Banksy. Si las paredes hablan

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Vives en una ciudad y todo el tiempo hay

símbolos diciéndote qué hacer y carteles

intentando venderte algo. Yo siempre sentí

que estaba bien responder un poquito, que

la ciudad no debería ser una conversación

en un sólo sentido. El graffiti siempre ha sido

una manifestación artística temporal. Haces

tu marca y luego la limpian. O sea, la mayo-

ría de ellas están diseñadas sólo para que

se vean bien desde un auto en movimiento

y no necesariamente para que se queden

en los libros de historia. Quizá el arte se tra-

ta de intentar de vivir por un momento en él.

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Publicado por Century en 2010

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Copyright is for losers®

Este libro esta sujeto a derechos de autor. Todo contenido es propio del artista, y es mostrado de manera libre debido a su condición de lugar público. En caso contrario, la publicación cuenta con todo permiso para mostrar interiores y lugares ajenos a Banksy.Publicado en Santiago de Chile en 2001 por Madehouse Group.Santiago de Chile, Comuna de San JoaquínAv. Las Industrias º5140www.madehouse.comISBN 18441378654

Nota de la redacción: Este espécimen es solo para ilustrar el movimiento del grafitti y el esténcil. En ningún caso es para inducir conductas vandálicas ni fuera de la ley.

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Por Cristián Cartagena

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Etapa1“Una voz sin nombre”

Etapa2“Una de ratas”

Etapa3“el mUseo de la calle”

Etapa4“la sociedad me hizo asi”

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etapa 1Una voz sin rostro

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Bristol, año 1994. Un joven corre a toda velocidad por las calles mientras un po-

licía lo persigue a pocos metros intentando alcanzarlo. Atrás vemos, un mural

en el que un pintado miembro de la seguridad nacional es caricaturizado con

un rostro amarillo y poco sonriente. Encima, unas letras destacan, y se puede

leer claramente un nombre: “BANKSY”.

Poco a poco, las calles se llenan de pinturas de este enigmático personaje, y

aunque ya todos conocían su obra, nadie sabia realmente como era su aspec-

to. Ni lo necesitaban saber.

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“Policia” Paris, Londres

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La camarera del pub nocturno de la calle Frogmore saca la basura a las dos

de la tarde y la deja en un cubo enorme que hay en un callejón delimitado

por un puente y la pared lateral del edificio, de cinco pisos. A la altura del

tercero, más o menos, hay un gran dibujo: un hombre en chaqueta se asoma

por la ventana y mira a lo lejos buscando a alguien mientras una mujer (su

mujer, probablemente), en ropa interior, le sujeta por el hombro tratando de

calmarle; agarrado al marco de la ventana con una mano, a lo largo de la pared,

se encuentra el amante, un tipo calvo y desnudo. Unos metros más abajo, al

lado del cubo de la basura que ahora cierra la chica del pub, se descubre la

firma del autor: Banksy.

Para pintar esto necesitó un andamio de obra. Lo confirma la chica, que prefie-

re no dar su nombre. Con una sonrisa, también asegura que el andamio estuvo

dos días colocado pero que ni ella ni sus colegas del pub se enteraron de para

qué servía. Que no preguntaron... Que Banksy lo pintó de madrugada... que se

lo encontraron por la mañana... que...

-¿Y usted lo vio? ¿Usted lo conoce? ¿Usted conoce a Banksy?

La chica vuelve a sonreír, con ironía. Y dice, con una voz cantarina, como si no

quisiera que se la creyera del todo:

-Nadie conoce a Banksy. Ni en Bristol ni en ningún lugar.

“Window Lover”Bankside, Londres

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Un dibujo, pintado en Clerkenwell desató la

polémica en esta ciudad. La elección del em-

plazamiento no era casual: el edificio, además

del bar en la planta baja, alberga una clínica de

enfermedades sexuales y unas dependencias

municipales.

Además da de frente a la sede principal del

Ayuntamiento. Era una suerte de desafío. Algo

así como “Atrévete a borrarlo”. La prensa local,

más o menos devota del grafitero, dio la noticia

de la aparición de la pintura. Algunos querían

que se borrara; otros, no.

El Ayuntamiento decidió convocar una con-

sulta popular. Más de 500 personas partici-

paron. El 95% votó por Banksy. Se quedó.

Por aclamación popular. En el sitio elegido por

el artista anónimo. No sin que un concejal del

partido conservador, Spud Murphy, se echara

las manos a la cabeza: “Esto es delirante. Este

Ayuntamiento se ha vuelto loco”.

“Peace”Clerkenwell, Londres

“Authority Kiss”Clerkenwell, Londres

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“Estábamos poniendo ‘SIEMPRE LLEGA TARDE’ en el

vagón de pasajeros de un tren. De repente llegó la policía y

salimos corriendo. Pero yo me arañé con las espinas de un

arbusto y no me dio tiempo a llegar a nuestro coche. Mis

amigos se fueron. Yo me escondí debajo de un camión de

basura. El motor estaba a la altura de mi cara: un hilillo de

aceite se filtraba y me caía en la cabeza. Estuve así duran-

te una hora, mientras oía a los polis andando por los raíles,

buscándonos. Decidí cambiar de táctica o dejarlo: tenía que

tardar menos tiempo en pintar. Entonces vi que el tanque

del motor del camión tenía letras pintadas con una plantilla.

Yo podía hacer lo mismo con letras mucho más grandes”.

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“Games” Londres

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En 2000 organiza su primera exposición, en un

restaurante-barco llamado Severnshed. Después se

mudó a Londres, ciudad que también llenó de dibu-

jos, y viajó a Los Ángeles, San Francisco o Barcelo-

na. Su fama y su cotización creció. Los admiradores

locales que compraron en Severnshed obras suyas

por 100 libras las revenden ahora por 30.000.

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etapa 2Una de ratones

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Banksy se dedicó a llenar las calles y par-

ques de Bristol con ratas de espíritu críti-

co y burlón que hacían de todo: rodar a los

transeúntes con cámaras, oír música, bailar,

volar, romper con tenazas imaginarias can-

dados de puertas de verdad. Se integraban

en el paisaje urbano (en los buzones, en las

alcantarillas, en las trampillas, en los pomos

de las puertas) para reírse de él, para criti-

car los carteles que prohibían esto o lo otro.

La policía los borraba en cuanto los encon-

traba. Como hacía con los otros grafiteros

de la ciudad, por otra parte.

Las ratas existen sin nuestro permiso. Son

odiadas, cazadas y perseguidas. Viven en

una agonía silenciosa entre la inmundicia.

Así y todo son capaces de doblegar a civi-

lizaciones enteras. Si eres cochino, insig-

nificante y odiado entonces las ratas son el

máximo ejemplo a seguir.

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“Ratas” DIferentes Locaciones a través de Londres

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En 2000 organiza su primera exposición, en un restauran-

te-barco llamado Severnshed. Después se mudó a Londres,

ciudad que también llenó de dibujos, y viajó a Los Ángeles,

San Francisco o Barcelona. Su fama y su cotización creció.

Los admiradores locales que compraron en Severnshed

obras suyas por 100 libras las revenden ahora por 30.000.

El restaurante todavía existe. Aún organiza exposiciones.

Pero ninguno de los camareros de entonces sigue. Porque

ésa es otra: la pista de Banksy se desvanece a cada paso.

Cerca, hay otro barco-pub, el Thekla, que mantiene en la

línea de flotación una pintura que el grafitero hizo hace

años una noche montado en una barquita. Sin mebargo,

nadie en el barco-pub sabe (o dice saber) nada sobre él.

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Hay una mujer que sí lo conoció. Se llama Susie, ronda los

50 años, le gusta mucho la pintura, pero habla con pereza,

prefiere no dar su apellido y trabaja en la tienda del cen-

tro de arte contemporáneo Arnolfini. “Hace muchos años,

cuando él era casi adolescente, pasó una noche en casa y

nos intercambiamos retratos. Él me hizo uno a mí y yo otro

a él. Era un tipo majo, normal, simpático. Tampoco es que

yo le considere el mejor grafitero. Creo que Bristol ha dado

mejores. Pero sabe darse publicidad”.

“Toxic” Londres

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“No podemos cambiar el mundo hasta que el capi-

talismo colapse. Para consolarnos mientras tanto,

deberíamos ir todos de compras.

Somos ratas.”

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“People” Dicadilly, Londres

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etapa 3el mUseo de la calle

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“Haz tu propia galeria sobre ti. O invade la de Alguien más.”

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Banksy ha logrado colarse en cuatro museos neoyor-

quinos -Brooklyn, el Metropolitan de Arte, el de Arte

Moderno y el Americano de Historia Natural- y colocar

entre obras de arte cuatro de sus propias creaciones.

Con estos ‘regalos’ pretendía lanzar un mensaje con-

tra la guerra y el efecto del miedo al terrorismo.

logró acceder al interior de las instalaciones de es-

tos cuatro importantes centros culturales de forma

desapercibida ataviado con una barba, un sombrero

y una gabardina. Una vez allí, pegamento en mano,

colocó sus ‘regalos’ y se marchó sigilosamente. Los

resposables de los centros tardaron algunos días en

darse cuenta de que entre las obras de arte se exhi-

bían otros objetos de procedencia desconocida y cuyo

contenido contrastaba con las que había alrededor.

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Banksy logra poner sus obras en el museo Tate Gallery Londres

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“Dead Rat” Natural History Musseum, Londres

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El arte no es como la cultura porque su éxito

no depende de los espectadores. El público

acude a conciertos y al cine todos los días,

leemos millones de novelas y compramos mi-

les de millones de discos. Nosotros, el pue-

blo, tenemos incidencia sobre la creación y

la calidad de gran parte de nuestra cultura,

lamentablemente no asi de nuestro arte.

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El Arte que contemplamos es creado sola-

mente por unos pocos escogidos. Un peque-

ño grupo produce, promueve, adquiere, ex-

hibe y determina el éxito del Arte. Solo unos

cuantos centenares de personas en el mundo

tienen verdaderamente la palabra. Cuando

vas a una galería de arte, eres simplemente

un turista observando la colección de trofeos

de unos pocos millonarios.

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etapa 4la sociedad me hizo así.

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Un sábado por la noche en verano intentaba pintar un

puente ferroviario que se extiende sobre Portobello

Road en el occidente de Londres con afiches que mos-

traban el ícono revolucionario del Che Guevara gra-

dualmente desapareciendo en gotas. Todos los sábados

el mercado que se encuentra debajo del puente vende

camisetas del Che, bolsos, baberos y botones con insig-

nias. Creo que intentaba hacer una declaración sobre el

incesante reciclaje de un icono a través del incesante

reciclaje de un ícono. La gente siempre parece creer

que si se visten como unos revolucionarios realmente

no se tienen que comportar así.

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Me monté al puente como a las cuatro de la mañana. Todo estaba tranquilo y en paz hasta

que se acercaron dos carros y se parquearon en la calle. Dejé de pegar y seguí mirando des-

de el lado del puente entre unos arbustos. Después de unos minutos no había pasado nada

y me imaginé que lo mejor era continuar.

Cogí el quinto afiche cuando oí un estruendo y el sonido de madera que se partía. Uno de

los carros había reversado y se había metido al almacén de celulares. Seis pequeños enca-

puchados ingresaron al almacén y metían de todo en bolsas negras de plástico. En menos

de un minuto todos estaban de nuevo en sus carros arrancando en un chillido por todo Por-

tobello debajo de mí. Estaba de pie, con toda la boca abierta, con un balde de pintura en una

mano y con una brocha recortada en la otra, el único joven en ropa deportiva en dos kilóme-

tros a la redonda. Tuve el presentimiento de que me iba a ir muy mal si me quedaba ahí en-

tonces tiré el balde, me monté por encima de la reja y salté a la calle.

El área estaba llena de cámaras así que agaché la cabeza, me puse la capucha del saco y co-

rrí por todo el canal.

Me imaginé que los muchachos iban ahora por Kilburn prendiendo un bareto y diciéndose

“¿para qué pintar dibujos de un revolucionario cuando se puede ser uno de ellos?”

“Middle Bomb” Inglaterra

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“Molotov”Unas de las obras más repre-

sentativas de Banksy. La ha pintado prácticamen-te en todos los lugares don-

de ha estado.

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“Manifiesto”Esta pieza fue utilizada en la muestra de Banksy , en el Imperial War Museum. Fue acompañada de un mani-fiesto en contra de la guerra escrito a puño y letra por el

mismo Banksy

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“Christ”Pintada en las calles de Bristol y presentada en varias galerías de Banksy, es una de las imá-genes más polémicas que ha

desarrollado.

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“Mariah”Bristol, Inglaterra

“Un montón de madres harían lo que sea por sus hijos, excepto de-

jarlos ser ellos mismos”

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“Capitalist Warfare”Publicada en el Libro

“Wall And Piece”.“No podemos hacer nada para cam-biar el mundo de la guerra capitalis-ta. Mientras tanto deberíamos ir a las

tiendas para consolarnos un poco.”

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“Joke”Bristol, Inglaterra.

“Les dijo que bromearía el doble”

“Trheesom”Bristol, Inglaterra.

“No podrán ganarle a las sensaciones”

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“Save the Queen”“Esta obra fue pintada en Bristol, y a las pocas horas fue borrada. El único momento donde se pudo apreciar fue al

amanecer de ese día.”

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Todo en Banksy invita un poco a la es-

quizofrenia. Él ha escrito: “A los que

gobiernan las ciudades no le gustan

los grafitis porque piensan que nada

debe existir a menos que dé un be-

neficio”. Pero es precisamente lo con-

trario: el Ayuntamiento de Londres,

que asegura que su trabajo no con-

siste en diferenciar el arte del gam-

berrismo, manifestó recientemente

que está dispuesto a borrar la treinte-

na de grafitis de Banksy en esta ciu-

dad aunque valgan miles de libras (a

pesar del autor).

Por su parte, el Ayuntamiento de

Bristol reconoce que hay grafitis que

pueden considerarse arte y otros no y

que Banksy se ha ganado una repu-

tación internacional.

Como en el caso de los ferrocarriles,

si el dibujo callejero es de Banksy se

queda, pero si no... se borra.

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Algunos compañeros le consideran un vendido. Otros opinan que

sigue siendo el mismo que ensuciaba trenes con "SIEMPRE TARDE".

Aunque todos son conscientes de que ha creado un personaje a la

altura del antifaz, un Robin Hood al revés, que pinta para los pobres,

pero al que compran los ricos.

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“Imagina una ciudad en la que el graffiti no es ilegal, una ciudad

en la que todo el mundo puede pintar donde quiera. Donde cada

calle está inundada con millones de colores y pequeñas frases.

Donde esperar el autobús nunca ha sido aburrido. Una ciudad

viva que pertenece a todos, no solo al estado y a los dueños

de grandes negocios. Imagina una ciudad así y no te acerques

demasiado a la pared, está recién pintada”-BANKSY

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Diseñado por Cristián Cartagena, 2010(c)

Taller Editorial Diseño Gráfico, Duoc Uc. 2010

Todo el material publicado en este libro es de exclusiva propiedad de sus dueños, y fue recolectado bajo licencia abierta y dominio público.

Fuentes:“Wall And Piece” - Banksy (Publicado por Editorial Copyright is for losers) 2005El Pais - “Tras Los pasos de Banksy” (www.Elpais.com)La Rata Literaria (Larataliterata.blogspot.com)Banksy Oficcial Website (www.Banksy.co.uk)

TIpografia:Serifa Family Std - (Versiones Light, Light Italic y Bold)Stencil STD Bold.Barrio30 Std Family Diseñado con Adobe CS4 Design Premium (Adobe InDesign CS4 Pro , Adobe Photoshop CS4 Pro, Adobe Illustrator CS4 Pro)

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Banksy, el grafitero enigmático, el más famoso del mundo, el más co-

tizado, criticado, admirado, perseguido y comentado. También el más

misterioso, escurridizo y silencioso, nadie conoce su identidad. Ha lle-

nado de sus pinturas el muro de Gaza; ha entrado subrepticiamente

en los más grandes museos del mundo para colgar obras suyas llenas

de un humor critíco al lado de cuadros venerables; ha pintado sobre

cerdos y elefantes de verdad; ha hecho exposiciones multitudinarias

en Los Ángeles, y un largo etcétera. Aunque todos son conscientes de

que ha creado un personaje a la altura del antifaz, un Robin Hood al

revés, que pinta para los pobres, pero al que compran los ricos.

“No hay manera de que te de una cita para que la uses en la cubierta de tu libro”

Vocero de la policia metropolitana