Bicentenario y centenario de México

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200 años de cambios B ICENTENARI O Y CENTENARIO MI ércoles 15 DE SEPTIEMBRE DE 2010 ILUSTRACIÓN: EL INFORMADOR • J. LÓPEZ

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Suplemento especial con motivo del Bicentenario y centenario de México

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200años de cambios

BICENTENARIOY CENTENARIO MIércoles 15 DE SEPTIEMBRE DE 2010

ILUSTRACIÓN: EL INFORMADOR • J. LÓPEZ

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Los festejos del Bicentenario de la Inde-pendencia son una oportunidad para repasarun fragmento de la historia y destacar aque-llos elementos que identifican a Méxicocomo nación.

De 1810 a la fecha, las circunstanciasse han modificado radicalmente, aunque al-gunos problemas se han mantenido comola pobreza y la falta de educación. El profe-sor de la Universidad de Guadalajara(UdeG) Sergio Valerio Ulloa destaca que lasociedad siempre ha sido heterogénea y haprivilegiado a ciertos grupos, mientras que“la gran mayoría de los habitantes viven enla marginación y pobreza, eso ha sido unaconstante a lo largo de estos 200 años”.Agrega que los movimientos armados enMéxico son la manera en que la sociedad serelaciona con la riqueza.

Hace 200 años, la vida era distinta, loque no significa que los problemas se hayandisipado, algunos de ellos se han transfor-mado y otros anhelos sociales se han man-tenido como la seguridad, la tranquilidad yuna mejor calidad de vida.

Para el historiador, “cada momentohistórico es único y es difícil compararlocon la sociedad actual. Antes había pobre-za, pero era de otra índole. Hoy tenemosuna mayor población, también más pobresy una contaminación exagerada”.

Destaca la falta de crecimiento econó-mico actual. Durante el virreinato, la NuevaEspaña era una de las provincias más ricasde la Corona Española, sin embargo la ri-queza no se distribuía en toda la población.“La riqueza se iba a España y los pobressiempre han sido los más marginados. Esteaño hay 40 millones de pobres”, expresa eldocente de la UdeG.

Por otro lado, hay áreas donde seavanzó considerablemente, ya que la lu-cha de Independencia permitió la cons-trucción de una nación, y los mecanis-mos para el desarrollo de la política enMéxico y la forma de elegir a las autori-dades, es decir el sistema democrático,que es un proceso largo que comenzóhace dos siglos.

Durante ese tiempo se construyó lanación, “México nace en 1821, antes de

eso es era la Nueva España”, afirma Ser-gio Valerio Ulloa.

La principal herencia de esa lucha quecomenzó en 1810 es la ciudadanía y los de-rechos políticos como el ejercicio del voto yla oportunidad del elegir a los gobernantes.

Para el miembro de la Academia Mexi-cana de la Historia, Álvaro Matute, la his-toria moderna de México arranca con lalucha emancipadora.

Las interrogantes

El problema y la inconformidad sobrelos festejos es el resultado de un objetivo in-cumplido, que consistía en que México seconvirtiera en una nación moderna, establey económicamente viable.

Para Álvaro Matute, existen deudashistóricas y temas a cuidarse como la re-novación política, el reparto agrario y lajusticia.

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A 200 AÑOS DE LA LUCHA EMANCIPADORA

Ciudadanía e identidad, laherencia de la IndependenciaLa conmemoración del inicio de la gesta insurgente es el momento pararepasar los logros y las deudas históricas

El escritor Álvaro Matute afirma que elBicentenario de la Independencia ha opaca-do el Centenario de la Revolución porque lalucha insurgente es el punto de partida dela Historia moderna de México.

Considera que “hay que revisar la His-toria completa de México y detenerse en1910 y también en 1859 con la Reforma.Hay que recorrer la historia completa,siempre que se conmemora una efeméridese centraliza”.

El historiador señala que es partidariode celebrar cualquier cumpleaños, “aunquela persona que cumple años no goza de ca-bal salud. De todos modos, el festejo implicatener esperanza de la pronta recuperación,

siempre he dicho que apagar la luz y cerrarla puerta no es sano”.

Para Sergio Valerio Ulloa las conme-moraciones se ven opacadas por los proble-mas nacionales. Es ahí donde surge la pre-gunta sobre qué hay que festejar porque “nosomos una nación exitosa, hay muchos sal-dos negativos para los mexicanos, pero aúnasí la efeméride debe conmemorarse por-que hemos permanecido como país”.

El historiador señala que algunas nacionesse han disuelto por los conflictos internos y estándivididos por grupos étnicos irreconciliables”.

Somos una nación de 200 años que noes perfecta y tiene problemas, pero segui-mos en la construcción de nuestra nación”.

Vale la pena festejar

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• Imagen de principios del siglo XX en la que se observa un banquete de celebración.

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El investigador JaimeOlveda Legaspi opinaque la sociedad no ha logrado ser“totalmente moderna”

Aunque México no es el mismo hoy quehace 200 años, no todo ha sido ruptura: lasociedad sigue siendo tradicional “y en este2010 no somos totalmente modernos. Cam-biamos lo material, pero seguimos arras-trando la mentalidad de la época de la Co-lonia”, asegura Jaime Olveda Legaspi,investigador de El Colegio de Jalisco (Col-jal) y experto en la lucha de Independenciaen la región de Occidente.

Durante la lucha insurgente la Ciudadde México tenía 300 mil habitantes y Gua-dalajara poco más de 30 mil. La poblaciónestaba diseminada y era en su mayoría ru-ral. Ahora, la capital jalisciense tiene másde cuatro millones de personas.

A principios del siglo XIX, la gente eraen su mayoría analfabeta, “porque era cató-lica, corporativa y tradicional, sin contactocon el exterior. Tenían una mentalidad pro-pia de sociedades antiguas, donde la tradi-ción tiene un gran peso”. Incluso, la sociedadrechazó la nueva cultura política que difun-dió la Ilustración o la Revolución Francesa,comenta el también doctor en Historia por laUniversidad Nacional Autónoma de México.

Y probablemente uno de los mayoreslogros de la guerra insurgente es que “deja-mos de ser vasallos del rey. Hoy somos ciu-dadanos, con derechos, que eligen a sus re-presentantes”, comparte el investigador deEl Coljal, autor de La Guerra de Indepen-dencia. 200 años.

Olveda Legaspi considera que la pobla-ción actual debe cuestionar hasta dónde esbenéfico preservar la tradición o seguir la mo-dernidad. Porque hoy, México sigue ligado asu pasado y no han cambiado las estructurascoloniales de poder, de familia, de religión eincluso los hábitos alimenticios. “Pensamosigual que en 1810, la diferencia es que ahoratenemos una computadora a un lado”.

En el caso particular de Guadalajara, elinvestigador resalta que la fama de que esconservadora no es en vano. Un ejemplo esque en Jalisco no surgió un solo insurgentepolítico que haya planteado proyectos oideas. Lo que hubo fueron guerrilleros e in-surrectos rústicos. Y en general la ciudadera realista, porque los comerciantes noquerían perder sus negocios en el Puerto de

San Blas. “Lo convulso en este país siempreha sido en el campo”.

Ocho generaciones de distancia

Entre 1810 y 2010 hay aproximadamen-te ocho generaciones. El también profesorinvestigador del Instituto Nacional de An-tropología e Historia resalta que lo impor-tante “es reflexionar cómo hemos avanzadoen ese tiempo y en qué situación está el paísen comparación con otros. ¿Qué nos separade los países hegemónicos? Es importanteevaluar estos 200 años para entender porquétenemos un país ensangrentado”.

Y para aquellos que dicen que no haynada que festejar, Jaime Olveda puntualizaque se debe a que “en estas ocho generacio-nes no hemos sabido construir un país. Nosabemos elegir a nuestras autoridades niejercer nuestros derechos; y es grave que la

mayoría de mexicanos se han olvidado delcompromiso social que tienen para su país”.

¿Un país violento?

México repite otro periodo violento,aunque la situación sea completamente dis-tintas a las de 1810 y 1910. Sin embargo, Jai-me Olveda desmitifica la visión románticade las luchas pasadas.

Los campesinos de principios del sigloXIX no pensaban en la insurrección, de en-trada porque había una verdadera aplica-ción de la justicia. Los que se unieron a lalucha fueron movilizados, convocados uobligados, e incluso muchos vivieron deella y se convirtió en su modus vivendi. Elpropósito no era exactamente luchar porla Independencia.

La insurrección de Hidalgo se con-virtió en una revolución popular y des-

tructiva que despertó la violencia, talvez con las mismas dimensiones “quehoy vivimos”, porque la vida pendía deun hilo y durante 11 años el contexto fuede inseguridad.

Para ejemplificar la historia violentadel país, Jaime Olveda resalta que en los úl-timos 200 años, sólo ha habido dos perio-dos de paz. Hubo violencia de 1810 y 1880.La calma regresó de 1880 a 1910. La turbu-lencia se reactiva de 1910 a 1940. Méxicovuelve a tranquilizarse y de algunos años ala fecha, “el país está secuestrado por el cri-men organizado”.

Y ahora, la situación que vive Méxicoresponde al retraso económico que no hapermitido que la sociedad viva dignamente.“En este contexto es que los mexicanos de-bemos reinterpretar las guerras, para reno-varnos y cambiar las actitudes que tienen alpaís bañado de sangre”.

ARRAIGO A LAS TRADICIONES

Después de la Independencia, lamentalidad sigue siendo colonial

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• Estampa de mediados del siglo XIX en la que se observa a un grupo de charros adinerados.

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En los últimos 200años, el Estado perdiólos territorios de Colimay Nayarit, con los que ahora tieneconflictos limítrofes

La demarcación territorial de Jalisco hoycarece de certezas y el Gobierno del Estadotrabaja con un mapa distinto al que utiliza elInstituto Nacional de Estadística, Geografía eInformática (INEGI), lo que ha generado con-flictos político-administrativos.

La historia de esta indefinición de lí-mites comienza en los años posteriores alinicio del México independiente, cuandola entonces intendencia de Guadalajaratenía una extensión de 200 mil kilómetroscuadrados y abarcaba Nayarit y Colima.

A finales de la Colonia, la intendenciaestaba dividida en 28 partidos y después deltriunfo insurgente se integran unidades te-rritoriales denominadas cantones, de acuer-do al Plan formado para la demarcación yarreglada distribución de Guadalajara.

Hirineo Martínez Barragán, titular delDepartamento de Geografía de la Universi-

dad de Guadalajara, relata que gracias aque durante el movimiento insurgente hu-bo por lo menos dos órdenes de Gobiernointermitentes (el sistema insurgente y elmonárquico), en 1821 se forma el Plan deGobierno provisional del nuevo Estado deXalisco y se retoman los partidos que plan-teaba la Constitución de Cádiz.

Dos años después inicia un proceso pa-ra borrar los vestigios del antiguo régimeny los partidos se convierten en departamen-tos. En ese momento comienzan las aspira-ciones autonómicas de Xalisco, ante lo queel Gobierno central reacciona separando aColima y declarándolo territorio Federal, el30 de enero de 1824.

“La interpretación que hago es que fueun castigo. En ese tiempo el Puerto de SanBlas ya había perdido valor, estaba en desusoy Manzanillo (en Colima) se estaba proyec-

tando como una alternativa. Entonces, comoestrategia política, la Federación divide la re-gión porque Xalisco no podía independizar-se sin puerto”, resalta el maestro en Estudiosde la Región por El Colegio de Jalisco.

Después de la separación de Colima, seaprueba la Constitución de Xalisco el 4 deoctubre de 1824 y se divide en ocho canto-nes, con uno o más partidos y éstos a la vezse dividían en municipalidades, las cuales seconformarían por pueblos que junto con suscomarcas tuvieran más de mil habitantes.

El navegante traza el primer mapa

A sus 16 años, José María Narváez sa-le de Cádiz ansioso de explorar el mundo.Se convierte en navegante de la Coronaespañola y se hace un experto cartógrafo

JALISCO,una historia de indefinicionesterritoriales

• El teniente de Navío José María Narváez realizó en 1824 la primeraCarta Cartográfica de los estados de Jalisco, Zacatecas y territorio de Colima.

• En 1898, Jalisco ya había perdido el territorio de Tepic, ahora Nayarit.

IMÁGEN

ES PROPORCIONADAS POR EL INVESTIGADOR HIRINEO

MARTÍNEZ.

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que incluso participa en las disputas terri-toriales de América. Durante la Colonia,el teniente de navío estuvo a cargo de al-gunos puertos estratégicos, y aún des-pués de la lucha de Independencia, sequeda en el país a cargo del Puerto de SanBlas y hace gran cantidad de trabajos car-tográficos, entre ellos, la Carta Cartográ-fica de los Estados de Jalisco, Zacatecas yTerritorio de Colima, en 1824.

Hirineo Martínez Barragán, quientambién es asesor del Gobierno de Jaliscoen el conflicto limítrofe entre el Estado deJalisco y Colima, señala que ese primer ma-pa fue tan trascendente que se replicó hastapoco después de mediados del siglo XIX.

Posteriormente, durante el Gobier-no de Juárez se decretó que el cantón deTepic (ahora Nayarit) se convertía endistrito militar, en respuesta al movi-miento revolucionario de Manuel Loza-da “El Tigre de Alica”, quien dominó por18 años la región.

“Ahí empieza la separación de Naya-rit, pues la República quería apaciguar alos rebeldes. Posteriormente con la Cons-titución de 1857 se le da el carácter de es-tado federado y hasta 1884 se le reconocecomo tal”, comenta el también autor de lainvestigación Evolución de la Represen-tación Territorial 1824-2008.

Los primeros mapas nacionales

A mediados del siglo XIX se hizo el pri-mer intento de integrar las cartografías re-gionales con algunos atlas nacionales. Pe-ro hasta la época posrevolucionaria segeneran mapas de la República Mexicanacon nuevas imágenes cartográficas. Y enpleno 1915 se gestan los municipios libresy desaparece la vida de los cantones.

Martínez Barragán, experto en límitesterritoriales y cartografía, resalta cómo losmapas se han utilizado para apropiarse deterritorios y la trascendencia que puede te-ner un simple dibujo, pues prácticamenteen todo el país hay conflictos limítrofes.

Un elemento que abona al problemaes que en la Constitución de 1917 el artícu-lo 45 establece lo siguiente: “Los estadosde la federación conservan extensión y lí-mites que hasta hoy han tenido, siempreque no haya dificultad en cuanto a éstos”.

Las demarcaciones territoriales nun-ca se definieron con exactitud y por ellohan surgido conflictos como los que exis-ten entre Colima y Jalisco, el cual se en-cuentra en el Senado de la República y queno se ha podido resolver hasta la fecha.

“En esos años se crean los munici-pios, pero era un tema muy light, porquese conformaban por un pueblo principal y

los asentamientos de los alrededores. Nohabía trazo límite ni término de algún te-rritorio”, resalta Hirineo Martínez.

El Gobierno Federal intenta en variasocasiones lanzar un proyecto nacional de car-tografía, pero el que mayor trascendencia tu-vo fue el de 1946, realizado en escala 1:500 mil.

Intentos por delinear Jalisco

En 1978, el Instituto de Geografía y Esta-dística de la Universidad de Guadalajara haceuna propuesta de límites territoriales de Jalis-co y se presenta en el Congreso del Estado.

“Por alguna razón no se aprueba peroaparece otro mapa de Flavio Romero de Ve-lasco, entonces Gobernador de Jalisco, elabo-rado por el Instituto Geografía de la UNAM yel Gobierno Federal en 1979, y se convierte enel documento oficial”, dice Hirineo Martínez.

En 1980, la Dirección general de Geografía, Estadística e Informática, ahoraINEGI, genera una nueva propuesta conáreas geoestadísticas, por lo que en esa fe-cha Jalisco ya tenía tres mapas distintos,con diferencias a nivel estatal y municipal.

“Esto ha sido grave porque la gentenormalmente trabaja con las estadísticasdel INEGI y el mapa del Gobierno de Ja-lisco no coincide”, reflexiona el investiga-dor de la Universidad de Guadalajara.

En 2001 se propuso realizar una ver-sión oficial del territorio de Jalisco y el INEGI respondió que no era autoridad pa-ra definir límites, ya que sólo el Legislati-vo tiene esa atribución.

El año pasado, el gobernador EmilioGonzález Márquez decretó un mapa ofi-cial para que se utilice al interior de las se-cretarías estatales, pero no es oficial por-que el Congreso del Estado no lo haaprobado. Por ende, el INEGI utiliza otroslímites y hay incompatibilidad en informa-ción territorial en relación con el sistemapolítico-administrativo.

“Hay que decir que este último mapa haganado más adeptos porque es el que tieneel sistema de información geográfico y lasunidades territoriales ya están tipificadas”.

El investigador resalta que para Ja-lisco “debe haber reordenamiento en elamplio sentido de la palabra, para que ha-ya justicia y equidad territorial. El des-arrollo regional debe vislumbrar los gru-pos vinculados a la tierra. Y entoncespensar en políticas que detonen determi-nados sitios, y que se articule sociedad,economía, ecología. Es decir, el territoriono es una plataforma, es un lugar de con-flictos de convergencia e intereses, a par-tir de los recursos naturales y las ubica-ciones estratégicas.

• Mapa realizado en 1956, por la Dirección de Geografía y Meteorología de la Secretaríade Agricultura y Ganadería.

• Mapa satelital actual.

IMAGEN

PROPORCIONADA POR EL INVESTIGADOR HIRINEO

MARTÍNEZ.

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ARTE: EL INFORMADOR • J. LÓPEZ

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El papel depublicaciones como El DespertadorAmericano fue clave en el avance delmovimiento insurgente

“Los periódicos son los archivos de lasbagatelas” expresó el escritor francés Fran-çois Voltaire, pero en el caso de los movi-mientos armados de México la prensa es unregistro de la historia y de sus protagonistas.

El escritor y miembro de la AcademiaMexicana de la Historia, Álvaro Matute, ex-plica que la prensa es el telón de fondo de lasluchas, por lo que es necesario revisar aque-llas publicaciones que incidieron de algunamanera en el movimiento emancipador.

El medio que dio aviso del levantamientoarmado de 1810 fue Tiempo de México,-cuyo primer número se publicó en la capitaldel país-. El ejemplar presentó la nota de ElGrito con el titular Estalló rebelión en Dolores.

Además, se relataban otros hechos co-mo la invasión de Napoleón Bonaparte a Es-paña. El autor Juan María Nepote señala ensu libro Las Independencias Hispanoame-ricanas que “lo destacable es la clara con-cepción del Tiempo de Méxicoal contextua-lizar de los problemas globales”. Prueba delo anterior es que el impreso destacabaotras circunstancias como la caída del vi-rrey José de Iturrigaray.

Agrega que durante el Virreinato la so-ciedad y la prensa utilizaron a su favor las ideas de la Revolución Francesa. “Los espa-cios editoriales (…) obligan a una reconside-ración más aguda de los acontecimientosvinculados con la insurgencia”, ya que enton-ces, igual que ahora, se publicaron frases co-mo “la opinión pública teme por sus vidas”.

La escritora e historiadora Celia del Pa-lacio señala que el papel de la prensa duran-te la insurgencia fue importante porque di-fundió las ideas del movimiento. Expresaque su misión fue “fundamental con impre-sos como El Despertador Americanoy otrosque no se saben cómo circulaban, ya queigual que los héroes y las personas, los pe-riódicos tuvieron una vida muy penosa”.

Dicha publicación es un ejemplo delacoso que vivió la prensa en el movimientoinsurgente, que comenzó a circular el jue-ves 20 de diciembre de 1810 y cuya vida sólodio para siete números en dos meses.

El Despertador Americano tuvo un al-cance mayor a las expectativas de los líde-res de la lucha gestada en 1810 y sus ideasno sólo recorrieron todo el país, sino que lle-garon a otros puntos de América como Chi-le, que entre sus tesoros nacionales tiene lacolección original y completa de los sietenúmeros del periódico.

La versión completa de la publicacióndirigida por Severo Maldonado no se tieneen el país, según señala el profesor de His-

toria de la Universidad de Guadalajara(UdeG) Carlos Fregoso Gennis.

Uno de los motivos por el que no secuenta con el número siete en los archivosnacionales se debe a que éste comenzó sucirculación el jueves 17 de enero de 1811,día de la Batalla del Puente de Calderón,cuando el Ejército Realista venció al Insur-gente, encabezado por Hidalgo y Costilla.

Antes de la década de los años cincuentadel siglo pasado se creía que el séptimo nú-mero de El Despertador Americano no exis-tía, pero quien presentó el contenido del

ejemplar fue el historiador José Cornejo Mal-donado, quien fotografió el escrito en Chile.

La colección con el número siete se ex-puso por primera vez en México en el marcode la Feria Internacional del Libro (FIL) deGuadalajara en 1999, cuyo invitado de ho-nor fue Chile.

Cada ejemplar del periódico gestadoen Guadalajara medía aproximadamente14 centímetros de ancho por 21 de largo,pero su tamaño no era una condición parasu precio, ya que adquirir un ejemplar en-tonces, según cálculos de Fregoso Gennis,

costaba dos reales, que ahora equivaldría a15 dólares.

“Era un precio exorbitante”, apuntaFregoso Gennis. El tiraje de dicha publica-ción era de dos mil ejemplares y los textosque integran la publicación se incluyeronen el libro El Despertador Americano en lacolección Summa Mexicana del ConsejoNacional para la Cultura y las Artes (Cona-culta), cuyo prólogo es autoría de AlfredoÁvila, investigador de la Universidad Na-cional Autónoma de México (UNAM)

El historiador comenta que los artí-culos analizaban la condición de la Nue-va España y relata el avance de las fuer-zas insurgentes.

La herencia de la publicación es revalo-rada este año de festejos por la academia ylos historiadores como los libros que ahorapresentan los escritos que fueron incluidosen cada uno de los números del periódicoeditado en la casa, que ahora alberga el Mu-seo del Periodismo y las Artes Gráficas.

El autor de los contenidos

Francisco Severo Maldonado y Ocam-po (Nayarit, 1775-Jalisco, 1832) fue el res-ponsable de la edición de El DespertadorAmericano. Era un personaje conocido enel ámbito intelectual de la época por tradu-cir obras de otros idiomas al español y porsus ideas liberales.

Con la llegada de Miguel Hidalgo yCostilla a Guadalajara, Severo Maldonadofue convocado para generar la publicacióndel movimiento.

Ante la derrota del Ejército Insurgen-te, se dice que el editor fue obligado a diri-gir la publicación de los realistas, El telé-grafo de Guadalajara. Asimismo, sirvió alImperio de Iturbide con el periódico El fa-nal del Imperio.

LEONA VICARIO El escritor Carlos Pascual rescata en su li-

bro La insurgente -Premio Novela HistóricaGrijalbo Bicentenario- la obra de Leona Vicario,a quien se le considera la primera mujer perio-dista de México y quien financiaba periódicos.

Leona Vicario era esposa de Andrés Quin-tana Roo. “Ambos fueron los grandes ideólogosde la Independencia. Leona Vicario no es unamujer que venga del pueblo. Es una criolla dela más alta sociedad, pertenecía a una familiade abolengo. El dinero y la posición social lepermitió acceso a la cultura”, expresa el autor.

Agrega que Leona Vicario “no luchó poremancipar al pueblo, luchó por los criollos ypor los llamados americanos, por eso la seducetanto la ideología de José María Morelos”.

Leona Vicario nació en la Ciudad de Mé-xico, en 1789. Era una criolla y pertenecía a laclase alta de la Nueva España y publicó sus ar-tículos en diversos medios.

LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN, UNA BÚSQUEDA CONSTANTE

prensaescrita

La

y su función social

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Miguel Hidalgo confiólas fuerzas rebeldes a José Antonio “El Amo” Torres paratomar la Nueva Galicia

Motivado por las ideas liberales, el cu-ra Miguel Hidalgo y Costilla avanzó rumboa Guadalajara sumando hombres mal ar-mados e improvisados a su ejército.

Mientras tanto, en septiembre de 1810,desde Arroyo Zarco el sacerdote José Sime-ón de Uría Vial alertó a las autoridades dela Nueva Galicia sobre la insurrección queinició en Dolores, Guanajuato.

Las intenciones de Hidalgo y Costilla eIgnacio Allende pronto alcanzaron eco en-tre los habitantes de la Nueva Galicia. Laguerra era latente e inevitable.

De acuerdo a un infore firmado por Je-sús Antonio Riaño, intendente de Guana-juato, el temor iba en aumento al interior dela cúpula neogallega.

En un intento por defender Guadala-jara de los grupos insurgentes que abraza-ban la causa de Hidalgo y Allende, RoqueAbarca ordenó que una patrulla explora-toria se dirigiera a Zapotlán del Rey, puesaquélla era una zona de acceso a Guada-lajara. Con la misma intención le ordenóal capitán Manuel Ríos colocarse en Por-tezuelas hasta el rancho de Los Coyotes,por una parte, y hasta el Puente Coloradopor la otra, atento a cualquier movimientode fuerzas independentistas. Para refor-

zarlo hizo venir de Lagos al teniente coro-nel Juan Calero.

Los temores de las autoridades neoga-llegas no fueron infundados, pues en el mis-mo mes en que Hidalgo proclamó la Inde-pendencia de México, la Nueva Galiciasufrió dos invasiones: una encabezada porNavarro, Portugal y Huidobro; y la otra,acaudillada por el legendario José Antonio“El Amo” Torres. Aunque ninguno de losdos contingentes rebasaba los 400 hom-bres, el número de sus efectivos creció rá-pidamente, sobre todo el encabezado poréste último, quien a la postre se apoderó deJalisco y les dio refugio a los derrotadosejércitos de Hidalgo.

“Jalisco jugó un papel importante yhasta protagónico en la guerra de Indepen-dencia, sobre todo por personajes como elobispo Juan Cruz Ruiz de Cabañas, hombreenviado por los reyes a la Nueva Españacon la intención de combatir a los insurgen-tes; el otro es José Antonio ‘El Amo’ Torres,quien se convertiría en el máximo caudillode la insurgencia en la Nueva Galicia”, afir-ma Fabián Acosta, del Centro Universitariode Ciencias Sociales y Humanidades(CUCSH) de la Universidad de Guadalaja-ra (UdeG).

De 1808 hasta que se obtiene la Inde-pendencia, en Guadalajara no hubo brotesde insurrección, sino más bien simpatías

con el movimiento emancipador y contra lainsurgencia, aclara el investigador.

En plena guerra en territorio neogalle-go, el obispo mandó colocar mantas a lasafueras de los templos en las que se exhor-taba a sus habitantes a mantener su fidelidady apoyo al rey. “Incluso en Jalisco no huboinsurreción, lo que sí existió en cambio fueuna contra la insurrección encabezada porel obispo Cruz Ruiz de Cabañas, cuando re-clutó a clérigos y laicos devotos para formarun ejército al que llamó ‘La Cruzada’, miliciasanta destinada a defender la ciudad de losataques insurgentes, pero una vez que arri-ban los hombres de ‘El Amo’ Torres, los sol-dados de las fuerzas realistas desertarían”.

O T R O P R O T A G O N I S T A E N L A I N D E P E N D E N C I A

LaRUTAdela insurgenciaenJalisco

EL INFORMADOR • S. NÚÑEZ

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ENCUENTRO ENTRE HIDALGO Y "EL AMO" TORRES

Una vez que Hidalgo y Costilla pisa la Nueva Ga-licia, se entrevista el 4 de octubre de 1810 con José An-tonio “El Amo” Torres, a quien provee de armas y hom-bres para extender la lucha de Independencia entierras neogallegas, a las que pretendía atacar y de serposible tomar.

“A Hidalgo le agradó ‘El Amo’ Torres y sin mu-cho pensarlo mostró disposición y buen ánimo deconcederle tropas y recursos suficientes para su mi-sión. A quien le disgustó el acuerdo establecido fuea un colaborador cercano al cura, Fernando PérezMarañón, ya que pensaba que José Antonio Torresera un desconocido y principiante a quien se le habíadepositado la confianza para levantar en armas a loshabitantes de la Nueva Galicia”, expresa el académi-co universitario.

La envidia divide el camino de estos dos hom-bres, dice Fabián Acosta, ya que el primero siguióla ruta de los héroes, “asumiendo cualquier sacrifi-cio hasta alcanzar la victoria y la toma de Guadala-jara; el segundo se desbordó por la traición y se pre-sentó ante Félix María Calleja, jefe de las fuerzasrealistas, para prevenirlo del ataque de Hidalgo ysus hombres”.

ENTRADA TRIUNFAL Y TOMA DE GUADALAJARA

“El 11 de noviembre del mismo año, José Antonio‘El Amo’ Torres hizo su entrada triunfal a territorio ne-ogallego, tan sólo a unas semanas de que Hidalgo le de-positara su confianza para propagar la guerra de Inde-pendencia en el Occidente de México”, señala Acosta.

Luego de que Torres tomó Guadalajara, continuósu ruta por Arandas, Sahuayo, Tizapán y Zacoalco. Pa-ra entonces, agrega el investigador del CUCSH, la gue-rrilla insurgente se había esparcido por toda la NuevaGalicia, donde el temor, sobre todo, se depositaba enlos comerciantes y habitantes acaudalados.

El enemigo a vencer y la amenaza seguía siendo “ElAmo” Torres, quien avanzaba acompañado de indios ymestizos armados con sogas, piedras y palos. Del otrobando, Roque Abarca intentó detenerlo a través de TomásIgnacio Villaseñor, a quien mandó a principios de noviem-bre con 600 hombres a hacerle frente en Zacoalco.

Mediante un sorpresivo y eficaz movimiento, elEjército Insurgente atacó a las fuerzas realistas conpiedras dejando inservibles algunos cañones y esco-petas. Apenas una hora duró la batalla y “El Amo” To-rres tomaría Guadalajara sin presentar bajas en suejército improvisado.

Torres le comunicó su triunfo a Miguel Hidalgo,quien se encontraba en Valladolid y realizó su entradatriunfal el 11 de noviembre, y mostrando su desinteréspor el poder lo invitó a hacerse cargo del Gobierno yde las fuerzas armadas.

BATALLA DEL PUENTE DE CALDERÓN

Al obtener el dominio de la Nueva Galicia, Hidalgollega a la ciudad donde el 29 de noviembre proclamala abolición de la esclavitud, estableciendo como plazo10 días para dar libertad a todos los esclavos y prohibirel tráfico, la venta y adquisición de seres humanos enterritorio de dominio insurgente.

El 20 de diciembre, en el marco de la insurrección,el Padre de la Patria publica el primer número de ElDespertador Americano, en el que además de dar di-fusión a sus ideas libertarias, extendió sus proclamasy manifiestos en siete ejemplares, encontrando eco en-tre el poco público que entonces sabía leer.

Una vez asentado el Gobierno insurgente, el 17de enero de 1811 a unos 60 kilómetros de Guadalajara,en Puente de Calderón, Zapotlanejo, Hidalgo y sushombres esperan a las fuerzas realistas encabezadaspor Calleja.

En la madrugada de ese día inicia la batalla.Participan Ignacio Allende, Ignacio Aldama, Ma-riano Abasolo, José Mariano Jiménez, José Antonio“El Amo” Torres e Ignacio Camargo, entre otros.Después de seis horas de reñida lucha, los insur-gentes tienen que huir y dejan en el campo cuantio-sas pérdidas en hombres, pertrechos y caudales.Con esto, el Gobierno virreinal asesta el golpe de-finitivo a las fuerzas insurgentes y por medio de Fé-lix María Calleja, las mejores divisiones realistasretoman Guadalajara.

EL INFORMADOR • J. LÓPEZ

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Hace 200 años, lastelas y los diseñoseran importados deEuropa, ahora eljalisciense BenitoSantos es unareferencia en el mundo

Los héroes y los villanos de la historiason, con el paso del tiempo, el registro dela moda y de su época. En este año de fes-tejos del Bicentenario de la Independen-cia y el Centenario de la Revolución Me-xicana, la mirada de los investigadorestambién se posa en el buen vestir y en eldiseño de los trajes de los protagonistasde los dos movimientos sociales quemarcaron a México.

Las imágenes son el registro de lasituación y el ambiente social de 1810y 1910. Ahora esas postales permitenconocer cuáles eran las costumbres y lallamada vida cotidiana; además de pre-sentar los trajes y las propuestas, que ensu mayoría eran importadas de Europa.

Cada uno de los dos movimientos ar-mados registra una clara evolución en lasprendas de gala y uso cotidiano, ya que eltiempo comprendido entre lucha y luchaes un centenario.

Los españoles y los criollos tenían accesos a las propuestas y trajes prove-nientes del Viejo Continente, pues portarlos diseños de vanguardia no era asequiblepara las mayorías. Tanto en 1810 como en1910, la moda y el buen vestir estuvo sóloal alcance de unos cuantos que tenían elprivilegio de portar las mejores telas y elresto de la población imitaba los diseños.

L A M O D A , U N A E V I D E N C I A D E L A É P O C A

ElVESTIRde los héroes y villanos

DETALLE DE LA INDEPENDENCIA w Para la realización de

los vestidos de las muje-res se recurría a telas lige-ras y a los cortes rectos,así como a las mangas ti-po globo. El cabello teníaque ir recogido y dos rizos

al frente.

w En el caso de los hom-bres, el traje incluía el

pantalón corte zanahoria,la camisa blanca, ya fuerade algodón, lino o seda,con cuello alto y el sacotipo frac. De accesorios,

la faja vasca, una corbata,botinas y calcetines, su-

jetos con ligas.

18 EL INFORMADOR

ILUSTRACIONES: EL INFORMADOR • J. López

ESPECIAL

ESPECIAL

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El atuendo en la luchaemancipadora

La corriente Neoclásica no sólo marcóla arquitectura, sino también la moda. Lasfamilias acaudaladas de la Nueva Españaimportaban sus vestidos de Francia, naciónque ya era un referente en moda y estilo.

Los diseños y las telas europeas ingre-saban por el Puerto de Veracruz y recorríanvarios puntos hasta llegar a la Ciudad de Mé-xico. “Los españoles peninsulares y los crio-llos que pertenecían a los estratos sociales al-tos eran quienes marcaban el vestir y lasclases bajas imitaban los diseños con sus pro-pios medios”, afirma el director del CentroInternacional de Diseño y Moda ImaginArtede Guadalajara, Alejandro Bribiesca.

Después, hacia mediados del sigloXIX, Francia se convirtió en el referente dela moda, gracias al Porfiriato. Para ese mo-mento, el vestido comenzó su transforma-ción, durante todo el periodo de Gobiernode Porfirio Díaz.

La diversidad de 1910

Los trajes empleados durante la Revo-lución Mexicana eran diversos, pero los mi-litares eran la referencia. Los revoluciona-rios impusieron su estilo, como es el caso deEmiliano Zapata y su traje que incluía unpantalón pegado al cuerpo con botones alos costados y acampanado, ideal paramontar a caballo, el cual se complementacon un saco corto llamado bolero o torera ycamisa blanca. El accesorio por excelenciaera el sombrero. Aunque quienes vestíanmejor eran la élite política y militar.

La propuesta en este año de festejos

La moda tapatía de 2010 es completa-mente distinta a la de los dos movimientosarmados. Ahora, las propuestas urbanashan ido ganando terreno y los jóvenes sonquienes generan estilos. Pero quienes tie-nen los reflectores encima son los hombresy mujeres del medio del espectáculo.

Con el nombramiento de Jimena Navarrete como Miss Universo, uno de losdiseñadores locales que saltó a la fama esBenito Santos, quien vistió a la tapatía du-rante el certamen.

La propuesta para la noche de la coro-nación el pasado 23 de agosto fue un vestidolargo con tela suelta y efecto de cascada,abierto del frente para dejar descubiertas laspiernas de la mujer más bella del mundo.

DETALLE DE LA REVOLUCIÓN

w El traje incluía un panta-lón recto, un saco largo tipoabrigo y sombrero de copa.

w Las adelitas optaron porla falda amplia, la blusaen cuello tipo barco y lastrenzas con listones. Elaccesorio era rebozo.

w Los vestidos de cuelloalto, ceñidos a la cintura yun englobado que enmar-caba la cadera era la pro-puesta. Los guantes ysombreros muy amplioscompletaban la imagen.

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EFE

ESPECIAL

ESPECIAL

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Los rebeldes hacían hasta cuatro comidas al día

Tras la consumación de la Indepen-dencia de México, la gastronomía pasó deser colonial a criolla, sin que la dieta de loshabitantes del virreinato de la Nueva Espa-ña sufriera trastornos. Las cocinas de las ca-sas novohispanas preservaron sus tradicio-nes culinarias.

Durante el movimiento armado, quie-nes participaban activamente en la guerracomían prácticamente lo que encontrabana su paso. Por otro lado, las mujeres queacompañaban al grupo separatista en lostrayectos largos, se desempeñaban comococineras del ejército insurgente.

En los periodos de mayor turbulencialas tropas hacían hasta cuatro comidas aldía, según las narraciones de GuillermoPrieto que hace en Memorias de mi tiempo:“Comenzando con un chocolate con agua ocon leche, al despertar. Más tarde, a las 10de la mañana se almorzaba asado de carne-ro o pollo, rabo de mestiza, manchamante-les o alguno de los muchos moles. La comi-da, entre las 13:00 y las 14:00 horas, secomponía de sopas de arroz y fideo, puche-ro rebosante de nabos, coles, garbanzos yejotes. La cena se reducía a un mole de pe-cho y un lomo frito salvado del puchero”.

La sazón mestiza

Los chiles en nogada, considerado unode los platillos más selectos de la alta cocinamexicana por su estética y exquisitez, fue-ron cocinados por primera vez en Pueblapara agasajar al comandante de las tropasinsurgentes, Agustín de Iturbide, con la in-tención de celebrar su cumpleaños el 28 deagosto de 1821, tras su regreso de Córdoba,donde firmó el último tratado con Juan O’-Donojú, virrey de la Nueva España.

El platillo fue confeccionado por mon-jas de Puebla, quienes contagiadas por elfervor y el espíritu patrio que se vivía enesos días, prepararon un platillo que lucieralos mismos colores de la insignia nacional.

“Dentro de los conventos, donde la ex-perimentación culinaria se desarrolló conholgura, comer bien no era calificado comocontranatura y la literatura de recetas noenfrentaba censura alguna. Sin embargo,fuera del palacio y del convento, el hambrey analfabetismo alcanzaban a la mayoría dela población. La sociedad estaba dividida eninfinidad de castas y aún persistía la escla-vitud. Así, en el convento se inventaron, an-tes de que la historia patria los reivindicara,

el mole poblano y los chiles en nogada”, ex-plica Carlos Camberos, especialista en gas-tronomía mexicana y profesor del CentroUniversitario de Ciencias Económico Ad-ministrativas (CUCEA) de la Universidadde Guadalajara (UdeG).

Por otro lado, “la clase pobre se curabael hambre conformándose con frijoles, tor-tillas y chile, y en los días de buena suertecon el nenepile, la tripa gorda, el menudo yalgunas otras cosas como chocolate”, afir-ma Camberos.

“(El chocolate) fue el elemento culina-rio más universal, democrático y absolutoque aportó México al mundo. En la Coloniafue la bebida que representaba la unidad,era aceptada, engalanada y compartida portodas las castas y grupos sociales, la líneade continuidad histórica de lo indígena almestizaje criollo y a lo español; versátil quepreparada con agua, maíz y chile, consintióser mezclada con leche y llegó a ser cham-purrado. Con chocolate se hicieron bebidasy comidas, la más famosa es el mole pobla-no de guajolote”, abunda Salvador CastroMendoza, investigador del Instituto Nacio-nal de Estudios Históricos de las Revolucio-nes de México (INEHRM).

La COCINA MEXICANA con sabor insurgente

FOTO

ARTE: EL INFORMADOR • J. LÓPEZ

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E L S I S T EM A D E C A S TA S Y L A S FAM I L I A S P LU R I É T N I C A S

Las diferencias étnicashan permanecido y la desigualdad sigue vigente en esteaño de festejos

La estructura social durante el virrei-nato estuvo marcada por el sistema de cas-tas que determinaba la función de cada sec-tor y sus posibilidades de acensoeconómico y político.

El historiador y profesor de la Univer-sidad de Guadalajara (UdeG) Sergio Va-lerio Ulloa señala que en la Nueva Españaa los grupos sociales se les diferenciaba apartir de su origen étnico, “ése era el sis-tema para identificar a la población”.Agrega que con la construcción de la na-ción se avanzó en el terreno de los dere-chos ciudadanos.

“Todavía siguen existiendo las dife-rencias, lo cual es una cuestión heredadade la Colonia, donde los blancos eran los

que estaban en la cúspide de la pirámide”,destaca Ulloa.

Durante los 300 años que duró el virrei-nato, el desarrollo social estuvo marcadopor la apariencia física. Una de las heren-cias de la Independencia fue la generacióndel concepto ciudadanía.

El profesor de la Universidad de Gua-dalajara (UdeG) David Carvajal explica queel sistema de castas surgió con la Conquistay con el mestizaje.

Según estudios en la Nueva Españaexistían entre 80 y 100 denominaciones pa-ra las castas, pero algunos de los términosse refieren a la misma mezcla.

Las mezclas identificadas oscilan en-tre 14 y 18 como se muestra en la pintura decasta. Entre las clasificaciones destacan losmestizos (hijo de indígena y español), cas-tizo (hijo de mestizo y español), coyote (hijode mestizo e indígena) y mulato (hijo de es-pañol y africano).

En el libro México de mis amores, losautores Araceli Campos y Louis Cardai-llac señalan que “frente a esta gran varie-dad de castas, los españoles, en un afán ra-cionalista, pensaron que se podía poneralgún orden en este desorden, por lo me-

nos en la comprensión del fenómeno”. Seoptó por la clasificación y surgió otro con-cepto que era “la limpieza de sangre y delas prácticas discriminadas en relacióncon los marginados. En aplicación de eseprejuicio, en España era imprescindiblemostrar que tenía un árbol genealógico‘sin ninguna mancha’ para gozar de cier-tos beneficios y poder ir al Nuevo Mundo.De este modo, quedado establecido quetodos los que cruzaban el océano por prin-cipio era de ‘sangre limpia’”.

El sistema de castas permitió el con-trol de la sociedad e incluso en la legisla-ción de la Nueva España los mestizos noestaban contemplados. Con la intenciónde evitar el mestizaje se impusieron unaserie de prohibiciones.

David Carvajal afirma que en los archi-vos se observa cómo durante el virreinatose privilegió el fenotipo del conquistadorespañol. Entonces, la población total suma-ba cinco millones de habitantes, de los cua-les 75 mil eran españoles.

El segmento de la población españolarepresentaba una minoría y el más represen-tativo era el indígena, pero el acceso al podereran un privilegio de los peninsulares.

La DIVERSIDADcomo detonante del cambio social

IMÁGEN

ES: ESPECIAL

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El docente de la UdeG explica que el mestizaje con el tiem-po derivó en las llamadas familias pluriétnicas, donde unapareja procreaba a hijos que manifestaban fenotipos dis-tintos, es decir, que en una casa podían convivir un mestizo

y un mulato. Esa diversidad en una misma familia detonóel cambio social y el acceso de las castas a puestos de po-der. Había quienes incluso compraban títulos de blancura,aunque el color de la piel fuera diferente.

EL OTRO MOMENTO

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C E N T R O S D E A B A S T O P A R A L A C I U D A D

Los mercados, un punto de encuentro

Cuando las fuerzas insurgentes obtienen la independencia de la Corona española, la población continuó con su vida cotidiana

Los mercados en la época colonial co-menzaron como una estrategia de abastopara sus habitantes. Era un día muy espe-rado, ya que sólo se ponían una vez a la se-mana, sin embargo, ante la demanda y al pa-so del tiempo, en el siglo XIX estos espaciosse volvieron permanentes y se trasladarona lugares cerrados.

Antes de preparar el desayuno, las muje-res pasaban al mercado a surtirse de huevo,leche, carne, pan, queso, cereal, fruta y verdu-ras, alimentos con los que cocinarían la comi-da de la semana y para toda la familia.

La gente con mayores recursos econó-micos, y que tenía ganado en sus ranchos,no necesitaba acudir a los mercados, ya quela materia prima para la producción de al-gunos alimentos los tenían dentro delperímetro de su propiedad, explicaKarla Bordes, investigadora del

Centro Universitario de Ciencias Sociales yHumanidades (CUCSH) de la Universidadde Guadalajara (UdeG).

“La gente común se levantaba muytemprano por la mañana y acudía al merca-do para alcanzar a comprar la mejor mer-cancía, sobre todo cuando se trataba de car-ne; lo primero que se terminaba era la res,el cerdo y el pollo recién matado”.

Para el desayuno eran típicos los hue-vos rancheros acompañados de frijoles fri-tos, tortilla y un vaso con leche. Después elhombre de la casa se iba al trabajo, normal-mente a las rancherías y al campo, y no re-gresaba hasta el final de la tarde.

El suministro no sólo se refiere a losgranos y cereales, sino también a los en-seres domésticos y otros productos natu-rales, que eran necesarios para las

familias de entonces.

EL INFORMADOR • ARCHIVO

• A principios del siglo XX, la zona de la Calzada Independencia mostraba una imagen distinta a la actual, pero con la misma dinámica económica, con el Río San Juan de Dios y el Mercado Libertad.

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Un lugar donde todo sucede

“En el mercado se fomentaban las re-laciones sociales. Eran espacios que gene-raban unas ganas incomprendidas por es-tar ahí toda la mañana, sobre todo de laspersonas que vivían cerca, quienes iban yvenían con los niños”, explica la coordina-dora del diplomado México: Nuestras his-torias, que se imparte en el Sistema Univer-sidad Virtual (SUV) de la UdeG.

Como algunas mujeres eran empleadasen los locales de los mercados, las amigas asis-tían a ponerse al tanto de diversos temas, luegode haber concluido las labores del hogar: pre-parar el desayuno al marido, limpiar la casa ydejar a los niños con el tutor de enseñanza.

“Las mujeres de esa época encontra-ban en los mercados un lugar muy propi-cio para platicar con las amigas, era un lu-gar de reunión, que en muchos casos sedio de esta manera por las diferentes labo-res que desarrollaban en sus casas, por-que estando el marido no les quedabatiempo para ellas. Además, entre familiasse acomodaban los locales y la distribu-ción de la mercancía que se vendería eneste espacio. Surgían alianzas muy intere-santes y lazos de poder muy tradicionalis-tas que eran incorruptibles”.

Obviamente, uno de los temas que seplaticaba en los pasillos de los mercados erala insurgencia encabezada por el cura Mi-guel Hidalgo y Costilla, que en Jalisco en-contraría eco en la figura de José Antonio“El Amo” Torres, “pero era como un secretoa voces. Porque los sacerdotes descalifica-ban y desmentían a toda costa cualquier ru-mor de sublevación contra la Corona espa-ñola, pero en las calles era un tema dedominio público. Algunos creían, otros no”.

Una vez lograda la Independencia, en1821, la sociedad mexicana vivió un día nor-mal. Las mujeres fueron al mercado y loshombres a trabajar al campo, como lo hací-an cada mañana. La vida cotidiana, es decir,las historias de la cocina, de la escuela, dela calle, de las relaciones humanas, no se al-teraron y la gente no se vistió de gala al díasiguiente para celebrar el fin del dominioespañol, porque la población común estabamás preocupada de su acontecer diario, quede forjar una nación diferente.

“En la mañana cada quien se levantó ahacer su vida normal. La Independencia nofue igual para todos, porque no todo Méxicoestaba en armas, eran muchos, muchísimosquienes siguieron los ideales de justicia y li-bertad de Hidalgo, pero otros más se queda-ron en casa atendiendo a su familia”.

Pago de impuestos

A mediados del siglo XIX y ya con-formado el Estado de Jalisco, los locata-rios de los mercados fueron empadrona-dos con la intención de tener un mejorcontrol de los comerciantes y de los pro-ductos a vender.

En ese momento, se les comienza a co-brar diariamente la plaza, con el fin de ge-nerar ingresos, pero esto era solamente pa-ra los tianguis, porque en los mercados losespacios se vendían a los locatarios.

Como novedad para reglamentar lasventas en los mercados se introdujeron lasbásculas y medidas españolas, a lo que seacostumbraron rápidamente los ciudada-nos. También se ajustaron los días de mer-cado al calendario cristiano, fijándolos ca-da semana en lugar de cada 20 días, comolo marcaba el calendario prehispánico.

La académica afirma que durante losprimeros años se trató de seguir con los sis-temas tributarios establecidos por los me-xicas. “El tributo pagado por los indígenasa los encomenderos fue uno de los factoresmás importantes para el abastecimiento dela población española en la ciudad ya quese pagaba en especie con maíz, aves, hue-vos y frutas”.

Los productos de cambio en el merca-do se modificaron con la introducción de lasmonedas metálicas españolas que teníanun valor fijo con respecto a las monedas decacao, a la semilla quachtli, a pequeñasmantas de tela de algodón y a los cañonestransparentes de pluma de ánade rellenosde polvo de oro.

Los mercados indígenas que se ha-llaban fuera de la ciudad sólo podían ven-der tortillas, harina de maíz, tamales yfruta local. Se prohibió el comercio di-recto en los tianguis de las comunidadesindígenas, si éste afectaba el abasto a loscentros urbanos.

También era común que se vendieranproductos españoles y locales en el mismoespacio, como lechugas, coliflor, chícharos,verdolagas, aguacate y chiles.

La combinación de los alimentos de losdos mundos mejoró la dieta proporcionan-do una comida más variada y nutritiva. Du-rante los primeros años, los productos eu-ropeos como carne, frutas y verdurastenían precios muy elevados.

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• El Mercado Corona conserva la esencia como núcleo de comercio desde sus orígenes, aunque ha visto modificada su estructura.

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Angélica Peregrina,directora del centroINAH Jalisco, reflexionasobre el valor unificadorde los festejos

El Bicentenario del inicio de la guerrade Independencia de México dio pie a labúsqueda de textos que nos dieran idea decómo se ha conmemorado esta efeméridea lo largo del tiempo, toda vez que en lasFiestas Patrias, como se conoce popular-mente a la serie de actividades de carácterpúblico que se organizaban a fin de recor-dar a quienes participaron en la forja de lanación, se incluía por lo general a algúnorador, cuyo propósito principal era el deresaltar a los héroes.

Los aniversarios son ocasiones propi-cias para reflexionar apoyándose en nue-vas fuentes o volver a aquellas de primeramano que aún tienen algo que aportar a fin

de ampliar el conocimiento sobre procesoscomo el de la insurgencia. Con ese motivose examinó una serie de discursos de con-memoración de la Independencia, pronun-ciados en Guadalajara durante el periodode 1841 a 1876.

Los textos estudiados fueron prepara-dos ex profeso como piezas oratorias paracelebrar y recordar, para traer a la memoriala Independencia de México. Alocucionesdebidas a personajes de distintas profesio-nes o cargos en el Gobierno, a quienes se en-comendó la intervención en las solemnesceremonias que la ocasión ameritaba.

Los discursos eran parte de los festejosque se organizaban para recordar el naci-

miento del nuevo país, por ello la fiesta formaparte del aparato del Estado, puesto que sonlos grupos en el poder los que la organizancomo mecanismo unificador, creador deidentidades y también como instrumento di-dáctico, ya que daban a conocer los procesosque dieron paso a la nueva nación.

No se pierde de vista que el discurso deconmemoración era hasta cierto punto efí-mero, pero su importancia estriba en lainteracción social que se propiciaba. Eranmomentos en los que la monotonía era rotay con ello ciertamente se cumplía a manerade ejercicios de disipación que mantienensanos a los pueblos, sobre todo tratándosede fiestas nacionales.

conmemoraciónde la Independencia en los discursos del siglo XIX

LA PRIMERA CELEBRACIÓN DE LA GESTA INSURGENTE FUE EN 1831

La

• Imagen del desfile del Centenario de la Consumación de la Independencia el 27 de septiembre de 1921.

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BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIADe la Torre Villar, Ernesto y Moisés González Navarro y Stanley Ross:Historia documental de México, México, Universidad NacionalAutónoma de México, 1964, t. II, pp. 161-162.Fregoso Gennis, Carlos, Francisco Severo Maldonado, UNED, México1984.– El Despertador Americano, Universidad de Guadalajara, México2001.– La prensa insurgente en el Occidente mexicano (inicios del siglo XIX),Gobierno del Estado de Colima/Secretaría del Estado de Jalisco, Colima,México 2002.

Maldonado y Ocampo, Francisco Severo. El Despertador Americano.Imprenta de José Fructo Romero. Guadalajara, Jalisco, México, 1810.– El Despertador Americano. Ediciones del Gobierno del Estado deJalisco. México, 1959.– El Despertador Americano. Primer periódico insurgente. Facsimilar.Instituto Nacional de Antropología e Historia. México, 1964.– El Telégrafo de Guadalajara. Tomo I. Oficina don José Fructo Romero.Guadalajara, 1811.– El Telégrafo de Guadalajara. Tomo II. Oficina de don José FructoRomero, Guadalajara, 1812.– Nuevo Pacto Social. Imprenta de doña Petra Manjarres y don Mariano

Rodríguez. Guadalajara, México, 1821.– “Nuevo Pacto Social Propuesto a la Nación Española”, en El Fanal delImperio Mexicano, Tomo II. Imprenta del L.L. H.H. Morán. México,1822.– El Fanal del Imperio Mexicano. Miscelánea Política, Tomo I. Imprentade L.L. H.H. Morán. México, 1822.– El Fanal del Imperio Mexicano o Miscelánea Política. Tomo II.Imprenta de L.L. H.H. Morán. México, 1822.– Contrato de Asociación para la República de los Estados Unidos delAnáhuac. Imprenta de la viuda de D. José Fructo Romero. Guadalajara,México, 1823.

– Contrato de Asociación para la República de los Estados Unidos delAnáhuac. Colección: Año del Federalismo. Poderes de Jalisco. México,1973.– El Triunfo de la Especie Humana sobre los campos elisios delAnáhuac. Of. C. Ignacio Brambila. Guadalajara, 1830.Noriega, Alfonso, Francisco Severo Maldonado “El Precursor”, pp. 25-26.

El calendario cívico

El discurso para exaltar alguna efe-méride fue muy socorrido durante el sigloXIX, producto de una libertad de expre-sión que se dio a raíz de la consumación dela Independencia y de la necesidad de lasautoridades políticas de reafirmar un ca-lendario cívico.

El calendario oficial del recién naci-do país era congruente con los principiosconstitucionales, aun cuando se distin-guían las fiestas religiosas nacionales,como el Jueves y Viernes Santo, o el 12 dediciembre fiesta de la Virgen de Guadalu-pe, de las evidentemente cívicas: 16 deseptiembre y 4 de octubre –día de la Cons-titución de 1824–. Mas no sólo se celebra-ban fiestas fijas, se realizaban ceremo-nias públicas con motivo de losacontecimientos políticos más significa-tivos, como la promulgación de una nue-va constitución, la llegada al poder de unnuevo gobernante, o el fin de una guerracivil, ceremonias que culminaban conuna misa de acción de gracias con todo yel sermón exaltando los hechos.

El antecedente de la fiesta colectiva enMéxico era la conmemoración religiosa.Pero al lograrse la independencia, el festejopor la nación recoge formas y símbolos dela celebración religiosa, otorgándoles unnuevo sentido, así se definen otros actores,espacios, tiempos y símbolos.

Fueron Carlos María de Bustamante yfray Servando Teresa de Mier los propa-gandistas de las glorias del México antiguoy a la vez fundadores de una nueva mitolo-gía histórica, los creadores de un panteónde héroes, los iniciadores del nuevo cultocívico y los difusores de una retórica nacio-nalista destinada a perdurar. Más queMier, Bustamante fue un creador compul-sivo de mitos, héroes, ceremonias y símbo-los nacionalistas, inspirados en su patrio-tismo y en su indigenismo histórico.Recogió los viejos mitos criollos y logró in-corporarlos en el ritual cívico de la naciónrepublicana. De él y de Mier vino la pro-puesta, aprobada luego por el Congreso,de celebrar el 16 de septiembre como díade la Independencia Nacional.

Desde los años iniciales de la insur-gencia, Bustamante intuyó la necesidadde crear los símbolos, héroes y cultos delmovimiento revolucionario, y se asignó así mismo la misión de ser el primer surti-dor de imágenes nacionalistas. De talsuerte que a la lista de héroes de la luchaemancipadora que él ayudó a difundir, ta-les como Morelos e Hidalgo, agregó losnombres míticos de Quetzalcóatl, Mocte-zuma, Cuauhtémoc y muchos más, con loscuales compuso un panteón entreveradode héroes indígenas e insurgentes que for-

talecía su tesis acerca de la continuidadentre la nación indígena y la república.Bustamante fue también uno de los propa-gadores más eficaces de la inflamada re-tórica nacionalista que se volvió común enlos festejos patrióticos de la nación inde-pendiente: una retórica que olvidó expli-car el hecho que exaltaba para concentrar-se en la pura fuerza emocional de sudeclaración, en la intensidad evocativa desu mensaje y en el efecto sentimental queéste provocaba en los oyentes.

De tal manera, en los discursos querevisamos aparecen los héroes como Hidalgo o Morelos, pero también se alu-de directamente al pasado indígena, con-siderando al periodo virreinal como unaetapa que debe ser obviada y mirar sola-mente hacia el futuro, pero, eso sí, sinmenospreciar la importante aportaciónque significó la religión católica traídapor los españoles.

Esto se explica porque desde finalesdel periodo virreinal, en las postrimeríasdel siglo XVIII, la Virgen de Guadalupe fueel símbolo unificador más logrado de esasociedad tan desigualmente dividida; fuequien unió a católicos criollos e indígenasen un solo culto nacionalmente celebrado.A ese conjunto de valores y símbolos inte-gradores, los criollos de esa época le agre-garon la idea de que la Patria tenía un pasa-do remoto, un pasado que al ser asumidopor ellos dejó de ser sólo indio para conver-tirse en criollo y mexicano. De manera queal integrar a la noción de Patria la antigüe-dad remota, los criollos expropiaron a losindígenas su propio pasado e hicieron de él

un antecedente prestigioso de la patria crio-lla. Ésta disponía ahora de un pasado remo-to y noble, de un presente unificado por va-lores culturales y símbolos religiososcompartidos, y podía por tanto reclamar le-gítimamente el derecho de gobernar su fu-turo. Ningún otro grupo ni clase creó sím-bolos integradores dotados de esa fuerza,ni tuvo habilidad para introducirlos en elresto de la población.

Al consumarse la Independencia, el 27de septiembre de 1821, tiene lugar la entra-da triunfal del Ejército Trigarante en la ca-pital del país. Después de 10 años de guerra,la entrada de Iturbide en la Ciudad de Mé-xico vino a ser la primera celebración colec-tiva y una fiesta popular.

Los actores de la nueva ceremonia cí-vica son el héroe libertador, el Ejército Tri-garante y la nación independiente. Iturbidey su ejército ocupan los principales espa-cios de las ceremonias. Actos que muestranel entrelazamiento de tradiciones antiguascon concepciones políticas modernas, quedan pie a los proyectos para erigir estatuas,columnas, altares de la patria y otros monu-mentos dedicados a honrar la independen-cia y sus héroes.

En la consumación de la Independen-cia mexicana el manejo del tiempo y la fija-ción del calendario revolucionario son ac-tos imperativos: no admiten más fechas yconmemoraciones que las que dicta el mo-vimiento triunfador. Por esa razón, la fechade la consumación de la Independencia porIturbide es asumida como la definitoria delproceso insurgente y como el momento fun-dador de la nación. Los independentistas de

1821 proclamaron el 27 de septiembre el díadel nacimiento de la nación y borraron el 16de septiembre de 1810, así como las efemé-rides que los primeros insurgentes habíanproclamado.

Es importante recordar lo anterior,porque al caer Iturbide en desgracia, sevuelve a instituir el 16 de septiembre comola fecha oficial para conmemorar a la na-ción independiente.

La conmemoración de la Independen-cia era la fiesta que en el ámbito nacional te-nía más peso, pues se identificaba con unafecha fundacional, con el nacimiento deMéxico como nación. Ello condujo a consi-derar a los hombres que la encabezaron co-mo héroes, como padres de la nación, a losque debería recordarse. El suceso de la Independencia al recordarse año tras año,no sólo aludía al pasado, sino que marcabapautas de la identidad, en tal sentido tam-bién era un instrumento para formar ciuda-danos. Aún más, como a la vez se discutíantemas del presente, en cada discurso paraconmemorar la Independencia se reinter-pretaba el pasado, acomodándolo a los in-tereses del momento o del partido en el po-der y a partir de ello, se canalizaba la visióndel futuro, siendo en tal sentido tambiénuna herramienta política. De tal suerte, du-rante el siglo XIX la conmemoración de laIndependencia servía para discutir el rum-bo que el país estaba tomando.

Destaca de la conmemoración de la Independencia que fuera el discurso que seleía ese día lo más importante, antes que elasueto, el adorno, la misa, los bailes o losjuegos de pólvora. El discurso tenía el papelprincipal ya que daba cuenta de la historia,de la situación prevaleciente y de los pro-yectos nacionales.

Resalta también otra cuestión, la im-portancia de los discursos pronunciados enGuadalajara estriba en su carácter nacio-nal. El discurso de la Independencia ibamás allá de los regionalismos y podía inser-tarse sin duda en cualquier Estado del país.Esto es, hacer un discurso desde Guadala-jara para todos los habitantes, sin aludir aparticularidades regionales, tenía un afánunificador. No obstante, esta tónica de tra-tar lo nacional por sobre lo local lleva a su-brayar hechos acontecidos en la capital delpaís, siendo ésta el centro de la identidadmexicana. Por lo mismo, los discursos de laIndependencia se inclinan a referir dos he-chos fundamentales: el inicio y la consuma-ción, esto es El Grito de Dolores y la entradadel Ejército Trigarante a la Ciudad de Mé-xico; de manera que este par de hechos sonlos actores principales, a los que recurren-temente se aludía.

Para concluir, conviene preguntar-se ¿cómo se conmemorará el próximoBicentenario?

• Banquete en honor al general Porfirio Díaz en el patio del Palacio de Gobiernode Guadalajara, Jalisco.

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