BBLTK-M.a.O. LC-618 Las Nubes Del Engaño

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LIBRO

Transcript of BBLTK-M.a.O. LC-618 Las Nubes Del Engaño

  • 8A161

  • L.c'6ltiAndreas Faber-KaiserLas nubes del engao

    Documento/141

  • Andreas Faber-Kaiser

    Las nubes del enganoCrnica extrahumana antigua

    Planeta

  • COTECCIN DOCUMENTODireccin: Rafael Borris BctriuConseio de Redaccin: Mara Teresa Ab,Macei Plans, Calos Puiol y Xavicr Vilar

    @ Andreas Faber-Kaise, 1984Editorial Plaoeta, S. 4., Crcega, 273-277'Barcelona-8 (Espaa)Edicin al cuidado de Marla Teresa ArbDiseo coleccin y cubierta de HansRomberg (realizacin de Jordi Royo)Ilustracin cubierta: En un remoto pasado,seres semcjantes a nucstros propioscosmorrauias se acercaron hasm la morada delhombre, por el quc fueron recibidos comodioses. La foto reproduce a un astrooauta quese dcsplaza libremcnte por el espacio, lo cualse logi por vez primera el 7 dc fcbrero de1984 (foto Martin Marietta Aerospace,Denver, Colorado)

    Procedencia de las ilustaciones: Archivo"Mundo Dcsconocido"

    Pimcra edicin: mayo de 1984Depsito legal: B. 15.98t-1984ISBN 84-320-412t-7Printed in Spain - Impreso en EspaaTalleres Grcos "Duplcx, S. 4.", Ciudaddc la Asuncin. 26-D. Barcelona-10

    Introduccin/Vrsro rARAOTRAS INTELIGENCIAS

    lndice

    SENTENCIA,: CONTACTOS CON

    ANrss DE LA HrsroRrAVisitantes sin bocaLos sin rostro

    11000 os DE cARrocRAFfa AEREA .CulNoo NADA ExrsrfAErrantes navegantes csmicos

    .

    EN cpsu.ls y HUEvos DrvrNosEr Lrsno DE Los MUERTos .

    Los crculos de fuegoLe nlzl CRUZADAJsris y EL OVNI DE BELEN .

    La caverna de los tesoros .Drumuoe AyuDA pARA EL HrJo DE Dros

    La palmera mecnica .

    La virginidad entre bastidores .Adecundo el crisolLa guardia csmica .La paloma y el altavoz

    l3

    2l2t232426282932343540465t5254566t36466697t74808t

    REsuRREccrN o RESCATE?Y se fue

    Lls Nusrs DEL ENcAoLa teora de la relatividad, anterior alUn faro en el desierto

    Lls ounes neLl Nnvs euE vroDrosEzrournl

    siglo rrr

  • Dros ES At-'t.,rtt v MllttlMA sl l o ( ltlilENI ur.tR URNA l)li (:l{ls'lAl'EL apQul'rllcl'o l)lil. tlNlvliltsoLas nvpur.rrus Irtl [lnun

    El mono voladorLos asrnoNAUTAS DEL sNscnrro

    No sudaban ni ParPadeabanSus naves

    El uoNsrnuo DE'Los 9 asrsildos 'Los gros DEL crElo

    para los OVNIs .

    Los orimeros hombres .Las'gafas de la Edad de Piedra

    Interprctacin .Anlisis tcroll.tutlct

    Cielos imPosiblesTang: una dinasta

    EL sspso DE IzANAMT .

    8488

    1021061101r4tt6

    140140r41"t42r44t46156

    162165t70

    t17120121127129130134136

    EL r,rsNsleRo voLADoRTerrco AREo EN l-, Roua ANTTGUA '

    El Libro de los Prodigios 'Ln cn.nu oLEADA clsrcA

    Despus de Beln .Ll vlncsN DE CUBA .

    La trampa mental 'MK-Ultra

    Avuranol a CenLo lracNoLos orosEs QUE NACTERoN DEL HrELo

    t77178180184186190t96t971981992032052621,021r2t3214

    El cerebro eternoAzrscls: REESTRENo DE LA coMEDrA DE Morss

    Reaparecen el E,xodo y el Arca de la Alianza 'Kassxtn.q Y Los KarcsrNasL.q prnla DEL LAGo .QurN vrvE DEBAJo?

    Personas sin origen :La historia de los nios verdesPlagio de un enigma inglsLa -orimera versinMs^ humanoides subterrneosEl hombre de la barba verde 'I'll tcmido Mala Cosa .

    ;Qurin coMBATE EN EL crElo? . .i'r,l,tt,t r rlN OVNI .

    L,r ,rtsrBnrosA LUz os MaNnrsaIll canallrno eur sa DEL crElo .Los caballeros teleportadosLa leyenda del dragn .

    biblioteca que

    Ms cararros EN EL crElo .Srclo XV: oBJETos voLANTES soBRE IrnI.reVuelan ruedas de carreta .La Virgen del OVNI

    ExcunsroNps Rnsls EN Los ANALES tE ra INourslcrI,{Los NtvscaNTES DE LA MUERTE .Apovo ep.Eo pana UNA coNeursrA FULMTNANTE

    20 das bajo el OVNI .Reaparecen los caballos voladoresLa cristiani zacin programadaExhibicin paranormalEl hombre resplandecienteLa figura celestial .

    Los crrrNonos tr NuRrNrsnnc .La viga area de Benvenuto Cellini .El sable volanteGlobos gneos sobre BasileaLa columna brillante de Lepanto .

    Er caMpssrNo sEcuESTRADoEl aLucrNaNrs scunonN NEGRoLa cupva DE Los cARNERos voLADoRES

    .

    Cnrrca s OVNIs n 1584 .Colnsnrp anpo soaRr Car,qrua rN 104 .El cllo ABRE sus oJosEL saranN anso v 1621OVNI PARA UN FUNERALUN.q Hosrra EN BRAGALl Navp FANTASMAEr onlcN nooLa rora voLANTE DELa upaEnl voLADoRA

    RosocnoEr e EN euE LLEcARoN Los NoMMos .

    Cada anciano que muere es unase quema

    El enigma de los dogones .La ciencia confirm

    22823223s2s62382402422452452462462482482482492:51254256257258259262263265267267268270

    270271272

    277f ndice onomstico

  • Para Monika, Sergi y Mercedes

    ...y escrito en tu memoria, llanero solitario de nom-bre Alejandro Vignati, muerto por el veneno humanocuando ya tenas tu tercer miienio al alcance de lamano.

  • Y los Maestros Gigantes hablaron, as como los Donti-nadores, los Poderosos del Cielo. Dijeron entonces aLos de la Suerte, los de su Formacin, a los augures:Es tiempo de concentrarse de nuevo sobre los sig-nos de nuestro hombre construido, de nuestro hom-bre formado, como nuestro sostn, nuestro nutridor,nuestro inyocador, nuestro conmemorador. Comenzad,pues, las Palabras Mgicas, Abuela, Abuelo, nuestraabuela, nuestro abuelo, Antiguo Secreto, Antigua Ocul-tadora. Haced, pues, que haya germinacin, que hayaalba, que seamos invocados, que seamos adorados,que seamos conmemorados, por el hombre construi-do, et hombre formado, el hombre maniqu, el hombremoldeado. Haced qtte as sea. Declarad yuestros nom-bres: Maestro Mago del Alba, Maestro Mago del Da,Pareja Procreadora, Pareia Engendradora, Gran Cerdodel Alba, Gran Tapir del Alba, Los de las Esmeraldas,Los de las Gemas, Los del Punzn, Los de las Ta-blas, Los de la Verde ladeta, Los de la Verde Copa,Los de la Resina, Los de los Trabajos Artsticos, Abue-la del Da, Abuela del Alba."

    Popol-Vuh, Libro del Consejo quich

    Sabed, Maestros Gigantes, que vuestro hombre mani-qu no es culpable de vuestro fracaso. Sabed que clhombre ha logrado acceder a la Magia y se niega aseguir siendo vuestro alimento. Nos estamos quitandola venda que urdisteis para cegarnos la visin. Expirtivuestro plazo y se acab nuestra adoracin.

  • En sus mensaies, nunca han contado un chiste... (sonttricos ).

    MruueL Pspnlo, Santander

    Oh humanos! Temed a euestro Seor que os cre.rn 4, I

    Porque yo, Yahveh, soy tu Dios, un Dios celoso, quecastigo la culpa de los padres en los hiios, hasta latercera y la cuarta generacin de los que no mequieren.

    Exodo 20, 5

    No adorards a otro dios ms que a m.Exodo 34, 14

    No comparecers ante m con las manos yacas.Exodo 34,20

    Sabed tambin vosotros, los del disfraz de Yahveh, deAl'lah y dems, que dejamos ya de ser los esclavos en-gaados de unos creadores vanidosos y vengativos.

    INrnoouccrN

    VISTO PARA SENTENCIA: CONTACTOS CON OTRASINTELIGENCIAS

    Casi desde el momento en que adquiere su propia cons-ciencia, desde los albores de la humanidad omo tal, eIhombre acepta como lgica la existencia de fuerzas inteli-gentes, de seres supuestamente superiores no humanos-dioses, ngeles, demonios y un sinfin de intermediarios-que intervienen directamente en el curso de nuestra vidasobre este planeta.

    Hasta el siglo pasado, esta aceptacin prcticamente novari, y para mi]lones de personas sigue siendo hoy plena-mente vigente. Pero a partir del siglo xrx, alguns hom-bres, aunque sea en un plano espeulativo, cmienzan adarle vueltas a la idea de que, tal vez, nuestro planeta nosea el nico habitado en todo el vasto universo conocido.Disfrazando de ficcin cientfica unas ansias latentes dedespertar del letargo.del aislamiento para volver a conec-tar directarnente con lo que para los antiguos fueron losdioses,_algunls mentes comienzan a fantasar

    -o no tan-lg-?. -

    , bajo el-velo de las aventuras noveladas, coh la posi-bilidad de vidas inteligentes en otros mundos. Y ya fron-to, algunas personas se dedicarn a contabilizaf tmida-mente (para evitar caer en el ridiculo ante los ciudadanosque no saben cruzar el monte ms que por los senderosya hollados) las injerencias de estos otros mundos en elnuestro.

    Una escuadrilla de ms de 15 aparatos volantes no iden-tificados, que sobrevuelan en la madrugada del 25 de fe-brero de 1942 a Ias tropas norteamericanas que en la costacaliforniana estn embarcando con destino al frente delPacfico, abre paso a una interminable lista de incursiones-en los cielos de todas las latitudes del planeta- de obje-tos que vuelan inteligentemente

    .guiados y cuyo orign,co!stitucin y propsitos siguen siendo desconocidos faraprcticamente la totalidad de los seres que integran lairaza13

  • humana contempornea. Con el paso del liempo' Ju, a:.1TY;lacin de avistamientos de estos objetos ha Srdo tal, que eIi;;;.". ;o tto *"i".", sino que"ri.en-e q.oe ser tenido encuenta. Porque existe, convive y posiblemente Juegue connosotros."" ; piodrc., sin embargo, un fenmeno comn a la di'vulgacin de cualquier tema cuyos elementos no sean es-tric-tamente mensurables. El objto de.estudio en este caso;;;;;;;."ptible de ser retenido, analizado, ni siquiera to-iao. vulidose de esta peculiaridad, personas que no sen"i^"

    "ot el faro de Ia veidad sino por -et ael egosmo' han

    ;;;;;J.h"o-iu e*;st.r,cia de una fnomenologa real para"ri.." testimonios no verificables a sus lectores'

    des-oi8vistos de puntos de referencia vlidos''-"i;;;;;;.ie-Ji aano que estos charlatanes causan a la 'i"urtigu.ion del tema y ta informacin de las personas';i;i"f b"tcadores pro"badamentf cualifi-cad-os y a la .vezil;;;i;; que, nte l evidencia de unos hechos { f.t:"-1",1iu uput".rt pasividad de la ciencia considerada ohctal y deit itpo"ta'btes de cada una de las comunidades humanas'ie sienten comp.omeiidos con la humanidad toda I t9"-t-';so mismos, en la averiguacin y el esclarecimiento total'-ri';;-A;;'u- tto puede"aspirarse- de la razn de la pre-r"".iu d'el fenmeiro extraterrestre en nuestr-o planeta' y;-;;tl;; ilacin, sin duda alguna trascendente, con elmismo.--^-

    Se-perfectamente que sobre e-sta.lemtica se han escri-to en t'os ltimos aos'infinidad de libros en todos los idio-mas."Que escribir y publicar en estos momentos un nuevoiiUr Ur" el fen"mno OVNI o la incidencia extraterres-;;r" iniluso ser inoportuno. Si me decid a escribirI a ublicar ahora estos ds nuevos volmenes, Las .nubesha Zii"no y Fuera de control, que resumen la crnica ex-trahulana ntigua y moderna, lespectivamente, es precr-samente porque cr" i*p.escindibl hlcirlo antes de dejarpur.aoi m'omentneamente a mis OVNIS particulares's precisamente porque despus de estos dos volmenes".,"'"

    4"i.. de pulicr datos sobre actividades OVNI paradeicarre a divulgar, en la medida en que ello me sea po-;ibl,;;;t tob."'os'efectos de la actucin de manos sinno*b." ni rostro conocidos ni revelados. AI final de este;;;A;,

    -il tog.o recorrerlo, se vuelve a conectar ineludiblemente consos entes que acuden a nuestro planeta des-" ot.ot puntos csmico-s y que, desde siempre.y hastahov. iueean con nosotros'u jego. Falta saber an si be-.r.tibto"o perjudicial para nosotios-. O-ni una ni otra cosa;p.o, putu u.tra limilada lgica, absolutamente mal plan- , peor ejecutado. Claro-que tampoco ninguna'clulat4

    tlc nuestra mano izquierda -todo un universo en s mis-rrra- tiene nocin afuuna (ni se lo plantea) de por qu de

    rcpente los pies del mismo cuerpo del que forma parte se)onen en movimiento para que el cuerpo todo camine. Nirlrano ni pies se enteran del juego, si bien lo estn sufrien-ilo y ejecutando directamente. Slo una central computari-t,ada en nuestro cerebro capta deseos, los asimila y trans-mite rdenes de actuacin. Es posible que cada cual denosotros sea simplemente una de esas clulas de la manoo de los pies para poner un ejemplo. Va siendo hora ya deque nos encaminemos al cerebro-centro de operacionespara enterarnos de una vez de qu disputa somos piezasirpetecidas. Por ese motivo aparcar de momento a los OV-Nlsyasustripulantes.

    Pero antes quera dejar aqu, en este trabajo, la cons-tancia de un dossier suficiente de las pruebas que, a lo lar-go de toda nuestra historia, han ido conformando eI testi-monio de la presencia en nuestro hbitat planetario deseres inteligentes no pertenecienfes a nuestra comunidadhumana. Sin necesidad alguna de recurrir a testigos dudo-sos, los textos que en el decurso de los tiempos han idoreflejando el acontecer de la historia de la humanidad es-tn salpicados de testimonios que ilustran la presencia, yome atrevo a decir que permanente, de objetos volantes queevolucionan de forma inteligente a baja altura, sobre la su-perficie terrestre. La lista de tales sucesos y avistamientos,en todo el mundo, y en todas las pocas, se hara larga, lar-gusima. Tanto, que si los educadores explicaran la histo-ria en su totalidad, sin omisiones ni retoques, sus alumnosasimilaran con naturalidad que los fenmenos que eviden-cian la actuacin y la intervencin de una o de varias inte-ligencias distintas a la nuestra, forman parte integrante ycontinuada de la historia de la humanidad. Sabramos t-dos un poco mejor en dnde nos encontramos.

    En estos dos volmenes no voy a aportar la totalidadde las pruebas existentes de este permanente contacto; enprimer lugar porque, por muchas que haya podido reunir,muchas ms deben de existir en textos, documentos y ves-tigios a los que no he llegado a tener acceso; y, en segundolugar, porque tal tarea correspondera a una obra realmen-te enciclopdica que acaso algn da acometa, pero no auna obra de divulgacin, seria pero a la vez amena, comopretende ser sta.

    Lo que s voy a hacer es aportar las pruebas suficientescn cantidad y en valor documental probado, para que cual-quier tribunal (del que t, lector, puedes ahora erigirte enjuez) disponga de los testimonios precisos para diciaminarsi existe contacto con otros entes inteligentes e injerencia

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  • de stos en nuestro quehacer terrestre, en el curso de nues-tra historia. Yo no preciso ya de ms pruebas que las queaqui aporto. A la vista de las mismas, y mientras nadie medemuestre con evidencias que esto no es as, hoy tengo queaceptar como un hecho real este contacto y esta injerencia.Lo cual me confiere la tranquilidad precisa como para, taly como dije antes, aparcar de momento a los OVNIs eneste dossier con el propsito de meterme detrs de los bas-tidores que mencion Disraeli e ir en busca de algo ms.

    Lo que ahora sigue es, pues, una relacin de todos aque-llos hechos, legados, datos, incidentes histricos que notienen explicacin desde el punto de vista de su origen ex-clusivamente humano, acontecidos desde los tiempos pre-histricos hasta hoy. En esta relacin aporto nicamenteincidentes documentados, repito, y que

    -interpretados conlgica humana- no admiten como originaria de su presen-cia a la civilizacin en la cual se estn manifestando.

    Debo advertir igualmente que los orgenes de estas ma-nifestaciones no parecen estar unificados. Para poner unejemplo simple, existen testimonios de avistamientos defiguras humanoides desconocidas que portan escafandra,mientras otros testimonios hablan de apariciones de seresantropornorfos que no portan ningn tipo de aditamentotecnolgico. La hiptesis de que son diversas las razas deseres inteligentes desconocidos que llegan al planeta Tierraparece tener mayor base que la que opina que el origen deestos visitantes es slo uno. Igualmente, numerosos testi-monios apuntan a que los desconocidos provienen del es-pacio exterior, mientras que otras manifestaciones parecentenr su origen en el intelior mismo de nuestro plneta, oal menos inmediatamente debajo de su superficie. Tambinparecen haberse producido disputas entre los desconoci-dos, combates incluso. Y, en los ltimos aos, hay queapuntar que algunas manifestaciones de origen desconci-do pero inteligente, etran ya en un rea en que fcilmentepueden ser confundidas con manifestacionei de los msavanzados sistemas de ataque y de defensa desarrolladospor el hombre.

    Se dan, manifiestamente, aspectos contradictorios y has-ta decididamente absurdos en todo este conjunto de hchoscuya explicacin final hoy todava no tenemos. Pero lo queno voy a hacer es contemplar cmo se falsean los hechos ycmo

    -cuando no se los ignora u oculta- se manipulalos datos que la historia nos ofrece, slo para que ests he-chos adqlrieran una aparente pero engabsa lgica. No de-lepos adapta.r los hechos a nuestra i-nteligencla, sino quedebe-mos aspirar a elevar esta inteligenia a un grdoen el que pueda entender y asimilar lo hechos, aunque en1

    cstos momentos an se le antojen absurdos. Tamtllr efgun absurdo para los hombres de ciencia del siglo xvlll Elun absurclo para los hombres de clencla del slglo xvlll Elhecho o la simple idea de que el hombre viajara algrr diahecho o la simple idea de que el hombre viajara algrln diahasta la Luna y pegara torpes saltos sobre su superllclc, y,sin embargo, sta es una experiencia superada hoy cn tllrsin embargo, sta es una- experiencia superada hoy cn tllry aceptada por todos. A lo que debemos,aspirar, a ml en.tender, es a lograr comprender algn da la realidad subya.cente y el sentido de los fenmenos inexplicados que rrplicados que r

    historia humanahan venido produciendo a lo largo de la historia humy que actualmente se siguen produciendo y prodigando.y que actualmente se slguen produciendo y prodigando.

    Quiero puntualizar que en este trabajo no intento inter.pretar ni dar soluciones. Unicamente enumero en l unospretar ni dar soluciones. Uniacontecimientos en una sucesin (hasta donde sea posible)cronolgicamente ordenada, para que estos hechos no cai-gan en el olvido y sirvan en cambio de instrumento vlidopara todo buscador sincero. Es un repaso actualizado y se-leccionado en cuanto a su rigor documental de la inciden-cia del fenmeno extraterrestre en nuestra propia existen-cia. Hilvanado de tal forma que se pueda conocer digamosal microscopio, con detalle, cada uno de los elementos apor-tados de esta incidencia extraterrestre, y contemplar luego-una vez ledos los dos volmenes de esta crnica extra-humana antigua y moderna- la totalidad del conjunto deesta incidencia que se extiende sobre toda nuestra existen-cia como raza. Slo as, combinando cada lector con sabi-dura este juego de lentes de aproximacin y panormicapara captar simultneamente los detalles y el conjunto delfenmeno, podremos aventurarnos a intentar comprendernuestra posicin activa en el universo. As y todo, este tra-bajo no deja de ser ms que_rn esquerna, un.esqrr-eleto delinmenso cuerpo que sobre l puede construir cada lectorpor su cuenta, aadiendo nuevas piezas que estn presen-tes en el fluir de nuestra historia y que no todas, ni much-simo menos, estn recogidas aqu. Quiere de paso servirtambin de respuesta esta obra a todos aquellos que, sibien tal vez llegan a aceptar la posibilidad de que alguienprocedente del espacio exterior nos visite, siguen, con todo,preguntando:

    "S, pero... qu pruebas tenemos realmentede su existencia y de sus visitas a nuestro planeta? Estasque siguen son algunas de estas pruebas. Slo algunas. Aho-ra' t eres iuez' lector

    ANDREAS F^n'n-KerseR

    Barcelona, febrero de 1984.

    t7

  • Por cierto que la tinta de los sabios es mds preciosaque la sangre de los mrtires.

    Asistir a las lecciones de un sabio es ms meritoroque hacer mil genuflexiones, que visitar mil enfermos,que seguir mil entierros.-

    Muhammad Ibn Abdallah Ibn Abd al-MutalibIbn Hasim, Mahoma

    Aquel que busca no debe cesar de buscar hasta queencuentre, y cuando encuentre, quedar estupefacto,y, estando estupefacto, quedar maravillado, y reina-rd sobre el Todo.

    Euangelio de Didimo Judas-Toms

  • ANTES DE LA HISTORIA

    Ya mucho antes de que al hombre se le ocurriera la posi-bilidad de escribir su propia historia para ilustracin de laposteridad, crey oportuno darnos a entender que habasido testigo de la presencia de unos seres que le impresio-naron especialmente. Lo suficiente, como para que sus re-tratos merecieran ser grabados en las rocas milenarias de,por lo menos, Australia, el Sahara y los Alpes.

    Visitantes sin boca

    En la cordillera de Kimberley, en el noroeste de Australia,existen unas notables pinturas rupestres que se destacande todas las dems halladas en el quinto continente. Son defigura antropomorfa, de notable tamao (llegan a medirhasta seis metros), y presentan unos rostros blancos des-provistos de boca. Sus cabezas estn rodeadas por uno odos semicrculos en forma de herradura, con finas lneasque irradia el crculo exterior (simbolizando el aura, acasoun casco, pero eso no lo sabemos). Los nativos llaman aestas figuras wandjina y afirman que son las nicas repre-sentaciones ,rupestres no ejecutadas directamente por susantepasados. Son, para ellos, representaciones de seres queinspiran un sentimiento profundamente sagrado. Tanto,que insisten en que estas figuras sin boca fueron trazadaspor los propios seres a quienes representan, cuando stosdescendieron a la Tierra. Pues dicen los aborgenes que enlos primeros das del mundo, cada wandiina cre la topo-grafa de una zona determinada. Una vez realizada esta la-rea, el wandiina se transform en una serpiente mltica y

    ,)l

  • se refugi en un charco cercano. Antes de hacerlo, dej suimagen plasmada en una pintura rupestre en un refugioadyacente y orden que antes de que diera comienzo cadaestacin de los monzones, los aborgenes tenan que reno-var dicha pintura. La renovacin de la imagen rupestre delwandjina no slo origina el comienzo de las lluvias monz-nicas, tan anheladas tras la larga sequa anual, sino que esel tributo que garantiza el aumento y la prosperidad devveres, animales y vegetales. El incumplimiento del man-dato de renovacin acarrea la sequa y, con ella, el hambre.Cuando las pinturas de los refugios rocosos se vuelven bo-rrosas, el wandjina correspondiente desaparece, llevndoseconsigo la lluvia y la fertilidad, y se le puede ver entoncesde noche en forma de luces que se mueven a gran altura.

    Entre 70 y 80 luces que se movan a gran altura, fue loque declar haber visto (es mera ancdota comparativa,pero referida probablemente a un mismo enigma) el cate-drtico Harley D. Rutledge, jefe del Departamento de Fsica de la Universidad de Saint Louis, en Missouri, cuandodurante siete meses del ao 1973 se dedic con un grupode universitarios a observar con atencin el cielo. Comenzsus investigaciones el 6 de abril de 1973 en Piedmont, en elsur del estado, tras haberse notificado all el avistamientode objetos voladores de origen desconocido. En el equipo deobservadores de Rutledge figuraban miembros de la facul-tad, estudiantes de Fsica, pilotos, un catedrtico de Cien-cia y. miembros del club de Astronoma del sudeste de Mis-sourl.

    El 19 de noviembre afirmaron que en 38 de las 78 no-ches de vigilancia, vieion luces de procedencia inexplica-ble. En total, catalogaron en estas 38 noches unas 70 lucesde origen no identificado. .Hemos visto las luces y las he-mos fotografiado. All estn, no voy a intentar especularsobre lo que son. Hay algo en ellas que no puede explicar-se. Las luces se movieron, hicieron giros en ngulo recto yparpadearom. Junto coR esta declaracin suya, Rutledge seneg a calificar a estas luces de objetos volantes no identi-ficados. Pero queda claro que volaban y no las identific.

    Volvamos a Australia. El wandjina es, pues, un perso-naje divino que trae la prosperidad, sabe transformarse enserpiente y adems ascender al cielo para ser visible ah enforma de luz que se mueve a gran altura. Dios, fructifica-dor, serpiente y cuerpo celeste. En un mundo distante,Quetzalcatl, dios celeste de los toltecas y nahuas (identifi-cado con Gucumatz por los quichs y con-Kukulkn por losmayas), creador de la civilizacin, quedaba simbolizado poruna serpiente con plumas. Era un agente unificador delcosmos. Quetzalcatl trajo las semillas fructificadoras ms22

    ricas, como el ma2. Trajo tambin la escritura, el calenda-rio, las artes y las leyes morales, y... huy por los aires,fuepor el espacio de un lado a otro, se consumi en las llamasdel

    "fuego divino" y se convirti en el planeta Venus. Allqued con el nombre nhuatl de ,.la estrella que echahumo,,. Dios, fructificador, serpiente y cuerpo celeste. Aligual que lo recuerdan los aborgenes australianos. Y losde tantos otros parajes en los que se conserva un ms omenos vago recuerdo de nuestro. inquietante origen.

    Y ya de vuelta a los aborgenes australianos, sorprendepor ejemplo en su primitivismo el famoso boomerag que,decididamente, no va con su nivel de desarrollo actual. Esfruto de un estudio profundo de las leyes de la aerodin-mica. Y sorprenden ls mismos aborigees por sus detalla-das

    -y para ellos sagradas- reglas de higiene, gentica yproteccin de la caza. Las consideran legado de una razsuperior. Al igual que aducen, insisto, los primeros recuer-dos de casi todas las comunidades primitivas del planeta.

    Los sin rostroPortando serpientes sobre su tocado de cabeza de pjaro-al ms elegante estilo egipcio faranico-, un cuartet defiguras femeninas bailan una danza petrificada en las rocasdel importante enclave cultural prehistrico sahariano deTassili n'Ajjer, en el este del actual Argel, cerca de la fron-tera libia. No lejos de estas bailarinas que remiten a lasnociones divinas del vuelo (cabeza de pjaro) y de la ser-piente, (que portan en su tocado), aparee grbado en laroca-el-torso (si" piernqs, al igual que suced con las figu-ras de la cordillera de Kimberley en Australia) de una-fi-gura a_ntropomorfa que por cabeza luce una cpula conuna sola marca ovalada en su centro, que podra iepresen-t-qr u-n ojo nico. Esta cpula est unida al tronco por me-dio de unos aros horizontales, simulando eI acopl de uncasco al resto de la figura. Tanto las aludidas bailarinas deinfluencia faranica como este gigante monstruoso catalo-gado por su descubridor, Henri Lhote, como el gran diosomarcianor, estn ubicados, entre los millares de pinturasrlpestres de Tassili n'Ajjer, en el enclave conocldo porYabbaren, que en el idioma de los tuareg significa nlos gi-gantes, precisamente porque las figuras ll representadsalcanzan en ocasiones concretas tamaos realniente gigan-tescos, de hasta 6 metros para una de ellas. (Record--erosque precisamente unos 6 metros alcanzaban tambin lasfiguras mayores de los wandjina australianos.) Ms al nor-te de este enclave de Yabbaren, concretamente en Sefar,

    23

  • ii

    alguien nos leg la representacin de otro ser humanoidegigante, de cabeza achatada,. a modo de martillo, en la queno se aprecian ojos, nariz, ni boca. Este ser es adorado porotros seres de tamao ms pequeo, que lo flanquean porambos lados. Para explicar sin dar explicaciones estas es-trafalarias por monstruoides formas de cabezas, la arqueo.loga ortodoxa se contenta dicindonos que pertenecen alperodo decadente de las cabezas redondas" (?).

    Figuras toscamente humanoides, que igualmente lucencabezas-martillo (como en este caso las cataloga la arqueo-loga universitaria), vuelven a estar plasmadas en las rocasdel conjunto rupestre de Valcamonica, en la vertiente ita-liana de los Alpes. Y en este mismo museo rupestre prehis-trico aparece una figura humanoide cuya cabeza est en-cerrada en un casco.

    Dado que una imagen vale ms que cien palabras, remi-to al lector a las ilustraciones correspondientes que se apor-tan en el libro.

    1l OOO AOS DE CARTOGRAFIA AE,REA

    Las lneas costeras debieron ser cartografiadas antes degue la Antrtida quedara cubierta de hilo. Hoy en da, elhielo alcanza en este sector un grosor aproximado de unamilla..No tenemos la ms remota idea d cmo pueden en-cajar los !-a_t_os 4e e-ste mapa con los conocimien-tos geogr-ficos de 1513. Tal fue la opinin del entonces comairdalntede la US Air Force Harold Z. Ohlmeyer, al comentar losmaqas de Piri Reis el 6 de julio de 1960 en carta dirigida alprofesor Charles H. Hapgood, cartgrafo de recoocidacompetencia.

    Los citados mapas fueron trazados en el ao 1513 enGallpoli sobre piel de gacela, por el hijo de Hachi Mehmet,Piri Reis, quien fuera almirante de las flotas turcas en elmar Rojo y en el golfo Prsico. Dos fragmentos de estosT?pas

    -que en -su conjunto total reflejaban toda la super-ficie terrestre- fueron hallados el 9 d noviembre de i.929por B. Halil Eldem, director del Museo Nacional turco.Desde entonces se conservan en el antiguo palacio de Topkapi, en Estambul, transformado en muse-o en el mismba,o 1929.

    El propio almirante Piri Reis indic, en los textos ex-plicativos de sus mapas, que para su confeccin se habaservido de un total de 20 maps diferentes, empleando in-24

    cluso para.el rea de las Antillas un mapa anterior de Cris-tbal Coln.-

    En 1954, los mapas lleglaron a manos del cartgrafo ame-ricano Arlington H. Mallery. Su inters en los mismos secentraba en la constatacin de que quedaban-consignadosen ellos sectores del planeta que en 1513 an no hablansido descubiertos. Por ejemplo, la Antrtida. A la vista deello, Mallery llam a consulta a su colega Walters, del Ins-tituto Hidrogrf,co de la US Navy. Mallery y Walters con-feccio-naron.una proyeccin que les peiniitiera reflejaraque.llos antiguos mapas sobre un glob terrqueo moder-no. Descubrieron entonces con sorpresa que nb slo esta-ban exactamente en su sitio los aCcidentel geogrficos delas costas de Amrica del Norte y del Sur,-sin tambinlos de la Antrtida. Con la notabl peculiaridad de que enel mapa de Piri Reis el extremo sur de la Tierra de -Fueeoenlaza a travs de una estrecha lengua de tierra con h dn-trtida, all donde hoy en da las-aguas del estrecho deDrake enlazan entre s a los ocanos Atlntico y pacfico.Se someti entonces al mapa de Piri Reis a un rireticulosoestudio de cotejo con las folografas infrarrojas areas quereflejaban 9l perfit submarino y con los resuitados que ha-ban gbtenido e_n aquellas latitudes los barcos oceanbgrfi-cos. Se lleg a la conclusin de que realmente haba-exis-tido este puente de tierra entre l continente sudamerica-Io y l? Antrtida a finales de la ltima glaciacin; o sea,hac ahora unos 11000 aos. Piri Reis hba seaiaaoilsu mapa con asombrosa exactitud costas, islas, bahas vmontaas. que en parte hoy ya no son visibles, sino quest_n cubiertas por una considerable capa de hielo.

    Con motivo de la celebracin del Ab Geofsico Inter-nacional, en 1957 se inte-res tambin por estos mapas, ainstancias de Mallery y Walters, el igalmente cartgrfode la US Navy y diietor entonces d'el observatorio "Ws-ton, padre Lineham. El cual expres tambin la opinin deque los mapas eran de una prcisin extraordinaiia y que,aportaban detalles que nosotros solamente conocemoi dLs--.d".q."q, entre los aos 1949 y 1952, se efectu la expedicinbritnico-sueco-noruega a la Antrtida._- .pn un coloqulo celebrado el 28 de agosto de l98 en laUniversidad de Georgetown, el propio adre Lineham de-clar sin.rodeos- que los modernos stuios en los que es-taba participando iban confirmando la exactitud de ios da-tos referidos a las masas de tierra, proyeccin de los mon-tes, mares e islas sealados en lo mpas. En el mismocoloquio, el cartgrafo Arlington H. Mallery afirm que ha-bia que aceptar la evidencia de que los mapas de.piii Reismarcaban de fsrma absolutamente correct los meridianos

    25

  • terrestres, algo que nosotros slo ramos capaces de hacerdesde hace dos siglos, y manifest que no podemos ima-ginarnos cmo pudo trazarse un mapa tan preciso sin elconcurso de la aviacin",

    Para finalizar, y para no perder de vista la cronologade nuestra historia, conviene subrayar que si bien Piri Reisdibuj sus mapas en el ao 1513, stos se basaban en otrosanteriores. Cuyos datos en parte

    -como quedaba dicho-

    se remontan a 11000 aos atrs.

    CUANDO NADA EXISTfA

    "He aqu el relato de cmo todo estaba en suspenso, todotranquilo, todo inmvil, todo apacible, todo silencioso, todovaco, en el cielo, en la tierra. He aqu la primera historia,la primera descripcin. No haba u solo hombre, un soloanimal, pjaro, pez, cangrejo, madera, piedra, caverna, ba-rranca., hierba, selva. Slo el cielo exisia. La-faz. de la tie-rr.a no apareca; slo existan la mar limitada, todo el espa-cio del cielo. No haba nada reunido, junto. Todo era iivi-sible, todo estaba inmvil en el cilo. No exista nadaedificado. Solamente el agua limitada, solamente la mortranquila, sola, limitada. Nada exista. Solamente la inmo-vilidad, el silencio, en las tinieblas, en la noche. Slo tosConstructores, los Formadores, los Dominadores, los Pode-rosos del Cielo, los Procreadores, los Engendradores, este-ban sobre el agua, la luz esparcida.

    .A,s. reza el Popol-Vuh, el libro del Consejo de los indios ^quichs, quienes mucho antes de la llegada de los europeossaban que el poder se obtiene en Oriente ("Ciertamnte,paser.on por el mar al llegar all lejos a Oriente, al ir arecibir sus poderes. H9 lqui el nombre del ttulo del jefea cuyo pais llegaron: el Gobierno de los Orientales. Enion-ces Ilegaron_ante el jefg Nacxit, nombre del gran jefe, su-pfe_mo psi4idor de Palabra, de mucho poder. He aqu quel le-s 4io las insignias del poder. tods sus atribirtos',,);que hubo un gran diluvio (Entonces fue hinchadala inui-4acin por los Espritus del Cielo, lna gran inundacin fuehecha, lleg por encima de las cabezal de aquellos mani-qufes construidos de maderao [...] se oscurelci la faz dela tierra, comenz la lluvia tenebroso) lluvio de da, lluviade noche)"; que. las- aguas pueden separarse para permitircruzar el mar sin riesgo ("Su pasaje por mar no parece;pasaron como si no hubiera habido mar, solament sobre26

    Representacones dewandjinas en la reginaustraliana de la cordillerade Kimberley.

  • piedras pasaron, y aquellas piedras sobresalfan en la arena.Entonces las llamaron Piedras Arregladas - Arenas Arran-cadas, nombre dado por ellos al sitio por donde pasaronen el mar, habindose separado el agua all por donde pa-saron"); que conocan la montaa en donde se habla conla divinidad

    -parece que Moiss tenga que entrar en es-cena de un momento a otro- (Grande era su tristezacuando estaban enla montaa ahora llamada De la ConsuLta, ei donde los dioses les hablaron otra vez); que paracolmo adoraban a una piedra de igual nombre que la pie-dra sagrada de los musulmanes (Mansin Florida que seve en Cahbafia, nombre de otro grandsimo edificio en don-de estaba una piedra adorada por los jefes quichs, adora-da por toda la tribu). Y nos habla este libro del Consejode los indios quichs de los constructores, de los magonsque formaron al planeta Tierra y a todo cuanto en l vivey existe. Los que nos construyeron a nosotros, para que losadoremos y les sirvamos de nutricin. Eso explica el Po-pol-Vuh y con alguna variante tantas y tantas otras narra-ciones orales y escritas que la memoria del hombre ha pre-servado como elemento constitutivo de nuestra programa-cin global.

    E r rant e s nay e gant es c s mico s

    Los nativos de las islas Gilbert, en el extremo este de la Mi-cronesia, nos transmiten al respecto eue g el principio,hace rucho, mucho tiempo, slo exista el dios Nareau, elcreador. Nadie sabe de dnde vino, ni quines eran sus pa-dres, pues Nareau yolaba a trats del espacio solo y dor-mido. En sueos oy que alguien pronunciaba su nombre,pero ese alguien que le llamaba era "Nadie". Nareau des-pert y mir a su alrededor. Estaba vaco, pero cuandomir debajo de s advirti un objeto grande. Era te-boma-temaki,lo que significa "el cielo y la tierra en una unidad".La curiosidad de Nareau le hizo descender hasta all y poscuidadosamente el pie sobre te-bomatemakr. No haba allser viviente alguno, ni ningn otro ser humano excepto 1,el creador. Por cuatro veces rode el mundo que acababade descubrir, de norte a sur y de este a oestel hasta con-vencerse de. que estaba realmente solo. Entonces Nareauexcav un hoyo en te-bomatemaki y lo rellen de agua ytierra. Con el agua y la tierra form una roca. Luego leorden a sta que, en unin con el vaco, procrease a Na-reau Tekikiteia. De esta forma naci, por voluntad deNareau el creador, Narea Tekikiteia, o sea "Nareau el Sa-bio". Nareau el creador reinaba ahora sobre te-bomatema-28

    ki, mientras que Nareau el Sabio residia en la Tierra. Dacloque podan comunicarse entre s, decidieron separar el Cie-lo de_la Tierra,_lo cual lograron tras algunos esfuerzos. Luc.go, Nareau el Sabio cre a los primeios entes dotados dcraznr..

    Todava en el- siglo pasart_o, los etnlogos trajeron estcotro relato, igualmente de Oceana: uJds mvla en clin'linito del universo. El universo estaba oscuro. No habfaagua en ninguna parte. No exista la aurora, ni la claridad,ni luz de ninguna clase.,

    Y en las islas de Samoa, los nativos recuerdan eue eldios Tagaloa flotaba en el yaclo. l fue el creador a todo.Antes de su llegada no haba cielo ni tierra. Estaba comple-tamente solo y dorma en la inmensidad del espacio.'Nohaba mar ni exista la tierra entonces. Su nombie era Ta.galoafa'atutupu-nu'u, lo que significa "el origen del creci-miento"r.

    Pronto veremos cmo estos dioses creadores, estos se-r9s qug cruzaban el espacio infinito antes de nuestra pro-pia existencia, usaban psulas para trasladarse de uri lu-gar a otro.

    EN CAPSULAS Y HUEVOS DIVINOS

    Sin movernos de escenario -aunque narraciones similaresse repiten- en otras reas culturals del planeta-, los indl-

    geqras- de las islas de la Sociedad recueidan que Ta,aroase hallaba en el interior de su concha, en la osuridad, des-de el pasado infinito. La concha era como un huevo oie tto-taba en el espacio infinito. No haba cielo, ni tierra, iri riar,ni luna, ni sol, ni estrellas. Todo estaba-sumido n h os-curidad, espesa tiniebla que se extenda en todas direc-clones.

    Un hombre emerge de un raro otoide que, por sus co-lores y co-nformacin interna, es a la vez na bscarapela,un caracol o w huevor, escribe Henri Lhote refirindse una de las figuras del conjunto rupestre aet iiiiii-n-cretamente enclavado en Auanguet,lunto al grupo a yaU-baren, cuyas importantes repiesentlaciones imbs va

    "nanterioridad. Ahora, situado figeramente al sur de ls mii-mas, descubrimos a un ser aparentemente antropomorfoque-

    _surge de una especie de cerpo ottoide.Nos vamos a Eurpa. En la antigua mitologa griega, losdiscuros Cstor y plux (entre otios perso"ejmiTiOgt.29

  • -r-I

    I,l, seor Yago_de compos stella>>, que dispensa ayuda, luz yI p.o,eccin. Cuya'concha la llevan msticamente aqucllo.s

    9^":-:Tpl:lgT ]1_119.: v lratan de,obtener la. estrcllac.os) brotaron a la vida de huevos celestes' En ocasiones sei""r".;;;;;iil-p.it"ndo un casco en cuvo vrtice bri-iiiu, ii'17;;;;ur: lZ;;li-coloc como "estrellas en eliii"*L"t. Bt ,"ai, Ct1;; v,Plux fueron dos de los i1-tesrantes de la expedi;i a": los argo-naulas quc a bordo""til';;;J.-:;;*biL q'" indida ta rapidez v ra btan-;;;; f"**;;;: fueron en bsca del Vellocino dc oro' que;';il";"il;-'or...io'a-etes, hijo del Sol' despus de;;;';1 iii"ro Crisomalo, cuyo velin era de oro' le resca-T;;;1;';;"il;. En efect, en el

    -momento de ir a seriiiin.ut Frixos y i"-t*na Hela, apareci \"" !?!.?" i. q"" ttli el carnero, enviado por Hermes' Y transpor-t a ambos , otror"roiii'tii aires,ha-cia la Cl{uida' Hela"r"" li-"r"o en el tivecto y Frixos lteg a la isla de

    Aea';it".; ;;J";i.; ivs ael"sol se encirran en una cma-;';';;;:-i b;j"-; signo del carnero, bajo el signo.deiriJi i ij "

    "rjiil, ,"-Eruruuan en Rom las cereales.En las procesiones, llevaban un huevo'Pero es que descendientes hermticos de los argo-tav-

    tas fueron a su vez los argotiers, los ^que utilizan el ar.got'i"i"""r "urticular

    . toAs los indiviuos que tienen,inle-;?;

    " coinunicar sus pensamientos sin ser comprenclrdos

    ir.t iri"i iLs ro.un, lengua en que se exp-resaban y seiig.,t"', expresando todos los iniciados' Hablaban esta len-sua los frimasons e la gAa Media, que edificaron losemolos argticos, las obras de arl goth o de argoti fts;;;;;"; ;ficas. unto al solar en que se estaba constru-"."" "ruiera de stas ptreas y

    -monumentales claves;;ii.;;, l;-ir,itru.tor" de las- mismas instalaban suE;;i,i,t;' ;;";i;;i ii"tt po que duraban las obras' vinien-;";:;; u1g si .or',o

    "i upuesto de mando' v= {,b."-tq1:de todo v tdos Ios que intervenan en Ia construcclon oeltemplo, omunidad que se-rega por unas normas muy es'iii.i* v p"ifectamete delim'tadas. La transmisin de las;A i.; l; q.r" t.rigen q*1^s Bauh,tten o alpendes seremonta

    -como estrib ert 1962 L' Schwartz- a la poca

    -ir-nipios, asirios e hindes' Bastante tiempo--antes'J" i ti'r;;;i, wl1iil* Preston afirma que ta

    -11:tll' 9:eitos iriiciados constructores (maEons) se remontan hastal o*"to de la creacin, al tiempo que el doctor gorgetir". no vacila en escribii que est cincia- ya se cultivaban otros sistemas planetarios antes de la lormacrn cte lafi"ii. O" moao qe ios frimasons, descendientes hermti'cos de los argo-nutas, fuero,n constructores y,na:tas qu-e-tambin e[s- conocan el camino que conducia aI Jar-dile;i;-i+;fe.ia"t. Y si profundizams

    "' n^ot"..*,T' 9!,bemos hablar aqu tambin de la concha de Santlago' oel

    (compos stella) , y que tienen que realizar, con el corclnpor gua y la concha por insignia, este largo y peligroso rc-corrido, una de cuyas mitades es por va terrestre y la otrapor va martima (tambin Ta'aroa, divinidad de las islasde la Sociedad, vimos que se hallaba en el interior de suconcha, que era como un hueyo que flotaba en el espacioinfinito). Debe4 ser ante todo peregrinos y, despus,-pilo-/os. Pilotos?.En los pilares que decorn la credencia-quese puede admiralen la Mansin Lallemand, en el Bourges,vieja ciudad del Berry, la susodicha concha est rematdapor un par de alas: pilotos de naves capaces de tolar?Nautas voladores? Terminemos observandb que la voz ar-gonauta nos remite a una familia de races lrecorriendoa la cbala hablada- que permite establecer iriteresantesrelaciones: es la familia de las races arg-, arq-, arc-, d,px-,que relacionan entre si a palabras tan intereiantes comoson el nombre de la nave Argos,los argonautas, la arqti-tectura, lo arcano, el arca de No, apq (comienzo, origen,y enplural potencias espacialesr) , los arcngeles, etc.--

    En los aparatos volantes vemos santos oficiando de pi-lotos", se afirmaba en el comentario que la-revista yugs-lava Syet dedicaba al descubrimiento n 1964 de uns -sin-gulares frescos en el monasterio servio de Deani, en Ko-sovska Metohija, en Yugoslavia. En los frescos estabannetamente reproducidas las figuras de ngeles volando enel interior de cpsulas. Son ds cpsulas"que velan unadetrs de otra. En la que abre el pso va un ngel sin au-reola, que tiene las manos en posicin de maniplar algnmando, y mira hacia atrs, como atento al piloto qu lesigue. Conduce Ia otra cpsula un personaje similai, ha-ciendo clara alusin ambas imgenes a senos obieto,s es-fricos en vuelo, y con una figura humanoide en'su inte.rior. Otros seres anglicos que contemplan el vuelo setapan los odos con Is manoi. En el centro del coniunto1p1-rece

    -la figura de Jess crucifi.cado. Debajo de ste sehalla el fresco de la Resurreccin. En 1, parce que Jessse halle en un cohete a punto de despegar-. En su-parte su-perior, la supuesta nave lleva inclus dos alas.

    En la Academia Conciliar de Mosc se encuentra el ico-no La resurreccin de Jesucristo, en el que Jess apareceen el interior de un receptculo que recurda una nve vo-ladora pgsada en tierra. De su parte inferior, por amboslados, sale hu-mo que oculta los pies de los ngeies agrupa-dos en derredor.

    Estamos hablando de cpsulas y huevos divinos. En re-3130

  • lacin con este ltimo prrafo, no conocemos acaso- parael domingo de Resurreicin la tiadicin popular del huevode Pascua?

    EL LIBRO DE LOS MUERTOS

    Tambin en la antigua historia de Egipto, las divinidadessalen, entran y vive en huevos y en discos.

    usalgo del"huevo en el pas r-ecndito,, dife O^siril Anien el Llbro de los muertos-, donde el triunfador Osiris Nuafirma ser uel que reside en las Utchat y en el hueuo, o.pi'nando ms adelante que nadie puede entrar ni salir, sinoel dios santo que vive en su hueio,- y espanta a los inmor-tales y aterra los jusr..., nadie puede respirar los vien-tos, slvo el dios santo que vive en su hueto..', tc'_

    Prosigamos con la lectura de textos del Libro de losmuertos-de los antiguos egipcios, recordando una vez msahora a los argo-nautas, y que tambin aqu comie\z?-acitarse la nave[acin. As, el victorioso canciller en jefe Nuafirma que oAntebu es el gua de los dos pafses. S_eb- econstituye gracias a sus timones. El poder que abre el Dts--co. El piinipe de los seres rojos. Soy arrastrado como elnufrago..., -He abierto la casa de los tesoros del diosHap, limpiado /os caminos del Disco...', uAlab y glorifiquel Disco.-.."

    "Y hablar con el Disco, y con los moradoresdel cielo."Y el triunfador Osiris Patha-mes, director de los escri-

    bas y diseador, dice: "Enviad vuestra luz y disipad la os-curiilad que os rodea y contemplad la faz de Osiris, ott

    existente como l existi!, y ensalzad a aquel que resideen su Discor...

    "Venciste a tus enemigos, oh t que resi-des en tu Disco.Djame subir a bordo de tu embarcacin,9[ ft, su-

    plica el victorioso Nu refirindose a la barca celeste que seapareci, por ejemplo, como un milagro a Isis, estandoata junto al cadver de su esposo, en f,orma de w discode oro, cuando ya el Sol se haba puesto. Y la ofrenda 4.u dela seccin IV reza: Los que cantan loas dispensen que Osi-ris... sea como los marineras divinos del cielo.r,

    En el himno a Osiris Un-nefer se dice de este seor quesu cuerpo es.claro y flgido metal, que

    "azul es su cabe-za y que el brillo de la turquesa le cerca.

    Osiris Ani, por su parte, afirma que forz todos los ca-minos del cielo y de la Tierrar. Honor a ti, oh tu que ttue-32 Grupo de bailarinas de claa influencia egipcia reproducidas

    en la roca del enclave prehistrico sahariano de Tassili ri'Ajjer.

  • las por el cielo y brillas sobre el hijo de Ia corona blan-ca...r, exclama Nu, el triunfador canciller en jefe. Obsr-vese que no se habla de una divinidad que mora en loscielosf sino que, muy concretamente, vuela por el cielo. Y elmismo Nu dir:

    "Yo, incluso yo, soy el que conoce las ru-tas del'firmamento..., he andado las remotas, las ilimi-tadas comarcas celestieles...rr,

  • de Lamech antes de haber sido desenrollado' Fue escrito" ui*"" en la primera mitad del siglo r a. de J'C'

    En l se cuenla cmo Lamech, padre de No, vuelto -a

    "u..-i.i1a.gu a.rtetcia, se encuentra con la sorpr-esa de

    ". tu muier", Bathenosh, haba dado a luz a un nio queo acabab de cuadrar en la familia. Su mujer le aseguraque el nio no es hijo de ningn extrao ni de ninguno de;"rii* at Ci"to,, como no1 Io relata el Propio Lamech:*Mi coiazn estaba entonces sumamente afligido, y cuandoBthenosh, mi esposa, vio que mi semblante haba cam-Uio... Etonces^ella dominb su enojo y me habl dicien'do. "iOh mi seor, oh mi [hermano, reCuerda] mi placer!ie'jriro por el Gran Santo, el Rey de flos cielos]'-", queesta semitta es tuya y que esta concepcin es de ti"', no;i"gf; xtra o-Vigilante o Hiio- del Cielo." Pero sibien Bthenosh niga qu el nio sea fruto-de su coito con,un visitante csmic, Lamech sigue sospechando y enva-a -Matusalem, su padre, a visitar aEnoch, abuelo de Lamech,que est en el araso, para que le diga la verdad. Nos va-,iros po. ello al texto dei Libro de Enoch,-cuyo original pro-bablmente hebreo se ha perdido, pero del que se conser-van copias griegas, etiopes y latina. Libro- secreto,- del quesan Agustn"afiimba que Iglesia lo rechazaba de su ca'non dbido a su gran ntigeiiad,-y que, sin embargo, fueplenamente aceptdo por-los primeros cristianos, entreLllor run Clemete de lejandr, nos habla de este p-asajede las dudas de Lamec en su Fragmento Noachico(CVI, 1-19): Y tras un tiempo, mi hij Matusalem tompara'su hi'io Lamech una mujer, y ella concibi de l y dioluza un tio. Y su carne eia blnca como la nieve y rojacomo la flor-de la rosa; y los pelos de su cabeza y- su ca-bellera eran blancos como la lna; y sus ojos eran hermo'sos, y cuando l abri los ojos ill'min toda la casa comoel soi, y toda la casa estuvo inuy brillante. Y entonces l selevani de las manos de la partra, abri la boca y habl alSeor de justicia. Y su padre Lamech fue presa-de telrorante l y huy y fue anie su padre Matusalem. Y le dijo:"Yo he iuesio en el mundo un hijo, diferente (a-l.gs otro-s);no es cmo los hombres, sino qlre parece un hiio de losngeles del cielo">,

    -esta comparacin q!e-hace Lamechpaiece indicar que 1, o incluso la gente de la p-oca.,.esta-ban familiarizados con las caracterfsticas o peculiaridadesque presentaban los hijos de los ngeles del cielo-; sunatuialeza es diferente y no es como nosotros; sus

    -ojos soncomo los rayos del sol; su rostro es esplndido. Y me pa-rece que no es mo sino de los ngeles, y temo--que:e cum-pla u prodigio sobre la tierra durante sus das. Y ahoraie suplico, o padre mo, y te pido que vayas al lado de3

    Enoch, nuestro padre, y que conozcas por l la verdad, por-que su resistencia est con los ngeles. As pues, cuandoMatusalem hubo oido la palabra de su hijo, vino hacia mfen los connes de la tierra, porque se haba enterado queyo estaba all, y grit y o su voz y fui a l,y le dije: "Hemeaqu, oh hijo mo, por qu has venido hacia m?" El merespondi y me dijo: "He venido a ti a causa de una graninquietud, y a causa de una asombrosa visin a la que mehe acercado. Y ahora escchame, oh padre mo: le ha na-cido un hijo a mi hijo Lamech que no es parecido a l: sunaturaleza no es coma la'naturaleza de los hombres, su co-lor es ms blanco que la nieve y ms rojo que la flor de larosa, los cabellos de su cabeza son ms blancos que la lanablanca y sus ojos son como los rayos del sol, y ha abiertolos ojos y ha iluminado toda la casa. Y se ha [evantado delas manos de la partera y ha abierto la boca y ha bendeci-do al Seor del ielo. Su padre, Lamech, ha sido presa delterror, y ha huido hacia m; no cree que sea suyo, iino (quecree-que es) la imagen de los dngeles del cielo, y heme aquique he venido a ti para que me des a conocer la verdaii."Entonces le respond, yo Enoch, y le dije: "El Seor cum-plir cosas nuevas sobre la tierra; yo ya he visto eso en vi-sin y te he hecho conocer que en el tiempo de lared, mipadre, ha habido quienes hah transgredid de lo alto delcielo la palabra_ del Seor. Y he aqu que han cometido pe-cado, transgredido la ley: se han inido a mujeres, con eliaslan cometido el pecado, se han desposado y han tenido hLios. Es por eso por lo que habr un gran rrina sobre todala tierra: habr un agua de diluvio y una gran ruina du-rante un ao. Pero ese nio que os ha nacido permanecersobre la tierra, y sus tres hijos sern salvados-con l cuan-do mueran todos los hombres que estn sobre la tierra;sern salvados l y sus hijos. Ellos (los dngeles malos) ez-gendrardn gigantes sobre la tierra, no de espritu sino decarne; por eso labr un gran castigo sobre la tierra, y latierra ser purificada de tda corrufcin. Y ahora anuciaa Lamech, tu hijo, que el que le ha ncido es verdaderamen-te su hijo, y dale el nombre de Noe, porque l constituiruna permanencia para vosotros, y l y sus hijos sern sal-vados de la destrutcin que Ilegar sbre la tierra a causade to4o

    _el peca4o y a cusa d toda la injusticia que secumplir sobre la tierra en sus das. Y tras so vendi unainjusticia ms grande que la que se ha cumplido al prin-crpro sobre la tierra, porque yo s los misterios de los san-tos, porque el Seor me [o] ha enseado y me [los] ha9q4o + conocer y sobre las rablillas del cieio yo [los] treledo.""

    En otro lugar de su legado, Enoch nos habla ya de la

    :I

    1

    37

  • unin de los celestes con las hijas de los hombres' Vuelvoa transcribir literalmente del Libro de Enoch (VI, 1-8, yVII, 1-6): .As pues, cuando los hijos de los hombres sehubieron multiflicado, y les nacieron en estos das hijashermosas y boitas, y l-os ngeles, hiios de los cielos,lasvieron, y Is desearon, y se dijeron en-tre ellos: "Vamos, es-coiamo muieres entr los hiios de los hombres y engen'drbmos hiioi." Entonces, Semyaza, su jefe, les dijo: "Temoque quiz'no queris [realmente] cumplir,esa obra, y

    -yoder, yo solo, rsponsable de un gran pecado." Pero todosle respondieron:-"Hagamos todos juntos un juramento, ypromtmonos todos on un anaterna no cambiar de desti-no, sino ejecutar realmente Iese destino]." Entonces todosjuntos juiaron y se comprometieron acerca de eso los unos"hacia ls otros con un natema. As pues, todos ellos eramdoscientos, y descendieron sobre Ardis, la cima del monteHermon; y io llamaron "monte Hermon" porqne es sobrel donde liaban jurado y se haban comprometido los unoscon los otros coir un anatema. Y he aqu los nombres desus jefes: Semyaza, su prncipe. Arakib,.Aramiel, Kokabiel,Tamiel, Ramiei, Daniel,-Ezequiel, Baraqiel, Asael, Armaros,Batariel, Ananiel, Zaqlle, Samsapeel, Satariel, Touriel, Yo-meyal y Arazeyal. Ess son sus jefes de decena',IE,stos] ytodbs ios otros con ellos, tomaron mujeres , cada uno es-cogi una, y comenzaron a ir hacia ellas y a tener comer.ciocot ellas y les ensearon los encantos y los encantamien-tos, y les nsearon el arte de cortar las-races y [la cien-cial de los rboles. As pues, stas concibieron y pusieronen-el mundo grandes gigantes cuya altura era de tres milcodos. Ellos evoraron-todo el fruto del trabajo de loshombres, hasta que stos no pudieron alimentarlos ms.Entonces los gigantcs sc v

  • porque cuando los de raza ditina se unan con_las hii.as delos hombres, ellas les daban hiios, que son los valientesde otro tiempo, hombres famosos.r

    El mismopasaje bblico figura igualmente entre los ma-nuscritos citados de Qumran, en un documento muy dete-riorado clasificado como .Las eras de la creacin. Transcri-bo de all (Gnesis , 1-4) literalmente: Y la interpretacinalude a Azazel y los ngeles que (se unieron a las hijas delos hombres: y) parieron ellas gigantes.>>

    Muchas leyndas antiguas de todo el mundo nos hablande relaciones amorosas de individuos terrestres con seresde otra u de otras razas, venidas desde lo alto, desde loscielos. Con estas leyendas entramos en el tema de los gi-gantes, conocidos por nuestros remotos antepasados, rela-ionados con los ciuces de razas, relacionados con la mti-ca Atlntida, confusos, en una palabra. Pero fruto de unrecuerdo. Del recuerdo de una raza de seres de talla dis'tinta a la normal humana. Famosos son los enigmticos gi-gantes de la isla de Pascua. Y los atlantes del templo deTula, en Mxico. Desde Grecia hasta la Polinesia, desdeEgipto hasta Mxico y hasta Escandinavia, numerosas tra-diiiones refieren que,los hombres fueron iniciados por gi-gantes. Tradiciones, leyendas y. mitologas nos hablan desos seres. Gigantes y no gigantes. Pero'de linaje decidida-mente no terrestre, de acuerdo con las referencias que deellos nos legaron los antiguos; no humanos como nosotros.Distintos, diferentes, superiores, divinosr. Educadores casisiempre. Saben ms que el hombre primitivo y le comuni-can parte de ese saber.

    JESS Y EL OVNI DE BELE,N

    Hemos citado ya, hablando de los frescos del monasterioyugoslavo de Deani y del icono de la Academia Conciliarde Mosc, la figura de Jess encerrda en lo que aparente-mente son cpsulas voladoras. Jess es indudablemente elpersonaje cuya imagen ha influido ms acusadamente en laevolucin de la cultura occidental. Por ello merece la penadetenerse aqu eri 1, y en el fenmeno, ntimamente rela-cionado con Jess, de la llamada estrella de Beln.

    Esta ltima es, como puede repasarse en los Evange-lios, una estrella que se mueve y gue, adems, tiene la fa-cultad de pararse. No es extrao que una estrella est apa-rentemente parada en el firmamento, como nos parecen40

    estarlo las que vemos normalmente, ni tampoco que unaestrella se mueva, como es el caso de las estrellas fugaceso de los cometas. Lo que en cambio realmente se sale fue-ra de lo usual es que una estrella haga ambas cosas: mo'verse y pararse. Y que, adems, demuestre ser inteligente:usalieioh, y la estrlla que haban visto en oriente iba de'lante de elios hasta que se par encima de donde estabael nio." (Mateo, 2:9.)

    Recuerdo que Julio Africano, crongrafo del siglo. rrr.,relata el descmso de una estrella en Persia, que anuncia elnacimiento de Beln, y que gua a los Magos. Calcidio in-forma que los caldeos vieron esta estrella viaiando durantela noch. En el captulo XIX de su estudio de la Epstolade los efesios, san Ignacio subraya la novedad de esa es-trella, que haca que los que la contemplaban se quedaranmudos de estuporr. Y el tlogo y exegeta Diodoro de Tar-so, que vivi e el siglo rv, arma que esta estrella no etauna-de esas que pueblan el cielo, sino una cierta virtud ofuerza urano-diuina, que haba asumido la forryta 4" :ro:'astro. Tambin la nariacin apcrifa Liber de infantia Sal'vatoris, contenida en el cdice Arundel 404 del British Mu-seum, pone en boca de los Magos la afirmacin de que lallamad estrella de Beln no era un cuerpo celeste usual,cuando dicen, hablando de ella: Esta rzo giraba en el cen'tro del cielo, como suelen (hacerlo) las estrellas fijas y losplanetas.- Pero sigamos el rastro de esta singular estrella, que lopuede ser todo menos un astro del firmamento ni una con-iuncin de dos o ms de ellos, como algunos estudiosospretenden. Aqu viene lo que nos cuenta la historia, y re-cuerda, lector, que t eres, de principio a fin de esta expo-sicin de hecho, el propio y nico juez de los mismos.

    En el Evangelio armenio de la infancia, traducido en elsiglo vr por ls propagandistas nestorianos de Siria delprevio orlginal siiiaco Libro de la infancia, leemos (V, l0)que un ngel se apresur a ir al pas de los persas, paraprevenir a los reyes magos, y para ordenarles que fuesen aadorar al nio recin nacido. Y ellos, despus de haber sidoguiados por una estrella durante nueve meses, llegaron,au destino en el punto y hora en que la Virgen acababa deser madrer.

    A este respecto, la versin siriaca del Evangelio rabede la infancia concreta (VII, 1) que como el 25 del primerkanun haba gran fiesta entre todos los persas, adoradoresdel fuego y de las estrellas, todos los magos, en pomposoaparato, celebraban magnficamente su solemnidad, cuan'do de sbito una luz vivsima brill sobre sus cabezas.Y, dejando sus reyes, sus festines, todas sus diversiones y

    4t

  • abandonando sus moradas, salieron a gozar del espectculoinslito. Y vieron qve una estrella at'diente se haba levan-tado sobre Persia, y qr., por su claridad, se pareca a ungran sol. Y los reyes dijeron a los sacerdotes en su lengua:fQrr es este signo que observamos? Y, como por adivina'Zin, contestarn, sin quererk.: Ha nacido el rey de losreyes, el dios de los dioses, la luz cmanada de la luz. Y heaqu que uno de los dioses ha vcnido a anunciarnos su na-ciinieto". Ruego al lector quc prcste atcncin, en el prra-fo precedente, a que el fenmcno clc lr aparicin de.unaluz-potentsima va unido al hechan, y se pusie-ron en marcha, guiados'por la estrella quc lcs haba apare-cido. Y el dngel que haba arrebatado dc Jcrusaln al pro-feta Habacuc, y que ttabia suministrado alitttcnlo a Daniel,recluido en la cueva de los leones, en Babilonia, aquel mis-mo ngel, por la virtud del Espritu Santo, t:onduio a losreyes de Prsia a Jerusaln, segn que Zoroastro lo habapredicho. Partidos de Persia al primer canto clcl gallo, lle-garon a Jerusaln al rayar el da".- Autntico viaje-relmpago, que en cucstit'rn de brevsi-mas horas cubre una distancia que normalrcnlc cn aque-lla poca requera largos das de viaje. El dato dc los nuevemeses que aparece en el anteriormente cittclo Evangelioarmenio de la infancia no puede ser en modo alguno exac-to, a menos que los magos llegaran desde muchsimo mslejos que Persia. Pero para explicar la rapidez clcl viaje, elpropio redactor del texto apcrifo nos insina que stepudo haberse efectuado por el aire, al decirnos que habaguiado a los magos hasta Jerusaln el mismo ngel que ha-ba arebatado de all al profeta Habacuc. Y lo que muchotiempo antes haba hecho este ngel con Habacuc nos lorelata la Biblia en el libro de Daniel (14,33-39): oPero vivaen Judea el profeta Habacuc, que haba prcparado un co-cido, haba untado pan en una cazuela, y salla al campopara llevrselo a los segadores. El ngel del Seor le dijo:"Lleva la comida que aqu tienes a Babilonia, a Daniel, den-tro de la cisterna de los leones." Habacuc respondi: "Se-or, yo no he visto nunca Babilonia, ni conozco la cister-na!" El ngel del Seor lo tom por la coronilla y, asin-dole de los pelos por los aires,lo dej en Babilonia sobrela cisterna, con la-fuerza de su ala. Habacuc grit: "Daniel,42

    If+

    il

    il

    Daniel, toma la comida que Dios te enva." Y l)nrrlt'i rillrr"Has pensado en m, oh Dios, y no has abartktnrln rl lrrqque te quieren." Daniel se levant y comi. Y cl rlttge'l rlelSeor devolvi inmediatamente a Habacuc a stt lrrp.ur."

    De esta forma, los desconocidos visitantes csttt'irrl'q rtirtienen dificultad alguna, repitiendo una y otra vcz serrrr'larrtes golpes de efecto, en hacerse pasar por dioscs, lrt'rirrgeles o por emisarios de un dios omnipotente. Ticncrr asl nla humanidad a sus pies. Pero conviene tambin (lu(' rurvayamos dando cuenta de que alguien (o algunos) licrrt'rrinters en intervenir en el curso y desarrollo de la histolindel ser humano sobre el planeta Tierra. En ocasioncs, ittcluso se dira que somos el objetivo por el cual estn disrtr=tando en nuestras cercanas dos o ms intereses que vicrrcrrde ms all de nuestra atmsfera. En el pasaje del prol'ctuDaniel, aparte del efecto deslumbrante q:oe automticamcrr-te conlleva la adoracin al protector, es manifiesta la inte r-vencin extrahumana a favor de Daniel y en contra de l

  • encirna del ro: alz la mano derecha y Ia mano izquierdahacia el cielo v .,t0 nlt"ut;""i;;-;i' eternamente: "Porun tiempo, os tiemiJi ;H;lt"d-" t"' tiempo' y todasestas cosas ," u.uoulii *"o t"-t'aya acabado el poder.i q,r" op rime a.lp.i$i'" ;il*- "1n'itto' t q'Yiillg ru'"' uuie tanlo le interesa intervenir en nues^ pero sigamos ru, i";u. de nuestros magos. Llegadosa Jerusaln, hacen ;';;;; el camino v mantienen unaen trev i sta .o, H"to'Jt : ;t" ;";;il nia' n eto ar m enio dela infancia (XI, 3): "V; ;;;A; Ilegaron.a"la ciudad de Je-rusaln, el astro q"t it- ;;;;d l cu-tt . moment neamen'te su luz,por lo q""^i it"i"'o" e hicieron alto' Y losreves de los magos i tu' t"'*"rosas t^roPas de sus caballe-ro-s se dijeron lor,lnLti*lt ttott "Qu hacer ahora' y enou direccin marc'r? io ignotamos' porque' la' estrella13i iil ii"'t" "i, v. "]q" que^caba de desapare'c e r, abandonanoonos'y'anaorior n angustiot? "P_YI:.:I

    Vuelven u .", gtiuoi-$or Ia estrella- en cuanto salen alexterior, una vez t"i"Utua su entrevista con Herodes' Noslo narra el mismo,p'lf" ^.mnio

    (XI, 14): "Y los magos,

    levantndos" .r, "!Ii;, ;;:;I;;;i" nte Herodes vante toda Ia ciudad"tJl"r,rrf", y continuaron su ruta'

    Y he aqu que la tler" ril^luuun "isto antes' iba de-

    lante de ellos, hasta'"*; itJg""d")' se puso sobre donde es-taba el nio Jess''

    Otros textos evnglicos dan testimonio del mismo fe-nmeno' uru ,utiuiii";;;n E'onn"lio rabe de tainfancia (VII, 3): 'lt'l?'t^uuu"""u?on la audienciade Herodes, y ,,"'oi la esttetu' que iba delante de ellos' youe se detuvo pot ""i*o de la averna en que naciera elriio Jess. Er, ,"g"i'"ui'ilii" e orma'la estrella setorn semeiante a""iZ'iitlii'-a--ie f-ueigo v de luz' 1":.ib^1l'i; ,i"iii'ui-ii"r"r'-esta columna de.luz aparece en otrosti libt'';'' pl-*itt"o apcrifo oue acabamos decitar la mencrona';;^;i; la preseltaci de Jess en eltemplo (VI, l): 'v]*tti""*Pi*i iiu'oue la puerta delatrio del tempro, ti'';;'i;;;-'i' t"i oios dl EsprituSanto, que aquell *'i"t pareca una col'umna de luz' youe llevaba .., u.u?oi'l""hio prodigioso'' As reza en Ia;;t#;t.i; ;i

    ';u?;;;A'i6' mintras que la versin

    rabe afirmu q," q"'in-t'tran'fo'ma en coiumna de luzes el propio

    "i", ;!9'i'9;iu itJl' 'Y cuando su madre'

    la Virgen Maria, l llevaUa gozosa en sus brazos' Ie vio elanciano Simen reipiandeci nte como-una columna de luz'"

    votvamos u "u"ii? r"ii-g"iui rtr"lla-nsel-columna-gua.oY una ingente Ji#ll."i;?;]uu tou" l eruta desde la

    tarde a tu munu,,i,';';;;;;;;;td" J princiio del mundo'se haba ,irto .rn'r;';;;;h;;'-li'" it Evagetio det Pseu-44

    do-Mateo. Pero la inteligente estrella no se contenta conpararse encima de la gruta, sino que se va acercando a baiaaltura al suelo y hasta llega a pnetrar en la gruta, conioveremos.

    Dice el Protoertangelio de Santiago (XXI, 3) que: y enaqr,rel momgrlto la estrella aquella, que haban iisto en elOriente, tolyi de nuepo a giiartos tiasta que llegaron a lacueva, y.se pos sobre la boca de sta. y n nuelo pasajenos vuelve a insinuar que la estrella-gua va ntimalnenieligada a un personaje-gua, como ya l aba a entender elEvangelio drabe de-la-infancia, sgn vimos. Ahora es el!-iber de infantia Salvatoiiq (Cd. rundel 404 det BritishMuserlm). el que explica cro Jos, antes de permitirles laentrada, interroga a_ los magos acerca de su frocedencia, alo que stos responden (89): Nuestro puah entrado aalua vista nuestra. Y ms adelante (90):-Hemos visto en^elcielo la estrella del rey de los juds y hemos venido a ao-rarle, p_ues as est es-crito en los libios antiguos acerca dela seal de esta estrella: que cuando aparecere este asti],nacer el rey eterno y dar a los iustos una vida inmortal.Para conlinuar explitando de esia estrella (91): nMas eaquj que la estrella, que se nos haba aparecido, iba delan-te de nosotros desde que salimos de Jrusaln' hasta est:elugar.y luego entr en esta cueva donde t ests y

    "o noipermites a nosotros penetrar.

    No contenta con fodas estas ayudas, la estrella y el n_gel que aparece ,gna y otra vez n su'presencia ai,isan -alos magos del peligro que supone para eilos Heroes. v ioi

    acompaan de regreso a Persia. y, advertidos Dor el-nselde que n^o volviesen a Judea, regresaron a su ps por oraruta, afirma el protoeyangelio de Santiago'(Xxi, 4), aitiempq que nuevamente el -Euangetio rab ai U nticno.duda en.completar (VII, 4): , cuando lleg la hoctdel quin_to da de la semana posterior a la nativlidad, el n-gel que-les haba servido alies-de gua se tes prr"i -!nuevo bajo

    -forma de estrella. y lJ siguieron,'conducidipor su luz, hasta su llegada a su pas.riEn las Oeuvres de -laint tean Thrysostome, patr. grec_q ue,, tomo

    _LVI, gura incorporado un -fragmento de un- tex-to del_siglo vr titulado Opus imperfectm in Mattheum.Hom. II, cuy_q-autor hace referencja un antiguo teit o-

    nocido por Libro de.Set,-el cual hablaba de"la "piil"li"lutura de esta estrella, y.de los presentes que frUi e iie-

    var al Nio, cuya_ prediccin se sup,ona trasmitida i;gcneraciones de los S-abios, de pares a hr3os.._

    Eligieron-entre ellos a doc-e de los ms sabios v msrficionados a los misterios de los cielos, y se aispusir"-(,sperar esta estrella. Si mora alguno de-ellos, s hio o el45

  • ms prximo pariente que esperaba lo mismo, era elesidopara reemplazarlo. Les llamaban, en su lenF.ua,' Masri. i"._que glorificaban a Dios en el silencio,, _jI"ii"".'i; ;"I:t:rytilj; ny 9, voz baja. Todos los ios, daa, ;ta recoleccrn, estos hombres suban a un monte quie, en sulengua, llambase "monte de la Victor;, "r,

    et .i"i tUiuna caverna abierta en fa roca, agradabl por los iir.";los y los rbot:s que la rodeaban] Un vez'ffegioi-a itemonte, se lavaban, oraban y alababan a Dios " it ,l"il:l:.^lt:_!I:., das; esto lo hacan durante cada generacin,por sr casuarmente apareca esta estrella d.e dicha durant!y generacin. Pero l fin apareci, sobre este monte de laY].:i:liq, en forma 4" yn.itno pequei- y prrr"ntando taIorma de.una. cruT; les habl,les instruy-y'les orden o:ueemprendieran el camino de Judea. La e"strllal;, p;;;r;;,as, durante dos aos, y.ni et.pan it-it- oguo t"i ltiiiit-?n?at en. sus yjajel." t iguat'qr" i"r-r.,iediera *,ifrisrgros antes a Moiss y sus seguidores, durante la huida deEgipto.

    La cayerna de los tesorosF'n.La caverna de los tesoros, recopilacin de manuscritosfj:if-".: v rabes conservados ." il's;iiirh M";;;;;;;ivaucano y en un manuscrito de_ propiedad privada'locali-1?d",9" Berln.y procedente de Nioiril,.ort.u-os la na_rracron orrental ms. antigua del viaje de^los Magos,-y quec.onfirma y ampla el text Ael tibi-d, ia q.r" acabarnos-de presentar. Dice as: uy .aUeioiu,-h amante de la sa-biduria, nuestro herma-no--;, ;;; en et ao cuaren_11v,9g; del gobierno de Augusto, uCior nr;l

    "" sl*(]e Juoa, tat y como est escrito en el sagrado Evangeli,o.Pero dos aos antes ae q"e-"i1e

    .t-ut?rrur, se les aDare-ci a los mlcq:.la estretia; viron i"a-r1."u"." "j ;i;:llent_o, que brillaba con una luz mds intensa que todaif-sdems estrellas. Y en su centro btaba una muchacha oueportaba un nio, y sobre ta cab,eii tri" nil";;:;-.;;-na. (...) Y at ver?uos la;ra;.li;,

    "d,Jr.r, confusin ytemor, y toda Persia se alborot. i to ,.ves y magos y cal-deos y sabios de persia estuvieron -i cirst..nacin v tu-vieron mucho remor de este ,i;, .i;;;;;:;";;ii";;la-narracin explicando ^el temBi-q-.*p".i-entaban de

    :I"_^1:1,. el signo sgnificara q,r" el .ey ite Ni"ir.l.l ae_clarana ta suerra. Hasta que Is magoi, repasando sus-li_bros de sabJdura, r,alii";#iil?;; para tan extraor_dinaria aparicin:' ol-eyeron que-nacera un rey en Jud; Vtodo el curso de la saliacin h.i vf.-riu, ." fes.*l. r iri_46

    Esrocialistasdel Centro Camunodi Studi Preistorici

    :fectuando estudiossobre el terreno

    r el enclave ruPestrede Valcamonica.

    Figuras humanoidesprehistricas delconjunto rupestrede Valcamonica,en el nortede ltalia.

    Mapa de Piri Reis.

  • mediatamente abandonaron de acuerdo con la tradicinque haban recibido por la transmisin de sus qadres, elEste, subieron a los montes de Nod, situados en las entra'das hacia el este desde los lmites del Norte, y tomaron deall oro, mirra e incienso. Y de ello inferirs, oh hermanoNemesio, que reconocieron todo el ministerio de la salva'cin de nustro redentor, y precisamente por los presentesque tomaron: el oro para el rey, la mirra para el mdicoy el incienso para el sacerdote. Averiguaron ouin era v re-conocreron que era un rey, mdico fsacerdoie. [.-.] Y lossiguientes son quienes le llevaron los presentes al rey, re-yes e hijos de reyes: Hormizd de Makhzdi, el rey de Persia,que erallamado "rey de reyes" y viva abajo, en Adhorgin;y Jazdegerd, el rey de Sb, y Pr2, el rey de Seba, queest en el Este. Y cuando comenzaron a subir, se alborote intranquiliz el reino de los gigantes

    -y eran un potenteejrcito-, as como tambin todas las ciudades del Este sealborotaron ante ellos. Y tambin Jerusaln y Herodes seasustaron cuando subieron. Ms adelante, precisa el textode la Caverna de los tesoros: *Fueron llamados magos porla indumentaria de la magia, que los reyes paganos vestan,quienes, cuando sacrificaban y ofrecan presentes a sus dio-ses, vestan dos indumentarias, la de la realeza por dentroy la de la magia por fuera. Asi tambin stos, cuando par-tieron en direccin al Mesas, portaban dos vestidos, parallevar sus ofrendas. Y cuando partieron de Jerusaln y deHerodes, se les apareci la estrella, que les supuso una guaen el camino, y se alegraron mucho. Y la estrella iba delan-te de ellos, haita que penetraron en una cueva y viron allal nio envuelto en paales y yaciendo en un pesebre.[...] Pero el Mesas contaba ocho das de vida cuando losmagos le presentaron sus ofrendas. t...1 Y cuando los ma-gos haban permanecido tres das junto a 1, vieron a lospoderes celestiales, que suban y bajaban hasta el Mesas, yescucharon las voces de las alabanzas de los ngeles. [...]Y tuvieron gran temor y creyeron en verdad en el Mesas ydijeron: "Este es el rey que descendi del cielo y se trans-form en hombre." Unas lneas ms adelante, el rey magoPrz les comenta a los otros dos:

    "Dado que es como unhumano, y los ngeles del cielo descienden hasta 1, as enverdad es seor de los ngeles y de los hombres."

    Aparcamos por un momento al OVNI de Beln aqu,para dar un sucinto vistazo a otros pasajes de esta intere-sante Caverna de los tesoros, que indican una intervencinde inteligencias no terrestres en la vida de los descendien-tes de Adn. Y en la de este mismo, por supuesto.

    Ya antes, refirindose al primer da de la creacin, estetexto siriaco roza las leyendas originarias de Oceana al48

    afirmar que: "Al principio, en el primeq da, o scu et. ei

    sagrado domingo, el prihcipio y primognito de tolcs ltlclis, fabric Dlos el ieto y la-tirra y el agua y el aire vla luz y las fuerzas invisibles, esto es los ngeles y los urcngels y los tronos y los prncipes y los imperios y lolpodroso! y los querubines y los Cerafines: todos los rde'iles y ejritos de espritusi y la oscuridad y |ra luz y- lunoche y el da y los vientos y las tormentas; todo esto luccread"en el piimer da. Y este mismo domingo

    -flo-taba elespritu sant, una de las personas de la trinidad, sobrecl agua.,

    uego, y poco despus de narrar la expulsi,n de Sata-ns delas huestes celstes por negarse ste a adorar al re'cin creado Adn, declarndole asi la guerra a ste y a sucreador, el texto siriaco especifica: Y cuando Satans fueexpulsado del cielo, Adn se vio elevado, de forma que sil-bi al paraso en un vehculo con fuego."

    Despus de esto, cuando Satans vio a Adn y a.Eva,quienei brillaban en el paraso, el rebelde fue consumido.ystado de envidia. Y s introdujo en la serpiente y vivien ella, la llev y vot con ella pr eL aire hasta los lmitesdel paiasor. En esta imagen, l serpiente adquiere toda laapariencia de una nave voladora, al igual q_ue-se nos apare'cian anteriormente las serpientes divinas de los wandiinasaustralianos y del Quetzalatl, Gucumatz o Kukulkn deCentroamrica.

    Otro tanto sucede en esta narracin siriaca con el arcacle No, que igualmente aparece como una nave yola4oa:uY el arci eslaba cerrada y sellada; y el ngel del Seorpermaneca en su techo, pra conducirla. [...] Y el arcqvot con las alas del viento por encima de las aguas, deEste a Oeste y de Norte a Sui, y describi una cruz sobrcl agua. Y el-arca vol sobre el agua durante ciento cin-cuenta das y lleg a un lugar de reposo en el sptimo mes-

    Mucho ates-del viale-de los magos a Beln, otro viajeque tambin tena por destino Jerusaln se vio favorecidoror la especial ayuda de un ngel-gua semejante al 99ei'rndujo los mgos. En efecto--y continuamos refirin-rlonos-al texto de 1a Caverna de los tesoros-, No da ins-I rucciones a su primognito Sem sobre la forma 9n- qugrtcbe transportar, junto con Melquisedek, el gugrpo del.pri-cr hombie, Adn: Y vers qu el ngel del Seor ir de'lonte de vosotras y os indicar el camino que debis reco-rrcr y tambin el lgar en el que debis depositar el_cuerpodc An., Ya muert No, Ser cumple su inisin: Y tomScrrn el cuerpo de Adn v a Melquisedek y sali de noche desu pueblo. 'i fiate qr" "el ngel'del Ser se-les-ap-areci yIrti delante de-ellosl. y su camino fue muy fcil, debido a

    49

  • que el ngel del Seor les fortaleca, hasta que llegaron allgar preiso. Y llegados all, el dngel mostr a Sem ellu-gar exacto.- Hasta aqu, lo que para este libro nos interesa de losmanuscrito siriacoi y rabes conocidos por el nombre glo'bal de la Cauerna de los tesoros, cuya versin castellana hasido publicada por Ediciones Obelisco de Barcelona.

    Pero regresemos al OVNI de Beln, que habamos deja'do aparcado para penetrar en los secretos de esta curiosaCaverna, ya que existe un libro popularsimo que es comola explicacin definitivamente aceptada sobre la naturalezaastronmica del fenmeno de Beln. Y el anlisis que plan-tea el mencionado libro con su correspondiente demosra-cin definitiva, de rigor cientfico no tiene absolutamentenada. Y, en cambio, sus lectores se quedan tan convencidoscomo anchos. Me estoy refiriendo al best-seller de WernerKeller Y la Biblia teno razn Tras detalladas explicacio-nes que, analizando lo particular dejan de lado lo bsico, osea que, dando explicaciones muy convincentes para cadaproblema concreto, se olvidan de la esencia global del feno-meno, Werner Keller concluye que el fenmeno que gui alos magos hasta el establo de Beln fue la conjuncin (lti-ma de una serie de tres en aquellas fechas) de los planetasJpiter y Saturno en la constelacin de los Peces. Y dice:"En el camino de Hebrn, a unos 7 kilmetros de Jerusa-ln, se halla situada la aldea de Bet Lahm, el antiguo Belnde Jud. I-a vieja senda que en su tiempo haba sido ya re-corrida por .Abraham, lleva casi exactamente de Norte aSur. En su tercera conjuncin los planetas Jpiter y Sa.turno se unieron en tal forma que parecan formar unasola estrella. En el crepsculo vespertino eran visibles endireccin Sur de manera tal, que los magos de Oriente,en la ruta que seguan de Jerusaln a Beln, siempre tenana la estrella ante sus ojos. La estrella iba, en efecto, talcomo dice el Evangelio, precedindolos.r'

    Muy bien. Pero de haber seguido siempre en la direccinque les sealaba la conjuncin de Jpiter y Saturno, y portratarse sta de un fenmeno extraatmosfrico que, por lotanto, por mucho que avanzasen los magos, siempre qrue-dara por delante de ellos, de haber seguido en direccin deesta conjuncin, repito, adonde habran llegado habra sidoa las aguas litorales del mar Rojo. Pero no. Se paran aescasos kilmetros

    -7- de Jerusaln. Por qu? Porqueno iban en pos de la conjuncin Jpiter-Saturno, sino enpos de un objeto brillante que

    -sin necesidad de recurrira ningn apcrifo, sino simplemente al texto oficialmente50

    ;rt'cptado de la Biblia (Mateo 2,9)-: ,r...iba delante de elloslrrrsta que se par encima de donde estaba el nio". Esterlctalle, el de que la estrella se par encima de un lugarrlcterminado, y de que, por lo tanto, se mova dentro de lartmsfera y por lo visto a no demasiada altura, es lo queKcller omite sin mayor escrpulo en su anlisis. Anlisis(lue, por lo tanto, carece de validez. Esto, si nos atenemosrinicamente al texto bblico aceptado por la Iglesia romana.l'orque, si adems, nos atenemoi a otros textos histricos,veremos

    -vimos- que esta misma estrella descendi,adopt formas diversas, habl, penetr en la gruta, hizo suaparicin guiadora en otros momentos histricos, y hastavolvi a preceder a los magos durante el viaje de regreso asu pas de origen.

    ea como fuere, lo nico que podemos afirmar al cabode casi dos mil aos de su aparicin, es que la susodichaestrella de Beln sigue siendo para nosotros, con todassus letras, un objeto volante y luminoso no identificada,aunllue s inteligentemente producido; las crnicas antiguascitadas as lo atestiguan.

    Para finalizar este captulo, recordemos otra estrellaprometedora de que nos habla Varrn en las Antiquitatesrerum humanarum, en las que, refirindose a la leyenda deEneas, dice que

  • tl

    biduria fiel, que constituye acaso el ms t-rascendelte.ysingular'monmento gnsiico, se ponen en boca de Jessiii"rie"i""tes afirmacones hechas-a sus discpulos (I, 37):oOs hie dicho que la fuerza que est depositada en voso-'tros la he extrdo de los doc salvadores que estn en eltesoro de la luz. Y por eso os he dicho desde el principioque vosotros no soil de este mundo, ni yo tampoco lo soy-(i,38): *Pero la fuerza que est en'vosotros viene-de m! Ypertenece a las regiones superiores. Yo he conducido a los'doce salvadores dl tesoro ^de la luz, de los que he tomadouna parte de mi fuerza.o (I, 39): Y- cuando he venido almundo, he venido entre los dngeles de las estetas. (I, 40):"Y ocurri que cuando estuve entre los iefes de los eones,lmir desde rriba el mundo de los hombres."

    Voy a hacer aqu un rpido inciso para.aPortar otroeiempio de lo que para m s una clara manipulacin tec-nblica, manip-ulaCin que frecuentemente acompaa- al fe-nmno Jess, y que a-los ojos de la gente de la poca,ignorante de cuantos milagros, tecnolgicos conocFmoshoy (hoy ya no nos engaaran con falsos poderes.4ivinos),no-podi lener otro efcto que el de una intervencin mila-gro-sa, divina. Pero veamo datos de esta- manipulacin,para regresar luego de inmediato al nacimiento, resurrec-cin y ascensin de Jess.

    La palmera mecnicaEl Evangelio del Pseudo-Mateo, apcrifo, cueta que, avi-sado Jos por un ngel del Seor para que_abandonara lajurisdicci de Herodes y se encaminara a E.gipto con Ma-ia y el nio, Jess, y puestos todos en camino, en un momerito del viaje Maria sinti fatiga y sed. Repentinamente,el nio Jess-habla v da rdenei a una palmera (XX,2):Entonces el nio Jss, que plcidamenie reposaba en elregazo de su madre, dijo la palmera: "Agchate_,_rbol, yco tus frutos da algn refrigerio a mi madre." Y a estaspalabras inclin la palmera su penacho hasta las plantasde Mara, pudiendo s recoger todo el fruto que necesita-ba para sciarse." Es ste ciertamente un truco sencillopar los medios actuales, aI igual que e! que sigue:

    _*PeroIa palmera continuaba an en esta posicin, esperando g9ele brdenara erguirse la misma voz que le haba mandadobajarse. Por fin, Jess le dijo: "Alzate, palmera, y recobratu vigor, pues vas a ser compaero de los rboles que pue-blan el jardn de mi Padre. Y ahora haz que rompa de tusraces esa vena de agua escondida en la tierra, para que delmanantial podamos saciarnos." Al instante se irgui la pal-52

    Lectura del mapa de Piri Reis:

    '1, i3las Annobfi 2. rlo Cavall; 3, cabo Palmas; 4, lo t Paul; 5, rb Mano; C, Fmttown: ,. hlr. .so3; 8, b G.mba:9, Dakar 1 0. rlo Somor[ I 1. cabo Blanco: I 2. c.bo Ybl: t 3- rlo a.bu: r ou.i.l8, b G.mba,9, Dakac 10, rfo Somgrl; 11, cabo Blanco; t 2, c.bo Yub; t 3, rlo trbu; t t, Slr-t

    15, rlo Guedalquivr 16. crbo San Vicairte; 17, rlo Teio; 18, 6bo Fnbtarr.: 19. rlo OIEdr: tOBic_rt 21, archipilago d G.bo Vatdet 22, slas Canara3; 23, Med.rr; 24. Azor.t; 2, Cus. lrlgollo de Guacanayabo. (bl brhfa dc Guantnmo, (cl bahla dc Nipe, ldl bht dc l Glorlr, ll motlde Camso6v. lll Siorm Maa3tra: 26- rle Adhs: 27- Srn s.lvedor 28 rlr d. Pr. ,g -.trh-bthfa dc Gu.ntnrmo,

    (cl b!hl, dc Nipe, ldl bhl dc l Glorlr, ll motm.o3tra;26, sla Andrcs;27, San Salvador 28, il d. Plno:29, Jrmalor,

    30, Santo_Domingo, Hat 31, Pu.rto Bico;32, rlo Marcnt 33, rlo Coantync;34. rlo Etr.qulbo; t!, ,loOrinoo; 36, gollo dc Venozuola;37, puma Gallinaa;38, rfo Magdalcne: 39, golro d. Ur.a; aO, HoOrinoo; 36, gollo dc Venozuola;37, puma Gallinaa;38, rfo Magdalcns;duras (cabo Graci3 a Dosl: 41. Yucrtn: 42- cabo Frfo: 13- Sehdo: rMOnno6; 36, golfo dG Vonozuol.;37, puma callna3;38, rfo Magdalcns; 39, golro d. Uraba; aO, Hoduras (cabo Graciar a Dosl;41, Yuc.tn;42, cabo Frfo;43, ahidor: l4, rb san Fnclrco: l!, irolfe (Po.nambuco);46, cabo Ssn Roqua;47, rfo Paranaba; 48, bahfa d. San Marcor; 49, l.rn. d. Ou

    9O3;4, rc amorai u, uakac tu. fto !,t ; 15, rlo Gutdalquivr 16. crbo Sangollo de Guacanade Camsg6y, (fl

    I

    17, rlo Teo; 18, 6bo Fnbt rr.; 19, rlo Olrudr tO,

    Boqua;47, rfo Paranaba; 48, bahfa d. San Marco; 49, lcrn d Ou.0. San Luis; 51, rlo Par, 52, rlo Amazona3i 53, isL! Mul; 61. rlo l.rup, do Dcsordrm, de Negrc; 50. Srn Luis; 51, rlo Par, 52, rlo Amazona3; 53, ist! Mu; 6a, rlo ta.

    seguibo; 55, desembmadura dcl Orimco; 56, panlnsula dE Para; 57. Madinca; 58. Ourdrlup.; Cf,Antgua;60, 3tas d6 Sotavonto:61, islas Vfrgcnes;62, golto dc Von.zu.b;63, rlo Mlgdrl.mia, rloAtrato;65, Honduras (cabo Graci.3. Dosl; 66, Yucstn; 67, bshL Blrcr; 68, o Cotuado; 6e, ollode San Matl; 7O, rfo N.grc (Argcnnal; 71, rlo Chubut; 72, golro ds Srn Jorge; 73, brhfu Odnd.;74, cabo Sa Diego;75, sas Falkland;76, islas Shotland d.t Sur 77, Gorgia dct Sur 78, pcnlnrubde Palmofi 79, mar da Weddall;80, Ti.rr ds l' Rens Maud;81, Regula Fang.; 82, montcs d! ,lruh.lg-Hotfmann;83, Panck Trcugh;84, acntado do Noum6y.r 85. morlia! Drygalrki;86. Vorpot.nPo.k 87, Trbtn d'Acunha; E8, isla Gough; 89, sta Gough.

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  • ii

    mera y empezaron a brotar de entre sus races raudales deagua cristalina, fresca y dulcsima en extremo." Pero elmontaje no acaba aqu. Sigamos leyendo (XXI): Al da si-guiente abandonaron el lugar. Mas, en el momento de par-tir, Jess se volvi hacia la palmera y le dijo: "Este privi-legio te concedo, palmera: que una de tus ramas sea trans-portada por manos de mis ngeles y plantada en el parasode mi Padre.", [...]

    "Y, mientras deca esto, apareci unngel del Seor sobre Ia palmera, le quit una de sus ra-mas y tol al cielo llevndosela en Ia mano. Al ver esto,todos cayeron sobre sus rostros y quedaron como muer-tos. Semejantes golpes de efecto para ganarse la adora-cin de los humanos, proliferan en los textos bblicos, hayansido stos aceptados o no por la Iglesia. Pero el mismo ma-nuscrito que estamos extractando aqu menciona el hechode que hubo manipulacin (XXI):

    "No sabis que estapalmera [...] ha estado preparada para vosotros en estedesierto?", les confiesa fi.nalmente Jess a sus acompa-antes. Al otro lado del Atlntico, tambin los indios qui-chs, recordmoslo, al hablar de la separacin de las aguas-fenmeno idntico al relatado en el Exodo de Moiss-leen literalmente en el Popol-Vulz: Entonces llamaron Pie-dras Arregladas al siti'o por donde pasaron en el mar. Aligual que la palmera bblica, tambin aquel lugar de pasofue al parecer un enclave previamente preparado.

    La uirginidad entre bastidoresVeamos ahora lo que a los fieles no se les cuenta acerca delnacimiento de su Salvador. De entre los apcrifos que serefieren a la Natividad, citamos ahora el Protoevangelio deSantiago, que es el apcrifo ortodoxo ms antiguo de losque se conservan y el que ms ha influido en las narracio-nes extracannicas de la natividad de Mara y de Cristo. Elautor a quien se atribuye es Santiago el Menor.

    En el citado apcrifo se dice textuamente, al referir lallegada de la partera en cuya busca haba ido Jos (XIX, 2):.,Al llegar al lugar de la gruta se pararon, y he aqu questa estaba sombreada por una nube luminosa." (No-esexactamente esta nube luminosa la que nos refieren mu-chas visiones contemporneas de objetos no identifi.ca-dos"?) Pero sigamos con el texto del apcrifo, ya que lanube cobra movimiento: De repente, la nube eripez a re-tirarse de la gruta y brill dentro una luz tan grnde, quenuestros ojos no podan resistirla. Esta por un mometocomenz a disminuir hasta tanto que apareci el nio yvino a tomar el pecho de su madre.l,54

    l

    I

    I

    l,;rs ayudas externas -que no la inspiracin divina-Irr.ron sucedindose a lo largo de la vida de Mara. As, en

    t I rrrrmento de elegir un techo para el alumbramiento,, u;ur(lo Mara senta dolores de parto, apareci ante lost,i,rl('r'os un hermoso nio que luca una esplndida vesti-,lrrr. Y dijo a Jos: "Por qu has dicho que eran palabrastrrliles las que dijo Mara hablando de los dos pueblos?l',ll;r ha visto llorar al pueblo de los judos por haberseirr;rrtado de su Dios y h visto regocijarse al pueblo de losgrrrtiles por haberse acercado y adherido al Seor, en con-ltrlrnidad con las promesas que El hizo a nuestros padresAlrraham, Isaac y Jacob. Pues es llegado ya el momento en(lrc van a ser benditas todas las naciones de la tierra en laiosteridad de Abraham.", As est escrito en el Evangelioial Pseudo-Mateo (XII, 1), en donde acto seguido el ngeltla instrucciones concretas de lo que debe hacerse (XII, 2):uY, en diciendo esto, mand el ngel parar la caballera,l)orque el tiempo de dar a luz se haba echado ya encima.l)cspus mand a Mara que bajara de la cabalgadura y sernetiera en una cueva subterrnea, donde siempre rein Iaoscuridad, sin que nunca entrara un rayo de luz, porque elsol no poda penetrar hasta all. Mas, en el momento mis-mo en que entr Mara, el recinto se inund de resplando-res y qued todo refulgente como si el sol estuviera alldentro. Aquella luz divina dej la cueva como si fuera elmedioda. Y, mientras estuvo all Mara, el resplandor nofalt ni de da ni de noche. Otra cueva debidamente pre-parada

    -el ngel les dice que tienen que penetrar precisa-mente en ella-, al igual que lo estuviera luego, cuando hu-yen a Egipto, la ya mencionada palmera.

    En el Evangelio armenio de la infancia se narra cmoEva, la primera madre de todos los nacidoS, acude a vercon sus propios ojos su redencin, que acaba de producir-se. Jos sale a su encuentro. Y remito al texto literal(VIII, l1): Habiendo llegado a la caverna, se detuvieron acierta distancia de Ia entrada. Y, de sbito, vieron que labveda de los cielos se abra, y que un vivo resplandor seesparca de alto abajo. Una columna de vapor ardientese ergua sobre la caverna, y una nube luminosa la cubra.Y en eI captulo X,2: uY, despus de haber hablado asl,Eva, nuestra primera madre, vio una nube que suba alcielo, desprendindose de lo caverna.,,

    Pero retrocedamos a la infancia de la propia madre deJess y an ms, a su misma concepcin, ya que se intuyctodo un plan de preparacin y de adecuacin acaso gcn-tica por parte de seres no humanos terrestres, para el pre.

    lrt

  • II

    sumible objetivo final de inculcar en un cuerpo humanounos poderes y unas facultades superiores a las del ser hu-mano normalmente gestado sobre el planeta Tierra. Esteser distinto, artificialmente producido-en un cuerpo natu-ral, sera

    -de ser vlida esta hiptesis- Jess.

    Adecuando el crisolResulta que Ana, la madre de Mara, ya concibi a stagracias a la intervencin de seres procedentes de fuera deeste pla-ne