Antologia Poetas Del 60

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SEMINARIO DE LITERATURA PERUANA COTEMPORANEA GENERACIONES POÉTICAS DEL 50 AL 60 Dictado por Félix Enrique García Anhuamán Antología: Generación del 60 Javier Heraud (Lima, 1942 – Madre de Dios, 1963). Poeta y guerrillero, muró en un enfrentamiento con la Policía. Publicó en vida El río (1960) y El viaje (1961); y póstumamente, Poesías completas y homenaje (1964). El Río 1 Yo soy un río, voy bajando por las piedras anchas, voy bajando por las rocas duras, por el sendero dibujado por el viento. Hay árboles a mi alrededor sombreados por la lluvia. Yo soy un río, bajo cada vez más furiosamente, más violentamente bajo cada vez que un 1

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SEMINARIO DE LITERATURA PERUANA COTEMPORANEA

GENERACIONES POTICAS DEL 50 AL 60

Dictado por Flix Enrique Garca Anhuamn

Antologa:

Generacin del 60

Javier Heraud (Lima, 1942 Madre de Dios, 1963). Poeta y guerrillero, mur en un enfrentamiento con la Polica. Public en vida El ro (1960) y El viaje (1961); y pstumamente, Poesas completas y homenaje (1964).

El Ro

1

Yo soy un ro, voy bajando por las piedras anchas, voy bajando por las rocas duras, por el sendero dibujado por el viento. Hay rboles a mi alrededor sombreados por la lluvia. Yo soy un ro, bajo cada vez ms furiosamente, ms violentamente bajo cada vez que un puente me refleja en sus arcos.

2

Yo soy un ro un ro un ro cristalino en la maana. A veces soy tierno y bondadoso. Me deslizo suavemente por los valles frtiles, doy de beber miles de veces al ganado, a la gente dcil. Los nios se me acercan de da, y de noche trmulos amantes apoyan sus ojos en los mos, y hunden sus brazos en la oscura claridad de mis aguas fantasmales.

3

Yo soy el ro. Pero a veces soy bravo y fuerte pero a veces no respeto ni a la vida ni a la muerte. Bajo por las atropelladas cascadas, bajo con furia y con rencor, golpeo contra las piedras ms y ms, las hago una a una pedazos interminables. Los animales huyen, huyen huyendo cuando me desbordo por los campos, cuando siembro de piedras pequeas las laderas, cuando inundo las casas y los pastos, cuando inundo las puertas y sus corazones, los cuerpos y sus corazones.

4

Y es aqu cuando ms me precipito Cuando puedo llegar a los corazones, cuando puedo cogerlos por la sangre, cuando puedo mirarlos desde adentro. Y mi furia se torna apacible, y me vuelvo rbol, y me estanco como un rbol, y me silencio como una piedra, y callo como una rosa sin espinas.

5

Yo soy un ro. Yo soy el ro eterno de la dicha. Ya siento las brisas cercanas, ya siento el viento en mis mejillas, y mi viaje a travs de montes, ros, lagos y praderas se torna inacabable.

6

Yo soy el ro que viaja en las riberas, rbol o piedra seca Yo soy el ro que viaja en las orillas, puerta o corazn abierto Yo soy el ro que viaja por los pastos, flor o rosa cortada Yo soy el ro que viaja por las calles, tierra o cielo mojado Yo soy el ro que viaja por los montes, roca o sal quemada Yo soy el ro que viaja por las casas, mesa o silla colgada Yo soy el ro que viaja dentro de los hombres, rbol fruta rosa piedra mesa corazn corazn y puerta retornados,

7

Yo soy el ro que canta al medioda y a los hombres, que canta ante sus tumbas, el que vuelve su rostro ante los cauces sagrados.

8

Yo soy el ro anochecido. Ya bajo por las hondas quebradas, por los ignotos pueblos olvidados, por las ciudades atestadas de pblico en las vitrinas. Yo soy el ro ya voy por las praderas, hay rboles a mi alrededor cubiertos de palomas, los rboles cantan con el ro, los rboles cantan con mi corazn de pjaro, los ros cantan con mis brazos.

9

Llegar la hora en que tendr que desembocar en los ocanos, que mezclar mis aguas limpias con sus aguas turbias, que tendr que silenciar mi canto luminoso, que tendr que acallar mis gritos furiosos al alba de todos los das, que clarear mis ojos con el mar. El da llegar, y en los mares inmensos no ver ms mis campos frtiles, no ver mis rboles verdes, mi viento cercano, mi cielo claro, mi lago oscuro, mi sol, mis nubes, ni ver nada, nada, nicamente el cielo azul, inmenso, y todo se disolver en una llanura de agua, en donde un canto o un poema ms slo sern ros pequeos que bajan, ros caudalosos que bajan a juntarse en mis nuevas aguas luminosas, en mis nuevas aguas apagadas.

(El Ro, 1960)

mi casa muerta1No derrumben mi casavieja, haba dicho.No derrumben m casa.2Tenamos nuestra prgola,y dos puertas a la calle,un jardn a la entrada,pequeo pero grande,un manzano que yace secoahora por el gritoy el cemento.El durazno y el naranjohaban muerto anteriormente,pero tenamos tambin(cmo olvidarlo!)un rbol de granadas.Granadas que salande su tronco,rojas,verdes,el rbol se mezclabacon el muro,y al lado,en la calle,un tronco quedaba morascada ao,que llenaba de hojasen otoo las puertasde mi casa.3No derrumben mi vieja casa,haba dicho,dejen al menos misgranadasy mis moras,mis manzanas y misrejas.4Todo esto contenami pequeo jardn.Era un pedazo detierra custodiadoda y tarde por unaverja,una reja castaa y altaquelos nios a la salidadel colegiosaltaban fcilmente,llevndose las manzanasy las moras,las granadasy las flores.5Es cierto, no lo niego,las paredes se caany las puertas no cerrabantotalmente.Pero mataron mi casa,mi dormitorio con sualta ventana maanera.Y no qued nadadel granado,las moras ya noensucian mis. zapatos,del manzano slo veohoy da,un triste tronco quellora sus manzanasy sus nios.6Mi corazn se quedcon mi casa muerta.Es difcil rescatarun poco de alegra,yo he vivido entrecarros y cemento,yo he vivido siempreentre camionesy oficinas,yo he vvido entreruinas todo el tiempo,y cambiar un pocode rbol y de pasto,una palmera antiguacon columpios,una granada rojadisparada en la batalla,una mora cada con un nio,por un pocode pinturay de granizo,escambiartambin algode alegray de tristeza,es cambiar tambinun poco de mi vida,es llamar tambinun poco aqu a la muerte(que me acompaabatodas las tardesen mi vieja casa,en mi casa muerta).

(El Viaje, 1961)

Yo no me ro de la muerte

elegaT quisiste descansaren tierra muerta y en olvido.Creas poder vivir soloen el mar, o en los montes.Luego supiste que la vidaes soledad entre los hombresy soledad entre los valles.Que los das que circulabanen tu pecho slo eran nuestrasde dolor entre tu llanto. Pobreamigo. No sabas nada ni llorabas nadaYo nunca me rode la muerte.Simplementesucede queno tengomiedodemorirentrepjaros y arbolesYo no me ro de la muerte.Pero a veces tengo sedy pido un poco de vida,a veces tengo sed y preguntodiariamente, y como siempresucede que no hallo respuestassino una carcajada profunday negra. Ya lo dije, nuncasuelo reir de la muerte,pero s conozco su blancorostro, su ttrica vestimenta.Yo no me ro de la muerte.Sin embargo, conozco sublanca casa, conozco sublanca vestimenta, conozcosu humedad y su silencio.Claro est, la muerte nome ha visitado todava,y Uds. preguntarn: quconoces? No conozco nada.Es cierto tambin eso.Empero, s que al llegarella yo estar esperando,yo estar esperando de pieo tal vez desayunando.La mirar blandamente(no se vaya a asustar)y como jams he redode su tnica, la acompaar,solitario y solitario.

(El Viaje, 1961)

arte potica

En verdad, en verdad hablando, la poesa es un trabajo difcil que se pierde o se gana al comps de los aos otoales.

(Cuando uno es joven y las flores que caen no se recogen uno escribe y escribe entre las noches, y a veces se llenan cientos y cientos de cuartillas inservibles. Uno puede alardear y decir "yo escribo y no corrijo, los poemas salen de mi mano como la primavera que derrumbaron los viejos cipreses de mi calle"). Pero conforme pasa el tiempo y los aos se filtran entre las sienes, la poesa se va haciendo trabajo de alfarero, arcilla que se cuece entre las manos, arcilla que moldean fuegos rpidos.

Y la poesa es un relmpago maravilloso, una lluvia de palabras silenciosas, un bosque de latidos y esperanzas, el canto de los pueblos oprimidos, el nuevo canto de los pueblos liberados.

Y la poesa es entonces, el amor, la muerte, la redencin del hombre. (Poesas completas, 1964)Las

Moscas

Claro, seorita mosca,Ud. vuela graciosamente,Ud. se dibuja en el aire,se dibuja con su sombramovediza en las paredes,Ud. parece reirse de m,porque yo ni la mirodbilmente,y Ud. se posa sobre mi hombroy hasta dira le gusta,ay seorita mosca,que yo le pongaintilmente mi manopara matarla,pues Ud. se ahuyenta,levanta el vuelo,y se posa sobre mi pan,mis tostadas, mis librosque aguardan su llegada.

Ay! seorita mosca,me dicen que Ud. puedetraer males terribles,pero yo no les creo,y a donde suelo irla encuentronuevamente, molestando con susalas.

Y claroslo los tontoscompran rejilla con mango,o un peridico viejo,y la persiguenhasta que la ven caer,moribunda.

Es oficio de ociosos,eso de matar moscasdiariamente,pues Ud., seorita mosca,no asusta ni a las vacasni a los perros.

Pero le advierto:si algn da yo pudiera,reunira a todos los sabiosdel mundo,y les mandara fabricarun aparato voladorque acabara con Ud. y susamigas para siempre.

Slo espero no alimentarlay no verla en mis entraas,el da que si acasome matan en el campoy dejan mi cuerpo bajo el sol.

(Poesas completas, 1964)

Antonio Cisneros (Lima 1942). Poeta, catedrtico, periodista. Public: Destierro (1961), David (1962), Comentarios reales de Antonio Cisneros (1964), Canto ceremonial contra un oso hormiguero (1968), Agua que no has de beber (1971), Como higuera en una campo de golf (1972), El libro de Dios y de los hngaros (1978), Crnicas del Nio Jess de Chilca (1981), Agua que no has de beber y otros cantos (1984), Monlogo de la casta Susana y otros poemas (1986), Por la noche los gatos (1988), Material de lectura (1989), Propios como ajenos (1989), Postales Para Lima (1991), Las inmensas preguntas celestes (1992), Poesa reunida (1996), Un Crucero a las Islas Galpagos (2005).

CUESTIN DE TIEMPOIMal negocio hiciste, Almagro.Pues a ninguna piedrade Atacama podas pedir pan,ni oro a sus arenas.Y el sol con sus abrelatas,destap a tus soldadosbajo el hambrede una nube de buitres.

IIEn 1964,donde tus ojos barbudosslo vieron rojas tunas,cosechan otros buitresunos bosquestan altos de metales,que cien armadas de Espaapor cargarloshubieran naufragado bajo el sol.

(Comentarios reales de Antonio Cisneros, 1964)

DE LOS OBRAJESTiene el virrey sus anillos y los dientes de oro todos.

El oro a lomo de burroy en nuestros lomos el oro.

Mas cuando los burros mueranay de nosotros!

(Comentarios reales de Antonio Cisneros, 1964)

CANCIN DE NEGRALava que lava en el ro.Por dos reales tuve un amo.

De mi seor el obispo, lava que lava el rosario.

Manchado tiene el anillo,tiene el sombrero manchado.

Lava que lava, y el rocrecido va con mi llanto.

(Comentarios reales de Antonio Cisneros, 1964)

CANCIN DE CAMPODe da, hueso y pellejo hemos sembrado este campo,y en verano

hueso y pellejo, de da este campo cosechamos.

De da, hueso y pellejohicimos torres de grano,y en verano

gordo cabalga el obisposobre sus gordos caballos!

(Comentarios reales de Antonio Cisneros, 1964)

CANTO CEREMONIALCONTRA UN OSO HORMIGUEROPara Javier Montorian te veo en la Plaza San Martndos manos de abadesay la barriga............. abundante............. blanda............. desparramada como un ramo de flores baratasolfateas el aireescarbas algoentre tus galeras y cavernas oxidadas..................................................... caminasan te veo..................................................... caminasms indefenso que una gorda desnuda entre los faunosms gordoms aladoy ya aprestas las doce legiones de tu lengua.................................................. granero de ortigas.................................................. manada de alacranes .............................................. bosque de ratas veloces....................................................... ...... ........... rojas...................................................................... peludas el gran mar de las babasoh tu lenguacmo ondea por toda la ciudadtorre de babel que se desploma....................................... sobre el primer incauto....................................... sobre el segundo....................................... sobre el tercerotorre de babeltque en 1900 fuiste lavado por tu madre en el mar de La Punta...... despaciomuy despaciosin descuidar las ingles................... las orejas................... el trasero................... las plantas de los piestque dormiste entre los muslos de tu abuela para no sentir fromientras los muchachoslos otroshacan el amor con las muchachaspuedo ver tu gran lengua.................................. ay sin madre.................................. ay sin abuelatu gran lengua despus de la jornada................................................... jadeante................................................... horizontal................................................... un poco blandatu gran lengua en la camacon vrgenes y arcngeles................................................. de lataoh tu lengua en reposo........................................ y an se reproduce.............................................................. despacio.............................................................. muy despacio........................................ y todava engordaoh comediante de los almuerzos de seorasoh vieja bailarinaoh torre de babel en la gran camamaltrecha yapor los combates fieros de tu hermano.................................. capitn ballestero de sodoma.................................. prncipe de gomorra.................................. flor de lesbosy ahora.......... no ms tu madre.......... no ms tu abuela.......... no ms tu arcngel de la guarday ahora.......... oceano de las habas.......... vieja abadesaescuchaescucha mi cantoescucha mi tambor......................... no dances ms.

(Canto ceremonial contra un oso hormiguero, 1968)

CRONICA DE LIMAPara Ral Vargas

"Para calmar la dudaque tormentosa creceacurdate, Hermenilda,acurdate de m."........("HERMENILDA",vals criollo)Aqu estn escritos mi nacimiento y matrimonio, y el da de la muertedel abuelo Cisneros,del abuelo Campoy.Aqu, escrito el nacimiento del mejor de mis hijos, varn y hermoso.Todos los techos y monumentos recuerdan mis batallas contra el Rey de los Enanos y los perroscelebran con sus usos la memoria de mis remordimientos...................... .... ... ... .. ...... ... ............ .. ............. (Yo tambinharto fui con los vinos innobles sin asomo de vergenza o de pudor, maestro fuien el Ceremonial de las Frituras.)............................................. Oh ciudadguardada por los crneos y maneras de los reyes que fueronlos ms torpes -y feos- de su tiempo...................................... qu se perdi o gan entre estas aguas.Trato de recordar los nombres de los Hroes, de los Grandes Traidores.Acurdate, Hermenilda,acurdate de m.Las maanas son un poco ms fras,pero nunca tendrs la certeza de una nueva estacin-hace casi tres siglos se talaron los bosques y los pastosfueron muertos por fuego.................................. El mar est muy cerca,Hermelinda,pero nunca tendrs la certeza de sus aguas revueltas,su presenciahabrs de conocerla en el xido de todas las ventanas,en los mstiles rotos,en las ruedas inmviles,en el aire color rojo-ladrillo.................................. Y el mar est muy cerca.El horizonte es blando y estirado.................................. Piensa en el mundo como una media esfera -media naranja, por ejemplo- sobre 4 elefantes,sobre las 4 columnas de Vulcano................................... Y lo dems es niebla.Una corona blanca y peluda te protege del espacio exterior.Has de ver.............................. 4 casas del siglo XIX.............................. 9 templos de los siglos XVI, XVII, XVIII............................... Por dos soles 50, tambin, una cavernadonde los nobles obispos y seores -sus esposas, sus hijos-dejaron el pellejo............................... Los franciscanos -segnte dir el gua-inspirados en algn oratorio de Roma convirtieronlas robustas costillas en dalias, margaritas, no-me-olvides-acurdate Hermenilda- y en arcos florentinos las tibias y los crneos.(Y el bosque de automviles como un reptil sin sexoy sin especie conocidabajo el semforo rojo.)................................ Hay, adems un ro.Pregunta por el Ro, te dirn que ese ao se ha secado.Alaba sus aguas venideras, gurdales fe.Sobre las colinas de arenalos Brbaros del Sur y del Oriente han construdoun campamento ms grande que toda la ciudad, y tienen otros dioses.(Concerta alguna alianza conveniente.)Este aire -te dirn-tiene la propiedad de tornar rojo y ruinoso cualquier objetoal ms breve contacto.As,tus deseos, tus empresas................................... sern una aguja oxidadaantes de que terminen de asomar los pelos, la cabeza.Y esa mutacin -acurdate, Hermelinda- no depende de ninguna voluntad.El mar se revuelve en los canales del aire,el mar se revuelve,es el aire.................. No lo podrs ver.Mas yo estuve en los muelles de Barrancoescogiendo piedras chatas y redondas para tirar al agua.Y tuve una muchacha de piernas muy delgadas.Y un oficio.Y esta memoria -flexible como un puente de barcas- que me amarraa las cosas que hicey a las infinitas cosas que no hice,a mi buena o mala leche, a mis olvidos........................... Qu se gan o perdio entre estas aguas.Acurdate, Hermelinda, acurdate de m.(Canto ceremonial contra un oso hormiguero, 1968)

SOY EL FAVORITO DE MIS 4 ABUELOS

Si estiro mi metro ochentaitantos en algn hormigueroy dejo que los animalitos construyan una ciudad sobre mi barrigapuedo permanecer varias horas en ese estado y corretearpor el centro de los tneles y ser un buen animalito,lo mismo ocurre si me entierro en la pepa de algn melocotnhabitado por rpidas lombrices. Pero he de sentarme a la mesay comer cuando el sol est encima de todo: hablarn conmigomis 4 abuelos y sus 45 descendientes y mi mujer, y yo deboolvidar que soy un buen animalito antes y despus de las comidasy siempre.(Canto ceremonial contra un oso hormiguero, 1968)

LA CASA DE PUNTA NEGRA(ESE IMPERIO)

Primerose marcaron las fronterascon estacas y cal,y las antiguas tribusque habitaban los campos-culebras, lagartijas-fueron muertassobre la tierra plana;slo manchas de saly restos de gaviotascomo toda heredad,y en los ltimos dasdel veranollegaron los camionescon ladrillosy arena de agua dulce:as vi edificarseante mis ojosTebas,Jerusalem, Nnive,Roma,Atenas,Babilonia,y apenas la casafue techadahubimos grande fiestael maestro albailhizo una cruz de paloy amarrgeranios,mimosaslluvia de oro,hubimos tambinpanes con carne asaday yerbasy cebollas-un bosque de botellasde cerveza-y el mar era una lomade algas muertasmezcladas con la niebla:los pelcanos viejoscelebraron mi cantoantes de alimentara las araas,a los cangrejos peludosde las rocas.La casa fue clavadacon la cara al Oeste,a ms de 80 metrosde las aguasen arenas seguras-y ese sol-tras los muros del Estelos camionesy los autos velocesardan en la breacomo torres de paja,y al fondoinacabableslas colinas de arcilla,el aire rojo,los perros salvajes,y fue todo,y ese marya no puede lavarnosotra vez-aunque brillen los 7 veranos-(y yo fuidorado,alegre,veloz)y busco algunas vecesesas piedraschatasy redondaspara tirar al agua-revuelta a 87millas surde esta vieja cavernaedificadaen la isla del vientodonde llevanlos hombresa sus muertoscolgadosde la espalday brillaeste mal solms froque un cangrejoentre la boca:el parque de St Jamessembrado de muchachosy muchachasque se enredancomoblandas culebrasbajo el aire(y fue un desenredarmey enredarmesobre todos los camposde la saly la arena mojadaantes de la cadade ese Imperio).(Como higuera en una campo de golf, 1972)

DOS POSTALES

I ... Postal Para LimaLas caravanas ya volvieron de Egiptoy dan noticiadel borracho que busca un Alka-Seltzeren las aguas revueltasdel borrachoms solo que una higueraen un campo de golf.II ... (Ilegible) Al Tercer Auditor (Ilegible) Vecinos Todos De La Ciudad De Lima"En la provincia del Este hay hombres que construyen una casa cada 18 horas y en un par de semanas una iglesia.En la provincia del Oeste hay hombres que demuelen una iglesia cada 18 horas (porque hay muchas) y tumban una casa cada viernes.En la provincia del Noroeste construyen tantos muros como muros derriban. Aqu se puede hablar de un equilibrio, y stos son los ms.Y en dos de esas provincias he sido yo mal visto y maltratado: las firmas constructoras me cerraban las puertas y as tambin lo hicieron las de guerra.Y en los nicos campos donde fui recibido levantaban murallas y torres y terrazas (ya lo dije) que las iban a hundir el mismo da-Y aunque siendo esas cosas mi aficin principal y muy primera, sent que no valan la pena ni el trabajo.De modo que hay apenas certezas que acompao: los vientos que regresan del alto mar Pacfico, el fro que comienza,este par de pulmones que se inflan y desinflan, problemas digestivos cada fin de semana, un gordo coraznRuidoso y enredado, y el final de este informe -intil testimonio del intil oficio de rendir testimonio.Bsquese, pues, algn otro letrado. Desde este ao de gracia mis cuidados habrn de dedicarse a ese (ilegible) que es tambin a la larga un (ilegible)".(Como higuera en una campo de golf, 1972)

EN EL 62 LAS AVES MARINAS HAMBRIENTASLLEGARON HASTA EL CENTRO DE LIMA

Toda la noche han viajado los pjaros desde la costa -he aqu la migracin de primavera:las tribus y sus carros de combate sobre el pasto, los templos, los techos de los autos.Nadie los vio llegar a las murallas, nadie a las puertas -ciudadanos de sueo ms pesado que jvenes esposos-y ninguno asom a la ventana, y aquellos que asomaronslo vieron un cielo azul-marino sin grieta o hendidura entre su lomo-antes fue que el lechero o el borracho final- y sin embargoel aire era una torre de picos y pellejos enredados,como cuando dorm cerca del mar en la Semana Santay el aire entre mi lecho y esas aguas fue un viejo gallinazo de las rocas holgndose en algn patillo muerto-y las gaviotas-hembra mordisqueando a las gaviotas-macho y un cormorn peludo rompindose en los muros de la casa.Toda la noche viajaron desde el Sur.Puedo ver a mi esposa con el rostro muy limpio y ordenado mientras sueacon manadas de morsas picoteadas y abiertas en sus flancos por los pjaros.(Como higuera en una campo de golf, 1972)

Luis Hernndez (Lima, 1941 Buenos Aires, 1977). Poeta y mdico. Public: Orilla (1961), Charlie Melnick (1962), Las Constelaciones (1965). Y los libros que renen sus cuadernos inditos: Vox Horrsona (1970), Obra potica completa (1983), Trazos de los dedos silenciosos (1995), Una impecable soledad (1997), Los poemas del ropero (1999), Cuaderno: Aristteles. Metafsica (2000), La soada coherencia (2007).Jardinera de Cizaa

Quien soy yo, ser sin forma que el ocano roe?

Francois Mauriac

- Por arriba donde nunca puedan verla, tu seal, jardinero de cizaa - ya vienen tras de ti. Pronto, por arriba tu seal.

1

Cielo nuevo que por un momento del alma al corazn cremos nuestro. Desvanecido ya, triste es tu huida, intento, afn amado, florecido... Donde uno, una vez quiso llamarte rostro, corazn, luz y silencio, suyo sers, no sers nuestro, perdida as toda tu vida.

2

Hemos vuelto a vivir lo mismo de ayer y de maana. El agua sube ya, cubriendo los das y las horas; de m ya slo queda el mar claro y naciente, de m ya slo queda el mar, triste, apagado.

3

Poniente sol, perdida tu belleza, oculto ya, no hallado tu destino. Solo sers, siempre; infinito en su ocaso, inmenso tu silencio. Estarn en ti tan slo las rosas muertas, canciones sumergidas, tinto en el mar, inmvil en tu vida, ignorado tu cielo.

4

Aunque nada hubiera llevado al mar con mi alegra, no sent nunca el sonido de las ondas, la espuma en la ribera. Ahora el amor a las playas es demasiado lejano. Sin el soplo fugaz de la arena, brota el mar desde el fondo sin hallazgo.

5

Cerrado, adormecido cauce de todo lo que an quisimos deshecho ya, deshecha vida cerrada hacia poniente la sonrisa Poniente sol, que no regresa a cubrir de luz lo ya apagado, no vivido, tan limpio de recuerdos. Legiones de senderos inconstantes que el mar y lo ignorado cierran juntos. Sabemos ya el final, an as inmenso es el fracaso, muertos ya, cerrada la sonrisa.

y 6

El agua al fondo cortada en la lnea de las algas. Yo pensaba en el mar como cuando lea y el mar sonaba igual: No es posible sentarse, los bancos estn mojados, los bancos estn mojados, y podridas las maderas. Porque ahora han llegado el mar y los senderos a la proa en la noche sobre ondas azules y no puedo tomarlos. No es posible sentarse. Viven an como arena las luces de la calle.

(Orilla, 1961)

Charlie MelnickEl estaba en todoYa no lo est masMaeterlinck

IComo cuando vivaCantars,Aunque no vuelvas.

IIAhora que no vuelves,Charlie Melnik,Mi viejo, mi antiguoCompaero;Cuando ni la marea ms altaCubre esta sombraDe pena.Los caminos cerrados, old cap,Los caminos cerrados.

IIIQuin, qu lluviaHar surgir el da.Ahora que no regresasDesde tu noche perfecta.

IVQue poco encuentro ahoraDe tus cantosEn la fuente cegadaDel ocano;Lo que entonces cantabas:Lluvia viril tu vozAntiguaEntre la hierba;Tu viejo piano, compaero,DerribandoNavos derruidos en los das,Ahora que no regresas,El camino del marHacia la casaLleva slo la huellaDe la imagen sin finDe tus canciones.

VQu pena recoge, entonces,La muda floracinDe mi amargura.Ahora que no vuelesNi el ave, ni los rastrosCuando el albaSlo la seca pazTendidaDe tu cuerpo

(Charlie Melnick, 1962)

NOBILISSIMA VISIONETodo duerme en la ciudad. Mas no temed, Pues alguien vela Por el laxo rebao que descansa: Un borracho en la esquina Con la lmpara votiva De su trago.

3

A todos, cerr sin querer, mi corazn.Perdido he la Ilavecita. Quizs haya cado en una acequia O flote, confundida, En el ro que separa a los humanos. Mas no temo: Pueda que un da t la encuentres A1 abrir en un santo Una sorpresa.

Para vivir solo hay que serun animal o un dios.Aristteles4

Estaba Dios vestido de Dios: Es decir: desnudo. O quizs fuera solamente humano: Porque para ser hombre Hay que ser un animal O un dios. Sin embargo No he vuelto ya a esa playa Y me queda la duda sempiterna.

(Vox Horrsona: Voces Intimas, 1970)

Abel, Abel, qu hiciste de tu hermano,

Abel, Abel, qu hiciste de tu hermano, Di, qu hiciste, Con el talo de tu cuerpo siempre pito Las sandalias lustradas y tus veintes.

No mirabas las ubres de las vacas Ni el coloquio escondido de tus perros, Slo el humo de tu ofrenda que ascenda Como ascienden las moscas hacia el cielo.

Sin embargo Yo he visto a tu hermano y lo conozco Persiguiendo la clera entre vainas Entre campos de trigo Con los sucios vapores de su llanto Reposando en la tierra Como pronos cadveres sin deudos Dime entonces qu hiciste Hoy que yace tu hermano tan al Este. Tu' que nunca pensaste que para otro Era duro de roer el Paraso

(Vox Horrsona: Voces Intimas, 1970)

TREBOL DE LIMA

Lima: serpentinas, Bruma, Neoumococos.

(Vox Horrsona: Voces Intimas, 1970)

CHANSON D' AMOUR

Fuimos a verAstasia AbasiaLa hija del ZarAmbos nos dormimosPero aun asEra bello verte

Era bello verte Ms que el cuarto creciente Que esperaba afuera Tras la C de Coca Cola

(Vox Horrsona: Naturaleza Viva, 1970)

EL CAPITN DEXTER

Digamos que eres un muchacho. que una noche azul de neblina sales a la ciudad. Para encontrar diariamente lo inencontrable. Digamos que los vidrios burilados y el aserrn de los bares te llaman a la quietud. Y vas solo, infinitamente solo. Pero llevas contigo una flor que es extraa a. La flor de lo que jams fue tuyo n: muchas veces el Amor es lejano.

El Capitn Dexter observ la red?spot del planeta Jpiter. Y luego el astro inmenso. Y sus lunas: los astros de Medicis. No s cmo es el verso de Milton pens Dexter Y recit mentalmente, mientras correga el rumbo mediante el rumbo mediante la ecuacin de Lorenz

Noche. Noche de estaTierra

Di:

Quien eres t Eres el atardecerDe las praderasO el Pas de Gales Que he soado Cuando joven Y soaba. _______El resultado fue \/0 0.0001 aproximadamente, pero Dexter con la experiencia de la juventud transform el aproximadamente en algo exacto. En el fondo Dexter era un astronauta ample et simple direct dans l'expression de l'ide

Haba sido entrenado en la Escuela de Astronautas Exteriores, donde fueron sus maestros un indio navajo y un ex?profesor de Armona Tonal, quien abandon la msica por las matemticas puras

Ce n'est past fortuitament que el captulo concluya aqu.

(Vox Horrsona: El Curvado Universo, 1970)

STABAT MATER

Stabat MaterEsperando en la comisaraAnte la sorna del alfrez

Stabat MaterAguardando que concluyaLa voraz semiologaDe los mdicos

Sabat MaterDescuajeringada, entregadaA obstetrices somnolientas

Stabat MaterSola en la noche

Stabat MaterEn las vitrinas de las tiendasEn el da de la madre

Stabat Mater once veces DolorosaY una grande voz le dijoNo llores ms, mujer, desde hoyHay otro ngel en los cielos

(Vox Horrsona: El Curvado Universo, 1970)

1001, ODISEA DEL ESPACIO

(2001 y una noches Blanca Nieves y los 007 enanos)

El Astronauta ech una ltima mirada sobre La Tierra, y despus otra.

No poda apartar sus ojos de aquel zafiro incrustado en el espacio:

Su nave dirigase a Jpiter y sus catorce satlites. Y al fondo la msica incesante de las esferas. Porque as debe ser cumplir lo soado.

(Vox Horrsona: El Curvado Universo, 1970)

LANDSCAPE

Los cromticos yatesSurcan el marEl mar azul de Prusia

De La Herradura el cristalDe los bares reflejaEl atardecer llevandoUn ramo de flores ail

Entre las manos

Es entonces que retornaEl tiempo

El Tiempo que hubo de amar

Y el Tiempo Pies TraeDes rae sobre los rboles Viene el suave csped Y la cancin desgarradora De lo que no debi ser

Y como voy herido por la espalda

S hacia dnde voy:

Hacia las doradas colinas Que sospechan las algas

De la mar y un xido Tenue, el xido

Que las embarcaciones

Dejan tras de s Miosotis y algo lejano

(Vox Horrsona: El Curvado Universo, 1970)

Soy Billy the Kid Y como voy herido Por la espalda Voy hacia tu cercano Corazn Delta down Delta down What's that flower you have on Y te hablar de m Quin soy entonces Si no tu amor Quin soy solamente quien conoces.

(Vox Horrsona: El Curvado Universo, 1970)

El jardn de los cherris

Sus ojos estn asLuego del cherry brandyStephan MallarmT has de verlo y vers cmo, cmo la alegra, una alegra profunda descender a tu alma como desciende el sol al ponerse, y lo aseguro que volvers a sonrer.El jardn de los cerezosAntn Chejov1

Hay un jardnQue nunca acabaEl jardn de Los cherrisBajo el claro de tunaEl valle. Hay una cancinQue nunca:Y un adis, algoQue reflejaEl guar incesanteDe la tierraEn el jardn de Los cherrisHay tragoEn un quioscoSe vende heladosDistintos sabores

2

En Chilca se vendeEl chilcano de guindaAlgo bueno para el coraznY el ensueoEn el jardn de Ios cherrisEst ChilcaY otras playasCasi todas Las playasY la caadaRelumbranteInto somethingRich and strange

(Vox Horrsona: El Curvado Universo, 1970)

ELEMENTALMi querido Sherlock

Dijo WatsonTomando alguna vezLa iniciativa

Luego navegaron aTravs de PragaY sus bares

Mismo whisky

(Vox Horrsona: El Curvado Universo, 1970)

YO conozco

YO conozco De ti Lo mejor

Tu conoces De m

He aqu que te he amado A travs Del bello tiempo.

Y a travs Del peor

Y jams Con el sueo Sino con el amor

(Vox Horrsona: El curvado universo, 1970)

EL ELEFANTE ASADO

1Esta es la historia de Mowli El nio oveja

2Adis amor Te he visto Muchas veces Reluciente Beber el agua Y tambin Beber el vino Y jams Me he dolido En tu presencia Adis amor Muchas veces Y jams.

3

Tengo el ensueo vago De haberte visto; Y tambin entreabrirse El aire A tus pasos amor mo. Y entre vidrios, Bajo, en el horizonte: El da.

(Vox Horrsona: El Elefante Asado, 1970)

POEMA DEL SIGLO 30

Esta es la soada Coherencia Que la paz de No recuerdo quin Sea con vosotros Hermanitos del Planeta Tierra Cercano a Prxima Centauri A 80 millones de kilmetros De Venus Y algo as de Mars: En el AstroHay cristales Cuarzo Colores Enredaderas Plenas De la flor What's that flower you have on? Could it be a faded rose from days gone by Cada da escribo peor El ingls. Ma to parlo. Y la peor gestin Es la que no se realiza Es esto poesa? Oui.

(Vox Horrsona: El Elefante Asado, 1970)

Y la poesa

Contina mientras Existe un Tiempo Al cual, pleno de espejos, De Agua, de roco, Elevamos hacia el aire. Merced del Sol. Es sta. Y merced Del corazn humano Que no muere Tiempo hay en Lima De la bruma, tiempo De la niebla, del sol, Del fango, de la acacia, Del csped, de la verde Primavera que tanto Hemos soado He aqu el Amor Dijo un Poeta en Lima

(Vox Horrsona: La avenida del Cloro Eterno, 1970)

ERIK SATIEErik Bendita sea tu soledad, Esa vaca Tan difcil de ordear, T, que jugaste en las playas Y que el iodo Te hizo dao en la piel, Esa piel tan solitaria.

Erik Qu pena nos da tu vida Que la omos una tarde, Oh muchacho que partiste Para siempre regresar.

Y no ests pese a todo Y a tus pobres gimnastas: Como pez en el agua Dnde ahora nadars: Si no te vemos: Chau, Erik, No lloremos: Dios ponga cabe A nuestras lgrimas.

(Vox Horrsona, 1970)

Cantos de Pisac

Canto primero

Digamos que eres un muchacho,Acaso el que tallaraLa sortija del durazno,Pensemos que ella fue creciendo en tu dedoHasta hacerse lejana como un astro.

Digamos que eres un muchachoQue juega en una nave de piedraAl abordaje.Pensemos que atrapaste tu vejezCon unos garfios,Intilmente.

Intilmente dibujaste sobre tu cuerpoAl vagabundo cruel De las islas aladas:Sin deseo, sin prisa, sin belleza,Eres solo en la noche del espacio.

(Vox Horrsona, 1970)

Cesar calvo (Iquitos, 1940 - Lima, 2000). Poeta y periodista. Public: Poemas bajo tierra (1961), Ausencias y retardos (1963), Cancionario (1967), Ensayo a dos voces (con Javier Heraud, 1967), El cetro de los jvenes (1967), Pedestal para nadie (1975), Las tres mitades de Ino Moxo y otros brujos de la Amazona (novela, 1981), Puerta de Viaje (poemas, con Jos Pavletich, 1989), Los lobos allan contra Bulgaria (1990).DAN LAS CAMPANAS TU RECUERDO EN PUNTO

Dan las campanas tu recuerdo en punto.Afuera se pasean las dos de la maana.

Nada pudo diciembre contra el semestre tuyo.Nada el sol silencioso contra tu sombra hablada.Desde el fondo de todolo que tengo,me faltas.

Dan tu recuero en punto las campanas.Y afuera se pasean,de unaen una,las dosde la maana.

(Poemas bajo tierra, 1961)

Aquel bello pariente de los pjaros

Aquel bello pariente de los pjaros

que esconda su sombra de la lluvia

mientras t dirigas

sobre ardientes cuadernos el vuelo de su mano.

El nio que suba

por el estambre rojo del verano

para contarte ros de perfume,

cabellos rubios y pas de nardos.

Tu nio preferido si lo vieras!

es el alma de un ciego que pena entre los cactus.

Es hoy el otro, el sin rer, el plido,

rabioso jardinero de otoos enterrados.

Y sabiendo esto lo quisiste tanto?

Lo acostumbraste al mar,

al sol,

al viento, para que hoy ande respirando asfixias

en un pozo de nufragos?

Para esta pobre condicin de niebla

defendiste su luz de enamorado?

Poesa, no quiero este camino

que me lleva a pisar sangre en el prado

cuando la luna dice que es roco

y cuando mi alma jura que es espanto.

Poesa, no quiero este destino.

Llvate tus sandalias.

Devulveme mis manos!

El final de la historia lo dirn las estrellas

y las hojas que cubren mi sueo sepultado.

(Poemas bajo tierra, 1961)

Nocturno de Vermont

Me han contado que tambin all las noches

tienen ojos azules

y lavan sus cabellos en ginebra.

Es cierto que all en Vermont, cuando sueas,

el silencio es un viento de jazz sobre la hierba?

Es cierto que all en Vermont los geranios

inclinan al crepsculo,

y en tu voz, a la hora de mi nombre,

en tu voz, las tristezas?

O tal vez, desde Vermont enjoyado de otoo,

besada tarde a tarde por un idioma plido

sumerges en olvido la cabeza.

Porque en barcos de nieve, diariamente,

tus cartas

no me llegan.

Y como el prisionero que sostiene

con su frente lejana

las estrellas:

chamuscadas las manos, diariamente

te busco entre la niebla.

Ni el galope del mar: atrs quedaron

inmviles sus cascos de diamante en la arena.

Pero un viento ms bello

amanece en mi cuarto,

un viento ms cargado de naufragios que el mar.

(Qu luna inalcanzable

desmadejan tus manos

en tanto el tiempo temporal golpeando

como una puerta de silencio suena).

Desde el viento te escribo.

Y es cual si navegaran mis palabras

en los frascos de ncar que los sobrevivientes

encargan al vaivn de las sirenas.

A lo lejos escucho

el estrujado celofn del ro

bajar por la ladera

(un silencio de jazz sobre la hierba).

Y pregunto y pregunto:

Es cierto que all en Vermont

las noches tienen ojos azules

y lavan sus cabellos en ginebra?

Es cierto que all en Vermont los geranios

otoan las tristezas?

Es cierto que all en Vermont es agosto

y en este mar, ausencia?

(Ausencia y retardos, 1963)V

(No ignoro que los muertos esperaban, al doblar inmediato de cada despedida, para poner el asco de su sed en tu rostro. Si de silencio entonces mis trajines de pez sobre tus hombros, fue porque a los pantanos desnudo y siempre solo contigo fui, monstruosamente hermoso.

Magdalena, tu rostro.

Mientras enloquecas de arena en el roco, y el insomnio azotaba tus muslos y la luna, con esa astucia propia de los ciegos: yo tocaba tu rostro.

Falanges de la dicha, epidermis del odio, Magdalena, mis manos de leproso).

(Ausencias y retardos, 1963)

Edipo ciego

Con ella se ha acostado en aquel cuerpo

donde un padre retorna, sin saberlo

ha mordido su clida cintura,

la vieja cera de un amor sin nombre

gotea entre sus piernas abrasadas.

Con intiles paos ha cubierto

aquel espejo donde

envejece de pronto, poseda

por la capa del Rey. Tiniebla es el recuerdo

y los cuerpos jadean sin memoria

pero luego conversan en el muro

sus sombras, viejas cosas, y se sientan,

velan la breve muerte de los hijos saciados.

(Pedestal para nadie, 1975)

El sabio

Permaneci en la ventana

durante largos, largos aos, viendo

caer las hojas, la nieve, viendo caer

las hojas

y

la nieve.

Cuando se acord de sus hermanos

stos ya eran un pedazo de hierba.

l durmi feliz: aquella noche

descubri que los rboles

pierden sus hojas, que la nieve es blanca.

(Pedestal para nadie, 1975)

Homenaje a Freud

T dirs que en el vientre de mi esposa

aguard nueve meses para nacer, y es cierto

que he nacido, pero luego

como que nos dejaste confundidos

hablndonos del mar desde tu tina

de porcelana rosa, Segismundo, mi viejo.

(Pedestal para nadie, 1975)

AMAZONASHace miles de lunasCuando el mundo era sombra,Antes que dios naciera,Cuando el mundo era sombra,Cay un rayo del cieloSobre un palo de rosa.Cay un rayo del cieloSobre un palo de rosa,Y brot de sus ramasUna mujer hermosaHace miles de lunas,Cuando el mundo era sombra.Durante mucho tiempo,Esa mujer hermosa,Nacida de un relmpagoY de un palo de rosa,Anduvo por los bosquesDesnuda, triste y sola.Y llor tanto y tantoNuestra primera novia,Y llor tanto y tantoBuscando ser esposaQue de su largo llantoSe form el AmazonasDespus nada se sabeDe esa mujer hermosaSolamente se sabeQue el mundo fue una sombraY que cay un relmpagoSobre un palo de rosa.(Cancionario, 1967)Juan Ojeda (Chimbote 1944 Lima 1974). Public en Ardiente sombra (1963), Elogio de los navegantes (1965), Eleusis (1972). Despus de su muerte se publica, en 1986, la compilacin Arte de navegar (1963-1973)

Elogio de los navegantes(fragmento)

Crecer como los mares que prean las espumas,

Durar por la distancia ms que uno mismo,

Con todo y con fulgores, en uno y ms all

De la tierra calcinada.

Atisbar:

Fuerza an en tanto polvo que nos come adentro.

Pero mirar, surgir gritando

Como rocas, rboles, tallos erguidos en la temerosa claridad

Que guardan las montaas. Crecer, y no crecimos, no damos,

No despus de mucha o tanta eternidad de sombra,

Por sentirnos poco en aquello que sale y desteje

Y abandona cuanto nace, acaba en la mirada.

No hicimos, sino en ausencia por nosotros, en mares vacos,

Reducto que en silencio presagia la distancia, el monte

Nunca halado despus de los intensos crematorios,

Las calles inundadas, el sol que agrieta en duras evidencias.

Ser esto que pronuncia crujiendo, y sale a dar en mano

El peso de la claridad venida a cargos: pero nada nuestro.

Estuvimos preguntando en las noches: alimentad los costos,

Sus vuelos, decamos: y nosotros nunca, que no fuera el olvido,

Abierto, penetrando a voz y penetrando, como salida llorosa

En cuanto apagan los ojos y no decimos nada, si por otros:

Sus ganancias de nuestra raz en grueso costo,

La hierba que mastican y nosotros nada Si fuimos,

Tocamos las piedras metindonos, arando

Por todas las materias que fluan, creados entre la elevacin

Del aire y sus vertientes, socavados para otra lentitud

Inalterable al principio comn que nos guardaban los silencios:

Solos, tornados sin fin, tangibles elementos

Que alcanzaron el agua y sus fbulas crecientes,

Y esto nos vena, y fuimos por pura descendencia

Del sentido al material, juntando las cadas

Hasta tocar solemnes la altura y el designio: en verdad

Slo hemos acunado advenimiento

Los lacerados puentes

Que en presencia surtan, aqu, detrs del pecho,

De caminos que andamos y vamos, y el pecho con maderas,

Puentes y senderos, ofrecidos: y nada,

Nosotros nada, si lo que nos dicen:

A otras dulzuras

A otros animales

A todos los aires

A nunca nosotros

Pero s lo de ellos,

Que dejaron el camino y el puente.

Soliloquio

Para el que ha contemplado la duracin delo real es horrenda fbula. Slo los desesperados, esos que soportan una implacable soledad horadando las cosas, Podran develar nuestra torpe carencia, la vana sobriedad del espritu cuando nos asalta el temor de un mundo ajeno a los sentidos.

Qu esperaras, agotado de ti o una estril msica, cuyo resplandor al abismarse te anonadara? Pero t yaces oculto o simulas alejarte De lo que, en verdad, es tu nico misterio: en la innoble morada de la realidad nutres un sentido ms hondo,del que ya ha cesado todo vestigio humano.Y destruyesel reino de lo innombrable, que en ti mismo habita.

Qu esperaras? Slo madurar, descendiendo, en una materia ms huraa que el polvo?

Nada hay en los dominios frescos del sueo o la vigilia.Ashe considerado con indiferencia mi vida y debemos marcharnos.

Ledo el poema, podemos trazar una ruta de anlisis que nos permita discernir el entramado ontolgico sobre el que se ha edificado.

Elogio a la infancia

A Jlio Nelson

Porque ser la tierra en sus dones primevos:

herbajes fecundos, el rudo del tordo en los riscos,

y agua sanando, sanando. Vivimos

esperando un objeto de presagios, la razn

de una edad nueva, el tiempo de las vides tiernas,

no tierra rida, no oscuros promontrios.

Quines murmuran all, en esos huesos blancos?

Hendimos las races en un desierto de osamentas,

mansiones recamadas de mbar, pedrera

en las escalinatas, dorado acanto

sobre los capiteles. Oh ciudades, estas son las ruinas.

Construiremos, nio, la nave fuerte

y desde all, descendiendo a las breas:

las ramas plateadas sobre la fuente,

el musgo en luminosa profusin, la escarcha

brillando en cada hoja violeta, el polen rosado. Pero mira:

comerciantes obesos, cabritilla y vestimenta olorosa a espliego,

la charla a medioda bajo los prticos tallados,

devaneo y miseria. Nosotros esperamos otra tierra.

Que presente o pasado nos conduce

a nutrir el tiempo futuro? La delectacin en la carne,

el caf a medianoche despus de una agotadora lectura.

Conocimientos! Conocimientos! La sonrisa aparente.

Noche (como si el tiempo fuera la noche), adonde caminamos?

"Por aqu permanecemos durante eL verano, de da

comemos langostas y en la tarde hacemos el amor.

Estas son las ruinas, hijo mo; no andes con prevaricadores,

recibe consejo y prudencia que sern caminos en la noche.

Mira estas manos, bsalas

y participa en el reino de la muerte, hijo mo.

No bebas agua impura; nuestros antepasados

beban en vajilla de plata, nosotros erramos

con el candelabro quebrado, las manos quebradas,

la impostura til. Ves estos vestidos? La orla

est gastada, el resplandor de otros tiempos

gastado y nuestros crneos vacos".

0h infancia de futuros siglas, ya se escucha

la humana muchedumbre, se insinan

los tiempos de un orden nuevo!

Porque la tierra, nio, te cobijar

en sus dones eternos, porque ya se avecina

la edad de una historia fecunda: mira, mira estas ruinas.

Luego caminemos hacia los montes frtiles.

Eleusis

Facilis descensus Averni

Eneida, Lib. VI

No desciende la noche slo para los desgarrados,

pues en medio de la vasta alegra oirs el pnico.

Tras el fluir del ro una inmvil msica brilla, y hay pnico.

Objetos arrojados en el desvn del espritu

resuenan ceidos por una luz montona y muda,

y ya no sabemos dnde ocultar esa astucia aptica

que flota en los ojos como un aire hurgado.

Qu laboriosas sombras fatigan lo real?

No lo sabramos. El misterio que sin cesar remueve

la estril tierra, ya se oscurece cuando lo nombramos.

Ajenos a un nacimiento que se nutre de nosotros

descendemos en nuestra propia esencia.

Cegados

por el sbito oleaje de las formas, compartimos

el terror y la atroz certidumbre en lo vivido.

Los desgarrados, esos que recogen, sin saberlo,

la pavorosa carencia del mundo y, transfigurados,

soportan el misterio y habitan una soledad deforme,

estn ms cerca del nacimiento. Y si pudiramos entrar

a la morada en que yacen, su sola inercia nos destruira.

Soportaremos, entonces, el vrtigo de lo real?

A veces, en un rumor de das quebrados, nos hemos

convencido de arrastrar actos como speras llagas

en las que acaso, rodo ya el sueo

el verdadero mundo encontraramos. Y as indagamos

si el hasto de sabernos ajenos a nosotros mismos,

no sea sino el instante imprevisto en que morada y exilio

ruedan hacia el fondo del que nunca hemos salido.

Pues todo est rodeado por una muerta Realidad

todo es pnico, inmvil duracin

donde nada encontraremos.

Mar rfico

Thought flies out from the scars of the sea

as if to land. Flocks that are longings

come in the shake over the deep water.

ROBERT DUNCAN

Qu consagra el ardor de muerte por la vida,

Y este asir de vida en la muerte? Otro es el fuego

Que ordena la oculta tierra, ebria aridez de tiempo detenido

Y rostro ardiendo en inerte fbula.

Fuego de cadveres ahora lava el mundo.

El que contempla, estremecido, el oro de la oscuridad:

Retorna a su corona vaca y estrecha el da con sigilo,

Temeroso del tesoro ptrido

Que abandona el aire inmvil sobre el mar. Lentas son las voces

De los pescadores en las quietas orillas,

Ni un leve rumor aqu retiene el espritu

Slo franjas de luz petrificada parpadean en la niebla hueca,

Y el brillo de los garfios hndese en las aguas.

Entre las rocas apenas blanqueadas, fucos resecos

Y hasto insistente de aves, ojos

De dioses abatidos en las heces del tiempo.

Quin oprime el aire de las muertas esferas? Quin remueve

Con torpes manos las cenizas del mundo?

Slo un gemir contenido de plata deforme bate el mar,

Y el aire se oscurece como hlito sordo de ojos yermos

Y debemos soportar esta fijeza, caminar aterrados

De hurgar un espacio agostado, cuerpos

Que fatigadas olas renuncian a arrastrar.

Muerte de la vida

Vida de la muerte.

Desde las piedras enfermas de la orilla contener el mundo

Y soportar, cncavos, la inmovilidad de lo real.

Elogio de la destruccin

Aber stille blutet in dunkler Hhle stummere Menshheit,

fgt aus harten Metallen das arlsende Haup.

Georg Trakl

Tiempo agrietado y confuso, tiempo de muertes

y ridos abismos humanos.

"Oh, ya hemos conocido

el tiempo, ya hemos ordenado el pasado y el futuro

en el hrrido escombro de un presente irredimible,

y todo es como nacer desde la tierra muerta,

tiempo muerto entre muertas races".

"Es sta la regin verdadera, o te has confundido?

Qu ruidos son esos? Quin grita?"

Slo las radas jarcias del viento, que arrastra el hedor

del mar enfermo. Ya ni los cuervos graznan

sobre los musgosos cuerpos flotando a la deriva.

Tratamos de soar, soar, nutriendo

el cariado prestigio de un Saber oscuro.

Una premonitoria gravedad gobern nuestros sentidos

mientras caminbamos sobre brumosas ruinas, y era

el murmullo o el estrpito de un universo detenido.

Oh, t, diestro ya en el arte de la navegacin

y temeroso de ms duros escollos, escuchas las lamentaciones?

Qu detestables tierras sepultas en los sueos?

Cmo huir de una revelacin, dime, y haber hurgado

y mientras despertaba: lo real ordenndose en un calor ptrido.

Objetos, objetos del tiempo y ya no puedes contenerte,

torpes aguas del espritu en una duracin que temes. Vivas

o soabas soportando un tiempo absurdo. Vivas o soabas?

Objetos hndense y es inerte todo humano obrar.

Oh el Caos,

la desordenada ciencia del que habita tenazmente,

y sus horribles ojos horadados por una visin muerta. Y das,

das que no transcurren y allas desde un pozo. Pstulas,

ptrea sombra, huesos rodos por diligentes ratas.

Y los que no vivieron ni soaron,

conocern el tiempo Otro? Tal vez una inocencia oscura

accedera, como dolorosa llaga, en la raz de lo vivido,

el tiempo deviniendo bajo inmvil materia.

Pero nuestra pureza ya la hemos perdido,

o mora en un dominio de pavorosos gestos,

Reino de lo Srdido donde un breve aullido nos retiene,

y es difcil la ascensin, y dioses huyen

amontonando prpados de piedra.

Destruye el mundo,

destruye los sentidos y su horroroso reino, destruye

el tiempo, oh, destruye! Destruye el espritu entre

putrefacciones y Caos,

y espera entre el sueo y la muerte

el nacimiento de la Realidad.

"Ves algo all abajo?"

"Slo muecas de monos

speramente aturdidos en una danza siniestra".

As, pues, destruye el tiempo de un Reino ya vencido

al propsito de usura e indigencia. Destruye, te digo,

y que el torpe ayuntamiento de las disquisiciones

no ocupe la memoria en un gesto conmovido.

Quines laboran la deleznable propiedad humana?

Destruye, destruye que es tiempo de abandonar

lo tenaz de unas pobres virtudes, la astucia

de lo oculto, que sin cesar trunca lo vivido,

trastos de una extinguida Realidad.

Porque ahora habitamos un mundo derrelicto,

el uso del tiempo entre insidiosas costumbres,

la opacidad del acto en la aciaga Historia.

Destruye, destruye y no procures lo innominado,

la pura duracin del instante en un reino irreal, mientras

heredas un lenguaje errneo.

Es fiel la memoria para un tiempo tan real y confuso?

Lamentaste el execrable cuidado en un Origen falso?

Antes de ti, indigencia, y despus de ti, indigencia!

(Nutre la destruccin a quienes entendieron el mundo,

y es necesario consumirse en una ciencia ptima,

para mostrar la aborrecible imagen de un cosmos putrefactado).

"Oh, no perturbes mi quietud con olores de despojos,

en esta ribera slo existe la esterilidad.

Ascenderemos a los cerros morados,

y no nos ahoguemos en la transparencia".

Iluminacin del desorden en un ms alto vestigio,

herrumbradas las llaves que conducen a aposentos derruidos.

Es sta la ptrida heredad roda en una mente incierta?

Y habremos de considerar

la insuficiencia del espritu, y haya otra Realidad

no este tiempo mendaz, costra de otros tiempos ptreos

donde Nacimientos y Muerte, Putrefaccin y Crecimiento,

son columnas quebradas

Que un ojo perverso contempla torpemente.

Edgardo Tello (Lima, 1942 Ayacucho, 1965). Public en algunas revistas. Varios de sus poemas siguen siendo inditos.

MADRE

Desde el recuerdogratode la sangrete llamocomo un nioque ha perdido sus juguetes.

Con mi soledadde espalda a la alegra,recorrolos cuatro metros de mi celda.

Sufro, es cierto. Pero no es por msinopor haber quitadola dulce sonrisa de tus labios.

Por eso es necesariodecirteque las aguas amargas,la soledad y el dolorno cierrana tu hijolas Puertas de la Esperanza.

Quiero, as,que el mensaje de mi cantollevela alegra a tu costado,cuando sepasque en la primera aurora de nuestro puebloestar a tu lado.

(En: Palabra escrita. Marzo 1989 N 21)

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