Antonio López Eire - Retórica antigua y retórica moderna

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 1 RETÓRICA ANTIGUA Y RETÓRICA MODERNA *  Hace unos sesenta años 1  se redescubre la retórica, un nuevo Mediterráneo helénico, y se vuelven a contemplar sus dos componentes esenciales, los mismos que eran propios ya de la facultad (!"#$µ%&) o arte ( '()#*) de la Antigüedad grecorromana, que enseñaba a reflexionar, razonar y expresar las ideas persuasivas mediante la razón-palabra ( +,-.&), esa dualidad privativa del lenguaje humano, empleada, justamente, en esas sus dos dimensiones, a saber: la dimensión del +,-.& en cuanto significado, o sea, “argumento”, y la del +,-.& en cuanto forma significante provista de significación, o sea: “palabra”. Ahora bien, la retórica moderna no renace ya como arte o conjunto sistemático de reglas derivadas de la observación y el uso continuado y ya familiar de su objeto, capaces de generar en quien las estudia y asimila la facultad de producir una actividad humana (en el caso de la retórica, el discurso persuasivo y elocuente) encaminada a un resultado útil (en el caso de la retórica, la persuasión del auditorio), sino como mera teoría, bien de la argumentación (Nouvelle Rhétorique), bien de las figuras del lenguaje (Rhétorique Genérale). Da la impresión de que se prefiere lo teorético a lo prescriptivo, se abraza entusiásticamente la teorización sobre los dos componentes fundamentales de la retórica, y, en cambio, se rechaza por acientífico, o sospechoso de serlo, todo lo que tenga trazas de recomendaciones, disposiciones o recetas de dicho arte. Establecida esta diferencia entre los puntos de vista vigentes antaño y los actuales, la verdad es, pese a todo, que el área de estudio de la moderna retórica es el mismo que el de la retórica originaria y primigenia, es decir, la retórica griega, que ya desde su nacimiento, concebida como el arte de la persuasión mediante et lógos (voz que, como es bien sabido, significa en griego antiguo tanto “argumento” como “palabra”), dedicaba a ambos componentes del discurso sus esfuerzos, sometiéndolos a estudio teórico y a observación minuciosa y atenta encaminada a la fijación de reglas o normas uniformes teórico-prácticas resultantes de la experiencia. Por eso ya en la  Retórica de Aristóteles, que es un arte, o sea, una disciplina teórico-  práctica, las labores de observación y teorización que competen al arte de la elocuencia son tres: la obtención de medios de persuasión para fabricar con ellos persuasivos argumentos, 2  actividad por la cual la retórica es un arte correlativo, homólogo y paralelo a la dialéctica; 3  la disposición ordenada de los materiales obtenidos de esa primera * “Retórica antigua y retórica moderna” tomado de  Humanitas 47, 1995:  871-907. Se ha eliminado intencionadamente la nota 1 debido a que se indicaba información de contacto del Dr. López Eire que ahora resulta inservible, sin embargo, se ha conservado la numeración original de las notas. N. del E. 1  El original dice “Hace unos cuarenta años…”, pero el texto se publicó hace diecisiete años, en 1995. El autor más conocido en este resurgimiento de la retórica fue Chaïm Perelman quien, junto con Olberchts Tytela publicó su La nueva re tórica.  Tratado de la argumentación, en 1958, (N. del E.). 2  Arist.,  Rh.,  1403b 7: /0  '1#2# $3 415'6%& 75.#'$% , “de dónde se obtendrán los medios de persuasión”. 3  Arist.,  Rh.,  1354a 1: 8 9*'.:%0; /5'%# <#'15':.=.& '> !%$+60'%0>, “la retórica es correlativa de la dialéctica”.

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    RETRICA ANTIGUA Y RETRICA MODERNA*

    Hace unos sesenta aos1 se redescubre la retrica, un nuevo Mediterrneo helnico, y se vuelven a contemplar sus dos componentes esenciales, los mismos que eran propios ya de la facultad () o arte () de la Antigedad grecorromana, que enseaba a reflexionar, razonar y expresar las ideas persuasivas mediante la razn-palabra (), esa dualidad privativa del lenguaje humano, empleada, justamente, en esas sus dos dimensiones, a saber: la dimensin del en cuanto significado, o sea, argumento, y la del en cuanto forma significante provista de significacin, o sea: palabra.

    Ahora bien, la retrica moderna no renace ya como arte o conjunto sistemtico de reglas derivadas de la observacin y el uso continuado y ya familiar de su objeto, capaces de generar en quien las estudia y asimila la facultad de producir una actividad humana (en el caso de la retrica, el discurso persuasivo y elocuente) encaminada a un resultado til (en el caso de la retrica, la persuasin del auditorio), sino como mera teora, bien de la argumentacin (Nouvelle Rhtorique), bien de las figuras del lenguaje (Rhtorique Genrale). Da la impresin de que se prefiere lo teortico a lo prescriptivo, se abraza entusisticamente la teorizacin sobre los dos componentes fundamentales de la retrica, y, en cambio, se rechaza por acientfico, o sospechoso de serlo, todo lo que tenga trazas de recomendaciones, disposiciones o recetas de dicho arte.

    Establecida esta diferencia entre los puntos de vista vigentes antao y los actuales, la verdad es, pese a todo, que el rea de estudio de la moderna retrica es el mismo que el de la retrica originaria y primigenia, es decir, la retrica griega, que ya desde su nacimiento, concebida como el arte de la persuasin mediante et lgos (voz que, como es bien sabido, significa en griego antiguo tanto argumento como palabra), dedicaba a ambos componentes del discurso sus esfuerzos, sometindolos a estudio terico y a observacin minuciosa y atenta encaminada a la fijacin de reglas o normas uniformes terico-prcticas resultantes de la experiencia.

    Por eso ya en la Retrica de Aristteles, que es un arte, o sea, una disciplina terico-prctica, las labores de observacin y teorizacin que competen al arte de la elocuencia son tres: la obtencin de medios de persuasin para fabricar con ellos persuasivos argumentos,2 actividad por la cual la retrica es un arte correlativo, homlogo y paralelo a la dialctica;3 la disposicin ordenada de los materiales obtenidos de esa primera

    * Retrica antigua y retrica moderna tomado de Humanitas 47, 1995: 871-907. Se ha eliminado intencionadamente la nota 1 debido a que se indicaba informacin de contacto del Dr. Lpez Eire que ahora resulta inservible, sin embargo, se ha conservado la numeracin original de las notas. N. del E. 1 El original dice Hace unos cuarenta aos, pero el texto se public hace diecisiete aos, en 1995. El autor ms conocido en este resurgimiento de la retrica fue Cham Perelman quien, junto con Olberchts Tytela public su La nueva retrica. Tratado de la argumentacin, en 1958, (N. del E.). 2 Arist., Rh., 1403b 7: , de dnde se obtendrn los medios de persuasin. 3 Arist., Rh., 1354a 1: , la retrica es correlativa de la dialctica.

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    funcin y ya trasladados al discurso,4 y el estilo en que ste debe aderezarse y hacerse realidad, una vez compuesto, mediante la diccin5, que, junto con la accin oratoria6, son los dos factores de la ejecucin del discurso oral.

    Sobre estas tres cuestiones (cmo lograr los medios de persuasin, cmo disponer los medios que se vayan logrando conseguir7, y cmo presentarlos mediante un discurso de elocucin digna y noble acompaada de adecuada entonacin y bien medidos gestos) la Retrica aristotlica especula y a la vez aconseja. Hoy en da la especulacin se acepta, pero los consejos no tanto.

    Los tratadistas de retrica de la Antigedad grecorromana desmenuzaron desde esa doble perspectiva el tema objeto de su disciplina de forma tan ejemplarmente concienzuda como exhaustiva, cuidando por igual la parte argumentativa, ms prxima a la filosofa y en concreto a la lgica y la psicologa, y la estilstica, en la que ms bien se plantean cuestiones lingsticas y de ndole literaria (recordemos, por ejemplo, cmo en los mismos comienzos del arte a los sofistas les encantaban las cuestiones tico-polticas y tambin las gramaticales y de interpretacin de textos literarios), y ello fue as porque por aquellos tiempos, en los que con mucha razn se desconfiaba de la Verdad absoluta y se preferan las verosimilitudes estimables a las aparentes y presuntas verdades indiscutibles8, el conocimiento y el dominio del arte de la elocuencia se consideraba esencial.

    Por esa tan extraordinaria estima se explica la aparicin en esa tan fructfera e 4 Arist., Rh., 1403b 8: , cmo hay que disponer las partes del discurso. 5 Arist., Rh., 1403b 14: , acerca de la elocucin. 6 Arist., Rh., 1403b 21: , lo referente a lo accin oratoria. 7 Aristteles en la Retrica alude nueve veces a su obra Tpicos, en la que, aunque primordialmente se ocupaba del silogismo dialctico, a la hora de tratar de los tpoi o lugares comunes de los que pueden derivar argumentos, nos proporciona las aplicaciones retricas del silogismo dialctico. Tambin su obra Sobre las refinaciones sofsticas, cuya doctrina sale a relucir asimismo en la Retrica, nos proporciona datos tiles para la argumentacin retrica. He aqu, por ejemplo, una de las frecuentes alusiones a aplicaciones tiles a la retrica que encontramos en esta obra, Sophistici Elenchi,174b 19:

    , ' , , , adems, tal cual precisamente se hace en los discursos retricos, asimismo en las refutaciones hay que considerar igualmente las contradicciones en las respuestas tira con respecto a las aserciones del mismo que habla. ora en relacin a lo que dicen o hacen aquellos a los que se reconoce que hablan y obran bien, o respecto a los que as parecen o los que les son semejantes, o bien con relacin a todos o la mayora de los hombres.

    La obra Sobre las refutaciones sofsticas es un apndice de los Tpicos, hasta el punto de que ofrece al final una especie de eplogo a modo de recapitulacin de las cuestiones consideradas en ambos tratados, Sophistici Elenchi, 183a 37:

    , nos propusimos encontrar una capacidad deductiva en lomo a los problemas propuestos, a partir de las premisas ms generalmente admitidas.

    A esta obrita la consideraba Aristteles parte de los Tpicos. As lo demuestra una cita de Sophistici Elenchi 170a 20 y ss. que introduce en la Retrica y dice as, Arist., Rh., 1358a 29:

    , , tal cual se ha hecho, en efecto, en los Tpicos, hay que distinguir entre los entimemas los especficos y los tpicos de los que hay que tomar los entimemas.

    8 Platn, Phaedrus, 267a 5: , ellos que vieron que lo probable era ms estimable que la verdad.

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    irrepetible poca de tratados tan cumplidos y ejemplares y desafiadores del veloz curso del tiempo como la Retrica de Aristteles, la Retrica a Alejandro adscrita poco slidamente9 a Anaxmenes de Lmpsaco, obras de Cicern como De inventione, De optimo genere oratorum, Orator, Brutus, la Rhetorica ad Herennium atribuida conjeturalmente a Cornificio10, la Institutio oratoria de Quintiliano y otros hasta llegar al De sublimitaie del Pseudo-Longino11, sin olvidar en el intermedio ni la labor de Hermgoras de Temnos, el rtor ms importante del perodo helenstico (vivi a mediados II a. C.) cuya obra reconstruimos gracias al De inventione de Cicern y a la ya mencionada Institutio de Quintiliano12, ni la de Hermgenes de Tarso (del s. II d. C.)13.

    Y tambin se entiende que, debido justamente al inmenso prestigio de la retrica de la Antigedad grecorromana, en la Edad Media14 la retrica formara parte del trivium juntamente con la lgica y la gramtica15. Entendida la retrica antigua como el arte

    9 Cf., V. Buchheit. Untersuchungen zur Theorie des Genos Epidiktikon von Gorgias bis Aristteles, Munich 1960, 207:

    In der Frage der Autorschaft der RaA mssen wir uns wohl oder ubel zu der Feststellung bescheiden, dass der Verfasser nach wie vor unbekannt ist und die Annahme. die Techne sei Anaximenes zuzusprechen, nicht mehr als eine Vermutung sein darf. Doch sprechen wichtige sachliche Grnde dafr, dass die RaA noch in das 4. Jahrhundert gehrt.

    10 Esta obra nos transmite los conocimientos y la enseanza de la retrica que eran vigentes a finales del siglo ii a. C. y comienzos de la siguiente centuria. A favor del siglo i a. C. como fecha de composicin se declara A. E. Douglas: Clausulas in the Rh., ad Herennium as evidence of date. CIQ 10 (1960) 65 ss. Refleja este tratado las enseanzas de un rtor romano que haba aprendido el sistema tradicional del Arte de una fuente griega. Cfr. F. Marx, Prolegomena, Incerti auctoris de ratione dicendi ad C. Herennium libri IV. Leipzig 1894. H. Caplan, [Cicero], Ad Herennium de ratione dicendi, Loeb Classical Library. Cambridge 1954, XV ss., D. Matthes, Hermagoras von Temnos 1904-1955, Lustrum 3 (1958) 58 ss.; cfr. especialmente 81 ss. A favor de la atribucin de la obra a Cornificio estn W. Kroll. Rhetorik. RE Supp VII (1940) 1100: Nach einer durch unsere berlieferung verschuldeten Pause von fast drei Jahrhunderten treten uns wieder zwei Handbcher entgegen: das des Cornificius und Ciceros Schrifl de inventione. Asimismo, G. Calboli, Conrificiana 2. Lautore e la tendenza politica della Rh., ad Herennium, Atti della Accademia di Bologna. Classe di scienze morali, Memorie, 51-2 (1965) y Rh., ad Herennium, Bolonia 1969, 3-11. En contra, H. Caplan, [Cicero], Ad Herennium de ratione dicendi, Loeb Classical Library, Cambridge 1954. 11 El desconocido autor de este tratado es con mucho el mejor crtico literario de la poca imperial de la literatura griega. Hay que situarlo probablemente en el siglo i d. C. Fue enorme su influencia posterior, sobre todo en el Romanticismo. Ello se explica bien si se piensa que a las tres virtudes de lo sublime que se pueden aprender (que son las que a nosotros nos interesan), a saber: las figuras del lenguaje, la eleccin o y la composicin de palabras o , aada un par de ellas innatas: la nobleza del pensamiento y la vehemencia de la emocin (cfr. Longin. 8). Cfr. W. Bhler, Beitrge zur Erklrung der Schrift vom Erhabenen, Gttingen 1964. 12 Cfr. C. W. Piderit, Commentatio de Hermagora rhetore, Hersfeld 1839. G. Thiele, Hermagoras: Ein Beitrag zur Geschichte der Rhetorik. Estrasburgo 1893. W. Jaeneke. De statuum doctrina ab Hermogene tradita, Leipzig 1904. D. Matthes, Hermagoras von Temnos 1904-1955. Lustrum 3 (1958) 58-214. 13 Cfr. R. Nadeau. Classical Systems of Stases: Hermagoras to Hermogenes, GRBS 2 (1959) 53-71; cfr. 71, n.49: The full story of the influence of Hermgenes has yet to be written. 14 Sobre la retrica en la Edad Media y su dependencia de la retrica griega, cfr. J. J. Murphy, Rhetoric in the Middle Ages: a History of Rh.l Theory from Saint Augustine to the Renaissance, Los ngeles 1981. Cfr. 3: No other ancient civilization but the Greek made such efforts to distill the fruits of analysis into usable precepts, and to transmit those precepts to other men for their future use. 15 J. J. Murphy. Rhetoric in the Middle Ages: a History of Rh.l Theory from Saint Augustine to the Renaissance, 44:

    Although Varros Disciplinarumn libri novem proposed nine subjects in the complete Roman curriculum, medicine and architecture had been dropped by the fifth century, leaving seven subjects which Capella (De nuptiis Philologiae et Mercurii) offers in the following orden: grammar,

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    (disciplina terico-prctica) de emplear atinadamente la lengua, en sus dos niveles de significante y significado, para lograr la persuasin hablando en pblico (as era en los orgenes) o tambin mediante los escritos ampliamente divulgados (as fue ms tarde), las reglas de la composicin oral o escrita variaron muy poco desde sus inicios hasta el siglo XIX y se distribuan en cinco captulos correspondientes a las cinco partes que en un orden lgico se establecan dentro del proceso de la elaboracin y la ejecucin del discurso por parte del orador: la invencin, que en realidad es el hallazgo del entramado argumental que el orador va a esgrimir; la disposicin, que es la organizacin en una estructura slida y bien ordenada del material al principio slo entrevisto y luego cabalmente escudriado en la operacin precedente: la elocucin, que es sencillamente la plasmacin del estilo, o lenguaje elegido, del texto del discurso, que por cierto depende, lgicamente, en gran medida del asunto que en el discurso se trata o del auditorio al que se dirige; la memoria, que consiste en la aplicacin de un cmulo de reglas para memorizar el texto del discurso, las palabras que van a ser pronunciadas; y la pronunciacin, que es la ejecucin misma del discurso siguiendo una tcnica determinada y bien precisa. Esta divisin del quehacer de la retrica en cinco partes a partir de las tres primitivas, a base de aadirles la memoria y la pronunciacin, incremento paralelo al de las partes del discurso que pasaron de cuatro (proemio, narracin, argumentacin a base de pruebas, y eplogo) es propio de la retrica helenstica tal como podemos reconstruirla apoyndonos en el De inventione de Cicern y la Rhetorica ad Herennium, que se dedic con especial inters al estudio de las partes de la oracin16.

    Sin embargo, no obstante la importancia que actualmente tiene y siempre tuvo la persuasin de los congneres mediante el uso de la palabra pronunciada en pblico es decir, ante los tribunales de justicia (oratoria judicial), en las asambleas (oratoria deliberativa) y en las reuniones festivas o las ceremonias conmemorativas (oratoria epidctica)17 y la consiguiente consideracin de que en el pasado goz y debera seguir an hoy gozando el arte de la retrica, encargado de facilitar la teora y las reglas de la elocuencia, lo cierto es que a esta disciplina se le colg ya desde antiguo el sambenito de ser artificiosa y algo as como el arte en e! que tienen su connatural asiento todo engao, artera, simulacin y astucia.

    Hasta tal punto es esto cierto e innegable, que una figura retrica pasa normalmente por ser una disposicin artificiosa de las palabras en busca de un nfasis particular o ms expresividad o mayor efecto, y una pregunta retrica es una

    dialectic, rhetoric, geometry, arithmetic, astronomy and music. The encyclopedias of Isidore and Cassiodorus confirm this general sequence in the following century, thus fimily establishing the typical pattern of trivium and quadrivium.

    16 Cfr. F. Marx, Prolegomena, Incerti auctoris de ratione dicendi ad C. Herennium libri IV, Leipzig 1894. H. Caplan, [Cicero], Ad Herennium de ratiane dicendi, Loeb Classical Library, Cambridge 1954. D. Matthes. Hermagoras von Temnos 1904-1955, Lustrum 3 (1958) 58 ss. 17 Aristteles, Rh., 1358b 6: ' , , , , de modo que necesariamente vienen a resultar tres gneros de los discursos en retrica: deliberativo, judicial, demostrativo.

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    interrogacin que no espera respuesta o cuya respuesta es, en mayor o menor grado, evidente.

    De modo que aun hoy da da la impresin de que en la retrica como arte o disciplina prctica todo es ficticio, artificioso y muy alejado del mundo de la naturalidad, en el que, segn una errnea concepcin de mente estrecha, las palabras se dicen los das de diario de una determinada manera ajena a la variacin por la que las figuras retricas introducen la diccin elegante propia de los das festivos, y en el que las preguntas que se lanzan al aire para que las perciba un interlocutor esperan necesariamente la contestacin de ste.

    Nada, pues, tiene de extrao que en el presente siglo se tolere la retrica convertida en ciencia terica capaz de estudiar ya la argumentacin de un discurso ya las potencialidades de las palabras, pero surjan inmediatamente recelos de la retrica tradicional, peyorativamente concebida como un arte cargada de reglas y principios acerca de la argumentacin a base de argucias y sofisteras y acerca de una expresin afectada y grandilocuente.

    Pero ni es cierto que la retrica aspire a mera palabrera y artificio, ni lo es que la retrica sea el arte que ensea a amaar los argumentos para que, contando con ellos hbilmente dispuestos en discursos artsticamente adobados, se beneficien individuos arteros, taimados, ladinos y engaadores, pues la retrica no produce necesariamente, por ella misma, discursos de esa guisa, antes bien, se mueve con mayor naturalidad y consigue mejor su objetivo, que es la persuasin, operando con argumentos verdaderos y nobles, porque lo verdadero y lo noble es siempre por naturaleza ms y ms persuasivo ( )18, ya que lo verdadero y lo justo son siempre por naturaleza superiores a sus contrarios, de modo que si los veredictos no resultan como es debido, la derrota se debe necesariamente a los abogados en persona19.

    Slo la retrica mal empleada como arte puede producir tan indeseables resultados, pero la culpa no ser del arle de la retrica en s, sino de quien mal usa de ella. Del mismo modo se puede usar mal de bienes que son indiscutiblemente eso, es decir, cosas buenas por su propia esencia, como, por ejemplo, la fuerza, la salud, la riqueza y el generalato20.

    18 Arist., Rh., 1355a 38. 19 Arist., Rh., 1355a 21:

    , , ' , y la retrica es til porque lo verdadero y lo justo son siempre por naturaleza superiores a sus contrarios, de modo que si los veredictos no resultan como es debido, la derrota se debe necesariamente a los abogados en persona.

    20 Arist., Rh., 1355b 2: ' , , y si se objetara que podra hacer grandes daos quien hiciera uso. obrando contra la justicia, de tan gran facultad para los discursos, esa acusacin la comparte con todas las dems cosas buenas excepto la virtud, y sobre todo con las ms tiles, como la fuerza, la salud, la riqueza, el generalato.

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    Muy al contrario, el arte de la retrica, manejado por un orador inteligente, produce discursos sinceros y verdaderos, ya que es un arte que atiende fundamentalmente a pronunciar discursos hermosos y hbilmente destinados a su auditorio mediante la previa elaboracin de argumentos verosmiles que constituyen su sustancia, y, la verdad sea dicha, nada es tan verosmil ni tan digno de confianza al menos para Aristteles21 y para un servidor como la misma verdad y nada hay tan atractivo y seductor de los oyentes ni tan fcil de probar como los mejores propsitos, intenciones y propuestas del orador cuando ste los expone noblemente, sin doblez, sintindolos de verdad.

    La retrica nos ensea a defendemos con la razn discursiva, con el , con esa razn que, adems de ser susceptible de plasmarse en un discurso, descubre en la verdad el argumento ms persuasivo y fcil de probar, y nos proporciona de este modo una defensa ms especficamente humana que la que se ejerce mediante la fuerza corporal, que no es en absoluto deshonrosa cuando es legtima.

    Y, entonces, si un hombre puede y debe defenderse legtimamente con su vigor corporal, e incurre en oprobio si no es capaz de hacerlo, cmo no va a ser aceptable, lcito y justo argumenta compactamente el Estagirita servirse para la autodefensa de un instrumento como la razn discursiva trasladable al discurso, el , que es una facultad ms especfica del hombre que el servicio de su cuerpo? Doblemente deshonroso sera, dada la mayor especificidad humana de la razn con respecto a la fuerza bruta, que no tuviera un hombre capacidad para hacerlo22.

    En el concepto aristotlico, la retrica es un arte que no atae a ningn gnero particular23 y definido de asuntos24, sino de general aplicacin como lo es la dialctica25, de la cual es correlativa26 u homologa, cuyo objeto es en primer lugar examinar las posibilidades o fundamentos de los medios de persuasin con los que se cuenta en cada caso27 y a continuacin, tras haber examinado de dnde se obtendrn esos instrumentos

    21 Arist., Rh., 1355a 37:

    ' , pero siempre la verdad y lomejor son por naturaleza ms fciles de probar con silogismos y ms apropiados para persuadir, por decirlo de una vez por todas.

    22 Arist., Rh., 1355a 39: , ' , sera absurdo que fuera deshonroso no poder uno prestarse auxilio a s mismo con el cuerpo y que no poder hacerlo con la razn no lo fuera, cuando esta prctica es ms especfica del hombre que el servirse del cuerpo.

    23 Arist., Rh., 1355b 34: , las reglas de este arte no versan sobre ninguna clase particular y bien definida de asuntos. 24 Arist., Rh., 1355b 8: , ni es propia de ningn gnero definido de asuntos. 25 Arist., Rh., 1355b 9: , sino tal cual la dialctica. 26 Arist., Rh., 1354a 1: , La retrica es correlativa a la dialctica (sc. como son correlativas, homlogas y correspondientes entre s la estrofa y la antstrofa de una oda coral). 27 Arist., Rh., 1355b 25: , facultad de considerar en cada caso el medio de persuasin que cabe emplear. Arist., Rh., 1355b 10: , examinar los medios de persuasin que hay en cada caso.

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    de persuasin, estudiar la manera en que se expondrn mediante una forma de elocucin28 que sea excelente, es decir, dotada de excelencia, de aret, que, en el caso de la prosa oratoria, consiste pura y simplemente en la claridad y la adecuacin al tema29. Ha de ser clara la elocucin, porque si no muestra su significado con claridad no estar cumpliendo con su cometido30, y adecuada al tema, porque no ha de ser ni baja ni ms alta que el merecimiento del asunto tratado31.

    Resulta, por consiguiente, que la antigua retrica, a juzgar por la obra maestra y capital que es la Retrica de Aristteles, se sita como arte, es decir, como disciplina terico-prctica, entre la filosofa32 y la potica, o, ms concretamente, entre la dialctica y la potica de la prosa.

    Es prctica porque ensea a hablar bien, es decir, a exponer con precisin y elegancia una serie de argumentos persuasivos que han sido previamente elaborados metdicamente, del mismo modo que la dialctica nos ensea a argumentar sobre cualquier problema que se nos proponga, partiendo de premisas probables, y evitando, al argumentar, incurrir en contradicciones33.

    La dialctica, tal como la expone el Estagirita en Los Tpicos, estudia el silogismo dialctico, basado en premisas que son meramente probables, en contraposicin al silogismo demostrativo o cientfico, cuyas premisas son verdaderas e inmediatas, que constituye el tema central de Los Analticos Posteriores34. Y a argumentar debidamente, sirvindonos del silogismo dialctico, sobre cualquier problema propuesto, o sea, a manejar confiadamente y con conocimiento de causa el silogismo dialctico nos ayudan inestimablemente los o lugares comunes de la

    28 Arist., Rh., 1403b 7: , , lo uno de dnde se obtendrn los medios de persuasin, y, lo segundo, sobre la elocucin. 29 Arist., Rh., 1404b 2: , que sea clara y adecuada al tema. 30 Arist., Rh., 1404b 2: , pues si no muestra, no estar cumpliendo su cometido. 31 Arist., Rh., 1404b 3: , ni humilde ni por encima de sus merecimientos. 32 J. J. Murphy. Rhetoric in the Middte Ages: a History of Rh.l Theory from Saint Augustine to the Renaissance, 5:

    The philosophical nature of the Rhetoric becomes more evident when the reader examines Aristotles Tpica and De sophisticis elenchis, two closely related logical works. Inasmuch as these works provide both a commemary on the Rhetoric and a key to understanding certain Romn doctrines, a close examination will be useful.

    33 Aristteles, Topica 100a 18: ' , , el propsito de este tratado es encontrar un mtodo a partir del cual podamos argumentar sobre cualquier problema propuesto, partiendo de premisas probables. y que nosotros mismos, segn vayamos sosteniendo un argumento, no digamos nada opuesto a l.

    34 Aristteles, Analytica Posteriora 71a 1: . , toda enseanza y aprendizaje presuponen raciocinios a partir de conocimientos preexistentes. Esto es evidente si lo consideramos en las diferentes ramas del aprendizaje, pues las ciencias matemticas y todas y cada una de las dems artes se adquieren de esa manera.

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    argumentacin, que son con relacin al silogismo dialctico (o sea, el basado en premisas meramente probables) comparables funcionalmente a lo que son los axiomas respecto de los silogismos demostrativos. Los lugares comunes, que no harn de quien los conozca un especialista en ninguna ciencia porque no versan sobre ningn objeto particular35, vienen a ser como los cmodos casilleros o carpetas de un archivador, de los que podemos obtener los argumentos con los que pertrechar el silogismo dialctico36. Un es, por ejemplo, que el gnero tiene que ser siempre ms amplio que la especie37, por lo que hay que estar atento al hecho de que en el curso de una discusin nuestro adversario incluya el gnero dentro de la especie, como hiciera Platn en el Teeteto al definir la locomocin como un impulso ( , , , digo que son dos las especies del movimiento, la alteracin y el impulso)38. En realidad, argumenta Aristteles, el impulso se dice por lo general de los objetos que cambian de una posicin a otra involuntariamente, tal como acontece en los seres inanimados39. La retrica antigua es, en efecto, un arte activa, de accin40, porque su utilidad se contiene sobre todo en la realizacin, actualizacin y ejecucin del discurso oral41, cuyo argumento previamente se ha meditado, se ha dividido en partes bien trabadas entre s y se ha acomodado a una determinada elocucin escogida, apropiada y selecta.

    Pero adems de arte o disciplina eminentemente prctica, la retrica puede ser terica, pues no se agota cuando el orador est callado y no perora42 sino ms bien reflexiona sobre un asunto y contempla los objetos de sus estudios apartado de la profesin y disfruta del puro placer de la literatura43. Aun en esos momentos de sosiego y contemplacin cabe la retrica y se hace realmente retrica.

    Aristteles, en un mismo captulo de la Retrica, especula sobre las diferencias y 35 Arist., Rh., 1358a 21: , y aquellos (sc. los lugares comunes) no harn de nadie un especialista en ningn gnero de ciencia, pues no versan sobre ningn objeto particular. 36 Arist., Rh., 1358a 29:

    , . ' ' , , tal cual se ha hecho, en efecto, en los Tpicos, hay que distinguir entre los entimemas los especficos y los tpicos de los que hay que tomar los entimemas. Llamo especficos a las premisas propias de cada gnero particular; lugares a los que son comunes igualmente a lodos.

    37 Aristteles, Topica 122b 35: ' , , y es evidente que precisamente en los ejemplos propuestos la especie se dice en un sentido ms amplio que ci gnero, malicio debera ser al contrario.

    38 Platn, Teeteto 181d 5. 39 Aristteles, Topica. 122b 33: , pues el impulso se dice por lo general de los objetos que cambian de una posicin a otra involuntariamente, tal cuino acontece en los seres inanimados. 40 Quintiliano, 2, 15, 8: dicatur activa vel administrativa, llmesela arte prctica o de gestin. 41 Quintiliano, 2, 15, 8: quia maxime eius usus actu continetur, porque su empleo se localiza sobre lodo en el marco de la accin. 42 Quintiliano, 2, 18, 3: erit enim rhetorice in oratore etiam tacente, habr retrica en un orador aunque est callado. 43 Quintiliano, 2, 18, 3-4: ipsa rei inspectione contenta, ella misma contenta con el examen del asunto; pura voluptas linerarum, el puro placer de las letra.

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    similitudes que existen entre el estilo de la prosa y el estilo potico (vertiente terica de la retrica), remitiendo, incluso, al lector a su obra Potica para la consulta de cuestiones referentes al estilo de la poesa44, y al mismo tiempo y sin empacho alguno nos recomienda que a nuestra lengua, al hablar en pblico, le demos un aire extranjero45 que la aparte de lo que constituye el uso comn y ordinario46 (vertiente prctica de la retrica), para que de este modo se convierta en objeto de admiracin, ya que los hombres admiran lo remoto y lo que se admira resulta agradable47 (de nuevo, vertiente terica de la retrica).

    Lo mismo hace el Estagirita al tratar del componente de dialctica que hay en la retrica: Por ejemplo, nos ensea a distinguir los entimemas especficos de los universales o tpicos para que luego de stos y slo de stos aprendamos a obtener entimemas (o silogismos laxos) tiles en la retrica48. De los lugares comunes o , precisamente, se nutren los silogismos dialcticos y retricos, por lo que los unos y los otros se valen de lugares o entimemas comunes a temas de derecho, de fsica, de poltica y de otras disciplinas especficamente diferentes49. A continuacin, a guisa de ejemplo, cita el Estagirita el ; del ms y del menos ( ), descrito ms adelante en los siguientes trminos: si ni siquiera los dioses lo saben todo, difcilmente podran saberlo los hombres; es decir, si no tiene algo aquel al que ms correspondera tenerlo, es evidente que tampoco lo tendr aquel al que correspondera menos tenerlo50. Desde sus orgenes, pues, conviven en la retrica la teora y la prctica, la especulacin y las aplicaciones concretas.

    Pues bien, comprobado el carcter de disciplina terico-prctica de la retrica antigua, que procede, en un zig-zag continuo, de la contemplacin especulativa al consejo de utilidad inmediata, del examen terico a la recomendacin prctica, de la descripcin a la regla o norma concretas, examinemos ahora la naturaleza esencial y estrictamente terica de las actuales retricas.

    La primera retrica que fue redescubierta en el presente siglo, el siglo de la

    44 Arist., Rh., 1404a 39: ' , pero acerca de aquel (sc. el estilo potico) se ha hablado ya en los tratados sobre la potica. 45 Arist., Rh., 1404b 10: , es menester dar a nuestra habla un aire extranjero. 46 Arist., Rh., 1404b 8: , pues el apartarla de lo ordinario la hace aparecer ms venerable. 47 Arist., Rh., 1404b 11: , , pues son admiradores de lo remoto y lo admirable es placentero. 48 Arist., Rh., 1358a 29:

    , . ' ' , , tal cual se ha hecho, en efecto, en los Tpicos, hay que distinguir entre los entimemas los especficos y los tpicos de los que hay que tomar los entimemas. Llamo especficos a las premisas propias de cada gnero particular; lugares a los que son comunes igualmente a todos. Entindase que las premisas (mayor y menor) equivalen a un entimema o silogismo imperfectamente planteado por ser sus panes suficientemente evidentes.

    49 Arist., Rh., 1358a 12. 50 Arist., Rh., 1397b 12.

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    televisin, la publicidad y la propaganda, la Nueva Retrica51 (Nouvelle Rhtorique), reacciona contra la reduccin de la retrica clsica a una especie de estilstica a causa del racionalismo imperante desde mediados del siglo XVII al XIX52, y, consiguientemente, protesta del hecho de que esta disciplina se entienda no como arte o tratado de la persuasin, que es lo que en su origen fue, sino como manual del estilo o conjunto de las normas y recomendaciones contenidas en uno solo de los tres libros el III de la Retrica aristotlica, o, peor an, como el estudio de una larga lista de figuras para lograr un estilo florido y vaco, carente de contenido filosfico alguno, lo que resultaba de la aplicacin a la prctica de una concepcin del arte de la elocuencia que fue arrastrndose desde la poca postciceroniana y fue retomada en el espacio cronolgico comprendido entre los siglos XVII y XIX.

    As, en consecuencia, se acerca a las preocupaciones del Renacimiento, se presenta como teora de la argumentacin, concibe la retrica, al aristotlico modo, como un arma de la dialctica, que el propio Aristteles entenda como el arte de razonar a partir de opiniones generalmente admitidas53, y, por lo tanto, se acomoda muy a gusto y de muy buen talante en el seno de la retrica greco-latina al coincidir con ella en la consideracin de que toda argumentacin se desarrolla en funcin de un auditorio, lo que implica que existe un mecanismo del pensamiento de fundamental importancia a la hora de intentar persuadir a los dems haciendo uso de la palabra.

    Aristteles, en efecto, haba definido la retrica, arte de hablar en pblico, como la facultad de contemplar los posibles medios de persuasin en relacin con cualquier cuestin en particular54, sin que las reglas de este arte se refieran a ninguna clase particular y determinada de asuntos o temas55.

    Si eliminamos en estas definiciones los trminos facultad, reglas y arte, con lo que la retrica deja de ser un arte del uso de la lengua hablada con fines persuasivos para convertirse en un tratado terico de! mecanismo de la argumentacin, y prescindimos de la elocucin, la mnemotecnia y la accin oratoria propiamente dicha, nos encontramos ante el objeto de la Nouvelle Rhtorique, que es nicamente el estudio de los medios discursivos que sirven para obtener la adhesin del auditorio56, sin limitarse para ello en absoluto al discurso hablado, y el anlisis de los medios de prueba

    51 C. Perelman-L. Olbrechts-Tyteca. La Nouvelle Rhtorique. Trait de largumentation, Pars 1958, Cfr. C. Perelman, Rhtorique et philosophie, Pars 1952. Tratado de la argumentacin. La nueva retrica, trad. esp., Madrid 1989 52 Cfr. G. Preti, Retorica e lgica. Le due culture3, Turn 145-210. R. Barilli, Retorica. Miln 1979, 104. 53 Aristteles, Topica, 100a 19: , razonar a partir de opiniones generalmente aceptadas sobre sobre cualquier cuestin que se nos plantee. 54 Arist., Rh., 1355b 25: , facultad de considerar en cada caso el medio de persuasin que cabe emplear. Arist., Rh., 1355b 10: , examinar los medios de persuasin que hay en cada caso. 55 Arist., Rh., 1355b 33: , las reglas de este arte no versan sobre ninguna clase particular y bien definida de asuntos. 56 C. Perelman-L. Olbrechts-Tyteca, Tratado de la argumentacin. La nueva retrica, 39: Este tratado se ocupar nicamente de los medios discursivos que sirven para obtener la adhesin del auditorio, por lo que slo se examinar la tcnica que emplea el lenguaje para persuadir y para convencer.

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    de los que se sirven las ciencias humanas, el derecho, la filosofa, la publicstica, la poltica57.

    La Nouvelle Rhtorique, pues, se interesa fundamentalmente por la estructura de la argumentacin, y, aunque no se limita a la argumentacin expuesta en un discurso oral, se centra en las tcnicas que sirven para convencer, y, as, estudia, por ejemplo, los lugares, recurriendo a Aristteles, si bien de los lugares comunes aristotlicos slo muestra inters por aquellos que pueden definirse como las premisas de carcter general que permiten fundamentar los valores y las jerarquas58, es decir, lo que, dentro del captulo de los lugares del accidente, el Estagirita plantea como reglas de la valoracin comparativa de dos o ms predicados59.

    La segunda retrica moderna la Retrica General (Rhtorique Gnrale) del grupo 60 ve en la retrica un instrumento de la potica, y, acogindose asimismo a la retrica antigua (pues ya Aristteles relacionaba retrica y potica en el rea de la elocucin, diccin o estilo61) y renacentista (pues los humanistas del Renacimiento vieron en la retrica un arte creativa especialmente brillante en el captulo del estilo62, que nada tena que ver con la disciplina del trivium medieval), hace de ella la base y fundamento del arte retrica.

    Apartndose, pues, conscientemente de la orientacin y los puntos de vista de la lgica y la dialctica, que se basan en la indudable funcin cognoscitiva del lenguaje, emprende la ruta que conduce a la esttica, para dedicarse de lleno a reflexionar sobre la no menos indiscutible funcin potica del lenguaje.

    Declara, por consiguiente, que su campo de experimentacin es ese empleo singular de la lengua al que se concede por su alta valoracin esttica el nombre de literatura, y, en consecuencia, define la retrica general (entendiendo general en el sentido de generalizable) como la disciplina que aspira, antes que a ningn otro objetivo, a configurar una teora de ese uso especial y singular de la lengua que calificamos de literario.

    Reconoceeso s que conjuntar retrica y potica, dos disciplinas antiguas

    57 C. Perelman-L. Olbrechts-Tyteca, Tratado de la argumentacin. La nueva retrica, 42. 58 C. Perelman-L. Olbrechts-Tyteca. Tratado de la argumentacin. La nueva retrica, 146. 59 Aristteles, Topica. 116a 3: ' , , qu es ms merecedor de eleccin o mejor entre dos cosas o ms, hay que examinarlo a partir de las siguientes consideraciones. 60 J. Dubois, F. Edeline, J.-M. Klinkenberg, P. Minguet, F, Pire, H. Trinon, Rhtorique genrale. Pars 1970. Cito a veces por esta edicin y otras por la traduccin inglesa A General Rhetoric, trad. ingl., Baltimore-Londres 1981, que es una traduccin al ingls de la segunda edicin de Rhtorique gnrale (Pars 1976) que adems incluye a modo de apndice la traduccin del artculo Miroirs de rhtorique: sept ans de reflexin, Potque 29 (1977) 1-19. 61 Cfr., por ejemplo, cmo en la Retrica se refiere a la Potica: Arist., Rh., 1404a 39: ' , pero acerca de aquel (sc. el estilo potico) se ha hablado ya en los tratados sobre la potica. 62 En el De copia, libro I, por ejemplo, Erasmo de Rotterdam explica cmo se obtienen numerosas palabras mediante un empleo inspirado e imaginativo de tropos y figuras. Cfr., C. R. Thompson (ed. y trad.), Collected Works of Erasmus. Literary and Educational Writings II: De Copia, De Ratione Studii, Toronto 1978, 284-659.

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    que ya desde Aristteles compartan e intercambiaban conocimientos y experiencias, no es ninguna novedad63. Y es que, al igual que Aristteles admiraba las metforas64, la retrica del grupo se siente fascinada por esa posibilidad del lenguaje de hacer que mediante las metabols el discurso literario se encierre en s mismo65. Y justamente por esta razn, piensan, al igual que Aristteles, que la retrica se prolonga necesariamente en una transretrica que es lo que se llamaba antes y se vuelve a llamar ahora la potica66.

    El liderazgo de la primera corriente rehabilitadora de la retrica, conocida con el nombre de la Nouvelle Rhtorique67, corresponde con toda justicia y sin lugar a dudas, a Cham Perelman, buen conocedor tanto de la filosofa en general (hizo su tesis doctoral con Frege, el fundador de la lgica formal) como de la retrica clsica, pues fue l quien rehabilit la retrica antigua indagando las relaciones del discurso retrico con el discurso lgico en sentido estricto68 y rebelndose contra la concepcin de la retrica como mero arte de hablar y escribir bien que hace caso omiso de la argumentacin69 y la adecuacin del discurso al auditorio70, dos rasgos caractersticos de la retrica aristotlica.

    A Aristteles recurri71 cuando, estudiando el problema de la justicia72, cay en la cuenta de que con la mera lgica formal, conocida por lo dems desde Aristteles pero generalizada a partir de mediados del siglo XIX bajo la influencia de la lgica matemtica, cuyas proposiciones son necesarias y universales73, no se podan explicar ni la regla de la justicia ni las normas jurdicas y morales ni el cdigo de valores ticos.

    Pues, en efecto, resulta que ni la tica ni buena parte del contenido de las ciencias llamadas humanas se prestan a la formalizacin basada en verdades necesarias y universalmente convincentes. Pero no por eso Justamente lo mismo haba pensado anteriormente Aristteles! haba que dejar tales cuestiones fuera de los confines de la lgica y de la razn.

    63 J. Dubois, F. Edeline, J.-M. Klinkenberg, P. Minguet, F. Pire, H. Trinon, Rhtorique gnrale, 25: Conjoindre ainsi ces disciplines antiques nest pas chose nouvelle. 64 Aristteles, Poetica 1459a 5: , y mucho ms importante es ser dotado para la metfora. 65 J. Dubois. F. Edeline. J.-M. Klinkenberg, P. Minguet, F. Pire, H. Trinon, Rhtorique gnrale, 27: Par les mtaboles le discours littraire se referme sur lui-mme. 66 J. Dubois, F. Edeline, J.-M. Klinkenberg. P. Minguet, F. Pire, H. Trinon, Rhtorique gnrale, 27: La rhtorique, comme tude des structures formelles, se prolonge donc ncessairement dans une transrhtorique, qui est prcismcnt ce quon appelait jadis Potique. 67 L. Gianformaggio, La nuova retorica di Perelman, en C. Pontecorvo (ed.) Discorso e retorica. Turn 1981, 110-186. 68 G. Preti, Retorica e logica. Le due culture3, 148. 69 Arist., Rh., 1355a 4: , y la argumentacin probatoria es una especie de demostracin. 70 1Arist., Rh., 1358b 2: , y es menester que el oyente sea o espectador o juez. 71 B. Mortara Garavelli, Manual de retrica, trad. esp. Madrid 1988, 58: La nouvelle rhtorique es un retorno moderno y actual a las teoras clsicas y a su matriz aristotlica. 72 C. Perelman, De la justice, Bruselas 1945. 73 Cf. M. Dobresielski, Retrica y lgica, Mxico 1959.

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    Muy al contrario, el Estagirita haba admitido junto al silogismo o raciocinio silogstico, que es propiamente una demostracin74 porque sus premisas son verdades o primeros principios indiscutibles que no plantean ya ningn por qu75, el igualmente legtimo raciocinio silogstico dialctico, que, a decir verdad, no es una demostracin, pero es en s aceptable porque sus premisas, aunque no sean ciertamente verdades incontrovertibles, s que son verdades generalmente aceptadas76 por todos los hombres o la mayora, o bien por todos los sabios o la mayora de ellos, o bien los ms renombrados y famosos.

    Asimismo Perelman acepta la existencia de objetos de adhesin, distintos de las demostraciones cientficas de los especialistas, que pueden servir de premisas en el proceso argumentativo dirigido a un pblico no especializado. Recordemos que ya el Estagirita deca que a los individuos corrientes no se les puede hablar en trminos cientficos, ya que ni aun poseyendo la ciencia ms exacta sera fcil persuadirlos haciendo uso de ella en un discurso77, pues el discurso cientfico requiere instruccin78, sino que hay que intentar persuadirlos mediante pruebas y argumentos basados en principios comunes, es decir, generalmente aceptados79.

    Y, como resultado de este planteamiento, el ao 1958 publica en colaboracin con L. Olbrechts-Tyteca la obra fundamental titulada Tratado de la argumentacin. La Nueva Retrica80 en la que se nos ofrece un estudio de las tcnicas discursivas que nos permiten inducir o incrementar, aprovechndonos de beneficiosos conocimientos de psicologa social, siguiendo en ello asimismo la huella aristotlica81, la adhesin de las mentes de un auditorio a las tesis que le proponemos para obtener su asentimiento.

    En este trabajo los autores se esfuerzan por delimitar, al aristotlico modo, lo que es la lgica ciencia de la demostracin frente a lo que es retrica ciencia de la argumentacin y por establecer entre ambas disciplinas filosofa y retrica una

    74. Aristteles, Topica 100a 27: , , la demostracin, en efecto, se da cuando el raciocinio silogstico contiene en sus premisas verdades o primeros principios. 75 Aristteles, Topica 100b 19: , pues en los primeros principios de las ciencias no es menester el seguir plantendose la pregunta del por qu. 76 Aristteles, Topica 100b 21:

    , , y son opiniones generalmente admitidas las que parecen bien a lodos o a la mayora o a los sabios, y dentro de stos a todos o a la mayora o a los extremadamente renombrados y famosos de entre ellos.

    77 Arist., Rh., 1355a 24: ' , ' , es ms, al dirigirse a determinados individuos, ni aunque poseyramos la ms exacta ciencia sera fcil convencerlos emplendola en un discurso. 78 Arist., Rh., 1355a 26: , el discurso cientfico es cosa de instruccin. 79 Arist., Rh., 1355a 27: , montar las pruebas y los argumentos sobre principios generalmente admitidos. 80 C. Perelman-L. Olbrechts-Tyteca, Trait de largumentation (La nouvelle rhtorique)5, Bruselas 1989. Tratado de la argumentacin. La nueva retrica, trad. esp., Madrid 1989. 81 C. Perelman-L. Olbrechts-Tyteca, Tratado de la argumentacin. La nueva retrica, 56: En la Retrica Aristteles, al hablar de auditorios clasificados segn la edad y la fortuna, inserta varias descripciones, sutiles y siempre vlidas, de psicologa diferencial.

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    diferencia gradual por cuanto que la filosofa convence (la conviccin se basa en un juicio objetivo, segn Kant82), es decir: doblega en la esfera del pensamiento, mientras que la retrica persuade (la persuasin se basa, segn Kant83, en un juicio subjetivo), o sea: induce a la adopcin de una actitud o a la prueba en prctica de una determinada accin84.

    En realidad el Tratado de Perelman y Olbrechts-Tyteca pretende asignar un espacio libre entre la verdad absoluto y lo falso para que lo ocupen esas verdades generalmente aceptadas que son buenas razones pero que estn y deben estar siempre sujetas a revisin a base de aducir argumentos en pro y en contra de ellas85.

    Ya Aristteles tena todo esto muy claro, pues al referirse a la elocucin elegante, tan importante en retrica, reconoce que nadie ensea con tanta elegancia la geometra86, lo que obviamente significa que para l una cosa es persuadir mediante un discurso retrico de expresin especialmente cuidada y otra muy claramente distinta la enseanza de las demostraciones geomtricas.

    Pero la verdad es que tanto la filosofa, por un lado, como la retrica, por el otro, argumentan, se valen de argumentos, si bien es cierto que la primera lo hace de manera general, dirigindose a un auditorio ideal y universal, mientras que la segunda, mucho ms realista y prctica, se enfrenta a un auditorio particular y concreto.

    La filosofa y la retrica modernas ambas y no slo una de ellas deben resignarse ante los deslumbrantes avances de la ciencia, en el sentido de que nunca alcanzarn ni la una ni la otra esas pruebas evidentes, esas premisas necesarias, universales, irrebatibles, propias de la ciencia, que se basan en la experimentacin rigurosamente controlada por las estrictas reglas de pensamiento apodctico-demostrativo que se genera al someter la experiencia al campo lgico-matemtico.

    Segn Descartes, slo son racionales las demostraciones que, partiendo de ideas claras y distintas, propagan, con la ayuda de pruebas apodcticas o concluyentes, la evidencia de los axiomas esas afirmaciones que se imponen por su propio peso sin necesidad de demostracin a todos los teoremas. 82 Kant, Crtica de la razn pura, trad. esp., Madrid 1978, 639-40. Cfr., 639: Cuando ste (sc. juicio) es vlido para lodo ser que posea razn se llama conviccin. 83 Kant, Crtica de la razn pura, 640: La persuasin puedo conservarla para m pero no puedo ni debo pretender hacerla pasar por vlida fuera de m. 84 Ya Aristteles distingua muy claramente entre demostracin, que incrementa el conocimiento cientfico y que debe exponerse en un crculo de iniciados en la ciencia de la que se trata, y argumentacin basada en principios generalmente admitidos, que es la materia de la que se nutre la retrica y la que nicamente puede ofrecerse a las masa heterogneas de individuos. Cfr. Arist., Rh., 1355a 26: , , ' , , pues el discurso cientfico es cuestin de demostracin, y eso es imposible (sc. en el caso de el orador hablando a las masas), antes bien, le es necesario construir sus pruebas y sus argumentos mediante principios comunes, tal como decamos tambin en los Tpicos a propsito de la conversacin con las masas. 85 C. Perelman-L. Olbrechts-Tyteca, Tratado de la argumentacin. La nueva retrica, 34: la teora de la argumentacin no puede desarrollarse si se concibe la prueba como una reduccin a la evidencia. 86 Arist., Rh., 1404a 12: , por eso nadie ensea de esa guisa (sc. con un discurso embellecido) la geometra.

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    Pero ambas disciplinas pueden basarse, si no en la razn teortica, provista de sus categoras de verdad y evidencia, s en la razn prctica fundamentada en las categoras de lo verosmil y lo razonable.

    La Nueva Retrica de Perelman estudia los medios racionales de argumentacin que no son los estrictos de la lgica formal y se aprovecha de aportaciones interdisciplinarias como los estudios de psicologa experimental de las audiencias de Hollingworth87.

    No se ocupa del razonamiento more geometrico tan delo gusto de la filosofa occidental desde Descartes, sino de los razonamientos de los que se nutren deliberaciones y argumentaciones plausibles y verosmiles, que si bien no sirven para hacer ciencia experimental ni para edificar saberes construidos a la manera geomtrica (more geometrico), s producen la persuasin de los oyentes.

    La Nueva Retrica, cuyo campo es ms amplio que el de la retrica antigua, pues estudia la estructura de la argumentacin no slo en el discurso, sino tambin en los soliloquios, es el discurso del mtodo dentro de la lgica informal, que es aquella que justifica la accin, la que permite zanjar una controversia, tomar una decisin razonable88.

    Mientras que la lgica formal es la lgica de la demostracin, la lgica informal es la de la argumentacin.

    En la demostracin se demuestra, se muestra que una cualidad objetiva, como la verdad, pasa de las premisas a la conclusin, y, una de dos, o es correcta o incorrecta, y es vlida si se ajusta a criterios puramente formales.

    En la argumentacin, en cambio, nada hay que demostrar como no sea el carcter razonable de una propuesta o la verosimilitud de un hecho que, a partir de lo que el auditorio ya de antemano admite, expuestas las tesis por el orador, reciben la fuerte adhesin y la aprobacin invariable de sus oyentes.

    Y adems y sta es otra diferencia de peso con respecto a la demostracin cientfica la validez de una argumentacin no es definitiva, ya que admite siempre una argumentacin en sentido contrario89.

    Ello es as porque mientras que la demostracin, criatura de la lgica formal, parte de axiomas, que en cuanto tales son indiscutibles y por consiguiente no generan en absoluto controversia, la argumentacin, hija de la lgica informal, arranca de lugares comunes, que son proposiciones comnmente admitidas por los oyentes, ofrecen un amplio abanico de posibilidades de discusin, pues unas veces se basan en nociones vagas y confusas que exigen clarificacin, otras veces se brindan a dos lecturas difciles de conciliar y defendibles ambas en particular por ser la una ms habitual pero la otra ms adecuada a las necesidades de los tiempos, y en otras ocasiones entran

    87 H. L. Hollingworth, The psycology of the audience. Nueva York 1935. 88 C. Perelman, Logique formelle et logique informelle, en M. Meyer, De la metaphysique la rhtorique, Bruselas 1986: 15-21; cfr. 17. 89 Cfr. C. Perelman, Logique formelle et logique informelle. 17-18.

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    sencillamente en conflicto con determinadas y especficas situaciones concretas. A Perelman le interesan, como premisas de la argumentacin que suscitan la

    adhesin de aquellos a quienes va dirigida, los valores, las jerarquas y, al igual que a Aristteles, los tugares comunes90 que entenda el Estagirita como argumentos que trataban cuestiones generalmente ad mi t i da s 91, que se planteaban con frecuencia, por lo que era sumamente prctico saberlos de cabo a rabo.

    Nuestro anlisis dicen Perelman y Olbrechts-Tyteca se refiere a las pruebas que Aristteles llama dialcticas, que examina en los Tpicos y cuyo empleo muestra en la Retrica. Slo esta evocacin de la terminologa aristotlica hubiera justificado el acercamiento de la teora de la argumentacin con la dialctica, concebida por el propio Aristteles como el arte de razonar a partir de opiniones generalmente aceptadas ()92.

    En el fondo de esta moderna retrica que atiende fundamentalmente a la argumentacin se encuentra reformulado nada menos que el pensamiento estricto y rotundo de Aristteles, que en sus Tpicos haba establecido con meridiana claridad la diferencia entre una demostracin basada en el razonamiento silogstico y un razonamiento dialctico fundado en opiniones generalmente aceptadas93, y que en su Retrica haba opuesto los razonamientos analticos de la lgica formal, como los silogismos y la induccin, a los razonamientos dialcticos de las controversias y debates, como el entimema (o reflexin) y el ejemplo (), propios de la lgica informal, a travs de los cuales se intenta obtener no tanto la verdad inamovible cuanto una opinin razonable, ya que las conclusiones que de ellos se logren unas veces sern necesarias, pero en la mayor parte de los casos sern verdaderas slo de una manera general94.

    El mbito en el que se mueve la retrica, segn el Estagirita, es el de la accin poltica (en el sentido de ciudadana, estatal o pblica), que no consiste en hacer ciencia sino en persuadir a los jurados populares en los litigios (oratoria judicial) y a los ciudadanos que deliberan sobre cuestiones polticas en las asambleas (oratoria deliberativa) o bien asisten a la celebracin de una efemride poltica notable que se est celebrando (oratoria epidctica).

    Y justamente la retrica opera nos dice Aristteles95 en este mbito de los

    90 C. Perelman-L. Olbrechts-Tyteca, Tratado de la argumentacin. La nueva retrica, 131-I68. 91 Aristteles, Topica 100b 21:

    , , y son opiniones generalmente admitidas las que parecen bien a todos o a la mayora o a los sabios, y dentro de estos a todos o a la mayora o a los extremadamente renombrados y famosos de entre ellos.

    92 C. Perelman-L. Olbrechts-Tyteca. Tratado de la argumentacin. La nueva retrica, 35-6. 93 Aristteles, Topica 163b 17: , con relacin a las cuestiones que muy frecuentemente se plantean, hay que saberse de cabo a rabo los argumentos. 94 Arist., Rh., 1357a 30: , , unas sern necesarias, pero la mayora parcialmente verdaderas. 95 Arist., Rh., 1357a 1: , es funcin de la retrica.

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    asuntos ms corrientes y comunes, sobre los que ya se suele deliberar96 y para los que no contamos con reglas sistemticas agrupadas en artes97, y que son tratados ante oyentes que no tienen capacidad de contemplar conclusiones obtenidas a travs de muchos estadios ni de ir hacindose raciocinios desde lejos a travs de una larga cadena de argumentos98, cuestiones que parecen admitir ser de dos maneras, pues nadie delibera sobre asuntos que sospecha que ni hubieran podido ser de otra manera en el pasado ni puedan serlo en el presente o el futuro99, por lo que, ya que no se delibera ni se toma consejo sobre lo que es cierto y seguro, por lo general los temas sobre los que versan los juicios y las consideraciones admiten ser tambin de otro modo100.

    La retrica es un arte, una tcnica universal y general, pues efectivamente no mita de lo que es probable respecto de tal o cual individuo, sino con relacin a determinada categora o clase de individuos101 y, al igual que la dialctica, no se centra en ningn tema concreto, no es arte o ciencia que verse sobre un asunto particular, sino una disciplina o capacidad para proporcionar argumentos mediante el entimema, que es el silogismo retrico, y el ejemplo (), que es la induccin retrica, medios de persuasin () el uno y el otro que sirven no para convencer, como el silogismo y la induccin, que son sus correspondientes en el rea de la dialctica, pero s para persuadir.

    Asimismo, en el Tratado de la argumentacin de Perelman y Olbrechts-Tyteca se nos ofrece la argumentacin como procedimiento discursivo que pretende la adhesin de los oyentes, lo que presupone una comunidad efectiva de personas, un lenguaje comn y una tcnica de comunicacin102.

    El auditorio puede ser ficticio, como lo era en la antigua retrica escolar, o bien real, formado por individuos clasificables segn la edad y la fortuna en virtud de las descripciones propias de la psicologa diferencial o de un captulo de la sociologa. Ya Cicern llamaba la atencin sobre la diferencia que media entre un auditorio formado por gente ignorante y vulgar y el constituido por individuos ilustrados y cultos103. Y

    96 Arist., Rh., 1357a 1: , sobre lo que ya se suele deliberar. 97 Arist., Rh., 1357a 2: , sobre los que deliberamos y no contamos con artes. 98 Arist., Rh., 1357a 3: , y ante oyentes tales que no tienen capacidad para contemplar conclusiones a travs de muchos pasos ni para hacerse raciocinios desde lejos. 99 Arist., Rh., 1357a 4:

    , deliberamos sobre asuntos que admiten ser de dos maneras, pues nadie delibera sobre asuntos que sospecha que ni hubieran podido ser de otra manera en el pasado ni puedan serlo en el presente o en el futuro.

    100 Arist., Rh., 1357a 23: , pues por lo general los lemas sobre los que versan los juicios y las consideraciones admiten ser tambin de otro modo. 101 Arist., Rh., 1356b 33: ' , , , ni la retrica considerar lo que parece probable en cada caso particular, como, por ejemplo, a Scrates o Hipias. sino lo que parece probable a esta clase de individuos o a esta otra. 102 C. Perelman-L. Olbrechts-Tyteca, Tratado de la argumentacin. La nueva retrica, 48-9. 103 Cicern. Partitione Oratoria, 90:

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    Quintiliano haca hincapi en la importancia de tener en cuenta el carcter de los oyentes104. Y, naturalmente, ya Aristteles, en el principio de toda retrica, nos hizo saber que en virtud de las pasiones los jueces cambian con relacin a los juicios que emiten105, por lo que resulta interesante saber cmo son los jueces por su carcter de acuerdo con sus pasiones, sus edades y sus condiciones de fortuna106.

    Tambin la Retrica General conecta con la retrica clsica. Precisamente en el prlogo de su obra, los autores, el grupo , formado por profesores de la Universidad de Lieja, afirman, para que no haya lugar a dudas, que les impuls a emprender su trabajo el redescubrimiento de la retrica por parte de la lingstica estructural y que fue Romn Jakobson107 en concreto uno de los primeros en llamar la atencin sobre el valor operativo de conceptos de retrica que previamente haban sido elaborados y discutidos por Aristteles108.

    Aaden que por esa razn, en homenaje a la retrica griega y al tratado del Estagirita, eligieron la denominacin de grupo para designarse a s mismos como grupo de trabajo, ya que esta letra del alfabeto griego es la primera de la palabra griega que designa la ms prestigiosa de las traslaciones o metabols: it is quite natural that we have chosen as our symbol the first letter of the Greek word designating the most prestigious of metaboles109.

    La Retrica General que nos ofrece el grupo , por tanto, se centra en esa parte de la retrica que es la elocucin, la elocutio, que atiende no a la argumentacin sino ya a la palabra, no al argumento, sino al palabra provista de forma significante y fondo significado.

    Et quoniam non ad veritatem soluta sed etiam ad opiniones eorum qui audiunt accomodanda est oratio, hoc primum intellegamus, hominum duo esse genera, alterum indoctum et agreste, quod anteferat semper utilitatem honestati, alterum humanum et politum, quod rebus omnibus dignitatem anteponat, y puesto que el discurso debe acomodarse no slo a la verdad, sino tambin a las opiniones de los que escuchan, entendamos este principio en primer lugar: que el gnero humano se divide en dos especies, la una desprovista de instruccin y de maneras, que en todo momento pone por delante la utilidad a la moralidad, y la otra imbuida de humanidad y cultura, que antepone la dignidad a toda cosa.

    104 Quintiliano, III. 8, 36 ss. diversi sunt enim deliberantium animi proinde intuenda sexus, dignitas, aetas, sed mores praecipue discrimen dabunt, pues son distintas las maneras de ser de los que deliberan adems, han de ser bien escrutados el sexo, la categora, la edad, aunque la diferencia la proporcionarn principalmente las costumbres. 105 Arist., Rh., 1378a 19: ' , son las pasiones aquello por lo que los hombres, cambiando, experimentan una variacin respecto de sus juicios. 106 Arist., Rh., 1388b 31: , y sobre cmo son por sus carcteres en virtud de sus pasiones, sus disposiciones, sus edades y sus condiciones de fortuna, discurramos seguidamente. 107 Sobre la continuidad en el tratamiento de cuestiones de potica entre Aristteles y Jakobson, cfr. A. Lpez Eire, Orgenes de la potica. Salamanca 1980. 108 Cfr. J. Dubois, F. Edeline, J.-M. Klinkenberg. P. Minguet, F, Pire. H. Trinon, Rhtorique gnrale, Pars 1970, 7: Roman Jakobson, un des premiers, a attir lattention sur la valeur opratoire de concepts dj labors par Aristote. 109 Cfr. J. Dubois, F. Edeline, J.-M, Klinkenberg, P. Minguet, F. Pire, H. Trinon, A General Rhetoric, XIX = J. Dubois, F, Edeline, J.-M. Klinkenberg, P. Minguet, F. Pire. H. Trinon, Rhtorique gnrale, Pars 1970, 7: En hommage ces deux tmoins, cest tout naturellement que nous avons choisi pour sigle linitiale du mot qui dsigne, en grec, la plus prestigieuse des mtaboles.

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    Y dentro de la retrica de la elocucin, o sea, del empleo de la palabra para expresar los argumentos, se dedica concretamente a estudiar los tropos y figuras retricas con el fin de establecer los principios bsicos por los que todas las figuras del lenguaje y del pensamiento derivan y pueden ser descritas. Pues, frente a la definicin tradicional del estilo como apartamiento respecto de una norma, tarta a la crema de toda estilstica110, se propone !a consideracin del estilo como el resultado de la transformacin de los factores del lenguaje en virtud de la funcin potica o retrica111 (recordemos cmo ya Aristteles nos informaba de que Eurpides escoga palabras sencillas y corrientes pero las combinaba de una manera especial112).

    Y luego traa de extender estos principios a toda la amplia gama de fenmenos verbales que va desde el fonema al discurso extenso, e incluso a fenmenos visuales tratando as de crear una retrica de la imagen113. Le interesan los metaplasmos114, figuras del plano de la expresin que modifican el aspecto sonoro o grfico (metagrafos) de las palabras, las metataxis115, figuras que modifican la estructura de la frase en grado cero, es decir, en su orden ideal y normal116, y, sobre todo, los metasememas o metabols (o metbolas) semnticas, que son de fundamental importancia en retrica y potica as lo reconoce el grupo de Lieja117 ya desde el mismsimo Aristteles.

    A la Retrica General del grupo le interesa sobre todo la literatura recordemos que el metasemema juega un papel primordial en la expresin literaria118, reclama la estilstica para la retrica, y, basndose en el convencimiento de que la literatura no es ms que un uso particular y singular del lenguaje, acerca lingstica y literatura (teora de la literatura) mediante el puente de la estilstica implicada en una retrica concebida como teora del empleo literario de la lengua la retrica general cuyos principios y mtodos deberan ser aplicables a todas las variedades del discurso humano.

    Se adhiere, pues, el grupo a la concepcin del neo-rtor Roland Barthes, segn 110 J. Dubois, F. Edeline, J.-M. Klinkenberg, P. Minguet, F. Pire, H. Trinon, Rhtorique gnrale, 20: la fameuse dfinition du style comme cart par rapport ti une norme, tarte la crme de toute une stylistique. 111 J. Dubois. F. Edeline, J.-M. Klinkenberg, P. Minguet, F. Pire, H. Trinon. Rhtorique gnrale, 24: le pote-rhtoriqueur peut transformer sa guise nimporte lequel des facteurs du langage. 112 Arist., Rh., 1404b 24: , si comporte seleccionando palabras del habla corriente, lo que precisamente hace Eurpides. 113 Cfr. La Chafetire est sur la table: lments pour une rhtorique de limage, Communications et langages 29 (1976) 37-49. 114 J. Dubois, F. Edeline, J.-M. Klinkenberg. P. Minguet, F. Pire, H. Trinon, Rhtorique gnrale, 50: Le mtaplasme est une opration qui altre la continuit phonique ou graphique du message. 115 J. Dubois. F. Edeline, J.-M, Klinkenberg. P. Minguet. F. Pire, H. Trinon, Rhtorique gnrale, 67: les mtataxes renvoient une syntaxe la syntaxe sinspirera des positions de la linguistique distributionnelle. 116 J. Dubois. F. Edeline. J.-M, Klinkenberg, P. Minguet, K. Pire, H. Trinon, Rhtorique gnrale, 69: lordre des mots est laspect capital de la syntaxe. 117 J. Dubois. F. Edeline, J.-M. Klinkenberg, P. Minguet. F. Pire, H. Trinon. Rhtorique gnrale, 91: le problme capital, non seulement de la rhtorique, mais de toute science ou philosophie du langage. 118 J. Dubois. F. Edeline. J.-M. Klinkenberg, P. Minguet, F. Pire, H. Trinon. Rhtorique gnrale, 91: Quant au rle primordial que joue le mtasmme dans lexpression littraire, il nest sans doute pas ncessaire dinsister beaucoup.

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    la cual la literatura no es ms que lengua, es decir, un sistema de signos: su ser no est en su mensaje sino en ese sistema de signos119. Y se adhiere tambin a Roman Jakobson, cuya funcin potica, que consiste en centrar el mensaje y que no es en absoluto exclusiva de la poesa sino que se da all donde el mensaje que se emite es autorreflexivo, la asimila el grupo de estudiosos de Lieja a la funcin retrica120.

    El grupo , por tanto, se instala en la va por la que discurrieron primeramente Gorgias de Leontinos, el padre de la retrica, importante precedente de Aristteles, cuando afirm que a la poesa en general la considero y denomino discurso sometido a metro121, el propio Estagirita, autor de ese sensacional tratado que lleva por ttulo Retrica en cuyo libro III establece que la retrica no se agota exponiendo de dnde se sacarn los medios de persuasin (las )122 o la manera en que hay que ordenar y disponer las partes del discurso ( )123, sino tambin hay que tratar acerca de la elocucin, porque no basta saber lo que hay que decir, sino que es necesario tambin dominar cmo hay que decir esto, lo cual tiene mucha importancia para que el discurso parezca de cierta entidad124 y Roman Jakobson, que, siguiendo a Ransom, defini la poesa como un tipo especial de lengua (poetry is a kind of language)125.

    Segn esta concepcin fundamentalmente unitaria, en todo acto de locucin realizado mediante una lengua natural hay argumentos mejor o peor formulados y un estilo ms o menos claro, ms o menos humilde o pomposo, que deriva de la eleccin (la ) y la composicin (la ) de las palabras126, y la funcin potica se da cuando se proyecta la identidad desde el eje de la eleccin o paradigmtico al de la seleccin o sintagmtico127.

    En realidad, la retrica precede a la actividad verdadera y propiamente llamada literatura una institucin ms reciente de lo que a primera vista pudiera parecer, pues antes de que surjan creadores de textos ya no funcionales y ya s destinados a

    119 R. Barthes, Queest-ce que la critique ?, Essais critiques, Pars 1964: Ensayos crticos, trad. esp., Barcelona 1973, 301-7; cfr. 306. 120 J. Dubois. F. Edeline, J.-M. Klinkenberg, P. Minguet, F. Pire, H. Trinon, Rhtorique gnrale, 23: Restent les messages centrs sur eux-mmes, par prdominance de ce que Jakobson appelle la fonction potique et que nous prfrons dnommer fonction rhtorique. 121 Gorgias, Encomio de Helena = D-K 82B 11, . D-K = H. Diels-W. Kranz, Die Fragmente der Vorsokratiker6, I-III, Berln 1952. 122 Arist., Rh., 1403b 7: , de dnde se sacarn los medios de persuasin. 123 Arist., Rh., 1403b 8: , cmo hay que disponer las partes del discurso. 124 Arist., Rh., 1403b 15:

    , ' , , y acerca de la elocucin hay que tratar, porque no basta saber lo que hay que decir, sino que es necesario tambin dominar cmo hay que decirlo, lo que contribuye mucho a que el discurso parezca de cierta entidad.

    125 R. Jakobson Closing Statements: Linguistics and poetics, en Th. A. Sebeok (ed.). Style in Language, Cambridge, Mass. 1960, 377. 126 Arist., Rh., 1404b 24: , siseleccionando compone. Cfr. A. Lpez Eire, Orgenes de la potica, 235. 127 Sobre toda esta doctrina formulada por Jakobson y sobre sus precedentes en la retrica clsica, cfr., respectivamente, los ya citados trabajos de R, Jakobson Closing Statements: Linguistics and poetics, en Th. A. Sebeok (ed.). Style in Language. y A. Lpez Eire, Orgenes de la potica.

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    trascender las situaciones concretas y pragmticas de las que surgieron, ya exista la retrica como , como sistema educativo que enseaba a argumentar con precisin y lucimiento y a expresar con idntica dignidad y brillantez esos argumentos.

    Consiguientemente, t an to la Nueva Retrica como la Retrica General retoman la retrica clsica y concretamente la Retrica de Aristteles, donde se nos dice, antes de que nos lo recordara Perelman, que los argumentos retricos son una especie de demostracin128, y donde se trata de una calidad o entidad especial que ha de poseer el discurso que se precie129, se concede gran importancia al anlisis semntico de un tropo como la metfora, y continuamente se cursan referencias a la Potica, otra obra del Estagirita.

    En la Retrica de Aristteles, en efecto, nos topamos ya con una disciplina que tiene que ver con asuntos de conocimientos generales y no propios de ciencias especializadas, que no trabaja con el silogismo, que es el mtodo de demostracin cientfica propio de lo que modernamente se llama la lgica formal, sino con el entimema (reflexin argumental), que es una especie de silogismo sin llegar a ser un silogismo lgico, pues no va estrictamente tras la verdad sino tras lo verosmil, pues no es ms que un silogismo imperfecto en cuanto que se basa no en premisas necesarias sino tan slo probables.

    Y asimismo en la Retrica aristotlica nos encontramos con la referencia inmediata a la Potica, pues las dos calidades o excelencias () indispensables del estilo de un discurso son la claridad y la propiedad130.

    Y ya a partir de este momento en el que se dude a la propiedad ( ) surge la confrontacin del estilo del discurso con el de la poesa. Pues el estilo potico no es tampoco bajo, como no debe serlo el del discurso, pero es (y debe ser, porque el Arle retrica de Aristteles, como arte que es, es a la vez descriptiva y prescriptiva) ms elevado que el del discurso o, si se prefiere, que el de la prosa131.

    Hay, pues, una diferencia gradual entre la altura estilstica de la poesa y la de la prosa.

    A la lengua literaria en prosa se le puede dar cierta dignidad o altura a base de aplicarle, si bien con mesura, procedimientos propios de la lengua de la poesa, como, por ejemplo, los tropos o figuras, y, en concreto, la metfora, que se convierte as en campo de estudio comn para la potica y para la retrica132. 128 Arist., Rh., 1355a 4: , pues el argumento retrico es una especie de demostracin. 129 Arist., Rh., 1403b 17: , para que el discurso parezca de cierta entidad. 130 Arist., Rh., 1404b 1: , , y defnase la virtud de la diccin en ser clara y en no ser (sc. la diccin) ni baja ni encumbrada por encima de lo debido, sino adecuada. 131 Arist., Rh., 1404b 4: , ' , pues la diccin potica tal vez no es baja, pero no es apropiada para el discurso. 132 Arist., Rh., 1405a 3:

    , , , , , , pues bien, qu es cada

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    El grupo , pues, al igual que Aristteles, acopla potica y retrica, y Perelman hizo revivir y rehabilit la retrica como arte de la persuasin, legitimndola, como ya lo hiciera el Estagirita al oponerse a la opinin platnica respecto de este mismo tema, pues es posible obtener opiniones razonables a partir de lo verosmil y de los indicios133, y al fin y al cabo el ver la verdad (labor de la dialctica) y el ver lo semejante a la verdad lo verosmil, que es lo que sucede en general aunque no absolutamente134 (labor de la retrica) dependen de la misma facultad135.

    Nos encontramos, por consiguiente, con un arte, una disciplina, que abarca tanto la dialctica o arte de razonar, como la estilstica o teora de los hermosos recursos expresivos del lenguaje, y que ensea a argumentar brillantemente y a adaptar una expresin asimismo brillante a los resplandecientes argumentos que se exponen hablando en pblico, es decir, ejerciendo una actividad propia de esa dimensin del hombre que es su carcter social o poltico (como dira y en realidad dijo Aristteles136).

    Est, pues, de actualidad la retrica, bien como arte de argumentar correctamente, bien como disciplina dedicada al estudio de los recursos lingsticos capaces 'de enaltecer el lenguaje y dotarle de una especial y muy atractiva galanura.

    Es evidente que una disciplina como la retrica proporciona un campo de indagacin terica y de actualizacin prctica vastsimo al mundo en el que nos ha tocado vivir.

    Desde la retrica se puede indagar, como hace el grupo , la funcin retrica, es decir, la funcin potica y esttica que modifican los elementos de la lengua e incluso la relacin entre la lengua y el referente, una funcin fundamental en la comunicacin lingstica, pues consiste en dirigir hacia el texto la atencin del receptor.

    Que ni los literatos ni los oradores nos vengan con increbles historias. Todos ellos escriben o peroran para hacerse notar y por ello para detener la atencin de los lectores u oyentes en el texto escrito u oral que emiten. Lo dems es puro cuento.

    Por muy hermoso, noble y tico que sea su discurso escrito u oral, los autores en uno y otro caso reclaman la atencin sobre su texto.

    Ello es posible porque la lengua misma, sin alterar ni un pice su propia naturaleza y sin aadir a su propio sistema elementos ornamentales, sencillamente porque posee esa potencialidad expresiva, puede valerse de su propio sistema para generar modificaciones, desviaciones, metabols, con las que la atencin del destinatario (lector de una obra literaria u oyente de un discurso) resultar atrada con

    una de ellas (sc. las palabras) y cuntas son las especies de metfora y que sta tiene mucha importancia tanto en poesa como en los discursos en prosa, ha quedado expuesto, como decamos, en mis libros Sobre la Potica.

    133 Arist., Rh., 1357a 32: , apartir de probabilidades e indicios. 134 Arist., Rh., 1357a 34: , , pues lo probable es lo que acontece por lo general, pero no sencillamente. 135 Arist., Rh., 1355a 14: , pues la contemplacin de lo verdadero y lo semejante a lo verdadero es obra de la misma facultad. 136 Aristteles, Politica 1253a 2: , el hombre es por naturaleza un animal social.

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    vistas a la persuasin (en forma de aprobacin admirativa, en el caso de la obra literaria, o de apoyo esttico al convencimiento generado por el argumento, en el caso de un discurso arrebatador por su argumentacin persuasiva y su exquisita expresin de los razonamientos).

    Es posible, pues, estudiar las relaciones entre retrica y literatura, como hace A. Kibdi Varga137, o entre retrica y pragmtica de la argumentacin, como hacen O. Ducrot138 o Chr. Plantin139, o la historia de las teoras retricas, como hace Fumaroli140.

    Por otro lado, como hemos visto, la retrica interesa a la lgica y las ciencias del conocimiento, pues nos hemos referido ya a cmo no slo para Perelman141, sino tambin mucho antes, para el propio Aristteles las tcnicas de razonamiento de la retrica se basan en las de la dialctica, si bien obedecen a un tipo de lgica que no coincide con la del razonamiento cientfico.

    Finalmente, hay una dimensin de la retrica cuya importancia comparten Aristteles y los modernos. Me refiero a la importantsima dimensin tico-psicolgica de la retrica.

    En efecto, el Estagirita trata amplia y sistemticamente en su Retrica de las costumbres, las pasiones y los sentimientos, de cmo el orador para ser digno de fe debe mostrar a travs de sus palabras como prendas de su carcter la prudencia, la virtud, y la benevolencia142, y cmo le ser muy provechoso conocer las pasiones por las que sus oyentes pueden cambiar y adoptar actitudes diferentes con vistas a sus juicios143.

    Segn Aristteles en su Retrica los medios de persuasin, las , se dividen en dos grupos distintos: el de los ajenos al arte retrica propiamente dicha ( ), como los testigos, las torturas a las que se someta a los esclavos para obligarles a declarar, los contratos que se aportan como prueba en un proceso, etc., y el de los pertenecientes con pleno derecho por su naturaleza al arte en cuestin ( )144. Entre estos ltimos hay que situar los de corte lgico (que se asientan en el discurso persuasivo que muestra la verdad o lo verosmil)145, los de

    137 A. Kibdi Varga, Rhtorique et Littrature, Pars 1970. 138 O. Ducrot, Le Dire et le Dit, Pars 1984. 139 Chr. Plantin, Essais sur largumentation, Pars 1990. 140 M. Fumaroli, Lge de lloquence, Ginebra 1980. 141 C. Perelman, Logique formelle et logique informelle, en M. Meyer. De la mtaphysique la rhtorique, 15-21; cfr. 17: Alors que la logique formelle est tu logique de la dmonstration, la logique informelle est celle de largumentation. Cest ainsi quAristote avait oppos aux raisonnements analytiques, tels les syllogismes, les raisonnements dialectiques, cest--dire ceux que lon rencontre dans les dbats de toute sorte, quand il sagit de dgager 1opinion raisonnable (). Arist., Rh., 1356b 4: ' , , Llamo entimema al silogismo oratorio y ejemplo a la induccin oratoria. 142 Arist., Rh., 1378a 8: , la prudencia, la virtud y la benevolencia. 143 Arist., Rh., 1378a 19: ' , son las pasiones lodo aquello por lo que los hombres cambian y adoptan actitudes diferentes con vistas a sus juicios. 144 Arist., Rh., 1355b 35: ' , y de los elementos de persuasin, unos son ajenos al arte y otros, en cambio, pertenecientes a l. 145 Arist., Rh., 1356a 19: , cuando mostramos la verdad o lo que parece verdad partiendo de los medios de persuasin aplicables a cada

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    naturaleza tica (por los que el discurso transmite una tranquilizadora idea del carcter del orador como individuo merecedor de confianza)146 y los de ndole psicolgica (que, instalados en el texto y en la ejecucin misma del discurso, procuran suscitar la emocin de los oyentes, que se ven arrastrados147 irremediablemente a esa situacin por causa del enorme poder psicaggico de la palabra, al que ya se haban referido Platn en el Fedro 148 y Gorgias en su Helena)149.

    En la Retrica aristotlica se percibe notablemente el inters del Estagirita en seguir las huellas de su maestro, por lo dems tan poco tolerante con la retrica, que en el Fedro slo estaba dispuesto a aceptar una retrica de corte claramente filosfico que exigiese del orador en ciernes el estudio cabal del alma humana y la adquisicin de experiencia y a la postre dominio en la clasificacin de las emociones humanas (nivel psicolgico) y de todas las formas de discursos y argumentos (nivel lgico)150.

    Segn Platn y su discpulo le da la razn, el consumado orador debe saber qu tipo de oyente se deja persuadir por qu tipo de discursos porque la fuerza de la palabra arrastra el alma de los oyentes, es psicaggica151.

    Pues bien, asimismo actualmente se atiende la dimensin psicolgica de la retrica por cuanto que se estudian sus procedimientos no slo como componentes de los ms generales procedimientos de la argumentacin lo que sigue siendo el campo de la lgica y las ciencias del conocimiento, sino adems en la relacin ntima que mantienen con los procesos neuropsquicos ms fundamentales de la adqu i s i c in de los conocimientos152.

    Por otro lado, dada la importancia que en retrica tiene la argumentacin sobre lo verosmil o aceptable, pues con el discurso retrico mostramos o bien la verdad o bien lo que parece verdad segn lo persuadible en cada caso particular153, no es de extraar en absoluto que la lgica de la retrica opere muy gustosamente en el mbito de la tica, de lo moral, lo poltico y lo social a travs de los lugares comunes, estereotipas lgico-discursivos que proporcionan material para silogismos dialcticos y

    asunto. 146 Arist., Rh., 1356a 5: , de modo que convierta al orador en digno de confianza. 147 Arist., Rh., 1356a 14: , cuando se ven arrastrados por la palabra a esa situacin pasional. 148 Platn. Phaedrus 261a7: ' , entonces no es efectivamente la retrica por completo un arte que arrastra al alma a travs de las palabras?. 149 Gorgias, Encomio de Helena = D-K 82B 11, 10: , (sc. el poder de encantamiento de la palabra) la (sc. al alma) fascina y la persuade y la seduce mediante una magia embrujadora. 150 Platn. Phaedrus 271b1: , las clases de argumentos y de almas y las impresiones de stas. 151 Platn, Phaedrus 271c10: , toda vez que la fuerza de la palabra es arrastradora de almas. 152 G. Vigneaux, Largumentation, Ginebra 1976. 153 Arist., Rh., 1356a 19: , (sc. a travs del discurso creen los oyentes) cuando mostramos la verdad o lo que parece verdad segn lo persuadible en cada caso particular.

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    retricos154 y conducen muy fcilmente al dominio de la tica, la moral y la antropologa social, donde sobre un mundo de valores comnmente admitidos se puede debatir con ayuda de la retrica sobre lo aceptable o lo inaceptable.

    En los mismos orgenes de la retrica Aristteles da en el clavo al afirmar que si por naturaleza las argumentaciones y tas narraciones de los hechos verdaderas y justas son superiores, ms fuertes y consistentes, que sus contrarias, que se basan en la mentira y la violacin de la justicia, la culpa de que los veredictos que emiten los tribunales sean los improcedentes y no los que cabra esperar la tienen quienes no han sabido defender y hacer valer debidamente esa situacin de privilegio que es la de contar con los excelentes puntales de una argumentacin que son la verdad y la justicia, y eso s que es cosa que merece una seria reprensin155.

    De donde se deduce que, segn el Estagirita, el orador, adems de poseer buen entendimiento para razonar, y de ser experto conocedor de las pasiones y emociones, debe ser un competente y entendido juez de la virtud y del carcter156.

    El orador que se precie, pues, y no quiera incurrir en censura se ha de preparar para enfrentarse frecuentemente a cuestiones de cdigos de valores en las que lgicamente intervienen de manera decisiva la tica, la poltica, la sociologa, el llamado derecho natural y la antropologa social.

    La retrica, ya desde el mismsimo Aristteles, por decirlo con sus propias palabras, resulta ser como una ramificacin de la dialctica y de la disciplina de la tica que es justo denominar poltica157.

    La subordinacin de la retrica y aun todas las ciencias y artes a la poltica, segn Aristteles, no es de extraar en una cultura poltica como lo era la de la Atenas clsica.

    Los gneros de la oratoria (y por tanto de la retrica) que recibe el Estagirita de la tradicin son fundamentalmente polticos, a saber: el judicial y el deliberativo y, en parte, el epidctico (el de los encomios, discursos funerales y conmemorativos) y slo no lo es el epidctico que consiste en las lecciones magistrales de despliegue retrico que corra a cargo de esos primeros profesores de Occidente (pues cobraban sueldo por sus lecciones) que fueron los sofistas. 154 Arist., Rh., 1358a 10: , digo, pues, que son silogismos dialcticos y retricos aquellos con los cuales decimos los lugares. 155 Arist., Rh., 1355a 21:

    , , ' , ' , por el hecho de que lo verdadero y lo justo son por naturaleza ms fuertes que sus contrarios, de modo que si los juicios no resultan segn lo conveniente, necesariamente se pierden por los propios abogados y eso es merecedor de reprensin.

    156 Arist., Rh., 1356a 22: , (sc. es capaz) de contemplar los caracteres y las virtudes. 157 Arist., Rh., 1356a 25:

    , , resulta que la retrica es como un brote colateral de la dialctica y del tratado de caracteres que puede con justicia ser llamado poltica.

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    Justamente, en esta especie del gnero epidctico, no poltico, se refugi la retrica cuando ya no se daban las condiciones de la Atenas democrtica de la poca clsica, y fue entonces cuando la retrica se convirti en paidea, en educacin de un hombre nuevo que ya no es el hombre poltico de antao, sino el hombre culto que venera los tesoros culturales del pasado y especialmente la lengua y la literatura, por lo que la retrica se adue del discurso escrito y literario.

    Pero lo cierto es que desde sus mismsimos orgenes hay, necesariamente, una importante dimensin sociolgica y poltica en la retrica en cuanto que sta es un instrumento de comunicacin, presin y persuasin de masas mediante la palabra. Recordemos que la voz griega , de la que deriva (retrica), significa a la vez orador y poltico.

    El antibelicista Dicepolis, simptico protagonista de la comedia aristofnica Los Acarnienses acude a la asamblea de los ciudadanos, la , dispuesto a insultar a todos los polticos-oradores pblicos (los ) que lomen la palabra para tratar un asunto que no sea el de la paz158.

    La retrica, que trata con medios de persuasin tan humanos y a la vez tan sociales, es decir: tan propios del hombre como animal social que es, y tan importantes socialmente, como las acciones, los caracteres, las virtudes y las emociones de los hombres que viven en la ciudad, en la plis, necesariamente tiene que relacionarse con la poltica, arte que, a su vez, incluye a la tica.

    Y queda por subrayar otra importantsima dimensin de la retrica, a saber: la dimensin pedaggica.

    No hay que olvidar que la palabra griega que sirvi en la democrtica Atenas para designar at poltico en cuanto que haca uso de la palabra en la asamblea de los ciudadanos () pasa ms tarde a significar, perdidas ya las libertades polticas, profesor de elocuencia.

    Y es que la retrica es instruccin, es , por decirlo a la griega, pues ensea a persuadir mediante argumentos y pruebas que se basan en principios generales sin hacer uso de los conocimientos estrictamente cientficos.

    En efecto, ya segn Aristteles159 una cosa es el discurso cientfico, que requiere demostracin que se explica a unos cuantos discpulos ya avezados a ese gnero de enseanza, y otra el discurso retrico que, como se dirige a un conjunto heterogneo de individuos que constituyen una masa ms o menos extensa de oyentes, se fundamenta en argumentos basados en principios generalmente admitidos, mediante los cuales se 158 Aristfanes, Los Acarnienses 38-9: ,/ , insultar a los polticos si cualquiera de ellos habla de otra cosa que no sea la paz. 159 Arist., Rh., 1355a 26:

    , , ' , , pues el discurso cientfico es cuestin de demostracin. y eso es imposible (sc. en el caso del orador hablando a las masas), ames bien, le es necesario construir sus pruebas y sus argumentos mediante principios comunes, tal como decamos tambin en los Tpicos a propsito de la conversacin con las masas.

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    extraen conclusiones de probabilidades. Ahora bien, lo estupendo de la retrica contina explicando el Estagirita es

    que nos ensea a argumentar bien y a que no se nos escape el correcto planteamiento de un caso y a que de inmediato desbaratemos argumentos falsos montados por nuestros adversarios para hacer de ellos un uso injusto160. Y adems nos ensea a exponer los argumentos con buen estilo161.

    Y, como en toda ciencia y ante los tribunales y ejerciendo de poltico y de mdico y de profesor y en la vida social en general incluso discutiendo con la Hacienda Pblica sobre los impuestos que nos corresponde pagar necesariamente argumentamos, es evidente como muy bien dijo Aristteles que es muy til162 y pedaggica una disciplina que ensea a ver en cada situacin o cada caso los subyacentes medios de persuasin con los que se puede contar163.

    La retrica es utilsima para la enseanza de cualquier ciencia a base de la comunicacin mediante la palabra persuasiva. Pues, efectivamente, dado que toda ciencia y arte particular se basa en la posibilidad de enseanza y persuasin sobre su objeto164, la medicina actuando en el rea de la salud y la enfermedad, la geometra en el campo de las cualidades de las magnitudes, la aritmtica en la cuestin de la cantidad numrica, y as todas las dems artes y ciencias, capaces de demostrar y persuadir cada cual en su tema concreto165, no estar de ms conocer un arte como el de la retrica que posibilita descubrir los medios de persuasin que caben en la argumentacin de un tema dado, cualquiera que sea 166, porque los principios y reglas de este arte no versan sobre ninguna clase particular y bien definida de asuntos167.

    Nos encontramos as, al abordar la retrica, con una disciplina o arte ligada ntimamente, por un lado, a la lgica, la dialctica, las ciencias