Anuario UPA 1999
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BCH,
EDITA FUNDACIÓN DE ESTUDIOS
RURALES
--~ Unión de Pequeños
Agricultores y Ganaderos
Redacción y admi nistración
Agusrin de Betancoun, 17-3". 28003 Madncl
Tels.: 9155-+ 18 70 Fax. 9155-+26 21
Gestión y Administración José Luis Marrin
Redactores r colaboradores
Esrcban López PlazJ Elena Concsa Sánchez José Manuel Delgado
)a11er Alcj<mdrc Nuria V11lanuc1·a \11ole1a Campo
Hcctor Samz \'íctor Sala::ar (t\ 11ilal11d11)
Óscar Fonuín rca~t1lla y Ltón) Beamz Reohd (Clls -La Mw1c/1<1)
Manfé lama (fatm11ad11m) Mº jesús Puentes (B111sdas)
Coordinador de los artículos sobre
r'lg1irn/t.11 ra familiar e11 Es¡m fl a Eduardo 1'1oyano
Fotografía Joaquín Ter.in
Secretarias de redacción Pilar Momand Emcsrina Rufo
Documentación Departamento Técnico de UPA
Umoncs Regionales de UPA Uniones Sectonalcs de UPA
Maquctación Ana B. Gómcz
Departamento de publicidad
Agustín de Bctancoun, 17-3". 28003 Madnd
Tels.· 91 533 97 81 91 533 83 55
Fa.-· 91 554 26 21
lmpres ión Gráficas jomagar
Fo to Portada Mamfcsrnc1,m convocada por
J PA en Madrid , el 20 de marzo de 1999, en defensa ele la agricultura fam1har y por el
futuro del mundo rural
11111 fUNDACIÓN Df ESTU DIOS RURAlES
AGRICULTURA FAMILIAR EN ESPAÑA 1999 PO R LA DEFENSA DE LA AGRJ CULTURA FAMILlAR
FERNANDO MORALEDA
PROCESOS DE CAMBIO EN LA AG RI CULTURA ESPAÑOLA
EDUARDO MOYANO
AGRJCULT URA Y TERRJTORIO. UNA CUESTLÓN POLÍTlCA
BERTRAND HERVIEU
MODERNIZACIÓN DE U\ AGRICULTURA FAMILIAR: lMEJORA O SUPRESIÓN?
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JESÚS G. REGIDOR 19
ESTRATEGIAS FAM ILIARES Y FUTURO DE U\ AGRl.CU LTURA FAM ILIAR
CRISTOBAL G. BENITO J UAN JESÚS GONZÁLEZ
EVOLUCIÓN Y TENDENCIAS EN EL TRABAJO AGRARI.O
ALICIA lANGREO
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MUJERES Y EXPLOTACIÓN FAM ILIAR AGRARIA
J UAN M. GARCÍA BARTOLOME 49
EL NUEVO MARCO PRESUPUESTARIO Y LA REFORMA AGRÍCOU\ DE LA AGENDA 2000
JOSÉ Mª SUMPSI 55
INFORME SOCIOECONÓMICO
LA MODUU\.CIÓN DE LAS AYUDAS, AL SERVICIO DE LA COHESIÓN
LUIS ATIENZA
PRODUCCIÓN AGRARIA Y SEGURlDAD ALIMENTARIA
RARAEL URRIALDE
EXPLOTACIONES FAMILIA R.ES EN L.\ AGRICULTURA MEDlTERR.\NEA
EU\DIO ARNALTE VICENTE ESTRUCH
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TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS DE LAS EXPLOTACIONES FAMILIARES GA LLEGAS EN EL CONTEXTO DE LA AG RICULTURA DE LA CORN ISA CANTÁBRlC-'\
FRANCISCO SINElRO
AG RI CULTURA, MEDIO AMBIENTE Y DESARROLLO RURAL
PEDRO RUlZ AVILÉS
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MEDlDAS AGROAlVIBIENTALES: UNA OPCIÓN PARA LA AGRICULTURA FAMILIAR
FERNAN DO E. GARRIDO 93
EL DESARROLLO RURAL. UNA APUESTA DE FUTU RO PARA DIVERSlFlCAR LA ACTIVIDAD AGRARIA Y GARANTIZAR UN MUNDO RURAL vrvo
JOSEP TORTOSA 101
DE lA AGRICULTURA ESPAÑOIA 1999
El sector agrario en 1998 108 Cantabria 149
Producciones y mercados 119 Castilla-La Mancha l!.51
Agricultura y Castilla y León 152
alimentación 129 Cataluña 154
Agricultura y medio Comunidad Valenciana 157 .Acción Sindical de UPA 171
ambiente 133 Extremadura 158 IV Congreso Federal 181
Comunidades Autónomas 139 Galicia 161 Secretarías •Sectoriales 188
Andalucía 139 La Rioja 1.62 Departamentos 198
Aragón 141 Madrid 1.65 Uniones Territoriales 201
Asturias 142 Murcia 1.66 Legislación nacional 1998 210
Baleares 145 Navarra 168 Legislación europea 1998 214
Canarias 146 País Vasco 169 Sedes • Ind. anunciantes 216
DESDE 1880
S/NCE 1880
123 Variedades de obtención propia inscritas en el catálogo CE.E. Cereales, Maices, Girasoles ... Horticolas y Forrajeras
123 Varieties of our breeding registered in the Common Catalogues. Field crops, Corn, Sunflower, Grasses and Vegetables.
SEMILLAS FITO Selva de Mar , 111•08019 BARCELONA•Spain Telf. : 34 (3} 307 62 12- Fax: 34 (3) 307 03 64 -Té/ex: 51944 FITO E
FERNANDO MOBALEDA
Pcq uc 1ios \xiirnltor.:s r
amcdcros (UPA)
Por la defensa de la agricultura familiar
En nuesrro recieme IV Congreso Federal , el informe ele gestión clesracaba que UPA había nacido, crecido y hecho adulta en Europa, dentro de Europa. Si hay una experiencia organi
zativa española que se relacione estrechamente con el proyecto europeo desde nuestra integración, es, como digo , la Unión de Pequeiios Agiicultores y Ganaderos.
Nuestro país llevaba ya un año en la Comunidad Económica Europea cuando celebramos nuestro I Congreso, en septiembre de 1987, en el salón de actos del Ministerio de Sanidad. A los pocos meses delconocimiento ele las instüuciones europeas pasamos a parLicipar en ellas. La Polírica Agraria Común estaba ya entonces cuestionada por sus efectos presupuestarios al haber ocasionado un problema ele excedentes en determinadas producciones continentales. El éxito cle1 apoyo a los precios percibidos por los productores había generado un problema financiero: se vendía a la intervención y no sólo al mercado. La solución que se propuso fue la de esrabilizar el gasto sin cambiar el fondo ele la política. No hubo resultados sustanciales.
En 1992, con seis años ele experiencia europea, se produce la primera gran reforma agrícola en la que dejamos de ser espectadores: la política de precios pasa a la ele ayudas directas compensatorias por pérdida de rema. Es entonces cuando se produce un decro que
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hará cambiar la PAC en el futuro y que ha hecho que la discusión ele la misma en 1999, haya tenido más atención social. Me refiero a la "visibilidad" de las ayudas . El apoyo a los precios era invisible y lo pagaban los consumidores. El apoyo a las remas es visible y al pagarlo el contribuyente necesita no sólo de legiLimidacl agraria sino también ele legitimidad social, en el sentido amplio de la expresión.
La discusión de la Agenda 2000, lamentablemente, no ha dado el verdadero valor político que debía a la exigencia ele que la PAC descanse en un nuevo diseño que reconcilie las prioridades de la sociedad con el modelo de producción agraria; en definitiva, que hubiera puesto los pilares de una nueva PAC en un nuevo contrato social que reconciliara los nuevos valores sociales ele agricultura sostenible, plrnifuncional y vertebraclora del territorio con los intereses ele agriculrores y ganaderos.
Los Ministros ele Agiicultura primero, y los jefes ele Gobierno después, se repartieron el presupuesto en lugar de diseñar una nueva política para un nuevo siglo , dejando a los Estados que pudieran modular las ayudas directas después ele que primero la Comisión Europea y después Francia, hicieran ptiolitaria esta demanda en las discusiones del Consejo Agrícola. La lógica agra1ista de nuevo se ba impuesto a la lógica po-
Por la defensa de
la agricultura familiar
Hay que asumir el riesgo afrontando el problema principal: el apoyo público a la agricultura debe no sólo ser transparente, sino, sobre todo, justificativo: la ayuda debe tener un fin socialmente admisible
lítica, y ello va a ser, también de nuevo , con erario a los intereses de la e.-'\'Plotación familiar agra1ia europea y espaiiola.
Y es que la pregunta que se abre paso inmediatamente es l CÓmo una organización agraria reclama una lógica no más agraria que polítirn, más de ciudadanos que sólo de agricultores?.
P1i111ero , porque la lógica agraria en la histmia de la PAC es la del producto, no la del productor, la de la agricultura comercial freme a la agricultura tenito-1ial. Y es obvio que en este orden ele preferencias, la agricultura familiar está en minoría.
Segundo, porque la época donde el presupuesto agrícola crecía no volverá, y en un escenario rest1ictivo cobra valor la pri01idad en el gasto y en esto es un buen aliado conocer el rostro de algunos de los perceptores de ayudas agra1ias que no disfrutan ele apoyo social.
Tercero, por la tendencia muy acusada ele desacoplar las ayudas ele la producción. La experiencia francesa co n la Ley ele Orientación Agtícola, instaurando los Contratos Terriroriales de Explotación (CTE), es un buen ejemplo en esta dirección , que prevé dotar a la futura PAC de elementos compatib les con las demandas de la Organización Mundial ele Comercio.
Y cuarto, al haberse producido en los últimos tres años, dos casos graves de seguridad alimentaria: las "vacas locas" y la c1isis de las dioxinas en la alimentación avícola. Por el lo se ha despertado una clara conciencia social que puede detivar, si lo C..\:plícamos adecuadameme, en un apoyo a nuestro modelo de producción agrícola que es más acorde con las explotaciones fam il iares que con la gran producción agroindusnial.
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Hay un 1iesgo en el debate público sobre el sostenimiento presupuestario de la actividad agraria y es el de que se ponga en cuestión el sostenimiento en sí mismo.
LPor qué necesi ta la agricultura que se dedique un presupuesto para sostener las rentas de los agric ultores, si otros sectores no lo tienen? , vend1ían a concl uir los defensores del neoliberalismo comercial.
Desde mi punto de vista, 11ay que asumir el riesgo afromando el problema principal: el apoyo público debe 110 sólo ser transparente, sino, sobre todo, justificativo: la ayuda debe tener un [in socialmente admisible.
Por otra parre , los defensores de la libre competencia sin intervención justificada del Estado no parece que puedan defender un modelo agrario que bajando cos tes e integrando su economía en graneles empresas, empiece a ser generador ele graves repercusiones en la seguridad alimentaria: lla competen ia perfecta no nos lleva al pollo con dioxinas?. En resumen, a la Unión de Pequeños Agricultores
y Ganaderos le conviene , y creo que a la sociedad española también, que la política agraria tenga cada día más interlocutores sociales que proporcionen mucha más legitimidad a las reivindicaciones ele modulación de las ayudas o ele la e.,xigencia ele dar cuerpo legislativo a la función productiva de los profesionales ele la agricultura mediante un Estatura del Agii.culrory del Ganadero. La visibilidad ele las ayudas y un nuevo contexto social nos van a ayudar.
La Fundación de Estudios Rurales ha que1ido, por tan ro, estar presente en este nuevo contexto social con un nuevo volumen lleno ele aportaciones que desde diferentes planos apuestan por una agricultura ligada al territorio , comprometida con los recursos que maneja >' que genera empleo es table en el medio rural.
El profesor -y buen amigo- Eduardo Moyana ha coordinado los artículos que, como el mismo dice, intentan reflejar la crisis ele identidad y las nuevas opommiclades que plantean los procesos ele cambio que vivimos en la actualidad.
Han pasado trece años desde que nos integramos en la Europa Verde. En nuestros comienzos aprend imos a influir como represemames ele los agricultores, un "lobby" poderoso, decían. Hoy necesitamos más que nunca a la sociedad.
Si queremos preservar la PAC, los ciudadanos deben volver a darnos su con6anza para cumplir nuevas funciones .
UPA puede ser un buen morar del cambio que se avecina. Esta publicación cumple el papel de espejo en el que se mira la realidad de la explotación familiar agratia española. e
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~rocesos de cambio ~n la agricultura española. =risis de identidad y nuevas oportunidades
EDUABDO MOYANO
AndalucíaSI .
Córdobo.
Tal como han puesto de manifiesto destacados trabajos de investigación, el proceso de cambio que experimenta la agricultura y la sociedad mral está teniendo lugar a través de di
versas rupruras (demográficas, territoriales , medioambientales, alimentarias, . . .) que cuestionan con más o menos radicalidad el sistema ele referencia económico y social que ha servicio ele guía a los agricultores en las últimas décadas. Si bien ese proceso ele cambio crea también nuevas oportunidades, la primera impresión que uno saca es que, por ahora, los agricultores están inmersos en una crisis de identidad acompañada de una buena dosis de incertidumbre y desconcierto. No obstante, y aunq ue éste sea un sentimiento bastante generalizado entre los agricultores, se observa que, a la hora ele afrontar los problemas que les afectan, sus respuestas no son homogéneas, sino que suelen estar marcadas por la pluralidad, reflejando con ello la realidad de una estructura social agraria cada vez más diferenciada como es la espafiola. De ahí que el nuevo marco de oportunidades que les ofrece el actual contexto de cambio sea percibido e interpretado de modo diferente por los agricultores, sien-
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do también diferentes sus respuestas, tanto en el nivel de las acciones individuales, como en el de la acción colectiva.
Respuestas en el nivel individual
En el nivel ele las acciones individuales , las respuestas son, en efecto , diversas , dependiendo de variables como la posición social y económica del agricultor, la estructura de sus explotaciones, su hábitat de residencia o sus mientaciones productivas. En el trabajo que C. Gómez Benito y ]J. González presentan en esta misma publicación de la Fundación de Estudios Rurales , pueden verse las diferentes percepciones y respuestas de los agricultores españoles al actual proceso de cambio y el peso específico que eUas tienen en el conjunto de la población agraiia, así como su relación con esas vaiiables. Aquí me limitaré a destacar los rasgos más significativos ele este panorama, según las impresiones que me susci ta la realidad agraria espafiola , sin mayores pretensiones que las de su mera observación.
Procesos de cambio
en la agricultura española
Hay agricultores que optan por nuevas orientaciones productivas y que aprovechan las oportunidades que les ofrecen las nuevas tecnologías para mejorar la gestión de sus explotaciones
La búsqueda de un equilibrio entre renta y ayudas públicas
En primer lugar, puede observarse un numeroso grupo de riwlares de exploraciones fami liares poco competitivas y muy e,'tendiclas por el tenito1io , que ha logrado un cieno equilibrio gracias a la combinación de d istimas fuentes de ingresos: los que provienen ele la rcnra obtenida ele su actividad en la exploración agraria; los que derivan de las ayudas directas de la PAC; los que proceden de lá plu1iactiviclacl realizada por los miembros de la familia corno asalariados en la agricultura o en otros secmres; y los que proceden ele las distintas prestaciones sociales del Estado (pensiones , subsidios de desempleo , ayudas asistenciales,. . .) .
Para esre grupo - que desempeña un papel fundamental en el dinamismo y virnliclacl ele muchas zonas rurales andaluzas y que sería condenado a la exclusión si se aplicara sin coneeciones en esas zonas el modelo agrícola centrneuropeo-, el actual contexto de cambio les seguirá ofreciendo opomm iclades en la medida en que el Estado continúe estando presente a través ele sus políticas públicas, ya que sin sus mecanismos de protección difíci lmente podrían reproducirse socialmente como agricultores. Su percepción del cambio no puede decirse que sea negariva, ya que su s ituación acwal no es peor que la que tenían en pe1íoclos anreiiores, en los que, para muchos ele estos pequeños agricul tores, la única salida era la del abandono y la emigración.
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La respuesta conservadora de los "cazaprimas"
En segundo lugar, se encuentran agricultores con e>-.'Plotaciones ele tamaño medio y grande , que se limitan a seguir una estrategia conservadora ele recogida de las subvenciones públicas provenientes de la PAC -serían los denostados "cazaprimas"-, subvenciones que, junto a los ingresos obren idos por la venra de sus procl ucciones en el mercado, les han venido garamizanclo su sraws con el mínimo coste y sin apenas riesgo. La percepción negativa que del actual proceso de cambio puede tener este grupo, radica, por un lacio, en la perspectiva, cada vez más real y cercana, ele que tales subvenciones se limiten y modulen e incluso que desaparezcan, y, por otro, en la amenaza con que viven la apertura ele los mercados, una apertura para la que no se sienten preparados ni tienen intención ele prepararse.
Asimismo, este grupo, del que hasta hace bien poco se reclutaban las elites de muchas comunidades rurales españolas, es el principal afectado por la pérdida de influencia de los intereses agrarios en la vi.da política y económica local, percibiendo como una injerencia en sus asuntos el que nuevos grupos en ascenso -como los grupos ecologistas- participen en las decisiones que afectan al destino ele los espacios rurales . Se produce en esre grupo una especie de repliegue corporntivista, convirtiendo el victimismo en su discurso; un discurso que , en situaciones Límite, es caldo de cultivo para proclamas destinadas a satanizar Ja política y los políticos -si provienen de Bruselas , ramo mejor- y a clcmonizar el proceso de munclialización y ele apertura ele mercados.
Aunque éste es, sin embargo, un discurso cargado ele ambigüedad , ya que , al mismo tiempo que reclaman para ellos el proteccionismo estatal, rechazan el control ejercicio por los organismos públicos y cleíienden un modelo basado en el derecho a la propiedad piivacla y a ejercer su libertad como empresarios.
La respuesta innovadora de los emprendedores
Junto al grupo de "cazaprimas" marcado por el conservadurismo, se observa un tercer grupo de agricu l rores -rccluraclo de los cli[erenres segmentos de la esrn.1cru ra social agraria- caracterizado por clesan-ollar una esrraregia innovadora inrroclucienclo cambios importantes en sus e.exploraciones. Así, encontramos agricultores que optan por nuevas orientaciones productivas (por ejemplo, cultivos bioenergéticos o de aprovechamiento en la industria te·;til o [armacoló· gica) y que aprovechan las oportunidades que les ofre. cen las nuevas tecnologías para mejorar la gestión el~ sus e;...'Ploraciones. También encontramos agriculro·
nelsector ~ario, las 1rmas rociativas ~sempeñan
ripapel mdamental, >rque son ejes ~ articulación :onómica
res que desarrollan actividades no agrarias en sus explotaciones (turismo rural, cinegética, forestación, granjas escuela, etc.) como fuentes complementarias de renta en el marco de las nuevas políticas de desa-1TOl10 rnral.
Asimismo, se obser an interesantes iniciativas de agricultura sostenible en la urilización de los recursos naturales, ya sea con el fin de explotar de forma más equilibrada los suelos agrícolas, ya sea con la finalidad de utilizar de modo más racional los insumos químicos reduciendo los costes de producción.
Este sector innovador se muestra consciente de la complejidad de los cambios que expe1imenta la agricultura y de su nueva posición -ya no hegemónica- en las agendas públicas. respondiendo a ese contexto con actitudes no corporarivistas ni de repliegue e involución , sino ele apertura a las nuevas oportunidades que se les ofrece. Más que protección, reclaman del sector público información y [onnación para ayudarles a adaptarse a la nueva situación de mercados abiertos , así como incentivos para abordar proyectos ele reconversión en sus explotaciones
Respuestas en el nivel de la acción colectiva
En el sector agrario , las formas asociativas desempeñan un papel fundamental , porque son ~jes de articulación económica Oas cooperacivas , principalmente) y por actuar ele centros de vertebración de intereses para la representación sindical (tal es el caso de las organizaciones profesionales agrarias) . A través ele su presencia en el sector agra1io y su elevada capacidad de movilización, el mO\imiento asociativo ejerce una importante influencia en las acritudes y comportamiento de los agri.cultores, al tiempo que se e1ige en un importante actor imem1edio en la aplicación ele lapolítica a!.!raria y rural. Sus dirigentes son líderes de opinión cuyo posicionamienro respecto a los remas relacionados con la ag1icultura y el mundo rural tiene resonancia en los medios ele comunicación y se convierte en punto de referencia para los agricultores.
Por ello, es importante analizar cómo se percibe el actual proceso ele cambios desde el movimiento asociativo y cuáles son las respuestas que se clan en este nivel ele la acción colectiva, dacia la incidencia que tiene en la definición de las preferencias de los ag1icultores.
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Ceno·ánelonos en el sindicalismo agrario e pañol -con tres organizaciones (ASAJA, COAG y UPA, mayoritarias- pueden distinguirse dos tipos de respuestas.
Una respuesta "empresarial"
En primer lugar, una respuesta ele tipo "empresarial", promO\ida por las organizaciones cuyas estrategias reflejan mayoritariamente los intereses de agricultores con explotaciones de tamaño mediano y grande: ASAJA sería la organización que mejor reíleja este tipo ele respuesta , aunque también agrupe a muchos pequeños agricultores. En esta respuesta se propone una mayor integración con el sector de las industrias agroalimentarias a través de estructuras de tipo interproresional dentro ele cada filiére; se apuesta por un modelo sectorial para la vertebración ele los inrerese:s agrarios, en detrimento de los modelos tradicionales ele carácter mulrisectorial; se impulsa la incorporación de los agriculrores a las nuevas tecnologías de gestión empresarial, y se aboga por seguir avanzando en el proceso de modernización productiva ele kls explotaciones ag1ícolas aunque sea desde coordenadas clist:irnas ele las que guiaron la modernización de los años sesenta.
Más allá de lo que es la batalla sindical en tomo a cuestiones más coyunturales, un análisis detallado ele las posiciones adoptadas por este tipo de organizaciones en sus asambleas y congresos nos permite obsef\"ar su preocupación por los riesgos que supone
Procesos de cambio
en la agricultura española
La futura política agraria europea debería continuar impulsando la modernización del sector -especialmente, en las regiones mediterráneaspara hacerlo más competitivo
centrar en e,'Cclusiva las remas de los agriculrores en la recolección de subvenciones públicas. Tal preocupación la basan en el hecho de que estas subvenciones son cada vez más cuestionadas en el conjunto ele la UE y menos seguras am e las reformas de la PAC en curso, y de que la forma en que son distribuidas -sin contrapartidas- deslegitiman socialmente las funciones del agticulror como empresario.
Actualmente, en tomo al tema ele la modulación de las ayudas púbücas procedentes de la UE, estas organizaciones empresariales e,'Cperimenran un fuerte debate interno. De un lado, un grupo de sus dirigentes considera inevitable la introducción de criterios de diferenciación en el reparto de las ayudas públicas -sobre todo después ele que la Agenda 2000 haya inclu ido este tema, al menos con carácter faculta tivo- y consideran un error oponerse a ello . Apuestan por tomar la iniciaciva anticipándose a las organizaciones de pequeúos agricul tores y proponiendo sistemas ele modulación que tengan en cuenta, entre otros factores, la inversión realizada por el agriculror en su explotación; asimismo, proponen que el ahorro originado con la aplicación de tales sistemas pueda ser destinado a financiar programas de modernización en cada sector productivo, para mejorar la eficacia competitiva de las vqJlotaciones y fortalecer las estrucwras de comercialización en el actual comexto de mercados abiertos.
De otro lado , dentro de las organizaci.ones empresariales se encuenrran también grupos que se oponen radicalmeme a los sistemas de modulación por considerar una incongruencia inu·oducir criterios de equidad en políticas de mercados, cuando los objetivos sociales que se persiguen con dichos sistemas se pochían lograr precisamente a través de las políticas fiscales de carácter disnibutivo.
Estos giupos apuestan por estrategias obstruccionistas para impedir o, al menos, dificultar, la puesta en marcha de los s istemas de modulación, esgrimiendo como argumentos el de la complejidad técnica de su aplicación, el de que con tales sistemas Espafia perde1ía parte de la cantidad global de recursos que ahora recibe de la UE a través ele las ayudas directas , o el de que la modulación incitaría al fraccionamiento de las grandes explotaciones agrmias perdiéndose competitividad en la agiiculrura española.
Respecto al debate en torno al status de las futuras políticas agrarias, abogan por que éstas conserven su status como políticas autónomas, no debiendo ser subsumidas en las políticas ele desarrollo mral. Para estas organizaciones, que represenran los intereses de agricultores con e>..1Jlotaciones potencialmente competitivas en mercados abiertos, la política agraria debería continuar guiándose por la lógica de la producción, aplicando programas que incentiven a los agricultores en la mejora ele sus estiucruras fundiarias
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y en su integración en redes comerciales más amplias al igual que hicieron las políticas ele modernización de los años 60.
La futura política agra1ia debería, por tanto, conti nuar impulsando la modernización del sector -especialmente, en las regiones mediterráneas, que presenran un déficit importante ele modernización respecto a las regiones centroeuropeas- para hacerlo más competitivo. Su integración en las políticas de desatTollo rural significaría supeditarla a una lógica social basada en la generación de empleo, lo que no puede se r objetivo exigible a una agricultura moderna que se ha ele caracterizar precisamente por el aumenro ele productividad y la reducción de población activa.
Finalmente, en lo que se refiere a la polltica agroambiental, estas organizaciones no se oponen a ella, si bien la colocan en un lugar secundario dentro ele sus preocupaciones, que vienen marcadas, como se ha seúalaclo, por la competitividad en los mercados y por las relaciones entre agricultura e industria. Los problemas ele la relación entre agricultura y medio ambiente se plantean en térmi_nos de sustentabiliclacl económica, al percibirse que el deterioro ele los recursos naturales puede amenazar la disponibllidad del medio ambiente como factor de producción para su uso agricola -haciendo suyo el ya comentado discurso ele "capitalismo verde".
Una respuesta "neo-rural o neocampesina"
En segundo lugar, se puede distinguir otro tipo de respuesta, que podríamos denominar "neo-campeSLna" o "neo-rural" por resaltar los valores de un mundo rural renovado social y culturalmente, en el que la
política ~aria hade ;car una eva itimid.ad ~a que los icultores ~dan seguir ibiendo W'SOS
>licos -
agricultura de tipo familiar debe continuar ocupando un lugar central como elemento dinamizador. Esrn respuesta, distinta de la empresarial , es protagonizada por las organizaciones que representan los intereses de los pequeños ag1icultores -UPA y COAG son las que mejor la ex'Presan-, y propone polfricas imegrales que no sólo contemplen los aspectos productivos de la agriculrnra , sino que también fomenten la diversificación de actividades; asimismo, apoya los modelos horizontales para la articulación de los intereses agra1ios, impulsando la co
laboración con otros grupos de intereses que actúan en la sociedad rural -como los acuerdos de colaboración de UPA con la asociación ecologista SEO- en detiimento de los modelos verticales basados en la articulación sectotial en el marco de la filiére ; y apuesta finalmenre por una firme intervención del Estado como regulador ele los desequilibrios del mercado e impulsor ele las formas asociativas para la defensa de los pequeños agricultores.
Respecto al tema de la modulación , existe unanimidad en estas organizaciones sobre no sólo la conveniencia, sino la necesidad ele aplicar criterios diferenciadores en el reparto ele las ayudas públicas. Para estas organizaciones, la modulación es necesaria porque ame las restricciones cada vez mayores que se presenran a la hora ele disponer de recursos para regular las distintas OCMs, las ayudas deben concentrarse en los segmenros ele exploraciones con mayores dificultades para ser competitivas, si se desea que los pequeños agricultores no abandonen su actividad. Pero consideran que la modulación es también conveniente para que la política agraria recupere su legitimidad ante el conjunto de la sociedad, que ve con perplejidad , cuando no con indignación, que unos cuantos agricultores en Andalucía amasen grandes fortunas mediante la recolección ele unas ayudas públicas que, financiadas con cargo a los contribuyentes, se conceden sin contrapartida alguna y sin una clara justificación. Criterios como la generación de empleo, el nivel ele renta, la residencia en el medio rural o la protección ambiental, son algunos ele los que proponen estas organizaciones para aplicar los sistemas de modulación.
Respecto al srarus de las fumras políticas agrarias , abogan por políticas integrales ele desarrollo rural en
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las que se incluyan acciones destinadas al [omento ele las acti\~dacles agrarias en las e;..'Plotaciones de tipo familiar, no con criterios de competitividad, sino con una lógica de sustentabilidad social para e\~tar la exclusión de los pequeños agricultores, ya que reconocen el papel fundamental que desempeñan en el dinamismo de las zonas rurales. En este sentido integrador sitúan a las políticas agroamhientales en las que ven nuevas oportunidades para complementar las rentas agrarias valorando sus posibilidades para una nueva integración de los agricultores en la sociedad y una nueva legitimidad ele la política agraria.
A modo de conclusión
En definitiva, en el nuevo contexto de cambio los espacios rurales son definidos de modo p lurifuncional. Ello tiene importarnes efecms sobre los p1incipios que han ele i.nspirar la reforma de las políticas públicas y más parti.cularmenre de la política agraria, una política cuya finalidad de explotar con fines alimentarios los recursos naturales ha sido su fuente de legiti miclad. En el nuevo contexto, la política agratia ha de buscar una nueva legitimidad para que los agricultores puedan seguir recibiendo recursos públicos; la generación -o no destrucción- de empleo, la equidad en la distribución ele las ayudas, la calidad ele los alimentos y su conttibución a la ordenación del territorio y la protección del medio ambiente, son algunos elementos que emergen en los debates sobre el futuro de las políócas agrarias y de desarrollo rural.
La capacidad ele los distintos grupos sociales para aq:eder a los recursos ofrecidos por el nuevo marco de oportunidades es diferente de unos a otros , dependiendo de su posición económica y del lugar ocupado en la estructura social. De ahí que el contenido y mientación de las políócas públicas destinadas a regular Ja sociedad rural tenga una importancia fundamental, ya que o bien pueden reforzar las desigualdades ya existentes o bien facilitar a los grupos en situaciones más desfavorecidas su acceso a los recursos disponibles.
En efecto , la desigual posición de los pequeños agricultores y de la población asalariada agrícola respecto al mercado laboral, los problemas ele la población que reside en zonas de montaña o en hábitats dispersos para acceder a servicios y equipamientos, o los problemas de endeudamiento de las exploraciones familiares que se han implicado en esfuerzos de modernizadas, son situaciones que muestran cómo el aprovechamiento de las oportunidades que ofrece el actual contexto de cambios no es igual para todos, sino que depende, en gran medida, de factores estructurales que la intervención ele los poderes públicos puede remover mediante políticas regidas con c1iterios de equidad. e
Junta de Castilla y León
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iERTRAND llERVIEU
f1w1 ccse1 . :NRS. PLllÍS
1 .ArtÍl iilo uclut ido por Eduardo Moyana
D escle hace aiios, se viene desarrollando en los países ele la UE un imeresante debate sobre la necesidad ele reclefmir el lugar de la agricultura en la sociedad asegurando su
plena imegración en el territ0rio. Este debate se ha ido acelerando a medida que se ha imensificaclo el proceso de apertura de los mercados agrarios y han surgido nuevas demandas ele los consumidores ante los problemas creados en el ámbito de la sanidad y seguridad al imentarias. En Francia, se ha pasado de las meras palabras a los hechos, ele tal modo que los poderes públicos, sensibles a estas preocupaciones, han aprobado recientemente en la Asamblea Nacional (mayo ele 1999) una nueva Ley de 01ienración Ag1ícola que pretende rdorzar los lazos enrre la agricultura y la sociedad integrando los proyectos agricolas en proyectos sociales más amplios.
Con esta Ley, el legislador ha que1iclo concretar en el teJTeno legislativo lo que hasta ahora habían sido meras declaraciones de intenciones o discursos más o menos b1illarnes de los representantes del mundo académico y de las organizaciones sociales , elaborando nuevas figuras juddicas o actualizando algunas de las ya existentes para adecuarlas a la realidad de la ag1icu ltu ra francesa.
En este breve artículo , y con la intención de que pueda ser ele utilidad para dinamizar el debate sobre
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Agricultura y teritorio. Una c1Liestión política C*)
estos temas en los medios sindicales españoles , expondré los grandes principios que inspiran la nueva Ley de Orientación Agrícola (el empleo, la renovación generacional, la equidad, la transparencia, el te-1Tito1io, el respeto del mecUo ambiente, la vertebración económica), así como las medidas que el legislador pone a disposición del poder ejecutivo para alcanzarlos. Entre estas medidas destacan los Contratos Tenito1iales ele Explotación (CIE) , como figura jurídica central con la que se pretende asegurar la plena integración de la agriculi:ura y el te1Tito1io.
Empleo y renovación generacional: una prioridad
El paro se ha convertido en el principal problema de la sociedad europea ) muy particularmente de la francesa , por lo que todos los sectores económicos y sociales tienen el deber de contribuü· a reducirlo. De ahí que las ayudas públicas destinadas a impulsar el ejercicio de cualquier acti\'idad profesional deban respetar esta priori.dad. En lo que se refiere a la agricultura, la lucha por el empleo pasa, ele una parte, por favorecer la instalación de los jóvenes como titulares ele exploraciones agrarias, y de otra, por mejorar las condiciones de vida y ele trabajo ele los asalariados ag1ícolas. Ambos objecivos se convierten en prioritarios en
Agricultura y teni torio.
Una cuestión política
En lo que se refiere ala instalación de jóvenes en la agricultura, la Leyde Orientación Agrícola establece una reducción de las cargas fiscales para los jóvenes que se instalen como agricultores, y el reconocimiento del trabajo realizado por los cónyuges en la explotación
la nueva Ley de Orientación Agrícola, estableciendo imporrarnes disposiciones a ese respecto.
Así, en lo que se refiere a la instalación de jóvenes en la agticultura, la Ley establece, en primer lugar, una reducción de las cargas fiscales para los jóvenes que se instalen como agricultores, y el reconocimiento, a tales efectos, del trabajo realizado por los cónyuges en la explotación.
En segundo lugar, la Ley ordena una revisión de los criterios ucilizados hasta ahora en la concesión de las ayudas a los jóvenes que se instalan, con el fin de que no continúe imponiéndose un modelo ele instalación que ha venido descansando sólo y exclusivamente en proyectos guiados por una lógica basada en la concentración de los medios de producción. Con esta medida se quiere evitar que queden excluidos de las ayudas de instalación proyectos atípicos (no convencionales) que, sin embargo, pueden ser interesantes por favorecer la diversidad y la innovación.
En tercer luga r, la Ley trata un factor muy importante para la instalación ele los jóvenes en la agricultura , cual es el conrrol del mercado de tietTas. En es te sentido , la Ley modifi ca el aClual s istema de control ele las es tructuras íundiarias - instaurado en los años 60 mediante la creación de bancos el e tierras gestionados a tra és de organismos públicos (SAFER)- a lln ele evitar, por un lado, la desaparición de explotaciones que pod1ían ser objeto de instalación de los jóvenes agricultores y de limitar, por otro , la excesiva concentración de tierras en manos el e un solo ti tu lar.
En lo que se refiere a los asalariados agtícolas, se propone una importante simplificación de las formali.dacles administrativas para la contratación ele mano de obra en la agticulrura, creándose un documento único -denominado TESA (t itre emploi simplifié agi-icole)- para el conjunto ele las declaraciones que un empresario agricola tenga que realizar cuando contrate a un asalariado en su explotación.
La equidad social: una exigencia
Con el principio de equidad se pretende reconocer los derechos sociales de los colectivos que trabajan en la agricultura y que hasta ahora no habían siclo suficientemente amparados por las políticas de bienestar, concretamente las ayudas famil iares y los asalariados. Respecto a los cónyuges ele los tirulares de cxpotaciones agrarias, se prevé modificar su actual estatuto al no ofrecerle protección social suficieme. En este sentido, la Ley ofrece a los cónyuges la posibilidad de acogerse a un nuevo estaru to de "cónyuge colaborador", que le da acceso a una importante mejora en la pensión de jubilación y en el subsidio de baja por maternidad.
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Asimismo, y ral como ya existe para los comerciantes, se crea un derecho de crédito para el cónyuge que, sobreviviendo a la muerte de su esposo (titular ele la e>.1J loración), haya participado al menos durante diez aiios en los trabajos ele la exploración sin haber e tado asociado a los beneficios.
En lo que se reúcre a los derechos sociales de los asalariados agrícolas, la Ley establece tres medidas concretas. La primera es la creación ele comités provinciales de actividades sociales y culturales con los que se trata ele romper el tradicional aislamiento del colectivo ele asalariados. La segunda medida es lacreación de comisiones de higiene y seguridad en el trabajo, tendente a mejorar las condiciones en las que los asalariados agrícolas desarrollan su actividad. Y la tercera se refiere a la revalorización de sus pensiones de jubilación, fijándose como objetivo alcanzar la paridad en el año 2002.
La vertebración económica de la agricultura: un objetivo
La ordenación y vertebración económica de la ag1icultura [rancesa es una conquista imponante que debe ser preservada y reforzada, pues la crecierne apertura de los mercados la hacen cada día más necesaria para proteger los intereses de los agricu ltores . Concretamente, la nueva Ley ele Orientación Ag1í cola persigue conso lidar lo que ya existe en el ámbi· to del cooperativismo agrario , de las agrupacione~
ele productores, ele los organismos de intervenciór (ojfices par produits) y ele las interprofesiones. En relación con el cooperativismo, la Ley se propone mo·
. Ley reafirma el ldelas rupaciones de 00.uctores como lparala aptación de las xiucciones al ll'Cado,la insparencia de , transacciones nerciales y la ~óny itroldelos Kiuctos -
dem izar cienos aspectos del estatuto cooperativo para adaptarlo al mercado único europeo. Asimismo, reafirma el rol ele las agrnpaciones de productores como vía para la adaptación de las producciones al mercado, la transparencia de las transacciones comerciales y la supervisión y control ele los productos.
Respecto a las imerprofesiones, su función es reforzada por la Ley a través de diversas medidas. En primer lugar, integrando en su seno al sector de la distribución y promoviendo la colaboración con las asociaciones de consumidores y con el colectivo ele asala1iados ele los sectores implicados en cada 6liére.
En segundo lugar, mediante la creación de imerprofesiones específicas para los productos con signos distintivos ele calidad (AOC, labels, agricultura ecológica). Estas interprofesiones específicas serán habilitadas para establecer acuerdos con el fin de adaptar la cantidad y calidad de sus producciones a la demandas del mercado. Actuando en coordinación con las interprofesiones de tipo más general, estas orras más específicas podrán conquistar mayor valor añadido viendo recompensados el esfuerzo de los agriculrores.
La transparencia: una vía a emprender
La búsqueda de una mayor transparencia está en el cetmo ele varias disposiciones de la Ley de Orientación Agrícola , y más particularmente en lo que se refiere al cona·o! de las esnucruras fundiarias y a la calidad y seguticlad alimemaiia.
Respecto al p1imer área, tres disposiciones se dirigen a favorecer una mayor infmmación sobre el procedimiento de control de las estructuras [undiarias con el fin de evitar que se produzca una concentración excesiva de las exploraciones, a saber: a) aumentar la publicidad y transparencia del mercado de tierras para que se puedan conocer con cla1idacl las exploraciones que se liberan y están en condiciones de ser adquiridas mediante compra o arrendamiento; b) organizar y gestionar con más eficacia que hasta ahora las informaciones disponibles sobre los cambios que se producen en el mercado de tierras, cambios que deberán ser comunicados a los organismos administrativos existentes a tal efecto; y c) hacer que las decisiones de los gobernadores ci,~ les (pre-
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[ets) y los informes preceptivos ele la CDOA (Comisión Provincial de 01ientación Agrícola) para aut01izar las transacciones de tierras agrícolas estén plenamente justificados.
Respecto al área de la calidad y segutidad alimentaria, la Ley establece algunas disposiciones sobre la concesión y uso de los distintivos y certificaciones de calidad de los productos (clasificándolos en tres clases, según que identifiquen la calidad, el origen o el método ele producción).
Asimismo, la Ley instaura un sistema de biovigilancia para que los consumidores dispongan de la información nece.satia sobre las garantías a las que tengan derecho en mate1ia de segu1idad alimenraiia. Este sistema de biovigilancia se pondrá en marcha con el fin de garantizar el respeto del principio de prevención, comprobando que las autoiizaciones para comercializar organismos genéticamente modificados (OGM) se conceden sólo cuando la seguridad del producto para el consumidor y el medio ambiente haya sido sullcientemente demostrada. Este control será confiado a los [uncionaiios del servicio de protección vegetal, creándose además un comité de biovigilancia, formado por expertos , parlamentarios y representantes de los consumidores y ele las asociaciones ele protección del medio ambiente.
La pluralid~ld y diversidad: un reconocimiento político
La multifuncionaliclad de la agricultura es hoy algo que todo el mundo reconoce . Al lado de su función primaria (producir bienes agrícolas y alimentos), los agricultores gestionan el espacio rural , mantienen vivo el paisaje y conservan los recursos naturales. Es sobre la base de esta multifuncionalidad que las ayudas públicas a la agricultura encuentran justificación ante los contribuyentes . A cambio, los agricultores deberán tener en cuenta las nuevas demandas de la sociedad y aceprar que los objetivos y medios de la política agraria sean discutidos por el conjunto de la sociedad y no sólo, como ha sido tradicional desde los años 60, por las organizaciones agraiias en su condición de interlocutores exclusivos ante los poderes públicos. Desde esta perspectiva, se prevé ampliar la composición del actual CSO (Consejo Superior de 01ientación y Coordinación de la Economía Agra1ia y Alimentaria) para permitir la presencia de las organizaciones de los consumidores y las asociaciones ecologistas.
Asimismo, la Ley subra}a que la pluralidad ideológica debe penetrar también el mundo agrícola, por lo que se ha de respetar, tal como ocurre en orros sectores, el principio del pluralismo sindical en las dinámicas ele concertación social y a la hora ele establecer los ctiterios de representatividacl.
Agiicultura y tenitorio.
Una cuestión política
Con los contratos territoriales de explotación se pretende introducir en el enfoque global de la explotación las exigencias territoriales y ambientales a las que nuestra sociedad es cada vez más sensible
El Contrato Territorial de Explotación: un instrumento integrador
En el contraro terrirorial de e,':plotación (CTE) se integran los principios ele equidad, transparencia, diversidad, cohesión y generación ele empleo. que inspiran la Ley de Orienración Agiicola. Los CTE son un instrumento ele polüica agraria que persigue varios objecivos.
En p1imer lugar, hacer que los agiiculrores rengan en cuenta las nuevas demandas de la sociedad respecto al mundo agrícola, paniculam1ente en lo relarivo al med io ambiente, la ges tión de los recursos narurales, el paisaje, etc . Muchas ele estas demandas se centran en bienes de carácter coleccivo que son prod uciclos directa o indirectamente a través de la actividad ag1ícola, pero que no son retribuidos por el mercado, por lo que, si se desea que existan para disfrute de la ciudadanía, su producción debe ser remunerada con fondos públicos.
En segundo lugar, los CfE tienen también por objetivo hacer que los poderes públicos le reconozcan claramente a la agiicultura y a la actividad de los ag1iculrores su carckter plurifuncional.
En terce r lugar, los CIE, al desarrollar un enfoque contracLUal en el seno ele una polltica pública, se presentan como una vía de modernización de las políticas públicas en general y de las relaciones entre los actores sociales y el poder públ ico.
En cuano lugar, los CTE tienen por objetivo connibuir a una distribución más equitativa de las ayudas públicas sobre el tc1Titorio. Y, en quinto lugar, los CTE son también un instrumenro para desacoplar las ayudas públicas ele la cantidad producida en cada explotación, lo que puede ser de gran util idad para las próximas negociaciones en la OMC.
Dimensión socioeconómica, territorial y ambiental de los CTE
Los CTE son un contrato que afecta al conjunto de la expoloración, por lo que deben comportar necesaiiameme tanto una dimensión económica y social, como orra tenito1ial y ambiental. La dimensión económica y social de los CTE puede centrarse, en efecto, en la puesta en marcha de un proyecto propio que integre la explotación en un proyec to ele desarrollo económico más amplio (como por ejemplo producir productos acogidos a las distintas certificaciones de calidad o productos de la agriculrnra ecológica), pero también puede tener por objetivo desa1Tüllar un proyecto de reconversión de la explotación, llevar a cabo un proyecto concertado de generación de empleo o incluso la instalación progresiva ele un joven como titular.
La dimensión territorial y ambiental de los CTE
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consiste en hacer que los proyectos económicos se desarrollen en sintonía con lo que hoy se entiende por buenas prácticas agrícolas en relación a las formas de producir, la u tilización de los suelos, sus efectos sobre el paisaje y su participación en la gestión del tenitorio. Con los CTE se pretende, en definitiva, introducir en el enfoq ue global de la ex'[J lotación las exigencias tcnitoriales y ambientales a las que n uestra sociedad es cada vez más sensible, exigencias que, denniclns ranto a nivel colectivo, como individual, quedarán recogidas eno·e los compromisos asumidos por el agricultor.
Las dinámicas locales
Para ser verdaderamente territorial , el CTE debe inscribirse en las dinámicas que acontecen a n ivel local. Los ayuntamiemos y las corporaciones locales, en general, pueden intervenir ele varias formas en los CTE. Por ejemplo, participando en la definición ele los objetivos que deben guiar dichos contraros, de tal manera que cada región, provincia o municipio pueden es rabie er sus propias prioridades en mate1ia de agricultura y desarrollo agrario, a saber: la gestión de los recursos hídri.cos, la protección del paisaje, el desarrollo ele producciones de calidad vincu ladas a alguna denominación de origen o a la agricultura ecológica, el agroturismo o simplemente la promoción de actividades agrarias que generen empleo.
Las corporaciones locales pueden asimismo participar financ ieramente en la puesta en marcha ele los CTE, ya sea financiando las ayudas - o concediendo una ayuda complementaria- a los agricultores que firn1an tales contratos, prestando servicios para la animación de las actividades o incluso colaborando con las autoridades estatales para asegurar la buena ejecución ele los compromisos implícitos en los comratos.
Ley de ientación rico la 1pondealas evas nandasdela . dadanía :pecto al papel la agricultura, oncreta en el reno islativo lo que ;ta ahora se >ía venido >resando en el 1ate académico ilosmedios dicales -
El nivel contractual
Hace ya arios años que las organizaciones profesionales agrarias pedían un nuevo conrraro entre la agiicultura y la sociedad. Partiendo de la base de que el agriculwr es el responsable úlrimo de su exploración, la firma de un CTE con los poderes públicos permite establecer los derechos y los deberes de cada parre. Sin embargo, esto no quiere decir que el CTE sea un simple documento individual que no tenga en cuen ta los intereses generales ele la colectividad en la que está integrada la exploración agraria. Para ser realmente un contrato con la Nación representada por el Estado, es necesatio que se ajuste a unas reglas de juego comunes a todos. De ahí que los poderes públicos deban definir tales reglas para que sirvan ele guía al contenido ele los contratos ele acuerdo con las singulmidades ele cada tenitorio.
La palabra comraro es un símbolo importante. En efec to, introducir en la política agraria una dimensión contractual que es tablezca con claridad los compromisos del agi·icultor ante la sociedad) las obligaciones de ésta, no es solamente fortalecer la política agratia, sino también, y sobre tocio, abrir una perspectiva ilusionante de modernización de las políticas públicas en general. Hagamos que las políticas públicas no sean sólo codiciadas por las subvenciones que proporcionan, sino valoradas por su utilidad social. Hacer de los agricul wres unos partenaires económicos y políticos de la soci.edad, es abrir el camino de una democracia tan deseosa de cohesión social, como de desaITollo económico .
La integración entre agricultura y territorio
Los CTE no se centran sólo en la dimensión mercantil de la agricultura , sino que persiguen dos objetivos. El ptimero es mantener las exploraciones agra-1ias viables sobre wclo el tenitorio nacional, siendo para ello necesario que exista volumad política, ya que la lógica económica por sí sola conduce ineluctablemenre a concentrar la producción sobre una parte cada vez más reducida del tetTit01io. Esta política de tetiro1ialización de la agiiculura no es nueva. Fue iniciada en 1985 con la Ley de Montaña , una ley que ha siclo basrame elogiada porque gracias a ella se han podido mantener numerosas eA1Jlotadooes agrarias en las zonas de montaña y se ha regiscraclo en esas zonas una tasa de instalación de jóvenes agricultores superior en más del doble a la registrada para el conjunto del tenitorio francés ; la Ley ele Momaña ha permitido, en definitiva, tener regiones vivas, dinámicas y bien gestionadas.
El segundo objetivo ele los CTE consiste en tomar conciencia de que hay 1iquezas en el medio ru-
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ral que, por su propia naturaleza, no son mercantilizadas , tal como se ha mencionado antes. Estos bienes no mercantiles (recursos naturales, paisaje, agua) son, por definición , deslocalizables e itTemplazables, y siempre lo han sido así. Lo novedoso ahora es que hemos comprendido que, para conservar tales iiquezas, hace !'alta primero producirlas el e algú n modo, y que la sociedad debe reconocer la labor que realizan los que están encargados de producirlas, es decir, los ag1icultores, y remunerarles por ello.
Los CTE conciernen, en definitiva , al conj unto ele la exploración, teniendo por objetivo fundamental su plena integración en el territorio a partir ele la actividad econórnca desarrollada por su titular.
Se trata, en la práctica , ele establecer un contrato con un agente económico (el agriculrnr) y de estimularlo en desarrollar un proyecto innovador para su explotación. Para ello, los CTE deben partir del reconocimiento ele que los bienes no mercantiles son producidos como resultado directo o indirecto de la actividad económica que desarrollan los agricultores (bienes no mercantiles no signLfica que estén fuera ele la actividad económica), y deben enfatizar la dimensión innovadora del proyecto que el agriculror quiere poner en marcha. Este proyecto innovador puede consistir en buscar nue\'OS nichos de mercado, en asociarse con otros para promover una determinda producción o bien en encontrar los medios para mantener el empleo exisreme o crear nuevos puestos de trabajo. En definitiva, los CTE son un factor de dinamismo e innovación y un insm1mento para garanrizar la cohesión social.
Conclusiones
Con la nueva Ley de Otientación Agi·ícola, la maymía de izquierda que gobierna hoy en Francia responde a las nuevas demandas ele la ciudadanía respecto al papel de la agrirnlcura, y concreta en el terre no legislativo lo que hasta ahora se había venido expresando en el debate académico o en los medios sindicales. La idea ele un nuevo contrata emre los agticultores y la sociedad se plasma en la figura de los Conrratos Tenit01iales de Ex-ploración, integrando los principios ele equidad, renovación generacional, mmsparencia, diversidad y susrenrabil iclad que inspiran la nue,-a Ley.
Sin negar, sino más bien reafirmando, la dimensión económica ele la actividad agratia y de la profesión ele agricultor, los nuevos CTE incorporan la dimensión multifuncional de la agiicu lrura e integran de fonna plena a los agricultores en las nuevas dinámicas sociales convirtiéndolos en partenaires para concertar, aunque ya no en exclusiva como antaii.o, sino en colaboración con otros gmpos, el futuro ele los espacios ag1ícolas y rurales franceses. e
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K\'C'n1Clrn1cl Tu 328F S(·gmlorn . \c;c >11<lidunaclora
, egadoru :1('0111liC'ionacloru d1•
3.2 m. de anrho de Lrahajo. 1·
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vf odernización de la agricultura amiliar: lmejora o supresión?
JESÚS G. REGmOR e orren malos tiempos para la agricultura fa
miliar. Sí bien esta afirmación, desde una perspectiva histórica, resulta ya tópica (el anuncio ele su desaparición se ha reiterado,
mientras protagonizaba el éxodo rnral) , con todo ha sobrevivido y mamiene aún una presencia mayoritaria en nuestra actividad agraria , aunque su peso económico es sensiblemente menor.
En esta ocasión no se pretende realiza1; una vez más, una reflexión sobre las distintas hipótesis que han jalonado su evolución sino tratar ele iluminar, aunque sea parcialmente, cuál es la realidad económica actual de este tipo de agricultura en nuest.ro país y cuáles sus perspectivas en el umbral del siglo XXI.
En concreto, nos gustaría responder a unas pocas preguntas: ¿qué importancia tiene la agricultura familiar, y qué perfil en cuanto a empleo y dedicación profesional? . Y también: ¿qué nivel económico medio poseen y cuál es su viabilidad futura?
Pero, sobre todo, nos gustaiía contrastar algunos resultados de los sucesivos programas de "modernización de explotaciones" , p1incipalmente desde nuestra adhesión a la Unión Europea, según su capacidad para facilitar la mejora o provocar la supresión ele este tipo ele ag1icultura. Porque desde que a comienzos ele
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los años ochenta se aprobó la Ley del Estamto de la E;.qJloración Familiar, pasando por la aplicación a Espai'ia de los Reglamentos comunitarios ele esrrucmras agrarias, a través ele una legislación ,·miada y cambiante, hasta las medidas derivadas de la recientemente aprobada Política Agra1ia Común para el período 2000-2006, se han sucedido las actuaciones de las que conviene hacer un análisis crítico, parcialmente clarificador del futuro esperabl para este tipo ele agricu ltura.
Ame todo, convencl1ía definir previamente cuál sena el fururo deseable. En este punto, las posiciones político-académicas se dividen al menos en dos grandes postulados. Brevemente, los que defienden sin ambages que sólo tiene sentido la agricultura, familiar o no, que sea económicamente competitiva (contando con el estimable apoyo de las subvenciones); y los que consideran que, por razones económicas, sociales y medioambientales, es necesa1io mejorar y conservar una agricultura familiar en amplias zonas del territmio. Ambas opciones no se1ían necesaiiameme antagónicas si., como veremos posteriorn1ente, las políticas de modernización en curso no se estuvieran decantando con carácter exclusivo en favor ele la primera opción.
Es sabido que la ortodoxia económica establece que una agriculmra "moderna" debe conrar con escasos
T ~lllN
o
Modernización de la agricultura familiar: lmejora o supresión?
porcentajes de población activa agraria, pero esta misma ortodoxia se ha mostrado impotente para solventar los problemas de desempleo y se desentiende de algunos efectos perversos del crecimiento económico, en particular de los elevados niveles de pobreza relativa en el medio rural, del deterioro y agotamierno de los recursos naturales, y ele la insuficiente calidad y segu1idad sanitaria de los productos alimenticios.
Por todo ello , vamos a realizar a continuación un análisis, en primer lugar, de algunas notas características de la evolución reciente y la situación acrual de la agticultura familiar.
En segundo lugar, se juzgan críticamente algunos resultados ele los diversos programas de modern ización de eA'}Jlotaciones que se han llevado a cabo desde los años de nuesrra integración en la UE hasta el presente.
Por último, se rea liza una somera refl exión ele lo que para este tipo ele agricultura y para las zonas rurales afectadas implicará la reciente refonna de la PAC en esta mate1ia.
La agricultura familiar: peso relativo y dimensión económica
Tradicionalmente se ha denominado "agricultura familiar" (ele pequeño o mediano tamaño) a aquellas explotaciones que eran atendidas con una mano ele obra de migen familiar de carácter mayoritario o exclusivo. Si observamos la evolución reciente del número ele agricultores, este tipo de agricultura se refleja principalmente en el comportamiento ele dos colectivos profesionales: los "empresarios si n asalariados" y las "ayudas familiares" .
De este modo, la reducción de la "población agraria ocupada" durarne las últimas dos décadas (una caída del 48% desde 1982) , habría siclo fruro de la pérdida ele importancia relativa de la agricu lwra familiar, mientras que el volumen y porcentaje ele "empleadores" ha crecido persistentemente en el periodo, y el el e "asalariados" , cuyo volumen había decrecido hasta 1995 se ha recuperado en los últimos años (ver cuadro nº 1).
Efectivamente, este fenómeno reviste en nuestro caso connotaciones especiales, dacia nueso-a especialmente desequilibrada esrrucrura productiva agraria: un modelo dual ele consolidación de la propiedad de la tie1Ta, que no Í1Je corregido por reformas agrarias históricamente frustradas ni por los lenros mecanismos del mercado ele tienas , que nos diferencia ele algunos ele los países más comperitivos ele nuestro entorno europeo.
Pero lo más significativo ele la evolución reciente ele la agricultura famil.iar ha sido su transformación en un colectivo heterogéneo en el que tienen cabida, al menos, tres grupos diferentes de agricultores, que responden a otros tantos fe nómenos carac terísricos.
En primer lugar, desraca el crecimiento de la "agricultura familiar a tiempo parcial", que acoge a una parte ele la agricultura considerada "marginal" por su escasa dimensión económica, pero también a una buena parre ele la ag1iculrura y ganadería más viable. Se trata de un fenómeno no muy bien conocido pero ele importancia creciente, como se deduce
uadro n21
VOLUCIÓN DE LA AGRICULTURA FAMILIAR: CARACTERIZACIÓN DE LOS ACTIVOS, 1982-1997
Población activa ocupada del sector primario (1) por situación profesional
Años Total Empleadores Empresarios Ayuda sin asalariados familiar
miles miles % miles % miles %
1982 2.040,6 32,6 1,6 928,4 45,5 487,7 23,9
1987 1.721,8 32,7 1,9 781,6 45,4 363,2 21,1
1993 1.197,8 35,9 3,0 568,9 47,5 213,2 17,8
1995 1.106,1 35,3 3,2 533,1 48,2 171 ,4 15,5
1997 1.067,4 36,2 3,4 484,5 45,4 140,8 13,2
1) Incluye el sector pesc¡uero. (*) Mayores de 50 años.
IUENTE: Encuesta de Población Activa del INE y Anuario de Estadística Agraria del MAPA.
:ás del40% ~las
¡plotaciones 110 serían ya .endidas por el ílllar, llegando .te porcentaje 60% sise corpora cónyuge trabajo -
de los datos de las sucesivas Encuestas de h1Jlotaciones Agrari as del lNE, que comentamos posteriormente. Es te tipo de exploraciones (1) engrosa el n úmero de e.xploraciones fam iliares "insuficientes" (incapaces de rem unerar adecuadamente al menos a un titular a tiempo completo) , pero aporran un ap reciable complemento de ingresos.
En segu ndo lugar, el predominio de una "agricultura familiar individual" mues tra que está dejando ele ser "famili ar", en el doble sentido ele que el timlar comparte menos su ac tividad con el resto ele la familia y ele que és ta ha diversificado sus fu entes ele actividad y rema, participando en secto res independ ientes ele lo agrari o, lo que se re fleja en la persis tente caída ele las "ayudas fa miliares". Como algunos autores han pues to de manifiesto (Gómez Beni to , González y Sancho, 1999) más del 40% de las exploraciones solo serian ya atendidas por el titu lar, llegando es te porcentaje al 60% s i se incorpora el cónyuge al trabajo.
Y en tercer lugar, una parte considerable de los agricul tores "empleadores" (contra tan asa lariados con carác ter permanente), están al frente el e e>..1J lOt.aciones de origen fa miliar que se han consolidado por su tamaño o dimens ión económica. Se trata ele una parte ele los "empresatios agrarios" (preferentemente de mediano tamaño) que por su dedicación se pueden considerar como profesionales de la agricultura y representan el segmento más viable de tocia la agricultura fa miliar.
Por lo demás, junto a la caída ele la población agraria ocupada en el periodo, parece persis tir su nivel de envejecimiento (cercano o entorno al 30%, aunque al parecer con tendencia a reducirse) y ha continuado el aumento ele los parados agra1ios (con tasas infe-
21
Población agraria ocupada
Asalariados Total >55 Paro años
miles % miles % %
583,6 28,6 1.948,2 38,9' 5,2
538,9 31,3 1.615,9 29,3 13,4
371 ,3 31 ,0 1.107,8 31,6 15,3
357,2 32,3 1.040,2 29,9 18,6
397,0 37,2 1.011 ,1 26,5 19,4
rieres a la media ele la economía, pero como se sabe muy localizadas geográficamente en algunas regiones).
En el cuadro nº 2a se realiza una aproximación a la evolución recieme ele estas exploraciones familiares (2), según su nivel de dedicación y dimensión económica. De es te modo al menos un 94% ele las ex-ploraciones se podrían considerar inicialmeme familiares en 1987 por su escasa dimensión económica, habiendo caído esta cifra al 92% en 1993 y al 89% en 1995 , elatos que resul tan coherentes con la evolución ele los timlares "émpleaclores" (aumentaron un 11 %) y "empresarios sin asalaiiaclos" (se redujeron en un 48%) re íl ejaclos en el cuadro nº 1, para los mismos años.
Sin embargo , si observamos el nivel ele ded icación se destaca que del to tal ele e.'\1Jloraciones ele carácter fa miliar en 1987 un 62% poseían un titular a tiempo completo (el 41 %) o a tí tulo principal (el 21 %) , reduciéndose estos porcentajes en 1993 (con el 50% a tiempo completo o título p ri nci pal) , y en 1995 (con el 49% a tiempo completo o a título principal). Como puede también observarse la "agticulrura familiar a tiempo parcial" ha crecido ele fo 1111a sostenida en el peri odo, pasando de represenrar un 38% en 198 7 a un 50% en 1993 y a un 51 % en 1995, del rotal ele la agricul tura familiar.
Más interés para nues tro análisis posee dis ti nguir el peso relativo actual (en 1995) ele la agri.cultura fa miliar, realizando una estimación de su importancia según sus dis tintas categorias (" marginales", "mejorables " y "viables "), to mando en consideración los fenómenos comentados anteriormente, (cuadro nº 2b). Una apro>..imación a la categoría el e "explotaciones fami liares a tiempo parcial" (unas 541.000) muestra la existencia ele un 82% con-
Modernización de la agri cultura familiar: lmejora o supresión?
Al menos un94%delas explotaciones se podrían considerar familiares en 1987porsu escasa dimensión económica, habiendo caído esta cifra al 92% en 1993 y al 89% en 1995
Cuadro n2 2a
EVOLUCIÓN DE LA AGRICULTURA FAMILIAR SEGÚN SU NIVEL DE DEDICACIÓN Y DIMENSIÓN ECONÓMICA, 1987-1995
Años/UD Es (1) ATC (2) ATP (3) Atp (4) Total miles % miles % miles % miles %
1987: < de 16 UDEs 671,7 4 1 343,8 21 638,4 38 1.653,9 100
> 16 < 40 UDEs 44,2 55 8 ,5 10 28,0 35 80,7 100
> de 40 UDEs 8,4 42 2,3 i 1 9,3 47 20,0 100
Total 724,5 41 354,8 20 675,9 39 1.755, 1 100
1993: <de 16 UD~s 442,7 32 232,8 17 .684, 1 50 1.3_5_9,6 1QO
> 16 < 40 UDEs 78,3 68 10,8 9 26,6 23 11 5,7 100
> de 40 UDEs 11 ,5 42 2,9 11 13,0 47 27,4 100
Total 542,6 37 246,6 16 697,2 47 1.476,5 100
1995: ~de· 15 UDcs 298,3 29 205,@ 20 5 15,5 51 1.019,4 100
> 16 < 40 UDEs 65,9 64 11 , 1 11 25,9 25 102,9 100
> de 40 UDEs 12,0 43 3,3 12 12,5 45 27,8 100
Total 376,3 33 220,1 19 553,9 48 1.150,4 100
(1) UDE : Unidad de Dimensión Económica, equivalente a 1000 ecus de margen bruto estándar 1987 y 1200 ecus en
1993 y 1995.
(2) ATC : Agricultores a tiempo completo , que dedican la totalidad de su tiempo de trabajo a la explotación.
(3) ATP : Agricultores a titulo principal, que dedica más del 50 % de su tiempo de trabajo a la explotación, pero que ne
alcanzan la ded icación completa.
(4) Atp : Agricultores a tiempo parcial, que dedican menos del 50% de su tiempo de trabajo en la explotación.
FUENTE: Datos tomados de Sancho Hazak (1999). Reelaboración propia.
sicleraclas "marginales" (menores ele 6 UDEs) (3), un 13% ele "mejorables" y un 5% ele "viables". Este tipo ele explotaciones juega un papel imponame en la economía de muchas zonas mrales, aunque no hayan siclo objeto ele planes ele mejora subvencionados (salvo en el pe1iodo 1989-91).
Exisre igualmente un elevado número ele exploraciones familiares "marginales" (unas 352.000), que poseen una dedicación a tiempo completo (el 23%) o a rítulo p1incipal (el 21 %) , pero con una dimensión económica que las si rúa en un colectivo que podríamos denominar "potencialmente su primibles". Este tipo de explotaciones, muy abundanre en algunas regi.ones concreras, constituye un granero para nuevas exploraciones "marginales" a tiempo parcial, habiendo siclo poco permeables a los planes de modernización de exploraciones.
Del mismo modo, obtenemos las explotaciones familiares "mejorables" (unas 1 75.000), cuyos titulares se dedican a tiempo completo o título principal y tienen una dimensión económica superior (mayor
22
de 6 y menor de 16 UD Es), colecrivo que representa a los bene[iciarios potenciales ele los programas de modernización de exploraciones (4) (el 71 % de las de esra categrnía).
Finalmente, puede rambién obrenerse una aproximación a las e,\lJloraciones familiares "viables", según sus clisrintos niveles de dedicación, que representan el colecrivo económicamen te más consoliclaclo ele toda la agricultura familiar (mayor ele 16 y menor de -W UDEs). Son exploraciones (unas 103.000, el 75% a tiempo completo o rítulo principal y el 25% a riempo parcial), que también esrán necesitadas de programas de mejora, subvencionados o no , dacia la cons tante elevación de los umbrales de renrabilidacl a consecuencia de la evolución de los mercados y ele las propias políticas agrarias.
En síntesis, el déficit esrrucrural ele nuestra agricu ltura familiar se manifiesta en la e,\:istencia de unas 796.000 eJqJloraciones "marginales" (l''suprimibles"?), unas 246.000 explotaciones "mejorables" y sólo unas 103 .000 explotaciones "viables" . Si bien es
a homologación >n la legislación >munitaria se rodujo con el ealDecreto )8/87, que tplió y derogó legislación lcional en la ateriay ·etendió dar un ilto en el ·oceso de odernización
probable que estas cifras estén parcialmente hinchadas (5) existen al menos estos tres colectivos denrro ele la agricultura fanüliar que requieren un trato singular y diferenciado para evitar siruaciones económicas ele precariedad , para alcanzar la viabilidad o para consolidarla en el futuro.
Políticas de modernización y agricultura familiar: la adhesión a la Unión Europea y el periodo transitorio
Cuando en 1983 nos encontrábamos a las puertas de nuesrra incorporación a la UE el futuro de la agricultura familiar se contemplaba con enorme preocupación. El balance de 40 años ele "modernización agraria" basada en "concentración parcelaria más regadío y colonización" era bien magro: hasra diciembre ele 1983 se habían asentado en pequeñas parcelas un mtal de 30.800 colonos a partir de las tien-as declaradas "en exceso" en los planes de regadío, los cuales engrosaron el número ele agricultores familiares económicamente no viables.
En realidad, la crisis económica de los setenta no había frenado el proceso de reducción de la población activa agraria (supresión de explotaciones familiares y éxodo de asalaiiados), y los primeros gobiernos democráticos de la UCD a penas habían dejado en esta materia que una herencia legislativa sin desarrollar (Ley del Estatuto de la Explotación Familiar Agraria y de los Agricultores jóvenes de 1981) o ele nulos resultados en su aplicación (Ley ele Fincas ManUiestamente Mejorables ele 1979) (6).
El primer Gobierno socialista utilizó esta legislación del Estatuto de la Ex-ploración Familiar, dando lugar al Real Decrero 1932/83 de insralación ele los
Cuadro n2 2b
agricultores jóvenes y al Real Decreto 419/85 ele ayudas específicas para la explotación familiar. Fueron años ele transición hasta la aplicación ele la normativa comunitaria, en concreto el Reglamento 797/85 de mejora de la eficacia de las esm1cmras agrarias, en los que se alcanzaron resultados muy significativos en el programa de incorporación de jóvenes (m:.ís de 10.000 jóvenes se acogieron a estas líneas en los tres primeros años (1984-86) , lo que daba idea de su grado ele aceptación pe.ro también del largo camino que quedaba por recorrer).
La modernización de e,'-1Jlotaciones familiares, por su parte , fue atendida básicamente por el programa citado (el R. Decreto -t 19/85 alcanzó la cifra de 2.000 solicitudes anuales) y por los diversos planes de reconver ión secrorial (,~ñedo, olivar, cítricos , exploraciones lecheras, ganadería bmrina, ganadería extensiva, etc.), que se habían prodigado durante los últimos años de la década ele los setenta, aunque no preveían ningún trato especial para las explotaciones familiares.
La homologación con la legislación comunita1ia se prodtuo con el Real Decreto 808/87, que suplió y derogó la legislación nacional en la materia y pretendió, ahora ya con cofinanciación comunitaria, dar un salto en el proceso de modernización de las e>..-plotaciones familiares, objeto preferente de atención según los requisitos exigidos por la propia legislación europea (ver recuadro nº 1). Una estimación del número ele exploraciones familiares al que iba dirigido este programa, basada en los elatos del Censo Agrario de 1982, arrojaba la cifra ele 450.000 e.xplotaciones potenciales beneficiarias.
Recordemos que eran los tiempos en que la agricultura europea se definía como esencialmente familiar ("Libro Verde" de la Comisión de 1985) y en
ESTIMACIÓN DE LA AGRICULTURA FAMILIAR POR CATEGORÍAS (SEGÚN SU NIVEL DE DEDICACIÓN Y DIMENSIÓN ECONÓMICA) (1), 1995
UD Es
'j 1111: • ..........................
..........................
ATC miles %
183 9 23
50 r-:-::-11~~-:..,_~ i":lrN'~". r;-.1•--•."-!.::' .-J .............................
............................ 1
1
ATP miles %
167 6 21
70
. ........................... .
.............................
Atp
miles %
·-
Total
miles %
··························
Marginales (1) Ver notas Cuadro 2a
••••Mejorables ••n•• Viables FUENTE: lbldern Cuadro 2a.
23
Modernización de la agricultura familiar: lmejora o supresión?
De haber persistido este programa con dotación presupuestaria suficiente, en el periodo transitorio de la adhesión a la UE más del SO% delas explotaciones familiares habría tenido al menos una oportunidad de modernizarse
que la crisis de la PAC se a-araba de paliar mejorando la eficacia ele las exploraciones y remiem ando las producciones (a través de la polírica ele precios y de medidas como los "estabilizadores" y el "set asid e") , si bien el FEOGA-Oriemación seguía esrancado en apenas un 2,4% del presupuesro freme al del FEOGA-Garamía que superaba el 65% del presupuesto comunitario. Se trataba, en el caso español, de dar al menos una oporrunidad de mejora a las exploraciones familiares de pequeño y mediano tamaño, concerrando con ellas un "plan de mejora" p lu rianual fuerte mente subve ncionado.
Observado desde el p reseme es re programa comunitario , aplicado a través del Real Decre to 808/87 tuvo un gran b ..ito, superan do con creces las previsiones más optimistas de sohcirudes (se alcanzaron casi los 50.000 p lanes de mejora en los tres años de plena aplicación, 1989-1991), pero adoleció de ddecros administrarivo-comperenciales y de dific ultades p resupuestarias . La liberalidad de algun as Comunidades Amónomas en la aprobación de los "planes", cuya subvención era finalmente fi nanciada al 100% con los presupuestos del Estado , a través del Ministerio ele Agricultura y parcialmeme reembolsada por Bruselas, in íl uyó sin duda en la ejecución del programa.
En el cuadro nº 3 pueden observarse los principales resultados de este programa en su periodo de plena vigencia. Se inco11Joraron cerca de 10.000 agricultores jóvenes, que recibieron una subvención media ligeramente supe1ior a un millón de pesetas, y se aprobaron cerca de 50.000 planes de mejora (más de la mitad en un solo año) con una inversión rotal de más de 166.000 millones de pesetas y una subvención rotal equivalente al 46%.
La c1írica de algunos autores (Barceló, 1994: 220-224) no está exenta de fundamento, pues de haber persistido este programa con dotación presupuestaria suficiente y sin derivas de mala aplicación, en el periodo transiro1i.o ele nuesrra adhesión a la UE más del 50% de las exploraciones fami liares babria tenido al menos una oportunidad de modernizarse y dar un salto en su viabilidad económica.
Por aquel entonces, como nos recuerda este mismo autor, países como Francia llevaban décadas acruando sobre las estructuras de sus exploraciones familiares, primero con fondos nacionales y posteriormente con fondos nacionales y comu nitarios. Pese a todo ell o, todavía existían en ese país un 26,5% de exploraciones que obtenían una renta infe tior a la mitad de l salario mínimo interprofes ional (el 15,5%) o eran netamente deficitarias (el 11 %) (INRA, 1994) , lo que nos muestra que se trataba de programas que requetían un periodo prolongado de aplicación para poder obtener unos efectos significativos.
24
Recuadro 1
REAL DECRETO 808/1987
• Art. 5° 1 . Podrán beneficiarse de las ayudas ...
aquellas explotaciones agrarias cuyo titular :
a) Eíerza la actividad agraria como actividad
principal.
b) Posea una capacidad profesional suficiente.
c) Presente wn plan de mejora material de su
explotación.
• Art. 5ª 2. El régimen de-ayudas . .. se
concederá sólo a explotaciones agrarias:
- En las que la renta de trabajo por unidad de
l rabajo-hombre en el momento de soliéitar la
ayuda sea Inferior a la renta de referencia.
- En las que el plan de mejora ... no prevea al
finalizar el plan una renta de trabajo superior a l
120% de dicha renta de referencia.
• Art. 19.1. Los agricultores t[tulares de
explotaciones que no tengan capacidad de
absorver una unidad de trabajo podrán
benefic iarse de una ayuda ... aun cuando no
reúnan al gunas de las condiciones previstas en
e l apartado 1 del artículo 5°.
La Ley de Modernización de 1995: hacia la competitividad por la reforma de estructuras
La fuerte demanda provocada por el Real Decreto 808/87, tamo en su vertiente de incorporación de jóvenes, como en la de modernización de C-'qllotaciones familiares, se vio limitada por su revisión en 1991 (R. Decreto 1887/ 91 de 30 de diciembre) , reformado en 1994 (R. Decreto 62/94 de 21 de enero). El objeto principal de estas reformas, además de adecuar el programa al nuevo Reglamento CEE 2328/91 relativo a la mejora de la eficacia ele las estructuras agrarias, era cambiar el sistema de financiación existente pasando a un nuevo modelo ele cofinanciación Estado-Comunidades Autónomas (los porcentajes globales ele participación financiera se establecieron por convenios bilaterales con un reparto al 50%).
El efecto sobre los resultados se plasmó en una reducción a la mitad del número de agricultores jóvenes incorporados y a un tercio del ele planes ele mejora anualmeme subvencionados (ver cuadro nº 4a). No obstante, a partir de 1993 se recuperaron paulatinamente los resultados alcanzados en el periodo anterior por lo que a incorporación de agricultores jóvenes se refiere, a diferencia de los planes de mejora que no llegaron a superar el 50% ele los resultados máximos precedentes. Dado que las condiciones ele acceso al pro-
a Ley de ~odernización
le 1995 1retendía corregirlos lesequilibrios y :i.s deficiencias structurales que ondicionan la ompetitividad e las xplotaciones grarias"
grama y las características exigidas a los beneficiarios se habían suavizado (ver recuadro nº 2), el nivel de resultados se e..'<-plica básicamente por el compromiso presupuestario anual establecido tanto por parte del Estado como ele las Comunidades Autónomas (7).
También en este periodo tiene lugar la desaparición de la banca pública dedicada al sector agroalimentario (el Banco de Crédito Agrícola se integrará en mayo ele 1991 en ARGENTARlA, reduciendo paularinamente su actividad hasta su desapaiición clefiniriva en diciembre ele 1995 al ser absorbida por CAJA POSTAL), mientras que la Sociedad Anónima Estatal de Caución Agraiia (SAECA), proveedora ele avales para los préstamos, mantuvo una actividad hasta el presente cada vez más residual. Ambas enridades habían jugado un papel muy relevante en la aplicación ele estos programas, y singularmente en facilitar el acceso al mismo de las explotaciones familiares con mayores dificultades económicas (8). La financiación de los planes ele modemización, por lo que a los préstamos se refiere , cuya subvención de intereses asumió en exclusividad el Ministerio ele Agriculrura, pasó con carácter exclusivo a manos de entidades financieras de carácter cooperarivo o privado.
Es en este contexto cuando se promueve y promulga la Ley de Modemización de las Explotaciones Agrarias de 1995 que derogó la Ley del Estaruto ele la Explotación Familiar de 1981 y parcialmente la Ley de Reforma y Desarrollo Agrario ele 1973. Se trató de una ley políticamente pactada entre el gobierno y la oposición, que pretendía "corregir los desequilibrios y las deficiencias esu-ucturales que condicionan la competitividad de las e..'<-plotaciones agratias", según figura en su exposición de morivos.
Con relación al futuro de la explotación familiar, esta nmmativa apuesta por provocar su mejora o supresión e.n función del nivel económico de parrida. En resumen se trata de.:
Cuadro n2 3
a) inducir el abandono de pequeños agricultores con e.,-.;plotaciones de pequeño tamaño o escasa dimensión económica (ayudas a la movilidad de la tierra, al fomento de los arrendamientos y diversos beneficios fiscale.s deberían servir de estímulo a este fin);
b) potenciar la formación de explotaciones agrarias de dirnen.siones suficientes y económicamente viables (fomentando explotaciones individuales o asociativas denominadas "prio1itarias", ampliando el umbral económico de las exploraciones con derecho a un plan de mejora subvencionado, y mediante beneficios fiscales especiales e incenrivos para los arrendamientos rústicos). Ambos objetivos estaban interrelacionados en la medida en que, al menos parcialmente, el primero debería contribuir al logro del segundo.
No se trata aquí de hacer una revisión crítica al contenido global de esta ley, sino de, a través de algunos aspectos nmmativos que regulan su desarrollo (R. Decreto 204/96 de 9 de febrero) (9) y de algunos resultados aparentes en sus n·es primeros años de aplicación , valorar la nawraleza del programa en relación con la mejora de las explotaciones familiares existentes.
Lo primero que cabe destacar es que a nivel normativo ha habido un cambio del perfil del beneficiario potencial de las ayudas públicas, establecidas para la realización de un "plan de mejora" (ver recuadro nº 3). A diferencia de la normativa anterior derogada las ayudas se conceden a eA1Jlotaciones "cuya renta unitaria de trabajo sea inferior al 120% de la renta de referencia", no estableciendo ningún límite máximo ele renta como resultado del p lan. En otros términos, se ha convenido en el nivel mínimo para tener derecho a una inversión subvencionada, lo que con anterioridad constituía el límite máximo de renta a no sobrepasar como consecuencia del plan de mejora. Del mismo modo, ya no se requerirá ser agricultor
RESULTADO APARENTE DEL PROGRAMA DE MODERNIZACIÓN DE EXPLOTACIONES FAMILIARES (REAL DECRETO 808/87)
Años Incorporación de jóvenes Planes de mejora
(1) N2 (a) Subvención (b) Inversión b/a N2 (a) Subvención lnversión*(b) b/a millones millones miles millones millones miles
1989 2.086 1.868 4.258 895 9.91 2 10.282 33.768
1990 5.075 5.659 12.573 1.11 5 25. 185 46.465 85.800
1991 2.504 2.738 6.121 1.093 13.647 18.932 46.492
Total 9.665 10.265 22.952 1.062 48.744 75.679 166.060 3.407
( 1) El primer año completo de plena aplicación del prog rama fue 1989, una vez derogadas las lineas anteriores.
(*) Datos anuales estimados sobre inversión total en el periodo. FUENTE . La Agricultura, la Pesca y la Alimentación, 1989-1991 y Dirección General de Dl~sarrollo Rural, MAPA.
25
Modernización de la agiicultura familiar: linejora o supresión?
"a tfrulo p1incipal" , sino simplemerne agticu lmr "pro
fesional", pudiendo obtener un trato ele preferencia
si la explotación se considera "priorita1ia" (10).
Por lo demás, si se toman en cuenta algunos re
sul taclos aparemes ele la ap l icación del programa
(cuadro nº 4a), el número de agricu ltores jóvenes ins
talado en 1996-1998 habría crecido con relación
al cuatrienio anrerior (al parecer habría disminuido
sign i fi.carivamemc el porcentaje ele agricultores jóve
nes que con su incorporación presentan un plan ele
mejora) , decreciendo netamente el número total de
planes ele mejora ele las explotaciones para los mis
mo periodos.
Pero lo más destacable es el imporrarne incremcnro
ele las subvenciones uni tarias por joven instalado (un
aurnenro del 100%) y ele las inversiones unirarias por
plan ele mejora realizado (un aumento del 21 %) en el
cuatrienio 1992-1995, así como del 110% y del 73%
en el trienio 1996-1998 respectivamerne, respecto al
trien io 1989-1991. Estos resultados serían reíle jo ele
haber incorporado al programa con carácter crecien
te al colectivo ele e.'.-p lotacion es fam iliares "viables",
26
Recuadro 2
REAL DECRETO 1887/91
• Art. 5.-Beneficiarios
Podrán solicitar las ayudas a las inversiones en
planes de mejora los titulares de explotaciones
agrarias que :
a) Sean agricultores a tltu lo princ ipal.
Asimismo, podrán solicitar estas ayudas los
titu lares de explotaciones agrarias que no
siendo agricultores a título prinoipal, obtengan
al menos un 50% de su renta total de las
siguientes actividades: agrícolas, ganaderas,
foresta les o cinegéticas~ tu rísticas .. . de turismo
rural; artesanales; transformación y venta de
productos agrarios; o actividades relacionadas
con la conservación del espac io natural. ... la
parte de renta procedente de la actividad
agraria realizada en su explotación no sea
inferior al 25% ... y el tiempo de trabajo
dedicado a actividades ejercidas tuera de la
explotación no sea superior a la mitad del
tiempo de trabajo total.
• Art. 6.-Renta de trabajo
1. Las ayudas a las inversiones en planes de
mejora sólo se concederán cuando en las
explotaciones agrarias :
- La renta de trabajo por UTH en el momento de
solici tar la ayuda sea inferior a la renta de
referencia.
- El plan de mejora no prevea al final izar la
realización del mismo una renta de trabajo por
UTH superior a 120% de dicha renta de
referencia.
aunque necesitadas de mejora y consol idación (ver
cuadro nº 2b: bplotaciones de> 16 a <-+O UD Es).
Una cierra estimación del irnpacro ele los resul ta
dos de estos programas (cuadros nº 3 y 4a) sobre las
explotaciones existen tes por categorías ("marginales",
"mejorables" y "viables") (cuadro n" 2b), puede rea
lizarse comrasrando lo ejecutado con la siruación a final del periodo (en 1995) (11). Se obtiene que el
equivalente a un 65% de las exp loraciones "mejora
bles" (pmencialmente "viables") habrían podido asu
mir un plan de mejora en el decenio l 989-1998, des
racando por subperioclos el de 1989-91 con un 28%
de planes, frenre al de 1992-95 con un 22% y al ele
1996-98 con un 15% (cuadro 11° 4b).
Esros resultados aparentes deben considerarse en
exceso, ya que no se conrabilizan las e,'l{plotacioncs
ie estima que lll 65% de las xplotaciones mejorables" potencialmente viables") abrian podido sumir un plan de iejoraen ldecenio 989-1998
con más de un plan ([enían derecho a dos planes hasta 1995, que habiía que deduci r del 50% ele impacw esrimaclo para este periodo, y desde 1996 rienen derecho a tres planes en seis años, por lo que de nuevo el 15% estimado habna de ser minorado).
Pero es especialmente significativo subrayar, con relación al número ele exploraciones "marginales" subsisremes sumadas a las que persisten como "mejorables '', el reducido porcentaje estimado que representarían los planes de mejora realizados. Los resultados sorprenden por su volumen y por su evolución en el tiempo, ya que durante el periodo (1989-1995) en que estas explotaciones "marginales" también podían haber realizado un plan de mejora subvencionado, el impacto estimado habría sido mínimo (a penas un 16%, equivalente a un 9% en 1989-91 y un 7% en 1992-95).
Las exploraciones familiares ·'viables" por su par[e , que pasaron a poder acogerse a un plan de mejora a panir ele 1996, sumadas con las "mejorables", no habrian conocido más impacw que de un 10% en el periodo 1996-98.
Efectivamente, se [rata ele un ejercicio especulativo para rrarar de aproximamos, aunque sea ele [orma muy limitada, a una explicación ele la siruación en que se encuenu·an nuestras explotaciones familiares en relación con el trato recibido por parte de las políticas públicas de mejora estructural en el decenio 1989-1998. Porque, si bien se hab1ían atendido un 50% de las exploraciones familiares "mejorables" durame el periodo 1989-95 , con la nueva orientación del programa incorporada a parcir de 1996 (son beneficiarios las ex-ploraciones familiares "mejorables" y "viables") y el nivel de resultados alcanzados (el 10% en-1996-98), se reque1irian 30 años para ofrecer al menos un plan ele mejora subvencionado a cada una de estas exploraciones.
Pero , además, [endría que hacerse frente a las 351.000 exploraciones familiares "marginales" (a riempo completo y título p1incipaD , excluidas "de facto" de los programas y a las más de 440.000 e,'<ploraciones familiares "marginales a riempo parcial", excluidas "ele iure". Para algunos amores (Sumpsi, 1994: 312-322) estas exploraciones deberian desaparecer, a través del mercado de tierras o ele diversas formas inducidas de cesión de uso, en favor de la consolidación de una agricu lrura profesional y compeririva (se arguye cómo la PAC, aun sin modulación de las subvenciones, esraria frenando el iitmo de desapaiición de es[as pequef1as eiqJloraciones). Ü[ros autores (Lamo de Espinosa, 1997: 210-21-t) señalan clarameme la necesidad de llevar a cabo un verdadero proceso ele "desamonización por abajo", suprimiendo las "manos muenas fiscales" en que se habrían convertido los agiicultores marginales al no deshacerse de sus rienas .
27
Recuadro 3
REAL DECRIETO 204/96
• Art. 4. Beneficiarios
1. Con carácter general será necesario para
poder solícit:ar y acceder a las ayudas a las
inversiones ... :
a) Ser titula 1~ de una explotación agraria.
b) Presentar un plan de mejora.
... 2. Las personas físicas deberán cumplir
además:
a) Ser agricultor profesional (defin ido en el
artículo 2.5 de la Ley 19/1995).
... 5. Las ayudas a los planes de mejora ... sólo
se podrán conceder en aquellas explotaciones
cuya renta unitaria de trabajo, .. . , sea inferior al
120% de la renta de referenc ia.
He aquí un problema político, económico y social, equivaleme en su género al que significó hace unos años la consolidación de una bolsa ele parados de origen agraiio en zonas de grandes é'.,'\"[Jlotaciones, ya no nec si radas de grandes cantidades ele asalariados con carác[er pem1anente. Si desde un punto ele vista económico este tipo de e,yploraciones marginales carecen ele un peso significaüvo (tampoco reüenen más que una pequeña pane de las subvenciones agrarias), para amplias zonas telTitoriales conrinúan siendo una fueme todavía importante de rentas , ciadas las clificuhacles de conseguir una mayor diversificación de acüvidades.
También socialmeme este colenivo prmagoniza las categorías profesionales con mayores tasas de pobreza relariva (cleuás de los asalariados agrarios y por delante de los jubilados). Y, por último, desde una perspecüva medioambiental se rrara ele e:;.,,-plotaciones que afectan a una amplia superficie [errito1ial (unos 6 millones de hec[áreas, aprmdmadamente), concentrada en algunas zonas y regiones y con un valor natural supetior en muchos casos al meramente proclunivo. Sin embargo, corno veremos a cominuación , este es un problema específico del caso español que clifícilmeme va a encontrar solución en la nueva Política Agraiia Común.
La penúltima reforma de la PAC y el futurn dle la explotación familiar
En la Agencia 2000 ya había desaparecido mela referencia al llamado "modelo europeo de agiicultura familiar ". Enrre Los nuevos objetivos políticos ele La PAC destacaba "aumentar su competitividad tanto en los mercados imeiiores corno exte1iores", previendo
Modernización de la agricultura familiar: ¿mejora o supresión?
LaPAC vaa promover claramente un proceso constante de sustitución de "agricultores" por "empresarios" titulares de una actividad agraria
Cuadro n2 4a
RESULTADO APARENTE DEL PROGRAMA DE MODERNIZACIÓN DE EXPLOTACIONES FAMILIARES (REALES DECRETOS 1887/91Y204/96)
Años Incorporación de jóvenes Planes de mejora
N2 (a) Subvención (b) Inversión b/a N2 (a) Subvención lnversión(b) b/a millones millones miles millones millones miles
1992 1.217 2 .-186 4.387 1.796 4.418 5.138 16.243 3.677
1992 1.217 2.186 4.387 1.796 4.418 5.138 16.243 3.677
1993 3.808 6.337 12.147 1.664 11.174 9.403 37.615 3.366
1994 4.505 9.160 17.920 2.033 11 .389 18.624 49 . .405 .A-.338
1995 5.681 14.561 24.629 2.563 11 .750 23.000 56.101 4.775
Total 15.211 32.244 59.088 2.120 38.731 56.165 159.364 4.115
1996 6.224 13.295 24.592 2.136 9.104 19.250 45.801 5.031
1997 4.726 9.310 27.021 1.970 8.331 19.563 49.638 5.958
1998 5 .351 13.818 29.888 2.582 8.856 20.093 59.876 6.761
Total 16.301 36.423 81.501 2.234 26.291 58.906 155.315 5.908
FUENTE : La Agncultura, la Pesca y la Alimentación, 1992· 1998 y Dírecclón General de Desarrollo Rural, MAPA.
una "drástica disminución del n úmero de exploraciones agrarias y de trabajadores del sector" con la tendencia a largo plazo de una reducción a un "1irmo del 2% al 3% anual" (CEE, 1997: 34-35).
Por ello, el proyecro de nuevo Reglamemo sobre la ayuda al desarrollo rural (CEE, 1999) prevé ayudas a las inversiones en exploraciones agrarias "cuya viabilidad económica pueda acreditarse" (ver recuadro nº 4) . lndepencl ientemenre ele otras consideraciones (quedarán excluidas las ayudas a explotaciones con producciones excedenrarias .. .), esto implica que los fondos comunitarios sólo podrán cofinanciar programas de modernización ele explotaciones familiares "viables", incluidas las a riempo parcial y ualqu ier otra exploración no familiar viab le.
En el caso español es ranamos hablando de unas 103 .000 exploraciones viables, cualquiera que sea el nivel de dedicación ele sus titu lares (12) (ver cuadro nº 2b). Posiblememe la aplicación de este reglamen· ro por los Estados miembros dará un margen de fijación con carácrer subsidiario de ciertas prioridades , pero la PAC va a promover clararnenre con sus resranres medidas un proceso constante de susrirución de "agricultores" por "empresarios" rirulares ele una actividad agraria.
Y bien, lcuál es el [ururo de nuesrra explotación fami liar en esre nuevo contexto? Para tratar ele responder podernos hacer un ejercicio ele simulación de las alternativas posibles que se le ofrecerán. lnicia1-mente caben dos posibilidades: mejora o supresión. Y, dada la naruraleza de los nuevos programas comunitarios, todo parece indicar que en el fururo el núcleo principal de las explotaciones famiJiares me-
28
Recuadro4
PROYECTO DE REGLAMENTO SOBRE LA AYUDA AL DESARROLLO RURAL
•Artículo 5
La ayuda a la invers ión se concederá a las
explotaciones agrarias - cuya viabilidad económica pueda acreditarse
- que cumplan las normas mín imas en materia
de medio ambiente, higiene y bienestar de los
animales y
- en las que el titular de la explotación posea la
capacidad y competencia profes ionales
adecuadas.
• Artículo 6
La ayuda no concederá por las inversiones que
estén des tinadas a aumentar una producción
para la que no puedan encontrarse salidas
normales al mercado.
• Artículo 7
Los Estados miembros fijarán unos límites para
las inversiones totales que puedan optar a las
ayudas.
jorables vendrá constiruido por las que hasta ahora hemos considerado viables, cualquiera que sea su n ivel de dedicación.
Las exploraciones mejorables, que aun no han conseguido la viabilidad pasarán a ser candidatas a "suprimibles", aunque estimar en qué porcentaje re-
Jadro nº 4b
STIMACIÓN DEL IMPACTO DE LOS PROGRAMAS DE MODERNIZACIÓN DE EXPLOTACIONES FAMILIARES, 1989-1998
:::ategorías Explotaciones Periodos Planes de mejora Impacto estimado (b/a) familiares realizados (b) Marginal+ Mejorable+ 1995 (a) N2 N2 % MejorablE! Mejorable Viable
% % %
J1arg inales . 351.500 1989-91 48.744 43 9 28
11ejorab les 174.800 1992-95 38.701 34 7 22
fiables 77.000 Total 1989-95 (87.475) (77) (16) (50)
1996-98 26.291 23 15 10
btaJ 603.300 1989-98 113.766 100 22 65 45
UENTE : Cuadros 2b, 3 y 4a. Elaboración propia.
Figura 1
EL FUTURO DE LA EXPLOTACIÓN FAMILIAR: ALTERNATIVAS (EN %)
100 EXPLOTACIONES FAMILIARES u 1
30 MEJORAJ
-L.I 1 o __ Vl_a_b_les_-'--1 ,._;..Me_ J_o_ra_b_les--j 20
- 1
?O SUPRESIÓ~
-1 1 25 -M-e-or:-1'~ _ M_ a_rg-in_a_l_es __ l45 --r- - -,
Incorporación de jóvenes
Viables o asociativas
Cese anticipado
tiempo ·arela!
Abandono: 1 Brrlendo u otros
5 15
suite difícil. Al menos podemos avenrurar que una parte podría permanecer si son objeto de incorporación de un agricultor joven. otra parte podría dar el salto necesaiio hacia la viabilidad, comando con un plan de mejora subvencionado o no , siempre que se encuentre en una posición económica cercana a ese nivel. El resto es probable que vaya a engrosar el coleccivo de e,'-rplotaciones marginales, siendo candidatos potenciales a una agricultura a tiempo parcial o al cese ele la acciviclacl, con o sin programa de cese anticipado.
En la figuranº 1 se resume este ejercicio de simulación adjuntando una estimación porcentual basada en la situación ele las explotaciones familiares en 1995 (ver cuadro nº 2b).
Como puede observarse sólo un 30% (unas 3-+0.000 explotaciones) serian viables, el 70% restante serian candidatas a la supresión , una parte de las cuales provendrian de las mejorables que no alcanzaron la viabilidad (el 25%) y el resrn estaría formado por las tradicionalmente marginales (45%). Ambas trata-
29
5 50 15
rían de permanecer en gran parte como e,xplornciones a tiern po parcial (el 50%), siendo un reducido porcentaje captado por los programas de "cese anticipado" (el 5%) y el resto sería tributario de diversas formas de abandono o cesión ele uso (el 15%).
Cualquiera que sea la validez que concedamos a este ejercicio, queda patente su utilidad al menos para detectar la gravedad de un problema de gran dimensión política y económica, y para demandar una respuesta adecuada al mismo. E;-..isten dos objetivos que, como se ha reiterado , no son incompatibles: a) posibilitar la viabilidad económica a un 20% de nuestras explotaciones familiares en los próximos afios; b) ofrecer alternativas al 50% restante de explotaciones familiares que tienen voluntad de permanecer, previsiblemente a tiempo parcial, manteniendo una actividad económica y cumpliendo diversas funciones sociales y medioambientales en numerosas áreas del medio rural. Se trata de un reto que permitirá calificar en el futuro las diversas opciones políticas en presencia.
Modernización de la agricultura familiar: lmejora o supresión?
NOTAS
l. Un C111cíl1si.s de su diversidad dcsdc 1111 punto de vista teó1i
co f11e abordc1do por Barccló, 1991: 403--f 12.
2. Se consideran 'fc11niliares" cn c11c111to que se e11w11tra/¡a11 por dcbcyo de una dimc11sió11 cconó1111 m ( < c1 16 UDEs), que
110 illl/Jrían pcr111itido re11H111erar a un activo con u11os i11grc
sos cquivc1/cntcs u la "renta de referencia" (media de los salalios b111tos 110 e1g1arios, equivalente c1 2,9 millones ele pesetas Cl1 1998).
3. Eq11ivali:11tc al nivel 111í11i1110 de renta que se exige a 1111 ag1i
rnltor1ovc11 para su/Jve11cio11ar su i11stalació11 en una explotación (a rtírnlo 13.3 del R. Dccrct.o 204/96).
4. En rcalidad, este colectivo está eslimC1do pordcjccto,ya q11c d nivd 11uhin10 de rrnta u11itwia de 1rab1[io pordc/nyo del wal una explotación time daec/10 a 1111 "plan de mqora" subvencionado se1ía ec¡ull'l1le11t.e a unas 20 UDEs (art(rn/o 4.5. del R. Decreto 204196), 110 cxislie11clo i11fon11ación cstadísHca di.sponihlc para el tramo co111prc11dido rntre 16 y 20 UD Es.
5. Es de espm1i-c¡ue r/ fllturo Cc11so Agralio (en rnrso) clali
Jiq11c la adcrnación rnt1c cxplotacío11 esy act.ivo cxistc11tcs.
6. Esta ley, c¡lll: pascg L1ía pretrntlitlC1111c11tc "d ct1111p/11111rn
to de la fwmón soda/ de la propiL·duc/", no tuvo mcís 1 csultado aparc11tc c¡uc incitaren ci11co mios la m1/i::anó11 de pla-11cs de 111cjora cn unus 55.000 1111. w 1 rcspo11tl1rnlcs a unas
140 explotacíonc .
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30
7. U11os 20.000 111 1l/011cs de media anual c11 d pc1iodo 1994-
1998.
8- Del programa del R. Decreto 808/87 el BCA lw/JÍCI co11-ccd1do unos 10.000 préstwnos cquívalc11tcs a 34. 700 111illo-11cs, por d R. Decreto 1987191 ya solo concedió 80 préstamos con llll rnpita/ de 518 111il/011cs, y ya imcgraclos en Ccija Postal participó en d progruma del R. Decreto 204/ 96 con 65
préstumos y 667 111íl/ones.
9. Este R. Decreto fue modificado por el R.O. 1153/97, que se adaptó al nuevo Rcgla111rnto CEE 950197 rclauvo a la rncjora de las cst111cturus agn1,.;as.
1 O. Según los critclios establecidos c11 los mtírnlos 4, 5 y 6 de la Ley 19/1995.
11 . U11a co11t.rnstació11 co11 la siluación de partida scgtín los datos del Crn.so Agmlio de 1989 fi 1e descsHnwda , delndo a la ¡oca verosi111 ili1ud de los ciertos e/,· lus cifras del 11ú111ero de cxplotacio11es. Así, la E11cue.sta de Est111ctums Agra1ias de 1987
recoge un total de 1, 7 millones de explotaciones mientras que el censo de 1989 rcHcnc lcr cifra de 2,1 millones de explotaciones, rn11rspo11dirndo w11/Jasfui:ntcs estadísticas a/ /NE
12. Con u11a cli111cn sión econó111irn de> de 16 a< de 40
UD Es. 1im1poco ¡xrn:ce que vcryan cr quedar cxcluíclas en 1J1i11-
cipio /m 28.000 cxplotacio11cs rcstw1tcs supe1iorcs a 40 UDEs (ver 11" rnadro 2a).
- !NRA. 199-f: "La 17rrsist.a11cc des has rcvrnu.s aglicolcs", c11
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=:cílc:: Roc/1ígucz (Ei/ .), Crntro de In ves tigaciones Sociológiccrs (en prmm), Mad1id.
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tru .tuml en la agricu ltura cspc11iola, Sum¡Jsi,j.M. (Coo rcl.), /\/LAPA, fvltnliid.
-..
CÁCERES EXTREMADURA
ESPAÑA
Cáceres: Patrimonio de la Humanidad.
Ruta de los Dólmenes: Tapias !, Cajirón, Lanchas ...
Valencia de A /cámara,
Barrio Gótico,
Ntª Srª de Rocamador.
Ruta de las Chimeneas:
Barruecos, Museo Vostell,
A rroyo de la luz, Cerámica,
Curtido de pieles,
Puente de Alcántara.
Valle del Alagón: Ga/isteo, Monteliermoso
Encamisá, Cerámica,
Canclws de Ramiro,
El Palancar, Coria.
Sierra de Gata: Hoyos, Gata, Aceite,
Bolillos, Piscinas naturales,
Robledillo de Gata,
~ San Martín de Trevejo.
Hurdes: Arquitectura de 111onta1ia,
arroyo , piscinas naturales, miel,
Martilandrá11,
Chorrito de Ovejuela.
Plasencia-Valle del Jerte:
Trujillo: Crisol de culturas.
Valle del Ambroz: Pinajarro, Cáparra, Granadilla,
Balneario de B01ios,
flif11Seo Pére';. Co111e11dad01; Hervús,
Jardines de Sotofermoso.
Villuercas: Ibores, la Jara,
Tesoro de Berwcana,
Talavera la Vteja,
quesos, cobre,
Monasterio
de Guadalupe
(Patrimonio de la
Humanidad).
Campo Arañuelo: N111 111/111oml. canw11{f/es,
Ta/ay11e/11,
t ·11111pos agrícolas ,
Befrís de J\/011roy, delu!.ms.
La Vera: Garganta de Cuartos,
piscinas naturales, pimentón, Empa/ao,
Pero-Palo, Cuacos, Monasterio de Yuste.
Sierra de Mootanchez: Jamón, vino, caza,
Bas{/ica Visigoda, higos,
Encina Terrona, A/1110/iarín,
Ct1stillo de Mo11ta11clle:,.
Garganta de los Infiernos,
cerezos en flor,
fábrica de sayales, licores,
Jarramplas,
P/asencia: Conjunto Mo1111111e11ta/. DIPUTACI9N
DE CÁCERES
C/ Amargura, l. 10003 - Cáceres Tlfn: 927 - 25 55 97 / 98. Fax: 927 - 25 54 67
~strategias familiares r futuro de la agricultura familiar
RISTÓBAL •·BENITO
(lJ ED.l
JAN JESÚS ·ONZÁLEZ
IED)
El tema central de este anuario es el futuro ele la agricultura familiar. En este trabajo pretendemos contribuir a la reílexión sobre esta cuestión ana
lizando algunos aspecros o factores que pueden condicionar ese futuro , Y lo haremos desde una perspectiva poco habitual.
Cuando se habla del futuro ele la agiicultura familiar, a menudo tendemos a considerar que ese futuro depende sólo de factores e.'\'.ternos a las familias y a las explotaciones; es como si ese fururo estuviera determinado sólo o p1incipalmenre por factores económicos y políticos y, por lo tanto, ajenos prácticamente al control de los propios ag1icultores.
Por nuestra parte, pensamos que ese futuro depende también (y a veces. sobre todo) de otros factores internos a las propias familias y que son ellas las que, con sus decisiones, condicionan el futuro de la explotación familiar. Por lo tanto, al menos parte ele ese futuro está en sus manos, lo que no quiere decir que sea fácil para ese tipo ele familias tomar esas decisiones , pues mu chas veces las presi nes del contexto social son tan grandes que el margen de maniobra es pequeño.
Pero lo que queremos poner de manifiesto es que hay estrategias (1) familiares que van en conrra de la
33
reproducción ele la ag1iculturn familiar, como tendremos ocasión ele comprobar. Dicho esro, consideramos que un cambio del marco institucional en el que se desarrolla la agriculwra familiar podiía modificar las condiciones para el desarrollo ele unas estrategias familiares que no implicaran la desaparición ele ese tipo ele empresa agraria.
Con este planteamiento, en este trabajo vamos a abordar tres cuestiones que están relacionadas entre sí y que afectan directamente al futuro de la ag1iculrura familiar. En primer lugar, presentaremos cómo ven los propios protagonistas (es decir, los agricultores familiares que trabajan exclusiva o mayoritariamente en su propia explotación y se reconocen a sí mismos ante todo como agricultores) el lururo ele la agricultura; como se sabe, "la definición de la siruación fonma parte ele la misma situación", por lo que, i los ag1icultores ven el furnro de una determinada manera, orientar<h1 sus compon:amiemos en tal sentido que pueden hacer que la predicción se cumpla.
En segundo lugar, presentaremos algunas opiniones y preferencias ele esos mismos ag1icultores acerca ele cuestiones corno la sucesión (en la explotación) y la herencia (del patrimonio familiar). sobre qué es lo
Estrategias familiares
y fu tura de la agricultura familiar
Cuadro n2 1
SATISFACCIÓN CON EL TRABAJO EN LA AGRICULTURA (%) (SEGÚN EDAD)
Total 20-34 35-54 +54
Muy satisfecho 7,6 7,2 8,4 6,7
Bastante satisfecho 51,4 55 ,6 48,7 52,3
Poco satisfecho 33, 1 31,7 34,0 32,9
Nada satisfecho 6,8 4,1 8,0 7,0
Ns/Ne 1, 1 1.4 0,9 1,1
Saldo 19, 1 27,0 15, 1 19,1
Cuadro nº 2
MEJORA DE LA VIDA EN LOS ÚLTIMOS DIEZ AÑOS(%) (SEGÚN EDAD)
Mucho mejor
Algo mejor
Igual
Algo peor
Mucho peor
Ns/Ne
Saldo
Total 20-34 35-54 + 54
7,2 9,8 6,8 6,2
44,9 48, 1 43,9 44,2
12,9 10,2 13,8 13,3
22,6 20,6 23,1 23,1
8,9 4,7 9, 1 11,2
3,5 6,5 3,3 2,0
20,6 33,6 18,5 16, 1
mejor para el fururo ele sus hijos o cómo definen algunos rasgos ele su propia profesión, opiniones y preíerencias que están directamente relacionadas con el futuro ele la agricultura familiar (2) .
En tercer lugar, analizaremos la-; relaciones entre la ramilta y la explotación, lo que nos dará algunas claves acerca ele las dinámicas l'amiliares y su repercusión en la organización y reproducción (continuidad) de la explotación. Terminaremos con una reflexión acerca ele la viabilidad de algunas soluciones ele los problemas planteados.
Un futuro incierto
Como hemos dicho más aniba, la percepción que se tenga del l'ULuro ele la agricultura (y en panicular de la agriculmra familiar) condiciona las decisiones de los agricult0res no sólo acerca ele la explotación (por ejemplo, sobre los cambios y las inversiones a realizar) sino también sobre el fumro ele los hijos.
Como puede verse en los cuadros nº 1y2, lamayoría ele los agricultores se declaran más bien satisfechos con su trabajo al tiempo que reconocen una me-
34
jora de sus condiciones de vida en los últimos diez años, más que un empeoramiento. A pesar de este positivo balance, los agricultores observan el futuro con pesimismo e incertidumbre. Este contraste entre logros y expectativas se debe en parte, desde luego, a la conocida esn-ategia típica de aut0presentación de los agri-cultores, consistente en una discreta mezcla de subesümación de los logros propios y de fa talismo en relación a las expectaüvas, pero también es producto de circuns tancias concretas y acmales, como veremos seguidamente.
Cuando se pregunta a los agricu ltores por las dos principales causas ele los problemas del campo español, "la incertidumbre sobre el Futuro de la agricultura" es la que más menciones recibe (3 7, 4% en tOtal), por delante de la evolución ele los precios agrarios (35%) y de la "falta ele unión de los agricultores" (33%). A conünuación le sigue la "falta de política agraria" (28, 7%). De las cuatro causas que semencionan con más frecuencia, sólo una es endógena (la tercera), mientras las demás escapan al control ele los agricultores. La consabida ambivalencia de los ag1icultores hacia su propia actividad resulta, una vez más, perfectamente elocuente: puede que el balance sobre el camino recorrido sea positivo, pero queda poco margen , en cualquier caso, para el optimismo de cara al fumro.
Esta visión pesimista esta dominada sobre todo por la incertidumbre respecto a lo que va a pasar en el futuro; sentimiemo de incerti
dumbre que afecta, en particular, a la PAC. Los agricultores están acostumbrados a una cierta inseguridad e incertidumbre (como la que impone el clima o las coyunturas ele los mercados), pero ahora la PAC introduce un scmimiemo nuevo y cualitaüvamente distinto. Pues así como es evidente que la PAC aumenta la seguridad de las exploraciones (por cuanto asegura, en ocasiones, basta el 50% ele las rentas), no lo es, ni mucho menos, que esa scgutidad vaya a ser para siempre, si es que no hay la certeza del progresivo desmantelamiento ele la protección a la agricultura.
A este sen timiento cont1ibuye también la opinión generalizada ele que falta un polírica agraria que despeje en cierta medida esa incertidumbre, que fije uno~ objetivos, unas orientaciones que sirvan ele rderencia para el íururo. Y esta fa lta ele política agraria ne es sólo responsabilidad de la Unión Europea, tam· bién es responsabilidad del Gobierno español, qrn carece de políüca agra1ia propia. Esta falta ele orien· taciones a medio o largo plazo tiene un efecto parali· zador inmediata sobre los proyectos moclemizaclore! del agricultm~ especialmente cuando se acerca a]¡ edad ele la jubilación y si, además, duela de que la su
Cuadro nº 3
VALORACIÓN DE LAS DIVERSAS FORMAS DE TRANSMISIÓN DE LA EXPLOTACIÓN (SEGÚN EDAD)
Formas de transmisión de la explotación
Toda la explotación para el hijo mayor Justa Injusta Saldo
Toda la explotación para el hijo o los hijos Justa
que trabajan en ella Injusta Saldo
Reparto mejorando a los hijos Justa
que trabajan en ella Injusta Saldo
Reparto en partes iguales entre todos Justa
los hijos trabajen o no en la explotación Injusta
preferencia cia la inversión capital mano(dar ;udiosalos os) sobre las rersiones en ~italdela
~lotación ll'da cierta ación con las lferencias 1re el modo de nsmisión de la >lotación -
Saldo
cesión en la exploración sea lo mejor para el fucuro de sus hijos, como veremos más adelame.
El pesimismo sobre el futuro d' la agticulrura se manifiesta también en la visión de la evolución de algunos aspectos relevantes de la misma. El fucuro se percibe como una reducción de las rentas de los agticulrores (así opinan el 42 ,1 % de los entrevistados, freme a un 20,3% que piensa que irán a más), por la reducción de las ayudas a la agricultura (39,3%, frente a un 23 ,8% que piensa lo comrario) y la reducción de los precios de los productos agrarios ( 40, 7%, frente al 25,2%), a la par que se incrementarán los precios de los medios de producción (61,l % frente a un 10% que cree que irán a menos) y los precios de la tiem (39,3% cree que irán a más freme al 26 ,8% que piensan que irán a menos).
Esta visión relativamente pesimista del futuro ele b agricultura se acompaña ele una gran desconfianza acerca de la capacidad de la Política Agraria Común (PAC) para defender los intereses del agricultor: el 55,8% confía poco (36,5%) o nada (19,3%) en la PAC en ese semido, en contraste con el 21. 7% que confía mucho (2, 1 %) o bastante (19,6%) y en la mayoritaria consideración (71 %) de que la política agraria tiene más en cuenta los imereses de los consumidores que el de los agriculrores.
Estrategias familiares de herencia y sucesión
Sobre el telón de fondo de la ambivalen ia y la incertidumbre, no tiene nada de panicular que la mitad de los agricultores de más de 50 años no tenga suce-
35
% POR GRUPOS DE EDAD
Total% 20a 34 35 a 54 +de54
3,4 2,6 3,6 3,6 88,2 90,0 88,8 86, -84,8 -87',4 -85,2 -82,5
34,1 40,4 33,6 31 ,0 57,5 54,5 58,2 58,5 -23,4 -14,1 -24,6 -27,5
47,6 56,8 47,6 41,9 43,2 36 ,3 43,6 46,9 +4,4 +201,5 +4,0 -5,0
62,8 55,7 64,9 64,4 26,2 33,2 25,4 22,
+36,6 +22,5 +39,5 +41,5
sor (frente a un 22% que lo tiene seguro y un 15% que lo tiene probable). De esa mitad , en la mitad de los casos los hijos no quieren quedarse en la C'\1Jlotación, a lo que hay que añadir un 10% ele casos en los que el padre no quiere que los hijos se queden. Es claro que el tamaño de la exploración iníluye sobre la probabilidad de sucesión, pero es claro también que lo que más influye es el clima de opinión sobre el fumro (o la falta ele frnuro, para ser exactos).
Esta visión del Futuro incide , desde luego, en la opinión ele los agricultores acerca de qué es lo mejor para el futuro de los hijos, y en este senrido los agricuhores perseveran en la conocida estrategia de anteponer la movilidad ocupacional de los hijos a la propia sucesión en la explotación familiar. Puestos a elegir entre "darles carrera" y dejarles una buena e."1Jloración, los agricultores españoles se decantan de manera casi unánime por los estudios como mejor manera de asegurar su futuro , casi con independencia del sexo de los hijos(+). Así las cosas, las expectativas de relevo generacional están muy limitadas , cuando no descartadas de manera explícita.
La preferencia hacia la inversión en capital humano (dar esrudios a los hijos) sobre las inversiones en capital de la explotación guarda cierta relación con las preferencias sobre el modo ele rransmisión de la explotación (ver cuadro nº 3).
Efectivamente, los agriculrores priman los derechos de herencia sobre los derechos de sucesión, como corrobora el hecho de que en la encuesta la opinión mayoritaria (62,8%) considera justo el reparto en partes iguales de la e;...-plotación entre rodos los hijos, aunque no trnb<~en en la e;...'Ploración, frente a un
Estrategias familiares
y futuro de la agricul tura fa1niliar
Los problemas de relevo generacional de muchas explotaciones no tienen tanto que ver con la falta de rentabilidad económica como con la falta de reconocimiento social y político de la profesión agraria
26,2% que la con id era injusta . Esta forma de herencia o transmisión ele la explotación es la que alcanza un mayor porcent<* de los que la consideran justa. En segundo lugar. al 47,6% le parece justa la fórmu la que concede una mayor parte de la explotación al (o los) hijos que trabajan en la misma, frente al 43,2% que le parece injusta. En las otras dos fó rmulas, el porcentaje de rechazo es mayor que el de acepración.
En definitiva, predomina el c1ite1io igualitarista (reparto en partes iguales) frente al criterio de mé1ito (trabajar dentro de la exp lotació n). Pero significativamente son los más jóvenes los que en mayor medida (56,8%) consideran lo más j usto que se mejore al o los hijos c¡ue se quedan en la explotación, [rente a un 36,3% que lo considera injusto.
Puede decirse que a menor edad , las preferencias se decantan por el criterio del mérito (mejorar al hijo o a los hijos que trab<~an en la explotación), como forma más justa de transmisión de la misma, mientras que los más mayores lo hacen por el iguali tarista (reparto a panes iguales, s in distinciones). si bien los más jóvenes conigen el mérito considerando más justo que. se reserve "una mayor parte" a los hijos que trabajan en la e,\.']Jlotación que dejarles "todo".
Pero son los jóvenes, en cualquier caso, quienes reclaman en mayor medida este sistema el e herencia y transmisión de la explotación, pues se encuentran con el problema real e inmediato de consolidar su posición laboral.
Y es que ellos son los que sufren, en mayor medida, las paradojas de la modernización ele la agriculru-
36
ra, desde el momento en que esta ha minado la eficacia de las estrategias fami liares que habían siclo claves tradicionalmente para la reproducción de la actividad agraria. Pues mientras las inversiones en capital humano han beneficiado sólo a una parte de los hijos, especialmente a las mujeres, la asignación del capital de la e,\.']Jlotación (la propiedad de la tiena sobre tocio) ha seguido un criterio igualitatio , perjudicando al sucesor de la explotación .
Por lo tanto, como ya hemos apuntado anteriormente, se plantea así un conflicto entre sucesor/ es y herederos, entre los intereses de la explotación y los intereses ele la propiedad, entre explotación y fami: Ua (de 01igen) que amenaza la reproducción y la supervivencia ele la explotación. Un aspecto más de lo que se viene denominando "clesagrarización" de la familia y ele la "desfamiliarización" de la agricultura y del refuerzo de las esrrategias individuales frente a las colectivas.
Estos conOictos hacen más problemático el relevo generacional en la exploración , ya de por sí problemático por el rechazo de los jóvenes a la actividad, como ya se comentó ameriormeqte. Pues como acabamos de ver. los problemas de relevo generacional de muchas explotaciones no tienen tanto que ver con la falta de rentabilidad económica como con la falta de reconocimiento social y político de la profesión agraria._Y se a·ma también de que las actuales reglas y estrategias que rigen la transmisión patrimonial no están al servicio de la pro[esionalización , por cuanto no garantizan una expectativa de estabilidad laboral para quién asume la rarea sucesoria , frente a los imereses y las exigencias de los demás herederos.
Resulta así que, a p ar de que la defensa de la agiicultura fam iliar consti tuya un componente Fundamental de la ideología de esros agricultores (5), algunas prácticas reales de los propios agricultores y de sus familias amenazan su propia supervivencia.
Relaciones de la familia con la explotación
El análisis ele los datos ele la encuesta constata el fenómeno ya observado en otros estudios de lo que más arriba ll amamos desagrarización de la familia y desfamiliarización de la exploración, que resu ltan ele la progres iva desvinculación del grupo familiar respecto al trabajo y la gestión ele la explotación.
Teniendo en cuentan que el universo ele la encuesta son agricultores directos a ámlo principal, que en el 80% de las exp lotaciones só lo trabajan uno o más miembros de la familia y del resto que recurre también al trabajo externo en la 111ay01ía ele lo casos el trabajo de origen familiar es superior al de origen externo, podemos considerar a estos agricultores como representativos ele la agricultura lamiliar.
Cuadro n2 5
Cuadro n2 4
TIPOS DE EXPLOTACIÓN SEGÚN EL TRABAJO FAMILIAR(%)
Familiares individua/es (sólo el titular)
Familiares conyugales (sólos tltular+cónyuge)
Familíares con hijos (t ltular+hijos/hijas o yernos/
nueras con o sin otros famillares)
Familiares con otros familiares (titular+otros familiares
con o sin cónyuge e hijos)
41,6
18,6
19,6
23,2
TAMAÑO ECONÓMICO DE LA EXPLOTACIÓN (EN UDES) SEGÚN LA COMPOSICIÓN DE SU FUERZA DE TRABAJO (MEDIAS)
COMPOSICIÓN FUERZA TRABAJO TOTAL DE LA EXPLOTACIÓN
UD Es
Sólo
titular
27,29
L desvinculación !l grupo familiar specto al trabajo l la explotación se anifiesta mbiénenla ducción drástica los "ayudas miliares" -
+conyuge
42,65
Conyuge
e hijos
29,42
+ hiJOS +padres
40,71 29,31
No obsrame este carácter, podemos observar (cuadro nº 4) que el 41,6% de las e,'(plmaciones son individuales o unipersonales, es decir, que sólo trabaja en ella un miembro de la familia. Lo que indica la desvinculación del grupo familiar hacia el trabajo de la e.xplotación en casi la mitad de las exploraciones.
En el resto de las e.xploraciones (58, 4%) trabajan más de un miembro de la familia, siendo la media general de 1, 7 miembros por e.xploración, aunque con desigual dedicación. Como puede verse, el grupo familiar sigue proporcionando una parte importante de la fuerza ele trabajo que requiere la exploración, involucrando a una amplia variedad ele parientes: cónyuges, padres y suegros, hijos, yernos y nueras, hermanos y cuñados , etc., cuyo protagonismo cambia a lo largo del ciclo vital de la familia y del desarrollo de la e.,;plotación. Pero la relación entre la famllia y la exploración a través del trabajo en la misma es menor de lo cabría esperar tratándose de exploraciones familiares (como e."Xpresa ese 41 ,6% de exploraciones familiares individuales o la presencia , pequeña pero significativa en las explotaciones más grandes, de trabajo e.-xtemo a la familia).
De cara al futuro de la agricultura familiar resulra especialmente significativo el hecho de que sólo un 20% de las explotaciones cuenten con hijos trabajando en las mismas. La aportación laboral de la familia a la explotación es, sobre todo , asunto de los cónyuges y de los ascendientes (de los titulares). Se observan, pues, i.ndicios suficienres de una cierta des-
37
+hermanos
37 ,11
Otros
famlliares
27,95
UTF<UT
100,41
Total
35,0
vinculación del grupo familiar respecto al trabajo en la explotación, sobre mdo de los hijos , desvinculación debida no sólo a causas económicas (problemas de dimensión de la explotación) sino también a preferencias sociales.
Como hemos comentado, la participación de la familia en el trabajo de la e..'-1Jlotación está en función de tres factores : los recursos familiares (composición del grupo familiar y ciclo viral de la familia) , el ciclo laboral del titular de misma y el tamaiio de la explotación. Respecto a esto último, y por lo que respecta a los hijos, su participación en el trabajo de la e..'.']JlOtación requiere la e>.istencia de un tamaiio mínimo a partir del cual se da una presencia significativa de los hijos en el trabajo de la D.']Jlotación (ver cuadro nº 5). Pero esto no quiere decir que una mayor dimensión ele la explotación sea garantía suficiente para la participación de los hijos en la misma. Así pues, la desvinculación de los hijos del trabajo en la explotación no es un fenómeno que afecte sólo a las e..\.']Jloraciones más pequeñas, sino también a una parte significativa de las grandes , lo que apunta, como ya hemos dicho, a la existencia de factores no económicos (preferencias sociales) que ex']Jlican la desvinculación de los h ijos de la e.'1.-plotación .
Este fenómeno de la desvinculación del grupo familiar respecto al trabajo en la e."'Plotación se manifiesta también en la reducción drástica de los "ayudas familiares " como muestran disrintas fuentes estadísticas. Según elatos de la EPA, entre 1984 y 1996, los
Estrategias familiares
y futuro de la agricultura familiar
Las explotaciones más rentables son lasque más promueven estrategias de desvinculación de los cónyuges e hijos dela explotación
ayudas famUiares pasaron ele represemar el 23,8% de la población ocupada en la agricultura a representar el 15%, lo que supuso la reducción de 306.000 ayudas familiares, es decir, el 65,5% menos. Pero esta reducción no sólo se debe a un "ajusre esnucrural", pues, como hemos señalado en orro lugar (González y Gómez Benito, 1997:577), el déficit ele mano ele obra que se observa en las agriculturas familiares de las zonas agrarias más progresivas y dinámicas sólo puede explicarse en términos ele la acción combinada de esrrategias familiares y del marco de oponunidades, marco que, en lo fundamental, depende del resulrado de dos factores: la capacidad ele la e.."--plotación de generar un e..~cedente susceptible de ser invertido en educación y la capacidad de los mercados ele trabajo regionales para generar empleo.
De tal forma que son las exploraciones más rentables las que más promueven estrategias ele desvinculación ele los cónyuges e hijos ele la e..'i.-ploración, confirmando la resis ames e>..-puesra relativa a que la disociación familia-e::...1)loración no es exclusiva de las más pequeñas y que ral disociación no se debe a razones económicas (la capacidad de la exploración familiar de proporcionar un puesro de trabajo esrable), sino a esrrarcgias de las familias o de los individuos que anteponen objetivos de movilidad.
La participación del grupo familiar en la gestión de otros asuntos relacionados con la exploración y en la roma de decisiones sobre la misma también es poco signiricmiva. Casi todos los asuntos son cosa casi exclusiva del titular o el jefe ele la explotación, el cual las realiza emre un 72% (como rea lizar las compras y venras de la explotación) y un 65% (como anotar las facturas y llevar las cuentas).
En cambio la panicipación del grupo familiar en 1a propiedad de las cien-as sí es importan te. En el 4 7,1 % de las e..'Cplotaciones el titular es el único propietario ele las tierras, mientras que en un 43,6% de casos se comparte la propiedad de aquellas. Los cónyuges son copropietarios en un 43,5% de los casos; los padres/suegros en un 40,3%; los hermanos/ as o cuñados/ das en un 25,8%; los hijos/as o yernos/nueras en un -+,6%, y otros lamiliares en otro 4,6% (6).
Como puede verse, en el aspecro patrimonial las explotaciones mantienen aún un fuerte carácter familiar. No sólo los sistemas ele herencia tradicionales siguen vigentes, condicionando la transmisión ele las eA1JlOraciones, sino que además la misma "profesión" ele agriculror sigue siendo hereditaria en lamayotía de los casos. La famil ia nuclear o ampliada (y los parientes) son quienes proporcionan la mayor parte de la base territorial ele la e.."-'P loración y condicionan la instalación de los jóvenes agriculrores.
Pero la mayor participación de la lamilia en la propiedad de las cien-as no conUeva, como hemos visro, una imp licación similar en la gestión ele la e::...-plota-
38
ción. Esta circunstancia tiene decros sobre la autonomía y, sobre rodo, en la reproducción de la eA'"[Jlotación. Y afecta sobre todo a los agriculrores más jóvenes. Lo novedoso respecto a si[Uaciones rradicionales es que el sistema (y los derechos) de herencia (ele la propiedad terrirorial) priman sobre el sistema (y los derechos) ele sucesión ele la explotación. O dicho de orro modo, el sistema ele herencia no está al servicio de la reproducción de la exploración ni de la profesionalización, lo que es un indicio de la pérdida de centralidad de la explotación en la estrategia del grupo familiar. En esta situación, la cien-a se considera ante todo un capital (y no un medio de producción) con valor en sí mismo, que puede ser movilizado en cualquier momento pam objetivos no agrarios por cualquiera de sus propietarios.
Recapitulación y reflexiones finales
Como adelantarnos al principio, la [u[Uro ele la agriculrnra familiar no sólo depende de facrores externos a las propias e..'Cplotaciones o las familias que las detentan. A pesar de que los mismos agricultores familiares suelen seguir responsabilizando de ese futuro al mercado y al estado, la verdad es que parte de ese fururo depende de la dinámica interna ele las familias y de sus esn·atcgias educativas, laborales, suceso1ias y ele herencia, como hemos prerendiclo demostrar en este trabajo, pero cuando se refieren al futuro, los agricultores silencian estas cuestiones, aunque no las ignoren. Parece como si los facrores de tipo económico y poli rico externos Fueran tema pertinente de sus reivindicaciones sociales y económicas, mientras que esos otros facto res "internos" fueran sólo "asuntos de familia" en los que el estado no debe entrar. Y eso es precisamente una ele las dificulracles para resolverlos y la causa de que la fal ta de futuro de muchas explotaciones y no precisamente las marginales.
Hemos señalado como un íacror que compromete el fururo ele la explotación fam iliar los fenómenos ele la clesagrarización de la fam ilia y de la desfamiliarización ele la explotación. Pero así como el primero es claro , respecto al segundo conviene hacer algunas punrualizaciones, pues no debe1íamos creer que la agricu ltura famil iar esrá dejando de serlo a tocios los decros. La agricultura puede clesfamiliarizarse de dos maneras: una es la vía profesional ele separación entTe propiedad y e::...-ploración o , si se prefiere, entre derecho de propiedad y derecho ele e..'<'[Jlotación (podemos aplicar también aquí la tradicional distinción entre propiedad y control , entendido este como capacidad de asignación ele los recursos producrivos) . Esta ha siclo la vía preferente de la Uamada política socioesrructurnl durante los últimos cuarenta años. En último término, esta política trara de sustituir los
>que está en lego es el ecanismode lección de los ):'icultores: si la a a seguir es la of esionalización, be la posibilidad ·que la selección a positiva -
c1irerios tradicionales de corte familisra por c1iterios de corre profesional, así como ele sustirnir c1irerios ele herencia patrimonial por criterios de racionaliclacl sucesoria y ele gestión empresarial (González, 1990). Podemos llamarla la vía francesa ele modernización agraria (donde modernización ti ene un significado preciso: profesionalización).
En ral caso, la clesfamilia1ización se produce como consecuencia de que la transmisión y asignación de recursos deja de ser monopolio de las familias y pasa a depender de insrnncias públicas participadas o cogestionadas por las organizaciones agrarias (recordemos a Coulomb, 1985: "la política de esa·ucrnras no se da más que en las regiones donde el movimiento social y local la ha impuesm") .
Pero hay arra manera de desfamiliarización que consiste en la desfamiliarización del trabajo. Es la vía
espománea a la desfamiliaiización, es decir la que siguen las familias cuando tienen monopolio de decisión. Es claro que influyen factores tecnológicos y que esta forma de desfamiliarización es tanto más fácil cuamo más mecanizables sean las rareas, lo que permite que uno sólo pueda hacer lo que antes reque!Ía el trabajo de va1ios . Pero influyen también procesos sociales como la desvinculación de la mujer y de los hijos respecto de las rareas agra1ias.
En arra ocasión nos hemos referido a esta segunda vía cuando hemos hablado ele los efecms perversos de las es trategias familiares (González, 1993). lDóncle radica la perversión? A nuestro juicio, su raíz última esrá perfectamente localizada: la perversión se produce como consecuencia de que la clesfamiliarización afecta a un ámbito de la e."\.-ploración: su dimensión laboral, mientras el ámbito de la propiedad y el conrrol permanece familiarizado . Salvando
39
las distancias, es como cambiar el modo de producción mamenienclo las relaciones sociales de producción. El primero deja ele ser el modo ele producción doméstico tradicional para convertirse en modo ele producción unipersonal, en virtud del cual cuando el rirnlar o jefe de exploración necesira mano de obra ya no recwTe a la famili a sino a terceros (asalmiaclos, empresas de servicios, ere.). Esto es lo que se obsen-a , al menos, en las irn·esrigaciones hechas al efecto (Amalre eral, 1997: 22 7).
Una segunda cuestión que se plamea es por qué esra perversión constiruye un problema. Creemos que si alguna urilidad cuvo el estudio ele la juvemud rural de 198-+ fue el de servir de portavoz de los que nunca tienen voz: los jóvenes que se hacen cargo de exploraciones sobre las que no tienen crnmol (González eral, 1985: 11 Parte) . Pues su voz queda sistemáüca
meme silenciada por el particularismo familisrn caracteri rico del campesinado.
Y si el particularismo persiste no es porque nadie renga interés en salir de él, sino porque la única manera de romper con él es tendiendo puentes desde fuera y, 1mís concrerameme, ab1iendo un debate politice sobre el papel ele la agricultura en la sociedad actual. Emreramo, el particularismo tiene unos beneficiarios: los coherederos, cuyos imerescs prevalecen como si de una nueva clase de rentistas se tratara. Y una víctima: el sucesor, cuyos intereses quedan a merced de arreglos domésticos y de los avatares del mercado ele la tierra.
El problema no es, por tanto, la desfamiliarización de la ag1iculmra, que en sí misma no es ni buena ni mala (es tan sólo un signo de los tiempos) . El problema es que, una Yez más, la agricultura espaiiola está siguiendo la vía menos recomendable. Pues mientras la clase política prefiera (como hacen los partidos políticos en España) dejar el monopolio de decisión en manos de las familias , la resulrnme fina l de este proceso dependerá ele la política doméstica y de la correlación ele fuerzas en el seno de ellas. Y mientras la agriculrura (retóricas aparre) siga siendo sinónimo de precaiiedad laboral y ele falta de consideración social , dicha resulrantc será un mecanismo ele selección ne-
. gativa ele los futuros agriculmres. Este es , en suma, el problema. Pues !.o que está en
juego en esra discusión es el mecanismo ele selección de los ag1iculmres: si la vía a seguir es la profesionalización , cabe la pqsibilidad de que la selección sea posiriva (aunque: nadie pueda ciar una garantía completa) (7). En caso conrrario, el resultado está carnada: ¿quién se va a quedar en la agriculrnra sabiendo que no tiene comrol sobre los recursos productivos y
Estrategias familiares
y fu tu ro de la agricultura familiar
Es necesario un nuevo estatuto de la explotación f~
' en el que se reconozca la figura del sucesor de la explotación con las debidas garantías profesionales
que las acrnales reglas ele juego garantizan la prevalencia de Jos derechos ele propiedad sobre los de explotación? Si las explotaciones esruviesen social) políticamente consideradas como empleos, los sucesores podrían conseguir las debidas garantías de estabilidad en el puesto, al tiempo que los poderes públicos pod1ían hacerles responsables de su gestión. Por el contrario, mientras las explotaciones se con ideren p::itrimonio famil iar, rodo queda a merced ele la eventual soliclariclacl ele los coherederos.
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40
De acuerdo con lo planteado, y recogiendo la experiencia francesa, resulta evidente la necesidad de un marco jurídico que confiera garantías al sucesor. Un nuevo estaruto de la explotación familiar en el que se reconociera la figura del sucesor de la explotación con las debidas garantías profesionales bien pudiera ser un instrumento eficaz para responder a estos problemas. Sería también una plasmación concreta de que hay un amplio margen para formular y realizar una polltica agraria nacional que sea algo más que la respuesta siempre apresurada y seguidista a las propuestas y directrices ele Bruselas , coartada las más de las veces para justificar el no hacer nada. Una política agraria nacional que reclaman los agric ultores y que reduzca en lo posible parte ele la incertidum bre de la que estos se quejan. Una política agra1ia nacional que no puede ser más que concertada con las organizaciones profesionales agrarias si se quiere que sea un eficaz insrrumento de una verdadera profesionalización de la agii cultura. e
NOTAS
(/)Lo c¡11c i111plica 1111a clcfi111ción (ele oJJjctivos) y selección (ele recursos v 1111•a111is111os) racionales rnlre valias opciones posibles.
(2) Los datos cslcí11 o/J1rn1dos ele w1c1 c11n1cslc1 ele úm/Jito 110-
rnnwl t1111gilh1 a li/11/urcs de t:.\p/otationes agm11C1Sy n.:ali.:::oc/c1 por el Cl en 1998.
(3) Rernénlcsc, sin ir 111cís lejos, lo avalm-cs de /u pasoda n1111-
brc curoprn de Berlín a /u hora de concn:tar la rtfomw de la Agen
da 2000 y de la PAC.
(4) Esta es la op111ión del 72,8% tic los c11/revistc1dos ww1do se
r~ficrCll a los liijos vc.ironcs y del 79,696 en el caso de las hijas.
(5) L11 idrn1ifi ación del ag1iwltor con d moeldo e ag1icult11rn .fá111ilwr St' co11stc1/u en el hecho de q1.1e el 89,3% ele los entrevistados 111c111if"icsrw1 ti co1!fom1iclc1cl con la cifi11m1ción ele c¡uc las cxplotacio11cs Jé1111iliurt'S son 1111u purtc vital ele la sociedad, en el l1cclio de c¡t1c d 76,39" cslé ele acuerdo con la c11111·11c1z<1 rwl ele que
csrc tipo de c.\7J/01ocw11es sean dcspla.:::adas por la giw1 c111presa C1g1wit1, rn q11e el 62,8% co11sidcTc c1uc lll e1cllviclad agru1ia es Lllla
llClividad J}(ísia1 ele la que clcprndcn toclc1s lus dc111cís y mn lci agii.
rnltum sea una actividuel satiefacto1ia porque supone trabcijar co11lu11at11ralc::C1, opi11ión co11 /a r¡11c e tcín de awe1·clo d 6-f, !%
de los rnlrcvisluclos.
(6) Respuestas 1mílliples.
(7) Co11vic11c trncr en c11c11lll c¡ue ICI selección t1e11e en tocio rnso w1c1 doble vc11ic11te: como selección de las cxplotllcioncs trndcntc c1 ascgunwc¡11c estus co11slituyc11 buenos empleos y c11111plr11 , por tanto, 1n¡uisilos de viabilidael,y como sclccció11 de lo i11divid11os, los rnalcs dcbrn rn111pli1; a su vez, 1Cl/t1is1tos de profcswnalitlacl. Es frecuente, sin c111/Jwgo, un sesgo eco1101111Cisla </UC lleva c1 rn
{aU:::ar lo p1i111cro y a sosia sosla_ycll" lo scg1.1nclo, la/ como lwcc11 Blc111c et al, 1990, al e1ij1.11cwr las políticCls ele instalación.
ALICIA LANGREO
Doc tom 1 nglltlLI t'
Agrónomo. D1rcctort1 de SuhorlÍ 5.L.
El objeto de es[e aróculo es el análisis del [raba jo agrario: cuámo es, cómo es, quién lo hace , cuál es su evolución en los últimos años y qué pers
penivas tiene. Responder a estas pregumas ob liga a analizar el volumen ele [rabajo que requiere el secror agrario, su evolución , sus carac[erísticas y composición en las dos categorías básicas de ffabajo familiar y asalariado ; obliga también a aproximarse a los requerimientos ele trabajo y la estacionalidad de las producciones más demanclarnes. Por último. obliga a analizar cómo son los [rabajadores, familiares y asalariados, que cubren esos requerimientos.
Las [uemes para el análisis del trabajo en agriculmra son complejas, cada una aporta datos desde un ángulo cie[erminaclo; sólo con el manejo conjunto de rodas ellas , teniendo en cuerna sus características concre[as, se consigue una aproximación a la realidad.
Además, el trabajo agrario es muy estacional, con lo que los claros medios anuales ofrecen un panorama relarivamente clis[orsionaclo de la realidad; eso e>..'-plica en buena medida la diferencia e1me fuentes de claros elaboradas por el mismo organismo: la Encues ta de la Población Acriva (EPA) y la Encuesta de Esrrucmras de las E"plotaciones Agrícolas.
El esruclio de las variaciones estacionales del volumen de trabajo mtal demandado sólo puede hacerse desde el análisis ele las labores en los cultivos; si se dispone, por el con erario, de las variaciones [rimes[rales de la población ac[iva asalariada ocupada, que también es un indicador de la esracionaliclad .
43
Evolución y tendencias en el trabajo
• agr~1r10
La evolución toral ele la dem anda ele [rabajo depende ele los cul[ivos y producciones agrícolas y ganaderas, de los índices ele mecanización de las labores y de la organ ización del trabajo, concepm és[e úl[imo de importancia creciente; a su vez, la opción de los agricultores por unas u otras producciones están relacionadas con la política agraria, la evolución de los mercados, el comercio internacional, las [endencias del consumo , etc.
Según la Encuesta de Esoucruras (EE), el trabajo mtal demandado por la agricultura en 1995 fue de 1.089.602 Unidades ele Trabajo Año (UTA) , demanda ligeramente infetior (-2%) a la ele 1993; los datos correspondientes a 1997 (avance) dan una cifra de 1.108.981 UTA. muy similar a la de 1993 y superior a Ja de 1995 . Es decir, no sólo no cae el trabajo agra1io sino que se observa un repunte significativo.
Estos números resultan coherentes con la evolución de los cu] ti vos y la incorporación de innm aciones tecnológicas, ya que ha aumemado de manera sustancial el número de hectáreas de algunos de los cultivos muy demandames (invernaderos y otros cultivos intensivos y olivar) y en ese período no se ha extendido ninguna innovación radical muy reclucrora de las necesidades de mano de obra.
Esta evolución viene a romper el paradigma de la ca(da continuada y sin retorno de la mano de obra demandada por el sector agra1io. A esto hab1ía que añadir la evolución del ffabajo en el monte , que no está recogido en la Encuesta ele Estructuras.
Evolución y tendencias
en el trabajo agra1io
Cuadro nº 1
COMPOSICIÓN DEL TRABAJO AGRARIO SEGÚN LA ENCUESTA DE ESTRUCTURIAS {TOTAL ESPAÑA)
Trabajo total (UTA)
Trabajo familiar (UTA)
Trabajo asalariado fi jo (UTA)
Trabajo Asalariado eventual (UTA)
FUENTE: Encuesta de Estructuras 1995 y avance 1997
Cuadro nº 2
1995
1.089.602
801.763
124.252
163.587
1997
1.108.981
788.610
131.024
189.347
Estas cifras indican un cambio muy importante en la estmctura del factor trabajo en agricultura , que se ve ratificado por el avance de los datos de 1997, en los que el rrabajo familiar apona un 71, 1 %, el asalariado fijo un 11,8% y el asalariado eventual un 17% (cuadro nº 1). Es decir, se está produciendo una caída continuada del trabajo familiar y un inc remento del trabajo asalariado, tanto fijo corno eventual.
las Comu nidades Autónomas cuyas explotaciones absorben más trabajo total son Andalucía y Galicia, ambas con características opuestas; les sigue Castilla y
DISTRIBUCIÓN DEL TRABAJO TOTAL POR COMUNIDADES AUTÓNOMAS León, Cataluña, Comunidad Valenciana y Castilla la Mancha (cuadro nº 2) .
CCAA UTA totales
Andalucía 247.688
Aragón 50.200
Asturias 52.257
Baleares 14.705
Canarias 30.931
Castilla-La Mancha 75.105
Castilla y León 105.774
Cataluña 76.337
Cantabria 23.508
Comunidad Valenciana 75.651
Extremadura 60.165
Galicia 172.725
Madrid 8.962
Murcia 39.332
Navarra 18.480
La Rioja 13.570
País Vasco 24.210
% S/España
22 8
4,6
4,8
1,4
2,8
6,9
9,7
7,0
2 ,2
7,0
5,5
15,6
0,8
3,6
1,7
1,3
2,2
Tendencia 1993/95
+
++
+++
++
+
++
La menor participación del trabajo familiar se registra en Canarias, seguida de Murcia y Andalucía, es en estas comunidades donde se ubica también la agricultura más dinámica, innovadora y eficaz (cuadro nº 3) .
Entre 1993 y 1995 el comportamiento del a-abajo agrario por comuniclaclcs autónomas se caracteriza por:
- Andalucía: incremento acusado del LTabajo total. La mayor subida se registra en el empleo asalariado fijo
- Aragón: sube ligeramente el a-abajo total debido al incremento del trabajo fijo mientras caen los restantes tipos.
- Canarias: sube mucho el trabajo total debido a la subida del trabajo asalariado mientras cae el familiar.
- Castilla-La Mancha: la caída global del trabajo se debe sobre todo a la reducción ele trabajo asalariado eventual.
- Castíll.a y León: la caída del trabajo total co1Tesponde sobre todo a la disminución del trabajo familiar.
FUENTE: Encuesta de Estructuras 1993 y 1995. Elaboración propia
- Cataluña: hay una disminución considerable del trabajo total que se cenrra en el trabajo familiar mientras aumenta el asala1iaclo.
La importancia del trabajo familiar
El trabajo familiar constituye el principal componente de crabajo agrario, con el 73,5% en 1995, pero ha disminuido en un 4,7% erme 1993 y 1995,
mientras el trabajo fijo, que supone un poco más del 11 % del total, ha aumentado en más del 11 % y el trabajo eventual, que representa el 15% del rotal, ha subido en un 2,6%.
44
- Extremadura: se detecta una subida notable, sobre todo en asalariado fijo .
- Comunidad Valenciana: el volumen total no se altera, pero subre el asalariado fijo y cae el familiar.
- Murcia: el trabajo total sube ligeramente. Sube mucho el trabajo asalariado fijo y en menor medida el eventual, mientras cae el familiar.
- Navam1: disminuye el trabajo total. La caída afecta al trabajo familiar y al asalariado fijo, únicamente sube un poco el eventual.
adro nº 3
- La Rioja: sube el trabajo toral y todos los tipos de trabajo, pero sobre tocio el asalaiiado eventual.
- En las autonom(as del norte, donde hay un predominio absoluto del trabajo familiar, se detecta una cafcla generalizada en el volumen toral.
En consonancia con la dinámica entre el aporre de trabajo familiar y asalariado han evolucionado también las exploraciones que contratan mano ele obra eventual y fija:
- En 1995 casi 400.000 exploraciones contrataron trabajadores evenruales, un 5% más que en 1993. Esras exploraciones se encuentran sobre todo en Andalucía (casi 30%), Comunidad Valenciana (21,6%), Castilla La Mancha (9,6%), Cataluña (5,6%), Exo·emadura (5,1%) y Murcia (4,6%).
- El número de e¡qJlotaciones que conrraran trabajadores fijo es muy inferior, 81.374 en 1995, un 13,6% más que en 1993. Estas exploraciones se encuentran más repartidas; las p1incipales son Andalucía (18,5%), Castilla La Mancha y Casti.lla y León con algo más de un 12% cada una, la Comunidad Valenciana (8%) y Caraluiia (7, 1 %) .
La terciariz;ación de la actividad agraria En el marco del cambio de tendencia que se de
tecta hay que destacar un dato menor en el volumen toral de trabajo, pero altamente significativo: el número de exploraciones que declaran que han rerciatizado (contrato ele servicio a terceros) roelas o algunas de las labores agrarias aumentó significat.ivamente entre 1993 y 1995, un 11, 75%. Esta fónnula ele trabajo, a la que recLmen ex11lotaciones ele todos los ramaf1os y de gran cantidad de producciones, se consolida como una de las mejores alternativas para la agricultura a tiempo parcial y/o marginal cuya continuidad sobre la base del trabajo familiar es muy difícil en la siguiente generación y es a la vez un posible complemenro a la renta de la explotación de los agricultores que no tienen dimensión suficiente (1).
Esta modalidad ele trabajo está parcicularmente mal recogida en las esradfscicas y fuentes ele estudio. Una reciente investigación (2) pone ele manifiesto su peso en gran parre ele las rareas realizadas con maquinaria cara (recolecciones mecanizadas en general , tractores de gran potencia, podadoras) o muy espe-
)MPOSICIÓN DEL TRABAJO AGRARIO
cializada (empacadoras). Es decir, la contratación de servicios a terceros para cubrir las necesidades de trabajo y mejorar la utUización ele la maquinaiia se consolida con una fórmula ele creciente im-
% Trabajo % Trabajo familiar asalariado fijo
Andalucía 53,0 12,0
Aragón 81,9 13,0
Astu rias 98,0 1,9
Baleares 79,6 14,9
Cana rias 43,6 40,3
Castilla-La Mancha 67,4 21,5
bastil la y León 85,0 11 ,9
Cataluña 76,7 14,8
Cantabria 95,7 3,0
Comunidad Valenciana 69,4 10,2
::xtre rna dura 62, 1 14,5
3al1cia 97,0 1,6
\ilad rld 63,0 29,9
V1urc ia 52,0 12,6.
\Javarra 81,0 11 ,0
..A Rioja 82,4 9,3
:iars Vasco 94,2 4,0
rotal España 73,5 11,4
JENTE: Encuesta de Estructuras 1995. Elaboración propia
% Trabajo asalariado eventual
45
35,0
5, 1
O, 1
4,7
16, 1
11 , 1
3, 1
8,5
1,3
20,3
23,4
1,3
7, 1
35,4
8,0
8,3
1,5
15,1
porrnncia. Otro rasgo muy imporrame que for
ma parte ele la nueva cenclencia en el trabajo agrario es su concentración en un número menor ele activos, cuesrión que se concreta de distinta forma según los colectivos y las autonomías. La comparación entre la evolución de la Población Activa Agraria y los requerí miemos ele crabajo por parte del sector agrario lo ponen de manifiesto: mientras la primera ha caído entre 1992 y 1997 más ele un 13%, los segundos se mamienen estables en el mismo período.
Un reciente y exhaustivo estudio sobre el mercado ele crabajo en Andalucía y Extremadura (3), área ele aplicación del mecanismo del subsidio agrario, pone de manifiesto esta tendencia entre los asalariados evemuales: se ha localizado un proceso creciente de concentración de las peonadas disponibles, en especial las que requieren cualificación y se distribuyen a lo largo del año, en un número reducido de rrabajaclores, a pesar de la fuerte iníluencia del mecanismo del subsidio en el reparto del O'abajo disponible.
En el ámbito de los trabajadores miembros de la explotación familiar, la
Evolución y tendencias
en el trabajo agrario
Están subiendo las necesidades de trabajo cualificado, que requiere formación, mientras cae, y caerá más a medio plazo, el trabajo descualifi.cado
concentración del trabajo se ha rraducido en una caída de las ayudas familiares, la caregoría que normalmente dedica menos tiempo a la explotación , que según Ja EPA ha alcanzado casi un 35% en este periodo . Esra caída es muy superior al volumen ele trabajo en UTA realizado por las ayudas familiares, lo que indica una concentración del trabajo.
Necesidades de trabajo y evolución del empleo
Las necesidades de aporte de trabajo en el sector agrario dependen de la evolución de las producciones, a su vez condicionada por la PAC y Ja evolución de los mercados, y el ritmo de incorporación de innovaciones tecnológicas otientadas a la disminución de la mano de obra. La evolución ele las necesidades de trabajo de las explotaciones agrarias que recoge la Encuesta de Estructuras entre 1993 y 1997 se explica por la conjunción de una serie ele cuestiones:
- El incremento que ha experimentado la superficie de algunos cultivos demandantes de mano de obra: olivar, producciones intensivas de invernaderos, flores , etc., la mayoría por encima de lo que recogen las estadísticas. En esre grupo ele productos algu nos como el olivar exigen aproximadamente el 80% del trab<tjo total en la recolección manual , descualificada y muy concentrada, mi entras o tras como los productos ele invernadero generan un trabajo repartido en muchos meses.
- La ausencia durante estos años de innovaciones radicales extendidas en las tareas con mayores requerimi.emos de trabajo: las recolecciones manuales sobre todo. Se siguen exrendienclo sin embargo las mejoras generales de la maquinaiia, regadíos, ere. que suponen una caída en las necesidades de trabajo, un incremento ele la calidad y eficacia de las labores y una
46
mayor comodidad para los rrabajadores , pero le exigen más formación .
Efecrivamenre, los procesos de innovación en la agticultura se dirigen por un lado a una mejora continuada ele la maquinalia básica, los sistemas de 1iego, los rratamiemos, etc., de un lacio y a la mecanización de las rareas específicas muy clemanclanres ele mano de obra, recolecciones manuales. Han sido éstas las que han provocado las grandes caídas en las necesidades ele mano de obra; en la actualidad la mecanización ele la recolección de las hortalizas para industria , casi culminada, y las de la aceituna de almazara y la vendimia constituirán los ejes de la reducción en las nccesiclacles de trabajo. Por el contrario pueden aumentar los requerimientos en las prod ucciones más intensivas debido a los incrementos de producción y al incremento del rrabajo postcosecha; en el ámbiro de las producciones hortícolas intens ivas de invernadero y aire Ubre cabe resalrar la gran innovación que se viene produciendo desde los prime.ros años noventa que en los invernaderos y cultivos bajo plástico está pem1itiendo run in cremento ele las producciones y ele la calidad y en las hortalizas al aiTe libre en las zonas más innovadora está ciando lugar a la introducción ele las plataformas de confección en campo que están ino·ocluciendo modificaciones de fondo en la organización del o-abajo ( 4).
Ahora bien, estos procesos de mecanización ele las recolecciones en la agricultura que provocan un descenso considerable en la mano de obra clescuahficada y concentrada, ob ligan no1malmente a cambios en los cultivos que producen un incremento ele mucho menor volumen en las necesidades ele trabajo cualificado repartidas a lo largo del afio.
Este hecho es generalizable a todo el proceso de innovación en el secror y de introducción de nuevas producciones: la íenüTigación, el uso ele la nueva maquinaria altamente sofisticada, las producciones biológicas , ere., requieren una cualilicación crec ienre en los trabajadores del sector. Es decir, están subiendo las necesidades de trabajo cualificado, que requiere formación, mientras cae, y caerá más a medio plazo, el rrabajo descualifi cado.
El papel de las mujeres
Una de la cuestiones más difíciles ele estimar a partir del estudio de las estadísticas es la participación de las mujeres en el trabajo agrario, tanto familiar como asalaiiado. El análisis ele las distintas fu entes pone ele manifiesto que "ni son roelas las que están ni están tocias las que son" . máximas que se repite para todas las carego1ías profesionales. A conrinuación se extractan algunos ele los rasgos fundamentales del trabajo agrario femenino (5).
lnúmerode .ujeres nculadas a la cplotación ~aria ha caído !! orden de un Vo entre 1993 y ¡g7,
- Según la EPA, en agriculcura hay 3 70.000 mujeres activas y 280.000 ocupadas. De éstas, unas 220.000 son cuentas propias y el resm asalaiiadas (6).
- Sin embargo en la Encuesta ele Estructuras con-espondiente a 1997 el número toral de mujeres vinculadas a la explotación es superior a las 735.000 de las que casi el -t0% son titulares y el resto , unas 450.000, ayudas familiares .
- El número de 1m9eres vinculadas a la exploración agra1ia ha caído del orden de un 3% entre 1993 y 1997. La mayor disminución se registra entre las ayudas familiares
- Del orden del 60% de las asalariadas se declaran en paro. La mayoria están en Andalucía.
- La mayor presencia de mujeres ac¡ivas en agriculrura se encuemran en la Comisa Cantábrica, Andalucía, Canarias y la Comunidad Valenciana.
- Es un colectivo creciemememe envejecido. - Se detecta una caída en el número absolu to de
activas, aunque menor que el de hombres, que afecta sobre mela a las mujeres de exploraciones pequeñas.
- De cara a un futuro inmediato hay que resaltar la huida del sector agrario que están protagonizando las mujeres, que sin embargo muestran una buena aproximación a los temas ele desarrollo rural.
Según la EE (1995) el número toral ele jóvenes en la e.xploración agraria era de algo menos de 700.000, casi el 30% ele los trabajadores por cuenta propia. La mayoria (70%) figuran como "ayuda familiar". Los jóvenes se concemran en Andalucía (cerca del 30%), la Comunidad Valenciana, Castilla la Mancha y Galicia. El 1itmo ele incorporación de jóvenes a la agricultura se cifra en unos 5.000/6.000 anuales.
Conclusiones
A lo largo de esre análisis se han localizado dos elemenms cruciales respecm a la dinámica del o·abajo en la agricultura: el incremento del volumen mral del rrabajo en el sector, su concentración en un colectivo de personas cada vez más profesionalizadas y la disminución del trabajo familiar mientras sube el asalariado.
La publicación ele la Encuesta ele Esm1cruras (!NE) cada dos años permite seguir la evolución del volumen toral de trabajo clemanclaclo y de su composición. Entre 1993 y 1995, la caída del volumen toral de rrabajo en España fue muy pequeña; y enrre 1995 y 1997 se ha producido un ligero aumento; a esro hab1ía que sumar el trabajo en el monte, no recogido en esta fuente. Este comporramiemo rompe el escena1io básico ele los análisis esm.icturales que se siruaba en un horizonte de caída pennanente.
Las necesidades ele trabajo de la agricu lrura dependen de las producciones elegidas por los ag1icultores, la superficie destinada a ellas, el tipo y riono ele incorporación de innovaciones y la propia organiza-
47
ción del trabajo. Entre 1993 y 1997 ha aumentado la superficie de olivar, culcivo que mantiene requerimientos ele trabajo elevados, y sobre todo la de producciones en invernadero, champiñón, Dores y demás alternativas intensivas; además ha aumentado el crabajo en la manipulación de estos producws.
En esws mismos años no se ha extendido ninguna innovación capaz de provocar una caída muy acusada en la demanda, a pesar de que se han generalizado las recolecciones mecanizadas en hortalizas para indusnias y horralizas extensivas (ajos, cebollas, etc.). Consecuentemente, con este análisis, los mayores incrementos del volumen de trabajo coinciden con el área de agiiculrura intensiva, mientras cae en las Comunidades Amónomas del narre, en CastillaLa Mancha y en Castilla y León.
El trabajo disponible tiende a concentrarse, lo que facilita la profesionalización de los activos agrarios: mientras sube ligeramenre el volumen de rrabajo cae sensiblemente la población activa agrmia. Este hecho se detecta ramo entre asalaiiados, donde existe un red uciclo colectivo de n·abajadores que realizan más de 200 jornadas, como en la explotación agraria, donde se reduce el número de ayudas familiares.
Cabe destacar también el auge de las "empresas de servicios a la agliculrura" , surgidas a raíz de la terciarización del trabajo por parre ele las C.\'Plotaciones agralias, que se están configurando como una opción de futuro real y una oportunidad para ampliar su actividad por parte ele los agiicultores jóvenes que opran por quedarse y no disponen de tieITa suficiente. e
NOTAS (1) Lo Jaita de d1111ensión y la inexistencia de 111crrnclo ele tic
JTas son los ¡]lin ipales olrtcírnlos a la inco1poració11 de jóvencs. J1ifo1111ación provcnicnrc cid 11ifo11 11c "Losjól'Cncs t•11 la Agncultura" 1rnlizada por 5aborcí 5.L pC1m A5A]A en d 111C1rco ele la colaboració11 con d Banco Ccntral HispC1no, 1998.
(2) l1ifo111wción prove111e11tc de la 111vcsr igación realizada por 5aborá 5.L. para FECM..JPO-CCOO en el marco de la Amón Complci11cntwio ele la FORCEM "Fonnación ante los cw 11bios rn la tarrns ag1ícolc1 ", 1999.
(3) Bcli .). García Azcámtc I , Lw1g1rn A,y Requejoj. (1999, en prensa) "El merme/o ele trabajo ag1wio rn Andalucía y Extrc111ad1mr ". Iv/i111stelio ele Trabcijo. (4) Pedrclio, A (1999) "Taylory Forcl rn los cc1111pos. Trabajo,
género y etnia fil el cambio tcrnológico v organizacio11al ele la aglicultura 111cl11st1ial n1t1rcia11a. (5) "La Jo111wció11 para fil mfjora de la posición de la nJtijcr e11
el sector agrario" (1998) 5aborá 5.L. Proyecto dcswwllacla e11 el 111arco cid Objetivo 4 de la FORCE/VI ca11 el apoyo de le1s orgw1t:acio11cs agra mis ASA JA, COAG y UPA, Ice orga11i.:::ació11 cooperativa CCAEy lo si11clicaws de trabajadores del campo FECAMPOy FTI (6) Hc~y c¡11c recordar que Ice EPA mide 111e1I d trabajo cvcnwal
y 11111clws 11nijcrcs que trabajan pocos días al w1o rn el sector pasible111c11te s~ dcckrrcn inactivas.
'--··----'-
EXP VI A
D
AN99 •Cultura, Juventud, Educación y Deportes.
• Salud, Consumo y Servicios Sociales
• ITAP (Instituto Técnico Agronómico Provincial)
• SEPEI (Servicios Especiales y de Prevención y Extinción de Incendios)
• Carreteras, Obras Públicas, Medio Ambiente y Arquitectura.
DIPUTACIÓN DE ALBACETE
\tf ujeres y explotación familiar igraria: entre la resistencia r la adaptación
rAN lYlANlJEL GARCÍA
~ARTO LOME
.'>otiología. Pm{csor de
1dolÓ,bría Rural. U11il ·rrs1dad omplutcnsc de
L\ /ac/1id
Sin duda, la explotación familiar agraria (en adelante EFA) se configura como la confonnación socioeconómica donde mejor se refleja la confusión
entre el trabajo doméstico reproductivo no remunerado y el trabajo remunerado productivo que inspira los plameamienros de la sociología del género sobre las desigualdades enq:e hombres y mujeres y motiva la infravaloración del trabajo femenino en el ámbito de la citada forma productiva.
Por otra parre, la EFA se conforma como el referente básico de la acrivielad sociolaboral de las mujeres implicadas en rareas agtícolas, cuyo papel ha sido y sigue siendo fundamental para el mamenimi.enro y reproducción de este tipo de ex-plornciones indispensables para el equilib1io social y territorial del medio rural comunitario y nacional. Como es sabido, existe una amplia producción generada por la comunidad cienófica sociológica sobre este modelo ele explotación, úpico de la denominada "agiicultura familiar" que ha insistido en el carácter "transitorio" del mismo modelo que teóricamente desapareceria, a medida que se integrara en la fom1a de producción capitalista.
Todas estas predicciones se han topado con la pertinaz resistencia de un modelo que renueva el consumo personal y productivo articulando innovadoras es-
49
rraregias de supervivencia, en las que las mujeres juegan un significativo papel , dentro de un contexto complejo de incertidumbres (Oliveira, F. , 1998).
Sin embargo, no hay que olvidar que la complejización y a veces oposición de intereses que a menudo surgen actualmente enr.re la familia y la explotación, como dos ámbitos progresivamente diferenciados, cuyo conílicto queda representado por las diferencias ele critetio emergidas en el seno ele los matrimonios jóvenes a la hora de decidir ptio1idades ele la inversión familiar, la modificación de las relaciones laborales dentro ele la propia exploración y las actitudes desagratizadoras de las madres agticultoras hacia sus hijas (Díaz, C. 1997) pone en peligro el equilibrio interno y la supervivencia de la propia EFA, más que las propias exigencias de las economías ele mercado de escala.
Además, la posibilidad de aumentar el tiempo de tra
bajo (y, por ranto , la disminución de la remuneración de cada unidad de tiempo invertida en la producción) permite amortiguar la situación desfavorable de las explotaciones domésticas en relación al mercado. En el mismo senrido incide la polivalencia funcional ele las relaciones familiares, que en una sociedad enormemente segmentada y especializada proporciona una gran versarilidacl y eficacia a la institución doméstica.
Mujeres y explotación
familiar agraria
Las mujeres "jefas de explotación", es decir, responsables de la gestión cotidiana de la misma, sólo representan un 19% del total de personas jefes de explotación
Todos estos factores constituyen venrajas competitivas para las explotaciones familiares, pero indican al mismo tiempo sus límites: las condiciones técnicas deben ser tales que permiran la combinación ele los medios de producción con la cantidad ele fuerza de trabajo disponible en el hogar. Hay que señalar finalmente la posibilidad que tienen las personas, sobre todo las mtijeres que componen el n(1cko famil iar agrario o de las explorac iones campesinas ele obtener ingresos f-uera de la exploración. La diversificación ele bases materiales para satisfacer las necesidades familiares pruel)a una vez más la capacidad ele adaptación de los grupos domésticos, que buscan en la pluriactiviclacl la complementarieelacl ele una renta agricola insuficiente.
Para la supervivencia de esta forma ele agricultura resulta cada vez más imporrante el incremento ele la pluriactivielad en las familias agrícolas, la aportación de la fuerza el e trabajo ele la mujer y a menudo su autoexplotación precisamente en el marco ele las explotaciones fam il iares , menos rentables y competitivas, y por otra parre su innovadora part icipación en procesos emergentes de desarrollo rural.
Estas coordenadas, aparentememe contradictorias de la explotación familiar, donde se lünden y confunden los ámbiros empresariales y familiares y las funciones reproductoras y proelucLOras, constituyen un marco teó1ico imprescmdible para comprender las actitudes y comportamientos ele las mujeres en el ámbito de las e:-.plornciones familiares agrarias.
La situación de las mujeres en las explotaciones familiares
Aunque las estadísticas oficiales ado lecen de innegables limitaciones para captar la realidad ele un fenómeno social ran complejo y dificil ele cuantificar como es el trab~jo de las mtijeres en el <1rnbito de la EFA,
50
su mi lización crítica resulta indispensable para enmarcar este objeto de análisis.
Dentro de los complejos procesos de reestructuración ele las exploraciones familiares agrarias y del papel de las mLijeres en las mismas, pueden señalarse las siguienres principales caracte1ísticas y tendencias, según las Encuestas sobre la Esrructura de las Exploraciones Agrícolas .
- Aunque durante la presente década viene reduciéndose el significado del trabajo familiar, medido en UTAs, dentro del conjunto del trabajo agrario (en 1993 significaba un 78,2% y en 1997 un 71,l) , sin embargo sigue siendo al tamente significativo. Sin olvidar la importancia del trabajo asalaiiado sobre todo eventual ele las mttjeres en la agiiculn1ra (aspecto éste que precisa de un análisis específico), la aportación de fuerza el e trabé'.iO ele éstas se caneen rra, en mayor medida que en el caso del hombre, en la modalidad de trab<tjo "familiar" (reóricamente no remunerado).
- La "titularidad" ele las mujeres agricultoras en el ámbito ele las exploraciones familiares co1Tesponde a grupos generacionales envejecidos (el 48 ele 1mueres "titulares" era mayor ele 60 años), a explotaciones poco dimensionadas (el 90 ele exploraciones menores el e 20 Has. de SAU), corresponchendo generalmente a modelos ele agricultura "insuficiente" o "territo1ial" (Regidor, 1998). Titularidad que a menudo se ha adquirido como consecuencia de una situación de viudedad, o para beneficiarse ele medidas proteccionistas derivadas de ciertas políticas públ icas.
- Las mujeres "jefas ele e.\:plotación", es decir, responsables de la gestión co tidiana de la misma, sólo representan un 19% del toral de personas jefes ele exploración.
- La mayoría de las jefas de e::\.1Jloración (58%) corresponden a "titulares" con las caracretísticas ya comentadas , aunque no hay que olvidar la existencia de un peque11o segmento ele mujeres titulares jefas ele explotación considerablemente profesionalizadas. Las cónyuges y otras familiares jefas ele explo tación sólo significan un+ y un 6% del total. Consecuentemente , el mayor número ele mujeres imp licadas en exploraciones fam iliares se engloba en la categoría ele "ayudas familiares", mLijeres ele agricu ltores, colaboradoras "invisibles" en la exploración. (García Bartolomé, 1994; García-Ramón, M.O., 1997).
Situación socioprofesional de las mujeres
Para aclqui1i r un conocimiento ele la simación socioprofesional real de la mujer en la agricultura hay que acudir a investigaciones específicas de corre sociológico .
La confusión, a veces imeriorizada por las agricultoras, entre trabajo doméstico y u-abajo en la ex-
adro n2 1
iTRUCTURA DEL TRABAJO FAMILIAR EN LAS EXPLOTACIONES AGRARIAS
iituación Total % Total Total % Total Total hombres UTAs
ocio-profesional Hombres hombres mujeres mujeres y mujeres totales
Titulares 879.988 55,3 287.914 39,2 1.1 67.902 445.871
Cónyuges del ti tular 133.587 8,4 257.503 34,6 391.090 131.618
otros famil iares 575.905 36,3 193.453 26,2 769.358 201.121
Total titulares 1.589.840 100,00 738.870 100,00 2.328.710 788.610
Total jefes de exp lotación 1.016.485 191.776 1.208.261
,.JBNTE: INE. Encuesta de Estructura de las Explotaciones Agrícolas, 1997. Elaboración propia
1dro n2 2
TRUCTURA DEL TRABAJO FAMILIAR DE LAS PERSONAS SEGÚN TAMAÑO DE EXPLOTACIÓN
Hombres Mujeres Totales
1amaño % sobre total % sobre total % sobre total
!xplotación Totales explotaciones Totales explotaciones Totales explotaciones
~ 1 Ha. SAU 81.011 9,20 36.066 12,50 11 7.077 10,00
Je 1 a <20 638.868 72,60 223.386 77,70 862.254 73,83
Je 20 a <50 91.394 10,40 17.106 5,90 108.500 9,30
)e 50 a 100 40.034 4,55 6.520 2,25 46.554 3,97
, de 100 28.680 3,25 4.834 1,65 33.514 2,90
'OTALES 874.987 100,00 287.912 100,00 1.167.899 100,00
ENTE !NE. Encuesta de Estructura de las Explotaciones Agrlcolas. 1997. Elaboración propia
:lro n2 3
:¡MAS DE VINCULACIÓN CON LA EXPLOTACIÓN FAMILIAR AGRARIA
ombres
lujeres
Titulares
947.504
293.915
% que es jefe
de explotación
93,2
58,2
Cónyuges
127.845
279.376
% que es jefe
de explotación
52%
4%
Otros
familiares
556.994
179.156
% que son jefe
de explotación
16,2%
6,3%
::NTE: Elaboración propia con datos de la Encuesta sobre Estructura de las Explotaciones Agrlcolas.INE, 1995
ploración resulra una consrante que dificul ra la separación necesari a enrre la esfera producriva y la reproducriva. El rrabajo en la agricul tura resulra discontinuo, irregular y muy diversificado, lo que impide una valoración objetiva del mismo por las propias personas afecraclas, y por supuesto por las estadís ticas convencionales.
51
Partiendo ele algunos de los resultados de la investigación sociológica promovida por el Min is retio de Agricul tura, puede efecmarse Ja sigui enre tipología de implicación ele la rmijer en la ag1iculmra, operativizada según el grado de dedicación a las rareas agraiias dentro de la explotación familiar (Vicenre-Mazati egos, J. et al.) .
Mttjeres y explotación
familiar agraria
La plwiactividad practicada por la familia agrícola está motivada por el deseo de las mujeres de mantener una cualificación y desarrollo profesional
- Paisajes agrarios alramente "feminizados" (má del 50% de las enrrevistadas con dedicación laboral exclusiva en la EFA): noroeste peninsular Oitoral adántico, montafia húmeda) y paisajes insulares (Baleares y Canarias).
Se trata ele agriculturas que prcscnran una consolidada vinculación de la mujer a la tierra, y que se traduce, sobre todo, en los paisajes cantábricos en una estrecha relación entre casa y e>..1JIOtación. Ganadería de leche y horticultura, en un contexto de débil mecanización, se configuran como las p1incipales actividades agrarias de las mujeres de estas zonas. La meseta del Duero (e,-."Plotaciones predominantemente cerealistas) y el litoral andaluz (cultivos de horticultura intensiva) se incluyen en este primer grupo.
- Paisajes agrarios medianamente "íeminizaclos" (del 30 al 50% con dedicación exclusiva): Sistema Central, Pirineo-Prepicineo, litoral andaluz, interior y litoral catalán-levantino, submesera sur y valle del Ebro.
- Paisajes agrarios clébi.lmente "feminizados" (menos del 30% con dedicación e,xclusiva): Vegas extremeñas, Dehesas-SietTa Morena, Sistema Bético-Penibético y Guadalquivir, Genil-Campiñas (área esta última donde se registra una significativa importancia del trabajo asalariado).
También se considera conven iente re altar la ruptura generacional que se está produciendo en el seno de la familia agra1ia moLivada en gran medida por las notables diferencias cu ltu rales entre las mujeres jóvenes y las personas adultas que conforman la explotación familiar agraria.
Las jóvenes rurales están quebrando con la complicidad ele las madres, el "círculo perfecto" que simboliza la subordinación laboral y la dependencia doméstica, como rasgo definitivo del trabajo femenino como "ayuda [ami.liar" en las e>..1Jlotaciones agra1ias.
Por otra parte, ante una nueva situación de movilidad y pautas migratorias entre el medio rural y urbano, las jóvenes mrales integradas en explotaciones familiares agrarias, están desarrollando nuevas estrategias matrimoniales y Lipos ele familia alejados del modelo tradicional campesino, como expresión de la nueva configuración de los roles y relaciones de género de el medio niral (Sampedro, 1996).
Tales comportamientos, sin duda positivos desde la per pccriva de igualdad ele oportunidades, pueden a veces provocar un alejamiento ele las mLtjeres ele los ámbitos relacionados con la ag1iculrura y aumenrar el grave problema de masculinización y falta ele relevo generacional, incluso de e,xplotaciones viables.
En este con texto, lns tendencias de futuro apuntan hacia una clara disgregación (al menos en lo que a la participación remenina se refiere ele la tradicional base familiar de la organización del trabajo agricola en la explotación (Arnalte, E. 1997).
El proyecto Arkleton ha constatado en las áreas
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más dinámicas ele estudio en Cataluña, la presencia de e,xplotaciones con una escasa participación de la esposa en el trabajo agricola, sobre tocio cuando es joven y tiene una prol'esión Í1.1era ele la e,xplotación ...
La pi u 1iactiviclacl, practicada en este caso por la familia ag1íco la, está motivada por el deseo de las mujerc de mantener una cualificación y desa1TOllo prol'csional (EL-xezatTeta et al. , 1993:443-447) .
Sin embargo, tal como advierte con acierto Amalte, no debe asociarse todavía completamente la presencia ele e>..1Jlotaciones "individuales" y la escasa parcicipación de la mttjer con modernización y elevado nivel de rema de las fam ilias. En ciertas áreas del litoral mediterráneo, las esposas de titulares de exploraciones "individuales" siguen ocupadas mayoritariamente en rrabajos sumergidos "a domicilio" o en almacenes de manipulación de cíuicos, íruras y hortalizas.
Conclusión: entre la resistencia y la adaptación
Desde que C. Sachs esc1ibiera en 1983 su conocido libro "Thc invisible Ja rmers: womcn in ag1irnlt11ral prod11ctio11 ", se ha realizado en España un considerable número ele investigaciones, algunas publicadas, en las que distintos profesionales hemos insistido, no sin razón, en la "invis ibil idad" del trabajo femenino , sobre todo en el ámbito de las e.xplotaciones familiares agrarias. Aunque siguen siendo necesarios los análisis sobre estos aspectos, especialmente en el actual contexto ele una economía globalizada que favorece a menudo nuevas modalidades de trabajo femenino
ichas mujeres ~ales,de
tintas edades y Wiciones, están npiendoel in.ad.o "techo de stal" delo rictamente >méstico" y isionancon lega bles lcultades para eder al ámbito 11dadano" y ofesional" -
sumergido en el medio rural, no es menos cieno que las mujeres rurales es[án i1rumpiendo "visiblememe" con un claro prorngonismo en los procesos emergemes de desarrollo rural en Espai'ia.
También considero convenieme, a este respecw, subrayar el significativo giro teórico que se está produciendo en las preocupaciones analíticas ele la sociología rural sobre el papel de las mujeres agricu lwras en el ámbiw de las explotaciones agrarias, preocupándose por aspectos relacionado con el "empowermem" de las mujeres agriculwras (Sociología Ruralis, Vol. 38, nº 3, 1998).
Las OPAs nacionales. UPA específicameme (signilicariva la recieme incorporación a su ~jecuriva ele tres mLijeres) , están también insis[ienclo en sus di -cursos [endentes a propiciar la participación ele las mujeres en un modelo multifuncional del [ertitorio rural y desarrollando una práctica sindical acorde con esws plameamiemos.
Muchas mujeres rurales , de clistinras edades y simaciones socioprofesionales, están rompiendo el Llamado "techo de ctisrnl" de lo esnicrnmente "doméstico" y presionan con innegables clificulracles para acceder al ámbiro "ciudadano" y "profesional ". De esta fonna, durante esws últimos mios han accedido tras superar dificultades y resis[encias a puesros ele responsabilidad en el ámbim de las distintas Administraciones (especialmente la Local), ele las Organizaciones Profesionales Agrarias, Cooperarivas, Grupos ele Acción Local, Cemros ele Desanollo Rural y Asociaciones va1ias implicadas en el desa1TOll0 rural. Han creado órganos específicos ele expresión ; han clesanollado proyectos innovadores en el ámbito del sec-
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[Or agroalimemario; de nuevos yacimientos de empleo en la sociedad rural. Participan en clebmes y reuniones ele di[eremes ámbims; protagonizan imeresarnes e1'.1Jeriencias relacionadas con el. desarrollo local; en resumen, se han hecho "visibles" en la sociedad rural y muchos estamos convencidos de que serán las principales protagonistas del desarrollo rural en el siglo que se avecina.
Las mujeres implicadas en explotaciones familiares agrarias se mueven emre la resisrencia que implica la articulación de esrraregias ele supervivencia para el mantenimiemo ele cienos tipos de e.'\'}Jloraciones familiares no competitivas y la adaptación ame las nuevas demandas ele la sociedad. En cualquier caso, su conrribución al disei'io del modelo ele "eA1Jlotación rural" ya está resultando significativa y sin duela lo será mayor en el próximo siglo que algu ien ha calificado como "el siglo de las mL'.jeres". e
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~l nuevo marco )resupuestario y la reforma tgrícola de la Agenda 2000
JOSÉ Mª SUMPSI
t E mwmia ~ Polft1ta
• \graria de la 11íve1sit!atl
Politi?u1ícu de "!l /uc/rn/
El documento Agenda 2000 elaborado por la Comisión Europea f1.1e la respuesta a la necesidad ele establecer el nuevo marco presupuestario de la UE para el período 2000-2006,
pero no se concibió inicialmente como un documento sobre las reformas de las dos principales políticas comunitmias: la polüica agraria y la polínca esm1ctural. Sin embargo, y dacio que el gasro en estas dos políticas comunitarias supone ya más del 80% del presupuesto total de la U E, la Comisión no tuvo más remedio que preguntarse como serían esas políricas y cuanto costarían en el período considerado. Las respuestas a esta pregunta dieron lugar a una serie de propuestas para la reforma ele las principales políticas comunitarias , y constituyeron la base del documento Agenda 2000.
La negociación de la reforma agrícola de la Agenda 2000
Precisamente, la subordinación de la reíonna agrícola de la Agenda 2000 al rígido marco presupuesta-1io impuesto por los cuan-o países mayores connibuyentes neros (Alemania, Holanda, Suecia y Austria), ha
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siclo , a mi modo de ver, nefasta para el futuro a medio plazo de la política agraria europea. En efecto , las recientes negociaciones para alcanzar un acuerdo sobre la refom1a ele la PAC en el marco de la Agenda 2000 han e. taclo totalmente distorsionadas por el objetivo ele ajuste presupuestario e...'<"igiclo por la banda de los cuatro , liderada por Alemania . Un ajuste cuya finalidad era por un lado congelar el gasto comunita1io y, por otro , reducir la com1ibución neta ele los cuatro Estados miembros mencionados.
El velo presupuestario ha cubierto y oscurecido de tal modo el debate sobre la reforma de la PAC, que la negociación del acuerdo agtícola no consistió en un debate ele ideas sobre los posibles modelos de política agra1ia a seguir en Europa, sino en un mero ejercicio algebraico de sumas y restas hasta cuadrar el gasto agrario medio anual durante el pe1íodo 2000-2006 en los -+0.500 millones de euros ei-.igidos por la presidencia alemana y aceptados por la mayoría de delegaciones en Petersberg. Durante el mes de marzo, el Consejo de minisrros de Agricultura se comportó realmeme como un Consejo ele contables
El ejemplo mas claro de [alta ele visión política y de soliclaiidacl financiera fue la presidencia alemana,
El nuevo marco presupuestario y la refonna agrícola de la Agenda 2000
La obsesión del nuevo Gobierno alemán por reducir su contribución neta al presupuesto comunitario, contaminó el debate dela Agenda 2000 y de la reforma de laPAC
cuya gran y única aporración al debate sobre la reforma agrícola ele la Agenda 2000 íue la propuesta ele cofinanciación (financiación nacional del 25%) ele las ayudas directas ele la PAC, ayudas \inculaclas a las Organ izaciones omunes de Mercado y financiadas íntegramente hasra la fecha por el presupues to ele la UE. La obsesión del nuevo gobierno alemán por reducir su contribución nera al presupuesto comun itario, contaminó extraordinatiamente el debate de la Agenda 2000 en general y el ele la reforma de la PAC en panicular, lo cual tuvo graves consecuencias al ostentar Alemania la presidencia ele tumo de la UE.
Francia, en cambio, represerna en mi opinión el ejemplo opuesto, ya que sus propuc tas, aunque discutibles, respondían a una clctenninada concepción de la política agratia común a largo plazo.
En eíccto, la propuesta írancesa de reducción gradual ele las ayudas directas a los agricu ltores (clegresiviclad), permitía cumplir el objerivo de ajuste presupuesta ri o y al mismo tiempo reducía progresivamente el volumen global ele las ayudas a la agticultura europea que están en la caja azul, lo cual confería a la UE una posición fuerte en las próidmas negociaciones multilaterales de la Ronda del Milenio. Pero , además, la delegación francesa propuso que una parte del ahon-o generado por la clegrcsividacl se destinara a incrementar los fondos para ayudas al clesall"ollo mral, ayudas que se incluyen en la caja verde, es decir, ayudas no sujetas a compromiso de reducción.
La propuesta francesa consolidaba, además, laposición negociadora de la UE en la práJ. .. ima ronda de
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negociaciones de la OMC, y se daba un paso importante para reconvertir la PAC desde una polí tica meramente sectmial, cuya deíensa en un contexto ele ampliación de la UE y liberalización del comercio internacional será cada día mas cliíícil , hacia una política di1igicla al tenitorio, medio ambiente y sociedad rural.
España rechazó ele forma rotunda las propuestas ele Alemania (cofinanciación) y Francia (degresiviclad), y diseñó una estrategia negociadora basada en la defensa ele sus demandas históricas (aumento ele la cuota láctea, aumento del rend imiento ele reíerencia de los cereales y aumento del número de temeros con derecho a prima), sin importarle que dicha estrategia implicara, en gran medida, renunciar a la reforma de la PAC propuesta por la Comisión en la Agenda 2000, reforma que, por cieno, nunca entusiasmó a nuesrros negociadores.
Dado el enfoque contable ele las negociaciones , cualquier modificación que supusiera un incremento del gasto agiícola, como era el caso de nuesrras demandas históticas, requetia la conespondiente contrapartida de reducción del gasm agrícola. Pero el ajuste presupuesrario ele la reforma ele la PAC sólo podía proven ir, una vez descanaclas la cofinanciación y la clegrcsiviclacl , del csrablecimiento ele un tope máxi mo a la cuamía total ele ayuda por exploración o del clescaícinaclo de la refo1111a propuesta por la Comisión, y ciado que el establecimiento de topes máximos ele ayuda por explotación era rechazado frontalmente por el Reino Unido y otros países, sólo quedaba como única vía para encajar el presupuesm agrícola del período 2000-2006 el descafeinado ele la reforn1a, que fue lo que finalmente sucedió.
Así, cada vez que se necesitaba bajar el gasto agrícola para cuadrar el balance presupuestario clel acuerdo agrícola, se aplazaba unos años alguna reforma, caso ele la leche, o se suavizaban arras, caso de los cereales o ele la carne ele vacuno. De es te modo , los intereses nacionales prevalecieron frente a la refonna propuesta por la Comisión, reforma que poco a poco se fue desvaneciendo ante la íalra de apoyo ele lamayo ría ele las delegaciones ele los países miembros. Estas no dudaron en defender sus objetivos nacionales incluso a costa de descal"einar la reforma agrícola de la Agenda 2000 en sucesivas etapas, primero en el Consejo y después en la cumbre ele Berlín.
Un balance del Acuerdo agrícola desde la perspectiva española
No cabe duela ele que el acuerdo alcanzado representa un avance para España, al consegu ir aumentos sustanciales en la cuota láctea, rendimiento de referencia de los cereales y número de cabezas de vacuno con derecho a prima, y en este sentido es justo re-
l dialéctica Ltre política ¡ricolay 1lítica rural es, isdehace gunosaños, LO delos ementos clave ildebate bre el futuro !laPAC -
conocer la tenacidad del equipo negociador español. Sin embargo, el acuerdo agrícola sellado en la cumbre de Berlín presema sombras irnponanres para Espaiia, y no me re6ero a la fuerte reducción de la ayuda a la hecrárea del girasol o a que el aumemo ele cuota láctea conseguido por España no renga derecho a la prima cuando se ponga en marcha en la campaña 2005-06 la reducción de los precios de intervención de los productas lácteos. Me refiero a un rema para mí más grave corno es la escasez ele presupuesta para las ayudas al desarrollo rural. La política de desarrollo rural ele la UE es a mi modo ele ver la gran perdedora del Acuerdo agrícola, al no haber logrado éste incremenrar el exiguo presupuesta asignado en la Agenda 2000 a las ayudas al desarrollo rural.
La dialéctica emre política agiícola y política rural es, desde hace algunos años, uno de los elementos clave del debate sobre el futuro de la PAC. El debate tiene una componenre conceprual y teórica que ha ido ganando adeptas en el seno de la UE, hasta desembocar en la definición de un modelo ele agricultura europea cuya p1incipal seiia ele idenriclacl es la m ulrif uncional iclacl.
La aceptación ele ese modelo implica asumir que la acriviclad agraria no sólo cumple una fi.mción de producción de alimentas, sino también de mantenimiento del espacio rural, ele gestión sostenible ele los recursos narurales y de provisión de bienes y servicios públicos (medio ambiente y esparcimienro) a la sociedad.
A las puertas del siglo XX:l, el debate teórico ha avanzado notablememe hasta el punta ele que puede decirse que en la acwaliclacl existe un gran consenso sobre dicho modelo ele ag1iculmra europea, aunque la interpretación y utilización de dicho modelo son muy distintas según los intereses en juego.
Pero la dialéctica entre política agiícola y política rural tiene también una componente presupuestaria, y en ese terreno los avances han sido prácticamente nulos. El problema es cómo lograr un aumenro del presupuesto desrinado a las ayudas al desarrollo rural, algo absolutamente necesario si de verdad nos creemos la docnina o6cial de la multifuncionalidad de la agriculrura.
A este respecto, e>.isten dos posruras. La primera propugna que dicho aumenro debe proceder ele una reducción ele las ayudas directas ligadas a las Organizaciones Comunes ele Mercado, lo que pem1itiría a la UE asumir nuevas fases del proceso ele liberalización del comercio agra1io imernacional y al mismo riempo no incrementaría el presupuesta de la PAC. La segunda rechaza e.l trasvase presupuestario desde las políticas de mercado hacia las políticas de desanollo rural , argumentando que la escasa comperitividad internacional de la agriculrura europea exige mamener un elevado nivel ele ayudas clirecras.
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El resultado 6nal de las recientes negociaciones sobre la Agenda 2000 ha siclo muy ncgarivo para lapolítica ele desa1wllo rural , ya que el consenso logrado en el debate teórico sobre la e.reciente importancia de la política rural , no se ha rraducido en el necesario incremento del presupuesto destinado a las ayudas al clesmTOllo rural.
En efecro, la política rural se ha vista emparedada enrre la negativa de los minisrros de Agriculrura, a excepción del ministro francés, al trasvase de fondos desde las políticas ele mercado hacia las políticas de desmTOllo rural , y la e,,igencia de los países mayores contribu)enres netos liderados por Alemania ele congelar el gasto agiícola, al objeto de lograr el ajusre presupuestario en el período 2000-2006.
Pero la cuestión es todavía peor ele lo que parece, pues la sutil propuesta de la Comisión para permitir en el futuro rrasvases presupuestarios desde las ayudas de mercado hacia las ayudas ele desarrollo rural ha quedado en el aire. En efecto, a las críticas recibidas sobre el escaso presupuesro asignado en la Agenda 2000 a la polírica de desarrollo rural , la Comisión respondía con el argumento de que en su propuesra las ayudas al desarrollo rural pasaban al FEOGA-G, junto a las ayudas de mercado (ayi.1das directas) , lo cual lacilitaba el trasvase de fondos desde unas ayudas a orras. De ese modo, si en el fll[uro sobrase dinero de las políücas ele mercado, bien por ahorros derivados de la evolución favorable de los mercados imernacionales, bien por reducciones de las ayudas direcras impuesras por la próxima ronda ele nego-
El nuevo marco presupuestario y la reforma agiicola de la Agenda 2000
La modulación de las ayudas directas de la PAC en función de determinad.os criterios (empleo, requisitos medioambientales, montante total de ayudas por explotación) ofrece un valioso instrumento de desarrollo rtU'al
ciaciones de la OCM, el dinero sobrante podría destinarse a incremen tar las ayudas al desarrollo mral.
Pero según algunas interpretaciones del te.xto final del Acuerdo ag1ícola, el FEOGAG se organizará en dos secciones, una para íinanciar los gastos de las Organizaciones Comunes de Mercado y otra para financia r las ayudas al desarrollo rural, estableciéndose, además, una serie ele limi.taciones para trasvasar fo ndos de una sección a otra. Esta limitación al trasvase de fondos recibió un apoyo generalizado de la maymía de delegaciones, unas ante el temor ele rrasvases desde políticas ele mercados hacia políticas ele desarrollo rural, caso ele la española, y otras ante el temor de trasvases desde políticas de desarrollo rural hacia políticas de mercado
De este modo no está claro que si en el futuro sobrase dinero de las polícicas ele mercados, cosa poco probable a menos que se produzca una evolución muy favorable de los mercados internacionales, ese dinero pudiera trasvasarse hacia las políticas de desa1Tollo rural.
Por tanto, el déficit de desarrollo rural existente en muchas comarcas españolas no podrá superarse como consecuencia del escaso presupuesto disponible para la política comunitaria ele desarrollo rural (Re
glamento ele ayudas al desarrollo rural). Y no compartimos el argumemo expresado reiteradamente por algunas organizaciones profesionales agrarias , y a veces por los representantes del Ministerio de Agricultura, según el cual el mejor y más eficaz instrumento para fomentar el desarrollo rural son las ayudas directas ele la PAC, mientras que las ayudas al desmwllo rural sólo pueden jugar un papel secu ndario.
Las ayudas directas no constituyen un buen instrumento ele desarrollo rural pues en muchos casos dichas ayudas no se reinvierten en la agricultura, y, a
veces, ni siquiera en el medio rnral. Por otro lado, tampoco sirven para Fijar población en el medio rural, ya que una parte considerable ele los agricu lmres que perciben dichas ayudas no residen en el medio rural ni viven básicamente de la agricultura (no hay más que recorcl::ir la ilustre nómina ele beneficiarios ele las ayudas al 1i no y lo mismo sucede con otras ayudas de la PAC) .
Sin embargo, la modulación ele las ayudas directas de la PAC en función ele cletenninaclos criterios (empleo, requisitos medloambientalcs, montante total ele ayudas por explotación, agricultores "cazaprimas"), orrcce , en mi opinión, un valioso instrumento ele desarrollo rural, ya que el ahorro ele gasta agricola generado por la modulación podrá destinarse, según el acuerdo del Consejo, a ciertas ayudas al desarrollo 11.1-
ral (ayudas agroambienrales, ayudas a la reforestación ,
58
indemnizaciones compensatorias en zonas desfavorecidas y ayudas al cese anticipado) . La modulación de las ayudas directas, una ele las pocas innovaciones de política agra1ia propuestas por la Agenda 2000, ha siclo incluida en el Acuerdo agrícola, pero serán los Estados miembros quienes decidan si se aplica o no y como se aplica.
Por ramo, nuestras autoridades agra1i a , centrales y autonómicas, dispondrán de un cierto margen de maniobra para hacer una política ele clesatTOllo rural mas coherente y profunda, y este será, sin duda, uno ele los p1incipales retos a los que el Ministerio ele Agricultura y las Consejerías de Agricultura se enfrentarán en los próximos tiempos. Un reto que requerirá graneles dosis de imaginación y valemía, un binomio poco común en la clase política espafiola.
Algunas implicaciones para la agricultura familiar
En este apartado haremos algunos comen taiios sobre la refonna aprobada desde la perspectiva de la agiicul rura familiar. La primera cuestión a destacar es que la eliminación de los topes máximos ele ayuda del Reglamento horizonral y su traslado a la decisión de los Estrados miembros debe valorarse negativamente. Consideramos que el mal uso que se está haciendo del principio de subsidiarieclad, pues cada vez más se recu1Te a él para desbloquear situaciones en las que no ha siclo posible alcanzar acuerdos entre los quince, constituye un serio peligro. En primer lugar porque la medida se aplicará o no según el Gobierno de turno en cada país, lo cual confiere una cierta inestabilidad a la política agraria, y en segundo porque el hecho ele que ciertas medidas (modulación de las ayudas) se aplique con distinta intensidad en cada país puede provocar distorsiones de la libre competencia.
Una segunda cuestión es la escasa voluntad mostrada por el Consejo de esrablecer definiciones y medidas precisas para acabar con los agricultores o mejor llamados "cazaprimas" , que realizan la actividad agraria con el único objecivo de cobrar las ayudas ele la PAC. La mejor opción sería incorporar la e.'\igencia
ro tiene mucho entido,ni arece el mejor iétodo, decidir u.anto dinero ayparalaPAC después ver uesepuede acerconese in ero
de ser agricultor profesional y residir en el medio rural como criterios adicionales de modulación de las ayudas directas.
Ello favorecerla a la ag¡icultura familiar que podría acceder a las ayudas completas, puesto que la mayoria de los agricultores profesionales son agricultores familiares , aunque no todos los agricultores familiares son agricultores profesionales.
Es evidente que la aplicación de estas condiciones supone una cierra complejidad adrninisrrariva, en especial la condición de agriculmr profesional cuya definición operativa no es fácil y que posiblemente datía lugar a una nueva picaresca, como la que se inventó para superar la condición de ag¡iculror a tirulo principal (los agricultores a tiempo parcial ponían a sus esposas como tir:ulares de la exploración, pasando de amas de casa a agricultoras a tír:ulo p1incipal y cumpliendo de ese modo dicho requisito).
Si se quiere e\itar todo este tipo de picaresca en romo a las ayudas, lo mejor es eliminarlas ya que por muchos controles que se lleven a cabo nunca podrá e\itarse que algunos "espabilados" se invemen nuevos m.1cos. La capacidad de invención de los trucos supera con creces la capacidad ele control de la Administración. La alternari,-a setía sustiruir graclualmenre las ayudas directas, que se pagan a cambio ele nada, por ayudas al desan-ollo rural, que se pagan a cambio de algo (mantener el medio ambiente, reforestación, moclemización y reestructuración ele las e>..'[Jlotaciones agrarias, [omento de actividades alternativas o complementarias a la agriculr:ura, ere.) . Este tipo de ayudas son las que realmenre necesita la agiicultura y el medio rural europeo, y podtían ser canalizadas hacia la agricultura familiar, que se converti.Iía de este modo en el pilar básico de la modernización agraria y en uno ele los ejes fundamentales del desarrollo rural.
lLa reforma de la Agenda 2000 se mantendrá realmente hasta el 2006?
Por último, quisiéramos terminar por hacer algún breve comentario sobre la coherencia y la estabilidad de la reforma de la PL-\C que acaba de aprobarse. En cuanto a lo primero, es realmente difícil que la reforma aprobada sea coherente cuando el acuerdo se ha fraguado a golpe de sumas y restas , hasta lograr el encaje presupuesrmio. No riene mucho sentido, ni parece el mejor método, decidir cuanto dinero hay para la PAC y después ver que se puede hacer con ese dinero. El procedimiento lógico hubiera sido el contrario, o sea, decidir que PAC necesita la UE y después ver cuanto cuesta, y en caso de que cueste más, proceder a modificar el actual sistema ele recursos propios de la UE con el fin de aumenrar la partida de ingi·esos del presupuesto comunitario.
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En cuanto a la estabilidad de la refotma recientemerne aprobada, todo dependerá ele la evolución de los mercados internacionales y de la marcha de las negociaciones comerciales en el seno de la Organización Mundial del Comercio. En efecto, si la c1isi.s financiera internacional se recrudece, limitando el comercio internacional y deprimiendo las cotizaciones internacionales ele los productos agrarios, la UE podtía tener clilicultacles para cumpLir los compromisos adquiridos en la Ronda Uruguay, al menos el relativo al volumen máximo ele subvenciones a las exportaciones. Pero , por otro lado, la agudización ele la crisis puede llevar a muchos países, incluido EEUU, a plamear en la ronda de negociaciones de la Organización Mundial del Comercio que comienza a finales de este m1o (Ronda del Milenio), una estrategia ele liberalización menos exigente, lo cual facilita-1ía la aceptación en el seno ele dicha Organización de la rcfotma de la PAC recientemente aprobada.
La actuación de EE UU ante la crisis ele sus exportaciones y el hundimiento de la renta de sus agricultores Llusa-a lo que acabamos de comentar. En efecto , ese país ha tenido que echar marcha atrás en su política ele Liberalización agra1ia (FAlR Acr) y se ha visto obligado a poner en práctica una sc1ie de medidas proteccionistas cuya conformidad con las reglas ele la Organización Mundial del Comercio es bastante dudosa. Esta situación debilitará la posición negociadora de EE UU y aYala la tesis ele que las próximas negociaciones de la OMC para liberalizar los mercados agrarios internacionales podrían ser menos duras que las anre1iores negociaciones de la Ronda Uruguay. Ello sig11ificaría que la reforn1a de la PAC aprobada por el Consejo y marizada en la cumbre de Ber!Jn no rend1ia que modilicarse en el pe1íodo 2000-2006 , al menos por las presiones ele la OMC, lo cual doraría al sector de un marco instiwcional estable y animada la inversión para modernizar, reconvertir o reestructurar la actividad agraria. e
LUIS ATIENZA
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La modulación de las ayudas, al servicio de la cohesión
La reforma de la PAC de 1992 representó un cambio profundo en el peso relaLivo ele los diferemes insLrurnenros ele apoyo al secwr agrario , para hacerlos más compalibles con
nuesLros compromisos en las negociaciones comerciales internacionales, y para rrenar la generación ele excedentes en algunas producciones. La políüca ele precios imemos altos, que perrnirieran defender la renta de las explornciones menos competitivas y estimularan la producción de las más competitivas, con elevada protección en fronrera y fuertes subvenciones a la exportación, comenzó a ser reemplazada por precios, protección en fromera y subvenciones a la exportación más bajos, compensando la corre ponclieme pérdida ele renta agraria mediante ayudas directas crecienremente desvinculadas de las cantidades producidas. Se trataba de que el mantenimiento de la actividad agrafia en Europa recayera en mayor medida sobre los contribuyentes, aliviando el coste para los consumidores.
La importancia que han adquirido las ayudas clirecras, que representan el 30% ele la renta agraria global y porcentajes muy supe1iores en algunos subsecrores concretos, la \~sibilidacl ele esas transferencias de rcnra, la identificación individualizada ele los percep-
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wres de esas ayudas, han relanzado con extraordina1ia intensidad el debate sobre los c1iterios de di rribución ele las ayudas, sobre quienes deben ser sus clestinararios prioiirarios.
Se trara de un debate que interesa sobre todo a los agricultores, que cuestionan la concentración del 80% de las ayudas en el 20% ele las explotaciones, que las ayudas no corrijan las desventajas de carácter territorial, que no tengan en cuenra la dedicación, que se configurnn como renta ele la propiedad y no del agricultor y su actividad.
Pero el resto de los ciudadanos no pe1manecen completamente ajenos a ese debme. El cambio desde el sostenimiento de los precios a las ayudas directas ha erosionado la legitimidad , la justificación, de esas ayudas ame los no agriculrores, porque no terminan ele percibir las contrapartidas que el sector agrario aporta a la sociedad en el ámbiro de la caliclacl y la salub1idad ele los alimentos, en la protección del medio natural y el paisaje, o en el sostenirniemo del tejido económico del medio rural. Pero una de las más importantes razones de esa pérdida ele legitimidad ele la PAC, y en particular ele las ayudas directas , estriba en el conocimiento y el cuesrionamienro de la percepción de esas ayudas por
La modulación de las ayudas,
al servicio de la cohesión
El compromiso dela.Agenda 2000noes satisfactorio en lo que se refiere ala redistribución de las ayudas, por haber renunciado a la cohesión económica y social
muchos beneficiarios que no las necesitan, sin c1ite-1ios redisaibutivos, de soliclaiidacl que permitan complementar b renta de las explotaciones que por su dimensión o por las desvcnrajas naturales más lo necesiren, además ele impulsar su modernización.
Ese debate ya estuvo presente clurame la discusión de la refom1a de 1992, pero pasó a un segundo plano, subordinado a una reivindicación prioritaria: la compensación plena, mediante ayudas directas , de la pérdida de ingresos provocada por las bajadas de precios. El objerivo ele la compensación ímegra, unido a la necesidad ele alcanzar un consenso generalizado que no quebrase la homogeneidad de la PAC, aparcó la reivindicación de conseguir una mnyor contribución ele 1n PAC, como del resto ele las políticas europeas, a la cohesión económica y social, que constituía uno de los objetivos del entonces todavía no ratificado Tratado ele Maastti chr.
El a poyo social a la PAC
La incorporación del principio de cohesión a la PAC, la concribución de la política ngrícola a la reducción de las diferencias de renta entre los agricultores y las regiones europeas, debiera haber siclo una de las ptioricladcs ele la Agencia 2000.
Y ello no sólo para cumplir con el Tratado ele Maasnicht, o por un compromiso polít ico con la solidaridad, sino porque la contribución de la PAC a la reducción de las clesigualclades consti tuye uno ele los instrumentos fundamenta les para la recuperación del apoyo social a la PAC.
El debate sobre la redistribución ele las ayudas adquiere mucha más rclevancin con la Agencia 2000, al realizarse una refm111a que implica una compensa-
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ción parcial, y no plena como en la reforma de 1992, ele las pérdidas ele renta provocadas por el descenso ele los precios. Al pretender cominuar el acercamiento de los precios agrarios de la UE a los precios internacionales sin incrementar el presupuesto, la redistribución ele las ayudas constituye la única vía para evitar la inviabilidad de muchas explotaciones fami liares y ele muchas producciones en zonas debaja productividad.
La propuesta de la Comisión en la Agenda 2000 dejaba la modulación como tarea a realizar demro ele cada una ele los Estados miembros, estableciendo como única medida ele carácter comunita1io la fijación de unos límites de percepción ele ayudas directas a partir de los cuales se ap licaban unas reducciones que podían alcanzar hasta el 25%.
Los acuerdos ele la Agenda 2000 han eliminado los techos de ayuda y los descuentos propuestos por la Comisión en el ámbito comunitario, y dejan la redistribución de las ayudas como una rarea a realizar exclusivamente en el ámbito nacional.
Subyace en el compromiso un acuerdo impl ícito de realizar una foto fija de la disnibución del presupuesto agiícola comunitario cnrre los Esraclos miembros, y e:·qJl ícito de transferencia de una parte ele esas ayudas como sobre nacional para su redistribución dentro <le cada uno de los Estados miembros, permiciencln que ele lorma progresivn se vayan introduciendo en cada uno de ellos criterios de redisnibución más solida1in ele las ayudas, o su vi nculación a condiciones de carácter meclioambienral. Se renuncia a la solidaridad en el ámbito ele la UE, y se acepta que la unidad ele la PAC vaya dando paso a diferencias ele rrato enrre los agricultores comunitarios de los diferemes Estados miembros.
No obstante, así como la imroducción de condiciones adicionales de carácter medioambiental para la percepción de ayudas es una medida ele aplicación obligatoria para los esrados miembros, la modulación en la distribución de las ayudas, red u iendo las cantidades que le puedan corresponder a un agricultor en un año determinado hasta un límite má,"Ximo del 20% es de nplicación voluntaria. La disposición establece esta posibilidad sobre la base de tres crite1ios a desarrollar por los Es tados miembros: la mano ele obra empleada, la rcnrabilidacl de la explotación en términos de margen bruto estándar, o la superación de ciertos límites para las ayudas totales percibidas por un agricu 1 tor.
El compromiso ele la Agenda 2000 no es satisfactotio en lo que se refiere a la redistribuciór\. el e las ayudas, por haber renunciado a la cohesión económica y social en el ámbito comunitario, y por el esGL50 margen ele lo que se permite en el ámbito nacional, pero ha abierto un nuevo camino para la PAC, sin vuelta atrás, y que tiene, además, un e.\:traorclinario interés
>s agricultores >profesionales l ningún caso ibieran percibir rudas directas 1enoestén nculadasa versiones, al en os :uivalentes, en odernización de s explotaciones m la creación tejido onómico en el :!dio rural -
político para conseguir la reconciliación ele los agricultores y del conjunto ele los ciudadanos con las ayudas agrícolas.
Modulación y Agenda 2000
El debate ahora debe mantenerse en dos niveles, que no son incompntibles. Por un lacio, hacia dónde debe evolucionar la regulación comunitaria. Por otro, cómo apro echar al máximo el margen para la modulación que permite el reglamento horizontal aprobado en la Agenda 2000.
El primero sigue teniendo mucho interés porque la normativa comunitaria está en permanente evolución, y porque los acuerdos ele la Agenda 2000 son cualquier cosa menos es tables, y pueden sufrir importantes modifi caciones en los próximos años, algunas incluso previstas en los propios acuerdos, que implicarán pérdidas adicionales ele renta para los agricultores. Sus efectos más perversos sólo se pueden conegi r redistribuyendo las ayudas con criterios más oliclarios.
Es necesario segui r defendiendo la cohesión social y ten-itorial en el ámbito comunitaiio, y no sólo en el nacional, compensando las desventajas ele las e,;:
plotacione ele menor dimensión y ele los tenito1ios con condiciones naturales o de infraestructuras, equipamientos y oportunidades ele empleo menos favorables, con el único límite ele no pe1judica.r la competiti\~clad internacional ele las eAlJlotaciones más modernas y mejor dimensionadas.
Vaya por delante que, entre otras rnecliclas, considero que los agricultores no profesionales en ningún caso debieran percibir ayudas directas que no es tén vinculadas a inversiones ,al menos equivalentes, en modernización de sus exploraciones o en la creación el e tejido económico en el medio rural.
Dicho en otros tén11inos, debiera establecerse para tocios los agricu ltores una relación contractual con cada e.xploración que establezca sus con trapartidas en términos ele modernización estructural. desarrollo rural o comportamiento medioambiental, y sólo en el caso de los agriculrores profesionales una parte ele las ayudas puede tener la consideración ele complemento de renta ele libre disposición. Pero estas consideraciones no tienen cabida todavía en la regulación comuni taria aprobada.
En lo que se refiere a cómo debe utilizarse el escaso margen que permite el reglamento ho1izontal en vigor, vaya por delante mi posición favorable a la fijación el e una crite1ios básicos ele modulación ele carácter nacional , no sólo porque hay agricultores con explotaciones en más ele una Comunidad Autónoma, sino porque no podernos predicar cohesión y solidaridad en el ámbito comunitario y no aplicar esos princip ios en el ámbito nacional, y porque sólo así
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podemos garantizar una homogeneidad ele trato que impida distorsiones del mercado o ele la competencia. La Ley ] 9/95 de Modernización ele las Explotaciones Agrarias en vigor, cuyo debate y aprobación obrnvo un amplio consenso con los Grupos Parlamenta1ios, con las CCAA y con las OPAS, puede ser el insmimento legal apropiado, incorporando un título específico referente a los c1iterios ele modulación en la distribución ele las ayudas directas ele la Pr\C.
La aplicación de crite1ios que tengan que ver con la dimensión debe conseguir que nad ie gane clivi.clienclo su exploración, y que nadie pierda al aumentar su dimensión, si queremos evitar un retroceso o un freno a la modernización estruccu ral.
Nadie debe esperar encont rar fórmulas si mples, c1iterios sencillos ele modulación, si el obje tivo es tratar con justicia realidades muy diversas y muy complejas. No es posible, por ejemplo, rrarar por igual subsecmres en los que la dimensión \~able ele sus explotaciones es muy distinta, o en los que las ayudas directas representan un porcentaje muy diferente de la renta ele sus agiicul tores. Es necesa1io encontrar un equil ibrio entre la deseable sencillez en la comprensión, la aplicación y el control ele los criterios ele modulación , y la ne esiclad ele tratar ele forma diferente realidades muy diversas, para e\i tar cometer más injusticias o generar más distorsiones ele las que se pretenden corregir. No es imprescindible recon-er el camino de la modulación a gran velocidad. Es preferible avanzar ele forma progresiva , paso a paso , estudiando detenidamente cada una ele ellos.
El reto es avanzar hacia una política agrícola más justa y so lidaria, ) que comribuya en mayor medida a la modernización ele las ex-¡:ilornciones agrarias y a la diversificación del tejido económico y la creación de empleo en el medio rural es apasionante e irreversible ; pero no ha hecho más que comenzar. e
FERTIUZANI'ES NATURALES, S.A
SUPRAMIX NPK 12-10-18+1,5% MgO ( 100% proviniente de Nitrato Potásic<J
~NITRATO DE CHILE 16-0-0
NITRATO POTASICO 13-0-45
N. POTASICO +MAGNESIO 12-0-43+4% MgO
NITRATO POTASICO (cristal) 13-0-46
FOSFATO MONOPOTASICO (cristal) MKP 0-52-34
FOSFATO MONOAMONICO (cristal) MAP 12-fil-O
SULFATO POTASICO (cristal) 6-0-51
RAFAEL UllllIALDE
Unión di: .onswn 1dores de Espafü1
(UCE)
Producción agraria y seguridad alimentaria
D espués de mdos. los acomecimiemos producidos durante los últimos allos: dimanas, vacas locas, prornomres del crecimiento, antibióticos, la presencia de residuos de pes
üciclas y ele herbicidas, la presencia ele nirrams, ere.; resulta muy difícil presuponer que las mismos se hayan producidos de forn1a no intencionada. Parece ser que las prácticas que se están llevando a cabo en el secmr de la producción agrícola y ganadera con el único objetivo de reducir costes en las exploraciones implican graves riesgos para Ja salud de los consumidores y desvirtúan y hacen ineficientes e ineficaces todos los controles que se aplican en el resto de la cadena alimentaria.
Para que mdo ésm se e1Tadique tienen que darse varias circunstancias, en p1imer lugar cambiar roda la praxis en el sector productor, no deben primar única y exclusivamente los precios a la hora de producir, la segu1idad tiene un coste implícim.
En segundo lugar, la coordinación de la inspección y control por parte de las auto1idades de agricu ltura y de salud pública y la constitución de una entidad nacional que garanrice los controles y las inspecciones , y que esté desligada ele cualquier influencia secrmial. Y por último, cenrrar como eje principal en materia ele alimentación de la garantía ele la seguridad
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e higiene de los proclucms de alimentación, frescos y rransformados, para el consumidor.
Para todo ello se debe separar claramente el poder ejecutivo y legislacivo del sector cienüllco, con el [in de evitar cualquier ri esgo en materia ele información y comunicación. Constituir una línea de trabajo que garantice una coordinación y eficacia en mate1ia ele control y ele inspección a todos los niveles, claramente esm está fallando en todo el territorio de la Unión Europea cuando nos acercamos al sector productivo, del cual se van a utilizar las materias primas para que se siga clesaffollando la cadena alimentaria.
Una normativa eficaz y con garantías
En mclo el territorio ele la Unión Europea se ha aprobado una amplia y múltiple legislación que permite la garantía de la higiene alimentaria, tamo en el ámbito ele las Estados miembros como con en relación con terceros países. Pero en la misma medida que se ha aprobado esta reglamentación , los mismos textos conmnira1ios precisan de que la respon abilidad principal de su aplicación se apoye, en primer lugar, en los quince Estados miembros, y en cierra medida, en los terceros países que comercializan s us productos con la Unión Europea.
Producción agra1ia
y segmidad alimenta1ia
Todas las tareas en materia de inspección y de control, así como las nuevas facetas de auditorías de los sistemas de inspección, deben tener como referente el trabajar a lo largo de toda la cadena alimentaria
Para garantizar los productos en teda la cadena alimentaria se debe verificar, controlar y vigilar que se respete y se aplique la legislación vigente, tanto en Espafia como en el resto de los Estados miembros de la Unión Europea, ya que en caso conrrario , el libre mercado se ve a[e tado ele forma muy norable. Todas las exigencias se deben aplicar a rodos los niveles: salud animal , salud vegetal, salud humana, es decir, una visión más amplia de la que posee la salud pública corno tal.
Todas las rareas en materia de inspección y ele control, así como las nuevas facetas de audit0rías de los sistemas de inspección, deben tener como referente el trabajar a lo largo de toda la cadena alimentaria: en el sector vegetal desde la horca hasta el tenedor, en el sector animal desde la granja hasta la mesa.
Pero no hay que olvidar que el sistema de inspección y control incluye múltiples niveles: en la Unión Europea y en cada Esrado miembro , tanto a nivel de administraciones centrales como de los países o comunidades que integran estos Esrados en los sistemas de estru ·tura federal, así como dependiendo de las materias cornpetenciales: agricultura, sanidad animal , sanidad vegetal o salud pública. Por ello , para ganratizar la eGcacia de todo este compl.ejo sistema deben surgir entidades que homogeneicen todos los c1itetios y unifiquen los mismos. Estas entidades deben tener garantizada la independencia de cara a rodas las presiones exteriores que podrían hacerse sentir, sean cuales sean y del carácter que tengan. Pero sobre todo deben alejarse de cualquier influencia sect01ial de los canales de la producción de materias primas. También deben definir las priori.clades en función de los riesgos potenciales que puedan presentar ciertos peligros en la cadena alimentaria. Y u-abajar con rora! transparencia, así corno la necesidad ele in-
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rercambiar, de explicar y de resumir el rrabajo que se rrealiza en materia de control y también para hacer saber los resultados de sus controles ele inspección y de auditorías. Para resolver todas estas necesidades, los Estados miembros y la Unión Eu ropea deben dedicar más recursos humanos y económicos al control y la inspección para garantizar el mantenimiento y aplicación ele las normas de garantía y de seguridad alimentaria .
Una responsabilidad compartida
Se sabe que la seguridad alimentaria es una seguridad compartida que concierne a los agticulrores, ganaderos, indus tria transformadora, distribuidores y consumidores. Toda esta cadena tiene unos eslabones y que no por estar al p1incipio o al final de la misma tienen más o menos importancia; lo que sí se puede precisar es que una vez un eslabón falla, toda la cadena queda resentida e incluso bloqueada con el consiguiente perjuicio económico, si sólo es una fraude, o de salud si es un problema de intox.icación, lesión, daño o muerte.
A lo largo de los años, en este libre mercado en el que parece que sólo prima la producción al menor coste posible, se ha generado una serie de fallos que debemos con-egir. No se puede producir al menor coste posible implicando una merma en la garanúa sanitaiia de los productos. Todos los sectores implicados deben tener competitividad y rendimientos económicos , pero no se deben aplicar criterios que supongan mern1as en las condiciones sanitarias para poder producir más y a menor coste para obtener más recursos económicos o para ser más competitivos.
Las mismas garantías sanitarias que hemos logrado los consumidores que se apliquen en las industrias transformadoras debemos conseguir que se apliquen en el sectOr produc tor primario. Para ello, los primeros interesados deben ser los propios productores, que obliguen a e1Tadicar a las industrias o sistemas productivos que estén realizando una mala praxis en el sistema.
Producir ele una determinada forma tiene unos costes mínimos que deben ser asumidos por la industria transformadora y por los consum idores. Disminuir este nivel lleva implícito desembocar a los productores a prácticas ilegales para disminuir el coste del producto. Se debe poner fin al "todo vale", entre todos debemos corregir este ctiterio, porque al final las crisis producidas, como ba ocutTido sobre rodo en los casos de Las "vacas locas" y el más reciente de las cliox.inas en la alimentación de los pollos , suponen una merma económica y sanitaria para todos, ya que los escándalos suponen una pérdida ele confianza del consumidor y una merma en las ventas de los producros. e
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::'.:xplotaciones familiares en a agricultura mediterránea: :endencias y perspectivas
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Unil 'tTsidcul Poli térn irn ele
Vc.ilcn( iu .
VICENTE ESTRUCH
(Economía Agnuit1J.
Universidad Jolitécnica de
Val!'ncw.
La agriculrura de las regiones medirerráneas españolas ha sido descrira habirualmenre como una agriculrura intensiva y de alra productividad, con predominio de las pequeñas
exploraciones, mayorirariamenre orientada hacia producciones escasamenre proregidas por la polírica agraria. Sin embargo, esa imagen ele una agricultura inrensiva y productiva se conesponcle únicamenre con las áreas litorales de regadío, pero debe ser modificada cuando nos desplazamos hacia las comarcas inreriores de esas mismas regiones. Allí aparecen algunas planas vi tícolas y se suceden zonas de relieve accidentado con malas condiciones agrícolas, donde se ha desanollado sobre todo en las úlrimas décadas la ganadetía inrensiva.
La agriculrura familiar está presente bctjo diversas formas a lo largo de esras regiones medirerráneas y constirnye el tipo de e.'1.1Jloración predominanre en la may01ía ele ellas . Sobre roclo en las comarcas litorales, esas e.1\."]Jloraciones esrán articuladas con un activo mercado ele rrabajo no agtíco la, así como con un "complejo" mercado de rrabajo asalariado agrícola (Amalre, 1992; Amalre et al., 1990). Ello origina diversas fo rmas de ag1iculrura a riempo parcial, cuya importancia
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es orro de los rasgos deílnirorios de la esrructura agraria en esras regiones.
Vamos a describir aquí algunas líneas de n-ansformación que se pueden apreciar en d iversos sisremas agrarios de la región , con particular arención a cómo esas rransformaciones pueden condicionar la naturaleza y el fururo de las e>-1Jloraciones familiares. Nueso·o ámbito de observación preferente es la Comunidad Valenciana, pero las tendencias apreciadas pueden ser ilusrrarivas de procesos similares que se desan-ollan en otras agriculruras medirerráneas.
La citricultura: Los elementos familiares dentro de una agricultura externa liza da
El sistema de producción en el culrivo cittícola que ocupa roda la zona cenrral del regadío litoral valenciano es una buena muestra de cómo una esrrucrura de las eAlJlO taciones acenruadamenre minifundista no se corresponde siempre con una organización famil iar del trabajo agrícola. El rasgo caracterizador de ese sistema de producción es la extemalización de la mayor parte de las rareas del proceso productivo, rareas que son
Explotaciones familiares
en la ag1icultura meditenánea
Las tendencias que se observan apuntan hacia un incremento del "grado de externalización" en la agricultura citricola. A ello contribuye también la evolución tecnológica
gestionadas por los comerciames que compran la fruta o por las cooperativas (en el caso de la recolección), o bien se realizan por equipos de especialistas provistos de la maquinaria necesaiia para cada rarea y asimilables a empresas de servicios (Arnalte y Estruch , 1997).
El resultado es que las pequeñas exploraciones que predominan en toda la zona de monocultivo ciu-ícola Qas 91.000 exploraciones de la OTE círricos existentes en la Comunidad Valenciana, según la Encuesta ele Estrucruras de 1995, tienen como media 1,9 hectáreas de SAU y en el 82% ele los casos no alcanzan una dimensión económica de 6 UDE, es decir, un margen bruto standard de 1,2 millones de pesetas) son mayoritariameme trabajadas por asalariados, contratados por las empresas comerciales o de servicios que realizan las diversas tareas de cultivo.
Este sistema de organización del trabajo, perfectamente funcional para los propietarios urbanos que tienen un peso importante en la región, también se ha cli[uncliclo, gracias a su racionalidad económica, entre los propietarios locales. Cuando éstos siguen ocupados en la agriculrnra, suelen adoptar el srarns ele jornaleros-pequeños propietarios.
Entre las diversas (iguras sociales que se han generado en torno al cultivo ciuicola, ¡:¡ociemos identificar dos que presentan ciertos rasgos de agricultor "familiar y profesional", aunque desde luego no se corresponden con la figura típica del ag1icultor que "vive" de su e>-..1Jlo ración y trabaja fundamentalmente en ella.
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Una de esas figuras, la más difundida en las comarcas ele cultivo citricola rraclicional, es la del agricultor de cierra edad (por encima de los 50 ó 55 años), con una exploración pequeña o mediana, en la cual reduce al máximo el recurso a empresas o trabajos externos (pero al menos sí que externaliza siempre la recolección y la poda y en ocasiones los cratamiemos fitosa nitarios), haciendo él mismo el resto de rareas de culrivo. Nom1almenre crabaja también como asalariado, especialmeme en la recolección. Y los ingresos ele la unidad fam iliar se complementan frecuentemente con el trabajo de la mujer en los almacenes de confección de naranja.
Esta figura está en franca regresión por motivos demográficos. Cuando a estos "viejos profesionales" de la citricllkura les suceden sus hijos, normalmente con empleos no agrico las , la extemalización del culüvo se acentúa, contratando más rareas al exterior o, en el lím ite, cediendo la tierra para su gesrión a las secciones de cultivo de las cooperativas que están asumiendo , en algunos casos, funciones de gestión integral ele las exploraciones.
La progresiva desaparición de esos "viejos profes ionales" también está teniendo efectos sobre otro ele los elementos del sis[ema de producción citrícola: cada vez es más acusado el déficit de mano ele obra cualificada (podadores o "colliclors" ele naranja) para [rabajar como asalari ados en las tareas ¡:iroductivas que se exremalizan.
Los "profesionales" más jóvenes que se mantienen en el sector adoptan [recuemememe un perfil más "em¡:iresarial ", pero no exclusivamente relacionado con sus exploraciones, que por lo general también tienen dimensiones reducidas. Lo que hacen es gestionar otras exploraciones ("llevar tierra"), de propietarios foras teros o locales, ocupándose ele vigilar el cultivo y controlar que el riego o los tratamientos se hagan en el momemo adecuado. El trabajo necesario lo realizan ellos o lo concratan a otros especialis tas, según dispongan o no de maquinaria para realizar esas tareas, conviniéndose así en algunos casos en pequeños empresaiios ele servicios agrícolas.
En conjumo, las [endencias que se observan apuntan hacia un incremento de l "grado ele externalización" en la agricultura citricola. A ello contribuye también la evolución tecnológica. El riego localizado, la innovación más difundida en la región durante los últimos m1os, reduce los tiempos ele trabajo necesarios en las rareas complernemarias (como el abonado , el mismo riego o la distribución de herbicida), las que estaban menos "ex[emalizaclas" hasta la fecha)' con mayor frecuencia eran realizadas por la mano ele obra familiar. Lo cual facilita, en definitiva, la práctica de la agricultura a Eiempo parcial.
ieocupar 0.000 ectáreas en el onjunto de la omunidad alenciana en >sprimeros ños so, la llperficie edicadaa ortalizas ha asado a 29.000 ectáreas en 997
Por ocra parte, la evolución tecnológica está reduciendo también las necesidades de empleo femenino en los almacenes de confección y comercialización de naranja. De esta forma se puede cuestionar también , en el medio plazo, orro de los elementos de las economías familiares que más dependen , wdavía, de la producción ciuícola.
La transformación estructural de la horticultura
La honiculrura ha consrimido rraclicionalmenre en muchas áreas del regadío valenciano una oriernación productiva alternativa a los cítricos, adoptada por aquellos agricultores con poca tierra y abundante trabajo familiar que han querido "vivir" de su explotación, intensi6cando el uso del trabajo en la misma.
Sin embargo, esta borriculrura, que al ternaba con los cínicos la ocupación del suelo en las comarcas centrales del regadío valenciano, ha ido reduciendo su presencia en los últimos años , siendo cubiertas esas superficies por nuevas plantaciones cinícolas. Las cifras globales confirman el retroceso de la horócultura en esta región. De ocupar 60.000 hectáreas en el conjunto de la Comunidad Valenciana en los primeros años 80, ha pasado a las 29.000 hectáreas dedicadas a hortalizas en 1997. Esa reducción ha sido panicularmente acusada en la provincia de Valencia que ha reducido su superficie honícola ele 35.000 a 13.000 hectáreas en ese mismo periodo.
El análisis de las razones de esa evolución (ver Maroto, 1991) destaca la incidencia ele factores tecnológicos , como cieno agoramiento de los recursos naturales destinados a esos cultivos (un suelo muy urilizado por es ta agricul tu ra imensiva y Limitaciones en las disponibllidades de agua) , así como la aparición de problemas füosanitarios, especialmente graves en algunas producciones, como el tomate o el pimiento.
Pero también hacen referencia esos análisis a la disminución ele las disponibilidades de mano de obra agricola en la región y a la simación de los mercados honícolas , en particular a la competencia ejercida por el incremento de la producción en otras zonas españolas que ha modificado también la estacionalidad tradicional de los productos horrícolas y ha reducido las posibilidades comerciales de las producciones tempranas ("ele primor") valencianas. Frente a esws problemas, se destaca
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también la falta de respuesta de la horticultura valenciana que, por ejemplo, apenas ha incrementado la superficie de cultivo protegido (solo 2. 700 hectáreas de cultivo honícola protegido en la Comunidad Valenciana en 1995 , frente a 4.400 en Murcia y 32.500 en Almería).
El análisis por cultivos de esa evolución horrícola valenciana, aparte de mostrar la relocalización de algunas producciones hacia el Sur (hacia la provincia ele Alicame), confirma la incidencia de los factores señalados. Podemos observar como han resistido mejor esta "crisis honícola" los cultivos de invierno (con menos problemas fitosanitarios) , así como aquellos con menos exigencias de trabajo a lo largo ele su ciclo productivo, aunque presentan importantes puntas de trabajo en la recolección.
Esta evolución de la producción hortícola se corresponde con una importante transformación esrrucmral de es te sector, de acuerdo con los datos de las Encuestas sobre la Estructura de las fa-plotaciones ele! INE. El número de explotaciones de la OTE Horticultura (explota iones especializadas en horticultura) existentes en la Comunidad Valenciana ha perdido un tercio de sus efectivos enrre 198 7 y 1995, mientras que su dimensión económica media se ha multiplicado por 2 ,3 (de 4,1 UDE de margen bruto standard ha pasado a 9,5).
Paralelamente, la composición del trabajo utilizado en esas explotaciones hortícolas se ha mocli6cado sensiblemente. La importante reducción de trabajo famlliar y el ligero incrememo del volumen total de
Explotaciones familiares
en la agricultura meditenánea
El auge hortícola generó en los nuevos regadíos murcianos una estructura de las explotaciones acusadamente dual, con pequeñas explotaciones familiares y grandes explotaciones comerciales, los "cosecherosexportadores"
crabajo asalariado ha conducido a que el peso relativo de esre úlrimo se incremenre, pasando de representar un 29% del trabajo total en esas explotaciones horticolas en 1987, a un 43% en 1995.
Estas Lineas de rransformación, reflejando en definiriva un profundo ajusLe esm1cmral y la modificación de la namraleza del secror hort íco la, se manifiestan rambién, con algu nas va1ianres, en las arras regiones medirerráneas, así como en el conjunta de la horticultura española.
En la región de Murcia la horticultura experimentó una fuene expansión a lo largo ele los aiios 80, duplicando su superficie de cultivo desde las 23.000 hectáreas existentes al principio ele la década hasra las 48.000 alcanzadas en 1988. Esa expansión se apoyó primero en la utilización de aguas subrerráneas y después en los recursos hídricos procedenres del trasvase Tajo-Segura. La sequía ele los primeros años 90 frenó esa expansión, manteniéndose actualmente la superficie horrícola en la re-gión estabil izada en torno a las 35-36.000 hecráreas.
Este "auge horrícola" generó en los nuevos regadíos murcianos una esuucwra de las ei'1Jlotaciones acusadameme dual. Coexis tían en e a agriculrura las pequeñas explotaciones familiares (clc1ivadas del mismo proceso de inrensificación que propició el fraccionamiento de antiguas propiedades de secano y el acceso a la propiedad o titularidad de exploraciones de anriguos jornaleros), con grandes explotaciones comerciales , los "cosecheros-exportadores" ele la región también presentes en el Sur ele Alicanre, pti ncipales protagonistas ele la expansión honíco la (Vera Rebollo, 1987; Cortina, 199-l-).
Esta horticultura murciana , mejor adapracla que la valenciana a la nueva configuración del sector, también ha experimentado transfo1111aciones de importancia en el periodo de referencia de las Encuestas de Estructuras. El número de explotaciones especializadas en honicuhura también se ha reducido pero menos clrásticamenre (un 11 %) , mienrras su dimensión económica media se ha mulLiplicado por tres. El empleo de trabajo asalariado en esas explotaciones se ha duplicado en volumen entre 1987 y 1995 y supone ya dos tercios del trabajo total utilizado. Uuso·a bien el dualismo que sigue caracterizando a la horticultura murciana el hecho de que las explotaciones ele más de 60 UDE (12 millones de pesetas ele margen bruto standard) , un 12% del total de explotaciones de rnientación horrícola ele la región, concentran en 1995 un 73% del margen bruto total ele las explotaciones del sector.
Andalu ía est<Í dedicando durante los últimos mios
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alrededor de 115.000 hectáreas al cu lóvo de hortalizas, lo que supone un 30% de la superficie española de estos cultivos. La provincia de Alme1ía concenrra un terc io de la superficie horúcola de las ocho provincias andaluzas. Los datos ele la Encuesra de Estructuras, rderidos al con jumo de la Comunidad Autónoma, regisLran un ajuste estructural menos acusado en la horticultura andaluza. El número de e -ploraciones especializadas se incrementó en un 9% entre 1987 y 1995, pero su dimensión económica media también ha crecido significativamente (de 6,8 a 18, 4 UDE) y el avance del peso del trabajo asalariado es similar al registrado en las otras regiones. De suponer únicameme un 28% del trabajo total en 1987 ha pasado a representar un 43% en 1995.
De esta serie ele cuanri[icaciones y apreciaciones regionales podemos concluir que la horticultura espa11ola está registrando un intenso proceso de cambio estruCLural, al tiempo que expetirnenta una relocalización espacial hacia el Sur-Sureste del país .
Andalucía y Murcia incluían en 1987 un 3-l-% ele las explotaciones espaiiolas especializadas en horticultura y ocho años más tarde ya concenrran un 54% de ese rotal.
Sin embargo, son comunes a esas regiones y al conjunto de España los síntomas del proceso de ajuste, con un importante aumento ele la dimensión económica media ele las e.>;.-plotaciones y del peso del trabajo asalariado, que ya supone la mitad del trabajo total utilizado en las explotaciones hortícolas españolas.
La horticultura está dejando, por tanto, de constituir un sector refugio para la pequeña ag1icultura fa-
l incógnita está L saber si los ¡ricultores miliares 'Of esionales, ;:rupados en su ayoriaen operativas :ales, serán paces de liroducir 11ovaciones -
miliar, mientras se acentúa de forma considerable el peso ele las graneles explotaciones "comerciales". No olvidemos, sin embargo, que en un secror como este que sigue siendo intensivo en mano ele obra, el desanollo de esas empresas comerciales ha coexistido con el crecimiento de exploraciones de base familiar que , para mantenerse en el sector, han debido capitalizarse y recurrir al empleo de volúmenes importantes de rrab~jo asala1iado.
Actualmente, las exploraciones honícolas familiares que no pueden entrar en la "producción en masa" de materia prima para la gran distribución tienen sus oportunidades limitadas a determinados canales de comercialización especí6cos (como el suministro a algunos Mercados de Abastos), cuya utilización implica con frecuencia la absorción de fases del proceso de comercialización (que se1ían "inremalizadas" en es te caso por las explotaciones familiares) , como la confección o incluso el rransporre del producto (Es
truch, 1997).
Los límites al crecimiento de las explotaciones familiares en viticultura
La problemática actual de las explotaciones familiares en la comarca de Utiel-Requena, la principal zona vitícola ele la Comunidad Valenciana, con unas 40 .000 hectáreas ele viiiedo, puede constituir un buen ejemplo ele la siruación y ele los problemas a los que se enfrenta la agricu ltu ra fami liar en las áreas vitícolas.
En esta comarca del interior de la provincia de Valencia se ha consolidado durante las últimas décadas un estrato ele agricultores familiares que accualmente constiruyen la base ele la viticultura ele lazona. Esos agricultores han seguido una vía de crecimiento clásica, comprando tierra procedente ele la parcelación ele graneles fincas y ele pequeñas explotaciones marginales de emigrantes o ele agricultores viejos sin suce ión. Acrualmeme, con unas dimensiones medias de las exploraciones en mrno a las 20-30 hectáreas de \'i11eclo, están obteniendo unos resultados económicos aceprables que consriruyen la base ele sus economías familiares.
Sin embargo, la misma revalorización de la viticultura de la comarca puede limirar a medio plazo el crecimiento de esas explotacione y cuestionar su posición protagonista en la agricultura de la zona. Por una parte, la oferta ele tie1rns se ha contraído, ya que "la viña está dando dinero y ya nadie la vende". Entre los propietarios urbanos se ha incrementado el interés por el cultivo, que se realiza bajo diversas formas de agricultura a tiempo parcial , posibilitadas por el carácter no excesivamente intensivo de la viticulrura y fa ilitadas por la mejora de las comunicaciones (la amovía hfaclrid-Valencia atraviesa la comarca). Tocio
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ello contribuye a bloquear las vías de crecimiento "en extensión" que hasta ahora habían seguido los agricultores profesionales ele la zona.
Pero esa viticultura se enfrenta también actualmente a un proceso ele reconversión tecnológica: Cambios de variedades, modificación del sistema ele plantación e introducción ele riego de apoyo en algunos casos, mecan ización de algunas rareas productivas, etc.
La incógnita reside en saber si los agricultores familiares pro[esionales, agrupados en su mayoría en cooperativas locales, serán capaces de introducir innO\·aciones y realizar esa reconversión a un ti uno similar al menos al que está teniendo ese proceso en las exploraciones ligadas a 6rmas comerciales vinícolas o en las explotaciones de los nuevos viriculrores urbanos a tiempo parcial. La clisponibiliclacl ele capital para asumir las necesarias inversiones, así como la modernización de la estructura cooperativa, pueden ser factores decisivos a este respecto.
Por otra parte, también es previsible que las nuevas tecnologías, en parcicular la mecanización ele tareas como la recolección o la pre-poda, permitan en un futuro prfo,imo sistemas ele organización del trabajo mucho más "exrernalizables" (a imagen ele lo que sucede en la cir1iculrura) y adaptables por tanto a las necesidades ele los propiera1ios urbanos. Las vema-
Explotaciones familiares
en la agricultura mediterránea
El problema medioambiental de la producción porcina puede llegara convertirse en uno delos factores limitantes de esta actividad ganadera
jas comparativas del agricultor profesional (como , por ejemplo, la capacidad de movilizar grupos familiares amplios para la vend imia) quedaiían en ese caso reducidas.
Las explotaciones familiares en ganadería intensiva
En las comarcas interiores de las regiones mediterráneas la ganadería intensiva se ha desarrollado como una respuesta a la crisis de la agiiculrura de secano, constituyendo una alternativa trabajo-intensiva para las exploraciones familiares. En el caso concreto de la Comunidad Valenciana el subsecror más desarrollado ha siclo el porcino, que según los daros de la Consellería de Agricu ltura contaba a finales de 1998 con más de 2 .500 explotaciones, distribuidas principalmente en la provincia de Castellón e interior de la de Valencia. También riene importancia la avicultura (910 exploraciones) y la cunicultura (537 explotaciones) (Laínez, 1999).
Sobre el sector porci no , que es el que Liene una incidencia m::ís generalizada en rodas las comarcas interiores valencianas, disponemos de una encuesta reciente que ofrece una cletalbcla radiografía de la situación de las eA'j)lotaciones (Laínez, 1998). La encuesta con firma el carácter preclominamemente familiar ele las explotaciones porcinas valencianas. Prácticamente se utiliza sólo trabajo familiar en las e.,xploraciones exclusivamente dedicadas al engorde de cerdos (cebaderos) y es claramente mayoritaria su ucilización (87% del trabajo rora!) en las productoras de lechones. El empleo de traba,jo asalariado sólo reviste ciena importancia (26% del rora!) en las e.,xplotaciones de ciclo cerrado que tienen mayores necesidades de trabajo (emplean como media 3 UTA por eKploración) y recurren a ese trabajo exterior complementario del. familiar.
Son también interesantes los datos que ofrece la citada encuesta sobre el nivel que alcanza la integración vertical en esas eA1Jlotaciones porcinas. Las exploraciones de cebo funcionan en su casi totalidad en régimen de integración, así como las nuevas granjas ele multiplicación.
Se constata, por otra parte, que se está incrementando e] grado ele integración en las granjas dedicadas a la producción de lechones y en las eA'j)lotaciones ele ciclo cerrado, pero en la fecha ele realización de la encuesta (1996) todavía se manrenían en régimen "libre" un 63% y un 68%, respectivamente, ele esos dos tipos de exploraciones porcinas.
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Todo hace prever que si la depresión de precios que aíecta al sector desde mediados de 1998 se mantiene, pueden salir del sector cierto número de exploraciones. También es probable que el resultado sea una mayor integración ele las granjas hasta ahora "libres", una fórmula ya clásica en este secror de reducir los impactos de la inestabilidad de precios por parte de las CA'j)lotaciones individuales, aunque sea a costa de ceder una parre sustancial de la autonomía empresarial de esas exploraciones.
Observemos como esos problemas de las explotaciones famili ares porcinas tieoen lugar al mismo tiempo que las industrias cárnicas se plantean, también ame la inestabilidad de precios en el sector, lograr una mayor seguridad de aprovisionamiento de materias primas mediante diversas fonnas de contratación o inregi·ación que también incluyen la formación de grupos empresariaJes productores (Maté, 1998). Lo que hace prever la apa1ición en un l'ururo próximo, dentro ele la "l'iliere" porcina, de formas de coordinación verücal más divers ificadas pero posiblemente también más rigidas, con menos autonomía en definitiva para las CA1Jlotaciones familia res que se mantengan en el sector.
También debemos advertir que los problemas medioambientales ele la producción porcina (en particular, los impactos medioambientales derivados de la eliminación de purines) pueden llegar a convenirse en uno ele los factores limitantes ele esta actividad ganadera. Las condiciones naturales que permitan una mayor o menor capacidad de recepción de esos residuos, así como las posibles di[erencias en la nonnativa medioambiental a este respecta , pueden convertirse en los próximos años en un factor de reloca-
as tendencias nalizadas en los istintos ectores 1uestran una ltuación astan te roblemática e las {plotaciones llJliliares
lización de la producción porcina, ranto eno-e las regiones espaiíolas como entre los países de la Unión Europea.
Consideraciones finales
Pese a estarnos refiri.endo a sectores agrícolas y ganaderos relativamente "poco regulados" por la política agraria, es evidente que sobre las distintas tendencias y !meas de transformación de las exploraciones que hemos descrito pueden influir decisivamente algunas actuaciones concretas de polírica agraria.
Por ejemplo, tanto en el sector citricola como en la horticultura tiene importancia el destino que se está dando a los Fondos Operativos de las Organizaciones de Productores y la forma en que son aplicados. Asimismo es e\,idente que las ayudas estmcturales incluidas en la recientemente aprobada reforma ele la OCM del vino pueden jugar un papel decisivo (en función, sobre tocio , de cómo sean distribuidas entre explotaciones) para la reestructuración de la viticultura. No olvidemos tampoco la incidencia que las distintas regulaciones medioambientales van a tener en todos los sectores, pero en particular en casos como el analizado del porcino.
Otra política nacional y no específicamente agra-1ia, cuyos efectos sobre estos procesos se olvidan con frecuencia , es la política fiscal. Cabe recordar los problemas fiscales de la ganadería integrada, o los efectos que el régimen de módulos ha tenido en las pequeñas explotaciones hortícolas valencianas , al penalizar la orientación hacia determinados cultivos (aquellos con más altos ingresos por hectárea), favoreciendo la reorientación de esas e>..1JlOtaciones hacia mras hortalizas o incluso su abandono ele la horticultura.
En conjunto, las tendencias analizadas en los distintos sectores muestran una situación bastame problemática de las explotaciones que habitualmente denominamos "familiares".
Parece que sus tradicionales "ventajas comparativas" en la producción agraria están comando cada vez menos como factores ele competitividad frente a formas ele organización de la producción más "empresa1iales" o mejor coordinadas con las fases superiores de la cadena agroalimemaria.
Sin embargo, es aconsejable no abusar de los esquemas dualistas de análisis (es decir, de la vieja contraposición eno-e agricultura familiar y agricultura capitalista), sobre todo porque son poco Ú[i!es para interpretar la dinámica de algunos sectores producrivos. En algunos casos porque nunca ha exisrido una verdadera ag1icultura familiar (como en la citricu!tura), o en otros porque no es fácil diferenciar actualmente , dentro de los estratos de explotaciones con mayor dimensión económica, aquellas capitalistas "de tocia
75
la vida" de aquellas otras explotaciones familiares "triunfantes" en el proceso de modernización.
Pero también es necesario reconocer que las diferencias de rentas que se generan en los distintos tipos y estratos de explotaciones agrícolas siguen siendo muy importantes , diJerencias que deben ser tenidas en cuema por las políticas agrarias (o por otrns políticas de rentas), salvo que la opción adoptada sea, simplemente, acelerar el proceso de ajuste estructural y eliminación de las explotaciones económicamente no viables. e
NOTAS
(1 ) Este trabajo recoge algunos de los resttllados que están siendo obtenidos en d marco ele/ Proyecto CAPlvlEDIT (FA1R3 -CT96 - 1597) financiado po,. /a Comisión Etiropea.
BIBLIOGRAFÍA
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Tels.: 981 575 786 • 574 899 • Fax: 981 574 895
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[endencias y perspectivas de _as explotaciones fallliliares ~~allegas ~n el contexto de la agricultura le la cornisa cantábrica
rBANCISCO smmo
Es ola fü)¡ tt:t IHCll
Hpt'1101 de LL1go
Jmvcrsídad de Suntiago de Campostclct
Las exploraciones familiares conforman casi en exclusiva la agricultura de la Cornisa Cantábrica, teniendo una fuerte dependencia en el 1acuno y un tamaño reducido, que las con
duce a unos bajos niveles de renta. A pesar del proceso de ajuste operado en las úlrimas décadas, con un fuerte descenso en el número de ocupados y, en menor medida, en el de explotaciones, sus efectos en el incremento de la dimensión media han sido muy reducidos.
La problemática reciente, refe1ida al pe1iodo de los diez últimos a1ios , se puede situar con relación a tres factores: la imegración en la Unión Europea, los nuevos condicionanres del proceso de modernización y la articulación de las ecplotaciones en el espacio y la economía rural.
La integración ha traído consigo problemas detivados del nuevo marco de mercado, con la contingenracíón teórica de la producción ele leche y el establecimiento de unas ayudas directas cada vez más im-
n
portantes en la rema, sobre tocio a parcir ele la reforma de 1992 , que, sin embargo, ha resultado en un nivel muy reducido de pagos en la Comisa.
El proceso de modernización, al tiempo que ha contado con unos medios más favorables ele financiación, ha tenido un entorno progresivameme desfavorable por la situación de los mercados e incertidumbres cara al l'urnro. Las explotaciones que cuentan, o están en condiciones de poder alcanzar, una dimensión suficiente que les pem1ita su viabilidad económica con base sólo o principalmente en la agricultura son un grupo reducido en tomo al 15% del total. El resto está formado por un grupo amplio ele pequeñas explotaciones entre las que se debiera ele distinguir las que por su composición familiar tenderán a mantenerse en la actividad, aunque sus rentas procedentes de la agriculrnra sean muy limitadas , y otras que están con una actividad en recesión por la edad de sus ti rulares y en las que la falta de sucesión puede llevar a su desaparición a medio plazo. En este sentido hay que contem-
Tendencias y perspectivas
de las explotaciones familiares gallegas
Cuadro n2 1
ESTRUCTURA DE LAS EXPLOTACIONES DE GALICIA Y RESTO DE LA CORNISA CANTÁBRICA (% SOBRE TOTAL DE EXPLOTACIONES Y MARGEN BRUTO STANDARD)
Explotaciones Margen Bruto
UDE/explot. Galicia Resto Cornisa Galicia Resto Cornisa
<4 74,9 64,3 35,4 18, 1
4a8 15,0 16,8 23,6 19,4
8 a 16 8, 1 13, 1 2-4,5 29,3
>=16 2,0 5,8 16,4 33,2
Total 100,0 100,0 100,0 100,0
Total (miles) 123,5 83,0 440,1 417,3
FUENTE: Encuesta Estructura Explotaciones Agricolas 1995; INE, 1998.
Cuadro n2 2
PAGOS DEL FEOGA-GARANTÍA REGIONALIZADOS, IMPORTE DE LAS AYUDAS DE LAS MEDIDAS DE ACOMPAÑAMIENTO Y DE LAS INDEMNIZACIONES COMPENSATORIAS (% SOBRE EL TOTAL E IMPORTE PARA ESPAÑA EN MILLONES DE PESETAS.1997)
Galicia (%)
Resto Cornisa (%)
España(%)
España (mill.pts)
FUENTE: MAPA, 1998.
Cuadro n2 3
FEOGA-G
1,4
2,0
100,0
715.171
Medidas Indemnizaciones acompañamiento Compensatorias Montaña
3,7 15,0
5,5 11,7
100,0 100,0
56. 180 11 .278
CAMBIOS EN LAS EXPLOTACIONES DE VACUNO (PERIODO 1992-96)
Número Valores relativos
1992 1992 1996
Nº explotaciones (miles) 107,2 100,0 81 ,6
Personas (mi les) 317,9 100,0 88,4
Superficie/explotación (HA ST) 7,2 100,0 127,2
Vacas/explotación
1 a 4 (miles explotaciones) 62,5 100,0 71,0
5 a 9 (miles explotaciones) 24,6 100,0 82,1
10 a 19 (miles explotaciones) 14,6 100,0 99,5
>=20 (miles explotaciones) 5,5 100,0 149,4
FUENTE: IGE, 1998
78
plar y encajar mejor el papel de las pequeñas e:-:plotaciones en la Cornisa, por su elevado peso relativo en la producción , en la gestión del territorio y en la economia y sociedad rural.
Aunque este trabajo se basa sobre todo en información referida a Galicia, buena parte de ella se considera relevante para el conjunto de la Cornisa. Precisamente en el primer apartado se tra tan de exponer en paralelo algunos rasgos principales de las agriculturas de Galicia y de un conjunto induído bajo la denominació n resto de la Comisa, in tegrado por Asturias, Cantabria y País Vasco.
El reducido tamaño y la elevada dependencia en el vacuno de las explotaciones de la Cornisa
Podemos tomar de modo simplificado rres niveles con relación al tamaño de las explotaciones: las pequeñas, con nivel bajo de renta agraria, que se pueden asimilar con las de menos de 8 UDEs, equivalentes a un margen bruto de 1,6 millones de pesetas en la encuesta de estructura de las ex-plotaciones de 1995 (lNE, 1998); las intermedias , de 8-16 UDEs (1,6 a 3,2 millones de margen bruto) y las grandes, las situadas por encima de ese límite, aunque en las estadís ticas com unitarias se reserve esa denominación para las de más de 40 UDEs. Sobre esta base, las e;..-plotaciones de menos de 8 UDEs comprenden al 86% del total de la Comisa, ocupando el 60% de la SAU y el 49% del margen bruto , siendo aún más elevadas estas cifras en el caso de Galicia. En el otro extremo, sólo el 3,5% tienen más de 16 UDEs, agrupando poco más del 8% de la superficie y de la producción (cuadro n º 1).
La fuerte sensibilidad de la agricultura de la Comisa e:n el vacuno, que en condiciones de mercado desfavorables se puede convertir en una elevada vulnerabilidad, es debida a que el 67% de las explotaciones y el 71 % de l margen bruto dependen de este ganado, en especial de la leche. Por el contrario otras actividades intensivas que podrían llegar a amortiguar el impacto de las limitaciones rerritoriales ele estas e;..-plotaciones tienen una presencia muy reducida: la hortofruticultu-
1 disminución lelnúmero ·explotaciones tá sobre todo ncentrada en ;de menor rnaño,por bajodelasS ctáreas -
ra y la ganade1ía imensiva ocupan sólo al -+% de las e,'1.-ploraciones, aportando el 10% del margen bruto.
De este modo, las e>..-ploraciones de la Comisa forman un grupo muy diferenciado del resto de España en términos de su ramai1o, así como en su 01ienración productiva, llegando a constituir incluso un conjunto singular en el conrexto ele la Unión Europea por su reducido tamai1o y su fuerte dependencia en las producciones del vacuno. Así, comparando su estructura productiva con las de las regiones limítrofes europeas, tienen sólo en común el reducido tamaño con el norte de Portugal, mienrras que difieren marcadamente con las regiones del arco atlántico francés, que tienen una mayor dimensión de las ei-.-plotaciones y diversificación productiva.
El apone de las ayudas directas del FEOGA en la renta de las e>..-plotaciones de la Comisa es muy limitado, recibiendo ran sólo el 3,5% de los fondos percibidos por España, con lo que la subvención por exploración equivale al 21 % de la media del país. Esto es debido no sólo a la 01iemación proclucriva, sino también a los problemas ligados a su gestión, a las limitaciones en el cobro ele p1imas del vacuno derivadas de la edad de los becerros y ele las superficies disponibles. Tampoco mejora este balance cuando se incluyen otras ayudas como las de acompañamiento de la reforma de 1992 o las indemnizaciones compensatorias de montafia (cuadro nº 2) . Esre bajo nivel de apoyo directo contrasta con el hecho de situarnos ante una ele las ag1iculturas con menor renta por ocupado, que equivale sólo al 42% de la media de la Unión Europea, reduciéndose hasta el 33% en el caso ele Galicia ..
El limitado impacto de los cambios estructurales en la agricultura gallega
En los últimos cuarenta años ha habido un proceso de ajuste relativamente fuerte y continuado, que ha ido ocurriendo con cierto retraso con relación al conjunro de la agricultura espafiola. Ha resultado en una baja elevada en el número de ocupados, pero ha tenido efectos reestrucruradores muy limitados con un incremenro reducido en el tamaño medio de las ei-.-plotaciones.
La población ocupada se ha reducido a la cuarta parte, pero se sitúa aún en el nivel más elevado de España, con el 18, 7% del total de los ocupados gallegos. En su evolución se pueden apreciar dos periodos diferenciados: el primero, que llega hasta mediados de los ochenta, con un ritmo medio de descenso del 2% anual, como resultado del éxodo rural; y el segundo, más intenso con el 5,6%, debido al envejecimienro provocado por la retirada de los estratos más jóvenes, que lleva a esperar que este descenso continúe en los próximos años, pudiendo lle-
79
vara problemas de falta relevo generacional en algunas comarcas.
Si nos basamos en la información de los censos agrarios de 1962 a 1989 y las encuestas de esm1cturas de 1987 a 1995, el descenso aparente en el número de exploraciones ha sido débil, equivalente al 0,6% anual, hasta finales de los ochenta con un ritmo muy por debajo del de disminución de la población ocupada, para elevarse posteriormente a niveles similares a los descensos ex-peri mentados en lapoblación. Su desarrollo real es probablemente más complejo, estando afectado por el propio proceso de desapa1ición de las eA.1Jlotaciones y por la metodología usada en su estimación. La desaparición de la e,,-p!otación es el resultado final de un proceso previo de reducción en el número y envejecimiento ele los ocupados, que va ocasionando una disminución de su actividad antes de llegar a su desaparición fisica, por lo que buena parre de las ex-plotaciones que están en un proceso gradual de desaparición pueden ser contabilizadas aún como explotaciones activas en los úlrimos censos.
Todo ello lleva a considerar que en el período de comienzos de los sesenta a mitad de lo- ochema se desencadena un proceso de reducción en el número de ocupados y de explotaciones, que tiene un ritmo relativamente reducido en sus índices e,xternos de descenso de población y de e>..1Jlotaciones, pero que altera ele modo intenso sus condiciones internas por el envejecimiento de los ocupados, debido a la emigración de los más jóvenes, con efectos en la reducción del relevo generacional y en un descenso progresivo en la actividad de las ex-plotaciones, que resulta en la fuerte elevación de las tasas ele descenso del número de ocupados y de desaparición ele explotaciones en los últimos años.
La disminución en el número de ei-.-plotaciones está sobre todo concentrada en las de menor tamaño por debajo de las 5 hectáreas de SAU, mienrras que
Tendencias y perspectivas
de las explotaciones familiares gallegas
Cuadro n24
EVOLUCIÓN DE LAS EXPLOTACIONES LECHERAS (1985-96)
Producción/explotación Concentrado
Las eA'"]Jloraciones de vacuno constiruyen el núcleo principal de la agticultura gallega , estando presente esta accividacl en el 73% de las exploraciones, sien-
Valores relativos (1985: 100) SAU (ha) (litros/explotación) (kg concentrado/litros leche)
do además la mientación productiva del 41 % de ellas que aport.:m el 59% del margen bruto total.
FUENTE. Barbeyto, 1998,
El proceso de modernización delas explotaciones de leche ha ocurrid.o en Galiciacon cierto retraso con relación incluso a las otras Comunidades Autónomas de la Cornisa
106,6 145, 1 155 ,5
aumenta 1igeramente el número de las que tienen más de 10 hectáreas , con saldos positivos debido al ingreso de ell.-ploraciones procedentes de los estratos inferiores .
El incremento en la superficie media ha sido de unas 3 hectáreas para el conjunto de Jos últimos cuaren ta años, situándose por debajo del potencialmente posible con relación a las tierras teóricamente liberadas en las exploraciones que reducen y cesan en su actividad, al darse una ligera reducción en la superficie disponible por el conjunto de las ell.'"]J loraciones censadas.
Paradój icamente, se ha dado una reducción en la superficie agtícola ú til cuando la rransformación ele la agriculrura tradicional y la disponibi lidad de la mecanización)' los fertilizames pem1iría la ampliación de la superficie ele cultivo con base a las tie1Tas dejadas anteriormente "a mon Le " para la provis ión ele materias fertilizantes y la cría del ganado ele trabajo .
Así, en términos globales se mantienen aproximadamente las superficies dedicadas a monte , ocupando las dos terceras parres del rerriwrio, aunque con cambios cualitativos importantes al pasar de un predominio ele los usos integrados en las e.x-ploraciones de pastoreo, esquilmos y leñas a su desintegración con la producción forestal, en general independiente de las exploraciones, o con su abandono, que resulta en masas dominadas por el matorral, abarcando respectivamente al 35 y al 2 7% ele la superficie rora!.
Así, e,"\iste un claro contraste entre los aprovechamientos y la capacidad potencial de uso del suelo en Gahcia, ya que mientras que el 51 % de los suelos son aptos para el cultivo (35% para el continuado y 16% para el ocasional) , la superficie agrícola úitil sigue quedando reducida al 31 % del toral (Sineiro, 1992).
Los cambios recientes en las explotaciones de vacuno
Tornamos como refereme para el análisis ele los cambios recientes a las ell.']J lotaciones ele vacuno, en especial las ele vacas de leche, en razón de su importancia y de la problemática experimentada por la aplicac"ión ele la política comunitaiia.
80
El proceso de modernización de las explotaciones de leche ha ocurrido en Galicia con cierto retraso con relación incluso a las otras Comunidades de la Cor-
nisa, desarrollándose en gran medida en los últimos vei_nte años en respuesta a un incremento en la demanda industrial, a Ja divulgación tecnológica y al estímulo ele ·unos nuevos programas de ayudas a las inversiones en foITTla de subvenciones más adaptados a las pequeñas exploraciones.
Este proceso de mejora incluye varios componentes que en general se van desarrollando en un período ele vatios años: la adquisición de ganado especializado, la mejora del establo e instalación del ordeiio y refrigeración de leche, la mecanización y ampliación de la superficie fon-ajera, que en buena parte se realiza por la roturación de monte.
El reflejo ele estos cambios ha sido una eA'"]Jansión en la producción de leche, que se ha incrementado a un ritmo medio del 2,9% en los últimos 15 años, de ah í las fuertes tensiones provocadas con Ja conringentación ele la producción, dado que su aplicación hubiese abortado en gran medida este proceso. La apl icación estricta de las cuotas se ha ido retrasando en el tiempo llegándose a una situación en la que la producción real supera en unas 350-400.000 toneladas la cuota disponible.
En los ai'ios ochenta hay una repuesta masiva a los programas de mejora de exploraciones, que llegan a acaparar el 49% del total de las solicirudes realizadas en España. A partir de 1989 se s ustituyen por p lanes de mejora ele explOLaciones con cofinanciación comunitaria, que son más selectivos y teóricamente no incluyen mejoras que conlleven un incremento de la producción, pero cuentan con un nivel más elevado de financiación. El 1itmo ele solicitudes se ha mantenido a un notable nivel de unas 2.300 ell.'"]Jloraciones por año (MAPA, 1990-98). El nivel real de inversiones parece aún más elevado comprendiendo al 24% de las eA'"]Jlotaciones en 1996 con unos 30.300 millones, que equivale al 28% ele la producción final de leche y carne de vacuno. Las inversiones están concentradas en la maquinaria, ganado y construcciones, que absorben el 81 % del toral, con un papel muy reducido en la adquisición de tienas, con el 11 %; al que se acerca incluso la compra de cuotas con el 8% (IGE, 1996,1998).
Los cambios en las ell.-plotaciones ele vacuno tienden a ser relativamente intensos, en especial el des-
1adro n9 5
XPLOTACIONES POR ESTRATOS DE TAMAÑO ECONÓMICO DE LA EXPLOTACIÓN (% SOBRE TOTAL, EXCEPTO PA
i\ LAS DOS ÚLTIMAS EN % SOBRE PERSONAS CON OTRA ACTIVIDAD Y TIEMPO DE DEDICACIÓN A LA EXPLOTACIÓN)
COMPOSICIÓN FUERZA TRABAJO TOTAL DE LA EXPLOTACIÓN
JDEs/ Número Personas con Personas con ?Xplotación explotaciones SAU MBT UTA Personas <50% explotaciones otra actividad
<4 74,9 43,9 35,4 63,1 71,0
4a8 15,0 24,3 23,6 20,5 16,9
8-16 8, 1 21,6 24,5 12,8 9,6
>=16 2,0 10,2 16,4 3,7 2,4
Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0
ILJENTE: encuesta de estructuras explotaciones 1995; INE, 1998.
s previsiones 1 descenso en número de plotaciones :orto-medio tz0están adas al de las plotaciones !l titular de ad avanzada e no cuentan 1sucesor -
. censo en su número a un ritmo anual del 4,6%, que se sitúa por encima del de las personas (FUENTE: IGE,
1998} La disminución afecta a la explotaciones de menos de 9 vacas, habiendo un incremento en las de mayor tamaño, pero las p1imeras siguen a equivaler al 74% del mral, aunque rengan sólo el 3-J.% del rebaño. Las previsiones del descenso en el número de ex-plotaciones a cono-medio plazo esrán ligadas al de las e.i..rplotaciones con titular de edad avanzada que no cueman con sucesor, que eran estimadas a comienzos de los años 90 en el 24% ele ellas (Sineiro, 1992).
Las exploraciones ele vacuno evidencian importantes limitaciones reniroriales, teniendo el 84% ele ellas una superficie ag1ícola útil inferior a 10 hectáreas, donde se pocltian considerar situadas las necesidades forrajeras para el mamenimiento de 20 vacas que venchían a mar ar un umbral ele viabilidad. Además, también están limitadas por la elevada parcelación, que sólo aparece solucionada en el 23% de las explotaciones incluidas en zonas de concentración parcelaria (lGE, 1998).
El aumento de la superficie uriHzacla por medio ele la roturación de superficies de monte a pastos ha siclo uno ele los elementos claves en la mejora de las explotaciones. Así, López Iglesias (1996) encornraba que el 40% ele las exploraciones habían roturado el 16% del monte del que disponían.
La mejora ele las ex-plotaciones siguió así una vía interna de e}..rpansión interna con un incremento de la superficie ag1ícola útil por roturación del monte, la mejora ele equipamientos, maquinaria y ganado, sin alterar apenas su dimensión renirorial llevando a una mayor intensificación con relación a la tierra y una dependencia progresivamente más elevada en los concenrraclos.
Así, en el período 1985-1996 las explotaciones ele leche incluidas los programas de gestión ruvieron
81
51,3 20,3
30,2 15,5
24,6 10,2
17,3 4,5
44,4 18,2
un incremento del 45% en su producción , que estuvo sobre todo basada en la intensificación y en un mayor aporre ele concenrraclos (cuadro nº 4).
El proceso ele reesm1cruración de las e;.,,rplotaciones viene limitado por el volumen y rirrno de liberación de tierras procedente de las ex-plotaciones que cesan o reducen su actividad, así como por el de su transferencia por venda o arrendamiento a las exploraciones que permanecen acúvas.
Las pérdidas netas ele este proceso son debidas a la retención de las tie1Tas que quedan abandonadas por sus propietarios o su destino a usos no agricolas como es su uso para la forestación o su urbanización (López Iglesias, 1996).
La causas de la reducida transferencia de la tierra liberada por las e.;•q:ilotaciones que reducen o cesan en su actividad han siclo abordadas por López lglesias (1996), que encontraba que sólo un 30% de las tie-1Tas libe.radas por una muesrra de e.x-plotaciones contribuían a la ampliación ele. la superficie de arras, quedando las restantes abandonadas y, en menor medida , dedicadas a usos forestales o urbanos.
Desde el lado de su aferra, las transferencias ele tienas entre exploraciones están limitadas por la baja disposición a la venta o anienclo por parre de sus propietarios, en especial de los agricultores de edad avanzada, mientras que la demanda por parre los potenciales agiiculrores solicitantes está limitada por su elevado precio , por las características demográficas de las exploraciones, por problemas de infraesrruccura como parcelación o caminos de acceso , así como por la competencia ejercida por arras usos alternativos de las tierras a la producción forestal o usos no agratios (López lglesias, 1996), que se ve favorecido por el hábitat disperso y la ausencia de una normativa efectiva en la ordenación de usos del suelo.
La mayor parre ele la superficie incorporada a otras
Tendencias y perspectivas
de las explotaciones familiares gallegas
Cuadro n2 6 de esa reducida respuesta el bajo cono
PERSONAS CON OTRA ACTIVIDAD EN EXPLOTACIONES DE VACUNO (1996) cimiento del programa y diversos prob lemas o reparos al mismo, siendo entre és tos los principales la dificultad de intermediación para encontrar un posi
(% SOBRE TOTAL PERSONAS, EXCLUIDAS LOS PENSIONSITAS)
En explotaciones por nº de vacas ble receptor con casi el 30% de respues-Total personas de 1a4 de 5 a 9 Más de 10 tas, la cesión de las tierras y el importe de
las compensaciones, ambas en el en tor-Otra actividad ( %)
Total (miles)
FUENTE:! IGE, @98,
Cuadro n2 7
23,4
281, 1
29,0
140,5
22,5
62,9
15,0
77,6
EXPLOTACIONES DE VACUNO CON AL MENOS UN MIEMBRO CON OTRA ACTIVIDAD O CON PENSIÓN (1996)
ex
Con otra actividad
Pensionistas
Total (miles)
FUENTE; IGE, 1998.
Total % según nº de vacas lotaciones de 1a4 de5a9 Más de 10
38,8 41,5 41,6 31,4
69,4 74,2 63,8 65,5
86,4 44,1 19,9 22,4
e1'-ploraciones es medi.ante cesiones en precario sin acuerdo por esc1ito y con la posibilidad de ser recuperada por el propietario en cualquier momento.
Sólo una pequeña parre de las explotaciones están afectadas por las transferencias de tierra; así, en el período 1992-94 tan sólo el 15% de las eA'Ploraciones incrementaban su superficie., mientras que otro 6% la reducía, pennaneciendo el resto de ellas sin cambios, habiendo un saldo positivo muy reducido equivalente al 2% de la superficie toral de las explotaciones de vacuno (IGE, 1996).
Con relación a este problema de. transferencia de tierras interesa re.visar el efecto de dos programas comunitmios: el cese anticipado y fa forestación de tietTas agrarias.
El programa ele ce.se anticipado ha te.nido un desatTollo muy escaso en Galicia, con poco más de 315 beneficiarios en el periodo 1990-96, mientras que Asturias tenía en términos relativos un nivel de respuesra casi veinte veces superior a Gallcia, con relación al número de titulares en el estrato de. edad de. la prejubilación. Esre re.ducidísimo número de beneficimios del programa en Galicia viene a equivaler al 0,8% de los potenciales ti tulares que cumplían con los requisitos del mismo y al 0,9 por mi.l de los existentes con ese estrato de edades en e.1 censo ele 1989. En un estudio realizado en 1992 se identifican como causas
82
no del 15%, y los problemas ele herencia del tirular con el 6% ele las respuestas.
El programa de forestac ión, que fuera concebi.do corno una vía de compensación al ajuste de precios y al control de la producción en la reforma de 1992, ha sido desvirruado en su aplicación práctica en Galicia. Ello es debido a varios motivos: la ausencia de lim itaciones para la realización de esas plantacion es sobre cualquier tierra de cultivo o pastos , el elevado nivel de subvención que compensa o incluso supera el coste de los trabajos realizados, la aceptación de su ejecución por empresas que realizan los trabajos a cambio del cobro directo de la subvención, el uso mayOLitario de especies de ciclo cono en especial eucalipto y pinos, la falta de aplicación efectiva de las medidas agroambientales.
El desarrollo de este programa ha venido a ampliar la competencia por las rie tTas potencialmente liberadas por la reducción ele actividad o cese de explotaciones, reduciendo la oferta por parte de sus propietari.os no sólo para la venta, si.no para también para las cesiones informales , al primar la retención ele las tiemis por sus actuales propietari.os con la e.'\-pecrativa, sobre rodo a medio plazo, del aprovechamiento ele las plantaciones realizadas con especies ele ciclo corto, en especial el eucalipto .
Además, crea problemas ele dispu tas por el efecto del arbolado sobre los terrenos colindantes de cultivo y es contradicrmio con la situación de la agricultura gallega con una superficie agrícola úril ya muy limitada. Al contrario que para los otros dos programas ele acompañamiento, de cese anticipado y medidas agroambientales, donde la participación de Galicia era muy reducida, en este caso los beneficiarios gallegos equivalen al 23,3% del toral nacional (MAPA, 1998).
El delicado encaje de las pequeñas explotaciones
El grupo de explotaciones que podrían proporcionar rentas familiares que les permitiera depender en exclusiva o principalmente de la agricultura, que se si tuaba al comienzo de esre artículo por encima de. 8 UDEs, queda en Galicia reducido al 10% ele ellas
tyuna !lyoríade plotaciones nuna nensiónmuy queñaque ecisandel mplemento de ~singresos
rala elevación unas rentas rariasmuy lucidas -
según la encuesta de estructuras de 1995, que puede estar algo infravalorada debido a la base ele precios usados para su cálculo.
En el otro e,xtremo hay una mayoría ele explotaciones con una dimensión muy pequeña que precisan del complemento ele otros ingresos para la elevación ele unas remas agrarias muy reducidas: el 75% tienen menos ele 4 UDEs (800 .000 pesetas) y otro 15%, entre 4 y 8 UDEs. En estas pequeñas explotaciones es tá el 88% ele las personas, ele las que el 43% tienen una ocupación secundaria en la explotación en términos ele tiempo ele trabajo, de las que menos de la mitad tienen orra actividad remunerada fuera de la explotación (cuadro nº 5).
La situación actual y las condiciones de entorno ele la agricultura gallega, teniendo en cuenta la evolución de sus esrrucruras en los últimos años y la evolución global de su economía, así como las limitaciones productivas derivadas de la PAC, no llevan a esperar unas alteraciones importantes en su estructura productiva en el cono y medio p lazo. Y esto es así analizado desde diversos puntos ele vista: económico, porque el 41 % del margen bruto total es aportado por las pequeñas e11.1Jlotaciones de menos de 8 UD Es; ele gestión del tenitorio, porocupar el 68% de la SAU; y por cuestiones del empleo, por contener al 88% de los agricultores y por la reducida capacidad de. creación ele empleo de la economía regional.
Ello supone un encaje delicado que genera problemas en la evolución de las esm1cruras y organización ele la producción, que precisa ele medidas y estímulos especí.ficos que no pueden ser abordadas en este análisis más general. No parece correcta la posición de los que simplemente están aguardando por una desaparición masiva ele estas pequeñas exploraciones, que al menos parece muy improbable que se produzca en el medio plazo.
Las oportunidades de rrabajo en el medio rural gallego son muy limitadas, lo que lleva a que exista un fuerte desfase entre las personas que tienen una dedicación parcial a la explotación en tiempo de trabajo y las que tienen una actividad remunerada, que en las pequeíias e,xp lotaciones ele menos ele 8 UDEs comprende al 25% ele las personas, aunque en parre también puede estar afectado por la presencia de una proporción elevada ele pensionistas parte ele los cuales sólo trabajan a tiempo parcial. Por eso se les ha e,xcluido en las exploraciones ele vacuno para el cómputo de las personas con otra actividad, que no ll egan al 30% ni en las e.x.--plotaciones más pequeñas (cuadro nº 6).
Las bajas oporrunidacles de trabajo en el medio rural también parecen indicarse en un estudio limitado a la provincia de A Coruña, tanto por la estructura secto tial e,xistente en los miembros de las explotaciones con orra actividad con el 42% de los activos en
83
la consrrucción, el 32% en la industria y el 18% en los ser.~cios, como por su siruación profesional, siendo profesional el 57% asalariados eventuales y el 15%, autónomos; con sólo el 28% como asalariados fijos.
Desde el punto de vista de las remas de las e>..-ploraciones , interesa conside rar aqué llas que tienen algún miembro que recibe orros ingresos derivados de la realización de una actividad lucrativa fuera de la explotación o de la percepción ele una pensión (cuadro nº 7) . El 69% riene al menos un pensionista, superando en 30 puntos a las que tienen alguna persona con orra acth~dad. De ahí que , dado que este margen no parece que llegue a compensarse por la diferencia en retrLbuciones entre los salarios y pensiones percibidas, teniendo en cuenta los sectores ele actividad y las situaciones profesionales ames citadas, puede estimarse que las aportaciones de las pensiones son un complemento ele rentas globalmeme más importante que los ingresos procedenres de otras actividades en las e,'qJlotaciones gallegas, llegando a aportar un vo lumen de ingresos superior a los cletivados ele la actividad ganadera en las e>.1Jlotaciones más pequeiias de menos ele 4 vacas. e
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Agricultura Ecológica en Anct. rucía: "Salud para la vida, vida para el f'utur. '~
\.gricultura, medio ambiente r desarrollo rural
PEDRO tUIZ AVILÉS
C.<.·1 1t1 o de m w.t1gac1ó11 y f orma ió11
Agrana de la omejcría de
Agncult11ra y H:sca de /.u junta de
A11do/ucíu
e uriosamenre, uno de los primeros documentos ele la Unión Europea que aborda la relación entre medio ambiente y agricultura data de 1975 y se refiere a las zonas de
montaña y desfavorecidas (1). Como es conocido, trataba de hacer [reme a la problemárica de las zonas rnrales más frágiles estimulando su acriviclacl económica, y al mismo riempo, que1iendo promover una agricu ltura respetuosa con el medio ambienre y la conservación ele sus recursos pacrimoniales.
Pero aún habrían de rranscurrir más ele 10 años para que esta interacción ag1iculrura-medio ambiente fuese oficialmente reconocida. Concretamente, en el Acta Única Europea (1987) y en el posrerior reglamento (2078/ 92) , anticipándose, en el p1imer caso, a lo que ya demandaría el documento comunitario sobre "El Fururo del Mundo Rural" (1988).y la Cumbre de la Tierra (1992) en la Agenda 21 a escala universal.
Desde este momento , la que era una roma de conciencia por parte de algunos ámbitos intelectuales o de grupos de opinión pasa a ser objeto de la preocupación institucional y polírica.
Los agricultores europeos , también habrán de connibuir a preservar su medio rural, garantizando, como afirma el infonne BRUNTLAND ele la ONU, su trans-
85
misión en buenas condiciones a las generaciones fururas, y a la vez favorecer y estimular prácticas agrarias que contribuyan un buen uso y disfrute del mismo. En especial para actividades de ocio y turismo rural.
Este es el contexto en el que Jos Estados dela UE han comenzado a gestar y aplicar medidas agroambiemales y otras acciones e insrrumentos conexos. Aunque el volumen financiero y el nivel de sensibilización y concienciación sea cliferenre según los países lo cierto es que la presión social juega a favor de su promoción y exrensión. Y así está sucediendo también en España y en el caso parricular de Andalucía.
La PAC y el desarrollo sostenible
Con la puesta en vigor del Acta Única (1992) es cuando comienza verdaderamente la "Política Común de Acción hacia un Desarrollo Sostenible". En ella se instaba a los Estados miembros a incorporar obligaciones de respeto medioambiental en rodas sus políticas. Por eso, en la reforma de la PAC de 1992 ya se introdujeron objetivos medioambientales (ver cuadro nº 1), concretados en el ya citado Reglamento (CEE)2078/ 92 .
Agricultura, medio ambiente
y desauollo rural
Cuadro n2 1
OBJETIVOS MEDIOAMBIENTALES DE LA PAC DE 1992
• Mantenimiento de los procesos indispensables de la agricultura que conduzcan
a un desarrollo duradero del medio rural.
• Conservación de los recursos hfdricos.
• Protección de los suelos y preservación de los recursos genéticos.
• Reducir la utilización de productos químicos en la agricu ltura.
• lmgulsar prªcticas de gestión medioambiental compatibles con las exigencias
de un desarrollo duradero.
• Preservar la biodiversidad y los hábitats naturales.
• Minimizar los riesgos naturales.
• Adoptar las medidas agroambientales, de forestación y reforestación para tierras
agrarias.
voluntad de la UE en aplicar lo que, con frecuencia y con excesiva ampulosidad desea estimular. Y es mucho, según muestra el cuadro nº 2, elaborado partiendo de un informe de la propia Comisión Europea.
En el V Programa Comunitario de Medio Ambiente, en vigor desde 1992 y revisado en 1998, se incluyen remas que incumben, o también conciernen , al sector agrario y alimentario (ver cuadro nº 3).
Además hay otros aspectos para-agrarios que se plantean a los 15 Estados actuales de la UE y también a los futuros miembros:
• Evaluar los impactos ambientales de medidas y proyectos de mejora o modernización
de infraestructuras estructuras agrarias o desarrollo rural.
- Ejecución de los acuerdos de las cumbres de Kyoro (1997) y Buenos Aires (1 998) sobre el Cambio Climático.
•Incentivar tos métodos agrícolas compatib les con el medio ambiente, la agricultura
ecológica y las tecnologías blandas en la producción agraria y de alimentos. - Tratamiento específico de los
problemas de acidificac ión y contaminación de suelo y atmósfera , con especial referencia al tema de los ni traros en las aguas y el "efec-
Hasta al menos el año2010vaa continuar el proceso de urbanización y crecimiento sostenido de la UE; lo que sin duda tiene incidencia en su demanda de alimentos
Es España funcio nan ya cuatro medidas horizontales o ele carácter genérico:
H 1. Exrensi llcación ele cultivos en zonas agrícolas. I-12. formación ele técnicos y agricul tores en el co
nocimiento y la aplicación ele técnicas comparibles con el medio ambiente.
rD. Conservación ele razas autóctonas en peligro de extinción.
H4. Fomento de la agriculrura ecológica. Hay varias medidas de üpo vertical de entre las que
destacaremos dos: l.Hégimen de ayudas para agricultores de las Zo
nas de Especial Protección para las Aves (ZEPAs) y ele las áreas de influencia ele humedales acogidos al Convenio MMSAR.
2 .Ayudas a acciones a aplicar en la zona de inlluencia del Parque Nacional ele Doñana (SevillaHuelva).
Otras medidas conocidas como zonales referidas en este caso a Andalucía serán objeto de comenra1io posterior.
Desde el año 1993, con l<J aplicación del reglamento 2078/ 92 , resulta obligatoria la roma en consideración ele estas medidas y, también , garanüzar la evaluación ele su incidencia medioambiental, agraria y socioeconómica. Cierro es que, al regir en su aplicación los principios ele cofinanciación y de subsidiariedad por parre de los Gobiernos , - y en España también ele las regiones- están surgiendo diferencias en su puesta en práctica y poniendo en evidencia la
86
ro invernadero ''. -Afrontar el tema del empobrecimiento de los re
cursos naturales y la disminución biológica del espacio europeo.
- Encarar el asumo del depósito, almacenamiento y tratamiento de residuos conraminanres o peligrosos.
- Abordar con más decisión los aspectos de sanidad y salubridad alimentaria, y el uso de productos nocivos para los seres vivos .
En la Cumbre ele Card iff (1998) se elaboraron propuestas y recomendaciones al Consejo de Ministros, el Parlamento y la Comisión Europea a fin de que dieran cumplimiento al artículo V1 (reformado) del Tratado ele la Unión.
A este respecto , los instrumentos con que la UE cuerna o se ha dorado recientemente figuran en el cuadro nº 4.
La Agenda 2000 y el medio ambiente
Según dive rsos estudios de prospectiva, hasra al menos el año 2010 va a continuar el proceso ele urbanización y crecimiento sostenido ele la UE; lo que sin duela tiene incidencia en su demanda ele alin1enros, en los patrones ele consumo y, por supuesto, en las políticas de clesatTOllo rural. En el infom1e sobre las nuevas mientaciones de la PAC y la ampliación al Este (Agenda 2000) se menciona la necesidad ele reforzar las ayudas estructurales ligadas a la protección
uadro n2 2
~TEGRACIÓN DEL MEDIO AMBIENTE EN LA POLÍTICA RURAL
1. ¿En materia de medio ambiente es un área especial?
• Zonas de protección especial: aplicación de directivas concernientes a las aves salvajes, la
conservación de los hábitats naturales y la fauna y flora silvestre: Natura 2000, hábitats, Ll
FE, ZEPA, etc.
Ítem más, las polí ticas agroambientales es de esperar que reciban un mayor impulso si, como es de prever, en la discusión de la "Ronda del Milenio" en el seno de la Organización Mundial de Comercio surgen nuevas objeciones a las ayudas direc tas a la producción agraria. Lo cier ro es que, al día de hoy, aírn represeman menos del 4% de rodas las ayudas ges tionadas por el FEOGA-Garantía y, por consiguiente, exis re un amplio margen para poder aumem ar su cuantía.
• Zona vulnerable: directiva relativa a los nitratos en suelos y aguas.
• Zona de montaña o desfavorecida.
• Zona incluida en un objetivo de desarrollo reg ional o rural: 1 y 5b.
• ldem. incluida por una acción agroambiental zonal: R(CEE)2078/92.
~-¿Qué factores medioambientales deben contemplarse?
• Respeto de los recursos naturales.
•Elección de pesticidas adecuados (D. 91/414/CEE)
• Respeto de las reg las en retirada de tierras.
• Respeto de las normas concernientes a las explotaciones ganaderas intensivas.
Con esta nueva orientación ambien ra]is ta se intenta, asimismo , dar un giro positivo a las relaciones em re agricul tura y sociedad . Y en es te semido, la Ley ele O rien-
•Adopción de topes máximos en la aplicación de abonos (directiva de los nitratos). tación Agraria recién aprobada en Francia avanzarla en esa dirección estableciendo la posibilidad de li-· Valores máximos de lodos de depuración.
l. ¿Qué puedo hacer por el medio ambiente?
Extensificación: R(CEE)2078/92.
Agricultura ecológica: R(CEE)2092/91 y 2078/92.
Preservación de la biodiversidad y los recursos naturales (R2078/92).
Gestión de espacios naturales: R(CEE)2078/92.
Medidas de reducción de impactos. Directiva 85/337/CE (Rev. 1993)
. ¿Qué otras medidas son aplicables?
Normas sobre calidad y denominaciones de origen.
Reg lamento sobre mejora de estructuras agrarias: R(CEE)950/97 (Decreto 204).
Reg lamento de coordinación de fondos estructurales: R(CEE)2052/88 y 4256/88.
Ayudas para formación profesional: R(CEE)4255/88.
Iniciativas LEADER 11 , ADAPT, INTERREG.
Ayudas para la adopción de buenas prácticas agrarias: R(CEE)2078/92.
JENTE: Elaboración a partir de Com1slón Europea (1998) DGVI "Search far Europe".
y conservación del medio ambiente, a la calidad, san idad y salubridad ele los proclucros agra1i os y alimentarios, a la realización de buenas prác ücas ligadas a esas obligaciones (en especial, en las áreas rurales más frágiles), a la irnegrac ión de todas esas acciones en las OCMs y las políricas ele desarrollo rural. Así se da contenido al mandato de la denominada Declaración de Cork (Irlanda) del oroiio de 1997 (cuadro nº 5).
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gar las ayudas direc tas a un conrraro agticultor-Administración en el que el primero se comprometería, entre a rras cosas, a ap licar en su exploración (y qu izá en su enromo) prácticas respetuosas con el patrimonio rura l. Lo mismo cabe afirmar ele la propuesta de la Agenda 2000 de modular las ayudas en fun ción de las responsabilidades medioambie ntales asumidas.
Restan por aclarar, sin embargo, numerosas cuestiones importantes entre las que cabe citar las vi nculadas a los comprom isos de ecocondicionalidad, una mejo r p recisión de los cód~gos de "buenas prácticas" e itinerarios [écnicos, las modalidades ele participación , y de compromiso, de las diversas ins tituciones y grupos de inte rés, la apl.icación del principio de subsidi.a riedad , garantías para minimizar el tra ta discrim in arnrio entre
productores por la vía de la renacionalización de estas ayudas, etc.
Aplicación de las medidas agroambient:ales en Andalucía
Su puesta en marcha data del año 1996 e incluso más tarde y, por ranto, la opinión sobre su aplicación resulta aún preliminar al carecerse de sufi ciente pers-
Agiicultura, medio ambiente
y desarrollo rural
Cuadro n2 3
CONTENIDO DEL V PROGRAMA COMUNITARIO DE MEDIO AMBIENTE
Abordar de manera decidida estos temas:
• El Cambio Climático y la ejecución de los acuerdos al respecto derivados de las cumbres
de Kioto (1997) y Buenos Aires ( 1998).
• La acidificación y contaminac ión del suelo y la atmósfera .
• El empobrecimiento de los recursos naturales y la diversidad biológica del espacio europeo.
• Degi:ad~c ión d 1 mec;J io urbano.
• Deterioro de las zonas costeras y algunos entornos insulares.
• Un problema no resuelto: el depósito y almacenaje de residuos. ~~~~~~~~~·-·
• Evaluar la incidencia de las redes de comunicación y de transporte.
• Incidir en los aspectos de sanidad y salubridad, y el consumo alimentario y de productos
en el hogar y la construcción.
Cuadro n2 4
INSTRUMENTOS DE LA UNIÓN EUROPEA EN MATERIA DE MEDIO AMBIENTE
• El PROGRAMA LIFE con tres líneas de acción
• LI FE-Medlo Ambiente: l+D en industria , D+A.T. a municipios y en la adopción de legislación
comunitaria.
• LIFE-Naturaleza: hábitats y fauna y flora silvestre.
• LI FE-Terceros Países: En 1997 priontaria la Cuenca Mediterránea.
• Apoyo a actividades de Información y Sensibilización: "Bandera Azul'', Premios Europeos,
Conferencias Nat-Tour.
• Ayudas a ONG(s) preocupadas por el medio ambiente.
• Programas Educación-Medio Ambiente.
• Protección Civil y Lucha Contra Emergencias Ecológicas.
• Fondos de Cohesión y su aplicación a polfticas de infraestructuras y medioambiente.
• Incorporación del tema medioambiental en otras iniciativas y políticas: FEDER, FSE, FEO
GA, IFOP, LEADER 11 , INTERREG , ADAPT, BEi, Planes de Desarrollo Regional, etc.
a comarcas con bajos rendimientos agrícolas: Los Pedroches (Córdoba), A.ndévalo y La Sie1Ta (Huelva) y Huéscar (Granada) .
En Fomento de la Formación Ambiental se han benefi ciado 13 organizaciones, destacando la Confederación de Cooperativas Agrarias (CCAAE y, an tes FAECA), UAGA y UPA. Durante el trienio 1996-98 se han invertido 615 millones y por estas cursos pasaron 30.000 alumnos, principalmente agiicultores y estudiantes de ramas agra1ias. Además la Conseje1ía de Agricultura a través de sus servicios fon.nativos se han realizado 7 cursos de form ación para aprmdmadameme 200 monitores agroambientales.
En la Medida de Conservación de Razas Autóc tonas se ha actuado especialmente en estas razas:
- En caprino: payoya y blanca serrana.
- En ovino: merino de Grazale-ma.
- En bovi no: mos trenca, berrendas en negro y en colorado y p~ju na.
Pese al con o tiempo de su entrada en vigor se ha conseguido ya la creación de siete Asociaciones de Defensa de Razas AU[óctonas .
En cuanto a la medida H4 de Fomento de la Agricultura Ecológica, hasta finales de 1998 se han acogido l. 768 apicultores andaluces con casi 40.000 hectáreas (el
21,5% del toral) recibiendo algo más de 1.000 mi llones de pesetas durante 1996-98. c
abe mencionar como cultivos el olivar (casi la mi tad), el viñedo, los pastos y la dehesa, sobresaliendo como comarca de aplicación Los Pedroches.
pectiva para emitir un diagnóstico riguroso sobre su posibl.e impacto ambiental y socioeconómico. No obstante, ya hay algunas pistas que permiten apreciar el esfuerzo emprendido.
La medida Hl ele Fomento de la Ag1iculrura Extensiva, ha amparado en Andalucía a 16.000 y a 23 .000 hectáreas, respectivamente, en 1996y 1997. Geográficamente, como era esperable -aunque para algunos ámbitos también es discutible-, ha afectado
En total, el importe de la aplicación en Andalucía ele estas cinco medidas ha superado ligeramente en el trienio 1996-98 los 1.500 millones ele pesetas . Sin duela, lejos del más de medio billón ele pesetas que percibe en ayudas a las rentas la agricultura andaluza.
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Por otra parte, en Andalucía hay ya aprobados cinco programas regionales, que abarcan los siguientes aspectos:
llimporte de l aplicación en mdalucía de las tedidas groambientales a superado geramente neltrienio 996-98105 .500 millones de e setas
Cuadro n2 5
ALGUNOS ASPECTOS MEDIOAMBIENTALES DESTACABLES DE LA AGENDA 2000
1. En políticas agrarias y de desarrollo rural
• Ligazón o subordinación de ayudas a sostén de precios y mercados a criterios ambientales.
• Apoyo a la extensificación, agricultura ecológica, denominaciones de calidad, sanidad y salubridad ali-
mentaria y al bienestar animal.
• Reorientación de los programas de desarrollo rural hacia más énfasis ambiental.
• Exigencia de compatibilidad (o de impacto) a todos los proyectos dEi desarrollo: regionales, rurales, etc.
• Compensaciones especiales a las zonas de montaña y/o desfavorecidas. Criterios medioambientales en
las OCMs.
• Mayores fondos para medidas horizonta les y verticales, agroambientales e inclusión en los programas de
desarrol lo rural.
• Puesta a punto de indicadores de evaluación sobre la aplicación de orientaciones medioambientales en
todas esas medidas e iniciativas.
2. En las políticas regionales y de cohesión
• Todos los Fondos Estructurales Europeos (FSE, FEDER, FEOGA-0 y de Cohesión) tendrán como meta un
desarrollo duradero con equidad social.
• Se podrá aumentar (como en el LEADER 11) el volumen o el porcentaje de coflnanciación de programas o
medidas que contribuyan a la protección o conservación del medio rural.
• Los Planes de Desarrollo Regional y los de Desarrollo Rural serán evaluados previamente bajo el punto
de vista medioambiental.
• Los proyectos de inversión con más de 50 millones de euros contendr;:!in un detallado análisis de Impacto.
• Invitación a la participación en los Programas de Desarrollo Regional (y Rural) a las ONG(s) y movimien
tos sociales medioambientales.
3. La ampliación al Este y la cooperación internacional
• Los países candidatos (PEGOS) habrán de asumir el acervo comunitario en M.A.
• Selección prioritaria de sus programas de inversiones o de modernización de su administración que in
cluyan propuestas en medio ambiente.
• Incremento de los recursos a programas de cooperación internacional de la UE: PHARE, ISPA, MEDA,
Fondos al Desarrollo Agrario, etc.
• Cumplimiento a compromisos de la U.E.: Cambio Climático, reducción del Efecto Invernadero (2008-
2012), incremento del consumo de energías renovables, eliminación de gases contaminantes, etc.
• Cooperación (o exigencia) Internacional para que todos los países adopten normas de respeto al Medio
Ambiente.
1. Lucha cono-a la erosi ón en el olivar, con cerca
de 8.000 solicitudes y que pensamos será el verdadero banco de pruebas sobre la volumad de las tres
administraciones (autón oma, estatal y comuni raria)
en apostar por es tas medidas contracmales. 2. O tra medida es el [omento de l a conservación
ele la dehesa a gesti onar conjuntamente con M edio
Ambiente.
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- Primas para la Apicultura trashumante.
-Apoyo al cultivo de la ca frn de azúcar. - Ayudas al sec tor de la uva pasa en la A,xarquía
(M álaga) .
Partiendo ele estos resultados - poco significativos
como se ha dicho- y el seguimiento que venimos ha
ciendo a través de cursos formativos y visitas de cam
po , realizados en el marco de un proyecto el e I +O re-
Ag1icultura, medio ambiente
y desarrollo nlral
Espacialmente, la aplicación del programa agroambiental ha
1 sido desigual, sibienlos territorios más beneficiados han sido algunas de las comarcas andaluzas ambientalmente más frágiles
gional, seguidamente esbozamos algunas ideas sobre las tendencias observadas sobre la aplicación de las medidas agroambientalcs.
Espacialmente, la aplicación ha sido desigual , si bien los terrimrios más beneficiados han sido, como se deseaba, algunas de las comarcas andaluzas ambientalmente más frágiles: las de montaña y de inferior productividad agrícola ..
En el aspecm temporal, parece necesaria una adecuación mejor a los objetivos pretendidos y a las caracteristicas de los solicitantes. Medidas como la saLinización ele suelos, la protección de las aguas, la pérdida de la biocliversiclacl, etc. tienen un horizome ele valoración ele su aplicación insuficiente. Por el contrario otras relacionadas con la exrensificación o el abandono de tierras se han revelado como demasiado rigurosas en cuanto a Las obligaciones asumibles por los agriculmres.
Considerando la dimensión monetaria, la may01ía de los entrevistados Lamenta la escasa cuantía asignada. Lo que aparece relacionado con la aplicación del principio de subsidiariedael y el poder económico de cada Estado en la U.E., y que no privilegiaría a las zonas más necesitadas. En el Reino Unido se han percibido 159 euros/hectárea ele SAU como medida en 1997 y 13,5 en Alemania por sólo 1,2 euros/hectárea de SAU en España.
En cuanto a Las características de los beneficiarios, se han detectado dificultades en los requisitos a cumplir por parre ele los potenciales solicitantes: ser titular de una eA-plotación, condición de profesional ele la agricultura. Lncluso en la medida de [omento de
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agricultura ecológica son penalizados con menor subvención aquellos agricultores que ya eran ecológicos antes ele comenzar a aplicarse aquella.
Muchos ag1icultores son renuentes a aceptar una pérdida en sus ingresos a corto plazo por disminución de los rendimientos si además sus rentas como consecuencia ele las reformas de las organizaciones de mexcado se hayan en disminución, y como ponen ele manifiesto los propios informes de la Comisión Europea.
En los componentes institucional y social está avanzándose significarivamenre en lo que respecta a la concienciación de los agricultores y otros co lec tivos sociales del medio rural y en la sensibilización de toda la sociedad. En ésta los nuevos movimiemos socia les y los medios de comuni.cación han desempeñado un gran papel.
Por el contrario, aún se perciben carencias ele infonnación sobre las características ele estas ayudas y la consecución ele las certificaciones precisas. También han aparecido algunos desajustes, en parte ya subsanados, a la hora de responsabilizar a la administración autonómica y a las OPAS de las actividades íormativas sin que estas contaran con las c01Tespondientcs infraesrructuras en func ionamiento. lgualmeme el seguimiento administrativo de la aplicación es[á resultando demasiado oneroso con respecto a la cuanóa económica asignada globalmente y por beneficiario.
En lo referente a la normaüva en sí el juicio es ambivalente . Se valora su necesidad y oponunidad pero también se reivindica una mayor L1exibilidad y adaptación a las caracte.Jisricas de cada tenitorio: no es lo mismo la agricultura-tipo del Norte que la del Sur ele Europa. Por otro lado habría que trab~jar más en la definición ele indicadores - y no sólo técnicos, también económicos y sociales- que den una visión más integrada del e.srado de la naturaleza, ligándolos a la producción de hábitats , paisajes o ecosistemas, La generación de actividades ligadas al ocio y el turismo rural, etc.
Conclusiones
El tema ele la conservación y protección de nuestro panimonio rural, y en particular del medio ambiente, trasctende lo que hasta hace poco era un objeto material o volumarista para pasar a ser una obligación, una exigencia , que a rodas concierne. La sociedad en general y, entTe ella Los ag1i.cultores, sus
rumerosas áreas urales españolas ·andaluzas ozan aún de una osición rivilegiada nmateria e calidad e su entorno
organizaciones profesionales y el resto ele la población rural soy consciernes ele la importancia ele la rarea y de los impactos o exremaliclacles -negativas y positivas- ele la actividad humana sobre el enromo . Numerosas áreas rurales españolas y andaluzas gozan aún de una posición privilegiada en mare1ia de calidad ele su enromo, y por ramo para el ejercicio en él de múltiples Funciones ambientales y/o actividades productivas y generadoras de bienes y servicios.
Si bien hemos p1i01izado en el análisis, como cotTesponde, las acciones en mare1ia de políticas agroambienrales y de desarrollo rural es evidente que éstas son inrerdependiemes; e interaccionen con otras en la construcción de un compromiso medioambiental, parre funclamemal en la consecución de un desatTol!o duradero del mundo mral.
Acrualmeme, en los ámbitos cienúficos y técnicos, abundan los métodos de valoración de preferencia sociales (precios hedónicos), de la disposición a pagar por los individuos, o la sociedad, por utilizar, o mantener una especie o recurso ambiental en vías de extinción , por ejemplo. Aumentan igualmente los cludadanos adeptos a movimientos socia les y grupos de interés rei\indicativos y creciemememe preocupados por los recursos, renovables y no renovables,
del planeta. Esw ha contribuido a darle un tratamiento pluridisciplinar a la problemática y, también, a la generación de oportunidades benéficas de empleo en la gestión de estos activos .
La puesta a punto del contrato medioambiental (o integral) Estado (o región) -agricultores, al quepodrían aplicarse fondos ahorrados con la modulación de las ayudas agrarias- puede ser el instrumento capaz de legitimar, dar contenido y reforzar a la secular relación simbiótica Agriculrura-Naruraleza; y la vía para conseguir ese anhelado pacto social común a favor de la vi.da en la tierra. La nuestra y la de las generaciones sucesivas, humanas y no humanas.
Y bajo esta perspectiva es como hemos de justificar socialmente el apoyo económico que recibimos. Un modo de alterar en positivo el conocido pti.ncipio polucionador-pagador por el lema más positivo "el que conserva cobra " que incorporábamos al documentos Bases para un Plan de Desarro llo Andaluz". No son, no somos, ganaderos y agricultores, protagonistas negativos en la responsabilidad de la protección del sistema ambiental, sino destacados contribuyenres en esta tarea. Función que, acertadamente, se nos reconoce ya en la gran mayoría de los ámbitos de decisión . e
1EBNANDOE. GARBIDO
/E A Lte Anda/u íd
CSI . Ccínlobr1 .
Medida~; agroambientales: . ,, una opc1on para la agricultura familiar
Es un hecho que un nuevo discurso sobre la pluri[uncionalidad ele la agricultura y los espacios rurales ha acabado imponiéndose corno discurso dominante en la Unión Euro
pea en este final del milenio. Dentro de ese discurso ocupa un lugar preferente el apoyo a la introducción de métodos de clesaITollo sostenible en las prácticas agiícolas y ganaderas para hacerlas más respetuosas con el medio ambiente, tal como quedó reflejado en las medidas ele acompañamiento ele la reforma ele la PAC ele 1992 -concretamente, en el R(CEE) 2078/ 92 que regula el programa agroambiental- y más recientemente en la Agenda 2000.
En este artículo se propondrá, en p1imer lugar, un sencillo marco analítico para explicar las actitudes ele los agricultores respecto a las medidas agroambi.entales y, en segundo lugar, se intentará aplicar dicho marco al caso de los agiicultura española, analizando las implicaciones de la nueva polícica agroambiental para la agricultura familiar.
Marco analítico
Diversas investigaciones (Costabeber, 1998; Ganido, 1999) han puesto de manifiesto que, en las actitudes de los agricultores ante el programa agroarnbiental, intervienen una gran diversidad de factores, que pueden agruparse en las siguientes tres dimensiones: económica, social y ambiental.
1. De acuerdo con la dimensión económica, se!Ían las dificultades que encuenmm los agricultores para seguir el titmo marcado por los avances tecnológicos y
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la dinámica de la cornpeticiviclad -dentro ele lo que suele denominarse la "espiral de la producción" (rreadmill of production)- las que podrían explicar la opción por unas prácticas agrarias altemativas más resperuosas con el medio ambiente. La adopción ele estos nuevos estilos de agricu ltu ra estaría motivada por la búsqueda de una reducción de costes económicos (por ejemplo, en el uso de inputs) en las explotaciones; porque ven en ello la posibilidad de ser más competitivos en nuevos mercados que priman la calidad, la sanidad alimentaria o el origen ecológico ele los proclucros; o simplemente por la ayuda económica que reciben de l programa como complemento de renca.
2. Respecto a la dimensión social, se!Ía el creciente deterioro ele la imagen ele la agricultura y los agriculrores ante el conjunto ele la sociedad y la búsqueda de una nueva legitimidad que le rehabilite frente a ella, un factor e>..-plicari' o de la acritud positiva de los agricultores respecto ele los programas agroambientales. Esa actitud se e.xplicaria más que por razones económicas, por la necesidad ele un nuevo reconocimiento social de la profesión de agticultoi; ofertando al conjunto de la sociedad productos más sanos y servicios que respondan a las nuevas demandas de la ciudadanía, y aceptando ser los garantes del buen estado del medio ambiente y los depositarios de ciertos valores culturales que se consideran como una especie de panimonio social.
3. En lo que se refiere a la dimensión ambiental , los agricultores tend1ían en cuenta en sus actirncles a favor ele los programas agroambientales el nivel de deterioro del medio ambiente, al haber adquirido
Medidas agroambien tales:
una opción para la agricultura familiar
En el caso de los países mediterráneos, el contexto de oportunidades es menos favorable: las ayudas agroambientales son bajas y por ello poco atractivas
conciencia de la amenaza que ello supone para los agro-ecosistemas tanto en su función productiva, como paisajística o de ordenación de l re1Titorio. El objetivo perseguido por las actuaciones fundamentadas en esta dimensión medioambienral sería, pues, recuperar y mantener la capacidad productiva y regenerativa del ecosistema a través ele la adopción de técnicas, métodos y procesos de producción más compatibles con el respeto al medio ambiente. Es decir, los agricultores, movidos por una dimensión ambiental, elegirían optar por unos métodos de producción más respetuosos con el medio ambiente por su repercusión en la mejora del entorno ambiental y de los recursos naturales y por una concepción ele la agricultura más natural y menos artificializada.
En la práctica , es un hecho que en el comportamiento de los agricultores estas rres dimensiones están presentes en mayor o menor medida, pudiéndose observar importantes diferencias entre los distintos países europeos, como han puesto de manifiesto algunas importantes investigaciones (Whitby, ed., 1996;Just et al, 1996).
En efecto, en países como Dinamarca, Reino Unido o Países Bajos, parece que las dimensiones ambiental (por la elevada contaminación de origen agrícola e,xis teme o por el deterioro del paisaje) y social (por la búsqueda de una nueva legirl!11idad ante una sociedad impregnada de valores postmarerialistas) están muy presentes en las actitudes de los agricultores
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que optan por acogerse al programa agroambiental. Si a ellas se une el hecho de que las ayudas agroambien tales son airas, y por ello muy atractivas para los agricultores, y de que C.\.isten mercados ampliamente desan-ollados que demandan productos sanos y de calidad (dl!nensión económica), encomramos un conmcto de buenas oportunidades que explicaría el mayor impacto de los programas agroambiemales en esos países.
En ese conrexLO habría que destacar también el papel relevante que juegan las organizaciones profesionales como acLOres inte1medios en la aplicación de los distintos programas y la red eficiente de servicios administrativos que se les presta a los agricultores para ayudarles a resolver los problemas generados por la introducción de nuevas prácticas agrícolas en sus e,xploraciones.
En el caso de los países mediterráneos, por el contrario, el contexto de oportunidades es menos favorable: las ayudas agroambientales son bajas y por ello poco atractivas; los nuevos mercados de productos de calidad y ecológicos son todavía incipientes; las demandas de la sociedad no son muy fuertes respecto a las nuevas funciones ele la agricultura, a la que todavía se le pide mayoritariamente, y salvo excepciones, productos baratos aunque sea en detrimento de su calidad; el dete1ioro del medio ambiente y los recursos naturales causado por la actividad agraria no ha alcanzado, salvo en zonas muy localizadas, co tas
os agricultores ;pañoles se :ogenal ro grama ~ambiental si ;te le resulta ;ractivoen mrlnos :onómicos, bien >rque la ayuda 1a interesante o 1rquela troducción de ·ácticas más 1stenibles les rnrlta reducir stesoabrir Levas mercados -
preocupantes; la red de servicios adminisrraóvos a los agricultores es, por lo general, deficiente; y el rol ele las organizaciones profesionales como actores intermedios de la política agroambiental es todavía poco significarivo.
Es posible que todas esas condiciones vayan evolucionando en el futuro, pero por ahora puede decirse que ese contexto de oportunidades no es el más favorable para que los agricultores se sientan arraídos por unos programas que son percibidos como impuestos desde fuera del propio sector y que no responden a las exigencias ele modernización productiva en que están sumidas toda\Ía sus explotaciones.
Los agricultores españoles, ante el programa agroambiental
Los agricultores espa!loles responden en tém1inos generales al perfil trazado para los países mediteJTáneos (Paniagua, 1999). Puede afi1111arse que se acogen al programa agroambiental si éste le resulta atractivo en ténninos económicos, bien porque la ayuda sea interesante o porque la introducción de prácricas más sostenibles les pennica reducir costes o ab1ir nuevos mercados. Ni la dimensión ambienral (toma de conciencia del dete1ioro del medio ambiente por causas ag1ícolas), ni la social (búsqueda ele una nueva legirimiclacl ante la ciudadanía), parecen tener, por ahora , efectos relevantes en el comportamiento de los agriculrores, lo que no quiere decir que no los tengan en el fu[llro si su conrexro de referencia cambia.
El predominio de la dimensión económica
Entre el reducido colectivo ele agiiculrores que se ha acogido a los programas agroambientales (Garrido , 1999) , es evidente que, en su mayor parte , han guiado sus decisiones por criterios económicos. No obstante, pueden distinguirse varios cipos de agricultores. En p1imer lugar, nos encontramos con agiicultores de altos niveles de fmmación, ótulares de explotaciones modemas y competitivas, para los cuales los programas agroambiemales representan , de hecho, una oportunidad de reducir costes en sus e,'l-plotaciones y aumentar sus niveles de competitividad.
Su opción por introducir prácticas agrarias más respe[llosas con el medio ambiente persigue mejorar los factores de los que depende la capacidad
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productiva de sus ex-plotaciones (suelo, materia orgánica, agua,. . .), al mismo tiempo que reducir la utilización de inputs y con ello los costes de producción; es decir, su objetivo es obtener un "plus" de competitividad en el mercado. En este mismo grupo pueden incluirse aquellos agricultores que optan por prácticas agroambienrales con la finalidad de obtener mayor rentabilidad en los incipientes mercados de productos sanos, de calidad y naturales. Todos escas agi·iculrores, debido a su capacidad económica y sus altos niveles ele formación , toman sus decisiones con una lógica relai:ivamente autónoma, sin verse condicionada por factores como el contenido del programa o las actitudes institucionales de la Administración o las OPAs.
En segundo lugar, podemos situar arra tipo de agricultor (con explotaciones no moclemizadas y con hanclicaps estructurales) , para el que los programas agroambientales son una oporruniclad para complementar sus rentas y no ser excluidos ni social ni económicamenre. En este segundo tipo se incluitían ciertos agricultores que, con unas eJqJlotaciones en el límite de la viabilidad económica o con unos condicionantes estructurales importantes, deciden optar por las prácticas agi·oarnbienrales como una fama de salir ele esa siruación e inco1-porarse por arra vía al "tren" de la competitividad evitando la exclusión.
Esce grupo se localiza claramenre en algunos agriculrores familiares situados, por ejemplo, en zonas de montaña, donde los cosces de producción y los rendimientos de sus cultivos les impiden competir acle-
Medidas agroambientales:
una opción para la agricultura familiar
Los agricultores españoles son conscientes de los efectos negativos que el modelo productivista está ocasionando sobre los recursos naturales
cuadamente con o tras exploraciones con la misma orientación de cultivos, pero situadas en zonas más productivas , como las de campiña. Por consiguieme, las clificulrades de competir en un secmr de producción que , dadas ciercas condicionantes y limitaciones estructurales, no les permi te continuar como agricultores, puede significar en estos casos la búsqueda de nuevas orientaciones productivas en sus exploraciones, que les ofrezcan diferenciar sus productos y buscar un nuevo valor añadido.
En este grupo de agricultores sí parece que tengan influencia a la hora de decidirse a acogerse a algún programa agroambiental factores rales como la propia divulgación del programa. Asimismo, a diferencia de los agricultores con explotaciones modernizadas antes citados, para estos otros, por lo general de menor nivel de cualU'icación y el e menor ía ilidad de acceso con sus propio recursos a las fuentes de informa ·ión, la presencia ele actores intem1eclios es rundamental , s i bien ello depende del nivel y calidad ele servicios que le pres ten. Estos agti.cultores reconocen , por ejemplo, la importancia de organismos como el Servicio de Extensión Agraria o las propias OPAs.
En tercer lugar, encontramos agricultores que al acogerse a alguna de las ayudas agroambientales no buscan específicamente los beneficios económicos de un nuevo mercado o una reducción de costes que le baga más competitivo, sino que simplememe lo hacen porque les resu lta suficiememente atractivo el montante de la ayuda que establece el programa.
En este caso se incluirían aquellos agricu ltores que se orien tan hacia una producción u otra en Función de las distintas ayudas que ofrece la PAC y de las menores complicaciones que les supone para la gestión de su eA.'"]Jlotación. Para estos agricultores es evidente que el contenido del programa agroambiental ejerce una iníluencia [undamemal a través del mayor o menor atractivo que tienen las ayudas en comparación con las otras de la PAC, así como a o·avés de los cambios que implica el programa en la gestión ele sus exploraciones.
En este grupo, la importancia del servicio de asesoramiento que puede prestarle la Administración o las OPAs es fundamental, no sólo al comienzo del periodo de contrato, sino a lo largo del mismo, ya que son muchas las incertidumbres que le puede generar y la necesidad ele un apoyo continuado.
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La dimensión social en el discurso de los agricultores españoles
[ I predominio de la dimensión económica en el comportamiento ele los agricultore españoles respecto al programa agroambiental , no impide que, en el nivel de sus discursos y acritudes, se observe la presencia de la dimensión social, plasmada en una cierra preocupación por las nuevas demandas ele la sociedad, aunque matizada por los siguientes elementos.
En efecto , los agricultores españoles son conscientes de los efectos negativos que el modelo procluctivista está ocasionando sobre los recursos nanirales , pero también lo son de que su actividad productiva opera directamente sobre el medio ambiente, hecho que inevitablemente produce efectos que pueden ser perjudiciales.
Es una relación la del agiicultor con el medio ambiente que tiene dos caras: una de afecto, en cuanto a que el agricultor vive en y del medio ambien te y lo quiere conservar, y oo·a ele rechazo, que surge por una actuación político-administrativa que los agricul rores entienden irracional y agresiva en la medida en que puede amenazar su subsistencia y libertad como agricultores, pues no da opción a una alternariva que permita la convergencia ele la acción del agricu ltor y la protección del medio natural.
El agricultor también argumenta frente a esta acusación de la sociedad que él es víctima ele las políticas. Políticas que en los años sesenta y setenra le impulsaron a intensificar su C\.'"]J loración buscando la máxima producción y sin reparar en el medio ambiente, y políticas que a finales ele los ochenta y en los noventa
lSmeclidas troambientales, lalguna edida, vienen a 1sibilitar un :ercamiento Ltre las nuevas mandas que la ciedad hace de sespacios ralesen neralydela ;ricultura en rticular -
promueven reducir las producciones y buscar alternativas de prácticas agrarias más respetuosas con el medio ambiente. Un victimismo que ahora extienden al mercado, que les obliga a mantener la competiti\~dad y la productividad si quieren sobrevivir como ag1iculrores. Y producir con esas condiciones supone para muchos de ellos dañar el medio ambiente.
Pero al margen de ese malestar del agricultor frente a las imposiciones de la sociedad, parece mostrar también su desencanto por su incapacidad para trasladar a esa misma sociedad los efectos positivos que la agricultura tiene sobre el medio ambiente y el papel que la acti\'idacl agra1ia puede desempeñar ante esas nuevas demandas de producms y servicios. El ag1icultor se sitúa alejado ele esa posición adoptada por la sociedad respecto a los temas ambiemales que lo califica ele "destructor del medio ambiente" y que, in embargo, no le reconoce las funciones positivas
que hasta ahora ha venido realizando, incluidas por supuesto las ele conservación y cuidado del medio ambiente. En este sentido, creen necesmio rehabilitar la imagen del ag1icultor en relación con esas tareas de conservación.
Es decir, que Lo que está ahí bien conservado y los paisajes que ahora se quieren conservar, son fruto de la actividad agrmia, y est<fo ahí porque los agricultores lo han hecho posible. El problema es que no han sabido transmitir ese activo y, por el contrario, sí se extiende el factor negativo ele la contaminación que provocan. Deben, pues, defender y legitimar su trabajo.
Las medidas agroambientales, en alguna medida, vienen a posibilitar un acercamiento entre las nuevas demandas que la sociedad hace de los espacios rurales en general y ele la agticul tura en panicular, al mismo tiempo que acogiéndose a ellas el agricultor puede "limpiar" su imagen de agente contaminante y legitimar su profesión. En este sencido, y en la medida en que la i1moducción ele uno · modelos ele agricultura más respetuosos con el medio ambiente permiten ofrecer a la sociedad unos productos menos arri[iciales y más sanos, se pone de manifiesto en la decisión del agricultor una componente o dimensión social ligada a la valoración ele su rrabajo a tra\·és del que obtiene productos de calidad. Ello supondría, pues, un reconocimiento del agricultor como un productor que cuida la calidad frente a lo que vienen percibiendo como un menoscabo y un deterioro de su figura en una sociedad eminentemente urbana.
Hay que decir, no obstame, que la dimensión social sólo parece estar presente en términos discursivos entre lo agricultores, pero no parece que esté guiando su comportamiento y decisiones respecto a los programas agroambientales. Es un hecho evidente que en una agricultura como la europea, en la que los agricultores se encuentran todavía bien protegidos por la política agraria, su reproducción social no
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parece que esté se1iamente amenazada a pesar ele los cambios que se han producido en la PAC y los que se prevén en un futuro inmediato. En ese contexto, se comprende que los agricultores e palioles no vean todavía en la nueva polírica agroambiental una vía para garantizar su reproducción social y que , en cambio. la vean con un cierro recelo. Sólo en términos discursivos, en efecto, puede apreciarse una valoración positiva ele la política agroambiemal en tanto que una oportunidad para conectar mejor con las nuevas demandas ele la sociedad.
La dimensi1ón medioambiental, tan cerca y tan lejos de los agricultores
Pese a ser el medio ambieme una parte del adjetivo que acompa:ña a las medidas agroambienrales, esta dimen. ión está poco presente tanto en el discurso como en la lógica que inspira sus decisiones a la hora de acogerse o no a algunas actuaciones que recoge el programa agroambiemal.
En efecto, el tema del deterioro de los recursos y las implicaciones medioambientales ele la agricultura, tal como e plantean en los programas agroambienrales, se manifiesta de un modo lejano y vago en el discurso de los agiicultores. La dimensión ambiental sólo aparece como algo cercano a los agricultores cuando se concreta en problemas ecológicos que afectan a su sistema producrivo -el caso del problema ele los acuíferos en las Tablas de Daimiel es en este semi-
Medidas agroambientales:
una opción para la agricultura familiar
La adopción de prácticas agrarias más respetuosas con el medio ambiente parece responder no sólo aunamayor preocupación por la naturaleza, sino también por un menor daño para la salud
do bastante ilustrativo (Viladomiu y Rosell, 1996)-.
Los problemas de erosión de suelos y los efecrns de los producrns químicos sobre los recursos naturales, así como el declive en la productividad de los agroecosistemas, son citados por los agricultores en muchos casos en que ha habido cambios en las prácticas productivas. El agriculto1; por tanto , conecta con el d iscurso ele la conservación del medio am bieme en la med ida en que percibe directamente los daños en su entorno y más concretamente en su propia explotación.
La to ma ele conciencia ele los daños producidos a la naturaleza por algunas de las prácticas agrarias lleva al agricultor en ocasiones a dar una nueva orientación a su exploración . En este caso, la dimensión ambiental preva lece claram 'n te en la decisión ele estos ag1i cultores ele acogerse a algunas ele las opciones del progranrn agroambiental, incl inándose la mayor parre ele ellos por la agricultura ecológica. En términos generales, los agricultores que así actúan no suelen tener la ag1icultura como actividad principal y, en general, tienen una formación culrural mayor y un buen acceso a la información. A estos factores hay que sumar también , en ocasiones , cierto compromiso ideológico; es deciI; la adopción ele estos métodos más respetuosos con el medio ambiente supone para estos ag1icultores su contribución personal -"granito de arena"- a La causa de evitar la destrucción del planeta.
En ou·os casos, la adopción ele prácticas agrarias más respetuosas con el medio ambiente parece responder no sólo a una mayor preocupación por la naturaleza, sino también por un menor daño para la salud . La salud es, pues, un significante que empieza a incorporarse al discurso ele algunos agricultores, de manera que la preocupación por el medio ambiente no tiene entonces tan sólo el propósito de conservarlo, si.no también ele garantizar la salud humana.
Finalmente, hay otra componente ele la dimensión ambiental que aparece en menor med ida en las estrategias ele los agricu ltores y que tiene que ver con el proceso modernizador a que aludíamos al tratar la di-
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mensión social. En la medida que dicho proceso ha artificializado la producción y ha incrementado considerablemente el volumen de inpu ts (energía, productos químicos, etc), ha contribuido igualmente a que algunos agricultores sien tan una especie de "alienación" respecrn del proceso productivo.
Un proceso que ahora parece depender menos de su conocimiento de la naturaleza y de sus labores al haberse artifi.cializado en gran medida. En estos casos, La estrategia del agricultor de imTOclucir en su e,x
plotación prácticas agrarias más respemosas con el medio ambieme está imbuida de una dimensión ambiental, ya qu supone para él un reacercamiento a las prácticas cultu rales tradicionales que considera más naturales e inclirectameme una relación más directa con el medio ambiente .
La dimensión ambiental aparece en el discurso y esrrategias de los agricu ltores de un modo ambiguo y contradictorio: cuando los ternas agroambiemales se
. apertura de los ~rcadosyla
tirada del tadode ~áreasde política agraria tenaza con la clusión de la ricultura niliarcon >blemasde npetitividad -
definen en rérminos generales, aparecen en un lugar bastarne alejado ele su núcleo discursivo , pero cuando se definen haciendo referencia a problemas concretos, la dimensión ambiemal emerge en un lugar central no sólo del discurso, sino de las esrracegias de los agricultores, especialmeme en el caso de ag1icultores cuyas explotaciones están ubicadas en zonas donde son ya tangibles problemas de deterioro medioambiental.
En esre sentido, puede cobrar un inrerés fundamemal el papel de la Administración y las OPAs como actores intennedios , ya que es precisameme su labor de divulgación del programa y de concreción del contenido de las disrintas medidas para hacer que respondan a problemas agrombientales cercanos a la realidad de los ag1icultores, la que puede incentivarlos para que se acojan a dichos programas. En este punto nos encontramos con el problema de la desigualdad de oportunidades en la que se encuemran los agricultores según la zona donde estén ubicadas sus ex1Jlotaciones, debido a la desigual presencia instirucional de la red ele servicios de la Administración y de las OPAs y a la desigual eficacia en el desarrollo de tales servicios.
Conclusiones
Los factores que justificaban el apoyo público a la agricultura en el Traraclo de Roma (estabilidad de los mercados, gararnía de autosuficiencia alimentaria, ere.) ya no son suficiemes en el contexto actual. En las actuales cirrnnstancias , en las que una parte cada vez mayor de la sociedad europea rnestiona algunas ayudas agrarias y su distribución , y en las que la ag1i culrura ha ido perdiendo su status de excepcionalidad como actividad no contaminame, hay que buscar otros referentes que permitan legitimar lastradicionales ayudas (Colson y Fuentes , 1998).
Es claro, pues, que si se quiere conservar o mantener ese apoyo financiero público al sector agrario, tiene que basarse en una nueva legirimidad, donde la imroducción de la variable medio ambiente emerge corno uno de los argumentos fundamentales.
En este sentido, las medidas agroambientales pueden constituirse en una referencia estratégica para la legitimar la concesión de ayudas a los agriculmres, ya no sólo en lo que a la propia sociedad europea se refiere, sino rambién en el ámbim imernacional de la Organización Mundial de Comercio.
Un argumento que, unido a la generación de empleo o a la ordenación del terrimtio , puede concretarse en una defensa del medio rural basada en una percepción ele las relaciones entre agricultura y naturaleza según Ja cual el medio ambiente no sólo es un espacio económico para Jos agiicultores , sino también social y culrural.
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La política agroambiemal puede ser valorada entonces como una vía para complementar la renta ele los agrirnltores familiares , pero también como una oponunidacl para legitimar sobre nuevas bases las funciones que éstos clesaiTOllan en la conservación y dinamización de los espacios rurales.
Asimismo, la apertura de Jos mercados y la retirada del Estado ele algunas áreas de la política agraria amenaza con la exclusión de la ag1iculrura familiar con problemas ele competitividad, pudiéndose ver igualmeme en la política agroambiental una nueva posibilidad no ya sólo para legitimar las ayudas a la agrirnlrura , sino también para, haciendo uso del argumenw ele que la función del agricultor familiar es importame para la propia conservación del medio ambiente, defender el apoyo preferencial a ese tipo de agiiculrura y el mamenimienro ele la población en el medio rural. tt
NOTAS
(l. ) Este artíwlo se c11mc11rn de11tro de los trabajos rrnl1:::e1dos e11 el marco del proyecto PB95-0076 ji11anc1ado por la DG/CYT, y di1igiclo por el D1: Pa111ague1 .
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JOSEP ~ORTOSA
t u.frntt de la td fapcmala
fr: Dcswi-ollo Rural
El desarrollo rural. Una ap·uesta de futuJro para diversificar la actividad
• a grana y garantizar un Inundo rural vivo
La Red Española ele Desarrollo Rural es una asociación sin animo de lucro, form ada por 159 de los Grupos de Acción Local (GAL), que son 1a gran mayoría de los grupos españoles que
gestionan la Inic iativa Co munitaria LEADER 11 (Iniciativa que esta d inamizando durante el actual periodo 1995-99 un presupuesto de 179.107 millones de pesetas, de los que 65.111 son subvención de la Unión Eu ropea; con actuaciones que engloban el 45% del territorio nacional y al 12% de la población) y el Programa Nacional PRODER (con un presupuesto de 105.420 millones de pesetas y 45 .984 de subvención de la VE).
Nuestra preocupación ante el furnro del desarrollo rural en España y en Europa nos ha Llevado a realizar una serie de reflexiones y aportaciones de forma abierrn y consensuada con los agentes e instituciones del mundo rural : partidos políticos, OPAS, Comisiones Parlamentarias, etc.
Estas reflexiones y propuestas de fucuro se pueden concretar en los siguientes puntos:
- Las zonas rurales de la Unión Europea se enfrentan actual mente a una se1ie de retos que condicionan su futuro. Para responder a estos retos surge la necesidad de una Políüca ele Desarrollo Ru ral Sostenible que integre los aspecros económicos, sociales y me-
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dioambientales de forma equilibrada, a favor de la mejora del bienestar social de la población del medio rural y garantizando la calidad del entorno y de la actividad existente en el mismo.
- La revitalización y renovación del tejido social y económico de los distintos territorios rurales europeos requiere la existencia en dichos terri torios de redes de infraestructuras, de actividades, de formación y de difusión desde donde propagar las inicia tivas mejor adaptadas y el esümulo a la creatividad local. Resulra evidente que no sólo se trata ele madi.ficar marcos normativos y financieros, que es lo más fácil , sino de modificar mentalidades.
En esta línea de trabajo , durante Los últimos años y de la mano de la Iniciativa Comunitatia LEADER se ha impulsado, en numerosas zonas rurales de la Unión Europea, la puesta en marcha ele un nuevo y exitoso proceso de desarrollo rural. El rem para los próximos años se sitúa en la necesidad de consol.idar el modelo de desan"Ollo establecido para lo que se requiere un importante apoyo técnico y económico durante mayor tiempo.
Por ell o, el medio rural español asiste con inquietud a las diferentes informaciones que llegan de los foros internacionales sobre las consecuencias ele los acuerdos en tomo a la Agenda 2000, la nueva lnicia-
El desarrollo rural.
Una apuesta de futuro
La nueva normativa europea relacionada con el desarrollo del medio rural se une a la reforma de la Política Agraria Común, en un momento en el que también están sujetos a debate la cuantía y fines de los Fondos Estructurales
tiva Comunitaria de Desarrollo Rural y el Nuevo Reglamento Horizontal.
La razón de este sentimiento radica en la importancia ele las nuevas normativas para el futuro del tejido social y del medio natural ele las zonas rurales ele nuestro país.
Las dinámicas de ripo ascendente, enroque territorial y panenariado, fomentadas por LEADER, han demostrado una gran capacidad de desarrollo ele la musculatura social del medio rnral español. l os más de 130 Grupos de Acción Local suponen un activo estratégico de primer orden que implica a más del 25% ele la población de nuestro país.
Pero para hablar ele esra realidad los números no bastan. los procesos ele partenariac\o han permitido in iciar, en unos casos, y c\esanollar, en otros, relaciones de colaboración entre instituciones y entidades que ya están ciando sus frutos, pero que no han dispuesto del tiempo suficiente para consolidarse. La cooperación enrre diferentes grupos de acción local se ha iniciado con gran éxito ofreciendo unas excelentes perspectivas de cara al fumro.
El esfuerzo que ha supuesto poner en marcha es-tos grupos, alcanzar la credibilidad necesa1ia para am
pliar la participación en ellos y lograr una adecuada presencia de las lnstimcioncs no debe malograrse en el nuevo horizonte ele programación.
Dicho de ocra ronna: no debe dcspilrarrarse el activo de ilusión que con tanta dificulracl se ha logrado sembrar en zonas muchas veces ca racterizadas por la apaúa y por el sentimiento ele estar demasiado lejos de las decisiones que más les afectan. Tampoco
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deben frustrarse las iniciativas de los agentes económicos y sociales que han decidido apostar por sus prop ias comarcas asumiendo los riesgos inherentes a roda inversión. Y, evidentemente, no deben abortarse las aún verdes relaciones de cooperación entre instirnciones no siempre acostumbradas a compartir la responsabilidad ele las decisiones.
Estas razones bastaIÍan para justificar la conveniencia de profundizar en esta estrategia. Pero es que, además, hablar de LEADER supone hablar de una lniciariva barata, y por tanto 111 uy rentable, desde la perspectiva de su coste financiero.
Pero cuando a su bajo coste se añade su impacto social, la ratio impacto/cosre alcanza unos valores sensiblemente superiores a los de otras acruaciones comunitarias. Se trata por tanto de una buena idea que conviene clesanollar adecuadamente a partir ele las enseñanzas de su reciente aplicación.
Precisamente, la expe1iencia acumulada a lo largo de las dos lniciarivas LEADER en España, la relevancia cuantitativa tanto ele la población corno de la extensión ele los te1Titorios cubiertos por ell as y, particularmente, la naturaleza y calidad de las iniciativas llevadas a cabo significan una infoimación y una masa crírica adecuadas para reíle,xionar sobre nuevas propuestas.
Fundamentos
El disc1io de toda política exige tanto definir con claridad el modelo al que se pretende llegar corno analizar adecuadamente los resultados ele políticas anteriores. La próxima aprobación de una normativa europea relacionada con el desarrollo del medio rural se une a la reforma de la Polírica Agraria Común en un momento en el que también están sujetos a debate la cuantía y fines de los fondos Esuucrnrales.
Así, aunque el modelo pueda quedar desdibujado, por la diversidad ele procesos de cambio a los que se enfrenta incvirnblcmcntc la UE, sí resulta clara la necesidad de mejorar la competitividad ele los sectores productivos y de mantener un tejido vivo en el medio rural ganando en ílexibilidad y en subsicliaiiedad.
En lo rdereme a las medidas, la Comisión Europea propone una nueva lniciariva Comunitaria de Desarrollo Rural y un Nuevo Reglamento Horizomal para el próximo pe1íodo de programación 2000-2006. Una y orro se enmarcan en el conjunto de objetivos de1ivados en la Agenda 2000, por lo que la referencia a la ampliación de la UE, la orientación hacia los mercados y la reforma ele la Política Agraria Común son referentes que no se pueden olvidar.
Ante la aprobación ele tales medidas se presentan aqui una serie de propuestas que se han elaborado con un modelo claro de medio mral deseable para nuestro país y sobre la base de la experiencia obteni-
ua avanzar en consecución tl objetivo de 1hesión :onómicay ICial, el rtalecimiento !lasáreas !rales resulta Lelemento lprescindible -
da en los últimos años, para que la programación ele medidas permita el mayor grado posible de eficacia.
En primer lugar, se estima adecuado el enfoque inrroducido por LEADER. Su cominuidad y pro rundización se consideran, pues , fuera de toda eluda. La implicación de la población, la colaboración insrirucional y el aprovechamienro de los recursos y ventajas ligados al rerrirorio son ideas que esrán demostrando su capacidad para caprurar valor añadido y generar empleo en muchas zonas rurales.
Por orra parre, es esencial interpretar los procesos de desaiTOllo en el senrido que realmente tienen: una secuencia de [ases necesaiiamente sucesivas y difícilmeme evitables. Los conceptos de innovación, calidad y red presentan un semido especial cuando se cornemplan desde esra perspecriva.
Por ello , se considera adecuado que la nueva lniciariva renga un doble papel: e.! de banco de inncvación y calidad , por una parte, y el de mulriplicación y e,'<rensión ele las iniciativas exirosas, por la orra. De esta manera debería superarse su mal llamado carácter ele laboratorio y aceptar su mayoría de edad si rviendo de eslabón entre el nuevo Reglamento y la nueva PAC.
Para avanzar en la consecución del objetivo de cohesión económica y social, el lortalecimiento ele las áreas rurales resulra un elemento imprescindible. Pero la dificultad básica consiste en hacer esro posible sin que el predominio del medio urbano acabe por incorporar, y por tanto hacer desaparecer, las experiencias de clesa1TOl10 rnral ele mayor éxito o por sumir en la marginación a las más arrasadas por la emigración de su población y el abandono de su panimonio narural e hisró1ico.
La cooperación entre el medio ur-bano y el medio rural ofrece una serie de imeresantes posibilidades en es te sentido que deben ser exploradas y fomentadas.
La utilidad de disponer de esrructuras cercanas que animen los procesos de rransfom1ación y desaiTOllo no puede discutirse en términos generales. Estas estructuras han demosrraclo su capacidad ele dinamización y suponen un acrivo inmaterial de gran valor al servicio del desarrollo del med io rural , aproximando, en muchos casos, las [unciones de la Admin istración a los reside.mes locales.
La labor de estas es trucruras se considera insustiruible para alcanzar consensos comarcales en objetivos y criterios de selección de proyectos. Si n embargo ciertas limitaciones observadas deben ser s uperadas con
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una programación adecuada que condicione la selección y fi nanciación a un adecuado nivel de participación y represenratividad.
Las esoucruras que ya e>.isren se encuentran en cli[erenre esrado de madurez. Algunas, casi siempre entre las ele mayor antigüedad , han avanzado lo suEicieme como para ofrecer experiencias positivas de innovación y cooperación. Otras , emre las que predominan aquellas con un periodo ele vida más corro , han necesirado fortalecer la participación y representarividacl del grupo a la vez que fomentaban la puesta en marcha ele ideas innovadoras. U nas y otras deben coexistir e intercambiar experiencias para una mejor y mayor extensión de la política rural.
Vincular la creación y/o Ja consolidación de empleos con la diversificación de la economía y la integración de objetivos ambientales, como objetivos que pem1iran recuperar la legitimidad de algunas políticas puesras en cues ti ón por la sociedad europea acmal. El incremenro de los fondos para desarro ll o rural debe ser compatible con la protección ele la agricultura y del mLdio ambicme. Encomrar la fom1a de conseguirlo es uno de los pumos esenciales para alcanzar el neccsaiio apoyo social a las nuevas medidas.
La población, y las esrruc[Uras al servicio de los procesos ele desarrollo, deben esrar preparadas para asumir las responsabilidades derivadas ele un mayor grado ele subsicliariedacl compatible con el rigor necesaiio en el uso ele fondos públicos. Así, para decidir sobre la perrinencia ele un programa de desarrollo rural deberán utilizarse crite tios que separen las circunstancias esrructurales ele una zona ele las ele ripo coyuntural vinculadas a la naturaleza ele las propuestas y de los recursos humanos implicados.
El desarrollo rural.
Una apuesta de futuro
El mantenimiento de un nivel mínimo de servicios en las zonas más necesitadas, que garantice la calidad del área rlll'al, es un aspecto clave para fijar la población del medio rural
En suma, el nuevo periodo de programación debe fomentar que todos los tetTitorios rurales, y especialmente los más anasados. puedan llegar a conlormar las estructuras necesarias para enfrentarse a un ho1izonte de competitividad creciente y previsible escasez ele recursos. La combinación de las ac[Uaciones de la nueva lniciativa y del Reglamento h01izomal debe crear las condiciones necesaiias en es te sentido.
Retos del medio rural europeo
La nueva Política Europea de Desarrollo Rural se enfrenta a una serie ele retos que son consecuencia de los cambios y son comunes a todas las zonas rurales de la Unión Europea.
1. La mundialización y el declive rural Los problemas de las zonas rurales de la Unión Eu
ropea son rambién el resultado de los actuales procesos económicos a escala mundial. Dichas zonas se encuentran gravemente amenazadas por las o·ans[ormaciones económicas y especialmente las reestructuraciones del sector agrario.
La actividad agraria sigue siendo un componente esencial de la cultura y economía rurales, pero no basta por sí sola para garantizar la viabilidad y el desanollo equilibrado de los espacios rurales .
La presión sobre los ingresos de zonas con una débil infraestructura produce una disminución en la densidad de la [JL)blación y hace difícil mantener una oferta de equipamientos suficiente sobre los que basar el desanollo económico de las mismas.
2. La cohesión económica y social Las regiones más desfavorecidas y aquellas que se
ven afectadas negalivamente por los cambios en la PAC, deberán recibir compensaciones por medio ele un mayor esfuerzo en política estructural para superar su declive económico y social, en el marco ele una política global para el desarrollo sostenible ele las zonas rurales.
El futuro del medio rural europeo constituye un problema ele la sociedad europea en su conjunto que debe ser afrontado, para avanzar en el proyecto europeo , a navés ele la política ele cohesión económica y social ele la Unión Europea.
3 . Actividad , empleo y calidad de vida La búsqueda de nuevas posibilidades ele creación
ele empleo y renta corn plernentaiias, y la potenciación del carácter multifuncional del medio rural, para forralecer el tejido económico y social, así como contralTestar la pérdida ele empleo agrario y apoyar la competitivi.clad ele este importante sector en el medio rural. De fo1ma complementaiia, el mantenimiento de un nivel mínimo ele servicios en las zonas más necesi taclas que garantice la calidad del área rural, constituye un aspecto clave para fijar la población del medio rural.
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4 . Desarrollo sostenible y medio ambiente Un desarrollo adaptado a las características y re
cursos de cada territorio rural requiere una creciente integración ele las políticas sectoriales, buscando el equllib1io actual y futuro, en el marco de una esnatcgia participativa de desarrollo rura l. Las zonas rurales deben ser capaces de garantizar a la propia población unos ingresos y equipamientos suficientes y res poncln a la crecieme necesidad ele proteger el medio ambiente y los recursos naturales.
5. Comp lementariedad de lo rural y lo urbano Las zonas rurales tienen un valor propio, que no
solo es un complemento, sino incluso una compensación por los valores que se han perdido en las zonas industrializadas y en las graneles áreas urbanas.
La sociedad demanda unas funciones al medio rural (por ejemplo, la presetvación del paisaje y ele la estrucrnra social, la protección del patrimonio cultural y la ecología) que no han encomraclo todavía una traducción en términos ele rendimiento económico.
Consecuentemente, es necesario un nuevo contrato social para buscar un nuevo equilibrio enrre los valores de áreas rurales y urbanas y reorientar las fun ciones de l medio rural, acorde a los requerimientos ele una sociedad moderna y democrática.
Nueva política europea de desarrollo rural
Para responder a estos retos surge la necesidad ele una nueva política europea ele desarrollo rural que complemente la PAC y combine los principios ele sostenibilidacl , equidad y eficiencia.
La sostenibiliclacl del proceso ele clesmollo requiere la integración ele los aspectos económico, social y me-
[éxito del iodelo LEADER o reside tanto n el volwnen de 1versiones !alizadas sino en Lformaen ¡¡e éstas han .do gestionadas: .partenariado ~Grupode
cciónLocal
dioambiemal de forma equilibrada, en favor de la mejora del bienestar social de la población del medio rural y garanüzando la calidad del entorno y de la actividad existente en el mismo.
Las políticas horizontales garantizan la equidad y la cohesión mediante la dotación de servicios y equipamientos para tenitorios deptimidos. De fonna complementaria, las políticas ascendentes faci.litan la eficiencia de aquellos territorios que clemuesrren su capacidad para asumir responsabilidades y para garantizar otros proyectos más ambiciosos.
Profundizar en el proceso de desarrollo rural
Durante los úlrimos años, ele la mano de la Iniciativa Comunitaria LEADER se ha impulsado, en numerosas zonas rurales de la Unión Europea, la puesta en marcha de un nuevo proceso de desarrollo rural, que supone un punto de inílexión con los p1incipios )' mecani.smos de las políticas europeas, pero esta breve experiencia no ha madurado aún.
Desmantelar estas esO"ategias antes de tiempo resultaría un despilfarro)' frusO"aiía las expectativas generadas, mientras que la continuidad del pro eso ele desarrollo emprendido per111iri1ía la obtención del mayor grado de cohesión y resistencia de Jos tenitorios rurales, la mayor capacidad de adaptación y de renovación ele los mismos.
El modelo LEAD ER
Este modelo puede ser un elemerno esencial ele la nueva política europea ele desarrollo rural porque ha permitido acercar Europa a la población rural , está ofreciendo sign.ificativos éxitos en numerosas zonas rurales europeas y complementa las limitaciones de las políticas ho1izontales,
El éxito del modelo LEADER no reside tanto en el volumen de inversiones realizadas sino en la forma en que éstas han sido gestionadas: el partenariado del Grupo de Acción Local, la responsabilidad e ilusión, la autonomía y Oe.'\:ibiliclad o adaptabilidad ele los programas a las necesidades de cada zona con un enfoque imegral , el capital humano, la cercanía del equipo técnico , la cooperación y la transferencia.
El valor añadido ele la Iniciativa LEADER ha sido, desde su carácter innovador. complementar los planteamientos clásicos ele cada zona y con la participación local. Estos mecanismos expe1imentados y la propia metodología LEADER pueden ser adaptados hacia los modelos o políticas clásicas.
Por todo ello , consideramos positivo que la futura Iniciativa de Desan·ollo Rural guarde el apelativo "LEADER" dado Ja imagen positiva que la Unión Europea transmite mediante dicha lniciativa reíleja en
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las Comarcas beneficiarias. Si además consideramos que el desarrollo del modelo LEADER no se ha consolidado dacia la necesidad ele tiempo para que dicha Iniciativa logre los objetivos perseguidos. Por lo tanto LEADER + poclria ser el nombre con el que se designase a la fuc:ura Iniciativa ele DesaiTOllo Rural.
Herramientas para la nueva política europea de desarrollo rural
La profundización en el proceso de desarrollo rural emprendido debiera facilitarse ele fom1a complemcn taiia a O"avés ele las dos herramientas pr puestas por la nue''ª polírica europea ele desarrollo rural: los programas regionales y la nueva lniciati a Comunita-1ia. Los programas regionales, a través ele las medidas de adaptación y desarrollo ele las zonas rurales, debieran contemplar una auténtica estrategia de desarrollo adaptada a cada tenitorio rural. La nueva Iniciativa Comunitaria de Desarrollo Rural, de la misma manera que LEADER, debiera facilirar el impulso y la evolución de los procesos de desarrollo.
Líneas de acción ele la nueva política europea ele desarrollo rural
Cada tenitorio rural debe planificar y definir una estrategia de desarrollo socio-económico, adaptada a sus caracte1ísticas y recursos, que integre las distintas políticas sectoriales y sirva de referencia a todos los agentes que actúen sobre el dicho espacio rural.
La participación del ni,·el local en la definición y en la realización de la política de desarrollo de cada tenitorio rnral debe ser real y eíeniva, para lo cual es necesario facilitar la consolidación ele emidades a nivel local con capacidad técnica suficientes para hacer po ible esta participación.
Una cooperación eficaz en materia de desarrollo rural entre los distintos niveles de la Administración y los agentes económicos y sociales incrementarla la eficacia de las actuaciones que se realizan sobre cada espacio rural.
El apoyo de programas de carácter innovador en el marco de la nueva Lniciativa Comunita1ia, promrnidos por entidades que facilitan la colaboración ele los agentes y actores locales y que cuenten con capacidad conm1srada para la gestión de los mismos.
Como conclusión, quisiéramos manifestar nuestro compromiso ele seguir incrementando los activos del mundo rural, y la apuesta que debe ser compartida por todos los actores institucionales, sociales, culturales y económicos de conseguir un futuro estable e integrador para el mundo rural, en el que exista una participación acriva ele codos los sectores del territorio para facilitar un desarrollo sostenible , innovador, respetuoso, y sobre todo, '~vo. e
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EL SECTOR AGRARIO EN 1998
Principales macromagnitudes de la agricultura española en 1998
Los resultados económicos de la actividad agraria en 1998, reflejados en las macromagnitudes estadísti
cas que elabora el Ministerio de Ag ricultura, se resumen en los siguientes aspectos básicos:
- Los efectos más destacados de la evolución fueron las sensibles reducciones de las superficies de cereales de otoño-invierno y leguminosas-grano, así como los notab les aumentos de los rendimientos en ambos grupos de cu ltivos, que determinaron notables aumentos de la su-
perficie de barbecho y de girasol. - En el anál isis de las producc iones
ag ríco las de 1998, cabe señalar los notables aumentos de cosecha en cerealesgrano, hortali zas, cítricos y aceite de oliva, así como las disminuciones acusadas en leguminosas-grano, cultivos industriales (por reducción de la superficie de algodón y el notabl e descenso de rend imientos del girasol), frutas no cítricas (rendimientos negativamente afectados por heladas primaverales y tormentas veraniegas) y vino y mosto (como en el caso
108
de los frutales no cítricos, afectado por las heladas primaverales y las tormentas veraniegas).
- Entre las producciones ganaderas, a lo largo de 1998 la producción cárn ica española tuvo una evolución controvertida. La producc ión de porcino creció signif icativamente, lo que, unido al progres ivo hundimiento del mercado del Este de Europa, generó excedentes de difíc il colocación y, en consecuencia, fue rte caída de los precios. Por su parte, la producción de vacuno ha experimentado una evol ución sensiblemente positiva, mientras que la de ovino-caprino y aves fue negativa
- El conjunto de productos ganaderos (leche, huevos, lana y otros) evolucionó a la baja en 1998, con un descenso global de la producción láctea y una bajada estimada del 3,8% en la producc ión de huevos.
- En 1998 se produjo un sensible descenso del nivel global de precios de los productos agrarios, especialmente acusados en porcino y aceite de oliva.
- Por su parte, los precios de los medios de producción util izados en la actividad agraria han experimentado, en conjunto, un leve descenso, que integra subi das por enc ima del 5% en semill as y plantones, productos fi to y zoosanitarios, y servicios, mientras que bajaron los precios de los abonos, los piensos para el ganado y la energía.
- La evolución diferencial de los precios agrarios -sensible caída en los de los productos, acompañada de un ligero descenso en los de los medios de producción- tuvo en 1998 un acusado efecto negativo sobre la evolución de todos los agregados macroeconómicos de la agricultura expresados en valores monetarios a precios corrientes .
En consecuencia, el valor corriente de la Producción Final Agraria descendió un 0,5%, hasta situarse en 4,43 billones de pesetas, de los que un 60% corresponde al valor de las producciones agrícolas y el 40% restante a las producciones ganaderas.
Rüumen c18 evoluCión de macro~tudes ~ en 1998 I Macromagnitudes 1997 Variaciones 1998/1997 1998
Grupos (Miles de millon. ptas. Volumen Precios Valor (Miles de millon. ptas. Estructura Productos corrientes) corrientes) (%)
,454,5 ..,6 ·0,5 100,0 Producción Final Agrícola 2.572,8 3,7 ·0,7 3,0 2.651,1 59,8
Cereales (incluido arroz) 401 ,1 18,7 ·6,1 11 ,5 447,3 10,1 Plantas de escarda 132,5 0,0 10,7 10,7 146,7 3,3 Plantas industriales 118,5 -12,2 10,3 -3,2 114,7 2,6 Hortalizas 578,2 8,6 2,3 11 ,1 642,4 14,5 Frutas no cítricas 30,72 -15, 1 24,3 5,6 324,4 7,3 Cítricos 248,5 8,3 -15,6 -8,6 227,2 5,1 Viñedo 259,2 -9,9 8,3 -2,4 253,0 5,7 Olivar 336,2 11 ,5 -20,7 -1 1,5 297,6 6,7 Otros productos agrícolas 191 ,4 -0,7 4,1 3,3 197,8 4,5
Producción Final Ganadera 1.850,7 2,5 -7,8 -5,5 1.749,6 39,5 Carne y ganado 1.382,4 4,0 -11 ,0 -7,4 1.279,6 28,9
Vacuno 285,0 3,2 4,6 8,0 307,7 6,9 Porcino 630,4 7,6 -20,7 -14,7 537,8 12, i Ovino y caprino 202,3 -1,0 -12, 1 -12,9 176,1 4,0 Aves 204,7 -0,3 -4,3 -4,6 195,3 4,4 Otros 60,0 0,7 3,8 4,6 62,7 1,4
Productos ganaderos 468,3 -1,8 2,2 0,4 470,0 10,6 Leche 333,2 -1 ,2 4,8 3,5 344,9 7,8 Huevos 116,6 -3,8 -4,8 -8,4 106,8 2,4 Otros 18,5 0,0 -1 , 1 -u 18,3 0,4
Bienes de capital producidos por cuenta propia 0,0 0,0 0,0 31 ,0 0,7
B . ..CONSUMO.S INTERMElllOS 20 ·O, 1,8 1.926,2 !13,5 100,0 Energía y lubricantes -5,5 -2,2 -7,6 136,1 3,1 7,1 Abonos y enmiendas 5,1 -3,9 1,0 150,4 3,4 7,8 Alimentps para animales 777,7 3,5 -3,1 0,3 779,9 17,6 40,5 Conservación y reparación del capital 311 ,7 2,0 8,4 337,8 7,6 17,5 Otros 507,1 4,6 2,9 522,0 11 ,8 27,1
C=A-B VALOR ANAOIOO B los de ar ad 8 D. SUBVENCIONES
19,8
, 234, 369,8
al coste de los factores o
Fuente: MAPA.
MEDIOS DE PRODUCCIÓN ganado (que representan más del 40% 1E1tm+1*McemW-jjlll%1QlíW-ik•l-1i del total de los Consumos Intermedios) se
Los consumos intermedios - gastos de uera del sector o util ización de medios de lroducción corrientes- crecieron en vol unen un 2% en 1998, y dado que los pre:ios de dichos medios de producción disninuyeron muy ligeramente, su valor coriente aumentó un 1,8%.
- En el consumo de al imentos para el
registró un aumento del 3,5%. - El uso de fertilizantes creció un 5%. - El emp leo de productos de protec-
ción de los cultivos, productos zoosanitarios y energía y lubricantes se redujo entre un 4 y un 5%; mientras que los gastos de conservac ión y reparación de activos fijos crecieron sensiblemente.
109
Las subvenciones de explotación tuvieron en 1998 un aumento global del 1,8°/c,, y ascendieron a 704.500 mil lones de pesetas.
Por su parte, los impuestos ligados a la producción ascendieron a 20.900 millones ele pesetas, con un aumento del 5,6% sobre el valor de 1997.
VALOR AÑADIDO Y RENTA AGRARIA
El valor añad ido bru to a prec ios de mercado, macromagnitud por ta cual se integran tos resu ltados de ta agricultura española en la Contab ilidad Nacional, experimentó en el año 1998 un aumento a precios constantes del 4, 1 %. Sin embargo, como consecuencia del fuerte descen so de los precios de los productos agrícolas y ganaderos (una disminución del 6, 1 % ), en términos monetarios, el valor añadido bruto a precios de mercado bajó un 2,2%.
Por su parte, et valor añadido neto al coste de los factores, o renta agraria total , descendió un 2,8 por ciento; mientras que la renta ag raria por ocupado -una vez contemplado el inc remento del IPC en una media del 1,8% y la disminución del 0,6% en el número de ocupados en "agricu ltura, ganadería y caza" (media de tos 4 trimestres de la EPA)- se redujo en un 3,9 por c iento.
i #IJiR;N;f¡fü;t¡';'c•IMlfPI;i
• Subvenciones de explotacion (millone1 de ptu. corrientes) 1
Rúbricas 1994 1995 1996 1997
l. A LA PRODUCCIÓN VEGFFAL M1.857,8 525.368,1 466.504,0 11.859,1 Cereales 4,1 1.397,3 Leguminosas 4.809,0 10.671 ,2 11 .052,1 11 .181 ,0 Plantas de escarda 4.600,7 1.753,5 0,8 0,1 Plantas industriales 17.202,9 20.913,4 20.029,7 25.113,9 Frutas y hortalizas 28.799,1 32.366,6 49.395,7 46.603,3 Mosto y vino 24.600,0 17.946,3 20.421 ,0 2.849,7 Aceite de oliva 24.600,0 17.946,3 20.421 ,0 2.849,7 Otros productos vegetales 63.362,0 110.690,2 79.633,9 152.411,0 11. A LA PRODUCCIÓN
L 127 031 ,9 149.125,6 158.857,9 14.0.311 ,9 Vacuno 31 .177,3 43.578,1 65.307,8 67.117,8 Ovino y caprino 78.678,6 88.696,0 79.907,8 56.589,4 Otras ayudas animales 61 .154,0 6.395,3 3.447,3 8.148,8 Leche 11 .022,0 10.456,2 10.195,0 8.455,9 111. OTRAS SUBVENCIONES 20.169__,6 19.734,8 41 .041,7 40.050,9 iTOTAL SUBVENCIONES (loi-ll't'lll) 589.059__,3 694.228,5 666.403,6 692.221 ,9
FUENTE: MAPA.
1998
50AJ9A,9 3.611 ,4
10.422,2
54.702,8 3.570,4 3.570,4
134.367,6
154.481.4 66.173,1 74.865,6 5.299,0 8.143,7
45.833,5
704.509,8
i#JiR4i•l ;!:fü;i1\ ; ic1l #~I Vfl:I
nti
A B C=A/8 *1.000 o Renta por ocupado VAN el ó Renta Ocupados Renta Agraria por ocupado Evolución en términos reales
Años Agraria (109 ptas. (miles de ptas. corrientes IPC E=C/D *100 ptas . Índice corrientes) personas) Miles ptas. Índices (1980=100) (miles de ptas . (1980=100) (1980:100) constantes)
1994 2.356,6 1.040,8 2.262,3 558,2 299,6 755,1 186,3 1995 2.480,4 1.011,4 2.452,4 605,1 313,7 781,8 192,9 1996 2.932,4 979,1 2.995,0 739,0 324,9 921,8 227,4 1997 2.851 ,3 979,2 2.911 ,9 718,5 331,4 878,7 216,8 1998 2.783,4 973,5 2.859,2 705,4 337,4 847,5 209,1
PUENTE: MAPA.
Las condiciones climáticas empujan las ventas 1de fitosanitarios
El me_rcado fitosanitario en España creció en 1998 un 5,78% con respecto
al año anterior, según los datos de la Asociación Empresarial para la Protección de las Plantas (AEPLA) . Con este crecimiento, España se sitúa en el cuarto puesto del 1lercado europeo. Los productos con un 1layor consumo fueron los herbicidas e nsectic idas , cuyas ventas han superado
los 63.000 millones de pesetas frente a los 60.291 millones del año anterior. Según AEPLA, este espectacular crecimiento se debió a las condiciones climáticas.
Por regiones , Andalucía sigue siendo la mayor consumidora de fitosanitarios con un 31,23% del total nacional , seguida de la Comunidad Valenciana con un 16,15% y Cataluña con un 9,4%.
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i#JiHff M :f;fü ;#;C ; \ (,)#~•VVl:I
Fertilizantes: el mayor consumo de los últimos años
E 1 consumo de fertilizantes por parte de los agricultores españoles aumentó un
9,6% en 1998, hasta llegar a un total de 2.281 .000 toneladas de elemento fertilizante , según los datos del Ministerio de Agricultura. El consumo registrado en 1998 fue el más elevado de los últimos cinco años.
Diferenciando por tipos de productos , los consumos de fertilizantes se incre-
mentaron en todos ellos, pero fue el grupo de los nitrogenados el que registró un incremento mayor con respecto al año anterior.
Por grupos, se utilizaron 1.125.000 Tm de nitrogenados (un 8% más que en 1997); 643.000 Tm de productos Fosfatados (un 15% más) y 513.000 Tm de productos cuya base es el Potasio, en este caso con un aumento del 7%.
• Evolución de la maquinaria inscrita (total nacional}
Tipo de máquina 1998 1997 %98/97
TRACTORES 5.041 22.518 11 MDTOCULTORES Y MDIOMAQUINAS 1.358 1.673 -19 Maquinaria automotriz:
De recolección 951 800 19 Equipos de carga 11 3 70 61 Tractocarros 123 105 17 Otras 12 23 -48
TOTAL MAQUINARIAS.AUJOMOJRICES 1.199 998 o Maq. arrastrada y suspendida:
Trabajo suelo 394 249 58 Siembra y plantación 129 137 -6 Aporte fe rtilizantes 2.658 2.536 5 Equipos tratamientos 2.095 1.620 29 De recolección 2.365 2.355 Otras 194 176 10
TDTALMAQ. ARRASlBADA Y. SUSPENDJDA :Z.835 7.073_, 1j
REMOLQUES 10.890 10.356 OTBAS..MAQUlNAS 90 10 5 TOTAi,; M_ÁgUINAS 46.413 42.718 9
Seguros .Agrarios: el aumento de líneas y coberturas eleva la contratación
Durante el pasado 1998 se contrataron unas 328 .000 pólizas de segu
JS agrarios , que generaron unas primas le 37 .950 millones de pesetas . Estos latos suponen un crecimiento del 2,6% respecto al año anterior. El capi-
3.1 asegurado por los agricultores es-1añoles también creció y las subveniones que concede el Ministerio de .g ricu ltura por este concepto alcanzaJn, por primera vez, la cifra de 20.000 iil lones de pesetas.
Respecto a la siniestra lidad soportaª durante 1998, los datos declarados
cifran en 136.30 1 los siniestros. Asimismo, los daños indemnizados fueron un 20 por ciento inferiores a los del año anterio r.
Esta evolución del mercado de los seguros agrarios respondió , por una parte, al aumento de las producciones asegurables y, por otra , a la incorporación de nuevas coberturas y modalidades de seguro que han tenido gran acogida en tre los ag ri cu ltores , como la cobertura de inundación y las nueva modalidad de pólizas plurianuales para los cu ltivos de frutales y plátanos.
113
l'uertes inversiones en maquinaria
El sector agrario está haciendo un considerable esfuerzo inversor para re
novar el parque de maquinaria, en muchos casos muy obsoleto . En 1998, se destinaron a este fin unos 200.000 millones de pesetas , con los que se compró un total de 46.413 nuevas máquinas agrícolas, un 9% más que durante todo el año anterior y la cifra más alta desde 1981 .
Por comunidades, los principales ascensos corresponden a Castilla-La Mancha, Casti lla y León , Murcia , Asturias, Baleare:s y Canarias; mientras que el comportamiento en Andalucía, Comunidad Valenciana , Cataluña, Navarra y Galicia, aun siendo positivo, fue interior a la media española. Por el contrario , en Aragón, Extremadura , Cantabria y el País Vasco ha disminuido el número de inscripciones de maquinaria con respecto a 1997.
El parque oficial español de maquinaria automotriz para usos agrarios estaba compuesto al final de 1998 por más de 862 .000 tractores , cerca de 283.000 motocul tores y motomáquinas , unas 50.000 cosechadoras de cereal , 882 de remolacha, 823 de algodón , 553 ele forraje , 172 ele hortalizas , 92 vendimiadoras y otras 458 consechadoras automotrices. Aparte de éstas , estaban registrados 1.27 4 tractocarros, 358 equipos de carga y 463 unidades de otros tipos de máquinas automotrices . De todas maneras, estos datos deben corregirse a la baja, porque en muchas ocasiones las máquinas inservibles no se anulan en los registros. En el caso de los tractores, las máquinas agrícolas más características, una cifra más real podría situarse en 720.000 unidades.
Menos hipotecas en fincas rústicas
Al finalizar 1998 había en España 1.630 tincas rústicas sometidas a hipoteca,
un 9,5% menos que en 1997, según el Instituto Nacional de Estadística (!NE).
En cuanto al capital prestado , en diciembre de 1998 ascendía a 15.566 millones de pesetas, con un descenso del 10% con respecto al año anterior.
Por tipos de fincas, 1.248 eran de secano y el resto (284) correspondía a hipotecas sobre fincas de regadío. Las Cajas de Ahorros absorben cas i el 70% del total de estos préstamos, seguidas de los bancos, con el 25%.
El reparto por comunidades era el siguiente: Andalucía, 512; Aragón , 72; Asturias, 45; Ba leares, 66; Canarias, 74; Cantabria, 10; Castilla y León, 187; Castilla- la Mancha, 105; Cataluña, 69; Comunidad Valenc iana, 87; Extremadura, 61; Galicia, 106; Madrid , 6; Murc ia, 43; Navarra, 45; País Vasco, 28 y La Rioja, 14.
DENOMINACION ESPECIFICA ESPARRAGO DE NAVARRA
:~ ~ =
i #IJi8&N;l¡fü;i¡C;\(1l fü l Vfl:I
DENOMINACION DE ORIGEN PIQUILLO DE LODOSA
DENOMINACION DE ORIGEN CALIFICADA
DENOMINACION DE ORIGEN RONCAL
DENOMINACION DE ORIGEN IDIAZABAL
O) DENOMINACION DE ORIGEN NAVARRA
RIOJA
DENOMINACION ESPECIFICA PACHARAN NAVARRO
DENOMINACION DE CALIDAD ALCACHOFA DE TUDELA
DENOMINACION DE CALIDAD TERNERA DE NAVARRA
EL SECTOR AGBABIO EN 1998
Empleo: la población activa agraria sigue bajando
La Población Activa Agraria descendió en un porcentaje del 2,3 en 1998, se
gún los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), que cifran la actividad en este sector, incluida la pesca, en 1.285 .850 personas en activo como media de los cuatro trimestres .
La caída de los activos agrarios durante el pasado 1998 sitúa al sector agrario en los niveles de actividad más bajos de los últimos años y supone, además ,
que los activos agrarios hayan pasado de representar el 8, 1 % del total de acti vos en 1997 al 7,9% en 1998.
AFILIACIÓN AL REASS: MÁS POR CUENTA AJENA
La media de afiliación al Régimen Especial Agrario de la Seguridad Social (REASS) en 1998 ascendía a 1.159.928 personas , muy similar al dato equivalen-
te del año anterior. Sobre esa cifra total , 360.459 afiliados lo eran por "cuenta propia" y el resto (799.469) por "cuenta ajena". De esta fo rma, la evolución durante 1998 confirma la tónica que se viene manteniendo en los últimos ejercicios: un descenso de los afiliados por cuenta propia y un aumento de los trabajadores por cuenta ajena .
En concreto, en el primer grupo el descenso registrado fue del 4 por c iento (siempre medias del año relacio nadas con las medias del año anterior) y en segundo, e! incremento de la afiliación llegó a un porcentaje del 2,3.
lvoluCion cie li aflliaCión a la Segundad ocial (1997 I 1998) 1
AFILIACIÓN AL RÉGIMEN ESPECIAL AGRARIO (REASS) (en miles de afiliados)
1997 1998 MESES TOTAL CUENTA CUENTA TOTAL CUENTA CUENTA
AJENA PROPIA AJENA PROPIA
ENERO 1.156,9 772,5 384,3 1.164,6 797,3 367,3
FEBRERO 1.156,8 774,3 382,4 1.165,1 798,7 366,4
MARZO 1.158,6 777,4 381 ,2 1.164,2 799,1 365,1
ABRIL 1.160,2 780,7 379,5 1.163,5 799,7 363,7
MAYO 1.159,2 781,2 378,0 1.160,3 799,7 363,7
JUNIO 1.156,6 779,2 376,4 1.156,8 796,6 360,2
JULIO 1.151 ,5 777,0 374,5 1.153,6 794,2 359.4 AGOSTO 1.149,8 776,5 373,3 1.152,8 794,4 358,4
SEPTIEMBRE 1.151 ,6 779,5 372,1 1.152,6 795,4 357,2
OCTUBRE 1.156,2 785,9 370,2 1.158,2 802,3 356,0
NOVIEMBRE 1.161,0 791,8 369,2 1.163,0 808,2 354,8
DICIEMBRE 1.163,5 794,8 368,7 1.164,4 810,0 354,5
lvolucion del empleo en el sector~ 1
AÑO ACTIVOS OCUPADOS (Miles de personas) PARADOS (Miles de 11ersonas) TASAS DE PARO (%)
y Todos los Sector Tasa(%) Resto de Sector Resto de Sector Resto de TRIMESTRE sectores agrario Población activa Sector agrario sectores agrario s11ctores agrario sectores Agraria
1996 15.791 ,5 1.350,0 8,5 1.127,1 11 .046,8 222,9 3.394,7 16,5 23,5 11 15.877,8 1.305,0 8,2 1.065,0 11 .277,0 240,0 3.295,8 18,4 22,6
111 16.039,5 1.290,2 8,0 1.054,0 11 .470,5 236,2 3.278,8 18,3 22,2 IV 16.035,4 1.297,2 8,1 1.059,3 11.484,3 237,9 3.253,9 18,3 22,1
1997 1 16.018,8 1.345,3 8,4 1.129,5 11 .446,9 215,8 3.226,6 16,0 22,0 11 16.071 ,4 1.310,9 8,1 1.054,7 11 .651,7 256,2 3.108,7 19,5 21 ,1
111 16.186,6 1.295,6 8,0 1.036,6 11 .824,2 259,0 3.066,8 20,0 20,6 IV 16.207,3 1.314,6 8,1 1.048,6 11 .866,0 266,0 3.026,7 20,2 20,3
1998 16.164,1 1.346,0 8,3 1.140,4 11 .851,2 205,6 2.966,9 15,3 20,0 11 16.230,6 1.278,3 7,9 1.040,5 12.120,1 237,8 2.832,2 18,6 18,6
111 16.360,6 1.265,8 7,7 1.29,5 12.295,6 236,3 2.799,2 18,6 18,5 IV 16.305,5 1.253,3 7,7 1.031 ,9 12.310,2 221,4 2.'142,0 17,7 18,2
NQTA: Población Activa Agraria Incluye agricultura, ganadería, silvicultura, caza y pesca.
FUENTE: Encuesta de Población Activa 1 NE.
115
i#JiRffM;t;fü;t¡C¡\(,)mlffl:I
Transferencias FEOGA-Garantía En el ejerc ic io de 1998 España recibió 883.743 mi llones de pesetas del FEOGA-Garantía, fondo que se ocupa del apoyo a los mercados agrarios. El desglose de esta cantidad por sectores se recoge en el siguiente cuadro:
•Transferencias FEOGA·Garantia a España 1998 (en millones ptu.) 1
CULTIVOS HERBÁCEOS CEREALES ARROZ PROTEAGINOSAS AZÚCAR E ISOGLUCOSA ALGODÓN GUSANOS DE SEDA LINO TEXTIL Y CÁÑAMO LÚPULO APICULTURA TABACO ACEITE DE OLIVA VINOS Y ALCOHOLES FLORICULTURA FRUTAS Y HORTALIZAS VACUNO PORCINO OVINO Y CAPRINO LECHE Y PRODUCTOS LÁCTEOS
270.662,0 14.588,5 11 .241 .6 29.648,1 13.190,1 37.139,9
0,6 5.923,7
62,4 339,2
19.119,8 158.761,5 37.707,0
65,1 77.695,8 69.982,8 7.389,4
74.854,9 6.511 ,4
HUEVOS Y AVES SEMILLAS PRODUCTOS AGRÍCOLAS TRANSFORMADOS POSEICAN AYUDAS A LA RENTA RETIRADAS QUINQUENAL DE TIERRAS MONTANTES COMPENSATORIOS MONETARIOS MEDIDAS COMPLEMENTARIAS
Jubi lación anticipada Medio ambiente Forestación Recuperaciones, irregularidades o fraudes
PRODUCTOS DE LA PESCA
165,4 1.270,6 3.777,6
16.861 ,5 1,8
139,3 1,4
42.002,5 3.491 ,8
11.462,2 27.072,0
OTRAS REPERCUSIONES, IRREGULARIDADES O FRAUDES MEDIDAS DE CONTROL Y PREVENCIÓN DEL FEOGA
-23,5 869,6
-184,1 442 ,3
lQTAL -----~_.. ...... l.251.J.
LIQUlDACIÓN._OE_EJERCICIOS ANIERLDRES._~~ s
i ijJiRff ie) ;f1fü ;#:C ; t (1iij~IM!I:I
Fuerte descenso de la renta agraria en la Unión Europea
De acuerdo con los datos que faci lita la Oficina Estadística Europea (Eu
rostat), durante 1998 la renta agraria media bajó, en términos reales, el 3,9% en el conjunto de la UE, con respecto al año anterior. Un descenso que se añade al registrado en 1997, que fue de un 2,6%.
La caída registrada en 1998 se debe, en gran medida, a la disminución de las subvenciones (-6,4%) y al fuerte des-
censo de los precios a la producción . El nivel medio de los precios reales a la producción final agraria bajó el 5,3% debido, esencialmente , a la caída del 13,2% de los precios reales de los productos animales (-27,1% en el caso del porcino).
Asimismo, en 1998 se registró un ligero aumento del volumen de la producción final {1,6% en los productos agrícolas y 1,4% en los ganaderos); la caída del
• lvoluCión de la renta~ 1998 en los Estados miembros (%) 1
Luxemburgo 2,1 Suecia 1,1 Alemania 1,0 Francia 0,9 Italia -0.7 Grecia -1 ,3 Austria -4,2 Finlandia -5,0 ESPAÑA -6,2
Irlanda Bélgica Holanda Portugal Reino Unido Dinamarca
lJE-15 ZONA EURO
GAS PROPANO 902 155 156
-6,6 -8,4
-11 ,7 -12, 1 -16,3 -18,0
-3,9 -2,7
5,2% del valor real de los consumos intermedios; y la disminución del 0,4% del valor real de las amortizaciones.
El balance de 1998 encierra también un nuevo descenso del empleo en la agricultura, que en términos generales se redujo un 1,7%; un porcentaje similar al que ya se había reducido en 1997.
En cuanto al comportamiento de la renta agraria en España, de acuerdo con los datos que facilita Eurostat, descendió un 6,2%, muy por encima de la media comunitaria.
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CEREALES
La producción de cereales de otoño-invierno aumentó un 23% en 1998, situándose en unos 17 ,2 millones de toneladas, a pesar de que las siembras habían sido infe ri ores. Por su parte, en maíz la producción bajó un 6% y se situó en 4, 15 mi-
• ~oduro Sup. cultivada en España (Has) 625.000
Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 22%
Producción española (1998)(Tm) 1.290.300
Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 18% Precio medio en origen (1998) 25,34 (pts/Kg.)
Principales zonas productoras (% s/total nacional))
Andalucía 73%
Aragón 13%
Extremadura 7%
Fuentes: MAPAIEUROSTAT.
• Jrllo blando Sup. cu ltivada en España (Has) 1.249.900
Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 10%
Producción española (1998)(Tm) 4.056.700
Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 4%
Precio medio en origen (1998) 23,50 (pts/Kg.)
Principales zonas productoras (% s/total nacional))
Castilla y León 40%
Castilla- La Mancha
Aragón
Fuentes: MAPAIEUROSTAT.
16%
9%
llones de toneladas, en una superficie de 466.700 hectáreas, también por debajo de las de la campaña anterior.
En cuanto a los precios, la cebada y el trigo empezaron el año a niveles bajos debido a que la demanda del sector ganadero, y más concretamente del porcino, fue menor. Después, la calidad de los gra-
• Cebada seü carrero Sup. cu ltivada en España (Has) 1.062.600
Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 21 %
Producción española (1998)(Tm) 3.006.100
Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 8% Precio medio en origen (1998) 19,26 (pts/Kg.)
Principales zonas productoras(% s/total nacional))
Castilla y León 25%
Aragón 25%
Castilla-La Mancha
Fuentes: MAPAIFAO.
Centeno Sup. cu l~vada en España (Has)
24%
119.500
Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 8%
Producción española (1998)(Tm) 207.400
Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 3%
Precio medio en origen (1998) 19,60 (pts/Kg.)
Principales zonas productoras (% sttotal nacional))
Castilla y León 75%
Galicia Castilla-La Mancha
Fuentes: MAPAIFAO.
119
9%
6%
mi Sorgo Sup. cultivada en España (Has) 11.660
Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 6% Producción española (1996)(Tm) 74.100
Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 7%
Precio medio en origen (1996) 21 ,50 (pls/Kg.)
Principales zonas productoras (% s/total nacional))
Cataluña 39%
Andalucía 37%
Extremad u ra
Fuentes: MAPAIFAO.
• Avena Sup. cultivada en España (Has)
Porcentaje aproximado respecto a la UE-1 5
Producción española (1996)(Tm)
5%
397.700
20%
696.300 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 11 %
Precio medio en origen (1996) 21,64(pls/Kg,)
Principales zonas productoras (% s/total nacional))
Cas:tilla y León 30%
Castilla-La Mancha
Anclalucfa
Fuentes: MAPAIFAO.
• Oebada dos carrero Sup1. cultivada en España (Has)
26%
16%
2.463.100
Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 40%
Producción española (1996)(Tm) 7.695.400
Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 25% Precio medio en origen (1998) 19,69 (pts/Kg.)
Principales zonas productoras(% s/total nacional))
Cas!llla y León 51 %
Castilla-La Mancha
Ara¡¡ón
Fuentes: MAPAIFAO.
• 1Müi Sup. cu ltivada en España (Has)
26%
6%
466.700
Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 11 % Producción española (1996)(Tm) 4.154.300
Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 12%
Precio medio en origen (1996) 22,9 (pts/Kg.)
Principales zonas productoras(% s/total nacional))
Castilla y León 24%
Aragón
Extremadura
Fuentes: MAPAIFAO.
19%
14%
• Triticale Sup. cultivada en España (Has) Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 Producción española (1998)(Tm)
29.000 5%
61 .000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 1 % Precio medio en origen (1998) 23,70 (pts/Kg.)
Principales zonas productoras(% s/total nacional)) Andalucía 7 4 %
Extremadura 11 % Castilla-La Mancha 7%
Fuentes: MAPA!FAO.
nos no pudo evitar que los precios cayeran con el inicio de cosecha. Hasta mediados de octubre no se apreció una ligera recuperación. Como ejemplos, la cebada terminó el año con un precio medio de 20 ptas/kg; el maíz, en 23 ptas/kg; el trigo panificab le, entre 22 y 25 ptas/kg; y el trigo duro entre 23 y 25 ptas/kg .
ARROZ
• Arroz Sup. cultivada en España (Has) 113.200 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 27% Producción española (1998)(Tm) 804.300 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 30% Precio medio en origen (1998) 48.20 (pts/Kg.)
Principales zonas productoras(% s/total nacional)) Andalucfa 37% Extremadura Cataluña
Fuentes: MAPA!FAO
18% 17%
La producción española de arroz en 1998
se situó en unas 804.000 toneladas, un 2%
más que en 1997. Por su parte, la superficie nacional de cultivo es de unas 110.000 hectá reas, lo que supone, según datos del FE
GA, que debe revisarse la penalización aplicada a los pagos ya realizados, solicitando a los agricultores el re integro de 1 euro por hectárea, equivalente a 168,386 pesetas por hectárea.
FORRAJES
El mercado de forrajes deshidratados, tanto a nivel nacional como comunitario, estuvo durante 1998 muy saturado debido especialmente al exceso de oferta de
• Yeros Sup. cultivada en España (Has) Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 Producción española (1998)(Tm)
88.000 97%
58.700 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 98% Precio medio en origen (1998) 25 (pts/Kg.)
Principales zonas productoras(% s/total nacional)) Castilla-La Mancha 53% Aragón Andalucía
Fuentes: MAPA/FA O.
• Vezas
19% 19%
Sup. cultivada en España (Has) 200.500 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 85% Producción española (1998)(Tm) 127.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 65% Precio medio en origen (1998) 35,4 (pts/Kg.)
Principales zonas productoras(% s/total nacional)) Castilla y León 32% Castilla-La Mancha 21 % Cataluña 17%
Fuentes: MAPAIFAO.
baja calidad. Los precios , aunque la demanda ha sido buena en general , estuvieron por debajo de los del año anterior.
Por todo ello, desde el sector productor español ha pedido un plan de actuac ión en defensa de las primeras calidades de forraje (alfalfa deshidratada) , mientras que la Comisión ya ha presentado a los Estados miembros una propuesta dirigida a reducir la producción en toda la Unión incrementando la temperatura exigida para acceder a las ayudas que se conceden. De este modo se conseguiría, según los expertos comunitarios , disminuir la producción de peor calidad. La producción nacional de forrajes desecados en la campaña 1998/99 se situará en 1, 72 mil lones de toneladas, medio mi llón de toneladas por encima de la Cantidad Máxima Garantizada, que está establecida para España en 1,22 millones de toneladas.
ALIMENTACIÓN ANIMAL
La producción de piensos compuestos en 1998 fue de 15,5 millones de toneladas, más de 200.000 toneladas de 1997. Por sectores, la producción de piensos desti-
120
• soja Sup. cul tivada en España (Has) Porcentaje aproximado respecto a la UE-15
5.470 1%
Producción española (1998)(Tm) 12.400 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 1 % Precio medio en origen (1998) * 31,50 (pts/Kg.)
Principales zonas productoras(% s/total nacional)) Extremadura 79% Andalucía Aragón
Fuentes: MAPA/FA O.
• Colza
20% 1%
·Estimaciones
Sup. cu ltivada en España (Has) 46.100 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 1,50% Producción española (1998)(Tm) 73.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 0,80% Precio medio en origen (19978) ' 33 (pts/Kg .)
Principales zonas productoras (% s/total nacional)) Aragón 30% Castilla-La Mancha Andalucía
27% 22%
Fuentes: MAPAIFAO. "Estirnaciónes.
nadas al porcino se situó en 6,6 millones de Tm (ligeramente por encima de 1997); la destinada al ovino, en 4, 1 millones; y la del vacuno, en 3,3 millones de Tm.
ACEITE DE OLIVA
El sector de aceite de ol iva estuvo muy condicionado durante 1998 por la reforma de la OCM, que finalmente fue aprobada en el mes de junio , tras varios meses de movilizaciones en España, con elementos muy negativos para el futuro de los productores.
• Aceite de oliva Sup. cu ltivada en España (Has) 2.132.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 50% Producción española (1998)(Tm) 747.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 45% Precio medio en origen (1998) 292 (pts/Kg.)
Principales zonas productoras (% s/total nacional)) Andalucfa 84% Castilla-La Mancha Extremadura
Fuentes: MAPA!FAO.
7% 5%
• Aceituna de mesa Sup. cu ltivada en España (Has) Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 Producción española (1998)(Tm)
133.000 56%
238.400
Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 61 %
Precio medio en origen (1998) 93,55 (pts/Kg.)
Principales zonas producloras (% s/lolal nacional))
Andalucía 79% Extremadura 17%
Murcia 1%
Fuentes: MAPAIFAO.
La reforma estableció una Cantidad Máxima Garantizada para España de 760.027 Tm; la ayuda a la producción se redujo un 7%; se suprimió el sistema público de intervención quedando sólo el régimen de ayuda al almacenamiento privado; y también se suprimió la ayuda al :;onsumo y la ayuda específica para pe::iueños productores.
Además, no se prohibieron las mezclas, Jno de los puntos rechazados con mayor :ihínco por el sector español.
La cosecha, en principio, parecía des:inada a superar la del año anterior, pero jespués con la escasez de humedad, no >e cumplieron las expectativas.
También hubo guerra de cifras entre Mi-1isterio, sector y la Junta de Andalucía. De as 1.080.700 toneladas que se preveían ~ finales de verano se llegó a fin de año ~on unas previsiones de cosecha por de)ajo de las 755.000 Tm.
Las expectativas de una recolección inerior a la prevista provocó un repunte de os precios al consumo, más especulativo l Ue real , provocado por el sector indusrial y las grandes empresas de distribu;ión, que acapararon mercancía.
En los doce meses de 1998, las ventas de aceite de oliva de la industria envasadora ascendieron a 413,68 millones de litros , con un incremento del 11 % sobre 1997, que porcentualmente fue muy superior en el caso de los vírgenes.
En cuanto a los precios pagados al productor, el año se cerró aproximadamente en los mismo niveles del anterior (con un precio medio de 310 ptas/kg para el aceite de 1° y 260 ptas/kg para el de 3°),.
GIRASOL
• Giruol Sup. cultivada en España (Has) 1.030.509
Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 45%
Producción española (1998)(Tm) 1.096.900
Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 29% Precio medio en origen (1998) 38,95 (pts/Kg.)
Principales zonas productoras (% s/tola l nacional))
Andalucía 44%
Castilla-La Mancha
Castilla y León
Fuentes: MAPAIFAO.
43%
16%
La producción española de girasol fue en 1998 de de 1, 1 millones de toneladas, con unos precios que oscilaron entre 32 y 36 ptas/kg . El sector vivió durante todo el año con la amenaza de los cambios propuetos en su Organización Común de Mercado (OCM)
REMOLACHA
• Remolacha azucarera Sup. cultivada en España (Has) 153.300 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 7% Producción española (1998)(Tm) 8.871.300 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 7% Precio medio en origen (1998) 8,35 (pts/Kg.)
Principales zonas producloras (% s/total nacional))
Castilla y León 57%
Andalucfa
Castilla-La Mancha
Fuentes; MAPA!FAO.
30%
8%
La producción total de remolacha azucarera en 1998 ascendió a 8.87 1.000 toneladas - frente a 8.583.000 toneladas en 1997-; mientras que la producción de azú-
121
•1 Tabaco Sup. cultivada en España (Has) 17.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 11 ,60% Producción española (1998)(Tm) 42.300 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 12% Precio medio en origen (1998) 483,46 (pts/Kg.)
Principales zonas productoras(% s/lotal nacional))
Extremadura 82%
Andalucía 14% Castilla y León
Fuirntes: MAPA/FA O
• .&Igodón Sup. cultivada en España (Has)
Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 Producción española (1998)(Tm)
2%
97.600
19%
323.800
Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 21 %
Precio medio en origen (1998) 139,67 (pts/Kg.)
Pri1~cipales zonas productoras(% s/lolal nacional))
Andalucía 95%
Murcia
Comunidad Valenciana
FuBnles: MAPAIFAO.
4%
1%
car refinado fue , respectivamente, de 1, 18 y 1,6 millones de toneladas. Otro elemento importante de 1998 fue la fusión de Ebro Agrícolas y Sociedad General Azucarera, constituyéndose en la sociedad Azucarera Ebro Agrícolas que dispone del 78% de la cuota de azúcar española.
• :vino 1 mosto Sup. cu ltivada en España (Has) Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 Producción española (1998)(Tm)
1.127.000
33% 32.524
Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 21 % Precio medio en origen (1998) 641 (pts/hgdo.)
Principales zonas productoras(% sMtal nacional))
Castilla-La Mancha 50% Cataluña Comunidad Valenciana
Fuefltes: MAPA!FAO.
9% 8%
El sector del vino vivió en 1998 una campaña desigual . Por un lado, las producciones fueron en general inferiores a las del año anterior (con excepciones im-
• .AJo Sup. cultivada en España (Has) Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 Producción española (1998)(Tm)
24.400 66%
160.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 62% Precio medio en origen (1998) 184,12 (pts/Kg.) Preclo medio mayorista (1998) 254 (pts/Kg.)
Principales zonas productoras (% s/total nacional)) Andalucía 40% Castilla-La Mancha Gastilla y León Fuentes; MAPAIFAOIMERCASA.
• Alcachofa Sup. cultivada en España (Has) Porcentaje aproximado respecto a la UE-15
40% 9%
236.995
Producción española (1998)(Tm) 274.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 30% Precio medio en origen [1998) 98,99 (pts/Kg.) Precio medio mayorista (1998) 167 (pts/Kg.)
Principales zonas productoras(% s/total nacional)) Murcia 42% Comunidad Valenciana 31 % Cataluña 8% Fuentes MAPA/FAOIMERCASA.
• Patatas Sup. cultivada en España (Has) 141 .700 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 10%
Producción española (1998)(Tm) 3.319.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 7% Precio medio en origen (1998) 29,80 (pts/Kg.)
Principales zonas productoras (% s/total nacional )) Castilla y León 28% Galicia Andalucía
Fuentes: MAPAIFAO.
16% 15%
portantes, como La Rioja) ; y, por otro, los precios fueron muy superiores.
En la reducción de la cosecha tuvieron mucho que ver las heladas que diezmaron la cosecha en muchas zonas de Casti lla y León, la Comunidad Valencina y Cataluña; seguidas en el verano por la fa lta de lluvia, que frenó el engorde de la uva. En cuanto a la calidad , la cosecha de 1998 ha sido una de las mejores del sig lo. En precios, los más altos se pagaron en zonas como la Ribera del Duero y La Rioja donde cas i se llegan a dup licar los precios
• Pimiento _fulp. c~lti_vada.!l_n EsQaña (Has) Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 Producción española (1998)(Tm)
22.600 55%
882.800 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 57% Precio medio en origen (1998) 101 ,80 (pts/Kg.) Precio medio mayorista (1998) 145(pts/Kg.)
Principales zonas productoras (% s/lotal nacional)) Andalucía 63% Murcia Comunidad Valenciana Fuentes: MAPAIFAO!MERCASA.
• Cebollas Sup. cu ltivada en España (Has) Porcentaje aproximado resp'ecto a la UE-15 Producción española (1998)(Tm)
14% 5%
24.400 10%
981.200 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 29% Precio medio en origen (1998) 21 ,73 (pts/Kg.) Precio medio mayorista(1998) 69 (pts/Kg.)
Principales zonas productoras(% s/total nacional)) Casti lla-La Mancha 45% Andalucía Comunidad Valenciana Fuentes: MAPA/FAOIMERCASA.
• Tomate Sup. cultivada en España (Has)
15% 13%
60.500 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 25% Producción española (1998)(Tm) 2.942.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 23% Precio medio en origen (1998) 55,70 (pts/Kg.) Precio medio mayorista(1998) 106 (pts/Kg.)
Principales zonas productoras(% s/lotal nacional)) Andalucía 30% Extremadura Murcia Fuentes: MAPA/FAO/MERCASA.
27% 10%
medios de años anteriores. Sin embargo, el encarecimiento del precio de la uva no fue un hecho puntual sino que se viene arrastrando desde hace tres.
PATATAS La patata comenzó el año como había
terminado el anterior: con buenos precios en tardía que luego se mantuvieron, con altibajos, hasta el final de la campaña. En concreto, el precio medio en enero para la patata era de 23 ptas/kg y al finalizar el
122
GUüiiltes Sup. cultivada en E~¡mjia (Has) 56.500 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 7% Producción española (1998)(T1n) 73.300 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 2% Precio medio en origen (1998) 106 (pts/Kg.)
Principales zonas productoras (% s/total nacional)) Castilla-La Mancha 36% Castilla y León 35% Andalucía 8%
Fuentes; MAPA/FAO.
• Habu secas Sup. cultivada en España (Has) 9.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 6,80% Producción española (1998)(Tm) 9.300 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 3,50% Precio medio en origen (1998) 42,25 (pts/Kg.)
Principales zonas productoras(% s/l'otal nacional)) Andalucía 55% Cataluña Baleares
Fuentes: MAPA/FAO.
• Fresa-fresón
11% 9%
Sup. cultivada en España (Has) 8.300 Porcentaje aproximado respecto a Ja UE-15 19% Producción española (1998)(Tml 317.300 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 37% Precio medio en origen (1998) 198,97 (pts/Kg.) Precio medio mayorista (1998) 244 (pts/Kg.)
Principales zonas productoras(% s/total nacional)) Andalucía 92% Cataluña Galicia Fuentes: MAPAIFAOIMERCASA
4% 3%
año , estaba en 40 ptas/kg. La producción final de patata en España quedó ligeramente por debajo de la de la campaña anterior, al recogerse 3.246.800 toneladas Sin embargo, la producción de patata tardía (que se preveía escasa) superó la de 1997. Los buenos precios consegu idos por los productores de patata, especia lmente al fi nal de la campaña, han levantado la alarma en el sec tor de cara a las siembras de 1999; y, además, el encarecimiento de los precios provocó en 1998 un descenso del consumo.
• •annJa Sup. cultivada en España (Has) 134.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 45% Producción española (1998)(Tm) 2.384.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 43% Precio medio en origen (1998) 28,96 (pts/Kg.) Precio medio mayorista (1998) 7 4 (pts/Kg.)
Principales zonas productoras (% sllotal nacional)) Comunidad Valenciana 70% Andalucía 22% Murcia 5% Fuentes: MAPAIFAO/MERCASA.
• Pera Sup. cu ltivada en España (Has) 39.391 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 24% Producción española (1998)(Tm) 599.800 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 21 %
Precio medio en origen (1998) 75,62 (pts/Kg.) Precio medio mayorista (1998) 109(pts/Kg.)
Principales zonas productoras(% sllotal nacional)) Cata luña 55% Aragón 19% Extremadura Fuentes: MAPA/FAO!MERCASA.
• Manzana Sup. cultivada en España (Has) Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 Producción española (1998)(Tm)
6%
49.373 14%
719.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 9% Precio medio en origen (1998) 44, 13 (pts/Kg.) Precio medio mayorista (1998) 101 (pts/Kg.)
Principales zonas productoras (% s/total nacional)) Cataluña 48% Aragón 24% Galicia 6% Fuentes: MAPA/FAOIMERCASA.
• PJ.üiiios Sup. cultivada en España (Has) Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 Producción española (1998)(Tm)
8.369 85%
385.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 94% Precio medio en origen (1998) 55.07 (pts/Kg.) Precio medio mayorista (1998) 123 (pts!Kg.)
Principales zonas productoras(% sltotal nacional)) Canarias 100% Andalucla 0,05%
Fuentes: MAPAIFAO/MERCASA.
• Mandarina Sup. cultivada en España (Has) 97.072 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 76% Producción española (1998)(Trn) 1.698.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 63% Precio medio en origen (1998) 41,62 (pts/Kg.) Precio medio mayorista (1998) 100 (pts/Kg.)
Principales zonas productoras (% sltotal nacional))
Comunidad Valenciana 91 % Andalucía 3% Murcia Fuentes: MAPA/FAOIMERCASA.
• Sandía Sup. cultivada en España (Has) Porcentaje aproxfmado respecto a la UE-15 Producción española (1998)(Tm)
3%
21.600 38%
816.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 40% Precio medio en origen (1998) 30,92 (pts/Kg.) Precio medio mayorista (1998) 51(pts/Kg.)
Principales zonas producloras (% sttota l nacional)) Andaluola 68% Comunidad Valenciana Murcia Fuentes: MAPAIFAOJMERCASA.
• Albaricoque Sup. cultivada en España (Has) Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 Producción española (1998)(Tm)
12% 7%
24.982 39%
149.800 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 35% Precio medio en origen (1998) 69,80 (pts/Kg.) Precio medio mayortsta (1998) 187 (pts!Kg.)
Principales zonas productoras(% s/total nacional)) Murcia 58% Comunidad Valenciana 24% Castilla-La Mancha 8% Fuentes: MAPAIFAOIMERCASA.
• Oernu Sup. cultivada en España (Has) Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 Producción española (1998)(Tm)
27.650 24%
54.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 12% Precio medio en origen (1998) 278,60 (pts{Kg.) Precio medio mayorista (1998) 387 (pts/Kg.)
Principales zonas productoras(% s/tolal nacional)) Extremadura 24% Cataluña 21 % Aragón 13% Fuentes: MAPAIFAO/MERCASA.
123
• Limón Sup. cul tivada en España (Has) Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 Producción española (1998)(Tm)
43.000 45%
702.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 48% Prncio medio en origen (1998) 36,20 (pts/Kg,) Prncio medio mayorista (1998) 75 (pts/Kg.)
Principales zonas productoras(% sltola l nacional)) Murcia 50% Comunidad Valenciana Andalucía Fuentes: MAPAIFAOJMERCASA.
• Melón Sup. cultivada en España (Has)
31% 17%
43.100 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 48% Producción española (1998)(Tml 993.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 53% Precio medio en origen (1998) 41 ,37 (pts/Kg.) Precio medio mayorista (1998) 83 (pts!Kg.)
Principales zonas productoras (% sltotal nacional)) Andalucía 35% Castilla-La Mancha 26% Murcia Fus•ntes: MAPA/FAO/MERCASA.
• Melocotón y llectarina Sup. cultívada en España (Has) Porcentaje aproximado respecto a la UE-1 5 Producción española (1998)(Tm)
19%
72,000 25%
925.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 22% Precio medio en ortgen (1998) 95.91 (pts/Kg.) Precio medio mayorista (1998) 162 (pts/Kg.)
Principales zonas productoras (% s/total nacional)) Cataluña 27% Ara¡¡ón 24% Murcia 21% Fue11tes: MAPA/FAO/MERCASA.
• Uva de mesa Su~1 . cultivada en España (Has) Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 Producción española (1998)(Tm)
34.716 36%
350.500 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 15% Precio medio en origen (1998) 81 ,02 (pts!Kg.) Precio medio mayorista (1998) 180 (pts!Kg.)
Prirncipales zonas productoras (% sltotal nacional)) Comunidad Valenciana 60% Murcia Andalucía Fuentes: MAPA/FAOIMERCASA.
23% 14%
• Ciruela Sup. cultivada en España (Has) Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 Producción española (1998)(Tm)
20.330 22%
136.100 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 14% Precio medio en origen (1998) 88.50 (pts/Kg.)
Precio medio mayorista (1998) 184 (pts/Kg.)
Principales zonas productoras (% s/total nacional)) Murcia 25% Comunidad Valenciana 21 % E'xtremadura 18% Fuentes. MAPA!FAO/MERCASA.
• Lentejas Sup. cultivada en España (Has)
Porcentaje aproximado respecto a la UE-15
Producción española (1998)(Tm)
27.400
82%
16.200
Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 68% Precio medio en origen (1998) 69, 1 O (pts/Kg . .)
Principales zonas productoras (% s/total nacional))
Casti lla-La Mancha 84% Casti lla y León 11 %
Andalucía 3%
Fuentes: MAPA!FAO.
HORTALIZAS
En general, las producciones hortícolas estuvieron en 1998 por encima del año anterior, pese a que las superficies sembradas estaban por debajo y a que se produjeron heladas que en algunas zonas diezmaron los cultivos.
Los precios estuvieron más bajos que en la campaña anterior debido a este aumento de la oferta en el mercado.
Corno en otros sectores de producción, la crisis rusa también afectó al sector hortfcola incidiendo en la calda de los precios. En concreto, las exportaciones de tomate y lechuga fueron las más afectadas . No obstante, la apertura del mercado norteamericano al pimien to y al tomate, ayudo sin duda a paliar los efectos negativos.
FRUTAS
La campaña de pera y manzana empezó con precios al alza debido a la reducción de la cosecha tanto en España como en los primeros países productores de la UE, aunque en Italia sf se registró un aumento de la producción de pera.
• Avellana cáscara Sup. cultivada en España (Has) Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 Producción española (1998)(Tm)
32.000
20% 16.200
Porcenta je aproximado respecto a la UE-15 12% Precio medio en origen (1998) 239,95 (pts/Kg.)
Principales zonas productoras(% s/total nacional)) Cataluña 96% Comunidad Va lenciana Asturias
Fuentes: MAPAIFAO.
• Judías secas
3% 1%
Sup. cultivada en España (Has) 22.427
Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 35%
Producción española (1998)(Tm) 22.100
Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 20%
Precio medio en origen (1998) 228, 1 O (pts/Kg.)
Principales zonas productoras(% s/total nacional))
Casti lla y León 48%
Galioia
Asturias
Fuentes: MAPA/FA O.
17%
5%
En frutas de hueso, la tónica de la reducción de la cosecha se mantuvo , excepto en albaricoque, donde se logró superar la producción del pasado año al alcanzar un volumen de 149.800 Tm.
La problemática del plátano se recrudeció en 1998. La Unión Europea acabó pidiendo al Consejo General de la Organización Mundial de Comercio que resolviese el procedimiento que la enfrentaba a Estados Unidos.
En cuanto a los cítricos, los precios subieron en 1998, pero las producciones es-
124
• Almendra cáscara Sup. cultivada en España (Has) 720.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 72% Producción española (1998)(Tm) 202.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 54% Precio medio en origen (1998) 139,08 (pts/Kg.)
Principales zonas productoras (% s/total nacional)) Andalucía 27% Comunidad Valenciana Aragón
FOentes: MAPMAO!MERCASA.
• Garbanzos
21% 16%
Sup. cultivada en España (Has) 115.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 81 %
Producción española (1998)(Tm) 65.900
Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 82% Precio medio en origen (1998) 104(pts/Kg.)
Principales zonas productoras (% s/total nacional))
Andalucía 47% Castilla-La Mancha
Extremadura
Fuentes: MAPAIFAO.
24%
17%
tuvieron lejos de alcanzar la cifra récord del año anterior. Además, la crisis rusa no afectó tanto como se estimaba a comienzos del verano.
Un tema que sí preocupa a los productores españoles es el previsible acuerdo comercial UE-Sudáfrica, porque las producciones cítr icas de este país africano, aunque en esencia no coinciden en el tiempo con las españolas, pueden perjudicar a las producciones españolas al inic io de la campaña en octubre y al final de la misma.
FRUTOS SECOS
La producción española de almendra fue de 202.600 toneladas; y la de ave llana, de 16.200 Tm, en ambos casos muy por debajo del nivel alcanzado en la campaña anterior. que fue , por otra parte, una campaña excepcional.
No obstante, los precios no experimentaron una tendencia alcista como era de prever ante esa reducción de la oferta y en los primeros meses del otoño la estabilidad era la tónica dominante en el mercado. Concretamente , la almendra
• Leche de cabra Censo español (1998) • 1.855.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 21 % Producción española (Millones de litros) 402 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 27% Precio medio en origen 70 (pts/I.)
Princi~ales zonas ~roductoras Andalucía 56% Castilla-La Mancha 14% Canarias 11%
·Hembras reproductoras
Fuentes: MAPA/FA O.
• Carne de porcino Censo español (1998) (cabezas) 21.715.000 Porcentaje ap roximado respeoto a la UE-1 5 17% Producción española (en Tm) 2.505.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 15% Precio medio en origen 178 (pts/kg/vivo)
Distribución de la cabaña ganadera
Cataluña 25% Castilla y León 16% Aragón 15%
Fuentes: MAPAIFAO.
!mpezó el año 98 a 520 ptas/kg y termi-1ó a 670 ptas sin cambios en varias senanas. Por su parte, la ave llana terminó 1 575 ptas/kg cuando había empezado a i10 ptas.
LECHE
En el sector lácteo, durante el período le tasa 1998/99 no se llegó a cubrir la cuo-1 con las entregas de los ganaderos, que e quedaron en 5.437.140 toneladas. Es) responde al esfuerzo realizado por el ector para adaptarse al sistema de cuo-1s y no sobrepasar el límite establecido.
También puede haber contribuido la imortante bajada del número de ganade)S, que ha pasado de 90.867 en la camaiia 1996/97 a 81.377 en la 1997/98, por 1 que un año más se confirma que el proio sector se están reconvirtiendo, sin ca-apoyos oficiales y debido a la presión
el mercado. El 11 de julio de 1998 se publicó el ReDecreto sobre modernización y mejora
e la competitividad en el sector lácteo, 1a norma que por primera vez decreta-9. las retenciones obligatorias para el coro de la supertasa par a los ganaderos
• Leche de vaca Censo español (1998) 1.282.959 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 6% Producción española (Millones de litros) 6.021 Porcentaje ap roximado respecto a la UE-15 5% Precio medio en origen 48,62 (ptsll.)
Princi~ales zonas ~roductoras Galicia 30% Castilla y León 14% Asturias 11 %
Fuentes: MAPA!FAO.
• Carne de vacuno Censo español (1998) (cabezas) 6.118.000 Porcenta je aproximado respecto a la UE-15 7,30% Producción española (Tm) 602.500 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 7,60% Precio medio en origen 252 (pts/kglvivo)
Distribución de ta cabaña ganadera Castilla y León 20% Galicia 16% Cataluña 12% Fuentes: MAPA/FA O.
españoles, y por el que se instrumentalizó un plan de abandono del sector con expectativas de captar 100.000 Tm de cuota , financiadas por el Ministerio y las comunidades autónomas (éstas al 25%). Al cierre de dicho plan , tan sólo se abandonaron 70.000 Tm, con lo que ni siquiera se gastaron los fondos procedentes de la Administración central, que cubrían 75.000 Tm. Esto se debió a problemas por la redacción de la normativa, como el hecho de que, quien abandonara la cuota como condición previa para acogerse al cese
125
• Leche de oveja Censo español (1998) • 2.665.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 15% Producción española (Millones de litros)" 320 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 16% Precio medio en origen (1998) 130,84 (ptsll.)
Princi~aies zonas ~roductoras Castilla y León 67% Castilla-La Mancha 22% Navarra 2%
'Hembras reproductoras "O.atas de 1997 Fuentes: MAPAIFAO.
• Carne de aves Censo español (1998) (cabezas) 37.033.000 Pon:entaje aproximado respecto a la UE-15 37% Producoión española (Tm) 897.000 Porc:entaje aproximado respecto a la UE-15 14% Precio medio en origen (gallina y polio) 91 (ptslkg)
Distribución de la cabaña ganadera Cata luña 32% Andalucía 14% Comunidad Valenciana 13%
Fuentes: MAPA!FAO
anticipado, pod!a no obtener éste a pesar de todo, y por tanto quedarse sin derecho de producción y sin prejubilación .
• VACUNO DE CARNE
Después de dos años claramente negativos (1995 y 1996), y de otro de equilibrio ('1997), volvieron, aunque moderados, los beneficios en 1998, atendiendo a la diferencia entre costes e ingresos y sin tener en consideración en el cálcu lo los ingresos por primas en el caso de machos con acceso a ellas.
En lo referente a los costes de producción, las compras de animales destinados a cebo en este año sufrieron por lo general un incremento en el segundo trimestre , aunque se moderaron sensiblemente en el tercero. Hay que señalar diferencias importantes por tipos de ganado: los precios del ganado de buena genética de origen francés (charolés y similares) se mantuvieron disparados durante el verano, cuando los pasteros cruzados nacionales siguieron una tendencia contraria en el mismo período.
A final de año , los precios de frisón nacional destinados al engorde estaban en
• Carne de caprino Censo español (199lt) (cabezas) 2.534.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 21 % Producción española (en Tm) 15.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 19% Precio medio en origen 396 (pts/kg/vivo)
Distribución de la cabaña ganadera Andalucla 47"/o Castilla-La Mancha 14% Extremadura 8%
Fuentes: MAPA/FAO.
• carne de conejo
Cen~o español (1998) (cabezas) 2.300.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 14% Producción española (en Tm) 123.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 27% Precio medio en origen 280,81 (pts/kg/l
Principales zonas productoras
Cataluña Aragón Galicla
Fuentes: MAPA/FAO.
33% 14% 14%
66.000 ptas para animales machos de 60 kg , mientras se situaban en 54.000 para hembras entre 60 y 65 kg . En asturiano y similares, el prec io era de 37.000 ptas para los machos de 50 kg y de 28.000 para hembras del mismo peso. En retinta con charolés, la cotización para engorde era de 90.000 ptas el macho de 220 kg , y 70 .000 la hembra del mismo peso, y en charolés cotizaban a 123.000 ptas el macho de 250 kg , y a 88.000 la hembra de ese peso. En cuanto a los precios de venta, empezaron muy firmes en enero (550
• Carne de equino Censo español (1998)~ 33.768 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 14% Producción española (en Tm) 7.100 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 7% Precio medio en origen'* 223,94 (pts/kg/)
Principales zonas productoras
Cataluña 38% Comunidad Valenciana 26% Cantabria 10%
• Saarfficia de ganada • •oatos de 1997
Fuentes: MAPMAO.
• Huevos Censo español de gallinas ponedoras 1998 37 .033.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 11 % Producción española (1998) 585.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 12% Huevos puestos por cada gallina 245.000 Precio medio en origen
Principales zonas productoras Cataluña Castilla y León Castilla-La Mancha
Fuentes: MAPA/FAO.
124,79 (ptsfdoc)
21 % 15% 14%
ptas el precio testigo nacional) , para caer progresivamente hasta el verano (440 ptas en junio), e iniciar una remontada en el tercer trimestre. En el consumo la normalidad ha sido la tón ica dominante después de la debacle que había provocado en años anteriores la crisis de las vacas locas.
PORCINO
En el balance sobre la situación del sector porcino en 1998 se pone de manifiesto el importante aumento de l censo que se produjo en toda la UE y especialmente en España, y la consiguiente bajada de precios hasta llegar a niveles desconocidos desde los años 70.
Comparando el censo total de reproductoras en agosto de 1998 con el de 1997 se aprecia un incremento del 3,8% en la UE, mientras en España subió un 13,5%, pasando el parque a ser de 2.485.000 reproductoras, lo que supone que fuimos el estado miembro con mayor incremento.
El precio medio de l ganado vivo de abasto fue inferior al de 1997 en un 28% (147 ptas/kg vivo}, apenas equiparable a
126
• Lana de oveja Censo español (1998) * 19.053.190 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 30% Producción española (Tm) 31 .922.040 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 26%, Precio medio en origen 81.15 (pts/kg/l
Principales zonas productoras Castilla y León 22% Extremadura 20% Castilla-La Mancha 17%
·cabezas esquiladas a dic. 1997
Fuentes: MAPMAO.
• carne de orino Censo español (1998) (cabezas) 24.200.00Q Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 21 % Producción española (en Tm) 228.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 21 % Precio medio en origen 372 (pts/kg/vivo)
Distribución de la cabaña ganadera Castilla y León 24% Aragón 15% Extremadura 14%
Fuentes: MAPAIFAO.
las 142 ptas de 1988, o a las 144 de 1993, ya que los sistemas de producción han cambiado y los costes son mucho mayores . El prec io máximo se alcanzó en febrero, con 181 ptas/kg vivo, comenzandc a descender a partir de ese mes y llegando a su nivel más bajo en noviembre (9C ptas/kg vivo) , un precio histórico desconocido por los ganaderos desde la década de los 70. Esto supuso unas pérd idaE por animal de 100 kgs vivo, de entre 5.00C y 7.000 pesetas.
El precio medio del lechón de 20 kgs he
sido de 5.300 ptas/unidad, inferior en un 35% al del año anterior (que fue de 8.200 ptas) . El nivel más bajo se alcanzó en noviembre con 1.800 ptas/unidad, lo que significó perder por lechón entre 3.000 y 4.000 pesetas.
La crisis comenzó en agosto, y se agravó en los meses siguientes llegando al punto máximo en noviembre. La causa de la crisis es el incremento de la producción en la UE, unido al descenso de las exportaciones a Rusia y países asiáticos por las circunstancias económicas que atraviesan .
Los productores de ovino sufrieron en 1998 las consecuencias de la espectacular caída de precios en el porcino, que tiró inevitablemente a la baja de los precios del resto de as carnes. Para colmo, los precios de las pieles también han ::aído en 1998 y esta vez como consecuencia de las crisis eco-1ómicas que a comienzos del pasado año azotaron a los mer::ados ruso y asiático. Sólo el importe de las primas permitió ·ecompensar mínimamente a los ganaderos
AVICULTURA
Las producciones avícolas tienen un marcado carácter cí)lico, por lo que tras dos años de relativa calma-1996 y 1997-, m 1998 se produjo una crisis de precios en el mercado de 1uevos a nivel europeo. España, que supone el 12% de la proiucción comunitaria, aumentó su oferta respecto al año 1997 m torno a un 10%, lo que unido al incremento del 2% en la proiucción comunitaria, provocó que los precios al productor ba::insen entre un 1 O y un 15% durante.
Por su parte, el mercado de los pollos no consigue alcan:ar niveles aceptables para sus productores. El año 1998 fue nuy difícil para los avicultores, ya que durante la mayor parte !el mismo los precios se mantuvieron por debajo de las 200 >tas, y a lo largo de muchas semanas no se superaron las 140, ) que implica fuertes pérdidas ya que es un nivel inferior a los . ostes de producción. En diciembre, y a principios de 1999, :i situación se ha ido agravando progresivamente.
CUNICULTURA
Las expectativas del sector de la cunicultura se vieron basrnte defraudadas durante 1998, porque la anunciada nor-1ativa ordenar y regular esta actividad productiva, finalmen-3 no llegó a ponerse en marcha. El objetivo de esta nueva nor-1ativa debería ser el incremento del consumo y la iversificación de las ventas .
En cuanto a los precios. durante el año pasado la situaión fue aceptable hasta principios del otoño, en torno a las 60 pesetas.
Sin embargo, a final de año las cosas se complicaron, porue cayó el consumo por la competencia de otras carnes y 1 proximidad de las fiestas navideñas , y las cotizaciones es-1vieron entre 30 y 40 pesetas por debajo de las de años an-1riores. La media del año quedó en torno a 250 ptas/kg.
EUROAGRO se integra en "
LA GRRíl FERIA DE LA PRODUCCIÓíl AGRICOLA , LA HORTICULTURA ORílRffifílTRL, FO RESTAL, fLORISHRÍA Y JARDlílERÍR
El próximo mes de Octubre, los visitantes y expositores de Euroagro verán multipl.icados por 5 los atractivos que esta feria ofrece, porque por primera vez en Europa se van a ofrecer de forma conjunta los contenidos de las 5 ferias y salones más representativos de la producción agrícola, de la horticultura ornamental, forestal ~¡ floristería . Una forma más ren table y dinámica de ofrecer o conocer, de una sola vez y en un único espacio, todos aquellos aspectos relacionados con los contenidos que hasta ahora ofrecían las ferias IBERFLORA Y EUROAGRO y el SALÓN DEL JARDÍN, el SALÓN DE LA TECNOLOGÍA HORTICOLAAGRÍCOLA y las aportaciones del nuevo SALÓN INTERPROFESIONAL DE LA ALIMENTACIÓN EN FRESCO. Un mundo interconectado en una sola feria capaz de satisfacer las demandas de todos los profesionales de una forma perfectamente sectorizada en 5 salones .
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·=-~~ E·mall h!riavalenc1a'7fer1avalen.c1a com • Internet hup ii'www le.m1valenc1a com V A L E N e 1 A
n
azucarera _ ebro agrícolas
Industria alimentaria
La producción bruta de la industria alimentaria española alcanzó en 1998
os 8,73 billones de pesetas, con un cre;imiento, respecto al año anterior, en térninos físicos (volumen) del 1, 12%, y un nc remento en valores corrientes del ?,3%. La producción bruta del sector de 11imentación representa el 20% de la prolucc ión industrial en España.
Por su parte, la formac ión bruta de ca>ital (volumen de inversiones) registró un lcremento del 3,7% respecto al año an:!rior. La formación bruta de capital sobre entas, con un crecimento del 3,3%, inlica el esfuerzo dedicado al capi tu lo de wersiones, destacando los apartados de seguramiento de cal idad, procesos de omunicación e informática, loglstica y xmación.
El empleo en el sector, que representa 1 17% de la mano de obra del total inustrial nacional , se incrementó durante 1 pasado ejercicio en un 8% , con unos ctivos de 398.000 personas.
Asimismo, en 1998 se detectó una ra?ntización de la exportación, lo que hizo ue el nivel de cobertura de la balanza reistrara défic it.
• IndtCe de precios al con:sumo. Tasas anuales de variacion l
1996 1997 1998
ÍNDl.CE GENERAL 2,0 u Alimentación 0,5 1,6 Vestido y calzado 2,0 2,1 Vivienda 3,4 1,5 Menaje 2,4 2,3 Medicina 3,7 3,1 3,3 Transporte 3,4 2,1 0,4 Cultu ra 3,1 1,9 1,8 Otros 3,7 3,4 3,6
FUENTE: 1 nstituto Nacional de Estadistica.
BvoluCion del IPO de illikentacion segun el grado de elaboración de 101 prod.11 ctos (% variación anual)
1994 1995 1996 1997 1998
~LIMENTAC 6i 7 5,3 .1 .,5 :1 6 Sin elaboración 6,2 3,8 2,9 0,9 2,1 Con elaborac ión 5,3 6,3 4,3 0,3 1,3
FUENT[ Instituto Nacional de Estadística.
Consumo alimentm~io en 1998
El gasto total en la compra de alimentos ascendió en España durante 1998
a 8,6 bi llones de pesetas , un 3,4% más que en 1997, según la información que facil ita el Ministerio de Agri cu ltura, Pesca y Alimentación, a través de los Paneles de Consumo Alimentario.
En esa cifra global se incluye el valor tota l del gasto al imentario realizado por los hogares , el que realizan los estableci-
129
mientos de hostelería y restauración y el correspond iente a los consumos institucionales (hospita les , coleg ios , comedores de empresa, ejérci to, residencias de ancianos, centros penitenciaras).
Por tanto, para va lorar el gasto tota l que realizan los consumidores en alimentac ión , a la cifra global de 8,6 bil lones en 1998 habría que añadir el dato, no disponib le, re lativo a la diferencia entre el gas-
to de los establecimientos de hostelería y restauración por la compra de al imentos y lo que finalmente pagan los consumidores en esos mismos establecimientos. En cuanto al consumo en volumen, las cantidades compradas de alimentos crecieron un 1,3% en 1998, mientras que los precios subieron una media del 2, 1 %.
El comportamiento en 1998 de los diferentes segmentos de consumo -doméstico y extradoméstico- refleja la tendencia apuntada en años anteriores: se reduce la participación relativa del gasto realizado por los hogares respecto al total - que entre 1993 y 1998 ha bajado cuatro puntos, hasta situarse en el 72%-, con un crecimiento paralelo del gasto realizado por la hostelería, que supone el 26% del total. Por su parte, el llamado consumo institucional se mantiene estable en el 2%.
EVOLUCIÓN POR PRODUCTOS
Los resul tados globales de 1998, incluyendo consumo en hogares y extradoméstico, reflejan por productos los siguientes cambios más signficativos: • Desciende el consumo de carnes y productos cárnicos un 0,7% en volumen y un 0,4% en valor. • Aumenta un 6,3% el consumo de productos pesqueros y crece un 10,5% el gasto destinado a este grupo de alimentos. • Se mantiene estable el consumo de leche líquida y crece un 7,2% el consumo de productos lácteos. • Disminuye un 2,5% el consumo total de aceites, a pesar de lo cual el aceite de oliva crece un 3,9%, que de este modo pasa a representar un 59% del consumo total de aceites. • Aumenta un 2,2% el consumo de frutas frescas y un 1,3% el de hortalizas frescas , mientras que el consumo de patatas frescas baja un 5%. • El consumo de frutas y hortalizas transformadas crece un 1,7%; y el de p latos preparados, un 5,5%. • Crece el consumo de vinos con Denominación de Origen (5,5%) y de vinos de mesa (2,2%).
CONSUMO EN HOGARES
El gasto total en alimentación y bebidas realizado por los hogares españoles
• Variacion anual del IPO de alimentación por rúbricas de gasto (medias anuales)
1996 1997 1998
ALIMENTACIÓN 3,1 0,5 1,6.. Carne de vacuno -0,8 1,3 1,4 Carne de ovino 7,1 3,8 -2,1 Carne de cerdo 8,4 2,9 -11,4 Carne de ave 12,1 -1 ,5 -1,6 Otras c(lrnes 2,4 3,6 0,8 Huevos 9,6 o.o -0,9 Pescado fresco y congelado 5,8 5,8 4,8 Transformados de pescado 0,0 1,4 6,0 Leche 0,6 -0,1 0,4 Derivados lácteos 1,2 0,2 0,2 Cereales y derivados 1,9 0,4 0,6 Pan 3,3 2,0 2,2 Cacao, café, té y sucedáneos de café -6,1 o.o 2,3 Azúcar 1,2 -0,1 0,5 Aceites y grasas 20,9 -29,8 -11 ,2 Frutas frescas 6,1 -3,1 3,7 Frutas transformadas 8,0 -0,1 -2,1 Patata y preparados -24,0 -2,0 15,8 Otros productos alimenticios 2,1 0,4 1,3 Bebidas no alcohólicas 0,4 -0,5 0,8 Bebidas alcohólicas 6,4 0,9 1,5 Tabaco 7,1 16,3 7,9
FUENTE: Instituto Nacional de Estadistica.
en 1998 ascendió a 6, 18 bi llones de pesetas , un 1,5% más que en 1997. Esta cifra supone un gasto med io por persona de 156.270 pesetas.
Las variaciones más significativas por productos son las siguientes: • Los mayores aumentos en cantidad comprada y valor del gasto se registran en aceite de oliva virgen, derivados lácteos, platos preparados, productos pesqueros, zumos y aguas envasadas. • Los mayores descensos en cantidad comprada y valor del gasto se registran en el total de aceites, legumbres y vinos espumosos. • Entre los productos que registran una mayor diferencia entre las compras en volumen y el valor del gasto, como consecuencia de descensos de precios, destacan el aceite de oliva (el consumo aumentó en 1998 un 4,2%, y el gasto total descendió un 15.4%), los frutos secos(+
130
6, 1 % y -3,5%, respectivamente), y la leche líquida(+ 0,8% y-1,5%).
LUGAR DE COMPRA
Los hábitos de compra de los hogares no reflejan grandes cambios en 1998, aunque, en todo caso, acentúan la tendencia de años anteriores.
Incl uyendo el gasto total realizado por los hogares en la compra de al imentos y bebidas, los datos más signi fi cativos en cuanto a hábitos de compra son: • Las tiendas trad icionales p ierden un punto, y pasan de tener una cuota de mercado del 34% en 1997 a un 32,9% en 1998. • Los supermercados siguen creciendo y suponen ya un 38,5% del total (37,2% en 1997). • Los hipermercados siguen teniendo dificu ltades para ganar cuota de mercado -como ya se reflejaba el año anterior- y se mantienen en el 17,3% del total (un 17% en 1997). • El resto de formas comerciales (mercadillos, venta a domici lio, autoconsumo ... ) representaron un 11,3 en 1998 ( 11,8% en 1997). • En el segmento de alimentación fresca (frutas y hortalizas, carnes y pescados, básicamente) , las tiendas tradicionales se mantienen en un 50%, aún habiendo perdido 2 puntos en 1998. • En alimentación seca, el liderazgo general de los supermercados se eleva hasta casi el 51 % del total; mientras que l a~
tiendas tradicionales descienden al 15%
FUERTE AUMENTO DEL CONSUMO EN HOSTELERÍA
Y RESTAURACIÓN
El gasto total en alimentación y bebí das realizado por los establecimientos dE hostelería y restauración en 1998 aseen· dió a 2,44 billones de pese tas, un 7,5°1< más que en 1997. Por su parte, el au mento en volumen (cantidades compradas) es de un 3,4%.
La estructura del gasto total en hoste lería y restauración incluye un 52% del to tal destinado a comprar alimentos, un 32°/. a bebidas alcohólicas, un 12% a bebida~ sin alcohol y un 4% a cafés e infusiones.
Denominaciones de Origen y de Calidad 1en España
, ..
• Datos 'liasicos or sectores 1
• El análisis por sectores refleja que en España hay reconocidas un total de 266 Denominaciones de Origen y de Calidad, de acuerdo con el siguiente desglose:
Denominaciones de Origen 116 . Denominaciones Específicas 30
1 ndicaciones Geográficas Protegidas 36 Denominaciones Geográficas 7 Denominaciones de Calidad 77
• El desglose por sectores (incluidas todas las Denominaciones de Origen y de Calidad) es el siguiente:
Harinas y Derivados Huevos 2 Bollería y Dulces 12 Productos pesqueros 6 Arroz 4 Aceitunas de mesa 1 Legumbres 6 Aceite de oliva 15 Frutas 18 Turrones y Mazapanes 5 Hortalizas 22 Miel 9 Frutos Secos 2 Condimentos 3 Productos Lácteos 3 Vinagre 1 Quesos 30 Vino 70 Carnes 23 Bebidas espirituosas 14 Jamones 6 Sidra 1 Embutidos y Salazones 12 Agricultura ecológica 17
• Datos basicos p_or Oomun: elides Aut nomas 1
DO DE IGP DG DC Andalucía 15 6 Aragón 6 2 27 Asturias 4 Baleares 2 2 3 2 Canarias 11 2 Cantabria: 3 Castilla-La Mancha 11 3 Castilla y León 13 18 Cataluña 15 13 2 12 Comunidad Valenciana 10 7 4. Extremadura 13 4 Galicia 7 4 2 La Rioja 2 2 1 Madrid 12 Murcia 7 3 Navarra 6 2 2 País Vasco 5 11
DO: Denominación de Origen DE: Denominación Específica IGP: Indicación Geográfica Protegida DG: Denominación Geográfica DC: Denominación de Calidad •A las denominaciones recogidas en este cuadro hay que añadir otras 17 (una por Comunidad Autónoma) relativa a los productos de agricu ltura ecológica de cada comunidad. • La suma total de denominaciones por comunidades no es idéntica a la suma por sectores, porque las denominaciones que son compartidas por varias comunidades aparecen contabilizadas más de una vez, lo que no ocurre en la relación por sectores.
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Política medioambiental en 1998 Consecuencias de la catástrofe de Aznalcóllar • El Gobierno pretende privatizar
la gestión del agua • El Plan de Reforestación no cumple sus objetivos .
U na catástrofe, la ocurrida el 25 de abril al romperse la balsa de residuos de
la mina de Aznalcóllar, marca el balance de 1998 en materia medioambiental . El desastre no sólo puso en peligro el Parque de Doñana, sino que arrasó áreas protegidas y amplias zonas de cultivo. Una vez más, se demostró que cualquier agresión a los recursos naturales supone también una perdida directa para los agricultores y ganaderos y, en general , para todos cuantos habitan un territorio.
De hecho, transcurrido un año desde la catástrofe, y aunque los lodos ya están retirados y de momento no han aparecido signos de contaminación en el Parque Nacional, los científicos no se atreven a predecir las consecuencias a largo plazo y habrá que esperar todavía para ver sus repercusiones en la cadena trófica.
El balance medioambiental de 1998 incluye también varias iniciativas del Gobierno en la tendencia privatizadora de la gestión del agua, la declaración de un nue-
vo Parque Nacional - Sierra Nevada- y los efectos de los incendios forestales , especialmente graves en Gallcia y Cataluña.
EL DEBATE DEL AGUA
Con un año de retraso, según sus propias previsiones, el Ministerio de Medio Ambiente presentó ante el Consejo Nacional del Agua , en diciembre de 1998, el Libro Blanco del Agua, con el que se pretende abrir el debate sobre el futuro Plan Hidrológico Nacional.
Con anterioridad, el Consejo de Ministros había aprobado los Planes para las distintas cuencas hidrográficas y la creación de las Sociedades Estatales de Aguas. Unos meses después, ya en 1999, se aprobó también el proyecto de reforma de la Ley de Aguas de 1985.
Todo ello, con una clara orientación hacia el objetivo de privatizar la gestión del agua, que está recibiendo un fuerte rechazo de los ecologistas y las organiza-
133
ciones representativas de los agricultores, entra las que la Unión de Pequeños Agricultores está abanderando las denuncias ante una política hidráulica que atenta claramente contra los intereses de las explotaciones agrarias de carácter familiar.
• UIEN CONTAMINA, PAGA
El Congreso de los Diputados aprobó en abril de 1998 la Ley básica de residuos, que traslada la Directiva comunitaria sobre este tema e incorpora los aspectos fundamentales de la Declaración de Río y de la Agenda 21 . En ella se incorpora el principio de "quien contamina, paga" como método para conseguir la necesaria calidad ambiental .
Esta Ley es de apl icación a todo tipo de residuos. excepto las emisiones a la atmósfera, los radiactivos y los vertidos al agua. Su objetivo es prevenir la producción de residuos, establecer el régimen jurídico de producción y gestión y regular
• Programa agroam lenta! en 1998 1 cipado las administraciones, agentes sociales y ecologistas.
Comunidad Autónoma Ayudas FEOGA Importe total Una de las novedades de la Estrategia es la creación de un Consejo Nacional de Bosques del que serán miembros todos los sectores implicados que ya han interven ido en la redacc ión del documento . También recoge los c ri terios para la redacción de la futura Ley Básica de Montes y Aprovechamientos Forestales.
ANDALUCÍA 500.444.475 667.259.300 ARAGÓN 368.598.844 737.197.688 ASTURIAS 683.021 .233 910.694.977 BALEARES 9.317.794 18.635.588 CANARIAS 391 .017.144 521 .356.192 CANTABRIA 51 .684.798 68.913.0640000 CASTILLA-LA MANCHA 3.096.740.821 4.128.987.761 CASTILLA Y LEÓN 2.269,977 ,822 3.026.637 .096 CATALUÑA COMUNIDAD VALENCIANA EXTREMADURA GALICIA LA RIOJA MADRID MURCIA
los suelos contaminados y las operaciones de limpieza. Las críticas a esta normativa se han centrado en su falta de apoyo a la filosofía de las "tres erres": reducc ión , reuti lización y recic lado.
En el caso de los desperdicios de origen animal y los residuos producidos en las explotaciones agrícolas y ganaderas, siempre que no sean peligrosos y se utilicen exclusivamente en el marco de las explotaciones, la Ley sólo será de aplicación en los aspectos que no estén expresamente regulados por otras normativas.
Por otro lado, se publicó un Reglamento para el desarrollo y ejecución de la Ley de Envases y Residuos de Envases, instrumento jurídico imprescind ible para la correcta aplicación de la ley. El reglamento regula , entre otras cosas, los planes empresariales de prevención de residuos de envases.
ESPAÑA NO CONTRALA SUS EMISIONES DE C02
Poco se ha avanzado tras la Cumbre de Kioto sobre Cambio Climático. La decisión adoptada de reducir en un 8% las emisiones de gases no ha supuesto la adopción de medidas necesarias para conseguir el objetivo fijado. De hecho, países del ámbito comunitario se han ido desligando
149.636.462 299.272.924 585.781 .105 781.041.473 530.402.254 707.203.005
54.799.560 73.066.080 9.360.450 18.720.900
69.603.036 139.206.072 375.337.692 500.450.256
9.199.636 18.399.272 29.632.739 59.265.478
del acuerdo ante una supuesta "imposibilidad" para cumplir los compromisos.
Hay que recordar que entre los gases de efecto invernadero no sólo se encuentra el C02, que es el más conocido y que se emite fundamentalmente por la industria y por el transporte de carretera, sino que también hay gases que se producen por el efecto de las labores agrícolas (como por ejemplo el metano) y que por tanto, es un tema que afecta de forma directa al sector.
POLÍTICA FORESTAL Y LEY DE MONTES
En marzo de 1999 se aprobó en la Confe rencia Sectorial de Medio Ambiente la Estrategia Forestal con el objetivo de consensuar el diseño general de la gestión y conservación de los montes españoles. En la elaboración del documento han parti-
CINCO AÑOS DEL PLAN DE REFORESTACIÓN
En 1998 se cierra un ciclo del programa de reforestación de tierras agrarias que empezó en 1994. Según los datos del MAPA, en total se han re forestado unas 400.000 hectáreas en los cinco años, por debajo de las previsiones iniciales de este programa, en el que se han invertido unos 126.500 mi llones de pesetas, de las cuales el FEOGA ha puesto 92.450 millones.
MEJORA LA SALUD DE LOS BOS UES
Continúa mejorando la salud de los bosques españoles. Según el Inventario de Daños Forestales de 1998, el 86,3% de los árboles presentan un aspecto saludable y ha descendido por tanto el nivel de defoliación en frondosas y coníferas.
El estudio confirma la tendencia hacia la estabilización del proceso de mejoría creciente que ya se había inic iado en 1996, tras la sequía que afectó a España desde 1990 hasta 1995. Otro signo evidente es que los árboles se han recuperado con un c ierta rapidez y efectividad, a pesar de la vulnerabilidad que tenían en el ciclo seco. Sin embargo, las consecuencias del invierno 1998/99, más seco de lo habitual, hace prever que las masas bos-
• Porcentaje de arboles üñiidos en Espana y en la UE 1
UE ESPAÑA
1994 17,70 19,36
1995 17,30 23,82
1996 18,1
19,43
1997 18,2
13,67
1998
13,66
Se consideran árboles dañados aquellos que superan el 25% de defoliación, incluyendo los secos y desaparecidos.
134
cosas se puedan ver afectados en el Inventario de Daños Forestales correspondiente a 1999.
INCENDIOS FORESTALES
Los incendios forestales durante el verano de 1998 fueron especialmente graves en Galicia y Cataluña. En Galicia se quemaron más de 48 .000 hectáreas , un 2,44% de su superficie forestal ; y en Cataluña coincidió un elevado número de incendios , que arrasaron más de 21 .0000 hectáreas, con algún caso concreto de incendios especialmetne largos y devastadores, como el que se produjo a mediados de julio entre las provincias de Barcelona y Lleida, en el término municipal de Aguilar de Segarra. La superficie quemada superó las 27.000 hectáreas, de las cuales 18.000 eran forestales.
Los datos generales indican que el número de incendios, entre conatos e incendios reales, no varió sustancialmente en 1998. Sin embargo, la superficie afectada por el fuego fue muy superior, con 127 .340 hectáreas, frente a las 98.503 1ectáreas de 1997.
• Iiiiiindloa fo?iiitües 1
AÑO 1997 1998 N2 Conatos ( =<1 Ha) 15.388 14.643
N2 Incendios 6.931 7.327 Sup. Arbolada 21 .326,3 42.383,8 Sup. No Arbolada 77.176,9 84.956,6
Superficie Total 98.503,2 127.340,4
% Sup. Forestal afectada 0,38 0,47
Nº Grandes Incendios (>500 Has.) 7 19
AYUDAS AGROAMBIENTALES
Las inversiones realizadas en España :on cargo a las medidas de acompañaniento de la PAC, correspondiente al pro¡rama de ayudas agroambientales, fueJn en 1998 de unos 12. 700 millones de 1esetas, de los que unos 9.200 procelieron del FEOGA.
Por Comunidades Autónomas sigue iendo Castilla-La Mancha la que mayores ubvenciones percibe con cerca de 3.100 iillones, seguida por Castilla y León con
• 11pacio1 naturales prote~doa 1998 I COMUNIDAD AUTÓNOMA Nº SUPERFICIE (Has.) Superficie CCAA (Has.) % CCAA ANDALUC[A 83 1.479.208 8.726.800 16,95 ARAGÓN 27 102.489 4.765.000 2,15
ASTURIAS 19 107.870 1.056.500 10,21 BALEARES 6 17.601 501.400 3,51
CANARIAS 145 301 .162 724.200 40,40
CANTABRIA 5 35783 528.900 6,77 CASTILLA-LA MANCHA 6 51 .058 7.923.000 0,64
CASTILLA Y LEÓN 12 270.541 9.419.300 2,87
CATALUÑA 66 132.163 3.193.000 4,14
COMUNIDAD VALENCIANA 13 44.330 2.330.500 1,90
EXTREMADURA 4 35.592 4.160.200 0,86
GALICIA 7 23.153 2.943,400 0,79
LA RIOJA 1 23.640 503.400 4,70
MADRID 8 81 .199 799.500 10,16
MURCIA 12 40.006 1.131 .700 3,54 NAVARRA 100 34.004 1.042 .100 3,26
PAÍS VASCO 69.905 726.100 9.,63 iTOIAL 2.91A . .3M 50.475.000 5;rL
Fuente: Dirección General de Conservación de la f\/aturaleza, Ministerio de Medio Ambiente.
135
casi 2.270 millones. Por el contrario Navarra, Rioja y Baleares sólo han recibido algo más de 9.000 mi llones.
LIBRO BLANCO DE LA CONSERVACIÓN
La Estrategia española para la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica fue aprobada por los Consejeros de Medio Ambiente de todas las Comunidades Autónomas en una reunión de la Conferencia Sectorial celebrada a principios de diciembre de 1998.
El objetivo de la Estrategia, además de responder a los compromisos del Convenio de Biodiversidad, es introducir los criterios ambientales en todas las actuaciones que realicen tanto las administraciones como los particulares.
La Estrategia hace un repaso de cada uno de los sectores que están involucrados en la conservación de la biodiversidad . Se compromete a la elaboración y puesta en marcha de trece planes sectoria les , entre ellos uno específico para la agricultura y la ganadería. Los planes tienen un periodo máximo de redacción de tres años.
En varios capítulos, el documento se refiere de forma expresa al sector agrario puesto que es uno de los que tiene mayor grado de interdependencia con la conservación de la biodiversidad, tanto en los aspectos negativos como positivos. Entre los aspecto negativos se pueden destacar la introducción de variedades agrícolas y razas ganaderas no autóctonas y la sobrexplotación de los terrenos de cultivo que conlleva la pérdida de la capacidad productiva. En cuento a los positivos, estaría el mantenimiento de los elementos naturales que ha contribuido a la conservación biológica y paisajística.
CONTRA LA DESERTIZACIÓN
En los últimos cinco años se han recuperado en España 165.777 hectáreas de suelo erosionado, cantidad claramente insuficiente si tenemos en cuenta que al menos el 18% del territorio está afectado por problemas de erosión alta, muy alta o extrema y el 43,8% sufre problemas de degradación.
Ma ;i @• ~ ¡1, ; 1:1j 1~ i a.),, t' \~ * :i ·m~ ¡ t
• Forestacion de tierras ~ (desarrollo del programa en el periodo 1994/98) 1
COMUNIDADES Superficie AUTÓNOMAS Has.
ANDALUCÍA 127.048 ARAGÓN 4.741 ASTUR IAS 5.823 BALEARES 949 CANARIAS o CANTABR IA 532 CASTILLA-LA MANCHA 64.850 CASTILLA Y LEÓN 89.562 CATALUÑA 1.674 COMUNIDAD VALENCIANA 6.251 EXTREMADURA 4'1.712 GALICIA 29.757 LA RIOJA 1.426 MADRID 6.019 MURCIA 6.578 NAVARRA 1.441 PA[S VASCO TOTAL ESPAÑA
NATURA 2000 EN LA RECTA FINAL
La elaboración de la lista española para la Red Natura 2000 es la historia interminable. Si bien España ya había presentado a principios del año 1998 una lista provisional, en ella no estaban
136
Total millones de pesetas MAPA CA FEOGA TOTAL
2.446 11.059 40.558 54.063 323 323 647 1.293 207 348 1.666 2.221 59 59 118 235 o o o o
20 20 140 180 1.453 2.287 11.220 14.960 2.242 2.242 13.448 17.931
299 311 598 1.208 349 349 2.096 2.795
1.455 2.438 11 .686 15.579 664 973 4.910 6.546
96 96 192 383 514 604 1.124 2.243 287 287 1.724 2.299
o 248 248 496 o 2.077 2.077 4.153
10.413 23.722 92.450 126.586
incluidas cuatro Comunidades Autónomas (La Rioja, Navarra, Aragón y Murcia) y faltaban por incorporar muchos hábitats y taxones de otras Comunidades Autónomas que no habían acabado de hacer sus propios recuentos. En marzo de 1999 se han presentado a la UE las cuatro Comunidades restantes y fuentes oficiales aseguran que en el mes de abril se mandará un envío completo para dar por f inalizado el trabajo in terno. A cont inuación, comenzarán las reuniones entre los técnicos de los países comunitarios y la propia Comisión para ir ajustando la futura Red Natura 2000. Las reuniones, que están organizadas por regiones biogeográficas, comenzarán en el verano en Portugal para tratar el área del Medi terráneo.
Por tanto , los datos d isponibles siguen siendo prov isionales. Según el cuadro adjunto se puede ver que estár contabilizados 7.753.871 km 2 , lo quE supone un 14,82 por ciento de la superficie nacional. En cifras absolu tas , Andalucía se encuentra a la cabeza de la~ Comunidades Autónomas, seguida poi Castilla-La Mancha y Castilla y León. Er porcentajes sobre superfic ie, Madrid tie· ne un 39,71% del territorio incluido 81'
las listas , Canarias un 37 ,81 % y La Río· ja un 33,08%.
• es Nombre Comunidad Extensión Zona periférica Declaración Otros tipos Inversiones Visitantes del Parque Autónoma Parque (Has) Protecc. (Has) de protección 1998 1998
Aigües Tortes y Cataluña 14.119 26.733 0.21 /10/55 ZEPA ~ 349.021 Lago Sant Maurici
Cabañeros Castilla-La Mancha 41.805 90.612 Ley 33/1995 ZEPA 339.450 51 .000 Cabrera Baleares 10.021 Ley 14/1991 ZEPA 106.861 52.796 Caldera Canarias 4.690 5.956 R.O. 6/10/54 ZEPA 187.262 265.961 de Taburiente
Ooñana Andalucfa 50.720 26.540 0.2412/69 PtHumanidad 1.372.347 385.393 Oiplo.Europeo Ramsar/Zepa/Mab
Garajonay Canarias 3.984 1.160 Ley 3/81 Pt. Humanidad/lepa 190.001 525.000 Picos de Europa Asturias/e. y León 64.660 Ley 16/1995 ZEPA 270.740 1.451 .697 Ordesa y Monte Aragón 15.608 19.679 R.O. 16/8/81 Dipl. Europeo 296.813 603.004 Perdido Zepa/MAB Tablas de Oaimel Cast.-La Mancha 1.928 5.410 O. 1874173 RAMSAR/ZEPA/MAB 177.652 146.652 Teide Canarias 13.571 12.283 D. 22/1 /1 954 Oipl. Europeo 194.739 3.520.000 Timanfaya Canarias 5.107 D. 2615/74 MAB/ZEPA 114.299 1.691 .347 Sierra Nevada Andalucía 86.208 Ley 3/1999
* Aigües Tortes y Sierra Nevada son Parques de nueva creación y no tienen presupuesto en 1998.
ALA CABEZA DE LOS FONDOS LIFE
En 1998, de los 34 proyectos que presentó España a la línea de financiación LlFE-Naturaleza del Comité Hábi tats de la Unión Europea ,se aprobaron 16. El primer país comunitario en cuanto a proyectos fue Italia que presentó 70 y le aprobaron 20. El resto de los países quedaron muy por
debajo de estas cifras. Esta línea de ayudas está destinada a financiar proyectos relacionados con la protección de la naturaleza y tienen como objetivo contribuir a la conservación de biotopos, hábitats y especies en peligro de extinción.
excelencia de 1998 en el área de Parque Nacionales. Si bien la riada tóxica no llegó a penetrar en las marismas de Doñana, se convirtió en una amenaza para la supervivencia del Parque. A un año vista , no se han detectado niveles de c ontaminación en aguas y suelos dentro de este espacio protegido , ni tampoco han aparecido animales muertos que presentaran concentraciones de metales pesados significativas . Sin embar~¡o, una parte del Parque Natural se vio muy afectada y desde luego la cuenca del río Guad iamar quedó completamente destru ida.
ENTORNO DE DOÑANA
La rotura de la balsa de residuos mineros de Aznalcóllar ha sido el tema por
• P?iij8Ctü LIPl·ll'ifiirileza 98 presentidos y aprobados por el Ooiiü Hábitats de la UI
ESTADO MIEMBRO N2 PROYECTOS FINANCIACIÓN UE % APROBADOS (ECUS)
BÉLGICA 4 1.830.135 3,8 ALEMANIA 8 7.250.262 15,1 GRECIA 4 3.105.103 6,4
ESPAÑA 16 7.214.292 15,0 FRANCIA 11 5.516.968 11 ,5 ITALIA 20 5.352.661 11 , 1 HOLANDA 1 895.222 0,18 AUSTRIA 6 4.707.812 9,8 PORTUGAL 7 5.249.542 10,9 FINLANDIA 1 407.039 0,08 SUECIA 5 5.742.143 11 ,9 REINO UNIDO 2 728.821 0,15 TOTAL 85 48.000.000 95,9
137
Los daños personales, económicos y ambientales son incalculables y todos los habitantes del entorno , hasta la desembocadura del Guadalquivir, han sufrido las consecuencias. Pérdida de cosechas y de ganado, paralización del turismo, destrucción de puestos de trabajo y contaminación de los suelos son algunas de las repercusiones de esta catástrofe.
En cuanto al resto de los Parques Nacionales , cabe resaltar que en diciembre de 1988 las Cortes declararon un nuevo espacio protegido, el Parque Nacional de Sierra Nevada. Su extensión es superior a las 86.000 hectáreas, de las cuales unas 71 .000 están en la provincia de Granada y el resto en Almería.
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Balance de 1998
Una campaña difícil de superar
:e En la actualidad , el sector agrario andaluz es, junto al turismo, el elemento más dinámi
) de la economía de esta comunidad aunoma. Las exportaciones agroalimentarn constituyen el elemento clave que pobilita el saldo positivo de la balanza Jmercial andaluza. Durante 1998 rondan los 607.000 millones de pesetas, un 9% ás que en el año anterior. La producción final agraria (PFA) anda
z:a llegó durante 1998 hasta los 1,24 bines de pesetas, cifra ligeramente supe-1r a la de 1997. La renta agraria sigue al-1nzando el billón de pesetas, gracias al 3ntenimiento de las subvenciones a las plotaciones, cuya cifra ronda los 260.000 llones de pesetas . La agricultura reprenta el 81,4% de la PFA regional , mientras 1e la ganadería contribuye con el 16,2%. restante 2,4% constituye el porcentaje d subsector forestal. La población activa agraria andaluza es)a compuesta a finales de 1998 por 8.300 personas, un 4,4% menos que en año anterior. De éstas, 243.800 estaban m ocupados y el resto parados. El paro rario en Andalucía ha disminuido en un %. Los activos agrarios suponen el ,2% del total de activos . Por productos, las hortalizas son el grumás importante , con cerca de 377 .000 Iones de pesetas, lo que supone casi el % de la PFA andaluza . A continuación arece el aceite de oliva, con una coseª histórica durante 1997 cuyo valor ha 1dado los 295.000 millones de pesetas ~%de la PFA). A continuación se sitúan cultivos industriales (7 ,5% de la PFA), cereales (3,7%), el vino (3,4%), los fruno cítricos (2,8%), los cítricos (2,5%) y flores y plantas ornamentales (1 ,8%). Dentro de las hortalizas, la producción .s importante es la de tomates, con algo s de 1 millón de toneladas y una varían interanual negativa del 3,4%. A conti-
nuación aparecen los pimientos, con 561.000 toneladas (+2 ,2%), las sandías , con 557 .000 toneladas (+27%), los pepinos, con 319 .000 toneladas (-6,8%) ,, las fresas y fresones, con 291 .500 toneladas (+24%) y las lechugas, con 255.000 toneladas (+10,5%).
enoaaceite La producción de olivar durante 1998
fue de unos 3,2 millones de toneladas en el caso de las aceitunas de almazara y las 191.000 toneladas en las aceitunas de mesa. El aceite supera las 656.000 toneladas, un 22% menos que el año anteiror.
En cultivos industriales , destacan los más de 2,6 millones de toneladas de remolacha, un 42% más que en la campaña anterior. Por contra se han reducido las producciones de girasol, con 480.000 toneladas (-26%) y de algodón , con 310.000 toneladas (-11%) . Tampoco el vino ha tenido un comportamiento comparable al de la campaña precedente. Se elaboraron algo menos de 1, 7 millones de hectolitros, con una reducción interanual de casi el 22%.
Los principales cereales incrementaron sus cifras de producción, gracias a una me-
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teorologfa más favorable . Destacan los 1,2 millones de toneladas de trigo, casi un 17% más que en 1997 y las 299.000 tone ladas de arroz ( +5%) . Por contra, el maíz, con 469 .000 toneladas y la cebada, con 243.000 toneladas obtuvieron resultados menos positivos que en el año anterior.
Los cítricos y los frutales no cítricos tuvieron unos comportamientos menos positivos, con pérdidas productivas significativas. Algo similar ocurrió con las flores cortadas , cuyos 1,4 millones de toneladas apenas supusieron el 95% de las cifras de 1997. Por último, la cosecha de patatas, con más de 518.000 toneladas aumento un 6,5% los resultados del año anterior.
Los censos ganaderos llegan hasta las 527 .000 cabezas de vacuno, los más de 3 millones de cabezas de ovino, los 1,25 millones de cabezas de caprino y los alrededor de 1,8 millones de ejemplares de porcino. Anualmente se recogen unos 506 millones de litros de leche de vaca y algo más de 200 millones de litros de leche de cabra.
El sector agroalimentario andaluz representa el 38% de las ventas netas de producto, con cerca de 1,4 billones de pesetas. El número de empleos generados por todas estas empresas , unas 54.000 puestos de trabajo. La mayor facturación corresponde al subsector de aceites y grasas, con 495.000 millones de pesetas, seguido por las industrias cárnicas , con 137.000 millones.
La oferta andaluza de alimentos de calidad incñuye 15 Denominaciones de Origen (7 aceites, 4 vinos, 2 jamones, 1 vinagre y las pasas de Málaga). Además , hay 6 Denominaciones Específicas (en bebidas espirituosas , jamones, hortalizas, frutas y productos pesqueros). Por último hay unos 500 productos protegidos porel distintivo de calidad "Alimentos de Andalucía" y un Comité Andaluz de Agricultura Ecológica que ampara a este tipo de productos.
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Balance de 1998
Las consecuencias de la crisis del porcino El año agrario se vió seriamente afectado en Aragón durante 1998 por el mal com
>rtamiento del porcino , inmerso en una ave situación , con claros problemas de ceso de oferta y con caídas de precios periores al 27% con relación a los datos · 1997. Hay que tener en cuenta que la rticipación del porcino en la producción al agraria (PFA) de esta comunidad au-10ma es del 25%, por lo que su mala silción condiciona la evolución del sector rario aragonés en su conjunto. La PFA regional superó ligeramente los 6.000 millones de pesetas, con un desnso interanual en pesetas corrientes de si el 4% . El subsector ganadero , con más de 2.000 millones de pesetas, supone el 6% de la PFA regional ; mientras que el Jsector agrícola alcanzó los 120.500 mi-1es de pesetas, un 45,3% en la PFA re•nal. Por último, el subsector forestal y 3S producciones , con 13.500 millones Jrtó el restante 5, 1 %. La renta agraria aragonesa se mantuvo able en torno a los 137.000 millones de 3etas, gracias fundamentalmente al aunto de la cuantía de las subvenciones, 3 durante 1998 llegaron hasta los 63.000
Iones de pesetas, un 18% más que en l7; hasta representar un 46% del total de enta agraria de esta comunidad .
_a población activa agraria aragonesa aba compuesta a finales de 1998 por 300 personas , con 39 .600 ocupados y DO parados . Estas cifras suponen una ucción del 6 ,8% con respecto a 1997. 1úmero de ocupados agrarios disminu-3n 2.800 efectivos y el de parados en 1 personas. Los activos agrarios consti-3n el 8,5% del total de la población acaragonesa, con una disminución inte-
Jal del 0 ,6% .
En 1998 se sembraron más de 858 .000 hectáreas de cereal , con una producción total de más de 2,8 millones de toneladas. Destacan los buenos resultados del trigo blando, con cerca de 370.000 toneladas y un incremento interanual de más del 34%. También el trigo duro, con 212.000 toneladas vió aumentar su cosecha en un 26,6% . Igualmente, el comportamiento de la cebada fue muy positivo, con más de 1,4 millones de toneladas (+9%). Por contra, el maíz se quedó en 767.000 toneladas, con una reducción porcentual del 3,5%. El arroz superó ligeramente las 77 .000 toneladas , un 9% menos que en la campaña anterior.
tas hortalizas La superficie de frutales ronda las
104.000 hectáreas, con una producción de casi 558.000 toneladas, ligeramente inferior a la de 1997. Se incrementó la cosecha de melocotones y nectarinas, con 215.500 toneladas ( +5,8%) y las de manzanas. En hortalizas, crecieron las cosechas de tomates, con 82.800 toneladas (+10%) , de cebollas, con 36.400 toneladas ( +34%) y de guisantes, con 12.500 toneladas (+6%). Por contra, fue menor la producción de patatas , con 59 .000 toneladas (-2%) , pi-
141
mientas, con 16.200 toneladas (-42%), y judías verdes, con 4.600 toneladas (-43%).
La última vendimia obtuvo unos resu ltados prácticamente iguales a los del año anterior, con unas 140.000 toneladas de uvas recogidas . Por contra la producción del olivar disminuyó de manera drástica alcanzando las 24.000 toneladas, apenas la mitad que en 1997. También el girasol tuvo un comportamiento negativo, con 59.000 toneladas (-11 ,5% ).
Dentro de los censos ganaderos, el porcino es el más importante , con cerca de 5 millones de cabezas y con una producción de más de 403.000 toneladas de carne. A continuación aparece el ovino, con 2,5 millones de cabezas y una producción superior a las 56.000 toneladas. Aparte de éstos, hay que reseñar las más de 252.000 cabezas de bovino de cebo, las 23.500 vacas lecheras y las 51 .500 unidades de caprino. Cierran los censos ganaderos los 14.6 millones de pollos de cebo, los más de 2,2 millones de gallinas de puesta, con cerca de 49 millones de docenas de huevos y las 140.000 conejas reproductoras . Aparte de la caída de los precios del porcino ya reseñada, es necesario reflejar el mal comportamiento del precio de la carne de ovino, con disminuciones cercanas al 11 ,5%. Por contra los precios de la carne de bovino aumentaron en un 4,5%.
' '.1 stria alimentaria El sector alimentario aragonés factura
unos 317 .000 millones de pesetas anuales y da empleo a unas 11 .600 personas, La mayor facturación procede del subsector d19 industrias cárnicas, con 77.000 millones de pesetas.
En Aragón hay 6 Denominac iones de Origen, (5 en vinos y el jamón de Teruel), junto a 2 Denominaciones Específicas en los subsectores de hortalizas y carnes. Asimismo, existe un Comité Aragonés de Agricultura Ecológica que ampara a este tipo de productos.
Balance de 1998
Importancia creciente del vacuno La producción final agraria (PFA) asturiana rondó en 1998 los 67.000 millones de pe
setas, con un incremento interanual cercano al 3%. El 82% de esta cantidad es aportado por la ganadería, donde la preponderanc ia del ganado vacuno es muy clara. El valor añadido bruto al coste de los factores es de unos 50.000 millones de pesetas, lo que supone el 3% del PIB regional. Por su parte, la contribución de la industria agroalimentaria llega hasta el 5% del total de la economía asturiana. Las subvenciones aportan alrededor de una cuarta parte de la renta ag raria.
La población activa agraria asturiana estaba compuesta a finales de 1998 por 32.200 personas, un 7% menos que el anteiror, con unos 31 .600 ocupados (-8, 1 %). Los activos agrarios constituyen el 8,3% del total de la población activa regional.
Atend iendo a los medios de producción, en Asturias se encuentran registrados más de 22.000 tractores.
La superficie total del Principado de Asturias supera ligeramente el millón de hectáreas, de las que tan sólo unas 30.000 están consideradas como tierras de cu ltivo. Los prados se extienden por otras 285.000 hectáreas, mientras que los terrenos foresta les ocupan algo más de 408.000 hectáreas. Dentro de las tierras de cu ltivo, el 97% está ocupado por cultivos herbáceos.
El número total de explotaciones agrarias en Astu rias llega hasta las 41.800, lo que supone el 3,3% de todas las españolas. Aproximadamente, unas 33.000 poseen efectivos ganaderos.
Entre los cultivos astu rianos, las fabes tienen una significación especial aunque sus cifras de producc ión son muy reducidas. Durante 1998 se recogieron unas 2.000 tone ladas, algo más que el año anterior pero muy debajo todavía de la de-
manda potencial. También las patatas tuvieron un comportamiento más positivo que en 1997, llegando hasta las 71 .000 toneladas ( + 1 ,5%). La tercera de las producciones agrícolas más características de Asturias es la de las manzanas de sidra. Las cantidades recog idas varían drásticamente de un año para otro, oscilando entre las 5.000 y las 50.000 toneladas.
Los cu ltivos más importantes son los destinados a la alimentación animal. Se recogen unas 580.000 de maíz for rajero y unas 320.000 de ballico. Menos importancia tienen la alfalfa (20.000) , el nabo forrajero (15 .000) y la remolacha forrajera (6.000). La producción de maíz, por su parte, llega hasta las 4.500 toneladas.
Las hortalizas, aunque de gran cal idad, apenas presentan c ifras de producc ión apreciables en Asturias .
En la región hay unas 467.000 cabezas de bovino, de las que 133.000 son vacas lecheras. El siguiente censo en importancia numérica es el ovino, compuesto por unas 96.000 unidades. A continuación aparecen los 45.000 ejemplares de porcino.
A partir de 1996 el sector cárnico se ha
142
convertido en el auténtico motor de la agr cu ltura asturiana. Se han incrementado e un 735% el número de explotaciones cal ficadas, mientras que el sacrificio de te neros ha aumentado en un 580% duran\ este periodo. En el Principado se sacrifica anualmente unas 75.000 cabezas de be vino, con un peso canal cercano a la 21.000 toneladas. Aparte se producen 82 toneladas de ovino, 30 toneladas de capr no y una 18.000 toneladas de porc ino.
La producción láctea en Asturias lleg hasta los 661 millones de litros de leche e vaca, los 390.000 litros de leche de cabr y los 150.000 litros de leche de oveja. E: tos dos últimos tipos de leche se destiné casi exclusivamente a la producción e quesos, mientras que el 94% de la leche e vaca es entregada a las empresas láctea
Otras producciones animales destac; das son los cerca de 13 mi llones de doc1 nas de huevos, de lo que casi un 30% pri vienen de gall inas camperas, las cerca e 100 toneladas de lana, los 670.000 ki los e miel, los 18.000 ki los de cera y los más e 2,5 mil lones de toneladas estiércol.
El sector alimentario en Asturias factu unos 190.000 millones de pesetas anuale el 19% del total de las ventas netas de pr dueto de todas las industrias del Princip do. Las empresas agroalimentarias gen ran unos 8.500 puestos de trabajo, el 14 del total de los empleos industriales de región. La mayor facturación procede e las industrias lácteas con 99.000 mi llonE seguidas por las empresas cárnic: (21.000 mil lones) y las de aguas y bebid1 analcohólicas ( 16.500 millones).
La oferta agroalimentaria de calidad i cluye 4 Denominaciones de Origen pa otros tantos quesos. Aparte existe una D nominación Específica que ampara a la f ba y una Indicación Geográfica Protegí< para la sidra natural. Por último, un Com Regulador controla la producción ag rar ecológica; y también existe el distintivo Pr duetos Tradicionales Asturianos.
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r;;J2, a C(d alidad, distinti vo de Bafeares ]
Balance de 1998
Ventajas y oportunidades del turismo para el sector agrario
La producción final agraria de las islas Baleares llega hasta los 46.000 millones de pe
:itas, de los que un 56% corresponde a las roducciones vegetales y el restante 44% la ganadería. El valor añadido bruto al Jste de los factores es de unos 33.000 mimes de pesetas (1,7% del PIB balear). Por J parte , la industria agroalimentaria conbuye con casi el 2% del valor total de la ~onomía insular. Las subvenciones percidas por los agricultores rondan los 4.000 iliones de pesetas anuales.
La población activa agraria balear estal compuesta a finales de 1998 por 7. 700 3rsonas , 900 más que en el mismo pe>do del año anterior, con un incremento il 13,2%. De éstas, 7.300 son ocupados. >S activos agrarios representan el 2,4% il total de la población activa balear, más ! cinco puntos por debajo de la media es-1ñola. El número de explotaciones agra.ses de unas 16.900. En los últimos tiem-1s se ha detectado una fuerte tendencia cia la reducción de la superficie cultiva-1, mientras que aumenta el suelo urbanible con destino a la gran demanda tutica. En Baleares se encuentran censa,s unos 16.400 tractores s.
El sector agrario balear se encuentra 1y diversificado, pero su principal voca>n es la de proporcionar productos para ~reciente demanda turística que visita las 3.S. Dentro de las producciones agrico, las hortalizas constituyen el grupo prin-1al y han obtenido en la última campaña ;ultados bastantes variados, aunque, en neral , inferiores a los del año anterior. eden destacarse las 40.000 toneladas tomates, con un descenso interanual del i%, las 26 .000 de repollos ( + 13%), las . 000 de cebollas (-1%) , las 19.000 de
melones (-27%), las 16.000 de pimientos ( +5%) y las 11 .000 de sandias (-50%).
Por lo que hace refe rencia a los cereales, pueden destacarse las 21.000 toneladas de cebada, las 9.000 de trigo y las más de 5.000 de maíz, un cultivo en expansión .
La patata constituye un cultivo importante en Baleares, con cifras significativas de exportación hacia Francia y el Reino Unido. La producción de 1998 disminuyó en un 7% con respecto a la del año anterior, rondando las 70.000 toneladas.
El olivo tiene una superficie de producción de unas 10.300 hectáreas, aunque su valor productivo es a menudo muy escaso. Se recogen unas 1.700 toneladas de aceitunas y se elaboran unas 500 toneladas de aceite de una gran calidad .
En frutas , destacan las naranjas, que durante el último año llegaron hasta las 25.000 toneladas, un 6% más que en 1997. Por contra, la recogida de almendras , uno de los cultivos más característicos de las islas, ha sido muy negativa pues solo se consiguieron unas 5.000 toneladas, apenas la tercera parte que en 1997. En Baleares existen unas 51 .000 hectáreas plantadas con almendros, aunque la superficie tiende a disminuir de año en año .
145
El vino balear se encuentra inmerso en un interesante proceso de recuperación , estableciendo unos parámetros de calidad que le permitan competir en un mercado cada vez más difícil. En la última vendimia se elaboraron 38 .000 hectolitros , un 8% más que en la temporada anterior.
Dentro de los censos ganaderos, el más importante numéricamente hablando es el ovino, con más de 340.000 cabezas. A continuación aparece la cabaña de porcino, con cerca de 110.000 ejemplares. En tercer lugar se sitúa el bovino, con unas 37 .000 cabezas, mientras que el capri no se mantiene en las 20.000 unidades. La producción de leche de vaca llega hasta los 120 millones de litros.
La industria alimentaria en Baleares factura unos 81.000 millones de pesetas anuales , lo que representa el 28% de todas las ventas netas de producto de las industrias regionales y da trabajo a unas 5.700 personas, el 22% del total de empleos industriales de esta comunidad autónoma.
Las mayores cifras de negocio proceden del subsector de las industrias lácteas (producción de quesos), con 27.000 millones de pesetas , seguidas por las de pangalletas con 16.300 millones , y las industrias cárnicas con 11 .300 millones .
En Baleares hay 2 Denominaciones de Origen ,que amparan al vino de BinissalemMallorca y al queso de Mahón. Aparte existen :2 Denominaciones Específicas para la sobrassada y la ensaimada de Mallorca; mientras que en las Denominaciones Geogréficas se protegen a tres tipos de bebidas espirituosas regionales: Palo de Mallorca, Hierbas de Ibiza y Ginebra de Menorca. Por último, en las Denominaciones de Calidad aparecen 2 tipos de vinos, el Pla i Llevant de Mallorca y los vinos de Ibiza. Por último, el Canse!! Balear de Agricultura Ecológica regional que regula este tipo de producciones.
Balance de 1998
Amenazas para los principales cultivos del archipiélago
La producción fi nal ag raria (PFA) de Canarias se si túa en torno a los 120.000 millo
nes de pesetas anuales, de los que el 75% - unos 90.000 millones- proceden de las producciones vegetales , mientras que el resto corresponde a la ganadería. El valor añadido al coste de los factores del conjunto del sector agrario alcanza los 90.000 mi llones de pesetas, el 3% del PIB reg ional. Por su parte, la contribución de la industria alimentaria es ligeramente inferior y se sitúa en el 2, 7% del total de la economía insular. Las subvenciones directas a las explotac iones rondan los 5.000 millones de pesetas y la renta agraria alcanza una cifra cercana a los 85.000 millones de pesetas.
La población activa ag raria canaria a finales de 1998 estaba compuesta por 41.700 personas , 4 .600 menos que en 1997. Los activos agrarios constituyen el 6,2% de la población activa canaria, un punto y medio por debajo de la media española.
El número de explotaciones agrarias en Canarias es de 16.100, el 1,3% del total de las espaii olas. La superficie agraria útil ronda las 57.400 hectáreas.
El principal cultivo de las islas Canarias es el del plátano. Sus superficies de cultivo se extienden por unas 8.000 hectáreas y genera una riqueza bruta anual de alrededor de unos 40.000 mil lones de pesetas.
Durante 1998 se recogieron 385.000 toneladas de plátanos canarios, un 3% que en el año anterior, pero más que en 1996.
En el tomate, segundo cultivo en importancia de Canarias, en la última campaña se produjeron 310.000 tone ladas (-13%) . Las restantes horta lizas tienen cifras de producción mucho menos significativas. Se recogen unas 9 .000 toneladas de lechugas, 6.000 de repollos y pimientos y 5.000 de cebollas.
Además, las naranjas tienen en Canarias una producción destacada. En1998 se produjeron 30.000 toneladas de este cítrico, un 25% más que en el año anterior.
Otro cu ltivo insular muy destacado son las patatas. Durante 1998 se han recogido unas 80.000 toneladas, un 22% menos que en la campaña anterior. La patata canaria, al igual que el tomate , está exper imentado en estos últimos tiempos una fuerte competencia proveniente de Marruecos, por lo que ha visto cómo se reducían sus exportaciones hacia el Reino Unido.
Por lo que hace referencia a la vendimia, hay que destacar que la última campaña no ha sido tan positiva como la anterior, elaborándose unos 128.000 hectolitros, frente a los 185.000 de 1997 , lo que supone una reducción interanual de casi el 31 %.
Los cerea les son poco importantes en Canarias. De todas formas tienen una cierta significación porque constituyen la base de uno de los alimentos locales más tradic ionales del archipiélago, el gofio. En 1998 se obtuvieron 400 toneladas de trigo, 300 de cebada y unas 2.000 de mafz. Las producciones de los dos primeros se encuentran estabilizadas, mientras el maíz tiende a crecer.
146
Con respecto a los censos ganaderos, puede señalarse que el más importante numéri camente hablando es el de capri no, con más de 21 1.000 cabezas, de las que unas 136.000 son cabras de ordeño . Menos significativos son los 30.000 ejemplares de ganado ovino, de los que 18.000 sor ovejas lecheras, los alrededor de 35.00C efectivos de ganado porcino y las cerca dE 15.000 cabezas de ganado bovino. En e úl timo año se produjeron en esta comuni· dad autónoma alrededor de 42 mi llones dE li tros de leche de vaca y otros 38 mi llone~
de litros de leche de cabra.
El sector alimentario de las islas Cana rías tiene unas ventas netas de productc que llegan hasta los 147.000 mi llones dE pesetas anuales, lo que supone el 25% dE las ventas netas del conjunto de las indus trias de las islas. El número de puestos di trabajo generado por estas industrias es di unos 11 . 700, el 31 % del total de empleo: industriales de esta comunidad autónoma
Por subsectores, el más importan te e: el de agua y bebidas analcohólicas co i una facturación cercana a los 31 .000 mi !Iones de pesetas. Muy cerca de éstas si sitúan las industrias lácteas, cuyas venta llegan hasta los 30.800 mi llones. A conti nuación aparecen las industrias de pan galletas con 21.400 millones.
En Canarias hay 11 Denominaciones di Origen . En éstas, hay 7 que amparan . otros tantos tipos de vino, en general co cifras rnuy pequeñas de producción y de~ tinados al consumo local, mientras qu otras 2 certifican la calidad de los queso Majorero y de La Palma.
Un producto tan característico como E
gofio canario tiene su propia Denominació Específica. Por último, las Denominacione de Calidad protegen a 2 vinos. Las pre ducciones ecológicas están controlada por el Consejo Regulador de la Agricu ltL ra Ecológica de Canarias.
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Balance de 1998
Especialización ganadera Cantabria es el caso más acabado de especialización ganadera de toda España. El
!Sto de las producciones agrarias , y en 3rticular la agricultura, pierden presencia 3 año en año mientras aumenta la pre)nderancia de la ganaderla bovina y, es-3cialmente, del vacuno de leche. El 79% 3 la producción final agraria (PFA) regioil es aportado directamente por el ganaJ bovino . Ese porcentaje se divide entre 1 50% proveniente de la producción láca y un 29% de la venta del ganado para ja y la producción cárnica. La producción final ag raria cántabra
1ede estimarse en unos 53.000 millones ! pesetas, de los que el 90% constituye aportación ganadera, mientras que los bsectores agrícola y el forestal se repar-1 el 10% restante en partes práctica-3nte iguales . El valor añadido bruto al iste de los factores se sitúa en unos .000 millones de pesetas, lo que supone 4% del PIB regional. El valor añadido brude la industria alimentaria es algo más !Vado y representa un 5% del valor de to-la economfa cántabra. La renta agraria
::::iende a 37 .000 millones de pesetas . La población activa agraria de Cantabria taba compuesta a finales de 1998 por .800 personas (+5,9%). Los activos agras constituyen el 8,6% del total de activos ¡ionales, un punto por encima de la me-1 española.
El conjunto de los cultivos no supera las 000 hectáreas, mientras que los prados astizales se extienden por unas 150.000 ;táreas y los terrenos forestales ocupan ~s 273.000 hectáreas. El número de extaciones agrarias en esta comunidad ónoma es de unas 17.200, el 1,3% del il nacional. El parque estimado de trac>s ronda las 4.900 unidades.
Dentro de las producciones agrfcolas, el maíz está experimentando un continuo descenso. La patata tiene una cierta significación local en la zona de Valderredible, donde se dedican a este cultivo unas 2.500 hectáreas. La cosecha de 1998 fue de 33.000 toneladas, menor que en 1997.
La producción hortícola es muy reducida y destinada básicamente a circuitos comerciales de carácter local.
Los princ ipales cultivos , como no podía ser de otra manera, son los forrajeros y de pastos , destinados a la alimentación animal . El maíz forrajero , el ballico, los prados artificiales y la alfalfa constituyen los cultivos forrajeros de mayor arraigo.
El subsector forestal tiene una importancia creciente en Cantabria. Las principales especies son el pino radiata entre las coníferas y el eucalipto, el chopo y el quercus robur entre las frondosas. Aproximadamente la mitad de la superficie regional tiene una orientación forestal. En la actualidad, existen 116 empresas forestales, entre aserraderos y explotaciones dedicadas a actividades de la primera transformación de la madera. Su facturación anual supera los 13.000 millones de pesetas y dan empleo a 1.400 trabajadores.
149
Dentro de los censos ganaderos, el más importante con diferencia es el del ganado vacuno. En 1998 se registraron 345.600 cabezas de bovino, de las que casi 223.000 eran de raza frisona y de ellas , más de 108.000 eran vacas de ordeño. La producción láctea es de unos 480 millones de litros de leche al año. Hay que tener en cue·nta que el 40% de la leche producida en la región se industrializa fuera de ella.
La importancia del ganado bovino en Cantabria puede valorarse teniendo en cuenta que el Mercado Nacional de Ganados de Torrelavega es el punto de referencia a nivel de toda España para las transacciones de ganado de raza frisona. Durante el pasado año se vendieron allí más de 179.000 cabezas por un importe superior a los 12.500 millones de pesetas .
Aparte del ganado bovino, en Cantabria están registradas unas 84.000 cabezas de ovino, con un cierto crecimiento interanual. Mucha menos importancia tienen los ganados caprino y porcino, con unas 20.000 unidades en cada caso.
El sector alimentario en Cantabria tiene una facturación anual de unos 108.000 millones de pesetas, el 18% del total de las ventas industriales regionales. Todas estas empresas generan unos 6.300 puestos de trabajo, el 20% de los empleos industriales de la comunidad autónoma.
La mayor facturación procede de las industrias de cacao-chocolate , con 38.100 millones de pesetas. A continuación aparecen las de pan-galletas con 15.600 millones , las industrias de pescado con 13.300 millones y el grupo de las industrias lácteas con 8.300 millones.
En Cantabria hay 3 Denominaciones de Origen destinadas a otros tantos quesos. Existe también una Indicación Geográfica Protegida para la Carne de Cantabria y una Denominación Geográfica para el Orujo de Liébana. Por último, la agricultura ecológica posee su propio Consejo Regulador.
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C/ Pasos. 56 1 3 71 O Argamasilla de Alba (Ciudad Real)
Tel: 92 6 52 33 93
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Agropecuaria Navaloshaces S.L. Ctra. de Almadén. km 9
13 190 Corral de Calatrava (Ciudad Real) Tel: 926 69 O 1 67
BRONCE EL PESEBRE
Quesera Campo Rus S.L. C/ Carrera. 56
1662 1 Santa María del Campo Rus (Cuenca)
Tel: 967 18 62 36 .
iJ Junta de Comunidades de
Castilla-La Mancha
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MIRO Moral Collado C.B. Clra. Malas Verdes
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Balance de 1998
Producciones varialJles La producción final agraria (PFA) castellano-manchega ronda los 375.000 millones
le pesetas , de los que unos 250 .000 miones corresponden a las producciones ve-1etales y los restantes 125.000 millones a :i ganaderfa. La con tribución del sector .grario a la economía regional es de un 5%, y la industria agroalimentaria contri-1uye con otro 6%. De esta forma, el sector grario y sus industrias derivadas consti-1yen el área principal de actividad econó-1ica de esta comunidad autónoma.
La renta agraria está situada en torno a >S 325 .000 millones de pesetas anuales, os cereales y la vendimia resultan las dos portaciones esenciales a la hora de deirminar la renta agraria regional .
La población activa agraria de estaco-1unidad autónoma estaba compuesta a fi-3les de 1998 por 76.600 personas ( + 1 % ). JS activos agrarios constituyen el 11,6% el total de la población activa castel lano-1anchega, cuatro puntos por encima de la 1edia española. El número de explotacio:is agrarias caste llano-manchegas es de ias 144.500, el 11.4% de todas las es:iñolas. La superficie agrícola útil es de 4,7 iliones de hectáreas , un 18,6% del total :icional. En Castil la-La Mancha hay unos 15.500 tractores.
La superficie de viñedos en Castilla-La ancha es de 560.000 hectáreas, alredeJr de la mitad del total español. Durante última vendimia se han elaborado 16,5 iliones de hectolitros de vino frente a los 1,8 millones de 1997, lo que supone una sminución interanual del 16,6%. En Casa-La Mancha se concent ra el 18,4% de jas las empresas vinícolas españolas. Aparte del vino, el sector agrícola de es-región se ve claramente condicionado ir los cereales. Algo menos de 1.4 millo·s de hectáreas se destinan a estos cul-
tivos en esta comunidad autónoma, la quinta parte de la superficie total española dedicada a estas producciones .
Las cosechas de 1998 fueron muy superiores a las del año anterior, recogiéndose unos 2,8 mil lones de toneladas de cebada ( +56%) , 735.000 toneladas de trigo (+67%) y 1.600 toneladas de arroz ( +23%). Por contra, el maíz ha reducido su producción en un 6,4%.
En legumbres, en 1998 se produjeron 26.100 toneladas de guisantes secos , un 22% menos que en 1997, 15.800 toneladas de garbanzos, más del doble que en 1997 y 12.200 toneladas de lentejas (-32%).
En frutas y hortalizas , los comportamientos han sido muy variados, aunque, en general, se han registrado más comportamientos positivos que negativos. Destacan las 439.900 toneladas de cebollas, con un incremento interanual del 12.7%, las 258.400 toneladas de melones (+30,7%) , las 229.100 de patatas (-3,5% ), las 132.400 de tomates (+15,4%), las 63 .900 de ajos (-12,9%), las 39.100 de pimientos (-25,8%), las 28.500 de coles ( +27%), las 29.000 de sandías (+8,6%), las 16.300 de manzanas (-22.7%) y las 12.200 de albaricoques ( +93%). Casti lla-La Mancha es la primera región productora nacional de cebollas y ajos y la segunda de melones.
Dentro de las semillas oleaginosas, el girasol alcanzó durante 1998 las 205.800 toneladas (-22,3%). Es también significativa
151
la producción de colza, con 28.300 toneladas ( +22%). La cosecha de remolacha rondó las 680.500 toneladas (-85,5% ). En 1998 se produjeron 40.000 toneladas de aceite de oliva (-50%).
En los censos ganaderos, destacan los más de 3,3 millones de cabezas de ganado ovino, de las que unas 875.000 son ovejas lecheras. En segundo lugar, hay 1.4 millones de efectivos de porcino, con 190.000 hembras reproductoras. En tercer lugar se sitLJan las 426.000 cabezas de caprino, entre las que más de 172.000 son cabras de ordeño. Por último, la cabaña de ganado bovino llega hasta las 262.000 cabezas , con unas 28.000 vacas lecheras. Además, hay 6 millones de gallinas ponedoras.
La producción anual de leche de vaca llega hasta los 149 mi llones de litros; la de leche de oveja, a 68 millones de litros; y la de cabra alcanza los 52 millones de litros.
La producción media anual de carne de cordero manchego llega hasta los 1,3 millones de kilos. En esta región se obtienen alrededor del 16% de todos los huevos producidos en España, mientras que la producción de miel de calidad llega hasta los 60.000 kilos anuales, obtenidos de más de 11.000 colmenas.
El sector alimentario de Castilla-La Mancha tiene unas ventas netas de producto de unos 482.500 millones de pesetas anuales, el 33% de la facturación industrial de toda la región. Estas industrias generan 18.600 puestos de trabajo, el 19,5% del total de empleos industriales regionales . Las mayores facturaciones proceden del subsector de las industrias cárnicas con 97.700 mi llones de pesetas , seguido muy de cerca por las empresas vitivinícolas con 95.000 millones.
En Castilla-La Mancha hay 11 Denominaciones de Origen(6 de ellas de vinos) y 3 Denominaciones Específicas (carne de cordero, berenjenas y ajo morado. También ahy un órgano de Control de la Agricultura Ecológica de Castilla-La Mancha.
Balance de 1998
Baja la renta agraria La prod ucc ión fin al ag raria (PFA) de Castilla y León supera ligeramente los 600.000
millones de pesetas y parece haber disminu ido ligeramente durante el último ejercicio. Aproximadamente el 54,5% es aportado por las producc iones animales, mientras que el restante 45,5% corresponde a la contribución de las producciones vegetales. La PFA constituye alrededor del 11,5% del PIB reg ional, mientras que la industria agroalimentaria, por su parte, aporta la mitad de este porcentaje.
Las subvenciones rec ibidas por las explotac iones rondan los 116.500 millones de pesetas, mientras que los consumos intermed ios superan los 309.000 millones de pesetas. La ren ta agraria caste llano-leonesa se sitúa en algo menos de 294.000 millones, la cifra más baja de los últimos seis años. El número de explotaciones agrarias en la reg ión es de unas 129.700, el 10,2% del total nacional.
La población activa agraria de esta comunidad autónoma estaba constituida a finales de 1998 por 98.400 personas, lo que supone una importante disminución con respecto a los datos del año anterior de 14.500 personas en cifras absolutas y de casi el 13% en porcentajes. Del total de activos agrarios, 93.500 personas estaban registradas como ocupados y las restantes 4.900 como parados. Los activos agrarios representan el 9,8% del total de ac tivos castellano-leoneses, dos puntos por encima de la media española. En Castilla y León hay unos 130.000 tractores con una potencia total de más de 9,4 millones de CV.
Dentro de las producciones agrarias, la más importante por superficie y volúmenes productivos es la de los cereales. En 1998 se sembraron 2,2 millones de hectáreas y se obtuvieron algo menos de 7 ,8 millones de toneladas, un 17% más que en el año
anterior. Destacan los más de 4,7 millones de toneladas de cebada, los 1,6 mi llones de trigo y el mi llón de toneladas de maíz.
Otro cultivo muy característico de la región es la remolacha. En 1998 se plantaron unas 82.000 hectáreas y se obtuvieron más de 5 mil lones de toneladas de remolacha, un 21% menos que en 1997.
La superfic ie ocupada por las vides en la región es de unas 70.000 hectáreas. Durante 1998 se recogieron más de 130.000 toneladas de uvas y se elaboraron 918.000 hectolitros de vinos y mostos, un 25% más que en 1997, pero lejos todavía de los 1,3 millones de hectol itros de 1996.
La producción global de hortalizas fue de 173.000 toneladas. Destacan las 47.000 toneladas de lechugas, las 32.000 toneladas de repollos, y las más de 20.000 toneladas de cebollas.
Las leguminosas representan otro grupo de cu ltivos significativo La producción total llegó en 1998 a las 78.500 tone ladas.
Los frutales no tuvieron una buena campaña en la región. La producción global superó ligeramente las 50.000 toneladas. La cosecha más importante es la de manzanas, de las que se recog ieron 35.600 toneladas, un 17% menos que en 1997 y menos de la mitad que en 1996. Otras producciones reseñables son las 6.000 toneladas de cerezas-guindas y las más de 4.000 toneladas de peras.
152
El olivar no es muy importante en Casti lla y León y está concentrado en Ávi la y Salamanca. Se recogieron algo más de 6.70C toneladas de aceitunas y se elaboraro r unas 920 toneladas de aceite.
La principal cabaña numéricamente hablando es la del ovino, con casi 5,5 millo· nes de cabezas. A continuación aparecer más de 3 millones de cerdos, 1,3 mi l lone~
de cabezas de ganado bovino y alrede· dor de 177.000 cabras. La producción dE las 172.000 vacas de leche llega hasta lrn 840 millones de litros, mientras que los 1,; millones de ovejas lecheras producen unrn 204 mil lones de litros . Por último, la pro ducción de leche de cabra es de unos me nos importantes 16 millones de litros.
La región posee la principal cabaña dl bovino de nuestro país, es la principal pro ductora láctea de ovino, la qu inta de ca prino y la segunda en lo que se ref iere a I< producción cárnica de porcino. En Castill< y León hay más de 40.000 explotacione ganaderas de bovino, cerca de 56.000 d1 porcino y unas 21.000 de ovino-caprino.
La facturación del sector al imentari1 castellano-leonés es de unos 810.000 m1 llones de pesetas anuales, el 29% del te tal de las ventas netas de producto. Pe su parte, los empleos generados por esta industrias, unos 32.000, representan el 24~ de todos los empleos industriales de la rE gión. Por subsectores, la mayor facturació se concentra en el grupo de las empresa cárnicas, con 250.000 millones de peseta~
seguidas por las industrias lácteas , co 127.000 mi llones, las de al imentación an mal, con 108.000 millones y las de azúca con 95 .000 mi llones.
En Castilla y León hay 13 Denominacic nes de Origen, (inc luidos 5 vinos y 3 quE sos) y 18 Indicaciones Geográficas ProtE gidas (4 legumbres, 4 tipos de carne, 7 v nos, 2 embutidos y unos dulces. Tambié están protegidos los productos ecológico:
Balance de 1998
Los efectos de la crisis del porcino La producción fina l agraria (PFA) de Cataluña ronda los 500.000 millones de pesetas
anuales, de los que un 60% es aportado por la ganadería y el 40% restante por las producciones vegetales. El valor añadido bruto al coste de los fac tores es de unos 300.000 mi llones de pesetas, lo que representa el 2% del valor producido por toda la economía catalana. Por su parte, la aportación de la industria alimentaria es de un más importante 4,8% del PIB de la comunidad autónoma. La renta agraria se estima en unos 250.000 mil lones de pesetas.
La población activa agraria de Cataluña estaba compuesta a finales de 1998 por 85.600 personas, el 3,2% de la población activa catalana.
En Cataluña se encuentran registrados algo menos de 92.000 trac tores con una potencia total de 4,8 millones de CV.
El número de explotaciones agrarias de Cataluña es de unas 70.600, el 5,6% de todas las españolas, mientras que su superfic ie agraria útil supera los 1, 1 millones de hectáreas, el 4,4% del total nacional.
Los cult ivos de cereales han obtenido, en términos generales, mejores resu ltados que el pasado año. Se recog ieron 757.000 tone ladas de cebada ( +31 %), 262.000 de trigo ( +22%) y 138.200 de arroz (1,2%). Por el contrario el maíz redujo su producción hasta las 378.400 toneladas (-5,5%).
En frutas , destacan las cosechas de manzanas con 343.800 toneladas (-29%), de peras con 330.900 (-15%) y de melocotones y nectarinas con 240.800 (+10,5%). Menos importanc ia tienen los melones {14.100 tone ladas), las cerezas (11.400), las fresas y fresones (11.400), las sandias (11 .300) y las ciruelas (7.600).
En el caso de los cítricos, las cosechas más importantes son las de naranjas con 40700 toneladas ( +4,3%) y la de mandarinas con 45.600 (-8%). Por lo que hace referencia a los frutos secos, 1998 ha resul-
tado ser un mal año pues apenas se han obtenido 7.700 toneladas de almendras (-34,2%) y 7.000 de avellanas (-18,6%) .
En hortalizas , las más destacadas son las patatas, con 149.900 tone ladas (+4 ,3%); los tomates, con 121 .100 (+2%}; y las cebollas, con 52.400 (+3,5%).
La producción de aceite de ol iva ha sido mucho más reducida que en el año anterior, pues apenas se han elaborado 25.500 toneladas, un poco más de la mitad que en 1997. Tampoco el girasol ha repet ido resultados, pues sus 24. 100 toneladas suponen un descenso interanual del 14%.
La vendimia ha continuado esta tónica negativa. Se han elaborado poco más de 3 mil lones de hectolitros de vinos y mostos frente a los 3,4 mi llones de 1997 y los casi 3,6 mi llones de 1996.
J" 1 • . ••
••••• Dentro de los censos ganaderos de Ca
taluña, el porcino es, con gran diferencia, el más importante. Hay unos 5 millones de cabezas de ganado porcino, de los que casi 481.000 son hembras reproductoras. Se trata del primer censo de porcino de España y concentra al 25% de todos los cerdos existentes en nuestro país. En segundo lugar aparece el ganado ovino, con al-
154
go más de un millón de cabezas. En ter cer lugar, hay 680.000 ejemplares de ge nado bovino, de las que 105.000 son vaca de ordeño, mientras que cierran esta relé ción las 88.000 cabezas de ganado capr no, de las que 21.000 son cabras lecherai Anualmente se recogen en Cataluña uno 584 millones de litros de leche de vaca.
Más del 21 % de la carne de vacuno pre ducida en España, lo que significa alredE dar de 129.000 toneladas, se sacrifica e los mataderos catalanes. De la misma mé nera, el 50% de los mataderos de pollos d nuestro país están si tuados entre esta ce munidad autónoma y la valenciana. En C¡ taluña se concentra el 18% de la produc ción española de huevos.
También la cunicultura ha adquirido ur gran importancia, pues se obtienen más e 40 .000 toneladas anuales de conejos, L
tercio de la producción total española. La crisis de precios que ha afectado
porcino en 1998 ha tenido serios efectos E
el subsector ganadero catalán y está pre vacando una radical reestructuración e las explotaciones. Los precios del parcir disminuyeron en casi un 50% con relacié a lo percibidos por los ganadero durante anterior ejercicio.
La industria alimentaria de Cataluña E la más importante de España y tiene ur facturac ión de 1,9 bi llones de peset¡ anuales, el 17% de las ventas netas de pr dueto de la industria regional.
Las industrias cárnicas presentan la m yor facturación con 531.000 millones de p setas, seguidas por las de alimentación ar mal con 245.000 mi llones, las de otros pr duetos con 179.000 mi llones y lé industrias lácteas con 138.000 mi llones.
En Cataluña hay 15 Denominaciones e Origen, de las que 1 O amparan a otros ta tos vinos; junto a 13 Indicaciones Geogr ficas Protegidas, 2 Denominaciones Ge gráficas, una Marca de Cal idad Aliment ria; y el Consell Catalá de la Produce Agrária Ecológica.
UN RIOJA DE HOY HECHO COMO MANDA LA TRADICIÓN
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~ ~ Comunidad Va/rn cía11a : .:::; ( A límmtaríón Mrdítcrrrinea
~ GENERALITAT VALENCIANA ~ CONSELLERIA D'AGRICULTURA, PEIXCA 1 ALIMENTACIO
Balance de 1998
Descenso en las producciones de cítricos La producción final agraria (PFA) de la Comunidad Valenciana es de unos 400 .000
iillones de pesetas anuales , de los que iás del 75% provienen de la agricultura . oncretamente , los cítricos representan el 5% de la PFA regional.
El sector agrario aporta el 4,4% de to-o el PIB regional, mientras que la contri Jción de la industria alimentaria puede ci-3.rse en el 3,9% de esa macromagnitud . :i renta agraria se aproxima a los 280.000 iliones de pesetas anuales. La población activa agraria valenciana
;taba compuesta a finales de 1998 por 3.100 personas ( +5,3%). Los activos agraJS constituyen el 5,3% del total de la poación activa regional. En la Comunidad Valenciana se encon
l.ban censados a finales del año pasado go menos de 55.000 tractores. Las explotaciones agrarias de la Comu
jad Valenciana son unas 171.200, lo que ipone el 13,5% de todas las españolas. Su 1perficie agraria útil supera las 692.000 !Ctáreas, el 2,7% del total nacional.
La principal producción agrícola valenma son los cítricos y, dentro de éstos, las .ranjas ocupan un lugar preponderante. campaña pasada no fue muy positiva y s resultados estuvieron claramente por ·bajo de los de 1997. Así, se han recogi, más de 1,6 millones de toneladas de na-1jas, un 16,4% menos que durante el año terior. También ha disminuido la cosecha mandarinas en un 15%, quedando en
¡o más de los 1,5 millones de toneladas. s limones, por su parte , prácticamente n repetido resultados quedando en las 1.000 toneladas. Las frutas dulces han continuado esa 1dencia negativa , pues se obtuvieron as 62.500 toneladas de melocotones y ctarinas (-19 ,5%), 36 .700 de albarico-
ques (-19,2%), 28 .700 de ciruelas (-6,5%), 16.100 de peras (-20,3%) y 12.200 de manzanas (-44,3%), junto a 423 .000 toneladas de melones (-22,8%) y 99 .500 de sandias (-20%). En almendras, se obtuvieron 13.800 toneladas, un 42,5% menos.
Un caso particularmente importante es el de las uvas de mesa. En la Comunidad Valenciana se recoge el 60% del total de la producción española. Durante 1998 se han obtenido en esta región 212.000 toneladas, un 7% más que en 1997. Algo similar pcurrió con el vino, con 2,46 millones de hectolitros ( + 15%).
En hortalizas, los comportamientos fueron más variados, con alzas y bajas considerables. Aumentaron las producciones de tomates con 163.200 toneladas ( +3,3%) y de pimientos con 42.100 ( +21,3%), mientras que se mantuvieron estables las de patatas ( 144.500 toneladas) y alcachofas (86.500) , y se redujeron las cosechas de cebollas, con 127.500 toneladas (-7 ,3%), de coliflores con 41.400 toneladas (-8%) , de coles con 15.800 (-3%) y de judías verdes con 15.800 (-3%).
Dentro de los cereales, el arroz constituye la producción más significativa con gran diferencia. Durante 1998 se produje-
157
ron 123.000 toneladas, un 2,4% menos que en el año anterior. Por contra se incrementaron las cosechas de cebada con 48.100 toneladas (+5 ,7%), de trigo con 24.400 (+24,5%) y de maíz con 15.300 (+28,6%).
Dentro de los censos ganaderos , el más importante numéricamente hablando es el del ganado porcino, con 1.221 .000 cabezas, de las que 129.000 son cerdas reproductoras . A continuación aparecen los 633 .000 efectivos de ganado ovino, con 25 ovejas lecheras . En tercer lugar se sitúan las 105.000 cabezas de ganado caprino, con 33 .000 cabras de ordeño. Cierran esta relación las 68.000 unidades de ganado bovino, de las que tan solo unas 8.000 son vacas lecheras.
Aparte de la carne de porcino, en la región tienen una importancia creciente las producciones de carne de pollo y huevos. En la Comunidad Valenciana y Cataluña están localizados el 50% de todos los mataderos de aves de nuestro país.
L.a industria alimentaria de esta comunidad autónoma factura unos 640.000 millones de pesetas anuales, el 14 % de las ventas netas de producto de todas las industrias regionales . Además el sector alimentario genera unos 35 .000 puestos de trabajo, lo que supone el 11 % del total de empleos industriales.
Son las industrias cárnicas las que tienen una mayor facturación con 98.500 millones de pesetas, seguidas por las de conservas vegetales con 80.000 mi llones, las de pan y galletas con 77.700 millones y las láctHas con 51.500 millones .
La Comunidad Valenciana cuenta con 10 Denominaciones de Origen , (4 amparan a otros tantos vinos, 3 a frutas, 2 a hortalizas y una al arroz), junto a 7 Denominaciones Especificas ( 4 de bebidas espirituosa) y 2 Denominaciones de Calidad Por último, hay un Comité de Agricultura Ecológica de la Comunidad Valenciana.
Balance de 1998
Recortes en las principales producciones _,,,,,_ El año agrario en Ex-
-~ tremadura se vió en ~ 1998 negati vamente
condic ionado por la situación climatológica. A pesar de que las precipitaciones se mantuvieron dentro de la normalidad, las fuertes lluvias registradas a finales de 1997 y comienzos de 1998 provocaron una disminución de las siembras de cerea l y afec taron a las p roducciones frutales , debido a la asfixia radicular de los árboles. Por ·contra, el seco otoño de la pasada campaña perjudicó a los ganaderos extremeños, quienes tuvieron que suplementar con piensos la alimentación de sus animales, al agotarse los pastos de las dehesas.
La Producción Final Agraria extremeña asciende a unos 260.000 millones de pesetas, el 56% aportado por la agricultura y el 44% restante por la ganadería. El sector agrario aporta alrededor del 17% del PIB regional. La renta agraria se sitúa en torno a los 225.000 mil lones de pesetas.
El número de activos agrarios extremeños a finales de 1998 estaba compuesto por 66.800 personas (-6, 7%), un 16,2%, más de la población activa regional. Las explotaciones agrarias extremeñas son unas 71. 100, el 5,6% del total español.
Por lo que hace referencia a los cereales de invierno, la superficie de cu lt ivo se redujo en un 20% , quedando en unas 210.000 hectáreas, con una producción de 350.000 toneladas. Por su parte, el maíz llegó hasta las 593.000 toneladas, un 20% menos que en 1997. Por su parte, la producción de arroz se mantuvo estable en torno a las 144.000 toneladas.
La remolacha, después de la recuperación experimentada tras la superación de los efectos de la sequía, ha mantenido sus niveles de producción, con 108.000 toneladas, (-6%). El girasol llegó a 130.000 toneladas, ( +30%).
El tabaco tuvo un desarrol lo normal en cuanto a producción y niveles de calidad, llegando hasta las 36.800 toneladas, lo que supone el 100% de las can tidades máximas garantizadas.
En el olivar se registró una importante disminución de producciones. Se recogieron unas 170.000 toneladas de aceitunas (-23%). La calidad del aceite obtenido en esta campaña ha si_do excepcional, pero se han producido tan sólo 24.000 toneladas, apenas el 80% de los resultados alcanzados en los dos años precedentes.
Algo similar ha ocurrido con el viñedo, pues la vendimia de 1998 apenas representó el 85% de la de l año anterior. Las 252.000 toneladas de uvas recogidas permitieron elaborar 1,86 millones de hectol itros de vino, con una cal idad muy elevada.
En frutales, el comportamiento no fue tan positivo como en las campañas anteriores. Las lluvias de primavera afectaron a los cerezos y las 13.300 toneladas de cerezas recogidas vienen a suponer el 60% de una cosecha media.
Dentro de las hortalizas extremeñas, en tomate para industria la superficie sembrada aumentó un 14%, llegando hasta las 15.900 hectáreas, aunque la producción no
158
fue tan abundante como se esperaba quedando en unas 780.000 toneladas. Po contra, la cosecha de melones aumentó ur 24% y llegó a 88.000 toneladas. Algo simi lar ocurrió con las sandías, cuyas 40.00C toneladas suponen un incremento intera nual del 11 %. La producción de pimientos muy significativos en la región porque sor la base para la elaboración del pimentón fue de 16.000 toneladas.
La ganadería tiene una gran importan cia en Extremadura. El censo más nume roso es el del ganado ovino, con más dl 3,8 millones de unidades. A con tinuació1 aparecen las 676.000 cabezas de porc inc las 520.000 de vacuno y las casi 310.0Q( cabezas de caprino. El comportamiento dE subsector ganadero en 1998 fue, en tér minos generales, muy positivo. Especial mente el porcino, compuesto en un 90'} por ganado del trono ibérico, tuvo unos rer dimientos notables. La crisis del porc in· blanco apenas se dejó notar en la reg ión
La industria alimentaria extremeña fac tura anualmente unos 155.000 millones d pesetas y genera 8.000 empleos directm Estas cifras suponen el 53% de las venta netas de producto del total de las industria extremeñas y el 35,5% de los empleos ir dustriales. Por subsectores, las industria cárnicas son las más importantes, con un facturación de 26.000 mi llones de peseta! seguidas muy de cerca por las de vino y la de conservas vegetales.
En Extremadura hau 13 Denorninacione de Origen ( 3 para jamones y paletas otras 3 para quesos, junto a aceites, vinrn las cerezas del Jerte, el pimentón y un miel. Aparte de éstas, hay también 4 DE nominaciones Específicas para otros tar tos tipos de carne. Por último, hay un Cor sejo Regulador Agroalimentario Ecológic Extremeño.
arte sano JUNtA DE EXTREMADURA
Consejería de Agricultura Y Comercio
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PATACA DE GAL!CIA
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GAL EGO DE GRIXE
O mellar da terra, coidado con esmero e elaborado c0n sabedoría,
de forma tradicional, ten como resu l tado a excepcional
calidade d0s productos de Galici a con i ndicativo de ca l idade .
Balance de 1998
GALICIA
Desciende el valor de la producción final agraria
La producción final agraria (PFA) de Galicia alcanza un valor de unos 280.000 millones
e pesetas y presenta una clara tendencia igresiva durante los últimos años. El 57% e esta cantidad es aportado por el sub-3ctor ganadero. el 26% por el subsector ~rícola , algo más del 13% por el subsec-1r forestal . mientras que el 3,5% restante 3 contabiliza como la aportación de otras ·aducciones agrarias.
La preponderancia de las producciones iimales ha ido atenuándose, pues en 385 constituían el 70% de la PFA galle~. mientras que la agricultura ha increentado su participación en 6 puntos y el 1bsector forestal en otros 7 puntos. La renta agraria de Galicia se sitúa en
rno a los 155.000 mil lones de pesetas, ispués de haber disminuido hasta un J% en los últimos diez años. La contribución del sector agrario al PIB
!llego es de un 5%. Por su parte, el valor 1adido bruto de la producción alimental gallega supone el 5,3% de la econoa regional. Las tierras de cultivo en Galicia rondan
; 537 .000 hectáreas. Los prados y pastiles se extienden por otras 373 .000 hec·eas y los terrenos forestales ocupan 1 ,8 !Iones de hectáreas. En Galicia están registradas unas 9.000 explotaciones agrarias, el 10% del al nacional . Entre éstas, el 54% tienen a orientación técnico-económica mixta; o 30% se dedica preferentemente al vano de leche y un 10% al vacuno de car. La población activa agraria gallega es>a formada a finales de 1998 por 182.300 rsonas (-4,7%). Los activos agrarios istituyen el 16,4% del total de los activos liegos, casi 11 puntos por encima de la idia española. En Galicia están registrados más de 1.000 tractores, con una potencia total más de 6 millones de CV.
ducciones a la ba ·a Las principales producciones agrarias
gallegas tuvieron en 1998 una clara tendencia a la baja, motivada por un año de climatología irregular y por una tendencia estructural hacia el abandono de cultivos.
Entre los cereales destacan las más de 141.000 tonelada de maíz, muy por debajo de los resultados de 1997.
La cosecha de patatas fue de 517 .000 toneladas (-22%) y el vino elaborado ascendió a 848.000 hectolitros frente a 1, 1 millones en 1997. Los productos hortofrutícolas repitieron resultados aunque con una cierta tendencia a la baja, y en frutas , la más importante es la cosecha de manzanas, de las que se recogieron 43.000 toneladas, un 16% más que en 1997.
anaderos En Galicia están registradas algo más
de 950.000 cabezas de ganado bovino, de las que unas 479.000 son vacas de ordeño, mayoritariamente de la raza frisona. En Galicia está el 16% del ganado bovino de España y cerca del 38% de todas las vacas de ordeño. Tiene también importancia el ganado porcino, con algo más de 1 mi-
161
llón de ejemplares ; mientras que de ovino hay 300.000 cabezas.
l_a principal producción ganadera de Galicia es , con diferencia, la leche de vaca. Anualmente se recogen unos 1 ,8 millones de leche de vaca , de los que 160.000 son consumidos en las explotaciones y el resto se comercializa. Estas cantidades suponen algo más del 30% de toda la producción española de leche
A continuación aparece por su importancia económica la carne de vacuno. La producción anual supera las 70.000 toneladas de peso canal que se obtienen del sacrificio de alrededor de 345.000 animales. La producción cárnica gallega representa algo más del 12% del total nacional.
Otras producciones ganaderas destacables son las 80.000 toneladas de carne de cerdo, las algo menos de 100.000 toneladas de carne de ave y las más de 5.000 toneladas de carne de conejo.
El sector alimentario gallego tiene unas ventas netas de producto de unos 500.000 millones de producto, el 21,5% de la facturación industrial regional , y genera unos 24.400 puestos de trabajo, el 18% de todo el empleo industrial de Galicia.
Por subsectores , el más importante es el ele las industrias de pescado con 143.000 millones de pesetas, seguido por las industrias lácteas con 109.000 millones, las cárnicas con 100.000 millones y las de alimentación animal con 54.000 millones.
La oferta agroalimentaria gallega de calidad cuenta con 7 Denominaciones de Origen, 5 de las cuales son de vinos y 2 de quesos. Además , hay 4 Denominaciones Específicas destinadas a miel , carne y productos cárnicos, hortalizas y orujo. La única Indicación Geográfica Protegida ampara a la ternera gallega. Hay Denominaciones de Calidad que protegen a 2 quesos y, finalmente , el Consejo Regulador de la Agricultura Ecológica.
Balance de 1998
El creciente protagonismo del vino La Rioja es una región con una agricultura sumamente especializada, basada en cua
tro producciones agrícolas básicas que determinan la evolución general de todo el sector. El vino es, sin duda, la más importante, seguido a cierta distancia por las hortalizas, las patatas y las frutas .
La producción final agraria (PFA) riojana asciende a unos 80.000 mil lones de pesetas, de los que un 80% es aportado por la agricultura, un 18% por el subsector ganadero y un 2% por las producciones forestales. La contribución del sector agrario a la economía regional es de un 11 %, mientras que un porcentaje ligeramente inferior constituye la aportación de la industria alimentaria de La Rioja.
La población activa agraria estaba compuesta a finales de 1998 por 9.700 personas, 800 más que en el mismo periodo del año anterior. Los activos agrarios suponen el 9,7% del total de activos en la región.
Atendiendo a los medios de producción , en La Rioja se encuentran censados unos 15.200 tractores.
Las ti erras de cu ltivo ocupan unas 162.000 hectáreas, mientras que los prados y pastizales se extienden por otras 14 7. 000 hectáreas y los terrenos forestales ocupan otras 119.000 hectáreas. El 54% de las ti erras de cultivo está dedicado a los cultivos herbáceos y el 35% a los cultivos leñosos. En La Rioja hay 14.600 explotaciones agrarias, la mayoría de tipo familiar.
La superficie de viñedos en La Rioja se extiende por unas 36.000 hectáreas. La producción vitivinícola aporta alrededor del 40% de la producción final agraria reg ional. Durante la última vendimia se elaboraron 1,9 mi llones de hectolitros de vino, por encima de una campaña normal. La demanda de vino de La Rioja tiende a ex-
ceder a su oferta, por lo que los precios de las uvas han experimentado fuertes incrementos en los últimos tiempos.
Las patatas tienen también una gran importancia en La Rioja. En 1998 se han recogido 194.000 tone ladas (+2%) .
Entre las hortalizas, destacan las producciones de coliflor (64.000 toneladas), la principal de toda España, tomates (45.000), judías verdes (37.000), cebollas (16.000), alcachofas ( 15.000) , guisantes verdes (12.000) y pimientos (7.000).
Entre los cereales destacan las 171 .000 toneladas de trigo, las 117.000 toneladas de cebada y las apenas 12.000 toneladas de maíz.
En frutales , las producciones de 1998 fueron menores que las de 1997. Sobresalen las cosechas de peras, con 33 .000 toneladas (-3,5%) y de melocotones-nectarinas, con 19.000 toneladas (-31%).
Dentro de los censos ganaderos , el más importante es el del ganado ovino , con unas 265.000 cabezas. El número de ovejas de ordeño ronda las 31 .000 unidades.
162
A continuación aparece el ganado por· cino, con más de 118.000 cabezas.
El censo de ganado bovino de La Riojé está compuesto por algo más de 49 .00C cabezas, de las que 21.000 son animalei con menos de 12 meses. Apenas están re gistradas 4.000 vacas de ordeño. Con res pecto al ganado caprino, se refleja la exis tenc ia de unas 16.200 unidades. Hay ade más unas 8.000 cabras de ordeño.
Entre las producciones ganaderas má: importantes destacan unas 2.100 tanela das de carne de vacuno, 4. 100 tonelada: de porcino y 3.800 tone ladas de ovino También se obtienen unas 7.000 tonelada: de carne de ave provenientes del sacrificit de más de 4,5 mi llones de pol los.
Por lo que hace referencia a la leche, e1 esta comunidad autónoma se recoge1 anualmente más de 26 millones de li tros di leche de vaca , 546.000 litros de leche d· oveja y 828 .000 litros de leche de cabra. .. ,_ .... " atimentaria-- -. -:-e - --
El sector al imentario de La Rioja factur unos 162.000 millones de pesetas anuale1 el 34,5% del total de las ventas netas d producto de las industria reg ionales, y gE nera unos 5.800 puestos de trabajo, ¡
21 ,5% de los empleos industriales de est comunidad autónoma.
La mayor facturación proviene del sut sector de vinos con 85.000 mi llones de pE setas, seguido por el de conservas vegE tales con 30.200 millones, industrias cárn cas con 22.400 millones y alimentació animal con 5.700 millones.
La oferta agroalimentaria de calidad d La Rioja cuenta con 2 Denominaciones d Origen, una de las cuales tiene el rango a Calificada, que ampara al vino de Rioj; Además hay otras 2 Denominaciones E: pecíficas que amparan a los espárragos a la carne. Por último hay un Consejo R1 gu iador de la Agricul tura Ecológica, qL distingue a este tipo de productos.
Productos Agroaliment~rios
de La Rioja Gobierno de~ La Rioja Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural
, ,
, CONSEJERIA DE ECONOMIA V EMPLEO , DIRECCION GENERAL DE AGRICULTURA V ALIMENTACION
PROMOCIÓN DE LA INDUSTRIA
AGROALIMENTARIA
.. ~x2~ ~ ,., ...b
APOYO ALA COMERCIALIZACIÓN DE
ALIMENTOS DE CALIDAD
AL SERVICIO DE LOS ALIMENTOS DE MADRID GARANTIA DE CALIDAC
• Comunidad de Madrid CONSEJERIA DE ECONOMIA Y EMPLEO
Dirección General de Agricultura y Alimentación
Balance de 1998
Sensible descenso del empleo agrario
***~ **'"" Durante 1997 el incremento de los empleos agrarios en la comuni-dad autónoma de Ma
rid fue muy importante, pero en 1998 esa mdencia se invirtió de forma drástica. En nminos absolutos, desaprecie ron 11 . 700 ctivos agrarios, reduciendo hasta 14.500 ersonas el número de activos agrarios.
La producción final agraria (PFA) madri·ña se sitúa en torno a unos 40.000 millo:is de pesetas. El subsector ganadero Jorta el 55 ,4% de la PFA regional. Por su 3rte , la contribución de la agricultura es :i un más reducido 41 , 1 %, mientras que producción forestal y otras producciones Jrarias contribuyen con el restante 3,5%.
La renta agraria de la Comunidad de adrid se sitúa en torno a 21.500 millones 3 pesetas y ha experimentado en el últi o ejercicio una ligera reducción. La contribución del sector primario a la
:onomía madrileña es de un poco signi:ativo 0,33%. El número de explotaciones ¡rarias registradas en esta comunidad aunoma es de 11. 700, apenas el 1 % de tois las españolas.
Mucha más importancia tiene la indusa alimentaria radicada en la región maileña. El sector alimentario representa el 5% del total de empleos industriales y las ntas netas de producto llegan hasta los 4.000 millones de pesetas, sobre un tode 5, 1 billones de facturación industrial. La industria alimentaria contribuye con 2, 1 % al valor añadido bruto de toda la onomía madrileña. Esta gran diferencia entre los porcenta; del sector agrario y de la industria agro-11entaria se explica porque la mayoría de ; industrias radicadas en la Comunidad Madrid trabajan con materias primas
Jcedentes de otras regiones. La mayor facturación procede del grude las industrias cárnicas, con 111.000
millones de pesetas. A continuación aparecen las empresas cerveceras, con 77.000 millones, el subsector de pan-galletas, con 72.000 millones y las industrias de agua y bebidas analcohól icas, con 71.6000 millones. Las industrias alimentarias de Madrid contribuyen con el 6% del total de las ventas del sector alimentario, mientras que consumen el 5,5% de todas las materias primas utilizadas por el sector. Por último, los empleos generados representan el 6,5% de los puestos de trabajo del sector alimentario español.
Entre las principales producciones agrícolas madrileñas pueden citarse las 155.000 toneladas de cebada, las más de 55.000 toneladas de trigo y las alrededor de 65.000 de maíz. Las legumbres han perdido mucha importancia dentro de la agricultura madrileña. En la pasada campaña se recogieron 40 toneladas de judías , 1 O de hablas, 600 de lentejas y algo más de 1.100 toneladas de garbanzos.
La producción general de hortalizas supera las 144.000 toneladas. La cosecha de patatas alcanzó las 42.400 toneladas un 9% más que el año anterior.
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La producción de uvas fue de 44.900 toneladas, con una reducción interanual del 25%. Se elaboraron 275.000 hectolitros de vinos que, de año en año, mejoran su calidad. Se comercializaron alrededor de 2,5 mil lones de litros de vino amparados con la Denominación de Origen Vinos de Madrid .
La producción del olivar experimentó también una fuerte disminución: se recogieron 4.800 toneladas.
E::ntre las diferentes cabañas ganaderas madrileñas , el mayor censo es de ovino , con 175.000 unidades. En cualquier caso, atendiendo a sus producciones, el censo ganadero más importante es el del vacuno. En Madrid se encuentran censadas 15.300 vacas de leche, casi 32.000 vacas de carne y cerca de 20.000 chotos de cebo . La producción de leche de vaca ronda los 80 millones de litros, mientras que se recogen otros 9 millones de litros de leche de oveja . Hay una Denominación de Calidad de Carne de la Sierra de Guadarrama, exclusivamente madrileña, que comercializa 1,6 millones de kilos de carne anuales.
E:n Madrid hay también unos 55.000 cerdos y algo más de 25.000 cabras que producen unos 1 O millones de litros de leche . Por último, están registradas más de 2.500 jaulas de conejos, 1 millón de gallinas ponedoras que producen 22,3 millones de docenas de huevos, alrededor de 1 O millones de pollos de engorde y 3,5 millones de patos. En otro orden de cosas, se recoge la existencia de unas 13.000 colmenas , con una producción de 185.000 kilos de miel y más de 11 .000 kilos de cera.
Madrid cuenta una Denominación de Origen en vinos, de una Denominación Geogréfica para el anís de Chinchón y de una Indicación Geográfica Protegida en el caso de la carne. Denominación de Calidad para las aceitunas de Campo Real y de un Lábel de calidad "Alimentos de Madrid" que engloba a once productos. Por último, la agricultura ecológica cuenta con su propio Consejo Regulador.
Balance de 1998
Fuerte creciiniento en cítricos La producción final agraria (PFA) murciana ronda los 240.000 mi llones de pesetas
anuales y se basa esencialmente en las producc iones vegetales , que alcanzan los 180.000 millones de pesetas, el 75% de la PFA regional. Dentro de la agri cultura, las frutas y las hortalizas aportan las tres cuartas partes de su valor. Las producciones anímales contribuyen con el restante 25% y, dentro de ellas, dos terceras partes provienen de la ganadería de porcino.
El valor añadido bru to al coste de los factores se sitúa en unos 165 .000 mi llones de pesetas, lo que representa el 9,2% del PIB regional de Murcia. La renta agraria es de unos 155 .000 millones de pesetas anuales. Las subvenciones por explotación rondan los 22 .000 millones de pese tas anuales. Por su parte, la industria agroalimentaria aporta alrededor del 7,2% del valor total de la economía regional.
La población activa agraria murciana estaba compuesta a finales de 1998 por 53.800 personas (-4,8%) . Los activos agrarios constituyen el 12,3% del total de lapoblación ac tiva murciana, casi 5 puntos por encima de la medía española.
Atendiendo a los medios de producción, en la región de Murcia se encuentran censados algo menos de 19.000 tractores.
La superficie agraria total de Murcia supera ligeramente los 1, 1 millones de hectáreas, con 942.000 hectáreas en secano y unas 190.000 en regadío. En Murc ia hay unas 46 .000 explotac iones agrícolas, el 3,6% del tota l nacional. El 72% posee algún tipo de superficie con riego. Las explotac iones ganaderas registradas se acercan a las 13.000.
Entre los cu ltivos murcianos, las hortalizas tienen una importancia fundamental. Destacan especialmente las lechugas, que con alrededor de 340.000 toneladas cons-
tituyen la primera producción española . También son importantes las cosechas de tomates, con 359.000 toneladas; melones, con 192 .000 toneladas; pimientos , con 123.000 toneladas ; y alcachofas, con 117.000 toneladas.
Entre las frutas , en 1998 se recogieron 358.000 tone ladas de limones, en la que constituye la primera producción de toda España y la más positiva de toda la década, con un incremento interanual del 25,6% . La cosec ha de naranjas fue de 104.000 toneladas (+38%) y la de mandarinas, de 51.000 toneladas ( +21,4%).
En frutas dulces, se consiguieron 188.000 toneladas de melocotones-nectarinas (-12,2%) , 25 .000 de peras (-11%) y 34.000 de ciruelas (-21%).
Las producciones de 1998 fueron más reducidas que las del año anterior. Se recogieron 57.000 toneladas de cebada (-37% ), 9.000 de trigo (-10%) y apenas 3.000 de maíz. El arroz, con 4.000 toneladas, dobló la producción de 1997.
La sequla afectó muy gravemente a los viñedos y la producción vitivinícola no se recuperó. Durante la anterior vendimia se elaboraron 549.000 hectoli tros de vinos y mostos, apenas el 90% de los producidos durante la campaña precedente.
166
Entre los censos ganaderos, el más im portante es el de porcino, con más de 1 . ~
millones de animales. Murcia está entre la: primeras regiones españolas en cuanto é
número de ganado porcino, especialmen te de animales reproductores, y cuenta coi unas 7.000 granjas.
A continuación aparecen algo menos di 700.000 cabezas de ovino, 146.000 de Ce prino, de las que cerca de 50.000 son ce bras de ordeño de la raza autóctona mur ciana y unos 47.000 efectivos de ganad bovino. La producción de leche de cabr llega hasta los 18 millones de litros, mier tras que la de vaca ronda los 22 millone de litros.
La principal producción ganadera mu1 c iana es la carne y, dentro de la carne, ¡ porcino ocupa el primer lugar. Se produce anualmente unas 232.000 tone ladas d carne, de las que casi 185 .000 tonelada son de porc ino. A continuación aparece las 23.000 toneladas de carne de ave, la 9.000 de bovino, las 7.800 de ovino y la cerca de 7.000 toneladas de carne de ce nejo . En 1998 el comportam ien to de le precios del porcino fue muy negativo.
Las industrias alimentarias murciana factu ran unos 335.000 mi llones de pesetc: anuales, el 37% de la industria regional. 1
número de puestos de trabajo generadc por todas estas empresas es de une 18.800 , el 31 % del total de los empleos ir dustriales de la Región de Murcia.
La mayor facturación procede de las ir dustrias de conservas vegetales ce 140.000 mi llones de pesetas. A continu: ción se sitúan las industrias cárnicas ce 71 .000 mi llones.
Murcia cuenta con 7 Denominaciom de Origen , (3 vinos, 2 quesos y 1 en arre y pimentón. Además, las Denominacione de Calidad amparan a miel , colines y ro quillas, y aceite. También hay un Conse Regulador de la Agricultu ra Ecológica.
Balance de 1998
Crece la agricultura, baja la ganadería La producción final agraria (PFA) navarra superó durante 1998 los 96.000 millones de
pesetas, repartidos a partes iguales entre las producciones vegetales y las animales. En las primeras, los volúmenes producidos aumentaron en un 7,1 %. Por su parte, el valor de la producción animal rondó los 48.000 millones de pesetas (-5%) . La renta agraria de Navarra se situó en unos 56.000 millones de pesetas (-1 %). El número de explotaciones ag rarias es de 23.800, el 1,9% de todas las españolas.
El número tota l de activos agrar ios de Navarra era a fina les de 1998 de 20.000 personas, 200 personas más que en el mismo periodo del año anterior, lo que supone un incremento interanual del 4,2% . Entre éstas, 19. 700 personas estaban registradas como ocupados, mientras que las 300 restantes aparecían censadas como parados. El porcentaje de los activos agrarios sobre el total de la población activa navarra es de un 8,9%, más de un punto por encima de la media española.
El censo de maquinaria agrícola indica la existencia de más de 19.000 tractores, aunque estimaciones más fiab les rebajan esa cifra en unas 1.500 unidades.
Dentro de las producciones agrícolas destacan las 396 .000 toneladas de cebada - un 17% más que en 1997-, las 294.000 toneladas de trigo -con un aumento del 6%- y las 138.000 de maíz, en este caso con una reducción del 18% respecto al año anterior.
En hortalizas se registró un importante incremento en el valor de las producciones, en torno a un 36% con respecto a los datos del año anterior. Los precios percibidos aumentaron en un 7,7%, mientras que los volúmenes de producción crecieron en un 26,2%. Los mayores incrementos se registraron en la cosecha de tomates ( +50%),
mientras que las de pimientos aumentaron en un 10%.
Por contra, la producción de espárragos ha disminuido en un 28% . Se recogieron unas 17 4.000 toneladas de tomates, 46.000 de coliflores, 15.000 de cebollas, 12.000 de alcachofas y 10.000 de pimientos. Por último, la cosecha de patatas ha llegado hasta las 28.000 toneladas.
La producción vitivinícola navarra se redujo en un 16% en comparación con los datos de la anterior vendimia. Durante 1998 se elaboraron 685.000 hectolitros de vino.
En el grupo de las frutas, la más importante es el melocotón. En el pasado año se recogieron unas 8.000 toneladas, apenas la mitad que la producción de 1997.
Dentro de los censos ganaderos, el más importante numéricamente hablando es el de ovino , con casi 810.000 unidades, de los que 120.000 son corderos . El número de ovejas de ordeño ronda las 160.000. Los efectivos de vacuno llegan hasta las 111 .000 cabezas, de las que unas 26.000 eran vacas de ordeño.
168
La producción de leche de vaca llega hasta los 161 millones de l itros anuales . mientras que se recogen otros 4 milloneE de litros de leche de oveja.
Por lo que hace referencia al ganadc porcino, existe un censo de uno 465.00C animales, de los que algo más de 162.00C eran lechones. El 72% de los cerdos de Na· varra se encuentran local izados en expb tac iones dedicadas preferentemente a IE producción, mientras que el 28% restante aparecen en explotaciones de cebo. Mu· cho menor es el número de ganado capri· no , de las que se encuentran registrada~
alrededor de 10.000 cabezas. La producción de carne de bovino llegé
hasta las 6.600 tone ladas anuales, míen tras que se obtienen 3.500 tone ladas dE carne de ovino, 22.000 de carne de porci no y 30.000 de carne de aves.
diversificada La industria al imentaria navarra tiern
una facturación anual de unos 224.000 mi llones de pesetas y da emp leo a una: 10.000 personas. Estas cifras suponen E
17% de las ventas netas de producto d1 todas las industrias de la Comunidad ForE y el 17% del total de empleos industriale:: Las industrias de conservas vegetales re únen la mayor facturación con 68.000 mi llones de pesetas . A continuación apare cen el subsector cárnico con 39.000 millc nes, las industrias de alimentación animE con 23.000 mil lones y las de vinos coi 21.000 mi llones.
La oferta agroalimentaria navarra de ca lidad cuenta con 6 Denominaciones de Or gen, de las que 3 corresponden a vinos , a quesos y una a hortal izas. Además, ha otras 2 Denominaciones Específicas par el pacharán y el espárrago. Por último, la Denominaciones de Calidad amparan una hortaliza y a la carne de ternera. Tarr bién hay un Consejo Regulador de la Agr cultura Ecológica.
Balance de 1998
Un momento excepcional para la producción forestal
·•• El sector agrario del País Vasco tuvo en 1998 unos resultados positivos . con fuertes
icrementos productivos y con un buen omportamiento de los precios en los prinipales sectores. La producción final agraª (PFA) del País Vasco, incluyendo un pumte sector forestal, llegó en 1998 hasta los 7.300 millones de pesetas. un 19% más ue en el año anterior. La producción final grícola alcanzó los 38.500 millones de pe-3tas ( +25,6% ); y el subsector ganadero se uedó en 27.500 millones (- 1%). Por su arte, el subsector forestal tuvo el creciliento más notable, un 44,6%, llegando :i.sta los 21.300 millones.
De esta manera . la producción final )raria vasca se divide en un 44, 1 % apor. do por la agricultura, un 31 ,5% por la ga:i.dería, y el restante 24,4% por las proJcciones forestales. Se registra una pautina pérdida de importancia de la :inadería, que en 1985 representaba más 3 la mitad de toda la PFA vasca.
La renta agraria del Pafs Vasco se situó Jrante 1998 en 62.900 millones de peses ( +29,6%) . En esta comunidad autónoa están registradas 24.100 explotaciones irarias, el 1,9% de todas las españolas . La población activa agraria del País
isco estaba compuesta a finales de 1998 Jr 18.300 personas (+2,2%). Los activos ¡rarios representan el 2, 1 % del total de la lblación activa vasca. En el País Vasco están censados más de
i.200 tractores con una potencia total cer-1na a los 761.000 CV.
La producción agrícola en su conjunto 3ció cerca de un 26% durante 1998, in-3mentándose en más de un 11 % las pro-1cciones y en un 13% los precios. En el subsector de cereales el creciente fue superior al 20%, a pesar de que ; precios cayeron en torno a un 6% . Se
produjeron unas 143.000 toneladas de trigo y alrededor de 80.000 de cebada. También fue muy buena la cosecha de patatas, con cerca de 130.000 toneladas.
La horticultura creció un 15% en valor, apoyada por incrementos de producción y precios. La producción de tomate creció un 36% y la de pimiento un 17%, mientras que la lechuga se mantuvo estable en sus producciones y con una ligera tendencia a la baja en los precios . La judia verde aumentó ligeramente pero los precios percibidos fueron muy positivos. Estas cuatro producciones suponen el 67% del total de la oferta hortícola vasca. El subsector frutícola experimentó un crecimiento de más del 27%.
La vendimia de la Rioja Alavesa aumentó en producción (6,4%) y en precios (22%) El volumen de txakolí elaborado creció en un 12% mientras que su precio fue un 8,5% superior al del año anterior.
El comportamiento del sector ganadero no fue comparable al del agrícola y se vió afectado por la crisis del porcino. El mayor censo ganadero en el Pafs Vasco es del vacuno. con más de 184.000 cabezas, de las que 50.000 son vacas lecheras. La pro-
169
ducción de leche tiende a disminuir de manera continua y así se recogieron en 1998 unos 244 millones de litros . cuando en el año 1985 se llegaba hasta los 290 millones.
Es también significativo el censo de ovino , con unos 345 .000 ejemplares, de las que 147.000 son ovejas lecheras que producen unos 1 O millones de litros de leche.
Las producciones de ganado ovino se han incrementado en un 7,4% , mientras que las de bovino, cunícola y aviar se mantienen. El caprino ha crecido ligeramente y
el porcino ha caldo un 1,5%. Por lo que hace referencia a los precios . la leche ha aumentado en un 3,5%, el caprino y el conejo han subido un 3,7%, mientras que el ovino y el aviar se mantienen. Por el contrario, los precios percibidos por el porcino cayeron un 30% .
La producción forestal se beneficia de unos precios en continua alza ( +24%) y de una masa forestal, sobre todo la de pino radiata. que se encuentra en el momento óptimo para la corta. Se prevé que a partir del 2001 se producirá una drástica reducción de las cortas. lo que provocará una nueva disminución de la importancia de este sector. En estos momentos , el valor de la producción forestal vasca es más elevado que el vino o el bovino.
El sector alimentario del País Vasco tiene una facturación anual de 302.000 millones de pesetas y da empleo a unas 12.500 personas. Estas cifras suponen el 8% de las ventas de todas las industrias vascas y el 6,5% de los empleos industriales de la comunidad autónoma.
La oferta agroalimentaria de calidad del País Vasco cuenta con 5 Denominaciones de Origen (4 vinos y un queso). Bajo el Lábel Vasco de Calidad Alimentaria se amparan 1 O productos (3 tipos de carnes, 4 hortalizas, miel, un pescado y la leche de vaca). Por último hay también una marca de garantía para distintas frutas y hortalizas y un Comité Regulador de la Agricultura Ecológica.
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•1 .91.na[ítica meáia años 199~ 1996, 1997!J1998 DE JEREZ
EMl'UL"'- MUNICll'Al.. 5A
:M'E'JJL'il"' LJ'J;{J'J'LS'll'E TYl!R,;i0vf'EI'l(OS '13 IOSÓLI'DOS 'FJDJl'f?.. (ap(icació11 fo1fos)
(j'llJl.'DM"El'E pJ-[<7 pJ-f>7
Caámio ppm 1,70 20 40
Co6re ppm 161,7 1000 1750
óJ{fque[ ppm 31,7 300 400
P[omo ppm 114 750 1200
Zinc ppm 562 2500 4000
Mercuno ppm 1,91 16 25
Cromo ppm 47 1000 1500
'Biosófiáos con Eajo conteniáo en contaminantes.
ACCION SINDICAL DE UPA
POR LA DEFERS.A Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos
DE LA AGRICULTURA FAMILIAR El balance de la acción sindical de UPA durante 1998 y los primeros
meses de 1999 encierra uno de los periodos más dinámicos, revindicativos y representativos en toda la historia de la organización
Un periodo que se inicia con en los Y un periodo que concluye, en la pri- drid por la defensa de la agricultura primeros meses de 1998, con toda la mavera de 1999, con dos acontecí- famrliar; y el IV Congreso Federal de mganización movilizada para explicar, mientas muy importantes: la gran ma- UPf\ cuyas resoluciones con1ienen de una parte, las propuestas de UPA nifestación que concentró el 20 de las propuestas de progreso que deen torno a la Agenda 2000; y de otro marzo a más de 40.000 compañeros tenderá UPA en los próximos años, lado, para intentar evitar una reforma y compañeras de UPA, procedentes con la idea central de la modulación njusta de la OCM del aceite de oliva. de toda España, en las calles de Ma- de las ayudas.
171
El campo es vida UPA siempre ha defendido que actividad
agraria y desarrollo rural deben estar muy unidos. No puede hablarse de sistema agro-industrial en ningún trerritorio que no tenga una míñima actividad a1;i raria; ni siquiera en el escenario de una liberalización del comercio, que facilite la llegada de materias primas para su posterior proceso industrial, porqúe se demuestra qoe las industrias prefieren deslocalizar sus actividades e irse a las zonas de origen de la materia prima. Una actividad agraria eficiente permite obtener un sector Industrial y un sector de distribución eficientes. Es imposíble que se pueda pensar en tener una industria eficiente y una distribución comercial sana sobre la base de un sector agrario con déficits estructuFales profundos.
Por todo ello, UPA lanzó en 1998 un lema que es toda una declaración de principios: el campo es vida; y con este ar-
ACCION SmDICAL DE UPA
gumento UPA organizó una gran movilización en Madrid, el 30 de mayo, ante la oficina de la Comisióh Europea en España, con la participación de mas de 2.000
compañeros y compañeras de UPA. procendentes de Extremadura, Galicia, Asturias, Can~abria , Castilla y Leóh , Murcia, Casti lla-La Mancha, Andalucla, etc ...
Jesús Posada, nuevo Ministro de Agricultura Balance negativo de la gestión de Loyola de Palacio
172
A finales de abri l de 1999, Loyola Gle Palacio abandonó el Ministerio de Agri
cultura, para encabezar la candidatura del Partido Popular a las elecciones al Parlamento Europeo. Unos días después, Jesús Posada era nombrado Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación.
La gestión de Loyola de Palacio en el Ministerio de Agricultura ha sido valorada por UPA como muy negativa para las explotaciones fami liares, durante un periodo caracterizado por rentas a la baja, amenazas para el empleo y graves problemas sectoriales, como balance de una política agraria basada en los gestos, las estridencias y las grandes declaraciones.
Por su parte, en relación con el nuevo Ministro, UPA espera que el cambio sirva para afrontar una polftica que vaya dirigida a todos los agricu ltores y ganaderos españoles y en especial hacia las explotaciones fami liares ag rarias, que representan el 85% del empleo dentro del sector. Asimismo, UPA ha exigido a Jesús Posada que asuma con seriedad el tema de la modulación de las ayudas agrarias.
ACCION SINDICAL DE UPA
, LA HORA DE LA MODULACION
E n 1996, el término modulación tan sólo sonaba a palabreja más bien ex
traña y de sign ificado un tanto incomprensible. Pero para UPA estaba muy claro que el futuro de la Polltica Agraria Común pasa por modular las ayudas , porque éste es el único camino para que las subvenciones tengan legitimidad social , para que se avance hacia una verdadera cohesión en la UE y para asegurar el futuro de la agricultura familiar.
En 1997, la Comisión Europea aprobaba la Agenda 2000 , con propuestas de reforma presupuestaria y de cambios importantes en la PAC. Nuevamente, UPA fue la primera organización agraria que presentó alternativas a estas propuestas, con un eje central: la modulación.
En marzo de 1999, los Jefes de Esta-
t • ~ ••••• : 1 •
E 120 de marzo de 1999 quedará marcado en la historia de la Unión de Pe
queños Agricultores y Ganaderos como una fecha muy especial. Un sábado espléndido de primavera, en el que más de 40.000 compañeros y compañeras de toda España demostramos con firmeza y claridad, en pleno centro de Madrid , cual
do y de Gobierno de la UE aprobaban las reformas propuestas en la Agenda 2000. UPA respondía con más de 40.000 agricultores y ganaderos en las calles de Madrid exig iendo la modulación de las ayudas. Una reivindicación que centró una masiva campaña de información - basada en un cartel que contrapone la imagen de los agricultores y ganaderos profesionales con la de los "cazaprimas"- y que volvió a centrar los debates y las resoluciones del IV Congreso Federal de UPA.
A partir de aquí, el Gobierno español y las comunidades autónomas tienen la responsabilidad de desarrollar la Agenda 2000 , a partir de unos Reglamentos de la UE que ofrecen margen suficiente para modular la concesión de las ayudas en cada Estado miembro.
La modulación es ya una reivindicación social que supera el ámbito sectorial. No sólo lo exige UPA, que representa a la agricultura familiar y profesional. Lo pide toda la sociedad , porque es la única alternativa para acabar con los "cazaprimas" y asegurar el buen fin de las ayudas públicas a los agricultores .
:·•··· 1 • 1 • 1 • 1 ' • a exigir la modulación
es el clamor del colectivo mayoritario de la agricultura española para defender el futuro del mundo rural.
UPA convocó la manifestación bajo el lema "por la defensa de la agricultura familiar" y la participación masiva, incluso superior a la prevista por la Organización, demostró con claridad que los pe-
173
querías agricultores y ganaderos están dispuestos a seguir apostando por el modelo de explotación que más empleo genera , que mejores alimentos produce y que mayor vitalidad mantiene en las zonas rurales de toda España.
La manifestación se inició en la Puerta de Alcalá , uno de los símbolos más emblemáticos de Madrid y, tras llegar a la Plaza de Cibeles, transcurrió por el Paseo del Prado en dirección a la Plaza de Atocha, donde se encuentra la sede del Ministerio de Agricultura.
La manifestación estuvo encabezada por cinco tractores , custodiados por un grupo de gaiteros gallegos. A continuación, un grupo de niños y niñas , hijos de afiliados a UPA, sostenían la primera gran pancarta, con el lema "Por el futuro del mundo rural". Tras ellos, todos los miembros de la Comisión Ejecutiva Federal de UPA, acompañados por el Secretario GE?,neral de UGT. Cándido Méndez, llevaban el se!~Undo gran cartel, con el mensaje "En defensa de la agricultura y ganadería familiar. Modulación". Detrás, la reivindicación y la ilusión de más de 40.000 personas.
Hay que acabar con los
'cazaprimas'
Durante la primavera de 1999, se inició en España un amplio debate
social y político en torno a las ayudas al lino, que puso en evidencia, entre otras cosas, la necesidad de acabar cein les "cazaprimas", que se acercan a la acLividad agraria con ánimo especulativo y el ún ieo objetivo de acceder a las subvenciones de la PAC. Y para acabar con este tipo de actividad, sólo hay un camino: la modulación de las ayudas.
Nuestra organización viene denunciándolo desde hace años: el sistema de concesión de las subvenciones de la PAC genera desequilibrios y fomenta la agricultura especulativa. Los más beneficiados por este sistema son, precisamente, los "cazaprimas"; en detrimen to de los verdaderos profesionales del sector -en su mayoría pequeñas y medianas explotaciones familiares- y del conjunto de ciudadanos, que pagan con sus impuestos las ayudas que reciben todos, los que las merecen y los que no.
ACCION SINDICAL DE UPA
La amenaza de una ,, nueva sequ1a
Los agricultores y ganaderos españoles han ido asumiendo, desde el in
vierno de 1998, que podemos estar en puertas de un nuevo periodo de sequía. ble hecho, la sequía .se ha convertido ya en un grave prob lema para los rendimientos agrícolas y la actividad ganadera en 1999, con pérdidas que, hasta final de primavera, superaban los 300.000 millones de pesetas.
Ante la gravedad de la situación, UPA ha propuesto un plan de actuaciones, que incluyen, entre otras, las siguientes propuestas: • Venta a precio reducido del cereal de intervención.
• Establec imiento de una línea urgente de ayudas directas, moduladas y techadas, por explotación, justificadas por la sequía. • Adelanto del cobro de las ayudas de la PAC al cereal, vacuno, ovino y caprino. • Reducción al 0% del índice de rendimiento neto aplicable en el IRPF en las actividades agrarias más afectadas (prioritariamente cerea l) y en las actividades ganaderas .de vacuno de carne y ovino-caprino en extensivo. • Exención de los pagos a la Seguridad Social en todos los regímenes p_arn Los productores de vacuno y ovino-caprino con aprovechamiento de pastos y para los agricultores afectados de pérdidas por la sequía, especialmente de cereal. • No penalización a los cu ltivos-refugio por ia,s ªiembras provocadas por la sequía. • Flexibi lización de la fecha de recolección de los cu ltivos PAC para que los ganaderos utilicen sus ..recursos.
Sin embargo, el Gobierno sólo responde tarde y mal, con med idas insuficientes e inútiles, porque únicamente se refieren a las producciones aseguradas y no contemp lan siquiera reducciones fiscales como las aplicadas en normativas anteriores por sequía.
Nueva reforma de la PAC en contra de la agricultura familiar
Tras casi dos años de debates y negociaciones en torno a las propues
tas de la Agenda 2000, los Jefes de Estado y de Gobierno de la UE aprobaban en marzo de 1999, en la Cumbre de Berlín, una amplia serie de reformas presupuestarias y de la PAC, con un contenido muy negativo para las pequeñas y medianas explotaciones agrarias, que representan el 85% del empleo en nuestra agricultura.
Los Gobiernos de la UE volvián a perder una oportunidad de oro para entrar en el fondo de la cuestión: reformar la PAC en profundidad con la modulación de las ayudas y una mayor justicia social en el reparto de las subvenciones. A cambio, todo quedo limitado a la negociación presupuestaria . El objetivo ha vue lto a ser, únicamente, el con trol del
gasto, sin preocuparse por quién recibe finalmente las ayudas.
Los acuerdos alcanzados en la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobie rno han estabilizado el gasto en 40.500 millones de euros, prestado asf más atención al recorte presupuestario de la PAC
174
que a garantizar la renta de las explotaciones agrarias europeas.
Todas las reformas aprobadas suponen en esencia reducir los precios de los productos y compensar sólo parcialmente estas bajadas, de tal forma que la renta de las explotaciones ag rarias va a descender.
• España perderá más de 35.000 millones de pesetas anuales, y el lo a expensas de cómo pueda evolucionar la OCM de la leche.
• Este descenso va a hacer que las explotaciones de menor tamaño no les quede otro remedio que abandonar la actividad agraria.
• El descenso de activos agrarios será del 10%, unas 100.000 explotaciones agrarias familiares se van a ver abocadas a dejar la actividad.
ACCION SINDICAL DE UPA
MOVILIZACIONES GANADERAS
La acción sindical reivindicativa de UPA en los sectores ganaderos co
menzó el año 1998 siendo más signi ficativa en el sector lácteo. A mediados de enero, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos conseg uía paralizar el proceso de cobro de la multa láctea a los ganaderos. Este objetivo se logró tras anunciar un proceso canten-
cioso administrativo contra el procedimiento ilegal utilizado por el Ministerio de Agricultura para determinar la multa a pagar por los ganaderos, al sobrepasar la cuota de producción asignada en la campaña anterior, ya que se han detectado errores que equivalen al 20 por ciento de las sanciones comunicadas. UPA también consiguió que la
175
multa anunciada para Galicia de 1.800 millones quedase rebajada , con el anuncio de la presentación del procedimiento hasta los 1.000 millones de pesetas, sin descartar que esta cifra se reduzca aún más.
Pero la falta de respuestas a los problemas acumulados en el sector lácteo concentró a más de 10.000 agricultores y ganaderos gallegos en la gran tractorada celebrada el 6 y 7 de marzo en toda Galicia, convocados por Unións Agrarias-UPA. Se trataba de conseguir una solución definitiva al problema de la supertasa láctea y exigir alternativas reales de reconversión para el sector, incluido un aumento significativo de la cuota de producción que tiene España en la Unión Europea. Esta gran tractorada - la cuarta que se convocaba desde finales de 1997- se concretó en concentraciones en más de 40 puntos distintos de Galicia y en algunos casos , como ocurrió por ejemplo en Lugo, los agricultores y ganaderos volvieron a sufrir el acoso injustificado de las fuerzas ele seguridad, para impedir su entrada. en la ciudad .
Por su parte, a medida que avanzaba el año, la grave y prolongada crisis del sector porcino obligó a movilizaciones EJn toda España, que tuv ieron su convocatoria más importante en Madrid , el 17 de noviembre, para exigir soluciones firmes al Gobierno español y la Unión Europea.
Asimismo, otro sector ganadero que está exigiendo una acción sindical reivindicativa muy firme es la avicultura. En este caso, antes de que estallase el escándalo de los pollos belgas a finales de mayo de 1999, UPA y la Plataforma Avícola Estatal se movilizaron en Madrid con una gran manifestación, que culminaba las actuaciones realizadas en los meses anteriores para exigir una Ley de Contratos de Integración y un tratamiento legal a todos los niveles que reconozca los derechos de los pequeños productores avícolas.
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ACCION SINDICAL DE UPA
UPA LIDERA LA DEFENSA DEL OLIVAR
La movilización general del secto r agrario, apoyada por toda la socie
dad española, para intentar evitar primero , y denunciar después, la reforma negativa de la OCM del aceite de oliva, ha demostrado el liderazgo de UPA en la representación del sector olivarero. En este tema, UPA ha llevado siempre la inic iativa. En las movi lizaciones anteriores a la presentación formal de la propuesta de la Comisión Europea, que se conoció en marzo de 1998; en las que se realizaron co incid iendo con la negociación en el Consejo de Ministros; y en las iniciativas posteriores al acuerdo de la reforma, alcanzado en junio de 1998, incluida la presentación de un recurso ante el Tribunal de Justicia de Luxemburgo.
La propuesta de la Comisión Europea se aprobaba mientras en Madrid unos 30.000 olivareros se concentraban fren te a la sede del Ministerio de Agri-
cultura, para protestar con esta decisión y exigir una actitud más fi rme del Gobierno español , responsab le de negociar ahora la reforma en el Consejo de Ministros de Agricu ltura de la UE.
Dos meses después, más de mi llón y medio de personas mostraron el 14 de mayo de 1998 su solidaridad con el sector del olivar con una huelga general que fue un éxito rotundo.
La participación masiva en los 300 municipios más afectados y la histórica manifestación de Jaén en ese mismo día demostraron al Gobierno español y la Unión Europea que el problema del olivar no es sólo un problema sectorial. Se trata de una cuestión que el conjunto de la sociedad asume como propia y que exigía, en consecuencia, una respuesta adecuada por parte de las instituciones.
El c lamor social en España no impidió, sin embargo, que la UE aprobase
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en junio la reforma de la OCM, con el voto afirmativo del Gobierno español. Tras esta decisión, UPA inició una campaña informativa para denunciar que la reforma puede suponer pérdidas de hasta 210.000 millones de pesetas por campaña y exig ir al Gob ierno un decreto de modulación de las ayudas , para evitar la desaparición de los pequeños productores y el olivar de bajo rendimiento.
Además, por convicción y por coherencia, UPA presentó, el 20 de octubre, ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, un recurso contra la reforma de la OCM.
ACOION SINDICAL DE UPA
El papel de la mujer ntral En el seno de la Unión de Peque
ños y Ganaderos se co nst ituyó formalmente en 1998 la Asociac ión de Mujeres Rurales, que ha retomado el trabajo realizado por el Departamento de Mujer Rural de UPA en los últi mos años. con el objetivo de canalizar los intereses y las reivindicac iones de las mujeres del medio rural, tanto de aque llas que -cada vez en mayor medida- asumen la titu lari dad de las explotaciones familiares, como las que trabajan en actividades complementarias.
Asimismo, el IV Congreso Federal de UPA, ce leb rado en abril de 1999, apostó por si tuar en primer plano a las mujeres rurales, tanto en el modelo de "exp lotación rura l" en que se está transformando la explotac ión agrar ia fam ili ar como en las estru cturas y la acción sind ical de nuestro sind icato.
Por ello, no es casual que la nueva Comisión Ejecutiva Federal de UPA tras es te IV Congreso inc luya a tres fT]u jeres - en la anterior no había ninguna- , y que una de ellas, Montserrat Cortiñas González, sea la responsable de la Secretaría de Desarrollo Rural.
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UPA se integra dentro de UGT en la nueva Unión de Trabajadores por cuenta propia
La Unión de Pequeños Agricultores está contribuyendo a la vertebración de
la Unión de Trabajadores por Cuenta Propia, dentro de la Unión General de Trabajado res (UGT), ta l y como se acordó en el XXXV II Congreso Confedera! de
GT, ce lebrado en marzo de 1998. La jecisión de crear la Unión de Trabajajores por Cuenta Propia fue uno de los acuerdos más signifi cativos del Congrese, porque supone una apuesta de futu·o del sindicato para defender los intere>es y canalizar las reivindicaciones de un )Olectivo cada vez más numeroso de tra)ajadores autónomos, que en muchas )Casiones se ven ob ligados a elegir esa situación laboral por las estrategias
empresariales. En el caso de UPA, que es la primera
organización que ha pasado a formar parte de la Unión de Trabajadores por Cuenta Propia, supone, además, un avance muy importante en el status de la Unión de Pequeños Agricu ltores dentro de UGT.
UPA encuentra, a través de este instrumento, una ubicación más Jógica dentro de UGT; y al mismo tiempo, la experi encia acumulada por la Un ión de Pequeños Ag ricultores es muy útil ahora para facilitar la integ ración de otros colectivos de autónomos, sobre la base de la amplia red de servicios con que cuenta UGT.
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El Gobierno margina a UPA en el t~onsejo Económico y Social Europeo
El 21 de septiembre de 1998, el Consejo de Ministros de la UE ratificó el
nombramiento de los miembros españoles del CES Europeo para el periodo 1998-2002. Estos representantes fueron propuestos por el Gobierno a través de la entonces Ministra Loyola de Palacio, marginando a UPA, cuyo representante en el CES durante los últimos años, Pere Margalef, fue sustituido por una amiga de Loyola de Palacio y diputada provincial por el PP en Segovia, Juana Borrego, Presidenta de la Federación Nacional de Mujeres Rurales.
ACCION SmDICAL DE UPA
El debate del agua Rechazo al Plan Nacional de Regadíos y a la reforma de la Ley de Aguas
Como ya ocurrió el año anterior, el debate del agua tuvo en 1998 un pro
tagonismo destacado, en gran medida por la falta de soluciones polít icas responsab les y razonables a la gestión de recursos, los regadíos, etc.
Los términos de este debate se expusieron con c laridad en el Seminario sobre el Sector Agrario y las Políticas del Agua, organizado por UPA en noviembre de 1998, en el que se analizaron las repercusiones del Plan Nacional de Regadíos, el proyecto de reforma de la Ley de Aguas , el Plan Hidrológico Nacional o la propuesta de Directiva comunifaria sobre aguas.
Tanto las ponencias presentadas en Seminario como los debates posteriores pusieron de manifiesto la enorme y creciente preocupación que hay a todos
los niveles en torno al problema del agua, cuya gravedad se acentúa por los últi mos proyectos lanzados desde el Gobierno español y la Unión Europea.
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La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos estima que el Plan Nacional de Regadíos presentado por el Gobierno en 1998 es insuficiente para los objetivos de modernización de la ag ricultura española. Uf"'A considera que no se puede permitir una vinculación restri ctiva de la futura política de regadíos con la reforma de la PAC dentro de la Agenqa 2000, que pretende el incremento de la compet itividad de las explotaciones ag rarias para hacer frente a un mercado cada vez más liberalizado. Por este motivo, UPA rechaza las limitaciones de cultivos marcadas en el Avance del Plan y reclama un incremento de las diferentes superfi cies de base y contingentes sectoriales .
Por otro lado, es preciso introducir el concepto de modulación en la política de gestión del agua, con criterios de equil ibrio territorial y de equidad social y de mantenimiento y generación de empleo en el medio rural.
INTENTOS DE PRIVATIZACIÓN EN LA GESTIÓN DEL AGUA
Las expectativas más preocupantes que se manejaban en 1998 terminaron confirmandose en los primeros meses de 1999. El Gobierno, decidido a llegar hasta el final en su objetivo de privatizar la gestión del agua, aprobó primero la creac ión de las Sociedades Estatales de Aguas y después, un proyecto de reforma de la Ley de Aguas de 1985 que abre la puerta a la creación de un mercado del agua, a través de los contratos de cesión de derechos de uso entre particulares.
La gravedad de esta reforma se constata al comprobar el fuerte rechazo que ha generado. Todos, ag ricultores y ecologistas , se han manifestado en contra; y entre las organizaciones representativas del sector agrario, UPA está abanderando las denuncias ante una pol ítica hidráulica que atenta claramente contra los intereses de las explotaciones ag rarias de carácter familiar.
ACCION SmDICAL DE UPA IV OONGBESO FEDERAL
UPA PROPONE UH ESTATUTO DEL AGRICULTOR Y GANADERO
Bajo el lema "Por la defensa de la agri cu ltura familiar" se celebró en Madrid,
los días 15, 16 y 17 de abril de 1999, el IV Congreso Federal de la Unión de Pequeños Ag ricultores y Ganaderos.
El Congreso permitió hacer balance de la gestión de UPA durante los últimos cuatro años; y con sus Resoluciones ha marcado los objetivos de la acción sindical para los próximos años, entre los que destaca la propuesta de un Estatuto del Agricultor y Ganadero, en el que, al igual que ocurre con si Estatuto de los Trabajadores, se recojan todos los derechos y obligaciones de los ::irofesionales de la agricultura y la ganaJlería. Un Estatuto que actúe como norma egal básica y sirva de soporte para el de-3arrollo de las políticas agrarias.
Asimismo, el IV Congreso Federal de JPA reclamó una mayor cohesión en la 'AC y una modulación de las ayudas que ·ecibe España de la UE, para acabar con a injusti c ia soc ial que supone financiar
El IV Congreso Federal de la Unión de Pequeños
Agricultores y Ganaderos exige una mayor cohesión en la PAC y la modulación
de las ayudas
con fondos púb licos las inversiones especulativas en el sector agrario, en detrimento de los verdaderos profesionales del sector, mayoritariamente explotaciones familiares de pequeña y mediana dimensión.
El Cong reso con tó con una partici-
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pación muy activa de los cerca de 200 delegados procendentes de las diferentes Uniones Regionales de UPA, así como de los numerosos invitados que acudieron al Hotel Chamartín, donde se celebró.
En cuanto al futuro de la organización, el IV Cong reso Federal eligió una nueva Comisión Ejecutiva Federal, en cuya composición destaca la reelección de Fernando Moraleda como Secretario General, la presencia de de tres mujeres (Montserrat Cortiñas, Ascensión Mi llán y María Luisa Pérez), la apuesta por las relaciones internacionales, con la incorporac ión de Pere Margalef para esta responsabilidad; la consolidación de dos Secretarías sectoriales de Agricultura (Ignacio Senovi lla) y Ganadería (Román Santalla), adjuntas a la Secretaría General; y el refuerzo del área de organización, con dos máximos responsables , José Domígo García y Lorenzo Ramos, cuyo objetivo durante los próximos años será reforzar el protagonismo de UPA.
ACCION SINDICAL DE UPA IV CONGBESO FEDEBAL
Una organización joven y fuerte Los delegados del IV Congreso Federal
de UPA eligieron una nueva comisión Ejecutiva Federal, para el periodo 1999-2003, que debe asumir la defensa de la ag ri cultura familiar en el horizonte inmediato del sig lo XXI, tanto en España como en la Unión Europea.
La nueva Comisión Ejecutiva se convierte así en el mejor reflejo de que UPA es una organización joven y fuerte; la más joven en España y en la UE, y la más fuerte a la hora de reivindicar una orientación de la política agraria a favor de la agricultura familiar y del futuro del mundo rural.
SECRETARÍA GENERAL Fernando Moraleda Quílez
(1) Nació en Ciudad Real, en 1956. Estudió Ciencias Químicas. De 1980 a 1986 trabajó en la Federación de Trabajadores de la Tierra. En 1986 pasa a formar parte del Gabinete Técnico de UGT-Confederal. En 1987 fue elegido Secretario General de UPA, en el 1 Congreso Federal, siendo reelegiso en 1991 , 1995 y 1999. Es Consejero del Comité Económico y Social (CES) y miembro del COPA. Está casado y tiene un hijo de 13 años.
SECRETARIA DE ORGANIZACIÓN Y ADMINISTRACIÓN
José Domingo García Jiménez (2) Nació en Casas del Cerro, Alcalá del Júcar (Albacete) en 1957. Es técnico del Servicio de Extensión Agraria . Fue fundador de UPA-Albacete y es Secretario General desde su creación . Es Secretario de Organización de UPAdesde 1991 .
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Lorenzo Ramos Silva (3) Nació en Badajoz en 1958. Casado, tiene dos hijos. Es agricu ltor. Secretario General de UPA-Badajoz desde 1989 y Secretario General de UPA-Extremadura desde abri l de 1999. Es Presidente de la Cámara Agraria Provincial de Badajoz.
SECRETARÍA DE AGRICULTURA Juan I. de Antonio Senovilla
(4) Nació en Donvidas (Ávila) en 1953. Casado y con dos hijos . Es ag ri cu lto r. Fue fundador de la Asociación de Campesinos Abulenses (ACA-UPA-Ávi la}, de la que es Secretario General.
SECRETARIA DE GANADERIA Román San talla Agra
(5) Nació en Palio, Lalín (Pontevedra}, en 1960. Casado y con dos hijos. Es ganadero de leche. Secretario general de Unions Agrarias en Deza y Tabeirós.
SECRETARIA DE RELACIONES INTERNACIONALES
Pere Margalef i Masiá (6 ) Nac ió en Amposta (Tarragona) en 1951 . Casado y con tres hijos. Es agricultor. Entre 1986 y 1998 ha sido consejero en el Consejo Económico y Social Europeo (CES) de la Unión Europea.
SECRETARIA DE DESARROLLO
Montserrat Cortiñas González (7) Nació en Andemil , Chantada (Lugo), en 1969. Periodista. Responsable de Comunicación de la Asociación Gallega de Cooperativas. Fundadora de la Asoc iac ión de Mujeres Rurales de Galic ia (AGRA).
SECRETARÍAS FEDERALES Mª Ascensión Millán Jiménez
(8) Nació en Martas (Jaén) en 1972. Abogada. Presidenta de .la Asociación de Mujeres Rurales de Andalucía (Ademur).
Mª Luisa Pérez San Gerardo (9) Nació en Segovia, en 1951. Licenciada en Histori a. Secretaria de Desarroll o Rural de UPA-Castilla y León.
José Luis Gutiérrez García (10) Nació en Priego (Córdoba), en 1950. Desde 1997 es Secretario General de UPA-Andalucía.
Cristóbal Torres Torres (1 1) Natural de San Carlos d~ I Valle (Ciudad Real).Agricultor. Es coordinador Regional de UPA Castilla-La Mancha.
José Calvo Martínez (1 2) Nació en Limes, Cangas de Narcea. Ganadero . Es Secretari o General de la Unión de Campesinos Asturianos (UCAUPA Asturias) desde 1995.
Roberto García González '.13) Nació en Vilares, Rodeiro (Pontevej ra) en 1958. Abogado y ganadero. Es se:::retario general de Unions Agrarias (UPA-3al ic ia), desde 1985.
ACCION SINDICAL DE UPA IV CONGRESO FEDERAL
RESOLUCIONES DEL IV CONGRESO FEDERAL Aplicar la cohesión a la política agraria
COHESIÓN Y MODULACIÓN DE AYUDAS • (lo
LA COHESIÓN, EJE DE LA LÍTICA AGRARIA NACIONAL
La cohesión aplicada a la PAC debe te- UPA defiende que se apliquen los crite-ner en cuenta a los productores, los productos y los territorios . Por eso desde UPA planteamos que la aplicación de la cohesión a la PAC y a las políticas nacionales pasa irremediablemente por la modulación de las ayudas directas , tomando como criterios de la misma el empleo y el territorio. Las nuevas políticas agrarias deben remunerar más el trabajo que el cap ital y diferenciar positivamente sus apoyos a aquel las explotaciones que se ubiquen en zonas desfavorecidas.
rios de cohesión al reparto del peso de la cofinanc iación. de tal forma que el Estado aporte porcentualmente más cantidad en aquellos programas cofinanciados que se ejecuten en Comunidades Autónomas con menor capacidad financiera o donde el peso de la agricultura sea mayor en la contribución a su producto interior bruto. En cualquier caso se debe constituir un "fondo de compensación" destinado a apoyar aquellas medidas cofinanciadas en aquellas Comunidades que más lo necesiten.
Definir la profesión agraria: el Estatuto del Agricultor y Ganadero
UPA propone la creación de un Estatuto del Agricultor y Ganadero como un marco general donde se definan perfectamente todas las figuras que estén relacionadas con la agricultu ra y ganadería
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y que sirva de sop~rte para la concreción de todas las políticas agrarias: desde la priorización a la hora de modular las ayudas, o la hora de establecer criterios para la modernización de las explotaciones.
ACCION SINDICAL DE UPA IV CONGBESO FEDERAL
RESOLUCIONES DEL IV CONGRESO FEDERAL Un pacto para la modernización agraria
INSTITUCIONALIZAR LA INTERLOCUCIÓN
Se propone la creación de un "Consejo Agrario Nacional" como un marco permanente y estable de interlocución entre el Ministerio de Agricultura, las Comunidades Autónomas y las Organizaciones Profesionales Agrarias, donde se debatan y analicen todos los temas de interés para la agricultu ra española. Un primer reto en este marco sería establecer un "Pacto para la modernización de la agricultura española" en el que se incluyan aspectos como la mejora estructural de las exp lotaciones agrarias, la modernizac ión de las infraestructu ras rurales, la mejora de las estructuras de comercialización, la experimentación e investigación y la formación agraria.
MEJORA DE ESTRUCTURAS AGRARIAS
Hay que proceder a una revisión de la actual Ley de Modern izac ión de las explotaciones agrarias con el fin de adaptarla a los principios del Estatuto del Agricu ltor y Ganadero. Dicha modificación debe tener como objetivo fundamental lograr el asentamiento de la población rural en el nuevo contexto que se avecina.
LA JUVENTUD Y LA REESTRUCTURACIÓN RURAL
Cualquier medida que pretenda llevar a cabo diferencias o criterios de prioridad entre explotaciones agrarias, tiene que tener como elemento diferenciador positivo a las explotaciones cuyos titulares sean agricu ltores jóvenes, especialmente los que poseen una menor dimensión de explotación y situados en zonas desfavorecidas. ·se debe faci litar la transmisión de explotaciones, especialmente en los casos de cese anticipado de la actividad agraria, eliminando obstáculos de tipo restrictivo
que impiden o dificulten gravemente el ac- presupuestario de la Seguridad Social. ceso a la titularidad de las explotaciones. Deben existir mecanismos de modula
UNA JUBILACIÓN ANTICIPADA DIGNA Y FLEXIBLE
Un programa de jubilación anticipada debe ser fácilmente accesible, tanto para los agricultores que deseen cesar en su actividad, como para aquellos a los que se traspasan las tierras . No se puede concebir un programa de jubilación anticipada sin la constitución de organismos de transmisión de tierras, que actúen haciéndose cargo de las tierras en arrendamiento o transmitidas en propiedad, con objeto de transmitirlas posteriormente según las siguientes prioridades: agricultores jóvenes, ampl iación de superficie en pequeñas explotaciones, conservación del medio natural y uso forestal.
LOS SEGUROS AGRARIOS COMO GARANTÍA DE RENTAS
Se pide una modulación de los apoyos públicos a la contratación de las pólizas de seguros agrarios combinados, en función del nivel de renta de los titulares. Además , se propone que el sistema de un paso ade lante , adentrándose más allá del aseguramiento de las producciones, y ponga en marcha un seguro integral de la explotación que contribuya a universalizar el seguro agrario.
E UIPARACIÓN DE LA SEGURIDAD SOCIAL
CON OTROS SECTORES
Para equiparar la Seguridad Social de los trabajadores del campo y pequeños agricultores a la de los demás sectores, la financiación del REASS ha de obtener parte de sus recursos económicos fuera del sector, al no contar éste con medidas sufic ientes para afrontar el gasto
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ción de las cotizaciones que permitan reducir los importes a los titu lares de explotaciones con rentas especialmente bajas y hay que implantar medidas de lucha contra el fraude en el sistema de cotizaciones de las jornadas reales.
UNA FISCALIDAD AGRARIA CON COHESIÓN
El IRPF debe considerar la situación socioeconómica de los agricultores y ganaderos, favoreciendo a aquéllas explotaciones cuya dimensión económica sea menor, incluyendo reducciones proporc ionales en la tributación para los agricultores en función de su dedicación a la agricultura y para las explotaciones en zonas desfavorecidas. Ha de ser un impuesto progresivo, es deci r, que favorezca a las rentas más bajas reduciendo más que proporcionalmente sus tipos marginales. También es especialmente urgente una mayor armonizac ión en el Régimen Especial de la Agricultura del IVA respecto a los precios de la UE, para conseguir una mejor neutralidad y evitar perjuic ios en la libre competencia.
LA POLITÍCA DEL AGUA, FACTOR CLAVE PARA LA
MODERNIZACIÓN DEL CAMPO
UPA rechaza cualquier cambio de índole leg islativa en cuanto a la gestión de los recursos hídri cos que sustituya la iniciativa públ ica por el cap ita l pr ivado, así como a la li beral ización de los contratos de cesión de los derechos de uso de l agua . Por otro lado, se rec lama la aprobación urgente de un Plan Nacional de Regadíos consensuado y con suficiente respaldo presupuestario, para abordar inmediatamente un Plan Hidrológico Nacional.
AOCION SmDICAL DE UPA · IV OONGBESO FEDERAL
RESOLUCIONES DEL IV CONGRESO FEDERAL Apostar
por el desarrollo agroalimentario
INTERPROFESIONALES AGROALIMENTARIAS
En las organizaciones interprofesionales el único equil ibrio posible es la paridad , ya que en algunos casos se está permitiendo que se perpetúe la posición de dominio de una parte sobre la otra . Por otra parte , la necesidad de verteb rar sectorialmente la producción a través de Organizaciones Profesionales Agrarias de ámbito estatal y de carácter general debe implicar que estén presentes en cualquier interprofesional. En cuanto al baremo de representatividad de las distintas ramas de act ividad en ningún caso deben considerarse criterios de índole política.
FORTALECIMIENTO DE LA CALIDAD AGROALIMENTARIA
UPA reclama mecanismos normativos, que aseguren al consumidor una calidad básica que garantice la sanidad , seguridad e información suficiente de los productos . As imismo es importante regu lar el reconocimiento y homologación de organismos de certificación y control. También es necesario establecer un amplio programa de promoción con financiación comunitaria que tendría que incluir acciones dirigidas fundamentalmente a un mejor conocimiento de estos productos . Una promoción de la calidad se tiene que llevar a cabo contando con incentivos de fndole fisca l y financiera a la producción, a la transformación o al consumo. Y por último se debe exigir un planteamiento de "calidad total" en el proceso agroalimentario, en el que debe inc lu irse el esfuerzo de todos los agentes implicados.
UPA, un sindicato abierto a todos El sindicato debe abri r las puertas, organizativamente hablando, a quienes diversificando su producción han entrado o entrarán en la profesión rural. Al igual que las Uniones Sectoriales se crearon para dar respuestas profesionales a la agricultura y ganadería, ahora no debemos dejar sin respuesta sindical , reivindicativa y organizativa a los profes ionales de la explotación rural, aquéllos que han optado por una profesión agraria más abierta.
Además, es preciso un mayor acercamiento a la sociedad en su conjunto, potenciando las alianzas y relaciones con colectivos no precisamente rurales, como pueden ser los sindicatos de trabajadores , los colectivos ecologistas, las asociaciones de consumidores, de vecinos, juveni les, etc.
Un nuevo contrato social: la explotación rural UNA LEY BÁSICA DE
DESARROLLO RURAL UPA reclama una Ley básica de Desarrollo Rural para dotar de un marco legal global al medio rural español , que contenga las bases de un desarrollo integral y sostenible. UPA apuesta por la agricultura como actividad vertebradora del medio rural, pero proponiendo al mismo tiempo políticas que contemplen también la diversificación de actividades, valorando el papel multidisciplinar del agricultor. Por ello es preciso definir y empezar a hablar de la "explotación rural" .
LA MUJER RURAL
El colectivo de mujeres rurales, bien en la explotación agraria, en la explotación rural o en otras situaciones, tiene una potencialidad innovadora insustituible. Por el lo UPA tiene que incorporar, sin más dilación y en pie de igualdad con los hombre, a mujeres en los puestos dirigentes de la organización .
PROGRAMAS DE DESARROLLO
UPA debe reforzar el papel de los grupos de acción local en la gestión de la nueva iniciativa comunitaria de desarrollo ru-
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ral y en los programas regionales de desarrollo rural , en atención a los principios de subsidiariedad y descentralización.
• • INTEGRACION DEL MEDIO AMBIENTE
Se deben modular las ayudas en función de consideraciones medioambientales, y en cualquier caso , estos criterios medioambientales no deben afectar a la competitividad de las explotaciones. También es preciso reforzar las "medidas agroambientales" tanto en sus presupuestos como en su divulgación. En cuanto a los alimentos "transgénicos", UPA rechaza la importación y cultivo en las condiciones actuales, dado que no se cumplen los requisitos de carencia de riesgos.
• ONAS DESFAVORECIDAS
El desarrollo global de las zonas desfavorecidas debe ir unido a los cuatro ámbitos siguientes, que están interrelacionados: política de mantenimiento de la actividad agraria , política estructural agraria, polftica regional y política de mercados agrarios. Por otro lado, se reclama un incremento de las indemnizaciones compensatorias para equipararlas a la media de la UE.
Muy fácil Usted ha contratado ya su seguro agrario. Ahora, sólo le queda esperar a que este año se den las condiciones más favorab les para sacar el mejor fruto posible a su trabajo. Pero pongámonos en el peor de los casos: que se produzca un siniestro. De ser asr, se preguntará: y ahora ... ¿ qué hago ?. Muy fácil. En esta gura le explicaremos con la máx ima sencillez lo que debe hacer, cómo hacerlo y dónde acudir. Todo se resume en los puntos siguientes:
Lo que hay que hacer ante un siniestro Sin perder un segundo, deberá cumplimentar y remitir antes de 7 días desde que lo conoció, la "Declaración de Siniestro" que le facilitará su Tomador o Agente de Seguro y enviarla, usted mismo o a través de su Tomador, a AGROSEGURO por el medio más rápido posib le. Bien directamente a C/Castelló, 117, 2ª planta, fax: 91 563 03 35, 28006 Madrid.Recuerde que debe indicar en su "Declaración de Siniestro" la fecha prevista de recolección en la parcela siniestrada. Si en este momento no la conoce no olvide comunicarla con posterioridad.
Así es el procedimiento para tasar los daños Una vez que usted ha enviado su "Declaración de Siniestro " a AGROSEGURO, comienza el proceso de tasación en 2 fases: Inspección y Tasación definitiva.
- Inspección: AGROSEGURO inspeccionará, si procede, el siniestro en los plazos y de la forma fúados en las Condiciones Especiales del Seguro. Durante la misma, el perito cumplimentará el "Documento de Inspección Inmediata" en el que se recogen los distintos aspectos a tener en cuenta en la Tasación definitiva.
Usted o su representante deberán firmar dicho Documento manifestando su "conformidad" o "disconformidad" con su contenido, quedándose con una copia del mismo. De no firmar en las 48 horas siguientes a su presentación, se considerará que acepta su contenido
- Tasación definitiva: La tasación puede demorarse hasta un momento próximo a la reco lec
Los daños causados en la producción quedarán recogidos en las "1-de Campo" y en el "Acta de Tasación", así mismo en ésta última de figurar la indemnización que corresponda al Asegurado. Usted representante deberan firmar dichos documentos manifestand "conformidad" o "disconformidad" con su contenido, quedándosE una copia del mismo. De no firmar en las 48 horas siguientes presentación, se considerará que acepta su conten
Si llegado el momento de la recolección, todavía no le han realiza tasación definitiva, podrá recolectar. Pero no olvide dejar "MUESl TESTIGO". Estas muestras deben ser, como mínimo, el 5% de la pan representativas del estado de la cosecha, además de estar uniformen repartidas por la misma.
Sin estas muestras no le podrán peritar los daños, por lo que, si no las no le indemnizarán por las pérd idas sufridas. Y muy importante: tasación sobre muestras testigo se realiza después de 20 días de~ recepción de su declaración, AGROSEGURO, previa reclamaci( abonará el valor de las mismas y sus gastos de mantenimi1
Cómo se resuelven las diferencias de valorac en la tasación de los daños
Usted, como Asegurado que es, puede no estar conforme con la tas de los daños que se haya rea lizado. No se preocupe. Si usted ha manife su disconformidad firmando "no conforme" la "Hoja de Camp1 normativa vigente tiene establecido el procedimiento de "Tas< Contradictoria" por el cual, tendrá derecho a solucionar las discrep; que crea oportunas en cuanto a la tasación de daños.
¿ Cómo hacerlo ?. Muy sencillo. Deberá designar un perito, delegar er persona que le represente para esa tasación, o representarse usted n como Asegurado, y comunicar cuanto antes d icha designac AGROSEGURO.
Hecho esto, ambas partes (la persona designada por usted como Aseg y AGROSEGURO como Asegurador) en el plazo de 10 días valorar nuevo los daños de manera conjunta, redactando un "Acta de Tas. Contradictoria" que será firmada por las dos partes. En el caso d1 no se llegara a un acuerdo definitivo y las diferencias continuarar resolverlas, las partes podrán recurrir a los siguientes procedimi1
1. Nombramiento de un tercer perito. Se realiza rá siempre previo acuerdo ent re las dos partes impli1
tercer perito, conjuntamente con los otros dos nombrados iormente, estudiará y valorará aquéllas cuestiones en las que todavía ese disconformidad. Los tres peritos decidirán entonces, en el plazo ) días y por mayoria, la solución definitiva.
timo extremo, y en caso de no existir acuerdo en el nombramiento 'rcer perito, lo nombrará el Juez de Primera Instancia del lugar donde Jbicada la parcela. :tamen de los tres peritos será vinculante salvo que se impugne almente, para lo cual se dispondrá de un plazo de 180 días desde la en que le fue notificado.
bitraje de equidad. 1re que sea de común acuerdo entre las partes, éstas podrán solicitar Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA) la realización de un traje de Equidad", para cuyo desarrollo será imprescindible el 1romiso vinculante, de ambas partes, de aceptar la decisión final ueda adoptar ENESA.
uién le puede ayudar ? uilo. Varias organizaciones e instituciones le van a ayudar ante cualquier ~ma que tenga relación con la tasación de los daños. Si tiene dudas, ra a ellas. Están para ayudarle: te problemas relacionados con el proceso de Tasación de los ¡y presentados durante la peritación, deberá recurrir en primera cia a la Jefatura de Zona de AGROSEGURO o al Departamento ;aciones de AGROSEGURO (C/Castelló, 117. 28006 Madrid. Tel.: 111 00 02).
·vicio de Atención de Reclamaciones. 3 disconforme con la solución dada en cuanto a la tasación de , existe un Servicio de Atención de Reclamaciones en AGROSEGURO ~studiará de nuevo la solución a su problema concreto .
!amación debe efectuarla: >r correo, enviándola al Servicio de Atención de Reclamaciones partado de Correos nº 2448, Código Postal 28080 Madrid. por teléfono, llamando al número 902 23 94 97.
)efensor del Asegurado. ocurrir que Vd. siga disconforme con la solución dada a su problema Servicio de Atención de Reclamaciones. En este caso, podrá dirigirse, crito, al Defensor del Asegurado que, de manera gratuita, estudiará lverá en equidad sobre su reclamación. Formule su reclamación por > y envíela al Defensor del Asegurado Apartado de Correos nº 2194, o Postal 28080 Madrid.
4. El Consorcio de Compensación de Seguros. La función del Consorcio de Compensación de Seguros es ejercer el control de las peritaciones de los siniestros, por ello le atenderá si tuviera problemas relacionados con el desarrollo de la valoración de los daños. Para sus reclamaciones dirijase al Consorcio de Compensación de Seguros C/ Serrano, 69, 28006 Madrid.
La Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA) y Direcciones Provinciales del M inisterio de Agricultura, Pesca y Alimentación También puede hacer llegar sus reclamaciones, en cualquier momento del proceso, a la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA) C/ Miguel Angel, 23, 5°, 28010 Madrid - Tfno: 91 308 10 30, Fax: 91 308 54 46 y las Direcciones Provinc iales del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, las cuales recabarán información sobre la situación de su reclamación y le indicarán los procedimientos de que dispone para su solución.
Puntos de lnforn1ación
Delegaciones Provinciales de su Comunidad Autónoma
- Areas de Agricultura y Pesca de las Delegaciones y Subdelegaciones
del Gobierno
- Organizaciones Profesionales Agrarias
Cooperativas
- Entidades Aseguradoras
Agroseguro
- Entidad Estatal de Seguros Agrarios
ENESA (Entidad Estatal de Se!Juros Agrarios):
C/ Miguel Angel, 23 · 5' planta. 2801 O Madrid. Tels.: 913 081 0 30/31/32 Fax: 913 08 54 46 Internet: http://www.enesa.mapya.es e-mail : enesa @tsai.es
MINISTERIO DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN ENTIDAD ESTATAL DE SEGUROS AGRARIOS (ENESA)
ACCION SINDICAL DE UPA SIOBJTABÍAS
SECRETARÍA DE ORGANIZACIÓN Y ADMINISTRACIÓN
UPA revalida su acción sindical ante las urnas Buena parte de la acción organizati
va de UPA a lo largo de 1998 ha estado marcada por los sucesivos procesos electorales a Cámaras Agrarias, que se iniciaron en 1997 - en Castilla y León y Ar-agón- y eoAtinuamn con Extremadura, Asturias, Murcia y Navarra: más Cataluña en su segundo proceso electoral. En todos los casos, UPA se ha presentado siempre como la organización agraria que representa y defiende los intereses de los pequeños y medianos agricultores y ganaderos, y para ello nos hemos dirigido a este colectivo con las siguientes consideraciones: • UPA es la organización que se movili za - ahte cualquier Gobierno, sea del color que sea- siempre que hay que denunciar situaciones de injusti cia o exigir soluciones a problemas puntuales. • UPA es una organizac ión con representación directa en todos los foros de interlocución y negociación. • UPA es la organización que más y mejores servicios presta a sus afiliados: jurídicos, fiscales, en relación con los seguros agrarios y con otras actividades. • UPA es la organizac ión que más se preocupa por la formación de los hombres y mujeres del mundo ru ra l.
Nuestra oferta electoral ha destacado los efectos positivos que conlleva la integración de las diferentes Uniones Territoriales -que son, en definitiva, las que se presentan a las urnas- en una estructura estatal como UPA. Los servicios centrales de UPA, con sede en Madrid, mantienen la representación de la organización ante la Administración del Estado, así como la parti cipación en el Consejo Económico y Social (CES). UPA participa en las diferentes mesas de negociación e interlocución con los Ministeri os de Agricultura, Medio Ambiente, Economfa y Hacienda, Trabajo y Seguridad Social, etc ...
Desde nuestra oficina en Bruselas se realiza un seguimiento puntual de la Política Agraria Común (PAC) de la Unión
Europea; y ti ene una representación en distintos Comités Consultivos de la UE.
Del mismo modo, y como organizac ión ag raria española, formamos parte del Comité de Organizac iónes Profesionales Agrarias de la UE (CO P-A) , en el que se debaten todas las actuac iones enmarcadas en la Política Agraria Común y se-realizan las propuestas correspondientes a la Comisión Europea y al Consejo de Ministros de la UE.
En cuanto a los programas electorales con los que UPA se está presentando ante los agricultores y ganaderos, nuestra oferta siempre ha estado orientada a plantear soluciones de prog reso y solidaridad para las pequeñas y medianas explotac iones, defendiendo la modulación de las ayudas de la PAC, apostando con firmeza por el futuro de la actividad agraria y del mundo rural, y
proponiendo alte rnativas concretas para cada sector y cada territorio.
De igual modo, las cand idaturas se forman siempre buscando la mayor representatividad posib le, con hombres y
mujeres de los diferentes sectores y comarcas de cada comunidad, ilusionados por trabajar desde las Cámaras Agrarias por mejorar las cond ic iones de vida y trabajo de los ag ricultores y ganaderos.
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El trabajo y la acción sindical que están generando las convocatorias electorales descansan en primera instancia, lógicamente, en las Uniones Territoriales respectivas, cuyo esfuerzo debemos reconocer cGn sinceridad.
Pero, además, hay que resaltar también la colaboración prestada desde la Comis.ión Ejecutiva Federal y todos los servi c ios que de ésta dependen, que están parti cipando activamente en todo el trabajo previo a cada elección.
Asimismo, está resultando muy posi-tiva la experiencia de los su
plementos especiales editados por la revista "La Tierra", con motivo de cada convocatoria, que se envían a todos los ag ri cultores y ganaderos que conforman el ce nso electoral en cada comunidad.
El contenido de estas revistas especiales incluye un amplio informe sobre la realidad actual de l sector agrario en cada comunidad y, a
continuación, se recoge la oferta electoral de UPA y se presentan las candidaturas correspond ientes.
Respecto a los resultados electorales, las convocatorias de 1998 se saldan con un balance muy positivo, porque aún teniendo en cuenta las características parti culares de cada caso, como resumen general se desprende una clara consolidación del modelo sindical de UPA y de nuestra alternativa d iferenc iada, que apuesta con ideas de progreso por el futu ro de la agricultura familiar y el desarrollo del mundo rural.
Son, además, unos resultados que reflejan nuestra desigual implantación territorial y que, por tanto, abren un camino al esfuerzo organizativo para los próximos años.
ACCION SmDICAL DE UPA SECRETARÍAS
SECRETARÍA DE AGRICULTURA
Unión Sectorial de Cultivos Herbáceos: las amenazas de la ~enda 2000 y el negro futuro del girasol
La recolección del pasado verano de 1998 fue mejor que la anterior, reco
giéndose en torno a los 21 millones de toneladas , frente a los 18 mi llones del año precedente . El problema para los agricultores , sin embargo, ha estado en los bajos precios del mercado, sobre todo en cebada. En este sentido la Unión Sectorial reclamó al FEGA un adelanto en el período de intervención y una mayor flexibilidad en las condiciones técnicas de recepción del cereal en los si los, especialmente en lo referente a la denominada "caída" o diamétro mínimo del grano.
El organismo de intervención del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) tuvo que abrir la intervención en dicha campaña, alcanzando a finales del pasado año la cifra de cerca de 550.000 toneladas . Desde UPA se criticó el mal funcionamiento de éste régimen de compras públ icas, sobre todo, al inicio de la campaña 1998/99, debido a la falta de suficiente agilidad para evitar que el incremento en las ofertas de intervención se tradujese , como así fue en parte, en un c laro descenso de las cotizaciones, hasta llegar a rozar los costes de producción .
Las ayudas compensatorias se han cobrado íntegras en todos los cereales, salvo en maíz de regadío del régimen general, donde se ha dado una penalizac ión del 10 % de la misma. También hay que resa ltar que en 1998 se liberalizaron las siembras de trigo duro, en las zonas tradicionales y en comarcas no históricas, con lo cual va a produci rse una fuerte superación de la superficie máxima garatizada, y por tanto fuertes penalizaciones. En este sentido la Unión Sectori al de UPA propuso en un documento una alternativa dentro de éste nuevo régimen, en dicha alternativa se proponía que se eximiese de una posible penalización a las primeras hec-
!áreas pertenecientes a los agricu ltores profesionales, pero fue rechazada por el Ministerio de Agricu ltura.
La Unión Sectorial también trabajó en varios documentos de respuesta ante las propuestas de reg lamentos relativas a la reforma de la OCM en este sector dentro de la Agenda 2000. En este documento se valoró de manera muy negativa las repercusiones de la citada propuesta (que fue aprobada en marzo del presente año) por el grave impacto que va a tener en la renta de las explotaciones familiares .
Especialmente hay que destacar desde el punto de vista negativo que la reducción en los precios de intervención asimi lados a precios de mercado, supondrá que el precio de los cereales estará a un nivel próximo a las 17 pts/kg, lo cual signi ficará que no será rentable producir en muchas comarcas del secano español ya que los costes de producción estarán muy próximos a la renta obtenida vía precios.
EL GIRASOL, AMENAZADO
Pero el aspecto de mayor gravedad es el referido al cu ltivo del girasol. UPA y el resto de organizaciones agrar ias, la Confederación de Cooperativas y el sec tor industrial reaccionaron de forma unánime trente a las amenazantes propuestas de la Agenda 2000, que desgraciadamente se hicieron realidad. Se constituyó un grupo de trabajo , denominado G-7, en el cual se elaboraron diversos documentos y se llevaron numerosas reuniones tanto con la Ministerio de Agricultura , las Comunidades Autónomas y con la propia Comisión Europea.
La concreción de las propuestas de reforma para el sector de oleag inosas dispararon la alarma en el sector del girasol ya que la reducción de la ayuda de
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92 a 63 ecus/tm va a suponer una pérdida superior a los 18.000 mi ll ones de pesetas y puede suponer la reducción de casi 500.000 hectáreas en la superficie total de cultivo, que se trasvasarían tanto a retiradas o barbecho y a la siembra de cereales.
Frente a esta amenaza los representantes del sector español de oleaginosas, unidos en el "G-7'', en el cual está UPA, ha valorado de la manera más precisa posib le los efectos reales de estas medidas y para elló encargó un estudio a la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agronómos de Madrid la realización ele un estudio sobre el problema en cuestión, titulado "El impacto de la Agenda 2000 en el sector del g iraso l en Esparia". Las conclusiones del estudio concluyen que la reforma de la Agenda 2000 en este sector supone un grave perjuicio para el girasol español.
ACCION SINDICAL DE UPA SECBETABÍAS
SECRETARÍA DE AGRICULTURA
Unión Sectorial de Tabaco: rechazo a la reforma de la OCM
E 1 Consejo de Ministros de la UE aprobó en junio de 1998, junto al paque
te de precios agrarios para la campaña 1998/99 , la reforma de la OCM del tabaco. UPA ha desarrollado una intensa labor en defensa de íos productores, en su mayoría pequeñas y medianas explotaciones. Nuestra valoración global sobre la refo rma y la gestión de la administración española ha sido totalmente negativa, pues no se ha tenido en cuenta la posición del sector, expuesta en innumerables ocasiones al Ministerio: • Oposición a cualquier programa de abandono de la producción, por cuanto la compra de cuotas a productores va a provocar una disminución sustancial de las explotaciones familiares, a las que por una compensación económica se les aboca a enfrentarse a un porven ir poco nítido en zonas donde no hay al-
ternativas. El establecimiento de la limitación del 25% por zonas sensibles se valora totalmente insuficiente, por cuanto es muy difícil para el caso español llegar a definir zonas especialmente sensibles donde el abandono no se aplique. UPA plantea la posibilidad de que ese 25% se defina a partir de la suma de cuotas de agricultores en circunstancias especialmente "sensibles" al abandono. • Rechazo del principio de que el precio es indicador de la cal idad del tabaco y, por tanto, oposic ión a la modulación de la parte variable de la prima en función del precio comercial de l tabaco, por cuanto se disminuirá la renta de los cu ltivadores, los compradores se verán menos necesitados de incentivar con precios comerciales a los cultivadores y se provocará una serie de actuaciones paralelas a las estrictas del mercado, don-
de se jugará con el precio para modificar la ayuda. En este escenario nuevamente los más perjudicados serán los pequeños ag ri c ultores . La fijaci ón del tramo correspondiente a la parte variable de la prima en el 30%-45% del total de la prima se valora, por tanto, como totalmente desorbitado y perjudicial para el conjunto eJel secter.
Faltan por definir los tramos que se va a tener en cuenta por cada Estado miembro, hasta llegar al límite considerado, en los 3 años fijados, y que condicionarán sin lugar a duda la capac idad de adaptación de los agrupaciones y APAS al nuevo reg lamento. También falta por definir cómo se van a concretar los criterios objetivos de calidad y si van a ser compatib les con el precio de mercado, por lo que aún es pronto para valorar esta c ircunstancia.
Unión Sectorial del Olivar: el año de las grandes movilizaciones
E 1 año 1998 fue el año de la movi lizac ión general del sector agrario,
apoyado por toda la sociedad española, para intentar evi tar primero, y denunciar después, la reforma negativa de la OCM del aceite de oliva.
La propuesta de la Comisión Europea de reforma de la OCM de materias grasas se aprobaba en marzo de 1998, mientras en Madrid unos 30.000 olivareros se concentraban frente al Ministerio de Agricultura para protestar y exigir una actitud más firme del Gobierno español, responsable de negociar la reforma en la UE.
Más de millón y medio de personas mostraron el 14 de mayo su solidari dad con el sector del olivar con una huelga general que fue un éxito rotundo. La participación masiva en los 300 municipios más afectados y la histórica manifestación de Jaén demostraron al Gobierno español y a la UE que el problema del olivar no es sólo un prob lema sectorial.
Se trata de una cuestión que el conjunto de la sociedad asumió como propia y que exigía una respuesta adecuada.
Tras aprobarse la reforma, la coherencia con lo manifestado hasta ahora y la defensa de los intereses de las explotaciones famil iares y del olivar tradicional, llevó a UPA a presentar, el 20 de octubre, un recurso de anulación de parte del articulado de la reforma de la OCM de materias grasas ante el Tribunal de Justicia de la UE. Con el recurso se pretende impedir la consumación de la in-
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justicia, y se cimienta en el hecho de que la reforma no está basada en criterios razonables, porque no reconoce la rea lidad actual del sector ni la dimensión social del olivar. La reforma es injusta, porque penaliza a unos productores y a unos territorios frente a otros. En consecuencia, vulnera los principios del Tratado de Roma - "la "constitución" de la Unión Europea- y atenta contra el objetivo más importante de la UE: la cohesión social y territorial.
Sabemos que el proceso dentro del Tribunal de Justicia no es fáci l. Pero esto no quiere deci r que sea imposib le. Hay razonamientos jurídicos suficientes para apoyar el recurso, cuya solución, si el Tribunal de Justicia de la UE admite las motivaciones de UPA, puede suponer un serio precedente para futuras reformas de otras OCM, en cuya gestión no debería olvidarse nunca el objetivo de la cohes ión, gravemente vulnerado en el caso del aceite de oliva.
ACCION SINDICAL DE UPA SECRETARÍAS
SECRETARÍA DE AGRICULTURA
Unión Sectorial del Lino: clarificar y regular el sector
Las actuaciones llevadas a cabo por UPA en este sector durante 1998 es
tuvieron orientadas a clarifi car el sector y regularlo en la medida de lo posible, a través de la toma de iniciativas de todo tipo en el marco de la Organizac ión Interp rofesional del Lino de España (OILE), que aunque no está reconoc ida todavía por el MAPA, a efectos prácticos se ha estado reuniendo y trabajando como una interprofesional más.
En febrero, UPA propició la divulgac ión de una nota informativa de la interprofesional, junto con una campaña publicitaria, explicando la realidad normati va del cultivo del lino y apoyando la profesionalizac ión de éste.
El 20 de febrero conseguimos que se firmase el acuerdo básico sobre homologación de las plantas de transformac ión, que supone la plasmación de las condiciones básicas que se han de verificar y tener en cuenta a la hora de homologar las pl antas transformadoras, con el fin de evitar los profundos agra-
Unión Sectorial del Algodón: hacia una interprofesional
La actividad de la Unión Sectorial de Algodón de UPA se centró durante
1998 en el objeti vo fundamental de constituir la Organizac ión lnterprofes io-
vios comparativos que existe hasta la fecha en cuanto a la homologación de las transformadoras por parte de las Comunidades Autónomas.
Una vez consensuados los criterios, se decidió presentar el acuerdo a las diferentes Administraciones, haciendo especial hincapié en la nacional para que coordine las actividades de todas lasco-
na! para el algodón. Tras varias reuniones con los distintos representantes del sector, en el mes de abril se entregó el borrador de estatutos en el Ministerio de Agricultura firmado por las organizac iones ANEDA, UPA, CC.AE y COAG en el que se propone que la representación del sec tor p roductor sea del 50% por prod ucción y del 50% por número de agricultores.
Se mantuvieron reuniones durante todo el año con socios y afi liados de la Cooperativa Al godonera de Córdoba (20.000 soc ios) , para tratar de resolver la crisis de esta empresa y propiciar una so lución que impida la desapari ción de la Cooperativa.
En el mes de noviembre, el sec tor productor mantuvo una reunión en Sevi-1 la con representantes de la Comisión Europea para tratar sobre el tema de la reforma del régimen de ayudas del al-
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munidades autónomas. Así, el 21 de julio se mandó una carta al Subdirector de Productos Agríco las del FEGA, al Di rector General de la Producc ión Agraria de la Consejería de Agricultura de la Junta de Comunidades de Castill a-La Mancha, al Subdirector Generales Grasas Vegetales y Cultivos Industriales , al Director General de Agricultura y Ganadería de la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y Le~ó n , para, por un lado, presentarl es el acuerdo y, por otro, anunciarl es que se iba a proceder a la verificación de las di ferentes instalaciones transformadoras por parte de la interprofesional, inv it~índo les a que participaran en dicha verifi cación.
En la asamblea general de OILE celeb rada el 2 de dic iembre, entre otras cues tiones , se acordó nombrar a Roberto Sáez, el representante de UPA, como presidente de la intreprofesión y proceder a solicitar el reconocimiento por parte del Ministerio.
godón. UPA junto con el resto de organizac iones profesionales agrarias y la CCAE, entregaron un documento consensuado en las que defendemos la continuidad del actual régimen de ayudas con ligeras modificaciones.
La Unión Sectorial de Algodón también participó en varias reuniones de trabajo con representantes de la Empresa nacional de Seguros Agrarios (ENESA) y del Ministeri o de Agricultu ra para fij ar las nuevas condic iones de aseg uramiento del cultivo de algodón.
Por último UPA parti cipó en la presentación de resultados de la Red Andaluza de Experimentac ión Agrari a (RAEA) , en el sector del algodón, elaborados por la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía, así como en di ve rsas jornad as sobre este sec tor como las ce lebradas en Posadas (Córdoba).
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SECRETARÍA DE AGRICULTURA
Unión Sectorial de Frutas y Hortalizas: renegociar la OCM tras el hundimiento de precios en algunas producciones
UPA exigió en septiembre de 1998 la intervención urgente del Ministerio
de Agricu ltura y la Unión Europea para solucionar la grave situación de los productores de melones y sandías, afectados por una fuerte caída de precios; al tiempo que, de cara al futuro, se ha solicitado también al Ministerio de Agricultura que afronte de manera inmedia-
ta una renegociación de la actual OCM de frutas y hortalizas, ya que su aplicac ión práctica en los términos actuales está siendo enormemente perjudicial para todos los sectores implicados y en especial para las producciones de melones y sandías españolas.
UPA denunció ya a finales de agosto los bajos precios que estaban recibiendo los agricultores por sus cosechas de melones y sandías durante la actual campaña y las graves repercusiones económicas que están teniendo un gran número de pequeñas exp lotaciones agrarias.
Los niveles de precios alcanzados, de hasta 6 pesetas por kilo, no llegaban a cubrir ni tq.n siquiera los costes de re-
colección, por lo que una gran parte de los agri cu ltores decidió dejar la cosecha sin recoger.
Una situación que UPA ya preveía cuando denunció en su momento las negociaciones de la OCM de frutas y hortalizas, con las consecuenc ias negativas que iba a tener y para algunos productos, tal y como se está demostrando
ahora con los melones y las sandías. Asimismo, otro de los productos de sector que sigue acumulando problemas propios es el ajo, en el que durante 1998, tras realizar un análisis detallado de la situación del sector productor y comercial en la UE, UPA ha volvió a plantear una serie de reivindicaciones en defensa del sector, que se concretan en: • Ap licación correcta y vigilancia de los códigos arancelarios del ajo._ • Información puntual de la Comisión Europea a los representantes de los productores sob re las sol icitudes de importación. • Ampl iación de los Reglamentos que limitan y controlan las importaciones procendentes de fuera de la UE.
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• Establecimiento para todos los terceros países de volúmenes definitivos de exportación a la UE.
Por su parte, en el caso del plátano , el Consejo de Ministros de la UE aprobó en junio la reforma de la OCM, en relación con la cual, desde UPA planteamos las siguientes valoraciones:
- No se aumentaron las cantidades máximas garantizadas. Se mantienen para Canarias en 420.000 toneladas.
- Se ha consolidado el contingente autónomo, que anteriormente se consideraba provisional (353.000 Tm), por la ampliación de Austria, Suecia y Finlandia, y al que se le aplicará un arancel de 75 ecus/Tm, en lugar del inicialmente previsto de 300 ecus/Tm, y muy inferior al que se venia aplicando, 750-850 ecus/Tm, que hará que el vo lumen de producto aumente en el mercado, y por tanto el precio baje.
- Por otro lado, la formu la para la concesión de licencias de importación, que venia ligada a la comercialización de plátano comunitario , ha desaparecido. El volumen total de las nuevas licencias ha sufrido un descenso, ya que el calculo se realizaba tomando el 30% del volumen total del contingente de los llamados países terceros (2.200.000 Tm), y ahora se tendrá que realizar acorde al nuevo contingente (2.553.000 Tm), con lo cual se rebaja el porcentaje al 26%.
- De la misma manera, se han endurecido los req uisitos para optar a su concesión, que se realizará por medio del método "tradicional/recién llegados", en detrimento del anteri or método del "partenariado". Tomando como años de referencia 1994, 1995 y 1996, será necesario presentar licencia de importación o documento aduanero equivalente, medida que provocará la perdida de las licencias que en estos años no se hubiesen utilizado para la importación efectiva.
ACCION SmDICAL DE UPA SECRETARÍAS
SECRETARÍA DE AGRICULTURA
Unión Sectorial del Azúcar: descoordinación y 'pelotazos' en la reestructuración del sector
La última fase de la reordenación industrial en el sector azucarero, im
pulsada y organizada desde el Ministerio de Ag ricu ltura, se saldaba a flna les de 1997 con un gran "pelotazo" espec ulativo de la mu ltinacional KIO , que vendió a la empresa púb lica aceitera Alycesa el 18% del paquete de acciones que posefa en Ebro por 26.000 mil lones de pesetas.
Una operación califica de "brillante" por el MAPA, gracias a la cual el grupo KIO obtuvo un sobreprecio por la venta de sus acciones (3.000 pesetas por acción) tres veces superior al valor que tenfa un año antes (1 .000 pesetas por acción) , propiciado por la actitud del Gobierno, incapaz de aportar soluciones positivas para el sector remolacheroazucarero.
Ante esta si tuación, LJPA se mostró muy critica con el Ministerio de Agricultura, por su falta de política definida en
el sector remolachero-azucarero, uno de los pocos sectores agroalimentarios que siguen teniendo un futuro c laro en España, y que cuenta con una estructura productiva y un entramado económicosoclal del que dependen varios miles de familias.
Por su parte, el acuerdo del Consejo de Mlhistros 25 de septiembre de 1998, por el que se aprobó la fusión entre la So-
ciedad General Azucarera y Ebro Agrícolas, terminó teniendo en cuenta gran parte de las tesis recogidas en el dictamen del Tribunal de Defensa de la Competencia sobre la operación, que cuestionaban los criterios defendidos hasta entonces por el Ministerio de Agricultura.
En tal sentido, la Unión Sectorial de UPA va loró la decisión de reasignar 30.000 toneladas de azúcar de importante tanto para el sector productor remolachero como para los consumidores, porque reduce la capaci dad de la em-
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presa fusionada para tranformarse de hecho en un monopolio y permite una mayor transparencia en los mercados y aumenta la capacidad de negociación del sector productor con las industrias azucareras.
La decisión del Consejo de Ministros desautorizó con claridad las tesis mantenidas por el Ministerio de Agricu ltura, que orquestó un proceso de fusión olvidando los intereses generales del sector rnmolachero y centrándose exclusivamente en la consecución de unos objeti vos pseudo-polfticos de difícil justificación.
La nefasta gestión realizada por el Ministerio de Agric ultura desde que asumió el proceso de reestructuración y fusión de las industrias azucareras únicamente ha conseguido triplicar el valor de las acciones de Ebro Agrícolas y forzar a las Cajas de Ahorro y las entidades bancarias de Casti lla y León a destinar a la operación ingentes recursos monetarios que tras la decisión del Consejo de Ministros pueden saldarse con pérdidas multimillonarias.
La decisión del Consejo de Ministros viene a dar la razón a UPA cuando ha defemdido que la garantía de la presencia de la remolacha y la caña de azúcar en las zonas productoras tradicionales de cu ltivo no sólo se asegura con la fusión de ambas sociedades sino que el futuro del cultivo requiere de un consenso mucho más amplio de todos los sectores y zonas afectadas, a través de un plan estratégico de carácter global y de ámbito nacional.
Por otra parte, este acuerdo viene a significar la pérdida de un año en lo que se refiere al desarrol lo de los acuerdos interprofesionales y al propio proceso de reestructuración del sector remolachero-az:ucarero, con las incertidumbres que todo ello ha generado y sigue generando en el sector.
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SECRETARIA DE GANADERIA
Unión Sectorial de Vacuno de Leche: supertasa y reforma de la OCM
D urante 1998, los problemas del sector lácteo español se han centrado
en la reforma de la OCM de la leche y la puesta en marcha del plan de reordenación del sector lácteo, que se aprobó a principios del año mediante Real Decreto. así como el trabajo constante en el tema de la supertasa.
A propósito de esta última. UPA consiguió a principios de 1998 paralizar el cobro de la multa láctea a los ganaderos, tras anunciar un proceso contenc ioso-administrativo contra el procedimiento utilizado por el Mini sterio para determinar la multa, ya que se detectaron errores al menos en el 20% de las sanciones comunicadas. UPA también consiguió que la multa anunciada para Galicia de 1.800 millones quedase rebajada con el anuncio de presentación de procedimiento hasta los 1.000 millones de pesetas.
La fa lta de respuestas a los problemas acumu lados concentró a más de 10.000 agri cultores y ganaderos gallegos en la gran tractorada celebrada en marzo en Galicia, para exigir una solución definitiva al problema de la supertasa láctea y alternativas reales de reconversión, incluido un aumento significativo de la cuota de producción.
También en marzo de 1998 se conocieron las propuestas de la Comisión Europea para la reforma del sector lácteo en la Agenda 2000. La propuesta de reforma de la OCM de la leche y los productos lácteos incluyó como elementos principa les una bajada de un 15% del precio indicativo y una bajada del 17% de los precios de intervención para la mantequilla y la leche desnatada en polvo . En seg undo lugar contemplaba el establecimiento de primas a la vaca lechera. calculadas en función de la cuota de la explotación y de l rendimiento medio europeo (la famosa "vaca virtual "). propuesta que en 1999 se varió dando lugar a la reforma definitiva, que elimina el concepto "vaca virtual" y lo
sustituye por una prima por kilo de cuota. Las principales consecuencias que se derivaban para el sector productor español de la propuesta de marzo de 1998 eran bastante desalentadoras, desde el momento en que ponían en peligro la viabilidad de muchas explotaciones familiares españolas.
La Union Sectorial Láctea hizo las siguientes apuestas de futuro, propuestas que se siguen manteniendo, aunque en marzo de 1999 se aprobara finalmente la reforma en términos distintos: • UPA es partidaria del mantenimiento
del sistema de cuotas más allá del año 2006. ya que éstas suponen un estabilizador social. • Consideramos ineludible un aumento de la cuota global para España de 1.000.000 de toneladas. • Nos oponemos totalmente a bajadas de precios institucionales, si no se realiza un aumento previo de cuota de 1.000.000 de toneladas para España. •Toda concesión de ayudas comunitarias debe seguir criterios homogéneos y unitarios para los países miembros, y a su vez toda prima compensatoria en este sector debe ser modulada. • UPA es partidaria del establecimiento de una tasa suplementaria variable en función del grado de autoabastecimiento de cada Estado miembro y del precio medio pagado al ganadero. A su vez es
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necesaria libertad de trasvase de venta directa a venta a industrias. • Es necesaria la homogeneización de las referencias de materia grasa a la media comunitaria.
UN MAL DECRETO DE MODERNIZACIÓN
Otro de los frentes de actuac ión de esta Unión Sectorial en 1998 fue el Real Decreto de reordenación del sector. aprobado en julio. Desde que tuvo conocimiento de sus contenidos. UPA ha criticado duramente los numerosos problemas que con lleva.
El Real Decreto crea un Fondo de cuotas. al que el ganadero puede acceder para adquirir cuota. previo pago de una parte de la cuota que adquiere (mínimo la mitad) . Así se exige al productor que realice une fuerte inversión, y sin embargo cualquier reordenación que realmente quiera mejorar la competitividad no debe suponer un fuerte endeudamiento.
Asimismo, hemos denunciado la ausencia de un verctadero esfuerzo presupuestario por parte de las administraciones. que permitiera la reasignación gratuita de la cuota liberada.
El relación con el abandono de la actividad , esta medida ve mermada su efectividad por la rigidez de los requisitos exigidos. En reiteradas ocasiones hemos expresado la necesidad de crear entidades de transmisión de tierras en todas las Comunidades Autónomas.
También es rotunda la oposición de UPA al sistema de retenciones obligatorias en el precio de la leche, mientras no se establezca un periodo transitorio en el cual se incremente la cuota de producción a los ganaderos españoles, porque se compromete seriamente la viabi lidad de gran número de explotaciones que actualmente hacen frente a créditos para mejoras. o por anteriores adquisiciones de cuota.
ACCION SmDICAL DE UPA SECRETARÍAS
SECRETARÍA DE GANADERÍA
Unión Sectorial de Vacuno de Carne: alternativas de progreso ante un futuro incierto
En 1998, al igual que en el año anterior, no se repartieron los cupos de nodriza existentes en la reserva nacional (ya que un reglamento comunitario lo impide), pero sin embargo sí se abrió el plazo de solicitud para dichos cupos, de modo que los ganaderos acudieron a solicitarlos sin que, finalmente, existiese posibilidad de concederlos.
En marzo de 1998 la Comisión publicó sus propuestas para la reforma de la OCM, con graves repercusiones para el tipo de ganadería familiar que defiende UPA: se proponía una bajada de un 30% de los precios de intervención (que en la reforma defin itiva se ha quedado en un 20%), la eliminación del mecanismo de intervención y su sustitución por las compras de almacenamiento privado, y en una subida de las primas en una proporción que no compensaba la bajada de precios. Ante las propuestas de la Comisión y el posterior acuerdo para la reforma, UPA presentó su alternativa, basada en los siguientes puntos. • Las compensaciones por disminución de precios deben ser totales . • Elevar los derechos de vacas nodrizas.
as i !~n ado a España hasta un millón. • Debe rebajarse la edad de cobro de la prima especial de vacuno macho a los ocho meses. • Nos oponemos al establecimiento de una prima complementaria (cheque presupuestari o) que conceda el Estado miembro con sus propios criterios. • Eliminación del segundo tramo de la prima especial a los machos. • Modulación de las ayudas según el tipo de explotación, con prioridades para las explotaciones familiares en zonas de montaña o desfavorecidas o de d ifícil alternativa de producc ión. • Debe incrementarse el p resupuesto para la promoción de carnes de calidad y crearse fondos para financ iar los gastos de los controles.
En 1998, los ganaderos españo les han tenido que soportar la confirma
ción definitiva de que los cupos de primas en el vacuno macho son insostenibles para España. La penalizac ión superó el 29%, por lo que los ganaderos españoles, en términos de primas, son cas i un tercio menos competiti vos que los de otros países. A raíz de este nivel de penalizac ión empezaron a correr rumores de un posible reparto de los cupos de ternero de modo individual. UPA consiguió que el MAPA desmientiese esta posibi lidad por escrito, mientras no hemos dejado de denunciar que el sector español no soporta ni un año más sin un aumento del cupo de terneros y de vaca nodriza, porque l1ay regiones donde el índice de cobro de la prima al ternero no llega ni al 10% y en vaca nodriza apenas sobrepasa el 50%.
• Debe aumentarse el techo de de re- • Hay que seguir manteniendo un sistec l1os a la prima especial de machos ma de intervención pública.
Unión Sectorial de Ovino y Caprino: consecuencias de la crisis del porcino
Durante 1998 UPA vo lvió a denunciar que los ingresos de los productores
de ovino y caprino está entre los más bajos de las producciones animales, cuya producción constituye a menudo la única alternativa en las zonas desfavorecidas y de montaña de la UE donde, esenc ialmente, se practica. Por ello se debe eliminar del sistema de regulación de este sector toda medida que implique bajada de la rentabi lidad a unos productores que corren el riesgo de verse expulsados del mercado si no se tienen en cuenta las condic iones en las que deben desarrollar su actividad.
Además, durante 1998 el ovino y caprino de carne han acusado los graves problemas del porcino, que en general ha afectado a todos los sectores cárn icos. Ha provocado una demanda y evolución de precios muy a la baja, a lo que se añade el tratamiento negativo que recibe este tipo de carne en las grandes superfi cies de distribución. UPA ha estado reclamando en este último año de gestión ayudas para el almacenamiento privado de carne y que se elimine el denominado "elemento estabi lizador", con lo que aumentarían las primas a los ganaderos . La combinación de congelar el
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precio de base, mantener el estabilizador en el 7% y cambiar el coefic iente técnico de cálculo de la prima (que se ha bajado) reduce cada año más la renta de los ganaderos . Por ello, la Unión Sectorial debe reforzar su trabajo y abrir nuevas vías de reivindicac ión, inc luido el seguimiento continuado de los precios de la carne, leche, piel y lana; así como de la causas de las actuales coti zac iones IJajas en todas las lqnjas españolas.
A su vez ya ha in iciado el trabajo de estudiar la rentabi lidad de las explotaciones famil iares españolas y los componentes que en ellas intervienen, con el objetivo de buscar mejoras en los costes, pri mar la comerc ializac ión y sobre todo obtener mejoras de tipo soc ial y modo de vida de los ganaderos .
ACCION SINDICAL DE UPA SECBETABÍAS
, , SECRETARIA DE GANADERIA
Unión Sectorial de Porcino: movilizaciones para exigir soluciones urgentes a la crisis
E 1 balance de 1998 para el porcino se resume con una de las crisis de pre
cios más grave que se recuerdan, que puede dividirse en tres fases: • Desde enero hasta marzo, los precios estuvieron a un nivel similar al del año anterior, que permitía un estado financiero de desahogo a los productores. • De marzo a mediados de junio, los precios son notablemente inferiores a los registrados en el mismo periodo de 1997, pero siempre por encima de los costes de producción y a ñTveles no cñtlcos. • De mediados de junio a finales de año (salvo las subidas que se vienen registrando en Navidad) los precios sufrieron una bajada progresiva hasta niveles muy inferiores a los cos tes de producción, con una caída en picado en octubre y principios de noviembre hasta niveles no conocidos desde hace 25 años . Por ejemplo, e l 30 de octubre la lonja de Mercolleida, una de las más representativas de España, registró un mínimo "histórico" en la cotización de cerdo cebado en vivo, marcando 88 ptas/kilo.
Ante la gravedad de la crisis UPA conv0có una gran manifestación en Madrid, el 17 de noviembre, tras la que el Ministerio de Agricultura presentó crn documento llamado "Pacto para la estabi-
lidad y el desarrollo del sector porcino español ", con unas medidas totalmente insuficientes para superar la crisis. UPA se negó a firmar este pacto, manteniendo asf su independencia reivindicativa y su coherencia interna frente al resto de las organizaciones, y centró su actividad
Unión Sectorial Avícola: reacciones ante la discriminación en la interprofesional
Durante 1998 la actividad de esta Unión Sectorial se ha llevado a ca
bo mediante las numerosas actuaciones de la Plataforma Avícola Estatal (PAE), a la que UPA rep resenta ante las Administraciones públicas, y que engloba un 34% de la producción total española de pollos de engorde . En general se ha centrado en tres temas, cuyas gestiones van avanzando durante 1999: • Gestiones para el paso de los avicultores integrados del RETA al REASS: se han remitido numerosos escritos a la Sec retaría General de la Seguridad Social, así como regulares reuniones con la mis-
ma, en las que se demostró la falta de vo-1 untad de atender a las peticiones del sector, de modo que nos hemos vistos abocados a acudir a otras instancias que sf están demostrando voluntad política. •A finales de 1998 y principios de 1999 se concreta la inteprofesional del pollo (PROPOLLO) en la que no aparece ninguna de las organizaciones representativas del sector. UPA y la PAE son las únicas organizaciones que reaccionan ante tal discriminación, y así UPA presenta en el Consejo General de Interprofesionales un documento de alegaciones. A pesar de todo se aprueba el reconoc i-
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en realizar manifestac iones, asambleas y ruedas de prensa en la que se expusieron las peticiones de UPA ante la crisis, reivindicaciones que suponen la verdadera defensa de un sector.
UPA ha venido so licitando estab lecimiento de ayudas directas a la pérdida de renta para paliClr las fuertes pérdidas que está sufriendo el sector, apertura del sistema de intervención pública con el fin de reducir los e-xcedentes, la inclusión de lechones en las compras de intervención con el objetivo de reducir los excedentes a medio plazo, el estab lecimiento de ayudas a la retirada de madres, el estab lecimiento de programas de cese anticipado voluntario de la producción porcina a partir de los 55 años, compatibilizado con las indemnizaciones a la retirada de madres, la prolongación de los contratos de almacenamiento privado hasta los 12 meses y establecimiento de medidas que faci liten la exportación de la carne almacenada a terceros países, la exención de los pagos a la seguridad soc ial en todos los regímenes, así como de todas las cargas fisca les, la apertura de líneas de crédito a interés cero, entre otra muchas medidas.
miento de PROPOLLO, sentando un peligroso precedente. La PAE y UPA presentaron un contenc ioso administrativo contra el reconocimiento de PROPOLLO que está en trámite. • En lo que respecta a la Ley de Contratos de Integración, se sigue trabajando en el logro de su ap robación . UPA elaboró un borrador de alegaciones presentado al Grupo Parlamentario Socialista, que será el inicio del trabajo que llevará a este grupo a presentar al Congreso de los Diputados un Proyecto de Ley mucho más adaptado a lo que el sector necesita.
Las reivindicaciones se han canalizado también con movilizaciones, tanto en 1998 como con la gran manifestación ce lebrada en Madrid en mayo de 1999.
ACCION SINDICAL DE UPA SECRETARÍAS
SECRETARÍA DE GANADERÍA
Unión Sectorial Cunícola: UPA denuncia el hundimiento de precios de la producción
La Unión Sectorial Cuníco la de UPA comenzó 1998 con una reunión en la
que se renovó la Comisión Gestora, elig iendo como coord inador a Juan Fernández Pérez; y se acordó inic iar una actividad de formación muy importante, con cursos desarroll ados por toda España, sobre la problemática de las explotaciones cuníco las en mejora de la calidad , modernización de explotaciones, reproducción y procesos patológicos del conejo, impacto ambiental de las explotaciones cunícolas y patología digestiva en conejos.
Asimismo, durante todo 1998 la Unión Sectorial informó y denuncio ante la opinión pública que los precios medidos de los conejos no superaron las 250 pesetas/kilo.
A princ ipios de año, el Ministerio de Ag ri c ultura anunc ió que publicaría un Real Decreto de ordenación del sector cuníco la, con la actualización de datos,
censos de explotaciones, regulación de condiciones sanitarias mínimas, etc. El borrador del mismo se envió a las organizaciones agrarias , que a su vez realizaron las convenientes alegaciones , y
desde entonces no ha habido más avances en este sentido.
UPA también pidió la constitución de una mesa consultiva a nive l nac ional, que pudiera realizar un estudio del sec-
Unión Sectorial Apícola: UPA exige una OCM y un plan de reordenación
En 1998, UPA partic ipó en todas las mesas convocadas por el MAPA y las
comunidades para el análisis y desarrollo del Programa Apíco la Nac ional, así como los problemas que han encontrado los beneficiarios y el análisis y mejora del mismo. UPA participa también en la Comisión de Control de los programas de investigación que se contemplan en el Programa nacional, junto con el INIA.
Desde la Unión Sectori al, se ha ll evado a cabo una importante labor informati va, mediante charl as, intervenciones en los medios de comunicación; así como la tramitación de los expedientes de todas las ayudas de las que pueden benefic iarse los productores apíco las. UPA ha presentado las pertinentes ale-
gaciones a las normativas que desarrollan este programa (en este tema, a finales de 1998 se presentaron las alegaciones al programa de 1999).
Nuestra organización, dentro de esta labor sindical, ha denunciado una y otra vez que la apicultura adolece de una normativa que favorezca su manteni miento y desarrollo tanto a nive l estatal como comunitario. Reclamamos que esta actividad se debe integrar en las políticas comunitarias, ya que la Comisión Europea sigue sin considerar a la activi dad apícola como una ganadería de pleno derecho en la UE.
Los Programas Nac ionales que se han puesto en marcha presentan serios problemas de apl icación, dada su com-
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tor t acometer tareas de reestructuración y fomento del consumo, algo que tampoco se ha realizado. Y por ultimo UPA, junto con el res to de organizac iones agrarias representativas de este sector, remitió al Ministerio los estatutos de la lnterprofesión, que han sido devueltos porque no se ajustan a la normativa vigente, y en cuyo estudio jurídico para lograr su viabilidad estamos trabajando en 1999 .
También se reiteraron en 1998 las petic iones de inc luir a la ganadería intensiva, como es la cunicultura, en el Régimen Especial Agrario de la Seguridad Social (REASS), en lugar de considerarla una actividad industrial, como ocurre ahora. Esto perjudi ca a los ganaderos, que no tienen los benefic ios reales de una actividad industrial pero deben cotizar como tales.
A juic io de UPA, la interp rofesional contribuiría a c larificar la situación y resolver muchos de estos problemas, dotando al sector de mayor transparencia productiva y comercial, y promocionando el consumo.
plejidad. Por ello, es necesari a una verdadera OCM para la supervivencia de la apic ul tura profes ional. Una OCM que debería contemplar compensaciones por las pérdidas de renta que soportan los apicultores al tener que competir en prec ios con mieles de terceros países, la extensión de las indemn izac iones compensatorias de montaña para las colmenas situadas en las zonas desfavorecidas, una prima de polinizac ión unificada en su importe a nive l europeo y corno ayuda directa, y por supuesto la aprobación inmediata de la normativa de reordenación, que incluya la creación de un registro apíco la en todas las Comunidades Autónomas, con la ex istencia de un documento ágil y l1omologado en toda España para el traslado que evite los problemas actuales que sufren los trashumantes cuando se trasladan a determinadas comunidades autónomas.
ACCION SINDICAL DE UPA
DEPARTAMENTO DE FORMACIÓN
Fuerte impulso a la acción formativa U no de los objetivos básicos de la ac
c ión sindical de UPA ha sido siempre la formación de los hombres y mujeres del medio rural. Durante 1998, este objetivo se ha visto reforzado de manera sustancia[, tanto a través del plan pluri rreg ional que se desarrol la en colaboración con el Ministerio de Agricultura como en las actuaciones enmarcadas en los prog ramas de la FORCEM.
Con el plan plurirregional del MAPA, hemos desarrollado en 1998 más de 400 actividades formativas, a través de jornadas, c ursos y seminarios; en los que han partlcfj5ado rñás de 13.000 ah:imnos y alumnas . Las actividades desarroll adas han estado relacionadas con el sector lácteo, la f iscalidad, la carne de vacuno, regadíos, mejora en la gestión de explotaciones , diversificación de actividades, vino, Agenda 2000, modulación y cunicultura.
Por su parte, mediante convenios con la FORCEM se han desarro llado cursos para ag ri cultores y agricu ltoras en activo, centrados en materi as como asociacionismo agrario, gestión empresarial, técnicas ganaderas, técnicas agrícolas
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e informática. En estas actividades han participado unos 6.000 alumnos y alumnas de toda España.
SUPLEMENTOS DE "LA
TIERR~' EN COLABORACIÓN
CONFORCEM
El programa de colaboración de UPA con la FORC EM ha incluido también en 1998 la edición y divulgación, a través de la revista LA TI ERRA, de una serie de suplementos especiales sobre formación en el sectoragrarie, que se han Ido distribuyendo durante todo el año.
La primera acción de este programa consistió en el envío de una encuesta, con el primer número de LA TI ERRA correspondiente a 1998, para valorar las necesidades de formación que tienen los agricultores y ganaderos españoles.
Asimismo, el 24 y 25 de marzo se celebraron en Madrid unas Jornadas sobre "Difusión-Validación en Material de Formación Continua", entre cuyos partic ipantes cabe destacar la incorporación de 20 personas, elegidas entre las que habían respondido a la encuesta sobre formación. Fueron invitados representantes tanto de la 'formación en el sector agrario como responsables del mismo en otros ámbitos, incluidos varios del MAPA.
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DEPARTAMENTO DE MUJER RURAL
Una acción sindical para la mujer rural
En febrero de 1998 quedó constituida la Comisión Gestor¡;¡ de las Mu
jeres de UPA, según mandato de la Asamblea de Mujeres de la Organización celebrada en noviembre de 1997. La Gestora, integ rada por cinco representantes de distintas provincias españolas, ha mantenido distintas reuniones con responsables de la Comisión Ejecutiva Federal para tratar de defin ir un modelo organizativo en el cual las mujeres agricultoras y ganaderas de UPA puedan desarrollar la acción sindical oportuna.
En 1998, se ha participado en todas aquellas convocatorias en las que UPA tiene presencia institucional (Comisión Femenina del COPA, asistencia al Congreso Internacional del Empleo, realización de cursos ... ) y en numerosas mesas redondas.
Se ha realizado un esfuerzo especial para crear una mayor sensibil idad hacia la problemática de la mujer rural. Por ello, las resoluciones del IV Congreso Federal han dado un impulso defin itivo para potenciar el papel de la mujer en el ámbito de la organización , situando a UPA a la vanguardia de las organizaciones agrarias.
ACCION SINDICAL DE UPA DEPAIT.AMINTOS
DEPARTAMENTO DE MEDIO AMBIENTE
Propuestas para evitar la privatización del agua UPA, junto con COAG,
las asoc iaciones de vecinos, determinadas asociaciones ecologistas, UGT, CCOO y ONG , formalizaron en 1998 su no asistencia al Consejo Asesor de Medio Ambiente (CAMA), uh órgano consultivo del Ministerio de Medio Ambiente, que fue creado en 1994.
El compromiso de no asistencia de los representantes de diferentes colectivos sociales en el Consejo se oficializó a mediados de septiembre, mediante el envío de una carta conjunta al Presidente del Gobierno, José María Aznar, en la que todas las organizaciones firmantes denuhcian el incumplimiento de los compromisos contraídos por la 13ro¡:iia Ministra, Isabel Tocino, en cuanto a reforzar el diálogo con el CAMA.
En la carta a Aznar se denunciaba, asimismo, que "estamos ante un Ministerio bunkerizado frente a la sociedad, que contrasta con la permeabilidad que muestra ante las asociaciones empresariales y los grupos de presión forestales, Industriales o hidroeléctricos, con los que sf mantiene una relación muy fluída".
Estrategias de conservación A lo largo de 1998, UPA participó ac
tivamente en los grupos de trabajo destinados a elaborar la "Estrategia españ.ola para la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica" y la "Estrategia Forestal Española".
Dentro de los debates suscitados la Dirección General de Conservación de la Naturaleza constítuyó diversos grupos de trabaj0, entre ellos uno en el cual estaban encuadrados los agentes sociales y en el cual participó UPA. Estas Estrategias han sido presentadas fina lmente a principios de 1999.
Seminario
El sector agrario y las políticas del agua
Madrid. 3 de novlembno de 1998
El debate del agua Como ya ocurrió el año anterior, el de
bate del agua tuvo en 1998 un protagonismo destaeado, en gran medida por la falta de soluciones pollticas responsables y razonables a la gestión de recursos, los regadíos, etc . Los términos de este debate se expusieron con claridad en el Seminario sobre el Sector Agrario y las Políticas del Agua, organizado por UPA en el mes de noviembre, en el que se analizaron las repercusiones que van a tener para el futuro del sector agrario español el Plan Nacional de Regadíos, el proyecto de reforma de la Ley de Aguas, el Plan Hidrológico Nacional o la propuesta de Directiva comunitaria sobre aguas.
Todas las ponencias presentadas en el Seminario como los debates posteriores pusieron de manifiesto la enorme y creciente preocupación que hay a todos los niveles en torno al problema del agua, cuya gravedad se acentúa por lo últimos proyectos legislativos lanzados desde el Gobierno español y la UE.
En re lación al Pian Nacional de Regadíos presentado por el Ministerio de Agricu ltura, UPA lo estima como Insuficiente para los objetivos de modernización de la agricu ltura española, ya que el futuro de la ag ricu ltura y del desarrollo rural en muchas regiones de nuestro territorio se basa en la política
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de regadíos que se diseñe y ejecute. UPA csnsidera que no se puede permitir una vinculación restrictiva de la futura polltica de regadíos con la refG>rma de la PAC derivada de la Agenda 2000 y el objetivo de incremento de la competitividad de las explotaciones agrarias para hacer frente a un mercado cada vez más liberalizado. Por este motivo UPA rechazó las limitaciones de cultivos
marcadas en el Avance del Plan. Por otra parte, UPA detecta falta de
voluntad política para ejecutar un Plan Nacional de Regadíos, ya que la propuesta de financiación con las CCAA originaría un desequilibrio importante en las inversiones. También se estima que la financiación por parte de los agricultores debe ser como máximo del 30 % en lo que respecta a mejoras de regadío y no del 50 % propuesto .
Ante el proyecto de reforma de la ley de a~Juas, UPA ha defendido que los aspectos primordiales en los que se debe fundamentar la base legislativa de lapolítica de aguas en España, pasan por que la titu laridad pública del agua sea irrenunciable y la adminis tración del agua debe seguir correspondiendo a la Administración Pública en sus ámbitos de competencia.
La propuesta de celebración de contratos de cesión de derechos de uso del agua reviste tal gravedad e impacto negativo para las explotaciones familiares que constituye motivo suticiente para que UPA rechace el conjunto del texto del ~royecto de reforma de la ley de aguas. Esta forma de privatización de la gesticSn conllevarla un encarecimiento significativo de los costes de producción y el enriquecimiento privado a través de la especulación con un bien de titularidad púb lica.
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.AOCION SINDICAL DE UPA UNIONES TllllTOlUALIJS
UPA-Andalucía Un año especialmente intenso
Aunque la Producc ión Final Ag rari a en Andalucía fue
buena, el año 1998 estuvo salpicado de acontec imientos preocupantes que, a juicio de UPA-A, llenan de incerti dumbre los años venideros.
En Andalucía, el ini c io de año fue malo debido a las fuertes lluvias caídas que provocaron inundaciones y perjudicaron siembras y cosechas, lo que hizo que UPA-A tuviera que salir en defensa de agrioultores y ganaderos, pidiendo medidas que pudieran ali viar su situación. Por el contrari o los últimos meses de 1998 fueron extremadamente secos, lo cual ha provocado ya daños importantes .
Conviene repasar cual ha sido la activ idad de UPA-Andalucía en defensa de los pequeños y medianos ag ricultores y ganaderos. Lógicamente en una comunidad como Andalucía - primera región prod.uctora del mundo de ace ite de oliva- se vivió con una especial intensidad la reforma de la OCM del ace ite. En es te sentido el esfuerzo de UPA-A *ue enorme. Ll evamos dos años luchando contra las propuestas existentes y en 1998, cuando el proceso entraba en su recta final, las acciones de UPA-A se intensificaron. Charas y asambleas, reuniones en dist intos ámbitos, manifestaciones masivas en Jaén, Córdoba y Madrid , huelga general en c ientos de pueblos ...
Desgraciadamente la OCM :;e aprobó finalmente con unos ·esultados totalmente contra"ios a nuestros intereses . Un ~wpo insuficiente y la desapa"ic ión del sistema de interven-
ción y de la ayuda al consumo, nos colocan en una si tuación comprometida, especialmente para el olivar de baja producción y para los pequeños olivareros . Estas razones han sido las que han llevado a UPA a presentar un recurso contra la Reforma ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea al entender que las disposiciones adoptadas atentan contra el Tratado de Roma y contra el Tratado de Maastricht.
Aunque en 1998 no todo fue aceite. UPA-A tuvo que diversificar su acción sindical en numerosos frentes, entre los que cabe destacar las consecuencias de la ro tura de la presa de las minas de Aznalcóllar enabril, que ocasionó la mayor catástrofe ecológica andaluza de los últimos años. Cientos de ag ricultores vieron sus tierras inundadas por el lodo tóx ico. Se abr ió entonces un complejo proceso de indemnizaciones, limpieza y compra de fincas, creación de un corredor verde ... en donde participó activamente UPA-A.
Problemas también para el sec tor ganadero , y más concretamente para el ovino-ca-
La defensa de los olivareros ha llevado a UPA a presentar un recurso contra
la Reforma de la OCM del Aceite ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea
En 1998 UPA Andalucía tuvo que
diversificar su. acción sindical Em
varios frentes, en.tre los destacan la.e;
consecuencias de· la rotura de la presa. de
las minas de Aznalcóllar
................. ! ....
pri no (con gran relevanc ia en Andalucía), ya que el descenso acusado de los precios de la leche de cabra han colocado en una situación especialmente d ifícil a c ien tos de ganaderos. UPA-A ha pedido con urgencia un verdadero plan de choque para paliar una cris is que perdura en el tiempo.
También se ha prolongado de manera insostenible la crisis del porcino, con una bajada de precios en ori gen que ha tenido su continuación en 1999. UPA-A organizó una serie de actos en d istin tas provinc ias andaluzas y elaboró una tabla reivind icativa para tratar de paliar la crisis.
Pero dejando atrás problemas de sectores en concreto ( tamb ién podíamos hacer referencia a frutas y hortalizas , cul t ivos her-báceos, vino , tabaco ... ) tenemos que ci tar dos acontecimientos que han causado un gran perjui cio.
En primer lugar, ha resultado muy negativo el incremento del precio de la tierra que se experimentó durante 1998, llegando en algunos casos a un
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25/30%. UPA-A destacó que esto se debla a movimientos especulativos ajenos al sector y que grava especialmente a los pequeños productores, que se ven impos ibi litados a invert ir en una ampliación de su exp lotación.
Además UPA-A resaltó la parali zación experimentada desde el verano de 1998 del Real Decreto 204. Ello ha supuesto un verdadero lastre para los agricultores y ganaderos andaluces, que han visto cómo se detenían sus planes de mejora de las explotaciones o se paralizaban nuevos proyectos de incorporac ión a la actividad agraria. Por ello UPAA exig ió a la Administrac ión central y a la autonómica un esfu erzo presupuestario.
En cuanto a la políti ca de aguas, UPA-A realizó en 1998 numersos estudios y organizó jornadas y debates en distintos lugares . Para UPA-A, los Planes de Cuenca aprobados recogen unos planteamientos muy heterogéneos y desfasados; y el Plan Nacional de Regadíos nace con una escasa fi nanciación pública, con graves prob lemas de co nsenso con las Comunidades Autónomas y con marginaciones graves , caso de la que sufre el Genil-Cab ra. Si a ello sumamos la falta de infraestructuras (¿para cuándo proyectos como Arenoso, Melonares o La Breña 11 ?) podemos comprender que la c ríti ca de nuestra organización haya sido especialmente ácida.
Por último, hay que resaltar el importante esfuerzo realiza-_ do por UPA-A en el aspecto formativo. Cursos, jornadas y seminarios han inundado nuestros pueblos siempre con la idea existente de adaptar a agricultores y ganaderos a las necesidades de nuestros días.
ACCION SINDICAL DE UPA UNIONESTEBRITOBIALES
Unión de Campesinos Asturianos (UCA-UPA) La primera fuerza progresista del campo asturiano
E 1 año 1998 estuvo marcado en el mundo agrario as
turiano por la ce lebración de las primeras elecciones sindicales democráti cas, que consumieron por parte de nuestra Organización buena parte de nuestro tiempo y de los recursos económicos y humanos de los que disponemos.
La Unión de Campes inos Asturianos (UCA-UPA) afrontó las elecciones en las peores circunstancias posibles, porque el Gobierno de la Comunidad Au tónoma, en manos del Partido Popular, utilizó todos los med ios a su alcance a favor de las candidaturas de ASAJA y SAC-COAG; a lo que se añadió un trato desigual en el reparto de ayudas y subvenc iones de las Administrac iones Púb licas, parcialmente paliadas por el apoyo de la estructura de UPA a nivel na-
UPA-Canarias
Como resultado de las primeras
elecciones sindicales en el
campo asturiano, UCA-UPA obtuvo
nueve vocales en la Cámara .Agraria
Provincial
clona! y de los compañeros de UGT, tanto en el ámbito regional como nacional. A todo ello se sumó la optimizac ión del voto conservador, ya que los
dos sind icatos tradicionales , FAYGA y ASAJA, se presentaron en una lista conjunta, que ayudó a la victoria de la opción conservadora.
No obstante, y a pesar de las dificultades, UCA-UPA obtuvo unos resultados muy satisfactori os, con un empate técnico en votos con ASAJA, porque tan sólo hubo una diferencia de 12 votos. En consecuencia, en la Cámara Agraria Provincial de Asturias hay 9 vocales de UCA, otros tantos de ASAJA y 7 de COAG. Asimismo, la Vicepresidencia de la Cámara es para UPC-UPA.
En materia de formac ión, durante 1998 se consolidó la tendencia al incremento de la presencia de UCA-UPA en el sector impartiendo un número de cursos, Jornadas Técnicas y Seminarios muy estimable tanto en cantidad como por la calidad de los mismos, hasta llegar con actividades formativas a la práctica totalidad de los municipios rurales asturianos, afrontando necesidades formativas en los ámbitos de calidad de la leche, vacuno de carne, quesos artesanos,
En defensa de los sectores del archipiélago
UPA-Canarias es la organización que defiende y re
presenta los intereses de la ag ricultura familiar en los distin tos sectores agrícolas y ganaderos del archipiélago. En 1998, los aspectos sectoriales más destacados fueron: - Tomate: UPA-Canarias solicitó una ayuda compensatoria por pérdida de renta, dada la competencia de países terceros. - Plátano: UPA-Canarias solicitó ante las autoridades europeas, nacionales, autonómi-
cas y locales aumentar la cuota de 420 .000 a 504.000 toneladas, lo que signifi ca un aumento del 20% sobre la actual.
Asimismo, se demandó que las ayudas compensatorias por pérdida de renta se cuantifiquen de forma bimestral, no con carácter anual, como se hace h.asta ahora, con un grave perjuicio para las zonas más desfavorecidas.
También solic itamos ante las mismas autori dades subvencionar en la cuantía sufi-
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ciente al transporte de las producciones canarias, para poder competir con el resto de Europa, dada nuestra situación geográfica.
Seguimos reclamando que se equi paren las subvenciones que reciben los productos de importación por medio del Régimen Específico de Abastecim iento (A.E. A.) en igual cuantía que a las producciones locales.
Entre otras actividades que estamos llevando a cabo des-
ag roturismo, actividades artesanales, aspectos medioambientales , info rmáti ca, etc., contando en ocasiones con el apoyo del Ministerio de Agricultura, el Principado de Asturias y la FORCEM.
Asimismo, en el mes de agosto ce lebramos nuestra Fiesta Anual en Cangas del Narcea, significada una vez más por el éxito de concurrenc ia, acentuándose como ci ta ineludil.:l le par-a cuantos están directa o indirectamente relacionados con el sector.
En otro orden de cosas, UCA siguió prestando a sus afiliados todo tipo de servicios (jurídic0s, fi scales, de asesoramiento, seguros) con niveles de satisfacción creciente entre los afiliados. Este hecho está contribuyendo de manera muy eficaz a que, a pesar de la pérdida de efectivos en el medio rural asturiano -como consecuencia de la reconversión brutal a la que está sometido- , la Unión de Campesinos Asturianos mantenga, e incluso incremente, su número de afi liados y su estimación pública.
tacamos también la representación de UPA en la Junta de Gobierno del Consejo Insular de Aguas de La Palma centrándonos en: -La consecución de un mayor incremento económico en los presupuestos del Consejo en los ejercicios de 1997, 1998 y i 999, que ha pasado de 230 millones en 1996 a 537 millones en 1999 con un considerable incremento en las inversiones para el agua de abastecimiento a la población y las subvenciones a la ag ricul tura (alumbramiento y ayudas a las mejora de regadío y ahorro de agua).
ACCION SINDICAL DE UPA UNIONES TEBBITORIALES
SDGM-UPA Cantabria En defensa del medio natural, patrimonio de los ganaderos E 1 balance de actividades
del Sindicato Democrático de Ganaderos Montañeses (SDGM)-UPA Cantabria incluye de manera destacada la propuesta a la Mesa Regional Agraria ¡¡iara que se considere órgano consultivo en todas las modificaciones urbanísticas de importancia que afecten al suelo rústico. A nuestro juicio, la Ley del Suelo, aprobada el 13 de abri l de 199!i!, no liberaliza sino <q ue limita los eerechos, constituyendo un estatuto más rígido en el que el suelo no urbanizable, el medio natural y productivo cántabro, t iene la clasifü::aciórJ de protegido.
Poro otra parte, ante la posible asignación de los derechos de bovino macho, individualmente, por productor, y teniendo en cuenta que Cantabria disponía únicamente, en las fechas del inicio de campaña, de aproximadamente 7.000 derechos, el SDGM organizó un ci-
- PGr otra parte, el Plan Hidrológico de La Palma, en fase de elaboración, donde venimos
articipando activamente para que el plan contemple una amecuada planificación hidrológica, normativa y de inversiones. La ¡¡i lanifícación debe conseguir una distribución ;)quiiibrada del agua: zonas de Josta y de medlanfas y en tottas las vertientes de la Isla de _a Palma, es deci r, Red de ransporte a la cota 600 y coa 1.000; inversiones para el aliílacenamiento de agua en eviaclón de su pérdida al mar o en invierno; que las nuevas ;aptaciones de agua se ha-
El SDGM denuncia que la Ley del Suelo
de 1998 no liberaliza, sino que limita los derechos, constituyendo un
estatuto más rígido para el suelo no
urbanizable
clo de charlas ganaderas, bajo el lema: 'Objetivo: 60.000 derechos Gle bovino macho en 1998 para Cantabria". Acusarnos públicamente a la entonces Ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, de mentir a los gana-
UPA-Canarias solicitó una ayuda
compensatoria para el tomate, dada la competencia de
terceros países, y un aumento del 20% de
la cuota para el plátano
deros, por afirmar que pagarían únicamente el 59% de la "supertasa" cuando realmente se les liquidaba el 100%. Pusimos a disposición del ganadero que asf lo solicitara un abogado para recurrir.
Denunciamos ante la Consejerfa de Ganaderfa la paralización de ayudas al sector ganadero, sin posibilidad d1;) trámite de nuevos expedientes, y la tardanza en los pagos.
Tras la publicación en junio en el Boletín Oficial de Cantabria de la Orden para acceder a primera instalación de agricu ltores jóvenes, nos encontramos con una clara discriminación a los productores de carne y la mayoría Gle ganaderos de leche, por lo quemanifestamos la necesidad de que el Gobierno Regional instrumentara l'luevos fondos.
Denunciamos el retraso injustificado del MAPA en los pagos a ganaderos de Cantabria acogidos al Pian de abandono voluntario definitivo de la producción lechera del año 1 !393.
Rechazamos el Decreto de Modernización del sector lácteo aprobado per el Gobierno,
gan desde la iniciativa pública del Censejo Insular de Ag uas para evitar la especu lación y garantizar el suministro para la agricu ltura y el abastecimiento público.
En el ámbito de la representación se incluye también la presencia de UPA dentm de la asociación ADER (Asociación para el Desarroll o Rural de la Isla de La Palma), cuyos objetivo es la gestión del Programa LEADER 11 , donde se estan llevando a cabo Programas de Innovación Rural : apoyo técnico al desarrollo ru ral, formación profesional y ayudas a la contratación, turismo
203
que pospone una verdadera reestructuración del sector.
Exigimos en la Mesa Regional Agraria que se tramitara el Proyecto de Ley de Crédito Ext raordinario para la mejora y modernización del sector lácteo, desbloqueando así la situación de muchos ganaderos a los que se les habían cerrado sistemáticamente las puertas para ayudas a inversiones.
Dentro de las act iv idades informativas, destaca el incremento de 3.500 a 13.000 ejemplares del 'Boletín de Información Rural ', que edita la organización; junto a la realización del programa de introducción de la te lemática en el medio rural. En el Programa de Formación , durante 1998 se ll evaron a cabo cursos sobre "Fiscalidad, Legislación y Gestión de Explotación', asT como varias Jornadas sobre Nuevas Tecnologías y cursos prácticos de 25 horas: inseminación artificial, mamitis y ca lidad higiénica de la leche, etc. Por último, el 1 O de octubre se celebró en Oreja la 1 Fiesta del Campo de Cantabria, que reunió a 2.000 ganaderos.
rural, pequeñas empresas, artesanía y servicios, valoración y comercia lización de la producción agraria, conservación y mejora del medio ambiente y del entorno.
Dentro de la representación en el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinos de La Palma, destaca nuestra preocupación e insistencia en el control de la vendimia, control de vinos de calidad así como su promoción, tener un cuerpo administrativo capaz y suflciel'l te, defender nuestras variedades autóctonas, fomentar y desarrollar bodegas.
ACCION SINDICAL DE UPA umo·ns TERBITOBIALES
UPA-Castilla-La Mancha En defensa de la modulación de las ayudas El porcino y el aceite de oli
va fueron los dos sectores que han centrado la actividad reivindicativa de UPA en Castilla-La Mancha durante 1998.
Para concienciar a la sociedad castellano-manchega sobre la situación del olivar, UPA Castilla-La Mancha emprendió un ciclo de asambleas y charlas informativas en diferentes pueb los olivareros. En estos días se demostró la fuerza de UPA Casti lla-La Mancha en un sector tan importante para la región como el del aceite . Cientos de olivareros y personalidades de la actividad sindical y las instituciones se concentraron el 1 O de marzo en Toledo para apoyar el olivar regional, repartiéndose en este acto 2.000 botellas de aceite. Participamos en la manifestación del 18 de marzo ante el Ministerio de Ag ri cu ltura y en el paro general del 14 de mayo conseguimos cerrar lamayoría de los pueblos olivareros de la región. Cuando la re forma estuvo aprobada y UPA interpuso recurso en contra ante el Tribunal de Justicia de la UE, entregamos copias a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, instituciones y todo aquel que pudiera sentirse perjudicado invitándoles a que se sumaran a nosotros en la defensa del olivar.
El balance de actividades de UPA Castill a-La Mancha debe resaltar también las consecuencias de la crisis del sector porcino, con unas pérdidas entre agosto y diciembre superaban los 4.000 millones de pesetas. Hay que añadir la aparición de varios brotes de
Peste Porcina Clásica, que tuvieron paralizado el mercado europeo en meses anteriores y que una vez superados, permitieron a final de año lanzar al mercado stock almacenado. El 13 de noviembre UPA CastiliaLa Mancha concentr en Tole-
A finales de año Castilla-La Mancha tenía su propuesta al Plan Nacional de Regad.Íos, en la que hemos participado, y a la que apoyamos porque contempla
las necesidades reales del futuro
do a ganaderos de toda la región para entregar una tabla con sus reivindicaciones a la Delegación del Gobierno y la Consejería de Agricu ltura, proceso que culminó con una manifestación en Madrid el 17 de noviembre en la que UPA Castilla-La Mancha movilizó a unos 400 ganaderos, ante la falta de medidas efectivas.
Con relación al vino estamos presentes en la Mesa Nacional de la Viña y del Vino y tras ladamos nuestra preocupación sob re la situación de este sector al Príncipe de Asturias, aprovechando su visita
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a Castilla-La Mancha, al presidente de la Junta de Comunidades y en varias reuniones a la Ministra de Agricultura.
La superficie sembrada de girasol en Castilla-La Mancha ascendía en la pasada campaña a más de 280.000 hectáreas sie11do nuestra región una de las mayores productoras en España y en la que existe una importante industria alrededor de este producto. Frente a las amenazantes propuestas de la Agenda 2000 para la reforma de la PAC que ponen en peligro el futuro del girasol, UPA Castilla-La Mancha movilizó a cientos de agricultores en la proVlhcia de Cuenca. También en 1998 se creó la Mesa para la defensa del Girasol que ha desarrollado una campaña de sensibil ización social en la que estamos participando.
Durante 1998, por parte del Ministerio del Medio Ambiente se ha seguido ap licando una política de discriminación respecto a Casti lla-La Mancha en materia de agua. Desde UPA se ha realizado una campaña de sensibi lización, en la que destaca la partic ipación de agricu ltores en las jornadas sobre el Agua, la Agricultu ra y el Medio Ambiente en Castilla-La Mancha celebradas el 25 y 26 de marzo en Villarrobledo, de donde surgió la iniciativa de crear la Unión por la Defensa del Agua en las cinco provincias de la región .
Por fin, a finales de año Castilla-La Mancha tenía su propuesta al Plan Nacional de Regadíos, en la que hemos participado, y a la que hemos apoyado porque contemp la las necesidades reales para encarar el futuro . Conseguimos el comprom iso del Gobierno Regional para defender que en la financiación de dicho Plan, el agricultor pague
con carácter general como máximo un 25% frente al 50% que pretende el Ministerio y a que pague en el último tramo de realización de las Inversiones y no, como pretende el Ministerio, que se pague por a,delantado. Asimismo le pedimos al Gobierno de Castilla-La Mancha que se esfuerce en conseg·uir un acuerdo en el que se contemple el 100% de los regadíos.
Los que más ayudas reciben en Casti lla-la Mancha, viven fuera de esta Comunidad. Ante esta situación, el 2 de diciembre, UPA Casti lla-La Mancha celebró unas jornadas sobre el Futuro Gie las Ayudas Comunitarias y la Modu lación de las Ayudas, en Cuenc-a, en las que se analizó la necesidad de un modelo viable de modu lación.
Los días 16 y 17 de diciembre se celebraron en Toledo de las Primeras Jornadas Regionales Mujeres del Campo, donde se presentó el Estudio de las Necesidades de Formación de las Mujeres Agrorurales de Castilla-La Mancha realizado por UPA.
Entre los aspectos internos resalta la firma de un convenio entr\') UPA y Caja Casti lla-la Mancha por diez mi l millones de ptas. del que podrán beneficiarse todos nuestros afi liados que deseen solicitar ayuda económica cuando atraviesen periodos de crisis. Destaca también la edición de la revista Tierra de Castilla-La Mancha' , cuyo primer número salió en octubre y que está integrada en un Plan de Comunicación regional enfocado a la difusión de las actividades del sind icato. Por último, señalamos la apertu ra de una nueva oficina en Villarrobledo, para atender a la Comarca de La Mancha.
ACCION SINDICAL DE UPA UNIONES TERRITORIALES
UPA-Castilla y León En vanguardia de la acción reivindicativa regional UPA-Casti lla y León se ha
convertido en la organización agraria que ha tomado durante 1998 el mando de la acción reivindicativa de la región, y es que ha sido la única que no se ha 'vendido' a los favores de la Administración .
UPA-Castilla y León se ha situado en defensa de los
remolacheros y de ahí que hayamos
solicitado, incluso en Bruselas, la
ampliación de cupo a la cooperativa castellana Acor
El campo castellano y leonés en 1998 estuvo marcadG por dos temas fundamentales. El primero es la reestructu ración del sector remolachero, que ha traldo consigo el cierre de las fábricas de Venta de Baños en Palencia y Veguell ina en León. Respecto a los cambios oiue se han producido en este sector, UPA-Casti-11a y Leó!71 se ha situado claramente en defensa de los inereses se los remolacheros y '.:le ahí que hayamos solicita:lo ante todas las administra:::iones e incluso en Bruselas a ampliación de cupo a la co-
operativa castellana Acor, por considerar que es la única garantla para mantener la ' españolidad ' de nuestro azúcar, y que en todo caso los cu ltivadores puedan llevar su remolacha a la fábrica donde libremente crean oportuno.
El segundo es el sector porcino, que puede considerarse como el otro gran y negativo titu lar del sector agrario en Castil la y León en 1998. Además de la conoc ida crisis de precios que hemos padecido Castilla y León ha sufrido también la tan temida Peste P0rcina Clásica, y ante la que UPA exigiió medidas contundentes a la Administración después de denunc iar que fue una peste de 'diseño' de los grandes propietarios.
Nuestra organ izac ión se alineó desde el principio con los más indefensos, que en este caso han sido una vez más los pequeños productores y ha pedido responsabilidades a la Admin istración por amparar y defender tan sólo los intereses mi llonarios de las integradoras.
De igual modo, UPA Castill a y León ha vue lto a poner especial énfasis en reivindicar la mejora de las estructuras agrari as, así como so luciones para la incorporación de jóvenes a la actividad agraria.
Los regadíos también han supuesto un punto de atención prioritario, e incluso mantuvimos distintos encierros, inc lu ido uno en la Confederación Hidr0gráfica del Duero, para pedir la puesta en marcha de los regadíos más urgentes y necesarios.
UPA-Comunidad Valenciana Apoyo a la interprofesional citrícola En la Comunidad Va len
ciana , la Unión de Pequeños Agricultores desarrolló a lo largo de 1998 una serle de charlas informativas en más de cuarenta municipios, con un temario amplio, haciendo hincapié sobre todo en los aspectosde mayor interés para los agricu ltores y ganaderos.
Desde esta Unión Territorial de UPA tenemos que destacar la buena acogida que han tenido los cursos y jornadas llevados a cabo. Los temas seleccionados para estas acciones formativas en la provincia de Valencia fueron la reconversión varietal de cítricos y la apicultura, mientras que en la provincia de Castel lón se centraron en citricu ltura , cunicultura, apicultura y ganaderla.
En el sector de cítricos, hemos coAtribuido y colaborado intensamente en el reconocimiento oficial de la Interprofesional citríco la "Naranjas y mandarinas . INTERCITR US' , como interprofesional de ámbito nacional. Durante el año 1988 se ha esta!Jlecido la Indicación Protegida de Cltricos
Desde UPAComunidad
Valenciana hemo:s contribuido y colaborado
intensamente en 1el reconocimiento
oficial de la interprofesional
citrícola
Es necesario llenar de contenido
normativo y legal los Consejos Municipales
~rarios, como órganos con ordenanzas
reguladoras del medio rural
de Valencia y también se ha puesto en fu ncionamiento el contrato tipo, aunque en la realidad fa lta mucho para que se aplique al 100% de las operaciones de compra-venta.
En UPA-Comunidad Valenciana estamos convencisos, y cada día más, de que los agricu ltores y ganaderos necesitan servicios como los que presta nuestra organización; sobre todo en materia de formación e información .
.. ............... 1 ..
También es necesario ll enar de contenido normativo y legal los Consejos Municipales Agrarios , como órganos con ordenanzas regiu ladoras del medio rural, capaces de dar respuestas a las necesidades de infraestructuras agrarias, que permitan un desarrol lo sostenible como complemento de la modernización y adaptación de nuestras explotaciones.
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ACCION SmDICAL DE UPA UNIONES TEBRITORIALES
UPA Extremadura Líderes en el campo extremeño
Sin duda, 1998 marcó una antes y un después en la
historia del campo extremeño. Las elecciones a Cámaras Agrarias, celebradas en mayo, culminaron con Ja vlc1orla de UPA en la provincia de Badajoz y consolidaron, pese a su juventud, el liderazgo de la Organización en esta región. Los comicios ag rarios permitieron que agricultores y ganaderos elig ieran libremente a sus representantes y lo hicieron con un alto Indice de partieipación. El resultado dio un fuerte respaldo a UPA-Extremadura, que concurría a las urnas como una organizac ión seria , profesional y sin fisuras Internas; con una sólida trayectoria en defensa de los intereses de las explotaciones profesionales. Y los agricultores y ganaderos extremeños entendieron el mensaje.
Con esos resu ltados abordamos con optimismo una nueva etapa de Ja organización extremeña en la que la regiona l ización de las dos Secretarías provinciales ocuparía un lugar privilegiado en nuestr9 plan de trabajo. A mediados de año iniciamos los trámites administrativos correspondientes para convert ir la unificación en una realidad y diseñamos una intensa tarea organizativa de información y de contacto con agricu ltores y ganaderos por toda la región. Así surge la Gestora Regional, órgano transitorio de gestión hasta la ce lebración del Primer Congreso Regional, celebrado en mayo de 1999.
En el ámbito sectorial, iniciamos el año con los ojos puestos en el olivar, L,Jn sector
que factura en Extremadura 20.000 millones de pesetas anuales y genera cuatro millones de jornales; de ahí la preocupación y el rechazo de UPA ante la propuesta de la Comisión para su reforma.
En Extremadura, UPA abanderó las mevil izaeiones contra la reforma y recog ió más de 50.000 firmas de adhesión en los diversos actos que protagonizamos a lo largo de tres meses de protestas . La campaña finalizó en mayo con un paro generalizado del sector en la región, que fue un éxito y estuvo respaldado por toda la sociedad extremeña.
El conflicto del maíz nos llevó de nuevo a las primeras páginas de la actualidad regional al mostrar nuestra intención de endurecer las protestas encaminadas a que se rectificase la Orden Ministerial por la que se reducía en 14.000 hectáreas la superficie extremeña. Desde la Plataforma en Defensa del Regadfo exigimos al Gobierno regional su intermediación en el conflicto que desde sus inicios suponía una clara discriminación en Extremadura respecto a otras comunidades.
Las elecciones a Cámaras Agrarias culminaron con la victoria de UPA en
la provincia de Badajoz y
consolidaron, pese a su juventud, el
liderazgo de UPA en esta región
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En 1998 creamos la Unión Sectorial de Frutas y Hortalizas, un sector de gran incidencia en la
economía extremeña por la mano de obra
que genera y el volumen
de ·facturación
Las reivindicaciones de los agricu ltores tuvieron como respuesta una circular de carácter interno emitida por el MAPA por la que se nacionalizaban los cupos a efectos de sobrepasamiento.
De la administración regional también reclamamos insistentemente la colaboración de la Junta de Extremadura para la puesta en marcha del Plan de Reestructuración de los viñedos extremeños afectados por la sequía entre los años 1994 y 1996. La propuesta de la organización incluía un plan de actuación sobre 11.000 hectáreas para recuperar los viñedos y dotarlos de unas estructuras más modernas.
En este ámbito, apagamos la euforia del Gobierno en torno a la reforma del vino y cri ticamos el excesivo entusiasmo con que había sido acogida la propuesta de reforma del sector. La organización apoyó con reserva dicha propuesta eh tanto que venía a mejorar la anterior, pero demandó una mayor dotación económica para medidas de promoción y
ayudas a la ren ta de los viticultores.
En el verano de 1998 creamos la Unión Sectorial de Frutas y Hortalizas, un sector de inagotable incidencia en la economía extremeña por la mano de obra que genera y el volumen de facturación . Precisamente este sector fue une de los más afectados por la irregularidad de la climato logía de 1998 que provocó graves daños en las coseG.hªs de. frutas. UPA no tardó en solicitar a la Junta de Extremadura una línea de créditos blandos con los que paliar los daños producidos.
Nl..lestra preocupación por las repercusiones de la Agenda 2000 quedó patente en los numerosos seminarios, jornadas y charlas informativas que impartimos a lo largo del año para mantener informados a los agricultores y ganaderos de la marcha de las negociaciones que se libraban en Bruselas.
La grave crisis del porcino nos llevó a manifestarnos en Madrid y no olvidamos otros sectores,como el de l arroz, para el que solicitamos su incorporación a la Agricu ltura Integral.lo que permitiría mejorar el nivel de renta de los agricultores.
Por su parte , AMURES (Asociación de la Mujer Rural y su Entorno Social), convocó a las mujeres rurales extremeñas a unas jornadas en las que debatieron aspectos re lacionados con las repercusiones en la Agenda 2000 y el desarro llo rural sostenible . La diversificación de activ idad en áreas rurales despertó también el interés de este colectivo, al que la asociación informó sobre las actividades que sirven de comp lemento a la renta agraria.
ACCION SINDICAL DE UPA UNIONES TERRITORIALES
Unións Agrarias (UPA-Galicia) Movilizaciones contra la supertasa
El balance de acción sindical de Unións Agrarias du
rante 1998 tuvo uno de sus acon tecimientos más significativss en los primeros meses del año, en relación con el sector lácteo. Unións Agrarias organizó el 20 de enero , junto con el SLG, una tractorada de rechazo a la supertasa láctea . No faltaron los golpes y las detenciones por parte de fuerzas de seguridad, en una protesta autorizada legalmente y en la que participaron miles de ganaderos. Unas semanas <después, más de 10.000 ganaderos gallegos y unos 8.000 tractores salieron a la calle los dlas 6 y 7 ele marzo para mostrar de nuevo su rechazo a la aplicación d.e la multa por exceder la cuota láctea.
Cientos de ganaderos se desplazaron hasta Madrid el ~O de mayo convocados por Unións Agrarias y UPA, bajo el lema 'El campo es vida', en un acto convocado para protestar por las propuestas que se manejaban en esas fechas en torno a la Agenda 2000.
Asimismo, Unións Agrarias mostró su disconform1das con la retirada de cantidades de la asignación provisional de cuota láctea practicada a algunos productores por el Instituto Lácteo Gandeiro de Galicia , ILGGA, cuando muchos de ellos la estaban util izando por tener ya su cantidad de referencia agotada.
En el sector del vacuno de carne, la Mesa de la Carne -en la que está representada Unións Agrarias- denunció la propuesta de la Comisión Europea de reducir los precios cie la carne un 30%.
Más de 10.00.0 ganaderos gallegos y unos 8.000 tractores
salieron a la calle los días 6 y 7 de
marzo para mostrar su rechazo a la aplicación de la
multa por exceder la cuota láctea
Unións Agrarias exigió el cierre de fronteras con Portugal por los casos de 'vacas locas' en el país vecino, petición que las autoridades españolas escucharon, pero que implicó que desde Portugal se vertieran acusaciones sin fundamento sobre la supuesta mala calidad de la leche gal lega.
Unións Agrarias criticó el nuevo plan de jubilación anticipada de la Xunta de Gallcia para los ganaderos, por la inseguridad jurldlca que genera y la imposibi lidad de incorporación de los jóvenes a las explotaciones, puesto que se obliga a una transferencia 'sin producción' .
En el caso del porcino, el incremento de la producción, la competencia extranjera y la cri sis rusa provocaron que, a partir de junio, se produjese una alarmante calda de los precios, que se situaron por
debajo de los costes de producción. Por ello, Unións Agrarias puso en marcha una campaña de sensibi lización y movi lización. Muestra de ello fue la manifestación del 17 de noviembre en Madrid para exigir medidas de urgencia para el sector, que contó con la presencia de cientos de ganaderos gallegos.
En el sector avícola, más de setecientos productores de pollos se manifestaron el 1 O de marzo en A Coruña convocados por Acriaga-Unións Agrarias, con el fin de reclamar la aprobación de una Ley de Contratos de Integración y exigir la fijación de un precio base por la crianza de cada pollo, movilización que también se produjo en otros puntos del Estado. Hubo numerosos encuentros a lo largo del ario de Acriaga con representantes del MAPA y de la Secretarla de Estado de la Seguridad Social, para elaborar una Ley de Integración para el sector y la consideración de trabajadores por cuenta ajena en el REASS de los productores de aves . Las mismas peticiones se pudieron escuchar en las 1 Xornadas de Avicultura en Galicia organizadas por AcriagaUnlóns Agrarias el 1 O de octubre en Sil leda (Pontevedra).
En el sector vitivinícola, Manuel· Vázquez y Pedro González lrago, Presidente del grupo Arnoia y Gerente de Bodegas la Patena-Fih de Sig lo respectivamente, fueron condenados cada uno a dos años, cuatro meses y un día por delito de falsedad y a un año más de prisión por estafa, después de la denuncia realizada por
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Unións Agrarias por la detección de contraetiquetas falsas, aunque resu ltaron absueltos del delito contra la Hacienda Pública. La audiencia de Ourense, eludió, no obstante, responsabilidades civi les o indemnizaciones en este caso . Unións Agrarias presentó recurso contra esta sentencia y exigió indemnizaciones para los viticultores del Ribeiro.
El Consello Regulador de la Denominación de Origen Ribeiro creó en junio comisiones de trabajo para llevar a cabo proyectos de promoción y contro l de la cosecha, implicando a todos los sectores representantes en el pleno.
En julio, Unións Agrarias calculó que los viticultores gallegos perderían durante 1998 alrededor de 3.000 mi llones de pesetas debido a las adversas y atípicas condiciones meteorológicas de los últimos años. Unións Agrari as solicitó a la Xunta y al Gobierno centra l ayudas para los product0res afectados , puesto que las pólizas de los seguros agrarios no cubren ciertos riesgos que fueron precisamente los causantes GJe las pérdidas de 1998. Por este motivo , el sindicato solicitó la revisión de las condiciones de las pólizas de seguro.
El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia estimó la demanda interpuesta por Unións Agrarias contra la aprobación provisional de la campaña 1994-95 en O Ribeiro, aprobada por el Consejo Regulador de la O.O. "sin con tar con la declaración de cosecha de los viticu ltores" . Dado que posteriormente el TSXG consideró válida la aprobación de cosecha, UUAA anunció que sus servicios jurídicos estudiarlan la viabilidad de un recurso de casación .
ACCION SmDICAL DE UPA UNIONESTEBBITORIALES
UPA-Murcia Alternativa para las explotaciones familiares La Unión de Pequeños Agri
cultores de Murcia ha consolidado en las urnas su alternativa de sindicalismo agrario para la defensa de los intereses de las explotaciones agrfcolas y ganaderas de esta Comunidad Autónoma.
En las elecciones a la Cámara Agraria celebradas el 29 de noviembre de 1998, UPA Murcia recib ió el 12% de los votos , que suponen tres representantes en la Cámara Agraria. Con estos resultados, UPA Murcia confirma su mo-
UPA-Navarra
delo de organización joven, comprometida con el futuro del campo murciano para mejorar la situación de las explotaciones fami liares ag rarias, facilitar la incorporación de los jóvenes al campo y tratar de asegurar un futuro digno a las nuevas generaciones en el medio ru ral.
De igual modo, UPA Murcia trabaja a diario para ser la organización con mayor representación directa en tGdos los foros de interlocución y negociación del sector agrario .
El respaldo de las urnas
E 1 año 1998 será recordado como el año más impor
tante en la joven experiencia de UPA-Navarra. La trascendente c ita que teníamos con las urnas en el mes de diciembre, se saldó con un balance positivo, a pesar de nuestra reciente imp lantación definitiva en Navarra, ya que partíamos con una enorme desventaja frente a dos organizaciones plenamente instaladas y organizadas en nuestra Comunidad Autónoma.
Y ahí es tuvimos, con una idea c lara, la defensa del ag ricu ltor y ganadero profesional dentro del máximo respeto a nuestras insti tuciones forales y a nuestra identidad prop ia como autonomía . Al final nos quedamos a menos de un punto del porcentaje necesario según la ley para alcanzar la 'representatividad' en la Cámara Agraria Provinc ial. Pero
nuestros resultados fueron señal inequívoca de que el mensaje de UPA Navarra había calado hondo en el sentir del campo navarro , a través de una candidatura joven, eficaz y diversificada por secto res, cuyos miembros están llevando a cabo una labor fundamental para la conso lidación de nuestra organización.
Pero, además de este hito tan importante en nuestra reciente historia en Navarra, antes, durante y después de las elecciones se ha seguido desarrol lando nuestra acción sindical. Hemos partic ipado en todos los foros de importancia para la agricultura y ganadería de la Comunidad Foral: Mesas de homologación de contratos de hortal izas (espárrago, tomate, etc.), Comisión Territorial de Seguros Agrarios de Navarra y Comisión del Medio Ambiente. Igualmente seguimos
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En las elecciones a la Cámara Agraria, UPA Murcia obtuvo tres repreientantes y confirmó, con el
respaldo de las urnas, su modelo de organización joven, comprometida con
el futuro
trabajando en el sector avícola, co laborando con la Plataforma Avícola Estatal , así como en la Junta Ejecutiva de la 1 nterprofesional de Forrajes Deshidratados.
De forma cotidiana se han atend ido numerosos problemas y consultas, sobre todo
UPA-Navarra acudió a las elecciones con una idea clara: la
defensa del agricultor y
ganadero profesional; y para ello contó con una
candidatura joven y representativa
Un compromiso que justi fica el hecho de que UPA Murc ia sea la organización que más y mejores servicios presta a sus afil iados en la región: servic ios jurídicos, fiscales, en relación con los seguros agrarios y con otras actividades.
Igualmente, la Unión de Pequeños Agricultores de Murcia es la organización que más se preocupa por la formación de los hombres y mujeres de l campo m.urciaQQ. Y pª ra c;umplir este objetivo, UPA Murc ia es la organización que desarrolla mayor número de cursos, seminarios , etc. sobre los temas de mayor interés para los verdaderos agricultores y ganaderos: los titulares de las explotaciones familiares .
del sector hortofrutícola y de todos los sectores ganaderos. Entre ellos, destaca la grave crisis que su fre el sector del porcino, que ha llevado a la desapari ción de numerosas explotaciones fam il iares en nuestra provincia. El servic io de atención al afil iado se está desarro llando con mucha demanda de servic ios como son las tramitaciones de primeras instalaciones de jóvenes agricu ltores, planes de mejora, solicitudes de subvenciones, matriculaciones de maqu inari a, proyectos de naves agrfco las y ganaderas, contabi lidades, y todo tipo de gestiones administrativas.
Otro punto importante en nuestra actividad durante 1998 ha la campaña informativa sobre nuestra propuesta de modulación de las ayudas de la PAC, a través de charlas y asambleas, para concluir con nuestra comparecencia ante la Comisión de Agricu ltura y Ganadería del ParlamentQ Foral de Navarra.
ACCION SmDICAL DE UPA UNIONES TERBITORIALES
UPA-La Rioja Con la mirada puesta en las elecciones a la Cámara Agraria
La acción sindical de UPALa Rioja durante 1998 se
desarrolló con la mirada puesta en la convocatoria de las elecciones a la Cámara Agrari a, que se ce leb raron en febrero de 1999, y en las que UPA obtuvo dos vocales.
En el balance anual sobresale la pasividad de las Administraciones en la transferencia de derechos de rep lantación de viñedo , que ha dejado a más de la mitad de los viticultores riojanos sin saber cuál es el resultado de sus solicitudes, presentadas desde el año anterior. UPA- La Rioja elevó un centenar de contenc ioso-administrativos en defensa de los derechos legítimamente adquiridos.
La Administración regional sigue sin reconocer que los cursos del Fondo Social Europeo que imparten las OPAs sirven para incorporación dejóvenes, con materi as específicas que se adaptan a la realidad del agricultor y ganadero, y fuera de su horario de trabajo. Mientras tanto, jóvenes de la Sierra eran obligados a bajar a Haro, para realizar cursos de incorporación en horario de funcionario, sin tocar nada de la actividad ganadera.
UPA-La Rioj a fu e disc rim inada por la Consejería de Agricu ltura en el reparto de Patrimonio Sindical, lo que originó la presentación de los correspondientes recursos.
UPA-La Rioja ha conseg uido un c recimiento afi liativo basado en la acción sindical, la formac ión y los servic ios. Así,
UPA-La Rioja ha conseguido un
importante crecimiento
afiliativo, basado en la acción sindical, la
formación y los servicios a
agricultores y ganaderos
a través de la Cooperativa de Servicios 'Valles de La Rioja' se presta atención técnica en fruticul tu ra y viticultura. UPA-La Rioja y la Cooperativa han sido las organizaciones que más acciones formativas han real izado en la Comunidad.
A través del proyecto Leader 11 se ha completado la formación en artesanías y se ha presentado un proyecto para la creación de una marca de garantía 'Carne de las Sierras de La Rioja' en vacuno extensivo.
UPA ha realizado intercambios con Unións Agrari as (UPA-Galicia), con visitas mutuas de viticultores de Rías Baixas y Rioja, y una visi ta conjunta a la región vi tivinícola de Baden en Alemania. En co laborac ión con UPA-Castilla y León, se visitaron las Denominaciones de Origen de Rueda, Ribera de Duero y Cigales.
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LEGISLACION NACIONAL 1998
rrero SEGURIDAD SOCIAL AGRARIA. Re
al Decreto 4/1998, de 9 de enero de
1998, por el que se fijó la revalori
zación de las pensiones del siste
ma de la Seguridad Social para
1998. El tipo de cotización en el Ré
gimen Especial de la Seguridad So-
ferencia para el año 1998, que fija
el Instituto Nacional de Estadistica
tomando como base datos de di
versos sectores económicos y que
se uti liza para el acceso a créditos
destinados a modernizar las explo
taciones. (BOE 28-2-98).
cia I Agraria durante 1998 fue del AYUDAS. Una Orden del MAPA de
·t 1.5% para los trabajadores por 11 de marzo prorrogó la presenta-
cuenta ajena y del 18, 75% para los ción de solicitudes de indemniza-
trabajadores por cuenta propia.
(BOE 10-1-98).
AYUDAS. Orden del 19 de enero de
1998 por la que se fijó el importe de
las ayudas destinadas a fomentar
el cese anticipado en la actividad
agraria para 1998. Coexistieron tres
planes de jubilac ión anticipada,
con importes distintos. La actuali
zación fue del 2, 1 % . En el caso de
transmisión. de exp lotaciones de
vacuno de leche, con objeto de que
la cuota lechera pasara a jóvenes
agricultores a través de la Reserva
Nacional, el importe de la prima fue
de 16.267, pero se actualizó aña
diéndole una cantidad que se ob
tenía multiplicando 87.500 ptas por
el número de vacas lecheras, cu
ya cuota se transfería dividiendo el
resultado por el número de hectá
reas tope y por el número de años
que le faltaran al cedente para
cumplir 70 años en el momento de
la cesión . (BOE 28- 1-98).
17 4/98, de 16 de febrero de 1998,
por el que se estableció el marco
normativo para repartir las cantida
des de referencia acumuladas du
rante varios años en la Reserva Na
cional Lechera. (BOE 17-2-98).
RENTA. Orden del MAPA de 19 de
febrero de 1998, por la que se fijó
en 2.887.061 pesetas la renta de re-
c ión compensatoria básica corres
pondiente a 1998 (BOE 13-3-98).
CHACOLÍ DE BIZKAIA. Orden del
MAPA de 24 de febrero de 1998
por la que se ratificó la modificación
del Reglamento de la Denomina
ción de Origen "Chacolí de Bizkaia
Bizkaiko Txakoli na" y de su Con
sejo Regulador (BOE 10-3-98 ).
ORGANIZACIONES AGRARIAS. Co
munidad de Extremadura. Ley
12/1997 de 23 de diciembre de las
Elecciones al Campo (BOE 6-3-98).
Programas de fo rmación. Orden
del 3 de marzo de 1998 por la que
se establecieron las bases regula
doras de las ayudas para progra
mas p lurirregionales de formación
dirigidos a los profesionales del
sector agroalimentarío y del mundo
rural (BOE 6-3-98).
AYUDAS A LOS FORRAJES. Una Or
den del MAPA de 24 de febrero de
1998 establecía los dispositivos de
aplicación del rég imen de ayudas
en el sector de forrajes desecados
en la campaña de comercialización
1998/99 (BOE 3-3-98) .
Variedades comerciales de plan
tas. Sendas Ordenes del MAPA de
12 de marzo de 1998 disponfaN la
inscripción de variedades de trigo
duro "Ray gran inglés" y maíz en
la lista de variedades comerciales
(BOE 31-3-98).
SEGURO DE INCENDIOS. Resolu
ción del 23 de febrero de 1998 de
210
la Dirección General de Seguros
por la que se publicaron las Condi
ciones Especiales y las tarifas de
Primas de Seguro de Incendio y
Daños Excepcionales por Inunda
ción en Paja de Cereales de invier
no Comprendido en el Plan de Se
guros Agrarios Combinados para el
ejercic io de 1998 (BOE 25-3-98) .
del MAPA de 3 de abri l de 1998 por
la que se adaptó el Reglamento CE
2502/97, por el que se fijaban las
primas a percibir por sacri fic ios de
terneros . Estas primas quedaban
asl:
- 75 ecus por animal, para los ani
males sacrificados hasta el 3 1 de
enero de 1997.
- 60 ecus por animal, para los ani
males sacrificados entre el 1 de fe
brero y el 13 de abril de 1997.
- 50 ecus por animal, para los ani
males sacrificados entre el 14 de
abril y el 1 de diciembre de 1997.
- 45 ecus por animal, para aquéllos
sacrificados después del 1 de di
ciembre de 1997.
No obstante, estos importes se in
crementaban en los siguientes su
puestos:
En el caso de los animales sacrifi
cados entre el 20 de enero y el 13
de abri l de 1997:
- 1 O ecus por canal de un peso no
superior a 110 kilos.
- 5 ecus por canal de un peso su
perior a 110 ki los, hasta 120 kilos.
En el caso de los animales sacrifi
cados entre el 14 de abril y el 30 de
junio de 1997:
- 30 ecus por canal de un peso no
superior a 11 O ki los.
- 15 ecus por canal de un peso su
perior a 110 Kilos, hasta 120 ki los.
En el caso de los animales sacrifi
cados entre el 1 de julio y el 1 de di
ciembre de 1997:
- 15 ecus por canal en un peso no
superior a 110 ki los.
- 7,5 ecus por canal de un peso su-
perior a 11 O kilos, hasta 120 kilos.
En el caso de los anímales sacrifi
cados después del 1 de diciembre
de 1997:
- 30 ecus para canales de un peso
igual o inferior a 110 ki los.
- 15 ecus para canales de un peso
superior a 11 O ki los, pero inferior a
120 kilos.
- 5 ecus para canales de un peso
superior a 120 kilos correspon
dientes a animales sacrificados en
tre el 1 y el 31 de dic iembre de
1997.
No se abonaron primas para ani
males sacrificados después del 30
de noviembre de 1998. El tipo de
conversión ap licado a los impor
tes mencionados fue el vigente el
primer día laborable del mes inme
diatamente anterior a aquél en que
el animal fue sacrificado. (BOE 16-
4-98).
INUNDACIONES. Real Decreto-Ley
2/1998 de la Jefatura del Estado, de
17 de abril, por la que se estable
cían medidas urgentes para repa
rar los daños causados por laE
inundaciones y temporales acaeci
dos entre noviembre de 1997 y fe
brero de 1998. (BOE 18-4-98).
HERBÁCEOS. Orden del MAPA de
21 de abril de 1998, por la que SE
vuelve a determinar los rendimien·
los medíos españoles: rendimientc
de cereal en secano, 2,2 Tm/Ha
rendimiento del maíz en regadío
6,5 Tm/Ha; rendimiento de otros ce
reales en regadío, 3,3 Tm/Ha; y ren
dimiento medio de cereales en re
gadfo, incluido el maíz, 4,6 Tm/Ha
(BOE 24-4-98).
PATATA. Real Decreto 617/98, qw
estableció medidas de apoyo a la!
agrupaciones de productores d1
patatas no fecu leras.
Las agrupaciones de productore:
de patatas de consumo podrán re
cibir ayudas anuales hasta el 200
para financiar acciones con objet:
vos concretados por el MAPA (BOi
29-4-98).
para las campañas 1999/2000 y si- otras disposiciones sobre las con-
guientes, la normativa del régimen diciones de las explotaciones de
de apoyo a los productores de tri- producción , y la necesidad de su
go duro en España. (BOE 24-6-98). homologación y control por las au-
APICULTURA. Orden del MAPA por toridades competentes, lo que obli-
la que se establecen ayudas a la gaba a un importante esfuerzo de
apicultura en el marco del Progra- endeudamiento por parte del sec-
ma Nacional Anual , con la que se
transcriben a la leg islación espa
ñola los programas comunitarios.
(BOE 8-5-98) .
ALIMENTACIÓN ANIMAL. Orden del
MAPA 6 de mayo de 1998 por la
que se modificó el anexo de la Or
den de 23 de marzo de 1998, por la
que se dictaron normas relativas a
los aditivos en la alimentación de
Los animales. (BOE 9-5-98).
PRODUCTORES DE SEMILLAS. Re
solución de 30 de abril de 1998, de
la Dirección General de Produccio-
1es y Mercados Agrícolas , por la
:;iue se concedieron nuevos títu los
je productores de semillas con ca
·ácter provisional y prórrogas a dis
intas entidades. (BOE 15-5-98).
ITunio JESARROLLO RURAL. Orden del
vlAPA de 21 de mayo de 1998, por
3 que se regulaba la aportación de
3 Administración General del Esta
la destinada a cofinanciar los pro
¡ ramas comarcales de desarrollo
ural acogidos al programa opera
ivo PRODER y a la iniciativa co
nunitaria LEADER 11. (BOE 9-6-98).
NUNDACIONES. MEDIDAS. Una Or
len del MAPA de 17 de junio de
998 completaba la normativa pa
~ el desarrollo del RO Ley 24/1997,
e 12 de diciembre, por la que se
doptaban medidas urgentes para
3parar los daños causados por las
1undaciones y temporales de vien
l del 5 y 6 de noviembre de 1997.
30E 20-06-98).
MODERNIZACIÓN DEL SECTOR LÁCTEO. Real Decreto 1486/1998,
de 1 O de julio , que establecía el
programa de modernización y me
jora de la competitividad del sector
lácteo, con los siguientes elemen
tos básicos:
- Creación de un Fondo Nacional
coordinado de cuotas lácteas, den
tro de la Reserva Nacional.
- Liberación de cantidades de re
ferencia que permitan constituir el
Fondo y alimentar la Reserva Na
cional .
- Asignación de las cantidades de
la Reserva Nacional.
- Ordenación de la estructura de la
recogida de la leche.
- Adecuación de mecanismos que
propicien una aplicación más equi
tativa de la tasa suplementaria .
- Codificación y adaptación de los
instrumentos de flexibilidad del ré
gimen de cuotas , transferencias ,
cesiones y trasvases.
Estos elementos se complementan
con medidas destinadas a fomen
tar el cese antícípado de la activi
dad agraria y acciones para la me
jora integral de las explotaciones y
compradores de leche con espe
cial atención de la mejora de la ca
lidad de la leche. (BOE 11-7-98).
l:ECHE. Real Decreto 1563/1998, de
17 de julio, que establecía medidas
para la mejora integral de las
explotaciones de producción y en
relación con los compradores de
leche.
Esta norma se derivaba de la en-
tor, tanto compradores como pro
ductores. En este sentido, el Real
Decreto de modernización y mejo
ra de competitividad del sector lác
teo preveia , entre otras medidas,
una línea de apoyo a la mejora in
tegral de las explotaciones dentro
de las cuales, por razones de opor
tunidad y atendiendo a las deman
das del propio sector, se estable
cía un marco general de ayudas,
que podía completarse económi
camente con las aportaciones de
las Comunidades Autónomas.
(BOE 1-8-98).
PLANES DE CUENCA. Real Decreto
1664/1998, de 24 de julio, por el
que se aprueban los planes. hidro
lógicos de cuenca . (BOE 11 -8-98) .
Septiemb1~e INDEMNIZACIÓN POR ABANíDONO DE PRODUCCIÓN LÁCTEA. REial De
creto 1931 /1998, de 11 de septiem
bre, por el que se amplía el plazo de
presentación de las solicitudes de
indemnización por abandono de la
producción láctea para el p1eriodo
1998/1999. (BOE 12-9-98).
AGRICULTURA ECOLÓGICA. Orden
de 16 de septiembre de 1998, por
la que se ratificó el Decreto
102/1996, de 7 de octubre, por el
que se regula la producción agra
ria ecológica y se crea el Consejo
Regulador de la Agricultura Ecoló
gica de Cantabria. (BOE 25-9-98) .
CUOTAS DE AZÚCAR. Orden de l
MAPA de 25 de septiembre de
1998 por la que se asignaban cuo-
!rada en vigor, el 1 de enero de tas de azúcar, que quedaban de la
de comercialización azucarera
1998/1999 a la empresa "Azucare
ra Ebro Agrícolas, SA" una cuota de
774.074 toneladas expresadas en
cantidades equivalentes de azúcar
blanco. con la siguiente distribu
ción:
Azúcar A: 742.911 Tm.
Azúcar B: 31 .163 Tm.
A partir de la campaña 1998/1999
desaparecen las cuotas de "Ebro
Agrícolas Cla de Alimentación SA"
y de "Sociedad General Azucare
ra de España, SA". (BOE 29-9-98).
Octubre ESE ANTICIPADO. El Real Decreto
2286/1998, de 23 de octubre , mo
dificaba el Real Decreto 1695/1995
de 20 de octubre, por el que se es
tablecía un régimen de ayudas
destinado a fomentar el cese anti
cipado en la actividad agraria. Las
modificaciones se centraban en
dos artículos. En concreto, el nue
vo texto del artícu lo 4 establece
que, para poder percibir las ayudas
que se fijan en el artículo 1 O -el otro
artículo modificado-, los cedentes
tendrán que haber cumplido 60
años sin haber llegado a los 65 en
el momento del cese. Se establece
una excepción para los titu lares de
explotacíones de vacuno de leche
con la cantidad de referencia, que
podrán jubilarse a partir de los 55
años, con la condición de que
transfieran su cantidad de referen
cia a la reserva nacional de cuotas
lácteas y lo soliciten en el plazo de
dos meses a partir de la concesión
de la indemnización por abando
no de la producción. Asimismo. se
establece que, en ningún caso, el
importe máximo de la prima por be
neficiario puede ser superior a la
cuantía resultante de multiplicar la
superficie agrícola utilizada de la
explotación, expresada en hectá
reas, por 47.500 pesetas.
RIGO DURO. Orden del MAPA de
:;¡de junio de 1998 que regulaba,
1998, de las exigencias relativas a
la calidad higiénica de la leche y
siguiente forma: ANIMALES BOVINOS. Real Decreto
- Se asigna a partir de la campaña 1980/1998, de 18 de septiembre,
211
por el que se establecía un sistema
de identificación y reg istro de los
animales bovinos. (BOE 23/10/98).
Seguros agrarios. Orden de 23 de
octubre de 1998 por la que se es
tablecla el Registro de Tomadores
para la con tratación colectiva de
los seguros agrarios combinados.
(BOE 28-10-98).
oviembre VACAS NODRIZAS. Una Resolución
de 31 de octubre de 1998, publ i
cada en el BOE del 11 de noviem
bre, de la Dirección General de Ga
nadería, por la que se establecía la
asignación de derechos de prima
por vaca nodriza procedentes de la
reserva nacional correspondientes
al ejercicio 1999.
CONTRATO·TIPO Contratación. Or
den de 12 de noviembre de 1998
por la que se homologa el contra
to-tipo de compraventa de semillas
de cereales destinadas a la fabri
cación de etanol como producto no
alimentario, que habría de estr en
vigor durante la campaña de co
merc ialización 1999/2000. (BOE
18-1 1-98).
ieiembre l\YUDAS COMUNITARIAS. El Real
Decreto de 19 de diciembre esta
blecla la normativa básica aplicable
a los siguientes reglmenes de ayu
das comunitarias: pagos compen
satorios a los productores de deter
minados cultivos herbáceos; pagos
compensatorios a los productores
de arroz; prima especial a los pro
ductores de bovino machos; primas
a las vacas nodrizas: prima com
plementaria de extensificación ; pri
ma a los productores de ovino y ca
prino y ayuda a la cria del ovino y
cap rino en determinadas zonas
desfavorecidas.
En las ayudas por superficie, se in
clulan como novedades: una única
LEGISLACION NACIONAL 1998
solicitud de ayudas por superficie y
primas ganaderas los productores
que deseen obtener: los pagos
compensatorios de herbáceos (ce
rea les, oleaginosas y proteagino
sas), arroz, leguminosas de grano,
lino y cáñamo, algodón (precio mí
nimo) , lúpulo, vacuno, ovino y ca
prino; asimismo, también tendrán
que presentar una solic itud única
aquellos ti tulares de explotaciones
que necesiten justificar la superficie
forrajera a efectos del cálculo del
factor de densidad ganadera.
De manera excepcional, la norma
tiva para el lino textil, el cáñamo y
el lúpulo establece también que los
cultivadores tendrán que presentar
una solicitud de ayuda específica,
que queda ya reflejada en los re
glamentos correspondientes a es
tos cultivos.
Como en campañas anteriores, pa
ra las oleaginosas quedan exclui
dos los pagos específicos a las su
perl icies con rendimientos iguales
o inferiores a 2 Tm/Ha (salvo ex
cepciones) y las destinadas al cul
tivo de arroz.
Igualmente, se ha acordado que
deberá utilizarse una dosis mlnima
de semillas certificadas, respetar la
rotación de cultivo y real izar las la
bores culturales tradic ionales.En
cuanto a los cu ltivos no alimenta
rios , la normativa aprobada es la
misma que en las campañas ante
riores. Se acuerda que quedarán
exentos de respetar los llmites má
ximos de retirada voluntaria y la ro
tación de cultivos de oleag inosas
los agricultores afectados por con
diciones climáticas o medioam
bientales excepcionales .
Para la campaña 1999/2000, la reti
rada de tierras obligatoria se lijó en
el 10%. Las modalidades podrán
ser fija o libre.
1 guamente, respecto a la retirada volun
taria, se ha acordado que ésta podrá ser
de 5 puntos más en regadlo mientras
que en secano la suma de ambas r:io podrá superar el 30%.
La nueva normativa establece que
para el arroz los pagos se abonarán
a las superfic ies de las parcelas
completamente uti lizadas y catas
tradas como de regadío.
Además, se establece que los pro
ductores deberán presentar antes
del 30 de septiembre de cada cam
paña una declaración de superficie
cultivada; otra de existencias en su
poder a 31 de agosto y una decla
ración sobre la producción total y el
rendimiento antes de finales de oc
tubre. Asimismo, para los industria
les se acuerda que deben presen
tar una declaración de existencias
antes del 30 de septiembre.
El Real Decreto también recoge el
plan de regionalización productiva,
los índices comarcales de barbe
cho tradicional en secano que de
ben respetarse en las distintas co
marcas y las superficies básicas de
secano y regadío.
En cuanto a las ayudas al vacuno,
la concesión se supedita a que la
densidad ganadera de la explota
ción no supere las 2 Unidades de
Ganado Mayor (UGM) por hectárea
dedicada a la alimentac ión de los
animales en el la mantenidos, de
acuerdo con la declaración de su
perficie forrajera realizada por el so
licitante.
La prima se concederá hasta un
máximo de 90 animales por explo
tación si los animales no están cas
trados o por tramos de edad si lo
están y no podrá exceder el límite
máximo anual asignado a España.
La prima por vacas nodrizas se con
cederá a quienes tengan asignado
un límite individual de derechos y a
aquellos que no vendan leche o
productos lácteos procedentes de
su explotación (o si la venden, que
tengan una cantidad de referencia
individual asignada igual o inferior
a 120.000 ki logramos).
En explotaciones con una densidad
ganadera inferior a 1.4 UGM por
hectárea, se ha acordado conceder
una prima complementaria por ex
tensificación. El importe de la prima
será superior para las explotaciones
cuya densidad ganadera sea infe
rior a 1 UGM por hectárea.
212
Para los productores de vacas no
drizas, así como para los de ovino y
caprino, el RO establece que se de
berán respetar unos períodos de re
tención del ganado por el que soli
citan ayudas en su explotación.
Igualmente, en el artículo 25 del RO
se establece que para los produc
tores de ovino y caprino las ayudas
estarán limitadas al número de de
rechos de que disponga el gana
dero, al tiempo que se concede una
ayuda específica de zonas desfa
vorecidas a quienes tengan al me
nos el 50% de la superficie de su
explotación en una de estas zonas
o en áreas de trashumancia tradi
cional.
El importe de la prima correspon
diente a los productores de corde
ros ligeros y de cabras será del 80%
de la que corresponda a los pro
ductores de corderos pesados, sin
perjuicio de las posibi lidades que la
normativa comunitaria otorga a los
productores de corderos ligeros de
percibir la prima completa corres
pond iente a la categoría pesada.
Asimismo, los productores de cor
deros ligeros y de cabras situados
en el territorio de las islas Canarias
percibirán los complementos que
estab lece el Reg lamento CEE
1601/1992. (BOE 19-12-98).
RENTA DE REFERENCIA. Una Orden
del MAPA establecía Ja renta de re
ferencia (que se util iza para deter
minar el Importe de las ayudas es
tructurales) en 2.979.238 pesetas,
de acuerdo con lo establecido en la
Ley 19/1995 de Modernización de
las Explotaciones Agrarias . (BOE
23-12-98) .
ORGANIZACIONES INTERPROFE·
SIONALES. Ordenes del MAPA por
las que se reconoce a la Asociación
Interprofesional de Limón y Pome
lo (AILIMPO) y a la lnterprofesiona
Citr[cola Española (INTERCITRUS)
como Organizaciones lnterprofe·
sional es Agroalimentarias de lm
sectores de naranja, mandarina, li·
món y pomelo. (BOE 2-12-98).
A ÑIL Coop. Vi nícola de Tomelloso
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16630 Mola del Cuervo (Cuenca) Tel. : 967 18 00 71
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1 3300 Valde?eñas (Ciudad Real) Tel. : 9_6 32 17 00
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13 200 Manzanares (Ciudad Real) Tel.: 926 61 03 09
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CRIA NZA
VARONES 95 S.A.T. Santa Rita
C/ San. Agustín . sin 16630 Mota del Cuervo (Cuenca)
Tel. : 967 18 00 7 1
PLATA ( ALZADILLA 96
Uribes Madero. S.L. Clra. Huete a Cuenca. km. 3
16500 Huele (Cuenca) Tel. : 91 302 20 54
BRONCE ÜRISTÁN 95
Juan Ramón Lozano. S.A. Avda Reyes Católicos. 156
02600 Viílarrobledo (Albacete) Tel. : 967 14 19 07
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Tel : 925 14 00 82
PLATA C AMPOS REALES 9 5 Coop. Ntra . Sra. del Rosario
C/ Castilla-La Mancha, 4 16670 El Provencio (Cucnc¡¡J
Tel: 967 16 60 66
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02 1 00 Tarazana de La Mancha {Albacele)
Tel. : 967 48 00 74
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022 70 Villamalea (Albacele) Tel. : 967 48 30 23
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Autovía de Andalucía. km 199 13300 Valdepeñas (Ciudad Real)
Tel : 926 32 24 00
PLATA V EGAVAL PLATA 9 1
Bodega Miguel Calatayud. S.A. C/ Postas. 20
13300 Va ldepeñas (Ciudad Real) Tel: 926 32 22 37
BRONCE PATA N EGRA 9 1
Bodega Los Llanos Ctra. Nacional IV. Km. 200
1 3 300 Valdepeñas (Ciudad Real) Tcl : 926 32 03 00
1~· ~ VlllOs de Castilla-La MctndJa _/' N1lumlmente buenctJ.
LEGISLACION EUROPEA 1998
Resumen de las principales disposi· la pérdida de renta y los importes IMPORTACIONES DE VACUNO. Rg- promoción en favor del consumo
ciones publicadas en el Diario Oifial de la prima pagadera por oveja y to. CE nº 853/98 de la Comisión, de de zumo de uva. (DOCE L-148, de
de las Comunidades Europeas cabra durante la campaña de 1997, 23 de abril de 1998, que modifica y 19-5-98).
(DOCE) durante 1998, en relación y el pago de la ayuda específica rectifica el Reglamento CE nº
con la agricultura y la ganadería. para la cría de ovinos y caprinos en 546/98 por el que se establecen, LÚPULO. Rgto. CE nº 1098/98 del
determinadas zonas desfavorecí- para el año 1998, las disposiciones Consejo , de 25 de mayo de 1998,
Enero PORCINO. Rgto. (CE) nº 2530/97 de
la Comisión, de 16 de diciembre de
1997, que modifica por sexta vez el
reg lamen to (CE) n1 913/97, por el
que se aprueban medidas excep
cionales de apoyo al mercado de la
carne de porcino en España. (DO
CE L-346)
CEREALES. Rgto. CE nº 23/98 de la
das de la Comunidad. (DOCE L-33,
de 7-2-98).
TABACO. Rgto. CE nº 284/98 de la
Comisión, de 3 de febrero de 1998,
por el que se modifica el Reg la
mento CEE nº 3478/92 en lo re
ferente a determinadas fechas lími
te en el sector del tabaco crudo.
(DOCE L-28 de 4-2-98).
Marzo Comisión, de 7 de enero de 1998, COMITÉS CONSULTIVOS. Decisión
por el que se modifica el Rgto. CE
nº 689/92 por el que se fijan los pro
cedimientos y condiciones de
aceptación de los cereales por par
te de los organismos de interven
ción. (DOCE L-4, de 8-1-98).
ACEITE DE OLIVA. Rgto . CE nº
94/98 de la Comisión, de 14 de
enero de 1998, re lativo a los con
tratos de almacenamiento del acei
te de oliva para la campaña de co
mercialización 1997/98. (DOCE L-
9, de 15-1-98).
ABANDONO DEL VIÑEDO. Rgto. CE
nº 191/98 de l Consejo, de 20 de
enero de 1998, por el que se mo
difica el Rgto. CEE nº 1442/88 so
bre la concesión, para las campa
ñas vitlvinlcolas 1988/89 a 1997/98,
de primas por abandono definitivo
de superficies vitícolas. (DOCE L-
20 de 27-1-98).
de la Comisión 98/235/CE de 11 de
marzo de 1998 re lativa al funciona
miento de los comités consultivos
en el marco de la Política Agraria
Común. (DOCE L-088, de 24-3-98) .
PORCINO. Rgto. nº 618/98 de la Co
misión de 18 de marzo de 1998, por
el que se modifica el Rgto. nº
1898/97 por el que se establecían
las disposiciones de aplicación en
el sector de la carne de porcino del
rég imen establecido en el Rgto. nº
3066/95 del Consejo y se derogan
los reglamentos CEE nº 2698/93 y
CE 1590/94. (DOCE L-082, de 19-
3-98).
Abril VACUNO DE INTERVENCIÓN DESTI·
NADO AL COMERCIO EXTERIOR.
Rgto. CE nº 788/98 de la Comisión,
de aplicación del régimen de im
portación de determinados pro
ductos del sector de la carne de va
cuno establec ido en la Decisión
97/831/CE del Consejo. (DOCE L-
122, de 24-4-98).
PRIMAS DEL TABACO. Rgto. CE nº
842/98 de la Comisión , de 22 de
abri l de 1998, por el que se modifi-
por el que se establecen medidas
especiales de carácter temporal en
el sector del lúpulo. (DOCE L-157,
de 30-5-98).
Junio AYUDAS A LOS CÍTRICOS. Rgto. CE
ca el Rgto. CEE nº 3478/92 relativo nº 1145/98 de la Comisión, de 2 de
a las disposiciones de aplicación
del régimen de primas previsto en
el sector del tabaco crudo. (DOCE
L-120, de 23-4-98).
ARRANQUE DE FRUTALES. Rgto .
CE nº 843/98 de la Comisión, de 22
de abril de 1998, por el que se mo
difica el Rgto . CE nº 2200/97 del
Consejo en Jo que respecta a la dis
tribución entre los Estados miem
bros de las superficies de perales,
manzanos, melocotoneros y necta
rinos que tienen derecho a una pri
ma por arranque. (DOCE L-120, de
23-4-98).
VINOS Y MOSTOS. Rgto. CE nº
847/98 de la Comisión, de 22 de
abril de 1998, por el que se modifi
ca el Rgto. CEE nº 3201/90 sobre
modalidades de aplicación para la
designación y presentación de los
vinos y mostos de uva. (DOCE L-
120, de 23-4-98).
Mayo
junio de 1998, que modifica el Re
glamento CE nº 1169/97 por el que
se estab lecen disposiciones de
aplicación del Rgto. CE nº 2202/96
del Consejo, por el que se estable
ce un régimen de ayuda a los pro
ductores de determinados cítricos.
(DOCE L-159, de 3-6-98).
PORCINO. Rgto . CE nº 1147/98 de
la Comisión, de 2 de junio de 1998,
que modifica por undécima vez el
Rgto. CE nº 913/97 por el que se
aprueban medidas excepcionales
de apoyo al mercado de la carne
de porcino en España. (DOCE L-
159, de 3-6-98).
DESTILACIÓN VÍNICA. Rgto. CE nº
1205/98 de la Comisión, de 10 de
junio de 1998, por el que se fi ja el
importe del anticipo sobre el coste
de salida de determinados pro
ductos de destilación vitiv inlcola
para 1999. (DOCE L-166, de 11-6-
98).
IMPORTE Y ANTICIPO DE LAS PRI·
MAS DEL OVINO. Rgto . CE n'
1213/98 de la Comisión. de 11 de
de 14 de abril de 1998, relativo a la PROMOCIÓN DEL ZUMO DE UVA. junio de 1998, por el que se deter·
Febrero PRIMAS DEL OVINO. Rgto. CE nº
316/98 de la Comisión, de 6 de fe
brero de 1998, por el que se deter
minan, para los Estados miembros,
venta , mediante un procedimien
to definido en el Rgto. CEE nº
2539/84, de carne de vacuno en
poder de determinados organis
mos de intervención y destinada
a ser exportada. (DOCE L-113, de
15-4-98).
214
Rgto. CE nº 1035/98 de la Comi
sión, de 18 de mayo de 1998, que
modifica el reglamento CE nº
1435/97, por el que se determinan
los Estados miembros en los que
pueden rea lizarse, con cargo a la
campaña 1996/97, campañas de
minan para la campaña de comer·
cialización de 1998 la pérdida de
renta estimada y el importe estima·
do de la prima pagadera por ovejé
y cabra, y por el que se lijan el im
porte del primer anticipo de diché
prima y el de un anticipo de la ayu·
da específica a la ganadería ovina
y caprina de determinadas zonas
desfavorecidas de la Comunidad
Europea. (DOCE L-167, de 12-6-
98).
Julio LINO Y CAÑAMO. Rgto . CE
1º 1420/98 de la Comisión, de 26
je junio de 1998, que modifica el
'.lgto . CEE nº 619/71 por el que
>e fijan las normas generales
je concesión de la ayuda para el
ino y cáñamo. (DOCE L-190 , de
l-7-98).
WUDAS AL ACEITE DE OLIVA.
~gto . CE nº 1482/98 de la Comi
:ión, de 1 O de julio de 1998, por el
1ue se fija para la campaña de
:omercialización 1996/97 la pro
lucción efectiva de aceite de oliva
el importe de la ayuda unitaria
. la producción . (DOCE L-195 de
1-7-98).
ILEAGINOSAS. Rgto. CE nº 1500/98
e la Comisión , de 14 de julio de
998, por el que se establecen las
antidades de referencia regiona-
1s previstas y el valor de los anti
ipos que han de abonarse a los
reductores de semillas de soja ,
::millas de colza y nabina y semi
iS de girasol para la campaña de
:imercialización de 1998. (DOCE
·198, de 15-7-98).
\gasto JTERVENCIÓN EN CEREALES. Rg
. CE nº 1724/98 de la Comisión ,
3 3 de agosto de 1998, por el que
¡ establece la inaplicación ex
ipcional del Rgto CEE nº 689/92
ir el que se fijan los procedimien
s y condiciones de aceptación de
:; cereales por parte de los orga
:;mos de intervención . (DOCE L-
6, de 4-8-98) .
l~Hdfi#:'3M~l iji1 ;{•)JSl:I Vfl:I
ALGODÓN. Rgto. CE nº 1844/98 de
la Comisión , de 27 de agosto de
1998. por el que se fija , para el al
godón sin desmotar, la producción
estimada para la campaña
1998/99. (DOCE L-240 de 28-8-98).
Septiembre IMPORTACIONES DE MAÍZ. Rgto.
CE nº 1907/98 de la Comisión, de 7
de septiembre de 1998, relativo a
la apertura de una licitación para la
reducción del derecho de impor
tación en España de maíz proce
dente de terceros países. (DOCE L-
248, de 8-9-98) .
RENDIMIENTOS EN OLIVAR. Rgto .
CE nº 1923/98 de la Comisión, de
1 O de septiembre de 1998, por el
que se fijan las medias de los
rendimientos en aceitunas y aceite
para las cuatro últimas campañas.
de 1993/94 a 1996/97. (DOCE L-
251 , de 11-9-98).
AZÚCAR. Rgto CE nº 1940/98 de la
Comisión , de 11 de septiembre, por
el que se revisa , para la campaña
de comercialización 1998/99 en el
sector del azúcar, el importe máxi
mo de la cotización B y se modifica
el precio mínimo de Ja remolacha B. (DOCE L-252 , de 12-9-98).
MIEL. Rgto. CE nº 2070/98 del Con
sejo, de 28 de septiembre de 1998,
ña de comercialización 1997'/98, los
importes de las cotizaciones a la
producción en el sector del azúcar.
(DOCE L-268 , de 3-10-98)
ANTICIPOS AYUDAS ACEITEi. Rgto.
CE nº 2095/98 de Ja Comisión, de
30 de septiembre de 1998, por el
que se fijan , para la campaña
de comercialización 1997 /98 , la
producción estimada de aceite de
oliva y el importe de la ayuda uni
taria a la producción que puEide ser
anticipada. (DOCE L-266 , de
1-10-98)
PAGOS COMPENSATORIOS A
HERBÁCEOS. Rgto. CE nº 2308/98
de la Comisión , de 26 de octubre
de 1998, por el que se modifica el
Rgto. CE nº 658/96 relativo a deter
minadas condiciones de concesión
de pagos compensatorios en el
marco del régimen de apoyo a los
productores de determinados cul
tivos herbáceos. (DOCE L-288, de
27-10-98) .
ESTRUCTURAS. Rgto . CE nº
2331/98 del Consejo, de 22 de oc
tubre de 1998, por el que se modi
fica el Rgto . CE nº 950/97 relativo
a la mejora de la eficacia de las es
tructuras agrarias . (DOCE L-291 ,
de 30-10-98) .
ACEITE DE OLIVA. Rgto. CE nº
2366/98 de la Comisión , de 30 de
octubre de 1998, por el que se es
tablecen disposiciones de aplica-
satsumas en la campaña de co
mercialización 1997/98. (DOCE L-
303, de 13-11-98).
PORCINO. Rgto. CE nº 2375/98 de
la Comisión , de 3 de noviembre de
1998, que modifica por décimooc
tava vez el Rgto. CE nº 913/97 por
el que se aprueban medidas ex
cepcionales de apoyo del mercado
de la carne de porcino en España
(DOCE L-295, de 4-11-98).
Diciembre AZÚCAR. Rgto. CE nº 2665/98 de la
Comisión de 10 de diciembre de
1998 que modifica el Rgto. CEE nº
2782/76 por el que se establecen
las modalidades de aplicación pa
ra la importación de azúcar pre
ferencial. (DOCE L-336, de 11-12-
98) .
PRECIOS DE LOS CORDEROS. Rgto.
CE nº 2787/98 de la Comisión de 22
de diciembre de 1998 por el que se
modifica el Rgto. CEE 1481/86 re
lativo a la determinación de Jos pre
cios de las canales de cordero fres
cas o refrigeradas comprobadas
en los mercados representativos de
la Comunidad y a la relación de los
precios de algunas otras calidades
de canales de ovino . (DOCE L-347,
de 23-12-98) .
COMERCIO EXTERIOR DE GANADO
que modifica el Rgto . CE nº ción del régimen de ayuda a la pro- OVINO Y CAPRINO. Rgto . CE nº
1221 /97 por el que se establecen ducción de aceite de oliva para las 2756/98 de la Comisión de 18 de
las normas generales de aplicación
de las medidas destinadas a mejo
rar la producción y comerciali
zación de miel. (DOCE L-270, de
30-9-98) .
Octubre AZÚCAR. Rgto. CE nº 2122/98 de la
Comisión , de 2 de octubre de 1998,
por el que se fijan, para la campa-
campañas de comercialización
1998/99 a 2000/01 . (DOCE L-293 ,
de 31-10-98).
Noviembre AYUDAS A CÍTRICOS. Rgto . CE nº
2437/98 de la Comisión, de 12 de
noviembre de 1998, por el que se
fija el importe de la ayuda definitiva
para las mandarinas, clementinas y
215
diciembre de 1998 por el que se
abren los contingentes arancelarios
comunitarios de ganado ovino y ca
prino y de carne de ovino y caprino
para 1999, y se establecen excep
ciones al Rgto. CE 1439/95 por el
que se establecen disposiciones
de aplicación del Rgto . CE nº
2467/98 del Consejo relativo a im
portaciones y exportaciones de
productos del sector de Ja carne de
ovino y caprino. (DOCE L-344, de
21-12-98).
SEDES DE UPA
UPA FEDERAL Agustín de Betancourt, 17. 3º. UPA CIUDAD REAL UPA LA PALMA UPASEGOVIA
Tels. 915541870/ 21 47 /23 41 Alarcos, 24. Carretera General, 7. Moral, sin Tel. 926 21 41 54 Tel. 922 45 09 68 Tel. 921594619
Fax: 91 554 26 21 13002 Ciudad Real 38720 San Andrés y Sauces 40440 Santa Marra de Nieva 28003 Madrid
UPA CÓRDOBA UGAL-UPA LEÓN UPA SEVILLA
UPA BRUSELAS Plaza de Andalucía, 9. 12A. Valcarce, 8. Alberche, 4-B, 1 •. Tel. 957 4219 10 Tel. 987 22 00 26 Tel. 95 464 82 21
Rue Grety, 11. 5º - 2. 14103 Córdoba 24010 León 41005 Sevilla Tel. y Fax: 00 - 322-219 18 27
UPA CUENCA UPALÉBIDA UPASOBIA 1000 Bruselas Bélgica Colón, 14. La Font, 4. Sagunto, 4. 1º D. Tels. 969 23 0060123 00 29 Tel. 973 42 61 15 Tel. y Fax: 975 2315 46 16004 Cuenca 25130 Algerri 42001 Sorla
UPA ALBACETE UPA BURGOS Herreros, 14. 0\liotoria, 17,8º. UPAGOMEBA UM.MADBID UPA 'lABBAGONA Tel. 967 24 22 36 Tel. 947 20 39 46 Ruiz Padrón, 19. Agustín de Betancourt, 17, 3ª. Ciudadela, 9. 02002 Albacete 09004 Burgos Tel. 922 87 09 38 Tel. 91 554 21 47117 31 Tel. 977 44 44 56
38800 San Sebastián 28003 Madrid 43500 Tortosa UPAALICAlfTE Vl'A (lÁCEBES de Gomera Pintor Lorenzo Casanova, 4. Santa María, 13, 1•. UPA MÁLAGA UPA TENERIFE Tel. 96 592 76 41 Tel. 927 41 74 74 UPA GRANADA Leandro Martínez Méndez Núñez, 84. 03003 Alicante 10600 Plasencia M. Pedro Fdez. Estévez, 8 Marín, 37. 12iz. Tel. 922 27 52 62
Tel. 958 28 83 43 Tel. 95 234 04 05 38001 Santa Cruz de Tenerif1 UPAALMEBÍA UPACÁDIZ 18003 Granada 29006 Málaga Chiclana, 5. Medina, 23-25, 1RA. UPA TOLEDO Tel. 950 49 26 44 11402 Jerez UPA GUADALAJABA UPA MURCIA Avda. de Toledo, 25-32, Of. 2 04760 Almería de la Frontera PI. Pablo Iglesias, 2. Santa Teresa, 1 O. 6°. Tel. 925 80 79 12
Tel. 949 22 39 80 Tel. 968 28 13 2-4 Talavera de la Rei11ª' UPA ANDALUCÍA SDGM-UPA CAN'lABBIA 19001 Guadalajara 30005 Murcia Alberche, 4B. 1 ª planta Santa Lucra, 43. UPA C. VALENCIANA Tels. 95 464 82 21 Tel. 942 31 06 59 UPAHI!IRBO UPA NAVARRA Arquitecto Mora, 7. 1930 981515 39003 Sanlander Dr, Quintero, 10. Avda. de Zaraggza, 12. Tel. 96 388 41 09 41005 Sevilla Tel. 922 55 02 34 Tel. 948 23 6450154 4601 O Valencia
UPA CASTELLÓN 38900 Valverde 31003 Pamplona UCA-UPAASTUBIAS PI. Gobella, 16. UPA VALLADOLID Marqués de Santa Cruz, 6. Tel. 964 45 01 21 UPA HUELVA UPA PALENCIA Panaderos, 58. Tel. 985 22 67 11 12500 Vinaros Puerto, 28. PI. Abilio Calderón, 4. Tel. 983 30 68 55 33007 Oviedo Tel. 959 24 42 11 Tel. 979 70 31 25 47004 Valladolid
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JUNTA DE ANDALUCÍA Interior Contra¡:iortada CAJA EXTREMADURA 60 GENERALITAT VALENCIANA 156
CAJA DUERO Contra¡:iortada CAJA RURAL DE ALMERÍA 138 GOVERN BALEAR 144
CAJAS RURALES DE CASTILLA-LA MANCHA 54 GOBIERNO DE CANTABRIA 148
ACOR 32 CEPSA 117 GOBIERNO DE LA RIOJA 163
AGRUPACIÓN DE COOPERATIVAS CETARSA 67 GOBIERNO DE NAVARRA 114
VALLE DELJERTE 209 COMITÉ ANDALUZ DE AGRICULTURA ECOLÓGICA 84 JOHN DEERE 106 ~ 147
ALFERSÁN, S.A. 112 COMUNIDAD DE MADRID 164 JUNTA DE CASTILLA Y LEÓN 12 ~ 92 ARGENT ARIA 5 DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE ALBACETE 48 JUNTA DE CASTILLA-LA MANCHA 6, 100, 150 ~ 213
AZUCARERA EBRO AGRÍCOLAS 128 DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE CÁCERES 31 JUNTA DE EXTREMADURA 159
BANCO HERRERO 143 DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE CIUDAD REAL 42 KVERNELAND PIMSA, S.A. 18
BANESTO 41 DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE CÓRDOBA 20 NEW HOLLAND ESPAÑA, S.A. 68
BASF 1 1 0~ 11 1 ENESA 186~ 187 QUEEN GIL INTERNATIONAL 176 ~ 177
BETA NUTROR, S.A. 170 EUROAGRO 127 RIEGOS IBERIA REGABER, S.A. 132~ 140
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