]APORTES A LA SEGURIDAD Y SOBERANIA ALIMENTARIA DE LA UNIVERSIDAD DEL QUINDIO COLOMBIA
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APORTES A LA SEGURIDAD Y SOBERANIA ALIMENTARIA DE LA
UNIVERSIDAD DEL QUINDIO COLOMBIA.
Alba Leonilde Suárez Arias
Profesora titular del Programa Trabajo Social
Universidad del Quindío.
Mg Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente
RESUMEN
Este articulo tiene por objeto, presentar a la universidad del Quindío
(Colombia) con una de las líderes de la propuesta de pensar un desarrollo
alternativo a través de su programa académico de Trabajo Social siguiendo los
lineamientos y prácticas de la agroecología donde se reconocen como ejes
discursivos la soberanía y seguridad alimentaria, dinamizados por el hacer y la
organización comunitaria.
Palabras claves: Universidad, Trabajo social, seguridad y soberanía alimentaria;
Desarrollo sustentable, minga de pensamiento.
Abstract
The present article aims at introducing Universidad of the Quindío as one of the
institutions in the leadership of the proposal to think on an alternate
development, which is carried out through its academic program Social Work.
This program follows the agroecology guidelines and practices wherein
sovereign and food security are recognized as study axes, dynamited by the
community organizations and their performance.
Key words: Environmental community practices, Social work, sovereign and
food security, sustainable development, collectives of thought
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INTRODUCCION
Pensar el desarrollo sustentable desde la mirada de la soberanía y la
seguridad alimentaria, significa afirmar con ALTIERI, M (1999), que estos
principios agroecológicos tienen que ser entendidos como disciplina científica y
que contrario a los modelos y propuestas convencionales, no van
acompañados de recetas y fórmulas para alcanzar el desarrollo. Se
fundamentan en una serie de premisas universales puestas en práctica de
acuerdo con las especificidades de cada región, grupo, etnia y cultura.
Ahora bien, la estrategia didáctica de seguridad y soberanía alimentaria en
Trabajo Social y Comunitario de la Universidad del Quindío, va más allá del
concepto tradicional de “producir”, aquí se articula una propuesta más amplia:
construir comunidades-sujetos desde la visión del desarrollo endógeno humano
sustentable donde las familias del área rural y urbana promueven y desarrollan
sus propios proyectos productivos agroecológicos.
Estos principios, por supuesto, no se asumen como paquetes tecnológicos o
como simples recetas, se apoyan en postulados generales que subrayan la
importancia de aspectos como:
- La revaloración de la sabiduría local: saberes acumulados
históricamente y que se transmiten de generación en generación a
partir de prácticas pedagógicas basadas en el ejemplo, la
observación, la experimentación empírica, el contacto con la
comunidad y la cultura oral.
- La utilización racional de los recursos locales: apropiación social de
la naturaleza y todo el patrimonio natural que ella aporta para que
las comunidades dispongan de un mejor bienestar.
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- Una conciencia ética: fundamentada en la solidaridad y
responsabilidad con las presentes y futuras generaciones,
materializada en nuevas actitudes, aptitudes y comportamientos
sociales y ecológicos.
Esta estrategia didáctica busca incidir en una nueva cultura de la producción y
transformación basada en prácticas como las siguientes:
1. La producción biodiversa, estableciendo asociaciones alelopáticas que
permitan alcanzar el equilibrio ecosistémico. En la medida en que este
equilibrio se logre, se romperán los lazos de dependencia de paquetes
tecnológicos impuestos desde afuera, pues cada día serán menores los
subsidios energéticos externos necesarios para producir concretados en
fertilizantes, fungicidas y plaguicidas.
2. El reuso y transformación de la materia como fundamento de una
propuesta que debe ser económicamente viable, ambientalmente
sana, socialmente equitativa y justa y, políticamente colectiva y
participativa.
3. La rotación de cultivos manejados de manera integral, con prácticas
de labranza mínima, conservación de fuentes de agua, de suelos y de
la diversidad biológica y cultural.
4. La producción de abonos orgánicos, controladores de hongos y
enfermedades con base en el reuso.
5. Trabajo familiar, seguridad alimentaria y soberanía, basada en el
rescate, recuperación y producción de semillas tradicionales.
6. Organización de mercados alternativos, donde dialoguen
fraternalmente sectores de la sociedad urbana con el campesino, con
miras a construir una relación justa y equitativa.
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La estrategia didáctica de soberanía y seguridad alimentaria visibiliza el
concepto de autonomía y autogestión, garantiza la soberanía de los pueblos y
reivindica la democracia local allí donde las comunidades deciden ordenar su
territorio a nivel de finca, vereda, corregimiento y municipio. Esta estrategia
construye su propuesta de vida desde la familia, la comunidad veredal, el
corregimiento, la microcuenca, la comunidad de la microrregión y la comunidad
del municipio o departamento.
La propuesta es entonces, una “respuesta” a la explotación irracional del
patrimonio natural, a la destrucción de manera progresiva de los recursos
forestales, al desprecio hacia los saberes ancestrales, a la proliferación de la
agricultura extensiva y al monocultivo tratado con agrotóxicos que alteran,
contaminan y destruyen la biodiversidad lo mismo que crean en el productor,
dependencia absoluta de los productos de “síntesis química”.
La estrategia didáctica de soberanía y seguridad alimentaria que aquí se
describe, es una alternativa que tiene entre sus propósitos alcanzar una
producción sustentable para mitigar problemas como el cambio climático, la
pérdida de la biodiversidad, la contaminación del agua y la escasez de
alimentos. En consecuencia, puede decirse que otorga relevancia a la
conservación, protección y recuperación de la biodiversidad y desarrolla
estrategias de mínimo impacto ambiental; es pues, la mejor manera de
entender y proteger el equilibrio natural de los ecosistemas y el patrimonio
medioambiental.
Es nuestro propósito desde los ámbitos universitarios, propiciar espacios de
crítica y reflexión constante sobre la concepción de progreso y desarrollo, lo
mismo que sobre el derecho a disfrutar de un ambiente sano, libre de
contaminación en los bosques, el aire y el agua. Creemos que esto puede
lograrse cuando hombres y mujeres establezcan una relación de convivencia,
de respeto, diálogo, solidaridad y fraternidad con la naturaleza y cuando se
modifiquen sus hábitos de producción y las formas de explotación de los
recursos naturales.
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Así mismo, es propósito de la universidad acompañar la construcción de
comunidades autónomas y autodependientes, articuladas a través de
mecanismos de mercado, propuestas culturales y valorativas desarrolladas en
sectores urbanos que se identifican con esta estrategia didáctica, como por
ejemplo, algunos Proyectos Ambientales Escolares (PRAES) de las
comunidades educativas de la ciudad de Armenia, departamento del Quindío y
cuyo eje articulador didáctico, es la temática de soberanía y seguridad
alimentaria.
Los PRAES consolidan un proceso de formación en intervención –
investigación con docentes de instituciones educativas de la jurisdicción, para
incorporar la dimensión ambiental en los proyectos educativos instituciones
(PEI), desde los proyectos ambientales escolares (PRAE), a través de un
marco conceptual y metodológico trabajado en forma sistémica y secuencial,
tanto en los contenidos como en la metodología y en las acciones de
proyección, buscando instalar en las localidades capacidades técnicas, que
tengan como eje fundamental en los procesos de educación ambiental la visión
sistémica en las dinámicas ecosistémicas y en el análisis de las relaciones
sociedad – naturaleza –cultura
De otro lado, es absurdo desconocer que la seguridad alimentaria de la
humanidad depende de los sistemas ecológicos y de todas las formas de vida
que se encuentran en ellos: plantas, animales y microorganismos diversos,
interactuando con otros componentes de la naturaleza. Todos ellos contribuyen
a mantener los sistemas en que se sustenta la vida en el planeta, a la vez que
hacen sostenibles los sistemas de producción. Lamentablemente, hasta hace
muy poco, el hombre veía a la naturaleza como recurso que podía manejar y
explotar sin agotarla ni llevarla al colapso.
Hoy por hoy, es imposible ocultar la magnitud catastrófica del problema de la
degradación y el colapso de los agroecosistemas en muchas partes de
América Latina: el acelerado proceso de deforestación, la erosión, la pérdida
de la fertilidad natural del suelo y en particular, la dependencia del agricultor de
insumos externos junto con la pérdida de la diversidad biológica, han
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incrementado la vulnerabilidad agrícola y reducido la seguridad alimentaria. El
problema de la seguridad alimentaria dejó de ser pues, un problema reducido a
la disponibilidad y accesibilidad de las poblaciones pobres; ahora es un asunto
que influye también, en la esfera de lo político.
La tarea es entonces, averiguar a partir de cuáles políticas nacionales se
puede contrarrestar la imposibilidad que tiene la población “pobre” para
acceder a los bienes básicos que le garanticen su reproducción biológica. La
FAO, impulsa esta discusión desde 1974, la retomó en 1982 y posteriormente
en 1995, en momentos coyunturales, determinados por el amplio crecimiento
económico seguido de un intenso empobrecimiento de la población. Se habla
de 800 millones de pobres en el mundo, y para América Latina las cifras son
muy preocupantes.
Existen otros elementos que permiten argumentar en favor de propuestas de
desarrollo comunitario no convencionales y que fortalecen la necesidad de
avanzar en la tarea de apoyar desde la Universidad, proyectos de seguridad
alimentaría no sólo en el ámbito rural, sino también en el urbano. Estos otros
elementos hacen referencia a:
a. La tendencia creciente de nuestros países a convertirse en importadores
de alimentos, determinada por políticas de países desarrollados de
subsidiar su agricultura, restándole competitividad a los países en
desarrollo y, por lo tanto, disminuyendo posibilidades para que la
población acceda a los alimentos necesarios.
b. El creciente proceso de urbanización, con una disminución relativa de la
población productora de alimentos y de materias primas, limitando la
disponibilidad de la producción nacional e incrementando la
dependencia cada vez mayor de la producción extranjera.
c. La dependencia de tecnologías extrañas, muchas de las cuales son
prohibidas en los países de origen, que promueven la productividad,
resultando productos que no garantizan la seguridad alimentaria para
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nuestra población. Aquí es importante afirmar que la seguridad
alimentaria no está determinada solamente por la disponibilidad y
accesibilidad de los alimentos, sino también por su sanidad e inocuidad.
Esto debe estar muy claro, pues de aquí se desprenden las propuestas
de trabajo con las comunidades rurales y urbanas.
d. El desempleo que sigue creciendo, lo cual agudiza los problemas de
seguridad alimentaria de la población (12% para Colombia
aproximadamente). Se suman a esto los desplazamientos de
campesinos y campesinas por diversos factores, la violencia, el
empobrecimiento creciente de la vida en todas sus representaciones y
la descomposición familiar, entre otros.
Como se observa, el problema es más complejo de cuanto puede parecer. Sus
alternativas de solución son igualmente complejas y peor aún, la mirada
tecnocrática no es suficiente para resolverlo, así como tampoco lo es, la visión
simplista del asistencialismo institucional, que todo lo que consigue es arraigar
la dependencia de nuestras comunidades.
MATERIALES Y METODOS
Es una investigación de tipo explorativo encaminada a construir los
lineamientos de una propuesta orientadora de la dimensión ambiental y el
desarrollo sustentable en el programa Trabajo Social de la Facultad de
Ciencias Humanas y Bellas Artes de la Universidad del Quindío, enmarcándose
dentro del enfoque cualitativo.
PROCEDIMIENTO DE LA INVESTIGACIÓN
Para desarrollar la investigación se llevaron a cabo las siguientes fases que se
describen a continuación:
Fase 1. Revisión bibliográfica – Lectura y antecedentes de la problemática
Conceptualización teórica: Consistió en revisar y estudiar a profundidad, las
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teorías de seguridad y soberanía alimentaría, agroecología, Trabajo social,
desarrollo sustentable.
Fase 2. Construcción de instrumentos. Se utilizó la encuesta como técnica e
instrumento de investigación, historia de vida, preguntas orientadoras para un
dialogo d saberes.
Fase 3: Acopio de información existente: sobre trabajos realizados en
seguridad y soberanía alimentaria con la escuela agroecologica Tierralegre,
entre ellos: diagnostico de la vereda, mapas por fincas. Se revisó
especialmente el Plan de desarrollo municipal, y continúa aún siendo material
de consulta permanente por los líderes comunitarios e instrumento para la
implementación de proyectos de seguridad y soberanía alimentaria en la zona
de estudio.
Fase 4: Preparación y acercamiento con la escuela agroecologica en estudio:
explicando sobre la importancia de la investigación exploratoria para la
construcción de los lineamientos de una propuesta orientadora; para pensar un
desarrollo alternativo a través de su programa académico de Trabajo Social
siguiendo los lineamientos y prácticas de la agroecología donde se reconocen
como ejes discursivos la soberanía y seguridad alimentaria, dinamizados por el
ser y hacer de la escuela agroecológica.
Reunión 1: Para diligenciar la encuesta se aprovechó un “día de minga”.
Distribuido de la siguiente manera en la mañana se hacen labores del campo,
almuerzo comunitario y en la tarde reunión.
Reunión 2, Realización de historias de vida en las fincas.
Reunión 3. Socialización de experiencias de seguridad y soberanía
alimentaria entre escuelas agroecológicas del departamento del Quindío
Colombia.
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Fase 4: Presentación de los resultados de la investigación: Tanto a la
comunidad como a la Facultad de Ciencias Humanas y Bellas Artes.
ANALISIS
El Programa de Trabajo Social y Comunitario de la Universidad del Quindío, en
Colombia, ha hecho de las Prácticas Comunitarias Ambientales, un ejercicio
académico que convoca profesores, estudiantes y comunidades vinculados
sólo por la inclusión y la heterogeneidad y con el afán común de avanzar en la
construcción de un concepto social de comunidades-sujeto, desde la
perspectiva del desarrollo endógeno sustentable.
En este ejercicio, la Universidad lidera la propuesta de pensar ese desarrollo
alternativo siguiendo los lineamientos y prácticas de la agroecología donde se
reconocen como ejes discursivos la soberanía y seguridad alimentaria,
dinamizados por el ser y el hacer en la escuela agroecologica.
La estrategia didáctica desarrollada en estas prácticas involucra conceptos
como producción biodiversa, revalorización de la sabiduría local,
conciencia ética, metodologías de construcción colectiva, organización
social, intercambio de saberes, en fin, una serie de principios que buscan
ante todo, autonomía, autogestión y dignidad de las comunidades urbanas y
rurales que se acompañan con este proceso.
En este trabajo se hace una aproximación conceptual y metodológica a esta
experiencia que materializa en parte, la función de proyección social de la
Universidad del Quindío (Colombia).
RESULTADOS
1. Las comunidades en el momento están cultivando siguiendo los criterios de
agroecología: Las fases de la luna, aprovechamiento del compostaje,
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utilización de los abonos orgánicos elaborados por el grupo con los residuos
degradables de cada una de las fincas. Residuos orgánicos de la cocina,
estiércol de caballo y de la vaca.
2. Los datos de la superficie trabajada de manera agroecológica es de 6 has;
una hectárea por familia. Se recuerda que el proceso esta integrado por
pequeños propietarios
3. La producción que se está logrando en la actualidad es de 500 arrobas por
año; en café (la primera cosecha es de abril a mayo y, la segunda
recolección del fruto es de octubre a noviembre). Haciendo referencia a tres
fincas que hacen parte del proceso.
4. El número de familias implicadas directamente en el proceso rural, es de
seis familias, cada una cuenta con una hectárea de tierra.
Hay algo que es de resaltar en la experiencia y, es la vinculación de 20
familias del área urbana que viven en municipios de los departamentos
vecinos como Risaralda, Quindío y Valle del Cauca; con el propósito de
compartir saberes sobre la agroecologia, además, hacen parte de la “red de
consumidores amigos” que compran lo que se produce en las fincas. Como
café orgánico, verduras, frutas, aromáticas entre otros.
5. La práctica comunitaria desarrollada en la escuela agroecológica de
“Tierralegre” del municipio de Filandia del Quindío Colombia; se ha llevado a
cabo desde el año 2002 hasta la fecha y; un estudiante por semestre (hasta el
momento han estado 5 estudiantes).
6. En lo productivo ambiental se ha logrado avanzar en el tema de la seguridad
y soberanía alimentaría; producir eficientemente con la ayuda y el respeto de la
naturaleza, recuperar el suelo y, a partir de allí la posibilidad de producir
autónomamente mejorar la cantidad y la calidad de los alimentos.
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7. En lo organizativo; la dinámica organizativa, formativa y de aprendizaje de
nuevas tecnologías se tiene manual de convivencia, trabajo colectivo en
propiedad privada.
8. En lo económico se tienen Fondos rotatorios, capital semilla con recursos
propios, mercados alternativos, red de amigos; que compran la producción de
las fincas a precios que no se rigen solamente por el mercado. Los precios de
las cosechas se determinan por el valor de producción y la ganancia; el respeto
y consideración por el consumidor; preocupados por su salud, su bolsillo y su
condición humana.
CONCLUSIONES
La experiencia con la didáctica en las prácticas comunitarias ambientales de
los estudiantes de Trabajo Social y Comunitario de la Universidad del Quindío,
permite concluir que:
- La identidad la expresan los grupos humanos según sus diversidades
individuales, culturales y sociales pero compartiendo una comunidad planetaria
donde es necesario aprender a vivir, a compartir y a comunicarse, como sólo
lo pueden hacer las culturas singulares. De hecho, la didáctica de las
prácticas comunitarias ambientales desencadenan un proceso vinculante entre
individuos que converge en una manera nueva de hacer comunidad:
comunidades-sujeto de su propio desarrollo.
- Las prácticas comunitarias ambientales en trabajo social y comunitario
trascienden el concepto de clase magistral: la estrategia metodológica propone
la construcción de un ser humano integral, que interactúa con otros y con el
mundo, que sueña con sociedades igualitarias y respetuosas de la naturaleza,
sociedades que comprendan que su paso por este mundo no debe poner en
riesgo las riquezas de nuestro planeta, ya que las generaciones futuras
esperan por ellas.
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- Enseñar y aprender son ejercicios que desde las prácticas comunitarias
ambientales permiten el reconocimiento de nuestros contextos particulares,
regionales, nacionales e integrarlos al universo de un hombre ecológico capaz
de comprender la fragilidad del planeta, pues bastará una pequeña acción
suya en contra del equilibrio del sistema ecológico-antropológico, para que la
estructura se derrumbe en su totalidad.
- En el contexto del enseñar y el aprender, es necesario fomentar el diálogo
interdisciplinar, el intercambio de conocimientos, la consolidación de redes a
nivel universitario, pues en la medida en que esos cruces de la ciencia sean
posibles, también será posible multiplicar y cualificar a ese hombre ecológico.
-. Con la didáctica aquí expuesta, se pretende que el sentido de “producir”
reordene la conciencia ecológica de las sociedades modernas y se retomen los
saberes tradicionales para apalancar ese orden en un marco donde la
soberanía y la seguridad alimentaria, se asocien directamente con la
autonomía y la dignidad de los pueblos.
- Construir una escala de valores sociales y ambientales nuevos, una escala
más humana, no significa una vuelta al pasado, por el contrario, es pensar el
desarrollo en la perspectiva de nuevas e ingeniosas formas de tecnología y
organización social que reinterpreten la condición del hombre en la sociedad y
reutilicen conocimientos y prácticas ya olvidadas. Es pensar también en
metodologías alternativas, participativas y técnicas de socialización de saberes
donde por ejemplo, y como dicen en la escuela de Agroecología Tierralegre de
Filandia, Quindío, la tarea es “aprender haciendo y enseñar mostrando” o lo
que es lo mismo, en palabras de Finkel, 2009 “dar clase con la boca cerrada”.
AGRADECIMIENTOS:
A la escuela agroecológica de Tierralegre del municipio de Filandia Quindío
Colombia.
Al programa de Trabajo social de la universidad del Quindío. Colombia
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Al doctor Javier García Gómez de la universidad de Valencia España
A los profesores pensionados de la universidad del Quindío Colombia.. Jose
Vicente Rincón Arango y Luis Fernando Alzate
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