“BARRIO NUEVO”. BARQUISIMETO -...
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BILESKY PIÑA
LUZ PISANI
CAROLINA RANGEL
RAMÓN RÍOS
ROSA RODRÍGUEZ
FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES Y FACTORES
EPIDEMIOLÓGICOS EN LA POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS
DE EDAD QUE ACUDEN AL AMBULATORIO URBANO TIPO I
“BARRIO NUEVO”. BARQUISIMETO-ESTADO LARA.
ABRIL-SEPTIEMBRE DE 2008.
BARQUISIMETO, MAYO 2008.
BILESKY PIÑA
LUZ PISANI
CAROLINA RANGEL
RAMÓN RÍOS
ROSA RODRÍGUEZ
FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES Y FACTORES
EPIDEMIOLÓGICOS EN LA POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS
DE EDAD QUE ACUDEN AL AMBULATORIO URBANO TIPO I
“BARRIO NUEVO”. BARQUISIMETO-ESTADO LARA.
ABRIL-SEPTIEMBRE DE 2008.
BARQUISIMETO, MAYO 2008.
UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL
“LISANDRO ALVARADO”
DECANATO DE CIENCIAS DE LA SALUD
DEPARTAMENTO DE MEDICINA PREVENTIVA Y SOCIAL
FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES Y FACTORES
EPIDEMIOLÓGICOS EN LA POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS
DE EDAD QUE ACUDEN AL AMBULATORIO URBANO TIPO I
“BARRIO NUEVO”. BARQUISIMETO-ESTADO LARA.
ABRIL-SEPTIEMBRE DE 2008.
AUTORES: BILESKY PIÑA
LUZ PISANI
CAROLINA RANGEL
RAMÓN RÍOS
ROSA RODRÍGUEZ
TUTORA: DRA. JEANETTE DELMORAL
ASESOR: DR. ÁNGEL VIDAL
FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES Y FACTORES
EPIDEMIOLÓGICOS EN LA POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS
DE EDAD QUE ACUDEN AL AMBULATORIO URBANO TIPO I
“BARRIO NUEVO”. BARQUISIMETO-ESTADO LARA.
ABRIL-SEPTIEMBRE DE 2008.
_________________________ ________________________
TUTORA ASESOR
DRA. JEANETTE DELMORAL DR. ÁNGEL VIDAL
FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES Y FACTORES
EPIDEMIOLÓGICOS EN LA POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS
DE EDAD QUE ACUDEN AL AMBULATORIO URBANO TIPO I
“BARRIO NUEVO”. BARQUISIMETO-ESTADO LARA.
ABRIL-SEPTIEMBRE DE 2008.
POR AUTORES:
BILESKY PIÑA
LUZ PISANI
CAROLINA RANGEL
RAMÓN RÍOS
ROSA RODRÍGUEZ
_________________________ ________________________
TUTORA JURADO
________________________
JURADO
BARQUISIMETO, JULIO 2008.
DEDICATORIA:
A Dios nuestro guía.
A nuestros padres,
gracias por todo,
los amamos.
AGRADECIMIENTO
A Dios, autor de nuestra vida, fuente inagotable de amor y sabiduría.
A nuestros padres, ejemplo de perseverancia, sacrificio y amor incondicional, por ser
siempre cómplices en cada aventura que emprendemos.
A nuestros docentes, por su dirección, apoyo y paciencia.
Al personal del ambulatorio “Barrio Nuevo”, por su receptividad y colaboración.
A todos los que nos dieron ánimo para seguir en el logro de nuestras metas.
“La vida no se mide por su duración sino por su donación”
Peter Marshall.
FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES Y FACTORES
EPIDEMIOLÓGICOS EN LA POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS
DE EDAD QUE ACUDEN AL AMBULATORIO URBANO TIPO I“BARRIO
NUEVO”. BARQUISIMETO-ESTADO LARA.ABRIL-SEPTIEMBRE DE 2008.
BILESKY PIÑA, LUZ PISANI, CAROLINA RANGEL, RAMÓN RÍOS, ROSA
RODRÍGUEZ.
RESUMEN
El presente estudio está orientado a identificar la frecuencia de parasitosis
intestinales y factores epidemiológicos en la población infantil de 1 a 12 años de edad que
acuden al ambulatorio urbano tipo I “Barrio Nuevo”. Siendo una investigación descriptiva
de tipo transversal, la muestra estuvo conformada por 79 niños que acudieron a la consulta
pediátrica de dicho ambulatorio; previo consentimiento informado por cada uno de los
representantes, se procedió a aplicar un instrumento tipo encuesta con la finalidad de
recabar datos epidemiológicos necesarios para dicho estudio; posteriormente, se obtuvo la
muestra de heces de los niños las cuales fueron sometidas a Técnicas de Concentración
(Ritchie, Kato-Katz), coloración especial con Quenzel y examen directo, obteniéndose los
siguientes resultados: 54,43% de la muestra resultaron parasitados, de los cuales 100%
fueron por protozoarios; de éstos, 64,28% son escolares y 60% son del sexo masculino. En
cuanto a los factores epidemiológicos, 56,36% de los niños parasitados refiere inadecuado
lavado de manos; el mayor porcentaje de afectados son del estrato socioeconómico III con
63,82%; de los parasitados, 71,42% niega presencia de vectores mecánicos y 52,77%
refiere presencia de los mismos; en cuanto a calidad del agua para el consumo, 57,14% de
los afectados consume agua apta y sólo 47,82% agua inadecuada. Los datos obtenidos
permiten concluir que los factores epidemiológicos constituyen una clave fundamental para
el desarrollo de las parasitosis intestinales.
ÍNDICE
CAPÍTULO PÁGINA
AGRADECIMIENTO…………………………………………………. viii
RESUMEN…………………………………………………………….. ix
I. INTRODUCCIÓN………………….......................................... 11-24
II METODOLOGÍA…………………………………………….. 25-28
III. RESULTADOS………………………………………………. 29-35
IV. DISCUSIÓN, CONCLUSIÓN, RECOMENDACIONES…… 36-40
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS………………………………... 41-44
ANEXOS……………………………………………………………… 45-58
INTRODUCCIÓN
Los primeros registros de parasitosis intestinales se remontan a la edad antigua
(años 4.000 aC y 476 dC), refiriéndose a la presencia de gusanos observables a simple vista
o presentes en las heces; el primer dato del cual se tiene referencia se encuentra en el
Papiro de Ebers (de 1.500 aC) donde se relatan las primeras descripciones de parásitos que
afectan al hombre. Hipócrates (460-365 aC), de igual forma, describe la presencia de
gusanos en peces, animales domésticos y humanos.1
Asimismo, los parásitos se transmiten de manera activa, pasiva y por inoculación.
La activa se realiza por penetración de las formas larvarias a través de la piel, la pasiva por
ingestión de las formas infectantes y por inoculación, cuando la forma infectante es
inoculada por un vector. También se transmiten de manera directa, indirecta o por otros
mecanismos como retro-infección y auto-infección. La más común es la directa (ano-
boca), que ocurre mediante la ingestión de las formas infectantes del parásito en los
alimentos y aguas contaminados, bien sea directamente con la materia fecal o a través de
vectores mecánicos como moscas y cucarachas y también puede ser por las manos
contaminadas con excremento humano.
Existen parásitos que pueden transmitirse de manera indirecta: a través de la ropa
de vestir o de cama y objetos contaminados por las manos de personas infectadas,
ingiriendo de esta manera los huevos larvados. Por otra parte, a pesar de no ser tan común,
es posible inhalar y luego deglutir los huevos que se encuentren en el polvo de los lugares
contaminados. Otras maneras de producirse la infección son por retro-infección y por auto-
infección. Por retro-infección se presenta cuando los huevos permanecen por algún tiempo
en el área perianal y se rompen sus cutículas, migrando las larvas hasta el ciego y
transformándose en la forma adulta y por auto-infección, cuando las hembras se alojan en
la submucosa intestinal y desde ahí eliminan sus huevos que posteriormente se rompen,
quedando las larvas libres y éstas alcanzan el estado adulto. 2,3
En otro orden de ideas, los parásitos intestinales se clasifican en 2 grandes grupos:
protozoarios y helmintos. Los protozoarios son seres unicelulares, eucarióticos, que fueron
observados por primera vez por Antoni van Leeuwenhoek (1.632-1.723). Están
conformados por un núcleo verdadero, citoplasma y citoesqueleto.2 Existen ciertas partes de
estas células llamadas organelas, que se especializan para cumplir funciones vitales como
respiración, alimentación, locomoción y reproducción. Pueden tener diversas formas
debido a la membrana que los limita, pudiendo ser esféricas, ovaladas, fusiformes,
estrelladas, entre otras; su tamaño es variable dependiendo de la especie y de la fase del
desarrollo, pero en general son microscópicos. Se multiplican por reproducción asexual
(por división binaria o múltiple) y algunos tienen reproducción sexual. Cabe destacar que
ciertos parásitos son inofensivos y otros pueden producir daños importantes que alteran las
funciones vitales causando enfermedad e incluso la muerte del huésped.4, 5
A su vez, estos protozoarios, se clasifican en amibas, ciliados y flagelados. Entre las
amibas se encuentran: Entamoeba histolytica, Entamoeba hartmanni, Endolimax nana,
Iodamoeba bustchlii, Dientamoeba fragilis y amibas patógenas de vida libre. Entre los
ciliados están: Balantidium coli, y en los flagelados: Giardia lamblia. Dentro de los
protozoarios se encuentra también Blastocystis hominis, el cual es un microorganismo de
taxonomía inespecífica. A continuación, se describen las principales características de
algunos de los protozoarios:
Entamoeba histolytica: es un protozoario que tiene la capacidad de invadir tejidos y
producir una infección llamada amibiasis. La amibiasis se considera una parasitosis
cosmopolita, con una prevalencia mundial de 500 millones de personas infectadas y
predomina en las zonas tropicales. Se presenta bajo dos formas: vegetativa (trofozoítos) y
quística. El trofozoíto mide de 20 a 40 micras, presenta movimiento enérgico, sus
pseudópodos son largos, hialinos y dentro de ellos se encuentra el endoplasma. En el
citoplasma se encuentran vacuolas digestivas, eritrocitos y, rara vez, otros elementos que
fueron fagocitados; es importante saber que sólo los trofozoítos patógenos contienen
eritrocitos en su citoplasma. Se localizan en la superficie de la mucosa del intestino grueso
viviendo como comensales en la luz del mismo, alimentándose de detritus, moco y
bacterias; también pueden invadir la pared del intestino grueso y producir lesiones
ulcerosas en ciego, colon ascendente, recto, sigmoides y apéndice o invadir órganos como
hígado, pulmón y, en muy raros casos, piel y cerebro. Los quistes miden de 10 a 18 micras,
sólo se encuentran en la luz intestinal, son expulsados en las heces y pueden permanecer
viables hasta 90 días, si se conservan en humedad.4, 5
Balantidium coli: es el protozoario de mayor tamaño que parasita al hombre, en
quien ocasiona balantidiasis humana; predomina en zonas tropicales y su incidencia en el
hombre es muy baja ya que es más frecuente en cerdos. Este parásito tiene forma ovalada y
está rodeado de cilios, cuya función es producir ondas que orientan los alimentos hacia el
citostomo o boca. Sus trofozoítos miden de 60 a 100 micras de largo por 50 a 70 micras de
ancho. El quiste es redondeado, mide de 40 a 60 micras de diámetro, es resistente al medio
ambiente y resulta infectante por vía oral.4
Giardia lamblia: es un protozoario flagelado predominante en niños, con una
prevalencia creciente tanto en países tropicales como en los no tropicales; se transmite
mediante la ingestión de los quistes produciendo la giardiasis. Los trofozoítos tienen forma
piriforme, miden 15 micras de longitud por 7 de ancho y poseen dos núcleos; se localizan
en el intestino delgado fijados a la mucosa, principalmente en la primera porción del
duodeno. El quiste tiene forma ovalada, mide 10 micras de longitud y tiene de 2 a cuatro
núcleos.5
Blastocystis hominis: es un microorganismo muy frecuente en animales y en el
hombre, en el cual puede dar o no sintomatología; se asocia a enfermedad diarreica y
prevalece tanto en zonas tropicales como en no tropicales. Su forma es esférica, mide entre
4 a 5 micras, tiene 1 a 4 núcleos, mitocondrias y otras organelas.5
Los helmintos o vermes son seres multicelulares o metazoarios invertebrados,
caracterizados por presentar un cuerpo cilíndrico, aplanado, segmentado o no, desprovisto
de miembros articulares; la mayoría son parásitos obligatorios que viven toda o parte de su
existencia en el huésped. Se dividen en dos subphylas: nemathelminthes y
platyhelminthes.4
Los nematelmintos tienen el cuerpo cilíndrico, un tubo digestivo y una cavidad
corporal completa, mientras que los platelmintos son aplanados, no tienen cavidad corporal
y su aparato digestivo es rudimentario. Ambos presentan un sistema reproductor muy
desarrollado; los nematelmintos son dioicos y los platelmintos, en su mayoría, son
hermafroditas.5
Dentro de los platelmintos se encuentran los cestodos y los trematodos. Entre los
cestodos se encuentran: Taenia solium, Taenia saginata, Hymenolepis nana, por ejemplo.
Entre los trematodos están: Fasciola hepática, Paragonimus westermanni, Schistosoma
mansoni, entre otros. Entre los nematodos se encuentran: Ascaris lumbricoides, Enterobius
vermicularis, Trichuris trichiura, Capillaria philippinensis, Ancylostoma duodenale,
Necator americanus, Toxocara canis, Ancylostoma caninum, Strongyloides stercoralis,
Wuchereria bancrofti y Onchocerca volvulus.5 Entre los principales helmintos que fueron
estudiados en el presente trabajo se encuentran:
Ascaris lumbricoides: es el nematodo intestinal de mayor tamaño, comúnmente
llamado lombriz intestinal; tiene forma cilíndrica, con extremidades puntiagudas y es de
color rosado y blanquecino después de fijarse en formol. Es uno de los parásitos más
difundidos en el mundo, especialmente en los países tropicales; es la parasitosis
cosmopolita más frecuente, cuya transmisión no es directa de las materias fecales a la boca
sino que requiere la incubación de los huevos en la tierra y la formación de larvas en ellos
para poder ser infectantes a través de la vía oral.4, 5
Trichuris trichiura: es un parásito blanco de 3 a 5 cms de largo aproximadamente,
que se localiza en el colon, causando patología según el número de parásitos y las
condiciones del huésped; es una geohelmintiasis adquirida por vía oral, que predomina en
zonas cálidas y húmedas de los países tropicales. Las infecciones más intensas tienen
mayor frecuencia en niños.
Enterobius vermicularis: es un verme pequeño, delgado y filiforme, de color blanco,
causante de la oxiuriasis, con una amplia distribución mundial, que se presenta en todos los
climas y estratos sociales, muy frecuente en niños, en especial preescolares y escolares y se
disemina de persona a persona.4
Entre los factores epidemiológicos que predisponen las parasitosis intestinales están
la falta de consumo de agua potable, entendiéndose como agua potable el agua segura y
libre de todo riesgo para la salud del ser humano, al ser consumida o utilizada en cualquier
uso doméstico, lo cual implica la ausencia total de microorganismos patógenos para los
humanos. En años recientes, el papel del agua potable como vehículo transmisor de agentes
infecciosos intestinales ha sido evaluado en diversos puntos del mundo, debido
principalmente a la resistencia de algunos microorganismos a los métodos comúnmente
utilizados para la potabilización del agua, siendo esto una consecuencia de la
contaminación fecal directa e indirecta de las fuentes de abastecimiento en las áreas
urbanas; por ello, es importante la adecuada disposición de excretas, que consiste en el uso
de un sistema sanitario individualizado o compartido que separa las excretas del contacto
con las personas, lo que contribuye a minimizar la contaminación de suelo y del agua.
Su contaminación convierte al agua en un vehículo transmisor. Es prioritario
recordar que la principal vía de contagio de las parasitosis intestinales es la fecal-oral; por
esto, el principal método preventivo es el lavado de manos que remueve la suciedad visible,
material orgánico y flora transitoria de la piel por acción mecánica, disminuyendo su
contaminación.
Las formas infectantes de los geohelmintos (huevos o larvas) se hallan en el suelo
contaminado con heces humanas, cuando existen condiciones de humedad, temperatura y
riqueza en detritus orgánicos adecuadas para su sobrevida y maduración. La infección de
las personas es consecuencia de la ingestión de tierra contaminada, que se puede dar a
través de verduras o frutas con lavado deficiente; es muy frecuente que se presente en edad
pre-escolar por los juegos de exploración de su entorno y sus deficientes hábitos higiénicos.
Por otra parte, el bajo nivel socioeconómico favorece la expansión de los
asentamientos de grupos humanos hacia áreas con carencia de saneamiento, deficiente
provisión de agua potable y otras necesidades básicas insatisfechas, lo que explica el
aumento de la frecuencia de parasitosis intestinales en estos estratos socioeconómicos.
La situación de empobrecimiento crítico de estas poblaciones se acompaña de
diversos factores determinantes que favorecen claramente el aumento de la prevalencia de
éstas y otras enfermedades transmisibles: vivienda precaria, hacinamiento, deficiente
disposición de las excretas humanas, contaminación de alimentos y agua de consumo,
carencias nutricionales, dificultades de acceso a los servicios de salud, acumulación de
residuos, convivencia estrecha con vectores, modificaciones en los drenajes naturales de
las aguas pluviales, acumulación de aguas residuales y creación de microclimas vinculados
a los factores anteriores. Todo esto posibilita el desarrollo de un ambiente rico en sustancias
orgánicas y colabora con el proceso de contaminación del entorno, determinando un
creciente fecalismo ambiental y la evolución en el suelo de diversos agentes.6, 7, 8, 9, 10
Las parasitosis intestinales pueden ser diagnosticadas por la sintomatología y los
factores epidemiológicos involucrados, pero el diagnóstico definitivo está dado por la
demostración del parásito en cualquiera de sus formas evolutivas mediante estudio
coproparasitológico; para que dicho estudio se lleve a cabo de manera correcta deben
cumplirse las siguientes condiciones: uso de heces frescas, colectadas en envase especial,
sin contaminación de orina, papel higiénico o tierra. Dicho estudio puede ser tanto
macroscópico como microscópico. Con el examen macroscópico se estudian diversas
características de las heces, tales como: consistencia, color, presencia de sangre o moco, así
como proglótides o vermes adultos (en el caso de los helmintos).11
Mediante el examen microscópico se visualizan huevos o larvas de helmintos y
quistes, trofozoítos u oocistos de protozoarios; los métodos que se utilizan pueden ser
cualitativos o cuantitativos. Entre los métodos cuantitativos más utilizados están Stool-
Hausher y Kato-Katz, que permiten efectuar el contaje de los huevos en las heces. En
cambio, los métodos cualitativos más empleados son: Hoffman, Lutz (sedimentación
espontánea), entre otros, que permiten concentrar huevos y larvas de helmintos. Los
métodos de sedimentación por centrifugación como el de Ritchie, de igual manera
concentran huevos y larvas de helmintos; otros métodos como el de Willis y el de Faust
permiten la detección de huevos livianos.5, 11
De estas técnicas, las más utilizadas son:
Técnica de Kato-Katz: consiste en la identificación de parásitos en las heces,
mediante un frotis grueso de heces cubierto con papel celofán impregnado con verde
malaquita, en el cual se cuantifican el número de huevos encontrados y así evaluar la
intensidad de la infección como ligera o leve, moderada y severa o intensa.
Asimismo, las técnicas de concentración más usadas son: Técnica de Ritchie donde
se utiliza la solución de formol-éter y la Técnica de Faust, utilizando solución de sulfato de
zinc; en ambas técnicas se centrifugan las heces para acelerar el proceso de flotación y
obtener un sedimento, que posteriormente es visualizado en el microscopio óptico,
evidenciándose quistes de protozoarios y huevos o larvas de helmintos.
De igual manera, la Técnica de Flotación de Willis consiste en el uso de solución
acuosa saturada de cloruro de sodio, solución de alta densidad en comparación con la
densidad de huevos y quistes; de esta manera, al entrar en contacto las heces con dicha
solución los huevos y quistes flotan y son de fácil visualización.5, 12
Según lo mencionado anteriormente las parasitosis intestinales constituyen un factor
frecuente a nivel mundial y están presentes en la población infantil de cualquier estrato
socioeconómico, lo que ha permitido a numerosos investigadores realizar múltiples trabajos
a nivel internacional, nacional y regional.
A nivel internacional, Serrano E. y col, en el año 2001 publicaron un estudio
restrospectivo realizado para determinar la frecuencia de parasitosis intestinales en niños de
1 a 12 años en el área de salud de San Ramón de Alajuela, Costa Rica, realizándose desde
diciembre de 1999 hasta noviembre de 2000. La muestra estuvo conformada por 5250
niños; las muestras de heces fueron solicitadas ante la sospecha de parasitosis intestinal,
realizándose frotis y extendido simples con solución salina y lugol, demostrando que 40,4%
de la población presentó parasitosis intestinal, de los cuales, 1478 de los casos fueron por
protozoarios, siendo los más frecuentemente encontrados: Entamoeba histolytica,
Escherichia coli y Giardia lamblia; 645 casos presentaron hallazgos de helmintiasis,
predominando: Enterobius vermicularis, Strongyloides stercoralis e Hymenolepis nana.13
De la misma manera, Marcos L. y col, en el año 2002 realizaron un estudio de
prevalencia y factores asociados de parasitosis intestinales en niños de 1 a 16 años de edad
del Valle del Mantaro, Perú. Dicho estudio fue efectuado a 188 individuos, de los cuales a
161 se les realizó entrevista y examen clínico, a cada sujeto se le solicitó dos exámenes de
heces; a cada uno se le realizaron tres métodos coprológicos: Técnica de Sedimentación en
tubo, Método de Concentración formol-éter y Técnica de Sedimentación Rápida de
Lumbreras, obteniendo como resultado que la prevalencia de parasitosis intestinales fue
elevada: 100%; de éstos, 64% alojaban patógenos. Se concluye que la alta prevalencia se
debe a la íntima relación existente entre condiciones de vida precaria, pobres hábitos
higiénicos y hacinamiento.14
Asimismo, Giraldo J. y col, en el año 2005 realizaron un estudio para determinar la
prevalencia de giardiasis y otros parásitos intestinales en preescolares de hogares atendidos
en un programa estatal en Armenia, Colombia. La muestra estuvo compuesta por 328 niños
a quienes se les realizó examen de heces microscópico y macroscópico, utilizando lugol al
1%, solución salina al 0,83%, solución salina eosina, Kato-Katz y método de concentración
de Ritchie. Los parásitos con potencial patógeno tuvieron las siguientes prevalencias:
Giardia lamblia 13%, Blastocystis hominis 6,1% y Ascaris lumbricoides 2,4%. 15
De forma similar, en el año 2006, Iannacone J. y col publicaron un estudio que
determinó la prevalencia de infección por parásitos intestinales en escolares de primaria de
Santiago de Surco, Lima, Perú. Se realizó un despistaje coproparasitológico a 192 niños,
mediante consolidación de heces frescas fijadas en formol al 10%, previa homogenización,
empleando el examen convencional por microscopía en directo con tinción con lugol y por
la técnica de concentración de sedimentación espontánea en tubo; también se buscaron
huevos de Enterobius vermicularis empleando la técnica de Graham. En este estudio se
pudo observar lo siguiente: Entamoeba coli (22,9%), Endolimax nana (19,3%) y
Blastocystis hominis (12,5%).16
Uno de los estudios más recientes fue el realizado por Zonta M. y col, en el año
2007, en la comunidad de Brandsen, Buenos Aires, Argentina, para determinar las
parasitosis intestinales más frecuentes en niños de edad preescolar y escolar y establecer la
diferencia entre las zonas urbanas (U), periurbanas (PU) y rurales (R). Se procesaron 119
muestras de heces de niños de 1 a 14 años, se utilizaron las Técnicas de Sedimentación
(Ritchie) y de Flotación (Willis), obteniendo los siguientes resultados: 63,9% resultó
parasitado, de los cuales 80,8% se encontraba en zona periurbana, 63,4% de la zona rural y
55,8% en la zona urbana, pudiendo identificarse los siguientes parásitos: Enterobius
vermicularis (U: 28,8%; PU: 30,8%; R: 39%), Blastocystis hominis (U: 26,9%; PU: 46,2%;
R: 31,7%), Giardia lamblia (U: 9,6%; PU: 34,6%; R: 7,3%); Ascaris lumbricoides (U:
9,6%; PU: 19,2%; R: 0%), Trichuris trichiura (U: 9,6%; PU: 19,2%; R: 0%) y Endolimax
nana (U: 0%; PU: 7,7%; R: 4,9%).17
En el ámbito nacional, Ramos L. y col, en el estado Sucre, año 1997, realizaron una
investigación cuyo objetivo fue determinar la prevalencia de parasitosis intestinales en
niños de 6 a 14 años y en los familiares del 20% de estos niños de la población de Cariaco.
La muestra estuvo conformada por 150 niños, las muestras de heces fueron examinadas y
se relacionó la prevalencia de parásitos con algunos factores epidemiológicos y con la
estratificación socioeconómica. Las heces se analizaron por métodos convencionales
(salina-lugol) y método de concentración Kato-Katz modificado, obteniendo los siguientes
resultados: 78% de los niños presentó infección parasitaria, siendo los de 9 a 11 años los
más afectados. La mayor prevalencia fue para las especies de protozoarios: Blastocystis
hominis (36%) y Giardia lamblia (18,76%) y de los helmintos: Trichuris trichiura (38,70%)
y Ascaris lumbricoides (22%). 78,67% de los niños pertenecían a los estratos
socioeconómicos IV y V. El estudio familiar determinó que 67,42% de los miembros del
grupo estaban parasitados.18
Continuando la línea de investigación, Rivero Z. y col, en Maracaibo, estado Zulia,
en el año 2001, efectuaron una investigación, cuyo objetivo fue determinar la prevalencia
de parásitos intestinales en escolares de 5 a 10 años de edad de la Escuela Básica Nacional
“Francisco Valera”. La muestra estuvo conformada por 108 niños de ambos sexos con las
edades antes mencionadas; se les solicitó muestras de heces las cuales fueron sometidas a
los métodos coproparasitológicos tales como: examen al fresco con solución salina
fisiológica y lugol, así como la Técnica de concentración con formol-éter (Ritchie). A los
mismos individuos se les efectuó la Técnica de Graham y/o el método de Markey. Entre los
resultados obtenidos se observó que 87% de los escolares presentaba enteroparásitos, con
un marcado predominio del poliparasitismo (75,53%). Los principales enteroparásitos
patógenos encontrados fueron: Blastocystis hominis (44,4%), Trichuris trichiura (41,7%),
Ascaris lumbricoides (34,3%), Giardia lamblia (25,9%), Enterobius vermicularis (19,4%) y
el complejo Entamoeba histolytica /dispar (15,7%).19
De igual manera, Rivas R. y col, en el estado Bolívar en el año 2003, efectuaron una
investigación, cuyo objetivo fue determinar la prevalencia de parásitos intestinales. La
población en estudio fue representada por los habitantes de toda la geografía de dicho
estado, durante el período 2001-2003. La muestra estuvo conformada por 2990 personas
pertenecientes a los diferentes municipios. De cada uno se obtuvo una muestra fecal, la cual
fue analizada a través del examen directo de heces con solución NaCl 0,85% y lugol.
Después de preservarlas en dicromato de potasio 2% se le aplicaron los métodos de
concentración de formol-éter y Kato cualitativo, obteniéndose los siguientes resultados:
80,7% (n = 2414) de la población se encontraba parasitada, los protozoarios resultaron más
frecuentemente diagnosticados con 57,4% (n = 1717) mientras que los helmintos estuvieron
en 50% (n = 1454). El parásito más usual fue Blastocystis hominis con 43,3% (n = 1296).
El municipio Gran Sabana presentó el mayor porcentaje de parásitos intestinales con 16,5%
(n = 369).20
Asimismo, Zavala J. y col, en Boca de Aroa, estado Falcón en el año 2003,
ejecutaron una investigación, cuyo objetivo de la misma fue determinar la incidencia de
parasitosis intestinal y el parásito más frecuente en pre-escolares del multihogar Estella
Lugo de Montilla. Se hizo una investigación de campo, de tipo descriptiva, transversal. La
muestra estuvo conformada por 100 niños. Se recopilaron los datos del examen físico y
análisis coprológico, mediante las técnicas de Kato, Baerman, Método Directo con
Solución Salina, Lugol y Faust, obteniendo como resultado que 80% de los preescolares
son positivos al análisis coproparasitológico, siendo la infección multiparasitaria la más
común (50%), seguida de la infección por helmintos (37,5%) y por último la ocasionada
por protozoarios (12,5%). Entre las especies más frecuentes encontradas en los análisis
coproparasitológicos están: Trichuris trichiura, Ascaris lumbricoides y Giardia lamblia.21
De forma similar, Ramos R. y col, en Maturín, estado Monagas, en el año 2005,
elaboraron una investigación que tuvo como objetivo determinar la prevalencia de
parasitosis intestinal en niños menores de doce años de edad en la comunidad El Nazareno.
Para lograrlo, se tomó una muestra de 138 niños a quienes se les recolectaron muestras de
heces para su estudio y se determinaron las manifestaciones clínicas. Entre los resultados
encontrados se evidencia una prevalencia de parásitos de 53,6%. Los parásitos más
frecuentes fueron: Ascaris lumbricoides 13,8%, Trichuris trichiura 10,9%, entre los
helmintos; Giardia lamblia 13,0% y Blastocystis hominis en 11,6% entre los protozoarios.22
A nivel regional, García M. y col, en el año 1999, realizaron un estudio para
evidenciar la frecuencia de parasitosis intestinales y factores de riesgo asociados; la muestra
fue conformada por 127 escolares con edades comprendidas entre 4 a 12 años de edad de la
escuela “José Trinidad Morán” en Santa Inés, municipio Urdaneta; se hizo entrevista y
encuesta de hábitos higiénicos con toma de muestra de heces, procesadas por examen
directo, técnica de concentración de Kato-Katz y coloración de Quenzel, resultando que
69,29% de niños parasitados son de predominio masculino (54,84%). El parásito
predominante fue Giardia lamblia con 51,14 %, seguido por Entamoeba coli. Resaltaron
los hábitos higiénicos regulares con 56,82%; el nivel socioeconómico más frecuente fue el
de clase III con 53,41%.23
Otra investigación realizada en la entidad por Arias C. y col, en el año 2001,
determinaron la frecuencia de parasitosis intestinal y algunos factores de riesgo en pre-
escolares y escolares de primer grado de la Unidad Educativa “Dr. Cecilio Acosta” ubicada
en San Lorenzo, Barquisimeto; se aplicó una encuesta estructurada y un examen directo de
heces, encontrándose una frecuencia de parasitosis de 57,48%, sin predilección de sexo; el
parásito más frecuente fue Blastocystis hominis con 60,41%; la mayor cantidad de
parasitados provenían de hogares de pobreza extrema, con 45,83% y con hábitos higiénicos
regulares, 80,20%.24
En este mismo orden de ideas, Traviezo L. y col, durante los años 2000 a 2004,
determinaron la frecuencia de enteroparásitos en 3060 pacientes con edades comprendidas
entre un mes y 95 años procedentes del municipio Palavecino. Se realizó estudio
coproparasitológico utilizando técnicas de examen directo y concentrado de Kato,
detectándose 1439 infectados (47%) con predominio de Blastocystis hominis (27,5%),
Endolimax nana 9,1%, Entamoeba coli 8,8%, Giardia lamblia 6,5%, Entamoeba histolytica
3,8%, Ascaris lumbricoides 3,7%, Trichuris trichiura 3%, Enterobius vermicularis 0,1% y
Balantidium coli 0,03%.25
De manera semejante, Mendoza R. y col, en el año 2005, realizaron una
investigación mediante la cual determinaron la frecuencia de parasitosis intestinal en 267
escolares de cuarto grado de tres unidades educativas del medio urbano de Barquisimeto y
su relación con algunos factores epidemiológicos: estrato social, origen del agua que
consumen, lavado de manos antes de consumir alimentos, consumo de alimentos de
vendedores ambulantes, entre otros, cuyos resultados fueron 7,9% parasitados, sin
predilección de género. El mayor porcentaje de parasitados se ubica en el estrato social V.
En cuanto a los factores de riesgo la mayoría de los casos positivos consumían agua
almacenada en recipientes (17,7%); 9,6% de los que cumplen el lavado de las manos antes
del consumo de alimentos y 8,4% de escolares que consumen alimentos de vendedores
ambulantes resultaron parasitados.26
Uno de los estudios más recientes es el realizado por Fuentes M. y col, en el año
2007, donde se demostró la frecuencia de parasitosis intestinales y características
epidemiológicas de niños entre 1 y 12 años que asistieron al Ambulatorio Tipo II “Cerro
Gordo”, para el cual se obtuvo una muestra de 106 niños. La frecuencia de parasitosis
intestinales fue 42,5%, predominando en escolares (48,9%) sin diferencia entre géneros. Se
evidenciaron parasitados 41,7%; en éstos, los agentes causales encontrados fueron
Blastocystis hominis 42,2%, Giardia lamblia 37,8% y Entamoeba histolytica 13,3%. Se
evidenciaron parasitados 41,7%, perteneciendo el mayor porcentaje al estrato IV, el cual
disponía inadecuadamente la basura, afirmaban la existencia de vectores y consumían agua
de calidad inadecuada.27
Las infecciones por parásitos intestinales representan un problema de salud pública
importante y frecuente a nivel mundial, en especial en los países en vías de desarrollo. La
Organización Mundial de la Salud estima que más de 2 mil millones de personas en todo el
mundo están infectadas por parásitos, siendo la población infantil la más susceptible de
padecer parasitosis intestinales, donde se observan cuadros clínicos caracterizados por
anemia, bajo peso, malnutrición y retardo del crecimiento, así como alteraciones del
desempeño escolar.28
Dicha situación disminuye el potencial de la población joven y productiva del país,
sin contar los costos que genera, consolidándose como un problema de salud pública,
siendo esto perpetuado por el acceso parcial a servicios básicos, los cuales predominan en
la periferia de las ciudades donde el crecimiento poblacional supera a la planificación y en
la población general que no comprende la importancia del cumplimiento de hábitos
higiénicos.
En Venezuela, los organismos sanitarios oficiales durante el año 1991 registraron
350.000 casos de enfermedades parasitarias, ocupando el noveno lugar entre las 25
principales causas de morbilidad. Para 1995, esta cifra se incrementó en 84%.29
En el estado Lara, en el transcurso del año 2007, el número de casos de parasitosis
intestinales fue de 28.908, además de 59.782 eventos relacionados con diarreas asociadas a
enfermedades parasitarias. En el municipio Iribarren, específicamente en el ambulatorio de
Barrio Nuevo, se detectaron 76 casos de parasitosis, los cuales representan el noveno lugar
entre las 10 enfermedades de mayor prevalencia en este centro asistencial en el periodo
octubre del 2007 hasta marzo del 2008.30, 31
Por todo lo descrito anteriormente, el problema se puede formular en los siguientes
términos:¿ Cuál es la frecuencia de parasitosis intestinales en niños de edades
comprendidas entre 1 y 12 años que acuden al Ambulatorio Urbano Tipo I “Barrio Nuevo”
Barquisimeto-Lara durante el período abril-septiembre del año 2008 según factores
epidemiológicos? . Esto determina la necesidad de realizar un estudio de carácter
descriptivo de corte transversal, tendente a determinar la frecuencia de parasitosis
intestinales y algunos factores epidemiológicos en la población mencionada, dada la
relevancia que tiene la actualización permanente de la data de morbilidad asociada a las
enfermedades parasitarias, para formular políticas de salud y acciones preventivas-curativas
orientadas a reducir las cifras, tasas y porcentajes de morbilidad parasitaria en el estado
Lara. La presente investigación representará un aporte en esa dirección.
En este orden de ideas se procedió a determinar la frecuencia de parasitosis
intestinales en niños de 1 a 12 años que acudieron al ambulatorio urbano tipo I Barrio
Nuevo y su relación con la edad, sexo, calidad del agua para el consumo, lavado de
alimentos y de las manos, nivel socioeconómico, disposición de excretas y la presencia de
vectores mecánicos.
II. METODOLOGÍA
Se realizó una investigación descriptiva transversal, cuyo objetivo fue determinar la
frecuencia de parasitosis intestinales y factores epidemiológicos en niños de 1 a 12 años
que acuden al ambulatorio tipo I de “Barrio Nuevo” en Barquisimeto, estado Lara, en el
periodo abril-septiembre de 2008.
La población estuvo conformada por todos los niños de 1 a 12 años que acudieron al
ambulatorio de “Barrio Nuevo” incluyendo a los que recibieron tratamiento antiparasitarios
en los últimos 15-30 días y la muestra estuvo conformada por 79 niños entre 1 a 12 años
que consultaron al ambulatorio de “Barrio Nuevo” y cuyos representantes estuvieron de
acuerdo en que su representado fuese incluido en el estudio y llevaron la muestra de heces
en el lapso mayo-julio de 2008. El muestreo fue no probabilístico por conveniencia o
accidental.
Para la elaboración de esta investigación fue necesaria la colaboración de personal
calificado por lo que se redactaron y enviaron comunicados a la coordinadora del
ambulatorio (Anexo Nº 1), a la coordinadora de la Sección de Parasitología (Anexo Nº 2), a
la docente de Parasitología Médica (Anexo Nº 3), también al personal del Laboratorio de
Coprología de la sección de Parasitología del Decanato de Ciencias de la Salud (Anexo Nº
4) y al coordinador de la asignatura Medicina Integral en el Medio Urbano (Anexo Nº 5).
Con el fin de explicar la importancia del estudio a los representantes de los
pacientes que pertenecen al rango de edad mencionado que acudieron a la consulta de
pediatría, se les dió información acerca de las consecuencias que desencadenan las
parasitosis intestinales en la salud de los infantes, junto con la importancia del pronto
diagnóstico y tratamiento de las mismas; también se les suministró un consentimiento
informado (Anexo Nº 6) que debieron leer y firmar si estaban de acuerdo; en caso
afirmativo, recibieron una encuesta (Anexo Nº 7) que completaron con datos
epidemiológicos y socioeconómicos; luego se les entregó un envase plástico estéril con
tapa hermética, que contenía 15 ml de solución de conservación de Railley-Henry,
compuesta por 2% ácido acético glacial, 5% de formol y 0,85% de cloruro de sodio. El
envase tenia una línea indeleble que indicaba el nivel que debía alcanzar su contenido una
vez colocada la muestra de heces. Se les informó que debían estar fuera del alcance de los
niños y que debían devolverlo a los investigadores dentro de los siguientes tres días,
conteniendo la muestra de heces con el fin de procesarla.
Las muestras fueron procesadas en el laboratorio de Coproparasitología de la
sección de Parasitología del Decanato de Ciencias de la Salud de la Universidad
Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), por los autores de esta investigación, bajo la
coordinación de la Licenciada Cárdenas, previa capacitación dictada por la misma, en
donde se realizaron los exámenes de heces directos y técnicas de concentración por los
métodos de Ritchie, Kato-Katz y Quenzel, los días viernes en el horario de 8:00 a 4:00 p.m.
entre los meses de junio y julio de 2008.
También se realizó el examen macroscópico de las heces que consistió en
determinar su consistencia clasificándose en: formadas, blandas, sueltas o acuosas; de igual
manera, la presencia de moco, sangre o parásitos.
A continuación, se describen los pasos para el análisis de las muestras:
Preparación directa: se hizo con solución salina y lugol, se procedió a identificar la
lámina portaobjeto en la cual se colocó una gota de solución salina en el centro de la mitad
izquierda y una gota de solución de lugol en el centro de la mitad derecha del portaobjeto;
con un palillo desechable se tomó una pequeña porción de la muestra y se mezcló con cada
una de las soluciones ya mencionadas.
El examen microscópico de la preparación con solución salina permitió observar los
huevos y larvas de helmintos y trofozoítos, prequistes y quistes de protozoarios.
La coloración de lugol facilitó la identificación de los quistes, coloreando los
núcleos de amarillo y otras estructuras morfológicas. De igual manera, las técnicas que se
utilizaron fueron:
Técnica de Quenzel o frotis fecal directo: se utilizó un colorante vital de Quenzel
coloreando los núcleos que semejan los preparados de hematoxilina. Los quistes amibianos,
ciliados y flagelados no se tiñen. Los núcleos de Dientamoeba fragilis, Blastocystis hominis
y otras sí se tiñen fácilmente.
También se empleó la técnica de Ritchie o centrifugación con formol-éter, debido a
que las muestras vinieron preservadas en solución de Railley-Henry; una vez recibidas se
pasaron por una gasa doble y húmeda aproximadamente 10 ml de materia fecal líquida, a
un tubo de centrífuga de aproximadamente 15 ml. Luego se centrifugaron a 1500-2000 rpm
por 2 minutos. Se decantó el sobrenadante; seguidamente se diluyó sedimento de solución
salina, se centrifugó y decantó como antes. Se agregó al sedimento 10 ml de formol al 10%,
mezclándose bien y dejándose reposar por 5 minutos, luego se agregó 3 ml de éter, se tapó
el tubo y agitó enérgicamente por 30 segundos; se centrifugó a 1500 rpm por 2 minutos. Se
formaron cuatro capas distribuidas así: un sedimento pequeño; una capa de formol; un
anillo de restos de materiales fecales y éter o gasolina en la superficie. Con un palillo se
aflojó de las paredes los restos fecales y cuidadosamente se decantó las tres capas
superiores. Se mezcló el sedimento con la pequeña cantidad de líquido que bajó por las
paredes del tubo y se hicieron preparaciones en fresco y con lugol para ser observadas
posteriormente al microscopio.
Otra de las técnicas utilizadas fue la de Kato-Katz, que consiste en un examen de
frotis fecal grueso que se cubre de celofán impregnado de verde de malaquita. Esta técnica
se utilizó para cuantificar el número de huevos.
Los datos que se recabaron fueron registrados a través de un cuestionario
estructurado, que fue conformado por tres partes, definidos así:
I Parte: datos de identificación: nombre y apellido, edad y sexo. II Parte: datos
epidemiológicos, que se evaluaron con las siguientes preguntas: el agua que utiliza para
tomar es: hervida, ozonizada, filtrada, almacenada en recipientes o directamente de
tuberías. Para efectos de la investigación se consideraron adecuadas las opciones de hervida
u ozonizada. Para las siguientes interrogantes: Usted lava sus verduras, usted lava sus frutas
y usted lava sus hortalizas, la respuesta adecuada fue sí. En caso de ser afirmativa, se le
preguntó con qué lo hacía, considerándose adecuado el lavado con agua y vinagre o jabón.
En los hábitos higiénicos se interrogó acerca de lavado de manos, así: su hijo se lava las
manos antes de la comida y su hijo se lava las manos después de ir al baño, considerando
adecuada la opción de siempre, en ambas circunstancias. En cuanto a la disposición de
excretas, la respuesta considerada adecuada fue en poceta o pozo séptico. En relación a la
presencia de vectores mecánicos; las respuestas eran: moscas, cucarachas o ratones, cuyas
respuestas fueron presente o ausente, siendo considerada adecuada la respuesta ausente. III
Parte: Método Graffar, que determinó el nivel socioeconómico, en el cual fueron necesarios
los siguientes datos: profesión del jefe de familia, grado de instrucción de la madre,
principal fuente de ingreso de la familia y condiciones de la vivienda, asignándole un
puntaje del: 1 al 5 para cada ítem. En base a estos puntajes se clasificaron en estrato I (4-6
puntos), estrato II (7-9 puntos), estrato III (10-12 puntos), estrato IV (13-15 puntos) y
estrato V (16-20 puntos). IV parte: reporte del examen coproparasitológico. (Anexo 8)
Se publicó en una cartelera en el ambulatorio con la fecha de entrega de los
resultados coproparasitológicos (15 de julio); al momento de ser retirados los exámenes,
indistintamente de arrojar o no parásitos, se le entregó al representante un material
informativo (tríptico) que contenía una serie de recomendaciones para prevenir las
parasitosis intestinales; de estar parasitado se le obsequió el tratamiento, dependiendo del
parásito encontrado y de la edad del paciente. Dicho tratamiento fue gestionado por los
autores de este trabajo con determinado laboratorio farmacéutico. (Anexo 9)
La información se recopiló durante los días viernes de cada semana administrativa a
partir del mes de junio hasta el día 10 de julio del presente año para el procesamiento y
reporte de las mismas. A su vez, simultáneamente dichos resultados obtenidos fueron
almacenados en una base de datos en el programa EPI-INFO 2002; posteriormente se
tabuló y representó en tablas o gráficas donde se presentaron los resultados en números y
en porcentajes.
III. RESULTADOS
CUADRO Nº 1
FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES SEGÚN TIPO DE
PARÁSITO EN LA POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS DE
EDAD QUE ACUDEN AL AMBULATORIO URBANO TIPO I
“BARRIO NUEVO”. BARQUISIMETO ESTADO-LARA.
ABRIL-SEPTIEMBRE
DE 2008.
PARASITOSIS INTESTINALES
TIPO DE PARASITOS PRESENTE AUSENTE TOTAL
Nº % Nº % Nº %
HELMINTOS 0 0 79 100 79 100
PROTOZOARIOS 43 54,43 36 45,57 79 100
De los 79 niños que conformaban la muestra, 43 presentaban parasitosis intestinales,
y a su vez éstos estaban parasitados por protozoarios, ninguno por helmintos. Los
protozoarios mas frecuentes fueron: Giardia lamblia con 40% y Blastocystis hominis con
30%.
CUADRO Nº 2
FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES EN LA POBLACIÓN
INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS DE EDAD QUE ACUDEN
AMBULATORIO URBANO TIPO I “BARRIO NUEVO”.
BARQUISIMETO ESTADO-LARA.
ABRIL-SEPTIEMBRE DE 2008.
PARASITOSIS INTESTINAL Nº %
PRESENTE 43 54,43
AUSENTE 36 45,57
TOTAL 79 100
De los 79 niños que conformaban la muestra, 54,43% presentaban parasitosis
intestinales. Todos éstos parasitados con protozoarios.
CUADRO Nº 3
FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES SEGÚN EDAD EN LA
POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS QUE ACUDEN AL
AMBULATORIO URBANO TIPO I “BARRIO NUEVO”.
BARQUISIMETO ESTADO-LARA.
ABRIL-SEPTIEMBRE
2008.
PARASITOSIS INTESTINALES
EDAD PRESENTE AUSENTE TOTAL
Nº % Nº % Nº %
Lactante mayor 5 55,55% 4 44,45% 9 100
Pre-escolar 11 39,28% 17 60,72% 28 100
Escolar 27 64,28% 15 35,72% 42 100
Se observó mayor frecuencia de parasitosis intestinales en los escolares, con
64,28%, seguidos de los lactantes con 55,55%.
CUADRO Nº 4
FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES SEGÚN SEXO EN LA
POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS DE EDAD QUE ACUDEN AL
AMBULATORIO URBANO TIPO I “BARRIO NUEVO”.
BARQUISIMETO ESTADO-LARA.
ABRIL-SEPTIEMBRE. 2008.
PARASITOSIS INTESTINALES
SEXO PRESENTE AUSENTE TOTAL
Nº % Nº % Nº %
MASCULINO 24 60 16 40 40 100
FEMENINO 19 48,7 20 51,3 39 100
Se observó que había mayor frecuencia de parasitosis intestinales en el sexo masculino con
60%.
CUADRO Nº 5
FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES SEGÚN EL LAVADO DE
LAS MANOS EN LA POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS
DE EDAD QUE ACUDEN AL AMBULATORIO URBANO
TIPO I “BARRIO NUEVO”. BARQUISIMETO
ESTADO-LARA. ABRIL-SEPTIEMBRE
2008.
PARASITOSIS INTESTINALES
LAVADO DE LAS MANOS PRESENTE AUSENTE TOTAL
Nº % Nº % Nº %
ADECUADO 12 50 12 50 24 100
INADECUADO 31 56,36 24 43.64 55 100
Con respecto al lavado de manos, la muestra estuvo distribuida de la siguiente
manera: de los niños cuyo lavado de manos era inadecuado 56,36% presentó parasitosis, así
como el 50% que refirió adecuado lavado de manos.
CUADRO Nº 6
FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES SEGÚN EL NIVEL
SOCIOECONÓMICO EN LA POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12
AÑOS DE EDAD QUE ACUDEN AL AMBULATORIO
URBANO TIPO I “BARRIO NUEVO”.
BARQUISIMETO ESTADO-LARA.
ABRIL-SEPTIEMBRE
2008.
PARASITOSIS INTESTINALES
NIVEL SOCIO- PRESENTE AUSENTE TOTAL
ECONÓMICO Nº % Nº % Nº %
CLASE II 08 47,05 09 52,95 17 100
CLASE III 30 63,82 17 36,18 47 100
CLASE IV 05 33,33 10 56,67 15 100
En cuanto al análisis del factor epidemiológico, el estrato socioeconómico que
demostró mayor porcentaje de afectados fue la clase III con 63,82%, posteriormente se
ubica la clase II con 47,05% y finalmente la clase IV con 33,33%.
CUADRO Nº 7
FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES SEGÚN LA PRESENCIA
DE VECTORES MECÁNICOS EN LA POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12
AÑOS DE EDAD QUE ACUDEN AL AMBULATORIO
URBANO TIPO I “BARRIO NUEVO”.
BARQUISIMETO ESTADO-LARA.
ABRIL-SEPTIEMBRE
2008.
PARASITOSIS INTESTINALES
PRESENCIA DE VECTORES
MECÁNICOS PRESENTE AUSENTE TOTAL
Nº % Nº % Nº %
PRESENTE 38 52,77 34 47,23 72 100
AUSENTE 5 71,42 02 28,58 07 100
El 52,77% de los que reportaron presencia de vectores mecánicos resultaron positivos para
parasitosis y 71,42% de los que no refieren la presencia de dichos vectores estaban
parasitados.
CUADRO Nº 8
FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES SEGÚN LA CALIDAD DEL
AGUA PARA EL CONSUMO EN LA POBLACIÓN INFANTIL DE
1 A 12 AÑOS DE EDAD QUE ACUDEN AL AMBULATORIO
URBANO TIPO I “BARRIO NUEVO”.
BARQUISIMETO ESTADO-LARA.
ABRIL-SEPTIEMBRE
2008.
PARASITOSIS INTESTINALES
CALIDAD DEL AGUA
PARA EL CONSUMO PRESENTE AUSENTE TOTAL
Nº % Nº % Nº %
ADECUADA 32 57,14 24 42,86 56 100
INADECUADA 11 47,82 12 52,18 23 100
En cuanto a la calidad del agua para el consumo, en los niños que consumían agua
tratada adecuadamente, se observó una mayor frecuencia de parasitosis con 57,14%, por
otra parte, sólo 47,82% de los niños que consumían agua tratada inadecuadamente presentó
parasitosis.
IV. DISCUSIÓN, CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES.
Las parasitosis intestinales son un problema importante de salud pública a nivel
mundial, con mayor repunte en países subdesarrollados, siendo los niños más vulnerables
frente al riesgo de adquirirlas, donde la prevalencia e intensidad están asociadas a mayor
riesgo de morbimortalidad y las condiciones socioeconómicas-sanitarias deficientes, actúan
como coadyuvantes a la aparición de las mismas. Por tal motivo surge la necesidad de
determinar la frecuencia de parasitosis intestinales y factores epidemiológicos en la
población infantil de 1 a 12 años de edad que acuden al Ambulatorio urbano tipo I “Barrio
Nuevo”, en Barquisimeto, Estado Lara. Abril-septiembre de 2008.
En la investigación, de 79 niños estudiados, 54,43% resultaron parasitados, datos
similares a los recabados por Serrano E. y col. 2001, Costa Rica (40,4%), Rivero Z. y col.
2001, Maracaibo, Estado Zulia (87%) y los resultados de García M. y col. 1999 en el
Municipio Urdaneta del Estado Lara (54,84%).
De la misma manera otros estudios realizados en Barquisimeto, Lara, por Arias C. y
col. 2001; municipio Palavecino; por Traviezo y col. 2000-2004 y en Cerro Gordo por
Fuentes M. y col. 2007, revela una frecuencia de 57,48%, 47% y 42% respectivamente. 13,
19, 23, 24, 25, 27
El estudio se llevó a cabo en la población urbana de Barrio Nuevo, con regulares
condiciones generales en cuanto a servicios públicos e higiene se refiere. Los niños
parasitados todos fueron por protozoarios, a diferencia del estudio hecho por Giraldo J. y
col. 2005. Colombia, donde a pesar de tener mayor prevalencia de niños parasitados por
protozoarios (18%) también encontró infectados por helmintos (5,1%). 15
La mayor frecuencia de parásitos intestinales se encontró en escolares (64,28%),
seguido de los lactantes mayores (55,55%), porcentaje menor al encontrado por Rivero Z. y
col. 2001. Maracaibo, estado Zulia, donde la prevalencia de parasitosis fue en niños de 7 y
8 años con poliparasitismo en 75,53%, y mayores al reportado por Fuentes M. y col. 2007,
Cerro Gordo, estado Lara, donde el 48,9% eran predominantemente escolares. 19, 27
Resultados diferentes fueron los de Zavala J. y col. 2003. Estado Falcón, donde
80% de 100 niños estudiados se encontraban parasitados siendo éstos preescolares, de los
cuales, 37,5% eran parasitados por helmintos y 12,5% por protozoarios. 21
Otros estudios nacionales y regionales no encontraron diferencias significativas con
relación al sexo, a diferencia de este estudio, donde se evidenció que el 60% de los niños
parasitados eran del sexo masculino y 48,7% del femenino, resultando similar a García M.
y col. 1999. Municipio Urdaneta, estado Lara con 54,84% de varones parasitados.
El 100% de los niños estudiados refirió tener una adecuada disposición de excretas,
resultando parasitados el 54,43%. Por otra parte Ramos R. y col. 2005 difiere de este
estudio, ya que las condiciones higiénicas y de saneamiento ambiental en la mayoría de las
viviendas eran precarias.
En otro orden de ideas, en relación al lavado de los alimentos 100% de la muestra
refirió tener un adecuado lavado de los mismos, resultados no compatibles con los
encontrados por Ramos R. y col. 2005, Monagas.
Se evidenció en cuanto al lavado de manos que aquéllos que lo efectúan
inadecuadamente, 56,36% parasitados y los que lo realizan adecuadamente, 50%
parasitados; estos resultados son similares con los encontrados por Ramos R. y col. 2005,
Monagas, donde 53,6% de los niños parasitados presentan diversos factores
epidemiológicos que favorecen la prevalencia de parasitosis intestinales, uno de dichos
factores fue el no lavarse las manos antes de comer.
Con respecto a las parasitosis intestinales según nivel socioeconómico se halló
mayor frecuencia de parasitados en los estratos III (63,82%) y II (47,05%). Sin embargo,
los hallazgos de esta investigación tienen similitud a los encontrados por García M. y col.
1999, municipio Urdaneta, estado Lara, donde el nivel socioecómico más frecuente fue el
estrato III (53,41%). Hallazgos diferentes fueron los reportados por los investigadores
nacionales como Ramos L. y col. 1999 y Mendoza R. y col. 2005, con mayor porcentaje de
parasitismo en el estrato IV y V respectivamente. 18, 22, 23, 26
Al estudiar la frecuencia de parasitosis intestinales de acuerdo a la presencia de
vectores mecánicos, se demostró que de los niños que refieren presencia de éstos en sus
hogares, 57,77% están parasitados, de los que niegan la presencia de los mismos, 71,42%
tenían parásitos, no encontrándose relación entre la presencia de vectores y parasitosis
intestinales. A pesar de no encontrarse estudios explícitos que reporten la relación entre
vectores mecánicos y parasitosis intestinales, la literatura explica a diferencia de este
estudio, que éstos contribuyen de manera importante a la propagación de parásitos
intestinales, actuando como transportadores y siendo uno de los principales responsables de
la contaminación del agua y alimentos.
Por otra parte, la presencia de parásitos intestinales en relación con la calidad del
agua para el consumo, se evidenció que en los niños cuyas madres indicaron contar con
agua adecuada para el consumo, 57,14% tenían parásitos, y de los que refirieron consumo
de agua inadecuada, 47,82% tuvo parásitos. Resultados diferentes a los aportados por
Iannacone J. y col. 2006, Lima-Perú y Ramos R. y col. 2005, estado Monagas. 16, 22
De esta manera ante los resultados encontrados se concluye que la frecuencia de
parasitosis intestinales en niños de 1 a 12 años que acudieron al Ambulatorio Urbano tipo I
“Barrio Nuevo” fue elevada (54,43%), reafirmado en el hecho de que dicha patología ocupa
el noveno lugar entre las 10 enfermedades con mayor morbilidad en dicho ambulatorio, no
siendo contributorias todas las variables epidemiológicas para las mismas, sino el deficiente
lavado de manos de los niños antes de comer y después de ir al baño.
Al finalizar esta investigación se hace necesaria plantear alternativas que
contribuyan a la disminución de las parasitosis intestinales, las cuales van dirigidas a
diversas entidades, entre las recomendaciones se encuentran:
A las entidades Gubernamentales y Sanitarias:
- Crear programas educativos con el fin de informar, prevenir y controlar las
parasitosis intestinales.
- Realizar campañas periódicas y gratuitas de despistaje de parasitosis intestinales
a toda la población, en especial a los niños, por ser ellos los más susceptibles.
- Dotar al ambulatorio de medicamentos antiparasitarios.
- Fomentar y financiar las investigaciones en este campo.
Al personal de salud del ambulatorio:
- Capacitar personal en este tema para que sea portavoz de las medidas de
prevención de las parasitosis intestinales.
- Fomentar el consumo de agua hervida principalmente en la población infantil.
En las escuelas:
- Afianzar en los niños los hábitos higiénicos para evitar las parasitosis y que
ellos a su vez sirvan de multiplicadores de esta información en sus hogares.
- Explicarle a los niños las complicaciones de salud que pueden presentar si
resultaran parasitados.
Al Departamento de Medicina Preventiva y Social:
- Despertar el interés en los estudiantes para que realicen investigaciones sobre
parasitosis intestinales.
A las madres:
- Llevar e sus hijos a la consulta de Pediatría.
- Desparasitar a sus niños cada 6 meses.
- Reforzar en los niños los hábitos higiénicos.
- Hervir o filtrar el agua que consumen.
- Mantener una adecuada higiene en el hogar para evitar los vectores mecánicos.
- Lavar los alimentos con agua y si lo requiere incluir otras sustancias como
vinagre o limón.
A la comunidad:
- Organizar y trabajar en conjunto con las entidades gubernamentales para
mejorar las condiciones higiénico-ambientales del sector.
- Crear grupos organizados que sirvan de voceros al resto de la comunidad.
A los estudiantes de Medicina y Enfermería:
- Promover la asistencia a la consulta de Pediatría con el fin de diagnosticar y
tratar de manera oportuna las parasitosis intestinales y por ende disminuir la
incidencia y complicaciones.
- Realizar charlas educativas a las madres y comunidad en general.
- Elaborar material informativo como: trípticos, dípticos, afiches y carteleras que
ilustren de manera clara y puntual las complicaciones que pueden presentar
tanto niños como adultos que estén parasitados.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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McGraw- Hill Interamericana Editores, S.A. México. 2005.
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37. Méndez Castellano H. Sociedad y estratificación. Método Graffar Méndez
Castellano. Fundacredesa. Caracas. 1994.p.206.
ANEXOS
ANEXO Nº 1
Barquisimeto, 14 de abril del 2008.
Dra. Chiquinquirá López.
Coordinadora Asistencial
Ambulatorio Barrio Nuevo.
Presente.-
Ante todo reciba un cordial saludo, nos dirigimos a usted muy respetuosamente los
Bachilleres de VI año A de la Carrera de Medicina: Bileski Piña ci: 17.620.565, Luz Pisani
ci: 14.986.007, Carolina Rangel ci: 16.483.497, Ramón Ríos ci: 16.482.208 y Rosa
Rodríguez ci: 16.755.188, quienes nos encontramos cursando la materia: Medicina Integral
del Medio Urbano, y debemos realizar un trabajo de investigación como parte de dicha
asignatura, en vista de que en este centro asistencial se han realizado muy pocas
investigaciones, decidimos contribuir en este aspecto, desarrollando un trabajo que llevará
por nombre: FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES Y FACTORES
EPIDEMIOLÓGICOS EN LA POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12 AÑOS DE EDAD
QUE ACUDEN AL AMBULATORIO URBANO TIPO I “BARRIO NUEVO”.
BARQUISIMETO-ESTADO LARA. ABRIL-SEPTIEMBRE DE 2008, por lo cual le
hacemos participe de nuestra iniciativa y le solicitamos su respaldo para la ejecución de
dicha investigación.
Sin otro particular al cual hacer referencia y esperando de usted su mayor receptividad, se
despiden muy atentamente.
----------------------------- -------------------------- ----------------------
Piña, Bilesky Pisani, Luz Rangel, Carolina
----------------------------- ----------------------
Ríos, Ramón Rodríguez, Rosa
ANEXO Nº 2
Barquisimeto, 27 de mayo del 2008.
Dra Kompalic.
Coordinadora del Departamento de Parasitología Médica.
Decanato de Ciencias de la Salud.
Presente.-
Ante todo reciba un cordial saludo, nos dirigimos a usted muy respetuosamente los
Bachilleres de VI año A de la Carrera de Medicina: Bilesky Piña ci: 17.620.565, Luz Pisani
ci: 14.986.007, Carolina Rangel ci: 16.483.497, Ramón Ríos ci: 16.482.208 y Rosa
Rodríguez ci: 16.755.188, quienes nos encontramos cursando la materia: Medicina Integral
del Medio Urbano, y debemos realizar un trabajo de investigación como parte de dicha
asignatura, el cual lleva por nombre: FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES
Y FACTORES EPIDEMIOLÓGICOS EN LA POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12
AÑOS DE EDAD QUE ACUDEN AL AMBULATORIO URBANO TIPO I “BARRIO
NUEVO”. BARQUISIMETO-ESTADO LARA. ABRIL-SEPTIEMBRE DE 2008, por lo
cual le solicitamos nos permita utilizar las instalaciones del laboratorio de coprología para
el procesamiento de las muestras de heces.
Sin otro particular al cual hacer referencia y esperando de usted su pronta y satisfactoria
respuesta, se despiden muy atentamente.
----------------------------- -------------------------- -----------------------
Piña, Bilesky Pisani, Luz Rangel, Carolina
----------------------------- ------------------------------
Ríos, Ramón Rodríguez, Rosa
ANEXO Nº 3
Barquisimeto, 07 de Abril del 2008.
Dra. Jeanette Delmoral.
Docente del Departamento de Parasitología.
Decanato de Ciencias de la Salud.
Presente.-
Ante todo reciba un cordial saludo, nos dirigimos a usted muy respetuosamente los
Bachilleres de VI año A de la Carrera de Medicina: Bilesky Piña ci: 17.620.565, Luz Pisani
ci: 14.986.007, Carolina Rangel ci: 16.483.497, Ramón Ríos ci: 16.482.208 y Rosa
Rodríguez ci: 16.755.188, quienes nos encontramos cursando la materia: Medicina Integral
del Medio Urbano, y debemos realizar un trabajo de investigación como parte de dicha
asignatura, por lo cual le solicitamos nos sirva de Tutora para la ejecución del trabajo que
tendrá por nombre:“PARASITOSIS INTESTINALES Y FACTORES DE RIESGO EN
NIÑOS DE 1 A 12 AÑOS QUE ACUDEN AL AMBULATORIO URBANO TIPO I
BARRIO NUEVO, BARQUISIMETO – ESTADO LARA, PERIODO ABRIL –
SEPTIEMBRE 2008”.
Sin otro particular al cual hacer referencia y esperando de usted su pronta y satisfactoria
respuesta, se despiden muy atentamente.
----------------------------- -------------------------- -----------------------
Piña, Bilesky Pisani, Luz Rangel, Carolina
----------------------------- ------------------------------
Ríos, Ramón Rodríguez, Rosa
ANEXO Nº 4
Barquisimeto, 27 de mayo del 2008.
Lic. Elsys Cárdenas.
Bioanalista del Laboratorio de coprología.
Decanato de Ciencias de la Salud.
Presente.-
Ante todo reciba un cordial saludo, nos dirigimos a usted muy respetuosamente los
Bachilleres de VI año A de la Carrera de Medicina: Bileski Piña ci: 17.620.565, Luz Pisani
ci: 14.986.007, Carolina Rangel ci: 16.483.497, Ramón Ríos ci: 16.482.208 y Rosa
Rodríguez ci: 16.755.188, quienes nos encontramos cursando la materia: Medicina Integral
del Medio Urbano, y debemos realizar un trabajo de investigación como parte de dicha
asignatura, el cual lleva por nombre: FRECUENCIA DE PARASITOSIS INTESTINALES
Y FACTORES EPIDEMIOLÓGICOS EN LA POBLACIÓN INFANTIL DE 1 A 12
AÑOS DE EDAD QUE ACUDEN AL AMBULATORIO URBANO TIPO I “BARRIO
NUEVO”. BARQUISIMETO-ESTADO LARA. ABRIL-SEPTIEMBRE DE 2008, por lo
cual le solicitamos su colaboración para la capacitación, procesamiento y análisis de las
muestras de heces.
Sin otro particular al cual hacer referencia y esperando de usted su pronta y satisfactoria
respuesta, se despiden muy atentamente.
----------------------------- -------------------------- -----------------------
Piña, Bilesky Pisani, Luz Rangel, Carolina
----------------------------- -----------------------
Ríos, Ramón Rodríguez, Rosa
ANEXO Nº5
Barquisimeto, 07 de Abril del 2008.
Dr. Ángel Vidal.
Docente del Departamento de Medicina preventiva y social.
Decanato de Ciencias de la Salud.
Presente.-
Ante todo reciba un cordial saludo, nos dirigimos a usted muy respetuosamente los
Bachilleres de VI año A de la Carrera de Medicina: Bilesky Piña ci: 17.620.565, Luz Pisani
ci: 14.986.007, Carolina Rangel ci: 16.483.497, Ramón Ríos ci: 16.482.208 y Rosa
Rodríguez ci: 16.755.188, quienes nos encontramos cursando la materia: Medicina Integral
del Medio Urbano, y debemos realizar un trabajo de investigación como parte de dicha
asignatura, por lo cual le solicitamos nos sirva de Asesor para la ejecución del trabajo que
tendrá por nombre:“PARASITOSIS INTESTINALES Y FACTORES DE RIESGO EN
NIÑOS DE 1 A 12 AÑOS QUE ACUDEN AL AMBULATORIO URBANO TIPO I
BARRIO NUEVO, BARQUISIMETO – ESTADO LARA, PERIODO ABRIL –
SEPTIEMBRE 2008”.
Sin otro particular al cual hacer referencia y esperando de usted su pronta y satisfactoria
respuesta, se despiden muy atentamente.
----------------------------- -------------------------- -----------------------
Piña, Bilesky Pisani, Luz Rangel, Carolina
----------------------------- ------------------------------
Ríos, Ramón Rodríguez, Rosa
ANEXO Nº 6
UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL “LISANDRO ALVARADO”
DECANATO DE CIENCIAS DE LA SALUD
DEPARTAMENTO DE MEDICINA PREVENTIVA Y SOCIAL
BARQUISIMETO – VENEZUELA
PLANILLA DE CONSENTIMIENTO INFORMADO
Yo, _______________________________________________ identificado con la
Cédula de Identidad Nº: ______________________, natural de
_________________________________ y residenciado en:
_____________________________; madre (padre) o representante del (de la) niño (a)
__________________________________________, he sido informado sobre el estudio
que se está llevando a cabo en el Ambulatorio Urbano Tipo I “BARRIO NUEVO” en los
niños entre 1 y 12 años de edad con el objetivo de diagnosticar parasitosis intestinales.
Teniendo pleno conocimiento y comprensión de los beneficios de dicha prueba y de las
características de esta investigación, doy mi consentimiento absolutamente voluntario para
que mi hijo o representado sea incluido en el estudio y autorizo sea analizada su muestra de
heces para el estudio antes mencionado.
Entiendo que soy libre de retirar a mi hijo o representado en cualquier momento del
estudio, sin que ello afecte la evaluación y seguimiento clínico.
En ____________a los _______ días del mes de __________________ de 2008
__________________________
Firma
ANEXO Nº 7
Universidad Centrooccidental
“Lisandro Alvarado”
Decanato de Ciencias de la Salud
Departamento de Medicina Preventiva
Medicina Integral del Medio Urbano
La siguiente es una encuesta que forma parte del trabajo de investigación de los bachilleres
de sexto año de Medicina de la UCLA, que tiene como objetivo: determinar la frecuencia
de parasitosis intestinales y factores de riesgo epidemiológico en niños de 1 a 12 años de
edad que acuden al ambulatorio urbano tipo I “Barrio Nuevo” Barquisimeto- Lara .Abril-
Septiembre 2008.
Los datos aportados a la misma permanecerán en completa confidencialidad.
I) Datos de identificación del paciente :
Nombres y Apellidos:__________________________________
Edad: ____
Sexo: ____
II) Datos epidemiológicos:
- El agua que utiliza para tomar es:
Hervida:____
Ozonizada:___
Filtrada:______
Almacenada en recipientes:_____
Directa de tuberías:________
- ¿Usted lava las verduras?:
Si: ____ No: ____
- ¿Usted lava las frutas?:
Si: ____ No: ____
- ¿Usted lava las hortalizas?:
Si: ___ No: ____
- ¿Con que sustancia lo hace?:
Agua: _____
Agua y jabón: _____
Agua y vinagre: ____
Agua y limón: ____
Otro especifique: _________
- ¿Su hijo se lava las manos antes de cada comida?:
Siempre:___ Algunas veces:___ Nunca:___
- ¿Su hijo se lava las manos después de ir al baño?:
Siempre:___ Algunas veces:___ Nunca:___
- ¿Donde evacua? :
Poceta: _____
Pozo séptico: ______
Letrina: ______
Suelo: _____
- En su casa hay presencia de:
Moscas:_____
Cucarachas: ____
Otros: _____
III) Datos socioeconómicos (Graffar):
- ¿Estudió?:
Si: ____ No: ____
- ¿Que grado alcanzó?:
Primaria: _____
Secundaria: ______ completa: _______ incompleta: _________
Técnico inferior (medio):_________
Técnico superior: _________
Universitario: _______
- Principal fuente de ingreso de su familia:
Rentas o fortunas heredadas: _____
Ganancias u honorarios: ______
Sueldo mensual: ________
Salario semanal o a destajo: _____
Donaciones públicas o privadas: ______
- Profesión del jefe de familia:
Universitario o técnico titular: _____
Empleado o técnico no titular: _____
Pequeño comerciante: _____
Obrero especializado: _____
Obrero no especializado: _____
- ¿Cómo es su vivienda?:
Espaciosa con ambiente de lujo: ______
Espaciosa sin lujo: _____
Espacio reducido sin lujo con deficiencia sanitaria: ______
Rancho con condiciones sanitarias aceptables: ______
Inadecuada con espacio no reducido: ______
ANEXO Nº 9
EXAMEN DE HECES.
Positivo:_____________
Negativo:____________
PRESENCIA DE:
Moco:____________
Sangre:____________
PRESENCIA DE PROTOZOARIOS:
Si:_______________ ESPECIE:_________________
PRESENCIA DE HELMINTOS:
Si:_______________ ESPECIE:__________________