“Por tanto, vayan y

hagan discípulos de todaslas naciones. . .”UNA RESPUESTA PASTORAL DEL

Obispo Donald J. Hyinga los fieles de la Diócesis de Gary08 de Septiembre 2017Fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen María

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SÍNODO DE LA DIÓCESIS DE GARY

Respuesta pastoral

En época reciente, el discipulado misionero se haconvertido en el eje organizador de la Iglesia católica, el prismaa través del cual los creyentes exploran la evangelización, lacatequesis, la oración, el servicio y la virtud. En sus últimaspalabras a la Gran Misión: «Por tanto, vayan y hagan discípulosde todas las naciones» (Mt. 28,19-20), Jesús llama a todos losbautizados a adoptar la vida de la fe en acción, a ir por el

mundo e informar al prójimo del poder salvador delEvangelio.

Todo el proceso de nuestro primer sínodo aquíen la diócesis de Gary ha sido una reflexión y unaexperiencia sobre esta misión dinámica que NuestroSeñor le ha confiado a la Iglesia.

En esta carta postsinodal, ofrezco reflexionesacerca de la naturaleza y de la importancia deldiscipulado misionero, el obsequio, el fruto y eldesafío de nuestro proceso sinodal, el significado ylas consecuencias de las principales prioridadespastorales en cada una de las ocho áreas misioneras ylos detalles de cómo proponemos implementar elsínodo en el ámbito diocesano, parroquial y en otrasinstituciones y organizaciones católicas, así comotambién en cada discípulo católico.

Primero que nada, doy gracias y alabo a Dios ya todos nuestros sacerdotes, religiosos, diáconos,ministros laicos y eclesiásticos, parroquianos, asícomo también a los integrantes de la Comisiónsinodal, a nuestros enlaces con la parroquia,facilitadores, delegados y personal, cuyosmaravillosos esfuerzos hicieron posible toda estaexperiencia de gracia y amor. Para mí y para milesde nosotros, el sínodo representó un momento deprofunda comunión, oración, diálogo, imaginación,discernimiento y priorización que ha creado unmarco de trabajo sólido para que todos,conjuntamente, prosigamos con la misiónevangelizadora de Jesucristo en los años venideros.

En verdad vivimos la unción del Espíritu Santo a travésde este encuentro en el cenáculo y nos transformamos cada vezmás en la imagen de Jesucristo, en la belleza y el misterio de laIglesia.

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DISCIPULADO MISIONERO:MÉTODO E IMPORTANCIA

En el transcurso de los últimos meses, surgióuna y otra vez la misma pregunta: ¿Cómo puedo vivirmi fe católica con autenticidad y alegría? ¿Cómopuedo desarrollar una relación auténtica con Dios quesea realmente el eje de mi vida? ¿Cómo podemos,juntos, transmitir la fe a nuestros queridos jóvenes?¿Cómo podemos transformar la pobreza y elsufrimiento del mundo y en verdad obrar un cambiopositivo en la sociedad? ¿De qué forma puedetransformarse mi parroquia de mantenimiento en unaparroquia misionera, ser más acogedora, dinámica,activa y participativa? ¿Cómo llegar a todas esaspersonas que sencillamente se han desvinculado por

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completo de la Iglesia y de la religión?Desde hace ya algunos años, el Espíritu Santo

ha estado sembrando en los corazones de los creyentesde todo el país y el mundo, la inquietud de plantearestas preguntas fundamentales. La respuesta que hasurgido es la realidad del discipulado misionero quefusiona las numerosas facetas de la fe y la vida de laIglesia, en una respuesta coherente a la invitaciónpersonal de Cristo a seguirlo.

En este sentido, formulamos una preguntaesencial: ¿Qué es el discipulado misionero?

En las páginas del Evangelio encontramos larespuesta al estudiar las vidas y las experiencias de losprimeros seguidores de Jesús quienes sirvieronadecuadamente como los primeros modelos de lo quedebe ser el discipulado. Los Doce Apóstoles,especialmente Pedro, Santiago y Juan, los Setenta y

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Dos Discípulos, las mujeres que siguieron a Jesúsy que atendieron sus necesidades, especialmenteMaría Magdalena y, en definitiva, la propia VirgenMaría, nos muestran este camino de relacionesinterpersonales, santidad, servicio y testimonio queprocuramos imitar hoy en día.

Independientemente de que fueranpescadores como Pedro, cobradores de impuestoscomo Mateo, o que tramaron la caída de Romacomo Simón el Cananeo, Jesús consiguió a susapóstoles en las actividades cotidianas de la vida ylos llamó a seguirlo. El impresionante hecho deque respondieran inmediatamente a su llamado esseñal del carisma y del atractivo de la cálidapersonalidad de Jesús, la autoridad divina de suspalabras y el impulso de la gracia activa.

Los seguidores de Jesús se fueron sumandoa lo largo de los años y era un grupo heterogéneoconformado principalmente por analfabetasprocedentes de las clases sociales más bajas, queviajaba y comía con el Maestro, escuchaba susprédicas y sus parábolas, que vivió el asombrosopoder de sus milagros, lo vio expulsar a losdemonios y adquirió una noción básica de lamisericordia del Padre y de la naturaleza del Reinode Dios. Jesús los llamó para él y esta relación conel Hijo de Dios se convirtió en la razónfundamental de su existencia.

El llamado de Jesús que: dice «¡sígueme!»,viene acompañado de otro imperativo: «¡anda!».Jesús envía tanto a los Doce como a los Setenta yDos en viajes misioneros y les ordena predicar laBuena Nueva del amor misericordioso de Dios,sanar a los enfermos, levantar a los muertos y dartestimonio del Reino, y al mismo tiempo subrayala necesidad de la conversión y el cambio. Nodeben llevar nada para el viaje sino confiar en laprovidencia divina y en la integridad de supropósito.

En este viaje observamos la segunda partede lo que significa el discipulado misionero.Aunque estemos profundamente arraigados ennuestra identidad como seguidores de Cristo,debemos difundir el Evangelio e invitar a otros aconvertirse en discípulos mediante nuestrotestimonio devoto y nuestro servicio alegre.

Esta expedición llega a su punto culminanteen el evento de Pentecostés, en el cual el EspírituSanto impulsa a la Iglesia incipiente a la vida

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pública para proclamar la muerte y resurrección deCristo como el nuevo significado de la existenciahumana, a predicar y a bautizar, a sanar y a bendecir, avivir la nueva comunión de amor y agradecimiento en elpoder formador de la Eucaristía.

La tradición nos dice que Pedro fue a Roma,Tomás a India, Santiago a España y María Magdalena aFrancia. Estos gigantes espirituales fueron llamados porel Señor, instruidos por Cristo, ungidos por el EspírituSanto y enviados a hacer discípulos. Este procesodinámico de vocación es la esencia del discipuladomisionero.

A lo largo de los siglos, los católicos hemosperdido, al menos parcialmente, la vinculación intrínsecaentre el llamado, la formación, la unción y el envío. Lamayoría de nosotros hemos sido bautizados cuando aúnéramos bebés, hemos recibido catequesis en la fe,tomado los sacramentos y hemos adoptado las creenciasy prácticas católicas. Pocos hemos experimentado unaevangelización dinámica al escuchar la vivificanteproclamación del amor y la verdad de Dios en el llamadopersonal que nos hace el Señor.

En muchas ocasiones, la formación cristiana eranconocimientos académicos como, por ejemplo, lamemorización del catecismo, con muy poca integración,o bien, conocimientos vivenciales, basados ensentimientos o experiencias, pero sin ningúnfundamento. Como católicos, realizamos una excelente

labor en la celebración de los sacramentos, pero a vecessin ningún contexto de vinculación con Jesucristo o elsentido de la misión del discipulado. Durante décadas,nos hemos apoyado en una próspera cultura católica paraformar nuevos miembros de la Iglesia, pero no siempresentimos ese llamado personal que nos anima a dartestimonio de nuestra fe.

La falta de una verdadera evangelización, unaformación cristiana a menudo desvinculada, lacelebración de los sacramentos sin la comprensión delconsecuente llamado a la misión, una fe a menudoprivada y oculta y las importantes transformacionesculturales que han sacudido las prácticas religiosas y lamoral, son algunos de los motivos por los cuales laIglesia ha sufrido un declive institucional en occidente.Ya no podemos apoyarnos en una cultura católica, enuna obediencia incuestionable, una lealtad a laorganización y el temor al infierno para retener a laspersonas en la Iglesia.

Tomando el ejemplo y la experiencia de losprimeros seguidores de Jesús como discípulosmisioneros, podemos redescubrir la conexión original ynecesaria entre escuchar el llamado del Señor, adoptaruna formación espiritual que transforme nuestras vidas,entregarse a la unción de gracia del Espíritu Santo ycomprender nuestro llamado bautismal a dar testimoniodel amor, la verdad, la belleza y la bondad de Jesucristoa todo aquel que conozcamos.

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Los discípulos forman otros discípulos.La fe compartida es la fe aumentada.

¿Qué apariencia tiene hoy en día una vida abundante en Cristo? ¿Dóndeencontramos sus principales componentes? ¿De qué forma sirve a la misión de la Iglesiahoy en día? Si analizamos el discipulado misionero a través de su primera dimensión,«sígueme», comprendemos la necesidad fundamental de estar constantemente dispuestosa la evangelización incesante. Permitir que otros nos den testimonio de Jesús y su amor,reflexionar sobre los numerosos obsequios y bendiciones que emanan de nuestraidentidad como hijos amados de Dios, pensar amenudo acerca de la alegría y el significado quenos han entregado a través de la fe, considerarnuestra relación con Dios como un romancedivino de aventura y propósito, son aspectos quenos ayudan a recuperar y renovar nuestrollamado original y mantienen viva en nosotros lallama del poder del Espíritu Santo.

El segundo componente del discipuladomisionero es la formación cristiana constanteque comienza en la niñez, continúa en laadolescencia y se extiende en la madurez hastallegar a la ancianidad. Como alumnos de toda lavida, necesitamos constantemente unacatequesis consolidada y adecuada a nuestraedad, una formación que sea intelectualmentesólida, moralmente clara, emocionalmentepoderosa y profundamente enraizada en el amor.Dicho de otro modo, Dios desea instruir nuestrasmentes, corazones, voluntad, almas y accionespara que la Buena Nueva del Evangelio fluyaconstantemente.

A través de la Biblia, el catecismo, lasvidas y escrituras de los santos y los profundosconocimientos que encierra nuestra tradicióncatólica contamos con las herramientasnecesarias para recibir una formación sólida enla vida y revelación de Dios. Cada católico debeesforzarse por conocer su fe de una manera másamplia, comprenderla más profundamente y sercapaz de articular más eficazmente elmaravilloso amor de Cristo y nuestra magnífica historia y herencia religiosa. Yo comparoal catolicismo con un palacio de 500 habitaciones, llenas de tesoros, sorpresas y gracias.La necesidad de lograr la excelencia en nuestras escuelas, programas de formaciónreligiosa para niños, adolescentes y adultos constituye un reto y una meta para todos.

En la oración, la adoración y los sacramentos experimentamos la unción delEspíritu Santo y las profundidades de la presencia y del amor de Dios. Un discípulomisionero reza sistemáticamente todos los días, dedica tiempo a la meditación de laPalabra, ofrece alabanzas, agradece y pide al Señor, tal vez reza el rosario u otradevoción, pasa tiempo en silencio y en soledad, lee un libro espiritual con actitud

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reflexiva y dedica tiempo para rezar sin tapujos con losdemás, especialmente con familiares y amigos.

Esta oración llega a su punto culminante en lacelebración de los sacramentos que nos convierten enhijos adoptivos de Dios, portadores de la morada de laSantísima Trinidad y destinatarios de la misericordia, elperdón y la salvación de Dios. Para el discípulomisionero, el centro de la vida está en la Eucaristía yparticipa fielmente en esta experiencia fundamental delmisterio pascual al menos cada domingo y fiesta deguardar, o tal vez más a menudo, y descubre lamagnitud de la misericordia y el perdón de Dios en elsacramento de la reconciliación.

La segunda dimensión del discipulado misioneroes el mandamiento de Jesús de salir a proclamar elEvangelio. Los discípulos cristianos llaman y forman aotros discípulos. Esta tarea evangelizadora resultaimperiosa hoy en día ya que vemos que cada vez máspersonas, especialmente los jóvenes, se desvinculan dela Iglesia y cuestionan la utilidad de la religión en susvidas. Como discípulos comprometidos, una necesidadfundamental para nosotros es interactuar y escuchar aquienes se han alejado, han dejado de participar en laasamblea dominical o incluso se muestran hostiles a lo

que el catolicismo ofrece. Muy a menudo hablamos entre nosotros, dentro

del ámbito de la Iglesia, pero en verdad no vamos másallá de los límites de la práctica de la fe. Mi esperanzaes que esta dinámica de dialogar y escuchar sea uno delos frutos fundamentales del sínodo. Este tipo deinteracción brinda muchas oportunidades yaprendizajes.

Al vivir una vida de alegría, generosidad y plenade fe seremos más eficaces a la hora de proclamar elEvangelio a los demás. La herramienta más poderosade la evangelización es la autenticidad de un testimonioverdadero. Queremos que los demás digan: «No sé quétiene esa persona, pero yo también lo quiero».

La santidad es algo perennemente atractivoporque nos ofrece un propósito, amor, alegría,generosidad, paz, consuelo, desafío y, en definitiva, lasalvación eterna. Y en el fondo ¿quién no quiere estosdones? Cuando vivimos nuestra fe dinámicamente en elhogar, la escuela y el trabajo, ejercemos un profundoimpacto en los demás y agitamos sus corazones paraque se planteen estas preguntas fundamentales.

Los discípulos misioneros tienen la confianza ylos conocimientos para rezar sin tapujos con los demás,

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para explicar enseñanzas específicas de la Iglesia,articular su relación personal con Dios, recomendarbuenos libros y recursos espirituales, servirgenerosamente a los pobres y los enfermos,trabajar en pro de un mundo más justo y pacífico, yser testigos alegres y atrayentes de la Palabra.¡Imagínense si cada católico practicante sededicara a cultivar a tres o cuatro personas queconoce, ya sea un familiar, un compañero detrabajo, un compañero de estudio, un amigo o unvecino, y a guiarlos hacia un discipulado másprofundo en el Señor!

Cada uno de nosotros ha crecido en su fegracias al testimonio transformador dedeterminadas personas que han formado parte denuestras vidas. Hoy en día, tenemos queconvertirnos más intencionalmente en esa radiantepresencia de Jesús para los demás para quepodamos encender su llama en todo el mundo.

Si no adoptamos enérgicamente este llamadoevangelizador fundamental de ser discípulos

misioneros, observaremos con dolor el declive sistemático de la Iglesia: cada vezmenos parroquianos comprometidos, menos recursos, más parroquias y escuelasclausuradas, menos líderes dinámicos y mayor irrelevancia para la sociedad que nosrodea. Dios nos ha colocado aquí, en los albores del siglo XXI en Estados Unidos paravivir con valentía y pasión nuestra fe en Jesucristo y transformar el mundo.

Este es nuestro momento, tenemos la oportunidad de cambiar el curso de nuestropaís, nuestra diócesis y nuestras comunidades, y de tocar miles de vidas preciosas conel dulce amor de Dios.

EL OBSEQUIO DE NUESTRO SÍNODO DIOCESANO

El proceso de nuestro sínodo ha sido un verdadero obsequio del Espíritu Santo, unllamado para todos a enamorarnos de Dios, a renovar nuestra propia fe en Jesucristo, acompartir nuestras esperanzas, sueños y temores, a diseñar una estrategia audaz paranuestras prioridades pastorales, a celebrar la efusión de gracia a través del evento dePentecostés y a implementar cambios transformadores. El objetivo del sínodo es larenovación espiritual y estructural a todo nivel y de cada integrante de nuestra diócesis,para poder desempeñar mejor nuestra labor de discípulos misioneros, es decir, salir aproclamar el Evangelio a todas las criaturas y hacer discípulos. Una vez más expreso migratitud y mi alabanza jubilosa a Dios y a todos los que contribuyeron en esta formidablelabor.

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Permítanme refrescarles brevemente la memoriaen cuanto a los aspectos más destacados del proceso denuestro sínodo.

El 25 de febrero de 2016 publiqué una cartapastoral titulada «Por tanto, vayan y hagan discípulos detodas las naciones». Este documento es mi reflexiónacerca de la labor del discipulado misionero, enfocadoen ocho áreas misioneras fundamentales de la vida de laIglesia: evangelización, sacramentos, oración y culto,discipulado y formación, doctrina social, matrimonio yfamilia, jóvenes católicos, corresponsabilidad,vocaciones y formación de líderes.

Para ese momento, yo llevaba en la diócesis unpoco más de un año. En cada una de estas áreas, ofrecímis impresiones acerca de los aspectos positivos queobservaba en la Iglesia local, la necesidad decrecimiento y cambio, y algunas preguntas para lareflexión. Se invitó a todos los habitantes de la diócesis,especialmente a nuestros líderes, a que leyeran ymeditaran esta carta.

En octubre de 2016, cada parroquia de nuestradiócesis celebró una sesión sinodal, a la cual se invitó atodos los parroquianos. Estas reuniones, en las que secombinaron oración, reflexión y diálogos acerca de lasocho áreas misioneras, arrojaron más de 12,000 puntosde información entre prioridades, sugerencias,necesidades, prácticas adecuadas e inquietudes,procedentes de más de 4000 de nuestros líderes yparroquianos. Los temas pastorales emergentes y laspreguntas importantes comenzaron a converger.

Un equipo conformado por numerosas ydedicadas personas, entre ellos, jóvenes de nuestrasescuelas secundarias, cotejaron estos enormesvolúmenes de información para generar resúmenes deprioridades que sirvieron como temas de conversaciónpara las sesiones sinodales del deanato, que secelebraron en febrero de este año. Durante cuatrosoleados y cálidos sábados consecutivos en el invierno,los delegados parroquiales se reunieron por deanato para

rezar, conversar y discernir los datos pastoralesemergentes, con el objetivo de depurar el contenido,priorizar posibilidades y aclarar las ambigüedades. Unavez más, cada una de las parroquias envió delegadoscompetentes, bien preparados y dinámicos, y gracias aquienes la labor del sínodo avanzó considerablemente.

El cuarto aspecto de este emocionante proceso fueel propio sínodo diocesano, celebrado el pasado junio,durante el fin de semana de Pentecostés. Comenzandocon una misa de inauguración el 2 de junio en NotreDame, en Michigan City, los delegados de cada una delas parroquias entraron en procesión, llevando unmosaico que simbolizaba su comunidad y con los cualesse formó una hermosa cruz sinodal. Rezamos para pediruna nueva efusión del Espíritu Santo que nos ayudara enla importante obra del sínodo.

Al día siguiente, el 3 de junio, más de 300delegados, entre ellos, sacerdotes, diáconos y religiososnuestros, junto con representantes de cada parroquia,escuela y hospital católico, se reunieron en el InstitutoBishop Noll, en Hammond, para rezar, reflexionar,dialogar y votar acerca de las principales prioridadespara cada una de las ocho áreas misioneras. Jamásolvidaré la energía, el entusiasmo y la alegría de ese díaen el que el Espíritu Santo llenó nuestros corazones paracumplir con esta importante labor.

La votación electrónica permitió que todospudieran ver inmediatamente los resultados. Lapriorización diocesana de las propuestas pastoralesrepresentará el contenido fundamental de nuestraimplementación del sínodo. En verdad, nuestra jornadaaltamente exitosa en el sínodo fue el fruto de muchaoración y esfuerzo.

Al día siguiente en la tarde, el Domingo dePentecostés, celebramos la misa de clausura del sínodoen el Centro de Convenciones Genesis, en Gary, y en lacual participaron más de 2000 personas. Fue una misamuy piadosa, la música era una fuente de inspiración ytodos se mostraban radiantes y alegres, una verdadera

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“La Evangelización es tan necesaria,urgente y primaria que pido quecada parroquia la incluya en su plandel sínodo de alguna manera.”

EVANGELIZACIÓN

Entre las prioridades de evangelización,observamos un enorme deseo de invitar a todos a viviruna experiencia de Jesús más dinámica, en el contextode nuestra fe católica, especialmente en lo que respectaa los jóvenes, a los marginados o a los que se hanalejado. En algunas de las prioridades resultaclaramente evidente que existe una superposición entreevangelización y formación, dejando en claro que nopodemos evangelizar a los demás si nosotros mismosno estamos bien preparados en cuanto a la verdad y lavida del Evangelio.

Un método eficaz para formar discípulosmisioneros son los pequeños grupos dentro de cadaparroquia, en los que las personas realmente puedencompartir su fe y su vida mediante un encuentropersonal y devoto, tanto entre ellos como con el Señor.

La formación de adultos, tanto en el ámbito diocesanocomo parroquial, también representa una enormenecesidad para que nuestro pueblo pueda ampliar suspropios conocimientos acerca de la hermosa revelaciónde Dios en Cristo y, al mismo tiempo, sientan laconfianza de poder explicar y expresar sus creencias ysu fe a los demás.

reunión eucarística de esta Iglesia local, la diócesis deGary. Ese día nos sucedió lo mismo que a los apóstoles,cuando salieron del cenáculo ungidos por el EspírituSanto para renovar su obra de discipulado misionero.

Después de la misa, nos enfilamos en procesióncon el Santísimo a la Catedral de Holy Angels pararecibir la bendición. Por el camino, atravesando lascalles de Gary, rezamos el Rosario y elevamos cánticosde nuestra fe y devoción. Colocamos la obra del sínodoante el Señor y le pedimos para que nuestros esfuerzosrecibieran el soplo del Espíritu Santo.

El fin de semana de nuestro sínodo diocesanoquedará grabado para siempre en mi corazón como unencuentro dador de vida con el Espíritu de Jesús durantenuestras reuniones en el cenáculo.

El aspecto más destacado del proceso sinodal y sufruto duradero será su implementación en toda nuestradiócesis a lo largo de los próximos años. Esta cartapastoral actúa como una señal en nuestro camino deperegrinación, pero la realidad más importante será dequé forma cada uno de nosotros recibe los dones delEspíritu que se nos ofrecen a través del sínodo. Hacia elfinal de esta reflexión pastoral, describiré el método delproceso de implementación, pero primero deseo realizaralgunos comentarios acerca de las principalesprioridades pastorales de cada una de las ocho áreasmisioneras.

Algunas parroquias visitan de puerta en puertalos hogares, otras ofrecen veladas y extiendeninvitaciones a los católicos que se han apartado, y otrastienen grupos de estudio o incluso comités para quenuestra gente pueda llegar a aquellos que se han alejadode la Iglesia o a quienes jamás han escuchado acercadel Evangelio. Es evidente que una parroquiaevangelizadora procura a formas innovadoras y llenasde inspiración para interactuar, dialogar e invitar a losdemás a la comunidad de fe.

Si bien podemos adoptar programas específicos,eventos y prácticas que refuercen nuestra laborevangelizadora, el llamado misionero a proclamar laPalabra debe permear a todo lo que hacemos. ¿Cómolograr que la catequesis, la prédica, las actividadesjuveniles, el acercamiento a los pobres e, incluso,nuestras reuniones, encierren una evangelización másintencionada y dinámica? La evangelización es tannecesaria, urgente y fundamental que solicito a cadaparroquia que la incluya de algún modo en su plansinodal.

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Iniciativas y estrategias clave para la evangelización:(1) Instruir y crear pequeñas comunidades para

el intercambio de la fe en el ámbito parroquial, con elobjetivo de brindar oportunidades para que todoscompartan sus historias acerca de la fe, entablarrelaciones interpersonales y hacer de su parroquia unhogar de fe más vital.

(2) Lograr que la fe católica sea más relevantepara los jóvenes mediante la creación de actividades defe interesantes y eventos contemporáneos en los quepuedan participar.

(3a) Impartir formación apologética para

promover y explicar de forma inteligente lasenseñanzas y creencias católicas.

(3b) Reconectarse intencionalmente con loscatólicos marginados y apartados, y brindarles apoyo.

(3c) Proporcionar oportunidades de formaciónenergizante para adultos en la diócesis.

(3d) Reforzar la evangelización mediante unaenérgica comunicación y relación entre todas lasparroquias, que destaque el hecho de que todos somosun componente dinámico de la Iglesia de la diócesis deGary.

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SACRAMENTOS, ORACIÓN YCULTO

En estas prioridades observamos nuevamente queexiste un profundo reconocimiento de la necesidad deuna formación sólida y eficaz. Deseamos ayudar a todoslos padres y madres a que conozcan y practiquen la fe deuna forma tan radiante que sus hijos se conviertannaturalmente en discípulos misioneros del Señor quesirven y aman a Jesucristo. Muchos católicos tienen elanhelo de profundizar en su vida de fe, pero no sabencómo hacerlo. Ayudar a todos a comprender el trasfondoteológico, la espiritualidad y la belleza de la Eucaristíadebe ser una prioridad constante, puesto que un mayorconocimiento conllevará naturalmente a unaparticipación plena, consciente y activa. La Eucaristía esla actividad central de la Iglesia, nuestra participación enel don redentor del propio ser que Jesús ofrece tanto alPadre como a nosotros en el Misterio Pascual.

Estas prioridades también expresan la necesidadde ayudar a los católicos separados y divorciados asentirse parte esencial de la comunidad de fe. Susdolorosas experiencias posiblemente conllevaron a unaseparación de la comunidad o generaron la duda de sitodavía eran bien recibidos.

“…los momentos sacramentalesson oportunidades preciosas deencuentro si nos acercamos aellos como tal.”

¿Cómo ayudar a esos hermanos y hermanas aencontrar la auténtica sanación, el cierre de un ciclo y lapaz interior?

Ciertamente necesitamos normas yprocedimientos sacramentales, pero debemos serespecialmente cordiales y considerados cuando laspersonas se nos acercan motivados por los sacramentos,especialmente por bautismos, matrimonios y funerales.¿Cómo podemos ayudar a las personas que quizás vivíanapartados de la Iglesia a sentir una cálida y devotainvitación a adoptar la vida de la fe en la comunidad?

Muy a menudo esos momentos sacramentalesconstituyen oportunidades valiosísimas para elencuentro, si los abordamos como tales. ¿Cómo hacerpara que los sacramentos sean más accesibles yatrayentes para nuestra gente?

Estrategias e iniciativas clave para lossacramentos, la oración y el culto:

(1a) En respuesta al llamado bautismal, los padrestienen la obligación de ser los primeros maestros de fede sus hijos. En ellos reposa el principal deber yresponsabilidad de criar a sus hijos en la fe católica.Hacer énfasis en la función de los padres en la formaciónde sus hijos y el crecimiento en la fe e inculcarles que laformación religiosa es un deber familiar.

(1b) Promover una conexión más fuerte entre la fey la oración mediante la creación de oportunidades paraenseñar los fundamentos de la oración y ofrecer diversasexperiencias piadosas en toda la diócesis que despiertenel potencial completo de una vida de oración cristiana.

(2a)A la luz del llamado bautismal, animar ajóvenes y a adultos a participar plena,consciente y activamente en la misa.

(2b) Poner en práctica la expresión delpapa Francisco: «reunirse con la gentedondequiera que esté» y extender unacalurosa bienvenida a los católicosdivorciados para acogerlos y apoyarlos,recordándoles, tanto a ellos como a nosotrosmismos, que siguen siendo una parteimportante de su comunidad de fe.

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“Si no estamosformados en lasBuenas Nuevasde Jesús, nopodemos cumpliradecuadamentenuestra mission.”

DISCIPULADO Y FORMACIÓN

Tal como detallé anteriormente, laformación es un elemento clave en la vida deldiscípulo misionero. Si no hemos recibidoformación en la Buena Nueva de Jesús y en lasenseñanzas de nuestra fe, no podemos llevar acabo adecuadamente esta misión. En estasprioridades se evidencia la importante unidadentre fe y acción.

Los proyectos de servicio, los cursos deformación y las oportunidades para los jóvenesdespués de recibir la Confirmación ayudan afusionar los conocimientos académicos yvivenciales en una respuesta integrada aJesucristo y su invitación a vivir a plenitud.

Tal como se ha expresado en muchosotros contextos, nuestras escuelas católicas,programas de educación religiosa y cursos deformación para adultos deben esforzarseconstantemente por alcanzar la excelencia, laintegración y un sentido de misión, es decir, ¿de qué forma podemos reflejar ennuestras vidas lo que hemos aprendido y a ese Jesús que hemos conocido? Laformación continua para nuestros maestros, catequistas y presentadores, debe seruna de las principales prioridades.

Se justifica el planteamiento: ¿Acaso los jóvenes que se gradúan ennuestras escuelas, que se han formado en nuestros programas de catequesis y quea la larga reciben el sacramento de la Confirmación saben, comprenden y vivensu fe como hijos de Dios? Muchos de ellos sí, pero jamás podemos aceptarsumisamente el status quo. Debemos diseñar formas creativas para que siganparticipando activamente a medida que avanzan hacia la adultez.

Iniciativas y estrategias clave parael discipulado y la formación:

(1) Crear oportunidades para que las familias, los adolescentes y losadultos jóvenes participen en proyectos de servicio que cumplan con su misióncomo discípulos, y al mismo tiempo beneficien al prójimo y a nuestrascomunidades.

(2) Crear oportunidades para que los adolescentes y adultos jóvenespuedan continuar en su camino de fe y seguir participando activamente en laIglesia católica después de la Confirmación.

(3) Generar oportunidades de formación integral e inclusiva para adultosen el ámbito diocesano y parroquial, e invitar a ponentes expertos que abordenuna serie de temas de fe y justicia social que resulten provechosos para laspersonas individuales, los miembros de familias tradicionales, así como tambiénpara aquellos provenientes de familias no tradicionales (sin núcleo).

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DOCTRINA SOCIAL

A menudo se dice que la doctrina socialde la Iglesia católica es uno de los «secretosmejor guardados» porque muy pocas personasconocen estos principios fundamentales paraconstruir un orden social justo, pacífico yhumano que afirme y esté al servicio de ladignidad y la prosperidad de cada persona.Durante la votación en el sínodo, a todos nosresultó impactante la cantidad de votos querecibió la primera prioridad: la necesidad deformar a nuestra propia gente.

Cuando observo las obras de caridad,justicia y paz que se llevan a cabo en nuestrasparroquias, la Sociedad de San Vicente de Paul,Caridades Católicas, la Campaña Católica parael Desarrollo Humano, los Servicios de AuxilioCatólico, los Caballeros de Columbus ymuchos otros grupos y personas, siento unaprofunda inspiración y admiración. Comodiócesis, tenemos el compromiso de expresaríntegramente el Reino de Dios en acción.

Como resultado del sínodo, estamosconstruyendo Tabor House en Gary, unacolaboración entre Habitat for Humanity delnoroeste de Indiana, Caridades Católicas y la diócesis para lograr que las familias necesitadasencuentren un hogar y los recursos necesarios para alcanzar la autosuficiencia y latransformación. s Care Center), en Merrillville, para atender las necesidades de mujeres embarazadas en crisis ysus hijos. La respuesta entusiasta a estos proyectos me demuestra que podemos seguir ampliandoexponencialmente nuestra labor social. La pasión de nuestra diócesis en este aspecto es unabendición para nosotros y para las comunidades que procuramos servir.

“La Doctrina Social dela Iglesia Católica seha llamado a menudo‘un secreto mejorguardado.’”

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Iniciativas y estrategiaspara la doctrina social:

(1) Educar y evangelizar a los fieles acerca de ladoctrina social católica como un elemento «constitutivo»de la misión de la Iglesia en el mundo para lograr unmejor entendimiento de su función en la proclamación,la preservación y la protección de la visión moral denuestra sociedad como pueblo de Dios. El compromisoactivo con la paz y la justicia es esencial para vivirnuestra vida de fe con autenticidad y fidelidad alEvangelio de Jesús.

(2) Desarrollar e implementar un plan de

comunicación estratégica entre todas las parroquiasdentro de la diócesis de Gary que se concentre en crearconciencia sobre las organizaciones de caridad, losministerios parroquiales y las causas sociales, y queademás informe a los parroquianos acerca de losdiversos programas y servicios que se encuentran adisposición de quienes los necesiten.

(3) Involucrar a familias, adultos y jóvenes paraque sean parroquianos activos dentro de cada comunidadparroquial, mediante programas en los que puedanparticipar, que estén acordes con sus intereses y quesurtan un efecto positivo en sus barrios.

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MATRIMONIO Y FAMILIA

Como Iglesia doméstica y símbolo de la vidade la Trinidad, el matrimonio y la familia ocupan lasprimeras prioridades de la Iglesia. Todos tenemospadres y nacimos en una familia; lamayoría puede decir que vivió porprimera vez la experiencia de laemoción del amor de Dios y elcomienzo de la vida de fe dentrode la familia. Es evidente que elmatrimonio y la familia atraviesanhoy en día profundos cambios ydesafíos culturales. Menos jóvenesse casan, por distintos motivos. Laseparación y el divorcio sonfuentes continuas de dolor para muchas parejas ypara nuestras comunidades. Muchos niños yadolescentes viven en hogares donde solo está elpadre o la madre, y la legalización de losmatrimonios entre personas del mismo sexo planteamuchas interrogantes.

A la luz de todo esto, las prioridades denuestro sínodo nos llaman a promover el matrimonioy la vida familiar católicos mediante el apoyo, lacomunicación y la formación. Es fundamentalpreparar a parejas comprometidas para el sacramento

del matrimonio, como también loses la preparación más remota deinstruir a todos nuestros jóvenesacerca de la hermosa verdad sobrela sexualidad humana, laprocreación y el amor conyugal. Enuna sociedad que ha reducido lasexualidad, en muchos aspectos, alas opciones de la búsqueda delplacer individual que no admiten lanoción de un amor con compromisoy la procreación, ¿cómo podemos

proclamar la Buena Nueva del amor, el matrimonioy la familia, tal como Dios los ha revelado y como laIglesia católica la plantea? En segundo lugar ¿cómoministrar a las personas que no «encajan» en elmodelo del matrimonio y la familia tradicionales?

“Nuestrasprioridades delSínodo nos están

llamando a fomentarel matrimonio

Católico y la vidafamiliar.”

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Estamos intentando reestructurar lapreparación para el matrimonio en aquellasparroquias que carecen de los recursos para hacerlopor sí solas. ¿Podemos realizar un esfuerzo creativoconjunto para lograr que todos nuestros programassean todavía más eficaces?

Iniciativas y estrategias para elmatrimonio y la familia:

(1) Fomentar una comunidad de familiascatólicas en toda la diócesis y equiparlas para llevarvidas centradas en Cristo, a través de eventos,programas y recursos en línea.

(2) Crear programas diocesanos yparroquiales, así como también recursos en línea,para preparar a hombres y mujeres para elsacramento del matrimonio.

(3) Brindar apoyo pastoral y recursos paraquienes enfrentan dificultades en el matrimonio,separaciones y divorcio.

JÓVENES CATÓLICOS

Una de las primeras prioridades de la mayoría delos católicos comprometidos de hoy en día son losjóvenes. Nos preocupa su participación en la vida de laIglesia, la presión social de la promiscuidad, elmaterialismo y la drogadicción que azota tantas vidas.Nos preocupa su seguridad, su salud y su salvación enun mundo lleno de confusión, violencia y tantas ideasequivocadas. ¿Cómo podemos ayudarlosverdaderamente a madurar en Cristo y a ocupar el lugarque les corresponde en la Iglesia?

Conozco a muchos jóvenes católicos que tienenun compromiso profundo con su fe, que participangenerosamente en la vida de la parroquia y colaboran enproyectos de servicio. Los jóvenes no son sencillamenteel objeto de nuestro ministerio, sino verdaderoscolaboradores, capaces de acercarse y llegar hasta suscompañeros de una forma muy eficaz. ¿De qué forma losayuda la Iglesia a desempeñar esta labor de una formatodavía mejor?

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Sinado 2017 • Diocese of Gary

La diócesis ofrece muchas opciones a los jóvenesa una escala mayor, pero el ministerio a los jóvenes enlas parroquias enfrenta desafíos. Necesitamos convocar,formar y brindar apoyo a más líderes jóvenes para queayuden a servir en nuestras parroquias. Si laConfirmación se mantiene en octavo grado, ¿cómopodemos seguir catequizando y ofreciendo formación defe a nuestros alumnos de secundaria? ¿Cómo lograr queel ministerio para los jóvenes sea una realidad integradaa todos los aspectos de la vida parroquial, no unainiciativa paralela y, en cierta forma, separada? ¿Cómopodemos cambiar la inquietante realidad de que casi el80% de los jóvenes adultos católicos se desvincula de laIglesia hacia mediados de sus 20 años? ¿Cómo podemosmantener el contacto con nuestros estudiantesuniversitarios, especialmente los que se mudan lejos delhogar? Las prioridades que elegimos abordan todas estasinquietudes e interrogantes.

Iniciativas y estrategias para losjóvenes católicos:

(1) Proporcionar a los jóvenes católicos laoportunidad de reunirse y vivir la riqueza de la Iglesiacatólica y sus enseñanzas, en el ámbito parroquial,regional y diocesano.

(2) Diseñar estrategias de colaboración para losministerios de jóvenes y adultos jóvenes que lespermitan vivir la fe más allá de los límites de laparroquia, inclusive a través de eventos y ministerioscompartidos en el ámbito parroquial, del deanato,regional, diocesano, nacional o internacional.

(3) Crear estrategias de ministerio intencional queanimen e inspiren a adolescentes de secundariaconfirmados y a jóvenes adultos que tengan entre 20 y30 años.

“¿Cómopodemos ayudarrealmente (a losjóvenes) amadurar enCristo y ocupenel lugar que lescorresponde enla Iglesia?”

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CORRESPONSABILIDAD

La corresponsabilidad es un aspecto integral deser un discípulo misionero evangelizador. A medida quenos enamoramos más profundamente de Dios ydescubrimos que todo lo que poseemos es un obsequiogeneroso de Su corazón, empleamos gustosamentenuestro tiempo, talentos y tesoros para construir el Reinode Dios. En este aspecto, nuestras prioridades reflejan lanecesidad de inculcar un sentido de discipulado que dasin reparos por el bien de la misión. El pueblo de nuestradiócesis dona generosamente de muchísimas formas.¿Cómo podemos ampliar el círculo de servicio en el cualcada católico se sienta verdaderamente entusiasmadopara contribuir a la misión de Jesucristo? ¿Cómopodemos ayudar a cada miembro de la Iglesia adescubrir, valorar y a compartir sus dones? ¿De quémanera un espíritu de agradecimiento generalizado haciaDios transforma nuestras mentes y corazones en unarevolución de entrega?

“¿Cómo ayudamos a cadamiembro de la Iglesia adescubrir, valorar ycompartir sus dones?”

Iniciativas y estrategias para lacorresponsabilidad:

(1) Formar y capacitar parroquianos en la nociónde la corresponsabilidad, alentándolos a adoptar un estilode vida de discipulado que sea generoso en cuanto a susaportes de tiempo, talentos y tesoros.

(2) Organizar y encabezar un sistema paracompartir recursos interparroquiales, en el cual lasparroquias de toda la diócesis puedan agruparse,colaborar y compartir sus dones y fortalezas únicos enfavor de la corresponsabilidad.

(3) Presentar oportunidades para que losparroquianos se conviertan en discípulos de Jesucristo,lo que naturalmente conlleva al ejercicio de lacorresponsabilidad.

Sinado 2017 • Diocese of Gary

Un elemento integral de nuestra misión católica es ayudar a losjóvenes a descubrir su vocación dentro de la Iglesia, que comienza connuestra identidad como hijos adoptivos de Dios, renacidos de las aguasbautismales. Debemos crear sistemáticamente una cultura de vocaciónen la que cada joven católico pueda discernir naturalmente el llamadoque ha recibido del Señor.

Cuando nuestras familias, escuelas y programas de educaciónreligiosa forman activamente a los jóvenes en cuanto a la belleza, laverdad y la bondad de la fe católica, muchos comienzan a preguntarse:«¿Qué quiere Dios que sea (la propia vocación) y que haga (la propiamisión) por Él?» En el contexto de este discernimiento vocacional, losjóvenes seguirán el llamado al sacerdocio, a la vida consagrada, aldiaconato, al ministerio eclesiástico seglar y al matrimonio.

Nuestras principales prioridades reflejan la necesidad depromover de forma consciente y creativa esa cultura de vocación en laque los jóvenes pueden escuchar adecuadamente y respondergenerosamente a la voz del Señor. ¿Cuántos egresados de nuestrasescuelas católicas yprogramas de formaciónreligiosa se han convertido ensacerdotes, religiosas, monjeso ministros eclesiásticosseglares en décadas recientes?Celebro los esfuerzos denuestra oficina para lasvocaciones, de los sacerdotes,los maestros, los catequistas ylos padres, y les pregunto: ¿dequé manera podemos ayudar a los jóvenes de una forma todavía máseficaz para que descubran su vocación y su misión?

Iniciativas y estrategias para las vocaciones yla formación de líderes:

(1) Proclamar la Buena Nueva mediante el ejemplo y promoveruna atmósfera de «relaciones adecuadas» para ofrecer ejemplospositivos para las vocaciones.

(2) Educar e inspirar a los jóvenes en la noción del discipulado,para que de esta forma comprendan y valoren las distintas vocaciones.

(3) Valorar el llamado bautismal de los laicos para colaborar enla misión de la Iglesia, y diseñar un plan que promueva y refuerce lafunción del liderazgo seglar en cada parroquia.

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“¿Cómo podemosayudar a nuestrosjóvenes a descubrir

cada vez máseficazmente suvocación ymisión?”

VOCACIONES Y FORMACIÓN DE LÍDERES

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IMPLEMENTACIÓN DEL SÍNODO

La celebración de nuestro primer sínodo en verdadrepresenta un momento de transformación para la diócesis de Gary.La ardua labor y la dedicación desinteresada que ofrecierongenerosamente tantas personas ha impulsado este proceso espiritualy ha renovado nuestro compromiso con la misión del Evangelioque nos ha sido confiada a cada uno de nosotros. Me he sentidomuy animado gracias al entusiasmo, la imaginación y ladisposición de nuestros sacerdotes, líderes seglares y del pueblo engeneral para implementar nuevas ideas y prácticas que amplíennuestra fe, tanto en nosotros mismos como en nuestras parroquias.

Bajo la dirección de sus respectivos pastores y consejospastorales, muchas comunidades ya han comenzado a reflexionar,diseñar estrategias y elucidar nuevas formas para vivir el Evangeliode Jesucristo. Toda esta labor es, en verdad, obra del Espíritu Santo.

Para poder garantizar que el sínodo se implemente de unamanera provechosa, estamos cambiando nuestro enfoque a la tareade concretizar las prioridades y los ideales que hemos recibido, enel ámbito de la diócesis, la parroquia y el individuo, a medida queprocuramos crecer en nuestro discipulado misionero. Pido a cadaparroquia que cree e implemente su propio plan pastoral sinodal,puesto que los líderes locales conocen mejor que nadie lasfortalezas, los desafíos y los déficits de su propia comunidad.

Aplicando el principio de la subsidiariedad no habrá un planuniforme y vertical que todo el mundo tendrá que cumplir de lamisma forma. A medida que iniciamos esta nueva etapa de nuestratravesía, recordemos: nadie puede hacerlo todo, pero todospodemos hacer algo. Las iniciativas del sínodo nos ofrecen unaamplia gama de posibilidades pastorales para elegir y adaptar a lascircunstancias locales.

Para contribuir a facilitar este proceso de discernimiento,decisión e implementación estamos creando una nueva estructurapostsinodal que comprende la Comisión para la implementaciónsinodal, laboratorios de recursos y consultores pastorales. Estemarco de trabajo ayudará a las parroquias a diseñar su propio yexclusivo plan sinodal, adaptado a su propia identidad y situación,con el respaldo y los recursos adecuados de la diócesis, apoyándoseen sus fortalezas y atendiendo aquellas necesidades que todavía nose han satisfecho.

Para guiar este proceso en curso, estoy creando unaComisión para la implementación sinodal especial conformada porocho personas (sacerdotes, diáconos y laicos) que estánprofundamente comprometidos con la implementación de la visiónplena del sínodo que se manifestó durante el fin de semana dePentecostés. Su principal función es garantizar que nuestra diócesis

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de ocho personas, guiados por un sacerdote, diácono oministro eclesiástico seglar, y estarán encargados decompilar y comunicar ideas concretas, listas de recursosútiles, programas, libros, enlaces a páginas web yprácticas más adecuadas para ayudar a las parroquias ylas instituciones. Por ejemplo, si una parroquia deseadedicarse con más ahínco a la formación de adultos, ellaboratorio de recursos para el discipulado y laformación le brindará recursos necesarios y útiles. Lafunción de los laboratorios de recursos es proponer, noimponer, para que las ideas y las sugerencias puedanadaptarse fácilmente e implementarse en el ámbito local.

Por último, algunos de los jefes de departamentosdel Centro Pastoral y varios diáconos permanentes sedesempeñarán como consultores parroquiales, actuandocomo recursos para toda la diócesis. Estas talentosaspersonas dedicarán valioso tiempo para reunirse consacerdotes, diáconos, personal pastoral, consejosparroquiales y parroquianos en su localidad, a fin deayudarlos a crear su plan sinodal parroquial y suimplementación.

Deseamos que los líderes y los recursos delCentro Pastoral sean verdaderamente útiles para loslíderes parroquiales en esta iniciativa de transformación.La función de los consultores parroquiales no es dictar,controlar ni obligar a los líderes parroquiales a tomarningún rumbo, sino facilitar, apoyar y guiarlos para crearel plan parroquial que debe emanar de la propiaparroquia.

En septiembre se compartirá la totalidad de esteproceso de planificación con los sacerdotes, diáconos ylíderes parroquiales. Se le pedirá cada pastor que cree unpequeño equipo de planificación que se reuniráperiódicamente para contribuir a formular el plan sinodalde la parroquia, asesorados por los líderes y miembrosde la parroquia.

El objetivo es que para el 1 de abril de 2018,Domingo de Resurrección, cada parroquia haya creado,redactado y presentado su plan sinodal.

Finalmente, esto conllevará a visitas pastoralesque yo realizaré en cada una de las parroquias einstituciones católicas, posiblemente a principios delotoño de 2018 o a comienzos del año 2019. En una laborconjunta con los sacerdotes y el equipo pastoral,programaré visitas ampliadas para reunirme con elpersonal y el consejo pastoral, visitar escuelas, hogarespara ancianos y a los enfermos confinados en sus casas,

esté más profundamente comprometida con la misiónglobal de Cristo y con el crecimiento dinámico de laIglesia mediante el servicio a todos, según se describióen el proceso del sínodo.

Para cumplir con la misión de la Iglesia, toda ladiócesis, parroquias e instituciones deben examinarsistemáticamente sus prioridades y evaluar susactividades para discernir de una forma más concreta dequé forma el Espíritu Santo nos desafía a responder antelas necesidades de los tiempos que vivimos. Esta ha sidouna de las grandes tareas del sínodo. Debemosreflexionar acerca de cómo rezamos en la comunidad,proclamamos el Evangelio, ayudamos a los pobres,trabajamos en favor de un orden social y económico másjusto, cómo formamos a nuestros niños, adolescentes yjóvenes en la fe y de qué manera crecemos en nuestravida espiritual, para decidir qué iniciativas pastoralesdeben implementarse ahora para echar los cimientospara el futuro.

Con el fin de proporcionar recursos para lasparroquias, estamos creando ocho laboratorios derecursos específicos para ayudarnos en ocho aspectos denuestra vida de fe que se destacan como los principiosrectores de nuestra misión fundamental y actividadapostólica: evangelización, sacramentos, oración y culto,discipulado y formación, doctrina social, matrimonio yfamilia, jóvenes católicos, corresponsabilidad, yliderazgo y formación de líderes. Estos grupos constarán

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celebrar la misa, administrar el sacramento de la confirmación yungir a los enfermos, así como también reunirme con parroquianos yotros que, de una forma u otra, reciben los servicios del ministeriolocal de la Iglesia.

Mediante estas visitas pastorales podré escuchar, animar yapoyar los esfuerzos de las parroquias para implementar la visión delEvangelio y su propio plan sinodal, mediante el intercambio dehistorias de éxito y la identificación de obstáculos. He solicitado a Catholic Leadership Institute (CLI) que nos ayude,tanto a mí como a la diócesis de Gary, a implementar los planespropuestos. Debemos aprovechar el impulso y la emoción que hacreado la experiencia del sínodo y apoyar a las parroquias y lasinstituciones para que implementen estrategias que esténdebidamente alineadas con las ocho áreas del ministerio. CLIcontribuirá a guiar los esfuerzos y capacitar al personal para quepodamos adentrarnos de lleno en el proceso mediante el cualdaremos rienda suelta al espíritu de Cristo Resucitado en nosotros,mientras nos esforzamos por vivir el poder transformador delEvangelio. Estoy profundamente agradecido por la fe, el amor y laesperanza de nuestros líderes y nuestro pueblo. El Espíritu Santo nosacompaña mientras avanzamos con paso decidido y con mentes ycorazones renovados.

CONCLUSIÓN

El Sínodo de la Diócesis de Gary es a la vez un proceso y unevento, un profundo llamado personal a la conversión constante en elEvangelio, así como también un amplio proceso de discernimiento ydecisión de la comunidad. Seguiremos pidiéndole al Espíritu Santoque nos muestre el camino a seguir mientras procuramos vivir sintapujos la Buena Nueva de Jesucristo, tanto en la Iglesia como en elmundo, con un fervor, amor y fe renovados. Desde hace 2000 años laIglesia ha vivido su discipulado misionero, cumpliendo con el últimomandamiento de Jesús: «Por tanto, vayan y hagan discípulos detodas las naciones». Los cristianos siempre hemos avanzadovalientemente hacia el horizonte del futuro, confiados en que Jesúsnos acompañará siempre.

Ese futuro nos exigirá mucho, especialmente a nuestrossacerdotes, diáconos y ministros seglares. Tendremos que colaborary trabajar juntos de formas diferentes, adoptar un nivel decorresponsabilidad mucho más elevado con respecto a la vida detoda la diócesis, abandonar la mentalidad pueblerina, la competenciao el aislamiento que nos separan, salir del letargo que a menudo noslleva a decir «así es como se ha hecho siempre», despojarnos de laautocomplacencia capaz de mantenernos en un estancamientoespiritual, y ser más proactivos y dinámicos en nuestros esfuerzos deevangelización.

Si no adoptamos esa visión, nuestra Iglesia localsencillamente continuará diezmándose hacia unadolorosa reducción de la fe en nuestro pueblo.se lanzaron a las calles de Jerusalén y proclamaron lamuerte y resurrección de Cristo como el nuevosignificado de la historia humana, se desató en el mundoel poder evangelizador de la Palabra. La profesión de laBuena Nueva del amor de Dios por nosotros en Jesúscreó nuevas iglesias, engendró nuevos discípulos,construyó catedrales, hospitales y universidades, enviómisioneros y, finalmente, llegó hasta el terreno fértil del

noroeste deIndiana.Somos losherederos deesteextraordinariolegado de fecatólica. Elsínodo es elmomentooportuno paradar riendasuelta alespíritu deCristoResucitadoentre nosotrosy a través denosotros, amedida quevivimos elpodertransformadordel Evangelio.Por mediode esta cartaacepto yendosoformalmentelas iniciativas

pastorales de nuestro sínodo diocesano, y ofrezcoesperanza y gratitud a los sacerdotes, diáconos,religiosos, ministros eclesiásticos seglares y a todos losfieles laicos de nuestra Iglesia, confiando a cada uno deustedes la jubilosa responsabilidad de adoptar esta visióndel Evangelio, y de tomar estas esperanzas y sueñosengendrados por el Espíritu Santo, y transformarlos enacciones creativas y decisivas. Espero con gran

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Sinado 2017 • Diocese of Gary

Inmaculada Virgen María, tú eres nuestramadre y el modelo del discipulado misioneropara todos nosotros en la diócesis de Gary.Te confiamos todos nuestros esfuerzos y

actividades postsinodales, al tiempo que damosgracias y alabamos a Dios por nuestros

sacerdotes, diáconos, religiosos y seglares.Tú, que eres la esposa del Espíritu Santo,intercede por nosotros a medida que

emprendemos la labor de reavivar la llama de lafe en el noroeste de Indiana y otras fronteras.

Ayúdanos a transformarnos a imagen ysemejanza de tu amado hijo, Nuestro Señor ySalvador Jesucristo, plenos con la devociónevangélica y el compromiso apostólico de

acercarnos a todas las personas, especialmentelos que se han extraviado y los que estánolvidados, los que sufren y los heridos, los

marginados y los indiferentes, con el mensajesalvador de la Palabra.

Amén.

expectativa descubrir las maravillosas formas en las queDios nos inspirará a ser todavía más fieles, generosos ycreativos en nuestros esfuerzos para vivir la Palabra yconstruir el Reino de Dios.

Toda esta labor, planificación y trabajo solamenterendirá frutos en la medida en que cada uno de nosotrosesté abierto a la gracia del Padre, la misericordia delHijo y el poder del Espíritu Santo. El sínodo tendrá éxitoen tanto y en cuanto nos convirtamos en los santos queDios nos ha llamado a ser, a través de vidas intensas deoración, alabanza sacramental, acciones virtuosas yservicio generoso. Transformar las estructuras y losprogramas sin transformar el propio corazón es una obraincompleta.

Le pido a la Santísima Virgen María que nosacompañe en este camino de peregrinación hacia elcrecimiento en el discipulado misionero, así como ellaexpresó su fíat a la voluntad del Señor y en su seno seengendró Jesucristo. Que por la intercesión de la Madrede Dios todos los planes y las iniciativas de nuestrosínodo rindan frutos, para la gloria de Dios y para servira la dignidad y a la salvación del prójimo.

Con alegría y agradecimiento, les doy a todos mibendición episcopal.

Photos by Northwest Indiana Catholic