ATLAS HISTÓRICO DE CIUDADES: LA CIUDAD COMO OBJETO …cada hoja de cada árbol de cada monte, sino...

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La aplicación de las nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en las actividades de docencia e investigación en ciencias sociales aplicadas, destacan por el hecho de permitir acelerar y automatizar los procesos de recuperación, ordenación y representación de compleja y abundante información. Pero, si por un lado ofrecen a los estudiosos más agilidad, más cantidad y más tiempo para analizar y representar contenidos, por otro propician la aparición de prácticas de investigación alejadas de los verdaderos propósitos científicos. Caracterizadas por un uso desmedido de información, el descuido con las herramientas gráficas y un repertorio comparativo sin criterio, estas prácticas tienen un efecto negativo para el estudio de la ciudad y del urbanismo. El debate sobre la utilización de las nuevas TIC debería, entre otras cosas, tratar de impedir que las verdaderas razones y objetivos que impulsan los estudios sobre la ciudad pasen a un plano secundario mientras detalles estadísticos sin importancia ganen protagonismo. The application of new TIC (Technologies of the Information and Communication) in the activities of education and research in applied social sciences, result in speed and automatized processes of recovery, ordinance and representation of complex and great amounts of information. They make possible to the investigators more agility and more time to think and to analyze more information, but also they influence the appearance of customs research that not prioritize the basic objectives that characterize this area of study. We find cases charac- terized for the enormous use of information, the careless use of the graphical tools and a comparative repertoire without criterion that causes a special damage when the city is the inquiry object. The debate on the use of the new TIC will have, among others things, to care that the reasons and the objectives of our urban studies do not pass to a secondary condition. Keywords: urban history, graphical resources, technologies of the information ATLAS HISTÓRICO DE CIUDADES: LA CIUDAD COMO OBJETO DE INVESTIGACIÓN 1 1 Este texto retoma un pequeño artículo publicado por el autor en la sesión Drops de la revista eletrónica Vitruvius de marzo de 2005, y fue publicado en España por la Associação de Pesquisadores e Estudantes Brasileiros na Catalunha. Francisco de Assis da Costa FAUFBA

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  • La aplicación de las nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en las actividades de docenciae investigación en ciencias sociales aplicadas, destacan por el hecho de permitir acelerar y automatizar losprocesos de recuperación, ordenación y representación de compleja y abundante información. Pero, si por unlado ofrecen a los estudiosos más agilidad, más cantidad y más tiempo para analizar y representar contenidos,por otro propician la aparición de prácticas de investigación alejadas de los verdaderos propósitos científicos.Caracterizadas por un uso desmedido de información, el descuido con las herramientas gráficas y un repertoriocomparativo sin criterio, estas prácticas tienen un efecto negativo para el estudio de la ciudad y del urbanismo.El debate sobre la utilización de las nuevas TIC debería, entre otras cosas, tratar de impedir que las verdaderasrazones y objetivos que impulsan los estudios sobre la ciudad pasen a un plano secundario mientras detallesestadísticos sin importancia ganen protagonismo.

    The application of new TIC (Technologies of the Information and Communication) in the activities of educationand research in applied social sciences, result in speed and automatized processes of recovery, ordinance andrepresentation of complex and great amounts of information. They make possible to the investigators moreagility and more time to think and to analyze more information, but also they influence the appearance ofcustoms research that not prioritize the basic objectives that characterize this area of study. We find cases charac-terized for the enormous use of information, the careless use of the graphical tools and a comparative repertoirewithout criterion that causes a special damage when the city is the inquiry object. The debate on the use of thenew TIC will have, among others things, to care that the reasons and the objectives of our urban studies do notpass to a secondary condition.

    Keywords: urban history, graphical resources, technologies of the information

    ATLAS HISTÓRICO DE CIUDADES:LA CIUDAD COMO OBJETO DE INVESTIGACIÓN1

    1 Este texto retoma un pequeño artículo publicado por el autor en la sesión Drops de la revista eletrónica Vitruvius de marzo de 2005,y fue publicado en España por la Associação de Pesquisadores e Estudantes Brasileiros na Catalunha.

    Francisco de Assis da CostaFAUFBA

  • Francisco de Assis da Costa4

    Acerca de tres procedimientos de aproximación

    En algunas escuelas se enseña que la mejor manera deleer un texto es haciendo una copia del texto; no setrata de una fotocopia o de cualquier otro tipoautomático de reproducción, sino a través de la copiafrase por frase, palabra por palabra, intentandoseguir la pista del escritor incluso en las pausasexigidas por la respiración. Incluso se debe copiar lapausa causada por la emoción de la idea...Seguramente compartían la misma opinión los cartó-grafos que, movidos por la sed de poder de unImperio, pretendieron hacer un mapa perfecto de supaís. Más movidos por esa grandeza que por lavoluntad de entender mejor aquel territorio, estoscartógrafos se empeñaron en dibujar, o mejor dicho,en copiar la forma de este territorio en escalas cadavez mayores: 1:10.000, 1:1000, 1:100 e 1:10, hastaque un día alcanzaron aquello que consideraban larepresentación perfecta, o sea, un mapa del territorioen escala 1:1.

    En aquel Imperio, el arte de la Cartografíaalcanzó tal Perfección que el mapa de una solaProvincia ocupaba toda una Ciudad, y el mapadel Imperio toda una Provincia. Con el tiempo,esos Mapas Desmesurados no satisficieron y losColegios de Cartógrafos levantaron un Mapa delImperio, que tenía el tamaño del Imperio ycoincidía puntualmente con él. Menos Adictas alEstudio de la Cartografía, las GeneracionesSiguientes entendieron que ese dilatado Mapa eraInútil y no sin Impiedad lo entregaron a las incle-mencias del Sol y de los Inviernos. En los desiertosdel Oeste perduran despedazadas Ruinas delMapa, habitadas por Animales y por Mendigos;en todo el País no hay otra reliquia de lasDisciplinas Geográficas.2

    En este caso, tomando libremente la historia querecoge Borges de Viajes de Varones Prudentes(MIRANDA, 1658), los Colegios de Cartógrafos delImperio habían copiado el territorio de forma

    obsesiva como si se tratase de un texto: las parcelas,las cuadras, los barrios y las ciudades eran como losequivalentes de las letras, las palabras, las frases y lasoraciones. No sabemos cómo se trataron las pausaspara soltar la respiración que evitarían imprecisionesen el dibujo, ni de las derivadas de repentinos excesosde emoción, que podrían desvirtuar el sentido real dela representación. Posiblemente, si no hubiera sidopor el declive de aquel Imperio, el paso siguientehubiera sido el de seguir representando cada una delas transformaciones de cualquier detalle de aquelterritorio hasta el punto en que sería imposiblediferenciar la importancia entre la representación y lacosa representada.

    Estos cartógrafos, aunque creyeran alcanzar unaaproximación cada vez mayor mediante la copia cadavez más perfecta de la geometría del lugar, alejaban,en una proporción inversa, la capacidad de estosmapas de explicar el territorio del Imperio. Algo queactualmente podríamos relacionar con una figura deexceso, característica de aquello que Marc Augé(1992) denomina «sobremodernidad»: la superabun-dancia espacial nos enfrenta a una cantidad inmensu-rable de información sobre el espacio, y al mismotiempo reduce enormemente sus distancias mediantesistemas de comunicación cada vez más perfeccio-nados.

    Es oportuno recordar aquí aquella generación deartistas que, especialmente en el periodo consideradode experimentación en las décadas de 1960 a 1980, sededicaba a fotocopiar, a través de la electrografía,3

    todo y todos lo que encontraban: fotografías,dibujos, pinturas, objetos personales, insectos,mobiliario y hasta partes del propio cuerpo sesometían a una especie de ritual de captura de una luzverdosa que se desplazaba zumbando lentamentebajo un vidrio transparente. Y aún más: no era rarover exposiciones donde aparecían fotocopias deobjetos que cubrían los propios objetos en una salarecubierta por su propia fotocopia. Estos montajes,que nos permitían percibir objetos a partir de larelación de estos objetos con sus copias, nos permi-tían ver, a pesar de la proximidad extrema entre la

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    2 SUAREZ, Miranda: Viagens de Varões Prudentes, libro cuarto, Cáp. XIV, Lérida,: [s.n.] 1658. Jorge Luis Borges, «Del Rigor en laCiencia», En: Historia Universal de la Infamia, Alianza Editorial; Buenos Aires: Emecé, 1971.3 Denominación que aparece en 1980 en la revista BàT gracias al crítico de arte francés Christian Rigal.

  • Atlas histórico de ciudades: la ciudad como objeto de investigación 5

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    representación y la cosa representada, la enormedistancia entre una cosa y la otra.

    Si en vez de trabajar la representación gráfica,estuviéramos tratando de la memoria, gracias a lacual los procesos selectivos del individuo son parcial-mente olvidados o recordados, su copia seguramentetendría la marca de Funes. Otro descubrimiento deBorges, como aquellos cartógrafos, también construíamapas, pero no estaba interesado en cubrir unImperio, sino todo el universo de su imaginación.

    «Dos o tres veces había reconstruido un díaentero; no había dudado nunca, pero cada recons-trucción había requerido un día entero. Me dijo:‘Más recuerdos tengo yo solo que los que habrántenido todos los hombres desde que el mundo esmundo’. Y también: ‘Mis sueños son como la vigiliade ustedes’. (...) En efecto, Funes no sólo recordabacada hoja de cada árbol de cada monte, sino cada unade las veces que la había percibido o imaginado. (...)No sólo le costaba comprender que el símbologenérico perro abarcara tantos individuos dispares dediversos tamaños y diversa forma; le molestaba que elperro de las tres y catorce (visto de perfil) tuviera el

    mismo nombre que el perro de las tres y cuarto (vistode frente). (...) Había aprendido sin esfuerzo el inglés,el francés, el portugués y el latín. Sospecho, sinembargo, que no era muy capaz de pensar. Pensar esolvidar diferencias, es generalizar, abstraer. En elabarrotado mundo de Funes solamente había sinodetalles, casi inmediatos.»4

    Dominado por la incapacidad de síntesis yabstracción, Funes tiene una relación con la historiasimilar a la de los cartógrafos con la geografía. Nosólo necesita el mismo tiempo para idear su descrip-ción, como en el caso de los mapas que coincidenpunto por punto con lo que representan, sino quetambién retoma cada nueva narración a partir de unanueva condición histórica. Este hecho llega hasta talpunto que, para él, es imposible ver en el cachorroque mira de pie el mismo cachorro que mira sentado,incorporando la experiencia de la vida, asimiladaentre un relato y el otro, que le transforma y modificala memoria y el juicio que hace del cachorro. ParaFunes, encontrar una versión que sintetice el signifi-cado de este cachorro es imposible, porque el objetodeja de serlo en el momento que adquiere el sentidode nuevo objeto. Desde esta perspectiva, cualquierinvestigación histórica que quiera construir un sabera partir de estos relatos deberá enfrentarse a estaincapacidad de olvido o a esta otra figura de excesoque conforma la «sobremodernidad»: la superabun-dancia de acontecimientos del mundo contempo-ráneo. Cualquier resultado que quiera representaralgo más que un simple relámpago de la memoriaentrará en el ámbito de las cogitaciones y siempre sedudará de él, porque, desde el punto vista de la«sobremodernidad», la dificultad de entender eltiempo es cada vez mayor y se debe esencialmente auna superabundancia de acontecimientos quedificultan la construcción de un sentido para elpasado reciente. (AUGÉ 1992).

    El arte, como le es propio, va por delante y graciasa él podemos entender, con más facilidad, determi-nados fenómenos de la realidad. Esta cantidaddesmesurada de información, presente en las dosimágenes unidas por un lado a la comprensión delterritorio y, por otro, a la construcción de un objetohistórico, está fuertemente presente en el mundo

    Fig. 1. Copy-art. Desde el punto de vista artístico, lograban quepensásemos sobre este tenue límite entre aquello que podríamos

    considerar realidad —un objeto— y la representación de estarealidad —una fotocopia. Fotografía de Trans Art. Comisariato

    de Humberto Nilo. Universidad de Talca, Chile.

    4 BORGES, Jorge Luis. «Funes el memorioso» en Ficciones.. Alianza, Barcelona, 1997.

  • contemporáneo y tiene relación con aquellas disci-plinas que pretenden estudiar el medio y las socie-dades urbanas más allá de sus características físicas.5

    La primera imagen, representada por este compulsivolevantamiento cartográfico del territorio, nos lleva auna discusión entorno a cómo abordar la dimensiónestructural de la ciudad. La segunda, representadapor una cantidad desmesurada de información, noslleva a una reflexión sobre el uso de la información enla dimensión conceptual de la ciudad, particular-mente cuando estudiamos su historia.

    Para huir de este tipo de procedimientos en el áreade las ciencias sociales aplicadas, que podríamosinsertar en la categoría del archivo por el archivo y larepresentación por la representación, no deberíamosperder de vista las aproximaciones de carácter verifi-cador y comparativo para vincular el datodocumental con el objeto de la disciplina —la ciudady su tiempo— y como herramienta para comprenderlos procesos urbanos locales como parte de unproceso más amplio de la realidad urbana (regional,territorial y global). Mientras que los cartógrafos se

    perdían en los excesos de una visión realista ingenua,donde el discurso científico sería un reflejo directo dela realidad, y Funes alimentaba una visión constructi-vista relativista, donde el discurso científico esproducto de múltiples visiones del mundo, algunascomparaciones aparentemente útiles quedan ocultarpor el aura de la fuerza estadística y de la precisión delas nuevas tecnologías de la información. Hacen partede la categoría de las «astucias del arte del hacer»que, según Michel de Certeau (1991), son las quepermiten crear nuevas realidades a través de unaespecie de bricolaje científico. Este juego, inclusocuando está formado por piezas que aisladamenteson casi siempre producto de un trabajo científicocorrecto, revela cierta desorientación, por no hablarde esa «astucia» a la hora de construir un discurso ouna lectura interpretativa de la información.

    Basta, por ejemplo, verificar algunos ejemplos deuso comparativo de estadísticas relativas a índices dedesarrollo humano de las regiones metropolitanas,donde algunos barrios son comparados con ciudadese incluso con países. Llega a afirmar que Salvador,

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    Fig. 2. Transporte de mercancías a través de la red ferroviaria de Francia 1878 y 1952. Atlas Histórico de Ciudades Europeas. Francia. (PINOL, 1996)

    5 Destacamos la falta de capacidad para simplificar, sintetizar o abstraer como una de las muchas lecturas posibles que se puede extraerlibremente de estos personajes del universo literario de Jorge Luis Borges. Simplemente pretendemos incorporar, mediante estos ejemplos,algunas referencias fundamentales para entender la propuesta de aproximación al estudio de la ciudad.

  • como un todo, es como Colombia, pero que «algunaspartes tienen indicadores mejores que los de Noruegay otras viven una situación peor que la deSudáfrica».6

    No se trata de un ejemplo con el que podamosgeneralizar al conjunto del trabajo. Dentro del mismoproyecto, encontramos otras aproximaciones que sereducen a una contribución esencial. La presentacióndel trabajo referente a la Región Metropolitana deRecife, presenta ámbitos comparativos determinadospor una lógica que contrasta enormemente con lascomparaciones del informe sobre Salvador:

    «En la capital de Pernambuco, la diferencia entre

    el salario de un propietario de un domicilio del barriomás pobre y el del barrio más rico es de 33 veces».7

    La comparación estadística de diferentes órdenesterritoriales, como la de un barrio con un país, másque ocuparse de comprender las desigualdadessociales, insinúa una especie de impermeabilidadentre los grupos que conforman la ciudad. Ahorabien, no existe una «Bélgica» incrustada en el tejidode la ciudad de Salvador por más próximos que seanlos índices estadísticos, porque estamos tratando conrealidades diferentes y escalas diferentes. Las condi-ciones en que cada unidad administrativa sedesarrolla, enriquece o empobrece, no son ajenas aaquellas unidades que presentan otro nivel, seainferior o superior, de organización. Los niveles deaparente bienestar de un determinado barrio puedenestar directamente vinculados a condiciones de vidadesfavorables de sus vecinos.

    Es verdad que podría hacer comparaciones como,por ejemplo, entre la capacidad media de consumo deun centro comercial de São Paulo y la de loshabitantes de toda Inglaterra y decir que son similaresporque presentan los mismos índices de consumo. Sinembargo, ¿para qué sirve esta comparación?

    Si no se tienen claros los objetivos de la investiga-ción, los datos estadísticos pasan a ser un fin en símismos. En el otro extremo, pero trabajando tambiéncon datos rigurosos, podemos llegar a un tipo desíntesis que no tiene la fuerza seductora de losguarismos y de las estadísticas, pero que sí tiene uncarácter subjetivo que preserva la esencia de unpensamiento científico bien presentado. En el ejemplode este fotograma de un filme soviético publicado enla revista AC o Documentos de ActividadContemporánea de Arquitectos y Técnicos Catalanespara el Progreso de la Arquitectura Contemporánea –GATCPAC (figura 3), publicada durante la SegundaRepública Española entre 1931 y 1937, una simpleimagen revela la referencia paradigmática de la nuevaarquitectura y del nuevo urbanismo: luz, calor,

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    Fig. 3. El espíritu nuevo de la nueva arquitectura y del nuevo urbanismo.

    6 En uno de los párrafos se puede leer: «La Región Metropolitana de Salvador mezcla el estilo de vida noruego y sudafricano. Los poco másde 3 mil kilómetros que ocupa la región metropolitana de Salvador reúnen localidades con unas condiciones de vida tan dispares como lasde Europa y de África. La metrópoli como un todo presenta un modelo de desarrollo humano similar al de Colombia, pero algunas partestienen mejores indicadores mejores que los de Noruega y otras viven una situación peor que la de Sudáfrica.» Texto de presentación del Atlasde Desarrollo Humano de la Región Metropolitana de Salvador. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, 2006.7 30 hechos sobre el Atlas do Desarrollo Humano en Recife. [s.l.]: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD, 2005.

  • energía, vigor y salud. En la aparente gratuidad de laimagen, la luz directa de los rayos solares y susefectos profilácticos y estéticos definen el nuevo idealpara la nueva ciudad del siglo XX. Por el contrario, enla aparente precisión y objetividad de un conjunto dedatos estadísticos no encontramos más que unagratuita comparación de periódico sensacionalista.

    Acerca del oficio de científico

    La prudencia, por lo tanto, manda rechazar tanto lavisión realista ingenua de un discurso científico comoproducto directo de la realidad —recordemos loscartógrafos del Imperio— como una visión construc-tivista relativista donde el discurso científico se

    alimenta de una infinidad de visiones del mundo,subdeterminadas por el mundo y orientadas porintereses y estructuras próximas a las utilizadas porFunes. La alternativa, como apunta Pierre Bourdieu(2001), sería un racionalismo realista donde lo funda-mental no estaría en el seguimiento de las normasexplícitas de la lógica, sino en el «oficio», en elsentido práctico de los problemas. La investigaciónsería una práctica consuetudinaria, de costumbres,cuyo aprendizaje se realizaría mediante el ejemplo ycontra una visión ingenuamente idealizada que sitúala «comunidad científica» en el reino encantado de larazón.

    Es posible, por lo tanto, que, mediante la utiliza-ción de procesos de reconocimiento del lugar, sepuedan evitar muchas de las equivocaciones que

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    Fig. 5. Barcelona a principios de la segundamitad del siglo XIX. Este mapa temático

    relaciona índice de mortalidad, obras particu-lares de saneamiento y la propuesta del

    ingeniero Ildefonso Cerdá para la apertura detres vías sobre el tejido urbano original. La

    superposición gráfica de esta información hizoposible analizar, con la ayuda de los gráficosen la parte inferior (síntesis de los datos delárea interna) y superior (síntesis de los datos

    de las áreas externas), el impacto que tendrían,desde el punto de vista sanitario, las interven-

    ciones propuestas por el ingeniero catalán.Elaboración propia.8

    8 Elaboración propia a partir de: propuesta de Ildefonso Cerdá para la reforma de Barcelona, datos sobre obras de saneamiento recogidosen el Archivo Municipal de Barcelona y datos de mortalidad publicados en GUARDIA BASSOLS; Manuel. MONCLUS; Francisco Javier;OYON, José-Luis. (Dir.) Atlas histórico de ciudades europeas. Barcelona: Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona/Salvat Editores,1994. Pág. 75.

  • llevan a esta pérdida de capacidad de síntesis o desentido, especialmente en lo referente al estudio denuestras ciudades. El lugar como experiencia, espaciovivido, espacio afectado, proyección del espaciomental interior, donde la imagen, en general, y lacartografía, en particular, son formas de aproxima-ción y representación; una propuesta de geografía dela memoria que explora los estratos del espacio enbusca de lugares. Descubrir los significadosotorgados y construir nuevos significados.(Des)construir la cartografía o construir sobre lacartografía geométrica una cartografía del lugar.

    En resumen, cada una de esta tres formas de verel mundo ejemplificadas anteriormente podríancorresponder respectivamente a los tres aspectosprincipales de la condición de «sobremodernidad»que caracterizan la vida contemporánea y, por consi-guiente, el trabajo del investigador: «superabun-dancia espacial», «superabundancia deacontecimientos» e individualización de las referen-cias (AUGE, 1992). O sea, el mapa de losCartógrafos del Imperio que llega a la escala 1:1, lamemoria de Funes o su incapacidad de síntesis y,finalmente, una serie de comparaciones que denun-cian cierta incapacidad de ver un mundo que todavíano sabemos cómo mirar.

    Utilización de los recursos gráficos

    La utilización de recursos gráficos de apoyo aproyectos de investigación en el área de las CienciasSociales Aplicadas, y más específicamente para losestudios en Historia de la Ciudad y del Urbanismo,se acostumbra a relacionar, erróneamente, con lavinculación de la imagen gráfica a una formasimplificada y superficial de representación, y no auna forma de construcción del discurso. En contra-posición, la utilización intensiva del texto y de lasestadísticas está vinculada a un discurso recargado,denso y, a veces, erudito. Esta percepción se funda-menta en la idea de que los elementos gráficoscorresponden a meras ilustraciones de un discursopreexistente. Es decir: una forma de presentaciónde contenidos más clara y agradable, y no unaherramienta de análisis, interpretación y represen-tación científica.

    La utilización de los procedimientos gráficospara realizar síntesis temáticas, con o sin caráctercomparativo, están destinadas a identificar, en lascaracterísticas espaciales de las ciudades, los resul-tados de los procesos cualitativos y cuantitativosque determinan y caracterizan su evolución urbana.Existe, por lo tanto, una clara diferencia entre lasimple ilustración y la utilización de recursosgráficos como herramienta de aproximación a laciudad. La utilización del proceso gráfico, y no de lailustración, caracteriza este tipo de recurso gráfico.Es en el proceso de síntesis gráfica donde se organi-zarán y verificarán las hipótesis de la investigación.Este procedimiento permite una visión clara yobjetiva de las relaciones entre las categoríasconceptuales y estructurales que dan forma ysentido a la ciudad. Se puede construir el discursofundamentalmente a partir del recurso gráfico,aunque, y en menor medida, se puede utilizar elrecurso gráfico como una herramienta para sinte-tizar un discurso ya existente. En este último caso,se utiliza el proceso gráfico para desmontar eldiscurso y reconstruirlo a partir de otra perspectivaque, en algunos casos, puede originar manifesta-ciones que no se han abordado en el texto.

    En este sentido entendemos lo que aquí denomi-namos atlas histórico de ciudades. El Atlas, tal ycomo lo entendemos, tiene su origen en lasprimeras vistas de ciudades del siglo XVI, cuando seutilizaban para crear una imagen del mundo acordea un mercantilismo naciente de proporciones nuncahabidas. Reunían mapas e imágenes de ciudadescon el propósito de fomentar la ocupación de«paraísos terrestres» recién descubiertos o divulgarlas riquezas y el poderío de antiguas ciudadeseuropeas. Lejos del simple carácter pintoresco,estas imágenes atendían a un propósito claro yestaban construidas como discurso. El espírituenciclopédico y utilitarista del siglo XVIII marcó uncambio cualitativo en esta visión y, a parte delevantar cartográficamente de manera más precisala ciudad, impulsó un interés por la dimensiónmenos visible; aspectos demográficos, médicos,sociales, culturales y económicos del lugar que noaparecían claramente en las representaciones deciudades. Era necesario mostrar más explícitamenteaquello que se escondía detrás de las fachadas:

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  • enfermedades, pobreza, violencia y todas aquellasvariables de carácter no necesariamente geomé-trico. Podemos considerar que a partir de esemomento se fueron definiendo los modelos de estavisión y que la diseminación a gran escala deequipamientos y aplicaciones informáticas de losúltimos 20 años aportó, únicamente, una mayorcapacidad de producir y de tratar la información.Para las Ciencias Sociales Aplicadas, estas herra-mientas se volvieron muy importantes y, en Brasil,los estudios de historia de la ciudad y de urbanismopasaron a presentar una gran cantidad de monogra-fías que destacaron, especialmente, por su valoriza-ción de la información documental. Aparecieroncomo objetivos de proyectos de investigación:ordenaciones de series iconográficas, levanta-mientos fotogramétricos, digitalizaciones de todotipo de documentos gráficos, infinidades de basesde datos, etc. Es decir, que, en relación a los conte-nidos, estábamos encaminados hacia el relativismode Funes; y en relación a la representación, hacia elrealismo ingenuo de los cartógrafos del Imperio.Esta búsqueda y organización de la información noes nefasta por sí misma, pero no la podemos consi-derar como un objetivo de investigación; sino comoun instrumento más del proceso de investigación.

    Debido a que se atribuyó una sobreimportanciaa estas herramientas, la representación gráficaresultante de algunos de estos trabajos no sugeríaun juicio, una tesis, una generalización, una síntesiso, en fin, un modelo. Encontramos, por ejemplo,series infinitas de mapas temáticos presentadoscomo resultados de largos y arduos trabajos deinvestigación, con el fin de elaborar planos direc-tores de ciudades que lograron distanciar nuestrapercepción de la realidad histórico-social de laciudad, contrariamente a lo que deberíamosesperar. Es necesario que antes de realizar el plandirector, podamos ver el modelo propuesto; unmapa de síntesis donde se resalten los rasgosgenerales que dirigen el plano, y no 500 fragmentosde este modelo en forma de 500 mapas. Cualquierprofesor de proyecto de una escuela de arquitectura

    sabe que cuando un alumno no tiene un buenproyecto, lo primero que hace es intentar explicarlos detalles sin plantear las líneas generales.Utilizando los dibujos a gran escala que distancianla mirada de la lógica del conjunto o el uso exage-rado de información gráfica, sin prestar una debidaatención a las diferentes escalas y niveles de inter-pretación, se entorpece la lectura y se esconde laausencia de contenido. No debemos olvidar que,mientras que los procesos no automatizados soncada vez más despreciados, una especie de carismatecnológico otorga a algunos trabajos una percep-ción generalizada de carácter y rigor científico queno siempre merecen, por el simple hecho de habersido elaborados «con ordenador».

    Todo hace pensar que estos errores de percepciónse volverán cada vez más frecuentes. En 2006, lacantidad de información que se produjo en formatodigital superaba en 3 millones de veces la cantidadde información contenida en todos los libros produ-cidos hasta entonces.9 La previsión es que en 2010este número sea 18 millones de veces mayor.Sintetizar y dar sentido a cantidades de informaciónpropias de un mundo «sobremoderno», y nosolamente ser capaces de ordenar esta información,es el verdadero desafío que nos enfrentamos comoinvestigadores.

    Mientras que desde el punto de vista de lasTecnologías de la Información y Comunicaciónvemos la necesidad de desarrollar técnicas más sofis-ticadas para transportar, almacenar, proteger yreplicar la información que se genera diariamente,10

    desde el punto de vista de la selectividad queinteresa al investigador, debemos desarrollar herra-mientas y procesos capaces de trabajar esta informa-ción sin perder de vista nuestros propósitosespecíficos. En este sentido, y para lograr los propó-sitos del Atlas Histórico de Ciudades, se vuelvenecesaria la capacidad de síntesis por encima de ladisponibilidad ilimitada de información, sea histó-rica o geográfica, corriendo el riesgo de no producirni historia ni geografía. Debemos añadir una condi-ción de utilidad a este dominio que permita mover

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    9 Según un informe realizado por la consultora IDC para EMC Corporation titulado «The Expanding Digital Universe: A Forecast ofWorldwide Information Growth Through 2010» [En línea]. EMC es una gran empresa que se dedica al desarrollo e instalación de tecnolo-gías para infraestructuras de información. EMC News Release.10 John Gantz, Chief Research Officer and Senior Vice President, IDC.

  • este saber a través de simetrías y comparacionesesencialmente útiles para el estudio de las ciudades.En fin, poder controlar la distancia entre laexperiencia práctica real y las explicacionesformales resultantes de una postura hipócrita donde«lo esencial es salvar las reglas» (BOURDIEU,2001).

    Posiblemente solamente debamos admitir lasventajas del hacer menos para tener más tiempo paralo que hacemos.11

    Francisco de Assis da Costa es Doctor en Arquitecturapor la Universitat Politècnica de Catalunya y

    profesor Adjunto de la Faculdade de Arquitetura da Universidade Federal da Bahia.

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    11 Piero Sacchetto. II Encontre Professional la Pedrera. Patrimoni, creació i educació. Barcelona: marzo 2007.

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    Bibliografía

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