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Combatir la "adaptación hedónica" apreciando lo que se tiene hace 1 año, 10 meses por: nicolas.boullosa staf comentarios click thumbnails to expand or ull photos Comprar no nos hace más felices debido a la adaptación hedónica, mecanismo psicol mediante el cual, una vez saciado un deseo, otra necesidad ocupa su lugar y perma tan insatisfechos como antes, rindiendo homenaje a una vieja canción de The Rolli Stones. a adaptación o rueda hedónica compara el comportamiento humano con el de un háms corriendo en el interior de una rueda, siempre en el mismo lugar, sin importar lo vaya. Corriendo dentro de la rueda / subiendo la piedra a cuestas a teor"a de la rueda o cinta de correr, !ue e#pone cómo la gratificación de nues impulsos nos mantiene siempre en la misma posición sin importar lo !ue compremos hagamos, ha sido usada por el psicólogo ingl$s %ichael &ysenc' a finales de los (), a partir de estudios previos de varios investigadores. a tendencia humana a volver a su nivel de bienestar con independencia de est"mul positivos o negativos, emula el comportamiento del roedor en la rueda, en una re del mito de S"sifo, condenado ad aeternum a subir una piedra por una empinada lad se le escurr"a al llegar a la cima y le obligaba a empezar de nuevo. *icen los estudios psicolog"a de las +ltimas d$cadas !ue el ser humano es incapaz un bienestar duradero con est"mulos e#ternos debido a nuestra naturaleza insaciab Perdiendo interés en lo que hemos conseguido Seg+n el filósofo y escritor illiam -. rvine , /despu$s de trabajar duro para ob !ueremos, perdemos inter$s de manera rutinaria en el objeto de nuestro deseo. &n sentirnos satisfechos, nos sentimos aburridos y, como respuesta a la desgana, nos en formar nuevos deseos, todav"a mayores/. Siguiendo la llamada de nuestro instinto evolutivo, nuestro cerebro premia con un sensación de placer, similar a la obtenida por un adicto al obtener una dosis de obtenida con la gratificación instantánea.

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Combatir la "adaptacin hednica" apreciando lo que se tienehace 1 ao, 10 meses por: nicolas.boullosa staff comentarios

click thumbnails to expand for full photos Comprar no nos hace ms felices debido a la adaptacin hednica, mecanismo psicolgico mediante el cual, una vez saciado un deseo, otra necesidad ocupa su lugar y permanecemos tan insatisfechos como antes, rindiendo homenaje a una vieja cancin de The Rolling Stones.La adaptacin o rueda hednica compara el comportamiento humano con el de un hmster corriendo en el interior de una rueda, siempre en el mismo lugar, sin importar lo rpido que vaya.Corriendo dentro de la rueda / subiendo la piedra a cuestasLa teora de la rueda o cinta de correr, que expone cmo la gratificacin de nuestros impulsos nos mantiene siempre en la misma posicin sin importar lo que compremos o hagamos, ha sido usada por el psiclogo ingls Michael Eysenck a finales de los 90, a partir de estudios previos de varios investigadores.La tendencia humana a volver a su nivel de bienestar con independencia de estmulos positivos o negativos, emula el comportamiento del roedor en la rueda, en una repeticin del mito de Ssifo, condenado ad aeternum a subir una piedra por una empinada ladera que se le escurra al llegar a la cima y le obligaba a empezar de nuevo.Dicen los estudios psicologa de las ltimas dcadas que el ser humano es incapaz de lograr un bienestar duradero con estmulos externos debido a nuestra naturaleza insaciable.Perdiendo inters en lo que hemos conseguidoSegn el filsofo y escritor William B. Irvine, "despus de trabajar duro para obtener lo que queremos, perdemos inters de manera rutinaria en el objeto de nuestro deseo. En vez de sentirnos satisfechos, nos sentimos aburridos y, como respuesta a la desgana, nos ocupamos en formar nuevos deseos, todava mayores".Siguiendo la llamada de nuestro instinto evolutivo, nuestro cerebro premia con una sensacin de placer, similar a la obtenida por un adicto al obtener una dosis de su adiccin, obtenida con la gratificacin instantnea.Pero, como ocurre con cualquier adiccin, una vez hemos saciado este mecanismo de gratificacin instantnea, sea en forma de azcares y grasa para el cerebro, o saciando el apetito sexual, yendo de compras, etc., otro deseo ocupa el anterior, y vuelta a empezar.Elogio de la gratificacin aplazadaLa gratificacin aplazada, consistente en regular nuestros impulsos para obtener tranquilidad y bienestar duraderos, contrarresta los riesgos de la gratificacin instantnea; pero, a diferencia de esta ltima, la gratificacin aplazada no ofrece placer instantneo.En las ltimas dcadas, los modelos sociales y culturales han primado los mecanismos de gratificacin instantnea, como el consumismo de masas y el marketing moderno, mientras la sensatez y frugalidad de la gratificacin aplazada, apoyada por la filosofa clsica y la psicologa positiva, han retrocedido como valores individuales y colectivos.El hedonismo inconsciente consiste en una desordenada e irreflexiva militancia de la mayora de la poblacin en valores que invitan a aspirar a placeres instantneos y fciles de obtener.La adaptacin hednica funciona como cualquier adiccinPero, como se ha demostrado ms que nunca en las ltimas dcadas, mayor poder adquisitivo, alimentos con ms azcares y grasas, mayor libertad sexual y productos cada vez ms sofisticados y baratos, no han obrado el milagro.La adaptacin hednica nos impide disfrutar ms cuando "aumentamos la dosis". Lo nico que conseguimos es aumentar nuestra dependencia de aquellas actividades que sacien nuestros instintos del modo ms instantneo y parecido al de una droga.Los psiclogos Shane Frederick y George Loewenstein estudiaron y dieron nombre al fenmeno de la adaptacin hednica. Lo ilustraron con la lotera: ganar la lotera permite a cualquiera vivir como haba soado.No obstante, despus de un perodo inicial de euforia incontenida, quienes han ganado la lotera vuelven a niveles de felicidad (bienestar, etc.) similares a los que tenan con anterioridad.Sin razn ni reflexin interior, el bienestar es ms caducoEllo es debido a que la gratificacin instantnea no incide en los mecanismos que aumentan el bienestar a largo plazo, como solventar problemas y preocupaciones interiores, que tienen poco que ver con un entorno lleno de pequeos placeres. Los filsofos clsicos coinciden con la psicologa positiva moderna en este punto.Ocurre algo parecido cuando compramos cualquier cosa que se nos haya antojado, tengamos la necesidad objetiva de adquirirlo o, por el contrario, la hayamos generado para justificar el esfuerzo econmico.Al principio, justo despus de comprar, nos maravillamos por las caractersticas del telfono inteligente, la prenda de ropa, la televisin de pantalla plana, el vehculo ms rpido y espacioso, la casa ms grande.Al pasar un tiempo, no obstante, el mecanismo de la adaptacin hednica surte efecto y sentimos indiferencia ante lo que habamos comprado; sin mostrarnos crticos con el fenmeno, nos encontramos anhelando la ltima versin, recin presentada, del telfono inteligente, u otra prenda de ropa, o una televisin ms grande, o un vehculo y vivienda ms grandes y sofisticados.Cuando creemos que nuestro bienestar depende de las aparienciasLa adaptacin hednica coincide con otro fenmeno psicolgico que influye sobre nuestra percepcin de nuestro bienestar relativo y el de los nuestros: de manera tambin inconsciente, comparamos nuestra situacin con la de nuestro entorno inmediato (vecinos, familia), y queremos mantenernos a su rueda. Cueste lo que cueste.Es el llamado consumo conspicuo, o competitivo, teorizado por Thorstein Veblen, mediante el cual un individuo aspira a mantener un determinado estatus social en su entorno.La versin ms perversa del consumo conspicuo es el consumo envidioso, un trmino sociolgico ms especializado que se refiere al consumo conspicuo deliberado de bienes y servicios para provocar la envidia en otros.Sobre la bsqueda del bienestar esencialStephanie Rosenbloom describe en The New York Times la crisis existencial por la que Tammy Strobel, una jefa de proyecto californiana que contaba con todos los bienes materiales identificados por la sociedad como el arquetipo de la felicidad en los suburbios: capacidad de compra, casa espaciosa, dos coches, etc.Tammy Strobel no era feliz, as que ella y su marido optaron por una vida menos centrada en acumular-renovar-sustituir productos y servicios. Se desprendieron de objetos innecesarios ("decluttering"), redujeron gastos y dieron ms importancia a las experiencias y acciones que reforzaran ms su vida interior y su relacin.Tras desacelerar su tren de vida e interesarse por una vida ms sencilla, Strobel y su marido, Logan Smith, ambos de 31 aos cuando se escribi el artculo, decidieron comprobar si, como intuan, que la adquisicin de bienes materiales no hace feliz."La idea de que tienes que hacer las cosas a lo grande para ser feliz es falsa", dice Tammy Strobel en el artculo.Nuestra experiencia: el atractivo de la vida sencillaPreparando nuestros artculos y vdeos, Kirsten Dirksen y yo mismo hemos conocido a muchas personas de diversos lugares que, sin leer publicaciones de psicologa avanzada, ni siquiera ensayos sociolgicos o de filosofa, han llegado a la misma conclusin que los estudiosos de la adaptacin hednica: tener ms no aporta mayor felicidad.Eso s, la bsqueda de ms cosas, mejores, de una versin ms avanzada y superiores a las de nuestro entorno inmediato sita nuestro comportamiento impulsivo para conseguir gratificaciones instantneas a la altura de una adiccin ms.Las buenas noticias: las adicciones pueden curarse. Las malas: las adicciones con un profundo protagonismo psicolgico son ms difciles de combatir que las que cuentan con una naturaleza ms somtica. El primer paso es ser consciente del propio comportamiento.S que pasa y s, puede evitarseEn sus estudios psicolgicos, Shane Frederick y George Loewenstein observaron que el fenmeno de la adaptacin hednica se produca en tantas formas como mecanismos tiene el ser humano para saciar su apetito ancestral por la gratificacin instantnea.Padecemos adaptacin hednica cuando conseguimos el puesto de trabajo anhelado, e incluso con nuestras relaciones.William B. Irvine explica este caso con un ejemplo en su ensayo Guide to the Good Life: "Conocemos al hombre o la mujer de nuestros sueos y, tras un tumultuoso cortejo, logramos casarnos"."Iniciamos la convivencia -prosigue Irvine- con el estado de gracia de los recin casados pero, al poco, nos encontramos contemplando los defectos del cnyuge y, no mucho tiempo despus, fantaseando acerca de iniciar una relacin con alguien nuevo".Una vez ms, una vez cumplimos con un supuesto deseo que cambiar nuestra vida para mejor, nos adaptamos a su presencia en nuestra vida y, como resultado, dejamos de desearlo o no lo encontramos tan til, placentero o atractivo como al principio.Sobre el uso de la razn y la fuerza de voluntadSsifo, en efecto, est condenado a volver a acarrear el peasco justo antes de llegar a la cima de la colina con l a cuestas.A diferencia del mito griego, cualquier ser humano cuenta con su intelecto y voluntad para analizar cmo influyen en su vida los fenmenos de adaptacin hednica y consumo conspicuo.Una vez analizado el problema, es posible, dicen la filosofa clsica y la psicologa positiva moderna, se le puede poner remedio. Consiste en ser conscientes de nuestra herencia gentica y propensin a buscar la satisfaccin por el camino ms meridiano (gratificacin instantnea) y aprender a controlar -no reprimir- este impulso.Una vez conscientes de cmo funcionan nuestros mecanismos de placer, el sentido comn, la fuerza de voluntad y los mecanismos de la gratificacin aplazada (obtener beneficios duraderos mediante una conducta racional) son la base -dicen la filosofa clsica y la psicologa moderna-, del bienestar duradero.La regularidad de un termostato internoLos estudios sobre comportamiento y adaptacin hednica muestran cmo el ser humano reacciona ante los eventos de su entorno mediante un temperamento "termostato" que no vara de manera dramtica con cambios externos al individuo.En un artculo para Scientific American (The Science of Lasting Happiness), Marina Krakovsky menciona estudios realizados en gemelos en distintos entornos, que sugieren que alrededor del 50% de la percepcin de bienestar o felicidad de una persona est predeterminado ("punto de partida gentico").Es ms complejo establecer hiptesis slidas acerca de qu factores determinan el otro 50%. Segn los estudios, alrededor del 10% se relacionan con el entorno y la coyuntura, mientras que el 40% restante depende de lo que llaman "actividades intencionales".La fuerza de voluntad es un msculo: si no se ejercita, se atrofiaPor tanto, cerca de la mitad de nuestra percepcin de la felicidad est determinada por nuestra voluntad, perseverancia y raciocinio. Si tenemos en cuenta que la fuerza de voluntad se puede ejercitar y se comporta como un msculo.Cuando se ejercita, por tanto, mejora su rendimiento; si no la ejercitamos, por el contrario, la fuerza de voluntad se atrofia, como un msculo fsico, exponen el psiclogo social Roy F. Baumeister y el periodista de The New York Times John Tierney, en el ensayo Willpower: Rediscovering the Greatest Human Strength(consultar [Re]Aprendiendo: gratificacin aplazada y fuerza de voluntad).En nuestro comportamiento cotidiano emulamos, a grandes rasgos, los dibujos animados desde sus inicios; en ellos, personajes (como Donald en 1938) deciden en funcin de la grfica lucha que tiene lugar en su conciencia entre los impulsos (caracterizados con un pequeo demonio) y los intereses a largo plazo (sola aparecer un querubn).Suelen imponerse los impulsos hednicos, tanto en los dibujos animados como en la vida real, si el contrapeso de la gratificacin aplazada no surte efecto.Placer impulsivo vs. intereses a largo plazoEn este contexto, la gratificacin aplazada se manifiesta con uso de la razn, intereses a largo plazo, conciencia eudemnica o estoica, psicologa positiva e inteligencia emocional.Para superar una situacin en la que el individuo acta como Ssifo, o como un hmster corriendo en el interior de una rueda, la psicologa moderna coincide, por tanto, con las filosofas de vida en el sentido clsico.Una filosofa de vida consiste en cultivar una manera coherente de vivir, estaremos preparados para resistirnos a los espejismos del placer mal entendido, y aprenderemos a apreciar otras cosas y situaciones que nos aportan bienestar duradero.(I Can't Get No) SatisfactionLa cancin de The Rolling Stones en la que se insiste de manera repetitiva en la incapacidad de satisfacer nuestros deseos resulta menos anodina de lo que parece a simple vista. Como la poesa, la lrica musical siempre ha sido capaz de captar una sensacin o intuicin de un modo ms intenso que una explicacin racional: Nos sentimos infelices porque detectamos un deseo o deseos que no hemos satisfecho. Nos movilizamos para saciarlo de la mejor manera, con la creencia de que, una vez satisfecho, obtendremos o recuperaremos el bienestar. Una vez ha sido satisfecho, nos adaptamos a su presencia y dejamos de desearlo, o lo deseamos menos. Acabamos tan insatisfechos como antes de satisfacer el ltimo, penltimo y antepenltimo deseo.50% heredado, 10% contexto, 40% depende por completo de nuestra voluntadEs posible romper el maleficio de Ssifo, o salir de la rueda giratoria en la que nos encontramos.Segn los estudios mencionados realizados en gemelos que vivieron en entornos separados, la mitad de nuestra conducta y predisposicin a ser positivos (y experimentar bienestar) estn predeterminados por nuestra herencia gentica.Adems, una pequea parte de nuestra capacidad para ser felices (el 10%) depende del entorno. En estos momentos, por ejemplo, la recesin econmica atenaza a ms personas que hace unos aos en los pases ms desarrollados.Pero el 40% restante depende de la propia voluntad y capacidad para servirse del raciocinio y, as, lograr un cierto bienestar objetivo, ms all del contrapeso de nuestra herencia gentica y el contexto donde vivimos.Gua de la buena vidaEn Guide to the Good Life, William B. Irvine explica que "una clave para la felicidad consiste en prevenir el proceso de adaptacin [hednica]: necesitamos dar pasos para evitar dar por sentadas, una vez conseguidas, las cosas por las que tanto luchamos por obtener".Es posible, dice Irvine, perfeccionar una tcnica interior para mantener vivo el deseo sobre las cosas que ya tenemos. El modo ms rpido y econmico de lograr el bienestar duradero es saber apreciar nuestra situacin.No importa si es idlica o no para otros, lo crucial es cmo nos percibimos a nosotros mismos, y con qu consistencia y coherencia usamos la razn para extraer siempre lo positivo de lo que ya tenemos, concluye Irvine.Para este profesor de filosofa, una posible respuesta para entrenarse y ejercitar habilidades como la fuerza de voluntad, el tesn, la perseverancia o el raciocinio, es cultivar una filosofa de vida coherente.Anular los efectos de la adaptacin hednicaNo hace falta etiquetar este esfuerzo racional por ver el vaso medio lleno. Tampoco se requiere ser un iluso: siendo ms felices con menos nos preparar para apreciar lo que merece ser apreciado.Y el pesar por no llevar el ltimo mvil, coche, o prenda de ropa, perder su sentido, tanto para el individuo como para su entorno.La adaptacin hednica habr dejado de surtir efecto.