Arqueología de La Arquitectura, Modelando Al Individuo Disciplinado 2003
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ARQUEOLOGÍA DE LA ARQUITECTURA, MODELANDO AL INDIVIDUO DISCIPLINADO EN LASOCIEDAD CAPITALISTAAuthor(s): Andrés ZARANKINSource: Revista de Arqueología Americana, No. 22, ARQUEOLOGÍA HISTÓRICA (2003), pp. 25-41Published by: Pan American Institute of Geography and HistoryStable URL: http://www.jstor.org/stable/27768473 .
Accessed: 19/06/2014 09:46
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ARQUEOLOG?A DE LA ARQUITECTURA, MODELANDO AL INDIVIDUO DISCIPLINADO
EN LA SOCIEDAD CAPITALISTA
Andr?s ZARANKIN*
Resumen
El desarrollo del sistema capitalista se ha asociado al proceso de "arquitectu ralizaci?n" de la sociedad . En el presente, la mayor?a de nuestras activida des cotidianas se relacionan o se funden con alg?n tipo de estructura
arquitect?nica. Este nuevo espacio vital, artificial, en oposici?n al paisaje natural, se piensa, se dise?a, y se construye por el ser humano. Este hecho vuelve a la arquitectura un producto con varios significados e intenciones.
Esta idea impulsa el desarrollo de un campo nuevo en Arqueolog?a, lla mado "Arqueolog?a de la Arquitectura", orientado a estudiar la materialidad de la arquitectura. En nuestro caso hacemos una discusi?n del creciente
potencial de este campo por medio del an?lisis de varias estructuras arqui tect?nicas, relacionadas con instituciones disciplinarias (tales como escuelas, casas y prisiones) en la ciudad de Buenos Aires.
Abstract
The Archaeology of Architecture, Shaping the Individual Displined in the Capitalist Society.
The development of the capitalist system has been associated with a
process of "architecturalization" of society. At present, most of our daily activi ties are related or bound to some type of architectural structure. This new
artificial living space, as opposed to the natural landscape, is conceived,
designed and built by people. This condition makes architecture a product with several meanings and intentions.
This idea or development of a new field in archaeology, called "Archae
ology of Architecture", is oriented to study the materiality of architecture. In our case, we present a discussion of the growth potential of this field trough
Departamento de Investigaciones Prehist?ricas y Arqueol?gicas, Instituto Multidisciplinar de
historia y Ciencias Humanas, conicet.
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the analysis of several architectural structures, related to disciplinary institu tions (such as schools, houses and prisons) in the city of Buenos Aires.
R?sum?
L arch?ologie de l'architecture, formant l'individu disciplin? dans la soci?t?
capitaliste. Le d?veloppement du syst?me capitaliste a ?t? associ? ? un processus
"d'architecturisation" de la soci?t?. ? pr?sent, la plupart de nos activit?s quo tidiennes sont li?es ? une structure architecturale quelconque. Ce nouvel
espace domestique artificiel, par opposition au milieu natural, est con?u, planifi? et construit par des personnes. Ce fair investi l'architecture de plu sieurs sens et intentions.
Cette id?e ou ce d?veloppement d'un nouveau champ de l'arch?ologie, se nommant "l'arch?ologie de l'architecture", est orient?e sur l'?tude de la mat? rialit? de l'architecture. Dans le cas pr?sent, nous pr?sentons une discussion du potentiel d'accroissement de ce champ par le biais de l'analyse de plu sieurs structures, reli?es ? des institutions de discipline (telles les ?coles, les maisons et les prisons) ? Buenos Aires.
Resumo
Arqueolog?a da Arquitetura, modelando o individuo disciplinado na sociedade
capitalista. O desenvolvimento do sistema capitalista tem sido associado ao proces
so de "arquiteturaliza?ao" da sociedade. No presente, muitas das nossas atividades di?rias sao relacionadas com algum tipo de estrutura arquitet?ni ca. Este novo espa?o artificial de viver, em oposi??o da paisagem natural, ?
pensado, desenhado e construido por pessoas. Esta condi?ao faz a arquite tura um produto com muitos significados e inten?oes.
Esta id?ia propicia o desenvolvimento de um novo campo na arqueolog?a, chamado "Arqueolog?a da Arquitetura", orientado para estudar a materialida de da arquitetura. No nosso caso apresentamos urna discuss?o do potencial crescimento deste campo atrav?s da an?lise de v?rias estruturas arquitet?ni cas, relacionadas corn institui??es disciplinadoras (como escolas, casas e
pris?es) na cidade de Buenos Aires.
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Arqueolog?a de la arquitectura, modelando al individuo. 27
Introducci?n
La Historia de la humanidad, y especialmente la de la sociedad occidental, esta relacionada directamente con un proceso de "arquitectonizaci?n" de la
vida de las personas. El paso del mundo feudal al capitalismo implic? que cada vez m?s actividades comenzasen a ser desarrolladas dentro de estruc turas arquitect?nicas, e incluso en algunos casos que hasta ciertas labores
precisasen de un determinado tipo especifico de edificio para poder ser lle
vadas a cabo. Actualmente hemos llegado al extremo de que, conscientes o no, pasa
mos casi toda nuestra vida circulando dentro de estructuras arquitect?nicas. Es en el interior de ellas que nacemos, crecemos, nos reproducimos, nos
protegemos, trabajamos, morimos y hasta somos enterrados. Esto hace que vivir en un medio completamente artificial termine siendo algo natural para nosotros.
La arquitectura, por sus caracter?sticas, se presenta como un elemento
central desde donde estudiar el mundo social. Como se?ala Antonhy King
(1980) debemos preguntarnos, ?qu? cosas podemos aprender de una so
ciedad estudiando sus edificios?, y por el contrario, ?qu? cosas podemos
aprender de un edificio estudiando la sociedad? Estas cuestiones han estimulado en los ?ltimos a?os un nuevo campo de
estudio centrado en el an?lisis de la arquitectura a partir de una perspectiva
arqueol?gica, ofreciendo as? una l?nea alternativa de abordaje del sistema
social (Stedman 1996). Comprender las construcciones como elementos
activos que interact?an de manera din?mica con las personas, es para noso
tros, un instrumento ?til para discutir procesos hist?ricos vinculados a la for
maci?n del mundo moderno (Orser 1996). Este nuevo abordaje denominado
por Susan Stedman (1996) como "arqueolog?a de la arquitectura", as? como
su potencial como herramienta de an?lisis en la sociedad capitalista ser?n
los puntos centrales de discusi?n del presente articulo.
Arqueolog?a de la Arquitectura
"Arqueolog?a de la arquitectura", es una l?nea reciente de investigaci?n que
comprende todas aquellas investigaciones enfocadas al estudio de la arqui tectura desde una perspectiva arqueol?gica (Steadman 1996). Este tipo de abordajes, ofrece una nueva perspectiva de an?lisis para abordar aspectos relacionados con la conformaci?n del entorno humano.
A pesar del inter?s en problemas comunes, los acercamientos son gene ralmente heterog?neos implicando bases te?ricas diferentes. As?, por ejem
plo los trabajos son encarados tanto desde posiciones funcionalistas, que ven la arquitectura como la respuesta l?gica a una serie de necesidades de
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protecci?n del ambiente, hasta otras de car?cter simb?lico que enfatizan la
presencia de sistemas ideol?gicos por detr?s de las construcciones.
Seg?n Parker Pearson y Richards (1994), resulta claro que la organiza ci?n del espacio y la arquitectura tienen adem?s de un prop?sito "practico" uno "ideol?gico". Adem?s la arquitectura contiene y expresa ciertos "princi pios" de orden y clasificaci?n que son b?sicos para el funcionamiento de la sociedad. Por lo tanto y seg?n McGuire y Schiffer (1983), para entender la arquitectura, es necesario, trabajar sobre los "procesos de dise?o" (design process), y los "factores causales" (casual factors), que subyacen estos pro cesos de dise?o, de manera que los determinan.
Uno de los pioneros en estudiar la construcci?n del paisaje humano es Amos Rapoport. En sus estudios que ?l mismo llama "human built enviro ment -EBS", combina informaci?n proveniente de diversas fuentes en un verdadero enfoque interdisciplinario. El objeto principal de sus investigacio nes es la interacci?n medio-ambiente y la construcci?n humana del entorno.
Rapoport (1969, 1982, 1990a, 1990b) sostiene que existe una relaci?n direc ta entre cultura y medioambiente y la arquitectura refleja ese contacto.
Otros estudios han concentrado sus abordajes en la relaci?n entre cam bio social y arquitect?nico a trav?s del tiempo (Glassie 1975; Deetz 1977, 1988; Palcovich 1988; Kent 1990; Lawrence 1990; Johnson 1991; 1993, Markus 1993a, 1993b; Price y Feinman 1996). Algunos investigadores ven el origen de la forma arquitect?nica en factores como la cultura o el comporta miento (Donley-Reid 1990:114), econ?micos o demogr?ficos (Wilk 1990, Coupland y Banning 1996), mientras que otras posturas lo relacionan con cuestiones ideol?gicas, simb?licas o estrategias de control del poder (Pa nofsky 1957, Leone 1977, 1984; Miller 1984; Tilley 1989; Hodder 1990, 1994; McGuire 1991; Grahame 1995, 1997; Vom Bruck 1997; Zarankin 1999, 2002). Existe tambi?n una perspectiva que plantea un abordaje de la arqui tectura desde modelos hermen?uticos, al considerarla una forma de comuni caci?n no verbal (Rapoport 1982 ; Fletcher 1989; Monks 1992).
En Argentina son muy pocos las investigaciones que analizan aspectos arquitect?nicos m?s all? de lo meramente tipol?gico. Entre estos se destacan los abordajes de la Dra. Tarrago (1987) en el sitio "Rinc?n Chico", los del Dr.
Nielsen (1995) en "Los Amarillos", los del Lic. Acuto en "Cortaderas" (1999) la Dra. Senatore en el poblado espa?ol de Floridablanca ?siglo XVIII? (en prensa) y las m?as sobre instituciones disciplinares capitalistas (Zarankin 1999, 2002). De manera general todos estos abordajes coinciden en desta car que el control y la manipulaci?n de la estructuraci?n espacial arquitect?nica de un lugar funciona como veh?culo para la creaci?n y manu tenci?n de relaciones de poder.
En s?ntesis, la arquitectura, como elemento constitutivo del paisaje huma no puede ser una v?a alternativa para estudiar el mundo social (King 1980, Samson 1990, Markus 1993a). Por su parte, la arqueolog?a, como disciplina especializada en estudiar la cultura material, ofrece las herramientas te?rico metodol?gicas adecuadas para lograr este objetivo.
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Arqueolog?a de la arquitectura, modelando al individuo. 29
Arquitectura como productora de individuos disciplinados
La arquitectura puede ser utilizada como un medio eficaz para controlar y "disciplinar" a las personas. De ?sta manera, partiendo de entender a la ar
quitectura como una tecnolog?a del poder (Foucault 1976), su control y ma
nipulaci?n puede ser vista como una estrategia del poder para perpetuarse. Tanto la morfolog?a de las estructuras como la organizaci?n del espacio son elementos centrales para garantizar el funcionamiento del poder (tomar co mo ejemplo el pan?ptico de Bentham). A trav?s de su control y manipulaci?n el sistema construye categor?as y estructuras mentales, de car?cter "esen
cial", que tornan naturales y por lo tanto incuestionables sus bases ideol?gi cas.
Resultan claros ejemplos de este argumento sus estudios sobre el pan?p tico. Sobre sus efectos dice:
De ah? el efecto mayor del pan?ptico: inducir en el detenido un estado cons ciente y permanente de visibilidad que garantiza el funcionamiento autom?tico del poder. Hacer que la vigilancia sea permanente en sus efectos incluso si es discontinua en su acci?n. Que la perfecci?n del poder tienda a volver in?til la actualidad de su ejercicio; que este aparato arquitect?nico sea una m?quina de crear y de sostener una relaci?n de poder independiente de aqu?l que lo ejerce (1976:204).
El sistema tambi?n se ocupa de formar y controlar a los encargados de
construir el paisaje del capitalismo, a trav?s de una regulaci?n en la ense
?anza, una especializaci?n y un lugar social de prestigio reservado para ellos, nos referimos a los "arquitectos". Al respecto, Eco se?ala que el dise?o
arquitect?nico connota una ideolog?a global que rige la operaci?n del arqui tecto (Eco 1968). Esta se manifiesta a trav?s de reglas o c?digos que act?an
sobre la producci?n arquitect?nica. En palabras del autor:
...nos obligan a movernos dentro de una determinada gram?tica del construir, tan concreta y limitada que llega a estar codificada con el nombre de Ciencia de la Construcci?n" (Eco 1968:365). Adem?s por su naturaleza la arquitectura "satisface algunas exigencias de la gente, pero al mismo tiempo las persuade para que vivan de una manera determinada (1968:367).
Siguiendo esta idea, Koening (1964, en Eco 1968:331) se?ala que la ar
quitectura promueve determinados comportamientos. As? dice que:
si obligo a vivir a diez mil personas en un barrio proyectado por m?, no hay du
da que influir? en el comportamiento de diez mil personas de una manera m?s
intensa y duradera que cuando pronuncio el imperativo verbal ?si?ntate!
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En este contexto, cobran especial importancia aquellas estructuras arqui tect?nicas relacionadas con los procesos de socializaci?n de las personas. Bourdieu (1977) destaca la vivienda familiar y la escuela. Estas ?ltimas revis ten especial importancia ya que es all? donde la gente incorpora la mayor?a de los esquemas mentales que los acompa?ar? por el resto de su vida (habi tus).
Arqueolog?a de la Arquitectura, Casas, escuelas y centros clandestinos de detenci?n en Buenos Aires
Como una forma de ejemplificar el potencial de este tipo de estudios, voy a referirme brevemente a algunos casos de investigaci?n que he efectuado en los ?ltimos a?os en Buenos Aires.
Arqueolog?a de las casas
Entre 1995 y 1997 efectu? una investigaci?n sobre las transformaciones
arquitect?nico-espaciales en las viviendas de las clases medias de la ciudad de Buenos Aires en los ?ltimos 250 a?os (Figura 1). Los resultados mostra ron una relaci?n directa entre cambios f?sicos en las casas y el desarrollo del sistema capitalista en la regi?n (Zarankin 1997, 1999, 2000, Funari y Zaran kin 2003).
A trav?s del tiempo, enmascarado debajo de una supuesta gran libertad de elecci?n, existe un aumento en el control sobre los individuos. Esto resul ta claro en la vivienda moderna, donde los espacios y sus funciones est?n predeterminados ?ej. comedor, escritorio, garaje, habitaci?n, living, etc. Sus caracter?sticas espacio-morfol?gicas dificultan la posibilidad de poder otorgar funcionalidad a un espacio seg?n las propias necesidades. De esta manera los ocupantes se ven restringidos y condicionados en los momentos de deci si?n.
La jerarquizaci?n de los espacios es otra variable significativa ya que est? unida a ?sta funcionalidad preestablecida. Habitaciones cada vez m?s nu merosas y peque?as, pero al mismo tiempo heterog?neas, mantienen separados y ordenados a los distintos ocupantes. Seg?n Foucault la disci plina procede ante todo de la distribuci?n de los individuos en el espacio. Una estrategia eficaz es descomponer las implantaciones colectivas, evitar las distribuciones por grupos; se propone localizar a cada individuo en un
emplazamiento,
a cada individuo su lugar...". En palabras del autor "el espacio disciplinario tien de a dividirse en tantas parcelas como cuerpos o elementos a repartir hay (1976:145-146).
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Arqueolog?a de la arquitectura, modelando al individuo. 31
Casa Colonial
(siglo XVIII Y XIX) Casa Chorizo
(siglo XIX Y XX) Casa Moderna
(siglo XX)
I I 12 13
palto 2 jp
7 bJL
8
J
patio 1
4 I 12
TT'
El planta baja primera planta terraza
Figura 1. Plantas de las topolog?as cl?sicas de las viviendas de las clases medias en Buenos
Aires.
El aumento en el control sobre las personas se materializa a trav?s de la introducci?n de restricciones en el espacio y las actividades. Por ejemplo se
observan en las diferentes casas, cambios en la accesibilidad y comunica ci?n entre sus espacios.1 Los circuitos de circulaci?n posibles gracias a las
m?ltiples puertas que poseen las habitaciones en los casas m?s antiguas son eliminados en la casa moderna en la que solo existe una puerta por cuarto, lo termina generando modelos de tipo no-distributivo (Hillier y Hanson,
1984) Las personas ya no pueden elegir por donde circular (seg?n sus pro
1 La arquitectura genera l?mites artificiales en los cuales el cuerpo es confinado. De esta ma
nera un edificio regula la forma en que las personas se hallan en el espacio y por lo tanto fa
vorece determinados tipos de relaci?n entre las personas (Markus 1993a, Grahame 1995,
2000).
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p?os criterios), es ahora la casa la que impone una ?nica manera de ir de un
lugar a otro. En el dise?o y la utilizaci?n de edificios, el poder puede ser eventual mente
distribuido o concentrado para producir asimetr?as (Markus 1993a:23). As? en el interior de una vivienda el rol y la jerarqu?a de cada miembro est? re
presentado por su ubicaci?n en el interior de la estructura, por la cantidad de
espacio asignado y por el tipo de comodidades y objetos materiales dentro del mismo. Nadie duda que la mejor habitaci?n ?en suite o la m?s grande? es la que deben ocupar los padres. Esa misma diferenciaci?n ocurre entre los propios hermanos seg?n variables como edad y sexo. Por lo tanto a tra v?s de este mecanismo se explicitan categor?as de desigualdad. Se ense?a o se educa a los individuos para aceptar y respetar el lugar que tienen esta blecido de antemano. Se transmite tambi?n la idea de que en alg?n momen to ellos ser?n los que ocupen el lugar superior, siempre y cuando cumplan con las reglas que les son impartidas.
Podemos decir entonces que la casa moderna reproduce en su interior todos los elementos que encontramos en nuestra sociedad moderna (asime tr?a, control, jerarqu?a, compartimentaci?n, desigualdad, funcionalidades
preestablecidas, entre otras) (Figura 2). Esta similitud no es casual ya que la casa ha servido como una herramienta de la burgues?a para autodisciplinar se, y posteriormente, ampliar esa disciplina al resto de la sociedad.
Figura 2. Planta de un departamento "moderno".
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Arqueolog?a de la arquitectura, modelando al individuo... 33
Figura 3. Planta que ejemplifica el modelo tradicional de organizaci?n espacia y arquitect?ni ca de la escuela disciplinar de fin del siglo XIX y principios del XX. En el gr?fico de la derecha puede observarse, a trav?s de la aplicaci?n del modelo "gamma" de
Hillier y Hanson (1984) su estructura pan?ptica.
Arqueolog?a de las escuelas
Al pensar en una escuela probablemente lo primero que venga a nuestras
cabezas sea la imagen de un edificio. Podemos decir entonces que la repre sentaci?n mental que tenemos de una escuela es su correlato f?sico (edifi
cio). Sin embargo es necesario aclarar que esta idea de un edificio
construido espec?ficamente para funcionar como escuela es un hecho relati
vamente reciente (mediados del siglo XIX) y coincide con el establecimiento de la educaci?n elemental p?blica y gratuita.
Como ya se?al? la escuela primaria constituye, junto con la casa uno de
los lugares centrales de socializaci?n de las personas. Por lo tanto siguiendo ?sta l?nea argumentai efectu? un an?lisis de las trasformaciones de la arqui tectura escolar. Como caso de estudio eleg? las escuelas primarias de
la ciudad de Buenos Aires, desde su aparici?n a mediados del XIX hasta la actualidad.
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Los estudios partieron, al igual en anterior sobre las casas, de la aplica ci?n del modelo Gamma de Hillier y Hanson (1984) conjuntamente con los ?ndices planteados por Richard Blanton (1994). Este m?todo nos permiti? generar una cuantificaci?n y una comparaci?n entre estructuras arquitect?ni cas (tomando variables como cantidad de habitaciones, conexiones entre habitaciones, circuitos de circulaci?n, aislamiento de las habitaciones.
Los resultados, contrariamente a lo que esperaba cuando inicie la investi
gaci?n, mostraron que a partir de que se defini? el modelo ideal2 (Figura 3) escuela a fines del XIX y principios del XX, la estructura de la escuela no ha cambiado (con excepci?n del intento que signific? las escuelas construi das durante la dictadura militar 1976-1983, denominadas "Cachatore o Plan
60"). A trav?s del tiempo se observa claramente que las transformaciones en
las escuelas de Buenos Aires consistieron simplemente en ir agregando estas "c?lulas b?sicas", generando verdaderas cadenas de pan?pticos co nectados entre s? por corredores, pasillos o escaleras (Figura 4). Por su par te los cambios estil?sticos en la fachada, en la decoraci?n o en el estilo de los edificios fueron m?s que nada agiornamientos para generar una sensaci?n de que la escuela se modernizaba con el tiempo.
(A) Hspac?o Exterior
Espacto C?rrat?o
? Esca?em
A St?bsueta
Figura 4. Planta de una escuela de la d?cada de 1960 en la que puede observarse una es
tructura basada en un encadenamiento de pan?pticos.
2 Me refiero a un espacio central en torno al que se distribuyen una serie de recintos cerrados. Este modelo puede ser definido en t?rminos foucaultianos pan?ptico.
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Arqueolog?a de la arquitectura, modelando al individuo. 35
Que significa esta persistencia por parte de las escuelas elementales
p?blicas de Buenos Aires a seguir funcionando dentro de los modelos de escuela disciplinar del siglo XIX y principios del XX? Una de las respuestas posibles esta relacionada con el paso de una sociedad disciplinar hacia otra de control (tal como fueran definidas por Foucault 1976 y Deleuze 1990, respectivamente) que implic? un cambio fundamental en la organizaci?n y funcionamiento del capitalismo. La fabrica y el operario dieron paso a la em
presa y el empleado. La rigidez y la repetici?n a la flexibilidad y improvisa ci?n. Nuevas escuelas (en los pa?ses del tercer mundo, generalmente privadas), pasaron a ser las encargadas de formar los nuevos individuos que el sistema necesitaba. Esto produjo un cortocircuito entre estos requerimien tos del sistema, las necesidades del mercado y el tipo de persona (y trabaja dor) que las escuelas forman, de all? en gran medida que cualquier inversi?n en educaci?n p?blica se ha visto como antiecon?mica.
Las escuelas primarias p?blicas entraron en una profunda crisis. Hace ya tiempo que perdieron su rol en la sociedad disciplinar como productoras de
personas y cuerpos d?ciles. La sociedad de control ya no precisa m?s de masas de operarios, sino de cada vez menos empleados flexibles y capaci tados. Como consecuencia d?a a d?a miles de personas pasan a engrosar las filas de lo que Vivian Forrester (1996, 2000) denomin? "los marginados del sistema", aquellos que ni siquiera en el mejor de los casos pueden aspirar a ser explotados.
La escuela p?blica en nuestras sociedades marginadas se ha convertido en una instituci?n anacr?nica que funciona como deposito de chicos sin futu ro (no existe intenci?n de modificarlas, como ocurre en pa?ses desarro
llados). Son escuelas que intentan transmitir un falso optimismo sobre el
futuro, escuelas que atraen no por lo que ense?an sino por el plato de comi da que ofrecen. Escuelas que sirven para que el gobierno de turno pueda seguir diciendo de manera hip?crita, que se preocupa por la educaci?n de su
pueblo.
Arqueolog?a de los desaparecidos
En mayo del 2003 comenc? a participar, junto a la Lic. Marcia Bianchi Vilelli, del proyecto de excavaci?n de un Centro clandestino de Detenci?n de la ?ltima dictadura militar argentina, ubicado en la ciudad de Buenos Aires, y conocido como "Club Atl?tico". El proyecto se encuentra dirigido por una
"Comisi?n de trabajo y consenso", compuesta por sobrevivientes, familiares de desaparecidos, integrantes de organismos de derechos humanos y el
gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Como arque?logos nuestra partici paci?n tiene como objetivo dos ejes principales:
1. Utilizar a la arqueolog?a como una herramienta para la construcci?n de
memoria material.
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Consideramos que en la sociedad capitalita material", tiene un lugar fundamental dentro del sistema ideol?gico y simb?lico. Es por eso que una memoria que pueda ser tocada, mirada, sentida y experimentada, tendr? un efecto m?s duradero en las personas (Figura 5).
Figura 5. Dibujo de un detenido desaparecido efectuado en una de las paredes del lugar a
manera de homenaje a las victimas del "Club Atl?tico", a la derecha vista general
del sector excavado.
2. El proyecto contempla tambi?n un estudio de la organizaci?n del espacio y la arquitectura del centro clandestino de detenci?n, que hemos denomi nado un "no lugar". Para eso nos hacemos preguntas tales como, se trat? de un espacio planificado, qu? modelos fueron utilizados como referencia, c?mo su organizaci?n afectaba a las personas y qu? mecanismos desa rrollaron para resistirlo?
En este caso consideramos que la arqueolog?a contribuye a generar un
proyecto que, combinando aspectos acad?micos, pol?ticos e ideol?gicos, refuerza la memoria y llama la atenci?n sobre un pasado negado, permitien do de esa manera mantener vivo en la sociedad reclamos de justicia, tanto
para los que lograron sobrevivir al horror como los "desaparecidos".
Conclusiones
La arquitectura es una forma particular de construir, organizar, clasificar, ordenar y jerarquizar el espacio cultural, al materializar en estructuras f?sicas relaciones sociales que existen en el interior de la sociedad (ya sea de domi naci?n como de resistencia). Por lo tanto si asumimos que la arquitectura puede ser entendida como una tecnolog?a del poder, podemos interpretar que el sistema, consciente de los beneficios del control del paisaje humano, termina generando una organizaci?n particular del espacio. Casas, escuelas
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y prisiones (incluyendo en este ?ltimo grupo a los Centros Clandestinos de Detenci?n), son dispositivos del poder para modelar individuos disciplinados y funcionales al sistema de poder. En otras palabras cumplen un rol funda mental como elementos domesticadores-disciplinadores, cuyos efectos ideo
l?gicos, una vez internalizados, estar?n siempre presentes a lo largo de la vida de cada persona. Resta preguntarnos, al observar los edificios y las estructuras en las cuales desarrollamos nuestra vida cotidiana, qu? clase de personas producir? este tipo de arquitectura?
Palabras finales
La arqueolog?a de la arquitectura puede ser considerada un producto de nuevos desarrollos te?ricos orientados a expandir los limites fijados des de la arqueolog?a tradicional, ofreciendo as? miradas alternativas sobre el mundo social y las personas. El breve panorama desarrollado en este art?culo busca dejar claro que los l?mites de este campo aun est?n lejos de
agotarse.
Agradecimientos
Quiero agradecer a la Dra. Maria Cristina Mineiro Scatamacchia por su gentil invitaci?n a participar en este volumen. Tambi?n por los comentarios recibi
dos, al Dr. Pedro Paulo Funari y a la Dra. Mar?a Ximena Senatore. Por ultimo mi reconocimiento a la Dr. Amalia Sanguinetti de B?rmida por su continuo
apoyo e inter?s por la investigaci?n
Bibliograf?a
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