ARGENTINA

La Argentina, como dice su voseante población, setiene la sensación de conocerla antes de descubrir-la. De nombre español y de apellido italiano, elargentino que recorre mundo no baila tango, locanta. Sus palabras desprenden amor y amargura,esperanza y pesimismo, alegría y pena, hacia su tie-rra en el mismo discurso. El “gallego” (como sedenomina allá a todos los españoles) ríe y desconfíaal escuchar “podés” o “mirá” y es que sabe de lamagia de la prosa acentuada de la gente del país dela plata.

Los nietos de los abuelos que emi-graron del Viejo Continente hoy sesienten europeos en una tierraamericana. La estampa de un por-teño tomando una infusión demate refleja esa complejidad cultu-ral en la que se mueve el argentino.Sin embargo, sus límites geográfi-cos son claros. Al Norte con Boliviay Paraguay, al Noreste con Brasil, alEste con Uruguay y el OcéanoAtlántico y al Sur y al Oeste conChile. Entre tantos países, entretanta agua y entre tanta montaña,es fácil imaginarse recorrer LaPampa, llegar a Tierra de Fuego,trepar el Aconcagua, contemplar

las Cataratas de Iguazú, el glaciar Perito Moreno,ver pingüinos y ballenas y circular por la Ruta 40,una lengua de asfalto de kilómetros y kilómetrosentre llanuras infinitas donde dicen que se oye elsilencio.

Como si volaran a bordo de un avión de la compa-ñía Aerolíneas Argentinas los tópicos salvan el Océ-ano Atlántico y presentan una fotografía del país enla que se aprecia a una familia sin cabeza en unaplaza con una fuente. De la bodega sale la idea quese tiene de que Argentina es Buenos Aires y Buenos

Galo Martín AparicioLicenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid

Ballenas, Puerto Madryn, Chubut

Capital: Buenos Aires. Idioma: Español. Población: 40.117.096 habitantes. Superficie: 2.780.400 km². Densidad: 14,43 hab/km². Forma de estado: Republica Federal Democrática.

Producto Interior Bruto per cápita: USD 10 640. Moneda oficial: Peso argentino.

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Bariloche, Rio Negro

Aires es Argentina. La capital aglutina todo lo queestá relacionado con la tierra albiceleste, robandoprotagonismo a un vasto país (tiene una extensiónde 2.780.400 km²), escasamente poblado (40millones de habitantes). BA es la capital del país, ensu superficie no se localizan los 40 millones de habi-tantes, entonces ¿dónde habitan? Basta con desli-zar un dedo sobre un mapa desde la capital hastaUshuaia para darse cuenta de que entre medias haymiles de kilómetros de lugares anónimos. Quizásean las cabezas de esa familia de la fotografía.

El tópico reduce, pero esboza una realidad que elcurioso quiere desenmascarar. Para eso hay quesumergirse y ver lo que el agua oculta de este ice-berg llamado La Argentina. El forastero pareceajeno a lo que debe sentir un hincha, por ejemplo,de Vélez, cuando se afirma “Argentino ¿de Boca ode River?”, como si no existieran más equipos defútbol en la liga que vio meter sus primeros goles alastro y genio local, Diego Armando Maradona, “ElPelusa”. Este personaje amado y odiado más allá dela desembocadura del río de La Plata, une al paísque no escatima en elogios y en convertirlo en un

Pingüinos

Glaciar Perito Moreno

Polo. Buenos Aires

Cataratas del Iguazú El yaguaretéCóndor andino

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Lago Nahuel Huapi, en las provincias de Neuquén y Río NegroTalampaya, La Rioja

El río Paraná visto desde la ciudad homónima, en la Provincia de Entre Ríos

dios dentro y fuera de la cancha. No se sabe quiénestá en deuda con quién, si Argentina con el fútbol,el fútbol con Argentina, o si lo están los dos conMaradona.

El deporte es una carta de presentación del carácterargentino. Competitivos al máximo, leales, grandescompañeros, no se rinden y no dan nunca un balónpor perdido (ya sea en fútbol, rugby, polo y/o balon-cesto). Si se extrapola ese carácter a otros ámbitosde la vida extraña que el país viva inmerso en unciclo de crisis con pequeños oasis de bonanza. EnEspaña la imagen de futbolistas argentinos invitan-do a sus compañeros de equipo a degustar unasado ha hecho salivar a más de uno. La pena, pen-sarán algunos, es que no se puede disfrutar de suolor y sabor… y es que la gastronomía gaucha secocina y paladea en cualquier rincón del planeta.Las pizzas de Buenos Aires son famosas en elmundo entero por ser las mejores, incluso que lasque se preparan en Nápoles, pero ¿a qué saben?Desconocidos por muchos, pero poco a poco, elvino de allá empieza a conquistar los paladares de

los más exigentes. Ahora se oye hablar de los viñe-dos de lugares como Mendoza, sumando una piezamás al puzle de La Argentina esquiva de los tópicos.Sin embargo, lo que más se oye hablar es a unargentino, que con ese acento, parece que siempredicen algo que se debe escuchar. Más que el voseo,es la manera de pronunciar, de alargar algunasletras y ciertas palabras, lo que llama la atención,seduce, cautiva y, a veces, exaspera. Para el que noha pisado nunca la Avenida Corrientes resulta cómi-co y cansado a la vez, imaginarse un lugar dóndetodo el mundo dice “pelotudo”, “boludo” y “bár-baro” y es que la gracia, quizá, radica en que sólolo digan unos pocos, fuera de su contexto natural.Su desmesura en el habla se percibe en pequeñosdetalles. Cuando alguien les pide un favor no res-ponden con un simple “sí”, sino que dicen “cómono”. Un “genio” es Messi y un “bestia” en un inte-lectual. Esto es sólo una descripción de la manerade expresarse de un argentino, hay que escuchar-les, basta con oírles, para entenderlo. Es una señade identidad, patrimonio cultural que viaja con ellos

allá donde vayan. Nómadas por natu-raleza, es común toparse con uno deellos, ya sea que esté de vacaciones o“laburando” como guía de viajes enla ciudad de Oslo.

La fama y el número de profesionalesque se dedican al psicoanálisis, a lapsicología y a la medicina es posibleque encuentre su razón de ser en lascontradicciones y complejidades quevisten a la sociedad argentina. Son¿americanos, europeos, italianos quehablan español? La mundialmenteconocida serie norteamericana de TheSimpsons hace un guiño en este sen-tido y presenta a los espectadores aun médico con un exagerado acentoporteño que responde al nombre deNick Riviera.

El argentino errante no pierde laoportunidad de hablar de su país paracriticarlo y amarlo. Pueden haber

La flor nacional de Argentina(Ceibo)

pasado años desde que se marcho deLa Argentina, pero la desmesura y elacento lo conserva como si nuncahubiera dejado atrás la tierra que bailapensamientos tristes.

¿Sabés qué? Yo soy argentino y miequipo es Independiente.

Bibliografía (Internet [9-11-2012])

Argentina Travel

Instituto Nacional de Promoción Turística (INPROTUR)

http://es.wikipedia.org

Créditos de las fotos:

INPROTUR Argentina Travel

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Skyline del Centro Económico de Buenos Aires

Valle de la Luna o Ischigualasto, en San Juan. DeclaradoPatrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el 2000

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Jugador de la selecciónargentina de futbol