguidamente lo suscribo, aun­que me cueste ocho años de destierro por no haber sido jamás hipócrita como los peseteros Euzko liberales.

Respecto á las Mari-Banderas, como quiera que eminentes autoridades ecle­siásticas han dicho en varias ocasiones que los católicos más prácticos militan en las filas tradicionalistas, ya quisiera el es­critor separatista que el nivel moral de ellas, estuviera tan elevado como el de las que llevan la boina en la cabeza; hu­biera dicho que á la altura de las que acompañaron á los del gorro frigio y pa­se... pues sus costumbres fueron como las de éstas que vimos en Durango al veniri qSoriano. (2)

Nuestra última palabra para Totogorri: CANALLA.sfsxifsxsjiDsjfesjfa^^

Grandes fiestas fie San Antolín ea Lekeitio.Programa de los festejos organizados por el llus

tre Ayuntamiento para los días 1, 2, 3, 4 y 5de Septiembre.Día 1.", Miércoles.—Al toque de oracionea un

repique geneial de campanas y el disparo de cohetes anunciará al vecindario el comienzo de las fiestas, y recorrerán las calles de la villa la Banda Municipal de Miisica y la de Tamborile­ros, las cuales, terminado el pasacalles, se sitúa rán en el Paseo de la Alameda ejecutando piezas musicales hasta las diez de la noche.

Día 2, Jueves.—A las seis y media de la ma­ñana diana por las expresadas Bandas, y á con­tinuación concierto musical en la Alameda hasta las ocho.

A las diez solemne función Religiosa en la Ba­sílica Parroquial; y terminada la Misa, á la que asistirá el Ayuntamiento en Corporación, se ce­lebrará la Procesión acostumbrada con la imágen del Santo Patrono San Antolín.

A las cuatro y media de la tarde gran partido de pelota á mano, entre los afamados pelotaris Errezabal y Urcelay contra Sustarra y Chiquito de Azkoitia.

De siete y media á diez y media de la noche gran romería en la Plaza de los Fueros y Paseo de la Alameda, amenizada por la Banda de Mú­sica y la de Tamborileros, durante la que estarán iluminadas la Alameda y la Plaza de los Fueros con grandiosos focos Kitson.

Día 3, Viernes.—A las seis y media de la ma­ñana diana por la Banda de Música.

A las nueve y media tendrán lugar en la Plaza de los fueros variados y divertidos entreteni­mientos, tales como la sartén húngara, la sopa boba, carreras eu sacos, la gallina ciega, las sa- maritanas.

A las diez y media espata-dantza, ejecutada por la renombrada comparsa de Berriz.

De once á doce y media la Banda de Música ejecutará en el Paseo de la Alameda un escogido concierto.

A las tres y media de la tarde gran fiesta lla­mada de los Gansos en la dársena del Puerto y á continuación cucaña marítima.

A las cinco y media repetición de los ejercicios y bailes de los espata-dantzaris.

De siete y media á diez y media de la noche gran romería en la Plaza de los Fueros y Paseo de la Alameda.

Día 4, Sábado.—A las seis y media de la ma ñaña diana.

A las nueve en el Paseo de la Alameda y Plaza ie los Fueros cucaña vertical, carreras pedestres de obstáculos y carrera de cintas en bicicleta.

A las nueve y media pruebas de ganado en la plaza destinada al efecto.

De once á doce y media, concierto por la Ban­da de Música en el Paseo de la Alameda.

A las dos de la tards continuarán las pruebas de ganado que queden pendientes á la mañana, y ac t) seguido tendrán lugar ejercicios de arras­tre de piedra por hombres.

A las cuatro y media partido de pelota á mano dos á dos, entre cuatro afamados é inteligentes aficionados de esta villa.

De siete y media á diez y media de la noche gran romería.

Día 5, Domingo.—A las seis y media de la mañana diana por la Banda de Música, y á con­tinuación romería en la Plaza de los Fueros has­ta las ocho.

Después de Misa mayor partido de pelota á mano, entre Usín, á sacar del cuadro 3, y Pe­queño de Azcoitia, libre.

A las cuatro de la tarde notable partido de pelota á mano entre los inteligentes pelotaris Campos mayor y Baltasar contra Sustarra y Urcelay.

De siete y media á diez y media de la noche gran romería que terminará con una gran re­treta.

ñ askald ija;L » v en Vs?

Gumersindo Echevarría, en el número 11 de Joventux:

«Si los hombres viviésemos sólo la vida de la infancia, me odiaría á mí mismo, y odiaría á to­dos mis semejantes por débiles. La debilidad es

(1) Falsísimas afirmaciones, tan falsas como injuriosa! —especialmente—para el sefior Alcalde de Durango, para los municipales, para los agentes de policía que fueron de Bilbao, para la sección de la Guardia Civil y par» el Jefe que la mandaba, ya que todos estos señores presenciaron el incidente y no se hizo ninguna detención ni denuncia al­guna, lo que equivale i suponer que no hicieron caso de aquellos supuestos actos delictivos, que es como declarar­les cómplices de tos mismos.

(2) ¡Sin duda Totogorri y sus amigos han monopolizada el patriotismo español!—(Nota de RimaatTARRA.)

el primer factor de las indecisiones, es la primera materia para el crimen, que es cobarde, y es el primer impulso para la nulidad que es despre­ciable.* *

«Hubiera sido más noble, más digno, hasta más heróico espirar con el grito del protestante en la boca...............................................................

«Muere llorando, con las lágrimas indignas del mayor de edad que no siente virilidad para la defensa.....................................................................

«No me descubro ante su cadáver, pero siento su muerte (del Euskalduna) y me repugna la in­noble postura de su morir.

Ha muerto con ayes de impotente, con quejas plañideras, con gritoB ténues de resignado*.

Y Gumer, en el número 12 de Joventux.«¿a lradi... atrabrsaba una vida lánguida, mi­

sérrima, de lágrimas y de luto. Se concretaba á llorar la muerte de su Erre...

El periodiquito excarlista, en su vida de aisla­miento, nos predisponía á la conmiseración, y nos inspiraba casi simpatía por su mansedumbre por su silencio, por su manera de vivir resignado en ls soledad de su sufrimiento, sin protestas y sin empujes, sin gallardías y sin provocaciones.*

¿Lo ven ustedes? Lo que la semana anterior, tratándose de Euskalduna, era abominable, ma teria de crimen, despreciable, repugnante, esta semana, refiriéndose á la lradi, ya no es nada de eso y hasta inspira casi simpatía..

Con harta razón se dice que los enamorados ven perfecciones hasta en lo9 defectos de sus dul- cineas.

De donde resulta que las calabazas que Joven­tux dió á la lradi, eran de mentirijillas.

Por algo han ido á vivir en frente y tan cer­quita ¡piliines!

•%¡E n tzn n !

Se desea adquirir el número nueve, de la revis­ta Euxkadi, segunda época, para la biblioteca de un convento de religiosos.

Si alguno de los suscriptores. puede y quiere desprenderse de dicho número, comuníquelo al señor Director de B iz k a ita r r a ó de Giputkoa rra. Se le dará á cambio uno de los números, 13, 14, 15 ó 16 de la misma revista, y si no el precio conveniente. «* *¡S u p lic á rn o s te ...!

A usted, señor León, que además de veterina­rio por tradición gloriosa de familia, Diputado provincial, también por tradición, menos glorio­sa, desde que nació el caciquismo del señor Gan- darias en Gernika, y director del famosísimo fe­rrocarril de Amorebieta-Gernika-Pedernales, que también por tradición se empeña en andar tro­pezando por los mismos rails y con los mismos asquerosos coches con que se inauguró la línea, en el último tercio del siglo pasado; á usted, que es el hombre de las grandes iniciativas, siquiera cuando cuenta con la cooperación de las arcas provinciales, recurrimos los infelices que tenemos que viajar por esa línea de Gernika, suplicándo­le mire por nuestras vidas, muy caras á nosotros, tan en peligro por el lamentable estado tradicio­nal de la vía de ese ferrocarril, que si nada hon­ra á Bizkaya, usted con tanto tupé dirige. Re­nueve los rails, arregle la vía y adquiera nuevos coches en vez de los tradicionales sucios y dea vencijadoe. ¿No cueuta para esto el señor León, con el bolsillo del señor Gandarias, como para la formación de la contra-guerrilla con el de los po­bres contribuyentes bizkainos?

Además, si es un hecho, según aseguran con la Correspondencia de España, otros diarios más menudos de provincias, que el Gato, concluida la guerra de Meiilla, visite la Peníusula, no sea ese leal moro víctima como nosotros de sus grandes iniciativas de usted, rompiéndose una ala antes de llegar á Txatxarramendi, en ese ferrocarril que no tiene parecido en país civilizado, ó antes de visitar al triste sagradó Roble de Gernika, que desde hace demasiados años, soporta á usted como á su guardián y casi propietario. ¡Mengua­dos tiempos!

•• *P e q u e ñ o la p s u s .

Cometimos en nuestro número anterior, al afir­mar que el señor León fue el primer inscripto en la contra-guerrilla, que, á propuesta suya, acordó formar y costear la Diputación para pe­lear contra los moros.

Contra loe moros de Marruecos.Porque el primer inscripto fué el diputado re­

publicano señor Alonso, el cual anunció que su propio equipo y armamento lo costearía él mis­mo de su bolsillo particular. Fué, pues, un error sin importancia, aquella afirmación nuestra; el señor León se inscribió el segundo, á continua­ción del señor Alonso y haciendo la misma ad­vertencia aue éste.

Hoy podemos añadir algo más.El señor León se ba confeccionado, según nos

aseguran, el nniforme.Pero no lleva las dos boinas, azul y roja, ni si­

quiera una, porque le han asegurado que por allá hace demaciado calor para esa vestimenta. Son más frescas las gorras que se usan en la Diputa­ción... y además en el señor León, que es diputa­do hace diez y seis años, se habrá convertido en prenda tradicional.

•* *

B u z ó n d e a lc a n c e .A. de A.—Madrid.—Va lo suyo mutilado; dis­

pense. No hemos recibido nada del amigo M.* *

R e c o rte s .A La Gaceta del Norte ls dicsn de Madrid el

día 24:«Se aseguraba hoy qus el embajador moro

(en Madrid) ha dicho qns «1 Gobisrao no podrá

justificar ante Muley-Hafid la posesión de los te­rrenos que se ocupan con las operaciones de Me- lilla.

Muley-Hafid reconocerá únicamente la ocupa- pación que reconoció Abd el-Aziz, pero nunca la cesión de terrenos hecha por el Roghi.

Y Miguel Peñaflor, le dice en el mismo día:Ya nc sólo es posible retroceder, pero ni si­

quiera es admisible la hipótesis de que en mo­mento oportuno se deje de avanzar. La Patria le quiere y el Ejército cumplirá su voluntad».

Del mismo día es este saltito de rana de El L i­beral (en Bilbao):«El s a l t o d e l a r a n a .

Los mozos del regimiento de Africa, tan ague­rrido y disciplinado y cuya presencia huelen los rífenos, han aprendido de éstos, todas las venta­jas y una de ellfs consiste en el avance de gue­rrillas «abrigándose.»

En efecto, los soldados de Africa, con una elasticidad y un esfuerzo ágil propio sólo de gim­nastas, según están tendidos en tierra, saltan (la­deando un poco el cuerpo) y caen algunos me­tros más allá, en la misma postura. Así, en po­cos minutos, ganan 60, 80 metros.

Con rápida mirada eligen el punto para saltar y caer junto á alguna piedra gruesa, que les sir­ve como de fuerte escudo »

Siempre es libre la inocencia, y envidiable.** *P o b r e s d ip u ta d o s c a r c a s .

No es mal palo el que les da la lradi.«Es un sentimiento patriótico á lo don Quijote

de la Mancha, eso de la creación de la contra­guerrilla.

Que paguen los diputados de su bolsillo parti­cular y no el pueblo...

Estas y mil lindezas más, dice á la Diputación el semanario carca. Sin duda se olvida que tam­bién los diputados carcas, votaron por la crea­ción de la contra-guerrilla.

Que paguen, sí, que paguen también esos da de su bolsillo particular.»

No vaya á ser que la lradi, al enterarse de que sus diputados fueron también los del patrio­tismo á ‘lo don Quijote, les quiera excluir á éstos del pago.

Que todo podía ser.

E ra p o r e s o .Con los votos de los republicanos, carlistas y

socialistas, suspendió el Ayuntamiento, las fies­tas en honór de San Ignacio, por las circunstan­cias especiales qus atravesaba la Patria.

Era el día 22. La prensa nos da cuenta de la llamada de 16.000 hombres destinados á Melill a

En el cuartel se sortean los 600 que de Care­liano les corresponde ir. De un día para otro se espera el avance, y... en un coche, vemos á los carlistas, vestidos de etiqueta, dirigirse á la pla­za de toros para presidir la corrida, sin tener en cuenta, para nada, las circunstancias que atra­viesa la Patria.

Pero es que las corridas no son tiestas vascas.Y las organizadas en honor de San Ignacio, sí.** *

¿S erá p o r e so ?La contra-guerrilla no es necesaria,—dice la

lradi —Y nosotros nos preguntamos: ¿por qué fueron

carlistas los primeros que se inscribieron? ¿por­que no son necesarios?

¿Si, será, pues, por eso?¡Cuando los mismos carcas lo dicen!*♦ *

B ie n , h o m b r e , b ien .Alguien ha creído, sin duda, que la Banda

municipal es para tocar todas las noches, polkas, zapateaos, tangos y demás.

Nosotros creemos que la Banda municipal, de un pueblo vasco, e>>tá, en particular, para hacer música vasca.

Para oir tangos y otras chulerías, maldita la falta qu<; hace la Banda, y bien podía ahorrarse el dinero que en ella se emplea.

Antes oíamos, de vez en cuando, música vasca. Ahora, no sabemos porqué, ni aun eso.

¿No podía la Comisión de la Banda, obligar á su director que toque todos los días, por lo me­nos, una obra vasc a?

Conste que contribuimos á su sostenimiento y que nos indigesta tantísima chulería.

H n estro s m u e r to s .Nuestro apreciadísimo amigo, el señor Félix

de Pertika, ha pasado por la dolorosa prueba de ver morir á su hijita mayor, Beatriz, de doce años de edad.

Sinceramente acompañamos en eu dolor á nuestro amigo, y pedimos á nuestros lectores una oración por el alma de la muerta.

Goyan Bego.

¿ C u a n to s?Sañudo, Pipega, Soloaga. 8i ustedes suman,

son tresB. Pero si ustedes estuviesen en el secre­to se convencerían de que son uno.

¿No les intriga?Pues ya hablaremos más claro otro día.** •

...y v an ?Lorenzo de la Puente Peña, natural de Seda-

no (Burgos) se hallaba de sirviente en un caserío de Begoña, habitado por Emilia y Adelaida de Irigoyen.

El otro día, á las dos de la mañana, penetra en el caserío forzando la ventana, hirienno gra- vísimamente al padre político de Emilia y oca­sionándole á ésta tres heridas graves.

No queremos comentar.__________________Imp. «Bilbao Marítimo y Comercial»

Bailé®, 39, bajo