Biblioteca Nacional del Ecuador Eugenio...

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo"

APUNTES BIOGRAFICOS DI~

D. JOSE JOAQUIN OLIEDO, POR

Q.UIT0:-1887 •. '

Imprcntn de Junn P. Snnz, por Jose ~I. Sauz.


DE

D. JOStE J10AQUI.N Of...,JJIEDO.,

D~n .José Joaquín ,Olmedo nació en :Guayaquil ,en 20 de ma.rzo do 1780; fué hijo legítimo ·del Ca.¡pitán Don Miguel Agustín Dlmedo, natural de Málaga y de Doña Ana Framcisca Maruri .Y _Salavanía, natural de Guayaquil.

( D<m Miguel Agustín ülmedo fué hijo legítimo · ,dé Don Agustín Olmedo y de Doña María Tro~

_yano, ambos vecinos de la misma ciudad de Málaga. Vino á Amédoa en 1757, y en Panamá sirvió el destino de Administrado.r ,de rentas . reales., .desde 17.5:9 hasta 17;62. Trasladase á Guayaquil .en 1764, .donde obtuvo varios empleos públicos~ :En 17 6 6 fué nombrado ·Corr~gidor y .Justicia mayor de Quito y después Alcalde ordinario. Murió :en Guayaquil en 27 .de agosto .de 1808. }

LEn 1789 vino á Quito Don José Joaquí.n Ol¡ ¡medo á estudiar en el colegio de San Fernando, .di~ ¡ei_gido J?Or s.abios .religiosos .de la orden de .Santúl


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Dnmíngo. Allí aprendió gmmática latina y cnstellana, haciéndose notable entre los dernas alum-11os por su talento y ftplicación.

Mcjía, uno de los más notables oradores de las Cortes de Cádiz, fué entonces alumno del mismo colegio; pero de mayor edad, pu'es nació en 1776. Espejo, literato do grande erudición, descuhrió el ingenio de ambos jóvenes y los cstimnla,ba al estu~ dio presentándoles con hermosos coloridos la belleza de las letras y las ciencias.

Olmedo no permaneció en el cofegio de San Fernando ::;in o hasta 1792; pues sus padres le hicieron rcgresat· á Guayaquil, por graves motivos de familia, y lo tuvieron á su lado ha&ta 179-1 en que lo enviaron á Lima á casa de Don José Silva, su pariente.

Olmedo estudió filosofía y matemáti'cas en el colegio de San Carlos con tal aprovechamiento, que le hicieron sostener un certamen 6 acto público en la Universidad de San Marcos, prefiriéndole á otros alumnos de grande capacidad. El acto fué aplaudido por los profesores y concurrend. tes y se le dió una cátedra de filosofía por cierto tiempo.

· ¡/v() Hacia el año de 1805 trabajó Olmedo, por encargo de sus condiscípulos los colegiales de San Carlos, un i)equeño discurf:lo en verso, dedicado al Virey del Perú, que debía preceder á la representación que hicieron los alumnos de aquel cole-gio de la tragedi1t de Qnintan(l¡ intitulada; El Dur¡·we· de Viseo. Esta composición, que no debe ser 1:1 primera de Olmedor manifiesta su t:tlento poético yn


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bastante desenvuelto á los veinticinco años d·e edad. En ella se propone manifestar ht influencia benéfica de los recreos modestos en el trabajo y cul~ tivo de las letras. Dice~;__ , ;;/"""'

Cual baja en hilos breves desde el ciclo el trasparente y plácido rocío á humedecer y fecundar el suelo, y á .su i.pfiujo benéfico los campos se visten\ de verdura; nacen flotes do q uicr y en ellas crecen las dulces esperanzas de mil frutos .con que los labradores se ·enriquecen: así uno, distracción gm ta y honesta, el ocio mismo y diversión 41node:süt .al tmba,jo cnnrdccc, el progreso en las ciencias fiworece, dá fuerzas al ingenio, nuevas alas al genio; y eri la aümosa senda de las letras es un ocio oportuno y delicioso, que al ánimo estudioso, en su ruda tarea, le solaza, le empeña y le recrea. Dió cual ley general naturaleza la ley de de.scansar : la madre tierra en su estación concibe prole hermosa, en su estación la cubre y .engalana, y .en la estación de repo.sar, reposa; y si continuamente se la .obliga á producir, se cansa y se fatiga.. Y nosotros, Señor, cumvlir quer,~mo.s


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l'a grata; obligación que nos impone· esa tan dulce ley; y la·s fa ti gas de nuestro noble y útil ejercicio, con noble y üt'ill 0cio alternaremos-. Ardua senda seguimos para ir al templo de la humana ciencia ; por nueska edad, por nuestra inéxperiencia, indulgencia graciosa merecemos.

En este mismo año, est'o· es, en 1805 recibió• <Olmedo el gTaclo de Doctor en· leyes, y . se le· d~ó la cátcdm de derecho civil; y cuando en 1808 se recibió de abogado, obtuvo la ~e Digesto en la. U ni vcrsida<l de San Marcos~-

r' En 18{)7 escri~ió la elegía á la muerte de Mla.~ 11ia Antonia de ll'orbón¡. magní~ba composición que· anunciaba al canÍ@ll de J~nním '/ Eh ella pinta coR energla y calor poético la ira del ciclo, y las cala.~midades que afligían á }~spañn,. entre las cuales· se contaba la muerte de aqpclla ilustre princesa¡. como el castigo de Dios i:t~ritado. Así dice:

Señor, Señor,. el pueblo qpe te adora Dajo el peso oprimido De tu,. cólera santa, gime y llora. Ya no hay. más resistir: la débil cafla; Que fácil v{t y se mece;. Cuando sus alas bate el manso viento; Se sacude, se quiebra, desparece Al recio· soplo de huracán , violento. Así tu ira1 Señor, bajo las fórm.as ID e asoladora. peste y hambre y· guerra1,

$e derramó por b,, infeliz España. ·


Y aquclila. que lleniÓ toda la. tferra: Con ha1:añas tan dignas Jo memoria, En sus d1~bilmJ hombt·os yn, no puede so~tener el 'cadávet' do su gloria. ' Y la que un tiempo Reina se decia De uno y otro emisfcri'O, Y vió besnr su planfa y pedir leyes A l'os pueblos humildes y á los Reyes, Llora cual! l:lna ese la va en cautiverio

'1'

~-------~-----------~-------~----------¿ ..:...------- .. -- .. ---.- ... _ ••• _ ..... ________ ._. ____ o .. ' ... ·.,·

SefJOr ens01tclcciste A su clamoi', y á sus ll'ol'os cegaste: Y los ojos tnrtHtste Llenos do iudigt\H<lÍÓn. 'l'embló la tierra i· '1'o<loH los elementos eruela. guerra ·Entre sí conci ta.rort ;: ltómpese el aire ert1 rnyos encendidos; Retumba en torno el' trueno estrepitoso;. El vient-o enfurecÍU<~ Silba; conturba el1 mar, y las escuadras Eü sú. arduo combatir, van y se chocanf Ciegas se mezclan, se ,destrozan· luego,',.,_ l' al fondo de la mar de sangre y fnego. · Como la piedra bajwn¡ desparecen. Todos, todos· perecen Uonfundidos' sh1 gloria y· sin venganza ;; Y tu ira solb htiunf<t.· Despues llamas· Al ángel db· la muerte, y le señalas· · ]Ja digna primogénita de Iberia .. El se alza y reverento1,


V e lada de temor su faz gloriosa Con las brillantes alas, 'l'e oye y ciñe la espada reluciente Del Egipto á los hijos ominosa, De su sangre aun teñida, Y vuela a obedecerte ____ . Hiere y cae la víctitwJ, inocente, Víctima, de expiación de tus pecados, España delincuente; Y herida cae por la misma espada Con que una infiel nación fué castigada; Que al Todopoderoso Es altamente odioso Quizá más que el infiel, un pueblo ingm.to.

Indignado Olmedo contra el Al~jandro de la. edad modernQ., escribió en 1808 la oda intitulada. El Arbol. La introducción es bellfsirna. ·{ El poeta. va á meditar á la sombra de un árbol venerabh~. y dice:

..... _ .. _ . De aquí mi musa Desplegando sus alas vagarosas l 1or el aire sutil tenderá el vuelo. Ya pual fugaz y bella mariposa Pot' la selva florida, Libre, inquieta, perdida, Irá en pós de un clavel 6 de una rosa; Y a cwtl paloma. blanca y lastirnem Irá á Chipre á buscar su compañera¡ Ya cual garza atrevida, rrraspasai-á los mares, V q·á todos los :reinos y lugat;cs ¡


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O cual {lguila audn•t, al7;nrá el vuelo J-Iasta el remoto y estrellado ciclo.

Esta composición no tiono, os verdad, el fue-go y entusiasmo del canto á .Junín; pero os notable_ por la onergín y profundidad do algunos pensantÍ~tioc r·.

tos; aunque tiene también otros vituperables, io;hQ.;:;· · t o (! !(} / ~-· .·• '

es "i,~-~;¡~;¿;-~!~·u, tie~dr;::~:,~st~~·::ano lF {;(' • Bañada con la sangre del tirano. \(':.

------=--/' ~> El asesinato es un crimen, y el crimen jam:\s se justifica .sea cu<tl f~¡-cre el Hn q ne se proponga. el asesino. La escuela de 13euto no ha dn,do ni podí:t dat• sino iuf.¡mws asesinos, mazzinianos, abominables sícrtrÍos. :'·

En marzo de 1809 vino Olmedo {t Quit,o, se incorporó en la Universidad de Santo Tomfl.s do Aquino asi como en la clase de abogado, y regresó á Guayaquil, en donde so dedicó particularmente al estudio do la, literatura; pues, como lo decía él mismo, nadtt apren·1ió sobre esta materia. en los

curs<_)s escolaro~=--~·~ · . =· - .. ·-··'·--

Don .T osé Silva., protector de Olmedo, fué nom~ brado individuo de la .Junta eentral do Sevilla y con esto motivo so propus0 llevarlo á España. nom~ hrándole su secretario. Sa.lieron de Guayaquil el mismo afio de 1809, mas en Méjico recibieron la noticia. de la instalación de las Cortes en Cádiz7

cesando por consiguiente a11nella Junta. y regresa~ ron ú Gua,yaquil en 1810.


NOTnbrado Diputado á las Cortes t)Ol~ ,esta pr0~ vincia, Olmedo s..c puso en camino inmediatamen~ te y lleg6 á Cádiz en setiembre, <l,espues de un pe,. noso viaje, de ocho me~cs.

Olmedo no sobresalicf por sws dotes oratorias pero tuvo pa.rte eh los actos y resoluciones más importantes de ít(j}uclht memorable asamblea,."'j

1 En la sesión ,de 12 de agosto de 1812 se levó el .dictamen de la .comisión d-o uJ.tramar acere~ de la. abolición de las mitas, propuesta por el Soño}' Castillo, diputado por Méjico, y Olmcdó pt·on~n~ ció un enérgico discurso contra. aqtl.lella antigua ins~ ti tución colonial. 1 Verdad es que 1.\ts mitas yn habían desnparcci.do en una gran pa.rtc .de America, co,., mo en Méjico y en la anJiigua preside~¡¡.cia, de Quito, etc. sustituyendo á los indios mitay.Qs los escltt...,. i:IGS traídos de A-frica, esto es, reemplazando una institución opresora, con otra talvez más inícua1

bárbara, cruel ycontrar-ia á la naturaleza, y dignidad del hombre ; pero no s.e había sanc·ionado una ley derogatoria de ~as disposiciones qu~ regían sobre el servicio 6 trabajo forzado de los Í»dios. Las Úort~s d.e Cá diz abolieron estas . mitas por UI).ani .. midad de votos y cq,si sin discusión. v La nueva constitución de la monarquía espaftola prevenía que, al ce¡rrarse las sesiones, s.e)1om .. brara tiQ.a diputación p(?rmanente para suplir la rcprcsentad6n nQ.cional cp el jntcrmedio de unas Cortes íÍ otras, y Olmedo fué uno de los indivi, duos nombrados para e;<ata diputación por la provincia de Gua.yaquil, y concurrió á da.r el célebre c}~yrcto dé Z d~ febrero de 1814, q.ue disponía no


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fuese reconocido Ji'emn.ndo VII, mientras no JUrase In constitución politica.

Mas este monarc1~ inmediatamente que regresó it I~spana, deelaró que su real iinimo era, no solamente no jurar aquella, constitución, sino declararla nullt y de ningún valor y ef<~cto, como lo declaró. Desde entoncc~ fueron persegniuos algunos ilustres diputados como Argüelles, Nícasío Gallegos, Quintana, Mufioz Torrero, etc." Olmedo huyó antes de que se hicieran las prisiones; pues tuvo de ello conocimiento anticipado y volvió á Guayaquil á . fines de 1816. v'

En O .de Octubre de 1820 estalló en este puerto la revolución contra el gobierno monárquico y el regimen colonia,l, y Olmedo fué uno de los que compusieron ln. ,Jurtta de Gobierno con ltoc~t y Jimena. V Afianzada ln independencia de Colombia por

la batalla de Pichincha de 24 de mayo de 18221

los pueblos del sur se incorporaron á la mieVIL

república por actos explícitos de su voluntad. Pero en Guayaquil hubo notable desacuerdo; pues, si ltt mayoría, e~tab1t por Colombia, otros deseaban. incorporarse al Perú, 6 formar un estado federal con el de Colombia. '/

San Martín, Protector del Perú, tuvo parte principal en esta división, como refiere 0' Leary; pues conociendo la grande importancia de aquel puerto, y Ja imposibiliJad de separarlo de Colombia pot· la fuerza., se valió de la intriga y de Rgentes 8e-

. cretos para. que trabajasen en ÜtVOl' del Per{t: J Olmedo no estuvo por lu. incorporación a Colom~ 1


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bia 8Íno porque su provincia. fo1'mn,se un .Estado confederado; pero fué mayor el número do los a:Ínigos de Colombia y firme In. resolución del Go~ him·no de no pemlitir que se desmenbrase el terr-itorio de ia República formado del antiguo vi~ reinato de Santa Fé. Así es que el Ministro de Estado, Don Pedro Gual, ordenó á BQlívar que empleara en Gua.ynquil medidas prudentes y amistosas) pero que debía tcncesc en cuenht que una pequeña fracción de la sociedad debe someterse ft In. mayoría; que siendo Tumbcz el limite que separaba. los antiguos vireina.tos de Sa.n,ta Fé y el Pet·ú, y estando dentro de él In, provincin de Gua~ yaquil, debla continuar haciendo pn.rtc de lft SGC

cióu territorial a que siempre á pertenecido, y que si el Gobierno de Gun.ya.quil cometiese a.lgun acto de hostilidad, ocupara sin dcmom toda la provincia. El mismo Bolivar estuvo dispuesto, y con razón, á no permitir la deHmcmbración de importan tes pueblos de ht ltepublica.

Marchó, pues, lloli var de Quito para Guaya~ quil sin pérdida de tiempo. Llegó á este puerto y b muchedumbre entusiasmn.da, se levantó á saludar al Héroe y á Colombia. El Serror Llana Procurador Síndico municipal, pronunció un dis· curso, en nombre del ayuntamiento, manifestando su adhesión á Colombia y haciendo alusiones desfavorables. y aun injuriosas á ht Junta. La contestación del Libertador contenía tambíen frases dcsrrgmdables contm esta corporación, estando presentes los individuos que In. componían, quienes se rdiraron avergonzados. l3olívar no hizo tampoq


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co demost.ración alguna de consi1leración ó aprecio á estos indi vid nos porq u o rw los conocía ni llevaban signo ó di vis~L del cargo que in vestían. 'l,ra~.

tó, pues, de reparar csttt omisión enviando á unode fsus edecanes para qu~ In¡¡nife8tltse .al P.residente e la Juntct su sen tmnen to por la, fa, Ita mvoluntari\ en que había, incurrido. El edecán le preguntó si daría esta explicación á todos los micnbros de la Jnnta, y Bolívar le contestó: "No, sólo ft Olmeclo, cuyo genio respeto y no su ewpleo ". - 1 Olmedo, herido profundamente por las acrimi

naciones que se hicieron á la Junta acusándola. de haber promovido una fatal división en la República, sE! fué al Pon\ y para ello escribió á Bolívar una carta, manifestándole las razones oue le oblign.ban á S'Jpararse temporalmente de su pa""tria.

(/,,o ''Es imposil>lc, le dice, que U. no haya. observado que mi situación es aqui difícil y violenta, ni á U. pueden escondérselo las causas. Esta observación justificará todos los pasos de mi conducta ¡:>olítica, especialmente habiéndome hallado- siempre en- medio del conflicto de opiniones y p<tsioncs a.jerias desde el principio de mi consulado hasht más allá de su término"

"Algunos me acusan de no haber tenido un voto pronunciado en ltt materia del día, sin atender á que hallándome á la cabeza de este pueblo, mi carácter público exigía una circunspección bien

·rara. que moderase el calor de los partidos interiorlnentc, é impidiese que las pretensiones extrañas sd precipitasen estando aun dudosa la· existencia política de la provincia."


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''Otros me acusan de no haber sosteniuo lo.9 derechos de este pueblo, y de haber 'l~endiJo la provin~ da: habiendo llegttdo á tn.l estremo el acaloramien~ to qun áun se han formado planes para ntrope~ Jlar esta casa que no es mia. y hacer un atentado.

· Otros, en fin, me acusan de no haber hecho pro~ testas y reclamaciones por los últimos sucesos: co~ mo si yo debiese preparar una desavenencia entre pueblos heJ'm!tnos, y encender el primero la tea ue la discordia"----------

"Yo tomo1 pues, el único partido que puedo:. seQ pararme de este pueblo mientras las cosas entran en su asiento y los ónimos recobran su posición natural. Solo la malignidad podrá decir que pre~ tendo evadir el juicio ue residencia, pues es notorio á todos, ttne nosotros mismos hemos provocado ese juicio, y que lo hemos dado en el auto de convocatoria una latitud mayor que la que dá la ley. Teniendo firmeza bastante para oír una sen~ tencia del Tribunal m{ts severo, no debo tener la debilidad de sujetarme á un Tribunal incompeten~ to por humano y benévolo que sea"------------

''Yo me separo, pues, atravesado de pesar, de mm ütmilia honrada que amo con la mayor ter~ nnm y que, quizás queda expuesta al odio y á la persecución por mi causa. Pero así lo exije mi honor. Además, para vivir necesito de reposo más, que del aire: mi patria no me necesita; yo no hago más que abandonarme á mi destino."

Luego que Olmedo llegó al Perú, fué nombra~ do Diputado al Congreso constituyente, por el de· 1)artamento de. Puno y firmó, por consiguiente, la


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~Jimera constitución política del· Estado. ·En junio, de 1828, expidió el Congreso pcrua

Jlo un decreto, invitando al General Bolívar para que, en atención á las críticas circunstancias en que se hallaha la llepúLlica, fueRe á consolidar su independencin, y nombró diputados á Olmeclo y á Don ,José Sanchez Carrión. V

En Quito recibió Bolíva.r á los comisionados del Per(t, particularmente {t 01 medo con una cordinlidad, dice 0' Leary, que honraba al que la dispcn.só como al que la recibió. Olmedo dirigió á Bolívar un breve, pero expresivo discurso, informándole á cerca del triste y lamentable estado del Perú, y de cuánta importancia era. que ellibcr. tador de Colombia fuese {¡, poner término á los azares do la guerra:·~ "1~1 CougreHo del Perú, dijo, ha querido fiar {t una diputación de su seno el honor de renovar {t V. E. sus sentimientos de consideración y gratitud, y de reiterarle, los ardientes deseos de que su presencia vaya á poner un fin pronto y glorioso a los males . de la guerra."

·•Los enemigos han ocupado la capital de la, República. La devastación precede y sigue por to .. das partes la marcha del engreído y sanguinario Canterac; las huellas de sus pasos quedan cubiertas de Rangro y cenizas. _ . _ ~ ~ _ ~ Pero pasada la, tempestad presente, parecerá má~ hermosa la libertad, sentada sobre sus ruinas."

"Enormes contribuciones, el saqueo de ricos almacenes, y de los santos templos, una ciega y rigurosa conspiración de la juventud peruana, han lihrado á la opulenta Lima de la suerte que han su-


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f-rido tantos pueblos inermes y pacíficós por donde han pasado los túrtaros del occidente-~------ ..... Los bravos de Colombia, que con las tropas aguerridas del Plata y Chile, burlando . los planes del enemigo, qucuan acampadas delante de las fortalezas del Callao: el refuerzo que se espera, con V. E., la numerosa división que nuevamente ha sa!ido de lai'i cm;tas chilenas : la expedición libertadom que felizmente desembarcó en Arica, compuesta de valientes peruanos, resueltos á vengar en los mismos campos de Toratú, la última injuria que allí les hizo la fortuna : Todos, Señor, son elementos que solo esperan un a voz que los. una, una. mano quo los dirija, un genio que los lleve á la victoria. Y todos los ojos, todos los votos se convierten naturalmente á V. E.. V. E. acaba. de quebrantar con brazo firme, la hidra de la revolución y nada pue~ de irnpedirle satisfacer unos votos de que pende la libertad de un gran Estado, la seguridad del Sur de Colombia y la corona del destino de América"

J Cumplida su comisión de una mn.ncra satisfu.ctoria., reg1·esó Olmedo al Perú {t dar cuenta de su encargo, y allí permaneció hasta febrero, de 182t11

en que regresó á Guayaquil. \Entusiasmado Olmedo, por el espléndido triun

fo que alcanzaron las huestes de Colombia en los campos do J unín y Ayacucho, compuso la bella y grandielocucnte oda intitulada "Canto a Bolivar, 6 La Yi~toria rle Junin.'J

OJmedo creyó que su composición poétiea inmord talizaría su nombre con el del héroe á quien cantó. Bi me llega, dijo {t l)olivar el momento de la z'nspira-


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ción y puedo llenar el magnf;jlco y atrevido plan que he concebido, lo8 dos, los dos lwmos de estar Juntos en lt6 inmm·talidad. Y en efecto los nombt·cs de Bolívar y · Olmedo han pasado {t la posteridad y perm:tnecc~ rán unidos, el uno con el esplendor ele In. gloria mi~ litar y el otro con los brillantes laureles dd poeta. ti

Las ocupaciones de Olmedo, no la fidta de inspiración, le obligaron á trabajar su canto con alguna. lentitud. "'"Vino J unín, escribía á Bolívar en "enero de 1825, y empecé ·mi capto. Digo mal; "empecé ft formar planes y jardines; pero nada a"dela.nté en un mes. Ocupacioncillas que sin ser 11dc importancia distraen; atencioncillas de subsis''tencia, cuidadillos dorn(lsticos, ruidillos de ciudad, "todo contribuyó á tener la Musa· estacionaria. Vi"no Ayacucho y desperté lanzando un trueno. Pero "yo mismo me aturdí con él y he avanzad0 poco."

En cuanto al plan, bello y magnífico, lo expone el poeta en los términos siguientes, en la carüt que escribió á Bolívar :

"Mi plan fué este. Abrir la escena con una idea ram y pindárica. La Musa arrebatada. con la. vic~ toria. de Junín emprende un vuelo rápido; en su vuelo divisa el campo de batalla, sigue á los combatientes, se mezcla entre ellos y con ellos triunfa. Esto lo dá ocasión para. describir l<L acción y la derrota del enemigo. Todos celebran su vi-::• toria que creían era. el sello de los destinos del Perú y do la América; pero en medio de la fiesta. una. voz terrible anuncia. la aparición de un Inca. en los cielos: este Inca es emperador, es sacerdote,· ~'l profeta, Este, al ver por primera vez los campos


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que fueron el teatro de los horl'ores y maldades de la conquista, no puede contenerse de hLmentar la, suerte de sus hijos y de su pueblo. Despues aplaude la. victoria de Junín, y anuncia que no e8 la i.'!ltima. Entra erltónces la predicción de la victoria de Ayncucho.

'Como el fin del poeta era cantar solo á Junín, y el canto quedaría defectuoso, manco, incompleto sin anunciar lrt segunda victot'ia, que fué la de~ cisiYa, se ha introducido el vaticinio del Inca lo más prolijo que ha sido posible para no defraudar la gloria de Ayacucho, y se han mentado los nombres del geneml I'}Ue mand:t y vence y de los jefes que se di.stinguen para dar ese homenaje á stt mérito y para darles desde Junin la esperanza de Ayacucho que debe servirles de nuevo aliento y ardor en la batttlla. Concluye el InC'a/ deseando qu0 no se restablezca el cetro del imperio, que pue~ de llevar el pueblo á la tiranía. Exhorta á lm unión, sin la cual no podrá prosperar la América; anuncia la felicidad que nos espera; predice q üc la Libertad fundará un trono entre nosotros y qüe esto influirá en la libertad de todos los pueblos de la, tierra; en fin, predice el triunfo de I~olf var. Pero la mayor gloria del héroe será unir y atar todos los pueblos de América con un lazo federal, tan estrecho que no hagan sino un solo pueblo, libre por sus instituciones, feliz por sus leyes y riqueza., respetado por su poder.

"Apenas concluye el Inca., todos los cielos a plauden: de improviso se oye una· armonía celes tial; es el coro de las vesta1cs del Sol, que rodea?


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nl Inca como ii su gt·an sacerdote. Ellas entonan 1

las alabanzas del Sol, piden por la prosperidad del imperio y por la H1tlud y glori1t del J_¡ibe.rtador. En fin describen el tl'iunfo quo predijo el Inca. Lima. abate sus mm·o:; para recibit· la pompa tdunfitl: el cano del triunfitdor va adornado de las musas y de las art:eH; In. marcha va precedida de los cautivos pueblos, todas las provincias de España representa~ dns por los jefes vencidos &r;

"Este plan, mi querido Señor, es grande y bello ( tiUnq u e sea mio). Y o me he tomado la libertad de hacer este análisis; porque temo que, á pesar u e la p~rspicacia de usted, usted no conociera toda la be .. lleza de ló. idea ofuscada. con In. muchedumbre de los versos, que es el principnl J.c1ccto uc mi canto. DiRp(ntHomc UHtod, pncH, porque yo, descontento do l1t cjecncÍ<)u, mo eontcnto con la bonuad del plan, y quisicm 1ijar las mientes de todos en este solo pnrn. evitar la infitmia de cualquier modo .

. "i Quiere usted saber hasta dónde van los n.rdides del amor propio? Pues sepa uste.J que en I,t desgracia de no lutber hecho unn. cosa buena, me consuelo con la idea de que yo podía hacer algo mejor.

''Deseo qno usted me escriba sobre esto con alguna extensión, diciéndome con franqueza todas las ideas que usted quisiera. que yo hubiese suprimido. Lo deseo y lo exijo de usted, porque en mi viaje pienso limar mucho este canto y . hacer en Londres una regular edición: y para entonces quisiera saber el parecer y juicio de usted." ·

Bolívar, que al espíritu marcial añadía el talen-


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io del oradot· y la. rica. imaginación del poeta., contestó á Olmedo haciéndole algunas observaciolles, relativns al ritmo y á la mismft composición"

· ''Ut:~ted ha. trazado un cuadro muy pequeño, le tlicc, pam colocar dentro un col0Ro que ocupa todo d ámbito y cubre con su Hombra. á los demás pcrsonrtjcs. El Inca Huaynrt-Capltc parece que es el asunto del poema: él es el genio, él b sabiduría., él es el héroe., en fin. Por otm parte, no parece pro~· l)io que alabe indirectamente á la. religión que le destruyó; y menos parece peopio aún, que no quiHiera el resta.blecimiento de su trono, para. dar preferencia á estra,njeros intrusos, que aunque vengadores de su sangre, siempre son descendientes de los que aniquilaron su imperio: este desprendiuliento no le pttsa á u.:,tcd nadie. La naturaleza debe presidir á todas las reg:Jas, y esto no está en la. naturaleza. También me permitirá usted que le ob:serve que este genio Inca, que debía ser más leve que el éter, pues que viene del cielo, se muestra. un poco hablador y embrollón!; lo q•w no le han perdonado los poetas al buen Enrique en su arenga á la. Iteina. Isabel : y ya usted sabe que Voltaíre tenia su:.'l títulos á h indulgencia, y sin embargo no escapo de la crítica.

''Lt introducción del canto es rimbombante: es el rayo de Júpiter que parte á la tierra, á atronar los Andes que deben snft·ir la sin igual fctzaña de Juiiírr: aquí de un precepto de Boileau, que alaba· lit modcsti:t con qne empieza Homero su divina Ilia..:: da: promete poco y da mucho. Los valles y la .sierra T>roclaniari á la tierra: el sonsonete no es lin-


-m-do : y los soldados proelnman al general, pues que' los valles y la. :-;ierm son los muy humildes servidores de la tit)t't'<t,"

Olmedo lü eontestó: " _ . _________ . __ ... _'rodas los cnpítnlos de-

JI\ carta dt} usted merece dan una séria con testa. eión; pero no puede s0r ahora. Sin· ernbargo, yn. que usted me dn. tanto con Homcio y con su Boileau, qne· quieren y mandan que los principios de

·los poemas ~ean modestos, le responderé que eso de reglas y pautas es para lo::; que escriben didacticamentc, ó para In. exposición del· argumento en

·un poema. épico; ¿Pero quién es el· osado que pretendtt encadenar el genio y dirigir los raptos de un poeta lírico 1 'J1oda la naturaleza, es suyn; ¿que hablo yo do naturaJey,a ?' Toda la esfera del bello·

· ideal eH ::;uya. El bollo desórden es el almn de la oda, como dio e su mismo Boileau · do usted. • Si el poetil. se· rcrnon ta1 dejar lo ; no·· se exijo de él sino· que no. caiga. Si se sostiene, llenó su papel, y log críticos más severos se quedan atónitos con tanta bo~ ca abierta, y se les cae la pluma. de ]a;· mano, Por otra parte, confieso que si cae de su altüm, es más ignominiosa. la caida., asr como es vergonzosisima la

· derrota de un·baladrón; El exabrupto de la~> odas' de Píndaro, al empezar, es lo nu1s admirable de su: canto. La imitación de estos exabruptos es lo (1ue· muchas veces pindarizabct á Iloracio.

'(Quería: usted tarnbion que yo buscase un modelo en el cantor de Enrique. ¿Qué tiene Enrique con usted? Aquel triunfó de una facción, y usted ha libertado naciones. Bien conozco que las últimas ac·~


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ciones merecían una epopeya; pero yo no soy mnjer de esas; y aunque lo fuera, ya me guardaría de tmtat• un asunto en que la menor exornación pasaría por una infidelidad ó lisonja, la menor ficción por una mentira rnal frovata, y al menor ext¡•avio me aq'lrgonzarían con la gaceta. Por esbt ra~ón, esas obras si han de tener algo de admirable, es preciso que su acción, su héroe y su escena estén siquiera. á mediacenturíade distancia. ¡Quién sabe si mi humilde canto de J unín despierte en algun tiempo la fantasía de algun nieto mio!:'-----

llolívar concluye su carta ó juicio crítico de la manera más satisütctüt·io al cantor de J unin: "Confieso á usted humildemente, le dice: que, la versificación de su poema me parece sublime: un genio lo nrrebat6 á usted á los cielos. Usted conserva en la mayor parte del canto un.calor vivificante y contínuo: algunas de las inspiraoiones son originales; los pensamientos nobles y hermosos : el ra.yo que el héroe de usted presta á Sucre es superior {t la cesión de las armas que hizo Aquiles á Pntroclo. · La es- . trof¡t 130 es bel1Isima: oigo rodar los torbellinos y veo arder los ejes : aquello es griego, es homérico. En la presentación de Bolivar en Junin1 se vé aunque de perfil, el momento ántes de acometerse Turno y Enéas. La parte que usted da á Su~ .ere es guerrera y grande. Y cuando habla de Lamar, me acuerdo de Homero cantando a su amigo Mentor: aunque los caractércs son diferentes, el ca-,so es semejante ¡ y por otra parte, i no será Lama,r · un Mentor guerrero 1

"Permitame usted, querido amigo, le pregunte:


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i de dónde stcó usted tanto estt·o para mantener un canto tan bién sostenido desde sti. principio hasta el fin ? El término de la. bata.lllt d{t la victoria, y usted la h¡t ganado porque ha íinalizauo su poema con dulces versos, n,l tas ideas y pensamientos filosóficos. Su vuelta de usted al campo es pindárica, y i1 mi me ha gu8t1tdo tanto, que la Ua.marla divina.

"Siga u:-~ted, mi querido poeta, la hermosa carrera que le han abier·to las Musas con la traducciqn de Pope y el Canto á Bolívar.

"Pet·dón, perdón, amigo; la .culpa es de usted q\le me metió á poeta".

No han faltado literatos que censurasen la aparición delln.e;t diciendo que parece una fantasmagoría~ sin efitreeha conexión con elasunt<;>, mas bien que una mcíquhut ndeeuudn ¡Hu•:t realzar las bellezas de la eotl1-JHlHioion y dar unidad al poem:t. Pero el distinguido poeta y eminente literato Don Andrés Bello, creía, por el contrario, que aquella aparición es uiw de los más felices arbitrios de que se valió Olmedo para enlazar los dos grandes acontecimientos que afianzaron la indepcndencía del Perú, á saber, los ei>pléndidos y decisivos triunfos en los campos .de J unín y Ayacucho.~Dice así:

"El medio de que se valió el Señor Olmedo par¡t Vencer estas dificultades (dar unidad .á esos dos acontecimientos), es ingenioso. 'rodo pas~ en Jupíp, todo está enlazado con esta pri1pera fun~ión, ~Q,d,o·,· ., .

.Jot·ma en realidad parte de elltt. Mediante)~,~fpi{;; ·i'J. 1.c:

rición y prof~cía ~el Inca Hua~nacapac, +Yj;_~~~c~g-- , HC kasporta a Junm,.y las dos JOrn•{ldas .s1rf'~S~t.'~9~·;)\~\

\:· ~;; _''< ':~,;:·~~.:· _ _,,~;.<


nan en una. Este plan· se· trar.ó á nuestro parecer con mucho juicio y tino. Ln. batalLt de .J unín soh, como hemos observado, no cm la libertad del Pert'1. La batalla do Ayacncho la asegur(,, pero en ella. no· mandó personalmente el general Bolívar. Ninguna de las dos por sí sóla. proporcionaba presentar dignamente llt figura del heroc; en Jimín no le hubiéramos visto todo;. en Ayacucho le hubiéramos visto á demasiada distancia. Era,. pues, indispensable acercar estos dos puntos é identificarlos, y el poeta ha sabido sacar de esta necesidad J.nisma, grandes belleza~, pues la parte más explendida y aninutda de su canto es indud:1blemonte la aparición del Inca".

Y con respecto á toda la composición dice : "El estilo es elegante, animado y manifiesta una

grande familiaridad con el lenguaje castellano poético. El colorido es tan brillante como la versifiasión mmoniosa; y reÜ1a en toda la obra una variedad· que la naturaleza del asunto apenas permitió esperar, alternando con las escenas horribles de In guerra cuadros risueños y blandos, en que se hace un uso oportunísimo de la localidad y de las trudi~ ciones peruanas __ • _ .. _ •... _ . _ :" Entusiasmo sostenido, variedady hermusura de cuadros, dicción {~astigada más que ninguna de cuantas poesías americanas conocemos, armonía perpetua, diestras imitaciones en que se descubre una memoria enrique· cida con la lectura de los autores latinos y partí-

. cuhtrmente de Horacio, sentencias esparcidas con economía y dignas de un ciudadano que ha servido con honor á la libertad ánh:s de cantarla, tales


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mri las dotes que en nuestro concepto élevan el 'Canto á Bolivar" nl pr·imcr lugnr· entre todas las obras poética inspiradas por .las glorias del Libertador."

Rasgos 'bellísimos hay, .ciin duda, on la. aparición del ·lnca y en ol cántico de las V es tales¡ pero Hunina·-·Cn pac no podía ni debía celebrar la victorin. de lJonin:; pues no se trataba de restablecer el imperio de los incas ·ni de vengar á la raza. conquistadit, ni rehabilitarla mejorando su condición

1polftica y social. La guerra de la. independcncÍtL fué umt guerra civil con el objeto, no de indepen·dizar á los indios poniendo en sus manos el poder supremo, sinó de e manci par de la mr,dre patria las colonias que .hn.hfan llegado al .estado de regirse y ¡.!;Ob(WIIIU'HO por HÍ mismas.

V'm·dad OH que dumnte la guerra de la independmiCilt y algún tiempo despues, muchos españoles americanos hablaban y escribían como lo hubicrán hecho los hijos de Atahualpa 6 Montezuma. Se titulaban vengadores de la sangre derramada en ht conquista, sientio ellos descendientes de los conquistadores, y parecí~t que luchaban por restablecer el imperio do los lnca:s aniquilado ya para siempre.

lEste u:b:mrdo lenguaje lo empleó Olmedo y con grande injusticia ; pues pone en boca del Inca estas palabms : " Guerra al usurpador! ¿ Qué le debemos? Luces, C•1stumbres, religión ó leyes?" Na.die puede disputar á España In gloria do haber civilizado un mundo: luces, costumbres, religión y le~ yes, todo le rlebe América. Apenas puede uiscu·t .rarse á Olmedo diciendo que pagó un ,tributo u la


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frenética exaltación de los partidos políticos do aquel tiempo. ·

Por lo demás¡ el canto á Junín es una de las mas bellas y grandiosas composiciones de la. poesía. castellana. Familiarizado Olmedo con la lectura. de los clásicos de la antigüedad, Homero y Virgid lio, P!ndaro y Horacio, no pocas voces los imita. ó toma alguno de sus pensamientos ; pero los tras:. forma y reviste de cierto aire de novedad y grandeza. Asi tomó de Horacio el principio de la oda v, lib. III á Régulo. ·

Coelo tonamtem eredz'dtmu8 Jovem &

y comienza el canto á Junin :

El trueno horrendo que en fragor revienta.

Tampoco faltan pr,ofundos y morales pensamientos expresados con magnífica. pompa, éomo el siguiente.

Las soberbias pirámides que al ciel() El arte huma.no osado levantab.1. Para hablar á los siglos y naciones ; Templos, do esclavas manos Deificaban eu pompa á sus tiranos, Ludibrio son del tiempor qne con su ala Débil las toca, y las derriba al suelo,. Después que en fácil juego el fugaz vient() Borró sus mentirosas inscripciones ¡ Y bajo los escombros confunditlo Entre la sombra. del eterno olvido, ¡Oh de ambición y de miseria ejemplo !1

El sacerdote yace, el Dios y el templo,,.


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Noble y patriótico es el pensamiento ó deseo· d,' que los pueblos do América vivan unidos y sen1 fuertes en la unión y In concordia:

"Sení pct·pétua 6 PuEnr.Gs, esta gloria, Y vuestr1t libertad incontrastable Contra. el poder y liga detestable De todos" los tiranos conjurados, Si en lazo federal de polo á pol.J En la guerra y la paz vivis unidos. Vuestra fuerza es la unión. Unión ó pueblos, J>ara. ser libres y jamás vencidos. I~f:lta unión, este lazo poderoso L1t g-ran cadena de los Andes sea., Que en fortisimo enlace se dilatan ])el nno al otro mar: las tempestades I>ol delo ardiendo en fuego se arrebatan; JtJtou pe iones volc{micas arrasan Campos, pueblos, vastísimas regiones, Y amenazan horrendas convulsiones l~l globo destrozar desdo el profundo : Ellos empero firmes y serenos V en el estrago. funeral del mundo

Bellísimo es el fin del canto, pues concluyé con el mismo fuego y entusiaBmo con que pdncipi?:

Mas t cuál audacia te elevó á los cielos, Humilde Musa mía? ¡Oh! no reveles A los seres mortales Ji~n débil canto arcanos celestiales. y ciñan otros la apolfne'a' rama Y siéntense á la mesa de los dioses~


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y los arrulle- la parlera fama Que es gloria y tormento de la vida. Y o vol veré á mi flauta conocida Libre vagando por el bosque umbrío De naranjos y . opacos tamarindos, O entre el rosal pint,tdo y oloroso Que r;:.u.tiza la márgen de mi río, O entre risueños campos do en pomposo Trono piramidal y alta corona La piña, ostenta el cetro de Pomona.

v Y me diré feliz, si mereciere, Al colga.r esta lim, en que he cantado En tono menos dino La gloritt y el destino Del venturoso PUEBLo .AllmmcANO ¡ Yo me diré feliz, si mereciere Por premio á mi osadía U na mirada tierna de las Gracias, Y el aprecio y amor de mis hermanos, Una sonrisa de la PATRIA mía, Y el odio y el furor de los tiranos.

\) En 15 de enero de 1825 dió un decreto el congreso del Perú concediendo á Olmedo los dea rechos de peruano de nacimiento y después fue nombrado Agente diplomático, en union de don Diego Paredes, en las cortes de Iglaterra, Francia, Roma y España. Con tal motivo Olmedo salió de Guayaquil á Europa en agosto del mismo ailo, do donde regresó al Ecuador en 1828. Vino por el cabo. de H Jrnos y cuando arribó á Val pn.raiso recibió en este puerto la -funesta no ti-


,.

cia de haber fallecido sn cspo~a, Doña Rosa Icaza ; noticia que le llenó de amarga tribulación. Así escribió á Ht~ nmigo, el emÍ11ento literato Don Andrcs Bello :""" Mi mwcgación ha sido larga., de" sagrndahlc y peligrosa: el término ha sido cruel. "El placer do pisar esta tierra de mis deseos se " hn. couvcrtido en el pesar más amargo de mi " vida. Se por sorpresa que he perdido la pren" da más querida de mi corazón, la que estaba "destinada á fer el comuelo de mi Yejez; el ú" nico placer de mi vidn. y la única distracción "en los males y deFn::;tres que amargan á mi pa" tria. Yo soy el hombre mas insensib~ del m un-" do cuando no me muero de dolor". · J Mas cnn.ndo Olmedo arribó {¡Guayaquil so con

virtió on vivíHirilo placer su extremando dolor pués <~ueon(ró {t HU dposa buena y sana. Esta apre<liublc sonora le sobrevivió á ·Olmedo veinte aflos, porque murió en 1866. ·

Disuelta. la gran Repítblica de Colombia y fundada la del Ecuador por el general Flores en 1830, Olmedo concurrió á, la convención ó Asalflb1ca constituyente reunida en el mismo afio en Riobainba, y fué uno de los individuos que formaron el pro- 1 yccto de la primera constitución política del Estado. ~

Desengañado Olmedo de la instabilidad de los gobiernos americanos, combatidospor la demago~ gia turbulenta y desenfrenada, creía como Bolívar¡ que la América es ingobernable. Asi es que· ha~ l>iéndose propuesto por el Doctor Don José Fer .. nandez Salvador, Diputado por Quito, con apoyo del N;lesiastico Ramircs Fita, ·que se redujera· {l;


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(}os ó. tres años el período constitucional en que debían hacerse las elecciones de jefe d<Jl Estado y demás empleado3 publicas; Olmedo convino en que este período no fuerade seis años, cvmo estttLa en el proyecto; pero que no fuese menos de cuatro. Y esto lo hacemos, dijo, por condescender con el deseo de muchos, no porque un período corto pudior<t enfrenar las revoluciones ni contener los arran-ques de la ambición impaciente. .

Los mismos Diputados pidieron se declarase en la constitución de la República ,que la soberanía re

. side esencialmente en la Nación, y Olmedo se opu

. ~;~o á ello, ma,nifestando que esta declaración era inútil y se omitió en efecto. ~Olmedo fué electo Vicepresidente de la Repúbli

ctt; aceptó este cargo, pero lo renunció poco tiempo despues por circunstancias personales y principalmente por la dificultad de trasladar su domicilio· á ·Quito durante los cuatro años del período constitucional.

En 1832 fué nombrado Gobernador de la provin. cia del Guáyas; más como le tratase García dellUo,

Ministro de Hacienda, sin los miramientos y consideraciones que se le debían, renunció el destino

· en términos tan enérgicos que fué aplaudido y ce~ lebrada por "El Quiteño Libre," periódico de opo

. sición de aquel tiempo. Sin embargo, el Gobierno, que conocía y apre~

· ciaba el patriotísmo de Olmedo, le nombró en abril · del mismo año,· Comisionado para que, en juhta de

los señores Doctor Don J oaq u in Nicolás de · ,Arteta y Don José Félix Valdi vieso, tl;atase con


·-2!)-

los señores M. Rcstrepo y el Ilmo. Serror. Obispo, de Santa Marta, Uomisionuuos dci Gobierno de Nueva Granndft, sobre los puntos relativos á límites de ambas rep(¡blicas y á la incorporación del Cauca al nuevo Estado del Ecuador¡ negociación que no surtió efecto y se declaró rota por la. comisión ecuatoriana ..

En 1833 estalló en el Ecuador una revolución general contra el Gobierno d'el General Flores, revolución que terrninó con el sangriento combate de Miñarica. Olmedo, amigo del general Flores, templó la lira de J unin y cantó al vencedor en versos dignos de mejor asunto.

},¡a Oda al General Flores vencedor en Miñaríca, e::;, en efecto, magnífic~, elevada, llena de inspiración y en nado, inferior al Canto á ,Junín. \l

Ymihmdo el simil con que Horacio comienza la oda IV, lib. v, en elogio de Druso, principia el poet~:~.:

Cual águila inexperta que impelida Del regío instinto de ~u estirpe clara, Emprendo el precoz vuelo En. atrevido ensayo, Y elevándose ufana, envanecida Sobre la nube que atormenta el rayo, N o en en el peligro de su ardor repara, Y á su. ambicioso anhelo Estrecha viene la mitad d~l cielo.

. : Ma; de improviso, dl'lslu'mbrada, ciega. Sin. saber d.onde vá, pierde el aliento Y {t ht merced del viento


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Ya su destino y su salnd entrega: O por su solo peso descendiendo Se encuentra por acaso En medio de su selva conocida, Y allí la luz huyendo, se guarece, Y de fatiga y de pavor vencida, Itemmciando al imperio desfallece.

Así mi musa un dia Sintió 1~ tierra huir bajo su planta, Y os6 escalar los cielos no teniendo Mas genio que amor patrio y osadía. En la región eterea se declare Grande sacerdotisa de los Incas; Abre el templo del Sol : flores .Y ofrendas Esparce sobre el ara: Ciiie la estola espléndida y la tiara ¡ Inquieta, atormentada De un Dios que dentro el pécho no le cabe; Profiere en .alta voz lo: que no sabe, Por ciega in~piraci6n. Tiemblan los reyes Escuchando d oráculo tremendo : Revelaciones, leyes Dicta al pueblo: describe las batallas; De la patria predice la victoria, Y la aplaude en seráficos cantares: De los Incas deifica la memoria., Y á sus manes sagrados Si tumba les faltó, levantó altares.

Mas cuando ya su triunfo absorta canta1

Atras la vista torna, Mide el abísmo que salvó,y se espanta, Tiembla, deja caer la. refulgente


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Sacra diadema que sus cienes orna1

Y flaco el ¡)echo, el {tnimo doliente Cual si volviora, de un delirio siente, Y de la. santtt agitación rendida, Quedó en lento deliquio adormecida.

Mclowlo:r. VnJdez irnitó, en su preciosa oda Lu ,r¡lorü' do la8 artes, el mismo simil y dijo:

Yn el úguila caudal suelto le mira I)nrtit· su seflorío ·

. Cuando en los aires se remonta y gira &c. Olmedo aplicánJolo á un objeto distinto, le

lHt da.do mayo1~ extensión, es verdad, pero tambien mn.yor belleza

El. sangriento combate de Miñarica, esta pintatlo con vivos coloridos1 y tan terrible escena le llomt do terror y espanto \1

.... _. ____ Los comhatientes, Con firme paso y exultantes frentes, Se acometen, se mezclan ...... De una parte El número y el 1mpetu ______ Oc la otra Arte, valor, serenidad : dó quiera .Furor y sangre .... y á las armas sangre Aún más inii.tme que el orín empaña ¡ Y los })endones patrios encontrados Rotos y en sangre flotan empapados. (Mstados yelmos, miembros palpitantes }~rizan la. campaña ... __ ~ Y los troncos humanos So revuelcan, amenazan : ]1; impotentes de herir, siqu¡era insultan Mientras los restos de vital aliento


......:32-

Entre sús labios macilentos vagail. "Los antiguos amigos, lol'l hermanos

Se encuen'tran,se cónocen~~~:-Y se·abrazan ____ , Con el abrazo de furente z'aña." ·

Ni tl'egua ni piedad __ :._¿ Quién me 'retira De e~ta escen:t de horror?_ ___ Rómpe ttf lira Doliente ~usa mül; y antes ,ueja Por siempe sepultada en noche oscura Tanta guerra civil'; Oh! tú no seas. Quien. á la edad futura · Quiera en durable .verso revelarla:

. Que si mengua 6 escándaio resulta Honra rnas la verdad quien mas la oculta,"''

El poet;:t . teonina el canto con este magnífi-~o. pen.sa,mien to. ~-. .

Rey de los Andes, la· ardua frente. inclina, Que pasa el vencedor. A nuestras playas Didge el paso victorioso, en tanto Que el himno sacro la amistad entona7

Y fausta la victoria le destina Triunfal~s. p.ompas. en su caro Guayas? Y .en este canto,:espléndida coro.na~ '.'

J Olmedo había guardado 'silencio diez años sin que dispertara la M'usa de' unín,: A pesar de los grandes y notables. acontecimie~tosq¡;¡e 'después sqbre· viniero~, y de ·que Bello, Mora y Pardo le dirigieron preciosas composiciones poéticas invitándole á pulsar la lira de J un1n. El estrheíidü" de las armas en lo~ eampoo. de Míüaric_a de·spet·tó la Musá del poéta'yleinspir?,este ~~évo·canto de victoria· co. 1no lo dijo· él mismo :\1 ·• ·


·, .......... _ ........... _ •• ~ __ ... _Veloces vientos, AnunCiatl {t l1tH gentes Un nue\'o ennto de ·vietoria. Dádme l..~aurel y ¡mlnms· y' alltA esplendentes ; Volvedme ol ostro f!ltnto, (~uo yu ou el seno sim~to horvir el canto.

AHí OM <lile en 27 de marzo del mismo afio de HWG, esto es, á los dos meses de la batalla de Mi.; rutriclt, escribió al general Flores: ••••• , • , • , •• , ••• Voy á dar á [usted una noticia singu- . lnr nunque de poca importancia. Qué será·? Se lo di- . ró? ........ No lo digo; que me da vergüenza .... Pero. lucra encojimientos; pues sepa usted que la victoria de Miñarica lui despertado la musa de J uní o •••••••• En el pr6"imo ooneo lw.blaró con extensión sobre este mal pennnmiento y daró ouonta do lo que se haya avan~ar;lo. Aho-1'1\ t.mulró como cincuenta versos solamente. Y adios •.

l~n 1? de abril escribió al mismo General : Después de diez años de sueño me despertó la victo

J'Ía de Miñarica, lo que me sorprendió en términos que mo creía poéta, 6 versificador ~orla primera vez. Olvi- , lindo estaba ya de la impresión de semejantes ajitaciones, y me encontraba en una región n·ueva y estraña. EmJ•iczo y como el principio solo es ya la mitad de una · ohra 6 de un camino, contaba con que mi composición . aunque no saliese buena, sería concluida á lo menos;

~~~~ principio (haulando con modestia poética) me parooió regular, y mejor diré· •• • • • • •• bueno, aunque CO·

noo( que me llevaba muy lejos. · La fiebre duró algunos ' clloH; y en un momento dé escandecencia no pude' guard"r mi secreto .. (porque los secretos se guardan mal en la.·· mnhl'inguez) al amigo Rocafuerte. Este se enardeció, se vohttilizó. con la noticia inesperada de haber despertado '


-34-;"

la. musa. ·de, Junín. Y yo participando_ de .. su .e.ntusiasma le ponderó mi exordio quiz~á m;l.s de. lo q,ue: -dQbía~--N 0::1

sxparamos: al, otro día. se m~ a.par~ció muy de, mañana, diciéndome, que no. había podido_ dormir toda la noche pensando en la oda de Miñarica, y que venía á leer pre. cisamente lo poco 6 mucho que hubiese adelantado.--Le. y6, Y vea usted lo que es el orgullo ó vanidad de los pc;»eta.s; me ccinfl}saré Qon usted ya. que estamos en cua. resma, y ya que no. me avengo con lÓs padres para esta diligencia; me confesaré con UJ., digo, siguiendo el consejo del Apóstol, á los fieles "confesaos el uno al 'otro recí~ procamente '': . ....,.Leyó y conocí que no. había. recibido la impresión que esperaba. Habló. poco, discutió algo; disputamos, y el rl'sultado fué que el génio quedó como la cumbre del Chimborázo, nevado.--Volví á adúrmecerme por m'uchos días. De repente y entre sueños encontré la lira abandonada, y resolví seguir mi canto, considerando que si' la lira no estaba templada por marios de la gloria, lo estaría al menos por las de la amistad._; y a es~ táp. escritos más de. ochenta. versos, y,. pienso llegar al término aunque sea con muletas, si me faltan ·las' alas.

Ultimamente· en 8 del mismo mes· volvió á es-. cribir al vencedor en Miñarica. :

' '

e •••••••••• Siguiendo ahora la .. conversaci6n que dejé pén. diente en mi anterior, sobre la inesperada inspiración, di, ré, con gusto que desd~ entónces n~ he aya~zado nada. nada. Me han .. asaltadQ. en estos días tantas ocupacíon. cillas iqevitables. que no .solp .me. han q.uita,qo ·el. ti.empo prec.isq y preciq.ao; ·sino que· me han in.dispuesto el hu., mor poético,' ré~friado ei. entu~iasmq y las musas f~stidi_adas se han, retraid o quizás, á ' bu.acar prad,o!'l risu~ñq.a, coros, armoniosos y cora?()!leS de all)antes. f~:vorecido.s.Lp. peor de todo estp . será. que cuando pueda continuar nQ. ll)e sea f&cil cojer el hil~. Este fu~. .un hilo .. roto


,.

uunndo ·soploba el viento, y á duras penas. podré ·tomar lo~ cabos sueltos y flotantes por esos aires de Dios . • . • • • • ;Cuando yo orrt nifio <lomponía con una facilidad ex. ll'llll'W, yn por 1¡1111 luniiiez es una ostaci6n mágica, ya por, c¡uu no orurn·owHn cornposioiones sél'ias y elevadas,. ya en liu porqtw, oonooÍ11ndo ménos el arte,·me aterraba ménos •11 u~po<lli'O de.• la perfección. Después avanzando más •m 1HI11d y un poco más en el arte, he tenido siempre la des¡t,ruoin do 110 componer en la situación que me convelda. Nuomlito de tan tos accident~s que no es fácil reunirlcm ; y por esto comporigo· rarfsiriJas' veces. Necesito es• t.m· pol'fectamente libre de. toda clase de ocupaci6n ; ne<WHÍio de un lugar cómodo, agradable, con vista á los <HIInpos, á los ríos, á los montes; necesito de amigos 9ue rno cl'itíquon, de jueces que· me aplaudan, y aun de porÍÍI\rlos que disputen soLre cada palabra, frase 6 pensa;.. rniouto; pol'<¡uo hu ohserva~o que hrdisputa me dispiet~t_a 111111'1 lmc idouH, y me calienta. n_lás que el vino.-Necesito; t1HI11·o torio, do otms cosas, de que hablaremos en alguná «l~lllVOI'flaoi6n. Nunca he gozado do estas ventajas retii.. nielas, y ahora menos: por aq~í empezará usted á formar tdgún concepto de la composición que le he .anunciado La idea sola dé que puedo ser Diputado á la éonvención me tiene en inquietud,· será más, cuando Jo sea, y la pobre oda de Miñarica nó aparecerá. ·como el gracioso yarnví de la cieguecita.

No sé, pues, cuando podré concluirla. Por . ventura la estoy formando á la manera de E'índaro : es decir, que :i(l puede terminar cuando menos lo piensen los [ectm·es, y mumdo .menos 'lo piense yo mismo.· Cúenta con que yo no 1111 dicho que hago una composición . pindárica, sino a la mancrll de Píhdaro;-estravios largos y continuos •••• estu~ diodo descuido y abandono del objeto i encontrarlo ¡¡iem:... pro como por casualidad, y soltarlo de improviso.-Es._ toy seguro 'de que ese parto de Jos montes no agrada.


-36--:.

rá. principalmente á los que no estén ncostumLrádos á ese género; y como quisiera agradar ·á torios, especialmetÚe á usted, no rne fuera indiferente que mis lectores, especialmente usted, trajeran á la mano, de cuando en cuando,. las obras del lírico de Tt:bas para formar idea d~ su modo, para hacer justas comparaciones, y para criticarme con más 6 'ménos severidad ; mas bien diré con más ó méiws indulgencia.

¡

. \'Olmedo dió finalmente á la estampa .el inspirado carito, y si todos admiraron sus bellezas, no pocos le acusa.ron de haber cantado en versoi!! inQ mortal@s t;ll horrendo y funesto combate de her·~anos contra hermanos. El mismo dijü,' en el }Jfq,nijiesto del Gohlerno provisorio del Ecuador: "Si :no · falto quien cantase la fatal victoria, los patriotas. perdonaron· los extravíos del genio y la~ .ficciones poética en alabanzas del angel. ex.:termi .. ·nador." '.i

Don Andrés BQllo observ6 tambieri esta circuns .. . tancia .al hacer un favorable juicio· de aquella oda pindárica. En el periódico ·oficial de Chile, intitulado el Araucano, dijo: "Ansiábamos ya oir la voz de la Musa. del Guayas por tanto -tiempo si.: lenciosa; dispertando' por fin al ruido de la victoria de Miñarica (una de las mas notables que se han ganado en América y que sería tambien ·de· las mas gloriosas, si no trajera con8igo el triste. r~·cl!erd.o .de una guerra de' hermanos,) se nos, presen· ta ahora con todo· el yigor de imaginació11 que ad.,... .mirábamos en las obras anteriores del Señor Olme~ do y sobre todo en el "Canto de Junín;'' Es escth


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sndo· decir que campen. ·en esta sn misma· belleza de cflti}o: y versificación; porque todo lo que sale de la p ltiina del Scfior Olmedo lleva la estampa de una. ejecución· 1\Cttlmdtt y primorosa¡ que forma, por de:.. cirio así, HU manáa." . · · · ·

I,ero debemos reconocer en obsequio do la verdad q u o Hi · Olmedo cantó la victoria en guerra fra. t.l·icidtt, no por esto dejó tambiim de deplorar el sa'crificio de innumerables víctimas, y de· pedir que· se :()atnbl(•zca elimperio del orden y la paz.

En 9 de febrero del·mismo año escribió al Ge.neral Fl9res : La victo,ria de U. es tan gloriosa como t'nc~perada. Todos dtbemos desear que ésta sea. la úlUma vz'ctoda, 1.'odos debemos lwcer. más de lo qU~ se ll"<tboJó en ll' gucr1'a, pm·a conservar la paz, ki¡ja deista mi:tot'ia.

En otra carta del 25 del mismo mes le escribió: "Ya subía yó que entraria U. bajo de ar~. cos triunfales en Quito, y que se vería rodeado de adictos, de amigos y de admiradores.-Que no He piet·d~, por Dios, .el fruto de la victoria; que ~10 sea . inútil el hecatombe de Miiiarica;-que no ~e, aparte un momento del alma de U.: el terril:llc pensamiento, dEl que cada año tendremos otra tem~ postad. mientras dejemos ·los elementos que forma7 ron la primera."

\Electo Diputado á ht · Convenci6n de Ambatq .. vino o:medo á ocupar asiento en. esta ·asambl~ro: 1\

constituyente.~ Fué nombrado ·Presidente 4~::~l1q.,· y con este motivo, al comenzar las ·sesiOJ1~~~ prq:.: .·

¡' (¡: t: '~ • • ¡ '

\ :


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nunció tin diséurso bastante expresivo sobre la ins.;. t'abilidad de las instituciones y los gobiernos:

Llamados, dijo, por la voz de la patria, venimos á empezar hoy el arduo ministerio de dar una nueva existen'.· cia al pueblo del Ecuador, asegur~r sus. derechos, y promover su felicidad.-Este debe ser un día' memorable para siempre, pues anuócia la serenidad desput•s de la tempet!t;¡d hqrroros;\ que ha deso!ado nuestra patria. Pero, Se. ñor~s, para que este. día deje gt·atos recuerdos; es preciso que nuestros trabajol'l llenen los votos y esperanzas de los pueblos. Mas, ¿cómo podremos lisojearnos de conseguir tan noble fin si hemos venido á tal calamidad de tiempos, en que ni las bue~as Jeyes .bastan á cimentar la felicidad pública 6 á moderar siquiera en los pueblos recientemente libres, ésa funel'lta cudosidad de nuevas formas de Go. blerno, vaga ó inconstante, nunca satisfecha,. siempre turbulenta?-Buenas han sido todas esas constituciones que se dieron al principio todos los american.os .; y buena;~ ~on todas las. que han sucedido á las primer~s en periodos más_ 6 m~nos irre~ul,ar._es. Y sin ~mhargo, al tender la vista p~r ~odo el nuevo Continente, no podemos dejar de hacer la triste observación de que tantas y tan vao rias Constituciones no son ya sino registros lamentables

· de· la exis~encia de otros tantos Congresos constituyen, te~ y otras tantas revoluciones.-Arredrados por tan do~ lorosa exp(,lriencia y obligados por otra parte á d~sempe. fmr nuestro deber, no nos queda, Señores, otro partido que el de resolvernos á cumplir fielmente nuestra misión, esperando que el Cielo bendecirá un t1~abajo em~ prendido con las más · puras intenciones, y que hará restablecer y· afianzar el imperio de las léyes moderando: la ambició~ de. los gobierno~,- ref1·enaodQ la. licenciade los pue.blos y purificando de todo interes pers.onal el c~lo de los legisladores. ·

P·or.: lo que háce á la marcha que debe seguir la Con. vención, yo nw atrevo, Sefi:ores, á recordaros la historia


do algunos Congresos que áun. en naciones tenidas per muy cultas, han ofrecido c~oeno.s poco dignas de Asambleas que representan la mojostnd de un pueblo. Sí, Sei'iorcs, 110 lc11 !m viHLO ya ocupá ndoso en curiosas diserta(.dones como 1:1i fumwn acaucmias; · ya ardiendo en fútiles dispu taH, como Ni fuesen aUlas escolásticas; y a en fin, <lfl trot.onitmdo ñ c~poctadores ociosos en obstinadas con.' t ÍCil(IHH, 001110 Hi fu osen arena de gladiadores. En meuió' tfu OH(Oil (UI'httlcntOS debates Ja razón Cedi6 muchas VeCeS pnHo fl et•t·oros pimlieiosos q~e se adoptaron como principioH do polftiea; y la misma verdad se vió obligada á cedór el tnuulo á opiniones subversivas del orden social,_. gvitct1101'l, Señores, estos escollos, cuanto podamos; y marolwmos persuadidos de que en el orden, calma y lentitud d6

t" nhcHtras deliberacion"es,-en Ja buena fe de: nuestros discur· ... ' lHJfl,-cn la tolerancia ilimitada de opiniones ajenas,-y en eL' m lituo l'<lfi\IOlO 0()11 <¡liO deben mirarse siempre 'los DiputadoM; oMttt lillnulo lll lwnot• y acierto de la Convención y la. !IIHll'l.ü dn !11 putl'ln.-Uo esto modo, Señores, toda 'discu.; IIÍ1i11 l.l'lllll'fÍ Ull li~olltitniento general: toda opini6n será UÍl

wwvv uwdlo dü concordia-toda oposición dará nueva lu~ fl la vordad-y todu controversia preparará un nuevo lazo du Ol'llimaci6n entre nosotros. De este modo solamente lle ttm·cmos nuestra santa misión con dignidad, y satisfaremos fl ltL honrosa confianza de} digno pueblo que representao HlOII,

, Olmedo, ¡cosa inexplicable! fué uno de los que. mmtuvieron en la Convención de Ambato el prin~ oipio absurdo de la igualdad de representación, ó nu\s bien. dicho,dé;Ja, más enmme- desigualdad, es., to OH, que cnd~ uno de los depa:rtament~s ~iese igual uúmoro de • D1putados y Senadores, sm fun1ar' en (\UOJÜtt ltt población. Así, sesenta ú ochenta mil'hahitttntcs eran representados por tantos Senadores y Diputados co!llo doscientos 6 trescie~tos mil .. El ·


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Gobierno no era, pues, representativo sino ~~ el, JH)mbre', 'y fué justamente combatido este . princi~ · pio erróneo por los ·Diputados de Quito. \/

Olmedo .. e.n uua·. carth. que escribió ni Gerieral Flores con fecha 16 de julio de 1835, le dice, pues, con este motivo : · • · ·

' ' . .

La· igualda(l. de rept•esentación produjo acaloradós de>ates: cosa inesperada par~ mí, pues, creía que todos leníamos convenidos en este. punto cardinal; pero . no. ta sido asi; y los dos quitovitas {*) que estuvieron cori ¡osotros, fuerón in~ultados por' sus paisanos y tratados de raidores. l'erdido por ellos este artículo, trataron de evalir la igualdad sosteniendo con un calor extraordinario a división del territorio en provincias dándolas igual ren·esentación. ··De .aquí nacía que el departamento que nás provincias tuviese, tendría más representación Des·. :ubie·rto· est~ iortú6so medio, propusieron otros; pero co. 110 en todos se traslucía cápéiosidad, se alarmaron mu:hos, pero siempre triunfaron y. se admitió la división por rov'incias córitra' 'mi voto: ••• allá se las avengan.

JEl General Flores y Olmedo trabajaban con emJeño para que se eligiera a Don Vicente Rocafuer;e presidente de la Hepública.. Mas fué tan gran .. lo la ·oposición, que Ohricdo creía imposible este wmhrámiento, principalinente én caso de hacerse :on Jas dos t~rcsras partes, de l.os votos y no por má.roría absoluta.- 1 1\sí le escribió a,J.GeneralFlores, :on· fecha .30 de julio·:

Ya se está concluyendo la discusiún de la carta (Cons-

(~)Olmedo dice ·quitovitas en yez de quitéños, como se dice ma· , abit11s á los naturales de 1\'lanabi, y como ,diría talvez, guayavitaB . los _hijo:S· de :Guayaquil. ~ . , . . ·


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titución del Estado que, poco máS 6 menos, es como ú>~ das. Vamos á entrar en la gran cuestión d!l noillhramiento de Pre~idente: Sea en odio de Rocafucrte 6 afee~ lo á mí, todos ó los más, me han apremiado para q1,1e ad. mita esa terrible ca1;ga; pero -:io me he denegado con· firmeza 6, si V. quie1·e, con obstinación.

'·Despues. del correo se ha notado gran variación sobre esta materia, y en vista de mis firmes propósitos y de las expresiones de las cartas· de U. se ha ob¡;;ervado. que m u·. chos firmes del partido opuesto, han empezado á bambo.l~ar.

"Hasta ahora se han exígido siemp1•e -los dos tercios de los votos para la elección y sobre esta. base era casi im-

·• posible . la elecci<ín de Rocafuerte; pues, siendo dudosa en ~u favor la m:1yoria absoluta, era cierto ·que no reuniría. los dos' tercios, de los voto;¡ .. Pues, amigo, se pus0 estudiosamente en .. un .articulo que bastaba .. la mayoría. para la elección, y sin mucha oposición se aprobó~Primet tr.iunfo,

" Mezquinamente, en mi co.n.cepto, .se aprobó. o.tro• arti~ culo que. requiere, para ser Presidente, la. cal;idad de ecua. toriano de nacil~l'iento ~Nacbo. queda, pues,. exclui:do.,...,Se;.. gund0 triunfo, sobre sus: . parciaf¡ss,

••Nuestr.o Marcos ha.mastrado, mucho, sentimiento de .que se le ha,ya t:enid.o por contrario á Rocafuerte y aun ¡pe ha encargado le escriba en su nombre que es una false-. dad el que sea jefe dé un partiJo contrario á' él: en el mismo tono. hablan. todos los, socios; y este abatimiento ~erá como un tercer. triunfó, · Sin eoobarrgo,,creo• que se sostendrán contra toda es.~eran.za. y seguirá s."l marcba.: aUI1· q,ue 1:10 sea con bandera, desplegada.,, n.i. con. tal,lJI:¡or . ha.,.. Hente. Esta es l'a perti.riacia .de los derrotados en. Míñarica.

"Con tales elementos no me hable U. ni me aconseje sC?bre:·la n.edesida:d. de organi:zar· bién la RepúbliC'a ni rhe· e¡fi:te á queJ yo; haga valer mi· influj'O•· pa'ra reconciliar los part!idos. Solo- el pc:>.d'er de ·Dio; o el del diablo 6


~.presencia del peligro podrá hacer semejante r11ilagro. ~·Ésta noche ha concluido la famosa discusión. Ln

constitución es como todas las nuestras, que ~on tt d!is bue-Jas y todas mala::. ·

"Acaba de pasar una tempestad en nuc::;tro p:ran salón; Jorque de improviso presentó Uscá tegui el decreto de la trasla ~i6n deJa capital. Este fué un rayo l<·rriblc utravesado por 111a atmósfera electrizada. N o se restablecíó la calma sino en virtud de una proposición difiriendo la discusión para despues que se dé la ley sobre división territorial.

"Este suceso tturbó el buén humor de nuestra majestad, 1ue s.e habili ¡difundido entre todos con motivo de baber>e concluido la grande obra y de haberse sancionado un Jecreto muy satisfactoriv para todos, tributando una solemne acción de gracias al fundador, defensor y conservaJor del Estado. A mí me lo encargaron el proyecto, y lo presenté al incomparable Aguirre (Francisco) que es un exaltado amigó de la parte. En la discusión el proyecto sufrió lijems alteraciones de palabras que dañaron a simplicidad y concisión que es carácter del vientre que o parió; pero Aguirre clam6 y 1;eclam6, porque las cosas fuesen muy claras, y porque la cosa estai'Ía niejor mien:ras ínás palabras se 'dijesen; con cuya raz6n habría con;eguido que se le nombre á U. hasta Obispo 6 Abadesa."

' ·. Nombrado Presidente de la República Don Vi-

cente Rocafuerte, que poco antes acaudilló una fuerte y. tenaz oposición al Gobierno del General Flores, Olmedo le recibió el juramento constitucional,y con este motivo pronuilció un discurso notable por la severidad ' do sus consejos y la sabiduiía de sus reflexiones .. ""-Ehtre otras cosas le dijo:

.•••••••• El . .Poder. Público .no es .una propiedad qué se adquier.e, i10 es un fuero,. no es un premio que, !.a' Nacri6n cor¡ced~ : . es una carga honrosa y grave, es una; ·confian-


za grande y terrible, que lleva consigo grandes ptei·ribles ohiigaciones. El ciudadano investido del Poder, no tiene má_s derechos ni !Ylayorés prerogntivas que las de tener 1nayores facultades para hacer el loieo y de ser el primero en marchar por !a estrecha senda de las leyes; ni debo 'proponerse otra recompensa que la de merece1' un dia por su moderación, por su constancia, por su cordial sumisión á las leyes, el amor de sus conciudadanos y la gratitud do su· patria.

"Üespues de los desaatres. que hemos sufrido, .... ro.deados, corno .estamos~ de. ruinas y ·cuando-las olas civiles

.• no se han serenado úida·.iía; ardua es la empresa de restableciJI' el 6nlen, Je restituir .á :las leyes !OU inÍperio, ·de reanimar la concordia y de lle~a1' con regularidad el ca~ rro de la Administración sobre un ;;uelo e¡·jz;¡Jo de escombros. Y esta eilla obra que la Convención nacional en. comienda ~ \'Ucstro celo y acredita(Jo patriotismo.

'rerminadas las sesiones legislativas pronunció Olmedo el signien te discurso: .

La Convención Nacional cierra en· este día sus sesio~ nes, después de haber llenado, como fué posible, los g1'andes objetos de la Corporación.

Lla~arla por el vot~> común á reorganizar el E;;tado; exitada por el clamor general de los pueblos que dema·ndaban nuevas leyes y 1'eposo; invocada como el Angel de paz y de con~ cordia en las tempest&des ·civiles que desolaban la patria; la Convención se instaló en medio de aclamaciones y de esperan~ zas, y si no podemos lisonjeamos. de.l.1aber satisfecho.digna· mente IL•s votos p~blicos, ni de haber hecho una perfecta Cons'titución, podremos, á lo ménos, consolarnos con la intima persuac16n de haber traído ánuestro difícil ministerio en )u. ·gar de genio, árr.or de patri~; en lugar de ilustración, celo y en lugar de sabiduría, puras intencioue>~, . · • · Los pueblos cuyo buen sentido, cuyo ingénito instinto del


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en nq ~~ yng¡¡íi.!l jamá~, .CU.al)d0 po ~stán !ljit.arlo!l por el e!lritu (i~_Jaqqión; .los pueblos. repitqt nos harán justicia. E~!! ~is_(!~,tlpará~ )as irnp,erfeqciones d~ nnestra .obra, .crmsidetndo qu.e· era preCiso un esft¡Úzo s.obreht.unano para sobre,nerse á lo:~ inconvenientes que presentan las revoluciones ¡;:ien(enjeqte .s-ofocadas; y que debiendo continuar pr¡r algun 3mpo los odios civiles,·aunque OCUltos, e] descontento si!ll)l· do, y todas las pasiones revolucionarias, que reprimidas y únillauas son m'as violentas en' su reacción -.:..no podía ser :tala época mas oportuna ni para dictar instituciones .polla)·es con espúanzas de estabilidad, ni para constituir sin ~ligro, el· Poder que debía regit· en la paz con moderación y m firmeza.

A~í al cesar un honible tet'!'Cmoto es empresa extraña y ~ligrosa ponerse á edificar, cuando todavía se oyen pot' la oche ruidos subterraneos, y cuando todavía tiembla por ttervalos el suelo 1•n que se levanta el edificio.·

Pero, la primera, la mas urgente necesidad en ar¡ucllas metorables circunstancias, era la reunión de la Representaci6n f~cional aunque fuese bajo formas desconocidas: y em pre·so ceder á esta imperiosa 'ley y arrostrar por todos los pe-5ros para calmar la ansiedad de los ciudadanos pacíficos, 1ra quitar todo pretestq á los inquietos y pq.ra cumplir el vo> de los buenos. ·

Instalada laGonvenci6n Nacional, su principal objeto fuó ¡pribir esa constitución que debía poner término á las calatidades públicas Para esta obra ha tenido pre~entes no so' las lecciones de la experiencia y el consejo de los prud~ntes no también los defectos mismos que la opinión atribui~ á , pr.imeJ."a Constitución. No creemos haber dado una carta 1énos imperiecta que la anterior; pero si he111os procurad«;> l~uir lo11 principios adoptados generalmente en el suspir¡¡.do istema de reprefjentación; ~~mos considerado la exijencia ~ nu~stra!;l necesidades, nuestro caráctery costumbres, la .aturaleza y escasez de nuestra pcblación, el atraso denues~~s artes, la l.ent~ qitusi6n 4~ los c.ono.cimientos que son


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tan. necesarios á los pt,teblos cQmo el pan; y no hemos aspira'r!o á con:;truir un edificio con formas desproporcionadas sinn, ~1 contrario, una Hcpública circun~crita en sus límites IJalü

rales; pero con los posibles elementos para ir creciendo p1·r•· · gresiv;imente en. ilustraci6n, en ;~mor al traiJujo, padre de h abundancia, y en todas las artes hijas del clima y de l¡¡ p:lz. Porr¡ue realmente es preciso desconfiar de 1 a estabilida l de esas naciones prematura,, r¡ue desde su infancia ~e apm· suran á mostrar el aparat() y el poder de las grandes y antiguas naciones; pues ellas no son sino potencias' arti tic iale~ que decaen en breve tiempo, y se disuelven por su. propia c:jnstituci6n. ·

. r~scrita el acta solemne de la Regeneración del Ecuador, l:i Convención se contrajo á dar todas aquella~ leyes, sin lqs cuales .n¡ la Constitución podría plan~earse, ni comep?.ar la marcha comtitucional dela pública administración; leyes todas c'1nformes á la letra y al espíritu de la ley fundamental. Se organizó el Poder rector y conservador, única fuente dft Ía ley. El fugaz pude1' electoral-r,l supremo y permancnt.~ Pode1· Judicial-y se demarcaron l.as altas facultades, y latn.~ términos del' Podel' ejecutor. · Despues se dieron otras leye~ cuya existencia estaba identificada con \a del Estado. S·) pusieron las bases del crédito nacional r¡ue importa más r¡uo la riqueza; se desenrredó en lo posible el hilo de la hacienda que es la grande arteria del cuerpo social,-se organizóla.ruer. za armada que es brazo del Estado-se fomentó la enseñanzn. pública y la ilustración que es un segundo Poder de las na. ciones-se protegió la agricultura la industria y el comercio cuyas ventajas y adquisiciones s"on más cxtemas y durábles que las que proporcionan las conquistas.

Entre tan importantes objetos; no podia olvidar la Con ven. ·ción aquel que, reclámado, como los otros por la justicia, excitaba particularmente su natural sensibilidad. Hablo rle la ley sobre nuestros hermanos los indígenas, cuya condición es mas m.iserable que la e~clavitud doméstica. En su favor y pr()tecci6n la Convención ha hecho cuanto ha rodido, y ~ien•.'


ht un prQfundo dolor de no h~b.e~,.podidg _más, J'ero consqda lnbiend·> procurlld') l}liviar(o.¡ e m leye;:

tan hurnanas corno lo per~itt-n, las, circunstanoiaq; p:Jes quo (as leyes atemperadas á lo;; vicios constitutivo.s de la sociedad,. ~IPgan á ser algunas vec·es la ciencia de lo ju~to en la mísm~· fnjusticia, y una especie de derecho en la \'iolación mism" del derecho natural.

En fin, el 6rden y lenta di~nidad con que se han discu.ido las nuevas leyes, pueden aumentar un grado á su respeciva bondad, 6 á lo mónGs á una equitativa presunción á su fa

.. o¡·. No ha faltado algunas veces vehemencia en los discur~ :os y calor en los debate,;; pero el reglamento interior y mu~ ~ho mas el decoro ha sido el di,1ue al extravío del celo patri6-ico, al ímpetn de ~os oradores y á la exaltación de las pasio, 1es repúblicanas de que no siempre pueden ex:irrikse ni lo$ il6sofos, ni los hombres de bien.

·Este es el plan; esta la estmctilra del edificio que acabanos de levantar. !)or aquí conocerán los pueblos como heriOs desempeñado su ~onfianza, y el alto ministerio de Re-· •resimtantes del Ecuado~·.

Triste es la experiencia de los tiempos pasados; triste d ecuerdo de las vai'ias revoluciones que han agitado nuestro. uelo, invocándose 'por los bandos opuestos los santos nombres e libertad, de leyes y de patria--'¿Se:rán las leyes las causas e las revoluci(}nes! •• Los pueblos y los Gobiernos que inagan estas caus:ls las encontrarán mas facilmente dentro de mismos .-Fatiguemos pues, Seiiores. al Cielo con votos ince~ :~.ntes para que· las nuevas leyes que acabam,>s de escribÍ!' Jan en adelante un tratado de paz perpetua de los ciudada .. os éntre sí, y del Gobierne con el pueblo,;

Finalmente, Señores, nosotros, que por se·r colaboradores 3. tan dificil obra hemos estrechado los vínculos de nuestra nistacl, procuremos que -esta amistad,.sea úempre una parto~.t a·nJr Je la patria:· y sep;1rernonos persuadidos de que co. ¡'o ciu;ladanos y legisladores hemos contraído una doble obl~. 1ció:1 de amar y defende'r las nuevas j.nstituc.iones, y de in,


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func!ir los mismns sei1timientos á nu"stro~ .conciudad,in·H, hac:enrloles conocer que estas mismas institucione8, ~in pi·~· tenderse que sean la~ más perfectas, bien observriclas serán p) · derosas á sostener el 6rden que han restablecido, á reprim r los excesos que obligan á invocar la terrible protección de un poder inconstitucional,- y á prt-parar al pueblo ecuatoriano la senda por donde puede marchar á su prosperidad y' engrandecimiento.-Conciudadanos: que en todo tiempo el nom. bre del Kcuad<\r y las alabanzas de sus moderadas institlloiones resuenen en nuestros hechos doméstico,;, en lás plazas públicas, en el foro, en liJs templos y en la tribuná. nacional. ·

. Es una lft~tima que este discurso, bueno en 1o g0-Í1eral, este afearlo con algunos pensamientos fh.lsoH,y ha~ta contrarios á los principios de la justicia y la m lmi. Tales son los siguientes: Las lq¡es.atemperr4as á ·los vwios con&titutivos de la sociedad, llegan a ser lllguna~ veces la cz'erwia de lo Justo en l'' misma injusticz"a,y itna especie de derecho en lrl vwlación · m~sriw def derecho natural; Los vicios nunca pueden ser principios constitu. tivos de la sociedad, ni las .leyes deben jamás at~m perarse á ellos, sino desarraigarlos como elemento: del mal. Si la ley debe ser útil y conveniente, tarr bién debe ser honesta. :A'ui decía Platón:" una le) no es buena sino en: tanto que se dirige siempre á lo: verdaderos . bienes y desprecia todo aquello que fH

aparta de la honestidad y la virtud." Es, aqernáf un absurdo creer que haya una especie de' dcrech en la .. violación del derecho natural, esto es, dond no hay sombra de justicia, único fundamento de te do derecho.; · · ·

El nrism0 Olmedo cuando ·habló c.bntra las mita.~


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las cortes de Cadiz, sostuvo doctrinas mas racio· cs. "Aquello que es en si mismo malo y contra la, lidad, dijo, no se convierte, aun por las mejores le; del mundo, en bueno, justo y equitativo •••• Pam apJlidas las mitas basta que sean inju::;tas, aun...,.

e fueran ventajosas. l)ara mí no son sabias la,.¡ es que no llevan el benéfico fin que se proponen" , como creía en Ambato este legislador que las le, injustas llegnn á · set, á veces, la ciencia de lo to, y una especie de derecho la misma violación

1derecho natural 1 ~Olmedo conservó sus buenas relaciones de amisl con el generall!'lores hasta. la convención de 1843 que este fue elegido Presidente de la Republica

o el régimen de una. nueva Constitución.. Desde ;ónces, unido· al partido. de la oposición, trabaj<S la revolución que estalló ~n Guayaquil el seis de rzo de 1845. · Fué nombrado primer miembro del úerno provisorio, y con este motivo escribió el M aesto del fJObierno provísorio del Ecuad~r, sobre las cau-

de la presente transformación politica; documento eresante para ilul3trar ,la historia del Ecuador en ..tella época memorable.\) · · · . 'J{,eunida en Cuenca, lt finos del mi'swo año; Iá -Ó- ~ nblea constituyente, Olmedo. y lo~ demás mi~rn~ 1s del Gob~erno, pnwisprio ·dimitie~on ant.e elli\ e~ ler que habian reqibiclo.dJ lo.s proQunc.iamie.ntos pulares. · . · . , Lleg.trlo el di¡t· de eligir Presidente .dé la lt~pÚ-:

ca, una gran parte d'e los Diputados estuvierori'á ·or d~ ht elecdon de Olruedo ;. pero uno ele )S dese:-tú y formó lh mayoría que élígio á D.


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Vicente· Ramon n·oca; por ·lo que Rocafue.rte {ndig~ nado, exclamó: Se /UJ, preferido la vara dei mercader. á .la pluma del sabio! \f .· . • . · · · . . . · , . :

\i El nuevo gobierno nombró á Olmedp Oorizisionadq en unión del general Antonio· Elizal<lc 1 para solicitar del gobierno del Peru la dcvoluci6'n de los· restos del general 'La Mar, que estaban en la ciudad de Piura. · ..

. Olme~o mar:.G¡;ó····in"r:nediatamente á. Paita, y des~ de a.Jlí dirigió, con fecha 10 de febrero de 1846, una comunicación al Ministro de relaciones Exteriores

·del· .Perú pidiendo los restos· del. Gmn Mariscal sobre 'los cüale~ tenfa perfecto derecho ¡¡u patria, el Ecuador . . '1 · · · .

".f:!;'¡ ~~ general: La Mar, dijo Olmedo: en esta not~ cficial,. tuv() 1~ felicidad de prestar servicios.eminentes alPerú,.que. él amaba apasjonadamente; el p~e91.o peruano. satisfará, esa. grari deuda de g'ratítud, ponseryando siempre su memoria, repitiendo siempre y respetando un nom'br.e tan q~!.lri.d.q y proponiendoselo siempre .. por .modelo en. las .acciones de la vi,da ppblica y privada .. Este podrá ser un deber del Perú; pero .~ste deber no le dá un . titulo· sobre el d-erecho que la patria de La Mar tiene, á poseer sus restos, como una tris• te y preciada herencia de un hijo que le d-ebe el s.e,r. · .

Cualesquiera. que sean los. ho,nores fúaebres que el: Perú, prepare 'á estos venerables restos, por suntuoso que sea el m o~ numel)to que levante· á su memoria, por unida que ,esté á esa.i gJ'oria; la gloria de·su patria; ésta siempre creería, haber falta.do: á s.u de.ber, contrariado sus· naturales sentimientos; y procedido como madr~ desnaturalizada, cediendo 'una:propie,dad_qqe.~o s,e p~~de .ceder sin ¡pepg.ua indec0x:osa y sin ingratitu~. . , . . . . . · · · . . · .

Los. derechcs.del suelo n¡1tal son los que representa el gobiemo del Ecuador, y 'espera que no serán desatendidos por el


-'50_; . .' ..

del Perú, que sabe pospo1,1er sus propios sentimi·entos á ·los principios de justicia. 'Pero si por un efecto de e:;tremado celo en pagar un homenaje de veneración y gratitu(l al vir. tuoso ciudadano, al valieqte y leal guer.rero que tanto amó

.al Perú, vaCilase algun' tanto el gobierno de V. E. en acceder al-presente reclamo; forzoso será que ·se resuelva á ceJler, sabiendo que la digna viuda de La Mar, y su estimable familia lo reclaman igual.mente, y que luego !liJe,se · pr.esent~ la oportunidad clatJJaron á su gobierno para que se apre~<urase á'recobmr esas reliquias, no. queriendo proceder por sí directamente á reco~er su propiedad en cualquiera parte que se hallase, por respeto al gobierno del 'Peró; pues· sábían que él mismo gobierno y aUn su congreso habían dictado' algunas providencias sobre la traslación de esas cenizas á, la C!!-pi tal. Este reclamo añade nueva fuerza al que hacernos· en nom. bre de nuestro gobierno, quienconseguido el obje~o de esta comisión, no po'di'á mónos que ceder al derecho preferénte de la digna esposa de La Mar y de su recomendable fa mili~. pues ni los góbiernos ni Jos congresos pueden arrogarse derechos sobre la ·propiedad ajena. · · · e, e e o e o~ o'O o'• ,·,.,,:.,.;·,e~-, o ooo • ••• o • •• •••• o o o o o • ,·,.~ •. o o e

:., • • o o o e o • ,:, , o o o e e • • • • o ·•·• o o • •.• •·• o • o o o·e e o o o· o • • • e o o • e e

' 1Esta esperanza del gobierno ecuatoriano. se funda · tambien, Sr. Ministro, en la persuaoi6n de que por la notoria ilnstracion del pueblo :peruano,y de su gobierno se conoceallí, mejor que en otra parte, que ya pasaron los tiempos én que la desgracia de· un naufragio era un tHUl'o para adqu·ir ir cuantas ricas mercadel'ias arrojaba el mar sobre la costa, y el arca· .que contiene los restos del ·virtuoso La Mar, no .es 'mas, ·que una arca preciosa arrojada·· sobre las playas pe~ ruanas despues de 'un· terrible 'Daüfragio ~en el· mar de' la. re. voluci6n;":

'Infructuosas ·fnéron desgraciadamente las. recia .. macion,es del,gobiern.o ecuatoriaJ;lo;.,pues.el del P;erú .s~ ,negp respelta.mcpte á .entregar los restos del.ilus-


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tre Mariscal, por razones de gratitud, de justicia y de~ ·coro nacional, y porque, segun sostenía el Ministro de relaciones Esteriores, desde el momento en que La Mar. consagró al Peru sus servicios, su honra y su vida, corno 3. su patria adoptiva, el Ecú'ador perdió el derecho de reclamar sus restos corno triste y preciada herencia de un hijo que le debió el ser.

Olmedo regresó al Ecuador satisfecho, á lo ménos, de haber cumplido con los deberes que le irnponian sn

. amor al justo y valeroso adalid de la independencia, asi como el patriotismo y las órdenes de su gobierno.

Olmedo pasó los últimos dias de su vida alejado de la política y g()zando los consuelos de la familia tan cara para él como la. tierra de su nacimiento, el risuefio Guayas,

Mudó en 19 de febrero de 184 7 asistido con los auxilios de la religión, haciendo actos de piedad y recitando algunos de los salmos penitenciales.

La pérdida de este grande hombre causó profundo sentimiento en el Ecuador, Colombia y el Perú. . El gobierno del Ecuador decretó honores fúnebres

. á su memoria y en la loza que cubre sus restos se pUso la siguiente inscripción:

"A Dios glorificador:· Aquí yace el Dr. Dn. Jose Joaquín de Olmedo:

Fué el padre de la patria., El ídolo del pueblo: Poseyó todos los talentos, Practicó todas las virtudes."


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