Aramu Muru. La Puerta Magica de Aramu Muru R-006 Nº083 - Mas Alla de La Ciencia - Vicufo2
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Grocios o un sueño, un guío de montoño peruono llomoilo José - luis Delgodo holló recieniemente, en un enclove llomodo Hoyu Morco, lo legendorio y gigonlesco Puerto de Arqmu Muiu, nombre con el oue los socerdotes lo boutiztron cuondo, según cuento lo leyendo, urJg de sus compoñeros, osí llomodo, desoooreció misteriosomente po. Lllo. EI tronscurso de los oños y los reformos que supuso lo Conouisto esooñolo hicieron qr" t" ofr¡doto el lugor, - ohoro redescubierto. L descubrimiento en Perú de una gran puerta de piedra labrada en una roca de montaña, de una sola piezay de forma rectangular, que consta además de un pequeño pórtico en su parte baja, no llama la atención sólo por todo lo que rodea el hallazgo -su histo- ria, las condiciones en que fue descu- bierta, su funcionalidad, etc.-, sino tam- bién por la personalidad del hombre que diera -y no de forma casual- con ella. Nos referimos a José Luis Delgado Mamani, un guía de montaña bastante reservado, natural de Puno, que no gusta demasiado del idioma español y habla preferiblemente en lengua aymara, ínti- mamente relacionado además con los yatiris o chamanes que aún hoy viven en los alrededores del lago Titicaca; de he- cho, él mismo confiesa estar emparenta- do con uno de ellos y asegura que el descubrimiento de la Puerta de Aramu Muru se debe, en realidad, a las interpre- taciones que de los sueños que él tuvo un día hicieron estos curanderos. Durante varias noches -explicaría- ha- bía tenido el mismo sueño. En él se veía andando sobre un camino de piedras ro- sadas, rodeado por esculturas de piedra del mismo color que recreaban la figura de animales o seres humanos, cuando, de repente, al final del sendero, veía sur- gir una gran puerla labrada en una mon- taña de pequeñas dimensiones. Después se despedaba y olvidaba por completo su sueño. Pero un día su sueño empezó a cobrar forma. Una mañana se hallaba caminan- do en torno al lago Titicaca, en un lugar denominado Hayu Marca -que en lengua aymara quiere decir Ciudad de los Espíri- fus-, cuando vio unas extrañas formacio- nes de piedra arcillosa que semejaban animales y hombres. Este sitio es visita- do -aunque muy de vez en cuando- por la gente de la región, que incluso las ha puesto nombres atendiendo a su forma o apariencia. Fue entonces, al ver las pé- treas figuras, cuando José Luis recordó el sueño que había tenido repetidas ve- ces y asoció Hayu Marca con el camino rocoso y con la puerta que aparecía al fi- nal del sueño. lnquieto, y en su búsqueda por encon- trar una explicación a tan sorprendente viaje onírico, José Luis acudió a un cha- mán con el fin de que éste pudiera pro- porcionarle alguna respuesta. El chamán le confirmó entonces la existencia de una leyenda sobre una misteriosa puerta, ex- plicándole que desde hacía más de dos siglos no había vuelto a ser vista. Así mismo, le explicó que la puerta estaba "conectada" con un disco solar, aunque no añadió qué quería decir con eso. José Luis, en cualquier caso, confiaba ciegamente en las palabras del chamán, así que empezó a buscar la puerta de sus sueños sobre el terreno, al tiempo que investigaba en los libros de historia. Y en ellos descubrió que, ya en la época de la Conquista, existió una leyenda que hablaba de una gran puefta labrada en la roca -llamada por aquel entonces la Puerta de Aramu Muru- a la que se atri- buían poderes mágicos. José Luis averiguó también que Ara- mu Muru era el nombre de un sacerdote del imperio inca perteneciente a un mo- nasterio conocido con el nombre de las "Siete rayas", centro que albergaba una escuela donde se realizaban cultos al Sol y ritos iniciáticos reservados a la élite sa- cerdotal andina. Pues bien, según la le- yenda Aramu salió un día en dirección a a donde se proponía llevar un gran disco solar de oro, desapareciendo misteriosamente en el camino; y, como homenaje, los antiguos pobladores del lago Titicaca pusieron su nombre a una gigantesca puefta de piedra, cuya ubica- ción geográfica fue olvidada con el trans- curso de los años. LA ENIGMÁTIil DTSAPARIOÓN DT ARAMU IYIURU Pero ¿por qué y cómo desapareció Aramu Muru? José Luis, tras sus investi-
Transcript of Aramu Muru. La Puerta Magica de Aramu Muru R-006 Nº083 - Mas Alla de La Ciencia - Vicufo2
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Grocios
o
un sueño,
un
guío
de
montoño peruono
llomoilo
José
-
luis Delgodo
holló
recieniemente,
en un
enclove
llomodo
Hoyu
Morco,
lo
legendorio
y
gigonlesco
Puerto
de
Arqmu
Muiu,
nombre
con el
oue
los
socerdotes
lo
boutiztron
cuondo,
según
cuento
lo leyendo, urJg
de sus
compoñeros,
osí
llomodo,
desoooreció
misteriosomente
po.
Lllo. EI
tronscurso
de
los
oños
y
los
reformos
que
supuso
lo Conouisto esooñolo
hicieron
qr"
t" ofr¡doto
el
lugor,
-
ohoro redescubierto.
L descubrimiento
en
Perú
de
una
gran puerta
de
piedra
labrada
en
una roca de montaña, de
una sola
piezay
de
forma
rectangular,
que
consta
además de un
pequeño pórtico
en
su
parte
baja,
no llama la atención sólo
por
todo lo
que
rodea
el hallazgo
-su
histo-
ria, las condiciones en
que
fue
descu-
bierta,
su funcionalidad,
etc.-, sino
tam-
bién
por
la
personalidad
del
hombre
que
diera
-y
no de forma casual- con
ella.
Nos referimos
a José
Luis Delgado
Mamani, un
guía
de
montaña bastante
reservado,
natural
de
Puno,
que
no
gusta
demasiado
del
idioma español
y
habla
preferiblemente
en
lengua aymara,
ínti-
mamente
relacionado además con
los
yatiris
o
chamanes
que
aún
hoy viven
en
los alrededores
del
lago Titicaca;
de
he-
cho, él mismo confiesa
estar emparenta-
do
con
uno de
ellos
y
asegura
que
el
descubrimiento
de
la Puerta de Aramu
Muru se debe,
en realidad, a
las interpre-
taciones
que
de
los
sueños
que
él
tuvo
un
día hicieron
estos curanderos.
Durante
varias
noches
-explicaría-
ha-
bía
tenido
el
mismo
sueño.
En él se veía
andando
sobre
un
camino de
piedras
ro-
sadas,
rodeado
por
esculturas de
piedra
del
mismo
color
que
recreaban la figura
de animales
o seres humanos,
cuando,
de
repente,
al final del sendero, veía sur-
gir
una
gran
puerla
labrada en una mon-
taña
de
pequeñas dimensiones. Después
se despedaba
y
olvidaba
por
completo
su sueño.
Pero un
día
su sueño empezó
a cobrar
forma. Una
mañana
se
hallaba
caminan-
do en
torno al lago
Titicaca, en un
lugar
denominado
Hayu Marca
-que
en lengua
aymara
quiere
decir
Ciudad de
los
Espíri-
fus-,
cuando
vio
unas extrañas
formacio-
nes
de
piedra
arcillosa
que
semejaban
animales
y
hombres.
Este
sitio es
visita-
do
-aunque
muy de
vez
en cuando-
por
la
gente
de
la región,
que
incluso
las
ha
puesto
nombres atendiendo a su
forma
o
apariencia.
Fue entonces, al
ver las
pé-
treas figuras, cuando
José
Luis recordó
el sueño
que
había
tenido
repetidas
ve-
ces
y
asoció Hayu Marca con el camino
rocoso
y
con
la
puerta que
aparecía al
fi-
nal
del sueño.
lnquieto,
y
en su búsqueda
por
encon-
trar
una
explicación
a
tan
sorprendente
viaje onírico,
José
Luis
acudió a un
cha-
mán
con
el
fin de
que
éste
pudiera
pro-
porcionarle
alguna
respuesta.
El chamán
le
confirmó entonces
la
existencia
de
una
leyenda
sobre
una misteriosa
puerta,
ex-
plicándole
que
desde
hacía más de dos
siglos no
había vuelto
a
ser vista. Así
mismo,
le
explicó
que
la
puerta
estaba
"conectada" con un disco
solar, aunque
no
añadió
qué quería
decir
con
eso.
José
Luis, en
cualquier
caso, confiaba
ciegamente en
las
palabras
del
chamán,
así
que
empezó
a
buscar
la
puerta
de
sus sueños
sobre el
terreno, al tiempo
que
investigaba
en los
libros
de
historia.
Y en ellos descubrió
que, ya
en
la
época
de
la
Conquista,
existió una
leyenda
que
hablaba
de
una gran
puefta
labrada en
la
roca
-llamada
por
aquel entonces
la
Puerta de Aramu
Muru- a
la
que
se atri-
buían
poderes
mágicos.
José
Luis averiguó
también
que
Ara-
mu
Muru
era
el nombre de un sacerdote
del
imperio inca
perteneciente
a
un mo-
nasterio conocido
con el
nombre
de
las
"Siete
rayas", centro
que
albergaba
una
escuela
donde
se
realizaban
cultos
al
Sol
y
ritos
iniciáticos
reservados a
la
élite
sa-
cerdotal andina.
Pues bien, según
la le-
yenda
Aramu salió un
día en dirección
a
Cuzco,
a
donde
se
proponía llevar
un
gran
disco
solar de oro,
desapareciendo
misteriosamente en el
camino;
y,
como
homenaje, los antiguos
pobladores
del
lago Titicaca
pusieron
su
nombre
a
una
gigantesca puefta
de
piedra,
cuya
ubica-
ción
geográfica
fue olvidada con
el
trans-
curso
de los años.
LA
ENIGMÁTIil
DTSAPARIOÓN
DT
ARAMU
IYIURU
Pero
¿por
qué
y
cómo desapareció
Aramu
Muru?
José
Luis,
tras sus
investi-
7/23/2019 Aramu Muru. La Puerta Magica de Aramu Muru R-006 Nº083 - Mas Alla de La Ciencia - Vicufo2
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WWWW
gaciones,
cree
que
el
viaje del sacerdote
inca debió
coincidir
con
la
toma de
Cuz-
co
por
las
tropas
españolas
y
éste
debió
esconderse
en
las
montañas ante
el
peli-
gro
de
que
le robaran
el disco,
dirigién-
dose a
la
puerta.
Y, siempre
según
la
le-
yenda,
el sacerdote
inca conocía
un
método
o técnica
secreta
que
le
permitía
pasar,
situándose
debajo de
ella, a otra
dimensión;
y
aunque
no se sabe,
por
su-
puesto,
qué
hay
de cierto
en
la historia,
el
hecho es
que
el
sacerdote
desapare-
ció
para
siempre
y
su
nombre
quedó
asociado
a
la Puerta.
De unos
siete
metros
de
alto
por
siete
de
largo,
la Puerta
de
Aramu
Muru es
una maravilla arquitectónica
que se
en-
cuentra
a
sólo
un
par
de
kilómetros de la
Ciudad
de
los Espírifus
-a
unos
35
kiló-
metros
de
la
ciudad
de
Puno-. Cuando
llegamos
a ella, José
Luis Delgado
resal-
taría las semejanzas
que
hay
entre
ella
y
la Puerta
del
So/ de
Tiahuanaco,
también
situada a
orillas del
Titicaca,
por
lo
que
a
su
juicio
no cabe
duda de
que
fue
cons-
truida
por
los
mismos
hombres.
De
he-
cho,
nos diría,
existe
una relación
directa
entre
este monumento
y
otros cinco
res-
tos arqueológicos
de
la
misma
época,
equidistantes, que
se
hallan
distribuidos
en
torno
al
lago.
¿Cuál?
Pues
que
for-
man una
especie
de
asterisco
perfecto
*
si
se
unen con
líneas
rectas
los
tres
lugares
superiores
con
los tres
inferio-
res. De
hecho,
si
Delgado
localizó
la
Puerta fue
por
eso.
El había
llegado a
la
conclusión,
viendo
los
mapas, de
que
esa
figura
aparecía
si además
de
los
cinco
restos arqueológicos,
hubiera
un
sexto
cerca
de
la
Ciudad
de
los Espíri-
fus.
Y hacia
allí
dirigió
sus
pasos.
Al
lle-
gar,
preguntó
a
los habitantes
del
lugar
y
éstos
le
dijeron
que,
efectivamente,
hacía
muchos siglos que
la
gente no
iba
por
esa
zona
ya
que
existía una
Puefta
uio
el
dintel
de
lu
puertu
ulgunos
ven
fuego, olro§
es¡urhon
sonidos
e,
inrluso,
rlns
m{rsltn
sPügrd
ei
Y
otfos,
sin
iizón
lógico,
Yen colores
-diversos
túneles
denüro
de
rnonÜüñil.
del
Diablo. Delgado descubriría
enton-
ces
que
durante
la
época
de
la
Con-
quista
se
había
procedido
a
la destruc-
ción de
todo monumento
"pagano"
Y
que
la
Puefta de Aramu
Muru
había
Pa-
sado
desde entonces
a llamarse
Puerta
del
Diablo. El misterio
de
por
qué
hasta
el
día de hoy nadie
había
querido
hablar
de ella
y
se desconocía
su existencia,
quedaba
asíresuelto.
TXTRANAS
EXPERIEil(¡AS
BAJO
TT
DINITT
En
cuanto a
la Puerta,
lo más
sorpren-
dente
del caso es
que
son diversos
los
visitantes
que
aseguran
que
suceden
co-
sas
extrañas
cuando
uno
se
pone
bajo
el
dintel
de roca.
Hecha
a
la medida
delta-
maño de un
hombre andino,
es
decir,
de
baja
estatura,
si
uno
se sitúa
debajo
pue-
de
observar cómo,
a
la
altura
aproxima-
da del
plexo
solar,
hay un
círculo
labrado
en
la
roca. Pues bien:
al
tocar
con
ambas
manos
los lados
interiores
del
marco
de
piedra
se
perciben
extrañas
sensaciones,
tanto
acústicas
como
visuales.
"Yo me
preguntaba
-me
diría
José
Luis-
qué
finalidad
podía
tener
una
puer-
ta
que
no da a
ninguna
parte.
Porque,
como
ve,
lo
que
hay detrás
es
pura
roca.
Luego
¿tiene
algún
sentido?
Yo
pienso
que
sí,
porque creo
que
la
puefta
es
srm-
bólica.
Aunque
a
mi
iuicio
lo importante
es,
y
sé
que
la
gente
se
puede
reír,
que
es
capaz
de
conectarnos
con otras
di-
mensiones
y
que,
dependiendo
de
cada
persona,
se
perciben
las
más variadas
sensaciones
corporales.
Algunos
han vis-
to fuego
estando
debaio
de
la
puerta,
otros
han escuchado
sonldos
e, incluso,
una
música
apagada;
y
otros,
sin
razón
lógica aparente,
ven colores
diversos
y
túneles
dentro
de la
montaña.
Verdadera-
mente,
la
puerta
tiene
algo,
porque
esa
gente que
dice
ver
o
escuchar cosas
es
gente
humilde
que
en
la vida
se
/es
ha
ocurrido
hablar
de fantasías."
En cualquier
caso,
Ia
historia
de
la
puerta
no
queda
ahí. Porque
dice
la le-
yenda
que
el disco
de oro
que
custodia-
ba Aramu
Muru
estaba
compuesto
de
un
oro
transmutado
y que
fue creado
con la
mente
de
los dioses
con
la finalidad de
curar a
los enfermos
e
iniciar a
los cha-
manes-sacerdotes.
Muchos de
los indí-
genas
de
lazonacreían,
de
hecho,
que
el
sacerdote
inca se
había refugiado
allí
y
por
eso visitaban
el
lugar,
con
la
inten-
ción
de
pedir
más
poder
y
curar
las en-
fermedades
traídas
por
los invasores
blancos.
La cosmovisión
andina
se
refle-
ja
así
en
la exigencia
indígena de
que
el
disco
solar
permanezca
siempre
en
el la-
go
Titicaca,
lugar donde
-según
la leyen-
da-
debe
necesariamente
estar. Cabe
re-
cordar
que
el
lago
regula la
temperatura
ambiente
y
que
sin él
no hubiera
sido
po-
sible,
probablemente,
el
asiento
de
una
civilización
en
la zona.
¿Qué
hay de
verdad, en
suma, en
toda
esta
leyenda?
¿Es
la Puerta de
Aramu
Muru
una
puerta
interdimensional? La in-
cógnita
queda
abierta.
i:;
En
la
páqina
anterior,
alaizda.,
Jose
Luis Delgado
Mamani;
a su
dcha.-,
la
Puerta.deAramu.Muru.
Bajo estas
líneas,
á
irliOá],
uniiráa
á
ÍaCruOaO
de
los
Espíritus";
a
su dcha.,
álgunos
indígenas
habitantes
de
la zona.
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aleguen;
en
real¡dad,
qu¡e-
nes
a§í
actúan
no
buscan
razones
para
hacer lo
que
ha-
cen: buscan
excusas.
Y
si el
uso de
esa
fueea incluye
la
violencia;siésta, además
es indiscriminada;
s¡,
para
mayor cobardía,
se e¡ecuta
por
Ia
espalda
y
a
tra¡c¡ón; s¡ se
eierce
lo mismo en
hom-
bres
que
en niños,
mujeres
y
anc¡anos,
entonces
puede
conclu¡rse
que
su§ autores
son,
sencillamente,
personas
mentalmente enfer-
mas. Nada
justitica
una
muerte.
Ni la nación,
ni
la
bandera,
n¡
la
rel¡-
gión,
niel ideallsmo, n¡
la
obediencia
debida,
niel
honor. Nada.
Reite-
remos además
que
la muerte
de un
hombre
por
defender una
idea
no
dice nada en cuanto al
valor
de la
idea.
Los
nacional¡smos
pertene-
cen
a Io
más
ranc¡o
de
la
cultura;
las patr¡as
y
las
banderas sólo exis-
ten en
las mentes
de
quienes
ven
fronteras
inex¡stentes
en un
mundo
único de seres
humanos,
de
quienes pract¡can
el
racismo
porque
ne-
ces¡tan
ocultar en
la idea
de
pertenenc¡a
a
una
supuesta
raza
supe-
r¡or su
individual
y
personal
compleio
de
inferioridad.
Las
lenguas,
antaño diversas
y
necesarias
para
comprenderse,
ayudaron
a
esta-
blecer
las
divisiones
entre
qu¡enes
s¡empre
potenciaron
entre
los
hombres lo
que
les separaba,
por
egoísmo
e
interés
propio y general-
mente bastardo,
en
vez de
fomentar
lo
que
les unía.
Hubo
qulen
soñó
con
uR
idioma
común
para
que
toda la
humanidad
pud¡era
entender-
se sin
problemas y
creó
el esperanto;
otros,
atrincherado§
en atav¡s-
mos ¡nvoluc¡on¡stas, decidieron
potenciar
al
máximo
los dialectos
que
hablaban
para
conservar
§us
pr¡vileg¡os,
dar
expres¡ón
de st¡
'oseña
diferenciadora" y
mantener a
Ia
aborregada
tr¡bu
un¡da" No
irn-
porta.
La
evolución del
hombre
es
imparable
y,
por
desarrollo
natural,
un día
no
lejano
se
cornunicará
telepáticamente.
Y
uno
de
los
ele-
mentos más desintegradores
del
planeta,
las lenguas, desaparecerá
para
siempre. Como
desaparecerán
los ejércitos
el
día
en
que
la
¡n-
sumis¡ón
se
generalice
en
todo
el
mundo, acabando
con
el
mayor
negoc¡o cr¡m¡nal
de
14 historia,
controlado
hoy
fundamentalmente
por
los
gob¡ernos;
m¡entras,
a
quienes
se
n¡egan
a
que
les
enseñen
a
matar
les
seguirán
met¡endo
en
la
cárcel
ante
la indiferencia
o
el si-
lencio
cómplice
de
Ia mayoría.
Es
igual.
Dentro
de
escrisas
décadas
serán
más
quienes
estén
dispuestos
a
§er
encarcelados
que
qu¡enes
se sornetan
voluntar¡amente
a
las actuales
dictadura§
r¡democrát-
cas".
Las ideologías
clásicas
han
muerto aunque
quienes
v¡ven de
ellas
no se
hayail enterado.
Los
partidos
polít¡co§
y
los
sindicatos,
símbolos de
la
lucha de
"clases",
empiezan
a
no representar
a la
ma-
yoría
de
la
sociedad.
Una auténtica
revolución
ética
se
ha
puesto
en
marcha. Y
quienes
pract¡can
Ia violencia,
qu¡ene§
se hallan
inmersos
en
la s¡nrazón de laluerza,
desaparecerán
para
s¡empre
en
un
futuro
próx¡mo
delatazde
la Tierra.
Y los mansos
poseerán
la
Tierra'
Así
sea.
BirfrdhStrÉt.
7/23/2019 Aramu Muru. La Puerta Magica de Aramu Muru R-006 Nº083 - Mas Alla de La Ciencia - Vicufo2
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