Arqueología de Un Conflicto Revolucionario Nicolau Ramos

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    1914Miradas fragmentadas

    de la revolucin en Zacatecas

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    1914Miradas fragmentadas

    de la revolucin en Zacatecas

    Guadalupe Villa GuerreroLimonar Soto Salazar

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    2015, Guadalupe Villa Guerrero

    2015, Limonar Soto Salazar

    2015, Instituto Zacatecano de CulturaLomas del Calvario 105

    Colonia Gustavo Daz Ordaz

    .. 98020, Zacatecas, ZacatecasTelfono: (492) 922 33 70

    Primera edicin: agosto de 2015: 9786079087487

    : Juan Jos Romero

    : Gabriela Flores Delgado

    Fotografa de forros:Artillera villista

    bombardeando posiciones

    federales desde los suburbios

    de la ciudad de Zacatecas.

    The Getty ResearchInstitute, Los ngeles, Ca.

    Quedan rigurosamente

    prohibidas, sin la

    autorizacin de lostitulares del copyright,bajo las sanciones

    establecidas por las leyes,la reproduccin totalo parcial de esta obra

    por cualquier medio oprocedimiento.

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    Presentacin

    M A R

    El cerro de La Bufa, 1914, Pancho Villa, Felipe ngeles, Pnfilo Natera, la toma deZacatecas, la Revolucin Mexicana, los pelones, la bola, la Divisin del Norte y la

    Divisin del Centro, los hacendados, los campesinos. Todo ese cmulo de nombresy datos forma parte del imaginario colectivo de quienes llegan a ser parte de estaciudad de origen minero. Las leyendas, las efemrides, las asignaturas de historia regional, latradicin oral, recibidos en los primeros albores de la infancia, coinciden tarde o temprano en elhecho histrico que se conmemora gracias a los festejos de tan citado centenario: la significativabatalla acaecida hace ya un centenar de aos, la cual marc para siempre en ms de un sentidoa Zacatecas. Superando cualquier comentario anecdtico que tire hacia la ficcin como en loque se convirti nuestro mtico personaje Juana Gallo, relacionado con la revolucin gracias alfilme protagonizado por Mara Flix, la derrota del Ejrcito Federal ante el podero villista

    implic un giro de tuerca de ciento ochenta grados tanto para Mxico como para nuestra enti-dad. La anterior aseveracin no tiene novedad alguna; sin embargo, lo que s es una aportacines la visin conjunta que permite conocer los hechos que se llevaron a cabo para hacer efectivoese cambio radical y que sucedieron dentro de este fragmento de territorio nacional. Tan slo loantes sealado es una de las muchas enseanzas cuando se termina de leer la obra 1914. Miradas

    fragmentadas de la revolucin en Zacatecas, fruto del arduo trabajo de un grupo multidisciplinariode investigadores coordinados por Guadalupe Villa Guerrero y Limonar Soto Salazar.

    El mayor reto de un libro colectivo es, debido a las diversas plumas que en l confluyen,tener unidad en los captulos que lo conforman. El presente volumen no desmerece en ello y

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    convence en absoluto de su pertinencia en una veta que slo en apariencia pareca agotada. No setrata de sumar una secuela trillada de lo que pas aquel 23 de junio, ni maquillar la crueldad quela guerra lleva consigo. A partir de la diversidad de este proyecto editorial se busc la generacinde conocimiento nuevo, indito, sustentado en la historia, la arqueologa, la estrategia militar, la

    medicina, la arquitectura. Adems de atrapar la atencin de todo lector, que no necesariamentedebe ser un especialista en la materia, el libro tiene otra gran virtud: el aporte en cuanto a sudiscurso visual, las fotografas, muchas de ellas algo ensombrecidas por la patina del tiempo que,pese a quedarse rezagadas en la quietud de los archivos, no dejan de asombrar por el fiel registrode las acciones. Deca Susan Sontag que una fotografa es el suceso en s mismo de hacer imge-nes, donde el encuentro entre un acontecimiento y un fotgrafo arroga derechos cada vez msperentorios para interferir, invadir o ignorar lo que est sucediendo, donde nuestra percepcinse articula por las intervenciones de la cmara en un tiempo que consiste en eventos interesantes,dignos de fotografiarse. Nada ms interesante ni digno para la historia de Zacatecas que la batallaque diera triunfo definitivo a los designios de la Revolucin Mexicana.

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    Este libro se debe, en primera instancia, a la firma de un convenio que formaliz lasuma de voluntades entre diversas personas e instituciones en Zacatecas y Ciudad de

    Mxico para conmemorar el primer centenario de la gran batalla ocurrida el 23 dejunio de 1914: Gustavo Salinas iguez, director general del Instituto Zacatecano deCultura Ramn Lpez Velarde, y su coordinador administrativo Hctor Emmanuel GalavizCastaeda; Carlos Augusto Torres Prez, delegado del Instituto Nacional de Antropologa eHistoria en el estado de Zacatecas, y Jos Mara Muoz Bonilla, coordinador nacional de centros, as como Luis Antonio Juregui Fras, director del Instituto de Investigaciones Doctor JosMara Luis Mora.

    Las imgenes que aparecen a lo largo de esta obra proceden de diversos archivos pblicos yprivados en Mxico y el extranjero. La valiosa ayuda y generosidad de mucha gente, tanto a ttulo

    personal como trabajadores de los acervos archivsticos, nos facilit el trnsito en estos maravi-llosos repositorios, o colaborando espontnea y desinteresadamente en resolver problemas admi-nistrativos: en Zacatecas, Gabriela Sescosse (administradora de la coleccin fotogrfica FedericoSescosse Lejeune), Josefina Nava Snchez, Bernardo del Hoyo y Jos Manuel Enciso; en laCiudad de Mxico, Mara Elisa Riva Palacio Sulser (directora de la Biblioteca de la UniversidadPanamericana), Mara de Lourdes Chejaibar Nader (directora del Instituto de Investigacionessobre la Universidad y la Educacin, ), Leticia Medina Rodrguez (tcnica acadmica de lapropia institucin, ), Juan Carlos Valdez Marn (director de la Fototeca Nacional del )

    y Alfonso Guerrero Ochoa; en Los ngeles, California, Tracey Schuster (Head of Permissions

    Agradecimientos

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    and Photo Archive Services The Getty Research Institute), Beth Guynn y Raquel Zamora ()y Susana Aceves Danel; en Deerfield Beach, Florida, Ron Watson (president, American PressAssociation, ).

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    La guerra rasga, desgarra. La guerra rompe, destripa.

    La guerra abrasa. La guerra desmembra. La guerra arruina.

    Susan Sontag1

    Esta obra rene distintas miradas en torno a un hecho histrico, determinante en elderrotero de la Revolucin Mexicana, acaecido en el estado de Zacatecas hace unsiglo: la toma de la ciudad capital el 23 de junio de 1914.El volumen conjunta las aportaciones de un grupo de profesionistas con amplia y reconoci-da trayectoria en investigacin y de jvenes que muestran ya solidez en el oficio. La visin inter-disciplinaria que sobre la batalla de Zacatecas tiene el lector ante s es el resultado del anlisis deun tema que parece inagotable: la guerra, sometida al escrutinio de la historia, la arqueologa y la

    arquitectura, disciplinas que se han dado cita para articular las historias desde donde se entrete-jen diversos sucesos de la lucha armada: sus protagonistas y los devastadores efectos materiales,econmicos, polticos y sociales que hoy se reescriben con la mirada del siglo .

    En Zacatecas se decidi una de las batallas ms feroces y sangrientas de la Revolucin Mexi-cana. Dos ejrcitos, el constitucionalista y el federal, se empearon en un combate crucial que deter-min, en muchos sentidos, el rumbo que tomara la lucha armada. Era necesario eliminar la nicafuerza capaz de sostener a Victoriano Huerta en el gobierno y, mediante el control del Ferrocarril

    1Sontag,Ante, 2008.

    Introduccin

    G V G L S S

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    I

    En este captulo se presenta una parte de los resultados de una investigacin arqueol-gica de la batalla de Zacatecas. Analizaremos la relacin existente entre los vestigiosque permanecen en el entorno zacatecano y la forma en que fueron descritos pordiversos actores. Todo lo anterior a partir de un anlisis del paisaje producto de la

    denominada arqueologa del conflicto.1Algunos vestigios como trincheras, producto de meses de preparacin, equipamiento y otros,

    como el caso de los movimientos detectados en los ejrcitos constitucionalistas, nos refieren a pe-queos muros de piedra, instalaciones de minas arruinadas, catas de exploracin acondicionada.Esto constituye la base estructural de un autntico escenario arqueolgico con esencia histrica.

    A manera de hilo conductor de la narracin, se analizar la relacin histrica descriptiva ehistoriogrfica de hechos, acciones y lugares. stos sern contrastados con los datos obtenidos apartir de nuestra investigacin en campo, mismos que hemos interpretado, en primera instancia,

    1Hernndez y Rojo,Arqueologa, 2012, p. 159, la define como: Una subdisciplina emergente de la arqueologa yest en relacin con los patrimonios generados o vinculados a guerras, situaciones de violencia o conflictos. Laarqueologa del conflicto se ha centrado de manera especial en los conflictos contemporneos. Que investiga lastrazas materiales de los conflictos identificadas o localizadas en campos de batalla, espacios poliorcticos, lugaresde represin, campos de concentracin, infraestructuras militares o policiales, etctera.

    Arqueologa de

    un conflicto revolucionario

    A N R I R B

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    como un granespacio con significado memorial e histrico cuya relevancia debe formar partede una conservacin patrimonial sistemtica para futuras generaciones, siendo parte de la mismaidentidad regional zacatecana.2

    Con base en nuestra experiencia como arquelogos profesionales, este trabajo, donde uni-

    mos la arqueologa con la historia, gener un profundo y rico debate. De ste se produjo unanueva visin en torno a la importancia del estudio que tiene este tipo de eventos y la forma enque metodolgicamente se pueden abordar para su estudio cientfico.

    El trabajo efectuado hasta estos momentos, que podra ser definido como parte de unaarqueologa temtica de naturaleza histrica, ha logrado visibilizar los principales puntos geogr-ficos del espacio que ocup el mencionado hecho de guerra.

    A partir del anlisis cartogrfico, aerofotogrfico, as como recorridos sistemticos en cam-po, logramos establecer las vas y las circulaciones por donde presumiblemente transitaron lasbrigadas y los regimientos en conflicto. Se trat de una especie de ros humanos que estaban lu-chando en ese momento: unos veintids mil revolucionarios en contra de doce mil elementos delEjrcito Federal bien pertrechados en lo que hemos denominado La Gran Fortaleza Zacatecana.3

    El conocimiento actual del que se dispone sobre el desarrollo de la batalla de Zacatecas estbasado, fundamentalmente, en un nmero reducido de fuentes; sin embargo, se trata de fuentesmuy importantes, partes de guerra redactados por algunos oficiales, as como de textos que hacenreferencia a crnicas (fuentes primarias) sobre este evento. La informacin vara segn la crnica

    y depende del inters de ciertas versiones que se desprenden de uno u otro bando.La mayora de los historiadores posteriores que ha tratado el tema raramente ha trascen-

    dido las mencionadas fuentes primarias, aceptando en mayor o menor medida la versin de labatalla de Zacatecas descrita principalmente en el relato del general Felipe ngeles. En estaocasin, como primera fase de nuestra investigacin arqueolgica, nuestro trabajo va ms all dehacer un anlisis sobre las contradicciones y los puntos relevantes de los documentos histricos.Va dirigido en otro sentido.

    A partir de las referencias documentales, se tiene como objetivo principal visibilizar, es de-cir, hacer visible fsicamente la batalla de Zacatecas. En otras palabras, ubicar el espacio transfor-mado de dicho evento, el paisaje que a su vez conforma un campo de batalla, y al mismo tiempoevidenciar los restos materiales (restos de fortificaciones de campaa como trincheras, parapetos,

    golas defensivas, objetos muebles diversos como casquillos, cermica, latera) que an perduran.

    2Se recurri al Diariode Felipe ngeles y a las crnicas del general Antonio G. Olea, del mayor Federico Cervan-tes y del capitn Ignacio Muoz, entre otros.

    3Kann, La batalla, 1983. En su reportaje como corresponsal de guerra documenta lo que aconteci y da noticiasobre el nmero de participantes y bajas, as como del estado y ubicacin de diversas fortificaciones. No obstantehaber sido elaborado con posterioridad a la accin blica, el plano que levant es el nico testimonio cartogrficode fuente original que se conserva.

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    A

    La batalla de Zacatecas, o la tambin denominada toma de Zacatecas, es un fenmeno social re-

    levante en varios sentidos, desarrollado del 17 al 23 de junio de 1914,4en la ciudad de Zacatecasy sus alrededores, donde se enfrentaron las fuerzas revolucionarias constitucionalistas contras lasfuerzas militares del rgimen federal. Zacatecas era una de las plazas ms importantes en ese pe-riodo. Era una de las principales productoras de plata en el pas. En este lugar se encontraban losprincipales cruces de ferrocarril de la nacin, un punto estratgico en el sentido comercial y militar.

    El antecedente de esta operacin nos remite a las acciones de la Divisin del Centro co-mandada por el general Pnfilo Natera, quien intent tomar la ciudad desde 1913 y, posterior-mente, en la primera quincena de junio de 1914. No teniendo xito en dicha accin, VenustianoCarranza orden al general Villa enviar refuerzos de la Divisin del Norte para apoyar al generalNatera en su siguiente intento.5

    Villa consideraba que sera benfico y de mayor xito atacar la plaza con todas sus tropas,unas veinte mil segn estimaciones diversas.6A pesar de que Villa llevaba razn, Carranza temaa los problemas internos en relacin con su propia autoridad ante el liderazgo adquirido por elmismo centauro del norte, rechazando as su propuesta y ordenando que slo enviara una partede sus efectivos.

    Para estas fechas ngeles alto mando ex federal dado de baja despus de la Decena Tr-gica ya haba sido destituido de su cargo de jefe del Estado Mayor del Ejrcito Constituciona-

    lista.7

    Saba de las artimaas frecuentes del primer jefe, por lo que rechaz enrgicamente a otrolder para la Divisin del Norte que no fuera Villa. Envi incluso telegramas en el que acusabaal primer jefe de arbitrario, anticonstitucional, antipatritico y otras cosas, reiterando de maneracontundente el desacato a sus rdenes y dejando clara su decisin de ir a atacar Zacatecas conVilla a la cabeza.8

    4La Divisin del Norte desembarc en la estacin de Calera el da 17 de junio de 1914, sin la presencia de Francis-co Villa, quien arrib el da 21 para revisar la estrategia que haban construido sus mandos Urbina, Chao, Herrera

    y principalmente el general ngeles.5Vicegar, Zacatecas, 1994. Si bien existi un acuerdo de ataque simultneo con el jefe de la Divisin del Centro, el

    general Pnfilo Natera, no se cuentan con crnicas que hablen de un acercamiento personal para este objetivo;sin embargo, esto se lograra gracias a la pericia militar y la forma en que Felipe ngeles planific las operacio-nes y program de manera sincronizada los diversos movimientos hacia los objetivos (fortines y cuarteles) queefectuaron las brigadas constitucionalistas del Norte y del Centro.

    6Salmern, La Divisin, 2006, presenta una buena evaluacin al respecto.7Felipe ngeles, egresado del Colegio Militar, considerado como el mejor artillero en la historia de las fuerzas

    armadas de este pas, ya ocupaba la jefatura de la Brigada de Artillera de la Divisin del Norte, siendo prcti-camente el cerebro militar de esta operacin, dada la complejidad que presentaba el terreno y la eficaz defensafederal.

    8ngeles, La batalla, 1967.

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    Finalmente, en junio de 1914 un ejrcito formalmente constituido, la maquinaria de guerrarevolucionaria ms efectiva en la historia de este pas (Pedro Salmern dixit), conjunt el audazgenio militar y las refinadas estrategias de la guerra contempornea en los personajes de Francis-co Villa y Felipe ngeles.

    L

    El 17 de junio de 1914, a las ocho de la maana, parti de Torren un convoy ferroviario de varioskilmetros de longitud. Al frente venan los generales Toms Urbina, ngeles y Manuel Chao.ste fue el da que, a manera de un prembulo fatalista, inici la cada del huertismo y el triunfoconstitucionalista.

    El ambiente lo describe con precisin militar el general ngeles, quien ya ocupaba la jefa-tura de la brigada de artillera de la Divisin del Norte. Marchaba al frente de un convoy ferro-

    viario, poderoso y bien equipado:

    El mircoles 17 de junio de 1914 nos embarcamos en Torren, desde muy temprano, para

    marchar hacia Zacatecas. Mi artillera iba en cinco trenes; cuatro para sendos grupos, y el

    quinto para mi Estado Mayor, el servicio sanitario, la proveedura y los obreros.

    A las 8 a.m. tena que partir el primer tren y cada uno de los dems 15 minutos des-

    pus del anterior, pero el quinto descarril al salir por el mal estado de la va y no pudopartir sino hasta las dos de la tarde.9

    La revolucin viajaba sobre rieles ganando lentamente terreno a base de inimaginablescargas de asalto y violencia. Su destino, el emplazamiento militar construido en Zacatecas, unaautntica fortaleza trazada a partir de la interconexin de diversos fortines y puntos defensivosintercomunicados10segn pudimos descubrir en el transcurso de la investigacin que seencontraba lista para resistir, esperando refuerzos.

    Aunque no es materia de trabajo en este documento, hacemos referencia del papel fun-

    damental que tuvieron los ferrocarriles en este conflicto. De algn modo, las mismas vas y losespacios ferroviarios han adquirido un espacio memorial.

    9Idem.10La Tribuna. Diario Independiente, Mxico, 1914. En la edicin del 26 de junio de 1914, se destaca el siguiente

    encabezado: La telefona en campaa ha dado magnficos resultados... El gobierno ha puesto toda su atencinpara mejorar este servicio... ste es un medio de comunicacin entre las zonas de combate.

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    P

    El refuerzo de reductos existentes (fortines en los cerros El Grillo, La Bufa, La Mesa y Bolsas),11la apertura de trincheras y fosos, tendidas de alambres, as como trabajos de fortificacin queanteriormente no se haban realizado en la plaza, y para los cuales fueron cuidadosamente estu-diados los declives de los cerros, fueron dirigidos por el ingeniero militar Luis G.Palacios.12Sehace referencia al tipo de materiales utilizado en las redes defensivas y de comunicacin comofueron13alambre de pas, contactos, explosores, alambre liso. Dicho material se mand pedir a laCiudad de Mxico.14

    Al respecto, el general Antonio G. Olea, alto mando del Ejrcito Federal de reciente llegadaal teatro de operaciones militares en Zacatecas, coordin los diversos movimientos de tropas aso-ciados a los principales fortines. Haba arribado a Zacatecas el da 21 con un refuerzo detres milsoldados y cuatro caones, referenciando diferentes sucesos y espacios. El mismo da se dirigi alfortn El Grillo, al mando del coronel Ramrez, donde haba cinco piezas de artillera, dos de75 mm. y una de 80 mm., tipo poderoso (sic). Reforz este fortn con dos ms de 75 mm. que lhaba llevado. Las otras dos restantes se destinaron al fortn de La Bufa.

    El coronel Ramrez le informque el efectivo de la posicin El Grillo era de 400 hom-bres.15El cerro de enfrente, denominado La Sierpe, era resguardado con 300 hombres al mandodel coronel Gallardo y no tena artillera. Abajo del fortn El Grillo, por la estacin, estaba res-

    guardada por una pieza de artillera tipo poderoso emplazada en un carro equipado.16

    En el per-metro, a no ms de kilmetro y medio, haba una serie de cuatro fortines, cuyos nombres eran ElRayo, con 150 hombres; El Zacatecas, con 100 hombres; ms abajo, el Victoriano Huerta,con 100, y un poco ms abajo, a la derecha de ste ltimo, el Blanquet con 100. Se mencionaque entre El Grillo y La Bufa se ubicaban las fuerzas del general Argumedo con 600 hombres decaballera, quienes ocupaban las lomas de Santa Clara desde das previos a la batalla final.

    11Fortines que se aprecian en documentos cartogrficos como el plano de Joseph Burkart. Ca. 1835.12Luis G. Palacios, jefe del Estado Mayor de Medina Barrn, sugiri el abandono de la plaza a efecto de no perder

    la guarnicin completa.13Palacios hace referencia a que los fortines de El Grillo, La Bufa y Clrigos estaban comunicados telefnicamente

    con el cuartel general.14ngeles, La batalla, 1967, p. 81.15Olea, La batalla, 1984, tomo , pp. 2933.16Las fuentes discrepan si se trataba del can apodado El Nio, que se documenta como parte de la Divisin

    del Norte en las batallas previas de Torren y San Pedro de las Colonias. Inclusive se habla de que esa piezaestaba apoyando a las brigadas del general Herrera que entraban por Cieneguillas. En todo caso puede tratarsede otro ingenio de artillera similar, desconocemos el dato a ciencia cierta pero inferimos que pudiera tratarse deun can de hechura similar al clebre El Nio.

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    El asalto por la parte occidental de igual manera se encontraba fuertemente defendido. Por ellado de la estacin estaba la fortificacin El Padre con 200 hombres, el fortn Cinco Hermanoscon 100, el fortn Ramrez con 200, el atrincheramiento de la estacin al mando del general Jacin-to Guerra con 400 hombres, as como la fortificacin de La Mesa con 400 hombres de caballera

    a las rdenes de los generales Santos y Rojas. La Ciudadela contaba con 100 hombres.17Por otra parte, explica Olea en su tarda crnica:

    En El Grillo las cinco piezas ocupaban una explanada casi circular, de reducidas di-

    mensiones, sin proteccin, expuestas al fuego de las bateras revolucionarias, situadas al

    norte y al sur. Al norte, la posicin estaba cubierta por la elevadsima montaa de La

    Sierpe, que le impeda ver lo que por ese rumbo pasaba, situada a unos escasos 300 me-

    tros; de suerte que tomada esa posicin por parte de los revolucionarios, la cada de El

    Grillo era inevitable. Los 400 hombres que defendan El Grillo estaban frente a las

    posiciones que acabo de sealar, hacia el norte.

    Para el da 21, la Divisin del Norte prcticamente estaba desplegada hacia los cuatro pun-tos cardinales. El desembarco en Calera llev a las brigadas a sus posiciones. Maclovio Herrera,Urbina y Chao, junto con la Divisin del Centro comanda por el general Pnfilo Natera y loshermanos Arrieta, estaban prcticamente listos y esperando las rdenes de Villa. El general n-geles relata en su crnica:

    Haba en las estrechas calles de Vetagrande acumulacin de carros de servicio de aprovi-sionamiento a la artillera. Mand buscar locales para alojar a mi Estado Mayor y estable-

    cer el hospital; fuimos en seguida a ver desde el cerro alto las posiciones tomadas por la

    artillera. La batera del capitn Quiroz haba sido designada para ocupar la cima de ese

    cerro alto; sus carros obstruan el camino; la entrada en batera marchaba muy lentamente

    por la gran pendiente del terreno que exiga doblar los tiros de mulas. Pusimos pie a tierra.

    All arriba vimos dos caones y a sus sirvientes, muy afanados, obrando sobre las medas y

    la cantera para llevar los caones a sus posiciones definitivas... El enemigo caoneaba con

    ardor nuestra batera; los soldados del sostn yacan pecho a tierra, detrs de pequeos

    parapetos de piedra y los artilleros trabajaban recelosos, porque la artillera enemiga ya leshaba hecho algunas bajas.18

    En la parte superior del Cerro Alto de Vetagrande, finalmente se pudieron detectar espa-cios asociados al evento descrito por ngeles, a manera de catas de mina, posiblemente lo que ldenomina medas y donde an existen fragmentos de fierro oxidado en el escombro:

    17Olea, La batalla, 1984, pp. 3334.18ngeles, La batalla, 1967, p. 15.

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    Los caones de El Grillo y de La Bufa tronaban siempre y nuestros artilleros, inmviles,

    reciban las granadas enemigas. Al retirarnos a Vetagrande, omos lamentos desgarrado-

    res de los heridos y vimos los muertos que yacan en el patio. Alguien nos cont los des-

    trozos que haban hecho dos granadas, una del enemigo que haba pegado en una corazade la batera de Quiroz y otra nuestra que hizo explosin en las manos del artillero que

    le pona el percutor.19

    Por su parte, el ex teniente coronel de artillera Ricardo Cortina del Ejrcito Federal, quiense encontraba posicionado en el cerro El Grillo, relata lo siguiente:

    En el cerro que aparece ms al norte de todos, apareci una batera que hostilizaba a

    nuestra primera lnea, pero su distancia est tal, que enterrada como tena la curea del

    can que yo personalmente apuntaba, mis tiros resultaban cortos, por lo que dispuse se

    cavara un hoyo de 40 centmetros de profundidad, dando as a mi pieza un ngulo mayor

    tal, que no se vio la explosin de mis tres primeros disparos despus de hundir la curea y

    el cuarto dio en el blanco, hecho que fue presenciado por el seor general Olea y que me

    vali ser ascendido a teniente coronel.20

    La anterior referencia se cita haciendo alusin al impacto que recibi la batera de Quiroz,

    el mismo que describi ngeles.

    Las datos anteriores ilustran con claridad la naturaleza y la relevancia de los primeros es-pacios que pudimos detectar en el paisaje. La forma de redaccin del general ngeles, el mayorCervantes, el capitn Muoz, el ex teniente coronel Cortina y el mismo general Olea nos per-mitieron ubicar el paisaje fsicamente al momento de cruzar los datos que nos refieren en suscrnicas, detectando incluso algunos errores geogrficos de ubicacin comprensibles en sus na-rraciones por la premura de tiempo.21

    Se contrastaron fsicamente algunos de estos restos en las instalaciones exploradas princi-palmente en los fortines Bolsas, El Grillo, La Sierpe, La Mesa, El Padre (espacios delEjrcito Federal), as como en Vetagrande (Cerro Alto) y Guadalupe (cerros La Mina y Mata-

    pulgas), lugares ocupados por las divisiones del Norte y del Centro.La informacin proveniente del anlisis cartogrfico, la fotointerpretacin por medio de

    imagen area diversa, el anlisis del paisaje a nivel fsico gracias a caminamientos a manera de

    19Ibidem, p. 16.20Muoz, Verdad, 1962, tomo , p. 139.21Se confundi el cerro de La Sierpe con el cerro Calycanto, dato corroborado en campo. Se denomina en esta

    investigacin al mencionado espacio bajo el nombre Sierpe/Calycanto para hacer referencia al punto histricoque nos ocupa.

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    prospeccin y contrastacin historiogrfica fueron los elementos metodolgicos que permitieronel filtraje de las fuentes, obteniendo una primera aproximacin en los espacios.

    E

    Zacatecas, como municipio, presenta una altura de 2496 metros sobre el nivel del mar en pro-medio. Hacia el norte limita actualmente con los municipios de Calera, Morelos y Vetagrande;al este con Vetagrande y Guadalupe; hacia el sur colinda con el municipio de Guadalupe, Villa-nueva y Genaro Codina, y al oeste con Jerez. Su divisin municipal no se ha modificado sustan-tivamente, pero el trazo urbano de la antigua ciudad es relevante hacia el sur, fundamentalmente.

    En el paisaje orogrfico se puede apreciar un sistema de complejo de topoformas compues-tas por lomeros, sierras, mesetas y llanuras, donde predominan grandes elevaciones como loscerros El Grillo, La Bufa, La Mesa y Alamitos, entre otros. El clima caracterstico es el semi secotemplado, predominando el fro durante diciembre y enero, mientras que las altas temperaturasse registran en mayo y junio. Comnmente los meses de lluvia van de junio a octubre. La floraque podemos apreciar en el paisaje son especies silvestres como nopal, mezquite, huizache, zacatenavajita y biznaga. El paisaje zacatecano ha sido reconocido por su gran produccin minera, aso-ciados a recursos naturales como la plata y el oro.22

    Desde 1913, la ciudad minera de Zacatecas se vio alterada en su modo cotidiano de vida al

    empezar la interaccin con los diversos regimientos que haban arribado por va ferroviaria, ocu-pando para su instalacin semipermanente hoteles, cascos de hacienda, incluso la antigua Casade Moneda conocida como la Real Caja, que funcion como almacn de armas y explosivos.23Algunas de estas instalaciones sobreviven en la actualidad como parte de un paisaje rural, desco-nocido y abandonado, pero la precisin de las fuentes nos permiti llegar a algunos de ellos quefueron detectados desde la fotografa area.

    Hasta este momento las acciones referidas nos han permitido obtener los siguientes resul-tados identificables:

    22http://www.elocal.gob.mx/work/templates/enciclo/32zacatecas/municipios/32056a.html. Consulta: 1 demayo de 2013.

    23Se desconoce a ciencia cierta la causa de su explosin, pero pensamos que pudiera ser producto del estallido acci-dental de explosivos mineros o de algunos otros que pudiera haber trado Benjamn Argumedo. Diferimos delahiptesis de la autovoladuradel edificio por parte de un oficial federal, ya que de algn modo esta accin estabamatando a una cantidad imprecisa posiblemente ms de cien federales de tropa resguardada ante el asaltode las brigadas revolucionarias. La magnitud de la destruccin no pudo ser producida slo por municiones, quetampoco eran tantas para ese momento, siendo ste un tema a analizarse por expertos en explosivos e ingenierosespecializados.

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    Artillera revolucionaria en la cima de La Bufa. Este paisaje es identificado como el espacio queutiliz el general ngeles en el Cerro Alto de Vetagrande, para iniciar el despliegue de la artillera., 96..144.b1.006.

    Paisaje actual del Cerro Alto donde se destaca la permanencia de los restos dela cata que presumiblemente sirvi de resguardo a la batera Quiroz.Fotografa de los autores.

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    Lnea de fuego constitucionalista en las trincheras del Refugio, 1914., 96..144.b1.001.

    Detalle del sistema de parapetos, noreste de Vetagrande, 2014.Fotografa de los autores.

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    1) Visibilizacin del campo de batalla, donde se indica la ubicacin de las reas que integran

    este paisaje arqueolgico. ste se puede apreciar en la representacin de los espacios

    relevantes en un mapa. Vase mapa de la batalla.

    2) Evidencia material (restos de muebles e inmuebles) en diferentes espacios ( locus o

    reas) del paisaje. El anlisis de los datos de campo nos ha permitido obtener los si-guientes informes sobre el paisaje arqueolgico y determinar lo siguiente:24

    a) Un total de 31 sitios identificados, de los cuales 17 an son detectables; 14 se en-

    cuentran en proceso de desaparicin o desaparecidos, slo referenciados histrica-

    mente y con ubicacin hipottica a partir del anlisis histrico.

    b) Cinco de estos sitios (cerros) presentan restos de arquitectura e ingeniera militar

    (La Sierpe, El Grillo, El Padre, cerro de La Virgen o Las Antenas y Bolsas).

    c) Once sitios presentan vestigios visibles de actividad asociada al conflicto (fortifi-

    cacin de campaa, impacto de artillera, materiales mobiliares como casquillos,

    cermica, herrajes, vidrio, alambres, latera, metralla).

    Una vez contrastados los datos arqueolgicos con la historia, inferimos la identificacinplena de 24 sitios asociados al Ejrcito Federal, tres reas relacionadas a la Divisin del Norte ycuatro unidos a la Divisin del Centro.

    De los resultados obtenidos en nuestra investigacin, nos abocaremos a describir algunossitios de relevancia.

    C A

    Ubicado en el municipio de Vetagrande, cerca de la poblacin. Como su nombre lo indica, es elcerro ms alto. Su altura mxima es de 2707 metros sobre el nivel del mar y en las fotografasareas se puede observar su gran dimensin y cima plana. En el recorrido fsico de superficie lo-calizamos dos grandes oquedades, con una boca de entre ocho a diez metros y una profundidadde un metro y setenta centmetros aproximadamente. Cabe sealar que las dos presentan caracte-rsticas similares en su forma y los restos de piedra resquebrajada color gris verdoso se encuentran

    hacia un solo lado de la oquedad. En una de ellas, al pasar un detector de metales por la orilladonde se encuentra la piedra resquebrajada, se localiz un resto de metralla, a nivel superficial,encontrando restos de varios casquillos y algunos de cermica vidriada.

    La contrastacin de los datos fsicos con el anlisis de fuentes documentales y cartogrficas,donde el plano de Burkart en 183425hace referencia a dos catas de exploracin de mina que se

    24Ramos,Arqueologa, 2015.25La estancia en Mxico de Joseph Burkart (18251834) le permiti levantar diversos planos dedicados al estudio

    de minas y su asociacin al paisaje minero de aquel tiempo.

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    encuentran en la cumbre del Cerro Alto, coinciden con las oquedades identificadas. Los datosinteresantes que aporta el ex teniente coronel Cortina nos permiten hacer cruzamiento de fuen-tes con lo que seala el general ngeles, cuando cita la granada enemiga que explot en la corazade la batera de Quiroz.26

    El anlisis bajo contrastacin nos permite conectarlo de forma arqueolgica, identificandoeste sitio denominado Cerro Alto como el ocupado por la batera de Quiroz, perteneciente a laDivisin del Norte, que durante los das preliminares a la batalla utilizaron las catas existentes,acondicionadas para colocar los caones. Se trata de los espacios que el general ngeles seal enel relato de su crnica y se asocian con el casco de mina abandonado, presumiblemente La Plata,a pie del monte, tambin recorrido27y verificado.

    C L C (E S) M

    Estos sitios son relevantes, se exponen en este trabajo puesto que son las primeras evidencias ma-teriales asociadas a la Divisin del Centro, fundamental en el desarrollo de la batalla. Se ubicarona partir de la referencia en el croquis elaborado por el teniente M. S. Espinosa. 28La posicin pre-senta diversasgolas y parapetos, as como algunas pequeas trincheras para uno o dos hombres, aso-ciadas a restos de cermica tipo talavera, vidrio y casquillo. La parte superior est muy alterada porefecto de minera; sin embargo, s es posible observar pequeos acondicionamientos con piedras a

    lo largo del permetro del cerro ubicado en colindancia con la va del ferrocarril. El cerro Matapul-gas se encuentra en la colindancia del anterior punto, actualmente es parte de la mancha urbana.

    F E G

    Espacio conocido como cerro El Grillo, actualmente tiene en su cima una antena de radio. Enefecto, es un montculo colosal, como fue descrito en las fuentes. Vecino a la mancha urbana de laciudad de Zacatecas. Al observar las fotografas areas, podemos percatarnos que es un cerro de

    grandes dimensiones y que presenta una cumbre plana.Durante el reconocimiento fsico de superficie localizamos materiales arqueolgicos asocia-

    dos al conflicto, como vidrio, cermica, latera, as como alineamientos, restos de muros y zanjas

    26ngeles, La batalla, 1967, p. 16.27La arqueloga Ineida Ramos Ballesteros proporciona una extensa informacin al respecto.28, expediente /481.5/333/115, Croquis del combate librado por la columna del general Delgado en el

    can de Guadalupe dibujado por el teniente M. S. Espinosa.

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    Croquis del combate librado por la columna delgeneral Delgado en el can de Guadalupe, 1913. .

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    que corresponden a los restos de dos grandes trincheras. La primera de stas se encuentra en lacima del cerro, con planta cuadrada, a la cual denominamos trinchera interior de aproximada-mente 400 metros. La otra sigue la forma perimetral de la cima, circundando la totalidad delcerro, a la que denominamos trinchera exterior, de unos 900 metros de permetro.

    De este sitio se tiene referencia en documentos de cartografa histrica.29Ha sido utilizadocomo fortn adems de asociacin a minera desde el siglo . Con base en las fuentes documen-tales que lo citan y la evidencia registrada, podemos afirmar que este espacio fue reutilizado parala batalla de Zacatecas de 1914 por el Ejrcito Federal.

    F L M

    Este lugar actualmente es conocido como cerro de La Virgen o Las Antenas, prximo a la manchaurbana de Zacatecas y Guadalupe. En su parte alta podemos observar conjuntos de antenas de co-municacin. En el reconocimiento fsico de superficie que se llev a cabo en el sitio, pudimos iden-tificar varios sectores. Uno de ellos es el denominado Sector Norte, que se distingue por un sistemacomplejo de estructuras asociadas a una gran trinchera con planta en forma de flecha de 200 delargo, seis de ancho y dos y medio metros de profundidad, as como materiales muebles en superfi-cie y restos constructivos an visibles (taludes, cimientos, morteros de cal) asociados al conflicto.Enotros sectores observamos diferentes estructuras que posiblemente estn asociadas al evento.

    E B

    Actualmente conocido por el mismo nombre, la mancha urbana del municipio de Zacatecas hallegado a su cima. Su vecino es el actual parque Arroyo de la Plata. En su parte alta se puedenobservar, como ya mencionamos, casas habitacionales, as como un espacio destinado para unaantena. Lacima es plana, presenta una altura de 2460 metros sobre el nivel del mar. Respecto alos fortines anteriores, podemos decir que es de los espacios bajos. En este sitio, el recorrido setorn algo complicado debido a la gran alteracin antrpica, adems de su asociacin a minera;

    sin embargo, identificamos alineamientos y espacios asociados a conflicto detallados tambin enla cartografa de la poca, que nos dan cuenta de cmo era una parte de este fortn y del cual anquedan restos visibles. As, podemos observar el antesy el ahoraa manera de comparacin delpaisaje actual visible respecto a 1914.

    29Ejemplo de ello es el plano de Burkart en el que es posible constatar la existencia de fortificaciones, las cualesfueron reutilizadas y reacondicionadas por el Ejrcito Federal para la batalla de 1914 como da cuenta Palacios,as mismo podemos atribuir este espacio como el lugar que Olea, en su crnica, seala que estaba ocupado porlas caballeras del coronel Pablo de los Santos y del general Antonio Rojas.

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    Artillera bombardeando la ciudad de Zacatecas, 1914., 96..144.b1.003.

    Paisaje desde el punto de vista de la imagen anterior donde se aprecia,

    en segundo plano, el Cerro Alto de Vetagrande.Fotografa de los autores, 2014

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    Croquis del fortn Santos y Rojas, cerro de Las Antenas.Levantamientos a cinta y brjula. A. Nicolau/I. Ramos.

    Aspecto de la seccin oeste del fortn Santos y Rojas.Se destaca el ancho y la profundidad de la fosa. Fotografa de los autores, 2014.

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    El rasgo significativo en este espacio corresponde a la gran trinchera de planta compleja enforma de flecha que alguna vez existi. Referenciada desde siglo como fortn, actualmentecasi ha desaparecido y podemos afirmar con bastante precisin que este espacio tambin fue reu-tilizado y acondicionado por el Ejrcito Federal para la batalla que nos ocupa.

    Estos tres sitios comparten una situacin muy interesante. Nos dan cuenta de una largasecuencia cronolgica, pues su referencia ms antigua se torna a 18341836. Son espacios aso-ciados a la batalla de Zacatecas de 1835, cuando Santa Anna enfrent a las fuerzas militares deFrancisco Garca Salinas, as como a las fuerzas liberales de Gonzlez Ortega en la batalla deZacatecas de 1872 y, por ltimo, al Ejrcito Federal porfirista y huertista. Lo anterior nos reflejala importancia que ha tenido Zacatecas como punto estratgico de paso, ya sea hacia el norte ocentro de Mxico.

    El inters y prioridad por estos tres sitios radica en que estn prximos a la mancha ur-bana y presentan riesgos en cuanto a su preservacin si no se les presta la debida atencin parasu proteccin. Por otro lado, el fortn Bolsas, como pudimos ver anteriormente, es de los msafectados; la mancha urbana est en su cima donde prcticamente est perdida una gran parte dela fortificacin original y donde slo quedan algunos restos prximos a desaparecer.

    F L S/C

    Este fortn fue considerado como una especie de gran coloso en diversos documentos. Con

    2671 metros sobre el nivel del mar, su posicin es un tanto alejada al promedio de los otros for-tines. Junto con el de Loreto (cerro de Tierra Colorada), constituy la primera lnea de defensadel sistema tctico federal. Hacia el norte se observan las poblaciones de Morelos, las Pilas y Ha-cienda Nueva, y se encuentra el cerro denominado La Sierpe (sic), el cual tiene una veta de minatrabajada y agotada. Hacia el sur se observa el cerro El Grillo, el cual denominamos as con baseen nuestro anlisis y en la carta topogrfica consultada.30Desde este punto se alcanzan a observarel cerro denominado Cinco Hermanos (fortn prcticamente desaparecido), as mismo el cerroEl Padre y el cerro de La Virgen o de Las Antenas.

    Cabe destacar que en la carta topogrfica referida, este cerro es denominado como cerro

    El Grillo. Consideramos que es errnea esta informacin. Con nuestro anlisis lo reconocemoscomo La Sierpe histrica.31En algunos planos es referenciada como el Cal y Canto. En efecto, tie-

    30Instituto Nacional de Geografa y Estadstica, nmeros 1476 y 1486, 1:50,000.31Este cerro es referido a lo largo de diversas crnicas del periodo revolucionario, pero La Sierpe cartogrfica e

    histrica se encuentra a 3.3 kilmetros aproximadamente al noroeste del actual cerro El Grillo; sin embargo, elpunto marcado con el mismo nombre en la carta 1358/Zacatecas (ltima edicin) de , 1:50,000 (topo-grfica), arroj a partir de una inspeccin de campo que se trata de La Sierpe revolucionaria.

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    Toma area, ca. 1970. Cerro de Bolsas, Compaa Mexicana de Aerofoto/.La imagen muestra el trazo envolvente de la va del ferrocarril, y en la parte superior del cerro, el

    complejo sistema de trincheras en flecha y el espacio acondicionado hacia el sur.

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    ne caractersticas fsicas como la cresta de una serpiente, que son mencionadas en fuentes comolas crnicas de Felipe ngeles y Cervantes, ubicndolo Olea a 300 metros al norte del cerro ElGrillo32(en realidad se encuentra a 550 metros al noroeste).

    Entonces,La Sierpe que se menciona en documentos histricos parece no corresponder a

    la cartogrfica.33Debido a la premura en una batalla inferimos que los nombres pueden confun-dirse. Para La Sierpe, en este caso, cartogrficamente aparece en un punto muy lejano a lo que esla denominada primera lnea de defensa. Por ello consideramos que existe una equivocacin deacuerdo a la inspeccin del paisaje, el cual concuerda con caractersticas de La Sierpe histrica.De esta manera, podemos apreciar que en la cartografa histrica siempre se le denomina comoel Cal y Canto o Calycanto.34

    El mayor vestigio se manifiesta en un complejo sistema de trincheras de varios cientos demetros por dos de fondo (actualmente estn azolvadas debido a la presencia de una tubera queconduce agua desde la parte alta del cerro) y con cuatro de ancho aproximadamente. En la cum-bre se identificaron posibles restos de lo que fue una instalacin de minas explosivas asociadas aun gran parapeto (600 metros), donde se adecuaron refuerzos murarios a lo largo de la cresta, ascomo diversos vestigios de espacios acondicionados con piedras a manera de parapetos amplios

    y espacios para campamento. Se conservan an casquillos y fragmentos de herrajes y latera quefueron registrados.

    Finalmente, la conclusin en este apartado se resume en que el espacio estudiado debe sercomprendido como un gran paisaje que ha tenido significados diversos. Su entendimiento a nivelsocial implica una reflexin sobre la historia y la identidad regional que se han construido a lo

    largo de ms de cien aos.

    C

    La arqueologa en cuanto a ciencia formal, las arqueologas temticas, los estudios de patri-monio y la transdisciplina social aplicada en este estudio reflejarn su importancia articuladoraal momento de lograr la conservacin y puesta en valor del patrimonio estudiado y aqu descrito.Hasta el momento actual hemos proporcionado algunos elementos que se requieren para soste-

    ner la autenticidad de un paisaje histrico y fundamentos para instrumentar su proteccin a nivelinstitucional.Resulta deseable la recuperacin de la memoria histrica y la reinterpretacin deciertos significados asociados a lugares y espacios. La visibilizacin de estos vestigios arqueolgi-

    32El Grillo, al igual que La Sierpe geogrfica, quedaron perfectamente ubicados a partir de inspeccin en campo ycorroboracin de sus caractersticas fsicas comparadas con los datos de las fuentes histricas.

    33A este punto se hace referencia en los relatos militares, pero analizando cartografa histrica el nombre de estecerro es el de Calycanto, por lo que se denomin La Sierpe/Calycanto.

    34Burkart, Plano, 1835.

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    Panormica de la serrana zacatecana desde el CerroAlto de Vetagrande: 1) cerro La Mesa (Las Antenas);2) cerro Crestn Chino; 3) cerro La Bufa; 4) cerro ElGrillo; 5) cerro Tierra Negra; 6) cerro El Padre; 7) ce-rro Loreto (Tierra Colorada); 8) La Sierpe/Calycanto;9) lomas de Santa Clara; 10) La Sierpe; 11) casero dela mina La Plata; 12) Cerro Alto de Vetagrande.Fotografa de los autores, 2014.

    Panormica hacia el nortedesde el cerro El Grillo: 1) cerrodonde se ubicaron los parapetosdesenfilados de la brigada Villa

    y Cuauhtmoc; 2) Cerro Alto deVetagrande; 3) cerro de Loreto(Tierra Colorada); 4) casero dela mina La Plata; 5) cerro TierraNegra; 6) cerro El Grillo.Fotografa de los autores, 2014.

    Panormica hacia el norte desde el cerro deLa Mesa, conocido como de Las Antenas:1) cerro El Padre; 2) cerro La Sierpe/Caly-canto; 3) cerro El Grillo; 4) cerro TierraNegra; 5) cerro Loreto (Tierra Colorada);

    6) lomas de Santa Clara; 7) Cerro Altode Vetagrande; 8) cerro La Bufa; 9) cerroCrestn Chino; 10) cerro Bolsas;11) cerro Las Antenas (La Mesa).Fotografa de los autores, 2014.

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    cos correspondientes a la batalla de Zacatecas amplan y pueden cambiar la perspectiva contem-pornea y el conocimiento que se tiene sobre este acontecimiento histrico. As, la arqueologa esuna fuente ms al respecto, coadyuvando a generar mayor inters tanto en la sociedad civil comoen acadmicos e instituciones en cuanto al estudio y puesta en valor de la batalla de 1914.

    Es imprescindible favorecer la construccin crtica de la identidad regional en la comunidadzacatecana mediante la generacin de modelos de gestin ante la proteccin y la conservacin deeste patrimonio arqueolgico recuperado a partir de la investigacin. Ello conlleva a la propuestade instrumentacin del campo de batalla y al manejo del mismo como recurso didctico, histrico

    y espacio de turismo cultural.El paisaje arqueolgico y geogrfico donde sucedi la batalla ha ido cambiando a lo largo

    de cien aos a consecuencia del crecimiento urbano; sin embargo, se puede afirmar que todavano ha sido alterado de manera total y, en algunos casos, como pudimos observar, ste an persiste.

    De no prestarse atencin a su conservacin, se corre el riesgo de una prdida completa delpatrimonio, fenmeno irreversible que ya ocurri en algunos puntos. Sin duda, el escenario ur-bano seguir modificndose y ante tal situacin existe actualmente la oportunidad de acrecentarel conocimiento sobre un suceso trascendente para la historia de Mxico, colocndolo en el lugarque le corresponde: a nivel de paisaje memorial para que no corra el riesgo de desaparecer. Vasemapa de la batalla.

    Relacin de sitios explorados y hechos de armas registrados en diversas fuentes.35

    Elaboracin de A. Nicolau e I. Ramos.

    N.P

    ()

    E

    C

    P

    /

    T

    01Cerro Alto,Vetagrande

    Batera Quiroz. 2 caones de 75 mm.

    Espacio acondicionadoen la cumbre, muy

    posible al interior de unpar de catas.

    10:000 a.m. Impactadosdesde El Grillo y

    accidente en una batera.

    02 Haciendade la Plata

    Bateras Saavedra y

    Jurado y punto devigilancia del general

    ngeles.

    6 caones en dosgrupos con seis bateras.

    Vestigios de la ex

    hacienda y mina de laPlata (cermica y

    arquitectura de mina).

    Punto inicial de concen-tracin y observacin

    inicial de la infanterade la Divisin del Nor-te (Urbina, Aguirre

    Benavidez, Gonzlez,Madero).

    35ngeles, La batalla, 1967, pp. 2026; Olea, Oros, Salinas y Palacios, La batalla, 1984, tomo , pp. 2943, 5965,6678 y 7984, respectivamente; Kann, La batalla, 1984.

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    03Parapetos

    desenfiladosBrigadas Villa yCuahutmoc.

    Infantera en formacin.

    Parapetos, diez aproxi-madamente en el cerroanexo al noroeste delCerro Alto de Veta-grande, en formacin

    desenfilado.

    Brigada Villa/Rodrguezy Cuauhtmoc de

    Trinidad Rodrguez.

    04 Cerro Tierra NegraPosibles restos de

    fortn, antigua fbricade plvora.

    Guarnicin deColorados/Ejrcito

    Federal.Visible en aerofoto.

    Atacado por las brigadasMorelos, Robles, Zara-goza y la infantera delcoronel Gonzlez bajoel mando del generalUrbina, partiendo de

    Vetagrande.

    05Loreto (cerro de

    Tierra Colorada)

    Fortn del arco dedefensa primera

    lnea/punto conquis-tado por la Divisindel Norte y base para

    atacar El Grillo y

    La Sierpe.

    Infantera, ametrallado-ras, trinchera/ocupadapor la batera Durn,Divisin del Norte.

    Muy deteriorado, seconservan algunos

    restos del casero deadobe

    10:25 a.m. La brigadaVilla estaba en la

    cspide de Loreto.11:45 a.m. Se inicia elcaoneo a La Sierpe.

    06Lomas de

    Santa Clara

    Batallones oroz-quistas de caballera(Benjamn Argume-do). Regimientos 1

    y 14.

    Caballera delEjrcito Federal.

    No visible.Defensa del camino

    de acceso VetagrandeZacatecas.

    07Fortn La Sierpe/cerro Cal y Canto

    Fortn de primeralnea de defensa.Fortn con 300

    elementos.

    300 infantes delEjrcito Federal.

    2500 infantes de laDivisin del Norte.

    Alineamientos, trin-chera y materiales en

    superficie, se aprovechla formacin geolgicapara defensa, se registrael sistema de minas ex-plosivas construido porel ingeniero Palacios.

    11:00 a.m. Ataque a LaSierpe. Brigadas de Ser-

    vn y Almanza. Refuerzode la artillera y cae a las

    12:00 p.m.

    08 Cerro El GrilloFortn de primeralnea de defensa.

    5 caones (4 de 75 mm.y 1 de 80 mm.

    Mondragn S. Ch.)

    Restos de trincheras(dos lneas visibles),

    plataforma parafortificacin.

    Visible en aerofoto.

    12:00/12:30 p.m.Simultneamente las

    brigadas Zaragoza, Villay Cuahtmoc apoyadaspor la artillera de Sa-

    avedra, Jurado y Durn.Caoneo desde Loreto

    por la artillera de laDivisin del Norte.

    09 La Bufa

    Fortn de primera

    lnea de defensa.Faro.

    2 caones de 75 mm. y2 de 80 mm.

    6 ametralladoras en elmuro de piedra que une

    el atrio con el

    Crestn Chino.Salinas reporta 3 cao-nes en La Bufa de 80

    mm. y 2 en El Grillo y2 en la loma del Refugio.

    Borrado en cuanto avestigios originales,

    posiblemente material

    enterrado, se requieredetector, sobrevivenlas segundas etapas del

    convento y el faro.

    1:30 p.m. Inicia la

    retirada de La Bufahacia Guadalupe.

    10 Crestn Chino

    Fortn de primeralnea de defensa.

    Batalln Guerrero y98 de lnea.

    Ejrcito Federal.

    1 can.Salinas reporta un

    can.

    Borrado en cuanto avestigios originales,

    posiblemente materialenterrado, se requiere

    detector.

    Objetivo a cargo de lasbrigadas Triana, Arrieta

    y Carrillo.

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    11 BolsasFortn de primeralnea de defensa.

    Trinchera yametralladoras.

    Borrado en cuanto avestigios originales, pero

    se conservan algunascimentaciones tipo

    parapeto o trinchera.

    Objetivo a cargo delas brigadas Natera,

    Bauelos, Domnguez,Cervantes y Caloca.

    5000 divisionarios de laDivisin del Centro.

    12 Cerro El PadreFortn de primeralnea de defensa.

    1 can.

    Construcciones tiponido de ametralladora

    (posible reductopara artillera).

    Objetivos de las brigadasHerrera, Ortega y Chao.

    Divisin del Norte.

    13

    FuerteSantos y Rojas.

    Lomero o cerro LaMesa

    Fortn de primeralnea de defensa.

    Fortn de caballera con400 hombres, EjrcitoFederal/orozquistas

    posiblemente.

    Trinchera de 200metros e instalaciones

    con arquitectura eingeniera conservada.

    No se registra comopunto de ataque claro,pero fue objetivo de laDivisin del Centro

    desde el da 21,consignndose en elparte de guerra del

    general Natera.

    14

    Parapetos y nidos de

    guila. Cerro de laVirgen

    Refuerzo al arco

    tctico defensivo delEjrcito Federal. No reportado.

    Estructura tipo nido de

    ametralladora yparapeto.

    Explorado en

    caminamientoarqueolgico.

    15Parapetos por el

    eremitorio hacia SanRamn

    Indeterminado. No reportado. Parapetos.Explorado encaminamientoarqueolgico.

    16 Cerro La CanteraFortn de primera

    lnea de defensa delEjrcito Federal.

    100 hombres delEjrcito Federal.

    Trincheras y nidos dezorra. Afectado portrabajo de cantera y

    mina.

    Explorado encaminamientoarqueolgico.

    17*Fortn Cinco

    Hermanos o CincoSeores

    Fortn de primeralnea de defensa del

    Ejrcito Federal.

    Seccin de ametrallado-ras y trincheras.100 hombres delEjrcito Federal.

    Perdido.Objetivo de

    Maclovio Herrera yToribio Ortega.

    18 Cerro La Sierpe Ubicacin incorrecta. No determinado. Un nido deametralladora. Explorado en camina-miento arqueolgico.

    19*Atrincheramiento

    estacin delferrocarril

    Atrincheramientocon 400 hombres

    del Ejrcito Federal(Jacinto Guerra).

    3000 divisionarios y 2caones de la Divisindel Norte de 80 mm.,una batera de 8 cao-nes de montaa de 70

    mm. tipo ligero.

    Ninguno,sitio memorial.

    Atacado a la 1:00 p.m.por las brigadas deMaclovio Herrera,

    Ortega y Chao.

    20 Cerro Los ClrigosFortn de primera

    lnea de defensa delEjrcito Federal.

    No determinado.Discrepancia con las

    fuentes, no concuerda elpaisaje descrito.

    21?Fortn Zacatecas oVictoriano Huerta

    Fortn de primeralnea de defensa del

    Ejrcito Federal.

    Prximos a El Grillo,abajo 250 soldados.

    Perdido.

    22? Fortn El Rayo

    Fortn de primeralnea de defensa delEjrcito Federal, se

    registra su usodesde 1835.

    Prximo a El Gril lo,abajo 150 soldados del

    Ejrcito Federal.

    Perdido peroposiblemente se ubiqueen una zona aledaa a la

    actual Alameda.

    23?Fortn Zacatecas oVictoriano Huerta

    Fortn de primeralnea de defensa del

    Ejrcito Federal.

    Fortn de primera lneade defensa del

    Ejrcito Federal.Perdido.

    24? Fortn Ramrez Frente de la estacin.200 soldados delEjrcito Federal.

    Perdido.

    25? Fortn BlanchetAbajo y a la derecha

    del Huerta.100 soldados delEjrcito Federal.

    Perdido.

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    AArchivo Histrico de la Secretara de la Defensa Nacional.

    HLa Tribuna. Diario Independiente, Mxico, 1914.

    B, Felipe, La batalla de Zacatecas con dos pginas de Rafael Muoz, Zacatecas, 1967.B, Joseph, Petrographische Karte des gebirges von Zacatecas,1835, Mapoteca Orozco y Be-

    rra, 12117241.E, Jos G., La batalla de Zacatecas (treinta y dos aos despus), Mxico, [s.e.], 1946.

    G B, Jorge, La toma de Zacatecas, Mxico, , 1985.H, C. F. X. y A. M. C. Rojo, Arqueologa y didctica del conflicto: el caso de la Gue-

    rra Civil espaola, en Revista de Didcticas Especficas, nmero 6, 2012, pp. 159176.K, Reginald, La batalla de Zacatecas, reportaje de un corresponsal de guerra enviado especial del

    peridico LIllustrationFrancaise(traduccin y prlogo Federico Sescosse), Zacatecas, 1984.La batalla de Zacatecas, Gobierno del Estado de Zacatecas, tomo , 1984.M, Ignacio, Verdad y mito de la Revolucin Mexicana, Mxico, Ediciones Populares, tomo ,

    1962.R B, Ineida,Arqueologa de la batalla de Zacatecas de 1914: la visibilizacin de un

    26*Fortn Santo

    Domingo, Palacio deGobierno, Real Caja

    Explosin en laReal Caja, el EstadoMayor se aloj en elPalacio de Gobierno.

    Un can en SantoDomingo y otro

    en el Capuln(indeterminado).

    Memoriales que anexisten, pero no estn

    sealados debidamenteen el paisaje urbano.

    Cay la plaza a las 2:00p.m. La explosin se

    registra entre 3:50 y 6:00p.m. Varan las versiones.

    27* Cuartel Ciudadela Ex convento de laMerced.

    No determinado.

    En el cordn se ubicaen la parte baja de

    La Bufa, en el conventode la Merced

    hipotticamente.

    100 hombres y un can.

    28*Retn de

    La Encantada

    Posiblemente en laparte superior del

    paraje.Un can. Poco visible.

    Objetivo de MaclovioHerrera y Toribio

    Ortega de la Divisindel Centro.

    29 Cerro Matapulga

    Reducto de laDivisin del Centro

    (croquis tenienteEspinoza, 1913).

    Infantera y caballera.Borrado, ubicado en la

    actual coloniaSanta Rita.

    Posicin ocupada conanterioridad por la

    Divisin del Centro.

    30

    Cuartel el Capuln y

    Socavn del guila

    Barrio del Capuln,prximo a Santo

    Domingo, plano1835.

    Infantera. Se desconoce ubicacin.

    31 Cuartel el CobreAbajo de El Grillo,

    en la fbrica de cobre.Infantera. Barrio de Yanguas.

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    paisaje histrico/arqueolgico, tesis de la Licenciatura en Antropologa con especialidad enArqueologa, Universidad Autnoma de Zacatecas, 2015.

    S, Pedro, La Divisin del Norte. La tierra, los hombres y la historia de un ejrcito del pueblo,Mxico, Editorial Planeta Mexicana, 2006.

    V, Zacatecas, la llave del triunfo, Mxico, trabajo indito presentado para el premio Salva-dor Azuela del , 1994.

    V, Abel V., Nociones de fortif icaciones de campaa, Tegucigalpa, Tipografa Nacional,1913.

    G A: construcciones que, modificando el terreno para el combate, forman un

    obstculo para el que ataca y una proteccin para el que se defiende.A: juego delantero de los carruajes de que se sirve la artillera.B: se llaman bateras en general a las obras de fortificacin destinadas exclusivamente para

    la artillera.F : es un medio que se emplea en la defensa, dicho trmino se

    reduce a desenfilarse de los fuegos y de las vistas del enemigo. Se dice que est desenfiladode los fuegos cuando se encuentra a cubierto de la accin de los fuegos del atacante, y estardesenfilado de las vistas cuando el enemigo no pueda verlo desde ningn punto exterior.

    F : aqulla cuyas obras son construidas en tiempo de guerra con me-dios limitados y en los lugares donde se espera un probable ataque enemigo.

    L: se llaman obras abiertas por la gola o lunetas a las obras abiertas por el frente que noes tan atacable, o por donde sean menos probables los ataques, y al cual se llama gola.L : su objeto es poder resistir aunque el enemigo se aproxime y evi-

    tar las sorpresas durante la noche y los ataques a viva fuerza de da.P: muros fabricados de piedra en seco.P: disciplina encargada de la construccin de fortalezas, bastiones, baluartes o for-

    tificaciones. Tambin conocida como una de las artes marciales o de guerra dentro de laingeniera militar.

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    Mapa de la batalla.

    Revolucionarios

    Crditos: plano base, Jaime Castrelln;informacin histrica, Armando Nicolau, Ineida Ramos yAntonio Campuzano; diseo, Eduardo Daz Montes.

    EjrcitoFederal

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    Saldos de la batalla

    Carretones abandonados por la artillera federal., 96..144.b1.007.

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    Saldos de la batalla

    Tropas del general Villa ingresando a Zacatecas., 96..144.b1.008.

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    Soldados federales muertos., 96..144.b2.003.

    Saldos de la batalla

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    Tropas villistas en la ciudad., 96..144.b1.009.

    Saldos de la batalla

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    Buscando sobrevivientes en las ruinas del Edificio Federal., 96..144.15.

    Saldos de la batalla

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    El capitn Jos Ferrigelio bajo los escombros del Palacio Federal., 96..144.b1.007.

    Saldos de la batalla

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    Felipe Fuentes, el ms joven entre las tropas del general Villa., 96..144.24.

    Saldos de la batalla

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    Viendo con indiferencia la muerte., Archivo Roque Gonzlez Garza.

    Saldos de la batalla

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    Vetagrande, cuartel de las tropas de Felipe ngeles., Archivo Roque Gonzlez Garza.

    Saldos de la batalla

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    Sobre los autores

    G. V T. Doctora en historia por el Instituto de Investigaciones Doc-tor Jos Mara Luis Mora. Es profesora investigadora de tiempo completo en la Universi-

    dad Autnoma del Estado de Hidalgo.M J C R. Doctor en historia por la Universidad Autnoma de Zaca-tecas. Actualmente es docente investigador en la Unidad Acadmica de Historia de la ci-tada universidad.

    M E R I. Doctora en historia por la Universidad Nacional Autnoma deMxico. Es investigadora del Instituto Nacional de Antropologa e Historia, adscrita a laDireccin de Estudios Histricos.

    L S A. Arquitecta por el Instituto Tecnolgico de Zacatecas. Cuenta, adems,con el doctorado en Humanidades y Artes por la Universidad Autnoma de Zacatecas.

    A C R. Maestro en historia por la Universidad Nacional Autnomade Mxico. Actualmente tiene el rango de capitn primero en el Ejrcito Mexicano y estadscrito al Archivo Histrico de la Secretara de la Defensa Nacional.

    I R B. Arqueloga egresada por la Universidad Autnoma de Zacatecas.Especialista en el estudio de campos de batalla y arqueologa del conflicto.

    A N R. Es arquelogo por la Escuela Nacional de Antropologa e His-toria, maestro en Restauracin de Sitios y Monumentos, doctor en Arquitectura. Actual-mente es docente e investigador especializado en las lneas de estudios de patrimonio yarqueologa del conflicto.

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    ndice

    PresentacinMiguel Alonso Reyes

    7

    Agradecimientos

    9

    IntroduccinGuadalupe Villa GuerreroLimonar Soto Salazar

    11

    La plaza no se abandona:

    la guarnicin federal en ZacatecasLimonar Soto Salazar

    21

    Los rumores en una ciudad asediada por los revolucionarios

    gueda G. Venegas de la Torre47

    Ah viene la bola!

    La revolucin en las zonas rurales del estado de ZacatecasMargil de Jess Canizales Romo

    67

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    El papel de las enfermeras y

    la atencin de heridos de guerraMartha Eva Rocha Islas

    99

    La fragmentacin arquitectnica de la ciudad

    Mara Lorena Salas Acevedo

    121

    La batalla de Zacatecas a travs del Diario de operaciones de Felipe ngeles.

    Una aproximacin a la historia militarAntonio Campuzano Rosales

    143

    Miradas fragmentadas de la revolucin en Zacatecas

    Guadalupe Villa Guerrero

    169

    Arqueologa de un conflicto revolucionario

    Armando Nicolau RomeroIneida Ramos Ballesteros

    201

    Saldos de la batalla228

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    1914. Miradasfragmentadas de la

    revolucin en Zacatecas,

    bajo la coordinacin deGuadalupe Villa Guerrero

    y Limonar Soto Salazar, se

    termin de imprimir en elmes de septiembre del ao

    2015. Su tiraje consta de1000 ejemplares ms los